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EL FUTURO ES AHORA | Edyn-Mae Stevenson

EL FUTURO ES AHORA Por Edyn-Mae Stevenson

Amenudo se escucha el dicho, “los jóvenes son el futuro de nuestra iglesia”. En la Texas Conference of Seventh-day Adventists, la tendencia al alza de líderes adultos jóvenes muestra que son el presente. Durante los últimos años, los adultos jóvenes en la Conferencia de Texas han asumido el papel de directores en sus clubes locales de Conquistadores. La coordinadora de Conquista dores de la Conferencia de Texas, Marilyn Boismier, dice que este aumento en el liderazgo juvenil es “deliberado de manera indi recta”, debido a la promoción del programa de Entrenamiento de Liderazgo para Adolescentes (TLT). “Estamos trabajando duro”, compartió Boismier. “Es peramos que todos los clubes de Texas participen en el programa”. La nueva certificación Adven tist Youth Ministries Training, o AYMT, también aporta a crear líderes jóvenes que estén bien equipados y se “sientan seguros de que pueden hacer el trabajo”.

Esta confianza se manifiesta en adultos jóvenes como José Leyva, exdirector de conquistadores en Austin Oltorf Spanish Seventh-day Adventist Church (arriba). “Sabía que podía dirigirlo”, dijo el joven de 21 años. “¡Me sentí preparado y tenía muchas ideas!” “Mi posición de liderazgo influyó para seguir viniendo a la iglesia. Sentí que me necesitaban”. Al explicar sus métodos como direc tor, Leyva dijo: “Motivé mucho la independencia, mostrándoles cómo superar las circunstancias difíciles y haciéndoles saber que Dios está present e y que todas las cosas se pueden hacer a través de Él”. Después de dirigir durante casi tres años, ahora Leyva ayu da con los Guías Mayores. Robyn Foley, de veinte años, asum ió la dirección de lo que ella llama el “J.C. Wran -

glers” de la Joshua Crossroads Fellowship Seventh-day Adventist Church el año pasado. “Nunca fui una TLT, pero estaba muy involucrada con la iglesia”, dijo. “Definitivamente me proveyó lo necesario para ser una líder.” El director de “Jaguars”, de San Antonio Scenic Hills Seventh-day Adventist Church, Sayd Villalvazo, toma valentía de fuentes más personales. “Desde que tengo memoria, siempre he estado involucrado con los min isterios de clubes”, recuerda, “mi padre, mi madre y mi hermana han sido directores en el pasado. Cuando era más joven y los veía liderar, le dije a Dios que algún día me gustaría convertirme en director del club de Conquistado res, así como ellos”. Sus padres se emocionaron y se sintieron muy orgullosos cuando se le pidió a Villalvazo que fuera director. “Afortunadamente”, comparte, ellos “ofrecieron su apoyo y ori entación”.

Daisy Hernán dez, directora del club de Conquis tadores de The Colony Spanish Roca de Salva cion Seventh-day Adventist Church, puso tal asunto en oración. “Nos mudamos a la zona en septiembre pasado y mis hijos (de 12 y 14 años) querían continuar en conquistadores”. Desafortunadamente, la iglesia a la que se unieron no había tenido un club de conquistadores por los últimos años. Le preguntaron si le gustaría dirigirlo. Sabiendo que los jóvenes de la iglesia y la comunidad necesitaban esta influencia positiva, aceptó en oración. Los mismos conquistadores están siendo influenciados positiva mente por el liderazgo de estos jóvenes adultos. Foley comparte: “Líderes jóvenes como yo son de mucha bendición para los

conquistadores. Sabemos lo que están pasando; sabemos cómo ayudarlos y hacerlos sentir más cómodos y, lo que es más impor tante, somos una inspiración para ellos. Les demostramos que pueden hacer la diferencia”. Foley ilustró esto con una historia sobre un conquistador particular que “es muy tímido, pero le gusta ayudar”. Durante el Camporee Internacional de Conquistadores 2019 en Oshkosh, Wisconsin, “confesó que se sentía perdido en la iglesia pero que sabía que estaba en el lugar indicado. Lo llevaríamos de nuevo por el camino correcto”.

El director del club de Irving Spanish Eman uel Seventh-day Adventist Church, Diana Mejia, ha estado dirigiendo clubes desde los 16 años. Ella en cuentra su propósito al enseñar a sus conquistadores a ser agrade cidos por la obra que Dios hace en sus vidas. “Una de las cosas más importantes en esta vida es demostrarle a mis hijos que amen a Jesús”, dice ella. “Todo lo que aprendemos, tenemos que pasar lo a la siguiente generación”.

Travis Irish de la Hurst Seventh-day Adventist Church encontró un hogar al dirigir a los conquistadores después de dejar el Ejército. “Crecí como hijo de un director de conquistadores y que también fue director de los Cadetes Médicos y que además comenzó los Servicios Juveniles de Emergencia”. Después de unos años después del servicio militar, Irish encontró un lugar donde podría ayudar “y el resto es historia”. “Las experiencias son gratifi cantes y traen alegría a nuestros corazones”, comparten las hermanas Sanique (izquierda) y Suzan South, codirectoras en Denton First Seventh-day Ad

ventist Church, en Pilot Point, Texas. “Ambas estamos involucra dos en los conquistadores desde que éramos jóvenes. Nos gusta trabajar con los jóvenes y esta es una vía para servir al Señor”. Su participación está concentrada en cumplir la misión de Dios, al tiempo que alientan a otros adul tos jóvenes a participar.

Eduardo Castro, director de Keene Spanish Sev enth-day Adventist Church “Soul Savers”, llama a su participación en los conquistadores “una oración contestada”. Poco sabía yo la gran bendición que resultó ser. Los directores del club, en ese entonces, tuvieron un impac to tan positivo en mi vida que los considero familia”. Robyn Foley lo resumió efectiva mente cuando dijo: “Me perdería sin participar en la iglesia”. _________________

Edyn-Mae Stevenson es estudiante del cuarto año de música en la Universidad Adventista del Sur en Collegedale, Tennessee, y quien recuerda con cariño sus campamentos de Conquistadores.

DAMIAN CHANDLER