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Crisis y precariedad salarial golpean a la mujer trabajadora

Tribuna PoPular.- La crisis capitalista, las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el imperialismo y el viraje neoliberal del Gobierno de Nicolás Maduro han creado un escenario de precarización extrema de la fuerza de trabajo venezolana, particularmente de las mujeres quienes, junto a la sobreexplotación y las labores de cuidado no remunerado, se enfrentan a la pulverización del ingreso y la dolarización de la economía.

«El hecho de que no tengamos un salario digno da cuenta de la existencia de violencia institucional del Estado que precariza las condiciones de vida de la mujer», afirma Elena Linarez, presidenta del Movimiento de Mujeres Clara Zetkin (MMCZ). A propósito del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, Linarez reflexionó sobre el panorama de la participación femenina en el mercado laboral: «La crisis ha sido aprovechada por el Gobierno para despojar a la clase trabajadora de derechos fundamentales empujándonos a condiciones de vida deplorables».

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Linarez, quien también es integrante del Buró Político del Partido Comunista de Venezuela (PCV), apunta que «la brecha de desigualdades es mucho más amplia en estos momentos en el país». De hecho, en lo que respecta al ingreso, las trabajadoras venezolanas ganan 21,79% menos que sus pares masculinos, de acuerdo a datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Un informe reciente de ese organismo también ha revelado que la participación laboral femenina en Venezuela es la más baja de América Latina y el Caribe. De acuerdo al BID, mientras que en el país la ocupación femenina es de 37%, en el resto de la región ronda 43%.

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Las trabajadoras venezolanas con empleos formales, particularmente en el sector público, «devengan un salario indigno», y se ven obligadas a buscar otras fuentes de ingreso en el sector informal, que son presentadas por la propaganda gubernamental como supuestos emprendimientos, afirma Linarez. Más de la mitad de las familias venezolanas están bajo la jefatura de mujeres, así que a las jornadas formales e informales para la obtención de un ingreso, también se les suman las labores de cuidado de niños y adultos mayores, tareas que las mujeres deben alternar con su participación en espacios comunitarios para obtener beneficios tales como bolsas con alimentos subsidiados para poder subsistir.

Todas estas maniobras de la vida cotidiana tienen como telón de fondo la dolarización de la economía venezolana: la mayoría de las mercancías están tasadas en moneda extranjera, con la excepción del salario de la clase trabajadora. La situación se agrava con el desmantelamiento del sistema de salud y el deterioro de los servicios públicos. «Son las trabajadoras y las mujeres de los sectores populares quienes resienten más la crisis, las sanciones imperialistas y la política antipopular del gobierno», explicó por su parte Adelaida Zerpa, secretaria Nacional de la Mujer del PCV.

El 8 de marzo, durante un acto gubernamental, el presidente Maduro prometió la creación de un nuevo programa denominado «Gran Misión Mujer Venezuela»; sin embargo no dio detalles al respecto. «El centro de las luchas de las trabajadoras en este momento es contra la bonificación del ingreso y por la indexación de salarios y pensiones a la canasta básica», concluyó Zerpa. ■