Revista Vivienda Popular N°22

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Vivienda Popular

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Vivienda Popular Unidad Permanente de Vivienda Facultad de Arquitectura | Universidad de la República

Dr. Rodrigo Arocena Dr. Arq. Gustavo Scheps Orden docente: Arqs. Marcelo Payssé, Rafael Cortazzo, Fernando Rischewski, Jorge Nudelman, Marcelo Danza. Orden estudiantil: Bachs. María José Milans, Marcelo Martinotti, Luciano Carreño. Orden egresados: Arqs. Gricelda Barrios, Néstor Pereira, Guillermo Rey. Dra. Arq. Maria Lucía Refinetti Martins, Mag. Arq. Bernardo Martín, Arqs. Duilio Amándola, María del Huerto Delgado, Raúl Fernández Wagner, Ricardo Muttoni, Soc. Álvaro Portillo. Arq. Raúl Vallés Ing. Benjamín Nahoum Unidad Permanente de Vivienda Ing. Benjamín Nahoum, Arq. Raúl Vallés Arqs. Lucía Anzalone, Damián Bugna Ing. Benjamín Nahoum MASTERGRAF Pagola 1823 Tel. 2203 4760 D.L. 349.879

Las fotos que ilustran los artículos y que no tienen el crédito correspondiente, fueron proporcionadas por los autores o pertenecen a los archivos de FUCVAM, SMA y UPV Unidad Permanente de Vivienda Facultad de Arquitectura - Universidad de la República Bulevar Artigas 1031 CP 11200 Montevideo, Uruguay Teléfono: 2400 0706 email: viviendapopular2@gmail.com ISSN - 1510-7442

Vivienda Popular

Rector Decano Consejo de Facultad de Arquitectura

Comité Editor Director Redactor Responsable Realización Comité Ejecutivo Diseño y diagramación Edición Impresión

VIVIENDA POPULAR es una publicación semestral de la Facultad de Arquitectura-UdelaR Está permitida la reproducción total o parcial de los artículos publicados, citando al autor y la fuente. La realización de este número contó con el apoyo de los anunciantes y especialmente de la Dirección Nacional de Vivienda del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente


Enseñanza universitaria y hábitat social

Editorial 4 Enseñanza universitaria y hábitat social Tema de tapa 8 Del Hecho al Dicho. Reflexiones desde la práctica Arq. Raúl Vallés 14 Qué aprender, qué investigar, cómo enseñar y a quién. Acerca de la enseñanza y la investigación en materia de vivienda Soc. Álvaro Portillo 18 La enseñanza del proyecto. Hábitat y Vivienda Social Arq. Ángela Perdomo 22 Formar para lo que la sociedad necesita Ing. Benjamín Nahoum 26 Asesoramiento técnico en la gestión social del hábitat: el aporte del Trabajo Social a las cooperativas de vivienda Mag. As. Soc. Gustavo Machado 32 Habitación y Educación Esc. Arturo Yglesias, Arq. Jorge di Paula 38 Habitação de Interesse Social no ensino, pesquisa e extensão Dra. Arq. Maria Lucia Refinetti Martins 42 El hábitat social como contexto para experiencias de enseñanza-aprendizaje transformadoras Dr. Arq. Esteban de Manuel Jerez

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Enseñanza 52 Intensificación urbana y nuevas formas de habitar. El caso del Barrio Capurro. Seminario interáreas. Arqs. Mariana Alberti, Daniela Arias, J. Yolanda Boronat, Laura Bozzo, Gonzalo Bustillo, María Calone, Bernardo Monteverde, Gonzalo Morel, Sharon Recalde Investigación 58 Casas Concepto, Parte I. Mag. Arq. Bernardo Martín, Arqs. Eliana Alonso, Javier Díaz, Santiago Lenzi, María Lezica, Cecilia Tobler, Gustavo Traverso 70 Dos modelos y sus resultados. Producción habitacional por empresas “llave en mano” y por cooperativas. Arqs. Noemí Alonso, Raúl Vallés, As. Soc. Gerardo Sarachu (coordinadores), Arqs. Laura Bozzo, María Calone, Norma Graña, Martha Rodríguez Muslera, Giovanna Tedros, Ing. Benjamín Nahoum, Lic. Lucía Abbadie, Lic. Cecilia Soria Extensión 80 Aprender + Enseñar + Escuchar + Proyectar…Una experiencia de vivienda social desde la extensión. Damián Berger, Pedro Berger, Eloisa Ibarzabal, Lucía Pereira, Elisa Porley, Osvaldo Sabaño, Emilia Szuchmacher, Claudia Varin Instituciones 84 Autoconstrucción en terreno propio MVOTMA

Los estudiantes proponen 88 Vivienda Colectiva Plus. Densificar aprovechando la infraestructura existente Bachs. Amancay Matos, Pablo Rodríguez 94 idEVO [identidad EVOLUTIVA] Bachs. Sebastián Pérez González, Cristian Ayala Revetria Experiencias recientes 100 Un aporte a la gestión de programas masivos de realojo por autoconstrucción asistida. Realojo de población de asentamientos irregulares en Mercedes Arqs. Fernando Cabezudo, María Noel Ferreira, LTS Graciela Cavallero, LTS Cecilia Gadea Mundo 110 Hábitat y participación en Andalucía (1988-2007). Promociones de viviendas de autoconstrucción Dr. Arq. Vicente J. Díaz García 116 ¿Será posible en Andalucía? Debate en Sevilla sobre el “cooperativismo en cesión de uso” Coopdeusosevilla


EnseĂąanza universitaria y hĂĄbitat popular


EDITORIAL

Este número de VIVIENDA POPULAR está dedicado al tema de la formación de profesionales para trabajar asesorando la producción de vivienda popular, de interés social o como acordemos llamarla: en definitiva, la de los sectores de bajo ingreso, que necesitan más que nadie de ese apoyo para obtenerla. Contamos para ello con opiniones de nuestro país y del extranjero, desde la Arquitectura y desde otras miradas, en un momento muy especial para la Facultad de Arquitectura, cuando hay preocupación al respecto y está planteada una discusión sobre el Plan de Estudios, que puede permitir que lo que se ha avanzado se afiance, y que se emprenda lo que falta por hacer. Retomamos con ello una inquietud que en la primera época de la revista, nos llevó entre 1999 y 2002 a preguntar, en cinco números de la publicación, si debía enseñarse a trabajar en vivienda popular en las facultades. Esa pregunta la respondieron directores de Taller, docentes de Tecnología, Teoría, Historia, Legal y Sociología de entonces, así como estudiantes que contestaron una encuesta, y profesores de países de la región. Invitamos a los lectores, como complemento de los materiales que aparecen en este número, a repasar aquellas opiniones

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de hace una década, en los números 5. 6. 7. 8 y 10 de nuestra revista. Es indudable que se están haciendo cosas: de muchas de ellas da cuenta esta misma cobertura que realizamos. Queda aún un esfuerzo por redoblar, para que la Universidad esté realmente a la altura de lo que el artículo 2 de la Ley Orgánica le ordena y manda: responsabilizarse de “la enseñanza pública superior en todos los planos de la cultura, la enseñanza artística, la habilitación para el ejercicio de las profesiones científicas y el ejercicio de las demás funciones que la ley le encomiende” pero también “contribuir al estudio de los problemas de interés general y propender a su comprensión pública”. A la Universidad debe interesarle lo que le interesa a mucha gente; tenemos el deber de estudiarlo, investigarlo y enseñarlo. Tarea de la Universidad toda: en sus distintos servicios para profundizar en sus componentes disciplinarias, pero también del conjunto para comprender su globalidad. A ese desafío estamos convocados como universitarios y este número pretende ser un aporte para afrontarlo. VIVIENDA POPULAR


Imágenes del curso opcional/pasantía en el Plan de integración socio habitacional “Juntos” Facultad de Arquitectura. Año 2011. Equipo Coordinador: Habitahabilidad. Equipo Docente: Lucía Anzalone, Valeria Esteves. Fuente: equipo docente.



Del Hecho al Dicho Reflexiones desde la práctica Raúl Vallés


TEMA DE TAPA

Una de las preocupaciones mayores que hemos tenido desde que asumimos nuestra responsabilidad en la Unidad Permanente de Vivienda, ha sido la necesidad de fortalecer los espacios de formación y capacitación en torno a la temática del Hábitat y la Vivienda Social. Para ello planteamos con claridad en nuestra propuesta de trabajo, que no compartíamos el desarrollo de la investigación y la extensión sin que tuvieran dentro de sus cometidos una clara orientación pedagógica, esto es, construcción de conocimiento y elementos teóricos para la comprensión de los problemas, e insumos imprescindibles de la realidad para el aprendizaje y la reflexión. La importancia de la temática en la formación de profesionales responsables y críticos, y el rol de la Universidad Pública y de nuestra Facultad de Arquitectura en ello, aún es un espacio de debate, y la posibilidad de ensanchar su alcance y profundidad, una oportunidad. Asistimos a una revalorización de la problemática habitacional y en especial del rol de la política, la gestión, la producción y el diseño en la búsqueda de soluciones adecuadas y pertinentes para los enormes déficit de habitabilidad de vastos sectores de población. En todas esas dimensiones, el aporte profesional y disciplinar tiene un espacio cada vez más importante y ello

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debe interrogarnos acerca de cómo debemos afrontar el desafío de la enseñanza en el ámbito académico. Estamos lejos ya de la vieja concepción profesionalista del arquitecto que, como si de una manufactura se tratara, traducía sus ideas de organización del espacio doméstico en proyectos, sin un antes y un después que lo vinculara con el proceso de habitar, ese juez tan lapidario a la hora de evaluar resultados y preguntarnos ¿qué pasó? o ¿en qué fallamos? La academia ha contribuido mucho en los últimos años a un cambio de paradigmas en la concepción sobre el problema de la “vivienda social”, y ello se ve reflejado hoy en una serie de conceptos e ideas que se vienen traduciendo a las políticas y a los modos de hacer de técnicos y actores institucionales. Este cambio no se da por generación espontánea: hay un aporte de antes y de ahora desde los espacios de investigación, de académicos, de las universidades (en particular del ámbito latinoamericano) y de los institutos, cátedras y unidades que vienen acumulando y promoviendo nuevas formas de ver y de actuar. Una de las ideas mayormente aceptadas es la de que se trata de un sistema (habitacional)

extremadamente complejo en el que, al decir de Edgar Morin, importan más las relaciones y procesos que acontecen entre sus componentes, que las especificidades o productos concretos de los mismos. Por ello, es esencial considerar en la reflexión las múltiples áreas, dimensiones y por tanto disciplinas que lo abarcan, configurando con ello un necesario abordaje integral y holístico del problema habitacional. La Arquitectura deberá entonces contribuir desde su especificidad en el marco de la construcción del paradigma interdisciplinario, con lo cual su mejor aporte deberá venir de una profunda revisión de su modo de “ver” el “problema de la vivienda” e integrar otras dimensiones, sin resignar la búsqueda de calidad en la reflexión proyectual y propositiva del “espacio habitable” en todas sus escalas. Es desde allí que hemos avanzado hacia la oferta de formatos nuevos dentro de la Facultad y la Universidad, tanto en el grado como en el posgrado. Ello ha sido posible en el marco de los espacios que se abrieron en el Plan de Estudios 2002 y que permitieron desde los Seminarios Interáreas, los cursos opcionales y las tesinas, un transitar en la práctica de la enseñanza de grado por una experiencia de aprendizaje considerando la integralidad del problema habitacional.


Unidad Permanente de Vivienda. Curso de Pos Grado para funcionarios públicos. Herramientas para la Gestión Participativa y la articulación Interdisciplinar e Interinstitucional en Programas Habitacionales de Promoción Pública. Salto 2012

La Unidad Permanente de Vivienda, por su carácter de unidad académica, no tiene una cátedra concreta dentro del grado, pero ha participado e impulsado con protagonismo sendas propuestas de enseñanza en la consideración de la problemática habitacional, en particular la reflexión sobre los déficit de habitabilidad severos de nuestra sociedad. Para mencionar sólo lo más reciente, algunos espacios como los Seminarios Interáreas, desde su primera versión del año 2007 hasta el 2011, han sido ámbitos de formación en hábitat y vivienda social orientados, por ejemplo, hacia los problemas de la precariedad urbana y habitacional, entre otros. Más de 450 estudiantes de grado participaron de esta experiencia docente integrada por equipos de distintos ámbitos de la Facultad de Arquitectura y de otras disciplinas, donde se trabajó integrando a los temas tradicionales de diseño arquitectónico y urbano, los aspectos de política habitacional, la gestión de los procesos, el diseño de programas o el reconocimiento del mapa de actores e instituciones que implica tanto la comprensión del problema como la propuesta de posibles soluciones.

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El Seminario Interáreas “Hábitat y vivienda. Un abordaje desde la complejidad y la interdisciplina” (2007) aportó una mirada al estudiante sobre el sistema habitacional en sus distintas expresiones territoriales y físico-sociales; “Viviendo al Margen” (2008) abordó el contexto de los asentamientos, ya sea en estado de no intervención, ya regularizados o vinculados a procesos de realojos, permitiendo al estudiante una conceptualización del problema y un espacio de reflexión propositiva potente; “Viviendo al Margen. El espacio público en contextos de precariedad” (2009-2010) presentó el desafío de trabajar los componentes del ámbito público: espacios, servicios, equipamientos e infraestructuras, hacia una calificación de los contextos de periferias precarias y los des/bordes urbanos de la ciudad espontánea (Villa García). A su vez, el proyecto de extensión: “Propuestas para la gestión participativa del espacio público en contextos de precariedad urbana y habitacional” se desplegó sobre el territorio de periferia metropolitana en clave de investigación-acción participativa sobre los principales déficit en el espacio público, con énfasis en la formulación

Asesoramiento Técnico al Autoconstructor Familiar. Pasantías para Estudiantes de Grado. Convenio Farq - Ministerio de Defensa Nacional. UPV - Farq


de propuestas de proyecto y gestión. Entre 2010 y 2011 se consolida una experiencia de varios años en el Espacio de Formación Integral, Hábitat y Territorio (EFI), cuya base puede rastrearse en el proyecto ”habitario” de la Unidad Permanente de Vivienda y los Seminarios Interáreas mencionados. Conformado inicialmente por docentes de la Facultad de Arquitectura (área proyectual, teórica y tecnológica); de la Facultad de Ciencias Sociales (Trabajo social); Facultad de Ciencias (Geografía y Ciencias Ambientales) y el Instituto Superior de Educación Física (ISEF, cátedra de Juego y Recreación), posteriormente se han sumado la Facultad de Psicología (Habitación y Subjetividad, 4º año); Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (Técnicas de Investigación en Antropología Social y Cultural, del tercer año de la Licenciatura en Ciencias AntropológicasOpción Antropología Social y Cultural). El EFI es un espacio de investigación, enseñanza y extensión conformado ahora por múltiples espacios disciplinares que, con un marco teórico conceptual común o compartido, conforman un ámbito de trabajo académico de enorme potencial en torno al Hábitat, el Territorio y la Vivienda, en un contexto de periferia metropolitana. Docentes y estudiantes de variadas disciplinas (noventa estudiantes en aula y en campo) concurren en un mismo espacio de enseñanza, acción participativa e investigación.

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Los resultados de esa experiencia aportaron desde el contacto con instituciones (escuelas y comisiones) y grupos de vecinos en asentamientos, propuestas en las escalas Macro (Villa García), Meso (Al Paso Hondo, Villa Isabel) y Micro (relevamiento físico y social a escala de la vivienda) y una serie de Tesinas que, a modo de pre-investigaciones abordaron múltiples temáticas emergentes1. Desde los Cursos Opcionales también hemos avanzado hacia nuevos formatos: “Hábitat y Vivienda Social” (2009) se configuró como una oportunidad para profundizar a nivel de grado en los aspectos conceptuales sobre el proceso de habitar, el territorio y su conformación sociourbana, desde una mirada multidimensional; en 2011, “Cooperativas de Vivienda. Asesoramiento, prácticas y aprendizajes” constituyó una experiencia interdisciplinaria (en correspondencia con la conformación de los Institutos de 1 Los estudiantes en equipos disciplinares o interdisciplinarios según el caso desarrollaron los siguientes temas: Habitando la Emergencia /Espacios Reciclados /Materiales Reciclados /¿Vivienda Digna? Posibles soluciones habitacionales en el territorio de Villa García /Subjetividad en la producción del hábitat /Condiciones de Habitabilidad vs. estado de evolución / Trayectorias Familiares y procesos de Producción de vivienda y urbanización /Vivienda y condiciones de Vida /Equipamiento Urbano en asentamientos irregulares /Dinámicas actuales de territorios de interfase urbano-rural: caso Villa García /Hacia un Sistema de Gestión Integrada para la comunidad de Villa García /Manual para futuras intervenciones del EFI-Espacios Públicos en Asentamientos /Paisaje Cultural Villa García /Paso Hondo: Usos del territorio. Los modos de apropiación /Territorio [Inter]escalar /Red de salud. Una visión del territorio desde imaginarios locales /Villa García y su vocación de desarrollo.

Curso Opcional. Unidad Permanente de ViviendaFacultad de Arquitectura y Departamento de Trabajo Social-Facultad Ciencias Sociales

EFI Villa García 2011. Relevamiento Asentamiento Al Paso Hondo. Barrero, De Maggio.jpg


Asistencia Técnica de nuestra Ley de Vivienda) donde docentes y alumnos de las facultades de Arquitectura y Ciencias Sociales compartimos un mismo espacio y tiempo de aprendizaje en torno a la experiencia del cooperativismo de vivienda, conformando desde la enseñanza de grado, análisis y propuesta interdisciplinaria. Las propuestas tienen también su correlato en el posgrado y la especialización profesional. Responden sin duda a una demanda creciente de los técnicos, investigadores y diversos actores públicos y privados que desarrollan su actividad en torno al sistema habitacional.

Seminario Interáreas. Viviendo al Margen.”el espacio público en contextos de precariedad”. Natalia Vidarte. 6º año. Seminario Interáreas. Cartografía Sintesis en área de precariedad urbana y habitacional.

Desde el año 2002 la UPV viene desarrollando cursos UEP (Unidad de Especialización Profesional) y en particular en 2011 se dio un paso muy importante para la capacitación y formación profesional con tres cursos con la coordinación académica de la UPV: Introducción a la producción y gestión social del hábitat (Docentes de la Universidad de Sevilla: Dr. Arq. Esteban de Manuel Jerez y Arq. José María López Medina, Master en Gestión Social del Hábitat); Metodologías de intervención en el hábitat popular (Docentes de la Universidad Nacional del Nordeste, Argentina: Dr. Arq. Miguel Barreto, Mg. Arq. María B. Pelli y Mg. Arq. María Benítez, del Instituto de Investigación y Desarrollo en Vivienda) y Cooperativismo de Vivienda. Componentes, asesoramiento técnico y marco normativo (Docentes de la Universidad de la República: Arq. Raúl Vallés-Unidad Permanente de Vivienda e Ing. Benjamín Nahoum-Unidad Permanente de Vivienda y asesor técnico de FUCVAM). El vínculo con docentes de otros centros de la Universidad de la República, así como con otros centros académicos en universidades extranjeras enfocados al estudio del hábitat y la vivienda social, ha permitido desarrollar una oferta equivalente en otros ámbitos nacionales e internacionales. En este sentido destacamos el curso UEP “Herramientas para la gestión participativa y la articulación interdisciplinar e interinstitucional en programas habitacionales de promoción pública”, que auspiciado por el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente se realizó en la ciudad de Salto como apoyo a la formación y capacitación de recursos humanos en el norte del país. Estas experiencias, si bien demuestran que se

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está transitando un camino, son también indicadores de que no solamente se puede y debe profundizar contenidos y temáticas, sino del enorme interés y demanda que existe tanto en el grado como a nivel de posgrado por el tratamiento del tema y la necesidad de capacitar y formar profesionales en la temática. Estamos en un momento muy especial, con la discusión del nuevo Plan de Estudios. Es una ventana de oportunidad para afirmar propuestas y respuestas de una Facultad de Arquitectura que ha reconocido el espesor y la importancia de algunos temas y su inserción en el contexto social y político y que, como verdaderos desafíos, están llamados a fortalecer la disciplina y su capacidad integradora a la hora de comprender y proponer en consecuencia.

Espacio de Formación Integral ”Reconociendo el territorio” Escuela 157, Villa García Seminario Interáreas. PLAY reactivando villa garcía. 2009. Bentancur,Chirico,Galvalisi, Fernández, Scalone

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Acerca de la enseñanza y la investigación en materia de vivienda

Qué aprender, qué investigar, cómo enseñar y a quién Álvaro Portillo


TEMA DE TAPA

Se arrastra de mucho tiempo en nuestro país un estilo de encarar la problemática habitacional en forma sectorizada, de acuerdo a las diversas disciplinas que en teoría debieran aportar respuestas al respecto. Enfoques económicos, sociales, culturales, técnico-constructivos, de diseño, entre otros, tienen como particularidad el realizarse aisladamente el uno del otro. El plan de estudios de la Facultad de Arquitectura de 1952 pretendió de forma muy decidida evitar esta fragmentación, estableciendo en la formación de grado, en los institutos de investigación y en los talleres, una visión claramente interdisciplinaria, como opción metodológica para la obtención de resultados más positivos.

de superar todos los errores que en el pasado puedan haberse cometido. En atención a la importancia vital del problema de la vivienda, los destinatarios del conjunto de conocimientos y destrezas requeridos para intervenir en la materia son muy variados. Desde luego los arquitectos proyectistas, los tecnólogos y los constructores, ocupan un lugar central, pero conjuntamente con ellos variadas otras profesiones debieran ser destinatarias naturales, así como actores sociales no necesariamente profesionales, que tanto para la satisfacción de su propia necesidad como para el giro de su actividad, se desempeñan en el campo de la vivienda.

Seguramente las largas décadas de vida que tuvo ese plan de estudios e inclusive el de 2002, que en lo sustancial recoge esa visión, pueden tener muy diferentes balances y evaluaciones llenas de logros y frustraciones. Lo importante a destacar es que el presente sigue confirmando que el abordaje del tema de la vivienda debe ser necesariamente integral para ser efectivamente un aporte en el conocimiento.

Desde la actividad académica es de importancia capital la investigación, asegurando una producción de conocimiento indispensable, en particular en el contexto nacional, con todas sus particularidades. Una investigación que debe tener la integralidad señalada para efectivamente ser socialmente útil.

Tal vez uno de los retos que hoy está planteado es cómo encarar operativamente esa perspectiva holística de la vivienda, obviamente tratando

Lamentablemente, la realidad en materia de producción y acceso a la vivienda de los sectores mayoritarios de la sociedad (por lo pronto,

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Una realidad porfiada

en nuestro país y en el resto de América Latina) sigue siendo altamente problemática. Por un lado, las fuertes constricciones del acceso mercantil, consistentes en la imposibilidad de adquirir en el mercado una mercancía vitalmente indispensable pero mercantilmente inaccesible, se han visto agravadas por otras circunstancias como: los bajos ingresos de importantes sectores de la población; la poca capacidad de autoconstruir por parte de los integrantes del hogar, dada la cantidad de horas trabajadas en el mercado laboral; los cambios y la rotatividad de los integrantes del hogar; la mayor demanda de vivienda, producto de la proliferación de los hogares unipersonales, entre otros factores incidentes. Sigue vigente una realidad de un mercado inmobiliario altamente dinámico para los grupos sociales de ingresos medios y altos, pero en donde el resto de la población solamente puede observar esa dinámica. Complementariamente, la denominada “producción social del hábitat” sigue siendo la solución de las mayorías, con todo su esfuerzo e imaginación, pero también con todos los efectos negativos en la calidad de vida de sus protagonistas y en la producción de ciudad promovida, que profundiza los aspectos de fragmentación social y segregación espacial.


Equipo de trabajo Comuna Tierra, grupo de extensión, Facultad de Arquitectura. Fuente: Comuna Tierra

enfrente el hábitat popular.

Periferización, asentamientos irregulares, tugurización, ocupación del espacio público, ocupación ilegal de vivienda construida, transacciones irregulares al margen de los marcos normativos vigentes, son las expresiones, entre otras, de esta porfiada realidad. Los avatares de las coyunturas económicas hacen a veces más cruenta esa realidad y en otras ocasiones la vuelven más llevadera. Lo importante a constatar, por enésima vez, es la incapacidad del mercado inmobiliario para resolver la necesidad de vivienda de los sectores sociales mayoritarios. Paradojalmente, hay una insistencia persistente en analizar, conocer, admirar y estudiar el mundo de la vivienda formal, como si fuera la totalidad de la realidad. No solamente no lo es, sino que la realidad mayoritaria es la otra. Se estima que más del 60% o más de las viviendas construidas en las ciudades latinoamericanas

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pertenecen a la “realidad no deseada”. Los principales desafíos En este escenario, además de reafirmar la perspectiva de análisis integral como opción metodológica, entendemos que hay un compromiso ineludible en cuanto a centrar la preocupación y los énfasis en materia de investigación, enseñanza y extensión en la realidad social más acuciante y además con mayores incógnitas a despejar. Los cometidos de la UdelaR en ese sentido son diáfanamente claros y están expresados en la Ley Orgánica con todo el peso vinculante que ello implica. Por lo tanto, creemos que corresponde prioritariamente diseñar programas de estudio e investigación que intenten dar respuestas superadoras de las principales dificultades que

En particular, se trata de asumir el carácter social del problema, y por lo tanto la naturaleza social de las respuestas. La vivienda de los sectores sociales mayoritarios no es el resultado de una decisión individual del interesado, encomendando al arquitecto proyectista la solución más útil y estéticamente valiosa. Ese privilegio son solamente los integrantes de una minoría los que pueden tenerlo. Entonces, ¿cuál debe ser el camino prioritario a optar en la perspectiva académica, y por lo tanto en la decisión de volcar los recursos públicos de la UdelaR? Consideramos que es indispensable investigar desde los diversos componentes que tiene el tema de la vivienda (suelo, materiales de construcción, tecnología, financiamiento y fuerza de trabajo) los caminos para encontrar soluciones habitacionales más accesibles en los contextos sociales y económicos del presente. En el actual escenario de transformación de la Facultad, asumimos la posibilidad de generar un espacio de docencia específico, con un valor global de un significativo número de créditos académicos, que ofrezca una formación de nivel de grado en materia de vivienda popular,


COVIREUS. Cooperativa de Viviendas por ayuda mutua. Fuente: Centro Cooperativista Uruguayo

incorporando a vía de ejemplo los siguientes abordajes: -Aspectos constructivos -Diseño -Entorno social y económico -Formas convencionales y alternativas de producción y gestión -La producción social del hábitat y su estímulo -Hábitat y entorno urbano Esta opción debería encarársela como un todo en donde para acceder a los créditos de este módulo, habría que cursar todos sus contenidos con la lógica que allí se establezca. Se trata por lo tanto de un espacio académico significativo, el que abarcará un importante número de horas para impartirlo. Asimismo entendemos que tomar este módulo debe ser opcional para quienes lo valoren y

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comprendan su importancia, además de asumirlo como una forma de ejercicio profesional socialmente necesario y personalmente gratificante. Adicionalmente, es posible imaginar esta alternativa como opción de otras formaciones de grado universitarias o simplemente de nivel terciario, que encuentren esta alternativa útil y operativa en otros programas de estudio. Esta propuesta debe concebirse indisociablemente unida a procesos de investigación, en los que el estudiante al cursar estará involucrándose a efectos de formarse en el tema, pero además colaborando en la generación acumulativa de conocimiento.


Hテ。bitat y Vivienda Social

La enseテアanza del proyecto テ]gela Perdomo


TEMA DE TAPA

El proceso de enseñanza-aprendizaje de la asignatura genéricamente conocida dentro del Plan de Estudios de la carrera de Arquitectura como “Proyecto”, constituye el núcleo específico de entrenamiento en una particular forma de pensamiento creativo -el pensamiento proyectual-, capaz de desencadenar las destrezas intelectuales fundamentales de los futuros arquitectos. Existe un desafío permanente en la definición de la materia misma de este tipo de aprendizaje, en cuanto refiere a la capacidad de plantearse los problemas, imaginar las posibles soluciones y adelantarse a las potenciales concreciones de construcción del espacio físico y simbólico donde habrá de desarrollarse la vida humana. Es la prefiguración de un marco físico capaz de albergar situaciones que habrán de darse en el futuro, poniendo en juego la capacidad de imaginar lo que hoy no existe. El resultado de ese trabajo será siempre un sistema complejo y abierto, capaz de generar las condiciones para que algo “acontezca” dentro de un marco posible, pero casi siempre plagado de indeterminación e incertidumbre. Al servicio de esa exigencia, el pensamiento arquitectónico pone en juego la integración

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de distintos tipos de saberes. Por una parte, el conocimiento disciplinar de la Arquitectura depende de demandas externas, y por eso debe saber de otras ciencias humanas o sociales. Pero también tiene exigencias internas: estéticas y técnicas. Por otra parte, la Universidad debe tender a la formación de ciudadanos a quienes no sólo interese saber “cómo hacer”, sino investigar para contestar las preguntas de qué hacer y para qué, intentando hacer cada vez, lo mejor posible. En tal sentido, interesa más abrir el camino hacia lo potencialmente posible, que las cosas como ya son. Preguntarnos el ¿por qué no?, e incluso cuestionar las demandas. Para ello la enseñanza debe estar dirigida a formar creadores de conocimiento y cultura. Ése es el conocimiento que como universitarios y docentes, nos interesa ayudar a construir.

comienza una larguísima historia que ha ido tomando características propias de las culturas, las épocas y el lugar geográfico donde se asientan dichas sociedades. Por lo tanto, la vivienda es un producto cultural, que implica conocimientos, técnicas y valores de cada sociedad en un momento determinado. No sólo tiende a cubrir las necesidades básicas del ser humano como la protección frente a amenazas del medio exterior, protección y abrigo, sino que también responde a las necesidades subjetivas o simbólicas en las que muchas veces se ven reflejados los valores de la sociedad en su conjunto.

La vivienda como tema

Pero la vivienda es también un producto económico. En economías como la nuestra, la vivienda es una mercancía. Se comercializa en el mercado y está sujeta a las capacidades de pago de sus potenciales usuarios: es un derecho establecido en la Constitución, pero también depende de los ingresos posibles de los habitantes.

El de la vivienda es un tema central en la disciplina arquitectónica y tiene muchos abordajes posibles. Desde el surgimiento de las sociedades sedentarias, del refugio como equipamiento estable necesario para albergar la vida humana,

Ello genera una cierta categorización, utilizada en torno a la ubicación socioeconómica de la demanda potencial. Por arrastre, existe una tipologización de la vivienda conocida en el medio como “vivienda popular”, que refiere a distintas


formulaciones que poseen la condición común de estar dirigidas a sectores de la población con menos recursos. Dichas condiciones de los posibles o potenciales moradores, las hacen también acreedoras a la denominación genérica de “vivienda de Interés social”, por ser aquellas a las cuales el Estado -en cumplimiento del mandato constitucional- debería facilitar el acceso a una población que no lo logra mediante las condiciones de libre mercado. La vivienda y la enseñanza en el Taller En el Taller existe planteada la exigencia de dedicar un semestre por curso y por año al tema de la vivienda. En todos los casos se proponen ejercicios basados en la realidad nacional y más concretamente en localizaciones de la ciudad que impliquen pensar situaciones de demandas concretas de parte de la sociedad en su conjunto. Tal vez éste sea el concepto de “popular” que manejamos: referirnos a sectores de la población con necesidad de vivienda urbana, donde se respete el ”derecho a la ciudad” y al goce y disfrute de todos sus servicios.

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Ello nos lleva muchas veces a plantearnos el tema de la vivienda enmarcado en los Planes de Promoción de Vivienda por parte del Estado, ya sea para investigar posibilidades nuevas dentro de los límites que la legislación particular impone, o para reformular, cuestionándonos, los conjuntos habitacionales ya instalados. No obstante, es imperativo señalar nuestras propias limitaciones. Es importante para nuestros procesos de enseñanza-aprendizaje plantearnos un usuario que puede elegir. Es decir, interactuar en el ejercicio de simulación con un comitente cuyas necesidades son particulares, y es nuestro rol darle cabida entonces a la identidad de la vivienda con sus habitantes. De esta manera -no muy concientemente- excluimos, indirectamente, al usuario más vulnerable, aquel cuyas necesidades básicas son tan esenciales que se convierte en demanda urgente de asistencia subsidiada. Frente a la urgencia y los límites en los costos, es común pensar en una demanda identificada por los metros cuadrados en función del tamaño del núcleo familiar, y no tanto en la variedad de opciones de vida que la misma propicia. También suelen identificarse esos programas con

soluciones más estandarizadas, que permitan en el mejor de los casos, conformaciones de conjunto que prioricen lo colectivo sobre lo individual. No deja de ser un desafío para el ingenio profesional el trabajar con los límites de la precariedad de medios y opciones, procurando de todas formas lograr la variedad y el mejor aprovechamiento de lo escaso. No obstante, debemos reconocer que no siempre hemos encontrado desde la enseñanza la forma de convertir tales desafíos en ejercitaciones proyectuales productivas dentro de los cursos del Taller. Por poner un ejemplo, no se ha planteado aún -salvo en los cursos de Urbanismo u Ordenación Territorial, donde no se llega por la escala al diseño detallado de unidades-, ejercitaciones que procuren resolver el tan importante tema de la regularización de asentamientos. Aunque la economía interviene como dimensión presente de nuestro quehacer, es necesario admitir que muchas veces no resulta en los planteos finales de los estudiantes, una vivienda de bajo costo que permita la repetición más o menos extendida por parte del Estado. En el fragor de los procesos, de la necesidad de alentar el despliegue de la imaginación creativa


del estudiante, queda poco margen en el tiempo disponible, para retroalimentar el proceso con una reformulación que pase el tamiz de los costos.

múltiples, ambos términos evidentemente alejados de la conveniencia económica de un uso del suelo limitado por el costo. Conclusión-discusión

Se proponen ejercicios que parten de un planteo que respeta las áreas máximas compatibles con los sistemas de vivienda pautados desde la legislación, con densidades y usos del suelo acordes con la normativa urbana correspondiente, y con ciertos criterios de eficiencia energética ineludibles. No obstante, no hemos podido o querido obviar, algunas veces, la sugestiva presencia de “pieles de vidrio” protegidas por elegantes parasoles de madera natural, cuya economía de realización y mantenimiento obviamente excedería los estándares exigibles para una vivienda que fuera posible de ser subsidiada, en todo o en parte, por el esfuerzo colectivo tributario de un país como el Uruguay. Por otra parte, la indagación en distintas posibilidades de relación interior-exterior, importante para entender la graduación de espacios de uso, de lo privado a lo público, denota la mayoría de las veces, la importancia otorgada al “verde propio” de terrazas o jardines, o los un tanto sofisticados centros comunales de usos

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No obstante, creemos que lo que importa es que el estudiante “aprende” la conformación de tipologías variadas, sensibles a diferentes conformaciones familiares, con respeto por la identidad de los usuarios y con posibilidades de adaptarse a cambios futuros, ya sea de la conformación familiar original o del uso concreto de los espacios habitables. O centros de barrio que permiten indagar en programas y necesidades comunitarias que van desde lo cultural/deportivo hasta la comisaría para la mujer o el centro de rehabilitación de adicciones. Pese a la instalada costumbre estudiantil de cambiar de Taller varias veces en la carrera, lo cierto es que a lo interno de cada cátedra vertical, mayoritariamente seguimos pensando en una oferta pedagógica que permita abordar distintos aspectos complementarios del tema, con acentos diferentes según la madurez creciente de un alumnado que va pasando de un curso a otro. En distintos grados de complejidad, se aborda

el tema fundamental del ”habitar”, reflexionando sobre formas de vida: cómo y dónde, el ser humano vive gran parte de su propio tiempo. Es a partir de la reflexión sobre la acción de “habitar” que se despliega el abanico de dimensiones que alimentan la creación proyectual. Por ello interesa en todos los casos, la propuesta de un marco para que un fragmento de futuro acontezca.


Formar para lo que la sociedad necesita BenjamĂ­n Nahoum


TEMA DE TAPA

Enrique Ortiz afirma que “en los países del Sur, entre el 50 y el 75% de las viviendas y muchos de los componentes del hábitat son producidos y distribuidos al margen de los sistemas de mercado controlados por el sector privado e incluso de los programas financieros estatales”.1* No el omnisciente Mercado ni el todopoderoso Estado, sino la propia gente -desde luego principalmente la de condición más modesta- es la que hace las ciudades. Sin embargo, las universidades latinoamericanas no preparan a sus egresados para trabajar con y para las mayorías, sino para hacerlo con una élite.

de pobres y casi cien de indigentes. Esos son los “clientes” que requieren cubrir el déficit cuantitativo de más de cincuenta millones de viviendas y el déficit cualitativo muchísimo mayor, que constituye uno de los problemas sociales más graves de nuestro tiempo. El Mercado no atiende a estos “clientes” y el Estado oscila entre hacer poco y hacer mal, de modo que las soluciones las debe buscar la propia gente­: ocupando, construyendo viviendas precarias, creando el hábitat que pueden, si no el que quieren y necesitan.

En Latinoamérica tenemos doscientos millones

Ahora la Academia llama Producción Social del Hábitat (PSH) a la que es generada directamente por la población, sin participación del Estado o el Mercado, o sea cuando las decisiones (las que pueden tomar) corren por cuenta de los propios interesados. Esto existió siempre hasta ahora, porque siempre hasta ahora hubo que buscar soluciones que la formalidad no brindaba. Y seguirá existiendo mientras esa situación persista: es más, el resultado de la PSH es tanto más notable, cuantitativamente, cuanta más inacción hay del Estado y el Mercado.

1 * “Producción social de vivienda y hábitat: bases conceptuales para una política pública”, en “El camino posible. Producción Social del Hábitat en América Latina”, trabajo colectivo de diecisiete viviendistas latinoamericanos, Centro Cooperativo Sueco-Editorial Trilce, Montevideo, 2012.

Pero producción social del hábitat es sólo una de las formas de producción del hábitat para los sectores de bajos ingresos; existen y deben existir otras, con otras modalidades, que

Esto vale para todas las disciplinas y profesiones, pero es particularmente más agudo para aquellas que se relacionan con la producción de objetos materiales. En éstas se pone énfasis en el gran proyecto, en las dificultades tecnológicas, en los desafíos de las propuestas audaces, despreciando lo supuestamente más sencillo y desconociendo que el obstáculo más difícil de superar, por lo general, es el económico.

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también necesitamos conocer, porque también pueden aportar soluciones y porque también consumen recursos. Los funcionarios públicos en sus oficinas, los empresarios en sus empresas, también hacen vivienda para esos sectores, y el resultado puede ser mejor o peor según la forma que ello se encare. Por otra parte, la PSH puede ser individual o colectiva, y en esta última modalidad nuestro país tiene una rica experiencia: la del cooperativismo de vivienda, de ayuda mutua y de ahorro previo. Cada una de esas dos vertientes tiene sus especificidades, y la colectiva, potencialmente mucho más rica, es también mucho más compleja, en tanto implica organización de grupos humanos. Nuestra Universidad está hoy día discutiendo mucho más estos temas y comienzan a enseñarse en opcionales, seminarios, o actividades de posgrado. Pero todavía hay una importante deuda pendiente con un sistema que es nuestra marca de identidad a nivel internacional. Todo lo dicho es lo que hace que la tarea “simple” de producir viviendas populares sea en realidad muy compleja y un verdadero desafío para las profesiones involucradas (las ciencias sociales, la arquitectura, la ingeniería, el derecho, la economía); el desafío de que las solu-


Autoconstrucción de vivienda. Fuente: FUCVAM COVIREUS. Cooperativa de Viviendas por ayuda mutua. Fuente: Centro Cooperativista Uruguayo

ciones para los pobres no sean pobres, como reivindica Jorge Di Paula. Porque, ¿dónde hay que poner más imaginación y capacidad: para construir cosas sofistificadas con muchos recursos y tecnología, o para contribuir a producir viviendas populares con lo que nos dejan? En materia de la ciencia y el arte de la construcción, en particular, ese desafío se abre en un abanico de otros múltiples, que atañen a las tecnologías y los procedimientos constructivos; a la funcionalidad de las tipologías; al tratamiento de los espacios públicos; a la mejora de calidad por la optimización del proyecto. En el caso uruguayo, el rol de la Universidad, asignado por su Ley Orgánica, la mandata a investigar, asesorar, formar e informar, y opinar. Y éstas son tareas en las que, a nuestro juicio, en el tema de la vivienda de los sectores de bajos ingresos, aun cuando se han dado pasos importantes (como, en la Facultad de Arquitectura, la creación de espacios amplios de interdisciplina, como la Comisión de Vivienda Social o el Comité HABITAhABILIDAD), no se está cumpliendo aún adecuadamente con lo que se necesita de la Universidad. La vivienda de las mayorías -la vivienda popular- no es sólo un problema de arquitectura o

Vivienda Popular


COVITRA, Maldonado. Autor: Alvaro Moreno. Cooperativa de Viviendas por ayuda mutua. Fuente: Centro Cooperativista Uruguayo

de construcción; no es sólo un problema social, económico o jurídico: es un complejo asunto en que todas esas cosas se imbrican y se convocan mutuamente. Y como todas esas disciplinas hoy son demasiado complejas para que alguien pueda saberlo todo, no hay más alternativa que trabajar en equipo, no hay más formato que el multidisciplinario. Otra discusión posible, si acordamos que la Universidad no puede dejar de lado la enseñanza de estos temas, porque la sociedad lo necesita, es si esa enseñanza es materia de grado o de especializaciones de posgrado. En lo personal, nos inclinamos decididamente por la primera opción: no por la concepción enciclopedista de que la Universidad deba enseñarle todo al egresado (hoy no se puede hacer más que enseñar a aprender nuevas cosas), sino porque parece sensato tomar como base para desarrollar el

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conocimiento lo que más se necesita y lo que más se hace; no tratar en el grado lo que va a hacer uno de cada cien técnicos y en el posgrado lo que van a hacer dos de cada tres, sino exactamente al revés. Preguntas abiertas, a las que debemos dar respuesta. En diálogo con la sociedad, a la que nos debemos.


Asesoramiento técnico en la gestión social del hábitat: el aporte del Trabajo Social a las cooperativas de vivienda Gustavo Machado*

*Asistente Social (EUSS-FCS-UdelaR), Magister en Trabajo Social (UdelaR-UFRJ). Docente e investigador del Departamento de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales de la UdelaR. Director en INAU. Se desempeñó como Asistente Social en el Instituto Cooperativo de Asistencia Técnica COVIMA (1995-2007).


TEMA DE TAPA

Los Asistentes o Trabajadores Sociales hemos integrado desde sus inicios los Institutos de Asistencia Técnica que acompañaron técnicamente la experiencia de las cooperativas uruguayas; no obstante, su formación específica ha sido el resultado de aprendizajes entre pares y de la construcción individual de colegas relevantes de nuestro colectivo, ya que la formación profesional, en los espacios universitarios, ha sido puntual y asistemática. Los Trabajadores Sociales contamos en los espacios curriculares con contenidos y metodologías facilitadoras de la inserción en el asesoramiento y acompañamiento técnico a cooperativas; no obstante, se piensa mayoritariamente desde espacios institucionales, programas y políticas sociales, siendo marginal la formación para el trabajo con organizaciones y movimientos sociales. El presente artículo busca sistematizar una experiencia profesional, con cooperativas de vivienda, realizada a partir de un Instituto de Asistencia Técnica (IAT), así como también académica, en espacios de formación, buscando aportar a la visibilidad y construcción de un espacio ocupacional del Trabajador Social en el marco de la rica experiencia del movimiento cooperativo.

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El Cooperativismo de vivienda, claves y el diálogo con las profesiones El artículo 130 de la Ley de Vivienda1 señala que las cooperativas de vivienda son “sociedades regidas por el principio cooperativo (...) cuyo objetivo principal es proveer de alojamiento adecuado y estable a sus asociados, mediante la construcción de vivienda por esfuerzo propio, ayuda mutua, administración directa o contratos con terceros y proporcionar servicios complementarios a la vivienda”. A partir de la incorporación del sistema en la Ley, las cooperativas comenzaron a multiplicarse en todo el país, vinculadas fundamentalmente a trabajadores sindicalizados. La conjunción de la experiencia uruguaya de la autoconstrucción y las matrices sindicales o grupos territoriales, potenciaron iniciativas colectivas con fuerte contenido transformador. La dictadura cívico-militar buscó aniquilar el movimiento cooperativo, liderado por FUCVAM, con diversas estrategias inhibidoras de la acción 1 En 1968 se aprueba la Ley de Vivienda 13.728 que impulsa los postulados de la Comisión de Inversiones y Desarrollo Económico (CIDE), con un Plan Nacional de Vivienda con pretensiones universalistas. En el capítulo X de dicha Ley se crean y regulan las cooperativas de vivienda, recuperando una experiencia de la sociedad civil en el interior del país.

colectiva.2 La dictadura no sólo no lo derribó sino que lo fortaleció, siendo un catalizador del descontento y acción del movimiento popular, mayoritariamente proscripto. La expresión del cooperativismo de vivienda no es sólo novedosa y rica como movimiento social, sino por las propias cooperativas y complejos habitacionales, que han construido parte de las ciudades, aportando organización, servicios y una solución de calidad y sostenible para decenas de miles de trabajadores. Funcionamiento de las cooperativas de vivienda En el artículo 142 de la Ley se define que “son unidades cooperativas de vivienda las que constituidas con un mínimo de 10 socios y un máximo de 200, tienen por finalidad proporcionar vivienda y servicios complementarios a los mismos, construyendo con ese objetivo un

2 En la dictadura cívico-militar (1973-1985), el entonces Consejero de Estado y antes Ministro Alejandro Végh Villegas manifestaba que el movimiento cooperativo “no se adecúa totalmente con la idiosincrasia de nuestros ciudadanos, y que en muchos casos contiene dentro de sí algunas facetas que pueden preocupar (...) ya que pueden llegar a afectar la seguridad” (Midaglia, 1992 : 78)


inmueble o un conjunto habitacional (...).”3 Las cooperativas adoptan dos sistemas: el de ahorro previo y el de ayuda mutua. En ambos el grupo tiene que aportar al menos un 15% del valor de las obras, el primero con un ahorro grupal y el segundo con su mano de obra en la construcción. Estas dos modalidades se dividen a su vez en dos regímenes: de usuarios y de propietarios. El primero implica que la propiedad es colectiva, indivisa, obteniendo los socios el uso y goce de la vivienda; el segundo se regula por la legislación de propiedad horizontal, teniendo cada socio libre disposición del inmueble. Estas características, fundamentalmente la condición de usuarios y la ayuda mutua, han sido señas de originalidad del sistema cooperativo uruguayo. La organización y gestión se basa en los principios orientadores de: solidaridad, igualdad, participación democrática, adhesión libre y voluntaria y educación cooperativa. La estructura organizativa de las cooperativas asegura la participación de sus socios, no sólo en la fase de construcción de las viviendas, sino en la gestión posterior, una vez habitadas. Las cooperativas tienen cinco órganos permanentes, la Asamblea General, la Comisión Directiva, y las comisiones Fiscal, Electoral y de Fomento Cooperativo. En momentos especiales las cooperativas crean otros organismos, que dependen de los primeros, como son las comi3 Para operaciones de reciclaje se admiten cooperativas con un mínimo de seis socios. La ley también prevé la formación de Cooperativas Matrices, que tienen el cometido de coordinar, formar y promover diferentes unidades cooperativas. Fueron muy importantes en el inicio del movimiento cooperativo, como por ejemplo COVIMT (textiles), COVINE (territorial), y otras.

Vivienda Popular

siones de Obra, Trabajo y Compras, cuando la cooperativa encara la obra, y también comisiones de Guardería, Biblioteca, Salud, ante intereses concretos (ver cuadro). La cooperativa se conforma en la etapa de obra como empresa constructora asumiendo, en forma autogestionaria, todas las responsabilidades funcionales y legales que le competen en una administración colectiva, democrática y participativa. “A través de esta definición estratégica (la autogestión) los trabajadores asumen el control económico y social de la empresa solidaria, definen con criterios de justicia y transparencia los recursos y optimizan los resultados. La autogestión no debe ser vista como un hecho aislado, sino que es un acto esencialmente colectivo, la autogestión tiene sus resultados inmediatos en el grupo pero también incide en el crecimiento individual de los socios y en la profundización de la identidad del Movimiento y de su propia presencia política.” (FUCVAM, 2000: 17) Esta característica distingue la ayuda mutua de otros sistemas de autoconstrucción, que no unen el proceso de participación en la construcción de las viviendas con la gestión y participación en todas las etapas de la vida de la cooperativa4. La ley también prevé, a los efectos de evitar la especulación, que en las cooperativas de usuarios, al dejar la casa el socio debe renunciar, 4 FUCVAM en su declaración de principios define la ayuda mutua como forma “no sólo de contribuir de manera económica a la construcción de la vivienda sino también de contribuir en el diseño y en la participación creativa de los futuros beneficiarios de la cooperativa en la construcción de un modelo social alternativo. La ayuda mutua prefigura la convivencia, define lo que es un proceso integrador y concientizador de la masa social” (2000: 5)

Organigrama

pagándole la cooperativa los aportes hechos en mano de obra o ahorro, así como las cuotas pagas como amortización, cobrándosele el mismo monto al socio entrante, seleccionado por la cooperativa, siendo una forma de control social grupal sobre la mercantilización del bien. También la Ley 13.728 crea los Institutos de Asistencia Técnica (IAT), que son equipos multidisciplinarios que apoyan a la cooperativa en la obtención e implementación del crédito, siendo corresponsables del proyecto habitacional.5 Los institutos acompañan a la cooperativa desde su formación hasta el momento de la culminación de la obra, transfiriendo conocimientos y herramientas organizativas, contables, legales, constructivas, sociales y procedimentales de gestión cooperativa. Así los grupos optimizan su autogestión y organización, consolidando complejos habitacionales de gran calidad arquitectónica y urbanística, con menores costos.

5 Así son descripos en el art. 171: “Son Institutos de Asistencia Técnica aquellos destinados a proporcionar al costo, servicios jurídicos, de educación cooperativa, financieros, económicos y sociales a las cooperativas y otras entidades sin fines de lucro, pudiendo incluir también los servicios técnicos de proyecto y dirección de obras”


El espacio ocupacional de los Trabajadores Sociales

Asambleas, refiere a devoluciones de la observación participante en dichas instancias y puede realizarse en las mismas o a través de talleres, promoviendo el aprendizaje de los conflictos y situaciones grupales.

El Trabajo Social, como profesión, tiene su especificidad en la intervención, como un hacer especializado y fundado teóricamente, en los procesos de producción y reproducción social -Formación Cooperativa: se realiza desde espade la población, vinculando el protagonismo de cios convocados especialmente como talleres los sujetos en la satisfacción de sus necesidao jornadas7 o la formación desde el acompañades. En el caso de las Cooperativas de vivienda, miento en la organización, promoviendo aprensu inserción se dio desde las primeras experien- dizajes sobre el rol, funcionamiento, formas de cias, fundada en tareas comprendidas en las de decidir o gestionar. los Institutos de Asistencia Técnica, primordialmente en la formación y consolidación de las Dichas funciones son desarrolladas en las organizaciones cooperativas. diferentes etapas de la vida cooperativa, con énfasis de alguna de ellas según las necesiSus funciones podrían resumirse en: dades del grupo y los objetivos de cada etapa. Inicialmente, en la conformación del grupo -Estudio socio-económico: análisis de la compocooperativo, no siempre está presente el IAT, ya sición de grupos familiares, ingresos y funciona- que hoy las cooperativas se organizan en torno miento general. Es solicitado en distintas etapas a acciones de las Federaciones, de gremios, de por la Agencia Nacional de Vivienda (ANV). los propios integrantes o de otras cooperativas. De todos modos, al iniciar la cooperativa la -Asesoramiento en aspectos organizativos, reinscripción y solicitud del préstamo, debe tener glamentarios y del trámite: se realiza en forma un contrato con un IAT, de modo que allí se interdisciplinaria, asesorando sobre el trámite inicia el proceso de trabajo del Trabajador Social del préstamo, rol y funcionamiento de comicon el grupo. siones, insumos para la toma de decisiones y elaboración, criterios y componentes de los En esta etapa de formación y trámite del présReglamentos necesarios.6 tamo, fundamentalmente se realizan las tareas de estudio socio-económico para elaborar -Acompañamiento técnico y resolución de conel padrón correspondiente para la ANV y se flictos grupales: se realiza en las Comisiones y desarrollan espacios de formación cooperativa, fundamentalmente en la discusión, aprobación 6 Para regular el funcionamiento, del Estatuto se derivan Reglay conocimiento del Estatuto, el Reglamento mentos; los más usados son el Interno (funcionamiento, cuotas, Interno, el funcionamiento de las comisiones y aspectos disciplinarios y sanciones), de Obra (funcionamiento, Asamblea, los roles y tareas, y el funcionamienroles, ayuda mutua, aspectos disciplinarios y sanciones), de Convivencia (regulaciones, usos de espacios privados y comuto general. nes, pagos cuotas y fondos, aspectos disciplinarios y sanciones). En algunos grupos surgen otros reglamentos, como los de “sereneadas”, fondos específicos, etc.

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7 Los espacios de formación pueden ser entre cooperativas, apoyados en el intercambio de aprendizajes y experiencias.

También se aporta al asesoramiento del trámite del préstamo, funcionamiento general y a trabajar junto a las demás disciplinas en la gestión y fundamentalmente en la definición del proyecto arquitectónico, aportando al área arquitectónica las herramientas metodológicas para la participación de los cooperativistas en su diseño. Además del acompañamiento en asambleas y comisiones (fundamentalmente Fomento Cooperativo), en esta etapa es importante la formación cooperativa y la realización de acciones progresivas de organización grupal, para fortalecer la motivación del grupo y el sostenimiento de sus integrantes. La búsqueda de terreno, primero y luego la elaboración de los recaudos para el préstamo, caracterizan esta etapa, muchas veces mediadas por la frustración y espera. Por ello es fundamental encontrar las tareas que aglutinen y pongan “en marcha” a las comisiones y a la totalidad del grupo, como forma de favorecer la cohesión y funcionamiento colectivo. Con la proximidad de la obtención del préstamo, se da una etapa de pre-obra, donde el grupo realiza avances, con fondos propios, fundamentalmente en la construcción de espacios comunes (el inicio del salón comunal, la oficina, el obrador) o de la cimentación. En la pre-obra no se debe saturar la experiencia, evitando que las cooperativas la inicien mucho antes de la obtención del préstamo, ni asumiendo un monto importante de horas. La organización de la pre-obra debe estar orientada por la capacidad económica, la cantidad de herramientas y tareas, y el aprendizaje de la construcción. Se la podría definir como un “ensayo” de la ayuda mutua, elaborando un reglamento de obra inicial y una organización especializada


para la misma. En esta etapa la formación debe organizarse en torno a la futura obra, identificando las fortalezas y debilidades del grupo, asumiendo la discusión y elaboración del reglamento de ayuda mutua, la formación legal en normas laborales, los conceptos y normas de seguridad, contratos, formación económica y financiera para la autogestión, formación en construcción y actualización en el conocimiento del proyecto arquitectónico y formación en los aspectos organizativos y funcionales para la etapa venidera, considerando los cambios en la vida de la cooperativa y de cada uno de las familias, en la asignación de tiempos, roles y tareas. En la etapa de obra la cooperativa toma mayor vida y presencia, siendo la dedicación del Trabajador Social mayor, en función del acompañamiento de esta etapa.8 La posibilidad de funcionamiento exitoso de la autogestión “se juega” en la formación y aprendizaje en las etapas anteriores, pero se debe fortalecer ahora con el funcionamiento articulado de las comisiones. En esta etapa fundamentalmente el Trabajo Social se integra a la Comisión de Trabajo, donde se regula, organiza y controla la ayuda mutua, asesorando a la Comisión y a los socios en casos de atrasos de horas, dificultades físicas o de salud para la ayuda mutua o incumplimientos. Anteriormente mencionábamos que la cooperativa se convierte en una empresa constructora, integrando para la obra a empresas suministra8 La descripción que aportamos se vincula a cooperativas de ayuda mutua; en el caso de las de ahorro previo, va a depender de si la misma es por administración directa (en que la autogestión se hace más crítica) o a través de una empresa constructora.

Vivienda Popular

doras de materiales o servicios, y a trabajadores contratados por ella. La agilidad en la toma de decisiones, la buena administración, el control colectivo, la delegación de funciones y división de tareas, y la transparencia, son condiciones insoslayables para el buen funcionamiento en esta etapa y así evitar desfinanciamientos. La Comisión de Fomento Cooperativo mayoritariamente disminuye su funcionamiento en estos momentos, por la centralidad de la obra, a no ser que asuma tareas en la Guardería de Obra, comedor u otro inherente a la dinámica del grupo cooperativo, pudiendo muchas veces sostener a los socios en las dificultades emergentes con la ayuda mutua. Esta disminución puede ser un error, porque en circunstancias muy tensionantes se debilita justamente la comisión que más contribuye a la cohesión del grupo. La Asamblea General, con mayor asiduidad que en las etapas anteriores, es espacio de emergencia y resolución de conflictos, que deben ser atendidos, aportando a los aprendizajes grupales y al fortalecimiento de capacidades colectivas. Al finalizar esta etapa, se evidencia un agotamiento grupal, que debe ser sostenido por la motivación de la culminación y el trabajo hacia la convivencia. Allí se trabajan aspectos vinculados a la asignación de las viviendas9, la inauguración y la discusión y elaboración del Reglamento de Convivencia. El contrato con el IAT finaliza con la culminación de las obras, la aprobación del Reglamento 9 La Ley explicita que debe ser por sorteo para asegurar la igualdad y favorecer el trabajo colectivo y desinteresado particularmente en el proceso de la ayuda mutua o construcción.

de Convivencia, la definición de las cuotas de amortización del préstamo y fondos sociales, y la mudanza de los socios a sus viviendas. Reflexiones finales Las cooperativas de vivienda son espacios privilegiados para favorecer procesos de aprendizaje y transformación personal y colectiva, en torno a vínculos solidarios, igualitarios, participativos y de ejercicio democrático, a partir de la resolución colectiva de necesidades, no exentos de conflictos, pero como sostiene Freire deben ser canalizadores de intereses y de aprendizajes (en Pontual, 1994: 107) El proceso de trabajo con los grupos cooperativos implica promover una gradualidad progresiva de objetivos y alcances de la acción colectiva, favoreciendo la visualización de logros para potenciar la confianza en sus capacidades y así asumir nuevas metas y proyectos, identificando las necesidades grupales y organizativas, tendiendo a la simultaneidad de las funciones, integrando una etapa en la otra, para favorecer la globalidad del proceso de constitución del grupo y la autogestión. Estas acciones deben estar articuladas en un trabajo en equipo, lo que supone un ejercicio efectivo interdisciplinario, que complemente miradas, conocimientos y acciones profesionales. Asimismo, se debe propiciar el diálogo con los saberes de los cooperativistas, entendiendo que fortalecer su autogestión y autonomía, supone aportar los saberes técnicos para su proyecto cooperativo, sin anular los suyos, sino potenciándolos, fortaleciendo su toma de decisiones, en prácticas democráticas y de empoderamiento. “La conflictividad de los problemas -tanto cogniti-


vos como éticos- requiere desarrollo de formas de aprendizaje, así como también procesos de desaprendizaje. El aprendizaje no es lineal, sino que implica constantes procesos de desestructuración. La misma educación al diálogo es un ejercicio permanente de desestructuración de nuestras estructuras autoritarias, refractarias al diálogo y a la problematización”. (Rebellato, 2001: 15) Esto supone muchas veces conflictos, que deben ser explícitos pero con mirada de largo plazo, asegurando la calidad del proyecto y su sustentabilidad. Es importante la reflexión que también nos aporta Rebellato sobre el poder, tanto para los técnicos, como para los dirigentes de las cooperativas: “Quien ejerce la autoridad no necesita intimidar, ni explotar ni amenazar. La autoridad crece en la medida en que se somete a la crítica y al control. El concepto de poder cambia sustancialmente, transformándose en un poder que despierta los poderes de los actores sociales, el poder circula, tiene carácter provisorio, reclama constantemente participación activa. La educación adquiere importancia, no como proceso de sumisión a la autoridad, sino como desocultamiento del poder que la autoridad del educador pretende ejercer sobre los educandos”. (Rebellato, 2000). El rico proceso autogestionario y organizativo de la cooperativa debe tener un horizonte más amplio, inscrito físicamente en un barrio o localidad y estrechamente vinculado con luchas y proyectos societarios amplios, revirtiendo prácticas fragmentadas en lo territorial y en el campo popular. El desafío para el Trabajo Social es defender un espacio profesional cardinal, por ser una tarea

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interdisciplinaria, que contribuye a satisfacer necesidades, como la vivienda, en contextos colectivos y transformadores, y donde se dan procesos de autopromoción social y política, y se ponen en juego todas las dimensiones del ejercicio profesional. Asimismo debemos dar cuenta de los acumulados, tanto en el ámbito académico como en el profesional y gremial, jerarquizando los desempeños con una acción fundamentada, reflexiva, comprometida y consecuente, como condición de su reconocimiento.

GRAMSCI, A.: Os intelectuais e a organização da Cultura. Civilização Brasileira, 5ta. Ed. Río de Janeiro, 1985. MIDAGLIA, C. Las formas de acción colectiva en Uruguay. CIESU. Editorial Trilce. Montevideo. 1992 PONTUAL, P. “Por una pedagogía para la participación popular”. En I.M.M.-A.C.I. Descentralización y participación ciudadana. Editorial Trilce. Montevideo. 1994.

REBELLATO, J. L.: La producción de conocimientos en este sentido, - Desde un horizonte ético: globalización y penimplica colocar al cooperativismo de vivienda, samiento crítico latinoamericano, Seminario Los como una temática relevante, emparentándonos desafíos actuales del pensamiento crítico en con la “sociología de las ausencias” que plantea América Latina y Uruguay (CEIL-CEIU-FHCE). de Sousa Santos (2006), haciendo visibles Montevideo. 1997. procesos sociales omitidos en las agendas de - La educación popular liberadora como consinvestigación de la Universidad. trucción de la autonomía y recuperación de una ética de la dignidad. En Revista de Trabajo Y por último, en la enseñanza universitaria, si Social Nº 18, Montevideo. 2000. bien está presente la formación para el trabajo - Jürgen Habermas. El aprendizaje como procon grupos y organizaciones, y está tematizada ceso de construcción dialógica. En “Papeles la problemática del hábitat y la vivienda, una de Trabajo”. UdelaR. FHCE. Opción Docencia. acción permanente de formación de estudiantes Montevideo. 2001 y egresados, en diálogo con los cuerpos profesionales, fortalecerá un campo profesional tan REBELLATO, J.L. y JIMÉNEZ, L. Ética de la rico como potencialmente transformador. autonomía: desde la práctica de la psicología con las comunidades. Ed. Roca Viva. MonteviReferencias bibliográficas deo. 1997 BRENES, A; et al. (comp.): José Luis Rebellato: intelectual radical. Nordan-Eppal-CSEAM, Montevideo. 2009. FUCVAM: Declaración de principios. Montevideo. 2000


Habitaci贸n y Educaci贸n Esc. Arturo Yglesias Arq. Jorge di Paula


TEMA DE TAPA

Introducción Actualmente, la habitación humana en Uruguay es predominantemente urbana. Vivienda y Ciudad están dialécticamente relacionadas, y su escisión analítica en la Academia perjudica tanto al conocimiento de la relación como a la de sus componentes, teniendo su correlato negativo en las políticas públicas y en la promoción privada. Para la solución de los graves problemas que aquejan a la habitación urbana: la segregación residencial; la informalidad jurídica de la autoconstrucción individual y de la densificación predial familiar; la precariedad edilicia cualitativa en los sectores pobres; la despoblación de las áreas consolidadas urbanas; la movilidad restringida por las distancias-tiempo del transporte colectivo, y la vulnerabilidad del ciudadano en los espacios públicos, es necesaria la comprensión holística de la realidad habitacional, a través de la interdisciplina académica y la acción integral en la resolución de los problemas, a través de la intersectorialidad pública y la coordinación entre distintos actores de la sociedad civil. Frente a una realidad compleja, no alcanza con acciones en el ámbito universitario, por lo que

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la Red Temática de Asentamientos Humanos, Hábitat y Vivienda (REAHVI) pretende llegar a la población y a los funcionarios públicos, dedicados todos a la tarea de conocer y transformar esa realidad. El presente artículo procura dar cuenta de acciones conjuntas de Unidades Académicas de varias Facultades vinculadas al tema habitacional, articuladas en la REAHVI, estimuladas por la creación del Espacio Interdisciplinario de la UdelaR. Una vieja realidad en proceso de re-conocimiento Junto a la intervención del Mercado y del Estado, la Gestión de la población es protagónica en la producción de vivienda en América Latina y en el Uruguay. La Gestión poblacional, en sus múltiples manifestaciones (autoconstrucción y autogestión formal e informal; individual, intrafamiliar e interfamiliar; colectiva, en asociaciones civiles y cooperativas de ayuda mutua y ahorro previo) ha desplazado en su importancia de construcción en la ciudad, a la Gestión Empresarial y a la Gestión Estatal. Sobre todo en los sectores de menores ingresos. No menos importante es la contribución, a la

construcción de la ciudad, del cooperativismo de ayuda mutua en las escalas mayores o de los asentamientos irregulares de la periferia urbana, pero también a la destrucción de vínculos socio-espaciales en los casos de los barrios privados. Exclusión y exclusividad, dos caras de la misma moneda segregativa. Articulación en la Facultad de Arquitectura y en la Universidad La Facultad de Arquitectura, tradicional ámbito de estudios habitacionales, lo hacía a través de visiones analíticas de Teoría de la Vivienda (Instituto de Teoría y Urbanismo, ITU), Historia de la Vivienda (Instituto de Historia de la Arquitectura, IHA), Diseño de la Vivienda (Instituto de Diseño, IdD), Construcción de la Vivienda (Instituto de la Construcción, IC); visiones multidimensionales de la Vivienda (Unidad Permanente de Vivienda, UPV) y Anteproyectos de Vivienda (Talleres de Anteproyecto de Arquitectura). Un llamado de la CSIC (1998) para fomentar el Fortalecimiento Institucional permitió un relacionamiento de todos estos ámbitos a través de la conformación de la Comisión de Vivienda Social, (COVISO/2000) buscando una articulación al interior de la Facultad que, entre otras cosas importantes, permitió el surgimiento de la Revis-


ta Vivienda Popular, que hoy nos acoge. Por otra parte, en distintas Facultades de la UdelaR se fue incorporando el tema habitacional en diferentes Unidades Académicas (UA), orientadas a su estudio disciplinar, enfatizando la forma o el contenido, el producto o el proceso, el objeto o el sujeto, y con inserción opcional u obligatoria en el grado, en los postítulos de educación permanente y en los posgrados. En la Facultad de Humanidades, en el Curso de Antropología Social del Instituto de Antropología, se desarrollaron investigaciones etnográficas, en Ciudad Vieja y en distintos barrios de Montevideo, sobre formas alternativas del habitar familiar e individual. En la Facultad de Psicología se implementó una Cátedra de Subjetividad y Habitación, y se realizan Tesis de Maestría sobre los impactos psicológicos en los procesos de desalojo y realojo. En la Facultad de Sociología se realizaron estudios sobre segregación residencial y Políticas Habitacionales. En la Facultad de Derecho se hicieron propuestas al Programa de Integración de Asentamientos Irregulares (PIAI), sobre formas alternativas de tenencia, así como análisis de la propiedad territorial y su influencia en la vivienda. La UPV, por su parte, realiza cursos de grado y postítulo, y promovió la formación de la REAHVI buscando potenciar a las UA que lo desearan.

Articulación latinoamericana en la enseñanza No sólo en Uruguay, sino que también en Latinoamérica, las universidades fueron impactadas por esta realidad, respondiendo con la inclusión de la temática habitacional en sus planes de estudio. La UPV sintió la necesidad de interrelacionar las distintas experiencias universitarias y contribuyó a la fundación de la Red Universitaria Latinoamericana de Cátedras de Vivienda (ULACAV/1996), convergiendo docentes de Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Colombia y México, suscitando incluso el interés en participar de docentes de universidades de Madrid y Sevilla. Es que los distintos tipos de Producción Social de la Vivienda impactaron en la estructura

Vivienda Popular

universitaria, que empezó a resentirse frente al reconocimiento y consecuente conocimiento de un nuevo campo de acción académica, profesional y de los organismos pertinentes del Estado. Las distintas disciplinas comenzaron a dar cuenta de las falencias de la capacitación tradicional y comenzaron a surgir espacios diversificados en las distintas universidades. Algunas actividades de capacitación en el marco de la REAHVI La realidad habitacional involucra varios actores públicos y privados, además de los profesionales emergentes de la Universidad, por lo que un conocimiento y acción transformadora implica un amplio espectro de capacitación y enseñanza-aprendizaje a varios niveles de la sociedad y la administración pública.


1. Investigación-Enseñanza. Capacitación docente y estudiantil. 2004. En el proceso de investigación sobre la Producción Familiar Intergeneracional de Vivienda participaron estudiantes de Arquitectura, Antropología y Trabajo Social, generando distintas instancias conjuntas de enseñanza-aprendizaje, compartiendo trabajo de campo y posteriormente elaborando conclusiones y presentación de resultados en ámbitos interdisciplinarios, donde se puso de manifiesto las dificultades de lenguaje en cuanto al significado de los conceptos de familia y vivienda, pero también la riqueza del intercambio entre diferentes perspectivas de análisis de una misma realidad urbanohabitacional. 2. Propuesta a la Intendencia de Montevideo (IM). Capacitación de técnicos de CCZ y vecinos. 2010. Habiendo surgido de la investigación mencionada, las graves carencias en materia constructiva, parcelaria, jurídica e impositiva, que derivaban muchas veces en conflictos de convivencia, es que la REAHVI planteó a la IM a través de un Proyecto cofinanciable con la CSIC, elaborar e implementar un Programa de Mejoramiento de ese Sistema informal de producción habitacional. Es así que la REAHVI incluyó en sus proyectos, componentes educativos. La investigación de variantes de la producción de viviendas con participación de la población; las propuestas de nuevos programas de intervención a nivel municipal y las de nuevos cursos de capacitación universitaria, son instancias íntimamente ligadas a una mejor comprensión de la realidad

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habitacional, que a pesar de una coyuntura económica favorable en el país no ha podido resolver el problema de la vivienda. Describiremos brevemente las tres instancias emprendidas por la Red, mencionadas anteriormente.

En esta instancia se buscó involucrar a la IM en la escala local del Centro Comunal Zonal, incorporando técnicos de los mismos, y también organizaciones sociales, que pudieran hacer un proceso de capacitación en la elaboración de la demanda agregada del colectivo de vecinos, así como en el análisis de alternativas para la resolución del problema de informalidad detectado


en la investigación realizada. El proyecto de intervención pretendió generar instancias de producción de viviendas, pero también de capacitación en la producción en talleres municipales de componentes materiales centralizados, complementadas con aportes de formas alternativas de trabajo, empleo y ahorro, como parte del financiamiento de las obras. 3. Cátedra Derecho y Vivienda. Capacitación profesional y estudiantil. 2012. En Facultad de Derecho se desarrollará en el segundo semestre de este año con asistencia de la REAHVI, un curso sobre Derecho y Vivienda, como materia opcional para la carrera de Abogacía. En la nota al Consejo fundamentando la necesidad de dicho curso se expresaba, entre otras cosas:

Vivienda Popular

“Nuestra Facultad tiene varias asignaturas pendientes; una de ellas, muy notoria, es aquella que permita y estimule el estudio sistemático de los derechos relativos a la Vivienda. La prescindencia de nuestra Facultad en la materia es uno de los factores que ha generado innumerables discusiones no resueltas y constantes incertidumbres al momento de definir tales derechos en el diseño de políticas públicas. La necesidad de que nuestra Facultad se ocupe hoy de este tema se hace evidente ante la preocupación que han manifestado por él las próximas autoridades de gobierno y su preocupación por diseñar nuevas políticas que incluyen cuestiones jurídicas sobre las cuales es motivo de nuestra responsabilidad que la Facultad no permanezca ajena.

El déficit endémico de oferta al tiempo de atender la demanda de viviendas de interés social; los ingentes recursos, siempre insuficientes, que el Estado y el conjunto de la Sociedad emplean para mitigar las consecuencias de ese fenómeno, las marchas y contramarchas de los programas de viviendas, son cuestiones susceptibles de diversos enfoques y de hecho lo son.


involucrados prescindiendo de los datos de la realidad que nos aportan los demás enfoques. Hacia dentro del Derecho, no es materia que pueda ser exclusiva de la especialidad de algún instituto y hacia afuera, como ya lo señalamos, no lo es de alguno de aquellos enfoques. El grupo docente específico sobre el tema Viviendas que propone esta iniciativa, de que forma parte nuestra Facultad, junto a otras Facultades (…), lo es la REAHVI, que proyecta y realiza investigaciones sobre el tema en cuestión. De conformidad con lo antedicho, los objetivos de esta propuesta son: -interiorizar a estudiantes y egresados de la Facultad de Derecho y eventualmente de otras Facultades, sobre los temas que en el Mundo y en nuestro país se tratan y debaten con relación a la vivienda y en particular a la vivienda Existe pluralidad de estudios de sus aspectos de interés social, con especial atención a sus sociales, antropológicos, económicos, financieaspectos jurídicos; ros, urbanísticos, constructivos, etc. y una cons- -promover investigaciones sobre dichos temas; tante que se extrae de todos ellos es la ausen-fomentar la formación de juristas con especiacia y demanda de un análisis jurídico profundo lización en la materia, que puedan asesorar de las diferentes opciones a adoptar. Por cierto adecuadamente sobre ella; que no faltan quienes entiendan que lo relativo -generar eventos interdisciplinarios, estimular a estos derechos debe ser tratado “desde fuera debates sobre los temas álgidos y proponer del sistema, desde el sector extralegal” (Hernan- conclusiones.” do de Soto) o que no es una materia que deba ser abordada bajo la perspectiva de las mateDesarrollar un curso curricular con participación rias jurídicas tradicionales (Edesio Fernandes). directa de profesores de diversas facultades Nosotros personalmente no pensamos así y de nuestra Universidad, es para la Facultad de aceptamos discutirlo. Derecho una experiencia novedosa y un desafío estimulante que pone a la Facultad en el camino Un enfoque jurídico certero de los temas relade los estudios interdisciplinarios, siguiendo así tivos a la Vivienda es necesariamente interdisdirectivas de la propia Universidad que parecen ciplinario; no es posible apreciar la relevancia imprescindibles para comprender la realidad y requerimientos de cada uno de los derechos actual. Edgard Morin sostiene en sus obras que

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lo que él denomina la “nueva ciencia” implica, entre otras cosas, derribar las barreras tradicionales construidas entre las diversas disciplinas, comprendiendo que ellas son sólo diferentes enfoques, necesariamente complementarios, para entender debidamente una realidad común a todas ellas. La vivienda humana necesaria, el hábitat a que todos tenemos derecho, es algo regido por las leyes de la física, pero es también algo que corresponde a las necesidades de sus habitantes regido por las leyes de su biología y aquellas que tienen que ver con sus relaciones sociales y jurídicas. El error ha sido, durante mucho tiempo el tomar este tema sólo bajo alguno o algunos de aquellos diferentes aspectos.


Habitação de Interesse Social no ensino, pesquisa e extensão Maria Lucia Refinetti Martins*

* Laboratorio de Habitación y de Asentamientos Humanos, Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de San Pablo.


TEMA DE TAPA

A introdução nas ordenações jurídicas brasileiras do direito à moradia, bem como dos conceitos de função social da cidade e da propriedade é relativamente recente, estando essas últimas inscritas na Constituição de 1988. A partir de 2000, por meio de Emenda Constitucional, o direito à moradia foi incluído entre os direitos sociais. Relativamente à pesquisa e produção teórica, a Faculdade de Arquitetura e Urbanismo (FAU) da Universidade de São Paulo (USP) está envolvida desde a década de 60 com a questão da precariedade habitacional e da informalidade urbana, trazidas à luz pela pesquisa pioneira (1970-73), de Maria Ruth Amaral de Sampaio e Carlos Lemos, que se tornou referência. Desde então, diversos professores e pesquisadores foram aprofundando o tema dos loteamentos clandestinos e das favelas e pouco depois também dos cortiços. A disputa ideológica pela representação da cidade e correlatamente do papel da moradia foi estudada em pesquisa de Ermínia Maricato, que levantou entre os principais pesquisadores, seus argumentos e bibliografia de referência. Reunindo esse material à sua própria experiência, como docente e como Secretária de Habitação do Município de São Paulo (1989-

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1992) e em 2001 como Secretária Executiva do Ministério das Cidades e uma dos responsáveis por sua criação, produziu o texto “Formação e impasse do pensamento crítico sobre a cidade periférica”, que é um dos capítulos do livro de sua autoria: “O impasse da política urbana no Brasil”. Petrópolis, Vozes, 2011. Vários outros pesquisadores da FAUUSP trabalham ou trabalharam sobre questões relativas à Habitação de Interesse Social e sua produção pode ser localizada por meio do Sistema Dedalus, em: http://200.144.190.234/F/?func=find-b0&local_base=FAU. Muitos trabalhos se desenvolveram no âmbito acadêmico, contando com alunos como pesquisadores. São investigações da maior relevância, que colocam o tema da moradia popular como objeto de pesquisa nos cânones da rigorosa prática científica. Mas isso não é o comum na prática acadêmica. É bastante visível que em nossas universidades as atividades de caráter social -temas afetos às necessidades básicas da maioria da populaçãofiquem circunscritas à Extensão (que abrange toda a gama de atividades de relação com a comunidade externa). Apesar de a Extensão fazer parte das atribuições acadêmicas, com frequência assume um caráter de “prestação de serviços” ou de “assistencialismo”. Representa

com frequência, a única parcela da produção universitária que se ocupa do setor popular. O desafio que se coloca é inserir essas práticas no âmbito da produção principal do conhecimento, na linha de ponta das pesquisas e do ensino. É necessário que toque efetivamente nos constrangimentos que bloqueiam a ação, grande parte deles expressão da falta não de tecnologia e de conhecimento, mas de humildade tanto para uma ação intersetorial e que reconheça no outro um interlocutor, quanto para considerar as demandas mais básicas da maioria da população como um desafio “de ponta”. A maior parte do crescimento das cidades brasileiras não conta com a colaboração do conhecimento técnico formal ou também do financiamento público ou privado. A maior parte da produção das moradias nas cidades brasileiras e latino-americanas se faz fora do mercado legal privado ou mesmo das políticas de promoção pública e ao largo da legislação urbanística e ambiental existente, sem qualquer apoio técnico. Nesse quadro, o que se pode esperar da Universidade e particularmente de áreas vinculadas à produção do espaço construído? O laboratório nas Ciências Sociais Aplicadas é a sociedade; em Arquitetura e Urbanismo,


congrega sociedade e espaço. Fazer ciência nessas áreas não pode ser apenas observação. A experimentação e a prática fazem parte da construção teórica. O desenvolvimento de projetos e sua aplicabilidade são essenciais a essa construção. Daí a importância dos projetos concretos, das experiências práticas. Com base nos projetos experimentais pode-se construir os procedimentos metodológicos. Considerando que o tempo e recursos institucionais são limitados, a escolha de determinado objeto de estudo esvazia a possibilidade de agir em outro. Assim, é fundamental que os objetos de estudo privilegiados, particularmente nas universidades públicas, tenham a perspectiva das necessidades e demandas da maioria, com excelência e a melhor tecnologia. Isso não quer dizer que se possa deixar de conhecer, e no mais alto nível, os circuitos mais restritos de exclusividade e fortemente concentrados em que opera o grande capital. Mas é fundamental avaliar o impacto dessas ações sobre os setores majoritários, de forma que esse conhecimento e essas ações não representem mais investimento público direcionado sempre no mesmo sentido, para setores já contemplados. Um bom exemplo desse debate, do ponto de vista dos estudos urbanos, é o tema das designadas Operações Urbanas, figura adotada na prática urbanística em algumas cidades brasileiras e latino americanas, a partir de experiências européias, que tem absorvido recursos intelectuais e financeiros com resultados claramente desfavoráveis à Habitação de Interesse Social e à inclusão social. A massa de investimento social representado pelos professores e alunos na universidade,

Vivienda Popular

particularmente na universidade pública, é algo relevante que, no entanto, jamais quantificamos. É com essa quantidade de investimento público que estamos lidando. Para onde se dirigir é para onde estaremos dirigindo esse inestimável investimento. É nesse contexto que o Laboratório de Habitação e Assentamentos Humanos da FAUUSP procura, desde sua criação, responder a um duplo desafio: o do ensino/pesquisa/produção do conhecimento de um modo que não seja apenas transmissão/exercícios, mas inclua os estudantes na própria produção do conhecimento, e o desafio da identidade, do papel da Universidade, da representação e da articulação com outros setores sociais que compartilhem esses paradigmas1. Mas, se de um lado essa perspectiva está bastante configurada na pesquisa e na extensão, no campo da estrutura curricular a conquista desse espaço é mais restrita. As experiências didáticas, ou seja, o desdobramento desses saberes para as disciplinas regulares, de modo que envolva a totalidade dos alunos e não apenas aqueles poucos que se vinculam às pesquisas é bem mais complexo. Existe para 1 O LABHAB FAUUSP existe desde 1997, criado pela Profa. Ermínia Maricato, visando a formação de pesquisadores e profissionais para as políticas públicas. Laboratórios de Habitação acadêmicos, surgiram em diferentes unidades, a partir da década de 80, propiciando uma experimentação que permitiu a viabilização de empreendimentos auto-geridos, com assessoria própria, qualidade de projeto e um conhecimento altamente especializado. Levaram ao conceito de “direito à arquitetura”, com diversas experiências de políticas oficiais em administrações municipais populares e a ações localizadas com apoio de ONG. Dentre essas iniciativas podem ser relacionados as dos cursos de Arquitetura e Urbanismo: Universidade Federal do Rio Grande do Norte, Universidade Federal da Bahia, Universidade Federal de Goiás, Universidade Federal Fluminense, PUC Minas Gerais, PUC Campinas.

a acreditação de cursos de Arquitetura e Urbanismo uma diretriz nacional relativa ao currículo mínimo, em que o tema da habitação de interesse social como projeto e como política faz parte do escopo, mas não é especificamente referido. Assim, cada curso e cada grupo de docentes imprime sua própria modulação quanto ao tema2. Na FAUUSP o ensino se organiza a partir de três departamentos: História e Fundamentos de Arquitetura e Urbanismo; Tecnologia da Arquitetura, e Projetos, que concentra a maior parte da atividade prática e trabalho em ateliê. No curso de graduação, cada um deles oferece disciplinas obrigatórias e optativas. Dentre as obrigatórias, que ocupam da ordem de 60% do currículo, não há nenhuma que seja específica sobre habitação, ainda que o tema seja abordado, por exemplo, em História, como utopia do movimento moderno, e na Tecnologia se estudem materiais e instalações. Nas disciplinas de ateliê, cuja espinha dorsal abrange o projeto de arquitetura e o planejamento urbano e regional, a habitação é frequentemente adotada como tema para os exercícios práticos. Numa aproximação muito geral, pode-se considerar que pelo menos um semestre dentre os quatro que cada uma dessas áreas envolve é dedicado à habitação de interesse social, o que equivale a uma carga horária de aproximadamente 300 horas, dentre o total de 5880 horas do curso. Dentre as disciplinas optativas aí sim existem programas específicos em habitação, nos três 2 Na Pós-Graduação o espaço é mais flexível e amplificado, inclusive pela oferta, desde 2003 de uma Área de Concentração vinculada ao tema, designada por “Hábitat”: http://www.fau.usp.br/cursos/pos/areas/area_habitat/index.html


departamentos, que o aluno pode optar por cursar. O último ano envolve o desenvolvimento de um Trabalho Final de Graduação, cuja carga horária representa 20% do total do curso. Esse trabalho, de livre escolha do aluno, é desenvolvido com a orientação de um professor de escolha do aluno e acompanhado por um grupo interdisciplinar de docentes, que promove seminários e articula grupos temáticos de trabalhos. Vários estudantes escolhem o tema da habitação de interesse social como foco e desenvolvem investigações, propostas e projetos muito aprofundados e completos sobre o tema. Dentro desse quadro, os docentes têm liberdade para trabalhar o tema da Habitação de Interesse Social no âmbito das disciplinas optativas e na orientação de Trabalhos finais de Graduação. Nas disciplinas obrigatórias que lecionam, podem privilegiar, a cada semestre, exercícios na temática da habitação e da intervenção urbanística em situações de precariedade sócio-ambiental. É o que o grupo de docentes vinculados ao Laboratório de Habitação e Assentamentos Humanos trabalha regularmente. Dentre as disciplinas optativas de natureza prática (que têm 90 horas de duração), a disciplina Habitação de Interesse Social, que vem sendo lecionada por docentes do grupo desde 2000 até o presente, tem por objetivo o desenvolvimento de conhecimento analítico e projetual sobre a habitação de interesse social e sua inserção na cidade. Dois focos principais podem ser destacados como objeto de estudo, que se alternam ao longo do tempo: a regularização, qualificação urbana e recuperação ambiental em áreas periféricas, mal equipadas, onde predomina a tensão entre moradia e proteção ambiental, e as áreas centrais, equipadas e

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ANDRÉ SANT’ANNA SILVA, bolsista de Treinamento Técnico, 2004. Desenho, para capa da cartilha Morar na Represa. Projeto Reparação de Danos e Ajustamento de Conduta em matéria urbanística, apoio FAPESP, 2001-2005

valorizadas, onde têm lugar as disputas territoriais associadas a um quadro edificado que se torna obsoleto para alguns tipos de usos, ficando sujeito à precarização pelo envelhecimento sem manutenção e ao abandono. É onde se dá o confronto entre a propriedade fechada e sem uso aguardando valorização, a possibilidade de moradia de baixo custo, e os projetos de renovação que expulsam a população local de renda mais baixa3. Se de um lado a experiência contribui para a 3 No âmbito dessa disciplina, a experiência desenvolvida entre 2000 e 2006 articulando pesquisa e extensão com o ensino, resultou no livro: “Moradia e Mananciais - tensão e diálogo na metrópole”, publicado em 2006 e disponível para livre acesso em: www.usp.br/fau/depprojeto/labhab/biblioteca/textos/ martins_moradia-e-mananciais.pdf. Ainda enquanto disciplinas optativas, cabe relacionar também a experiência de outros colegas que, de 1995 a 2002 ofereceram a disciplina: “Planejamento de Áreas Especiais”, sobre o tema favelas e cortiços, que resultou em publicações.

construção de um currículo que capacite novos perfis de profissionais universitários para tratar dos problemas das cidades brasileiras e também latino-americanas, onde a maior parte do espaço se produz sem a intervenção profissional, de outro, admite-se que o currículo em si representa apenas uma parcela do desafio: inserir no universo acadêmico as questões afetas à cidade informal, ilegal, onde prevalece a precariedade sócio-ambiental e incorporá-la no processo didático e na pesquisa, é uma parte fundamental, mas é fundamental também, a criação de alternativas concretas de trabalho para esses novos profissionais. Qualificar a cidade e a moradia da maioria da população não pode ser um gesto de voluntariado, mas constituir-se numa efetiva disponibilização desses serviços profissionais de modo extensivo e universal. Mas esse é outro lado da batalha, que nos cumpre a todos também empreender...


El hĂĄbitat social como contexto para experiencias de enseĂąanza-aprendizaje transformadoras Esteban de Manuel Jerez*

* Esteban de Manuel Jerez, Doctor Arquitecto, es Profesor titular de la E.T.S. de Arquitectura de la Universidad de Sevilla. Los lectores de VIVIENDA POPULAR ya lo conocen de colaboraciones anteriores.


TEMA DE TAPA

Introducción Las escuelas de arquitectura vienen utilizando tradicionalmente la ciudad existente como laboratorio de estudio y formación para sus estudiantes. Éstos aprenden arquitectura y urbanismo enfrentándose a proyectos de intervención sobre áreas en transformación de la ciudad, sobre solares vacantes o degradados, especialmente relevantes. Su foco de atención está en la formalización de soluciones arquitectónicas a los problemas planteados. Y los ejercicios quedan habitualmente en el ámbito estrictamente académico. No se suele producir una transferencia de conocimiento entre Universidad y Sociedad: el trabajo queda en el ámbito académico, entre profesor y estudiantes. Los temas que se proponen a los estudiantes como objeto de reflexión están mediados por el criterio de relevancia arquitectónica y pedagógica, que determina la acción docente de los profesores. Y la relación, o no relación, que se establece entre Universidad y Sociedad está determinada por el concepto y fin que los docentes y las instituciones tienen de las funciones de la Universidad. Estas elecciones no son neutrales, no son estrictamente técnicas, son éticas e ideológicas siempre, como planteaba Paulo Freire (1993).

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Como dice Edgar Morin, hoy nos vemos sometidos a una presión sobreadaptativa que viene impuesta por la ideología neoliberal dominante y que empuja a la Universidad a contribuir a la mejora de la competitividad de las grandes empresas multinacionales y a adaptar su cultura organizativa a la cultura empresarial. Esta ideología neoliberal espera de la arquitectura que le ofrezca los símbolos que representan su poder en la sociedad del espectáculo de masas (Fernández Alba, 1990). Y esto determina los temas que son considerados prioritarios en el mundo profesional, en las revistas arquitectónicas y en los trabajos que se proponen a los estudiantes en las escuelas de arquitectura Frente a esta visión, de forma antagónica, surgen espacios de resistencia y creación de alternativas que asumen que hoy el papel de la Universidad es contribuir al cambio social, trabajando con la sociedad y con la administración pública. Es el caso de la creación del comité HABITAhABILIDAD creado por la Facultad de Arquitectura de la UdelaR (VIVIENDA POPULAR, Nº 20, Pág. 100-103). La hipótesis de partida de las experiencias que voy a presentar parte de considerar que el aprendizaje adulto se produce mejor cuando se da en contextos que interpelan a nuestra

inteligencia y nuestras emociones, cuando pone en juego nuestra inteligencia creativa. El aprendizaje de profesiones como la arquitectura se produce mejor desde la reflexión en la acción (Schön, 1987). Diseñar contextos significativos de aprendizaje que traigan al aula temas sensibles desde el punto de vista del hábitat social, propiciar la inmersión en contexto de los estudiantes y profesores, potencia el aprendizaje multidimensional, la adquisición de competencias complejas, no meramente instrumentales, no sólo específicas sino genéricas y transversales. Existen experiencias por todas partes de planteamientos docentes que desbordan lo puramente académico y propician y provocan una interacción entre Universidad y Sociedad en torno a la temática de la vivienda social o popular, los barrios informales o de vivienda social (Pedro, Beatriz 2009). La Red ULACAV lleva diecisiete años propiciando encuentros entre docentes de la arquitectura y el trabajo social que llevan la problemática de la vivienda a las facultades, a través de asignaturas optativas primero, obligatorias después, en grado y en postgrado. En este artículo voy a describir algunas de las aportaciones realizadas. Estas experiencias tienen en común el objetivo de dar a los estu-


Fig.1 Los triángulos del hábitat, la producción y gestión social del hábitat y la función transformadora de la universidad.

diantes herramientas de comprensión compleja del hábitat, como interacción de realidades físicas, simbólicas, sociales, económicas y políticas (Pelli, V. 2010). Parten de una perspectiva también compleja de su rol como arquitectos en la producción y gestión social del hábitat, en la que habrán de trabajar en equipos interdisciplinares y en interacción con otros actores sociales y políticos. Y asumen una perspectiva del compromiso social de la Universidad, que se desarrolla a través de la interacción entre sus funciones educativa, investigadora y de extensión universitaria (De Manuel, E. 2010). Experiencias de construcción de los triángulos transformadores desde la Universidad Nuestra experiencia parte de forma paralela desde la innovación educativa y desde la extensión universitaria, con el común denominador de experimentar las posibilidades de una educación y acción transformadoras desde la Universidad. Más tarde, a estos dos ejes se ha añadido la acción investigadora, en confluencia con las anteriores. Ha sido un proceso lento de investigación-acción que ha ido madurando y adquiriendo complejidad con el tiempo desde el año 1993, hasta lograr triangular las tres funciones de la Universidad en torno a un único

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proyecto en el que interaccionan la docencia en hábitat social (como tema transversal en materias no específicas y como materia específica en el grado “Hábitat y Desarrollo” y el postgrado “Máster en Gestión Social del Hábitat”); la investigación en producción y gestión social del hábitat (desde el grupo de investigación ADICI y a través de la revista Hábitat y Sociedad), y la acción de extensión en hábitat social (desde la asociación Arquitectura y Compromiso Social, primero y ahora desde el grupo Hábitat y Desarrollo). Esta interacción implica que un mismo contexto de hábitat sirve de contexto educativo, de investigación y de acción transformadora de forma simultánea. Aprendizaje de hábitat social como tema transversal en asignaturas no específicas I. En la asignatura de Análisis de Formas Arquitectónicas1 he podido impulsar y poner en práctica entre los cursos 1995/96 al 1997/98 un proyecto de innovación educativa denominado “Vivienda y Ciudad en Sevilla” que ha introducido los problemas de insostenibilidad social y ambiental como objetivo transversal de aprendizaje en las asignaturas de expresión gráfica 1 Asignatura obligatoria, 21 créditos, anual, de segundo curso de arquitectura en plan de estudios 1975 de la E.T.S. de Arquitectura de Sevilla

arquitectónica. Para ello hemos elegido como objeto de estudio barrios de la ciudad histórica sometidos a procesos de gentrificación, barrios de autoconstrucción y polígonos de vivienda social promovidos por la administración pública, y se han analizado temas como la vivienda y la movilidad urbana, desde un enfoque de sostenibilidad social y ambiental. Los resultados del proceso de aprendizaje se han sistematizado y publicado en la Revista de Enseñanza Universitaria de la Universidad de Sevilla. De este modo construimos un primer triángulo de la función transformadora de la sociedad, a través del eje investigación-innovación-extensión, si bien el alcance de esta última se ha visto limitado a la transferencia del conocimiento a través de la exposición pública a los vecinos del barrio, en un centro cívico, de nuestra mirada crítica sobre los procesos de especulación urbana que estaban aconteciendo en el mismo o a través de la publicación en prensa de nuestras aportaciones. Desde el punto de vista pedagógico pudimos comprobar cómo esta estrategia actuaba como un catalizador del proceso de aprendizaje de las competencias específicas (gráficas) junto con las genéricas (arquitectónicas) y transversales. La innovación visual se veía estimulada al


Fig. 2 Exposición de trabajos “Vivienda y Ciudad: ciudad sostenible” en el Centro Cívico Las Sirenas y reseña en Diario El País del día 21 de abril de 1999.

de rehabilitación y mejora de edificios de viviendas. Las viviendas objeto de estudio fueron concertadas con la asociación de vecinos del barrio, que hizo una llamada entre los vecinos interesados en participar en el programa de ayudas a la rehabilitación de la Junta de Andalucía. Entregamos a los vecinos unas fichas, levantamientos y ante-proyectos en formato similar al que se utiliza en dicho programa. encontrar los estudiantes una motivación social y arquitectónica al por qué y para qué dibujar. II. La evolución natural del proceso iniciado me llevó a plantear esta estrategia en espacios multidisciplinarios como las Aulas y Talleres de Arquitectura2. La primera oportunidad se 2 Las Aulas de Arquitectura, innovación del Plan de Estudios del plan 1998 de la E.T.S. de Arquitectura de Sevilla, prevé que todas las asignaturas de un mismo curso se coordinen en torno a la organización de seminarios o prácticas coordinadas. Y lo hacemos nuevamente a través de un proyecto de innovación educativa respaldado por la Universidad de Sevilla. Los Talleres de Arquitectura son una mejora y evolución de los anteriores. Los introduce el Plan 2010 de la misma escuela. Tienen duración cuatrimestral y se desarrollan desde segundo curso hasta el final de la carrera. Disponen de seis créditos y son desarrollados por equipos multidisciplinares de las seis áreas de conocimiento de la carrera. Desarrollan un tema sobre el que los alumnos plantean un proyecto integral de intervención de escala progresiva en los sucesivos cuatrimestres, desde la casa, el bloque, el equipamiento, el barrio, el espacio público, la ciudad, hasta el territorio.

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presentó en el curso 1999/2000, con el Aula “Arquitectura, Ciudad y Desarrollo: Sevilla-Tetuán”3, que permitió a los estudiantes participar en un proyecto de cooperación de la Dirección General de Arquitectura de la Junta de Andalucía en la ciudad de Tetuán, realizando análisis de viviendas andalusíes de la medina, que iban a ser objeto de rehabilitación dentro del programa. También, en ese mismo proyecto, en colaboración con la asociación de vecinos del barrio de autoconstrucción de Padre Pío, los estudiantes hicieron levantamientos, análisis y propuestas 3 Este proyecto mereció el premio a la innovación educativa de la Universidad de Sevilla en el año 2000. La Organización de un Aula Temática de Arquitectura Como Estrategia de Innovación Educativa: Arquitectura, Ciudad y Desarrollo. Proyectos de Innovación Docente en las Universidades Andaluzas: Memorias de los Proyectos, 1ª Convocatoria, Curso 2001-2002. Córdoba. UCUA (Unidad para la Calidad de las Universidades Andaluzas). 2003. Pág. 533-542

Esta colaboración permitió a los vecinos participantes presentar una solicitud de ayuda al programa de “Rehabilitación Preferente” de la Junta de Andalucía y obtenerla en la mayoría de los casos. Los estudiantes de arquitectura aprendieron a hacer levantamientos (objetivo específico de la asignatura de dibujo), tuvieron una experiencia de aprendizaje intercultural (tanto en Tetuán como en la periferia de Sevilla) al tiempo que tuvieron un aprendizaje de una práctica profesional y se sintieron tratados como arquitectos. Adquirieron una perspectiva de su función social (aprendizaje transversal), que expresaron en las entrevistas de evaluación de aprendizajes: “hemos tenido la oportunidad de trabajar con personas que necesitaban y querían nuestra ayuda, que nos veían como algo más que estudiantes”. La experiencia fue sistematizada, publicada y premiada, con lo que se generó conocimiento transferible. El triángulo


Fig.3 Víctor Pelli y Carlos González Lobo en Larache. Fotografías de Stefania Scamardi (Víctor) y Esteban de Manuel (Carlos).

III. El Aula de “Arquitectura, ciudad y desarrollo” tuvo nuevas ediciones en los cursos 2004/2005 al 2006/07, dedicadas en esta ocasión a Larache, en colaboración con el programa de cooperación de la Junta de Andalucía en esta ciudad, en su medina y en el asentamiento de Jnane Aztout.

programa “Villes Sans Bidonvilles”. Para ello organizamos seminarios y talleres en el barrio, en los que participaron el Aula de arquitectura, los grupos de investigación y la asociación Arquitectura y Compromiso Social fue fundamental. Contamos con la presencia de expertos latinoamericanos como los arquitectos Carlos González Lobo y Víctor Saúl Pelli, que nos ayudaron a definir los criterios y estrategias a seguir en el diseño del proceso.

Jnane Aztout era un barrio chabolista (de viviendas precarias) de Larache, amenazado por un proceso especulativo, cuando en 2005 apareció nuestro equipo allí. Esa amenaza real, y la oferta de nuestra asistencia técnica, cimentaron la construcción de la base del triángulo de la gestión social del hábitat. La estrategia consistió en visibilizar el problema y plantear alternativas a las autoridades marroquíes responsables del

El grupo de investigación e innovación “Aula Digital de la Ciudad” se encargó de elaborar el proyecto de innovación educativa y de sistematizar los resultados del mismo en artículos científicos. La ONG-D universitaria Arquitectura y Compromiso Social asumió la coordinación de la extensión universitaria y de buscar la financiación. Los estudiantes participantes en el Aula de Arquitectura y en los seminarios-taller reali-

de función transformadora de la Universidad empezó a mostrar su enorme potencial.

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Fig.4 Levantamiento de casas de la Medina de Larache. Fotografía Stefania Scamardi. Febrero de 2006

zaron los levantamientos de las viviendas de la Medina y del barrio en Dibujo Asistido, elaboraron análisis urbanos en la asignatura de Análisis Gráfico, propusieron intervenciones de creación de una nueva fachada de borde para el barrio en Proyectos I, estudiaron soluciones para la urbanización y la construcción de las nuevas viviendas en la asignatura de Construcción I, realizaron una evolución histórica de la ciudad y elaboraron historias orales entrevistando a los mayores del barrio en la asignatura de Historia de la Arquitectura y elaboraron un grafo con los equipamientos de la ciudad que usaban los vecinos del barrio, lo que permitiría identificar carencias de equipamientos, en Matemáticas I. Jnane Aztout propició un contexto de aprendizaje interdisciplinar y global, con una fuerte componente de educación para la interculturalidad y la cooperación al desarrollo. Y aprendiendo


Fig. 5 Comisión de seguimiento del Plan Villes Sans Bidonvilles de Jnane Aztout en la que se aprueba el proyecto de reordenación del barrio. Fotografía Stefania Scamardi

contribuimos a visibilizar la problemática del barrio y a conseguir la voluntad política necesaria para acometer su transformación en un proceso de aprendizaje que se ha prolongado hasta la actualidad y en el que vecinos, técnicos marroquíes y españoles, y autoridades locales y andaluzas hemos aprendido y puesto en evidencia el potencial que tiene la Universidad en procesos de transformación cuando trabaja con la gente y con la administración pública. Hemos construido el triángulo de la Producción y gestión social del barrio, adoptando desde la Universidad el rol de asistencia y apoyo técnico, a través de un convenio de cooperación entre las universidades públicas de Sevilla y el Ministerio del Hábitat marroquí. La intervención en este contexto ha supuesto un revulsivo en varios niveles. Del lado universitario ha propiciado la colaboración de grupos de investigación de arquitectura4, economía y geografía. Esta colaboración ha permitido crear las bases para la posterior puesta en marcha, en colaboración, del máster en Gestión Social del 4 El proyecto de innovación educativa en el que se enmarca la experiencia es presentado por el grupo de investigación Aula Digital de la Ciudad, del que soy responsable. Invitamos a participar al grupo de investigación GIEST dirigido por el Catedrático y d.C. en Geografía Juan Francisco Ojeda que realizó un estudio del contexto territorial y paisajístico del barrio y coordinó la elaboración del censo de población del mismo.

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Hábitat y de la revista científica Hábitat y Sociedad. Desde el punto de vista educativo ha permitido la participación de varias promociones consecutivas de estudiantes, que han adquirido aquí formación arquitectónica y social. Desde el punto de vista de la acción social transformadora, ha sido catalizador del proyecto y ha permitido dar apoyo técnico durante el proceso de transformación de este barrio de chabolas en medina, esto es, en parte de pleno derecho de la ciudad. La transferencia de conocimiento se está produciendo desde los tres vértices del triángulo de la producción y gestión social del hábitat. La están haciendo las autoridades marroquíes, los vecinos del barrio y los propios universitarios, a través de la publicación de artículos en revistas científicas sistematizando diferentes dimensiones de la experiencia. De este modo se han conseguido cumplir

simultáneamente objetivos pedagógicos, de generación y transferencia de conocimiento y de acción transformadora, que se vio impulsada por la implicación de la Universidad5 Conclusiones Mi experiencia me confirma que la perspectiva compleja del hábitat y de su producción y gestión social, puede entrar en la formación de los arquitectos a través de espacios de aprendizaje específicos, de grado o de post-grado, o introdu5 La colaboración se plasmó en un convenio de cooperación entre la Universidad de Sevilla y el Ministerio del Hábitat en el que se plasmaron los criterios técnicos de intervención en Jnane Aztout, se acordó crear una oficina técnica en el barrio, a cargo del equipo de la Universidad de Sevilla, compuesta por técnicos marroquíes y andaluces, y se crearon los espacios de participación y seguimiento que garantizarían la intervención de los vecinos en el proceso y nuestro rol como acompañamiento técnico del mismo.


Fig. 6 Plano de reordenación del barrio con las viviendas proyectadas. Obras de construcción de las viviendas y de urbanización por autoconstrucción asistida.

ciendo estos temas como contenido y objetivo transversal en asignaturas no específicas. El primer tipo de ámbitos permite construir y consolidar la disciplina como una especialidad. El segundo permite que este enfoque no quede limitado a una especialidad opcional sino que se incorpore a la formación generalista de los arquitectos, que afecte al propio concepto arquitectura, tal y como ocurre con la aportación del enfoque bioclimático. Ambos espacios son necesarios y complementarios. En este camino de la universidad comprometida con la sociedad, es preciso reconocer que los intereses y los tiempos de ambas no siempre coinciden y con frecuencia entran en conflicto. Los tiempos y ritmos el aprendizaje no siempre coinciden con los tiempos y ritmos de la acción social transformadora. Nos ha ocurrido en la experiencia de Jnane Aztout. Mi criterio, cuando esto ocurre, es que debemos priorizar los ritmos e intereses de la sociedad, particularmente de su parte más débil. Asimismo, es preciso que cuando se inician estos procesos podamos garantizar, por parte de la Universidad, su continuidad en el tiempo, más allá de la sucesión de promociones de estudiantes que pasan por nuestras aulas. Para ello los grupos docentes, de investigación y de exten-

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Fig. 7 Diseño participativo de las viviendas del barrio.

versidad Comprometida. Hipatia, Barcelona MORIN, EDGAR (2000): La mente bien ordenada (Repensar la forma; reformar el pensamiento), Barcelona, Seix-Barral PEDRO, BEATRIZ (2009): Experiencias. Docentes, estudiantes y graduados trabajando junto al pueblo/aquí y ahora. Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Buenos Aires sión deben asumir esta responsabilidad. Referencias

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Imágenes de actividades barriales en el marco del Espacio de Formación Integral Hábitat Y Territorio Facultad de Arquitectura, Facultad de Ciencias, Facultad de Psicología, Facultad de Humanidades, Instituto Superior de Educación Física y Escuela de Nutrición. Año 2011. Equipo Docente: Alina del Castillo, Raúl Vallés, Luciana Mello, Norma Piazza, Jorge Larroca, Andrea Francisco. Fuente: equipo docente


Seminario interáreas*

Intensificación urbana y nuevas formas de habitar. El caso del Barrio Capurro * Curso de 150 horas (100 horas presenciales y 50 no presenciales para estudio, visitas libres a campo, elaboración de trabajos escritos y preparación de presentaciones). Equivale a diez créditos. El curso a que refiere el artículo se dictó en el primer y en el segundo semestre de 2011. En el primer dictado el número de estudiantes fue de 41, conformándose 16 grupos de trabajo; en el 2do. fue de 74, conformándose 26 grupos. El equipo docente estuvo integrado en el primer semestre por los arq. J. Yolanda Boronat, Laura Bozzo, María Calone, Gonzalo

Morel, Sharon Recalde, Mariana Alberti y Daniela Arias. En el segundo semestre se integraron al equipo Bernardo Monteverde y Gonzalo Bustillo, mientras que María Calone y Daniela Arias tuvieron otras responsabilidades académicas y no pudieron estar presentes. Participaron además, como conferencistas invitados: Arqs. Alicia Picción y María Noel López; Ing. Agrim. Ricardo Martínez; Esc. Arturo Yglesias; Soc. Verónica Filardo y Arq. Ulises Torrado, y como evaluadores del curso invitados, los Arqs. María del Huerto Delgado y Edgardo Martínez.

Mariana Alberti Daniela Arias J. Yolanda Boronat Laura Bozzo Gonzalo Bustillo María Calone Bernardo Monteverde Gonzalo Morel Sharon Recalde


ENSEÑANZA

Presentación del Seminario

El equipo docente que integramos consideró

que el hábitat social como tema es idóneo para un abordaje integrador, cumpliendo con el objetivo de los Seminarios Interáreas a partir de la siguiente premisa: el hábitat social es un fenómeno complejo, multidimensional (social, cultural, económico, político, tecnológico, etc.); abordar la comprensión de la construcción del mismo implica enfocar su estudio desde distintas dimensiones. En este sentido, el conocimiento especializado aporta desde los fragmentos de la realidad que aborda, pero no es suficiente: la complejidad del hábitat amerita enfoques integradores, que incursionen en el relacionamiento de sus múltiples dimensiones, apoyándose en las bases teóricas del “pensamiento complejo”, tendiendo a articular la reflexión disciplinar específica en un contexto multidisciplinar e interdisciplinar.

1 El antecedente inmediato de este Comité lo constituyó el Comisión de Vivienda Social (COVISO) que funcionó desde el año 2000 hasta 2009, coordinada por la UPV. La misma impulsó desde 2007 la inclusión de la temática en los cursos de grado: Seminario Interáreas y Cursos Opcionales del Plan de Estudio 2002. 2 CASYC: Comisión Académica de Seguimiento y Coordinación del Plan de Estudios. 3 “El objetivo de los Seminarios Interáreas es involucrar al estudiante en una instancia pedagógica en la que se interrelacionen conocimientos y herramientas ya incorporadas en cada área. La temática abordada deberá asegurar la efectiva integralidad de los conocimientos a manejar y la participación de las tres áreas” (Plan de Estudios/2002).

Se entendió pertinente abordar dicha complejidad desde un recorte temático: Intensificación urbana y nuevas formas de habitar, a partir del cual interpretar y reflexionar sobre las transformaciones y visiones de futuro para la ciudad, con el objetivo de habilitar a los estudiantes a efectuar diagnósticos y propuestas. Se optó por elegir una zona urbana intermedia, con características muy particulares, con problemas y potencialidades de transformación, sujeta a múltiples tensiones e intereses, y la que es ob-

La Facultad de Arquitectura crea en el año 2010, el Comité Académico “HABITAhABILIDAD” en el marco de la Propuesta de Trabajo de la UdelaR: “Contribución de la Universidad de la República al abordaje de la problemática de la vivienda social”.1 Desde ese ámbito se impulsaron diversas líneas de trabajo: entre otras actividades en el área de enseñanza, se consideró pertinente la presentación de equipos docentes al llamado de la CASYC2 para desarrollar Seminarios Interáreas3 en el tema general: “La ciudad de Montevideo. Transformaciones recientes. Visiones de Futuro”.

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jeto de proyectos específicos: el caso del Barrio Capurro, tomando en cuenta que las visiones de futuro, para el área de estudio, deben atender a las nuevas formas de habitar con propuestas de intensificación urbana, propendiendo a un mejor y eficiente hábitat urbano. Con este propósito, el abordaje didáctico se orientó a integrar conocimientos, como también a orientar la profundización en aspectos teóricos y búsqueda de información en diversos campos, para la complementación y articulación con el bagaje de conocimientos ya adquiridos en los diferentes cursos precedentes. Se recurrió además a la participación de expositores especialistas en distintos temas relacionados con el territorio, la ciudad y la sociedad. Se estimuló el abordaje de aspectos poco tratados en la formación curricular, lo que derivó en que se indagara en cuestiones del mercado inmobiliario, como también en la competencia e interrelación entre organismos públicos y privados en las intervenciones urbanas. Los equipos de trabajo conformados fueron orientados para que en el desarrollo de sus propuestas también consideraran los posibles modos de gestión, teniendo en cuenta la competencia de instituciones y los diversos actores


comentarios. En la entrega final, cada equipo realizó la defensa de su propuesta. Resultados Los trabajos en equipo permitieron desarrollar las ideas de los estudiantes, dentro de las premisas planteadas, orientando el enfoque según sus propios intereses. Cada equipo fue exponiendo su propia agenda y definiendo su estrategia de lectura/propuesta, así como los énfasis del abordaje. En sucesivos avances se definieron aspectos proyectuales de la propuesta, hasta la concreción de la misma; la forma de expresión elegida fue parte integral de la concepción de cada equipo.

Grupo Grova y Lanzaro

participantes, etc., así como proponer una secuencia de acciones para el desarrollo de la misma.

Grupo Vado Irrazabal Peraza

Vivienda Popular

La didáctica aplicada fue: -presentación teórica de las temáticas a cargo del equipo docente y expertos invitados; -visitas de campo. Se hicieron sucesivas aproximaciones a la zona de estudio: primero cada equipo abordó la realidad percibida, efectuando una presentación al grupo, explicitando la metodología de trabajo y sus conclusiones. Las siguientes visitas se basaron en una agenda temática, para la verificación y retroalimentación de la propuesta; -trabajo en modalidad de taller. Se realizó la aproximación a la temática y elaboración de diagnóstico y propuestas. Se efectuaron presentaciones parciales del avance de cada equipo con participación del grupo, con preguntas y

Se presentó una significativa diversidad de intereses y enfoques en los trabajos, y se destaca la originalidad de varias propuestas, que abordaron y articularon diversos factores incidentes en las nuevas formas de habitar, propendiendo a la intensificación urbana y atendiendo a la configuración de un mejor hábitat. Algunos trabajos se centraron en aspectos territoriales y la especificidad de Capurro y su inserción urbana, reflexionando sobre los planes existentes para la zona. Otros abordaron la intensificación, tomando el stock físico existente (tejido tradicional, conjuntos de vivienda, contenedores fabriles inactivos, vía del ferrocarril, etc.), como campo de experimentación para propuestas de intervención; otros consideraron la problemática habitacional, abordando aspectos sociales, tipológicos, inmobiliarios y constructivos, y otros, finalmente, reflexionaron sobre el espacio público, considerado como elemento a tratar y diseñar, y como soporte de actividades eventuales y sus lógicas. Se consideró también


la interfase y los solapes entre los ámbitos públicos y privados.

escenario de desarrollo de una actividad terciaria intensa, como resultado del Plan Capurro;

Los trabajos que se reseñan son representativos de los resultados del seminario:

-Aguado y Botana se plantean la intensificación de actividades culturales, tomando el calendario de eventos existentes y las potencialidades culturales del barrio (deporte, murga, teatro, etc.), para incentivarlas. Proponen diferentes programas y espacios culturales a desarrollar en

-el equipo integrado por Collares y Fierro explora aspectos inmobiliarios y una evolución morfológica controlada del tejido existente, en un

contenedores industriales vacantes; -el proyecto “Up Capurro” de Grova y Lanzaro, retoma planteos del grupo Archigram como la Instant City y propone una visión a medio camino entre la utopía y su referente sobre un territorio concreto; -Capurrotapiadoblogspot, es el blog desarrollado por Vado, Irrazábal y Peraza, con el que generan un llamado de atención sobre el territorio, haciendo evidente desde el espacio virtual la realidad de fincas abandonadas. Las viviendas vacías representan un importante porcentaje del stock construido, pero son una presencia poco visible de nuestro paisaje urbano. A través del registro y la visualización de inmuebles, se busca operar en su puesta en valor e incentivar su potencial contribución para abatir el déficit habitacional; -Cabrera e Ibazeta proponen la recalificación del tejido actual, valorando ciertos pasajes existentes, peatonalizando sectores y fomentando la intensificación del uso residencial en construcciones nuevas sobre las existentes. Estudian las estrategias de diseño y gestión apropiadas para estas operaciones; -considerando la presencia de la vía de tren que atraviesa y caracteriza a Capurro, Aguerre y Raggio toman los desafíos habitacionales del área y la oportunidad de la espacialidad conflictiva de la vía, para proponer herramientas de gestión y diseños que viabilicen el apilamiento funcional;

Grupo Cabrera Ibazeta

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-el mix urbano de Barbat y Otazu propone una estrategia basada en la residencia, el espacio público y las actividades, para lograr la intensificación funcional del área. La rehabilitación de


contenedores fabriles se realiza para albergar programas complejos que actúan como integradores sociales;

Grupo Barbat Otazu

Grupo Aguado y Botana

Grupo Brunasso Canavero Priore

Vivienda Popular

-Bezzosi, Dabezies y Yarisoglian, toman la producción familiar como espacio para la intensificación, logrando un mix vivienda+producción+venta. Trabajan sobre el stock residencial existente, estudiando las modificaciones necesarias para la incorporación de las actividades productivas; -las operaciones sobre el stock de calidad existente en Capurro, fueron el espacio de reflexión para varios equipos. Brunasso, Canavero y Priore tipifican las diferentes viviendas y sistematizan modalidades de actuación que se ajustan a las situaciones encontradas en el stock y a las nuevas formas del habitar contemporáneo;

Grupo Aguerre Raggio


Grupo Collares Fierro

Grupo Bezzosi Dabezies Yarisoglian

-y una propuesta que no se representa gráficamente es la de Barreix, Boix y Dávila, pues consistió en formular un Proyecto de Iniciación a la Investigación en torno a la pregunta: ¿cuáles son las causas y motivos que llevan a la existencia de una disociación entre la normativa y las prácticas sociales?, con relación a la construcción informal del hábitat.

en superar enfoques fragmentados y sesgados hacia el diseño urbano-arquitectónico “per se”, sin abordar previamente la perspectiva real del problema planteado, en sus múltiples dimensiones, pero esto fue siendo superado, pudiendo los estudiantes indagar sobre la diversidad de condiciones y factores incidentes, para articularlos en los fundamentos de sus propuestas.

Conclusiones

También se presentaron dificultades en prefigurar el proceso que implica concretar una propuesta, un proyecto, considerando las acciones que se deben emprender, lo que pone en evidencia cierto desconocimiento de los diferentes roles que puede asumir un arquitecto en la práctica y en particular en lo que concierne a la gestión; a pesar de ello, parcialmente este aspecto fue bien resuelto.

Esta experiencia puso de manifiesto la diversidad de expectativas e intereses de los estudiantes, así como el desarrollo de sus capacidades y también de determinadas dificultades cuando se propone articular la reflexión disciplinar propia, en un contexto multidisciplinar e interdisciplinar. En este sentido se presentaron dificultades en las primeras etapas del trabajo, consistentes

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Avanzando en el curso, se puso de manifiesto

el interés de los estudiantes en la diversidad de los temas presentados, y también en aquellos desarrollados por los conferencistas invitados, quienes aportaron otros enfoques y conocimientos disciplinares, enriqueciendo los propios de la disciplina urbano-arquitectónica. Estos aportes abrieron para los estudiantes otras perspectivas que nutrieron sus propuestas, obteniendo buenos y muy buenos resultados, destacándose numerosos trabajos que superaron las expectativas del curso, lo que es indicativo del interés de los estudiantes en estos temas, y del esfuerzo y dedicación que aplicaron. Concluyendo, se evalúa de modo positivo la implementación de espacios de creación de conocimientos, reflexión y generación de herramientas conceptuales en la Facultad de Arquitectura, que aborden la producción del hábitat social desde enfoques integradores, espacios académicos necesarios en la formación de los arquitectos, que los capaciten para actuar desde una visión amplia, comprensiva sobre la complejidad dinámica de los fenómenos urbanos.


Casas Concepto* (I)

* La formulación conceptual de este trabajo pertenece al Equipo de Casas Concepto, coordinado por el Mag. Arq. Bernardo Martín e integrado por los Arqs. Eliana Alonso, Javier Díaz, Santiago Lenzi, María Lezica, Cecilia Tobler y Gustavo Traverso. El equipo de Casas Concepto fue designado en un llamado abierto de la Facultad de Arquitectura-UdelaR y seleccionado por una Comisión integrada por Marcelo Danza, José Luis Sancho y Raúl Vallés, designados por el Consejo de Facultad de Arquitectura, Isabel Erro en representación del MVOTMA y Lucio de Souza en representación del Plan Juntos. El desarrollo del texto del presente artículo corresponde al Arq. Andrés Cabrera Recoba.


INVESTIGACIÓN

El desafío de Casas Concepto está en encontrar bases operativas simples y concretas que integren los complejos parámetros del hábitat, la densidad y las infraestructuras para el desarrollo de viviendas de bajo costo inicial, a partir de la habilitación de variadas opciones de estructuras básicas mejorables, con la participación del usuario y la posibilidad de personalización tanto de los productos iniciales, los procesos (tránsitos) y por lo tanto de los productos finales. En oposición a los modelos y prototipos la creación de una plataforma de proyectos posibilita diversas alternativas de configuración geométrica, espacial, material, tecnológica, de uso del suelo, inserción en la ciudad consolidada, agrupamientos, plan de gestión, montos de inversión, etc. Se adopta la idea de la casa en la parcela como rango de trabajo, como postulado de estrecho vínculo entre vivienda, suelo y producción. Se transita por la idea de mínimo, de agrupamiento y de densidad; se realizan ensayos de la plataforma a través de algunos desarrollos proyectuales para lo cual se fijan restricciones operativas de tipo funcional, dimensional y material cruzadas con la dinámica cambiante de los grupos destinatarios. Éste es el primero de una serie de dos artículos. UNO // introducción El trabajo de Casas Concepto como Plataforma de Proyectos representa una visión integradora de vivienda-suelo-paisaje-ciudad, con la intención de contribuir al debate nacional (y también regional) sobre hábitat y vivienda, abriendo una oportunidad de análisis contrastado de las realidades y experiencias locales, incluyendo exploración e investigación apoyada en el uso del proyecto arquitectónico-urbanístico como instrumento de dosificación.

postura concreta respecto a la vivienda de bajo costo, permitiendo el acercamiento a la realidad a través de soluciones de viviendas con capacidad de crecimiento pautado, personalizables y mejorables, capaces de crecer de manera simple con la participación del usuario, con la posibilidad de incorporar diferentes tecnologías y de manipular el diseño de los agrupamientos para definir e insertarse en barrios de la ciudad. El marco de referencia sobre el que nos situamos es el de la producción masiva de soluciones habitacionales en el menor tiempo posible.

Este producto intenta la formación de una

El déficit de vivienda en nuestro país según se

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lea a Casacuberta o Nahoum va desde cero a ochenta mil unidades. Entre estos dos números hay (en cualquier caso) una cantidad de viviendas que ningún gobierno podrá construir en un corto plazo atendiendo a la urgencia que implica esta problemática (aunque la información que maneja el Plan Juntos respecto al déficit habla de trece mil familias en emergencia social y habitacional, es decir aproximadamente cincuenta mil personas). En este sentido, en algunos países de la región se han ensayado algunas soluciones como la del predio con servicios. La idea es que en éste


se encuentra el germen de una futura casa, que se construirá al interior de un crecimiento urbano planificado, controlado y posible. Si asumimos además que el costo de las infraestructuras necesarias para tender ciudad es la mitad del costo total de la vivienda, esta modalidad permitiría construir el doble de soluciones habitacionales con el mismo dinero. La gestión y el acompañamiento apoyado en la autoconstrucción son factores decisivos en el éxito de estos planes. DOS // Enunciado genérico

Fig. 1 La parcela, sistema de fajas horizontal y vertical.

en relación al terreno a modo de conquista y colonización, con una estrategia de sistema interactivo que articula las distintas unidades de proyecto.

La parcela: unidad de territorio-volumen A partir de la lectura del sector más comprometido, la franja de mayor urgencia, es que nos paramos en la línea de los destinatarios del Plan Juntos. Esto implica decidir que se va a operar desde la idea de la vivienda asociada al suelo, entendido éste como un beneficio en sintonía con las actividades, una oportunidad de crecimiento, y un factor de propiedad individual de la vivienda. Se propone operar desde la idea de construcción de un lugar hasta la generación de la casa, lo que abre un campo amplio de oportunidades para el crecimiento-expansión de la vivienda

Vivienda Popular

Apuntamos a un conjunto de definiciones genéricas que constituyen la plataforma, la cual debe permitir el desarrollo de propuestas tipológicas variadas en un rango de planta baja, dos niveles y tres niveles (para casos de urbanidad-densidad mayor), con posibilidades de crecimiento en los retiros frente, fondo y lateral, además de crecer sobre la propia casa. La plataforma, en cuanto conceptos genéricos, puede ser aplicada a otros rangos, es decir que salvando las cuestiones propias de escala, el sistema de relaciones de componentes, crecimiento, tránsito y negociación, sigue siendo válido.

Se ha definido la parcela como ámbito de lo doméstico y la casa como superficie a colonizar, empezando por el reconocimiento de los predios como la primera apropiación-construcción de una futura casa, o una casa que se construye en el tiempo. En términos brutos la parcela es una superficie de terreno legalmente conformada o dividida, un territorio, una superficie donde prevalece su aspecto bidimensional. Sobre este punto reconocemos en primer lugar su condición de soporte, y desde nuestro enfoque estratégico será soporte de un sistema operativo de variables que están en continua mutación, movimiento y fricción. En segundo lugar proponemos la parcela como territorio extruido, como volumen, como espacio, es decir tridimensional, lo que predispone el


proyecto a partir de unidades volumétricas. La idea de parcela también refiere a porciones, a partes de un todo, por lo tanto a agrupamientos, con lógicas de repetición y acumulación de dichas partes formando unidades mayores de escala diferente. La casa sobre el terreno nos enfrenta a las preguntas acerca de cuál es el terreno mínimo que se le puede dar a una vivienda, cuánto territorio se debería prever para el crecimiento, cómo y en función de qué parámetros se pueden determinar estos valores. Las respuestas estarán dadas por los componentes de las casas y las estrategias para generarlas, además de los planes de tránsito que se negocien en relación a la conformación de cada familia.

que cruza la idea de parcela profunda y fajas de lleno-vacío estratégicamente alternadas. En esta propuesta domina la idea de que el predio es una entidad donde se ocupa la totalidad de su volumen de espacio, con acontecimientos propios del habitar, implicando espacios de uso interno y externo, construidos-llenos y no construidos-vacíos.

Faja Vacíos 1: Acceso desde la calle y retiro frontal. Faja Llenos 1 - Vacíos 2: área construida frontal con retiro lateral optativo. Faja Vacíos 3: espacio patio/iluminación/ventilación. Faja Llenos 2 - Vacíos 4: área construida 2 con retiro lateral optativo. Con este criterio de combinación se puede

Fajas I Capas Con la lectura de la ciudad construida definimos una propuesta de dominio de la parcela que, de alguna forma, repite los mecanismos de fajas cruzadas de llenos-vacíos observados en el parcelario de la ciudad, por lo que se puede decir que se verifica una regla a partir del azar. Este posicionamiento contempla, en una relación abierta de necesidad-oportunidad, un sistema interactivo de partes que se combinan en función de una secuencia preestablecida

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Fig. 2 Estrategia de dominio de la parcela, sistema de fajas-capas


seguir acumulando fajas hasta el final de la parcela o, eventualmente hasta una nueva calle en caso de predios pasantes, y entonces el sistema puede tener doble entrada. Faja Llenos Cierre: área construida de cierre, concavidad formada por límites posteriores del predio, cuando la parcela es confinada el espacio final constituye una construcción monoorientada que se sirve del patio o faja vacío anterior. Esta secuencia de espacio-acontecimiento, establece un criterio de orden basado en la alternancia como modelo organizativo de la plataforma y le otorga al vacío un carácter de esencialidad dentro de la plataforma, ya que tiene una función activa y retroactiva con los espacios llenos y construidos. Bordes I Límites La idea de casa en términos de “lugar”, es la definición que usaremos para entender al territorio que contiene al organismo casa y a sus espacios complementarios exteriores, a los que se les impone una definición de límites perimetrales concretos desde el comienzo. El borde define una frontera y produce diferencias, mira a la vez hacia adentro y hacia fuera, y

Vivienda Popular

Fig. 3 Límites, clasificación

establece un doble juego de inclusión y exclusión. Este sistema definido de límites prefigura la plataforma de proyectos, en el sentido que su trazado supone un conjunto de pautas embrionarias de múltiples opciones de desarrollo, todas dependientes de los atributos de dichos límites impuestos. Hay una idea implícita de apropiación del recinto: se trata en último caso de controlar al máximo las posibilidades de crecimientos aleatorios que atenten contra las condiciones mínimas de habitabilidad; en primer término, definiendo un sistema de aproximación-alejamiento entre vecinos, y de éstos con el espacio público en segundo lugar, y por último el dominio de la masa que se va construyendo en el tiempo.

Muro servidor l Banda de servicios Definir un elemento servidor es también asumir un sector servido. El muro de respaldo material permite el traslado de las instalaciones y éstas le otorgan posibilidad de enchufe a los componentes de la banda de servicios. Implica las siguientes decisiones: -en relación al concepto de solución habitacional básica, debe incluir como equipamiento mínimo indispensable de habitabilidad, la instalación de servicios higiénicos; -en relación a la ubicación, este muro equipado se vincula a la línea de borde más interna, desde donde dispara sus servicios para servir al sistema de unidades internas y externas, estableciendo un sistema de peine desde la línea medianera, viabilizando anchos de predios diferentes, sobre todo permite predios muy estrechos.


El producto inicial representa un segundo ámbito de oportunidades: en el punto cero no existe una casa, sino los elementos fundamentales y primarios que permitirán finalmente construir una. Lo que tenemos es un soporte de oportunidades de ocupación en dos escalas: el predio y la casa, con un costo inicial controlado que permitirá en primer lugar construir más casas, y en segundo lugar construir casas más grandes, ya que el costo inicial en servicios e infraestructura no depende tanto de la cantidad de metros cuadrados edificados interiores, sino que el mayor peso radica en la infraestructura urbana, para lo cual el predio angosto es el de máximo aprovechamiento, además del crecimiento en altura. El muro equipado involucra a las instalaciones y a una serie de componentes. Los componentes pueden ser diversos: los básicos son baño y cocina, la escalera, el depósito, la estufa a leña, el parrillero, el balcón, etc., todos acoplables a las instalaciones previstas formando una banda activa de componentes servidores de las funciones que se desarrollan en las otras áreas.

Fig. 4 Muro servidor, instalaciones y componentes

Geometría l Soporte Paradigma. La vivienda como sistema de habitaciones La definición de una estructura simple y convencional de viviendas con habitaciones y circulaciones en un modo tradicional, implica tomar y aceptar el paradigma instalado en la sociedad donde la vivienda tiene una zona de día, una zona de noche y circulaciones que permiten esa disposición, y que para trasladarse y distribuir los espacios de las viviendas no se debe atravesar por habitaciones.

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Fig. 5 Unidad funcional, complementaria y banda de servicios.


El trazado geométrico, que contemple dicha complejidad de distribución, deberá tener circulaciones vinculantes, que impliquen privacidad e independencia para las distintas funciones internas, surgiendo en definitiva del cruce de: 1. los espacios de actividad doméstica, definidos como unidades programáticas y sus espacios anexos: unidades funcionales y unidades complementarias, junto a los servicios del muro equipado; 2. la técnica y el material que la representa; 3. el sistema de fajas pre-definidas para la parcela. Estos elementos definirán un soporte geométrico que ordena y sugiere posibilidades diversas, permitiendo un sistema de asociación eficiente y versátil para el desarrollo de opciones de proyecto.

estándar de habitaciones de dormir o comer, por ejemplo, se agrega un margen de reserva que incorpora flexibilidad y personalización a la casa, al constituirse como un espacio propio (circulación, depósito, escritorio, etc.) o como ampliación de otros espacios y complemento funcional. De este razonamiento deriva la idea de unidad complementaria, como una fracción equivalente a un módulo de unidad funcional, cuya dimensión varía según el material y la tecnología, pero nunca será menor al espacio mínimo necesario para una puerta, lo que asegura acceso y circulación, estructurando el sistema de habitaciones.

El soporte geométrico que definiremos parte de la idea de tamaño de la unidad básica habitable, a la que llamamos unidad funcional; estas unidades se definen en relación a actividades como dormir, estar, comer, recrearse, estacionar, trabajar, disfrutar en reunión, descansar al sol o a la sombra, estudiar, crecer, etc., con la posibilidad de establecer superposiciones de funciones a partir de una distribución inicial simple.

Geometría l Estrategia

La idea de tamaño que manejamos para la unidad funcional surge del mínimo holgado o mayorado, es decir partiendo de dimensiones

La presencia de llenos y vacíos, definidos por espacios exteriores, espacios interiores y espacios de reserva está contemplada al interior

Vivienda Popular

Este sistema permite atender a una conformación de casa tradicional y aceptada, con habitaciones claramente definidas asociadas a una circulación vinculante, y también permite conformaciones menos convencionales en las que la unidad complementaria es absorbida por la unidad funcional.

de la parcela, la cual se secciona en su profundidad en fajas operativas, ya enunciadas. Este sistema puede ser más o menos profundo en relación a la geometría del predio, a las actividades de los ocupantes que impliquen dotaciones de espacios libres amplios, o por el contrario que sean zonas urbanas sin retiro frontal y/o lateral, disposición de infraestructuras urbanas que obliguen a densificar y minimizar el ancho de frente, etc. Las fajas, definiendo una trama de líneas en ambos sentidos permite organizar, agregar, cambiar, ordenar, vincular, unir o separar las unidades de proyecto interiores o exteriores y las unidades complementarias en relación a los servicios, con la posibilidad de participación del usuario dando personalización a la vivienda. Una vez definidos los elementos básicos que componen las viviendas: unidad funcional, unidad complementaria y banda de servicios, es posible imaginar algunas situaciones en relación al ancho de los predios, combinando dichos componentes. A estas opciones de anchos de parcela es posible intercalar bandas delgadas, en sentido transversal entre las unidades funcionales, a modo de unidades complementarias, lo que permite la construcción de una serie de escenarios nuevos de mayor profundidad,


basura, y por sobre todo minimizar los costos de la construcción. Una mirada simple hacia la sustentabilidad. Es posible coordinar el trazado de la geometría con las dimensiones de los materiales principales de construcción, por eso es fundamental desarrollar proyectos a partir de un número limitado de materiales, y resolver la totalidad de los muros con la misma tecnología, ya sean Fig. 6 Anchos de parcela, sistema de líneas paralelas muros perimetrales, interiores y exteriores, de carácter temporal, de largo plazo, que tiene la los semi-muros (muretes, muros calados, accedonde se reconoce su mayor utilidad entre dos vivienda, que se construye desde el vacío y la sorios de protección, etc.) e incluso la cubierta. unidades funcionales juntas para establecer precariedad (en el sentido de mínimos elemenImplica el conocimiento de los materiales con relaciones de contacto-cierre variadas. tos iniciales), que arma una base de desarrollo que se diseña, sus dimensiones, resistencia y progresivo en distintos aspectos como el crecicapacidad térmica-acústica-humídica. Atributos del sistema miento del área construida y el mejoramiento de -Versatilidad. La versatilidad es el concepto que permite abrir múltiples opciones de proyecto. Atributos Implícitos, son los atributos necesarios las condiciones de confort y prestaciones. La flexibilidad como oportunidad de cambio y en forma imprescindible por definición y por eso -Crecimiento. El espacio doméstico es un espacio dinámico, la casa es un programa abierto transformación de estas viviendas, se entiende los llamaremos implícitos: a partir de las múltiples historias que cada -Economía. Procurar el costo inicial mínimo, pero y en tránsito siempre, desde el movimiento del equipamiento hasta la construcción de metros usuario puede desarrollar en el tiempo. La con las mejores condiciones de desarrollo. La cúbicos nuevos. El crecimiento está fundaversatilidad interior permite la personalización, precariedad asumida como partida de la casa mentado en la condición de tránsito definida la vivienda del individuo, de la familia, el hogar. mejorable. anteriormente. La vivienda puede y necesita -Simplicidad. El orden básico del espacio, un El espacio interior-exterior vacío puede ser ampliarse. espacio concreto, simplicidad constructiva, mapersonalizado con la participación del usuario auto-construyendo las tabiquerías y divisiones teriales conocidos popularmente o compatibles -Cero desperdicio. Una actitud sustentable en términos reales y concretos es la de la mainternas o agregando partes para definir los con materiales de uso corriente. nipulación óptima de los recursos materiales, espacios en función de sus necesidades. previendo su máximo aprovechamiento, de Los Atributos Propios de la plataforma, son: manera de no generar desperdicios, escombros, Las acciones estratégicas-tácticas en la crea-Transitoriedad. Este concepto introduce el

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ción de la plataforma serán fundamentales: -geometría, como estructura de orden y apoyo para definir, en el caso de la casa como sistema de habitaciones, espacios de vínculo, sendas de circulación que permiten articular, unir-integrar, separar-delimitar espacios y usos; -elementos estructurales, simples y mínimos, principalmente de apoyo de la cubierta; -componentes de equipamientos de servicios, concentrados y con distribución homogénea hacia los restantes espacios; -cerramientos interiores independientes de la estructura que permiten asumir conformaciones espaciales diferentes, materialidades variadas y equipamientos divisorios. Unidades de proyecto Fig. 7 Unidades de proyecto

En la línea de razonamiento de la plataforma no cabe la definición tradicional de arquitectura construida sobre un programa, porque éste incluye concreciones en el orden de lo cuantitativo más que lo cualitativo, habla sobre cuántas habitaciones, tamaños de cada una de ellas, sistema específico de relaciones entre ellas, confinamiento, y finalmente especificidad en la actividad que se desarrolla. Es por eso que para mostrar el carácter de plataforma tomamos este último elemento, las

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actividades, las acciones representadas por verbos del habitar-vivir en cuanto posibilidad no sólo de satisfacer las necesidades elementales de protección y mejoramiento de las condiciones de higiene y salud, sino también la idea de la vivienda como escenario de lo cotidiano. Interior. Asearse, cocinar, limpiar, lavar. Dormir, comer, estudiar, trabajar, relacionarse. Contemplan el cuerpo principal de acciones desarrolladas en el interior de un espacio habitable, como

lo es descansar, alimentarse, educarse, subsistir-progresar e interactuar, además de otras actividades espontáneas posibles de desarrollar en un ámbito cerrado y seguro. Exterior. Estacionar: acceso desde la calle y retiro frontal con o sin retiro lateral. Implica contar con acceso desde la calle a nivel. Socializar: interna y externa, los ámbitos de intercambio con los integrantes de la familia y del entorno a través de los espacios del conjunto, donde la


calle en primer lugar juega un papel importante y los espacios colectivos son decisivos en la calidad social del conjunto. Hay algunas acciones que tanto se desarrollan en el interior de un espacio o al aire libre. Trabajar, producir, estacionar. Taller, galpón-depósito, terreno libre, estacionamiento. Se debe pensar que la gran mayoría de los habitantes de la ciudad trabaja o tiene un vínculo laboral directo desde su vivienda, ya sea porque trabaja en su casa con un taller, un micro-emprendimiento comercial, porque utiliza el espacio libre como depósito de insumos de su actividad y en este caso necesita un espacio vacío o un galpón, porque su herramienta de trabajo puede estar representada por un vehículo (moto, carro y caballo, auto, camión, etc.). Tránsitos Personalización /// Mejorabilidad. La concepción de transitorio del producto inicial obtenido por el destinatario como solución habitacional viene dada por la imposibilidad de respuestas genéricas a situaciones que son por definición diferentes, desde los grupos humanos demandantes (perfil, ocupación, edad, capacidad de participación en la construcción,

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Fig. 8 Tránsitos, hacia afuera-adentro

capacidad de futura auto-construcción); las condiciones físicas del terreno y su localización; las infraestructuras urbanas existentes y a agregar, todo lo cual construye un marco de referencia para la definición del costo y de la inversión inicial. La idea de transitorio como atributo de los productos de la plataforma se entiende entonces como construcción en proceso, sin terminar, donde el destinatario participa de alguna manera, presente o futura, construyendo, interactuando o modificando en alguna forma la conformación de la vivienda. Familia Ampliada Una situación que hemos constatado en la caracterización de los usuarios de las viviendas de interés social, es el hecho de que se constituya más de un grupo familiar dentro de una familia. Los hijos han tenido hijos y éstos conforman su

propio núcleo familiar, o los abuelos forman una célula dentro de la familia. Éstas son familias bi-nucleares. Estos grupos conformados requieren de espacios dentro de las viviendas originales, y para ello se auto-construyen ampliaciones en los predios, compartiendo terreno, espacio y servicios básicos, generando una extensión de la vivienda original en un proceso de acumulación de construcciones. Para estos grupos emergentes es que se ha pensado la posibilidad de crear viviendas con posibilidad de autonomía de la vivienda base. Éstas pueden colonizar los retiros o apoyarse sobre la vivienda de planta baja, compartiendo parte de la estructura, el terreno, y los espacios de acceso, permitiendo el desarrollo de estrategias de convivencia pactadas entre los usuarios,


que son en definitiva familiares, de ahí la denominación de familia ampliada. Tránsito hacia adentro Es el crecimiento que no construye metros cuadrados nuevos de superficie techada, sino que es la colonización de los espacios-estructurasgeometrías incluidos en el producto inicial. Se parte de una envolvente o de un soporte construido inicialmente, que prevé un crecimiento interno pautado por los trazos geométricos. El tránsito hacia adentro implica completar la vivienda a partir de los componentes entregados, la casa en su inicio es rústica, sin terminaciones y con prestaciones básicas, todas mejorables. Tránsito hacia afuera

Fig. 9 Tránsitos, puntos cero

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Todas las alternativas de proyecto tienen capacidad de crecer sobre el suelo o sobre el techo: crecimiento sobre el retiro lateral: renunciando a éste, es posible construir una ampliación importante sobre el terreno; crecimiento arriba: en el caso de contar con un techo duro horizontal y asociado a la incorporación de una escalera, es posible crecer sobre la casa y sobre el sector de familia ampliada; crecimiento sobre retiro posterior: sobre el fondo de la parcela y asociada a un muro divisorio que da lugar a una con-

cavidad con capacidad portante, existe la posibilidad de dar respuesta a la familia ampliada con los márgenes de independencia que sean del caso. Por su gran capacidad de adaptación la denominamos “habitación sin nombre”. Tránsito l Punto cero Se parte de un producto objeto construido, que es el punto cero, y se propone un producto noobjeto, que es el plan de tránsito, que se construye en forma personalizada con cada grupo. Tránsito l Mejoramientos Acompañando los crecimientos hacia adentro o hacia afuera y partiendo de lo que definiremos como rústico habitable, se plantea la posibilidad de incorporar mejoras en las viviendas. La idea de rústico es parte de la concepción del tránsito. Si se intenta otorgar soluciones habitacionales a más personas en situación de emergencia, se deberá apuntar a la creación de soportes habitables económicos, eliminando todos los rubros que no sean indispensables para el confort primario. El rústico habitable es el estado máximo de construcción asistida inicial, es decir el estado de terminación en que el propietario recibe su producto cero. Las terminaciones refieren a los pavimentos,


Fig. 10 Matriz de tránsito

que se entregan en rústico, a los muros interiores que no tienen terminación superficial, revestimientos de baños y cocinas, zócalos, pinturas, etc. Las prestaciones involucran a complementos de aislación térmica de cerramientos verticales u horizontales, agregando lana de vidrio con aplacado de yeso por ejemplo; protección de ventanas, cortinas de enrollar para regular la entrada de luz; incorporación de equipamiento en cada uno de los espacios habitables; inclusión de elementos de acondicionamiento térmico artificial, como estufa a leña, etc.

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Respecto a las instalaciones, éstas se entregan con un mínimo de puestas y acometidas. La ampliación de la instalación eléctrica (agregado de puestas) y la incorporación del teléfono de línea, son acciones básicas para ampliar las prestaciones.

Con el objetivo de visualizar los parámetros que forman el costo, se generó una planilla de cálculo que relaciona los aspectos constructivos y de gestión a la vez que es útil para diseñar el plan de tránsito, por lo que la llamamos matriz de tránsito.

Tránsito l Matriz de tránsito

Esta planilla electrónica constituye una herramienta de proyecto y cálculo de costos para cada una de las viviendas y sus etapas de tránsito, con las distintas opciones de mejoramientos en terminaciones y prestaciones.

La búsqueda de soluciones integrales y a la vez diferenciadas, posibilita una gran cantidad de proyectos y actuaciones que mezclan lo constructivo con la gestión, con lo cual se forma el costo en una ecuación de muchas variables.


Producción habitacional por empresas “llave en mano” y por cooperativas

Dos modelos y sus resultados* Noemí Alonso, Gerardo Sarachu, Raúl Vallés (coordinadores) Lucía Abbadie Laura Bozzo María Calone Norma Graña Benjamín Nahoum Martha Rodríguez Muslera Cecilia Soria Giovanna Tedros

* El presente artículo refiere a un trabajo encuadrado dentro del programa “Fondo universitario para contribuir a la comprensión pública de temas de interés general”, de la Universidad de la República, que procura crear canales que permitan aportar elementos de juicio para generar un debate social informado. Este

Fondo se constituyó en consonancia con el mandato del artículo 2 de la Ley Orgánica de la UdelaR, que establece que uno de los fines de ésta es “contribuir al estudio de los problemas de interés general y propender a su comprensión pública”. El equipo investigador está constituido por docentes del Equipo

de Evaluación de Tecnologías y Programas para la Vivienda Social del Instituto de la Construcción, y de la Unidad Permanente de Vivienda, ambos, servicios de la Facultad de Arquitectura, así como de la Unidad de Estudios Cooperativos del Servicio Central de Extensión y Actividades con el Medio (SCEAM).


INVESTIGACIÓN

Introducción Considerando que el problema de la vivienda es uno de los principales que enfrenta actualmente nuestro país, un conjunto de docentes de la Facultad de Arquitectura y de la Unidad de Estudios Cooperativos, se propuso difundir los resultados de los estudios realizados comparando el impacto habitacional de dos de los sistemas de producción de vivienda y hábitat más importantes utilizados en las últimas dos décadas: la realización por empresas constructoras “llave en mano” con recursos públicos (una modalidad de producción estatal-mercantil) y la llevada a cabo por los propios destinatarios organizados en cooperativas de ayuda mutua (una forma de producción social). Ello implicó la sistematización de mucha información y análisis existentes, pero también la producción de nuevo conocimiento, para complementar el que ya se poseía, y sobre todo, su procesamiento para hacerlo fácilmente accesible al conjunto de la ciudadanía. El proyecto, aprobado por la Comisión Sectorial de Investigación Científica de la Universidad (CSIC) a fines de 2010, está en su fase final de ejecución y nos proponemos aquí reseñar sucintamente parte de la información recogida y algunas conclusiones, como avance de un segundo artículo,

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a publicarse en la próxima edición de VIVIENDA POPULAR, que profundizará en las conclusiones del trabajo y las recomendaciones que de las mismas pueden surgir para la definición de políticas futuras. El problema de la vivienda en el Uruguay Pese a que en otros campos de las políticas sociales ha habido recientemente avances importantes, la situación de la vivienda y el hábitat en el Uruguay no ha cambiado sustancialmente en los últimos cincuenta años. Hoy los problemas en el medio urbano son los más significativos y se agravan por el crecimiento sin pausa de esa población, pero nos siguen faltando del orden de ochenta mil viviendas y una de cada dos de las existentes tiene alguna carencia grave: de área, de servicios, de confort, de precio. El acceso al financiamiento y al suelo vía mercado siguen siendo quimeras, mientras que los arrendamientos también están fuera del alcance de los sectores populares, por su monto y por la dificultad para constituir garantías, a pesar de que actualmente desde el Estado se trabaja para apoyar este tipo de alternativas. Proliferan, aún, por ello, las soluciones precarias: la ocupación de tierras, la construcción con materiales no duraderos, el hacinamiento, la tugurización, las seudopensiones.

Para solucionar esos problemas fue que se aprobó la Ley de Vivienda (N° 13.728) en1968. La ley se proponía eliminar en quince años el déficit habitacional. Aprobada con votos de todos los partidos, pretendió instalar una verdadera política de Estado, con continuidad en el tiempo, y aún hoy mantiene su vigencia, a pesar de haber sido modificada a veces malamente. Las herramientas fundamentales que introducía dicha ley eran: la consagración del derecho a la vivienda, para todos y en todos lados; la planificación de las acciones del Estado; la constitución de un marco institucional fuerte; la creación del Fondo Nacional de Vivienda; la combinación del crédito y el subsidio en los financiamientos; el ajuste de las soluciones a las necesidades y posibilidades de pago de los destinatarios; el fortalecimiento del sistema de ahorro y crédito; la creación del sistema cooperativo y el de Promoción Privada; el marco jurídico para la propiedad colectiva, hasta entonces inexistente; el reconocimiento de la ayuda mutua como aporte propio de los destinatarios, y la creación de la Unidad Reajustable para mantener el valor del Fondo de Vivienda, de los ahorros y de los créditos. Sin embargo la ley se modifica en 1992, para admitir, atendiendo a la emergencia habitacio-


nal, que también pudieran construirse los llamados “Núcleos Básicos Evolutivos” (NBE). La vivienda adecuada dejaba entonces de adecuarse a la integración de la familia y pasaba a ser una solución única, de treinta metros cuadrados construidos (un solo ambiente dormitorio-comedor-cocina y un baño independiente) en un lote de cien metros cuadrados. Concebidos como una excepción, destinada exclusivamente a los casos que requirieran proveer urgentemente una solución inicial (como los de catástrofes climáticas) los NBE pasaron prontamente a ser la regla. Los caminos para acceder a la vivienda son variados, pero todos presentan dificultades. La mayoría de nuestras ciudades ha crecido por autoconstrucción, mucho más que por lo que han hecho el Estado o la inversión privada, lo que llamamos el Mercado. Han sido las propias familias las que compraron el terreno, consiguieron los materiales y, con ayuda de familiares y amigos, a veces de algún albañil, hicieron paso a paso su casita. A su vez, algunos pequeños ahorristas construían para alquilar, asegurándose así una modesta renta y al inquilino la posibilidad de obtener una vivienda de acuerdo a sus necesidades inmediatas. La Ley de Vivienda pretendía facilitar esos caminos, aportando créditos, haciendo posible el acceso al asesoramiento técnico y, a partir de las Carteras o Bancos de Tierras, al suelo urbanizado. Ello se canalizó mediante diferentes sistemas de producción, entre los cuales dos de los más importantes fueron la contratación de empresas constructoras, para realizar conjuntos proyectados por el Estado o por ellas mismas, y el sistema cooperativo, en el que la gestión corresponde a los propios grupos de destinata-

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rios, organizados en cooperativas. En el primer caso, todas las decisiones (el lugar, el proyecto, los materiales, las inversiones) son tomadas por las empresas, basándose en normas fijadas por el Estado a partir de un perfil tipo de los destinatarios; en el segundo, esas decisiones son tomadas, juntos, por los propios destinatarios. Muchas de las cooperativas son de propiedad colectiva, o sea que las viviendas son de propiedad de la cooperativa, la que es responsable del pago de la deuda y del mantenimiento de las construcciones y otorga a cada socio el uso y goce de una vivienda, estando a cargo de éstos su cuidado, así como aportar las cuotas de pago correspondientes. Y una modalidad que tomó gran impulso fue la de la ayuda mutua, en la que familias sin capacidad de ahorro pero con voluntad de trabajo, hacen su aporte colaborando en la construcción de las viviendas, junto al

personal contratado y con el asesoramiento de un Instituto de Asistencia Técnica. Los casos estudiados Hacia mediados de los años noventa se intentó solucionar los problemas de vivienda más acuciantes, correspondientes a sectores de muy bajos ingresos, mediante la producción de NBE construidos por empresas mediante el sistema “llave en mano”, en el que la empresa resuelve todos los aspectos y entrega el producto terminado al Ministerio de Vivienda. Simultáneamente se realizaban algunas experiencias con producción por cooperativas de ayuda mutua, que hasta entonces habían involucrado casi siempre a colectivos con mayor capacidad económica y, sobre todo, con experiencia de organización previa.


Lo que el proyecto que describimos procura mostrar es qué pasó en uno y otro caso: qué consecuencias sociales tuvo cada uno; qué tipo de ciudad y de sociedad produjeron; qué calidad de vida aportaron a sus destinatarios; en qué medida contemplaron sus necesidades; qué costo tuvo eso para la sociedad; qué diferencias tenían estas cooperativas de nuevo tipo con las tradicionales; qué dificultades -pero también qué potencialidades- trajeron esas diferencias consigo; cómo se adaptó un modelo exitoso para otro sector social a los nuevos desafíos; qué errores se cometieron, y qué enseñanzas dejaron. Pese al tiempo transcurrido, estas interrogantes aún no han sido analizadas en profundidad y es eso lo que el proyecto busca responder. Para ello evaluamos tres conjuntos construidos por el primer sistema y otros tres por cooperativas, procurando que las condiciones de partida (ubicación, tamaño, recursos, perfil socioeconómico) fueran semejantes, de modo de establecer comparaciones válidas. La evaluación comprende tres grandes aspectos: el social, el económico y el físico, que considera elementos urbanos y arquitectónicos. Las cooperativas elegidas fueron: “COVIHON 2”, de 40 familias, ubicada en Punta de Rieles, “COVI La Vía”, 19 familias, límite entre Colón y Sayago, y COVIVINUE (10 familias), Nuevo París. Los conjuntos de NBE seleccionados fueron: “Osvaldo Cruz”, 52 viviendas, ubicado en Curva de Maroñas, “Guttemberg”, 54 viviendas, Lezica, y “Molinos de Raffo” 16 viviendas, Sayago. Todos fueron construidos entre fines de los ´90 y principios de la década siguiente. Los financiamientos fueron otorgados a través de préstamos del Banco Hipotecario del Uruguay (BHU) o Ministerio de Vivienda (MVOTMA) para

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las cooperativas, o contratos del MVOTMA en los casos de los NBE.

Las características físicas de los conjuntos analizados son, sintéticamente, las siguientes:

-COVIHON 2 es un conjunto de viviendas dúplex en tira, con espacios de relación y zona húmeda en planta baja y dormitorios en planta alta; construcción con muros de ladrillo, entrepiso y techo de losetas cerámicas y sobretecho de fibrocemento;


-COVIVINUE tiene viviendas dúplex en tira, de dos y tres dormitorios, con muros de bloques autotrabantes de hormigón vibrado y compactado tipo “Muttoni”, entrepiso de madera (sobre baño y cocina losetas de hormigón) y cubierta de losetas de hormigón con sobretecho de fibrocemento.

-COVILAVIA se compone de viviendas de un nivel, con muros de ladrillo con cámara y cubierta de hormigón impermeabilizada con poliuretano y tejas cerámicas.

-“Maroñas” presenta NBE apareados de un nivel, con un dormitorio diferenciado. Los muros y la cubierta están construidos con paneles prefabricados de cerámica armada con nervios de hormigón (Sistema “Casas”).

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-“Molinos de Raffo” por su parte, tiene una tipología de NBE apareados de un nivel, con cimentación para crecimiento en horizontal; muros de bloques y techos de hormigón armado.

-“Guttemberg” es un conjunto de NBE con muros simples de ladrillo y cubierta liviana sobre estructura metálica y cielorraso de poliestireno expandido (“espumaplast”).

Todos los conjuntos tienen salones de uso común, aunque en el caso de COVIVINUE el mismo se construyó antes que las viviendas y con otros fondos. En cuanto al costo de los conjuntos analizados, todos ellos fueron construidos con recursos económicos similares.1

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sis interdisciplinario de la información recabada.2 El aspecto social3� En general, en los conjuntos estudiados se observan características similares en cuanto al nivel educativo, ocupaciones y situaciones laborales de los destinatarios. En parte escapa a esta regla “Molinos de Raffo”, constituido por realojados del ex Hogar Municipal “Martínez Reina”, beneficiarios potenciales del Plan Aquiles Lanza y realojos individuales de personas en situación de emergencia habitacional, colectivo que presenta preponderancia del cuentapropismo y un mayor nivel de desocupación (20% en 2010). Esa similitud resulta importante porque indica que la razón de los procesos diferentes que se han dado en cada uno de los casos no debe buscarse en las características socioeconómicas del grupo sino en otras variables, siendo a nuestro juicio la más importante el proceso de lo que podríamos llamar cooperativización, o sea la construcción del colectivo como sujeto y lo que está asociado específicamente con ello: el proceso de organización.

El trabajo se apoyó en el análisis de antecedentes; la realización de encuestas y entrevistas, tanto individuales como colectivas, a los destinatarios; la inspección visual a través de visitas a los conjuntos del equipo investigador, y el análi-

El estudio de las historias de constitución de los grupos, muestra que en las cooperativas el sujeto colectivo se construye en el proceso de

1 La inversión total en las unidades construidas en todos los casos era de unas 1.150 Unidades Reajustables, del orden de unos 18.000 dólares de la época y unos 30.000 a valores actuales. Sin embargo, los pagos resultantes eran distintos, ya que mientras el 90% del costo de los núcleos básicos se subsidiaba (los destinatarios abonaban únicamente 2 UR durante cinco años), las cooperativas tenían sólo un subsidio del orden del treinta por ciento del total, debiendo pagar el saldo a veinticinco años y con intereses.

2 Una descripción detallada de la metodología empleada puede verse en el informe final de este trabajo, aún inédito, y en Gilboa, F.; Nahoum, B.; Alonso, N.; Calone, M.; Bracesco, M.; Bozzo, L.; Campoleoni, M., “La vivienda social. Evaluación de programas y tecnologías”. Coedición de la Facultad de Arquitectura y la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, Montevideo, 1999. 3 Mayores detalles sobre los aspectos sociales de los programas estudiados pueden verse en “La participación como elemento del impacto habitacional”, artículo de los mismos autores, Revista de Estudios Cooperativos, Montevideo, 2012.


trámite y de obra: obtención del terreno, definición del proyecto físico y redefinición durante la obra a partir de la problematización que genera la práctica, que lleva a reconsiderar opciones proyectuales y métodos de trabajo, buscando formas más eficientes de “hacer” y mejores resultados constructivos y económicos. Asimismo, la producción por ayuda mutua (todos construyen las casas de todos, y no cada uno la propia), lleva a que la identificación de la vivienda individual sea tardía en el proceso (recién al terminar) y por ello la noción de lo común se construye sobre una base material, objetiva, en la praxis. El proceso de cooperativización (que no refiere al mero hecho de la adopción de la forma jurídica cooperativa, sino al proceso de desarrollo grupal) adquiere importancia porque genera diferencias sustantivas al menos en cuanto a: 1) el proceso de creación del grupo, cómo se conforma y origina; 2) la trayectoria colectiva previa a la convivencia; 3) el desarrollo de capacidades organizativas y de gestión, y: 4) la existencia de un proyecto colectivo. En efecto, la confluencia de las familias en los programas cooperativos a partir de un proyecto en común, fortalece los lazos vinculantes entre los sujetos y da lugar a una cohesión en el co-

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lectivo, que no aparece en grupos que no tuvieron una constitución autogestionada. Si bien el nucleamiento en cooperativas se dio de distintas formas en los casos estudiados (no siempre con base en un proyecto claramente autónomo de conformación cooperativa) los grupos debieron atravesar procesos que dieron lugar a la creación de un proyecto común y su concreción a partir de distintas etapas. La habitación del conjunto se da como “etapa última” del grupo y esto genera que sea concebida como el producto de un esfuerzo común. En los conjuntos de NBE construidos por empresas estudiados, por el contrario, el comienzo de la “historia común” se da recién cuando a un grupo de vecinos se les asigna una vivienda y a partir de allí tienen que convivir con otras personas a quienes no conocen y con quienes no tienen ninguna trayectoria colectiva. Esta carencia se transforma en un problema, agravado por la inexistencia de organización a la interna del complejo y el hecho que sus habitantes no perciban las potencialidades que podría generar la autogestión del proyecto o el trabajo conjunto. Los vecinos recibieron un plan del Estado y exigen que sea éste quien resuelva los problemas que van apareciendo. La práctica organizativa requiere incentivos, reconocer un sentido, un para qué.

La responsabilidad sobre los espacios e infraestructura comunitaria y la organización para su mantenimiento y limpieza en las cooperativas contrasta radicalmente con la situación observada en los otros conjuntos, ya que en dos de éstos encontramos salones comunales depredados y en el otro es inexistente. Si bien en los primeros años de convivencia los salones se equipan y se desarrollan actividades comunes, el desgaste de los pocos vecinos que se ocupan de los mismos, genera procesos de gradual abandono y posterior desmantelamiento o apropiación privada, o ambos. Tampoco se produce una coordinación entre los vecinos para realizar tareas de limpieza, como expresión mínima de la necesidad de un tratamiento colectivo. La presencia en posobra de una ONG para apoyar a los grupos en lo organizativo, prevista en los programas de NBE (uno de cuyos cometidos era, paradojalmente, cobrar los aportes de los destinatarios)4 no tuvo efectos significativos en los casos estudiados, y de todos modos desapareció al culminar el trabajo de la ONG. En las cooperativas, en cambio, aún con problemas, en los tres casos los vecinos se mantienen 4

2 UR por mes durante cinco años, una de ellas destinada a la propia ONG y la otra a obras de mejoramiento del conjunto.


organizados para resolver la limpieza (turnos familiares para la higiene de los contenedores) y los salones comunales reciben un cuidado regular y se desarrollan en ellos actividades colectivas abiertas al barrio (grupo de adultos mayores, gimnasia, actividades para niños y jóvenes) y por supuesto, las requeridas por el funcionamiento orgánico: reuniones de Comisiones y Asamblea. Una excepción a esto es el caso de una de las cooperativas, en que el salón se generó a partir de actores externos, con un apoyo municipal que tenía como contrapartida la exigencia de abrirlo al barrio, todo lo cual dificultó la apropiación por parte del colectivo. Se podría pensar que la escasez de recursos materiales afecta el cuidado de los complejos. La falta de recursos económicos para tercerizar esas tareas, que lleva a que las cooperativas las asuman por sí mismas, no tiene igual efecto en los otros conjuntos: los casos estudiados revelan que en los intentos de organización que no tienen raíces generadas en un porqué común, asumido a la interna del grupo y apropiado como sentir colectivo, esta actividad autorregulatoria no se produce. En ello la participación del Estado como facilitador, o proveedor de la totalidad de los servicios puede plantearse como un problema, cuando quienes reciben la vivienda del Estado no se apropian del proyecto y no lo

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sienten suyo. Esto puede reflejarse en el proceso de canibalización de los salones comunales. La formación que genera la participación en organizaciones sociales y comunitarias previas a la convivencia colectiva resulta importante: la vocación y la aptitud para el funcionamiento colectivo llega al nuevo grupo a través de los compañeros y compañeras que la poseen, quienes actúan como vectores. No es necesario que todos tengan experiencia: su presencia en el colectivo tiene impacto sobre el mismo y se imbrica con el proceso del grupo. Otro elemento que sin duda influye, es el decantamiento que se produce en las cooperativas (y no en los otros grupos), en el transcurso del proceso, por el que se mantienen vinculados al proyecto quienes pueden sostenerlo, quienes poseen o desarrollan las aptitudes necesarias para el trabajo colectivo, y creen en el mismo, de manera que hay un nivel de autoselección que sin duda da cuenta de la convivencia posterior. Esto se afirma, además, por las prácticas de cooperación y ayuda mutua (jornadas solidarias, transmisión de experiencias y aprendizajes, apoyos diversos). El aspecto físico En cuanto a lo urbano, considerando la relación

de los emprendimientos con el entorno que los contiene, se observan distintas situaciones, no apareciendo con claridad un patrón de localización. Tanto en el caso de las cooperativas como en el de los otros conjuntos, se encuentran localizaciones y vínculos adecuados con el barrio y la ciudad, pero también situaciones deficitarias de acceso a servicios e infraestructuras urbanas y por tanto el pago de un alto costo (social y/o económico) para generarlas. Por otra parte, en casi todos los casos las normas de edificación permitían más altura que la empleada en los proyectos, la que de ser utilizada hubiera posibilitado construir mayor cantidad de viviendas, economizando así en infraestructura y servicios. Existe, no obstante, mejor aprovechamiento del suelo en las cooperativas, que son todas con tipología en tira -y en dos de los casos dúplex- siendo los NBE viviendas de un nivel con agrupamientos menos densos. Tampoco se han encontrado diferencias significativas en los conjuntos estudiados respecto a la seguridad frente al fuego -a excepción de “Guttemberg”, con cerramiento inadecuado por el cielorraso de poliestireno (“espuma-plast”), sin protección- y en seguridad estructural, salvo “Maroñas”, que presenta una fisuración inadmisible.


Respecto al confort acústico, el comportamiento frente al ruido aéreo también es similar, dado que las diferencias en el aislamiento de muros y cubiertas se compensan con la implantación de las viviendas, que son aisladas o a lo sumo apareadas en los conjuntos de NBE y en tira en el caso de las cooperativas, con fachadas donde la relación vano/lleno es muy alta. En lo que refiere al confort térmico, la mejor respuesta se da en los conjuntos cooperativos. Ello se debe a la posición de doble orientación en las viviendas (que proporciona un mejor asoleamiento), la ubicación de las aberturas y protecciones, y principalmente el diseño de sus cerramientos exteriores, todo ello debido a un mejor proyecto en esos casos, y también a mejores calidades en las soluciones. Cabe señalar que la preocupación por el diseño de los cerramientos superiores livianos es determinante en cuestiones como la seguridad frente al fuego y el confort térmico. La elección de la “espuma-plast” para cielorrasos es una alternativa que debería reconsiderarse en viviendas para sectores de bajos ingresos, ya que al colocarla a la vista y sin un correcto diseño de las capas intermedias entre el cielorraso y la chapa exterior (acero o fibrocemento), genera superficies de condensación que traen humedades importantes y además se constituye en un elemento más para la combustión en caso de incendio. Respecto al uso y adecuación de las viviendas a las necesidades familiares (funcionalidad), se observa que en las cooperativas el proceso previo permitió una mejor solución. En los otros conjuntos, la oferta única y repetitiva resultó rápidamente insuficiente y el crecimiento no

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siempre estuvo bien previsto, ni funcional ni financieramente. Se manifiesta una relación directa entre el uso y mantenimiento de las viviendas, que redunda en mayor durabilidad en las construcciones, y la preparación y organización de los vecinos para habitar en colectivo y solucionar en conjunto el buen mantenimiento de las unidades. Así, mientras en las cooperativas hay una preocupación importante por este aspecto, en los otros casos se muestran distintos resultados, que van desde lo bueno a lo deficitario. Inversiones por vivienda (UR)

En cuanto a los locales y espacios comunes, también en el caso de las cooperativas, la gestión grupal muestra buenas calidades, que conllevan un correcto mantenimiento de los mismos, mientras que en los conjuntos de NBE éstos son más bien residuales y descuidados El aspecto económico En cuanto a lo económico, se constató que promedialmente las cooperativas requieren, por metro cuadrado construido la mitad de la inversión que el Estado hace en las obras por empresa. Esto es consecuencia de la autogestión (no hay intermediarios) y del trabajo de los propios destinatarios. Si bien el costo de las viviendas es relativamente parecido, debe tenerse en cuenta que las cooperativas construyen prácticamente el doble de metros cuadrados con los mismos recursos. Este resultado, confirma el obtenido en estudios anteriores e incluso la relación que existe en otros países entre la producción autogestionaria y la que realizan las empresas.

Inversiones por metro cuadrado construido (UR)

Los costos de mantenimiento, a su vez, también son en promedio la mitad en el caso de las cooperativas, dado que los proyectos procuran utilizar materiales que necesiten menos conservación.


Aprendimos… Del estudio de estas seis experiencias de vivienda y vida, y del intercambio con la gente que es parte de ellas, quienes participamos en este proyecto aprendimos muchas cosas, que creemos importante compartir: -que la construcción del sujeto colectivo, superando la aislación y el individualismo, es fundamental en el desarrollo posterior de la convivencia en los conjuntos y en la utilización de los bienes comunes;

Costos de mantenimiento mensuales (UR)

En cuanto a los plazos, los de las empresas son menores, unos 15 meses en promedio contra 22 de las cooperativas. Lo más destacable, en este caso, sin embargo, es la gran diferencia que hay, casi sin excepciones, entre el tiempo de obra previsto y el real (aun utilizando prefabricados), lo que debe llevar a mirar con cuidado los ofrecimientos de plazos muy breves. 30

-que esto se da por esencia en las cooperativas, pero también puede ser parte de otro tipo de programas, si se advierte su importancia y se realiza un trabajo social adecuado; -que la homogeneización, reuniendo en el mismo barrio a familias que tienen el mismo tipo de dificultades, sólo trae más dificultades;

25 20 15 10 5 0

Plazos de ejecución previstos y reales (meses)

Previsto Real

-que en las cooperativas la participación de las familias permitió una adecuación mayor de las viviendas a sus necesidades, mientras que en los otros conjuntos la oferta única y repetitiva no las satisfizo; -que por ello la solución de la vivienda mínima resultó rápidamente insuficiente, lo que resultó agravado porque su mejoramiento no estaba adecuadamente previsto ni funcional, ni constructiva ni económicamente; -que la eliminación de intermediarios por medio de la autogestión y el aporte de las propias familias permite construir mejor y más barato, y por lo tanto obtener más y mejores soluciones;

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-que la conformidad de las familias con las soluciones alcanzadas es mucho mayor cuando tienen oportunidad de participar en las decisiones; -que eso también lleva a asumir responsabilidades cuando surgen problemas, en vez de buscar culpables externos; -que, pese a todas las dificultades, la gente que vive en estos conjuntos aporta a la ciudad mucho más que lo que la ciudad les aporta a ellos; -que en estos programas, aunque fueron promovidos por el Estado, no se realiza un adecuado aprovechamiento del suelo, que permita conformar mejor la ciudad y utilizar de forma óptima la infraestructura y servicios existentes.


Una experiencia de vivienda social desde la extensión

Aprender + Enseñar + Escuchar + Proyectar… Damián Berger Pedro Berger Eloisa Ibarzabal Lucia Pereira Elisa Porley Osvaldo Sabaño Emilia Szuchmacher Claudia Varin


EXTENSIÓN

Las reflexiones que siguen surgen de una experiencia de extensión universitaria que nace desde la convocatoria que realiza el Servicio Central de Extensión y Actividades con el Medio (SCEAM), a un equipo de estudiantes de Arquitectura para abordar la problemática de la vivienda en un colectivo conformado por tres familias de colonos del Instituto Nacional de Colonización (INC), que son relocalizadas desde el Cerro de Montevideo a Toledo, Canelones. Al momento de nuestra llegada las familias vivían en la precariedad de las “casas” de “Un Techo Para Mi País”. Las instituciones involucradas fueron varias: Intendencia de Canelones, INC, Junta Local de Toledo, y con la incorporación del Plan “Cuenca del Arroyo Carrasco”, se abre la posibilidad de apoyo económico para la construcción de tres viviendas. Desde este momento comenzamos a pensar y a actuar con el colectivo para la construcción del nuevo hábitat, en un proceso de enseñanza-aprendizaje, desde una práctica que tuvo como eje a la extensión universitaria y a la vivienda social.

sociales y culturales que permiten el desarrollo de la vida, la relocalización de las familias implicó un conjunto de desafíos múltiples y complejos (integración a nuevas redes, nuevas instituciones, nuevas necesidades), siendo uno de ellos la vivienda. Las nuevas condiciones a las que las familias se enfrentaron “chocaban” con el imaginario que tenían los colonos (el INC dispuso de apoyo técnico a las familias y de recursos para la solución de necesidades básicas, que no se concretaron: agua, vivienda, alambrado, etc.) y con el imaginario que tenían los vecinos de la zona sobre el Vivero de Toledo, donde fueron asentados. Dimensión temporal Desde el inicio del proceso las familias tuvieron necesidades inmediatas que determinaron un accionar rápido, marcado por factores como el cuidado de los animales, la llegada del invierno, la necesidad de abrigo y acceso a la luz y el agua, etc.

Dimensión socio-cultural Entendiendo que las condiciones de vivienda y producción van más allá de lo meramente físico, ya que están rodeadas de un conjunto de redes

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Los tiempos institucionales estuvieron determinados (no en todos los casos) por los tiempos de la burocracia, lo que determinó lapsos muy extendidos para resolver asuntos que para las

familias resultaban de urgencia. Con respecto a la vivienda y la intervención del equipo universitario, la misma se vio determinada por esos tiempos, apurados por la llegada del invierno, y con la manifestación de que “las viviendas salían” por parte del Plan Cuenca del Arroyo Carrasco, el equipo se abocó a la proyección técnica, el armado del presupuesto y la solicitud de los materiales, quedando a la espera del Plan Cuenca, que brindaría el respaldo. Abordaje metodológico Nos propusimos generar fundamentalmente un espacio social, estableciendo una constante reflexión-acción sobre las condiciones de vida en relación a la necesidad concreta de contar con una vivienda integrada a un proceso productivo, valorando los saberes de los colonos en pos de mejorar su calidad de vida. El desafío planteado fue la construcción conjunta de un modo de relacionamiento entre el grupo de universitarios -con un conocimiento técnico- y un grupo de familias -con sus propios conocimientos- en situación de precariedad habitacional y con necesidad de solucionar esas condiciones de hábitat. Esto llevó a discusiones constantes, a un intercambio permanente al


momento de proyectar, construyendo procesos bidireccionales con las familias de colonos, teniendo en cuenta desde los materiales a utilizar, su mano de obra (fuerza de trabajo familiar), sus imaginarios, la importancia de los espacios ligados a su producción agrícola-ganadera, hasta las limitaciones institucionales, que dieron marco a la formulación del proyecto. En el camino nos encontramos con limitaciones y carencias de nuestra formación que significaron rupturas en los estereotipos disciplinares, en nuestro caso como profesionales arquitectos. Perceptivamente nos planteamos una dinámica de ida y vuelta, donde nosotros proponíamos a partir de las posibilidades reales y generábamos espacios de intercambio donde ellos participaban en forma activa y propositiva, enriqueciendo la propuesta inicial, a su vez que la modificaban para lograr así un hábitat acorde a sus intereses. Entendimos la existencia de una “caja de herramientas”, como el conjunto de elementos referentes a la formación (dentro de los cuales está la técnica) o el conjunto de recursos que conjugan las capacidades. Y a la hora de trabajar con los colonos, tuvimos que reconocer no sólo cuál era nuestra caja de herramientas, sino descubrir cuál era la de ellos, para entender o dimensionar los verdaderos recursos con los que contábamos, más allá de los materiales y la práctica, a la hora del “hacer”. Dimensión académico-formal Buscamos vincularnos con la Facultad de Arquitectura, con el fin de validar, tener el apoyo institucional en este tipo de experiencias de extensión dentro del currículo académico. Du-

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rante el proceso prevaleció la idea de acción y ejecución ante la teorización y parálisis, lo que nos obligó a suspender varios intentos de formalizar el proyecto1 en coordinación con la Unidad de Apoyo al Relacionamiento de la Facultad de Arquitectura. El trabajo fue el vehículo para generar cierta transversalidad a la interna de la Facultad con la cátedra de Acondicionamiento Sanitario y el Instituto de la Construcción, donde encontramos quienes nos ayudaran a tomar algunas decisiones en la etapa de proyecto. También se dio a conocer la existencia del proyecto, tanto en la Comisión de Extensión de la 1 Enmarcarlo en los llamados, generalmente anuales, a “Proyectos de Extensión Estudiantil” o “Actividades de Extensión” impulsados desde el SCEAM.

Facultad de Arquitectura, como en los pasillos de la misma, en cada convocatoria abierta a jornadas prácticas con las familias, citando nuestra bitácora web2, que proporcionaba más información. Y en julio de 2010, la “Propuesta Integral de Extensión de Facultad de Arquitectura-RED” lo retoma en el punto nº 6, como “Trabajos desarrollados desde el Centro de Estudiantes, sin financiación o apoyo de la institución”-Comuna Tierra. Comunicación + relación bi-direccional Al momento de elegir la tecnología (desde la tradicional hasta las alternativas), ello se hizo en conjunto con las familias, tratando de explorar sus saberes para potenciar los recursos existentes y realizar un proceso óptimo en cuanto a 2 http://ct-colonos-toledo.blogspot.com/


pensar el proyecto colectivo fue adaptándose a la realidad. Interdisciplinar + popular Fue fundamental contar con un equipo interdisciplinario (arquitectura, agronomía, psicología), a nivel académico y no académico, formal y no formal, siendo ése el motor y la riqueza principal de la experiencia. Supimos encontrarnos en el aprendizaje de otras formas de realizar las actividades, de otros puntos de vista en cada detalle, de otros encares en diversas situaciones, donde la realidad pautó las posibilidades. Asimismo nosotros, estudiantes de arquitectura, nos vimos aportando esos conocimientos salidos del laboratorio, generados en un papel, haciéndose reales en un pedazo de tierra. Reflexión final

recursos humanos y materiales. Teniendo en cuenta la mano de obra con la que contaba cada familia y los tiempos de construcción de cada tecnología, una de las familias se inclinó por la vivienda tradicional y las otras dos eligieron la construcción en madera. A partir de ahí comenzamos a plantear diferentes tareas en función a los proyectos desarrollados con las 83

familias, por ejemplo jornadas de replanteo y doblado de hierros, realizando la difusión abierta a la interna de la Facultad. Al inicio entendimos que el trabajo podía desarrollarse en conjunto entre todas las familias, pero la realidad hizo que cada familia desarrollara su proyecto en forma individual. Una vez más. nuestra forma académica e “idealista” de

Pensamos que la clave a toda proposición de vivienda social se encuentra en el intercambio entre quienes van a ocupar el espacio a habitar y quienes proyecten acorde a los necesidades de aquéllos. Es entonces una construcción colectiva, de continuo intercambio desarrollando al máximo los recursos existentes, tanto materiales como humanos. Más allá del resultado concreto logrado, se desarrollará un proceso que es complejo, dinámico y diverso, es decir único. Finalmente el proyecto no se concreta debido al entorpecimiento interinstitucional, y nuestro proceso se detiene, pero no se detiene el proceso de las familias, que continúan viviendo en el mismo lugar y tratando de dignificar su espacio de habitar, transformando las construcciones de “Un techo para mi país”.


Autoconstrucci贸n en terreno propio MVOTMA

El siguiente art铆culo es una breve explicaci贸n, preparada para VIVIENDA POPULAR por el MVOTMA, acerca de las condiciones y modalidades del Programa de Autoconstrucci贸n en terreno propio del Ministerio, que ahora alcanza cobertura a nivel nacional.


INSTITUCIONES

“El terreno lo compramos en cuotas, hicimos mucho sacrificio para poder pagarlo, lo que no podíamos era juntar el dinero para construir la casa (…), este programa nos dio la posibilidad de tenerla” expresan Martha y Pablo una pareja de Salto que accedió al programa Autoconstrucción y recibió un préstamo, con ayuda para pagar la cuota (subsidio a la cuota), para construir su vivienda en terreno propio. Ahora familias de todo el país que cuenten con terreno tendrán la posibilidad de inscribirse en el programa Autoconstrucción del Ministerio de Vivienda como lo hicieron Martha y Pablo. “No sabíamos sobre construcción, y de todas formas pudimos acceder, porque el Ministerio nos capacitó y nos ayuda con arquitecto y un obrero” cuenta Pablo. Todas las familias que no superen las 60 Unidades Reajustables (UR) de ingresos (unos $ 35.000 al valor de UR de julio 2012) pueden inscribirse. Además la novedad es que este programa prevé que las familias que no tienen ingresos también pueden participar. El programa cuenta con subsidio a la cuota, esto significa que cada familia abonará una cantidad de acuerdo a su capacidad de pago y el Ministerio se hace cargo del resto para alcanzar

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el valor de la cuota. En los casos que no puedan hacer frente a ningún pago, el Ministerio se hará cargo de toda la cuota (ver ejemplos al final). También se capacita en autoconstrucción a las personas beneficiarias y un equipo técnico las acompaña durante todo el proceso que dure la obra. Las personas trabajarán en la construcción de su nueva vivienda o deberán contar con el apoyo de familiares, amigos, o grupos sociales que trabajen en la obra. “Este programa nos dio una posibilidad que creíamos imposible: trabajamos los dos pero nos arreglamos para organizarnos y poder trabajar en la obra, aparte de contar con la ayuda de toda la familia y amigos”, cuenta Ruben de Paysandú, casado y padre de dos niños. El monto del préstamo es de 200.000 Unidades Indexadas (UI) (algo menos de $ 500.000 a la fecha) a devolver hasta en quince años con un interés mínimo. El mismo permite comprar los materiales, y además el 15% del total del préstamo se puede destinar a la contratación de mano de obra especializada (obrero, electricista, sanitario) y al pago de los aportes patronales de esa mano de obra al Banco de Previsión Social (BPS).

Los terrenos habilitados para participar del programa deben ser urbanos o suburbanos, quedando excluidos los que se encuentren en zonas inundables, contaminados o en zonas rurales. En caso de tener vivienda construida u obras inconclusas igualmente pueden formar parte del programa para terminar o complementar la vivienda. “En mi caso mis padres me ofrecieron un lugar en el terreno donde está su casa para que mi novia y yo podamos construir e irnos a vivir allí, así no seguimos alquilando y podríamos mejorar nuestra situación” expresa Jorge, de la ciudad de Florida. Ejemplo para una familia de 3 integrantes que accede a una vivienda de 2 dormitorios. La cuota del préstamo (antes del subsidio) ascendería a $ 3.548. Si los ingresos de la familia son menores a $5.500, no paga cuota (subsidio total); si los ingresos de la familia son de $10.000 pagará de cuota $ 1.000 (subsidio parcial); si los ingresos de la familia son de $15.000 pagará de cuota $ 2.100 (subsidio parcial); si los ingresos de la familia son de $22.000 pagará toda la cuota (sin subsidio).



Imágenes de actividades barriales en el marco del Espacio de Formación Integral Hábitat Y Territorio Facultad de Arquitectura, Facultad de Ciencias, Facultad de Psicología, Facultad de Humanidades, Instituto Superior de Educación Física y Escuela de Nutrición. Año 2011. Equipo Docente: Alina del Castillo, Raúl Vallés, Luciana Mello, Norma Piazza, Jorge Larroca, Andrea Francisco. Fuente: equipo docente


Densificar aprovechando la infraestructura existente

Vivienda Colectiva Plus

Amancay Matos Pablo RodrĂ­guez


LOS ESTUDIANTES PROPONEN

Introducción El presente artículo busca transmitir el proceso que venimos realizando como Proyecto de Arquitectura dentro del taller Ángela Perdomo en la carrera de grado de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República. Nuestro trabajo nace de la reflexión e interés por la problemática nacional de la vivienda, y la principal pregunta a responder es: ¿qué tipo de vivienda debemos promover (o proponer)? A partir de la misma surge la inquietud de no mirar solamente el objeto vivienda sino estudiar y relacionarlo con la construcción del hábitat, de las formas de urbanización y del uso del suelo. Partimos de una premisa que excede los tiempos y alcances de la propuesta, por lo que intencionalmente existen aspectos que no podrán ser profundizados, pero tenemos el convencimiento que es el ámbito correcto en el cual pensar-nos y reflexionar sobre nuestra futura práctica como profesionales. Algunas reflexiones previas Sucintamente comentaremos las premisas básicas en los cuales se fundamenta nuestra propuesta, sin realizar un desarrollo exhaustivo

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ni intentar construir un diagnóstico detallado de la situación actual de Montevideo. Partimos de pensar la ciudad desde una óptica sostenible, donde densificar el área consolidada, sin generar una expansión de la mancha urbana, se vuelve vital. Roberto Fernández con respecto a la temática señala que “la imposibilidad de continuar externalizando costos ambientales en torno a un espurio crecimiento urbano, comienza a ser crítica, e induce más que a pensar el planeamiento como idealmente expansivo, a reconcebirlo como cerrado o limitado.”1 La ciudad de Montevideo crece en superficie urbanizada mientras que la población no registra un aumento significativo. Al mismo tiempo e históricamente, las viviendas de interés social se han regido con una lógica de minimizar los costos directos asociados al terreno y a la construcción tanto de la vivienda, como de los servicios básicos.

identificamos un conjunto de condiciones de diseño que permiten esperar que una vivienda social se valorice en el tiempo. Por dar sólo un ejemplo, en una vivienda social es clave la localización. Por tanto a una vivienda social hay que preguntarle dónde (está) más que cuánto (-metraje o terminaciones- tiene). Estar bien localizado no sólo influye en el mayor valor de una vivienda, sino que implica que esa familia pobre queda inserta en las redes de oportunidades de la ciudad, oportunidades de trabajo, de educación, de salud, etc.”2 Es así que se propone densificar un área acotada de la ciudad de Montevideo aprovechando las infraestructuras existentes y proponiendo a través de las viviendas plus no solamente llenar vacíos en la trama, sino posibilitar el crecimiento en altura, generando una mayor concentración poblacional. ¿Por qué trabajar en el barrio Guruyú en Ciudad Vieja?

Otro aspecto que se vuelve esencial es el no reproducir un modelo de territorio con lógicas sectoriales que generen marginación y segregación, y utilizar la ciudad como fuente de equidad. Alejandro Aravena señala que “en Elemental,

Este barrio dentro de la Ciudad Vieja cuenta con todos los servicios, sin embargo se constata un deterioro importante del stock edilicio. El 30% de las viviendas presentan condiciones

1 Roberto Fernández, 2000, Ciudad Verde. Teoría de la Gestión Ambiental Urbana, Editorial Espacio, Buenos Aires, Argentina.

2 Alejandro Aravena, 2008, revista Verb Crisis, Editorial ACTAR D, Barcelona, España.


de hacinamiento, con una baja densidad de viviendas por manzana (de 47 a 146) e importante presencia de población residente de nivel socioeconómico medio y bajo, mostrando una pérdida de población de 1.464 habitantes en el periodo intercensal 1985-1996. Paradójicamente se dio un incremento de 220 nuevas viviendas en el mismo periodo, expresando una tendencia general a la disminución del tamaño medio de los hogares acentuada en el área central de la ciudad.3 Análisis Urbano Buscamos desarrollar una propuesta de vivienda colectiva que sea un tipo repetible en condiciones similares. Es por esto que analizamos las situaciones prediales en tres aspectos; 1. tomando en cuenta la normativa urbanística existente (grados de protección de cada padrón, altura máxima, usos preferentes y FOS); 2. conformación tipo-morfológica del padrón (según sus dimensiones y planimetrías, y su relación en la manzana esquina o en la manzana entre medianeras); 3. la ocupación del barrio (relevamiento visual de los vacíos, predios sin edificación; construcciones existentes desocupadas o habitadas por “okupas” -ocupación ilegal de las construcciones-. Esto fue corroborado con datos existentes en el Plan Especial de Ciudad Vieja y fotos aéreas de Google Earth). Ver figura 1.

Figura 1

Configuración de la vivienda colectiva plus

Realizando cruzamientos de estos datos obtuvimos los posibles casos de padrones a estudiar. Ver figura 2.

Nuestra propuesta busca un tipo de vivienda colectiva que tenga componentes básicos, los cuales se reformulen con una lógica de aprovechamiento, buscando soluciones habitacionales que conjuguen la vivienda privada con el plus de los espacios y servicios colectivos adaptados a la morfología existente en el barrio Guruyú.

3 Datos extraídos del Plan Especial de Ciudad Vieja-Intendencia de Montevideo.

El abordaje del tipo para su estudio y desarrollo

Vivienda Popular

lo realizamos en tres unidades; unidad formaespacial; unidad gestión, y unidad constructiva, sobre las que ahondaremos a continuación. Unidad forma-espacial A través de los espacios plus a las partes que componen la vivienda colectiva y la posibilidad abierta de estar en distintas relaciones con otras partes de la vivienda particular, buscamos explorar usos potenciales de estos espacios


Figura 2

que generen un adicional, un plus. La propuesta parte de establecer módulos de plus colectivo, plus público, viviendas individuales y la barra de circulación. El criterio general para agrupar las distintas partes fue que cada vivienda particular esté directamente relacionada con un plus colectivo. El mismo debe brindar luz y ventilación, por lo cual debe tener conexión directa con el exterior, o conectarse con el exterior directamente por la fachada. Plus colectivo son áreas de uso común, apropiables, con potenciales alternativos de usos:

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patios, azoteas apropiables, espacios cerrados y abiertos de uso común Plus público, entre calle-edificio: se plantea dar continuidad a la lógica existente en el área central de Montevideo donde en la planta baja se desarrollan actividades de carácter público como comercio y espacios socio-culturales. Ver figura 3. Vivienda individual Se definieron dos módulos básicos, los cuales surgen de los servicios mínimos necesarios para la vivienda individual y de las áreas necesarias establecidas en la normativa vigente

(Digesto Municipal). El módulo A, contiene las zonas de uso colectivo de la vivienda (cocina, living y comedor) y el módulo B incluye las zonas privadas de la vivienda (dormitorios y baños). Se buscó racionalizar el diseño, logrando a través de la resolución de dos módulos base, la generación de cuatro tipologías de vivienda: 2D-vivienda con un área para dos dormitorios; 3D-vivienda con un área para tres dormitorios; Dx-vivienda en dos niveles (dúplex) con un área para dos dormitorios; Ma-vivienda monoambiente. Ver figura 4. Las aberturas y huecos pasantes entre módulos se establecieron en función de las distintas


combinatorias, buscando definir una cantidad acotada de variantes con el fin de racionalizar la solución planteada. Al mismo tiempo de obtener un correcto aprovechamiento de los espacios interiores, es preciso que se cumpla con las áreas necesarias y con los requerimientos de ventilación e iluminación. Se proyecta una gama de opciones posibles, para que el usuario pueda construir él mismo los tabiques divisorios interiores, priorizándose la facilidad de ejecución, la disponibilidad en plaza de los materiales y su costo.

cial construidos por empresa y por cooperativas. De esto se desprende que el precio del metro cuadrado para una cooperativa de vivienda en Ciudad Vieja es similar al costo del metro cuadrado que invierte el Estado en sus políticas de vivienda construida por empresa en otras zonas. Por lo cual económicamente parece ser una propuesta razonable, fomentar la construcción por cooperativas en Ciudad Vieja y otras zonas que ya cuentan con servicios, cuyos integrantes sabemos que deben tener determinadas particularidades específicas, que permitan desarrollar su vida socio-laboral en esos lugares.

Unidad Gestión Unidad constructiva Ante todo, nuestra ciudad necesita ciudadanos, no sólo moradores. En el germen de la autogestión del sistema cooperativo uruguayo se encuentra un colectivo organizado que se une por un fin específico, “el techo”. Aunque muchas veces los lazos que se generan van más allá de esta necesidad, los colectivos con capacidad de gestión y negociación siembran la posibilidad de un hábitat compartido, principio elemental para una ciudad de y para todos. ¿Es posible en Uruguay integrar la vivienda social que actualmente realizan constructoras privadas con fondos estatales a la construcción de viviendas no subsidiadas? ¿Y a una cooperativa por ayuda mutua?

Figura 3

Vivienda Popular

Para evaluar la posibilidad de realizar la propuesta, indagamos acerca del precio del metro cuadrado de terreno en el sector de estudio, la relación ingreso por familia/préstamo de la normativa vigente del MVOTMA para cooperativas de vivienda y el valor del metro cuadrado de vivienda en programas estatales de vivienda so-

Las cooperativas de vivienda actualmente exigen una carga horaria elevada (veinte horas semanales en obra por núcleo familiar), por lo cual uno de los requisitos del sistema constructivo debe ser aprovechar la mano de obra no calificada existente, reduciendo los tiempos de obra. Buscamos además un bajo costo de construcción inicial dando la posibilidad de prestaciones mejorables en el tiempo. En función de lo antes definido en la unidad forma-espacial, investigamos métodos constructivos que permitan desarrollar una envolvente con todos los requisitos de confort, y en el interior plantear núcleos de servicios, realizando la menor cantidad de tabiques interiores. En general algunos sistemas constructivos empleados en cooperativas de vivienda en nuestro país presentaron dificultades para ser aplicados en nuestro proyecto, debido a los siguientes motivos: no ser adaptable para un proyecto de cuatro niveles (las propuestas que se presenta-


ban eran de un nivel o dúplex); por la necesidad de tener un obrador para la realización de las piezas estandarizadas, con el lugar de acopio necesario y la compra de maquinaria específica, en nuestro caso con la dificultad que el terreno presenta dimensiones acotadas al mismo tiempo que no se justifica la compra de maquinaria particular por la escala del proyecto. Optamos entonces por implementar el sistema de Pared de Hormigón Armado, que utiliza encofrados de aluminio. Este sistema consiste en muros y losas de hormigón armado, los cuales son llenados al mismo tiempo, gracias a un encofrado doble que delimita y da forma a muros y losas. Todas las paredes son modeladas en una única etapa de colocación del hormigón, permitiendo que, después del desmolde, las paredes ya contengan en su interior todos los elementos embutidos: marcos de puertas y ventanas, cañerías eléctrica e hidráulica, etc. Evaluamos que este método constructivo podría ser utilizado en nuestro proyecto por la condición modular que generan las distintas tipologías. Además las aberturas utilizadas mantienen las mismas dimensiones en las viviendas, siendo fácilmente adaptables a este sistema. En nuestro caso, se podría hacer uso de la mano de obra benévola, entre otras tareas, en el montaje de los encofrados, la ejecución de la sanitaria y eléctrica, así como en las terminaciones interiores de cada vivienda y el equipamiento de los espacios comunes. Luego de este proceso, seleccionamos uno de los casos tipo para desarrollar y ajustar a un

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Figura 4

padrón específico la propuesta de Vivienda Colectiva Plus. Generamos una propuesta la cual plantea la incorporación de 250 viviendas con un total aproximado de 750 ciudadanos o más, que verían satisfecha su necesidad básica de habitación, contando con los servicios de la ciudad ya consolidada, a través de una forma autoges-

tionada de producción. Planteamos muchas preguntas, conseguimos responder algunas, pero principalmente logramos reflexionar sobre cómo generar ciudad a través de la vivienda, teniendo en cuenta aspectos económicos, constructivos, sociales y espaciales.


idEVO [identidad EVOLUTIVA] Sebastián Pérez González Cristian Ayala Revetria*

* El presente trabajo se realizó en el Taller Danza, siendo tutores los docentes Inés Artecona y Bernardo Monteverde, integrantes del Equipo PFC junto a Pedro Calzavara y Miguel Fascioli; asesores De Tomasi (sanitario); Rebosio (eléctrico); Merlino (térmico); Hormigones Hopresa; Pilotes Franki Uruguaya S.A.; Richero (web); Monteagudo (construcción), y Chamlian (estructura) Los autores agradecen asimismo a Lucía Gastañaga y Gamio (web y gráfico); Victoria Ortiz (dibujo y gráfico); Walter Molina (presidente Asentamiento Civil Esperanza); Alejandro Moreira (vicepresidente Asentamiento Civil Esperanza) y a la Comisión del Asentamiento Civil Esperanza.


LOS ESTUDIANTES PROPONEN

idEVO (identidad EVOLUTIVA) se centra en el estudio detallado de la vivienda en un ámbito de bajos recursos y genera una estrategia que se adecúe a sus necesidades particulares y que siga ciertas lógicas allí reconocidas. El proyecto se estructura en cinco “cuerdas” (capítulos). La primera presenta el posicionamiento frente al problema: desde dónde nos paramos, el porqué del desafío, y el primer abordaje urbano al lugar a intervenir. Este estudio se realiza a nivel de la cuenca, del barrio y de su entorno más inmediato, aun cuando éste tenga un límite departamental que los divida. Allí se reconocen las principales particularidades que identifican a sus habitantes, sus formas de vivir y de apropiarse de los espacios. Se realiza un estudio de viabilidad para reconocer las posibilidades reales de la propuesta y todas las variables que intervienen en ésta. La cuerda número dos realiza un estudio similar pero llevado a otra escala: la vivienda. Allí se analiza y se reconoce que la aparente irracionalidad de la diversa gama de viviendas, las cuales se levantaron sin un plan previo, sigue o copia ciertas lógicas de desarrollo, crecimiento y construcción que se encuentran aparentemente ocultas. Se elabora una

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estrategia que reconozca y potencie estas características, tanto desde su armado, su apropiación y su evolución, para que además de esto genere viviendas para una adecuada habitabilidad. En esta cuerda se busca resaltar que la propuesta está lejos de generar un producto acabado, sino todo lo contrario: una propuesta abierta, los pasos de inicio de un proceso.

Se considera que el proyecto es abierto, factible de transformarse y evolucionar. Como cierre de una etapa del estudio se realiza una difusión del proyecto a través de varias materializaciones: diario “La base está”; blog proyectoidevo.wordpress.com; web http://tallerdanza.com/idevo/ y suplemento gráfico técnico idEVO

Las cuerdas 3, 4 y 5 desarrollan una posible aplicación de las estrategias planteadas y buscan demostrar que la propuesta es factible de ser construida, ya que se logra llegar a un “producto arquitectónico”. No buscan mostrar un solo camino sino uno de los posibles; el cambio de una variable puede generar una propuesta con grandes diferencias.

Reflexiones

La cuerda 3 realiza un corte transversal al asentamiento, estratégicamente, para que se puedan estudiar todas las situaciones posibles a la vez, donde existan terrenos a ocupar, viviendas a realojar y espacio público a proponer. La cuarta cuerda desarrolla un sector específico de ese corte en profundidad, llevándolo al detalle y transformándolo en anteproyecto ejecutivo. Por último, en la cuerda 5 se estudia una tipología específica para conocer la situación particular de una vivienda aislada.

[Otra cabeza] el proyecto no considera los problemas como tales sino como oportunidades de acción y para ello es necesario reconocer allí los elementos potenciales a ser desarrollados. Estudia en detalle la situación existente, separa las capas que la componen, las lleva a sus extremos y desarrolla estrategias que buscan dar respuestas acordes con esa realidad. [Otro cliente] es posible “pensar y hacer arquitectura” en condiciones de pobreza sin perder la identidad del lugar y de las personas, con estrategias evolutivas que se adapten a su constante crecimiento. Las características de este usuario atípico requieren que las respuestas a la vivienda sean tanto funcional como estéticamente acordes a sus necesidades y conceptos.


[Otro tema] se reconoce que la problemática de fondo es más amplia, implica muchos otros elementos: lo social, lo cultural y lo económico, entre otros. La arquitectura es parte de todo esto. El proyecto no busca dar una solución completa, porque ello implicaría una intervención interdisciplinaria, sino manifestar que buscar una solución desde lo arquitectónico es posible. Intervenciones de otra escala y carácter, como son los edificios públicos propuestos, buscan también producir un cambio con respecto a la asimetría social existente hoy en el barrio: busca la integración, la interacción.

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[Otra escala] situaciones de estas características deben estar inmersas dentro de un marco más amplio, un plan que abarque no sólo lo específico del asentamiento sino también su vínculo con el barrio. Por ello, la propuesta parte de la supuesta existencia de un plan más amplio que debería abarcar toda la cuenca del arroyo Carrasco y ambos departamentos. [Otra solución] las clásicas respuestas a la vivienda de bajos recursos, al igual que las soluciones con viviendas de emergencia, no son las adecuadas en la mayoría de los casos.

La propuesta debe ser perdurable en el tiempo, acorde a los estándares de habitabilidad y con las lógicas de convivencia, de uso y de crecimiento del asentamiento. El proyecto no busca mostrar una única receta o fórmula de cómo se deben abordar estas situaciones, sino demostrar que se pueden buscar otras alternativas más allá de las tradicionales y que éstas son factibles de desarrollo y de construcción. [Otro público/otro privado] existe en los asentamientos una relación público/privado


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diferente, atípica, es difícil percibir donde se encuentra el límite, llegando en ciertos momentos a perderse completamente. Esta característica se puede apreciar en los patios, en las terrazas, en los corredores. El proyecto la reconoce, estudia y potencia, ya que esta interacción aumenta el arraigo al lugar y le genera su propia identidad. [Otro montaje] la incorporación de los habitantes del asentamiento como mano de obra de la construcción del proyecto no sólo implica una disminución de los costos y de los tiempos, sino que también genera la idea de “propio” y fortalece la cooperación, el trabajo en grupo y la asociación (idea que los habitantes expresaron reiteradas veces en las primeras entrevistas). Para ello se estudia en detalle todo el sistema constructivo, haciendo que las etapas desarrolladas por los usuarios (los cuales carecen de conocimientos constructivos) sean en su mayoría de fácil ensamble y montaje. [Otro fin] en situaciones de estas características donde se está en continuo cambio, crecimiento y construcción, es importante ser consciente de que en ningún momento se puede pensar en un objeto terminado, sino todo lo contrario, en un proceso inacabado que muta constantemente. Tanto la vivienda como el conjunto deben

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tener una gran capacidad de adaptación a las diferentes situaciones actuales de los usuarios y a las que tendrán en un futuro. Es por esto que lejos de proponer un producto acabado se dibujan estrategias, abordajes al problema, que puedan desencadenar ésta u otras soluciones. El blog es una herramienta importante en este sentido, ya que permite generar una interacción, un intercambio de ideas con los visitantes, que favorezca esta evolución. Conceptos Asentamiento Civil “Esperanza” Pobreza (problema no) = oportunidad sí. Público/Privado (atípico, desdibujado, sin límites) = más terrazas, patios y corredores compartidos. Fractura expuesta (división social latente) = necesidad de intervención interdisciplinaria mayor. La Gran Manzana (otra escala) = estrategia de crecimiento repetitivo de la menor escala. Me ahogo (cota inundable) = espacio público. Salpicón Verde (vegetación dispersa) = más lechuga al salpicón. Encuéntrame (laberinto público) = ensanches y amplificaciones con igual lógica. Vacantes (predios públicos) = apropiación para puntapié inicial.

Mi Patio, Tu Patio (áreas compartidas) = parte de la lógica de la vivienda. Árbol familiar (abuelos, hijos, nietos, bisnietos, vecinos) = previsión de futura construcción “Aire” Entrevero (desorden de viviendas) = Modulando, viviendas tipo más encastres (desorden aparente). Yo (particularidad de cada familia) = espacio “Comodín”. $ (fondos) = ayuda mutua. AEIOU (enseñanza) = lógica de armado de prefabricados. Trenzas (cruce de instalaciones) = bandas de servicios.


Realojo de población de asentamientos irregulares en Mercedes

Un aporte a la gestión de programas masivos de realojo por autoconstrucción asistida Arq. Fernando Cabezudo LTS Graciela Cavallero LTS Cecilia Gadea Arq. María Noel Ferreira*

* La LTS Graciela Cavallero es la Coordinadora del Área Social de la Unidad Ejecutora de la experiencia, la que también integra la LTS Cecilia Gadea; la Arq. María Noel Ferreira es integrante

del equipo físico, y el Arq. Fernando Cabezudo, fue el Coordinador General del programa hasta abril de 2010, en que asumió la coordinación del PIAI.


EXPERIENCIAS RECIENTES

A partir del año 2008 se realiza el realojo y regularización de los asentamientos Aparicio Saravia y AFE, en la ciudad de Mercedes, hoy en etapa de culminación. Esta intervención social, urbana y habitacional resulta significativa, ya que además de ser cogestionada, involucra al 4% de la población de la ciudad. El aporte de la mano de obra corresponde parcialmente a la población beneficiaria, la conducción técnica a una Unidad Ejecutora de la Intendencia Departamental de Soriano (IDS) y se financia mediante un convenio entre el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) y la IDS. 1. Los asentamientos irregulares en el departamento de Soriano y los casos de Aparicio Saravia y AFE A nivel del departamento de Soriano, los asentamientos irregulares se concentran en la ciudad de Mercedes. La ocupación de tierras públicas comienza hacia los años ´30, con el afincamiento en el barrio Cerro, que en su evolución llegó a constituirse en el asentamiento irregular más poblado de la ciudad. En el transcurso del tiempo, sucesivas administraciones departamentales realizaron obras de mejoramiento en este barrio y abordaron la regularización jurídica de los predios, aunque aún un porcentaje de su población no ha culminado la tramitación de la propiedad. En Mercedes, al igual que en los diferentes centros urbanos del país, el acceso a la vivienda en alquiler, en particular desde la implementación

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de la política de libre contratación (1974), no ha sido una opción viable para amplios sectores de bajos ingresos y a su vez, las respuestas sectoriales y municipales no atendieron adecuadamente esta demanda. Desde el gobierno local la práctica fue autorizar el afincamiento de población en predios de propiedad municipal, definiendo criterios organizativos insuficientes para el uso del suelo, los que además progresivamente se abandonaron en tanto que los núcleos informales se extendían y densificaban. De manera coincidente con las crisis de finales del siglo XX (1982) y principios del XXI (1999 al 2002) que afectan al país en su conjunto, se reconocen dos etapas de incremento de la informalidad residencial en la ciudad. Hacia 1982 se verifica la mayor ocupación reciente, la que se sitúa en la faja delimitada por el Camino Aparicio Saravia y la cañada de los Hornos. Esta localización presenta restricciones ambien-

tales ya que comprende una importante zona inundable y parte de un antiguo vertedero de residuos sólidos. En la segunda etapa, a partir del 2001, y en un breve lapso, otro significativo contingente de familias se afinca en predios de propiedad de AFE situados a ambos lados de la vía férrea existente. En el Censo Fase I 2004 el relevamiento realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en convenio con el Programa de Integración de Asentamientos Irregulares (PIAI) (20052006) registró en el departamento de Soriano 84.563 habitantes, de los cuales 2.815 residen en asentamientos irregulares. Aparicio Saravia y AFE son los que concentran mayor población, representando el 58 % del total de la informalidad residencial del departamento. Como suele ocurrir con las gestiones estatales y municipales orientadas hacia las situaciones de


to, la IDS propuso a los organismos sectoriales la redefinición de los proyectos ideados para cada asentamiento, junto a la adopción de una nueva estrategia interinstitucional para reasignar los recursos, de modo de implementar una nueva estrategia social, urbana y arquitectónica, aspectos que constituyen los ejes principales de la experiencia y de este artículo. 2. El programa La concreción de este programa, complejo y de gran escala, requirió la conjunción de las voluntades políticas, las capacidades y compromisos de los técnicos en sus diversas especialidades, y el apoyo de la población implicada.

vulnerabilidad social, urbana y habitacional, las acciones públicas evidenciaron marchas y contramarchas. Centrándonos en Aparicio Saravia y AFE ilustraremos las más significativas. En la década de los ´90, el MVOTMA y la Intendencia promovieron los primeros estudios para regularizar el asentamiento Aparicio Saravia, con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo, lo cual finalmente no se concretó. Posteriormente, en la primera etapa de ejecución del PIAI, 2000-2005, se selecciona un sector del Aparicio Saravia para su regularización. Al constatar la presencia de plomo en el suelo, se suspende el proyecto. Luego, desde Rentas Generales, a través de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) se asignan recursos para su realojo parcial, se realiza una licitación pública y se selecciona a la empresa Espina Hidráulica S.A. para la ejecución de las

Vivienda Popular

obras (2004). En el restante sector del asentamiento se disponen recursos para mejorar la situación de las viviendas, mediante un convenio entre la IDS y el MVOTMA. Las acciones proyectadas nuevamente no llegaron a concretarse, defraudando una vez más las expectativas de la población. Respecto al asentamiento AFE, al comienzo del siguiente período de gobierno (2005) el MVOTMA, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y la IDS firman un convenio para el realojo de su población, dado que AFE y el MTOP proyectaban habilitar la vía férrea. Este proceso, signado por diversos fracasos, fue evaluado de modo crítico por la IDS, y en 2007, desde un análisis más comprensivo del desarrollo urbano de la ciudad, derivó en la formulación de un programa urbano-habitacional, que integra los dos asentamientos referidos. En efec-

La importancia de la problemática habitacional en Mercedes determina que el gobierno departamental priorice las acciones sobre el hábitat, específicamente aquellas vinculadas a los asentamientos irregulares;1 de este modo la IDS manifiesta la firme voluntad de construir una política tendiente a revertir el proceso de fragmentación socio-territorial, con una historia de más de treinta años de intervenciones fracasadas. Esta definición política habilitó el diseño de un programa por parte de los técnicos de la Intendencia, que comprende dos proyectos coordinados: por un lado el realojo total del asentamiento AFE y el parcial del Aparicio Saravia, comprendiendo a 403 familias, y por otro, la regularización del restante sector de este último, 1 En el inicio del período de gobierno 2005–2010 la Intendencia consideró que la responsabilidad de viabilizar una solución para revertir la situación de los asentamientos irregulares correspondía al MVOTMA; no obstante, resolvió asumir un rol protagónico, ya que parte del suelo ocupado le pertenecía, y a su vez la población involucrada, que representa una parte importante de la comunidad, recurría y exigía soluciones al Gobierno Departamental.


que alcanza a 108 familias, lo que implica: -proponer al Gobierno Nacional la unificación de los recursos que de modo puntual había asignado a la IDS para la atención de la informalidad residencial. El planteo fue aceptado, y se concretó transfiriendo la totalidad de los recursos al MVOTMA, quien a través de su Dirección Nacional de Vivienda (DINAVI) se constituyó en la única contraparte sectorial de la IDS; -incrementar la contribución material de la Intendencia en dos rubros diferenciados: por un lado, aportando tierras de su propiedad en localizaciones consistentes con los lineamientos del Plan Estratégico y Director de la microrregión de Mercedes; por otro, realizando parte de las obras de infraestructura;2 -reformular el contrato con la empresa Espina Hidráulica S.A., focalizando su intervención en la construcción de las plateas de cimentación de las viviendas, en la infraestructura domiciliaria y en parte de la urbana;3 -integrar el trabajo de las familias beneficiarias en la autoconstrucción de sus viviendas, a partir del aporte de una canasta de materiales y de la correspondiente asistencia técnica; -instrumentar una Unidad Ejecutora a nivel municipal, responsable de planificar, proyectar y gestionar el programa, que se organizó según tres áreas técnicas: social, urbano-arquitectónica, y jurídico-notarial. 2 Movimiento de tierras, vialidad y desagües pluviales. 3 Redes de agua potable, energía eléctrica, saneamiento, alumbrado público, plateas de cimentación, redes internas de desagüe de aguas servidas y acometidas de agua potable, de conexión a la red de saneamiento y de energía eléctrica.

103

3. Proyecto de realojo Centrándonos ahora en el proyecto de realojo, debe destacarse que su objetivo principal es propender a la inclusión social y por lo tanto a la restitución de derechos ciudadanos de la población involucrada. En este sentido, el acceso a la vivienda evolutiva a través de la autoconstrucción4 asistida se concibe como un potente instrumento para el logro del objetivo principal. En consecuencia, el proyecto integra los aspectos sociales y urbano-habitacionales. Se desarrolla en dos escalas: la familiar y la comunitaria, promoviendo las oportunidades para fortalecer 4 Se entiende por autoconstrucción el “proceso constructivo mediante el cual cada familia se dedica a edificar su propia casa, avanzando en la medida que van progresivamente disponiendo de recursos”. Fuente: Documento de Trabajo del Proyecto: Manual de Autoconstrucción, 2009: 107.


asumir el protagonismo de construir su ciudadanía7; -provee los predios, realiza su amanzanamiento y fraccionamiento, los movimientos de tierra, las calles y los desagües pluviales;

las redes sociales existentes y para crear nuevos vínculos.

comedor cocina; la platea prevé la ampliación de dos nuevos ambientes.

La Unidad Ejecutora a cargo del proyecto coordina un equipo multidisciplinario, y en el desarrollo del trabajo adquiere un carácter transdisciplinario5, donde las distintas áreas de conocimiento técnico convergen en el tiempo y el espacio, apoyando el proceso de cada familia, respetando sus particularidades y tiempos. De este modo, el proyecto actúa sobre el conjunto de sus componentes: las familias, las viviendas, los servicios urbanos y las vinculaciones con el tejido social de la ciudad existente.

3.1 Gestión del proyecto

Señalemos algunas dimensiones del proyecto urbano-arquitectónico que interpretan los objetivos del programa: el realojo se concreta en dos localizaciones que continúan el tejido urbano de la ciudad; la tipología utilizada se organiza con viviendas apareadas, evolutivas y de un nivel; para potenciar la eficacia de los autoconstructores, se dispone de plateas de cimentación con conexiones de sanitaria y eléctrica, a partir de las cuales, las familias realizan el núcleo húmedo y dos ambientes: un dormitorio y el estar 5 El término transdisciplnario introducido en 1970 por Jean Piaget, implica aquello que está al mismo tiempo entre las disciplinas, a través de las diferentes disciplinas, y más allá de cada disciplina individual. Fuente: Wikipedia.

Vivienda Popular

Para la implementación del proyecto se definió una estructura de coordinaciones que integra el ámbito público y el privado. A nivel institucional, los principales roles corresponden a la Intendencia, en particular a la Unidad Ejecutora del Proyecto, y al MVOTMA, desde la DINAVI. En cuanto al ámbito privado es prevalente el rol de las familias y de manera subsidiaria el correspondiente a la empresa constructora en la fase inicial de construcción de redes de infraestructura y plateas de cimentación. A continuación, se señalan los roles desempeñados por los diferentes agentes del programa. IDS -Realiza la articulación interinstitucional a escala nacional y local a través de la Unidad Ejecutora, promoviendo los acuerdos necesarios con los organismos estatales con competencia territorial6 y los organismos privados, para definir los procedimientos que permitan a los beneficiarios 6 UTE, OSE, BPS, ANV, ANEP, INAU, MSP, Ministerio del Interior, Ministerio de Defensa, Poder Judicial.

-aporta los coordinadores de las áreas que integran la Unidad Ejecutora, el personal y el soporte administrativo. A la vez, suscribe acuerdos con las familias, libera los predios de los 7 El registro y cierre de las obras en el BPS, así como de las ampliaciones posteriores de las viviendas; la contratación de los servicios de OSE y UTE; la incorporación a los servicios de asistencia de ASSE, los realizan en forma personalizada los propios beneficiarios. Para dar satisfacción a los requisitos exigidos por los distintos prestadores de servicios, se realizaron acuerdos a nivel de la institucionalidad, de modo de crear o modificar procedimientos que se adaptaran a la complejidad que imponía el número de beneficiarios, sin disminuir ni la calidad de los servicios, ni los requisitos exigidos.


asentamientos y otorga los títulos de propiedad. MVOTMA La DINAVI, proporciona los recaudos de la tipología de vivienda y los recursos del Fondo Nacional de Vivienda y Urbanización para el financiamiento de: -una parte sustantiva de la infraestructura urbana (contrato con la empresa Espina Hidráulica S.A,): red de agua, saneamiento, energía eléctrica, alumbrado y plateas de cimentación; -las canastas de materiales que se asignan a cada familia: -la contratación de técnicos para integrar la Unidad Ejecutora, que se seleccionaron mediante concurso de méritos. Unidad Ejecutora Se integra por tres áreas: social, urbano-arquitectónica y jurídico-notarial. Además, por su relevancia en la gestión del programa, se señala la importancia de la estructura de coordinaciones del equipo interdisciplinario y del software utilizado. El Área Social cuenta con seis Licenciados en Trabajo Social, que asesoran a las familias de manera individualizada. El trabajo comienza con las familias afincadas en el asentamiento irregular y culmina en la etapa de pos-obra luego de obtener los títulos de propiedad de sus nuevas viviendas. Este trabajo se realiza en un lapso que oscila entre ocho y doce meses. El Área Urbano-arquitectónica, a su vez, se constituye por dos arquitectos y cinco orientadores en

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albañilería, eléctrica y sanitaria, que asesoran a las familias durante la etapa de obra. Finalmente, el Área jurídico-notarial se compone de un escribano y dos abogados, que asesoran a las familias desde que comprometen su adhesión al programa hasta la entrega de los títulos de propiedad. Una vez que las familias acuerdan el realojo, la Intendencia, en convenio con el MVOTMA, se compromete a liberar y preservar los predios ocupados. La Intendencia realiza las acciones judiciales de desalojo en la semana siguiente a la firma del compromiso de adhesión y el lanzamiento no se concreta en tanto las familias permanezcan en el programa. En la etapa de obra, asesoran al equipo técnico social y a las familias en el proceso de identificación de los titulares de la propiedad. Finalmente, cuatro semanas antes de la mudanza, remiten a la Asociación de Es-

cribanos del Uruguay (AEU) la documentación requerida para el otorgamiento de la escritura. Las coordinaciones del Equipo Técnico se realizan en dos instancias consecutivas: la primera corresponde al área social y allí se evalúa el avance del programa y la situación de aquellas familias que presentan mayores dificultades, asignándose las tareas para la semana y el nuevo grupo de familias que inician el proceso con los técnicos correspondientes; la segunda instancia comprende al conjunto del equipo, incluyendo los orientadores en obra y el personal administrativo; en ella se evalúa la marcha general del programa, se comunican decisiones que inciden en su evolución, así como las proyecciones para el corto y mediano plazo, y se debaten aspectos previamente socializados, a los efectos de reformular y ajustar la gestión de las distintas áreas; con respecto a las situaciones


críticas que pueden presentar algunas familias, se diseñan estrategias de acción particulares. Cabe señalar asimismo que entre los diferentes instrumentos para la implementación del proyecto, se destaca el software diseñado localmente en GENEXUS® para la administración y seguimiento sistemático de los recursos, tareas y actividades. Esto otorga transparencia al uso de los recursos asignados y permite registrar la trayectoria de cada familia en el transcurso del proyecto. En este sentido, se ilustran los contenidos más relevantes para la gestión del proyecto: -aspectos sociales: censo inicial de la población afincada de modo informal; registro acumulativo social; relevamiento 2011, y procesamiento de información; -gestión de insumos materiales: aprobación de las etapas culminadas, de modo de habilitar al sistema las emisiones de la etapa siguiente; registro de entrega de materiales en cada etapa de obra; registro de préstamos del banco de herramientas; registro del stock global de materiales para las canastas; -gestión financiera: gestión de los recursos asignados para las licitaciones de compras de materiales; gestión de la facturación semanal por materiales entregados; -aspectos jurídicos: registro jurídico de los juicios de desalojo; registro de la titularidad para la comunicación a la AEU; registro de obras ante el BPS; altas y bajas de trabajadores benévolos; -autorizaciones de la IDS: órdenes para la contratación de los servicios de UTE y OSE; órdenes de mudanza y demolición.

Vivienda Popular

Familias Entre las responsabilidades que asumen las familias para el acceso formal a la vivienda (para el programa siempre será denominada como “la casa”) y a los servicios, se destacan las siguientes: -en cuanto a la materialización de las viviendas, trabajar en la autoconstrucción durante un plazo máximo de seis meses; realizar un buen uso de las herramientas y materiales que el programa les asigna, y demoler las construcciones donde residían y concretar la mudanza a sus nuevas viviendas; -en cuanto a la formalización del acceso a la vivienda y los servicios, las familias realizan gestiones según los procedimientos definidos por los organismos estatales en acuerdos in-


terinstitucionales para viabilizar el programa. Es así que gestionan la incorporación de los núcleos familiares a los servicios de ASSE; tramitan el registro y cierre de las obras ante el BPS, así como de las futuras ampliaciones de las viviendas; contratan los servicios de OSE y UTE, y obtienen el título de propiedad del bien con el apoyo del área jurídico-notarial; -en cuanto a la apropiación de los barrios y su integración a la ciudad, las familias concurren

a talleres iniciales donde se abordan diferentes temas en relación a la convivencia, así como también participan en la elección del nombre del barrio y de sus calles.

ticularidades y potencialidades. Si bien para la construcción de cada vivienda se establece un plazo máximo de seis meses, los tiempos para el cumplimiento de las etapas son propios de cada familia.

3.2 Ejecución del proyecto La ejecución del programa comienza en mayo 2008 y a la fecha (abril 2012) se encuentra en su fase final. Ello implica acompañar los tiempos de cada familia considerando sus par-

En una lógica de ejecución según ciclos semanales, el trabajo comprende progresivamente al conjunto de las familias; cada semana la coordinación social asigna nuevas familias a los técnicos sociales y de este modo se inicia la fase de

ETAPAS DEL PROGRAMA Y CRONOGRAMA POR ÁREA

CONSTRUCCIÓN DE LA CASA

entrega de entregas etapa ladrillos de herrería

1

50% ladrillos

2

50% ladrillos

3

6

avance de obra

tiempo mín y med (en días)

ÁREA SOCIAL

20/60

preparación para la firma del CdeH

ÁREA ARQUITECTURA

elevación 50% muros y amure aberturas

9/26

cumplimiento del compromiso de honor y seguimiento familiar

preaprueba orientador: altura de muros, aplomado de muros y colocación inodoro

aberturas

50% portland arena, ancaplast, hierro

elevacion del total de muros, pronto para recibir cubierta

15/44

cumplimiento del compromiso de honor y seguimiento familiar

preaprueba orientador: altura de muros, aplomado de muros y colocación inodoro

cerchas

fieltro, alambre cocido, ganchos, chapas, babetas

cubierta y babetas colocadas y terminadas, devolución de andamios

11/25

titulares de la documentación T o C y mejoras de la casa

preaprueba orientador con planilla inspección

materiales sanitaria, aberturas de madera

colocada la totalidad de las aberturas, red de desagües y de abastecimiento terminada sin grifería

11/22

titulares de la documentación T o C, mejoras de la casa y mudanza

preaprueba orientador con planilla inspección

materiales eléctrica, artefactos sanitarios, grifería y pintura

instalación eléctirca, terminaciones de sanitaria y pintura. Unidad habitable

11/22

alero

TIEMPO DE PRÓRROGA (se define en cualquier etapa por el área Social)

0/60

MUDANZA

4/10

titulares de la documentación y c.i. obligatorio. Emision de orden a notarial. Mudanza

POS OBRA 107

90/120

presentación demanda de desalojo

culminado el juicio se suspende lanzamiento si la familia se mantienen en el programa

preaprueba orientador con planilla inspección. Medición orden de escritura de tierra.

fecha de mudanza emison de orden de mudanza para Talleres Municipales

mejoras: revestimientos y cielorraso

entrevista 1

asistencia si las ampliaciones son las del programa

2

7

ÁREA NOTARIAL ÁREA JURÍDICA firma del CdeH

50% portland arena, ancaplast, inodoro, herramientas

4 5

entrega de otros materiales

fijación de primera toma de posesión fecha de escritura del predio en el o comodato Asentamiento título o comodato

entrevista 2 entrevista 3 entrevista 4 entrevista 5


ACTIVIDADES DEL PROYECTO

L M M J

V S

Coordinación del equipo técnico Adhesión al programa Capacitación para el inicio de obras Mudanzas y demoliciones Otorgamiento de escrituras

relacionamiento de los técnicos y las familias. La Fase de Pre-obra del programa es la instancia donde cada familia prefigura junto al técnico toda la obra y el traslado al nuevo barrio. Se realiza un trabajo intensivo y detallado por considerar que el proceso implica un cambio muy importante para cada uno de los integrantes de la familia. En esta fase se reconocen y planifican las diferentes etapas de la obra, los materiales y las herramientas a utilizar. En este sentido, el Manual de Autoconstrucción8, realizado específicamente para este proyecto, constituye un instrumento relevante para la posterior concreción de las obras. Esta fase culmina con la firma del Compromiso de Honor9 que formaliza la adhesión de la familia al programa y habilita el inicio de la siguiente fase.

carné de salud y registro de la obra ante el BPS. Para iniciar las obras se realizan talleres de capacitación de las familias. El seguimiento y registro diario de las obras lo realiza el equipo urbano-arquitectónico. En esta fase, el acompañamiento del área social se orienta a motivar y sostener el trabajo de cada familia en la obra. Simultáneamente se desarrollan acciones educativo-promocionales en relación a la titulación del bien y al alcance de las obligaciones y derechos que de ella emergen. En la Fase de Pos-obra, finalizada la obra, el equipo técnico, junto a las familias, coordina la realización de las mudanzas desde el asentamiento hacia el nuevo barrio. Las escrituras de propiedad se otorgan por escribanos de la AEU; eventual y transitoriamente se otorgan comodatos de uso. Cuando las familias habitan las nuevas casas, se trabaja con ellas con el apoyo de una cartilla orientada al buen uso y mantenimiento de la casa y de los espacios públicos. También se trabaja el significado del derecho de propiedad y los derechos y obligaciones en relación a los vecinos, en particular a los linderos.

para 1.715 personas. Además, atendiendo a las instrucciones de seguridad e higiene contenidas en el Manual de Autoconstrucción, no se registraron accidentes laborales de consideración en el transcurso de las obras. En lo referente a avances en materia de formalidad respecto al acceso a la vivienda y los servicios, debe señalarse que a la fecha, 376 familias residen en sus nuevas viviendas y 207 de ellas han obtenido el título de propiedad; en relación al pago de la contribución inmobiliaria, 159 familias están en condiciones administrativas de realizarlo, pero cumplieron con el requisito 87 familias, lo que representa el 55%; según informes no actualizados de OSE y UTE, los servicios contratados tienen los niveles de morosidad usuales para la ciudad; finalmente, respecto al registro de las obras de ampliación de las viviendas, el BPS informa que se está realizando de acuerdo a los procedimientos acordados. Cuando restan culminar ocho viviendas, se está realizando el censo final que proporcionará la información necesaria para efectuar la evaluación final completa del programa.

4. Evaluación preliminar del proyecto 5. Conclusiones

A su vez, la Fase de Obra se organiza en cinco etapas, que se corresponden con metas de avance social y de las obras. Comienza cuando la familia aporta la documentación para suscribir el contrato de adhesión al programa; entre otros documentos se requiere: cédula de identidad,

Las familias identifican de manera positiva dos hechos significativos: la participación en la construcción de su casa, y la capacitación obtenida en nociones básicas de construcción. Señalan además, que el proceso referido incidió en la vida laboral de algunas familias.

8 Documento que contiene los planos de las viviendas y una guía de autoconstrucción, donde se explican las tareas y los procedimientos constructivos. 9 El término fue sugerido por el Centro Nacional de Rehabilitación referido a la “cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo” (DRAE).

En la medida que aún no se dispone de una evaluación del proyecto, señalaremos algunos indicadores cuantitativos que nos parecen de interés. En lo referente a salud, el programa logró la actualización o emisión de carné de salud

Vivienda Popular

En la medida que a nivel del país se proyecta realizar realojos de población de muy bajos recursos que viven en situaciones críticas y en la informalidad, la experiencia de Mercedes es un antecedente a considerar, aunque también es claro que no debe ser entendida como un modelo replicable mecánicamente. Sobre todo, teniendo presente que esta experiencia se explica por la coyuntura política e institucional en que se realizó y por las características de los recursos humanos que participaron, o sea de


las familias, de los técnicos y de los decisores políticos intervinientes. De todos modos, se identifican fortalezas generales, éstas sí replicables, ya que el umbral alcanzado globalmente por esta experiencia resulta una buena práctica en el territorio. Sin embargo, importa señalar que para continuar mitigando los efectos de la fragmentación social y urbana vivida por esta población, se requiere de políticas sociales interinstitucionales sostenidas en el tiempo, en lo referente a educación, capacitación para el empleo, salud y convivencia ciudadana. En particular, en cuanto a ésta, adquiere importancia lograr consensos para una positiva evolución del nuevo hábitat. En cuanto a las fortalezas generales se señala: -la interpretación del problema desde lo local. Se definió una estrategia articuladora de los recursos humanos y materiales disponibles, que resultó acumulativa para los objetivos sociales, urbanos y habitacionales identificados. En este sentido fue muy importante la creación de la 109

Unidad Ejecutora, que en tanto equipo técnico, en los hechos funcionó con carácter transdiciplinar, lo que habilitó aprendizajes mutuos para el conjunto de sus integrantes, y permitió sucesivos ajustes desde la dinámica que el programa generaba en sus diferentes etapas;

Desde el enfoque del trabajo social, interesa señalar los apoyos técnicos realizados a cada familia durante todo el proceso, particularmente los referidos a la construcción parcial de las viviendas y a las tramitaciones que realizan las familias, ya sea en la esfera privada o pública.

-la gestión institucional. El carácter interinstitucional de este programa, sumando recursos departamentales y sectoriales es sustantivo, ya que esto lo vuelve viable, reformulando las tradicionales prácticas fragmentarias en el territorio y adaptando la gestión a las características de la población involucrada;

Finalmente interesa destacar el compromiso de la población beneficiada en las diferentes etapas, lo que informa acerca de la apropiación de las familias con el programa.

-la gestión urbano-habitacional. Los proyectos de los nuevos barrios integran el Plan Estratégico y Director de la microrregión de Mercedes, definiendo de este modo la continuidad de la trama urbana existente. El tipo de autoconstrucción adoptado resulta eficaz y facilitador, ya que las familias intervienen luego de realizadas, por empresa constructora, las obras de cimentación asociadas a las conexiones domiciliarias de eléctrica y sanitaria.

Es imperioso para los autores reconocer y agradecer a los arquitectos Martha Cecilio y Jack Couriel. Su generosidad intelectual se constituyó en un aporte sustancial para que en el breve espacio del artículo podamos dar cuenta de esta experiencia.


Promociones de viviendas de autoconstrucción

Hábitat y participación en Andalucía (1988-2007)* Vicente J. Díaz García**

* Para más información sobre el programa de autoconstrucción ver Díaz, Vicente: “Participación ciudadana y vivienda. El programa de autoconstrucción de la Junta de Andalucía (19882007)2, Tesis doctoral de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 2008 (inédita). ** Doctor arquitecto, miembro del grupo de investigación ARQPA (Arquitectura. Patrimonio. Participación) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, España. Especialización en mediación urbana, cooperación al desarrollo y gestión social del hábitat. Actualmente es técnico del proyecto Patrival, dedicado a la valorización del patrimonio cultural de Canarias.


MUNDO

Al otro lado del Atlántico será difícil comprender cómo un viejo país como España cayó durante siete años, entre 2000 y 2007, en una espiral de crecimiento incontrolado, a veces desbocado, en lo que se refiere a la urbanización de terrenos, a la construcción y compra-venta de viviendas (700.000 por año), al aumento de precios (16% anual), a la concesión de préstamos hipotecarios, etc. La coincidencia en el año 2008 del estallido de la crisis mundial con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en España sacó a relucir las contradicciones de un modelo de crecimiento equivocado, basado principalmente en el ladrillo, esto es, en la construcción.

En medio de ese baile de cifras, entre los años 1988 y 2007 se desarrolló en Andalucía un programa de viviendas de promoción pública denominado de Autoconstrucción. En un momento en que la subida de precios o el índice de construcción de viviendas alcanzaban en España su máximo histórico y la promoción pública (viviendas construidas por las Administraciones Públicas) disminuía drásticamente hasta prácticamente su desaparición, en Andalucía, un programa de promoción pública de viviendas apostaba decididamente por la participación de los habitantes en la construcción de las que serían, al final del proceso, sus propias viviendas. Este trabajo es el resultado de una búsqueda que me llevó a visitar, en el otoño de 2005, más de 150 promociones de viviendas (de un total de 171 promociones existentes en ese momento) pertenecientes a dicho Programa de Autoconstrucción.

111

“Cuando llegué como funcionario a Andalucía Aunque no exista una relación directa, coinen el año 1984 me encontré con que ya había cide el desarrollo de los primeros pasos del varias versiones redactadas de un pretendido referido programa de autoconstrucción con la decreto de autoconstrucción, que tenían un celebración en 1986 en Sevilla de un congreso enfoque sin embargo que no era correcto, pordedicado a las experiencias Latinoamericanas que pretendía asimilar la autoconstrucción a la de vivienda social, congreso al que acudieron VPO (Vivienda de protección oficial). Entonces representantes de Uruguay, Brasil, México, etc. El Programa de Autoconstrucción de la Junta de trasladaba al campo de la autoconstrucción donde efectivamente se mantenía la idea de Andalucía podría interpretarse como un intento la experiencia colectiva, de trabajo compartido, de traslación de aquellas experiencias, fundaetc.-, la parafernalia de los procedimientos de mentalmente de las cooperativas de construcción de vivienda por ayuda mutua de Uruguay, a la VPO. En este punto se produjo un giro copernicano en la concepción (...) al plantearnos que la realidad socioeconómica de España. las viviendas debían ser promoción pública, una A propósito del origen y de los antecedentes del promoción colectiva tutelada por la Administración, pero promoción pública. Con esa perspecPrograma de Autoconstrucción, Luis González tiva encajó todo.” Tamarit, jefe de servicio hasta el año 2004 de la Dirección General de Vivienda, e impulsor del programa, durante una entrevista que le hicimos El Programa de Autoconstrucción representó el lugar de encuentro de casi cuatro mil familias en septiembre de 2005 afirmaba:


inmediaciones de los cementerios. El número de viviendas por promoción se situó entre las 7 viviendas en Alcontar (Almería), Baena (Córdoba) o Berrocal (Huelva) y las 50 viviendas de Brenes (Sevilla) o las 56 de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). En cualquier caso, nos interesa destacar que la tipología mayoritariamente utilizada fue la de vivienda de dos plantas unifamiliar en hilera. Tan sólo en casos como los de Sanlúcar de Barrameda, Paradas (Sevilla) o Baena (Córdoba) se utilizaron tipologías de viviendas colectivas. Con respecto a la disposición de las viviendas predominaron los modelos en una única hilera o formando manzana con doble hilera de viviendas dando a cuatro calles. En muchos casos encontramos variaciones interesantes, como andaluzas (en total se construyeron 3.373 viviendas). Básicamente el programa establecía los siguientes parámetros: 1. viviendas de promoción pública con participación de los beneficiarios en su construcción; 2. los Ayuntamientos cedían los terrenos para la construcción; 3. la Junta de Andalucía aportaba el proyecto arquitectónico y la dirección de obras, además de 24.000 euros por vivienda en materiales de construcción (15.000 euros en 1988); 4. viviendas de 70 metros cuadrados; 5. uso de sistemas constructivos sencillos, posibilidad de ampliaciones futuras e integración con el entorno. Las viviendas se ubicaban en terrenos cedidos por los Municipios, casi siempre en los bordes urbanos, esto es, en la última manzana de un sector recién urbanizado de la periferia, o bien en espacios intersticiales de la trama urbana o en los terrenos ejidales, muchas veces en las

Vivienda Popular

por ejemplo viviendas volcadas a espacios cualificados, bien sean calles rodonales, como en la promoción de “La Estación” (San Roque, Cádiz), Lomopardo (Jerez de la Frontera, Cádiz) o La Palma del Condado (Huelva) o dando a pequeñas plazas, como en Olvera (Cádiz), Carmona (Sevilla) o Berrocal (Huelva). También las encontramos dando a parques de mayores dimensiones como el caso de Huercal-Overa (Almería) o Santiponce (Sevilla). En otros casos, por su ubicación límite en las parcelaciones realizadas en terrenos urbanizables de nueva creación, las viviendas se enfrentaban directamente al paisaje, como las viviendas de Zuheros (Córdoba), la Lantejuela (Sevilla) o Burguillos (Sevilla) En cuanto a la tipología edificatoria debemos decir que la verdadera innovación fue la implicación del usuario/a en la posibilidad de amplia-


ción de su vivienda. Recordemos que en este momento España estaba construyendo tantas viviendas como Inglaterra, Francia y Alemania juntas. Por supuesto, una vez terminada la promoción comenzó la diversidad tipológica y estética, esto es, las viviendas crecieron en tantas formas como personas las habitan. En algunos casos la previsión realizada desde el proyecto se cumplió en un alto porcentaje. En otros, los cambios se abrieron camino incluso a pesar del proyecto arquitectónico. Hay que hacer una mención obligada al tiempo dedicado a la construcción de las viviendas. El tiempo medio de construcción de las promociones visitadas superó los cuatro años. Teniendo en cuenta que una promoción de estas características, realizada enteramente por una empresa constructora, llevaría entre 12 y 18 meses, debemos concluir que el factor tiempo es uno de los sacrificios asumidos en este tipo de promociones. Es claro que, en la medida en que intervinieron empresas en la construcción, el tiempo se redujo en detrimento de la participación de los autoconstructores/as. Tal y como venía reflejado en las bases del programa de autoconstrucción, uno de los elementos de cohesión más importantes era el hecho de que todas las familias trabajaban en todas las viviendas. Esto quiere decir que hasta el final nadie conocía cuál era su vivienda. Esta regla se cumplió en la mayor parte de los casos, aunque también encontramos promociones en las que se llegó a acuerdos para la adjudicación entre los propietarios/as, bien fuera al principio de la promoción (caso menos frecuente) o bien después de terminada la estructura, o en la fase final de la obra. Por lo general funcionaron mejor aquellas que realizaron el reparto de llaves tal y

113


Consideramos tres niveles de participación: alta, cuando la subcontratación no superó el 10% de las partidas de obra; media, cuando esa subcontratación estuvo entre el 10 y el 50% de las partidas o se hizo un reparto de las viviendas o solares al inicio del proceso; y baja, cuando la subcontratación a empresas superó el 50% de las partidas de obra (ver Tabla 1). como establecía el programa. En algunos casos nos encontramos que fueron los propios ayuntamientos los que propiciaron el reparto de las parcelas antes de finalizar las obras. Con respecto a la subcontratación, la casuística fue desde aquellas promociones realizadas exclusivamente por una empresa (cuestión no admitida por el programa), hasta las promociones realizadas en su totalidad por los autoconstructores/as. Otras variantes fueron empresas que a su vez contrataron a los autoconstructores/as o la subcontratación de algunas partidas de obra como carpinterías, revestimientos o instalaciones eléctricas. Las promociones de vivienda de autoconstrucción de la Junta de Andalucía deambularon por el difícil camino del diálogo entre los usuarios/ as, los técnicos y las Administraciones Públicas.

Vivienda Popular

Todas las partes tuvieron que ceder en sus expectativas. Los propietarios asumiendo y construyendo un proyecto con el que estéticamente podían no estar de acuerdo, pero comprendiendo que ese resultado respondía a una incuestionable lógica económica; los técnicos implicados asumiendo la importancia del trato directo con los usuarios/as, que en muchos casos les llevó a realizar modificaciones en el proyecto. Finalmente la Administración, propiciando con este programa la construcción no sólo de viviendas, sino también de ciudadanía, base fundamental de la construcción colectiva del hábitat. Las promociones de autoconstrucción implicaron necesariamente acuerdos en todos los órdenes: económico, social y cultural. Por último valoramos aquello que diferencia al programa de autoconstrucción del resto de programas, esto es, la participación del usuario/a.

El resultado obtenido nos indica que un 56% de las promociones contaron con una participación alta de los autoconstructores/as, frente al 25% en las que se dio una baja participación. Por provincias debemos destacar las promociones de Huelva con una participación alta en el 81% de los casos, seguida de Córdoba con un 67%; Sevilla con un 63% y Cádiz con un 59%. En cuanto al bajo nivel de participación, destaca Jaén con un 89% de sus promociones, seguido de Granada con un 80%. Podemos afirmar que el Programa de Autoconstrucción de la Junta de Andalucía es el que ha conseguido construir las viviendas de promoción pública más rentables -política, económica y socialmente- de los últimos veinticinco años en España. Esta experiencia ha representado uno de los mejores ejemplos de integración y cooperación social, de accesibilidad y sostenibilidad en materia de vivienda, y sobre todo un


ejemplo de participación en la creación social del hábitat. También es sin duda la experiencia participativa más importante que se ha desarrollado en materia de vivienda social en España desde la última gran operación llevada a cabo en los años 1970 en la periferia de Madrid. PORCENTAJE TOTAL DE PARTICIPACIÓN (por promociones) ALTA

MEDIA

BAJA

ALMERÍA

50%

0%

50%

CÁDIZ

59%

25%

16%

CÓRDOBA

67%

28%

5%

GRANADA

15%

5%

80%

HUELVA

81%

11%

8%

JAEN

11%

0%

89%

MÁLAGA

17%

50%

33%

SEVILLA

63%

19%

18%

TOTAL

57%

18%

25%

TABLA 1 (Elaboración propia) Esta tabla ha sido elaborada a partir de las entrevistas realizadas en las 150 promociones visitadas. Existen muchas posibilidades de incurrir en errores dado que dichas entrevistas no han sido lo suficientemente amplias como para extraer conclusiones sociológicas. Sirva este dato como meramente orientativo.

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Debate en Sevilla sobre el “cooperativismo en cesión de uso”*

¿Será posible en Andalucía? Coopdeusosevilla**

* En el XX Seminario de Arquitectura y Compromiso Social, El cooperativismo de vivienda en cesión de uso: de la visibilización de una alternativa de acceso a la vivienda a la conformación del grupo coopdeusosevilla. 17-19 de mayo de 2012. **Grupo de personas interesadas en desarrollar experiencias de cooperativas de vivienda en cesión de uso en el contexto sevillano como base de otro modelo de convivencia. Se plantea como un lugar abierto en el que se espera incluir a otras personas y colectivos en el proceso. Se encuentra en: http://coopdeusosevilla.masqueunacasa.org


MUNDO

La asociación universitaria española “Arquitectura y Compromiso Social”1 organiza un seminario anual para contribuir a la visibilización de problemáticas urbanas, así como a la formación de la comunidad universitaria y la ciudadanía en general. Se busca provocar con ello el debate público y la reflexión conjunta sobre temas de actualidad. En el contexto de crisis en el país, los efectos derivados de la especulación con el valor del suelo y de la vivienda en Andalucía se hacen cada día más visibles. Se ha depredado y segregado el territorio, se han multiplicado desproporcionadamente los precios, de manera que amplios sectores de la población están excluidos o en riesgo de exclusión social, al tener que destinar casi la totalidad de su salario al pago de cuotas hipotecarias o alquiler. Frente a esta situación, este año quisimos contribuir a la difusión y promoción del modelo de cooperativas de vivienda en cesión de uso y disfrute como una alternativa de acceso a la vivienda en Andalucía. Las experiencias nacionales e internacionales de este tipo de cooperativas establecen, a través de la propiedad 1 Arquitectura y Compromiso Social, www.arquisocial.org; contacto: arquisocial@us.es; sedes: Universidad de Sevilla y Casa del Pumarejo.

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colectiva, un sistema de acceso a la vivienda2 desvinculado de manera permanente del ánimo de lucro. Esta propuesta, basada en la cultura comunitaria y en la gestión democrática, se presenta como otra vía factible de acceso al hábitat en Andalucía. Asimismo, nos propusimos generar red y masa crítica alrededor de esta alternativa. Nos planteábamos que se conformase un grupo de trabajo interdisciplinar que siguiera interesado en esta opción para el hábitat y continuar así con el estudio de adaptación, difusión y promoción de la propuesta. El germen de este equipo se ha generado al tiempo que se preparaba este Encuentro, al sumarse a las tareas de organización, debate y definición de estrategias otros colectivos y profesionales3, en torno a lo que venimos llamando “coopdeusosevilla”.

vismo y continuara con la muestra de ejemplos realizados en distintas latitudes, así como una mesa redonda donde debatir acerca de cómo se desarrollaría una propuesta parecida en el contexto andaluz actual. Después pasaríamos a referirnos a experiencias colectivas que hoy en día tienen lugar en Sevilla y finalmente trataríamos de aterrizar lo aprendido en un caso concreto. En las próximas líneas damos cuenta -muy escueta- de lo acontecido en cada uno de los bloques4.

El evento se organizó en cinco bloques, respondiendo a una secuencia que comenzase por los conceptos más teóricos en torno al cooperati2 Hablamos de vivienda y de la posibilidad de otros espacios y servicios complementarios, compartidos por el grupo y en general abiertos al barrio. Nos insertamos en una conceptualización amplia de derecho a la vivienda, a la ciudad, al hábitat. 3 Lapanadería, estudio de arquitectura. http://despachodepan.com; Marina Lora, arquitecta investigadora de la Universidad de Sevilla; MedioMundo, estudio de arquitectura. http://www.mediomundo.es

4 En paralelo, iremos mostrando otras actividades que salen a la calle mientras todo esto se cuece. Ligado al movimiento 15-M, la intercomisión de vivienda planteó el miércoles 16 una jornada de trabajo sobre vivienda, en Las Setas-plaza de la Encarnación. Coopdeusosevilla participó con una breve explicación del contenido del Seminario de Cooperativismo y las líneas básicas que implicaría una propuesta cooperativa para el hábitat.


1. ¿De qué hablamos cuando...? 5 Iniciamos el Encuentro exponiendo por qué proponemos esta cuestión a debate en estos días, qué significa referirse al cooperativismo y, finalmente, qué características fundamentales tendrían las cooperativas de vivienda de las que hablamos. Destacamos la mención inicial a las peculiaridades que tiene en nuestro entorno la precariedad en términos de hábitat: seiscientas mil6 viviendas vacías a la vez que se dan trescientos7 desahucios (desalojos) cada día. En este sentido, se subraya la posibilidad y necesidad de sacar las viviendas del circuito de especulación a través de la propiedad colectiva y el régimen de uso: así, la cooperativa aseguraría la permanencia en las viviendas -con servicios y lugares colectivos- a los socios-cooperativistas, habitantes. Se insiste asimismo en la necesidad de contar 5 El primer bloque del Encuentro fue modificado en su horario y en su extensión porque esa misma mañana tuvo lugar, en la Escuela de Arquitectura, una asamblea multitudinaria en la que se debatía el posicionamiento de estudiantes y profesores con respecto a la huelga de la enseñanza pública -primera con carácter total de nuestra democracia española-. En la fecha en que se escriben estas líneas, las Universidades de Sevilla mantienen un paro de dos semanas, exigiendo la derogación del Real Decreto Ley por el que se subirían las tasas el próximo curso, así como contra los recortes en Educación que amenazan la sostenibilidad y los criterios de calidad de la docencia y de la labor de investigación de la Universidad. http://sevillapara2012.blogspot.com.es 6 Referido a Andalucía. Dato difundido en prensa, según estudio de la gestora de fincas LDC. 7 Ámbito español. Dato difundido en prensa, según Asociación de usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (ADICAE). En el caso de Sevilla es de destacar que se están llevando a cabo desahucios por parte de la Empresa Municipal de Vivienda (EMVISESA). Se ha desalojado a familias que habitaban viviendas de titularidad pública en régimen de alquiler.

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con una financiación de un carácter distinto al crédito hipotecario privado e individual, lo que pasaría por buscar fórmulas colectivas a través de banca ética y por la generación de un banco público que priorizase esta necesidad social creciente. Por otra parte, se considera fundamental que se generen procesos autogestionados, que deberán ir de la mano de una propuesta educativa alrededor de los conceptos que se plantean. 2. ¿De qué hablamos cuando …lo imaginamos en Andalucía? Para generar el debate, propusimos una mesa redonda en la que los ponentes tendrían que responder... ¿es posible en Andalucía? Los invitados representaron los ejes temáticos fundamentales para esbozar una propuesta via-

ble. En lo económico/financiero acudieron Tryodos Bank y la cooperativa de servicios Coop578 ; en lo legal/normativo, SostreCivic aportó su experiencia de implementación de una cooperativa y de incidencia en la política de vivienda de Cataluña. En el ámbito de lo político, contamos con la nueva Consejera de Vivienda9, Elena Cortés, así como con Juan Morillo (ex-director de Arquitectura y Vivienda, Junta de Andalucía). Pedro Lorenzo aportó la visión técnica de su experiencia en cooperativismo de vivienda y cooperación internacional. 8 COOP57 es una cooperativa de servicios que destina sus recursos propios a dar préstamos a proyectos de economía social que promuevan la ocupación, fomenten el cooperativismo, el asociacionismo y la solidaridad en general, y promuevan la sostenibilidad sobre la base de principios éticos y solidarios. 9 La legislatura 2012-2016 de la Junta de Andalucía se inició el pasado 7 de mayo, con la conformación de un equipo de gobierno que responde a una coalición PSOE-IU.


Tras el aporte de cada uno de ellos, el público planteó preguntas que giraron en torno a la posibilidad de utilización de las viviendas vacías, los mecanismos para lograr financiación, la implicación que se esperaría de las administraciones públicas, los pasos concretos a seguir por un grupo interesado, las características de un préstamo colectivo por parte de alguna de las instituciones de la banca ética, la posibilidad de creación de un banco público, la ocupación de los edificios10 vacíos como punto de partida 10 Mientras comenzaba la mesa redonda, al norte de la ciudad se estaba haciendo público el realojo de un grupo de familias -anteriormente desahuciadas por no poder pagar la hipoteca o alquiler- mediante la ocupación de un bloque de viviendas que llevaba vacío desde que terminó de construirse, hace dos años. Fue así que la primera pregunta que se hizo a la mesa vino dirigida desde el grupo de familias y el colectivo 15M que las apoya y asesora: “Estimada Consejera: ¿qué opina usted de esto que acaba de suceder? La invitamos a visitarnos y conocer el lugar y la situación en que nos encontramos”. Seguimiento de La Corrala Utopía: http://corralautopia.blogspot.com.es/

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para resolver la precariedad creciente... A modo de conclusión muy sintética del debate, señalaríamos que encontramos el cuello de botella en la financiación que sería necesaria al tratar de comprar algún conjunto edificado o construir nuevas viviendas (incluso contando con la posibilidad de lograr cesiones de suelo público y entendiendo que no apostamos por edificar más, sino reocupar y rehabilitar). Por otra parte, se entendió el modelo cooperativa de propiedad colectiva como una herramienta que tiene que entenderse flexible y adaptable a los requerimientos que nos iremos encontrando. Asimismo, se hizo un llamado a la acción, a la presentación de propuestas con una cierta celeridad, a no quedarnos de la mano del debate y de la teoría.

3. ¿De qué hablamos cuando …hablamos de cooperativismo? La jornada del viernes trasladamos nuestra actividad a la Casa del Pumarejo11, símbolo de la lucha vecinal en esta zona norte del casco histórico de la ciudad. A través del relato de experiencias en Sevilla, Málaga, Madrid, Burgos,Barcelona y Uruguay, de momentos que van desde los años ´60 hasta la actualidad, aprendimos que el cooperativismo (de vivienda o de otro tipo) tiene caracteres propios y diversos cada vez que se plantea una propuesta concreta de un grupo de personas con una problemática a resolver y una idea de cómo llevarla adelante. Desde una escuela de emprendedores, pasando a un grupo de personas que imaginaron cómo sería pasar su edad adulta en un 11 Centro Vecinal Pumarejo: http://pumarejo.larevuelta.org


complejo cooperativo con servicios adecuados a las necesidades que vendrían, o el aprendizaje hecho a partir del colectivo de TRABENCO, que decidió cambiar de rumbo pero dejó, eso sí, la escuela primaria cooperativa que había nacido en los bajos de la cooperativa de vivienda y aún existe. O la experiencia incipiente de SostreCivic, que cuenta con varias posibilidades de concretar conjuntos de viviendas a través de diversas fórmulas de negociación con propietarios privados o con las administraciones públicas. Se mostraron también las experiencias de largo aliento y tan distintas entre sí: las cooperativas de ayuda mutua, en Uruguay, y la cooperativa Luis Labín en Burgos.12 4. ¿De qué hablamos cuando …hablamos de lo(s) colectivo (s): procesos y dinamización social?

desde la que activarnos y proponer, invitamos a algunos de los colectivos que en la actualidad trabajan algún aspecto de la realidad social, de manera que los participantes pudieran conocer estas experiencias que ahondan raíces y crecen a nuestro alrededor.

Comprendiendo que toda iniciativa que se proponga podrá tejerse si existe una base colectiva

Así, David Gómez presentó el panorama actual como consecuencia de todas las luchas vecinales que han recorrido esta zona de Sevilla, desde que a principios de los ´80 se abriera el espacio de los Jardines del Valle13; Antonio

12 En ambas jornadas se dio lugar a un espacio de preguntas y debate que permitiera reflexionar acerca de los ejemplos que se mostraban y las características de la propuesta iniciada desde el grupo coopdeusosevilla. Con la misma idea de generar lugares de intercambio, la transición de la mañana a la tarde estuvo acompañada de una comida colectiva, que fomentó el intercambio entre ponentes y participantes, así como permitió en parte la auto-financiación del Encuentro (con la colaboración de Rezetas: http://rezetascatering.wordpress.com)

13 En lo que el mismo ponente consideró la primera acción de corte ecologista en una reivindicación de este tipo y en este ámbito de la ciudad. Más información acerca de esta primera acción, así como de la historia previa de este “barrio rojo” de la ciudad (ligado en las primeras décadas del siglo XX a las luchas libertarias, anarcosindicalistas, socialistas y más tarde comunistas) y de las movilizaciones y logros posteriores en El gran pollo de la Alameda, libro de creación colectiva disponible online en: http://www.elgranpollodelaalameda.net/ http://es.scribd.com/doc/6703023/Gran-Pollo-Completo

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Buenavida nos explicó el trabajo de la intercomisión de vivienda del 15M14, como espacio de coordinación de las distintas asambleas barriales que inciden en esta temática; por su parte, Marcos Rivero fue portavoz de la Red de Decrecimiento15, en la que distintas iniciativas, como la “moneda social Puma” están realizando una propuesta de transición como respuesta al modelo industrial hegemónico, en forma de nuevo modelo social, económico y ambiental. Para finalizar, Eva y Rubén de lapanadería, compartieron la reciente iniciativa Masqueunacasa16, plataforma web que se ofrece como lu14 La actividad de la intercomisión de vivienda puede encontrarse en las webs locales (Sevilla) ligadas al movimiento 15-M: http://sevilla.tomalaplaza.net http://15mviviendasevilla.wordpress.com/ 15 Red de decrecimiento Sevilla: http://www.sevilladecrece.net/ 16 http://masqueunacasa.org/


gar virtual en el que se compartan experiencias colectivas. Se presenta como una herramienta que pueda fomentar y apoyar la participación y la autogestión en la construcción de nuestras viviendas y entornos. 5. ¿De qué hablamos cuando …nos activamos? Como actividad final del Seminario, y tal vez la manera de generar el principio de una iniciativa más amplia y concreta, propusimos llevar a cabo un taller en el que visualizar de manera más tangible lo explicado anteriormente. Dado el lugar en que nos encontrábamos, la vinculación que como colectivo tenemos y la especial situación de la Casa del Pumarejo en este momento, nos pareció oportuno dedicarle este espacio de trabajo, imaginación y debate. A día de hoy, tras once años de movilización, de uso del espacio y de pequeños y grandes logros sucesivos, la Casa, las vecinas, los colectivos y vecinos del barrio que utilizamos el lugar, deben afrontar la rehabilitación del edificio. Es así que entendimos que valorar la creación de una cooperativa de uso como posibilidad sería, al menos, una alternativa a poner sobre la mesa a la hora de debatir y decidir qué camino ir transitando.

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De esta manera, se comentó brevemente cómo el grupo organizador intuía esta propuesta como alternativa para la gestión de la Casa, lo que abrió un debate inicial con las alrededor de treinta personas participantes en el taller. A continuación se siguió con un trabajo por grupos en el que se identificarían las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades que imaginábamos tendría “el marco cooperativo” si se implementara en un medio plazo para habitar la casa. Y finalmente se explicaron las ideas elaboradas por cada equipo al resto de grupos. En líneas generales, se entendió que la forma (legal) cooperativa podía significar una oportunidad para la Casa en tanto la dotaría de una mayor legitimidad ante las instituciones, así como más autonomía a la hora de generar propuestas y realizarlas. Eso sí, se visualizaba una idea de cooperativa que desbordaría el ámbito de la vivienda y que iría mucho más allá de las personas concretas que puedan residir en la Casa, debatiéndose en torno a la posibilidad de que cualquier usuario (más o menos frecuente) de la Casa y sus actividades, tuviera su manera de asociarse a la iniciativa-cooperativa. Con este último bloque terminamos este primer encuentro y nos introdujimos, casi sin darnos cuenta, en la siguiente fase. El grupo coop-

deusosevilla -con nombre provisional- continúa trabajando, insertándose en las redes y movilizaciones latentes mientras se escriben estas letras e imaginando las líneas estratégicas a través de las que se irán sumando fuerzas. El diálogo con las instituciones a través de la presentación de propuestas, la profundización en el conocimiento de las condiciones legales y de financiación que puedan sernos favorables, así como la difusión de esta alternativa en lugares en que entendemos que la precariedad en el hábitat podrá tener una salida por esta vía, se nos dibujan como tareas más inminentes a desarrollar. Siempre en un intento de compatibilizar lo urgente y lo importante, el plazo cortísimo de la necesidad de vivienda hoy, con el medio plazo de una alternativa que pueda cocinarse a fuego lento y para todos.





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