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Jóvenes vidas vocacionadas

ES EL MOMENTO DE DAR MÁS TESTIMONIO VOCACIONAL

María es de Elche. Tiene 28 años y es graduada en economía. Entre sus aficiones se encuentra la lectura, la escritura y las manualidades. Desde los 12 años, su vida está vinculada a los Salesianos. Ha sido alumna del colegio en la ESO y en el Bachillerato; también animadora de grupos de fe en el Centro Juvenil Gentjove, participando en numerosos encuentros, campamentos y pascuas. Guarda un gran recuerdo de sus años de alumna en esta casa. Actualmente trabaja como profesora en el mismo colegio salesiano que la vio crecer.

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En agosto del 2014 participó en el Campobosco Nacional y conoció al que hoy es su marido, Javier, un joven de Salesianos-Deusto. Aquella experiencia supuso para ella un antes y un después, ya que descubrió su vocación profesional, familiar y salesiana. En esta peregrinación también conoció a algunos salesianos cooperadores con los que compartió numerosas conversaciones y experiencias. Esto le sirvió para decirse a sí misma que quería ser salesiana cooperadora. Desde el 12 de enero de 2020 ha entrado a formar parte de la Asociación de Salesianos Cooperadores, después de haber hecho su promesa en una celebración muy emotiva y rodeada de sus familiares y amigos, tras varios años de discernimiento y formación.

Considera que el haber conocido a los Salesianos ha sido lo más grande que le ha pasado en su vida. Afirma con un gran convencimiento que los Salesianos “me han ayudado a convertirme en la persona que soy hoy en día”.

En Ti confío, Señor

El camino de maduración vocacional que recorrió hasta llegar a donde hoy se encuentra no estuvo exento de dificultades. En alguna ocasión, sintió la duda, no vio con claridad la decisión que debía tomar e incluso se sintió incomprendida. Pero, a pesar de todo, confió en Dios y trató de imitar a María, la madre de Jesús, diciendo sí, fiándose y confiando en aquel que la estaba llamando.

Cuando se le pregunta por cómo ve el panorama vocacional actual responde: “Veo, con cierta tristeza, la crisis vocacional que se está viviendo en Europa en estos momentos, el descenso de salesianos consagrados y de laicos comprometidos, y sobre todo, la indiferencia que muchos jóvenes manifiestan ante la cuestión vocacional; por eso, pienso que es el momento de dar más testimonio vocacional, llevando a Jesús y a Don Bosco a donde otros no llegan”.

Manifiesta una gran admiración por Don Bosco. Siempre lo ha visto como un hombre de oración, fe y trabajo imparable. También valora mucho la figura de María Mazzarello, destacando de ella las grandes virtudes femeninas que tuvo, como la constancia, fortaleza, o entrega generosa. A ella también le gustaría contar con algunas de estas cualidades que tuvieron estos dos grandes santos.

María se siente feliz y trata de vivir cada día su profesión docente y opción familiar desde el carisma del que ella forma parte. Anima a los jóvenes a no tener miedo a decir sí a la llamada.

Jorge Juan Reyes, sdb ief@salesianos.edu