6 minute read

Siria, una emergencia humanitaria desde hace 12 años

Siria se enfrenta a la emergencia de un devastador terremoto dentro de la situación de emergencia en la que ya vivía. Millones de personas, que hasta hace un mes necesitaban ayuda para sobrevivir, han perdido ahora lo poco que tenían.

El devastador terremoto con epicentro en el sur de Turquía y que ha afectado al noroeste de Siria con miles de muertos, heridos y desaparecidos ha puesto de manifiesto la crítica situación humanitaria que vive la población del país asiático.

Advertisement

La guerra civil, que el día 15 cumplirá 12 años, deja hasta el momento más de 387.000 muertos, más de 6,7 millones de personas desplazadas y casi la misma cifra de personas refugiadas en otros países. El conflicto obligó a huir a la mitad de la población existente en 2011 y mantiene condenadas a la extrema pobreza a seis de cada diez personas. La guerra, agravada ahora por el terremoto, deja también a los menores en una situación de gran vulnerabilidad al haber cerrado de nuevo las escuelas.

Allí donde se necesita

La guerra de Siria es una de las situaciones de emergencia que desde Misiones Salesianas hemos apoyado en las últimas décadas. Ucrania, Sudán del Sur, Etiopía, República Centroafricana y República Democrática del Congo son otros conflictos en los que desarrollamos proyectos en favor de la población. También en las emergencias por catástrofes naturales, como el huracán Mitch (1998), el tsunami en el sur de Asia (2004), y en los terremotos de Haití (2010), Nepal (2015) y Ecuador (2016) estuvimos desde el primer momento y seguimos ayudando en la reconstrucción.

Los Salesianos trabajan en Siria desde 1948 en tres ciudades: Damasco, Alepo y Kafroun. No tienen escuelas a su cargo, pero movilizan a más de 2.000 menores y jóvenes en actividades socioeducativas, deportivas y religiosas. Desde los años más duros de la guerra, a las casas salesianas se las denomina “oasis de paz” por el ambiente alegre, seguro y alejado de la violencia que ofrecen en sus oratorios y centros juveniles.

Con la noticia del terremoto a primera hora de la mañana del 6 de febre- ro, en Misiones Salesianas tratamos de conseguir información de primera mano en los lugares afectados por el siniestro. La disponibilidad desde Alepo para ofrecer su testimonio en televisiones y radios españolas en directo y pedir ayuda en nombre de Misiones Salesianas demostró, una vez más, que los Salesianos estaban en la zona cero de la tragedia.

Asustados y sin saber dónde ir, cientos de personas acudieron desde la primera noche a la presencia salesiana en Alepo (Siria) tras el fuerte terremoto.

Al conocer las necesidades para poder acoger a más de 500 personas en la Casa Don Bosco de Alepo, y que estaba abierta las 24 horas del día, pusimos en marcha la campaña Emergencia humanitaria en Siria para recaudar fondos. La imposibilidad de enviar ayuda material por los bloqueos y las sanciones internacionales convertía en urgente despertar la solidaridad para transferir cuanto antes ayuda económica a Siria. “Necesitamos dinero para comprar colchones, mantas, comida…”, fue el primer llamamiento del inspector de los Salesianos en Medio Oriente, Alejandro León.

Coordinación de emergencia

También se activó inmediatamente el protocolo para abordar situaciones de emergencia de la Red Don Bosco Network (DBN), que elaboramos junto a otras entidades salesianas de todo el mundo. De esta forma logra canalizarse el envío de fondos a proyectos salesianos concretos de emergencia garantizando la coordinación con el destino de manera rápida y directa y con la máxima transparencia.

Fruto de esa coordinación se elaboró un primer proyecto de emergencia por valor de 700.000 euros para atender a 1200 personas en Alepo con las necesidades básicas durante un mes y medio, que después dio paso a nuevos proyectos para desarrollar también en Damasco, Kafroun y en Turquía. Todos tienen que ver con la acogida a personas desplazadas por el terremoto, atención psicosocial y médica y pequeñas ayudas para arreglar desperfectos en las viviendas. Gracias a la solidaridad de los ambientes salesianos, de la Familia Salesiana y de la sociedad española, nuestra respuesta a la emergencia fue rápida y seguirá siendo continua.

“Queremos seguir teniendo las puertas abiertas de nuestra Casa Don Bosco en Alepo como un hogar de esperanza, pero también ofrecer una atención más completa y reconstruir, no sólo lo que ha destrozado el terremoto, sino, sobre todo, a las personas”, asegura Alejandro León.

Estamos consternados ante el sufrimiento de nuestros hermanos de Siria y Turquía por los terremotos. Sentimos el dolor que están experimentando y lo hacemos nuestro.

Es hermoso ver cómo surge la solidaridad, y sabemos que lo que hagamos es poco para ayudarles. En estos momentos lo que estamos demostrando es que hay una gran corriente de solidaridad. El mundo entero está pendiente de ellos y envía ayudas para que se pueda paliar la terrible situación que padecen.

Los terremotos son una realidad de nuestra naturaleza ante la cual el principal mecanismo que deberíamos activar es el de la prevención. Para ello hemos de preguntarnos responsablemente sobre el antes del terremoto, ¿qué tenemos que hacer para lograr la prevención?

Es triste comprobar cómo estos pueblos están viviendo en la pobreza y sus estructuras, casas, edificios, hospitales, escuelas… no tienen la calidad con la que debían haber sido construidos y, por tanto, son derrumbados por los terribles terremotos, matando a miles de seres humanos y dejándolos en la desesperación.

Todo esto es la consecuencia de la vergonzosa injusticia que existe en el mundo, pues la prevención, mediante el progreso de todos, es el mejor paliativo para erradicar los diferentes males en la sociedad.

Más información en: www.misionessalesianas.org

Ojalá las naciones poderosas, que llenan el mundo de armas para las guerras, se gastan millones en cosas superfluas y se afanan por conquistar la Luna, se den cuenta de que muchos pueblos pobres son lugares en los que deben poner su mirada, y su gran descubrimiento debe ser el desarrollo de todos, su gran arma debe ser la solidaridad y su lujo preferido debe ser la fraternidad para prevenir estas catástrofes.

Revistas

Catequistas

El mes pasado compartimos algunas de las propuestas dentro del apartado “Saber hacer”. Como ya sabemos, esta es una de las dimensiones de la formación de todo catequista, de ahí su relevancia. En concreto, este mes os presentamos las secciones de:

• Diego Borbolla, salesiano diácono, en la sección Contar la Historia… Sagrada, nos acerca a algunos personajes de la Historia Sagrada narrada en el Antiguo Testamento, con conciencia de que en sus vidas y avatares, Dios no solo nos muestra modelos o pautas, sino su propia identidad.

Nos encontramos inmersos en la preparación de la XXXVII Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Lisboa del 1 al 6 de agosto. Un evento internacional de gran portada que reunirá en el país vecino a varios millones de jóvenes católicos en torno a la figura del Papa.

Desde que comenzaron estas jornadas en 1986 con San Juan Pablo II, han ido ganando en relevancia y en profundidad. Forman parte de una propuesta de pastoral con jóvenes que se cuida cada vez más y una oportunidad para visibilizar una Iglesia joven y comprometida, abierta a la cultura y capaz de dialogar con la realidad social.

En nuestra revista, dedicamos el número de marzo a reflexionar sobre las Jornadas Mundiales de la Juventud y los desa-

Libro del mes

• Juan Carlos Aonso, salesiano, nos propone en la sección, De nuevo, el kerigma, un acercamiento a los núcleos de la fe cristiana profesados en el Credo.

• Jesús García, animador salesiano y músico, hace una propuesta de reflexión y oración para adolescentes y jóvenes en la sección Música y catequesis

Solo recodaros que en las webs: www.pastoraljuvenil.es/catequistas y www.editorialccs.com/revista/catequistas, podéis en- fíos pastorales que nos plantean, en torno a tres estudios: contrar los últimos números publicados, así como los recursos que se ofrecen gratuitamente cada mes.

• Rosendo Soler, en primera línea en la preparación de Madrid 2011, reflexiona sobre su experiencia: Una mirada histórica de la JMJ Madrid 2011. De Madrid 2011 a Lisboa 2023: recuerdos, logros y desafíos de futuro en la PJ.

• Raúl Tinajero, director de la subcomisión para la juventud e infancia de la Conferencia Episcopal Española, escribe sobre: La JMJ de Lisboa, un soplo de esperanza pastoral.

• João Xavier Fialho y Álvaro Lago, responsables para la JMJ de los salesianos de Portugal, e implicados directamente en la preparación del evento, escriben La JMJ 2023, contenidos y retos pastorales.

Contamos, además, con una amplia entrevista sobre la Jornada Mundial de la Juventud y su camino de preparación a Don Joaquim Mendes, Obispo auxiliar de Lisboa y presidente de la comisión episcopal de laicado y familia.