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Encanto europeo en Villa Nougués,

Quien llega a Tucumán no puede dejar de conocer este sitio único, con un paisaje exuberante y una arquitectura sorprendente. El verde de su flora contrasta con el gris de las piedras de varias de sus exquisitas construcciones, reminiscencia de campiñas europeas alpinas en el corazón de nuestro país. Caminatas, golf, gastronomía, parapentismo. Los encantos que ofrece esta villa son imperdibles para los visitantes.

El sello característico de Villa Nougués son sus construcciones que siguen un fuerte estilo europeo, más embellecidas aún por la exuberante vegetación que se abre a sus alrededores. La presencia de un microclima y la altura del lugar (1.350 metros sobre el nivel del mar), favorecen el desarrollo de pinos, palmeras, hortensias, violetas, agapantos y más. El resultado es una postal inolvidable.

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Señorial y célebre, alojó esta villa las casas de descanso de las familias más ilustres y acaudaladas de Tucumán. A los Nougués les siguieron los Rougés, los Terán; y por los salones de sus mansiones se pasearon figuras de talla mundial como el ex presidente norteamericano Theodore Roosevelt o el príncipe Humberto de Saboya, luego convertido en Rey Humberto II de Italia.

Visitar la Sierra de San Javier es una experiencia ineludible para quienes llegan a Villa Nougués. Se trata de un enorme pulmón verde que abastece de aire puro a San Miguel de Tucumán y que, de regalo, le da a la ciudad un entorno de belleza natural incomparable.

El Parque posee carteles informativos sobre los distintos tipos de paseos, servicios y las normas de conducta que deben respetar los visitantes. El objetivo es lograr que el impacto del hombre sobre la naturaleza de la región sea mínimo.

Para los amantes del senderismo, dentro del Parque se pueden recorrer varios senderos interpretativos que permiten conocer diferentes puntos de interés. Uno de ellos es el impresionante monumento al Cristo Bendice, que observa la ciudad de San Miguel de Tucumán desde las alturas, regalando una panorámica inmejorable de la capital. Además, es la puerta de entrada a la villa veraniega de San Javier.

Otro atractivo interesante es la cascada del río Noque, a la cual se llega a través de un hermoso sendero que transcurre en medio de la selva de yungas. Allí se encuentra una piscina natural oculta entre la vegetación, ideal para darse un chapuzón refrescante.