RockZone 150

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Editorial 5150 S.L. no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores y/o lectores, así como del contenido material redaccional y gráfico por ellos remitido, física o telemáticamente, y aquí reproducido. Foto: Pearl Jam (Barcelona) @ Eric Altimis

EDITORIAL Parece que fue ayer cuando estábamos cerrando el número de julio/agosto, pero ya volvemos a estar aquí. Como veréis en la sección de conciertos, en estos dos últimos meses no hemos parado, y nos hemos impregnado de mucha música en festivales como el Azkena, el Download, el Resurrection o el Mad Cool, entre otros tantos conciertos inolvidables. Y también hemos tenido la oportunidad de charlar con un montón de bandas como la que ilustra la portada de este mes, nuestros queridos Thrice. Cuando editábamos en papel, el suyo fue una de los números que menos vendimos, pero ahora que hemos eliminado ese factor, hemos querido darnos el gustazo de repetir. Enjoy!


SUMARIO

Nยบ 150

7 / INTERFERENCIAS

14 / INTERPOL

20 / HALESTORM

24 / ALICE IN CHAINS

32 / IDLES

38 / THRICE

46 / NOTHING

50 / ESPECIAL FOTO


56 / DISCO DEL MES

58 / CRÍTICAS

78 / THE HELLACOPTERS

84 / GLUECIFER

88 / SWAMPIG

94 / EN DIRECTO

TU OPINIÓN ES IMPORTANTE. DEJA TU VALORACIÓN EN LA APP STORE O GOOGLE PLAY O HÁZNOSLA LLEGAR A 158 / DE GIRA + AGENDA

ROCKZONE@ROCKZONE.COM.ES



INTERFERENCIAS

TODO LO QUE NO QUERÍAS SABER PERO QUE TE CONTAREMOS DE TODOS MODOS

NEW DEL MES_ BRING ME THE HORIZON LA ESPERA PARA ESCUCHAR NUEVA MÚSICA DE BRING ME THE HORIZON HA TERMINADO. LA BANDA DE SHEFFIELD YA HA LANZADO UN NUEVO SINGLE, ’MANTRA’, Y HA FIJADO EL 11 DE ENERO PARA PUBLICAR AMO, SU SEXTO ÁLBUM.

Editorial 5150 S.L. C/ Zamora 46-48. 4º 1º B. 08005 Barcelona Tel: 93 300 66 33 www.rockzone.com.es rockzone@rockzone.com.es Director/Redactor jefe: Jordi Meya Subdirector: Richard Royuela Redacción y edición: Pau Navarra Dirección de Arte y Maquetación: R2D2 Responsable de publicidad: Álex Tamburini, C/ Zamora 4648. 4º 1ª B. 08005 Barcelona. Tel.: 93 300 66 33 / 638 41 57 03; editorial5150@gmail.com Colaboradores: Carles Ramírez, David Garcell, Jesús Brotons, Pablo Porcar, Samu González, Jordi Pons, Marc López, Xavier Iriarte, Andrés Martínez, Hugo de Cominges, Pau Ardid, Ignasi Trapero, Toni Castarnado, Sandra Astor, Lluís S. Ceprián, Jordian Fo, Luis Benavides, Ignacio Reyo, Laura Clavero, Kiko Vega, Gonzalo Puebla, Fer Díez, Toi Brownstone, Alejandro Lozano, Karles Sastre, Eneko Celestino, Jorge Fretes, Abel Valdelvira, Rocío Sánchez, Alba Rodrigo, Berta Martínez. Fotógrafos: Carles Rodríguez, Alfredo Arias, Eric Altimis, Rubén Navarro, Nadia Natario, Toni Villén, Javier Pérez. Web Rock Zone/Zona Zero: Ramón Franco (MONs), Rubén González (krater), Israel Higuera (wirrak), Vicente Madrigal (hollow_life), Miguel Gómez (MLACABEX), César Aguilar (CesarAguilar), Jorge Azcona (roots). Foto de portada: DR

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espués de calentar el ambiente durante unas semanas con una elaborada campaña de márketing que incluía vallas publicitarias en Londres, Chicago y Sidney con el eslogan “¿Quieres empezar un culto conmigo?”, un número de teléfono con un mensaje críptico y una web anunciando que la salvación llegaría el 21 de agosto, finalmente ese día Bring Me The Horizon compartieron la primera canción nueva desde que publicaran That’s The Spirit en 2015. Al día siguiente de publicar ‘Mantra’, que rápidamente superaría los dos millones de escuchas en Spotify, la banda liderada por Oli Sykes anunciaba oficialmente el lanzamiento de su nuevo álbum amo para el 11 de enero y las primeras fechas de una gira bautizada como First Love Tour. Por ahora no incluye a España, pero podría llegar en verano coincidiendo con la temporada de festivales. La actividad promocional siguió con dos actuaciones sorpresa en la carpa de la BBC Radio en los festivales

de Reading y Leeds el 24 y 25 de agosto. ¿Y qué se sabe sobre amo? Pues que se compuso y grabó principalmente en Los Ángeles, y que al igual que el disco anterior ha sido coproducido entre Sykes y el teclista Jordan Fish. El vocalista ha explicado que el álbum gira en torno al concepto del amor explorando “cada aspecto de la emoción más poderosa”. “Trata sobre lo bueno y lo malo y lo feo, y como resultado hemos creado un disco que es más experimental, más variado, extraño y maravilloso que nada de lo que hayamos hecho antes”, ha declarado. En una entrevista con NME, comentó que el divorcio por el que pasó hace dos años ha terminado influyendo en las nuevas canciones, aunque al principio se resistiera a ello. También explicaba el significado del título: “En portugués quiere decir ‘te quiero’, pero también ‘maestro’, y además ‘amo’ (en inglés -ndr.) se utiliza como diminutivo de munición. Suena feliz, pero tiene todas esas connotaciones que lo hacen más complejo”.

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LO PEOR DE MÍ_ REHABILITACIÓN

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n el mundo del rock estamos acostumbrados a vivir situaciones de lo más extrañas, pero el caso de As I Lay Dying es de traca. Si recordáis, su vocalista Tim Lambesis fue condenado en 2014 a seis años de prisión por haber planeado el asesinato de su esposa, tras declararse culpable en el juicio. La noticia es que el pasado 16 de junio, la formación ‘clásica’ del grupo se reunía en su ciudad, San Diego, para ofrecer su primer concierto junto a Lambesis, después de que éste hubiera salido de la cárcel en diciembre del año pasado. Puede sorprender que ya lo hayan dejado libre, pero es habitual que si el preso demuestra buena conducta y se le da por rehabilitado, no llegue a cumplir ni la mitad de la condena. Debemos entender que Lambesis ya no representa un peligro y que sus ex compañeros, que afirmaron que nunca querían saber

nada más de él y empezaron un nuevo grupo bajo el nombre de Wovenwar, le han perdonado, pero ¿qué deberían hacer los fans? ¿Deberían apoyar o boicotear este retorno? Más teniendo en cuenta que todo el trasfondo cristiano que Lambesis cantaba en sus canciones quedó totalmente en entredicho por sus acciones. ¿Y qué haríamos en el caso de Ian Watkins? El vocalista de Lostprophets fue condenado a 29 años por abusos a menores en 2013. Si sale, pongamos en 2030, y decide volver a cantar, ¿le escucharemos? Supongo que es una decisión que cada uno debe tomar individualmente en base a su conciencia, aunque si el cristianismo se basa en el perdón, o si creemos que la cárcel es un vía para rehabilitar y no simplemente para castigar, ¿no sería igual de hipócrita girarles ahora la espalda? (JORDI MEYA)

DESCANSEN EN PAZ

Aretha Franklin, conocida como la Reina del Soul, nos dejó el 16 de agosto como consecuencia de un cáncer de páncreas. Falleció a los 76 años en su casa en Detroit rodeada de su familia. Durante una carrera que abarcó seis décadas ganó un total de 18 premios Grammy, tuvo 73 singles en las listas Billboard, y fue la primera mujer en ser incluida en el Rock And Roll Hall Of Fame en 1987. Más que nunca, RESPECT. 8

Jill Janus, vocalista de la banda californiana de metal Huntress, se suicidó el pasado 14 de agosto. Su cuerpo fue encontrado en las afueras de Portland (Oregón). Janus había hablado abiertamente de sus problemas mentales, que empezaron cuando era una adolescente. Con 20 años, le diagnosticaron un trastorno bipolar, y también sufría esquizofrenia y alcoholismo, y le habían detectado un cáncer de útero que superó en 2015 tras una histerectomía. Una vida dura.

Kyle Pavone, vocalista de la banda de metalcore We Came As Romans, falleció el 25 de agosto a la edad de 28 años. Por el momento se desconocen los motivos de su muerte. La noticia la dio a conocer el propio grupo a través de un comunicado en su redes sociales. “ Echaremos de menos sus sonrisas su sinceridad, su preocupación por los demás y su impresionante talento musical”. Pavone se unió al grupo en 2008, y grabó sus cinco discos de estudio.



ZONA DE OZZYO

TEXTOS: SAMU GONZÁLEZ, RICHARD ROYUELA, JORDIAN FO FOTOS: DR

SOY OZZY Ozzy Osbourne (ES POP)

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uien conozca, aunque sea mínimamente, la vida de Ozzy Osbourne, ya sabe que difícilmente una autobiografía puede decepcionar. Para los que no, mejor que cojan un bol de palomitas y se queden atónitos ante lo que una persona puede dar de sí. Que Ozzy siga vivo es un misterio que nunca nadie podrá desvelar, aunque siempre he tenido la impresión de que el vocalista es bastante más listo de lo que nos ha hecho creer y ha sabido rodearse de gente, principalmente de su esposa Sharon –personaje polémico, pero sin el cual Ozzy hoy sería un recuerdo del pasado-, que han hecho que nunca diera ese paso que le abocara al abismo. Pese a que la versión original tiene ya casi una década -en la que ha tenido alguna que otra recaída en sus adicciones, un casi divorcio con Sharon y la despedida final de Black Sabbath–, la biografía es totalmente válida porque, todo lo que ha hecho al personaje más grande que la vida, está en el libro. Una infancia dura y complicada en un agujero como

YA NO ESTAREMOS AQUÍ Matías Candeira (SALTO DE PÁGINA)

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uedé fascinado por la narrativa de Matías Candeira desde que cayó en mis manos La Segunda Vida, allá a finales de 2013. Pero si en aquel libro había luz y, sobre todo, esperanza, no esperes encontrar ni rastro de ellas en Ya No Estaremos Aquí. La ilustración escogida para la portada ya es bastante premonitoria: una niña en ropa interior,

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el Birmingham de mediados del siglo XX y una terrible dislexia marcaron la existencia de Ozzy. Su padre ya predijo que acabaría su vida en la cárcel o siendo famoso, así que el pequeño John Osbourne ya tenía las cartas marcadas de bien pequeño. La lista de anécdotas es interminable, ya sea en sus primeros años junto a Black Sabbath o, especialmente en sus tours en solitario –el que se llevó a unos jóvenes Mötley Crüe de gira se llevaría la palma, con la anécdota definitiva de esnifarse una raya de hormigas-, aderezadas con un complicado historial de adicciones del que nunca parece poder salir. Una de esas vidas que valen por veinte, de un personaje único, loco, pero con un gran carisma artístico que ha hecho que, 50 años después de sus primeros pasos, siga encabezando festivales. RR

extremadamente delgada, sale al paso en una carretera rodeada de bruma. Es una imagen perturbadora que nos hace estremecer, al igual que nos pasa al leer los nueve relatos que componen la nueva obra del escritor madrileño. Se trata de historias diferentes, inconexas a priori, pero que cuentan con un denominador común: la presencia de uno o varios niños. Candeira recurre a la (teórica) fragilidad infantil para poner de relieve la complejidad de las relaciones humanas y lo bizarro que puede llegar a ser todo lo que nos rodea: “Sí puedo temblar e imaginar otra cosa: cómo será el día en que mi hija se aleje de mí para siempre y ya no venga a sentarse aquí, y sólo quedemos nosotros: yo mismo, la ventana y esta lluvia que cae y cae hasta sepultar la vida”. La literatura desplegada en este libro editado por Salto de Página se situaría a caballo entre la ciencia ficción, el surrealismo y la lírica, así que si te dan alergia las lecturas facilonas aquí dispones de 140 páginas para deleitarte en lo extraño. JF


ESPÍRITUS DE VENGANZA: LA GUERRA A LAS PUERTAS DEL INFIERNO Victor Gischler y David Baldeón (PANINI)

Gischler, quien revitalizó hace casi una década al Drácula marvelita, vuelve a los fueros mágicos de la editorial para ofrecer una aventura macarra y de aroma noventero protagonizada por El Motorista Fantasma, Blade, Hellstrom y Satana, unidos para hacer lo que mejor se les da: repartir mamporros entre las fuerzas de la oscuridad. David Baldeón se encarga de dar forma a esta aventura desatando todo su talento en unas páginas espectaculares que terminan por quitar el aliento gracias al color de Andres Mossa. SG

MALAVIDA 37 VV. AA. (EDITORIAL CORNOQUE)

GOTHAM Dustin Nguyen y Derek Fridolfs (ECC)

Siempre es de celebrar una nueva entrega de Malavida, la revista/ fanzine más veterana de Zaragoza que, fiel a su cita, ofrece una nueva tanda de historietas de humor autoconclusivas, esta vez centradas en ‘seres de otros mundos’, premisa que como bien sabemos los lectores, no tiene que interpretarse en toda su literalidad. Malavida es un ejemplo superviviente de un modelo de cómic desenfadado y a la vez combativo, inspirado en el legado de Bruguera pero con la mala leche que permite el operar desde los márgenes de la industria. SG

LIFE X 01 Kabosu

STROPPY Marc Bel

(FANDOGAMIA)

(LA CÚPULA)

Divertido manga con toques sobrenaturales y de aventuras que termina por hacerse querer aun repitiendo una y mil veces los constantes clichés del género. Anna sufre un atropello y despierta en un lugar entre la vida y la muerte donde deberá competir con otras almas errantes por volver a la vida. Estará acompañada por un ángel pasado de rosca y vago con el que afrontará distintos retos a lo largo de los dos tomos que componen la obra. SG

BATMAN: PEQUEÑA

Fantasía delirante y de corte surrealista con ADN underground creada por el canadiense Marc Bell, quien ya había presentado a algunos de los personajes de este tomo en el mundo de la autoedición. En Stroppy un tipo que trabaja en una fábrica pierde su empleo y hogar, decidiendo participar en un concurso musical. En paralelo, esa misma fábrica es ocupada, lo que originará los diferentes sucesos y situaciones que articulan este trabajo. Tiene su miga. SG

Bajo la línea Kodomo la editorial ECC está publicando algunos de los mejores tebeos de superhéroes que hemos visto en mucho tiempo. Enfocada para el público infantil y juvenil (en verdad para quienes no tengan el alma seca y gris), esta Pequeña Gotham ofrece a los lectores una visión colorista y desenfadada del universo del mejor detective del mundo y sus compañeros en pequeños episodios autoconclusivos. Una delicia realizada en vivísimas acuarelas que nadie debería perderse. SG

JOE SHUSTER - UNA HISTORIA A LA SOMBRA DE SUPERMAN Julian Voloj y Thomas Campi (DIBBUKS)

La bi de uno de los padres de Superman es un relato triste, seco y amargo. Los autores realizan un inmenso trabajo de documentación y recreación histórica para abordar los años en los que los jóvenes Shuster y Siegel crearon al superhéroe más famoso de la historia y las décadas posteriores en las que lucharon por el reconocimiento sobre los derechos de su personaje. Relato inmensamente disfrutable gracias a la cantidad de información que aporta. SG 11


DE CINE_ CON KIKO VEGA AU POSTE!

¿QUIÉN MATÓ AL CADÁVER?

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u Poste! es la peli más accesible y amable de la filmografía de Quentin Dupieux, que coloca de nuevo los códigos del género en su universo particular, lo que, a pesar de mis primeras palabras, no hacen ni mucho menos que la película resulte fácil para todos los públicos, aunque es cierto que el director de otras ‘cosas’ como Rubber o Reality se esfuerza por intentar llegar a una audiencia más amplia sin cargar demasiado las tintas de lo surreal. El primer esfuerzo del que fuera Mr. Oizo es entregar una

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película que dura 68 minutos si no contamos los créditos finales y algo menos si obviamos los iniciales, unos créditos que, además, sitúan la película en alerta ambar del nonsense habitual donde reside el francés. El resto es algo parecido a una obra de teatro absurda con momentos realmente divertidos y un uso del rashomonismo bastante simpático, aunque es posible que veas venir a lo lejos todo lo que pasará. Como siempre, el reparto es una de las claves de una función de Dupieux, así que Benoît Poelvoorde y Grégoire Ludig, belga y francés, demuestran una química estupenda, y las situaciones absurdas se suceden en la única localización (falsa) de la película: una comisaría donde un agente de policía debe resolver un misterioso crimen a través del interrogatorio del sospechoso principal. Podrás ver la película en el Festival de Sitges del próximo mes de octubre.

MISIÓN IMPOSIBLE: FALLOUT A TODO GAS

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o hay descanso para Ethan Hunt, un tipo que ha estado muerto dos veces en la ficción y que en la vida real está al borde de fallecer cada dos secuencias. El juguete de Tom Cruise, el vehículo que creó hace casi un cuarto de siglo como pasatiempo de verano a la par que cine de primera, que para eso reclutó a Brian De Palma, llega a su sexta entrega con algo que parecía más imposible que cualquier misión: mejorar con cada entrega. Olvidada ya en las arenas del tiempo (y de la climática playa) aquella esperpéntica (y entrañable) aventura a las órdenes de John Woo, la franquicia resucitó gracias a la llegada de un nuevo productor, J. J. Abrams, y a un acelerón al que aportaron lo suyo el propio Abrams, Brad Bird y el nuevo señor de la saga, Christopher McQuarrie, probablemente el único miembro

de la franquicia que disfruta tanto o más que Mr. Cruise con este tipo de proezas físicas y cinematográficas. McQuarrie, un tipo de trayectoria bastante peculiar, ganó un Oscar con Sospechosos Habituales el año que se estrenaba la primera misión, pero no fue hasta 2008 que se formó el triángulo que une pasado (Bryan Singer) con futuro (Cruise) en Valkiria. Tras un primer acercamiento con Jack Reacher y una ayudita en la fabulosa Al Filo Del Mañana, estrella y director se citarían más adelante en la ya indispensable Nación Secreta. Así llegamos a la primera ‘secuela’, la primera película donde repite un director y la primera entrega en sobrepasar los 132 minutos. Pero ojo, esto no es Quantum Of Solace: aquí cada minuto, cada segundo, está diseñado para dejarte con la boca abierta. Cada punchline, cada giro, cada secuencia de acción o transición, se condensan en un cuerpo único y adrenalínico. Para compensar esa repetición autoral, McQuarrie cambia de director de fotografía, prescindiendo de Robert Elswit, uno de los mejores del mundo, por Rob Hardy, un fotógrafo mucho más radical que presenta su trabajo más espectacular y comedido. El resultado es la mejor película del verano… ¿Y de nuestra vida?



INTERPOL

LUCES Y SOMBRAS INTERPOL ACABAN DE PUBLICAR SU DISCO MÁS VIOLENTO HASTA LA FECHA: HAN SUBIDO LOS DECIBELIOS Y SE HAN CONFESADO EN LAS LETRAS. QUE MARAUDER SEA ADEMÁS DEL MÁS DURO, TAMBIÉN SU TRABAJO CON MÁS LUZ, NO ES UNA CONTRADICCIÓN, ES LO QUE PRUEBA DE QUÉ ESTÁ HECHA LA BANDA. TEXTO: RO SÁNCHEZ FOTOS: DR

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T

ENGO A SAM FOGARINO AL OTRO LADO DEL TELÉFONO. Me lo imagino

sentado en algún rincón de su casa en Athens, Georgia, donde sé que está descansando después de la gira de festivales europeos que ha mantenido ocupados a Interpol en las primeras semanas de verano. Mientras charlamos, su voz grave y, sobre todo, las carcajadas con las que sigue a sus propias bromas llenan la habitación a través de los altavoces. Parece contento y me lo confirma: “Estamos muy felices con todo lo que rodea al disco nuevo”. Esto ocurre especialmente cuando el batería me cuenta su pequeño incidente con la policía mientras trabajaban los temas del álbum. La banda necesitaba un local de ensayo en Manhattan, donde siempre han compuesto sus discos, y Nick Zimmer de Yeah Yeah Yeahs les ofreció el suyo. “Esos sótanos eran incluso mejores que algunos

apartamentos en los que he vivido. Tenía muchas fotografías y pósteres de conciertos del grupo y se percibía un buen fantasma flotando en la sala”. Como Fogarino dirá más adelante, este trabajo tiene una energía diferente y eso les llevó a tocar con tanta fuerza y a tanto volumen que alguien llamó a la policía de Nueva York. “Había muy buenas vibraciones en ese espacio, hasta que molestamos a un vecino demasiadas veces y tuvimos que marcharnos. Estaba siendo una experiencia genial, pero la policía vino en dos o tres ocasiones y nos recomendaron que dejásemos el sitio porque la situación no iba a mejorar”, y se queja: “Ni que fuéramos Mastodon”. Después tuvieron que mudarse a The Music Building, un edificio de locales de ensayo que lleva funcionando desde los 80, también en Manhattan, y por el que ha pasado desde Madonna hasta los Talking Heads. Que a Interpol les llamaran la atención por exceso de

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“ “ESTA ESTA VEZ VEZ ESTAMOS ESTAMOS TODOS TODOS

ruido en Nueva York es, posiblemente, la mejor carta de presentación para Marauder (Matador/ Popstock!), el que ya es su sexto trabajo. Sólo con el álbum sonando en mis oídos hubiera escrito que este disco llega para consumar el cambio que el grupo comenzó con El Pintor (2014) hace cuatro años, disco con el que recuperaron el beneplácito que la crítica había perdido con Interpol (2010) y Our Love To Admire (2007). Pero Fogarino niega que haya sido algo intencionado para ellos. “La primera canción en la que empezamos a trabajar fue ‘The Rover’, y eso preparó el camino: era verano, hacía calor y lo estábamos pasando bien. No se sentía la tensión. Esta energía a nuestro alrededor nos cambió durante el proceso de composición”. ‘The Rover’ fue, casualmente, el primer adelanto publicado del álbum, que también empedraba el camino para el resto de las canciones. Y esta elección tampoco fue tomada a propósito: “Simplemente surgió así, pensábamos que era uno de los cortes más profundos en el disco. Al principio ni siquiera la consideramos como single, sino que sucedió meses más tarde cuando nuestro mánager vino a los ensayos, se sentó y escuchó en lo que estábamos trabajando. Cuando tocamos el tema dijo que tenía algo. Nosotros creíamos que solamente era una canción animada, pero resultó ser mejor que eso”. La banda siente el cambio en su sonido tanto como lo sienten en ellos mismos. “Durante los últimos 16 años en los que hemos estado lanzando discos cada uno de nosotros hemos querido hacer cosas diferentes, y

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EN EN LA LA MISMA MISMA PÁGINA PÁGINA”” SAM SAM FOGARINO FOGARINO

quizás no hacer algunas cosas de la forma en la que las hicimos”, relata Sam. “Pero esta vez estamos todos en la misma página. Nuestras ideas estaban abiertas a discusión, las compartíamos continuamente”. Ahora se encuentran cómodos y no descartan que estas nuevas vibraciones de Interpol sean también la nueva dirección a seguir: “No puedo predecir lo que haremos las próximas veces, pero definitivamente creo que esto es un escalón más. Hemos vuelto a empezar cuando despegamos con este álbum, y la manera en la que hemos compuesto este trabajo, su energía y cómo lo hemos llevado

hasta el disco final es algo en lo que podemos expandirnos o profundizar”. Se han tomado la metamorfosis muy en serio para este álbum. Por su parte, Fogarino explica que ha estado sumergido entre baterías de soul y R&B como Al Jackson Jr. –batería de Otis Redding– y productores del funk de los 80 como Jimmy Jam y Terry Lewis, buscando cómo crear sensaciones en los temas. Para Paul Banks la transformación ha sido tanto profesional como personal. En El Pintor, tras la marcha del bajista Carlos Dengler, se comprometió a tocar el bajo, una posición que ha podido explorar con más confianza en Ma-


rauder y de la que ha sabido extraer nuevas ideas como vocalista, dejándose influenciar por el instrumento. Pero su principal reto ha estado en las letras de este trabajo. Banks es conocido por mantenerse fuera de los versos de sus propias canciones, componiendo a través de ideas abstractas o situaciones ficticias, algo que ha cambiado con este disco, en el que ha empezado a escribir en primera persona y a superar algunos capítulos de su vida: “Paul ha pasado por un proceso de autoevaluación durante estos años. Ahora ha traspasado esa barrera de presión y se ha dado cuenta de que las cosas

que pensaba importantes, no lo eran en realidad. Las cosas pequeñas son lo más importante”, comenta Fogarino, como si estuviera dándole un consejo a distancia a su compañero de banda. “La forma en la que él ve el mundo ha cambiado, y ya no es tan inseguro, ahora se siente más confiado. Quizás ya ha alcanzado el punto en el que toma cierta responsabilidad por algunas de las cosas que ha hecho en el pasado. Creo que uno de sus temas favoritos es el romántico empedernido: siempre hay algo profundo, retorcido y emocionalmente duro. En este disco están algunas de sus mejores letras,

más directas y sencillas, pero aun así muy elocuentes. Queda bastante claro lo que estás experimentando con las letras, y están más abiertas a que el oyente las pueda interpretar”. El álbum se compuso entre 2016 y 2017, y estuvieron trabajando largo y tendido sobre los temas antes de entrar en el estudio de grabación. “Friedmann no encontró muchas cosas que necesitaran cambiarse en las canciones, algo maravilloso porque así podíamos concentrarnos en cómo sonaría el disco, y en eso él es un genio”. Dave Friedmann es la otra pieza clave de este lado más potente de Interpol. El productor ha trabajado con Spoon, Mogwai, The Flaming Lips o Mercury Rev, referencias que fueron esenciales para que la banda dejara la producción en sus manos, una de las decisiones más importantes ya que hacía más de diez años que autoproducían sus trabajos. Suya fue la idea de no utilizar Pro Tools en las grabaciones y hacerlo directamente en cinta magnética, como se hacía en los estudios durante los años 70 y 80 y lo que ha provocado ese sonido más visceral y de directo en Marauder. “Tuvo mucho que ver en mantener esas sensaciones y que no se perdieran en la grabación del disco. A veces te sientes de una manera y compones algo que está alineado con estos sentimientos, pero después entras en el estudio y se esfuman. Él lo ha arreglado todo para que queden intactos”. Sobre Friedmann, Fogarino cuenta que es extremadamente meticuloso. “Se mete realmente en la canción. Antes de comenzar cada sesión nos preparamos y tocamos el tema, sin grabarla, con él en la sala.

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“NO NOS GUSTA HACER ÁLBUMES LARGOS” SAM FOGARINO

Toma sus notas, hace algunos cambios y propone otras sugerencias, y al día siguiente sólo grabamos hasta que está todo listo”. Aunque el álbum se ha publicado con once pistas, Interpol grabaron algunas más: “Sí, alrededor de unas 15. Pero no nos gusta hacer álbumes largos: no queremos que dure más de entre 45 y 49 minutos”, concreta Sam, y me confirma que el proceso para decidir qué canciones sí entraban en el disco también fue algo que se dilató en el tiempo. “Todos teníamos nuestros temas y la forma en la que queríamos nuestros once cortes. Estudiamos diferentes playlists durante un mes hasta que elegimos el tracklist final”. Entre las canciones descartadas se encuentra ‘Real Life’, la única de las entonces inéditas que fue tocada en directo durante la gira de aniversario de Turn On The Bright Lights. Para ésta y el resto de pistas 18

que no pasaron el corte la banda tiene otro plan: “‘Real Life’ y un par más serán lanzadas en otro formato durante el año que viene. Y hay material realmente bueno, mejor que simples caras B o descartes esperando a ser lanzados. Eso le da un poco de luz cuando un tema no llega al disco, saber que puede encajar en otro lugar”. Precisamente el tour dedicado a los 15 años cumplidos del debut, en el que interpretaban el disco íntegro, interrumpió las sesiones de grabación de este último, y en el verano de 2017 tuvieron que alejarse durante unos meses de Tarbox Road Studios para concentrarse en otro álbum y en otro formato. Esta parada que nada tenía que ver con Marauder terminó siendo influencia directa en el álbum. “Cuando regresamos al estudio, lo hicimos con muchísima energía traída de los conciertos y de

haber estado en contacto con la gente. Volvimos al proceso de grabación con muy buenas sensaciones de la gira, y creo que puedes escucharlo en el disco”. Esas influencias del directo en las vibraciones del álbum, las letras más sinceras de Banks y la evolución hacia un sonido más impulsivo son el trabajo más feroz y liberado de Interpol. Que el motivo sea que ellos también se sienten más libres hace que éste sea también el más personal de la formación: “Cuando te sientes con más confianza en ti mismo como músico, como intérprete y como compositor, te concedes la licencia de soltarte un poco más, sin preocuparte de lo que la gente opine. Simplemente dejas que hablen las canciones”.



HALESTORM

VICIOS SANOS HALESTORM TENÍAN GANAS DE ROCKEAR MÁS DURO QUE NUNCA DESPUÉS DE HABER COQUETEADO CON EL POP EN SU ANTERIOR DISCO INTO THE WILD LIFE . EL RESULTADO ES VICIOUS, UN ÁLBUM LLENO DE GUITARRAS COMANDADO POR LA MAGNÍFICA VOZ DE LZZY HALE. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: DR


E

N LOS APENAS NUEVE AÑOS DESDE QUE PUBLICARAN SU PRIMER DISCO,

Halestorm han conseguido hacerse un hueco en el competitivo panorama musical actual. El mérito es doble teniendo en cuenta que su música está inspirada en el hard rock de los 80 y que tienen una mujer al frente, algo que no debería ser relevante, pero que todavía sigue siéndolo. Que Lzzy Hale, su cantante y guitarrista, fuera la primera mujer en la historia de los Grammy en ganar en la categoría de ‘Mejor Interpretación de Hard Rock/Metal’ en 2012 por su canción ‘Love Bite (So Do I)’ es significativo de lo excepcional de su caso. Pero quizá el partir con esos dos hándicaps es lo que ha motivado al grupo que completan Joe Hottinger (guitarra), Josh Smith (bajo) y Arejay Hale (batería y hermano de Lzzy) a trabajar más duro que el resto. Y pese al estatus conseguido, no parece que tengan ganas de aflojar. Con Vicious, su cuarto álbum publicado el pasado 27 de julio, Halestorm ya andan embarcados en una gira mundial que llegará a España el día 24 de octubre en Salamandra (L’Hospitalet de Llobregat) y el 25 en el Palacio Vistalegre de Madrid, tras haber agotado todas las entradas de la sala But con meses de antelación. Pocas semanas antes de que salieran a la carretera, teníamos la oportunidad de hablar con su bajista desde su casa de Nashville. Sois una banda que giráis mucho. ¿Se te hace raro cuando vuelves a casa? JOSH SMITH “(Risas) La verdad es

que sí. Un amigo mío tiene un nombre para eso y ahora lo uso yo. Lo llama ‘la reentrada’, como cuando los astro-

nautas vuelven a la Tierra. En parte me siento así. Es un cambio muy grande. Tengo esposa y un niño de un año, y aunque me mantengo en contacto con ellos mientras estoy de gira, cuando vuelvo a casa me gusta estar con ellos. Pero no hay tiempo de descansar, porque siempre hay un montón de tareas que hacer (risas)”.

porque demostramos que podemos hacer todo tipo de música”. Supongo que es complicado ser una banda de rock hoy en día, porque si intentas adaptar tu sonido a lo que se lleva ahora, muchos fans te van a dar la espalda, pero si no lo haces, casi no tienes ninguna posibilidad de

Ya me imagino. Vicious es un

sonar en la radio.

disco mucho más rockero que el

“Sí, es una trampa. No importa lo que hagas, siempre vas a recibir algunas críticas. Nosotros somos nuestros críticos más exigentes, así que, si a nosotros nos gusta, creemos que a muchos de nuestros fans también les gustará. Pero recibir críticas forma parte del juego si eres un artista. Casi diría que recibir críticas forma parte del camino al éxito, porque si te critican mucho es una señal de que mucha gente te está escuchando y está pendiente de lo que haces”.

anterior. ¿Es una reacción a las críticas que recibió Into The Wild

Life por parte de un sector de vuestros fans?

“Más bien era simplemente que teníamos ganas de rockear. Siempre nos ha gustado el rock y queríamos hacer nuestro disco más duro. Queríamos condensar la energía que tenemos en directo, pero no siempre es fácil capturar eso en un disco. Sólo teníamos claro que queríamos rockear. El productor Nick Raskulinecz, que es muy conocido por sus discos de rock, nos encerró en el local, empezamos a tocar y esto es lo que salió (risas). Somos una banda de rock y por eso Vicious es un disco de rock. Nick nos ayudó a poner el nivel del rock más alto. Tenía una lista de cosas que quería ver hacer a Halestorm”.

En un mundo dominado por el pop, los fans del rock siguen esperando que llegue un grupo y le dé la vuelta a la tortilla. Cuando sacasteis vuestro segundo trabajo, pareció que podíais ser vosotros; ahora mucha gente tiene esperanzas en Ghost o Greta Van Fleet, pero siempre parece

¿Cómo ves Into The Wild Life

que haya un techo. ¿Crees que

ahora?

Halestorm puede romper ese

“Mis sentimientos hacia ese disco no han cambiado para nada. Siempre me gustó ese álbum precisamente porque era distinto. Into The Wild Life era un disco más mainstream, con influencias más pop; en el fondo era un álbum de pop disfrazado de rock. Experimentamos con diferentes sonidos e ideas. Incorporamos transiciones entre la música y me gusta la onda de ese disco

techo o estáis satisfechos con vuestra posición actual?

“No, siempre queremos superarnos. Creemos que todavía podemos crecer porque lo hemos visto con nuestros propios ojos. Especialmente para bandas lideradas por mujeres, ahora es un muy buen momento. Incluso te diría que es algo más extenso. Veo a muchas más mujeres haciendo de mánagers, de 21


“SI TE CRITICAN MUCHO ES UNA SEÑAL DE QUE MUCHA GENTE TE ESTÁ ESCUCHANDO Y ESTÁ PENDIENTE DE LO QUE HACES” JOSH SMITH

técnicos… Ahora saldremos de gira con In This Moment y New Years Day y eso hubiera sido imposible antes. Antes solíamos ser la única banda con una mujer. Y también hemos visto cómo hemos crecido en Europa, lo cual tiene más mérito porque no hemos girado tanto por allí. Creo que el rock todavía tiene muchos seguidores. No sé dónde estaremos de aquí a dos o tres años, pero creo que todavía seguiremos apostando por el rock”.

pero luego las íbamos cambiando y Nick siempre nos exigía que la volviésemos a grabar entera, tocando todos a la vez. Fue un proceso muy laborioso. Pero creo que nos ayudará de cara al directo porque los tenemos muy interiorizados después de haberlos tocado tanto”. Te uniste al grupo hace 14 años... ¿En qué aspectos crees que la banda ha mejorado más desde entonces?

Nick Raskulinecz es un productor muy orientado a las interpretaciones. ¿Os ha hecho sudar más que otros productores?

“Desde luego. No puedo ni contar la de veces que escuché: ‘Esta toma es perfecta, vamos a repetirla’ (Risas). Pero justo ahora que lo has mencionado, me he dado cuenta de que quizá era porque la toma era perfecta técnicamente, pero quería que la interpretara (risas). Quería que le diera la energía que buscaba. Precisamente por eso acabamos grabando los mismos temas cuatro o cinco veces. Los compusimos en el estudio y hacíamos una demo en directo, 22

“Como he dicho antes, somos nuestros críticos más exigentes. Nuestro directo, nuestra capacidad individual, nuestra creatividad… todo ha mejorado. También mucho nuestra comunicación en el escenario. Creo que eso es básico para una banda de rock. Porque en el escenario todos tienen que trabajar juntos. En eso hemos mejorado una barbaridad”. A lo largo de los años habéis compartido escenario con un montón de grandes artistas. ¿Cuál ha sido ese momento en el que has pensado ‘no puedo creer que esto esté sucediendo’?

“(Risas) Ha habido unos cuantos. El primero que me viene a la cabeza fue cuando tocamos como teloneros de Heaven & Hell, que por desgracia fue su último concierto porque Ronnie (James Dio) murió unos meses después. Todo en esa situación fue surrealista: que nos pidieran que lo hiciéramos, dar el concierto, conocerles después del bolo, y que Ronnie falleciera al cabo de un tiempo. Fue un momento increíble poder estar con ellos. Tony (Iommi) y Geezer (Butler) eran tipos súper normales, pero no lo son porque son leyendas (risas). También pudimos conocer a los hermanos DeLeo de Stone Temple Pilots con nuestro primer disco, somos chavales de los 90 y fueron una banda básica para nosotros. Y hace poco Billy Corgan de Smashing Pumpkins nos dijo que le gustaba mucho nuestra música. Siamese Dream es uno de mis discos favoritos, así que puedes imaginar lo que esto ha supuesto para mí”.



ALICE IN CHAINS

LLUVIA ESPIRITUAL

LLEGADOS AL TERCER ÁLBUM DE SU SEGUNDA ETAPA COMO GRUPO, LOS YA NO TAN NUEVOS ALICE IN CHAINS PARECEN HABER CONSEGUIDO ENTERRAR DE MANERA DEFINITIVA LOS FANTASMAS QUE LES COLOCARON EL CARTEL DE BANDA MALDITA. AUNQUE PARA ELLO, ANTES TUVIERON QUE REGRESAR A SU HOGAR PARA VOLVER CON UNA OBRA DEL CALIBRE DE RAINER FOG. TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: DR


D

ESDE QUE ANUNCIASEN OFICIAL MENTE SU RETORNO EN 2006, JERRY C ANTRELL (VOZ, GUITARRA), SEAN KINNEY (BATERÍA), MIKE INEZ (BAJO) Y WILLIAM DUVALL (VOZ, GUITARRA) HAN TENIDO QUE C ARGAR CON UNA SOMBRA

tan alargada como dolorosa: la de Layne Staley. Tras pasar un auténtico infierno por el abuso de drogas, el que fuera vocalista de Alice In Chains terminó falleciendo en 2002, dejando un hueco imposible de llenar tanto para sus compañeros como para toda una generación de seguidores que se vieron impactados con álbumes tan relevantes como Dirt o Jar Of Flies. A pesar de que los de Seattle ya habían entrado en hiato en 1996 debido a la inestable salud de Staley y las dificultades para continuar adelante, el golpe fue durísimo.


Tras guardar el debido luto, el recuerdo de su antiguo vocalista permaneció imborrable, pero al menos Alice In Chains fueron capaces de reconstruir su carrera por su propios méritos actuales. Sus dos últimos álbumes, Black Gives Way To Blue y The Devil Put Dinosaurs Here, con Cantrell tomando la voz cantante y DuVall como acompañante, han justificado que aún siguen siendo una banda con cosas que decir. Cinco años después, ahora le toca el turno a Rainer Fog (BMG), un álbum para el que han retornado a la ciudad que les vio surgir en los 90 junto a Pearl Jam, Nirvana y Soundgarden entre otros muchos, y con el que reafirman su presente manteniendo sus señas de identidad. Precisamente fue el propio William DuVall el encargado de atendernos unos minutos el pasado 13 de julio en los camerinos del Mad Cool horas antes de su concierto en el festival madrileño. Sabido por todos que los miembros originales piden expresamente que no se realicen cuestiones sobre Layne Staley, drogas o cualquier otro asunto relacionado con su oscuro pasado, resultó refrescante encontrarse con un punto de vista diferente. Desde su perspectiva, el también cantante de Comes With The Fall no rehusó mencionar a su predecesor o comentar libremente la triste desaparición de un amigo cercano como Chris Cornell. Como podréis ver a continuación en la interesante y agradable conversación que mantuvimos, DuVall es uno de esos entrevistados agradecidos para con los periodistas. Sólo hay que hacer las preguntas correctas y el trabajo sale solo. Bienvenido de nuevo a España.

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“NECESITAS ALGO DE TIEMPO PARA TOMAR DISTANCIA, VIVIR TU VIDA Y TENER TIEMPO PARA TI MISMO. DE LO CONTRARIO, TODAS LAS CANCIONES TRATARÍAN SOBRE ESTAR EN UN BACKSTAGE COMO ÉSTE O POR QUÉ NO ME HAN TRAÍDO EL TIPO DE AGUA QUE HE PEDIDO AL CÁTERING (RISAS)” WILLIAM DUVALL

Hacía mucho tiempo que no os

el BBK Live 2010, solo que ellos

veíamos por aquí.

actuaron ayer.

WILLIAM DUVALL “Tienes razón,

“Sí, ahora lo recuerdo. Creo que en ese festival estuve con Eddie Vedder viendo a Paul Weller. Y Mike McCready salió a tocar ‘Rooster’ con nosotros. Estuvo muy bien, nos encantó tocar en Bilbao. Hubiera molado coincidir otra vez con ellos, pero todos tenemos trabajo que hacer (risas)”.

hacía bastante que no pisábamos España. Esta mañana hemos tenido algo de tiempo para ver la ciudad. Ya habíamos estado antes en Madrid pero hemos aprovechado para dar un paseo cerca del hotel, por el centro, y hemos visto el Palacio Real”. Genial. Precisamente la última vez que tocasteis aquí también

¿Y cómo te sientes en este tipo

fue en un festival con Pearl Jam,

de festivales con grupos tan dife-


rentes? Esta noche por ejemplo tocáis a la misma hora que Arctic Monkeys.

“La verdad es que los prefiero así. También me gusta tocar en festivales donde sólo hay grupos de rock o metal, pero para mí es mucho más interesante y divertido hacerlo en otros más diversos. Creo que festivales como éste evocan el espíritu de los primeros que se hicieron, como el de Woodstock, donde se mezclaban músicas de todo tipo. A veces es difícil decidir a quién ir a ver porque se juntan mu-

chos artistas interesantes, como hoy At The Drive-In y Jack White. Es un cartel increíble”.

unos seis meses y un año en acumular ideas conjuntas y luego otro año más hasta que finalmente podemos grabar, encontrar algún sello que ayude a publicarlo... Eso ya nos lleva dos años. Y una vez que sale a la venta, tienes que pasar otros dos más girando para promocionarlo, así que ahí se van cuatro años. La mayor parte del tiempo desde 2013 la pasamos haciendo eso mismo con The Devil Put Dinosaurs Here, de igual manera que lo hicimos para Black Gives Way To Blue. Cuando ya has pasado por todo eso, también necesitas algo de tiempo para tomar distancia, vivir tu vida y tener tiempo para ti mismo. De lo contrario, todas las canciones tratarían sobre estar en un backstage como éste o por qué no me han traído el tipo de agua que he pedido al cátering (risas). Eso no es interesante. Pero lo cierto es que desde entonces muchas cosas han ocurrido en los últimos cinco años, tanto en la comunidad musical como en el mundo entero. Así que necesitamos vivir todo eso para que nos inspire y ayude a vestir las canciones. Todas las pérdidas que hemos sufrido en el mundo de la música, el mapa geopolítico... Hay mucho de lo que hablar”. Rainier Fog ha sido grabado casi en su totalidad en Seattle. Es la

Aunque algo menos, también

primera vez que Alice In Chains

ha pasado mucho tiempo desde

graba en casa desde el disco ho-

vuestro anterior álbum, The Devil

mónimo de 1995. ¿Qué es lo que

Put Dinosaurs Here. ¿En qué

hizo regresar a la banda?

habéis andado metidos durante

“Entiendo a lo que te refieres: los orígenes del grupo. Lo cierto es que todo empezó simplemente porque nuestro batería, Sean Kinney, expresó su deseo de poder dormir en su propia cama para cambiar los

estos cinco años?

“Bueno, suelen pasar uno o dos años entre que empiezas a escribir un nuevo disco y hasta que entras a grabarlo. Normalmente tardamos entre

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hábitos que hemos tenido a la hora de grabar los dos últimos discos. Especialmente con Black Gives Way To Blue, ya que en ese momento todos vivíamos en Los Ángeles excepto Sean, que tenía que venir un par de meses para trabajar todos juntos. Al principio era como una broma: ‘¿Por qué no grabamos en Seattle?’. Obviamente, acabamos haciendo otro álbum casi íntegramente en Los Ángeles como The Devil Put Dinosaurs Here. Y por tercera vez la broma volvió a salir, solo que esta vez iba un poco más en serio (risas). Me encantaba la idea de trabajar en Seattle. Eso provocó todas estas discusiones sobre lo que significaba volver a casa, por así decirlo, y afrontar los fantasmas de nuestro pasado. Y por otro lado, yo también tuve mi propio debate interno y con los demás. A ellos les forzaba a encarar su pasado y me forzaba a mí a hacerlo también, a encontrar mi lugar en la historia de este grupo y de esa ciudad. Al final decidimos que sería una buena idea hacerlo, averiguar cómo sería volver a trabajar allí de nuevo en más de veinte años para ellos y para mí por primera vez. Así que fuimos allí en junio del verano pasado, que es la época más bonita para estar en Seattle. Pasamos tres meses viviendo allí, que es el periodo más largo en el que he estado en la ciudad. Hemos pasado mucho tiempo allí y hemos dado unos cuantos conciertos a lo largo de los años, aunque al final sólo me quedaba dos o tres días. Pero vivir en pleno centro de la ciudad, justo donde estaba el estudio, fue una experiencia totalmente diferente. Podía ir caminando al trabajo, absorber la atmósfera que se respiraba en Seattle, las vibraciones de la

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gente... Todo eso fue genial además de poder grabar en aquel edificio, en Studio X, el mismo en el que lo habían hecho anteriormente. No habíamos pensado en esa similitud, pero ellos hicieron su tercer disco allí con la primera formación del grupo y ahora íbamos a grabar el tercer álbum de esta reencarnación de Alice In Chains en el mismo estudio. No estaba planeado, pero surgió así. Debo decir que desde el momento en el que entramos en Studio X y todo nuestro equipo estuvo instalado, cualquier miedo que ellos pudieran tener o el temor que yo pudiese albergar... todo aquello desapareció el primer día. De hecho, diría que cualquier tipo de fantasma o espíritu que pudiera residir allí ayudó en el proceso. Incluso llegué a escribir la letra de ‘Never Fade’ mientras estábamos en el estudio. Todo el mundo se fue a dormir, pero yo me quedé toda la noche. Dije: ‘No me voy a marchar hasta que la termine’. Y pensé sobre todo esto, el estar en un lugar histórico como esa propia habitación, donde tantos grupos se habían reunido para grabar y escribir canciones, sentado justo ahí mismo. Pensaba en Layne Staley, en Chris Cornell, que había fallecido el mes anterior, en mi abuela, a la que perdí el día de Año Nuevo. Tenía 105 años, una figura muy importante en nuestra familia, ayudó a criarme y fue una de las personas más encantadoras que haya conocido. También recordé a Bowie, Prince, la historia de Seattle... Simplemente lo saqué todo en esa letra. Cuando los chicos la escucharon la aprobaron inmediatamente. Ni tan siquiera teníamos una música pensada para ella y ahora está en el

disco. Cuando salí aquella noche del estudio, caminando por el centro de la ciudad, pude sentir esa experiencia espiritual. Y sólo podría haberla llegado a experimentar allí, en Seattle, en aquel edificio. Fue algo único”. Por lo que cuentas parece que este trabajo tiene un componente nostálgico muy importante, incluso hasta de homenaje a la escena de los 90 de la que el grupo formó parte.

“Desde luego hay algo de echar la vista atrás en este álbum, pero lo hay mucho más sobre avanzar. Por ejemplo, ‘Rainer Fog’ habla sobre el pasado, pero también tiene mucho que ver con el vivir el presente y seguir adelante. ‘Never Fade’ trata de reflexionar sobre las pérdidas de los seres que queremos, pero también del amor que sentí por esas personas y los recuerdos que compartimos. Eso nunca morirá, nunca desaparecerá, es permanente. El álbum no va sobre mirar al pasado y centrarse en la tristeza. Como hemos dicho antes sobre la banda, la muerte es parte de la vida. En Black Gives Way To Blue nos vestimos de luto, pero especialmente con Rainer Fog hay un sentimiento de seguir adelante y de llevarte con nosotros”. Sólo he tenido tiempo de escuchar el disco una vez esta misma mañana, pero mi impresión es que se trata de un trabajo más dinámico, menos denso que The

Devil Put Dinosaurs Here. ¿Cómo lo compararías respecto a los dos anteriores?

“Diría que ha sido el más divertido de hacer. Creo que es mi favorito de


“AL FINAL, SI UNA IDEA ES CAPAZ DE PASAR TODOS NUESTROS FILTROS, PROBABLEMENTE ES PORQUE SEA MUY BUENA, PORQUE DISCUTIMOS MUCHÍSIMO. SOMOS TERRIBLES EN ESO (RISAS)” WILLIAM DUVALL

los tres que hemos hecho con esta formación. Es interesante porque Nick Rasculinecz, nuestro productor, dijo lo mismo. Volvimos de gira para terminarlo en su estudio en Franklin, Tennessee, y dijo: “Éste es mi favorito”. Por supuesto, nosotros nos sentimos demsiado cercanos a él como para hacer cualquier valoración e intentar ser objetivos. No hay manera de hacer eso. Así que te lo dejamos a ti y a los demás oyentes. Ya no es cosa nuestra, sino de todo el mundo, y que tengan sus propias impresiones. Estamos a favor de eso, ninguna interpretación es más o menos válida que las demás. Algunos ven este trabajo algo más optimista, puedo entenderlo, pero hay quienes dicen que es nuestro álbum más heavy, así que está bien (risas). Sea como sea, ambos tienen razón. Pero comprendo a lo que se refieren algunos con que este disco suena más a lo que realmente somos y en dónde nos encontramos ahora mismo. Y quizás tenga que

ver con todo el tiempo que llevamos juntos. Llevamos doce años, eso es más de lo que duró la primera etapa del grupo, y desde entonces hemos trabajado firmemente. Si no estamos grabando, probablemente estemos de gira. Desde el primer momento que nos juntamos en 2006 nos fuimos a la carretera. Nunca paramos. Creo que todo eso cobra sentido ahora que sabemos quiénes somos, nos conocemos mejor y lo que estamos haciendo. Y eso también va por Nick Raskulinecz y nuestro ingeniero Paul Figueroa. Hemos hecho tres discos juntos, así que sabemos qué es lo que se nos da bien. Nos hemos conocido durante una década y hemos estado en cualquier situación imaginable: matrimonios que iban y venían, niños que nacían, hemos perdido amigos y familiares. No tenemos secretos entre nosotros”. Por otro lado, he notado que tu participación en las voces resulta

más evidente. Tienes más protagonismo. ¿Cómo ves tu evolución desde Black Gives Way To Blue?

“Ha sido una progresión natural. Se podría decir que desde el primer momento intenté encontrar mi propio espacio dentro de la banda. Fue un proceso constante, nunca algo que pudiese dar por seguro. Tenía que seguir insistiendo y mostrarme seguro de mí mismo y de mis ideas. Éste es un grupo muy duro, créeme (risas). Todos tenemos personalidades muy marcadas. Y también, en cierta manera, la banda en sí es una institución. La gente suele tener muchas opiniones acerca de cualquier cosa que hagamos. Al final, si una idea es capaz de pasar todos nuestros filtros, probablemente es porque sea muy buena, porque discutimos muchísimo. Somos terribles en eso (risas). Pero si ha llegado hasta el final, eso significa que ha pasado la prueba. Es parte de lo que hace las cosas interesantes. No nos lo ponemos nada fácil los

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unos a los otros, pero al mismo tiempo, nos queremos y respetamos”. Quería aprovechar la oportunidad para preguntarte a cerca de Comes With The Fall. Me encantan todos los discos que llegasteis a hacer, especialmente

Beyond The Last Light. Desde que te uniste a Alice In Chains parece que estáis en un hiato indefinido. ¿Hay planes de volver a retomar el proyecto en algún momento?

“Me encantaría, y de hecho, tengo intención de volver a hacer algo con Comes With The Fall. Es la parte más grande de mí. Beyond The Last Light para mí es probablemente el mayor logro que he conseguido como artista de principio a fin. Creo que ha superado el paso del tiempo. Puse mucho de mí en ese álbum”.

den, Jeff Buckley incluso...

te impactó la noticia de su re-

“Sí, a mí también. De hecho, llegué a conocer un poco a Buckley. Teníamos muchos amigos en común. Antes de que él apareciese, yo tenía un grupo llamado No Walls en el que hacíamos algo muy similar. Empezamos en 1988 y nos separamos en el 92. Entonces Buckley salió en 1994 y se lo llevó todo (risas). Pero a veces ocurren cosas así. Y él era genial, no estoy negando eso, pero quiero decir que eso siempre ha formado parte de mí y Beyond The Last Light es reflejo de ello. Estoy muy orgulloso de ese disco y todos los que hice con Comes With The Fall. Definitivamente quiero hacer algo nuevo con el grupo, tal vez bajo mi nombre u otra banda, no lo sé, pero estoy en ello, eso seguro”.

pentino fallecimiento?

Tengo que ir terminando y no me gustaría hacerlo sin hablar

Me recuerda a muchas cosas de

de alguien a quien ya has men-

los 90. Hay mucho de Soundgar-

cionado, Chris Cornell. ¿Cómo

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“No creí que pudiese ser cierto. Aún me cuesta creérmelo, al igual que con Prince. Creo que nunca nos recuperaremos de algo así. Pero te diré algo: él está en este nuevo álbum. Su hermana nos trajo una de sus guitarras al estudio y Cantrell y yo la tocamos. Así que siempre estará con nosotros, al igual que con todos sus fans”. Ya para despedirnos, ¿os volveremos a ver el año que viene por aquí?

“¿Te refieres a que no toquemos en festivales? Es posible porque con este álbum vamos a estar girando hasta bien entrado el año que viene y tendremos que regresar a Europa. Así que tendría todo el sentido del mundo”.



IDLES

CAMBIANDO LA NARRATIVA “LA MEJOR BANDA DE PUNK DEL REINO UNIDO” SEGÚN EL PERIÓDICO THE GUARDIAN ACABA DE PUBLICAR SU SEGUNDO ÁLBUM JOY AS AN ART OF RESISTANCE , UN DISCO QUE ENCUENTRA EL NEXO COMÚN ENTRE LO PERSONAL Y LO UNIVERSAL ATACANDO TODO AQUELLO QUE ESTÁ MAL EN NUESTRA SOCIEDAD. SU VOCALISTA, JOE TALBOT, SE ABRIÓ DURANTE NUESTRA ENTREVISTA CON LA MISMA HONESTIDAD QUE LO HACE EN SUS CANCIONES. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: DR


H

AY GRUPOS PEQUEÑOS QUE SON MUY GRANDES. IDLES SON UNO DE ELLOS. A pesar

de sus tendencias autodestructivas, el quinteto de Bristol, formado por Joe Talbot (voz), Mark Bowen (guitarra), Lee Kieman (guitarra), Adam Devonshire (bajo) y Jon Beavis (batería), ha conseguido tirar adelante un proyecto marcado por las tragedias personales y la voluntad de abordar temas, como el nacionalismo, la inmigración o la desigualdad de clases, que suelen ser demasiado complejos para tratar en una canción de tres minutos. Se dice que los elogios debilitan, pero a pesar de la gran repercusión obtenida el año pasado con su debut Brutalism, Idles no han perdido su capacidad de hurgar en la herida en su recién editado Joy As An Art Of Resistance (Partisan/PIAS). Un baño de realidad contra aquéllos que sólo ven en la música una vía de escape. Después de haber causado una gran impresión en la última edición del Primavera Sound, el grupo nos visitará de nuevo el 29 de noviembre en Madrid (Moby Dick) y 30 en Barcelona (Razzmatazz 3). Si en disco ya abruman, en directo, te machacan. Quería empezar preguntándote por la vez que abristeis para Foo Fighters en el O2 de Londres ahora hace un año. Vuestro hábitat natural son las salas pequeñas, ¿cómo os sentisteis? JOE TALBOT “Fui al concierto con una

mente abierta. No quería preocuparme demasiado antes de llegar ahí, pero sabíamos que era una gran oportunidad. En cada concierto que damos nos aseguramos de dar el máximo al público porque es lo que merecen. Así que, en


ese sentido, no fue distinto a otro concierto de Idles. Era un escenario muy grande, pero no parecía tan grande. Nos sentimos muy cómodos. Y el público de Foo Fighters entendió muy bien que no somos una gran banda de rock y nos dio mucho amor. Fue una gran experiencia. En parte nos cambió la vida porque nos hizo dar cuenta que podemos ser una banda que funciona a una escala mucho mayor, no sólo en un pub. Podemos llegar a ser lo que queramos ser”. ¿Te gustaría que Idles fuesen tan grandes como Foo Fighters? ¿Crees que sería una señal de que las cosas están cambiando?

“Sí, claro. Creo que somos un ejemplo de que las cosas están cambiando. No tenemos la imagen de una banda de rock, ni nos comportamos como una banda de rock, pero la gente nos está apoyando porque se da cuenta de que se puede cantar sobre cosas importantes. No tenemos 20 años, ni somos modelos, pero podemos tocar por todo el mundo. La gente nos escucha porque somos honestos y quieren escuchar y hablar sobre cosas importantes”.

“EVADIRSE ESTÁ MUY BIEN, HAY UN LUGAR EN MI CORAZÓN PARA LA EVASIÓN TAN IMPORTANTE COMO PARA EL REALISMO, PERO EN ESTE MOMENTO SÓLO HAY EVASIÓN Y NADA DE REALISMO. ESO NO ESTÁ BIEN” JOE TALBOT

vueltas a nuestras canciones, pero creo que ahora somos capaces de escribir lo que nos sale de manera natural”. Supongo que es como un actor

Pues hablemos de cosas impor-

que improvisa. Para hacerlo

tantes como vuestro nuevo disco

bien, se tiene que haber prepa-

Joy As An Act Of Resistance. A

rado mucho antes.

pesar de las excelentes críticas

“Exacto”.

que recibió vuestro debut Bru-

talism, suena muy espontáneo,

Brutalism era un disco marcado

como si no le hubierais dado mu-

por la muerte de tu madre. Por

chas vueltas. ¿Fue así?

desgracia, desde entonces tam-

“Gracias, pero nos ha llevado mucho tiempo alcanzar un punto en el que hagamos música que suene espontánea (risas). Es difícil de entender. Desde el principio le hemos dado muchas

bién perdiste a tu hija. ¿Cómo

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afrontaste el tener que grabar otra obra en esas circunstancias?

“Fue un proceso distinto. La muerte de mi madre llegó después de una

larga enfermedad. Yo era su cuidador. Mi hija murió de repente. Es un dolor distinto. Me supuso un esfuerzo mucho mayor lidiar con su muerte y eso se trasladó al disco. Es un álbum sobre un luto distinto. Hay mucha introspección. El primer trabajo era muy explosivo, catártico y egoísta, en cambio éste quería que fuera sobre cómo usar una pérdida para mejorar como persona. Pero no sólo trata de mi hija, también sobre el Brexit y muchas otras cosas que pasan a nuestro alrededor. Hay también un sentimiento de pérdida en nuestro país y en Europa. Los partidos de derechas resultan más atractivos para los jóvenes, hay más racismo, más división, creo que la gente se sien-


forma parte de tu recuperación?

“Sí. Ser creativo y expresar tus emociones es lo opuesto a sentirte solo y aislado. Probablemente me salvó la vida en muchos aspectos. Si eres capaz de crear y compartir tu visión con el resto del mundo, te ayuda mucho. Es lo mejor que he hecho”. Al mismo tiempo, tocar en una banda de rock es algo muy hedonista. ¿Cómo lo compaginas?

“No lo sé, simplemente lo hago. Cuando estamos de gira, cuidamos unos de los otros, intentamos vivir acorde a nuestras letras, compartiendo nuestras emociones. Es un privilegio. Para nosotros el grupo es un regalo que nos han dado, e intentamos utilizarlo de una manera positiva”. ¿Crees que parte del éxito del grupo es porque la gente percibe que contáis la verdad en un negocio en el que hay mucho de artificial?

te perdida. Queríamos usar nuestro disco para mostrar a la gente que hay un camino en la pérdida que puede ser positivo, y no sólo la rabia y la violencia. Nosotros usamos la violencia en la música como una herramienta para que nos escuchen y mostrar que más allá hay amor y tolerancia”. ¿No crees que en la escuela deberían enseñarnos a gestionar este tipo de emociones?

“Cuando mi madre falleció sentí un gran alivio porque ella sentía mucho dolor, y mi familia también, pero es difícil entender estas cosas hasta que te ocurren. Es tan traumático que no es algo que pueda enseñarse. Cada per-

sona siente cosas distintas con cada muerte. Pero ser capaz de canalizar tus emociones y compartirlas sí que debería formar parte de la educación. En la escuela no te enseñan nada al respecto. Es algo muy complicado porque no hay lo correcto y lo incorrecto en los sentimientos, pero sí te podrían educar en cómo expresarlos. Al menos te deberían enseñar que no eres la única persona que siente eso. Durante el luto te sientes muy solo y piensas que eres la única persona que se siente así, pero todo el mundo acaba pasando por eso en algún momento. Si te sientes solo, eso es peligroso”. ¿Sientes que escribir canciones

“Lo espero, lo espero. Intentamos ser tan honestos como podemos. Estamos intentando cambiar la narrativa en la música popular porque está llena de mierda. La gente se siente fea, vieja y frustrada por lo que ve en los medios, pero nosotros queremos demostrar que se puede estar gordo y ser viejo y viajar por todo el mundo haciendo música. Nadie te puede decir que no deberías estar en un grupo. Muchos músicos ni siquiera lo intentan porque les dicen que no son suficientemente buenos. Creen que la sociedad no los querrá porque no son guapos. Creo que la cultura popular hace que la gente se sienta fea y estúpida. Pero espero que eso cambie. Debería cambiar y nosotros representamos una his-

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toria mucho más sincera. Hablamos de política porque la política está en todo lo que haces. Mucha música popular distancia a la gente de la realidad. Evadirse está muy bien, hay un lugar en mi corazón para la evasión tan importante como para el realismo, pero en este momento sólo hay evasión y nada de realismo. Eso no está bien”.

migrantes y los refugiados. Desde un punto de vista humanista, las fronteras no deberían existir, pero al mismo tiempo, ¿cuánta gente habría dispuesta a acoger a un refugiado en su casa?

error. Fue una campaña para hacernos creer que los políticos están muy ocupados. Pero no pensaron que los británicos fueran tan estúpidos como para votar a favor de ello. Es así de simple. Los británicos quizá fueron estúpidos, o simplemente estaban enfadados, o atemorizados, y votaron a favor del Brexit. En el fondo es gente que no quiere cambiar en un país que necesita ser cambiado. Los medios han provocado mucho miedo y rabia, culpando a los inmigrantes. Vivimos tiempos muy confusos. Lo que tiene que pasar es que los medios expliquen las cosas de manera sencilla, sin confundir a la gente. Cuando te dicen que todo está súper jodido, la gente tiende a votar a los partidos de derechas, porque son los que prometen que echando a los inmigrantes, todo se arreglará. Lo que se tendría que decir es ‘todo está jodido, pero tenemos un plan de veinte años para solucionarlo, así que todo el mundo tranquilo’. Y empezar a crear una nueva infraestructura que permita reconstruir el país. Pero claro, es mucho más fácil culpar a los inmigrantes. Has sacado el tema perfecto para mostrar por qué Idles queremos transmitir mensajes muy sencillos. Todas estas cuestiones tan complicadas se reducen a una sola cosa: tú quieres sentirte seguro, y quieres que tu familia se sienta segura, y estás dispuesto a trabajar duro por ello, pero quieres que te paguen un salario digno. Eso es política. Y si lo complicas más allá de eso, sólo creas confusión”.

“Desde luego. La información es abrumadora. Es difícil mandar mensajes contra el sistema sin pasar por el filtro de las corporaciones. Pero creo que si eres lo suficientemente atrevido y simple, tu mensaje puede llegar. Nosotros somos una banda humanista. Venimos de unos principios socialistas, pero nuestro mensaje es humanista. Trata sobre la importancia de las personas. Las historias de las personas son importantes. Si tu mensaje es sencillo, no puede ser manipulado. Por eso nuestro segundo disco trata sobre eso, sobre reducir tu mensaje al máximo para que nadie pueda malinterpretarlo. George Orwell es un gran ejemplo de alguien que simplificó su mensaje para que pudiera ser entendido por las masas”.

“Lo que dices es un ejemplo de cómo complicar las cosas. Tú votas a un gobierno y pagas unos impuestos para que cuiden de esas personas. En el fondo es algo muy sencillo. Hay unas personas en un barco que necesitan ayuda, si los devuelves a su país probablemente mueran. No deberías tener que acogerlos en tu casa. Tu gobierno debería ser capaz de proporcionarles un techo y una oportunidad para que encuentren un trabajo. Créeme, los gobiernos tienen suficiente dinero para poder hacerlo. Mira la situación con los bancos y los clubes de fútbol. España tiene suficiente dinero para acoger a los refugiados, pero los gobiernos y los bancos quieren que creas que es un problema muy complejo y que no se puede hacer nada al respecto. No lo es. Los gobiernos no quieren gastarse el dinero en su gente, así que por qué deberían hacerlo por los extranjeros. Yo he estado en España, y he visto cómo el gobierno no se ocupa de vosotros, así que mucho menos se va a ocupar de los africanos. Es sencillo. Su negocio no es ayudar a las personas, sino ganar dinero. Si crees que es una cuestión complicada es porque quieren confundir al votante haciéndole creer que supone un gran esfuerzo ayudar a otra gente, pero también supone un gran esfuerzo robar, y lo hacen”.

Otro ejemplo de esas contradic-

¿Crees que el Brexit refleja eso?

te rodea es estúpida?

ciones está en el tema de los in-

“Sí, por supuesto. El Brexit fue un

“Individualmente no son estúpidos.

Tienes razón, pero creo que cuanto más interesado estás en la política y en cómo funciona el mundo, más impotente te sientes. Ahora mismo podemos hablar sobre las desigualdades, pero lo hacemos a través de un aparato que pertenece a una corporación que probablemente explote a sus trabajadores. ¿No crees que ese tipo de contradicciones son las que provocan tanta confusión?

¿Cómo tiras adelante pensando que la mayoría de la gente que

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¿Qué otras bandas crees que están cambiando la narrativa?

“¿Bon Jovi? (Risas) Creo que Sleaford Mods o Cabbage. Creo que hay muchos grupos británicos que están intentando arreglar las cosas. Y estoy seguro que en Europa también las hay aunque no lleguen aquí”. Sleaford Mods es la banda que más identifico con vosotros en cuanto a actitud, aunque la música sea muy distinta.

“Es una comparación que nos gusta. Probablemente gracias a ellos, ahora podamos estar en una plataforma más grande. Su claridad y su imagen inspiraron a mucha gente”.

IDLES

No creo que todo el mundo que votara el Brexit sea estúpido. Pero como masa, cuando la gente convierte la nación en un club de fútbol, actúa sin pensar. La nación no es estúpida. La nación tiene miedo y está furiosa con un gobierno que no hace su trabajo. Los medios y el gobierno han hecho que la masa tenga miedo de su futuro para que reaccionen al pánico, sin pensar. En España, en Francia, está pasando lo mismo”.

todas las reglas que nos ha impuesto la sociedad. Una de las mayores causas de suicidio entre los hombres es que no se sienten suficientemente exitosos porque no están a la altura de esas reglas. Si todo el mundo se sintiera libre y pudiera expresarse con su propio lenguaje, no sentirían eso. Es muy contra natura interiorizar esas reglas como algo propio. Ser hombre sólo es una cuestión de genitales, todo lo demás es una construcción. Los hombres no comparten sus emociones porque creen que tienen que ser fuertes”. Lo malo es que ahora los chicos adolescentes parecen tener la misma presión respecto a su imagen y sus cuerpos que han sentido las mujeres.

Otro asunto confuso del momento actual es la redefinición del rol masculino. Durante miles de años hemos tenido un rol muy definido, pero eso está cambiando y no sabemos cómo reaccionar. En tu opinión, ¿qué debería ser un hombre en el siglo XXI?

“Un hombre debería ser lo mismo que una mujer o que un trans. Todo el mundo debería ser libre para ser ellos mismos. Si desnudas un individuo a su esencia, es muy distinto a

“Sí. Los hombres y las mujeres sienten más presión para ser perfectos. Es muy insano porque nadie es perfecto. Para ser perfecto tienes que dejar de ser quien eres. Está bien hacer ejercicio y tener buena salud, pero eso no tiene que ver con el género o con la edad. Los españoles tenéis una dieta más saludable que los británicos, que hemos adoptado la cultura americana y comemos basura (risas). Pero esa presión se ejerce sobre todo el mundo. Es otra de las cosas que Idles

queremos cambiar. Sólo puedes ser feliz si eres libre”. Cuéntame la historia detrás de la canción ‘Danny Nedelko’.

“Danny Nedelko es un amigo mío. Es un inmigrante ucraniano que ahora es ciudadano británico. Está en un grupo que se llama Heavy Lungs. Nos prometimos que escribiríamos una canción el uno sobre el otro. Pensamos que sería divertido. Es un muy buen ejemplo de un inmigrante que tiene la oportunidad de volver a empezar. Es un ser humano muy hermoso. Ha hecho que nuestra sociedad sea mejor con su arte, aportando nuevas ideas a nuestra cultura. Quería hacer un tema que tratara la inmigración desde un punto de vista positivo. La inmigración es algo hermoso. Sin inmigrantes no seríamos nada. Quería decir que tengo un muy buen amigo que es inmigrante”. ¿Y ha escrito ya él su canción sobre ti?

“La está escribiendo, pero le está costando porque yo no soy una persona tan interesante (risas)”.

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THRICE

FUTURO ABIERTO


LA PUBLICACIÓN DE PALMS SIGNIFICA UNA CIFRA REDONDA PARA THRICE. SU DÉCIMO ÁLBUM DE ESTUDIO COINCIDE CON LA CELEBRACIÓN DE SUS DOS DÉCADAS DE EXISTENCIA COMO BANDA. PERO LEJOS DE REGODEARSE EN TIEMPOS PASADOS, LOS CALIFORNIANOS TIENEN LA VISTA PUESTA EN LO QUE TODAVÍA LES QUEDA POR VIVIR. CON EL RECUERDO DE SU PASO POR EL DOWNLOAD AÚN FRESCO, VOLVIMOS A ESTABLECER CONTACTO CON UNA DE LAS BANDAS FAVORITAS DE ESTA REVISTA. TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: DR/ALEX BELZA (DIRECTO)


L

LEGADO A CIERTA EDAD, UNO EMPIEZA A DARSE CUENTA DE LO RÁPIDO QUE PASA EL TIEMPO. Un

día estás haciendo una carrera y al poco tiempo estás trabajando, pasando tu etapa de estudiante a un lejano recuerdo. Lo mismo sucede con otras situaciones de la vida como puedan ser amigos y familiares que vienen y van. Incluso sucede que las bandas con las que has crecido, sin darte cuenta, también se hacen mayores, aunque algunas lo lleven mejor que otras. En el caso de Thrice, puede dar algo de vértigo llegar a pensar que este año cumplan veinte como grupo y que su nuevo Palms signifique la décima muesca en su particular revólver discográfico. Y es que parece que fue ayer cuando Dustin Kensrue (voz, guitarra), Teppei Teranishi (guitarra) y los hermanos Eddie (bajo) y Riley Breckenridge (batería) comenzaron a llamar la atención a comienzos de los 2000 con trabajos como The Illusion Of Safety y The Artist In The Ambulance gracias a su post hardcore metalizado. Englobados erróneamente en el cajón de sastre del emo, no tardaron en distanciarse de aquella oleada de manera magistral del mismo modo que hicieran formaciones igual de inquietas como Thursday o Brand New. Sus siguientes discos, Vheissu y muy especialmente el cuádruple The Alchemy Index, abrieron aún más si cabe la brecha, dejando a las claras que Thrice iban por libre, construyendo una carrera sólida y coherente hasta que en 2012 decretaron un hiato indefinido. Aunque se les echó de menos

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durante ese periodo, no tardaron demasiado en regresar, pues a finales de 2015 anunciaban que andaban trabajando en nuevo material tras haber finiquitado Dustin sus compromisos como pastor y director musical de la Iglesia de Mars Hill en Bellevue, Washington. Aquello acabó traduciéndose en el notable To Be Everywhere Is To Be Everyhwere, que les devolvía a la primera plana del rock alternativo. Lejos de tomárselo con calma, esta vez sólo ha habido que esperar dos años para que nos sorprendan con Palms, una obra que contrasta con el tono más convencional que presentaba su anterior obra, devolviéndonos a unos Thrice más abiertos, capaces de incluir sonoridades tan distintas como teclados ochenteros, voces femeninas, arreglos de arpa y hasta un coro en el que han participado miles de sus seguidores vía internet. Una prueba de su constante a la par que lógica evolución. Justo un mes después de verles por fin en nuestro país en el Download Festival de Madrid, a finales de julio recibíamos la llamada de Epitaph, su nueva casa discográfica, que nos pondría en contacto con Dustin Kensrue para hablar de su nueva obra. Si bien comenzamos la conversación con su todavía reciente visita a España, también nos terminó confirmando que tal vez no tardaremos mucho en tenerles nuevamente por aquí. Crucemos los dedos. Hola Dustin, ¿cómo te encuentras? ¿Dónde te pillo ahora mismo?

parado un momento para poder hacer la entrevista. Pero no estamos de gira si es lo que preguntabas, aunque preferiría estar en mi casa ahora mismo (risas). He pasado el fin de semana fuera con el grupo en Nueva Escocia, Canadá. Teníamos que dar un único concierto y regresamos ayer mismo”. Hablemos entonces de vuestro nuevo álbum. Os habéis dado prisa en dar continuidad a To Be

Everywhere Is To Be Nowhere. ¿La buena aceptación que tuvo os animó a poneros manos a la obra antes de lo planeado?

“En realidad no. La cosa es que durante los espacios que teníamos los fines de semana que no estábamos girando teníamos mucho tiempo libre sin nada que hacer. Al final sacar un disco y estar de gira es lo que más nos ocupa en nuestra vida como grupo. Es complicado hacer que todo funcione para que, cuando no estemos en la carretera, pasemos más tiempo con nuestras familias. A pesar de que esto es algo que amamos y que prácticamente se ha convertido en nuestro trabajo, el hecho es que creo que todos nosotros preferiríamos tener más tiempo libre. Pero a la vez, la presión de tener una fecha límite hace que nos esforcemos más creativamente. Para mí es difícil dar por terminado un trabajo si no tenemos una fecha de entrega. Puede que tenga todas las piezas para llevarlo a cabo, pero necesito un empuje que me haga meterme de lleno en ello. Y eso fue lo que pasó esta vez. Queríamos sacar un nuevo disco lo antes posible”.

DUSTIN KENSRUE ”Estoy bien, gra-

cias. Ahora mismo estoy en mi coche camino de ir a recoger a mi mujer. He

Sin duda es un síntoma muy claro de que habéis retomado con


“QUERÍAMOS SACAR UN NUEVO DISCO LO ANTES POSIBLE” DUSTIN KENSRUE


ganas la banda después del

“CREO QUE ES EL PRIMER TRABAJO EN EL QUE PROBABLEMENTE HAYAMOS INTENTADO LLEVAR LAS DIFERENTES INFLUENCIAS POR UN MISMO CAMINO”

parón que os tomasteis entre

DUSTIN KENSRUE

2012 y 2016. Después de tanto tiempo juntos, supongo que se os hacía necesario un descanso.

“Sí, sin duda. Fue de gran ayuda. Ahora nos encontramos con más energía y en mejor forma tanto individualmente como en conjunto de lo que lo estábamos hace unos años. Antes de tomarnos ese descanso llevábamos 14 años seguidos con el grupo, y tampoco era una situación muy sostenible en aquel entonces. Echando la vista atrás, creo que todos pensamos que lo mejor era hacer una pequeña gira de despedida, darnos espacio para que todo volviese a su cauce y regresar cuando de verdad sintiésemos que queríamos hacer música juntos otra vez”. Centrándonos en Palms, es un álbum más expansivo sónicamente que vuestros tres anteriores trabajos. ¿Cómo encarasteis la composición? ¿Teníais la mente más abierta en esta ocasión a la hora de experimentar con elementos que nunca habíais probado?

“Diría que esta vez empezamos este disco con la idea de llevar nuestra música a un lugar más lejano de lo que solemos hacer. Siempre hemos sido abiertos, pero también debes escoger una dirección en la que avanzar. Lo más complicado es cuando tenemos unas 75 ideas diferentes y las compartimos entre todos, y tienes que conseguir filtrarlo. Eso siempre es lo más difícil, saber hacia dónde queremos dirigirnos. Pero esta vez decidimos que queríamos que el propósito fuese probar diferentes tipos de texturas, o al menos estar más abiertos a intentarlo 42

mientras todo tuviese un sentido a la primera escucha. Me alegra que lo veas así porque creo que efectivamente es más expansivo de lo que solemos hacer. Creo que es el primer trabajo en el que probablemente hayamos intentado llevar las diferentes influencias por un mismo camino. Pienso que así hay una mezcla más clara y obvia de todo lo que ocurre en el disco”. De hecho, hay muchos fans que vienen demandando que volvieseis a esa senda más arriesgada e innovadora de vuestro sonido como en Vheissu y The

ción. Vheissu fue el primer álbum en el que, como artistas, nos atrevimos a ir realmente a todos los lugares a los que queríamos llegar. Decidimos que cualquier cosa que quisiésemos probar conseguiríamos hacer que funcionase. Con The Alchemy Index lo que hicimos fue una versión más extensa de aquello. Fue en plan: ‘OK, vamos a coger todo esto y a llevarlo aún más lejos’. Y sí, creo que hay una conexión entre esos dos discos y Palms, al menos en cuanto a mentalidad. Pero no es que quisiéramos encarar este nuevo trabajo del mismo modo que lo hicimos con Vheissu hace 13 años”.

Alchemy Index. Aunque ambos son muy distintos, ¿ves cierta

Uno de los aspectos destacados

conexión entre aquellos discos

que he percibido es en cuanto a

y este nuevo?

la producción. El enfoque que ha-

“Sí, me parece una buena observa-

béis dado a cada canción es to-


de piano grande de iglesia. Creo que ese tipo de detalles están presentes en todo el álbum”. Otra de las canciones más llamativas es ‘The Dark’, para la que pedisteis la ayuda de vuestros seguidores. ¿Cómo se os ocurrió la idea de añadir sus voces?

talmente diferente. Por ejemplo, ‘Hold Up A Light’ o ‘A Branch In The River’ suenan muy crudas y orgánicas, pero otras como ‘Everything Belongs’ tienen un acercamiento más detallista. ¿Buscabais también esa variedad en el sonido?

“Sí, creo que eso tiene mucho que ver con el tipo de canción que queríamos hacer en cada caso. Pero tengo que decir que también mantuvimos ese toque orgánico en temas como ‘Everything Belongs’ aunque haya muchas más cosas sucediendo durante la canción. Por ejemplo, utilizamos un viejo piano in crescendo que es constante durante todo el tema y, a pesar de que hay cosas más complejas, creo que mantener ese sentimiento le da un aire diferente. Queríamos un sonido

“Simplemente surgió como una necesidad. Pensé mucho en el significado de esa canción y quería que la gente tuviese la oportunidad de participar en ella. La escribí de una manera en la que creía que las historias de mucha gente podían tener sentido con la temática que estaba tratando y quería llevar esas mismas historias dentro de la canción de un modo aún más literal. Pero pensé que sería algo muy pequeño si le pedía a alguna gente del sur de California que viniese al estudio y cantase. Quería invitar a cualquiera que quisiese hacerlo. Así que tuve la idea de que nos enviasen sus propias pistas de audio con el último verso cantado registrándose en nuestra web. Le preguntamos a nuestro productor, Eric Palmquist, qué le parecía y pensó que podría funcionar, así que le dimos una oportunidad (risas). La verdad es que funcionó mucho mejor de lo que hubiera podido imaginar. No hubiera habido manera de meter a tanta gente en una sola habitación y hacerlo así. Me alegra que hayan participado tantas personas de todas partes del mundo”.

usar la palma como una mano abierta a modo de metáfora con la que hacer referencia a muchas cosas. Una noche me levanté de madrugada y me surgió la idea. Escribí sobre los diferentes significados que puede tener una mano abierta, como una bendición a alguien, estar abierto a diferentes ideas, aceptación... Esa metáfora en general servía para explicar la mayoría de las canciones del disco, aunque también las hay que tratan de otros asuntos, pero a todas se les puede aplicar en ese sentido desde distintos ángulos. Por ejemplo, ‘Only Us’ habla sobre la conexión y abrirnos a gente diferente, ‘The Grey’ trata acerca de los diferentes caminos que se nos presentan y no intentar verlo todo como blanco o negro. Todo gira alrededor de la idea de la palma y la mano abierta. Es un tema que tiene una historia muy rica en diferentes culturas en todo el mundo, como lo de leer las líneas de las manos, o en todo tipo de artes. Me alegra haber podido usar algo que tiene un significado universal. No es un disco conceptual ni nada de eso, pero sí que todas las canciones tienen una temática general que tiene su raíz en lo que representan las palmas de una manera u otra, aunque reflejen situaciones diferentes”. Cambiando de asunto, en 2018 cumplís veinte años desde que se fundó Thrice y éste es vuestro décimo álbum. A pesar de todo, aún sois una banda joven, todavía no habéis llegado a

¿Y a qué hace referencia el tí-

los 40. ¿Os veis en algún punto

tulo, Palms? No sé si tiene algo

intermedio entre ser una banda

que ver con leer las líneas de

relativamente reciente pero ya

las palmas de las manos, leer el

veterana?

futuro...

“Es difícil verlo desde dentro del mismo modo que lo hace el resto

“Tiene más que ver en el sentido de

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“ESTAMOS TRABAJANDO PARA QUE SEA POSIBLE REGRESAR A ESPAÑA Y TOCAR EN SALAS” DUSTIN KENSRUE

de la gente. Me resulta muy raro pensar que llevamos haciendo esto desde hace veinte años, porque una de las primeras gira que hicimos fue con Face To Face, y ellos acababan de cumplir diez. Para nosotros eso era una barbaridad de tiempo. No sé, cuando volvimos después de separarnos ya llevábamos 18 años y sentíamos que se había instalado un cierto tipo de respeto dentro de la banda. Supongo que hemos adquirido algunos roles de grupo veterano, pero me sigo emocionando cada vez que salimos al escenario y veo entre el público a chavales que deben ser adolescentes o tienen veintipocos cantando las canciones. Llevamos mucho tiempo con Thrice y puede que para esa gente sea la primera vez que nos vean. Es genial que aún podamos seguir manteniendo ese tipo de conexión”. ¿Y qué dirías que es lo mejor y lo más complicado de haber

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llegado a un décimo disco? Ade-

También ahora que tenéis diez

más con las mismas cuatro per-

discos es más complicado elegir

sonas... Debe ser todo un reto

el repertorio para los conciertos.

conseguir que la música que ha-

¿Os supone mucho quebradero

céis siga siendo interesante.

de cabeza a la hora de decidir

“Sí, yo también lo veo así, pero lo cierto es que nunca hemos estado escasos de ideas, sino más bien al revés (risas). Como te decía antes, la parte más difícil de todo el proceso es a la hora de ejecutar: ¿Qué ideas vamos a utilizar? ¿Qué es lo que vamos a hacer con ellas? Es todo un reto cada vez que hacemos un nuevo trabajo y nos cuesta mucho esfuerzo. Pero nunca se ha dado el caso de que no tenemos material con el que trabajar. Generalmente nos es más complicado desarrollarlo todo. No sé muy bien por qué, pero supongo que es así como funciona la música para nosotros. Es un descubrimiento y aprendizaje continuo, ya sea música que acaba de salir o cosas más antiguas que no hemos escuchado aún. Siempre hay mucho en lo que inspirarse”.

qué canciones se quedan fuera?

“Oh sí, desde luego. Es realmente duro. Llegados a este punto habremos escrito alrededor de 120 canciones y es muy complicado hacer una selección. Ahora mismo estoy usando un programa que me ayude a agruparlas todas en diferentes categorías y encontrarle un sentido a todo esto. Procuramos siempre incluir canciones de casi todos nuestros álbumes. Hay muchos factores a tener en cuenta: qué es lo que quiere escuchar el público, qué es lo que queremos tocar, cómo hacemos que fluya todo durante el concierto... De hecho, estamos probando un sistema con el que la gente podrá escoger el setlist y esperamos poder tener una idea de qué es lo que les apetece escuchar. Confiamos en que nos sea de ayuda, porque no se nos ocurre otra


manera de hacerlo (risas). Espero que podamos probarlo ahora en la próxima gira que tenemos por Sudamérica y también cuando vayamos a Europa. Seguro que habrá muchas canciones diferentes que la gente quiera oír, ya sea porque tienen un gusto diferente o porque ya nos han visto varias veces y se han cansado de que siempre toquemos las mismas (risas). Pero sí, sin duda es una tarea difícil. Solemos hacer una hora y media de concierto y, al menos, siempre queremos tocar una canción de cada uno de los discos”. Tal vez podríais intentar hacer como Pearl Jam, que cambian el

setlist todas las noches. ¿Te ves capaz de hacer algo así?

“(Risas) No tengo ni idea de cómo podríamos hacer algo así. La verdad que no sé cómo son capaces de hacerlo. Es realmente impresionante. Pero no creo que nosotros lo hagamos”. Tengo que preguntarte por el cambio de discográfica. ¿Qué ocurrió con Vagrant?

“No pasó nada. Simplemente nuestro contrato acabó. Estuvimos pensando seriamente en si renovar con ellos o probar con otra gente, así que nos fuimos con Epitaph. Siempre ha sido un sello que nos ha gustado mucho y parece que nosotros a ellos también. Estamos muy contentos de trabajar con ellos”. ¿Y qué crees que os puede aportar un sello del nivel de Epitaph a estas alturas de vuestra carrera? ¿No pensasteis en intentar hacerlo por vuestra cuenta, de manera independiente?

“Bueno, hemos hablado sobre eso

otra veces, pero al final si empiezas una compañía por tu cuenta, sea de lo que sea, debes dedicarle mucho esfuerzo. Tienes que contratar a gente para que lleve todo el tema de la publicidad, distribución... Podríamos intentar hacerlo por nuestra cuenta, pero me temo que no seríamos tan eficientes como si estuviéramos en una discográfica que sabe cómo hacer las cosas bien. Puede que sea algo que tenga sentido para algunas bandas en determinadas situaciones. En general, ahora mismo en Epitaph nos sentimos muy identificados con la gente que está trabajando allí. Una de las cosas que más nos gustan es que tienen un equipo que está mucho más integrado que en cualquier otra discográfica en la que hayamos estado. Hemos salido con ellos varias veces recientemente y mola que tengan un equipo entero únicamente dedicado a Europa trabajando con otras compañías que están allí. Nunca habíamos tenido esa sensación de saber qué es lo que estaba ocurriendo al otro lado del océano. Para nosotros es muy importante”.

Thrice. No tengo ni idea de cuándo podría salir, tenemos que ver cómo lo planteamos. Pero definitivamente será algo muy diferente a lo que haya hecho hasta ahora, tanto por mi cuenta como con Thrice”.

¿Qué me puedes contar de tu

Imagino que en 2019 volveréis a

carrera en solitario? ¿Hay pla-

pisar Europa para promocionar

nes de sacar algo nuevo a corto

Palms... ¿Os veremos de nuevo

o medio plazo?

en España con gira propia?

“Es complicado encontrar tiempo ahora que Thrice está en marcha otra vez, pero estoy trabajando en alguna cosa con mi hermano. Es un rollo más electrónico o indie. Hemos estado haciendo muchas cosas juntos, al menos hasta ahora que llegue la gira de otoño y tendré que parar. Eso es en lo que más centrado estoy en que sea lo siguiente que publique. Probablemente seguiré trabajando en ello en la carretera cuando esté fuera con

“Sí, desde luego que volveremos el año que viene. Estamos trabajando para que sea posible regresar a España y tocar en salas. Sabemos que hay mucha gente esperando desde hace tiempo que vayamos allí. Definitivamente, es uno de nuestros objetivos”.

¿Y algo como Please Come

Home? Me gustó mucho cuando salió. Era un disco muy simple, imagino que sin muchas pretensiones, pero muy bonito.

“Muchas gracias. Normalmente suelo tener mucho material de ese tipo, excepto cuando hice Carry The Fire. Siempre me ha gustado hacer canciones más desnudas. He pensado mucho en que lo siguiente que haga vaya más por ese camino. Lo difícil para mí es que hay ideas que quiero procesar más. El último álbum era una mezcla de algunas de las cosas a las que más vueltas les había dado y otras ideas que tenía separadas para otros proyectos para los que nunca tenía tiempo. Cogí mis favoritas y las junté. Pero posiblemente lo próximo que haga en el futuro sea algo más acústico”.

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NOTHING

MENOS QUE CERO

AL LARGO HISTORIAL DE CALAMIDADES QUE LE HAN ACOMPAÑADO EN SU VIDA, DOMENIC PALERMO HA TENIDO QUE SUMAR RECIENTEMENTE LA DETECCIÓN DE UNA ENFEMEDAD DEGENERATIVA QUE AFECTA SU CEREBRO. PESE A ELLO, EL LÍDER DE NOTHING NO ARROJA LA TOALLA. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: DR


S

I HABER ESTADO EN PRISIÓN DOS AÑOS POR INTENTO DE ASESINATO,

sufrir problemas de adicción y una turbulenta relación con sus compañeros de banda no fuera suficiente, Domenic Palermo, el vocalista y guitarra de Nothing, ha tenido que añadir otra desgracia a su currículum. Recientemente fue diagnosticado con una Encefalopatía Traumática Crónica, una enfermedad neurodegenerativa que suele afectar a boxeadores o jugadores de fútbol americano, o víctimas de alguna explosión. Palermo no está en ninguno de esos grupos de riesgo, pero… parece que hay personas que nacen simplemente con mala estrella. Escuchando el tercer álbum de su


banda, Dance On The Blacktop (Relapse), nadie diría que el músico está pasando por un momento tan duro. A su habitual vocación de revisitar el shoegaze de los 80, ha sumado la energía y poderío del rock alternativo de los 90. Tampoco cuando hablamos con él a principios de agosto parece especialmente deprimido... aunque lo que nos cuenta, es de todo menos para reírse.

“ESTOY EXPERIMENTANDO COSAS QUE NUNCA HABÍA EXPERIMENTADO. HE LLEGADO A NUEVOS NIVELES DE DEPRESIÓN, ANSIEDAD, PARANOIA… Y SE MEZCLAN UNAS CON OTRAS. ES UN POCO CAÓTICO” DOMENIC PALERMO

Antes de empezar quería comentarte una cosa que espero que no te tomes mal. Cuando tocasteis la última vez en Barcelona, en la gira de Tired Of Tomorrow, salí del concierto muy decepcionado. Me pareció como que estabais peleados y tocasteis sin nada de ganas. ¿Recuerdas algo de esa noche? DOMENIC PALERMO “(Risas) Es

algo que puede pasar cuando estás de gira. Ése era el segundo tramo de la gira europea y Brandon (Setta, guitarra) y yo… bueno, nos peleamos como hermanos. No nos llevábamos muy bien en ese momento. Pero son cosas que pasan. Pones a cuatro tíos en una furgoneta durante meses, y hay alcohol y otras cosas, y eso da pie a malas reacciones. Pero creo que hemos aprendido a gestionar estas cosas mejor. Los sellos quieren que estés siempre en la carretera, pero eso pasa factura. No es un trabajo fácil tanto física como mentalmente”. Entiendo que una mala noche la tiene cualquiera, pero cuando te toca a ti, te jode.

“Bueno, espero que cuando volvamos nos des otra oportunidad. Intentaremos compensarte (risas)”.

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Mi primera impresión tras escu-

Había pensado que quizá que-

char el nuevo disco es que hay

rías tener algunos temas con

más riffs, tiene un aire al rock

más energía de cara al directo.

alternativo de los 90.

“Sí, eso siempre ayuda. Algunos temas antiguos los tocábamos en plan más rock en directo porque es mucho más divertido. Pero también funciona en dirección contraria. Cuando escribí ‘The Carpenters Son’ pensé en lo que pensaría la gente ante un tema tan atmosférico”.

“Sí, desde luego, pero cuando empezamos a escribir canciones nunca tenemos un plan, simplemente dejamos que nos influya lo que nos inspira en ese momento, lo que estamos escuchando, lo que vivimos… Ya en Tired Of Tomorrow había alguna influencia más del rock de los 90, incluso de finales de los 90, así que fue como un punto de partida. Pero siempre queremos hacer discos que sean muy variados en los que puedas encontrar un tema lento, otros más shoegaze… Trabajar con John (Agnello), que innovó tanto en los 90 con Dinosaur Jr. y Sonic Youth, desde luego ayudó a darle ese aire al álbum”.

¿Cuando compusiste ‘Us/We/ Are’ pensaste ‘si este tema llega a salir en los 90, hubiera sido un hit’?

“Es difícil no pensarlo (risas). Pero en los 90 yo llevaba una camiseta de House Of Pain fingiendo que era irlandés (risas). No puedes pensar en esas cosas, porque te puedes volver loco”.


pero intento tomármelo día a día”. ¿Te han insinuado los médicos que quizá sería bueno que dejases el grupo?

“No, al menos no todavía. Ahora mismo todo está en los primeros estadios, no se conoce mucho sobre esta enfermedad. Tengo suerte de que mi neuróloga también es terapeuta para enfermos de ETC, la mayoría son veteranos de guerra o deportistas retirados… Puedo sentarme con ella y hablar de todo. Me siento cómodo con alguien que puede entender lo confundido que estoy. Si te soy sincero, a veces todo esto me supera”. Bueno, espero que te mejores. Pese a todas las dificultades, ¿te sientes satisfecho con dónde ha llegado el grupo hasta ahora? En este disco tenéis un nuevo bajista, Aaron Heard. ¿También había problemas con el anterior, Nick Bassett?

“No, no. Nick es un buen tío. Desde el principio hemos cambiado bastante de bajista. Nick entró y salió varias veces. Luego estuvo mi amigo Josh… Pero me gusta que sea así. Aaron no tiene intención de dejarlo, pero ya veremos qué piensa de aquí a un par de giras (risas)”. Sueles tener una visión bastante oscura de la vida, pero quizá este álbum no lo sea tanto…

“Toda la música que hacemos es muy personal. Cuando el grupo termine, no creo que nadie pueda decir que nada de lo que hicimos no era sincero. Nuestros discos anteriores eran más cínicos, pero en éste creo que nos sentía-

mos más cómodos con nuestras vidas. No puedo decir que sea más optimista porque nunca lo seremos, pero quizá nos sentimos más en paz estando en el fuego, si es que eso tiene sentido”. Me has cortado, pero te iba a decir que me había sorprendido porque leí que te habían diagnosticado ETC. ¿Cómo te encuentras?

“Oh, mi cabeza está jodida. Estoy experimentando cosas que nunca había experimentado. He llegado a nuevos niveles de depresión, ansiedad, paranoia… y se mezclan unas con otras. Es un poco caótico. Nunca sabes lo que te va a ocurrir y no puedo dejar de pensar si va a ir a peor… Si a eso le añades varios medicamentos que te dan para ayudarte, todavía lo hace todo más raro. Está siendo una batalla,

“Bueno, al principio era un poco raro porque no acabábamos de encajar. Teníamos fans del rock, del indie, del metal... Pero creo que eso al final ha jugado en nuestro favor. Los últimos diez años con el grupo me han ayudado a sobrevivir, aunque haya estado cercano a la muerte un par de veces. Así que sólo por eso ya ha merecido la pena. Intento tener el control de todo, la música, las letras, los diseños, las giras… Mantenerme ocupado es muy importante para mí. Tengo mucho miedo de pensar qué pasaría si todo esto terminara. Pero sé moverme en la adversidad, así que supongo que me adaptaría. Veremos qué pasa en un par de años”.

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ESPECIAL FOTO


IMAGINEXTREME BARCELONA 16 Y 17 DE JUNIO DE 2018, PARC DEL FÒRUM

24.000 ESPECTADORES PUDIERON DISFRUTAR DEL DEPORTE EXTREMO EN EL PARC DEL FÒRUM BARCELONÉS. MÁS DE 600 RIDERS PARTICIPARON EN EL EUROPEAN OPEN DE SKATE, LAS PRUEBAS DE WAKE, BMX O EN EL PLATO FUERTE DEL FIN DE SEMANA: LA FINAL MUNDIAL DE LA INTERNATIONAL SCOOTER ASSOCIATION (ISA). NOSOTROS LO HICIMOS A NUESTRA MANERA, RODEADOS DE AMIGOS Y DE REFRESCOS DE CEBADA... FOTOS: MARC AGUDO, IMAGINEXTREME, PANDAROJO






DISCO DEL MES

C Is This Thing Cursed? (EPITAPH) PUNK ROCK

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uando en 2015 Matt Skiba aceptó el puesto como sustituto de Tom DeLonge en Blink-182, muchos temimos que eso pudiera significar el fin de Alkaline Trio. Al fin y al cabo, tanto él como sus compañeros, Dan Andriano y Derek Grant, parecían más interesados en sus proyectos paralelos que en la propia banda, y su último disco My Shame Is True, publicado en 2013, había pasado bastante desapercibido. Pero, por suerte, y aunque la permanencia de Skiba en Blink no está en peligro -al menos hasta que DeLonge siga más interesado en los aliens que en la música-, parece inteligente que

ALKALINE TRIO

haya querido rescatar la banda que formó hace más de veinte años en Chicago en este momento. Por un lado, han estado el suficiente tiempo ausentes como para que sus viejos fans les aprecien de nuevo simplemente porque están de vuelta, y por otro, quién sabe si habrá fans curiosos de Blink que se acerquen a ellos por primera vez y puedan renovar así su plantilla de seguidores. Claro, nada de esto serviría si su nuevo trabajo fuera una castaña, pero afortunadamente el trío vuelve a hacer gala de su química y personalidad en un noveno álbum que suena tan familiar como fresco. De

hecho, han comentado que Is This Thing Cursed? es una especie de primo hermano de su segundo disco Maybe I’ll Catch Fire (2000) dado que lo compusieron de una manera similar, escribiendo directamente en el estudio de grabación, primando la espontaneidad y dándole una estructura similar. En una época en que tantos grupos, Blink incluidos, intentan cazar a los millennials a base de producciones llenas de efectos y trucos, se agradece poderse bañar en un oasis del punk rock de siempre. Cameron Webb (Motörhead, Sum 41) ha sido el encargado de producir estas 13


canciones sustentadas en guitarra, bajo y batería y la combinación de las estupendas interpretaciones de Skiba y Andriano, quienes, como es tradición, se reparten la voz principal dependiendo del tema y colaboran en unas armonías que son uno de sus puntos más fuertes. Es Andriano el primero de abrir fuego con el tema que da título al disco. Desde que lo escuché por primera vez cuando lo lanzaron como adelanto hace unas semanas, se convirtió en uno de mis favoritos gracias a ese piano inicial y una subida progresiva de intensidad en el que el bajista nos habla sobre ‘esa cosa maldita’ que le amenaza allá donde va. En su caso

estribillo Skiba 100%, y la dinámica ‘Demon And Division’. Andriano toma el relevo en ‘Little Help’, un tema trepidante con algo de Rancid y una melodía folk. A lo largo del álbum, es el bajista quien ha asumido el rol de aportar los temas más rápidos como ‘Pale Blue Ribbon’ o la fantástica ‘Worn So Thin’, aunque también se desmarca con una canción de amor melancólico como ‘Stay’. Por su parte, Skiba vuelve a sacarse de la chistera melodías tan buenas como la de ‘I Can’t Believe’, inspirada en los escándalos de Trump, ‘Sweet Vampires’, ‘Heart Attacks’, la acústica ‘Krystalline’ o ‘Goodbye Fire Island’, un cuento apocalíptico sobre el

“EL TRÍO VUELVE A HACER GALA DE SU QUÍMICA Y PERSONALIDAD EN UN NOVENO ÁLBUM QUE SUENA TAN FAMILIAR COMO FRESCO”

se refiere a una depresión que le diagnosticaron hace tres años, pero cada uno puede identificarse con ese elemento, sea un jefe cabrón o una relación tóxica, que hace que nunca estés tranquilo. Una de las gracias de su faceta como letristas es que siempre han sabido utilizar imágenes tirando a góticas (sangre, vampiros, demonios…) para describir situaciones reales. Aunque, como siempre, la realidad es mucho más terrorífica que la ficción. A la zaga en cuanto a calidad van los siguientes temas, ‘Blackbird’, con un

desastroso Fyre Festival en el que iban a tocar Blink. Y por supuesto, no hay que olvidarse de la labor de Derek Grant, la tercera pieza fundamental del puzle, un batería infravalorado, siempre al servicio de las canciones, pero que también tiene la oportunidad de lucirse en ‘Throw Me To The Lions’. Is This Thing Cursed? quizá no tenga la magia de discos como Good Mourning o Crimson, pero dos décadas despues de publicar su debut, está claro que a Alkaline Trio no se les han agotado las pilas. JORDI MEYA


que hace que todo fluya con absoluta naturalidad. Es una delicia centrarse en lo que hace cada instrumento, interviniendo sólo cuando es necesario y dando el espacio para que cada uno brille: los riffs y solos de Tim Sult, un guitarrista de lo más infravalorado, el pulso CLUTCH del bajo de Dan Maines y Book Of Bad Decisions la precisión y groove del (WEATHERMAKER MUSIC) batería Jean-Paul Gaster, ROCK y naturalmente el flow rockero de la voz de Neil Fallon. Además, el sonido 83 del disco a cargo de Vance Powel (The White Stripes, Arctic Monkeys) es estelar. uando crees que no El productor ha tenido el es posible que una buen ojo de capturar la banda que lleva esencia que tiene el grupo once álbumes a sus espaldas en directo y proponer algún pueda seguir mejorando, novedoso arreglo como esa llegan Clutch y se plantan estupenda sección de vientos con un discazo como Book en ‘In Walks Barbarella’ o Of Bad Decisions. No es un piano en ‘Vision Quest’. que destaque por nada en Estilísticamente, Clutch ya particular respecto a los hace tiempo que juegan trabajos que han publicado con las cartas boca arriba, en esta década, Earth Rocker combinando rock pesado (2013) y Psychic Warfare y blues, aunque quizá éste (2015), es simplemente que sea un disco más funky que el cuarteto de Maryland los anteriores. Tampoco falta ha adquirido ese punto de a la cita su amor por Black excelencia en el que parece Sabbath en ‘Spirit Of ‘76’, y que hayan sido tocados de hecho, ‘A Good Fire’ trata por una varita mágica. sobre la primera vez que Seguramente tenga mucho Fallon los vio en directo. Hoy que ver con la madurez que han alcanzado como músicos por hoy, infalibles. y esa química como colectivo JORDI MEYA

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a la legua que Demonaz ha querido entregar a sus fans un álbum que, desde el primer segundo, está repleto de guiños y remite a sus gloriosos noventas. El tema homónimo inaugura esta obra a saco, de hecho la abre en canal, y sé perfectamente que no IMMORTAL hay ni uno de sus fanáticos Northern Chaos Gods que, escuchándolo, no le (NUCLEAR BLAST) haya venido a la cabeza BLACK METAL un alarido muy concreto: “Battle… battles in the 90 north!”. Más que un tema, un regalo. Con su riff cortante, ‘Into Battle Ride’ viene a ser una ‘One By One’ revisada, bbath es agua embrutecida y con extra de pasada. Es tan épica. Un escándalo. ‘Gates temible el potencial To Blashyrkh’ pone la piel blacker que Horgh y Demonaz han sabido extraer de gallina. Esa guitarrita es tan suya, todo es tan At en Northern Chaos Gods, The Heart Of Winter, que que cualquier mal trago al tercer corte ya sabes que que haya acaecido estos esto es un puto discazo, últimos años en Immortal algo que ‘Grim And Dark’ ya no importa. Como en ratifica. ‘Where Mountains All Shall Fall, el master ha Rise’ es un himno, sólo corrido a cargo de Jonas los verdaderos tiranos de Kjellgren, y esto vuelve a Noruega son capaces de ser un acierto al dotar estas crear algo tan grande, y si canciones de la estridencia el álbum termina con una y la crudeza que tantos marcha real tan Immortal echaron en falta en Damned como Bathory que encima se In Black y Sons Of Northern llama ‘Mighty Ravendark’, Darkness. Peter Tägtgren en el pecho ya no te cabe sigue muy presente en su tanta felicidad. Lo mejor que universo sonoro, incluso ha empuñado el bajo en esta han publicado este siglo. grabación, pero se nota PAU NAVARRA

A


LA SELECCIÓN

CABESTRO

¿Crónica De Sucesos? (VARIOS SELLOS) GRINDCORE

82

C

abestro era algo así como una leyenda urbana en Catalunya. Se sabía de su existencia desde hacía mucho, mucho tiempo, pero el combo no parecía tener ganas de mostrarse aún por estos mundos de Dios. De hecho, hasta que su vocalista Fiar no se puso en contacto conmigo para ciertos tejemanejes, no tenía ni idea de quién formaba parte del proyecto. La sorpresa fue mayúscula, porque además de la cara más visible de Foscor para las letras y las notables voces (joder, ¿cuántos registros tiene este hombre?), el grupo cuenta con dos Vortice, Pere a la guitarra y Alex al bajo, Gorka Dresbaj a la otra guitarra y producción, e Ivan de Moksha, Greus y X-Milk para la batería. Si su plantel ya promete, el resultado supera cualquier expectativa. Conceptualmente Cabestro se enmarcan en la sátira de la crónica negra de este país casposo y sin remedio, hurgan en la costra de la fétida cultura de masas hispana, pero que lo realicen

sobre una trepidante base de grindcore y crust es lo que acaba por convertirlo en un producto altamente volátil, divertido y voraz. Son como unos Brujeria de lo nuestro, pero con sonido moderno y demoledor, bebiendo y mucho de los primeros Terrorizer y con referentes como Brutal Truth asomando la cabeza de vez en cuando. Es complicado mantener la compostura ante pepinazos como ‘El Arropiero’, y ya no digamos ante el trallón desplegado en ‘La Santa Muerte’ o esa ‘Tiembla’ sin compasión. Ojalá decidan darle continuidad. PAU NAVARRA


Q DARON MALAKIAN AND SCARS ON BROADWAY Dictator

(SCARRED FOR LIFE) METAL ALTERNATIVO

70

ue el nuevo disco de Daron Malakian nos suene tanto a System Of A Down no debería sorprendernos. El propio guitarrista ha reconocido que cuando compuso y grabó este segundo álbum de Scars On Broadway en 2012, su idea era que estas canciones pudieran ser utilizadas en algún momento por la banda madre. Y de hecho, si no lo había publicado hasta ahora era porque seguía teniendo esperanzas de poder convencer a sus excompañeros para entrar en el estudio. A pesar de seguir apareciendo ‘Scars On Broadway’ junto a su nombre, Dictator es a todos los efectos un trabajo en solitario, habiéndose hecho cargo Malakian de todos los instrumentos, incluida la batería en ausencia de John Dolmayan, quien sí participó en su debut diez años atrás.

C ALICE IN CHAINS Rainer Fog (BMG) ROCK, GRUNGE

80

60

uesta encontrar una reunión llevada a cabo en los últimos 15 años que se haya realizado con tanta dignidad como la que Alice In Chains iniciaron en 2006. Y eso que no lo tenían nada sencillo para hacer olvidar a una figura como la de Layne Staley, pero a base de mucho esfuerzo, un directo poderoso, como el que pudimos ver en Mad Cool, y publicar discos tan buenos como Black Gives Way To Blue y The Devil Put Dinosaurs Here, estos supervivientes del grunge han conseguido que no sólo se les tenga en cuenta por su glorioso pasado. Un lustro después de dar

Y quizá ése sea el mayor hándicap del disco, no por la ejecución en sí, sino porque comparado con los trabajos de System se echa en falta el input creativo de otras personas. Pese a ello, a falta de pan, buenas son tortas, y si añoras el metal sincopado, melódico y locuelo de SOAD, este disco es un buen sucedáneo. Hay un poco de todo, desde temas anfetamínicos como ‘Lives’, ‘Dictator’ o ‘We Won’t Obey’ con cambios de

ritmo sorprendentes, hasta baladas como ‘Guns Are Loaded’, al estilo de ‘Aerials o ‘Till The End’, pasando por la bailable y thrashera ‘Assimilate’, incluso una instrumental ‘Gie Mou My Son’, adaptación de un tema tradicional griego. No faltan tampoco sus típicos punteos influenciados por sus raíces armenias (‘Taking Shit’) ni las letras con alto contenido político. Malakian en estado puro.

sus últimas señales de vida creativa, Rainer Fog llega para proseguir la buena racha. A estas alturas los de Seattle no tienen necesidad de seguir lamiéndose las heridas, pero sin embargo nos encontramos ante una obra que suena 100% a Alice In Chains. Probablemente se les pueda culpar de jugar sobre seguro y no jugársela un poco más, pero al mismo tiempo resulta complicado renunciar a un sonido tan personal como el que poseen. El hecho de que hayan regresado a la ciudad que les vio nacer como banda para la grabar en el mismo estudio donde hicieron su tercer álbum, seguramente tenga mucho

que ver con el aire tan 90’s que desprenden algunas canciones como ‘Fly’ y ‘Maybe’, con una intro a dos voces que rememora el tono semiacústico de Jar Of Flies. Las melodías dobladas de Jerry Cantrell y William DuVall siguen siendo marca registrada junto a esos riffs monolíticos y asfixiantes como los que encontraremos en ‘The One You Know’ y ‘Drone’. Sin llegar a ser protagonista absoluto, DuVall tiene más presencia y deja su impronta en las destacables ‘Rainer Fog’, ‘So Far Under’ o ‘Never Fade’, ayudando a redondear un disco más dinámico que su antecesor.

DAVID GARCELL

GONZALO PUEBLA


DEICIDE

Overtures Of Blasphemy (CENTURY MEDIA) DEATH METAL

84

C

on este nuevo álbum, Deicide cierran una fantástica década en términos discográficos. Por supuesto no hablamos de ventas o posiciones en los charts, sino de lo único que importa: calidad extrema. Tras el notable To Hell With God (2011) y el excelente In The Minds Of Evil (2013), ahora llega Overtures Of Blasphemy, un cañón que sigue mostrando las mejores facetas death metaleras de la leyenda de Florida. Para ello han regresado a los Audio Hammer Studios de Jason Suecof, y es que incluso Glen Benton ha vuelto a componer canciones,

¡algo que no ocurría desde ‘Trifixion’ de Legion! Trepanación con ‘One With Satan’, deslumbrante festivalón a lo The Stench Of Redemption en ‘Crawled From The Shadows’, machaque incesante en ‘Seal The Tomb Below’ y ‘Compliments Of Christ’, paseo asesino con una ‘Anointed In Blood’ de lo más adictiva… Un disfrute tocho durante doce cortes a piñón donde ninguno llega a los 4 minutos, pero en lo que me gustaría incidir es en el extraordinario trabajo de guitarras que hay tras este disco, obviamente básico para que estas canciones se conviertan en trilita. ¿Han escuchado atentamente solos tan flipados como el de ‘All That Is Evil’ o la estupenda ‘Crucified Soul Of Salvation’, o piruetas como en la brutal ‘Excommunicated’? Las seis cuerdas de Kevin Quirion y el Monstrosity Mark English deben de haber terminado derretidas… Teníamos a Benton para entrevista, pero finalmente decidió pasar de nuestra cara. Una verdadera lástima, porque Overtures Of Blasphemy se merece una buena charla. PAU NAVARRA

STRUNG OUT

Black Out The Sky (FAT WRECK) PUNK ROCK

77

S

trung Out tardaron seis años en publicar su último trabajo, Transmission.Alpha.Delta, un disco marca de la casa, rápido, técnico y muy melódico. Bajo las órdenes del mismo productor, Kyle Black (Paramore, Comeback Kid), la banda de Simi Valley regresa tres años después con un sorprendente EP totalmente acústico. Esta referencia incluye seis nuevos temas y dos clásicos reciclados para la ocasión: ‘Matchbook’, extraído del genial Twisted By Design, suena aquí como una deliciosa gema punk pop desenchufada, mientras ‘Unkoil’, de su An American

Paradox, se acerca a las sonoridades country. Si sólo querían mantenernos distraídos o ganar tiempo hasta la publicación de su próximo largo, el quinteto podría haber publicado un EP convencional. Pero no, han preferido salirse del guión después de 30 años haciendo lo mismo -en ‘The Architect’ recuerdan a los Alice In Chains desenchufados-. ¿Tendría algo que ver todo esto con la marcha de su batería, Jordan Burns? En cualquier caso, quien finalmente grabó las baterías fue Sean Winchester (Everclear, Buckcherry), aunque en directo les acompaña RJ Shankle de los Runnaways Kids. Tratándose de una banda como Strung Out, unos verdaderos hachas con sus instrumentos, Black Out The Sky es un disco acústico exquisito. Su característica potencia aparece aquí transformada en delicadeza, en unos arreglos alucinantes. El chorro de voz de Jason Cruz también borda el disco en sus diferentes registros. Un precioso punto y aparte en su carrera. LUIS BENAVIDES


BIRDS IN ROW We Already Lost The World (DEATHWISH) SCREAMO

79

A

los enigmáticos Birds In Row les gusta funcionar bajo sus propias normas. Siguen ocultando sus rostros en las fotos promocionales y sólo identificando sus nombres con iniciales, B, D y T. Tampoco es muy común que una banda underground tarde seis años en publicar un segundo álbum después de tener un debut tan aclamado como You Me & The Violence. Si bien es cierto que en 2015 ofrecieron el EP Personal War, aquellos 17 minutos no colmaron el deseo de escuchar más música del trío francés. Teniendo en cuenta

82 62

el tiempo transcurrido, era de esperar que Birds In Row introdujeran algunas variaciones a su cáustica manera de entender el hardcore, y así ha sido. Aunque en We Already Lost The World conservan su pegada cuando ponen en funcionamiento toda su cilindrada (‘Remember Us Better Than We Are’, ‘Triste Sire’), en general se aprecia una voluntad de probar otros registros, buscando más el impacto a través de la creación de un estado de ánimo, que de simplemente avasallarte. Incluso en ’1538’ sorprenden con una línea vocal más melódica y no gritada. Una mayor duración de los temas y algunos tempos más lentos les permite una mejor presentación de los desarrollos instrumentales, como en ‘Morning’ o ‘Fossils’. La angustia que se transmite a través del micrófono es suficiente para adivinar que sus letras salen directamente de las entrañas, aunque sea muy difícil discernir las palabras exactas. Siguen derramando sangre, pero ahora a su lado dejan unas flores secas. JORDI MEYA

CONAN

Existential Void Guardian (NAPALM) DOOM METAL, SLUDGE METAL

68

S

i un nuevo trabajo de Conan te parece ligerito, una de dos: o tu cerebro está tan frito que una sesión con ellos ya te resulta indolora, o en esta ocasión no han estado todo lo inspirados que deberían. A ver, seamos sensatos: la primera opción es totalmente plausible, pero esta vez creo que se trata de lo segundo. De inicio llama la atención su apuesta descarada por el sludge en ‘Prosper On The Path’, algo que se observa sobre todo en las voces de Jon Davis, aunque ya en ‘Eye To Eye To Eye’ empiezan a cavarte una profunda tumba

a base de doom. Si me lo preguntan, considero que a este tema le faltan un par o tres de vueltas para acabar de joderte el tarro, para mandarte al psiquiátrico de una vez por todas. Es de lo mejor del plástico, pero no remata. Para sorpresón, ‘Paincantation’, un estallido grind a toda hostia de 54 segundos que no sabes muy bien a qué viene. Pues vale... Pasamos a ‘Amidst The Infinite’ y, ahora sí, satisfacción plena. Temazo que resulta, éste. ‘Volt Thrower’ (buena ahí…) presenta un cabalgar algo High On Fire, tiene su qué, mientras ‘Vexxagon’ busca la rendición a base de asfixia. El cuarto álbum de los ingleses mejora conforme van pasando los cortes, cuenta con un colofón tan pavoroso como ‘Eternal Silent Legend’, pero no he podido evitar pensar que Conan pueden dar muchísimo más que estos escasos 35 minutos maquillados con unos pocos cortes extra en vivo. Hay que darle más al coco, peña… Con algún otro largo porrazo de los vuestros seguramente habríamos tenido un disco más memorable. PAU NAVARRA


demuestra que estas tías no se andan con tonterías. Y la cosa no baja de intensidad con ‘Never Forget, Never Repeat’, un tema que permite que Prika se luzca con unos riffs intensos marca de la casa y unos solos cada vez más presentes en sus trabajos y que demuestran su madurez como músicos. ‘Enslave’ NERVOSA Downfall Of Mankind es, sin duda, uno mis cortes favoritos de todo el disco, (NAPALM) lleno de rabia y visceralidad. THRASH METAL Y destacar también un trallazo como ‘…And Justice 80 For Whom?’ (¿Homenaje?), que supone un más de lo mismo pero añadiendo l tercer disco de la crítica social, algo que las brasileras es la siempre es de agradecer en confirmación de lo un género como el thrash. apuntado desde la explosión Crítica social que de nuevo que significó el lanzamiento aparece ante la situación en de Victim Of Yourself hace su país y que desarrollan en ya cuatro años: estas fuerzas el único tema que no es en de la naturaleza han venido inglés del disco, ‘Cultura Do a por todo y no toman Estupro’, que cuenta con la prisioneros. Sin suponer colaboración de Gordo de ningún cambio radical los míticos e incombustibles respecto a su predecesor Ratos De Porão a las voces. Agony, sí que se observa un sonido mucho más elaborado, En total, 13 trallazos más una bonus track para completar sobre todo en las guitarras y casi 50 minutos de thrash sin en las voces, donde la gran descanso. Sin duda Nervosa Fernanda Lira demuestra se están ganando a pulso que puede poner matices entrar en un mundo que, que parecían no existir hasta por desgracia, sigue siendo ahora. Después de una breve demasiado machista en intro, el primer corte del muchos aspectos. álbum ‘Horrordome’ es como KARLES SASTRE un puñetazo en tu cara que

E

THE WILD FEATHERS Greetings From The Neon Frontier (WARNER) ROCK AMERICANO

76

D

esconozco si debería considerarlo como un guilty pleasure (tampoco es que me preocupe), pero desde la primera toma de contacto que tuve con The Wild Feathers se convirtieron en una banda fetiche para un servidor. De ésas que, a pesar de que caminan sobre una delgada cuerda que separa el americana y postulados más mainstream, sabes que, como los buenos funambulistas, son capaces de llegar a la meta con éxito. Hubo voces disconformes con su segundo largo, Lonely Is A Lifetime, por tener un tratamiento más pop rock, pero lo que era innegable es

que las canciones seguían ahí. Al fin y al cabo tampoco había tanta diferencia ni en el fondo ni en la forma respecto a su debut, pero por si acaso el grupo que capitanean Ricky Young, Taylor Burns y Joel King ha optado por volver a calzarse las botas y el sombrero de cowboy. En una primera escucha podemos intuir que ‘Big Sky’ y ‘Wildfire’ se deben de haber escrito tras pasar una buena temporada escuchando a la Creedence y los Eagles, al igual que en la balada ‘Two Broken Hearts’. También seguimos detectando que la influencia de Tom Petty sigue siendo una referencia dentro su vocabulario en ‘Quittin’ Time’ (otro single certero que apuntar en su cuenta), ‘No Man’s Land’, que es de lo mejor del álbum, o una ‘Golden Days’ en la que sacan a relucir esas armonías a tres voces. Una pena que siendo un trabajo tan corto flojee en la recta final a pesar de que ‘Daybreaker (Into The Great Unknown)’ remonte un poco con un tratamiento más moderno. No será el mejor disco que hemos escuchado este verano, pero se disfruta como el que más. GONZALO PUEBLA


PAGAN

Black Wash (HASSLE) ROCK, PUNK, METAL

76

S

i algo me gusta de escuchar los discos de debut es que dan la posibilidad de descubrir todas las ideas que un grupo ha ido acumulando en sus años de aprendizaje. A veces ves claramente que hay cosas que pulir, en otros sorprenden por su madurez, pero, por lo general, suelen ser una declaración de intenciones bastante fiel de hacia dónde quieren ir. Ya sabemos lo difícil que resulta ser original, y por desgracia, muchos se limitan a copiar lo que funciona en ese momento, pero de vez en cuando una banda te sorprende por la fresca combinación de

82 64

elementos ya conocidos. Es el caso de este cuarteto de Melbourne, cuyo sonido es complicado de etiquetar, como si Marmozets y Kvelertak hubieran copulado en un ritual satánico al que nos invita a acudir la oscura intro ‘Il Malocchio Si Apre’. Como imaginas, sus fuentes de inspiración abarcan un amplio espectro y la labor de la vocalista Nikki Brumman, alternando chillidos con algún registro casi gutural, les da otro toque diferencial. En temas como ‘Silver’ y ‘Fluorescent Snakes’ nos presentan riffs rockeros de cinco quilates, en otros como ‘Imitate Me’ son capaces de empezar con un ritmo disco para luego pasar al black metal sin pestañear, mientras que ‘Year Of The Dog’ viene propulsado por una línea de bajo bailable e introduce un sintetizador en el estribillo como apoyo. La interacción entre guitarra y base rítmica puede incluso recordar a Converge. Quizá la canción estrella sea ‘Death Before Disco’, pero estos australianos mantienen el nivel a lo largo de todo el álbum sin dar respiro. JORDI MEYA

SUMMON

Parazv Il Zilittv (IRON BONEHEAD) BLACK DEATH METAL

80

S

i en 2016 tuviste la suerte de caer rendido ante Utter The Tongue Of The Dead, el escalofriante debut de Void Meditation Cult, quédate bien con el nombre de Summon, porque desde entonces son lo más parecido que he escuchado a tan maligna creación. Igual Parazv Il Zilittv no alcanza su nivel, pero la también ópera prima de estos lusos se le acerca bastante, tirando a mucho. Hijos de esta nueva generación de enmascarados megaunders a los que Portal han insuflado energía

negativísima, Summon también esgrimen una poderosa arma en forma de viento, ladino susurro, como única opción vocal. Eso sí, para nada son tan retorcidos o experimentales como los australianos. Este espectral ingenio del trío lisboeta se mueve entre blasts del inframundo, doble bombos aplastantes y, en mayor medida, ritmos más mortecinos, ceremoniales y básicos, creando una siseante pesadilla que sólo busca arrastrarte hacia un trance ambiental en el que no se distingue vida de muerte. Un todo en el que la presencia humana se limita al decrépito tañer de una campana, donde la sombra gobierna y los mejores consejos los dan los reyes del embuste. Este ente resbaladizo no deja que la luz penetre en su estancia, no hay salida alguna hacia un final que dé cierta opción al optimismo. Son 40 minutos de ritual que agradecerías no haber escuchado, que te obligarán a dormir con la luz abierta a partir de ahora. Iron Bonehead no suele errar sus tiros, y a poco que le dejes, este leviatán reptiliano te irá sorbiendo la cordura. PAU NAVARRA


CABOVERDE

La Peor Versión De Nosotros Mismos (THE BRAVES) ROCK ALTERNATIVO

75

A

unque apenas ha pasado un año desde su nacimiento, el camino de Caboverde para hacer llegar a buen puerto su álbum de debut no ha estado exento de dificultades. Con el disco ya grabado, Juan Blas, principal responsable del proyecto, tuvo que ver cómo más de la mitad de la banda que había reunido para la ocasión tenía que abandonar por diferentes motivos. Tras un tiempo de necesaria reestructuración, es ahora cuando La Peor Versión De Nosotros Mismos está lista para ver la luz tal y como estaba planeado desde un primer momento. Con la principal novedad

de encontrarnos con la voz de Juan cantando en castellano, la ópera prima de Caboverde se esfuerza en marcar distancias respecto a las más que obvias comparaciones con Minor Empires y Nothink que tendrá que soportar. Y eso mismo se empieza a ver en ‘Terracota’ y ‘Rivales’, singles directos que entran a la primera con una fuerte importancia melódica. Según vayamos profundizando irá quedando más claro en medio tiempos como ‘Ley De Estática Y Estabilidad’, la coreable ‘Nada Que Celebrar’ y muy especialmente ‘Lectura Obligatoria (Para Conciliar El Sueño)’, una pieza atmosférica llena de teclados que va creciendo poco a poco y que es de las más conseguidas de este trabajo. Pero si pudiese dar la sensación de que estamos ante una obra que busca la mayor accesibilidad de cara al público, ‘Seguir Vivos’ y ‘Mirlo Blanco’ inyectan algo más de sangre y nervio al tiempo que ‘Tinta Y Brea’ y ‘El Triángulo De Las Bermudas’ ponen el punto necesario de complejidad equilibrando el global. Un primer intento con varios apuntes interesantes que huele a premio. GONZALO PUEBLA

TRASH BOAT

Crown Shyness (HOPELESS) PUNKCORE

75

L

a buena impresión que Trash Boat causaron cuando hace un par de años publicaron su debut Nothing I Write You Can Change What You’ve Been Through y nos visitaron como teloneros de The Wonder Years, se confirma en su segundo disco. Aunque de una manera distinta a la que era previsible... Sinceramente, sospechaba que el grupo se lanzaría a seguir los pasos de Neck Deep buscando un sonido más azucarado y apto para el mercado americano, sobre todo cuando supe que Andrew Wade (A Day To Remember, The Ghost

Inside) era el productor. Pero no, los ingleses han ido en dirección contraria, sacando sus raíces hardcore y capturando en el estudio la potencia que tienen encima de un escenario. Éste es un disco que incita al pogo y crowdsurfing sin miramientos. Los dos primeros temas, ‘Inside Out’ y ‘Shade’, ponen el nivel de energía bien alto, y prácticamente no decae en ningún momento. El vocalista Tobi Duncan ha mejorado un montón y le ha sacado mucho más provecho a sus cuerdas vocales, cantando con fuerza incluso en las partes melódicas. Los arreglos de guitarra de Ryan Hyslop y Dann Bostock también son en parte más complejos, incluso emulando a Thrice. Su lado punk pop asoma la cabeza en algún momento como en ‘Undermine’ (donde recuerdan a Polar Bear Club), la acústica ‘Crown Shyness’ y algunos estribillos como el de ‘Controlled Burn’, pero en general la banda le echa un par de pelotas. El grito final de ‘Love, Hate, React, Relate’ lo resume a la perfección. JORDI MEYA


ATAVISMO

HAS DE SABER... Poti (voz, guitarra), Sandra (batería), Mateo (bajo), Koe (teclados, sintetizadores) PRODUCIDO POR: Curro Ureba AFINES A: Viaje A 800, Black Mountain, Pink Floyd PÁGINA WEB: www.atavismo.bandcamp.com FORMACIÓN:


Q Valdeinfierno (ADANSONIA) ROCK PROGRESIVO, PSICODELIA

84

ue Atavismo son una de las formaciones más especiales, únicas y diferentes que podemos encontrarnos ahora mismo dentro de nuestras fronteras lo demuestra el mero hecho de que su nuevo EP bien podría pasar por un álbum con todas las de la ley. Porque el combo de Algeciras continúa empeñado en jugar bajo sus propias reglas al mismo tiempo que las moldea y rompe a su antojo. Su anterior Inerte ya les confirmó como toda una referencia de los sonidos psicodélicos. Y es que Atavismo cuentan con una personalidad arrolladora que vuelve a quedar plasmada a lo largo de Valdeinfierno, donde exploran sus propios

límites para llevarlo todo un paso más allá. La introductoria ‘Trompetillas De La Muerte’ nos hace intuir que algo grande se viene a pesar de su brevedad, y eso mismo se empieza a asentar con ‘La Palmosa’, una pieza que define a la perfección el sonido de los gaditanos con ese cruce entre rock y flamenco que termina desembocando en un desarrollo progresivo e hipnótico. Pero quien crea que esta gente se ciñe a una única fórmula se equivoca por completo, ya que en ‘Quejigo’ se sumergen en un diabólico blues, cuya letra remite a los apocalípticos textos que recitaba Poti en Viaje A 800, para que de manera imprevista se desvíen adentrándose por parajes cercanos

al kraut. El corte más extenso es el que da nombre a la obra y se vuelve a componer de dos secciones: una inicial en la que nos envuelven en una atmósfera placentera pero llena de oscura tensión que recordará a sus amados Pink Floyd, y una segunda en la que la psicodelia y la música del norte de la costa africana se dan la mano para volarnos la mente. Por suerte, ‘Sapo Sagapo’ sirve de psicotrópico analgésico invitándonos a la reflexión con el espíritu de los Led Zeppelin más acústicos y lisérgicos bien presente. Apenas cuatro canciones. Suficientes para afirmar que Atavismo van varios pasos por delante del resto. GONZALO PUEBLA

HABLAMOS CON... SANDRA HIDALGO Viendo la duración de Valdeinfierno ¿por qué habéis decidido presentarlo como EP?

“Aunque parezca que todo es aleatorio, nosotros solemos tener un planning a la hora de editar trabajos. La idea siempre es disco por año, pero al igual que en nuestras composiciones, no nos gusta repetirnos. Como melómanos que somos adoramos tener trabajos en todos los formatos. No teníamos nada en formato EP, así que decidimos proponerlo”. La entrada de Koe en el grupo parece definitiva. Ya os acompañaba en los shows desde hace un tiempo, pero ahora es miembro al 100%, ¿no?

“Koe siempre nos hizo saber que le encanta lo que hacemos y eso hizo que la fórmula funcionara, así que, ¿por qué no seguir adelante con ello?

Aun siendo complicado a veces compaginarlo con sus otras bandas, fue muy bien en el estudio con él. Nos abre muchas posibilidades ya que antes éramos nosotros mismos quienes grabábamos las teclas. Hemos quedado todos muy contentos”.

jazzeros con rumba y tintes turcos, el flamenco con progresivo, el blues desgarrador con la psicodelia... para nosotros es fácil. Tenemos un concepto amplio de nuestro sonido y de lo que queremos hacer. Estamos abiertos a cualquier posibilidad”.

Vuestro sonido ya resulta reconocible, pero seguís añadiendo nuevas influencias que lo hacen fascinante y fresco. Vuestra fuente de recursos parece inabarcable.

El título hace referencia directa al paraje del mismo nombre que se encuentra en Cádiz. ¿Por qué este homenaje?

“Yo siempre digo que cuando tienes una banda, si te repites en cada nuevo trabajo, te condenas a una muerte segura. Por suerte somos todos melómanos, como dije antes, y nuestro abanico de gustos musicales abarca lo insospechado, cosa que ayuda para que nos salga de manera natural a la hora de componer. Mezclar pasajes

“Nosotros nos sentimos muy arraigados a nuestra tierra, y eso no sólo se nota en nuestra música. Valdeinfierno es un lugar emblemático de nuestro Sur, dentro del Parque de los Alcornocales, muy cercano al Campo de Gibraltar, donde vivimos, con un sendero precioso que tiene su punto de partida en Los Barrios. Qué mejor homenaje que éste a un Sur que nos inspira y nos vio nacer”. (GONZALO PUEBLA)

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S THE VINTAGE CARAVAN Gateways

(NUCLEAR BLAST) CLASSIC ROCK, PROG

75

i algo definiría bien el nuevo disco de The Vintage Caravan sería la etiqueta ‘proto heavy’. Estamos en 2018, pero Gateways podría haber salido entre los 60 y los 70 y nadie habría sospechado nada, porque estas diez nuevas canciones no sólo tienen blues y rock clásico, sino también mucho sonido pesado que pertenece a una era donde la palabra ‘metal’ no se aplicaba a la música. Tampoco es que el trío islandés no quite el pie del acelerador en esta nueva entrega, porque también deciden tender la mano a momentos más suaves (casi AOR) en ‘Farewell’ y ritmos que, quitando las guitarras, podrían pasar por un tema pop, pero el trabajo de Òskar Logi en canciones tan redondas como ‘Reset’ u ‘On The Run’ hace que no dejemos de mover pies y cabeza al ritmo de sus solos. Una vibra

S THRICE Palms (EPITAPH) ROCK ALTERNATIVO

82

68

ería atrevido comenzar afirmando que Palms es el trabajo más ambicioso de Thrice teniendo en cuenta que hace una década se marcaron todo un órdago con The Alchemy Index. Pero por mucho que nos hayan gustado sus trabajos posteriores, siempre se echaba en falta ese espíritu aventurero y experimental que les hizo desmarcarse del resto de compañeros de generación. El nuevo disco de los californianos parece querer complacer a quienes demandaban una mayor dosis de riesgo tras el triunfal regreso que supuso To Be Everywhere Is To Be Nowhere, el

misteriosa envuelve a todo el álbum, en una banda que ya no depende sólo de los sonidos psicodélicos cercanos al prog para darse a entender. Ojo, Stefán Ari ha aprendido unos cuantos trucos a la batería y te dejará alucinando a ratos, tanto como ese cierto regusto a Blue Cheer o los primeros Sabbath que encontrarás en una lista de canciones donde se ha

optado por ir directo al grano, apoyándose más en armonías vocales que en virtuosismo. Quizás le falla que no tenga ninguna gran canción épica y pomposa que acabe de darle ese toque grandilocuente que apuntan sus intenciones, pero aun así, sigue siendo un muy buen álbum por parte de una banda que sigue importando.

cual deambulaba por unos planteamientos más convencionales. Tampoco es que suponga una ruptura extremista respecto a aquél, ya que la manera de abrir su sonido sigue siendo de lo más coherente sin caer en la grandilocuencia. Así pues, la apertura con teclados a lo Depeche Mode de ‘Only Us’ dejará a más de uno en fuera de juego, pero a medida que avanza se vuelven reconocibles. Más contenidos se muestran en ‘Everything Belongs’ y ‘My Soul’, dos bonitas piezas donde el sonido por capas cobra protagonismo, al igual que el medio tiempo ‘Just Breathe’, en el que se acompañan de los coros de

Emma Ruth Rundle o los de sus propios fans en la más enérgica ‘The Dark’. Pero si alguien pensaba que Thrice estaban de siesta, vuelven a sacar músculo en ‘The Grey’ y la tremendamente adictiva ‘Hold Up A Light’, mientras que la muy Radiohead ‘Blood On Blood’ (con arreglos de arpa incluidos) y la emocionante ‘Beyond The Pines’ echan el cierre. Que en su décimo trabajo aún sigan asumiendo riesgos es de aplaudir, pero que encima les salga tan bien es algo que sólo está al alcance de unos pocos. Una vez más, Thrice demuestran que merecen estar en ese club privilegiado.

JORGE FRETES

GONZALO PUEBLA


REAL FRIENDS Composure (FEARLESS) POP PUNK

70

A

priori, los discos de pop punk suelen tomarse como artefactos intrascendentes por ofrecer una visión un tanto simplista de la vida, en los que no hay nada más importante que que una chica te devuelva o no una llamada. Pero como ocurre cuando se tiene una visión superficial, y condescendiente de un estilo, se cae en el error de pasar por alto trabajos que tienen una profundidad mucho mayor de la que su música pueda sugerir. En su tercer álbum, Real Friends abordan de nuevo el tema de la salud mental, un problema que afecta en

primera persona al vocalista Dan Lambton, quien padece frecuentes ataques de pánico y ha tenido episodios de bipolaridad. “He estado evitando conversar, pero últimamente sonrío, fingiendo estar estable”, canta en el tema que da título al disco. Pero esa circunstancia, que se manifestaba en sus anteriores trabajos con ese toque emo que dominaba algunas de sus canciones, aquí lo hace con una mayor determinación a la hora de ir al grano. Instrumentalmente han ganado algo de robustez (las guitarras y el poderío de la sección rítmica en ‘From The Ouside’ o ‘Take A Hint’ son un buen ejemplo), y si antes algunas de sus melodías caían en saco roto, en éste casi todos los estribillos son memorables. La voz de Lambton, también con un poco más de aspereza, da credibilidad a lo que cuenta en temas tan redondos como ‘Stand Steady’, ‘Smiling On The Surface’ o ‘Get By’. Incluso la balada ‘Unconditional Love’ evita ser pastelosa mediante una sinuosa línea de guitarras en las estrofas y una subida de intensidad en el coro. MARC LÓPEZ

GARBAGE

Version 2.0 Reissue (STUN VOLUMEN/PIAS) POP ROCK

85

A

unque han publicado hasta seis largos, Garbage nunca han superado la repercusión de Garbage Version 2.0, publicado en 1998. Este rompedor segundo trabajo, que sorprendió cuando apareció por su equilibrada combinación de rock alternativo y ritmos electrónicos, ahora ha sido reeditado y remasterizado con motivo de su 20 aniversario e incluye una decena de caras B de la época con alguna sorpresa reseñable como la garajera ‘Lick The Pavement’ o el piano de la versión acústica de ‘Medication’. La banda

formada en 1993 por tres productores estadounidenses entre los que destacaba Butch Vig, también conocido como ‘el hombre del Nevermind’ por jugar un papel fundamental en el segundo disco de Nirvana, y la cantante escocesa Shirley Manson tuvo un éxito más que notable con su homónimo primer disco, una suerte de rock alternativo con poso grunge y tintes electrónicos. Tres años después, el grupo que completan Duke Erikson y Steve Marker exprimió mucho más las posibilidades que les ofrecía la nueva tecnología digital. En cierto modo, podían parecer una banda de laboratorio, y así era en el mejor de los sentidos. Clásicos contemporáneos como ‘Temptation Waits’, ‘I Think I’m Paranoid’, ‘When I Grow Up’ y ‘Push It’ existen y siguen funcionando como a finales de los 90 porque tres hachas de la producción se pusieron sus batas blancas y experimentaron con valentía. Su sofisticada propuesta, engrandecida por el carisma de la icónica Manson, fue largamente imitada, pero nadie dio con su fórmula secreta. Únicos. LUIS BENAVIDES


M BELLAKO Demonios

(AUTOEDITADO) CROSSOVER METAL

80

uy curioso, burrote y satisfactorio lo que los incansables Bellako nos plantean en su nuevo largo. Su intro homónima ya da algunas pistas: su actual batería Arnau (Hyde Abbey, exImplore y KOP) dispara un blast incendiario unido a un beatdown a lo Nasty que ya te deja el cerebro crujidísimo. Y es que de mezclas explosivas va la cosa… Siempre con su personal extra de brutalidad, imposible no pensar en los coros más animales de Non Servium en ‘De Nuevo’ o sobre todo ‘Siglo XXI’, o en esos Soziedad Alkoholika más veloces en ‘Vivir Enfadado’, e incluso en Body Count en la casi rap metal ‘Trepanación’. Los fans de Rise Of The Northstar también lo gozarán con la homicida ‘Odio Y Desprecio’. ‘Quién Eres Tú’ muestra cuánto ha crecido musicalmente el combo catalán en los últimos

D LUCIFER Lucifer II

(CENTURY MEDIA) HARD ROCK

78

70

ime con quién andas y te diré a qué suenas. Puede parecer un planteamiento simplista, pero a tenor de los acontecimientos, resulta evidente que el cambio de pareja sentimental no sólo ha transformado la vida personal de Johanna Sadonis, sino también la de Lucifer. Si en su primer largo el compositor principal era Gaz Jennings de Cathedral, mano derecha de Lee Dorrian (capo del sello Rise Above con el que editaron su debut, y anterior pareja de Sadonis), es ahora el Hellacopter Nicke Andersson quien se encarga de compartir las riendas de

tiempos, y ‘La Llave’, que no piensan parar hasta romperte el espinazo. La garganta de Rober ha engordado como una docena de kilos en este trabajo, es lo que tiene consumir cantidades ingentes de hierba y pasarse la vida en la carretera, y ahora sí, el grupo parece haber reunido el line-up perfecto para arrasar con todo. Hay que ver cómo se la catan en ‘Umibôzu’… Un poco de paz antes de que su mareante final de álbum

te chafe contra el asfalto. Para empezar, y junto a Fer de Cannibal Grandpa, trallón y horror deathcore en ‘Suciedad Humana’, luego ‘Ahí Fuera’ y, para rematar, la destrozacráneos ‘Hail Satan’. Cuánta pupita hará ésta en directo… Bellako por fin han dado en el clavo, ya no se andan con bromas, y por mucha gomina que te pongas, te lo juro por Tupac Shakur: acabarás totalmente despeinado.

la banda, significando un notorio acercamiento al hard rock con raíces ancladas en los 70. Esto se hace obvio a las primeras de cambio, en cuanto suena ‘California Son’ con una producción no muy alejada de la de Imperial State Electric y unas guitarras a cargo de Robin Tidebrink menos pesadas y más detallistas de lo que nos habían mostrado en su debut. Cierto es que algo sigue quedando del occult doom que presentaron en su primera referencia, pero tanto las composiciones como el sonido favorecen sobre todo a la voz de Johanna, menos lineal y sacando a relucir todo su

poderío. Ahí están ‘Phoenix’, con un estribillo que entra a la primera, la bonita balada ‘Dreamer’ o ‘Dancing With Mr. D’ y su groove vacilón para demostrar que su sonido se ha diversificado ganando en dinamismo. Aunque seguramente sea ‘Faux Pharaoh’, en donde consiguen cruzar sus influencias actuales con las de su primera etapa, el corte que mejor expone el salto cualitativo que ha dado Johanna junto a sus nuevos compañeros. Un matrimonio al que habrá que seguir la pista muy de cerca y al que deseamos un largo recorrido.

PAU NAVARRA

GONZALO PUEBLA


BLACK TUSK TCBT

(SEASON OF MIST) SLUDGE METAL, PUNK

70

B

lack Tusk lo tuvieron que pasar mal, muy mal, tras la muerte de su bajista y vocalista Jonathan Athon en 2014 en un accidente de motocicleta. En un grupo como el de Savannah no es fácil seguir adelante sin una piedra angular como la que representaba Athon, y es por ello que los héroes del ‘swamp metal’ deciden seguir de gira hasta reformarse y presentar una nueva apuesta en este TCBT. Seguro que te estás preguntando ‘¿En qué ha cambiado su sonido?’. Tampoco te asustes, no han dado un giro radical, sino más bien han decidido poner

por delante sus influencias punk rockeras, aunque con un sonido bastante controlado y sin improvisaciones. Las canciones de TCBT suenan a eso, a caos controlado con mucha melodía y mala leche, con el toque agresivo del que gasta su fichaje Corey Barhorst, con estructuras poco predecibles pero que han sido planteadas de manera concienzuda. TCBT es un disco que levanta mucho polvo, que está lleno de emociones que nos disparan pronto, como con el single ‘Agali’, y donde no tardan nunca más de 4 minutos en dejar las cosas claras. Siempre han sido los mas directos de este triángulo y conexión con Baroness y Kylesa, y eso se sigue notando en estas doce canciones. Es la potencia y sincronización entre sus integrantes lo que hacen de estas canciones algo mágico que fluye como la seda, en donde te distraes un momento y el disco ya ha acabado, y donde lo ejecutan todo a la perfección sin necesidad de florituras. Te flipará si no le haces ascos a Kvelertak y Motörhead. JORGE FRETES

cierto, la colabo que se nota y bien es la de Hank III en su propia ‘Country Heroes’. ¿Y sabéis por qué? Pues porque ha quedado como el culo. Ignoro qué coño le ocurre al tempo de ‘Outlaw Man’, pero me molesta una barbaridad, aunque en general, y aquí me bajo los DEVILDRIVER pantalones, Outlaws ‘Til The Outlaws ‘Til The End, Vol. 1 End se puede escuchar si uno (NAPALM) no se anda con demasiados MELODIC DEATH, GROOVE METAL remilgos. Pienso en ‘I’m The Only Hell Mama Ever 50 Raised’, por ejemplo, o sobre todo en una ‘If Drinking Don’t Kill Me’ que conserva su afara, me tienes gancho por completo. Y mira, acojonado. No porque hoy estoy generoso, contento con entregar porque lo de ‘Ghost Riders hace dos años un ladrillaco In The Sky’ es imperdonable, como Trust No One, ahora sus archiconocidas tonadas vas y nos lanzas… Mmm… se vuelven aquí la risa padre. ‘Esto’, ni más ni menos Los DevilDriver más gruesos que la personal visión que siempre serán mis preferidos, DevilDriver tienen de sus pero como demuestra canciones de outlaw country ‘A Thousand Miles From favoritas. Tal cual. Para Nowhere’, no dejan de ser intentar que la idea seduzca estadounidenses y tienen un más, encima encontramos pasado, así que lo comercial guests de Wednesday se les da la mar de bien. 13, Brock Lindow de 36 La coletilla Vol. 1 me hace Crazyfists, Burton C. Bell de temer lo peor, pero qué le Fear Factory, Lee Ving de vamos a hacer si nuestro Fear, Randy Blythe y Mark Dez es así… Muy cerca del Morton de Lamb Of God, e incluso de John Cash Jr, hijo ‘acuéstate, nen’. del mítico Johnny Cash. Por PAU NAVARRA

F


BOURBON

Fuente Vieja (SPINDA) ROCK

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S

in hacer excesivo ruido, Bourbon dieron un salto de gigante con Devastación hace tres años. La conversión de cuarteto a trío, paradójicamente, les llevó a enriquecer su discurso adentrándose en sonoridades más psicodélicas, encontrando su propia personalidad. Así pues, Fuente Vieja es el golpe definitivo con el que los de San Lucar se asientan como una de las formaciones en mayor estado de gracia de nuestro rock. ‘Si Veis La Luz, Corred’ pone de manifiesto esas sonoridades místicas y expansivas que la banda ha terminado de abrazar por completo en una apertura que

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ya nos pone en situación para que acto seguido nos hagan despegar con el riffaco de ‘El Sendero’. Aquí Raúl Guerrero comenzará su exhibición a las seis cuerdas demostrando una versatilidad tremenda en los solos y arreglos gracias al respaldo que le ofrecen tanto Juanma González al bajo como su hermano Álvaro a la batería y coros. Esa magia que sale a relucir cuando doblan sus voces aparece de nuevo en ‘A Punto De Arder’, demostrando esa sensibilidad tan especial que poseen. Como toda buena pieza central, ‘Fuente Vieja’ expone todos sus recursos a lo largo de más de 7 minutos donde la influencia de Triana se hace obvia con la aportación de unos teclados que parecen firmados por el mismísimo Jesús de la Rosa, al igual que ‘La Triste Realidad’ y su ritmo aflamencado al que no dudan en sumar palmas. ‘Hacia El Sol’ cuenta con un final de lo más emocionante, mientras que ‘Destierro’ supone un chute de ácido con el que cierran una obra maestra que desde ya apunta a estar entre lo mejor del año. GONZALO PUEBLA

GRUESOME

Twisted Prayers (RELAPSE) DEATH METAL

60

T

wisted Prayers, el segundo álbum de Gruesome, finalmente ha resultado ser la manzana de la discordia entre los acérrimos de Death. La banda de Matt Harvey siempre ha dejado muy claro que son un homenaje a Chuck Schuldiner y su legado, pero claro, una cosa es inspirarse en sus canciones para crear algo propio, y algo muy distinto es fusilar a diestro y siniestro sin miramientos. Si, como en esta ocasión, pillas Spiritual Healing y simplemente cambias el orden de los solos y los riffs, básicamente estás plagiando, por muy bien que toques y lo mucho que mole que James

Murphy se te escurra en el mástil en un par de temas o recrear esas producciones tan añoradas. Hay quien no pudo con este grupo desde el principio; otros que, siendo ésta su cuarta obra, ha sido ahora que han puesto el grito en el cielo, pero el caso es que algo empieza a oler mal cuando Gruesome están en todos los festivales, vendiendo merch a cascoporro y Harvey está gozando de un estatus que, injustamente, nunca ha vivido con Exhumed. En realidad, lo que a mí más me ha molestado es que, si en el libreto de su debut en largo Savage Land le dedicaban una bonita página entera a la memoria de Schuldiner, esta vez en Twisted Prayers sólo encontramos una triste línea en los súper special thanks. Feo detalle, más cuando te está dando de comer desde la tumba. Este disco tiene calidad, no podía ser de otra forma, y seguro chiflará a los fans de Death que no se anden con demasiadas hostias, pero hay todo un sector de melenudos que, a partir de este momento, ya no le va a pasar ni una a esta formación. Los metaleros somos así. PAU NAVARRA


SKELETONWITCH Devouring Radiant Light (PROSTHETIC) MELODIC DEATH METAL

48

D

evouring Radiant Light es como una de esas bolas de chicle enormes que, de críos, nos salían al darle a una de esas maquinitas con rosca. Mascabas y mascabas, y nunca perdían el sabor. Te ocupaban la boca entera, duraban toda la maldita tarde, y aunque ya estuvieras hasta el gorro e incluso te dolieran las muelas, ahí seguías, terco, dándole durante horas. Con sus casi 8 minutos, ‘Fen Of Shadows’ se te hace eterna. Seguramente, que se fije tan a saco en el Hatebreeder de Children Of Bodom sea el mayor

problema. Los Bodom, menuda pereza, aunque al menos es el Hatebreeder… Con ‘When Paradise Fades’ recuperan un poco el vuelo, en ‘Temple Of The Sun’ bajan el pistón justo cuando habían ganado algo de brío, y el corte homónimo es otro peñazo que intenta ser épico, pero suena forzadísimo. Los gringos van a su rollo, es incomprensible que este trabajo haya entrado en las listas, pero viendo las paupérrimas cifras de asistentes que Skeletonwitch siempre han cosechado en nuestro país, igual por primera vez somos abanderados en algo y nos hemos dado cuenta antes que nadie de lo poco que aportan hoy en día. La producción es tan liviana, tan power, que da hasta rabia. Su sexto álbum ha sido grabado por Kurt Ballou, mezclado por Fredrik Nordström (error) y masterizado por Brad Boatright, pero me la suda: cualquier persona curtida en el extremo huirá de estas caricias de bebé. Las dos últimas tienen un mínimo pase, ¿pero en ‘The Vault’ a qué jugamos, al viking metal de tercera? Venga, no me jodas. PAU NAVARRA

MANTAR

The Modern Art Of Setting Ablaze (NUCLEAR BLAST) BLACK METAL, PUNK, DOOM

80

Q

ué puedes esperar de una banda cuyo nombre significa ‘setas’ en turco? Una banda que la forman sólo dos personas (guitarra y batería) que con una furia sónica atacan a todo lo que se les pone enfrente. Clasificarlos es imposible, tienen algo de black metal, algo de punk, luego de sludge y mucho de original, tanto que tras sólo dos años de su disco debut (y patearse toda Europa de gira, incluida España), el sello Nuclear Blast fue a por ellos. Quienes no veían con buenos ojos ese ‘lavado de cara’ en Ode To The Flame pueden respirar tranquilos, porque este The Modern Art Of

Setting Ablaze los devuelve a la mugre, a esas voces podridas y esas guitarras demasiado bajas de tonalidad, a una especie de jam que fusiona distorsiones con golpes alocados. Estas doce canciones son mucho más sucias, mucho más pesadas y mucho más cercanas al black metal que nunca. No sólo deciden apoyarse en guitarra y bajo, también tiran de teclados, y más que melodía aquí encontrarás mucho nihilismo sonoro. Hasta resulta bizarro que con sólo tres instrumentos (incluyendo la voz) puedan recrear tanta variación. Desde lo más reconocible de su catálogo actual en piezas como ‘Age Of The Absurd’ hasta nuevas experimentaciones como en ‘Taurus’, donde dejan paso a la melancolía para luego fundir los plomos con su crudeza y agresividad. Es en este disco donde consiguen darle algo de groove a su instrumentación, haciendo que por momentos las voces no sean tan necesarias. La rítmica trabaja a la perfección, cada parte del álbum construye lentamente la tensión hasta desatarla en un frenesí violento. JORGE FRETES


BURY TOMORROW Black Flame

(MUSIC FOR NATIONS) METALCORE

75

S

upongo que no habrá sido fácil para Bury Tomorrow ver cómo bandas de su escena como Bring Me The Horizon, Architects o While She Sleeps iban escalando posiciones mientras ellos quedaban relegados a un eterno segundo plano. Supongo que también tenían asumido que quizá era el precio a pagar por hacer una música más pesada que la de todos los demás juntos, pero, aun así, seguro que pensaban que tenían menos de lo que merecían. Por eso no sorprende que Black Flame, su quinto trabajo, resulte

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también el más accesible, sonando casi como una apuesta definitiva para ganar el terreno perdido. Pese a ello, el quinteto de Southampton no ha vendido su alma al Diablo y ha conseguido encontrar un buen equilibrio entre agresividad y comercialidad. También han conseguido algo meritorio, y es que a pesar de moverse dentro de los cánones del metalcore -la originalidad no es una de sus virtudes-, el álbum suene fresco gracias a la calidad de sus composiciones y un sonido de lo más robusto, con un tratamiento bastante especial de las voces, sobre todo en las partes melódicas, con un eco envolvente, y unas guitarras cortantes que quitan la respiración. Quien quiera caña burra la encontrará en ‘Knife Of Gold’, ‘Stormbringer’ o la rotunda ‘Overcast’, pero el protagonismo cae en estribillos gigantescos (‘My Revenge’, ‘The Age’, ‘Peacekeeper’) al estilo de Killswitch Engage. Con sólo diez canciones, Black Flame consigue despedirse justo cuando podrías empezar a aburrirte de él. DAVID GARCELL

POWERWOLF

The Sacrament Of Sin (NAPALM) POWER METAL

73

P

or muy buena prensa que le preceda o muy alto que esté en las listas teutonas, un mal presentimiento me acecha cada vez que encaro un nuevo trabajo de Powerwolf: ‘Éste va a ser el disco que finalmente me haga aburrirlos’. Y tiene mérito, porque tras doce o trece años siguiéndoles la pista, pues llevo olisqueando sus pasos desde el periodo comprendido entre su debut y Lupus Dei, esto aún parece lejos de ocurrir. Contando este The Sacrament Of Sin, son ya siete las obras suyas que me he tragado, así que estamos hablando de una

banda especialmente dotada para los grandes estribillos, que sabe exprimir como nadie su particular universo religioso de hombres lobo y demonios, y que lejos de estancarse, sigue sacando partido a una propuesta de power tétrico que, a priori, no parecía que tuviera demasiado recorrido. Todo parece en su sitio hasta el tercer corte, una ‘Killers With The Cross’ que les ha quedado demasiado Sabaton. Es entendible que las bandas actuales quieran sacar tajada de la gigantesca popularidad que acaparan los suecos, pero Powerwolf cuentan ya con suficientes fans como para no tener que recurrir a esto. Como si quisieran compensarlo, en ‘Incense & Iron’ nos dan doble ración de sinfonía, pero en su primera balada, ‘Where The Wild Wolves Have Gone’, ocurre lo mismo. En serio, en su inicio parece que sea Joakim Brodén el que se dirija a nosotros. Luego la cosa mejora y mucho, como el disco en general, y es que canciones como ‘Nightside Of Siberia’, ‘The Sacrament Of Sin’ o ‘Fist By Fist (Sacralize Or Strike)’ contienen todo lo que mola de los germanos. PAU NAVARRA


HALESTORM Vicious (ATLANTIC) ROCK

80

U

nas bandas se encuentran en el momento y lugar adecuado y, otras, todo lo contrario. Halestorm, para su desgracia, estarían en el grupo de las segundas, porque visto el potencial comercial de sus canciones y el carisma que desprende su vocalista Lzzy Hale, de haber nacido tres décadas antes, serían un grupo reventando arenas y vendiendo millones de discos. Pero la realidad para una banda de rock mainstream, especialmente en Estados Unidos, es muy diferente hoy en día. Apenas existen ya radios para colar potenciales hits, MTV es una cadena de realities, ya no hay revistas como Circus o

Hit Parader, y todo eso hace que cada vez más se vea que existe un techo para una propuesta como la de Halestorm. Pese a ello, son una de las bandas jóvenes que mejor están evitando que el rock se convierta en algo del pasado, y Vicious, su cuarto álbum, es otra demostración de que saben lo que hacen. Aunque se haya vendido como una reacción a la orientación más pop de su anterior trabajo, Into The Wild Life, en el fondo, las diferencias tampoco son taaan notables. Puede que haya algo más de músculo y garra, el primer single ‘Uncomfortable’ es un buen ejemplo de ello, pero canciones como ‘Skulls’ podrían haber sido parte de la anterior obra y las baladas, caso de ‘Killing Myself To Live’, siguen siendo uno de sus puntos fuertes; pocos grupos actuales saben recrear el noble arte de la power ballad con tanto acierto. Pase lo que pase a nivel de ventas con este álbum, eso no debe de adulterar el hecho de que Halestorm son, a día de hoy, una de las mejores bandas de rock del panorama actual. RICHARD ROYUELA

ARABROT

Who Do You Love (PELAGIC) AVANT ROCK

90

S

é que para algunos voy a sonar exagerado, pero en verano ya hemos topado con el disco del año, al menos en cuanto a provocación e inconformismo se trata. Este Who Do You Love parece captar a la perfección el alma ardiente del underground en una mezcla de avant rock y hambre por la experimentación. El dinamismo es lo que mueve a los noruegos Arabrot a buscar nuevas maneras en cada lanzamiento, y no les importan las consecuencias siempre que empujen las barreras hacia el deleite sónico de sus feligreses.

Capitaneados por Kjetil Nernes (recuperado afortunadamente de un cáncer de garganta que padeció en 2014), estas canciones rozan la vertiente más artística del rock y tienen un significado poético que convierte cada composición en algo extremadamente elegante. Él y su esposa, la vocalista Karin Park, viven con sus hijos en una vieja iglesia, y aunque parezca algo sólo anecdótico, sí que se transpira algo de góspel y misticismo en estos cortes, que pasan también por el filtro del doom rock y del prog a su antojo. A sabiendas de algunos medios que tienden a inflar mucho las puntuaciones de los discos, sólo te pedimos que escuches ‘The Dome’ y compruebes si esto es un simple hype o una jodida obra maestra. A ratos se acercan a Melvins, a ratos tiran más para Swans, pero está claro que juegan en su propia liga y les importa una mierda ser la nota disonante en un mar de conformismo. La exquisita producción de Who Do You Love sólo reafirma este hecho. JORGE FRETES


BULLET FOR MY VALENTINE Gravity

(SPINEFARM) METAL ALTERNATIVO

60

S

i algo queda claro después de escuchar el sexto disco de Bullet For My Valentine es que Matt Tuck no encajó nada bien el divorcio de su mujer. Todas las canciones tratan, de un modo u otro, de lo mal que lo ha pasado, lo mucho que le ha costado superarlo y su deseo de pasar página. Desde ese punto de vista, Gravity es el álbum más personal que haya escrito, algo en principio deseable en un artista. La lástima es que la música no acompañe realmente el sentimiento que intenta transmitir. Tuck podría haber cantado sobre cualquier

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otra cosa encima de esta mezcla de riffs metálicos y arreglos electrónicos diseñada para asaltar el mainstream que la banda presenta a lo largo de once canciones; sólo la acústica ‘Breathe Underwater’ se desmarca de ese sonido. Todo parece tan calculado que le resta cualquier tipo de emotividad. Y es que, por encima de tristeza o decepción, lo que transmite Gravity es sobre todo su ambición de colocar a Bullet For My Valentine en lo más alto del metal contemporáneo. Si en el anterior Venom parecía que el cuarteto galés quería reconquistar a los fans que habían quedado decepcionados con el más comercial Temper, Temper, aquí parece que vaya directamente a la caza de los de Bring Me The Horizon, Linkin Park o Thirty Seconds To Mars. Es evidente que la banda se maneja bien en ese terreno y que ‘Leap Of Faith’, ‘Over It’, ‘Letting You Go’ o ‘Don’t Need You’ están a la altura de su objetivo, con un buen equilibrio entre fuerza y accesibilidad. Lo de ‘The Very Best Time’ ya es otro cantar... DAVID GARCELL

KATAKLYSM Meditations (NUCLEAR BLAST) DEATH METAL

40

N

ueva entrega de los veteranos Kataklysm y otra vez vuelvo a sentir la sensación de jugar a la ruleta. Y es que desde hace unos años la banda no es capaz de mantener una consistencia en sus álbumes y puedes encontrarte con sorpresas desagradables si eres fan de su material más añejo. En este plástico el cuarteto apuesta por cortes en su mayoría simples y directos que hasta muestran elementos típicos del hardcore metalizado de principios de siglo. Cuando te enfrentas a un álbum decepcionante muchas veces no puedes (o no sabes) identificar cuál era la idea detrás del mismo, te

encuentras confundido y no das con el concepto que la banda quería conseguir y parece que ésa es la causa de tu decepción. Éste no es el caso, puedes percibir que la banda quería hacer un álbum directo, con pegada y reivindicar así la parte agresiva que se dejaron por el camino con Of Ghosts And Gods. Pero la idea se queda ahogada por la insípida mediocridad de muchos de los riffs que forman los temas de este nuevo disco y, sobre todo, por lo genérico que suena todo, incluso los conceptos de los letras huelen a cliché barato comprado en un outlet metalero de las ideas. En la búsqueda de una contundencia y un estilo más certero se ha perdido la esencia que otorgaba personalidad a un grupo que había forjado un estilo propio del que apenas quedan unos restos en el estribillo de ‘Guillotine’ o en la por momentos brillante ‘Born To Kill And Destined To Die’. Unido a una extraña producción que procesa demasiado la voz, hasta el punto de apagarla, y que aprieta demasiado los instrumentos de cuerda, el resultado es una obra con muy poco de positivo. ABEL VALDELVIRA


CHASTITY Death Lust

(CAPTURED TRACKS) ROCK ALTERNATIVO

82

H

ay algo muy puro y auténtico en Death Lust, el debut de una joven banda de la que sabemos más bien poco. Un halo de misterio envuelve a Chastity, el proyecto de William Brandons: la válvula de escape favorita de un chaval con un inacabable mundo interior y que afortunadamente ahora todos podemos disfrutar porque su talento llegó hasta las oficinas del sello Captured Tracks en Brooklyn. Brandons vive en un suburbio de Ontario, Whitby, y escogió escribir canciones y tocar con los amigos en el garaje para combatir el tedio y el aislamiento que conlleva

la periferia. Aunque suene tópico, desde la primera escucha comprendes que Death Lust es un vehículo para expresar sentimientos, pensamientos y, en definitiva, expulsar todo tipo de demonios. La obsesión por el dolor y la muerte recorre los diez temas de un trabajo que proporciona toneladas de placer auditivo con cortes como la desgarradora ‘Children’, mi favorita, una pieza deudora a partes iguales de los primeros Smashing Pumpkins y Deftones, un auténtico viaje de ida y vuelta al espíritu de finales de los 90 que gozarán los puretas pero también los más jóvenes. Con una producción cruda y potente, el primer largo de Chastity abraza diferentes géneros sin perder en ningún momento el rumbo. La pausada y sentida ‘Come’ nada tiene que ver con las violentas sacudidas de ‘Chains’, el estribillo shoegazer de ‘Heaven Hell Anywhere Else’ o el ruido frenético de ‘Negative With Reason To Be’ y ‘Anoxia’, donde podrían pasar por los hermanos pequeños de los también canadienses Metz. Todo un descubrimiento. LUIS BENAVIDES

DEE SNIDER

For The Love Of Metal (NAPALM) METAL

40

Q

uien espere encontrar hard rock hímnico y festivo en el cuarto trabajo en solitario de Dee Snider se va a llevar un buen chasco. De hecho, a veces incluso cuesta creer que sea el Twisted Sister el que esté cantando. La cosa empieza más o menos bien con el speed metal de ‘Lies Are A Business’. Mientras le metan caña, todo es perdonable. Con ‘Tomorrow’s No Concern’ adquieren el trote thrasher de Testament, y ‘I Am The Hurricane’ despliega metal alternativo de ese medio groovie que sólo compran en los States. Lo mismo ocurre en ‘American Made’. No entiendes muy

bien por dónde van los tiros en esta obra, pero tampoco puedes decir que estos temas sean malos del todo. Si indagas en los créditos de este disco empiezas a comprender muchas cosas, o mejor dicho, a flipar en colores. Resulta que Jamey Jasta de Hatebreed es el productor, que el bestia de Zeuss ha hecho el master, y que han participado Howard Jones, Mark Morton de Lamb Of God y Alissa White-Gluz de Arch Enemy. Que Joel Grind y Nick Bellmore de Toxic Holocaust toquen estas canciones ya es pa’ mear y no echar gota… La cosa es bastante audible hasta que llegamos a la intolerable ‘Mask’, y de ahí hasta el final, un despropósito absoluto sólo salvado a última hora por ‘For The Love Of Metal’. Sonará faltón, pero este álbum me ha recordado a la típica cacatúa que se pasa el día en los rayos uva y viste como una quinceañera. Pero en cacatúa se queda, por mucho empeño que le ponga. Señor Snider, usted es una estrella por algo muy concreto, y grabar este tipo de artefactos no le va a quitar 30 años de encima. Le veo muy desubicado. PAU NAVARRA


THE HELLACOPTERS

POR LA GRACIA DEL ROCK’N’ROLL


AUNQUE LLEVAMOS TRES AÑOS DISFRUTANDO DE SU REGRESO A LOS ESCENARIOS, EL FUTURO DE THE HELLACOPTERS SIGUE PLANTEANDO VARIAS DUDAS. APROVECHAMOS SU PASO POR EL DOWNLOAD FESTIVAL PARA AVERIGUAR CUÁLES SON LAS VERDADERAS INTENCIONES DE LA LEYENDA DEL ROCK ESCANDINAVO. TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: SERGI FORNOLS/ALEX BELZA

P

UEDE SONAR EXTRAÑO, pero segura-

mente un festival sea el peor marco posible para entrevistar a una banda. Ya sólo cuadrar los ajustados horarios para ver a todos los grupos que te interesan supone un quebradero de cabeza a la hora de sacar un rato para relajarte o ir a cenar tranquilamente. Ni hablamos ya cuando, entremedias, tienes que realizar una entrevista a uno de los grupos participantes en mitad del caos organizativo que supone un evento tan grande como el Download Festival de Madrid. Y más aún cuando los propios músicos también quieren ver a los cabezas de cartel al igual que tú. Eso mismo es lo que nos ocurre el sábado 30 de junio, jornada en la que tenemos concretado un cara a cara con Nicke Andersson y Dregen de The Hellacopters para hablar sobre lo que está siendo su regreso. Para nuestra desgracia, una vez finalizada su actuación, el grupo anda algo desperdigado por el recinto, ya que tienen tantas ganas como nosotros de pillar un buen sitio para ver a Judas Priest y Ozzy Osbourne. Circunstancias que nos obligan a cambiar de interlocutores, siendo el batería Robert Eriksson y el teclista Boba Fett los encargados de atender nuestras preguntas. Ningún problema, ya que ambos se muestran de lo más cercanos en todo momento y con muchas ganas de hablar. Han pasado ya tres años desde

que The Hellacopters anunciasen por sorpresa su vuelta. Un comeback con el que todos los seguidores de la oleada del rock nórdico que comandaron junto a Backyard Babies, Turbonegro y Gluecifer en los 90 soñábamos con ver materializado desde el mismo instante en el que cesaron su actividad en 2008. Tuvimos que esperar hasta otoño de 2015 para que se obrara el milagro cuando se anunció un concierto exclusivo con motivo del vigésimo aniversario del combo sueco. Fue el Swedish Rock Festival quien se apuntó el tanto, pero como no podía ser de otra manera, los astros se alinearon para que su siguiente concierto se celebrase tan sólo una semana más tarde en suelo español, una de las zonas donde más cariño recibieron a lo largo de su carrera. La caída a última hora del cartel del Azkena Rock Festival de Primal Scream lo hizo posible, repitiendo también al año siguiente dentro de una gira algo más extensa. 2018 marca el tercer año en esta nueva era para The Hellacopters, pero a pesar del éxito que están teniendo, hay varias preguntas en el aire que aún se deben resolver. ¿Cuál es el verdadero fin de este regreso? ¿Hay planes de un nuevo álbum en ciernes? ¿Qué lugar ocupa la banda entre en las prioridades de sus miembros respecto a Backyard Babies o Imperial State Electric? ¿Tendremos una gira por salas de

nuestro país como tan bien nos acostumbraban antaño? La charla que mantuvimos con Robert y Boba en los camerinos del Download fue reveladora en muchos puntos, además de explicarnos cómo se fraguó la reunión y recordar al tristemente desaparecido Robert ‘Strings’ Dahlqvist, guitarrista que ocupó de manera sobresaliente el puesto de Dregen en su anterior etapa. Sea de una manera u otra, todo apunta a que los helicópteros infernales seguirán moviendo sus hélices durante una buena temporada. Hace ya tres años que decidisteis volver a resucitar a The Hellacopters. Lo primero que me gustaría saber es, ¿quién llamó a quién primero? BOBA FETT “Fuimos nosotros dos

quienes lo hablamos en un primer momento. Lo discutimos con Nicke y al principio dijo: “No, no es una buena idea” (Risas). Pero meses después nos comentó que estaría bien hacer un único concierto por el 20 aniversario de Supershitty To The Max!, así que llamó a Dregen para saber si estaría dispuesto a hacerlo y obviamente se apuntó, porque, ¿quién no querría tocar con The Hellacopters? (Risas) Nos decía: “Sí, ésta es la mejor idea del mundo. Tenemos que hacerlo””. ROBERT ERIKSSON “Básicamente dijimos: ‘Veamos qué pasa’. No queríamos tener un gran plan porque

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nunca sabes qué es lo que va a ocurrir. Cuando disolvimos la banda en 2008 todos estábamos exhaustos. Es como cuando alguien se cansa de estar siempre en el mismo trabajo y no eres capaz de seguir adelante, pero de alguna manera tienes que hacer que funcione”. Recuerdo que la última vez que le entrevisté, Nicke me comentó que algunos de los miembros de la banda seguíais metidos en el mundo de la música. Así que, de algún modo, habéis mantenido el contacto durante todos estos años. BOBA “La cosa es que Nicke, Robert

y yo nos fuimos de gira con un cantautor sueco y pensamos que sería genial hacer algo juntos otra vez. Nicke insistía mucho en que no debería de ser con The Hellacopters, pero que le encantaba tocar con nosotros. Así que cuando le propusimos hacer un solo concierto y ver qué pasaba, sí que le pareció una buena idea. Una única actuación en Suecia. Entonces fue cuando surgió la oportunidad de hacerlo también en el Azkena, porque Bobby Gillespie de Primal Scream tuvo que cancelar”. ROBERT “De modo que el primer verano que volvimos fueron dos conciertos, pero luego la cosa fue evolucionando e hicimos una pequeña gira al año siguiente”. Me llama la atención que desde el primer momento en que anunciasteis la separación, parecía muy claro que acabaríais volviendo en algún momento. Al final tuvieron que pasar ocho años para que se hiciese reali-

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dad. No sé si para vosotros ha sido mucho o poco tiempo, pero os puedo asegurar que para los fans ha sido una eternidad. ROBERT “En realidad todos en el

grupo seguíamos tocando en otros proyectos, pero en lo que respecta a The Hellacopters ya no dábamos más de sí. Nuestra motivación en aquel momento no estaba al 100%. Cuando te subes a un escenario deberías de pensar: ‘Aquí es donde quiero estar y esto es lo que quiero hacer’. Si no existe ese sentimiento unánime entre todos los miembros de la banda, entonces no deberías hacerlo. Y en la última época era un poco en plan ‘no sé si soy capaz de seguir’, porque todos estábamos cansados. No parábamos de girar y girar. Acabamos agotados. Así que decidimos que era mejor dejarlo y seguir como amigos, en lugar de convertirnos en enemigos o mantener una relación extraña. El último concierto que dimos en casa en 2008 nos despedimos y nos dijimos: ‘Ha sido una buena carrera. Mucha suerte y cuidaros mucho’. Y todos fuimos en direcciones diferentes. Boba y yo seguimos tocando juntos, de hecho justo al año siguiente (risas). Y luego Nicke se nos unió para tocar con este cantautor sueco que comentábamos antes. Se llama Lars Winnerbäck. No creo que sea conocido en España, pero fácilmente podríamos decir que es como el Bruce Springsteen sueco y nosotros somos parte de su E Street Band (risas). Son conciertos muy grandes, para 10.000 o 15.000 personas. Es cinco veces más grande que The Hellacopters. Tocábamos en pabellones y cosas por el estilo. Strings hizo carrera por su

cuenta con Thunder Express y Dregen estaba fuera del cuadro, como es lógico, teniendo a Backyard Babies. Kenny no tocó mucho, quizás algunos grupos aquí y allá, pero poca cosa. Pero nadie estaba enfadado ni nada de eso, solo que nos cansamos”. Volviendo a la reunión, Kenny acabó abandonando el grupo después de los primeros conciertos. ¿Qué pasó con él? ROBERT “¿Fuiste a vernos el primer

año que tocamos en el Azkena?”. No, no pude ir. De hecho, hoy ha sido la primera vez que os he visto en diez años. Ha sido muy especial para mí. Sólo pude veros en la gira de despedida en 2008 en Madrid. ROBERT “Ah, sí. Recuerdo que en la

sala en la que tocamos hacía mucho calor (risas). Volviendo a tu pregunta, Kenny no lo estaba pasando bien en aquel momento a nivel personal. No es que nos llevásemos mal con él, es sólo que no estaba bien. Nosotros lo veíamos muy claro. Cuando tocábamos, éramos cuatro personas y Kenny estaba al otro lado. Estaba como desconectado del resto y había un poco de tensión. Le deseamos lo mejor, pero no podíamos seguir tocando juntos. Para nosotros era muy obvio, incluso para la gente que nos vio en aquel Azkena también lo fue”. En su lugar entró Sami Yaffa, quien también dejó el grupo más tarde. ROBERT “Sí, desde luego ése no era

nuestro plan (risas). Pero Sami hizo un trabajo muy bueno. Simplemente


“SIN DUDA ESPAÑA ESTÁ EN EL TOP 5 DE PAÍSES DONDE MÁS TRIUNFAMOS”

apareció y dijo: ‘Hagámoslo’. Fue una sugerencia de Dregen, ya que habían coincidido en la banda de Michael Monroe. El problema es que acabó muy ocupado y para este verano podía hacer algunos conciertos pero otros le resultaban imposibles. Y nosotros no podíamos estar así. Sólo tenemos nueve o diez conciertos, así que no tenía sentido. De un modo u otro, tenía que ser todo o nada. Pero no hubo ningún problema más allá de eso”.

ROBERT ERIKSSON

Ha sido entonces cuando Dolf de Imperial State Electric se ha hecho cargo del bajo. ¿Qué tal os está yendo con él? ROBERT “Todo perfecto. Hoy ha

sido su tercer concierto con nosotros. Personalmente, estar sentado en la parte de atrás y verle tocar con esa intensidad es toda una inyección de motivación para mí. Está moviéndose constantemente y es muy enérgico. Creo que hacemos una buena sección rítmica”. Desgraciadamente también tengo que preguntaros por Strings.

centraba. Pero el momento en el que falleció fue justo cuando estaba volviendo a salir del pozo. Estaba limpio, con su hija a la que quería mucho, estaba grabando un nuevo disco por su cuenta, sobrio... todo estaba yendo bien. Lo que le ocurrió fue totalmente accidental. Se quedó dormido en su bañera y se ahogó. Tuvo un ataque epiléptico y estaba solo. La parte más triste de todo el asunto es que estaba mejorando e incluso podría haber formado parte de todo esto. Fue terrible”.

Su muerte nos pilló a todos por sorpresa. Imagino que ya sa-

Volviendo a la actualidad, te-

bíais que estaba teniendo pro-

niendo en cuenta que Dregen

blemas desde hace un tiempo,

está ocupado con Backyard Ba-

¿fue en parte por eso que no

bies y que Nicke también tiene

participó en la reunión?

a Imperial State Electric y Luci-

ROBERT “Strings era alcohólico.

fer, ¿no creéis que pueda ser un

Intentamos durante años y años ayudarle con diferentes programas. Pero al final tuvimos que dejarle porque era imposible. Cuando hablamos de volver a tocar juntos, él estaba involucrado, pero inmediatamente vimos muy claro que no iba a funcionar. Llegaba y estaba borracho, no se

problema de cara al futuro para seguir girando? BOBA “Hay una gran diferencia

entre las bandas que mencionas, y es que The Hellacopters son dos veces más grandes que cualquiera de ellas. Hagan lo que hagan, no interfiere con lo que estemos haciendo entre-

medias, así que no supone un problema. Pero sí lo es el hecho de que somos muy selectivos con los conciertos que estamos dando. Y si queremos hacer más actuaciones, entonces se convertirá en un problema para ellos y no al revés”. ROBERT “Somos muy cuidadosos con eso. En el pasado quizás tocamos demasiado. Ahora queremos hacer la cantidad correcta de conciertos cada año. Quizás uno en España, dos en Suecia, otro en alguna parte de Escandinavia, Alemania... Y lo damos todo en esos bolos en lugar de dar cien shows al año, cosa que creo que no deberíamos hacer (risas). Y supongo que ninguno queremos eso. Así que sólo hacemos unos pocos como estamos haciendo ahora y no supone ningún problema”. BOBA “Nunca será un problema para The Hellacopters, sino para las otras bandas. Porque aunque sólo hagamos 15 conciertos, todos tenemos claro que ésa será la prioridad y que los otros grupos son los que se tendrán que adaptar en torno a eso. Puede que eso sea un motivo de tensión para otra

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planeado con una antelación de seis o doce meses. Tienes que hacer esto y después esto otro, y luego aquello... Ahora sólo hacemos una cosa, lo hablamos y decimos: ‘OK, ¿qué es lo siguiente?’, en lugar de tener todo el año planificado. Si tienes familia e hijos, necesitas tener un espacio para descansar”. ¿Pero os gustaría estar de gira durante dos semanas por aquí como solíais hacer al principio? ROBERT “Personalmente me encan-

gente, pero no es nuestro caso”. ROBERT “Al final entre Lucifer, Imperial State Electric y Backyard Babies nos conocemos todos. Los que estamos involucrados queremos que esto funcione y que todo el mundo esté contento”.

no les conozco mucho”. Están bien, pero no son para tanto. ROBERT “Bueno, intentaré escuchar-

los (risas)”. Me decías que teníais planes de

¿Así que no sabríais decirme

grabar un nuevo álbum.

qué planes tenéis de cara al

ROBERT “Tenemos planes, sí, pero

año que viene? ¿Si habrá otra

todo está yendo poco a poco. Tampoco tenemos ninguna prisa. Todos tenemos 45 años o así (risas). Si vamos a hacer algo, tiene que ser bueno. Puede que nos lleve dos años, pero tampoco queremos estresarnos”.

gira de verano en festivales o algo más? ROBERT “Vamos a hacer algo. Esta-

mos hablando de grabar alguna cosa”. ¿Un disco nuevo?

¿Y no habéis pensado en hacer

ROBERT “Oh, bueno... No me atre-

una gira por vuestra cuenta en

vería a afirmarlo todavía, pero lo hemos hablado (en ese mismo instante Michael Poulsen de Volbeat pasa por delante de nosotros y dice: “Grabad un nuevo álbum. ¡Vamos!”. A lo que Robert responde entre risas: “¡Estamos en ello!” –ndr.). ¿Ése es el tipo de Volbeat, no?”.

salas? Por ejemplo aquí en Es-

Sí, es el cantante. ROBERT “Ah,

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OK. La verdad es que

paña siempre tuvisteis una gran acogida. ROBERT “Sin duda España está en

el top 5 de países donde más triunfamos. Puede que el segundo después de Suecia. En Alemania nos fue muy bien, también en Finlandia. Pero la realidad es que no hemos discutido qué vamos a hacer después de este verano. Hace diez años todo estaba

taría y estoy convencido de que podría suceder”. BOBA “Sin duda, pero para eso necesitamos material nuevo que presentar, porque de otra manera no tiene sentido. Puedes hacer festivales, pero una gira es diferente. Creo que en el futuro acabaremos haciendo algo así, pero necesitamos sacar algo que lo respalde. No necesariamente tiene por qué ser un álbum, pero sí algunas canciones nuevas”. Otra opción estupenda sería girar con Gluecifer ahora que han vuelto también... BOBA “Sí, de hecho nos ofrecieron

hacer un tour conjunto con ellos en Alemania. Probablemente se hubiera extendido hasta llegar a España, pero no hay manera de que hagamos una gira de ese tipo mientras no tengamos algo nuevo que ofrecer al público”. ROBERT “Así que me temo que tendréis que esperar (risas). Pero mientras seamos un grupo feliz, creo que todo irá bien”.



GLUECIFER

ALTOS VUELOS


DESPUÉS DE 13 AÑOS SEPARADOS, GLUECIFER HAN VUELTO ESTE VERANO PARA OFRECER OCHO CONCIERTOS. EL PRIMERO, Y CAUSANTE DE ESTE RETORNO, FUE EN EL AZKENA ROCK FESTIVAL. AHÍ TUVIMOS LA OPORTUNIDAD DE CHARLAR CON ELLOS SOBRE LAS MOTIVACIONES DE ESTE RETORNO Y QUÉ PODEMOS ESPERAR EN EL FUTURO. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: ERIC ALTIMIS (DIRECTO)/DR

L

AS REUNIONES DE BANDAS FORMAN PARTE DEL PAISAJE HABITUAL. Hayas sido

un grupo más grande o más pequeño, volver a los escenarios después de años de estar separados es prácticamente sinónimo de negocio seguro. En algunos casos, los beneficios potenciales son tan bestias, que hasta músicos que se habían jurado odio eterno, son capaces de limar sus diferencias. La proliferación de festivales necesitados de grupos (o marcas) que actúen como reclamo también ha contribuido a este fenómeno. De ahí que cuando el Azkena Rock Festival anunciara la incorporación de Gluecifer a su cartel, nos sorprendía sólo a medias. Los noruegos se habían separado en 2005 dejando cinco magníficos discos de estudio y un montón de conciertos memorables que los habían convertido en miembros de ese big four del rock escandinavo junto a The Hellacopters, Turbonegro y Backyard Babies. Su disolución no estuvo rodeada de grandes polémicas, ni de declaraciones fuera de tono, sino que parece que fue más fruto del cansancio y la voluntad de algunos de sus miembros de tener otra vida fuera del rock’n’roll. De ahí que, cuando nos encontramos con el vocalista Biff Malibu y el guitarrista Captain Poon en el backstage del Azkena, se les vea relajados y con una gran compli-

cidad. Como dos amigos que han reconectado, más viejos, pero también más sabios. ¿Cómo os sentís a pocas horas de dar vuestro primer concierto?

estaba ahí. Los dos primeros ensayos fueron muy emocionantes. Biff ha sido un gran líder y es el que se ha fijado en todos los pequeños detalles que teníamos que pulir para sonar de la hostia”.

BIFF MALIBU “Tranquilo por fuera,

pero nervioso por dentro (risas)”. CAPTAIN POON “Es muy emocionante. Estamos un poco ansiosos, pero estamos preparados”.

Biff, desde que dejaste Gluecifer, has estado ejerciendo de periodista político. ¿Cómo te sientes al volver al mundo del rock’n’roll? BIFF “Para mí está siendo muy diver-

¿Cuánto tiempo hace que decidisteis reuniros? BIFF “Nos reunimos antes de Navi-

dades, en el oscuro invierno de Oslo. Y luego nos llegó la oferta del Azkena para tocar aquí. Decidimos encontrarnos de nuevo y discutirlo, en lugar de decir directamente que no. Nos encontramos en un restaurante, un lugar muy secreto, tomamos algunas cervezas, comimos y hablamos de todo. De cómo nos sentíamos y de qué teníamos que hacer para que todos nos sintiéramos cómodos. Después de esa noche, vimos que todos estábamos de acuerdo y decidimos probarlo. Hicimos algunos ensayos para ver si éramos capaces de hacerlo todavía (risas), y vimos que sí. Así que aceptamos la oferta de tocar en el Azkena”. CAPTAIN “Parecía como si las canciones estuvieran integradas en nuestro ADN. Empezamos a tocar y ya sonaba bien. Sólo había que pulirlo un poco, pero la energía

tido. Creo que todos nos echábamos de menos, aunque cuando nos separamos, nos distanciamos un poco, como suele ocurrir con las bandas. La vida sigue, cada uno ha tenido su trabajo, su familia… Pero cuando nos juntamos, empezamos a ensayar dos veces por semana y todo el mundo se sentía muy a gusto. Y eso que bebemos un poco menos que antes (risas). Han pasado 13 años desde que nos separamos, y el grupo sólo estuvo activo once, así que para mí es algo nuevo, más que una vuelta al pasado. Y ahora todo parece mucho más grande, el interés que hemos generado no existía cuando lo dejamos”. CAPTAIN “Es una de las cosas buenas del rock’n’roll, no desaparece. Lo puedes dejar a un lado, pero siempre está ahí. Parecía un buen momento para volver, aunque personalmente no tenía ninguna esperanza de que algún día volveríamos a tocar juntos. Creo que nos echábamos de

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menos, sin ni siquiera saberlo. Estoy bastante sorprendido por la respuesta que estamos teniendo”. BIFF “Está muy bien porque sólo vamos a dar ocho conciertos este año y todos van a ser geniales. Sólo hemos tenido que prepararnos para esto, pero nos hemos ahorrado toda la parte pesada que implica estar en una banda. Es un lujo”. ¿Os habéis planteado grabar un

siguiera siendo el centro de sus vidas. Yo no lo entendía, pero lo entiendo al mismo tiempo (risas). Cada uno tiene sus propias necesidades. Y la realidad es que cuando llevas varios años en un grupo, muchas cosas se vuelven rutinarias. Lo que me puso triste es que creía que cada vez hacíamos discos mejores”. BIFF “Pero si no nos hubiéramos separado, hoy no estaríamos aquí (risas)”.

BIFF “Por ahora no lo hemos habla-

En muchos casos, en estas reunio-

do. Hemos estado muy ocupados preparando esto. Una vez anunciamos el Azkena, los teléfonos empezaron a sonar, pero vamos paso a paso. Vamos a tocar aquí, en el Hellfest, en dos festivales en Noruega, y luego haremos cuatro conciertos en Oslo en una sala de 700 personas. Por ahora eso es todo. Cuando pase todo esto, quizá pensemos en otras cosas”. CAPTAIN “Éste es nuestro primer concierto en 13 años, sería estúpido hacer planes más allá. Primero tenemos que saber si esto funciona de verdad”. BIFF “Volver a ser una banda como antes, no creo que nos interese. Pero iremos paso a paso”.

nes lo más importante es el dine-

que el grupo ya no daba para más? BIFF “Creo que todos estuvimos de

acuerdo en eso”. CAPTAIN “Cada uno tenía una visión diferente de lo que quería hacer con su vida. Personalmente yo quería seguir haciendo música porque es lo que he hecho toda mi vida, pero Biff y Raldo no querían que el grupo

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Gluecifer? BIFF “Sí, vivimos del grupo durante

seis años. Pero no pudimos comprarnos una casa con piscina (risas)”. CAPTAIN “Quizá ahora podamos (risas)”. Este verano The Hellacopters, Turbonegro, Backyard Babies y vosotros estáis tocando en festivales. ¿Os sorprende? BIFF “Un poco. Cuando estábamos en

nuevo disco?

¿Os separasteis porque creíais

¿Llegasteis a ganar dinero con

ro, pero en el vuestro, parece que tiene más que ver con recuperar parte de vuestra juventud. BIFF “Bueno, cuando nos separamos

yo tenía 36 años, así que tampoco era un crío. Cuando estábamos en activo, despreciábamos a todas las bandas que se reunían (risas). Nunca imaginábamos que fuéramos a ser una de ellas. No queríamos ser como Kiss o algo así, que no paran de anunciar giras de despedida y luego vuelven, y vuelven. Pero en nuestro caso, nos sorprendió que hubiera gente que quisiera vernos de nuevo, y mucha gente que nunca nos había visto porque eran demasiado pequeños. Pero lo más importante fue comprobar que nuestra música aguantaba el tipo. Ha sobrevivido estos 13 años. Y en cierta manera, creo que tocamos ahora mejor que nunca”. CAPTAIN “La verdad es que no nos reunimos porque hubiera un plan maestro detrás. Sólo queríamos ver si éramos capaces de hacerlo. Y si todo se hubiera quedado en el show del Azkena también hubiera estado bien”.

activo en los 2000, a nosotros nos iba bien en Noruega, en España, en el País Vasco, en Alemania, pero cuando tocábamos en festivales, nunca éramos uno de los grupos principales. Pero creo que todos estos grupos hemos trascendido a nuestra época, mientras que otros que eran más populares han desaparecido. No sé, creo que el rock’n’roll es algo que perdura. La única lástima es que no haya más grupos jóvenes que toquen rock”. CAPTAIN “Las bandas de rock que han triunfado en los últimos años tienen muchas influencias de los 70, un poco progresivas, como Graveyard. Pero si te gusta algo más directo, con más energía, no hay muchas alternativas. Por eso hemos vuelto (risas)”. Esta noche tocan Mott The Hoople. Cuando veis a alguien como Ian Hunter, que tiene casi 80 años, todavía tocando, ¿qué pensáis? CAPTAIN “Sólo hace lo que siempre

ha hecho. No hay nada malo en ello. Lo único que tienes que plantearte si eres un artista es que, si lo que haces, todavía sigue siendo relevante. Si sigues disfrutando y eres capaz de mantener el nivel, está bien. El problema es


“CUANDO ESTÁBAMOS EN ACTIVO, DESPRECIÁBAMOS A TODAS LAS BANDAS QUE SE REUNÍAN (RISAS). NUNCA IMAGINÁBAMOS QUE FUÉRAMOS A SER UNA DE ELLAS” BIFF MALIBU

si lo haces para exprimir las últimas gotas de algo que fue importante, entonces puede ser un poco patético”. BIFF “Hace unos meses vi a Nick Cave en Oslo, y tiene 60 años, pero me alucinó. Fue mucho más intenso que mucha gente que tiene la mitad de sus años. Sigue siendo uno de los mejores, y se nota que hace lo que quiere. Para mí fue muy inspirador”. CAPTAIN “Sólo tienes que tocar lo mejor que puedas, sin prestarle atención a lo que se lleva o está de moda”.

BIFF “Creo que Automatic Thrill es el

BIFF “En el nuestro, no”.

más completo como disco, pero esta noche tocaremos canciones de los cinco. Mola recuperar temas antiguos, porque somos capaces de tocarlos mejor que antes. Para mí Basement Apes es un disco especial. Porque cuando empezamos ese trabajo la banda estaba bastante baja de moral porque habíamos tenido problemas con la discográfica, pero nos las apañamos para dar un gran paso adelante y me gustan muchas de esos temas”.

CAPTAIN “Creo que a muchos grupos

¿Cuál es vuestro disco favorito

Antes habéis mencionado que

de Gluecifer?

bebéis menos que antes. El alco-

CAPTAIN “Sé que en España vuestro

hol y las drogas suelen tener mu-

disco favorito es Soaring With The Eagles…, pero el mío es Automatic Thrill”.

cha importancia a la hora de des-

les gusta hablar demasiado de eso. Les gusta alardear de las drogas que tomaban y cuando lo dejan, alardean de que ya no toman nada. Nosotros hacíamos lo que hacíamos porque cuando estás de gira tienes muchas horas muertas, pero nunca fue el motivo por el que nos separamos. Si hubiera sido eso, lo hubiéramos solucionado. El problema es que el espíritu ya no estaba ahí, y eso es muy difícil de solucionar. Cuando eres joven bebes, te drogas y te diviertes. No sólo lo hacen los músicos (risas)”.

truir los grupos. ¿Tuvo alguna influencia en vuestro caso?

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SWAMPIG

SABOR 6 JOTAS COMO SI DE UN BUEN PATA NEGRA SE TRATARA, LOS SEIS COMPONENTES DE SWAMPIG HAN SABIDO APROVECHAR TODA SU EXPERIENCIA PREVIA EN EL ROCK’N’ROLL PARA DAR FORMA A SU PRIMER LARGO. ROAD TO SWAMPLAND SUENA CON LA ILUSIÓN DE UNOS DEBUTANTES QUE SABEN MUY BIEN LO QUE SE HACEN. TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: RAQUEL GARCÍA

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S

I EL TÉRMINO SUPERGRUPO SE LE PUEDE APLICAR A UNA BANDA COMO SWAMPIG,

no es porque sus componentes vengan de otras agrupaciones como The Boo Devils, Lizzies, Odeón, Les Panches Surfers o Los Lost Bandits, sino porque cada uno de ellos parece tener superpoderes. No sólo en lo que concierne a lo musical, también a la hora de gestionar todas las tareas que conlleva tener una banda tan activa como la suya en los tiempos actuales.


cualquier batalla. Su arsenal se basa en el rock clásico de toda la vida y el high energy del punk, al que se le van añadiendo diferentes influencias que dan como resultado un sonido ya conocido pero igualmente irresistible con una imagen que, aunque pueda jugar al despiste, impacta en cuanto les ves en acción. Tras varios meses en los que han ido caldeando el ambiente, a finales de este mes llegará Road To Swampland, una ópera prima que tienen la intención de llevar hasta el último rincón de la Península. ¿Cuándo y cómo reunisteis a semejante piara? ÁLVARO ESCRIBANO “Yo llevaba

Y es que desde finales del año pasado cuando se presentaron en sociedad con su primer single ‘Vice City’, Moire Fee (voz), Álvaro Escribano (guitarra), Diego Serrano (guitarra), Paco Ortiz (guitarra), Payom Hafezieh (bajo) y Saray Saéz (batería) no han parado de hacer ruido tanto a la hora de moverse por las redes como por los escenarios de la capital. Quienes ya han podido comprobar cómo se las gastan sobre las tablas saben que hablamos de un combo armado y entrenado para salir triunfador de

un tiempo queriendo hacer un grupo con Diego. Concretamente desde que me fui con The Boo Devils a hacer un par de fechas y volvimos en la furgoneta con el rollo de que teníamos que hacer algo juntos. Una vez dejó de ser una broma, empezamos a pensar en cómo y con quién podríamos hacerlo. La primera persona con la que contacté fue con Payom porque la movida que teníamos en la cabeza era hacer algo muy rock’n’roll pero con la energía del punk, en plan The Hellacopters. Siendo padre de tres criaturas, pasó una época alejado del mundo de la música, pero ahora que tiene a los niños más creciditos está listo para volver a rockear (risas). Por otro lado queríamos una cantante femenina, no porque estuviésemos un poco hartos de que siempre fuésemos todo tíos, sino porque si estamos acostumbrados a que en todas las facetas de nuestras vidas haya hombres y mujeres, ¿por qué el rock tiene que ser sólo testosterona a lo Manowar? Además que nunca habíamos estado en una banda donde la cantante fuese

una chica. A raíz de hacer unos cuantos acústicos en la tienda de Leturiaga tanto con The Boo Devils como con Odeón, conocimos a Moira. Y ya en las primeras conversaciones nos sugirió a Saray para la batería”. MOIRA FEE “Por aquella época nosotras también estábamos pensando en montarnos algo, pero más funk con electrónica y movidas raras. Entonces llegamos a un terreno común donde vimos que podíamos encajar”. ESCRI “El primer ensayo que hicimos aquí en el estudio, que fue a finales de agosto del año pasado, te juro que parecía que llevásemos años”. MOIRA “Nos impresionó mucho el buen rollo que fluía. Yo a Escri sólo le había visto tres veces y con Diego había hablado poquito porque el pobre es muy tímido (risas)”. ESCRI “A raíz de conocernos, empezar a montar canciones y tal, nos planteamos lo de los uniformes. Fuimos a comprarnos los trajes y, esa misma tarde, Moira nos dijo que había quedado con Paco, que es su pareja, al que todos conocemos también de Leturiaga desde hace muchos años. Nos fuimos con él también y lo que fue una caña se convirtió en comida en un asturiano y tras mil copas y unas horas después, acabamos diciendo: ‘Oye, ¿y por qué no te metes también en el grupo? Necesitamos ser los Lynyrd Skynyrd de Madrid’ (Risas). Y ése fue el punto determinante en el que toda esta movida se convirtió en Swampig. Si algo bueno tiene este grupo, es que siendo tres en esa parcela, ninguno tenemos ego de guitarrista”. DIEGO SERRANO “Ninguno queremos hacer los solos, porque al que le toca siempre se come el marrón (risas)”. MOIRA “También tenemos la ventaja 89


“TE PUEDEN VENIR Y DECIR LO COMPLICADO QUE ES EL MUNDO DE LA MÚSICA Y DEMÁS, PERO SI TÚ LE PONES GANAS, LAS COSAS SALEN ADELANTE”

ESCRI

de que, cuando tú grabas un disco, metes muchas capas y arreglos de guitarra. Nosotros podemos llevarlas todas al directo porque tenemos tres. Vimos que congeniamos todos y en los ensayos nos lo pasábamos genial, y a parte, musicalmente, con la fórmula que teníamos, podíamos llevar a cabo cualquier cosa que se nos pasara por la cabeza”. Cada uno venís de diferentes 90

grupos con un bagaje musical distinto, pero al mismo tiempo, todos tenéis un denominador común que viene a ser el rock del de toda la vida. ¿Visteis muy claro por dónde tirar en cuanto a lo musical? ESCRI “Digamos que tenemos una

dirección muy clara pero también muchos caminos para llegar a ella. Es como la diferencia entre una calle de un solo sentido y una autopista de

seis carriles. Todo va hacia el mismo lugar. Cada uno hemos mamado del punk, del surf, del heavy… pero al final todo es rock y nosotros le damos nuestra propia visión. No quiero sonar pedante, pero cuando empezamos a ver cómo la historia se definía y cogía peso, vimos que evidentemente suena a mil cosas que ya has escuchado antes, pero también a nosotros. Hay una dirección, pero no tenemos un libro de estilo que tengamos que seguir. Que


hay algo que funciona, adentro. Que no, hostión en la cara”. MOIRA “Por ejemplo, a mí me han dejado meter sintetizadores”. SARAY SAÉZ “Y a mí reguetón en un tema, y no se han enterado (risas)”.

bien y en lo que está mal. Y si tenemos la opción de decir que no estamos de acuerdo con que se haga de menos a alguien simplemente por su género u orientación sexual, pues lo hacemos”. Desde que lanzaseis vuestro

Decíais antes que desde el pri-

primer single, ‘Vice City’, habéis

mer instante teníais clara la

demostrado que tenéis las ideas

intención de que hubiese un

muy claras en cuanto a cómo

componente de reivindicación

debe funcionar un grupo hoy en

femenina.

día. Me refiero a estar publican-

ESCRI “Queríamos que el grupo refle-

do singles nuevos cada cierto

jase un espectro real de la gente con la que nos movemos. Estamos hartos de los roles en plan de que los chicos rockean y las chicas se vuelven loquitas por ellos. ¡Basta ya de esas mierdas!”. MOIRA “Al final tú hablas de lo que conoces o de lo que realmente te llama. La música es un canal como cualquier otro con el que abrir o cerrar ciertos clichés que en muchos casos creemos que es importante. Aunque no todas nuestras canciones van sobre eso, porque también hablamos de beber y follar (risas)”. PAYOM HAFEZIEH “Pero yo sí que siento que ese mensaje que queremos transmitir lo hacemos de una manera inteligente. No queremos imponer nada ni ir con un cartel gigante por la calle. Pero sí que tenemos un mensaje claro que, aunque sea de manera subliminal, hacemos eco de ello constantemente”. ESCRI “Exacto. No queremos que sea panfleteo barato aprovechando circunstancias como la concienciación feminista. Ahí es donde puedes unir el componente punk del grupo a esa filosofía de reivindicar algo. Tampoco queremos ser una banda combativa, sino que sea un reflejo de lo que es nuestra existencia. Hay tiempo para reírse y para pensar en lo que está

tiempo con sus respectivos videoclips, versiones, dar vuestros primeros conciertos al poco

horarios complicados. Saray curra en turno de noche y es músico profesional. Moira trabaja a todas horas. Paco y Payom están en horario comercial. Diego tiene clases en los horarios más insospechados…”. MOIRA “Y aquí el amigo con el estudio lleva sin librar desde hace tres meses (risas)”. PAYOM “Aparte, en este grupo tenemos mucha comunicación. Por el grupo de WhatsApp nos vamos enviando los temas, comentamos cualquier movida... Siendo seis personas también ayuda a que todo salga más rápido. Hay mucha disciplina”.

de empezar, emitir los ensayos en directo... Se nota que es algo

De hecho, me sorprendió que

que cuidáis mucho, la comunica-

desde el primer día que pre-

ción con el público.

sentasteis vuestra página de

MOIRA “En ese sentido lo bueno que

Facebook, ya había contenido:

hemos tenido es que hemos sido autosuficientes desde el principio. Cada uno profesionalmente trabajamos en cosas muy ligadas con lo que estamos haciendo. Escri tiene un estudio de grabación que es nuestro local de ensayo, por lo cual la facilidad para grabar es pasmosa. En el tema de la imagen, yo me dedico a llevar redes sociales, montaje de vídeo, fotografía... Diego es el hombre booking que te saca un concierto en cualquier punto de España. Y Paco, Payom y Saray se encargan de todo el tema de la intendencia”. ESCRI “Para mí la clave es que se han juntado seis personas con ganas de trabajar. Te pueden venir y decir lo complicado que es el mundo de la música y demás, pero si tú le pones ganas, las cosas salen adelante”. MOIRA “Nosotros trabajamos todos los días para los cerdos. No hay un puto día en el que no hagamos algo para el grupo”. ESCRI “Y todos tenemos vidas con

teníais el logo, la foto, una canción con videoclip… Todo el

pack. MOIRA “Es que no vale de nada ha-

certe un perfil en redes sociales, invitar a todos tus amigos y luego pasarte tres meses sin decir nada. Ese primer boom de impacto lo pierdes. Nosotros teníamos claro desde el primer momento que ese primer impacto tenía que ser para enseñar algo. Estuvimos haciendo ruido durante meses en nuestros perfiles personales, subiendo algún ensayo de manera individual, en plan ‘ojo, que se está cociendo algo’. Así que en lugar de sacarlo y dejar que se muriera, lo que hicimos fue crear hype y, cuando apareciésemos, tener un grupo ya hecho”. ¿Creéis que todo esto es algo que muchas bandas de aquí no terminan de entender o de prestarle la atención que se debe? No digo que los grupos de aho91


ra deban tener un máster en

MOIRA “Tú lo has dicho: es igual de

márketing, pero está claro que,

importante, no más”. ESCRI “No creo que haya gente que deje de lado su imagen, porque hasta eso mismo es una imagen. Pero dado que esto es un grupo y no ‘el proyecto de’, hay que dividir el curro. Y en nuestro caso, cada uno de nosotros está pendiente de hacer una parte determinada que sabes que aunque no sea tuya, puedes estar tranquilo. Es como un compromiso no escrito”. PACO ORTIZ “Cuando tú conoces a un grupo, siempre hay alguien que tira del carro. En esta banda somos seis

desde un tiempo a esta parte, ya no vale sólo con saber escribir buenas canciones. ESCRI “Mira, yo cuando estaba en

Kick Out tuve una época en la que tenía una opinión en contra muy gorda de algunos grupos, porque eran peña que se preocupaba más por las fotos de promo y los videoclips antes que de estar en el local y hacer bolos. Y yo ahí estaba equivocado, porque es igual de importante, lo que pasa es que esa gente luego no ensayaba (risas)”.

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tirando de él y con las ganas de hacer las cosas bien”. DIEGO “Yo pienso que hay quienes descuidan estos temas a veces por desconocimiento o porque económicamente no llegan. Nosotros nos autoeditamos y nos autogestionamos. Sabemos lo que cuesta invertir en grabar en un estudio y que luego no puedas hacerlo para unas fotos, grabar un vídeo, hacer la promo… Nosotros tenemos la ventaja de que todos esos aspectos los cubrimos nosotros mismos”. MOIRA “Antes de sacar el disco hemos publicado cuatro videoclips. Eso


es algo que no se lo puede permitir nadie, a menos que los hagas tú”. ¿Y cómo surgió el concepto de Swampig? La idea del cerdo, los trajes... MOIRA “Eso fue en el primer ensayo

y básicamente nos llamamos así debido a mi retraso (risas)”. DIEGO “En el primer ensayo salimos a descansar al pasillo, nos tomamos unas cervezas, y cuando dijimos de volver a ir entrando para continuar, Moira se quedó fuera. Fui a abrir la puerta y me soltó: “¡Ábreme la puerta, cerdo!””. MOIRA “Y cuando entramos seguimos con la coña así durante días. Y como también hay algo de stoner por ahí metido, pues juntamos el pantano y salió Swampig (risas)”. DIEGO “Claro, luego los uniformes tenían que ser rosas, porque éramos cerdos. Así que todo iba hilado”. MOIRA “Aparte, ver a cuatro tíos vestidos de rosa es lo más punk que hay en la vida. De hecho, Saray y yo somos las que menos rosa llevamos”. PACO “También era un poco reírnos de todos estos grupos que van trajeados hasta el extremo. Nosotros hemos hecho lo mismo pero jugando la carta del horterísimo, como si fuésemos una orquesta de pueblo en plan cutre, pero luego cuando nos veas tocar en directo te va a estallar la cabeza”. El disco se llama Road To

Swampland. ¿Por dónde queda Swampland? ¿Qué hay allí? ESCRI “El titulo viene de nuestro

single ‘Swampland’, que saldrá en septiembre, y cuando la gente lo vea sabrá de qué va la movida. Esa canción habla, con ciertas licencias

literarias, de lo que significó unirnos como grupo”. MOIRA “Es cómo sería nuestro mundo de color de rosa. Pero no sólo lo que queremos transmitir en los conciertos, sino también hacia afuera: volvámonos locos. Es nuestro momento, pierde la puta cabeza, ¿qué más da lo que pase en el mundo? Esto es rock, vamos a divertirnos”. Precisamente ‘Swampland’ es una canción perfecta para corear en los festivales. ¿Es vuestro objetivo a corto plazo? ¿Asomar la pezuña en algún sarao el próximo verano? MOIRA “Lo queremos todo y lo que-

remos ahora”. DIEGO “Nuestro objetivo a corto plazo es la dominación mundial”. ESCRI “La intención es que todo lo que podamos hacer, por falta de esfuerzo por nuestra parte no va a quedar. Todo lo que venga, adelante. A nivel de realismo, personalmente el objetivo es que de aquí a un año seamos el grupo de bares y salas pequeñas definitivo en España. Mi ídolo musical en este país es Hendrik Röver de Los Deltonos, que llena cualquier sala en cualquier capital de provincia y la peña se sabe sus canciones. Ése es un objetivo real. Tener un directo incontestable. Que nos vean y digan que sonamos mejor que en el disco. ¿Festivales? Nosotros vamos a por todas. Diego se está encargando de cerrar los bolos y la intención es hacer unos 50-60 en lo que dure el ciclo del álbum”.

que es casi como juntar dos temas en uno. El giro que pega a la mitad me parece una genialidad. ¿Cómo surgió? PAYOM “Pues te diría que tiene un

rollo muy Social Distortion, pero la verdad es que salió solo. Empezó con una idea inicial, tenía una estrofa, un estribillo y un final muy claro. Pero la magia era llevarla al estudio”. MOIRA “Al principio ese tema iba a ser ‘Swampland’, porque es la canción donde cantamos todos. A mí me flipa la voz de Payom porque es puro Mike Ness y Social Distortion es de mis grupos favoritos. Entonces era: ‘¿Por qué no cantas tú esto?’. Al ser la canción más larga del disco, había un momento en el que todos podíamos participar en ella. Es una maravilla cómo la han desarrollado”. ESCRI “Es un ejemplo de la falta de egos que tenemos en este grupo. Somos seis patas y cuando todo funciona como un equipo surgen cosas así”. PAYOM “A mí me parece un buen cierre para el álbum. Da un poco esa sensación nostálgica con la letra”. ESCRI “Si lo miras bien, el álbum empieza con la canción más rápida, que es ‘Vice City’. Tenemos una urgencia de cojones por llegar aquí. Y a lo largo del disco ya nos has conocido, ya te has ido de juerga con nosotros, hemos echado el polvo y en la última canción te voy a explicar mi vida. Es como cualquier relación. Te vas conociendo y viendo los altibajos de cada persona, y al final te quedas con la versión extendida de cada uno. Eso es Road To Swampland”.

Otra de las canciones que más me han gustado es la que cierra el álbum, ‘Mirror On The Wall’,

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EL CONCIERTO DEL MES BY:

PEARL JAM 10 DE JULIO DE 2018 PALAU SANT JORDI, BARCELONA TEXTO: NADIA NATARIO FOTOS: ERIC ALTIMIS

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T

ras haber visto a Pearl Jam en múltiples ocasiones a lo largo de los últimos 26 años, desde sus inicios ‘humildes’ en nuestro continente en 1992 hasta la locura de su concierto en Randall’s Island en Nueva York cuatro años más tarde, pasando por su concierto como cabezas de cartel en el Bilbao BBK en 2010, puedo decir que el grupo no ha perdido ni un ápice de su intensidad y dignidad en directo. Tienen todas las cualidades que esperas de una gran banda de rock atemporal. Son la prueba viviente de que no necesitas un gran escenario ni pirotecnia para conseguir un impacto. Menos es más. Aunque haga seis años que no publican un disco nuevo, su increíble catálogo es suficiente para que miles de fans agotaran las entradas en un par de horas en su regreso a Barcelona. Con diez minutos de retraso empezaron su set con la tranquila ‘Long Road’ de Merking Ball, su disco compartido con Neil Young, para ir ganando ritmo con ‘Elderly Woman Behind The Counter In A Small Town’ y finalmente hacer arder el pabellón con ‘Corduroy’, con

un Mike McCready tocando el solo de guitarra como si estuviera en trance. Siguieron a tope con ‘Hail Hail’, ‘Mind Your Manners’ y ‘Do The Evolution’, tras la cual Eddie Vedder practicó su español (“Por cierto, ese partido de fútbol contra Rusia era una mierda”) mientras agitaba una botella de vino. El tono bajó un poco con ‘Ghost’, ‘Nothing As It Seems’ y ‘Setting Forth’, a petición de un fan, para volverse a levantar con ‘Given To Fly’. Una dosis de nostalgia con ‘Even Flow’ hizo que la gente se volviera absolutamente loca. Durante toda la noche, Vedder interactuó con el público, contando historias sobre cuando visitó la Sagrada Familia (su primera vez en una iglesia en mucho tiempo). También habló contra Donald Trump y dijo que ya no reconoce a su país. El momento más delicado fue cuando dedicaron ‘Oceans’ a un fan mexicano llamado Israel, quien tenía una entrada para el concierto, pero que, por desgracia, había fallecido durante una operación, convirtiendo el Sant Jordi en un mar de estrellas parpadeantes. Pearl Jam son de los pocos grupos que consiguen

que un show en un pabellón pueda sentirse tan íntimo. Tras ‘Light Years’, Eddie dedicó ‘Daughter’ a “nuestras madres, esposas, novias, hermanas e hijas” en castellano, que se fusionó con una versión de ‘It’s OK’ de Dead Moon. Acabaron la primera parte del set de la manera más épica posible con ‘Jeremy’, ‘Go’, una eufórica ‘State Of Love And Trust’ y ‘Porch’, que levantó a todo el mundo del asiento con una jam extendida entre los músicos. En el bis, Eddie presentó a sus compañeros y dijo que tocarían tanto como quisiésemos. Empezaron con la tranquila ‘Sleeping By Myself’, seguida de ‘Come Back’ –dedicada a un amigo recientemente fallecido-, ‘Lightning Bolt’, ‘Black’, ‘Once’ y ‘Rearviewmirror’. Cumpliendo su promesa regresaron para un segundo bis con ‘Smile’, ‘Wasted Reprise’, una impresionante ‘Better Man’, ‘Alive’, ‘Baba O’Riley’ de The Who y un final mágico con una muy emocional ‘Yellow Ledbetter’. 30 canciones durante casi tres horas de pura felicidad musical. No es fácil ver a un grupo tan grande tocando como si fuera su último concierto. 95


JOAN JETT

AZKENA

ROCK FESTIVAL 22 Y 23 DE JUNIO DE 2018 RECINTO DE MENDIZABALA, VITORIA-GASTEIZ TEXTO: TOI BROWNSTONE FOTOS: ERIC ALTIMIS

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DEAD CROSS

D

esde hace unos cuantos años, cuando mi jefe abre el calendario laboral de cada año para revisar festivos, sin que le diga, apunta las fechas del festival en Vitoria. Sabe que no voy a faltar, así que, ¿para qué andarnos con tonterías? Lo cierto es que, con la enorme competencia y la puja por los nombres más interesantes del momento -hablando nosotros siempre de rock o metal-, es más difícil mantenerse fiel a un festival que a una pareja. El abanico de opciones es más amplio que el de Locomía. Porque ahora, en esa subasta, la orientación de los festivales es cada vez más ecléctica, y todo vale. Al final, tras una serie de experimentos fallidos y exitosos, llegamos a la conclusión de que el cartel es muy importante, pero también lo son la comodidad, el entorno y el ambiente. Así pues, aplicando estos criterios, el de Mendizabala es un evento ideal. Pero vayamos al tomate. Con el buen sabor de boca de la edición anterior, este año volvimos a sufrir la

confirmación del cartel como si de un parto complicado se tratara. Fue difícil, y duro. Se barajaban nombres, como siempre, que nunca llegaron a ser confirmados por la organización, otros muy sugerentes que se los llevaban otros eventos ante nuestros atónitos ojos, y algunas de las confirmaciones nos sentaban como jarros de agua fría, como el caso de Van Morrison. Pero por fin llegaron esos nombres que nos obligaban a no fallar, Joan Jett y Gluecifer. Aun así, el cartel final, teniendo en cuenta además la caída de Urge Overkill, resultaba flojo, para qué mentir. El comando RockZone acudió puntual a su cita, como si de una boda se tratara, pues ya recorríamos las calles de Vitoria 24 horas antes, y aunque se notaba el ambiente festivalero, también percibíamos que la asistencia había bajado notablemente. VIERNES 22 El viernes inaugurábamos el festival con el primer acto celebrado en la

plaza Virgen Blanca de la mano de The Sheepdogs. Solazo, cervezas y los canadienses presentando algunos de los temas de su último lanzamiento Changing Colours. Ideales para entrar en calor. Ya en el recinto de Mendizabala, y tras algunos problemas para acceder al recinto, que consistieron principalmente en largas colas bajo un sol abrasador, llegamos para ver a Rival Sons, que comenzaron con muchísima fuerza con ‘Electric Man’ y ‘Secret’, ambos temas incluidos en su álbum Great Western Valkyrie. Recordaban su anterior actuación en el Azkena, en el tercer escenario, cuando eran prácticamente desconocidos, siendo en esta ocasión vitoreados como auténticas estrellas. La calidad y contundencia de la banda son indudables, pero siempre les falla algo en el repertorio que termina por dispersar nuestra atención. Nunca son redondos. El señor Van Morrison comenzó tarde, sonaba tan limpio que parecía el hilo musical de una sala de espera, 97


CHRIS ROBINSON BROTHERHOOD

y el concierto parecía más orientado a un público formado por señores mayores en un crucero de lujo, poco apropiado para un festival de estas características. Consiguió que ningún grupo tocara simultáneamente en los otros dos escenarios, por lo que Thee Hypnotics se solaparon totalmente con Dead Cross, así que pudimos ver la primera canción de Jim Jones y su banda, y dirigirnos a primera fila del escenario Respect para babear con Mike Patton y Dave Lombardo. Si bien en el Primavera Sound pudimos escuchar únicamente la batería y cuatro gritos del cantante, en esta ocasión pudimos disfrutar del conjunto. Y sólo puede definirse con un calificativo: acojonante. El repertorio se basó en su único lanzamiento, e incluyeron las versiones de ‘Bela Lugosi’s Dead’

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MC50

de Bauhaus, y la sorpresa de ‘Dirt’, de The Stooges. Nos volvieron a tomar el pelo con ese mini medley con la intro de ‘Raining Blood’ y el estribillo de ‘Epic’, cuya frase es perfecta para remover a cualquiera: “You want it all, but you can’t have it”. Una verdad como un templo. Lombardo, espectacular, como siempre, y Mike Patton como nos gusta, con la mirada del tigre, increpando a La Manada. Sin duda presenciamos uno de los grandes momentos del festival. Después de esta intensa sesión, salía al escenario el mayor de los hermanos Robinson, con sus ojos de fumado, como si estuviera en cualquier comuna hippie, acompañado de Neil Casal y el resto de la Brotherhood. Como fans de The Black Crowes, ver el buen rollo de Chris, escuchar su

voz y sentirnos envueltos en un halo de felicidad, nos gusta, claro, pero la sensación de escuchar la misma canción durante dos horas, nos hizo decantarnos por el surf de Man Or Astro-man?. Tal vez su confirmación fuera una de las más sorprendentes, puesto que desconocía que siguieran en activo. Fue toda una experiencia espacial súper enérgica y a un ritmo trepidante. Theremins, trajes de astronauta, samplers de ciencia ficción, instrumentos peculiares… y los miembros de la banda desparramándose en el escenario. Fue una auténtica gozada. La nueva visita de MC50, es decir, Wayne Kramer, el único superviviente de MC5 homenajeando los 50 años de la banda, a priori no era muy sugerente, y menos tras la experiencia previa unos años antes, pero la con-


MAN OR ASTRO-MAN?

firmación de la superbanda acompañante con nombres como Kim Thayil de Soundgarden, Brendan Canty, antiguo batería de Fugazi, Mark Durant de Zen Guerrilla y Doug Pinnick de King’s X, cambiaba a mejor la perspectiva de todo el show. Mucho envoltorio y poca chicha, no hay que fiarse tanto de los grandes nombres. Estuvo muy bien escuchar ‘Kick Out The Jams’, ‘Looking At You’ y otros temas emblemáticos de MC5, pero tuvo momentos tan soporíferos que dimos una oportunidad a Nebula. De toda la hornada stoner, hay que decir que éstos nunca fueron los más destacables. To The Center o Charged son buenos discos, pero en líneas generales, eran mediocres. No fue una mala actuación, pero tampoco memorable. Que se dejen de tonte-

rías y traigan a Fu Manchu, que ya va siendo hora. Para cerrar la jornada, y como sustitutas de Urge Overkill, Girlschool fueron las elegidas. Estas señoras, porque son señoras inglesas que llevan 40 años en los escenarios, supusieron una grata sorpresa y nos dieron una buena lección de lo que sigue siendo el (new wave of) British heavy metal, repasando toda su discografía, desde ‘Future Flash’ o ‘Kick It Down’ a temas más actuales. Un gran cierre de jornada. SÁBADO 23 El sábado era un día de darnos homenajes, a todos los niveles, pues bien lo merecía. Primero porque Vitoria es un sitio de buen comer, y segundo, porque era el día fuerte del festival. Después de un buen gin-

tonic al aire libre, nos dirigimos al recinto. No llegamos a ver a Lords Of Altamont, que contaron con un espontáneo que consiguió acceder al escenario y arrancarse a los teclados para el deleite del personal, pero sí pudimos ver a Berri Txarrak, con gran seguimiento. Se hace difícil comentar algo sobre ellos que no hayamos dicho ya, aunque verlos ante un público en gran parte euskaldun hizo que la experiencia fuera distinta. Los temas de su último disco Infrasoinuak siguen sonando de maravilla y ‘Beude’, con sus referencias a las salas locales, adquirió un significado especial. Con la potencia que les caracteriza también bordaron ‘Jaio.Musika. Hil’, ‘Harra’ o ‘Zuri’, que cerró su set por todo lo alto. A continuación, disfrutamos de Mott The Hoople, que 99


TURBONEGRO

pese a tener casi la edad de Cristo, ofrecieron un concierto muy rockero y ameno, con himnos como ‘I Wish I Was Your Mother’ y ‘Hoonalochie Boogie’, la versión de Velvet Underground ‘Sweet Jane’ y, por supuesto, ‘All The Young Dudes’. Nada que ver con Van Morrison el día anterior, que nadie supo cómo encajar su repertorio. Lo de Turbonegro fue espectacular. Algunos dirán que sin Hank Von Helvete ya no son la misma banda, que carecen de temas y que son una caricatura de sí mismos. No podemos estar más en desacuerdo. Hay banda después de la salida de Hank, y mejor aún, han sabido reinventarse, continuar el tono homofestivo y ampliar su repertorio. La presencia de miembros del club Turbojugend 100

GLUECIFER

reconfirmaba nuestra impresión. Gente de Alemania, Noruega, Francia e incluso de Japón luciendo sus chupas y chalecos disfrutaban del espectáculo como hace 15 años. Debo decir que me acojona un poco el rollito sectario, pero por otro lado, que una banda consiga semejante respuesta y apoyo de los fans me resulta alucinante, y me gusta. Empezaron con ganas con ‘Well Hello’, nos pusieron las pilas con ‘City Of Satan’ y ‘All My Friends Are Dead’, recuperaron ‘I Got Erection’ y descargaron artillería pesada con ‘Selfdestructo Bust’, ‘Age Of Pamparius’ y ‘Get It On’. Duke of Nothing se metió al público en el bolsillo, Happy Tom tuvo problemas con el bajo, pero aun así nada los detuvo, y Haakon-Marius, el teclista,

no podía molar más. Qué decir de Euroboy, aparte de que sigue estando hecho un fideo... pues que dirigía todo el cotarro con soltura y maestría. Sonaron escandalosamente bien y consiguieron que no paráramos de saltar y de desgañitarnos coreando. Tocaba vestirse de gala para recibir a Joan Jett & The Blackhearts. Con casi 60 años, Jett sigue desprendiendo esa sensualidad felina y, además, no anda nada mal de voz. Arrancando con ‘Victim Of Circumstance’ y siguiendo con la clásica ‘Cherry Bomb’ de The Runaways, la glamera ‘Do You Wanna Touch Me (Oh Yeah)’ y la enorme ‘Bad Reputation’, se nos puso a todos en el bolsillo. Dado que hacía décadas que no visitaba nuestro país, su concierto fue toda una


MOTT THE HOOPLE

celebración de su carrera en la que no faltaron las inevitables ‘I Love Rock ‘N’ Roll’, ‘Crimson & Clover’ o ‘I Hate Myself For Loving You’. Mucha clase y mucho rock. The Beasts Of Bourbon fueron la primera confirmación de esta edición el año pasado, pero posiblemente por el efecto Jett, lo que escuchamos tampoco nos convenció mucho, así que matamos un poco el tiempo con Carlos Vudú y el Clan Jukebox homenajeando a Tom Petty, que también deberían haber protagonizado los grandes ausentes, Urge Overkill. Sin muchas expectativas nos sorprendió la dignidad con la que sonaron los temas que escuchamos, ‘Mary Jane’s Last Dance’, ‘Into The Great Wide Open’ o ‘Learning To Fly’. No obstante afloraban los

nervios ante el cierre de esta edición con otros noruegos cuya reunión se gestó para este festival: Gluecifer. Y por fin llegó el momento. 13 años sin pisar un escenario, y esta vez volvían con todos los honores, en el escenario principal, Biff Malibu, Raldo Useless, Captain Poon y Danny Young, acompañados de Peter Larsson al bajo, pusieron Mendizabala patas arriba con un repertorio de 19 trallazos que nos volvieron locos. 13 años pidiendo su regreso, 13 años diciendo que si me tocaba la lotería los reuniría... al final, me he ahorrado la pasta, y el ARF lo consiguió. ¡Y qué bolazo! Sonaron atronadores, y Biff Malibu, con barba y traje, sin haber perdido un ápice de voz, reinó como nunca. Para que os hagáis una idea, comenzaron con ‘I

Got A War’ y ‘Automatic Thrill’, siguieron con ‘Go Away Man’, ‘Car Full Of Stash’, ‘Year Of Manly Living’, ‘Get The Horn’, ‘Bossheaded’, y terminaron con ‘Easy Living’ y ‘Rockthrone’. En una palabra, insuperable. Pocas veces sucede esto, pero es recordarlo y tener la piel de gallina. Volvieron y recuperaron su trono, por todo lo alto, demostrando por qué coño son los reyes del rock. Y con esta barbaridad finalizó un evento que tiene años mejores y años peores, que nos hace sufrir un montón, pero que durante dos días nos hace tremendamente felices. Así que, Last Tour, esperamos que hayáis disfrutado de un buen verano, pero ahora toca trabajar y superar la agridulce confirmación de Wilco. Y una vez más grito... ¡Viva el Azkena! 101


DOWNLOAD MADRID 28, 29 Y 30 DE JUNIO DE 2018 CAJA MÁGICA, MADRID TEXTO: GONZALO PUEBLA, PAU NAVARRA, JORDI MEYA FOTOS: ALEX BELZA, MARC AGUDO

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AVENGED SEVENFOLD


ARCH ENEMY

E

n sólo dos ediciones, el Download Madrid se ha consolidado como el festival de rock y metal con más poder de convocatoria del país. Es lo que tiene estar situado en la capital, contar con el criterio, y la cartera, para formar un cartel donde se combinan nombres súper consagrados junto a otros emergentes y celebrarse en un recinto práctico y funcional, en el que, a pesar de reunir a más de 35.000 personas por día, es fácil moverse. Este año no sufrimos la ola de calor de la primera edición -aunque sudar, se sudó- pero sí el mal olor procedente de la depuradora adyacente, a ratos bastante desagradable. Además de disfrutar de los conciertos, este año también fue un placer recibir la visita de Thrice, Madball, Pennywise, Angelus Apatrida, Crisix y Galactic Empire en nuestro stand para sendas sesiones de firmas y de todos los que os acercasteis a saludar. El año que viene, más y mejor. Hasta entonces nos quedaremos con los buenos recuerdos de todo lo vivido.

JUEVES 28 TesseracT abrieron el escenario principal para deleite de los más tempraneros. Quizá hubiera sido mejor empezar el festival con algo más ligero, pero es indudable que su gran técnica instrumental les permite salir vivos de cualquier situación. Con un set repartido entre temas de su último disco Sonder y de su primer EP Concealing Fate, los ingleses dejaron un buen sabor de boca. Cinco minutos después, Backyard Babies saltaban al segundo Main Stage para darnos un poco de rock’n’roll con ‘Made Me Madman’, ‘Brand New Hate’ o ‘Abandon’. No son la banda que fueron, pero aguantan el tipo. Todavía con el sol pegando muy fuerte de cara, a Catorce les tocó salir a escena aún con el público aclimatándose al recinto. No contaron con el mejor de los sonidos, pero aun así supieron defender con categoría canciones tan buenas como ‘Océana’, ‘Nuevacosta’ y ‘La Ingravidez’ de su segundo trabajo, Agua. Naufragio. Equilibrio., del cual

casi cerraban ciclo, ya que andan metidos en los preparativos de lo que será su continuación que presumiblemente verá la luz después del verano. Un tercer largo que debería ayudar a los sevillanos a escalar ese peldaño en cuanto a repercusión que sin duda merecen. Arch Enemy fueron los primeros en congregar una audiencia considerable enfrente del escenario principal. Resulta llamativo cómo desde la salida de Angela Gossow, lejos de menguar, su popularidad no ha hecho más que crecer. Que hayan encontrado en Alissa White-Gluz a toda una frontwoman sin duda tiene mucho que ver, si bien es cierto que su actual show está más próximo a un grupo de arena rock que al death metal melódico de sus comienzos. Viendo cómo fueron recibidas ‘The World Is Yours’ o ‘The Eagle Flies Alone’, tampoco debe de preocuparles. Los sufridos Foscor tuvieron que lidiar con dos factores básicos en su contra: por un lado, la atracción masiva que actualmente provocan Arch Enemy, con 103


MARILYN MANSON

quienes se solapaban, y luego, y bastante más complicado de sobrellevar, el tremendo solazo que se tuvieron que tragar durante todo el show. No queremos ni imaginar el calor que debió pasar Fiar con esa capucha… Pese a eso, demostraron dominar perfectamente ese dark metal que tanto ha dado que hablar, y con la solvencia de J.F. tras los parches, despacharon su repertorio con la clase habitual. Kreator le tienen tomada la medida a los festivales. Hace sólo unos pocos años nadie habría apostado a que la banda de Mille Petrozza volvería a subirse a la cresta de la ola, pero ahí les tenemos, petando salas grandes contra todo pronóstico y siendo, de nuevo, un importante reclamo en los mayores eventos metálicos. Por el camino han dejado un evidente divorcio con muchos de sus viejos seguidores, pero nadie puede negarles que su fórmula funciona. Con explosiones y confeti impensables hace dos décadas, ‘Phantom Antichrist’, ‘Enemy Of God, ‘Pho104

IRON REAGAN

bia’ u ‘Hordes Of Chaos’ provocan el delirio de su renovada legión de fans, y si a ello le sumamos un par o tres de temas de cada disco nuevo, alguno tan certero como ‘Satan Is Real’, más un final tan cantado como el de ‘Pleasure To Kill’, vemos que a los germanos les queda cuerda para rato. Después de haber tocado fondo, Marilyn Manson parecía haber recuperado algo de pulso artístico con sus dos últimos discos The Pale Emperor y Heaven Upside Down, y vista la cantidad de camisetas suyas que se veían por el recinto, sigue contando con un gran número de fieles. Pero por desgracia, su directo sigue siendo una sombra deslucida de aquellos increíbles shows que ofrecía en los 90. No empezó mal con ‘Irresponsible Hate Anthem’ y ‘Angel With The Scabbed Wings’, y no hace el ridículo como unos años atrás, pero no consigue el impacto que se le supone. Que el momento más memorable fuera a la vez el más penoso, cuando durante ‘Kill4Me’ le exigió a un fan

que él mismo había subido al escenario que se quitara la camiseta porque era de Avenged Sevenfold en lugar de una suya, dice mucho de un Manson que no se centra en lo que realmente importa. Ni siquiera el bis con ‘Antichrist Superstar’ y ‘The Beautiful People’ logró borrar ese feo detalle. Sólo por empalmar los bolos de Iron Reagan y Exhorder, la organización del Download ya debería ser premiada. Con su urgencia habitual, los primeros nos teletransportaron a mediados de los 80 con su crossover volátil, aunque los guitarristas no exhibieron esa movilidad que les hemos visto en otros festis. Y es que, como algún miembro de nuestro staff pudo comprobar en la zona de camerinos, algún músico de Iron Reagan, en vez de una maleta, se trajo un resacón. Buen concierto de los de Richmond, pero lo de Exhorder ya fueron palabras mayores. Repasando sus dos álbumes legendarios de inicios de los 90, con especial atención hacia Slaughter In The Vatican, los padres de


RISE AGAINST

ese groove metal que popularizaron Pantera nos pasaron por encima con un sonido apabullante. No sabíamos muy bien qué esperar de los de Nueva Orleáns, y de hecho, muchos pensábamos que nunca les veríamos sobre un escenario, pero su bolazo superó cualquier expectativa. Cuando se trata de ver a Rise Against en directo, uno ya sabe muy bien a lo que se enfrenta. Las malas condiciones técnicas que siempre suelen achacar (una batería que se comía prácticamente todo, guitarras imperceptibles y un Tim McIlrath apurado en tareas vocales como viene siendo costumbre) no fueron excepción esta vez. Tampoco fue buena idea meter la acústica ‘People Live Here’ cortando el ritmo del concierto, pero aun con todo, los de Chicago tiraron de orgullo y oficio, y gracias a clásicos como ‘Give It All’, ‘Savior’ o ‘Prayer Of The Refugee’, consiguieron salvar la papeleta. No fue una actuación brillante, pero viniendo del despropósito que acabábamos de ver con

CREEPER

Manson, tampoco fue la peor que vimos a lo largo del primer día. A muchos sorprendió la potencia que actualmente desprende Myrkur sobre las tablas, pero si casi toda su banda actual de directo son nuestros Obsidian Kingdom, ¿cómo no va a sonar con empaque la danesa? La gran mejoría en vivo que le apreciamos durante su gira con Sólstafir fue refrendada en Madrid, y es que cuando la cantante arranca con esas voces a lo Enya, es bastante complicado resistírsele. A ver, tanta alabanza hacia su último Mareridt nos continúa pareciendo exagerada, pero Myrkur empieza a ser una artista a tener en cuenta, y el hecho de que no pare de patearse Europa para presentar su música demuestra que es muy consciente del inmenso trabajo que aún le queda por hacer. Al igual que el año pasado con Prophets Of Rage, no eran pocos los que discutían la posición de Avenged Sevenfold como cabezas de cartel. Pero si de algo ha servido en parte este Down-

load es para evidenciar que hay un relevo real a esos dinosaurios que están escribiendo sus últimas páginas de gloria. E igual que Parkway Drive lo hicieron al día siguiente, el jueves M. Shadows y compañía se encargaron de redactar la suya propia. Quizás el arranque con ‘The Stage’ no fue una entrada de lo más impactante, pero poco a poco fueron cayendo los primeros hits de su cancionero como ‘Afterlife’, ‘Hail To The King’ con un imponente muñeco hinchable en forma de rey, ‘Buried Alive’ con un espectacular juego de llamaradas, el recuerdo tanto a The Rev como a Vinnie Paul con la power ballad ‘So Far Away’... Hasta hubo tiempo para recuperar algunas piezas menos habituales como ‘Eternal Rest’, ‘M. I. A.’ o la burtoniana ‘A Little Piece Of Heaven’, que interpretaron por primera vez dentro de un festival. Avenged Sevenfold ya no son aspirantes al trono, sino que han iniciado su reinado dispuestos a que perdure por mucho tiempo, aunque a los haters les joda 105


THRICE

admitirlo. Mientras tanto, en el Stage 4 tocaba despedirse de una banda muy querida en la capital. Hummano lo dejaban por todo lo alto y ante no pocos asistentes, pues fueron muchos los que decidieron someterse por última vez a esa mezcla tan personal de fiesta sobre el escenario y brutalidad deathcore disparada desde las PAs. Es una lástima que se hayan separado, pero mucho mejor colgar los instrumentos cuando uno crea que ya lo ha dicho todo que arrastrar el nombre de un grupo por pura inercia. Tralla, botes y las risas de siempre. En la zona de los escenarios secundarios, la fiesta siguió primero con Pennywise y luego con Galactic Empire. Los de Hermosa Beach ofrecieron un concierto de lo más solvente, con himnos de punk made in California como ‘Fight Till You Die’, ‘Same Old Story’, ‘Fuck Authority’ o la inevitable ‘Bro Hymn’, que puso punto final a un set dedicado a Steve Soto de The Adoles-

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BULLET FOR MY VALENTINE

cents, fallecido ese mismo día. Por su parte, los frikis de Star Wars pudieron disfrutar de lo lindo con los temas más emblemáticos de la saga en clave metalera. Armados con guitarras en lugar de espadas láser, y disfrazados como personajes del Imperio, Galactic Empire dibujaron muchas sonrisas. Si hubiésemos hecho una encuesta sobre cuál era la actuación más esperada del primer día, a buen seguro que la de A Perfect Circle habría sido de las vencedoras. Sin embargo, asistimos al momento más polémico de esta edición cuando nada más iniciar su set, la mesa de sonido del segundo escenario falló dejando en mute a la banda al completo. Por lo que pudimos averiguar, la mesa era de la propia banda y se negaron a usar la que la organización les ofrecía como solución. Momentos de confusión que se alargaron casi media hora mientras que Billy Howerdel y el bajista Matt McJunkins se dedicaban a repartir púas a las primeras filas aguar-

dando a que el problema se solucionase. Una vez arreglado, Maynard James Keenan pronunció en perfecto castellano: “OK, otra vez”, arrancándose a continuación con una portentosa ‘The Hollow’. Ahora sí, el sonido era espectacular y la puesta en escena con un juego de luces acorde a la mística de la que siempre ha hecho gala la formación nos servían en bandeja interpretaciones tan sobrecogedoras como las de ‘Weak And Powerless’ o una representación de lo mejor del flamante Eat The Elephant (‘Disillusioned’, ‘The Doomed’, ‘So Long, And Thank For All The Fish’). Así hasta llegar a ‘The Outsider’, con la que finalizaron sin mediar más palabra dejando a todo el personal con una sensación de coitus interruptus como pocas veces he recordado en un concierto. Lo que hasta ese momento habían sido los 35 mejores minutos de todo el festival se convirtieron al mismo tiempo en una de las mayores decepciones del evento.


GUNS N’ ROSES

Nada mejor para pasarse el semidisgusto que Carpenter Brut. Los franceses ofrecieron un espectáculo apabullante tanto visual como sonoro que nos hizo bailar como locos. Electrónica mezclada con guitarras ochenteras, películas gore de fondo y una versión final de ‘Maniac’ de la peli Flashdance fueron una gran recompensa para quienes aguantaron hasta el final. VIERNES 6 No es ningún secreto lo mucho que nos gustan Creeper. Su punk rock con dejes de los Misfits y AFI fue justo lo que necesitábamos para ponernos a tono. Will Gould sigue creciendo como frontman y no se les vio para nada amedrentados en un escenario tan grande como el Main Stage. Ya sabíamos de entrada que los 40 minutos de los que disponían Thrice se nos iban a hacer cortos. Muy cortos. Pero después de pasarnos años y años

deseando que volvieran a pisar nuestros país, las circunstancias casi eran lo de menos. Con la sobriedad que acostumbran, Dustin Kensrue, Teppei Teranishi y los hermanos Breckenridge desplegaron toda su magia con una acústica impoluta. Fueron sus composiciones más recientes las que acapararon la mayor parte de su repertorio (‘Hurricane’, ‘Black Honey’, ‘Blood On The Sand’ y la recién estrenada ‘The Grey’) aunque ‘The Artist In The Ambulance’ y ‘The Earth Will Shake’, con la que se despidieron, arrancaron las mayores ovaciones. Podríamos hacer una docena de setlists con todas las grandes canciones que se dejaron sin tocar (‘Deadbolt’, ‘Stare At The Sun’, ‘Firebreather’, ‘Red Sky’, ‘In Exile’...), pero también podemos tachar una cuenta pendiente que teníamos desde hace mucho tiempo. Ojalá pronto tengamos más y mejores ocasiones de reencontrarnos con ellos. ¿Por qué Bullet For My Valentine

arrasan y Trivium no pasan de las salas de aforo medio? Este enigma nos sobrevoló durante gran parte de la descarga de los galeses en el escenario principal, y es que, como cierto sector hater de nuestra revista apuntó sin reparos, y no sin cierta razón, a ratos la banda de Matt Tuck parece una versión de los de Orlando desprovista de su técnica. A lo mejor estamos nosotros equivocados y es justamente por esa asimilación inmediata de sus temas, por esas canciones tan básicas e inofensivas, que ellos sí han logrado calar hondo en toda una nueva generación de metalheads. Tendrán fans hasta debajo de las piedras, pero no nos convencieron demasiado, y menos aún presentando un Gravity excesivamente popero. Tampoco nos acabaron de gustar Moose Blood en el Stage 4. Buenas canciones a lo Jimmy Eat World, pero muy poca sangre. Por suerte, a continuación Underoath ofrecieron un bolo apabullante en su primera visita en 107


CLUTCH

suelo español. Sonido contundente, con los teclados añadiendo punch a unas guitarras ya de por sí duras y Spencer Chamberlain dándolo todo desde el primer segundo. Viendo su actitud y escuchando temas como ‘Rapture’, ‘Bloodlust’ o ‘Writing On The Walls’, es fácil entender por qué en Estados Unidos llegaron a ser dioses del metalcore. Ojalá que vuelvan en sala, porque puede ser la leche. Que los conciertos de Clutch son un seguro de vida no es ninguna sorpresa a estas alturas. Sí lo es que después de más de veinte años de profesión los tipos sean capaces de ofrecer actuaciones tan enérgicas. Y tal vez por lo breve y directo de la situación, ésta fue una de las mejores que les recordamos en los últimos tiempos, y eso que no han sido pocas las veces que los hemos disfrutado. Presentar hasta cuatro nuevas canciones de Book Of Bad Decisions, que no saldrá hasta el 7 de septiembre, hubiera podido parecer una

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PARKWAY DRIVE

temeridad, pero tanto ‘Gimmie The Keys’, ‘Hot Bottom Feeder’, ‘In Walks Barbarella’ y especialmente ese nuevo clásico instantáneo que es ‘How To Shake Hands’, convencieron gracias a ese groove pantanoso del que los de Maryland son poseedores. Unido a misiles como ‘X-Ray Visions’, ‘Earth Rocker’, ‘The Mob Goes Wild’, la adictiva ‘Electric Worry’ y el carisma del bonachón Neil Fallon, se ganaron de sobras un lugar en el pódium. Guns N’ Roses paralizaron literalmente el festival. Por exigencia del grupo, ningún otro escenario podía estar en funcionamiento durante su actuación, de ahí que el número de bandas se redujese notablemente en esta segunda jornada. Más teniendo en cuenta que estarían más de tres horas sobre el escenario. El guión en la gira que ha reunido a Axl, Slash y Duff apenas ha variado desde que empezara hace dos años. Sus inevitables clásicos (‘Welcome To The Jungle’, ‘Sweet Child O’

Mine’, ‘You Could Be Mine’…), muchas versiones (Dylan, Velvet Revolver, Pink Floyd, Soundgarden, The Who…) y libertad absoluta para que Slash y Richard Fortus se explayen con sus solos. No se puede discutir la profesionalidad con la que lo ejecutan todo, pero se echa mucho de menos un poco de complicidad entre los músicos. Cada uno simplemente se ocupa de su parcela. Axl aguanta el tipo, aunque va tan al límite con la voz que a ratos hasta es doloroso. Desde luego, un show recortado a dos horas resultaría mucho más satisfactorio. No se vivió la apoteosis del año pasado en el Calderón, ni la de al día siguiente en el Estadi Olímpic de Barcelona, pero no hay que menospreciar que ver a estos Guns en 2018 sigue siendo un pequeño milagro. Si alguien necesitaba despejarse, Parkway Drive fueron el mejor despertador posible. Poco importaba que los australianos no pudiesen disponer de su actual puesta en escena al com-


CROSSFAITH

pleto que incluye pirotecnia y hasta una batería giratoria. Cuando uno se ha labrado una carrera en base a patearse el mundo entero, no hacen falta más artificios que las ganas de salir a comerse el escenario. Desde el impacto inicial con ‘Wishing Wells’, Winston McCall se encargó de liderar con desparpajo y naturalidad tanto a sus compañeros como de poner patas arriba a todos los allí presentes. Puede que sus últimos trabajos, Ire y Reverence, hayan creado polémica entre la parte más pureta de sus seguidores, pero sólo hace falta comprobar lo bien que suenan ‘Prey’, ‘Vice Grip’ o ‘Absolute Power’ en directo para darse cuenta de que la jugada les ha salida a las mil maravillas. Incontestables. SÁBADO 7 El último día entramos ya con Shinedown abriendo la jornada en el segundo escenario. La verdad es que pasamos un poco de puntillas por su

VOLBEAT

concierto, ya que ese rock metalizado tan a la americana lo hemos escuchado con anterioridad en tantísimas formaciones (llámense Five Finger Death Punch, Nickelback o el grupo al que más manía le tenga usted) que preferimos ir a coger sitio en el Main Stage. Allí nos esperaban unos Baroness como siempre motivados y con la novedad de su guitarrista Gina Gleason para esta visita. Lástima que lo temprano del horario y un sonido algo bajito les impidieron brillar como acostumbran. No obstante, composiciones como ‘March To The Sea’, ‘Shock Me’, ‘Chlorine & Wine’ y la eterna ‘Isak’ siempre desprenden esa magia inequívoca en ellos. Gustaron a quienes eran ajenos a su propuesta, pero a sus fans más veteranos nos dejaron con ganas de más. Quienes no fallaron fueron The Hellacopters. Se les ha podido ver en sus anteriores visitas al Azkena, pero sin duda ésta fue la mejor de todas desde que reapareciesen. Con Dolf De Borst encargán-

dose de las cuatro cuerdas, los suecos sonaron con un extra de pegada y se dispusieron a reinar tirando de lo mejor de su cosecha. No faltó ninguno de sus grandes singles, empezando por ‘Hopeless Case Of A Kid In Denial’ y continuando por ‘Toys And Flavors’, ‘Carry Me Home’, ‘Soulseller’, ‘By The Grace Of God’ o la tremenda ‘(Gotta Get Some Action) Now!’, con la que finalizaron. A pesar de que Nicke Andersson hace un trabajo inmenso a las guitarras, se sigue echando en falta la presencia de Robert ‘Strings’ Dahlqvist, por mucho que Dregen aporte un plus de macarrismo que no les viene nada mal (de su estilismo mejor hablamos en otro momento). Pero no hay duda de que The Hellacopters no sólo siguen siendo una formación válida, sino muy necesaria a día de hoy. Celebrémoslo mientras sigan con nosotros. Todo lo que los grupos tienen de poco originales, lo suelen suplir con grandes dosis de energía. Crossfaith y su 109


MADBALL

JUDAS PRIEST

THRICE

pastiche de metalcore y electrónica no cambiarán el mundo, pero desde luego lo dan todo en el escenario. Quienes les vieron, alucinaron, y con razón. Que Volbeat no sólo no fuesen los cabezas de cartel, sino que encima tuviesen que hacer acto de presencia aún siendo de día, dice mucho del nivel que había el sábado. Los daneses están más que acostumbrados a las grandes audiencias desde hace años, aunque por aquí parece que a algunos todavía les sorprenda. Tiraron de su batería de hits con ‘Lola Montez’, ‘Sad Man’s Tongue’, ‘16 Dollars’ y ‘For Evigt’, pero dieron la sensación de ser un grupo con el piloto automático puesto, que sabe a lo que juega, pero sin arriesgar. Sus conciertos parecen medidos al milímetro, sin lugar a la espontaneidad o la sorpresa. Demasiado correctos. Entrar en la zona de los escenarios pequeños era casi como hacerlo en un festival paralelo. Y allí pudimos disfrutar de alguno de esos conciertos 110

más reducidos pero que, por cercanía, se disfrutan incluso más. Fue el caso de Crim, que continúan en estado de gracia desde que publicaron su estupendo Blau Sang, Vermell Cel. ‘Verí Caducat’, ‘Maneres De Viure’ y ‘Castells De Sorra’ sonaron realmente bien y con la cover del ‘Prince Of The Rodeo’ de Turbonegro, los presentes se vinieron muy arriba. Siguen creciendo. También desde tierras catalanas llegaban unos Crisix que ya empiezan a tener el culo pelado de tocar en festivales de media Europa. Siempre se han comido el escenario, pero ahora lo hacen con la soltura de los grandes, corriendo y saltando sin parar hasta que el público acaba rendido a su thrash metal. Ante el show de Judas Priest todo eran dudas. Era la primera vez que les veíamos sin ningún miembro de su mítica dupla de guitarras, sin K.K. Downing y Glenn Tipton, y si bien Andy Sneap se mantuvo en un cumplidor segundo plano, ante Ri-

chie Faulkner ya va siendo hora de quitarse el sombrero. Él solo se basta y se sobra para sostener al inmortal nombre de Judas Priest bien alto ahora que, ya sí, los miembros de siempre evidencian una edad muy avanzada. De acuerdo, Scott Travis es algo más joven, sigue siendo un reloj y no ha perdido pegada, Ian Hill se le ve abuelete aunque con sus pies pegados al suelo de toda la vida poca actividad se le echa en falta, pero Rob Halford, pese a conservar mucha de su excelsa e irrepetible voz, ha tenido que renunciar a gran parte de las gesticulaciones con las que vivía las letras de los temas, y ya no digamos a sus clásicos bailoteos. Si antes sufría lo indecible a la hora de afrontar ‘Painkiller’, ahora debe trasladar esos ojos cerrados de concentración a casi todo el repertorio. Lo que fue impoluto fue el set. Martilleando de inicio con la poderosa ‘Firepower’, su única incursión a su nuevo álbum junto a la épica de la intro ‘Guardians’ y


CRISIX

PENNYWISE

GALACTIC EMPIRE

‘Rising From Ruins’, ‘Grinder’, ‘Sinner’, ‘Bloodstone’, ‘Turbo Lover’ o latigazos como ‘Freewheel Burning’ nos pusieron a mil. Temazos más usuales como ‘You’ve Got Another Thing Comin’’ o ‘Hell Bent For Leather’ tampoco desmerecieron, y la emotiva recta final con Tipton sobre las tablas para encarar ‘Metal Gods’, ‘Breaking The Law’ y ‘Living After Midnight’ seguramente no la olvidaremos nunca. El futuro de Judas es incierto, quién sabe si esta vez sí se retiran o por el contrario se ven capaces de seguir con Sneap y Faulkner a las seis cuerdas, pero nosotros lo tenemos claro: incluso con este line-up tan discutido, volvimos a disfrutar como enanos. En paralelo, otros debutantes en nuestro país, In This Moment, descargaban con toda su artillería en el escenario 3. Metal para todos los públicos con una Maria Brink con madera de estrella. Con una voz, actitud descarada y una banda a la altura, no sorprende su ascendente carrera.

Para lo que Ozzy Osbourne logró en el Download no hay palabras. Gracias a una voz inmejorable y a una formación que vale su peso en oro, el Madman nos encandiló con el mejor estado de forma que le recordemos, y os podemos asegurar que no hizo playback, pues por suerte pudimos gozar de su concierto en las primeras filas y ahí se notaron todas esas inflexiones vocales propias del directo. El repertorio fue un escándalo de principio a fin. Abriendo con ‘Bark At The Moon’ entre un estallido de luces impresionante, ‘I Don’t Know’, ‘Suicide Solution’, ‘No More Tears’, la fabulosa ‘Road To Nowhere’, ‘I Don’t Want To Change The World’, ‘Shot In The Dark’ o ‘Crazy Train’ nos condujeron hasta el delirio generalizado. El viaje triposo made in Black Sabbath de ‘Fairies Wear Boots’ sentó de maravilla, pero qué decir de ‘Mr. Crowley’, cuyo órgano inicial se escuchó hasta en Australia en una interpretación emocionante y

magistral. El escenario no escatimó en nada, era una pasada coronada por esa cruz enorme y mutante, pero tampoco es cuestión de olvidarnos de Zakk Wylde, quien también estuvo titánico. Haciendo gala de su indiscutible título de guitar hero, el vikingo de New Jersey comandó con puño de hierro toda la descarga, y tras una memorable ‘War Pigs’ ofreció un eterno solo de lo más salvaje metido casi entre el público, en el que incluso tocó con los dientes o con la guitarra cargada a la espalda. Otra bestia como Tommy Clufetos le dio réplica después a la batería, aunque sin extenderse demasiado, y fue raro, porque casi se trató de la primera vez que disfrutamos de los solos en un concierto e incluso los encontramos justificados. Por otro lado, si Ozzy necesitaba aire no lo pareció demasiado, porque en el bis, con ‘Mama, I’m Coming Home’ y la obligada ‘Paranoid’, rubricó un show simplemente perfecto. 111


IN THIS MOMENT

Si después de Ozzy había quienes aún tenían más ganas de rock clásico, no encontrarían mejor elección que ‘77. Vale que es un tópico muy sobado, pero si los hermanos Valeta fuesen suecos o de algún recóndito lugar del sur de Estados Unidos, seguro que estarían a la cabeza del panorama rockero internacional. A sus conciertos no les falta de nada: un sonido que te pasa por encima, toneladas de actitud y chulería, un poco de teatro (sacaron a pasear a la monja que protagoniza su vídeo ‘Last Chance’), y por supuesto, un buen puñado de canciones como ‘High Decibels’, ‘I Want My Money Back’, ‘Be Crucified’, ‘Stay Away From Water’ o esa declaración de intenciones que es ‘We Want More Rock And Roll’, con la que se despidieron. De las mejores bandas nacionales que vimos durante el finde. En el Main Stage 2, las reunificadas L7 (aunque sin su batería Demetra Plakas, baja por una lesión) montaron una gran fiesta noventera a base de 112

ANGELUS APATRIDA

riffs grungeros y pegada punk. Arrolladoras de principio a fin, lo pasamos en grande cantando ‘Everglade’, ‘Drama’, ‘Pretend We’re Dead’ o ‘Shitlist’. Nada como Carcass para completar una jornada tan clasicota. A fin de cuentas, en lo suyo, ellos también lo son. Desconocen qué es tocar con mal sonido, por lo que volvieron a dar un impecable recital repasando todas sus épocas. Eso sí, Surgical Steel ya cuenta con cinco años, así que no estaría de más renovar un poco el repertorio con un nuevo trabajo ahora que ya les hemos visto tantas veces tras su vuelta. Pese a ello, a ver quién es el listo que se resiste a ‘Buried Dreams’, ‘Cadaver Pouch Conveyor System’ o ‘Heartwork’ a esas etílicas horas de la noche. Igual que abrir un festival es un marrón, clausurarlo también puede ser una putada. Para Angelus Apatrida echar el cierre en el escenario principal, aunque fuese a última hora, era un acto de justicia para la banda de metal más im-

portante que hemos tenido en este país desde hace años. Todavía con Víctor en casa descansando de su operación, fue Sebas de los mallorquines Trallery el encargado de ocupar su lugar tras la batería. Ni lo notamos, porque la tunda sin cuartel de los de Albacete es innegociable sin importar la hora y el lugar. Fue casi criminal el volumen con el que atacaron temas nuevos como ‘Sharpen The Guillotine’, ‘Downfall Of The Nation’ o las ya habituales ‘End Man’, ‘Give ‘Em War’ y ‘You’re Next’. Pero sin lugar a dudas, uno de los mejores momentos que guardaremos de este Download fue cuando invitaron a sus hermanos de Crisix para homenajear a Vinnie Paul a través de toda una ‘Domination’ de Pantera que provocó el engorile máximo entre el respetable. Toda una necesaria reivindicación de los grupos de aquí. Lo que vino después con la magnífica sesión de Holy Cuervo DJ’s, nos lo guardamos. Lo que ocurre en la Caja Mágica, se queda en la Caja Mágica.


BASEMENT 10 DE JULIO DE 2018

RAZZMATAZZ 3, BARCELONA TEXTO: LUIS BENAVIDES FOTO: ISAAC DE HARO

M

ientras media Barcelona se reunía en el Palau Sant Jordi para ver a los maestros Pearl Jam, unos cuantos incomprendidos nos juntamos para ver a los británicos Basement en la sala pequeña del Razzmatazz. Unos y otros colgaron el cartel de ‘no hay entradas’ porque, sin tener en cuenta la diferencia de tamaño de las dos bandas, la expectación era máxima en ambos casos. Y ya os avanzo que, si pudiera volver atrás y escoger, repetiría. Asistir al bolo del quinteto de Ipswich fue un gran acierto. Y os lo dice un tío que se acerca a los 40 palos y que ha crecido musicalmente mamando el llamado sonido de Seattle. Supongo que por eso me gusta tanto el segundo disco de Basement, Colourmeinkindness, publicado en el ya lejano 2012, pues su propuesta hardcore tiene un importante ramalazo grunge. Sea como sea, calentaron más si cabe el ambiente en la sala del

Poblenou los locales The Wax, otro quinteto demoledor, otros que nunca fallan en directo. Los de Navarcles aprovecharon muy bien su media hora frente a un público nuevo para ellos, sin duda una oportunidad para dar a conocer el post hardcore metalizado de temas como ‘Dead City’, ‘The Rambler’ y ‘Don’t Belong’; también para rodar y presentar dos temas nuevos en los que su inquieto frontman se cuelga la guitarra eléctrica y recuerdan a los mismísimos Failure del Fantastic Planet: ‘Black Death XXI’ y ‘Hex’. Ya con la sala llena saltaron Basement con un setlist corto pero impecable. Ni un solo tema de su nuevo disco, el que han grabado en Los Ángeles y que verá la luz en octubre. Abrieron con ‘Whole’, el primer corte del citado Colourmeinkindess, y el público enloqueció. Los saltos desde el escenario se sucedieron desde el primer minuto, mientras el resto cantaba con el puño en alto este

tema y otros como ‘Spoiled’, ‘Bad Apple’, la baladita ‘Pine’ y ‘Covet’, que dejaron para el final. De su tercer y último álbum hasta la fecha, Promise Everything, de 2016, incluyeron ‘Brother’s Keeper’, ‘Aquasun’, ‘For You The Moon’ y pusieron el broche con la rotunda ‘Promise Everything’. El cantante de la banda, Andrew Fisher, sonreía al ver tanto entusiasmo desatado, tantas caras de felicidad. “Ha sido uno de los cinco mejores bolos de mi vida”, me explicaba después, muy agradecido y algo sorprendido. Como los veteranos que presumen de haber visto a Eddie Vedder y compañía en su primera visita a Madrid en 1992, la primera y única vez que tocaron en una sala española, nosotros podremos decir que gozamos, sudamos y coreamos los temas de Basement en la pequeña Razz 3. Estos cinco ingleses, si no lo impide otro hiato indefinido, tienen el talento y la actitud para hacer cosas muy grandes. 113


GUNS N’ ROSES

1 DE JULIO DE 2018 ESTADI OLÍMPIC, BARCELONA TEXTO: NADIA NATARIO FOTOS: ERIC ALTIMIS

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Q

ue Guns N’ Roses hayan conseguido tirar adelante una gira por estadios durantes más de dos años es un milagro teniendo en cuenta su volátil historial. Aun así, ahí estábamos 50.000 fans ascendiendo la montaña de Montjuïc de Barcelona queriendo revivir los días de gloria del rock’n’roll. Y aunque las generaciones nuevas nunca podrán experimentar a los Guns más salvajes, quizá sí puedan entender por qué fueron la última gran banda de rock que conquistó el planeta. Me aseguré de llegar pronto para cazar a Nothing More, la banda de Texas. Fueron el aperitivo perfecto para la larga noche que nos esperaba. Su mezcla de himnos pegadizos (‘Go To War’, ‘Jenny’, ‘Do You Really Want It?’) con puntos progresivos, riffs matadores y una gran entrega crearon la fórmula para dar con una notable actuación. En algunos temas el frontman Jonny Hawkins se montó en The Scorpion Tail, una estructura de metal y partes de coches que utiliza para crear efectos electrónicos. Después de ellos, Volbeat fracasaron en conseguir el mismo impacto. El

cuarteto danés suena compacto en temas como ‘The Devil’s Bleeding Crown’, ‘Sad Man’s Tongue’ o ‘Still Counting’, pero les falta carisma. Después de un retraso de 20 minutos sobre el horario previsto que me hizo recordar su show en este mismo estadio hacía 25 años, finalmente la formación con Axl Rose, Slash, Duff McKagan, Dizzy Reed, Richard Fortus, Frank Ferrer y Melissa Reese atacó fuerte con ‘It’s So Easy’, ‘Mr. Brownstone’, ‘Chinese Democracy’, ‘Welcome To The Jungle’ y ‘Double Taking Jive’ en el enorme escenario con rampas, plataformas y pantallas. Para quienes los vimos en los 90, se hace extraño ver un show tan milimetrado, donde nada está improvisado. La tensión entre Axl, Slash y Duff parece seguir ahí, pues apenas hay ningún contacto entre ellos. Falta química y a ratos parece que toda la banda vaya con el piloto automático. Pero a pesar de ello, el grupo suena de muerte con un Axl que, sin estar al 100%, está mucho mejor que hace unos años, y tienen un arsenal de hits que logra que todo el mundo cante. El repertorio

se basó, obviamente, en Appetite For Destruction y Use Your Illusion l+II con ‘Estranged’, ‘Rocket Queen’, ‘You Could Be Mine’, ‘Civil War’, ‘Yesterday’, ‘Coma’, ‘Sweet Child O’ Mine’, ‘Don’t Cry’ y la madre de todas las baladas épicas, ‘November Rain’. Quizá para compensar que tengan que interpretar temas de Chinese Democracy como ‘Better’ y ‘This I Love’, Slash y Duff han conseguido que Axl cante ‘Slither’ de su otra banda Velvet Revolver. Más absurdo parece la cantidad de versiones que interpretan con unas innecesarias ‘Witchita Lineman’ de Jimmy Webb, una instrumental ‘Wish You Were Here’ de Pink Floyd y ‘Black Hole Sun’ de Soundgarden, y quizá también Slash y Fortus se excedieron con los solos de guitarra. Terminaron con una poderosa ‘Nightrain’ antes de volver en el bis con ‘Patience’, ‘The Seeker’ de The Who y, a la una y veinte de la mañana, acababan con ‘Paradise City’ acompañados de pirotecnia, confeti y fuegos artificiales. Un show de tres horas y media que, de quitarle el relleno, podría tener un impacto mucho mayor. 115


BE PROG! MY FRIEND 29 Y 30 DE JUNIO DE 2018 POBLE ESPANYOL, BARCELONA TEXTO: ALBA RODRIGO FOTOS: CARLES RODRÍGUEZ

A PERFECT CIRCLE 120


BARONESS

P

or quinto año consecutivo el mágico paraje del Poble Espanyol acogía al Be Prog! My Friend, el festival quizá más abierto generacionalmente, donde pueden acudir desde el abuelo que escuchaba progresivo en los 70 al chaval fan del djent. En esta ocasión A Perfect Circle serían el plato fuerte indiscutible de un cartel arriesgado, en el que puede que los más metaleros no encuentren suficiente ‘chicha’, y los más clásicos se asusten ante algunas de las propuestas más arriesgadas. VIERNES 29 La cosa no podía empezar mejor que con Persefone. Los andorranos dieron una buena muestra de la energía desbocada a la que nos tienen acostumbrados. Directos y contundentes, interpretaron temas de sus dos últimos discos en una exhibición de técnica cuidada al detalle. Pese a la cancelación de Katatonia con su The Great Cold Distance íntegro, sus sustitutos

PAIN OF SALVATION

Baroness siempre son una apuesta se-

gura. Ni el sudor más cegador impidió que John Baizley y su tropa nos diesen en los morros con su rudo y áspero sonido, aunque no sonase del todo bien. Además de dejarnos la voz desde que empezaron a tope con ‘Take My Bones Away’ hasta despedirse a lo grande con ‘Eula’ e ‘Isak’, nos sirvió para comprobar que Gina Gleason resulta un gran fichaje, tanto por su dominio de la guitarra como por su aportación a los coros. Después de la desafortunada intervención de Pain Of Salvation en 2014, ésta era la oportunidad perfecta para redimirse. Su última gira, la marcha de Ragnar Zolberg y la grata vuelta de Johan Hallgren eran suficiente como para confiar en que sería así. Sin embargo, me dejaron bastante fría. La banda contó con una actitud arrolladora y musicalmente estuvieron brillantes, pero tratándose de una ocasión tan especial esperaba algo más exclusivo: un recorrido por sus grandes

éxitos, alguna rareza que nunca toquen... pero se limitaron a cumplir con un set aburrido, y ni ‘Linoleum’ ni los temas de Remedy Lane superaron las expectativas. Todo lo contrario de lo que se nos echó encima con A Perfect Circle. Venían precedidos por su escasa media hora de actuación en el Download Festival por problemas técnicos, así como por la acusación de los presuntos abusos sexuales de Maynard. Sin embargo, creo que no exagero al afirmar que nos hicieron experimentar uno de los mejores conciertos de todas las ediciones (¡Y de la vida!). Visualmente fue brutal, con una gran exhibición digital compuesta por juegos de luces, plataformas y diferentes proyecciones con su logo. El foco de atención bien recaía en Billy Howerdel, permitiéndonos disfrutar de todos sus movimientos. Y en el centro, a un nivel más elevado entre sombras y humo, pudimos vislumbrar a MJK con peluca y su llamativo traje. Musi117


SONS OF APOLLO

calmente estuvieron impecables, tanto voces como instrumentos generaron un deleite auditivo. Interpretando gran parte de su Eat The Elephant, canciones como ‘Disillusioned’, ‘Hourglass’ o ‘The Doomed’ fueron tan aclamadas como las clásicas ‘Weak And Powerless’, ‘Rose’ o la increíble ‘The Package’. Cualquier cosa que diga no hará justicia a toda la hipnótica y mágica atmósfera que supieron crear. ¿Cómo consiguieron que casi dos horas pareciesen dos minutos? A día de hoy todavía ando asimilándolo. Por si fuese poco, todavía nos esperaba el viaje astral de la mano de Oranssi Pazuzu, la propuesta más atrevida de este año y todo un acierto para cerrar el primer día. Para quienes ya somos sus seguidores acérrimos fue un placer unirnos a su ritual de psicodelia y distorsión con sus fríos y oscuros pasajes. Otros se vieron sor-

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STEVE HACKETT

prendidos a la par que encandilados conforme temas como ‘Saturaatio’ y ‘Lahja’ iban siendo invocados. Pero también hubo quien huyó atosigado por los fuertes desgarros que brotaban de Jun-His y los suyos. Cierto es que el sonido estaba bastante alto y que su música no es apta para un oído que no esté familiarizado con el género, pero también es cierto que los fineses se marcaron un concierto de medalla de plata. SÁBADO 30 Si el día anterior destacó por los dos mejores conciertos de esta edición, la segunda jornada despuntó por su escasez de público y por contar con el peor concierto de la historia del festival (preparen su bolsa de gravilla contra servidora). Pero antes, el virtuoso guitarrista Plini nos sorprendió trayendo consigo a una

banda para acompañarlo, quienes mantenían su gran nivel técnico. Además de hacer alarde entre tappings y punteos, aprovechó para presentar ‘Salt + Charcoal’, el single de su reciente lanzamiento Sunhead. Quizás Gazpacho no contasen con el ‘salero’ que mucha gente esperaría, pero eran una de las joyas exclusivas del festival (junto a Burst), ya que resulta bastante difícil verlos. Ellos también presentaban su último disco Soyuz, mientras nos embelesaban con la acertada aportación de su violinista (otros hubiesen tirado de samplers y tan panchos). Pero tanto en el caso de Plini como de Gazpacho el carácter de su música íntima jugó en su contra. Perfecto para degustar en la tranquilidad del hogar, pero nada adecuado para abrir un festival de verano a primera hora de la tarde. En el caso de los noruegos, se sumó que escogieron un setlist muy


A PERFECT CIRCLE

monótono, por lo que no acabaron de hacerse un hueco entre quienes no les conocían. De todos modos, lo peor estaba por venir. Si nuestro amigo Mike Portnoy nos sorprendió gratamente el año pasado con su Shattered Fortress, esta vez nos castigó con su nuevo invento llamado Sons Of Apollo. Si su nombre te parece demasiado pretencioso es que todavía no los has visto en directo. Las viejas glorias que forman este supergrupo, entre ellas Billy Sheehan y Derek Sherinian, estuvieron a punto de tropezarse con sus propios egos durante todo su interminable culto a ellos mismos. Las divinidades del prog no escatimaron en señalar lo “legendaria” que era la ocasión, todo ello entre batallas de solos y un Jeff Scott Soto ‘envalentonado’ para cantar a pelo mientras Portnoy se apresuraba a grabar la ‘proeza’ con su propio móvil. Interpretando todo su

único álbum hasta la fecha, al menos nos dieron algo de tregua con dos temas de Dream Theater como ‘Just Let Me Breathe’ y ‘Lines In The Sand’. En definitiva, una banda con una propuesta musical más acorde con el Rock Fest, formada por unos músicos muy buenos a los que les pierde la actitud. Espero que al bajar de su pedestal tomasen ejemplo de Steve Hackett, una buena muestra de que ser historia viva de la música no es algo reñido con la humildad y la sencillez. Su intervención fue la mezcla perfecta de creatividad y sobriedad. La banda al completo ofreció una actuación llena de fantasía y nostalgia, ocupando la mitad del setlist con las esperadas canciones de Genesis. Con ‘Dancing With The Moonlit Knight’, ‘Firth Of Fifth’ o ‘Supper’s Ready’ Steve nos regaló sus mejores solos. Destacó especialmente Nad Sylvan a las voces, quien iba apareciendo

y desapareciendo con la teatralidad que le caracteriza, cual ente atrapado todavía en los 70. Sin duda se ganó ocupar el podio junto con A Perfect Circle y Oranssi Pazuzu. Finalmente, Burst echarían el cierre a esta edición. La banda permanece disuelta desde 2009, así que fue todo un lujo que se reunieran exclusivamente para el festival. Los suecos centraron el setlist en su último disco de 2008 Lazarus Bird, aportando el metal más agresivo del día. Pese a que intentaran iniciar algún que otro mosh pit sin mucho éxito, junto a la desbandada general habitual, el grupo pareció quedar bastante satisfecho de la respuesta del público y viceversa. Visto el resultado final, ¿qué nos queda por ver a los simpatizantes de los riffs progresivos? Esperemos que la respuesta nos la dé Madness Live! citándonos en una sexta edición.

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RESURRECTION FEST 12, 13 Y 14 DE JULIO DE 2018

CAMPO DE FÚTBOL DE CELEIRO, VIVEIRO TEXTO: JORDI MEYA, SERGIO POZO, CARLOS PASCUAL FOTOS: ALEX BELZA

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GHOST


OVERKILL

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ese a una competencia cada vez más dura y haber crecido muy considerablemente en sus últimas ediciones, el Resurrection Fest sigue conservando ese espíritu que lo hace distinto y especial. Será por celebrarse en un recinto rodeado de verde y al lado del mar, será por poder comer pulpo y zamburiñas sin límite, será porque cuenta con un público que está ahí por la música y por pasarlo bien y no por ser el más fashion; será porque ofrece tal variedad de bandas en su cartel que es imposible que no encuentres algo a tu gusto, será porque conseguir una cerveza apenas te lleva un minuto o porque no necesitas un sherpa para ir de un escenario a otro, será porque a pesar de los lógicos y legítimos objetivos empresariales, la prioridad de la organización no es sacarte las perras de la cartera con cualquier excusa… Por todas estas razones y muchas más, año tras año acudimos a la llamada del Resurrection. Y encima en éste hizo un tiempo estupendo.

JUEVES 12 Por otros compromisos previos no pudimos acudir al Warm-Up del día anterior en el que actuaron, entre otros, Jello Biafra o Ministry, pero teniendo en cuenta todo lo que nos aguardaba durante las tres jornadas que teníamos por delante, lo encajamos como un mal menor. La primera actuación que vimos el jueves fue una de las más emotivas. Dawn Of The Maya ofrecían su concierto de despedida después de doce años de carrera y salieron a darlo todo en el Main Stage. Es una pena que a pesar de haber publicado grandes discos y haber alcanzado un gran nivel en directo, los de Pamplona no hayan podido dar el salto que merecían. Pese a ello un buen número de gente se acercó a despedirles, y a pesar de algún pequeño problema técnico con la guitarra, estamos seguros de que el grupo recordará este concierto el resto de sus vidas. Hasta siempre. A continuación, The Raven Age, banda en la que milita el guitarrista George Harris, hijo de Steve Harris de

Iron Maiden, defendían su debut Darkness Will Rise en el Ritual Stage con mucha profesionalidad, pero poco carisma. Su mezcla de heavy metal clásico y sonoridades más modernas no causó demasiado impacto. De vuelta al escenario principal, los ucranianos Jinjer animaron bastante más el cotarro. La vocalista Tatiana Shmailyuk hizo todo lo que estuvo en sus manos para conectar con el público, y su alternancia de voces melódicas y guturales sorprendió a más de uno. Como unos Arch Enemy en versión metalcore, si siguen así es posible que los veamos escalar posiciones en próximos festivales. De ahí nos fuimos a la carpa del Chaos Stage para volver a ver a Basement. Disfrutamos de su rock alternativo con canciones como ‘Whole’ o ‘Aquasun’, pero en comparación a la locura que habíamos visto un par de días antes en Barcelona, nos supo a poco. Todavía nos dio tiempo de ver una buena media hora de Overkill en el Main. Thrash metal clásico que sigue conservando 121


CRYSTAL LAKE

mucho poderío y arrancó sendos circle pits y puños en alto. La garganta del vacilón Bobby Ellsworth ha perdido algo de fuelle, pero ese ‘Fuck You’ final cerró una notable actuación. La carpa se llenó a tope para ver a los japoneses Crystal Lake. Si en disco su metalcore con pinceladas progresivas no nos dice demasiado, encima de un escenario es otra cosa. Pocos grupos verás derrochar tanta energía. Generaron ese estado de locura colectiva que consigue que todo el mundo se mueva aunque no sepa qué sonará a continuación. Una de las revelaciones del festi. La buena onda siguió con unos viejos conocidos, Anti-Flag, a quienes habíamos tenido un rato antes haciendo un acústico en nuestro stand compartido con American Socks. Los de Pittsburgh dieron una clase magistral de punk rock combativo con himnos como ‘Turncoat’, ‘Die For The Government’ y una acertada versión de The Clash, ‘Shoud I Stay Or Should Go’. Al final, Pat Thetic bajó su kit de batería entre el público para 122

ANTI-FLAG

rematar ‘Brademburg Gate’, un truco que sirvió para que acabaran aclamados como grandes campeones. Con cien bandas en el cartel es inevitable que se produzcan solapes, pero el de The Lurking Fear, Rolo Tomasi y Stick To Your Guns fue una putada. Decidimos sacrificar a los primeros y ver un cacho de los otros dos. En el Desert Stage, los británicos ejecutaron de manera impecable su mathcore con toques más indies, pero dejando esa sensación de que sólo logran convencer a los ya conversos. En el Chaos, los californianos se dieron un baño de masas a base de hardcore, breakdowns y estribillos hooligans como los de ‘You Are Free’ o ‘This Is More’. Siempre que visitan el Resu, lo bordan. Llegaba el momento de una de las estrellas del día. Corey Taylor y sus Stone Sour iban a ofrecer su único concierto en suelo español después de más de una década de ausencia. Pero curiosamente, no dio la sensación de que la respuesta del público fuera tan entusias-

ta como se podría prever. Quizá el aura de ser el cantante de Slipknot no sea suficiente para que la gente se haya interesado más por el hard rock metalizado de su otra banda. Pero si de algo no hay duda es que Taylor es de los que sale en cada partido a ganar. ‘Wiplash Pants’ de su reciente Hydrograd y la infecciosa ‘Absolute Zero’ dieron el pistoletazo de salida a un concierto en el que repasaron temas antiguos como ‘Cold Reader’ o ‘Get Inside’ y más recientes como ‘Rose Red Violent Blue (This Song Is Dumb & So Am I’). No faltó tampoco la balada ‘Bother’, con Corey en solitario con su acústica. Sin apoyarse tanto en el aspecto visual como Slipknot, Stone Sour también contaron con algún efecto de pirotecnia y la aparición de unos muñecos hinchables en la última ‘Fabuless’, aunque al final el elemento más importante es la presencia y la voz de un Taylor que acabó descamisado. Mientras todo esto ocurría, parte del comando RockZone nos desplazamos


STONE SOUR

a ver a Cancer Bats a la carpa. Gracias a nuestra relación con ellos, pudimos ver su show desde el propio escenario. Parece increíble que los canadienses no hubieran actuado nunca en el festival, porque sin duda es un grupo ideal para éste, capaz de gustar tanto al público del hardcore como al del metal. Esto se tradujo en una gran asistencia de gente y una respuesta muy entusiasta ante temas como ‘R.A.T.S.’, ‘Hail Destroyer’ o su célebre versión de ‘Sabotage’ de los Beastie Boys. Fue un gustazo poder ver de cerca cada gota de sudor que se dejaron encima de las tablas. Se acercaba ya la recta final del primer día. Para empezar The Baboon Show en el Ritual, quienes también habían hecho un acústico en nuestro stand, demostraron por qué siguen ganando seguidores día a día. Canciones de punk rock que entran a la primera como ‘Radio Rebelde’ o ‘Same Old Story’ y una Cecilia Boström que se come el escenario.

CANCER BATS

Acto seguido, el Main Stage se convertía en una catedral para recibir a Ghost. La meteórica carrera de la banda sueca les ha llevado a que, con sólo cuatro álbumes, ya hayan alcanzado el estatus suficiente como para ser cabezas de cartel de un festival como el Resurrection. Para sus detractores todo obedece a una magistral campaña de márketing, pero lo que está claro es que, si al contrario que bandas como Trivium o Killswitch Engage, por citar dos que en su momento aspiraban a lo más alto, Ghost sí lo han conseguido, es porque ofrecen algo distinto a las demás: grandes canciones que funcionan de maravilla en un recinto abierto y sentido del espectáculo. Pese a lo críticos que hemos sido por cómo Tobias Forge, ahora reencarnado como Cardinal Copia, ha manejado los asuntos internos del grupo, lo cierto es que su plan ha resultado exitoso. Los músicos que ha utilizado para reemplazar a los antiguos Nameless Ghouls cumplen a la perfección con su cometido de repro-

ducir el sonido de los discos de estudio. Paradójicamente, es ahora Forge el eslabón más débil en su faceta de vocalista, y en algún momento se le oía un poco apurado a la hora de replicar las magníficas melodías de sus canciones. Su set puede calificarse ya como un greatest hits donde cada tema es perfectamente reconocible, incluso para el fan casual: ‘Rats’, ‘Absolution’, ‘Ritual, ‘Cirice’, ‘He Is’… También se atrevieron con la instrumental ‘Miasma’, con solo de saxo incluido. La fiesta acabó por todo lo alto con ‘Dance Macabre’, ‘Square Hammer’ y ‘Monstrance Clock’, lluvia de confeti incluida. Un show que se hizo corto y que debería servir para callar algunas bocas. Para rematar, otros suecos, At The Gates, que pulverizaron el Ritual Stage. Desde su reunión en 2010, siempre que les hemos visto han brillado a un gran nivel. Ni siquiera la marcha del guitarrista Anders Bjôrler les ha restado ni un ápice de fuerza para seguir sonando brutales. Presentaban nuevo disco, To 123


THE BABOON SHOW

Drink To The Night Itself, pero también repescaron algunos del anterior At War With Reality y, cómo no, de ese clásico del death melódico llamado Slaughter Of The Soul con ‘Cold’, ‘Under A Serpent Sun’ o ‘Suicide Nation’. Llegaba la hora de irse a reponer fuerzas. VIERNES 13 Complicaciones en el montaje escénico de Scorpions, los cabezas de cartel del segundo día, obligaron a la organización a adelantar todas las actuaciones del Main Stage una hora. A pesar de que se avisó convenientemente, no todo el mundo llegó a enterarse, provocando que las actuaciones de Virgen o Rise Of The Northstar no tuvieran todo el público esperado y algunos solapes no previstos. Encima, en el caso de los franceses tuvieron un sonido bastante malo, aunque lo compensaron con su actitud y conexión con los fans. En el Desert, los bilbaínos The Wizards nos deleitaron con los temas de Full Moon In Scorpio, nuestro disco nacional de 2017. Virando cada vez 124

RISE OF THE NORTHSTAR

más hacia el heavy, su directo sigue ganando enteros. Un rato después, también se pasarían a hacer un acústico a nuestro stand. Gracias chicos. En paralelo, Megadeth ocupaban el escenario principal. Si por lo visto en el Rock Fest de Barcelona estuvieron brillantes, en Viveiro tuvieron una mala tarde con un Mustaine fatal de voz y una banda poco motivada. Un set tirando a breve que no pudieron salvar ni clásicos como ‘Hangar 18’, ‘Symphony Of Destruction’ o ‘Peace Sells’. Desde luego, el cambio de horario no les sentó nada bien. Como cuando te joden una siesta. Nada mejor que el brutal death de Suffocation para resarcirse en el Ritual. Los neoyorquinos aplastaron con la habitual contundencia que requieren piezas como ‘Pierced From Within’ o ‘Liege Of Inveracity’. El vocalista Rick Meyers cumplió muy bien emulando las guturales de Frank Mullen, y la pista se mantuvo en todo momento agitada. El contraste con el siguiente grupo que pisó el escenario fue total. El metal pro-

gresivo de los noruegos Leprous sonó cristalino, pero quizá sin la fuerza suficiente para atraer a quienes no les conocieran previamente. El falsete del vocalista Einar Solberg llega a cansar un poco, pero no creemos que fuera el motivo por el que les cortaran el sonido cuando todavía no habían terminado de interpretar su último tema ‘Slave’. Parecieron irse bastante cabreados. Teníamos muchas ganas de ver a Turnstile. Liam Cormier de Cancer Bats nos había asegurado que era de los mejores grupos de hardcore que había visto en los últimos años, y la verdad es que llevaba razón. Su concierto en el Chaos Stage fue una verdadera fiesta, como si Gorilla Biscuits, Beastie Boys y Chk Chk Chk hiciesen una jam session. El vocalista Brendan Yates no para de correr arriba y abajo y saltar al foso, teniendo en el bajista Franz Lyons a su principal compañero de travesuras. Su capacidad para hacer cambios de ritmo es asombrosa, digna de Messi, y temas como ‘Moon’, ‘Generator’ o ‘Fazed Out’ sonaron fantásticos. Un autén-


SCORPIONS

tico torbellino que ojalá podamos ver pronto en sala. Con la adrenalina a tope tras lo que habíamos visto, lo de Scorpions fue un bajón. Ya sabemos que es hasta cruel comparar la energía de una banda joven con una tan veterana como la alemana, pero quizá deberían plantearse en serio la idea de retirarse. Aunque mientras logren convocar a tantísima gente como tuvieron en el escenario principal, dudamos que lo hagan. Tienen clásicos como ‘Blackout’ o ‘Big City Nights’, por no hablar de ‘Still Loving You’, pero ahora más que rockear como un huracán, lo hacen como una simple brisa. Antes de volver al Chaos, vimos un trozo de Paradise Lost, tan efectivos y sobrios como siempre. Cazamos ‘No Hope In Sight’, ‘Blood And Chaos’, ‘From The Gallows’ y ‘Forever Failure’ y sonaron francamente bien, pero a esas horas necesitábamos un poco más de marcha. Y eso es justo lo que nos dieron Sick Of It All. En su cuarta visita al festival (fueron los cabezas de cartel en su primera edición), volvieron a armarla

gorda. Pese a que los 30 años a sus espaldas se notan -son humanos-, todavía tienen empuje de sobras para que ‘Scratch The Surface’ o ‘Step Down’ suenen de lo más auténticas. La comunión entre la banda y el público, que abarrotaba la carpa y más allá, fue total, y podría haber generado tanta energía como para iluminar toda una ciudad. Para terminar la noche, volvíamos a ver Angelus Apartida un par de semanas después del Download. Al igual que allí, contaron con Adrián de [In Mute] como batería en sustitución de Víctor, quien sigue recuperándose de un problema renal. Pese a ello, los de Albacete añadieron otra noche victoriosa a su currículum de actuaciones en el Resu. Impecables en ejecución y con un Guillermo que sabe meterse a la gente en el bolsillo, castigaron un poco más nuestras cervicales a ritmo de ‘Sharpen The Guillotine’, ‘Give ‘Em War’ o ‘You’re Next’. Felices y agotados nos retiramos a nuestros aposentos, mientras God Is An Astronaut hipnotiza-

ban con su post rock atmosférico a los asistentes del Desert. SÁBADO 14 El último día lo empezamos viendo a Ànteros en el escenario Desert. El combo barcelonés cada vez tiene sus piezas más bien integradas y el contraste entre la voz gritada de Endika y la más melódica de Rubén (también miembro de Viven), junto a los arreglos que consiguen con tres guitarras, resultan de lo más cautivadores. De camino a la gran esplanada, vimos un rato de Sugus en el Chaos, pero acostumbrados a verlos en salas pequeñas, ni el sonido ni el tamaño del escenario jugaron a su favor. Ya en el Main, Tremonti se decantó por el repertorio más metálico de su discografía. ¿Se puede decir que sean una mala banda? En absoluto, al menos técnicamente, pero no tienen ni una sola canción que destaque. En parte porque el propio Mark Tremonti carece de una voz que transmita. La diferencia con su compañero en Alter Bridge, Myles Kennedy, es abismal. De ahí 125


PROPHETS OF RAGE

regresamos al Desert para ver a Malämmar, otra banda de Barcelona. Su stoner instrumental sustentado sobre riffs con la saturación a tope nos sacó el soponcio de golpe. Robustos como una roca. Ya estábamos listos para ver el que sería uno de los mejores bolos de todo el evento. O Frank Carter tiene una conexión especial con Viveiro o es que simplemente es así. Ya en 2010 lo bordó al frente de Gallows y hace dos en la carpa acompañado de sus Rattlesnakes, pero estaba por ver si podría repetir la hazaña en el escenario principal. Pues sí. El diablo pelirrojo salió a saco con ‘Juggernaut’ y al poco ya estaba caminando por encima de las primeras filas. El set fue corto, apenas nueve o diez canciones, pero fue suficiente para que consiguiera que se formara un gigantesco circle pit que diera la vuelta a la mesa de sonido o que todo el mundo se pusiera de rodillas y saltara a sus órdenes. Pese a su cara de demente, sacó su lado sensible para dedicar y pedir respeto a las 126

FRANK CARTER

mujeres antes de ‘Wild Flowers’. Para el final, con el blues maldito de ‘I Hate You’, Frank incluso se atrevió a cantar el estribillo en castellano. Después de tal exhibición, cualquier cosa nos hubiera sabido a poco, pero lo de Igorrr en el Ritual simplemente pareció una broma de mal gusto. ¿De verdad alguien se los toma en serio? Por suerte, el hardcore trallero de Stray From The Path devolvió las cosas a su sitio. Los de Long Island no ofrecen nada especialmente novedoso, pero tienen la actitud adecuada. A lo largo de los años hemos aprendido a desconfiar de los llamados supergrupos, pero si hay un uno que hace honor a ese calificativo es Prophets Of Rage. Ya el año pasado alucinamos en su debut en Download Madrid, pero a pesar de ya saber lo que nos íbamos a encontrar, no por eso el impacto fue menor. Es tal el gustazo de poder ver a 3/4 de Rage Against The Machine de nuevo en acción, reviviendo temazos como ‘Testify’, ‘Guerrilla Radio’ o ‘Sleep Now In The Fire’, que una des-

carga eléctrica recorre tu espina dorsal. Con un Tom Morello motivadísimo, la banda sonó arrolladora. Chuck D y B-Real son también los maestros de ceremonia perfectos para que la ausencia de Zack de la Rocha no sea decisiva. Además, la aportación de temas de Public Enemy y Cypress Hill como ‘Fight The Power’ o ‘How I Could Just Kill A Man’, ayudan a que la fiesta no pare. Para la final ‘Killing In The Name’ tuvieron el acierto de invitar a Frank Carter para terminar por todo lo alto. Sólo la cagada de B-Real al decir “Gracias Barcelona”, en lugar de Viveiro, empañó uno de los conciertos más memorables de la historia del festival. La fusión de sonidos siguió en el Chaos Stage con Authority Zero, aunque en este caso combinando punk rock y reggae. Los de Arizona cuentan con uno de los mejores vocalistas del género, Jason DeVore, único miembro original del grupo, y de ahí que puedan cumplir tanto como cuando se acercan a Pennywise (‘First One In The Pit’) o The Offspring (‘Bayside’) como a Sublime


KISS

(‘Over Seasons’). Antes del plato principal quedaba un último entrante con Thy Art Is Murder en el Ritual. Con el cantante CJ McMahon de nuevo en sus filas, los australianos nos sacudieron con temas de puro deathcore como ‘Shadow Of Eternal Sin’ o ‘Dead Sun’ y esos breakdowns que hacen saltar las alarmas sísmicas. Y bien, llegaba el momento de Kiss. Duele bastante tener que hablar mal de un grupo tan legendario, pero es lo que hay. Ya no hablamos de la vieja polémica por haber seguido adelante con Tommy Thayer y Eric Singer disfrazados de Ace Frehley y Peter Criss, o de su descarada visión mercantil del grupo, sino de que la voz de Paul Stanley está en un preocupante estado. Algo raro le pasa, porque ya no es que no llegue a los registros más altos, sino que parece que no es capaz de entonar una melodía o entrar a tiempo. A pesar de todo el maquillaje, se le ve sufrir, como con el rostro desencajado. El repertorio casi parecía estar hecho a medida para ‘protegerle’, dándole más protagonismo

a Gene Simmons, y naturalmente a nivel visual, siguen ofreciendo un gran espectáculo. Es imposible no divertirte cantando con tus colegas ‘Shout It Loud’, ‘I Love It Loud’ o ‘Lick It Up’, pero al mismo tiempo, da pena pensar que el final de la banda está muy cerca. O al menos, debería. Ni las llamaradas, ni el confeti, ni la tirolina con la que voló Stanley durante ‘Love Gun’ o las plataformas elevadoras de ‘Rock And Roll All Nite’ pueden ocultarlo. Ese sabor agridulce no se nos pasó con el metal pirata de Alestorm, pero sí con The Bronx en la carpa. Originalmente su concierto iba a solaparse con Kiss, pero un retraso en sus vuehizo que se intercambiaran el horario con Zebrahead, a quienes nos perdimos. A ellos fueron dirigidas las primeras palabras de agradecimiento de Matt Caughthran. Si venían cansados o estresados, no se les notó en absoluto. Al contrario, los californianos sonaron más tralleros que nunca acentuando su lado más hardcore punk y menos rockero con las guitarras sonando a tope. La

asistencia no fue todo lo concurrida que se merecían, pero quienes lo hicieron disfrutaron como locos de temas como ‘The Unholy Hand’, ‘Knifeman’ o ‘Ribcage’ y un Matt que se mueve por el escenario como un boxeador antes de propinarte un derechazo. Es una pena que se prodiguen tan poco por nuestros escenarios. Para despedir el Resu, había que decantarnos por Exodus en el Ritual o Eyehategod en el Desert, así que optamos por una decisión salomónica: mitad y mitad. Cada uno cumplieron en lo suyo. Los primeros afilando una vez más ese thrash de la Bay Area con un Gary Holt a quien no pasa factura su pluriempleo como guitarrista también de Slayer. Los segundos, con su sludge maldito y una actitud provocativa que, a esas horas de la madrugada, fue perdiendo público a medida se sucedían sus agónicos riffs. Al día siguiente, ni el cansancio, ni la Guardia Civil, ni el retraso del avión, pudieron borrar la satisfacción de haber podido vivir otro Resu a tope. 127


BARNA’N’ROLL 13 Y 14 DE JULIO DE 2018 POBLE ESPANYOL, BARCELONA

TEXTO: BERTA MARTÍNEZ, JORDI PONS FOTOS: ERIC ALTIMIS

SICK 120 OF IT ALL


CRIM

L

legó a Barcelona una de las citas más esperadas por los seguidores del punk y el hardcore. Si bien es cierto que otros años el cartel ha estado más dividido y han cabido más géneros, en esta edición disfrutamos de verdaderas leyendas del punk y de otras bandas que algún día lo terminarán siendo. La gran novedad de esta edición fue la introducción de una Warm Up Party la jornada anterior. Una fiesta de presentación en la sala Upload de Poble Espanyol con la que reivindicar que el punk rock autóctono no tiene nada que envidiar al venido de fuera. Ocho bandas con las que poner en valor una escena que parece que resucita. Una generación que tiene algo en común: las ganas de pasarlo bien. Nos recordaron que el punk no entiende de fronteras ni de idiomas y que ellos conocen bien el significado de currárselo: bandas que trabajan a diario para ofrecernos lo que mejor saben hacer.

VIERNES 13 Comenzaron Paüra, que se han ganado un puesto entre las mejores diez demos de Catalunya en el 2017. Punk sin complicaciones, reivindicativo y en catalán. A estas horas éramos pocos, pero no pareció importar para acompañarles a todo pulmón en ‘Soterrem Barcelona’. Les sigueron Krang, los hermanos del sur que llegaban desde Valencia para demostrar, con un frontman de 10, que el punk rock sigue vivo. Se les vio cómodos en el escenario y su actuación fue de menos a más. Luego llegaron Llacuna, los más alejados del punk rock de la noche. Su emocore y su sonido experimental no estuvieron reñidos con la colaboración de un trompeta para uno de sus temas. Emoción en estado puro. Disaster Jacks vinieron a poner los puntos sobre las íes y a animar la fiesta. Consolidándose a cada paso que dan, dieron paso a Panellet, uno de los grupos que encabezan la es-

GATILLAZO

cena catalana del momento con su ‘punk dolç’. Acaban de grabar trabajo nuevo y suenan como esa ducha fresquita a las ocho de la tarde en un caluroso día de agosto. A Violets les faltó quizá algo de tiempo, pero fue el suficiente para reivindicar, junto a Disaster Jacks, el punk en femenino. Las voces de Momo y Glory y el gran Xavi a la batería hicieron el resto. Las voces rudas y la cercanía al oi! de Batec daban el broche final junto a unos Penny Cocks que nos trasladaron, con ritmos obreros y toques de R&B, a décadas pasadas. Se divierten en el escenario, y nosotros con ellos. SÁBADO 14 La jornada del sábado estuvo marcada, una vez más, por el calor y el sol abrasador al que sólo unos valientes consiguieron hacer frente para estar en primera fila durante las actuaciones de la tarde. Los encargados de romper el hielo, o más bien fundirlo, 129


JELLO BIAFRA

fueron La Inquisición, el no tan nuevo proyecto de exmiembros de Secret Army, Malarians o Último Asalto, que pronto publicarán su álbum de debut. Punk callejero de primera, al que auguramos un largo recorrido. Tras ellos se subían al escenario A Wilhelm Scream. Para sus fans no hubo calor ni sudor, lo dieron todo desde el minuto 1 al ritmo de su hardcore melódico, de lo más técnico que veríamos durante la jornada. Los de Massachusetts agradecieron al público que aguantasen como espartanos a 31 grados toda una tarde de julio. La plaza empezó a llenarse para ver a Gatillazo. Evaristo sigue levantando admiración, no sólo por ser uno de los padrinos del punk patrio, sino por seguir entregándose cada vez que se sube a un escenario. Cada tema que interpretan es celebrado, pero

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naturalmente la palma se la llevan las viejas canciones de La Polla como ‘Johnny’ u ‘Odio A Los Partidos’. A continuación aparecían Crim, conocidos ya del festival por participar en la primera edición junto a Bad Religion. Los de Tarragona suben como la espuma y lo suyo no se queda dentro de nuestras fronteras, a juzgar por sus últimas giras. Podría decir que están en su mejor momento si no fuera porque pienso que lo que les viene es aún mejor. Agradecieron una y otra vez el apoyo del público, que les acompañó cantando todas sus canciones puño en alto, y podría atribuirlo a que que jugaban en casa, pero lo cierto es que vimos caras que venían de bien lejos. Presentaban su nuevo EP Sense Excuses, pero no dejaron atrás temas como ‘Benvingut Enemic’ o ‘Avui Fa Bon Dia’ de su último trabajo Blau Sang, Vermell Cel, el más

COCK SPARRER

exitoso hasta la fecha. También hubo lugar para la protesta política, muy ligada a los pasados hechos del 1 de octubre, que tanto nos costará olvidar. Si en disco ya demuestran el potencial que tienen y la calidad de su trabajo, sus directos sólo suman y dejan claro que van camino de una consolidación como banda que ni ellos mismos parecen creerse. Tras Crim tuvimos el placer de poder afirmar una vez más que lo de este grupo es digno de estudio: más de 30 años subidos al escenario, sin perder una chispa de energía y haciendo que el público –de todas las edades– disfrutara de su mítico hardcore neoyorkino. Recién aterrizados del Resurrection Fest, cualquiera diría que los componentes de Sick Of It All están soplando las 50 velas. La actuación estuvo marcada por un no parar de


DESCENDENTS

saltos, giros y patadas voladoras que acompañaban a clásicos como ‘Step Down’. A un lado del escenario, la hija del guitarrista Pete Koller, atenta a los movimientos de su padre, no paró de bailar. Y mientras, debajo, se empezaban a formar los primeros pits serios de la noche. Creo que en esos momentos todos pensábamos lo mismo: a Sick Of It All les queda todavía mucho por delante. Con el cielo ya oscuro, Jello Biafra y su The Guantamo School Of Medicine pasó la cartilla a todo lo que está mal en nuestra sociedad. Con una camiseta estampada con el lema “Trump hates me”, aunque fácilmente podría llevar una en la que se leyese ‘I hate Trump’, el exvocalista de Dead Kennedys volvió a demostrar la gran química que tiene con su formación actual. Su habitual galería de muecas y gestos

teatrales ayudan a que el mensaje de sus nuevas canciones llegue alto y claro. Aunque, como le pasa a Evaristo, es cuando rescata del baúl de los recuerdos temas como ‘California Über Alles’, ‘Holiday In Cambodia’ o ‘Nazi Punks Fuck Off’ que la respuesta del público sube a otro nivel. “I want to be stereotype, I want to be classified”, así comenzaba el concierto más esperado de la noche. Descendents se subían a las tablas para, himno tras himno, traernos toda la esencia del punk rock de California. ‘Everything Sucks’, ‘Silly Girl’, ‘Hope’, ‘I’m The One’... no faltó ni una en un setlist que cumplió de sobras con las expectativas de todo el mundo. Hacia el final del concierto Milo incluso bajó para cantar con el público. Que no os engañe su pinta de señor en la cola del supermercado un sábado por la

mañana, pues está muy en forma y le queda gas para rato. Otros que no aflojan son Cock Sparrer, a pesar de llevar cuatro décadas dando el callo. Quizá fue por la plaza o por el eco de los edificios, pero fue una lástima que al principio de su actuación la acústica no nos dejase disfrutar al 100% de su calidad. Como con otras bandas antes, costaba a veces reconocer alguna de las canciones pese a encontrar entre el público verdaderos devotos que cantaban cada estrofa de cada canción. En su caso, casi la integridad de los que llenaban una plaza que retumbó como si fuera un campo de fútbol al sonar ‘Take ‘Em All’, ‘Riot Squad’, ‘Watch Your Back’ o ‘England Belongs To Me’. Los británicos se postularon como la banda perfecta para cerrar otra gran edición de este festival.

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MAD COOL 12, 13 Y 14 DE JULIO ESPACIO MAD COOL, MADRID TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: ANDRÉS IGLESIAS, MARX (MAD COOL)

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PEARL JAM


L

a tercera edición del Mad Cool Festival llegaba con la promesa de convertirse en la cita definitiva de la temporada festivalera en España. Con el traslado a una ubicación más grande situada en el recinto de IFEMA, la asistencia de unas 80.000 personas por día y un cartel de auténtico ensueño pocas veces visto en nuestro país, todo apuntaba hacia un éxito rotundo por parte de la organización. Sin embargo, los problemas no pararon de sucederse durante los tres días de celebración. El jueves las largas colas para recoger las pulseras dificultaron enormemente el acceso (a pesar de que muchos de los asistentes ya las habían recibido en casa con meses de antelación), haciendo esperar en algunos casos varias horas para poder entrar. Más preocupante si cabe fueron los servicios en las barras de bebidas, debido a la inexperiencia de los jóvenes camareros que actuaban con lentitud sin saber muy bien cómo trabajar en la

mayoría de los casos. Una constante a lo largo del fin de semana, como también lo fue la escasa cobertura para poder enviar mensajes de móvil. Las anunciadas fuentes de agua se convirtieron en insuficientes para abastecer al personal. Para muchos, el colmo llegó con la cancelación de Massive Attack la noche del viernes a última hora. Pero no todo lo relacionado con el Mad Cool este año ha sido negativo. A favor hay que apuntar que el nuevo recinto es gigantesco, cubierto de césped artificial y que, dentro de lo que cabe, se podían encontrar espacios sin excesiva dificultad lejos de los escenarios. Los baños funcionaron sin colas de espera y la rica oferta gastronómica también estuvo a la altura. Mención especial para el gran sonido técnico que disfrutamos en todos y cada uno de los escenarios. Porque si de algo también estuvo sobrado el festival este año, aparte de los contratiempos, fue de grandísimas actuaciones para el recuerdo.

JUEVES 12 Tras sortear la kilométrica cola para entrar haciendo valer nuestra condición de acreditados y conseguir el primer trago de cerveza (no sin armarnos de un poco de paciencia para este último cometido), optamos por dar una vuelta de reconocimiento al terreno para situarnos. De pasada, vimos como Slaves inauguraban el escenario Mad Cool. El punk de este dúo británico venía de perlas para lo tempranero de la hora dada la poca seriedad con la que se tomaban todo, atreviéndose a hacer incluso la primera inmersión entre el público del evento. Seguro que a más de un guiri le hicieron gracia mientras se refrescaba el gaznate. El primer nombre marcado en rojo que teníamos en los horarios era el de Toundra. Por muchas que sean las veces que hemos podido verles, su fiabilidad en directo les convierte en un must siempre que se pongan a tiro. Acorde al planteamiento más simple y directo de su último Vortex, trasla133


FIDLAR

daron ese mismo espíritu con unas interpretaciones asalvajadas de ‘Cobra’ y ‘Mojave’, que junto a algunas obligadas como ‘Bizancio’ y ‘Cielo Negro’ levantaron en volandas al público con Maca y Esteban muy motivados y ocupando todo el escenario. El primer gran concierto que vimos en todo el fin de semana. De regreso a los escenarios grandes pillamos el final de Eels, donde los de Mark Everett sacaron a pasear su lado más rockero gracias al buen sonido que fue la tónica habitual en todo el festival. Nos ubicamos para ver de manera adecuada el repertorio de Fleet Foxes, pero desde el comienzo ya dieron la sensación de que el marco escogido no era el que mejor les sentaba. A su folk barroco y orquestal lleno de detalles le faltó la profundidad que transmiten en disco. Seguro que canciones como ‘Grown Ocean’, ‘I Am All That I Need / Arroyo Seco / Thumbprint

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Scar’ o la preciosa ‘White Winter Hymnal’ se disfrutan más en un teatro que no en un gran evento mientras la gente aún anda buscando a los colegas. Mientras pillábamos algo de cenar nos topamos con los californianos FIDLAR, quienes tomaron por sus propias armas el escenario Radio Station. Su punk rock con dejes surferos y reminiscencias de los 90 (acabaron con una versionaza del ‘Frances Farmer Will Have Her Revenge On Seattle’ de Nirvana) sonó potente y divertido al ritmo que engullíamos nuestro kebab. Buen descubrimiento. Lamentablemente, a Tame Impala tuvimos que saltárnoslos, pero teníamos un buena excusa: conseguir una posición privilegiada para ver de cerca a los grandes protagonistas de la jornada. Dos días antes habíamos visto a Pearl Jam ofrecer una actuación estratosférica en Barcelona digna de su leyenda de banda en directo. Por lo acotado de

su duración, ya suponíamos de entrada que en el Mad Cool no llegarían a semejante nivel, pero es que un día de trabajo más en la oficina para los de Seattle es casi inalcanzable para el resto de los mortales. Su nivel en estudio hace tiempo que está muy por debajo de lo que se les debe exigir, pero es que cuando estos tíos se suben a las tablas, no encuentran rival. ‘Release’ arrancó de manera mágica y espiritual un repertorio que no tardó demasiado en buscar la victoria por la vía rápida. Lo que significó tirar de lo más celebrado de su cancionero con ‘Even Flow’, ‘Why Go’, ‘Jeremy’ y ‘Porch’ como puntos álgidos. Comandados por unos estelares Eddie Vedder y un Mike McCready absolutamente estelar a la guitarra (brutal el ‘Eruption’ de Van Halen que se marcó), cubrieron de magia clásicos como ‘Given To Fly’ o ‘Better Man’ para el goce y disfrute colectivo. Sólo la inmediata ‘Lukin’ y el nuevo


JAPANDROIDS

single ‘Can’t Deny Me’, que sonó con algo más de garra aunque pasando de puntillas por el setlist, supusieron alguna sorpresa dentro de un concierto más planificado de lo que suele ser habitual en sus imprevisibles shows. ‘Just Breathe’ y ‘Sirens’ relajaron el ritmo al inicio del bis para acabar por todo lo alto con un repóker difícilmente superable formado por ‘Black’, ‘State Of Love And Trust’, ‘Rearviewmirror’, ‘Alive’ y un ‘Rockin’ In The Free World’ que acabó por poner el listón muy arriba para todos los demás. Magistrales. Volviendo al mundo real, nos topamos con unos Kasabian que parecían jugar al despiste. A ratos sonando más rockeros (‘Underdog’, ‘Club Foot’, ‘Empire’), luego más bailongos y pachangueros como en ‘You’re In Love With A Psycho’. A pesar de los altibajos, resultaban disfrutables. El último imprescindible que teníamos apuntado para el jueves nos pillaba casi en la otra punta

del recinto. Resulta llamativo que estando en un festival donde abunda la pomposidad escénica, aún quede hueco para propuestas como la de Japandroids. Si en su versión de estudio las composiciones de Brian King y David Prowse suenan más grandilocuentes, en directo todo se reduce a la más mínima expresión apostando por la crudeza y la intensidad. Es una jugada arriesgada, pero si tienes la actitud y confianza necesarias de tu parte y un puñado de temazos perfectos para ser coreados en una situación como ésta (‘Near To The Wild Heart Of Life’, ‘North East South West’, ‘Fire’s Highway’, ‘The Nights Of Wine And Roses’), es difícil que salga mal. Agradecidos y entregados, la dupla de canadienses se retiró tras una portentosa ‘The House That Heaven Built’ prometiendo volver muy pronto. Antes de emprender rumbo a casa, nos acercamos a curiosear el bolo de

MGMT. Cuando reventaron el mundo

entero hace una década con ‘Kids’, su posición en los carteles podía llegar a ser comprensible. Pero pasado ese tiempo, su validez actual únicamente se justifica por ese mismo single. El pop tropical que ejecutan suena perfecto, pero ni tan siquiera la decoración tan freak que despliegan en escena les salva de ser una banda fría que tan sólo provoca indiferencia. A no ser que suene el susodicho tema de marras, momento en el que, entonces sí, optamos por la retirada. VIERNES 13 Con los accesos funcionando de manera fluida y sin problemas, el viernes fue un día de lo más disfrutable que empezamos muy fuerte con At The DriveIn. Tal vez no sean el torbellino de sus inicios que arrasaba con todo a su paso, pero a favor tenemos un grupo más profesional y que suena a la per135


ARCTIC MONKEYS

fección sin renunciar a la pegada. Omar Rodríguez-López parece más centrado en clavar sus líneas de guitarra que en desfasar, que para eso ya está Cedric Bixler subiéndose a cualquier parte del escenario, golpeando con su cinturón o el micro la batería, haciendo sudar a los cámaras o lanzando ventiladores por los aires. Locura desatada que trasladaron a canciones como ‘Arcarsenal’, ‘Invalid Litter Dept.’, ‘Enfilade’ (donde consiguieron fundirse con el espíritu experimental de The Mars Volta) y una ‘One Armed Scissors’ que provocó los primeros pogos de la tarde. Que acortasen inexplicablemente su set un cuarto de hora es la única pega que se les puede achacar. De pasada vimos el cierre de la actuación de Marmozets y por lo visto, convencieron de manera contundente a quienes esperaban para verles. Aun con algún problemilla de sonido, Becca y sus colegas se zamparon el Radio

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Station a base de actitud y cañonazos como ‘Move, Shake, Hide’, ‘Why Do You Hate Me?’ y ‘Major System Error’. No puedo evitar pensar en que son una versión algo más cañera de los primeros Paramore, pero a buen seguro que muchos están deseando verles por aquí en sala pequeña. Están tardando. Snow Patrol vinieron a demostrar que no hace falta llevar un gran montaje para emocionar al personal. Visualmente son una banda simple y hasta podría decirse que sosa, pero la pulcritud con la que sonó una acertada selección de sus mejores singles (‘Run’, ‘Open Your Eyes’, ‘Shut Your Eyes’ y por supuesto la celebrada ‘Chasing Cars’) fue suficiente para ofrecer un concierto la mar de solvente. A continuación, la presencia de Jack White en el escenario Madrid Te Abraza fue de las que más curiosidad despertó de todo el cartel. Era una incógnita saber cómo trasladaría la

vertiente más arriesgada de su nuevo Boarding House Reach ante una audiencia más casual y sedienta de escuchar los grandes éxitos de su dilatada trayectoria. Pues bien, hubo un poco de todo, aunque el genio de Detroit supo jugar de manera inteligente todas su cartas. En hora y media regaló un buen puñado de temas de The White Stripes para los más acérrimos (hasta nueve entre las que cayeron la inicial ‘Black Math’, ‘Hotel Yorba’, ‘We’re Going To Be Friends’, ‘I’m Slowly Turning Into You’, ‘The Hardest Button To Button’ y ‘Ball And Biscuit’), reivindicó de manera rotunda su momento actual con singles tan acertados como la nueva ‘Over And Over And Over’, ‘Sixteen Saltines’, ‘High Ball Stepper’ o ‘Lazaretto’, disparando sin cesar un arsenal interminable de riff marcianos apoyándose en una banda de acompañamiento instrumentalmente excelsa en todo momento. Ecos de rock setentero pa-


ALICE IN CHAINS

sados por el pedal de fuzz, soul, blues, country, folk, ritmos cercanos al hip hop y lo que le echen. Un talento inabarcable que remató recuperando una ‘Steady As She Goes’ de The Racounters, celebrada como la que más y la inevitable ‘Seven Nation Army’ coreada para gozo de la afición. Poco artistas saben caminar mejor entre lo popular y lo vanguardista. De diez. Se producía el momento de escoger entre uno de los solapes más doloroso y desafortunados de toda la programación. Y aunque nosotros teníamos muy clara nuestra elección, no negamos que nos dolió un poquito tener que prescindir de Arctic Monkeys. Para nuestra suerte, parece que elegimos bien, ya que según nos contaron, la banda de Sheffield abusó de los cortes del polémico y acomodado Tranquility Base Hotel & Casino, algo que se acabó trasladando al resto de un repertorio ejecutado

sin el ritmo ni la chispa característica de la que siempre han hecho gala. A Alex Turner se le ve excesivamente endiosado desde hace tiempo y corre el riesgo de ahogarse en su propio ego. Veremos si aún está a tiempo de recuperarse. Decíamos que elegimos bien porque, aunque el de Alice In Chains no fue el concierto del día, poquito le faltó. Principalmente porque la guitarra de Jerry Cantrell se escuchaba algo baja, un dato imprescindible para disfrutar en plenitud de estas leyendas del grunge. Aun con todo, ni eso nos privó de ver a una formación que aunque ya tiene unos cuantos años acumulados en esta versión 2.0, se la nota totalmente rejuvenecida y todavía con recorrido por delante. Mike Inez marcaba territorio haciendo retumbar su bajo, y William DuVall, aparte de ser un vocalista de primera, no perdió en ningún segundo la conexión con el público. No es Layne Staley ni lo pretende, y es lo mejor

que puede hacer. ‘Check My Brain’, ‘Stone’ o esa ‘The One You Know’ que avanzaron de su próximo Rainer Fog no desentonaron, pero por supuesto fueron ‘Them Bones’, ‘We Die Young’, ‘Man In The Box’ y ‘Would?’ las que elevaron el nivel de euforia colectiva. Uno de esos grupos que deberían ser patrimonio de la humanidad. Reconozcámoslo: la electrónica no es lo nuestro y por eso no entraba en nuestro planes asomarnos por la carpa The Loop, pero poder asistir a un recital de Massive Attack era una oportunidad que no se tiene todos los días. Lamentablemente, el combo de Bristol optó por privarnos de ello, ya que canceló en el último momento su concierto alegando que el sonido del escenario donde actuaban en ese instante Franz Ferdinand (que se encontraba a algo más de un kilómetro de distancia) interfería en el correcto desarrollo del suyo. Irónicamente, lo único que escuchamos mientras esperamos durante más de media

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LA M.O.D.A.

hora fueron los pitos del público como señal de enfado, protesta que no tardó en propagarse por las redes sociales. Antes de conocer los motivos de la cancelación, decidimos tomar posiciones en el Koko Stage para ver una vez más a nuestros amigos de La Maravillosa Orquesta Del Alcohol. Nunca nos cansaremos de sentir orgullo de haber visto crecer a esta cuadrilla de colegas de Burgos desde la primera vez que pisaron la capital en 2012 en una Ritmo y Compás en la que apenas seríamos una veintena de personas. Seis años después, y con un incontable número de bolos acumulados en su cuentakilómetros, son una de las formaciones nacionales más sólidas por derecho propio. Es fantástico ver cómo cada día son mejores sobre unas tablas de las que demuestran ir sobrados. La cercanía que consiguen con su público gra-

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cias a ‘Mil Demonios’, ‘PRMVR’, ‘La Vieja Banda’, ‘Los Hijos De Johnny Cash’, ‘Hay Un Fuego’, ‘Nómadas’ o su himno más reciente, ‘Héroes Del Sábado’, está al alcance de muy pocos. SÁBADO 14 El último día arrancaba bien pronto con Wolf Alice como protagonistas. El crecimiento de los ingleses va a buen ritmo y están empezando a tomar posiciones para convertirse en un grupo más grande de aquí a unos años. Su Visions Of A Life del año pasado cayó prácticamente enterito (‘Yuk Foo’, ‘Beautifully Inconventional’, ‘Don’t Delete The Kisses’, ‘Space & Time’), y sumado a lo mejor de su debut, como ‘You’re A Germ’, ‘Moaning Lisa Smile’ y ‘Giant Peach’, acabaron por completar una hora muy convincente. Pasamos al escenario principal, don-

de pudimos ver a uno de los nombres más mediáticos del mainstream británico de los últimos tiempos. Rory Graham, o lo que es lo mismo, Rag’N’Bone Man desplegó junto a su banda una suerte de soul funk accesible para todos los gustos con dejes puntuales de hip hop. Tal vez abusó de algún momento más azucarado, pero singles tan populares como ‘Human’ o ‘Skin’ salvaron la papeleta. Al igual que el jueves, tuvimos que sacrificar a Jack Johnson para ver de cerca a Queens Of The Stone Age. Lejos de apagar las críticas suscitadas tras el incidente en el que le propinó una patada a una fotógrafa, da la impresión de que Josh Homme sigue encantado con su actitud chulesca. Y eso puede llegar a tener hasta su parte buena, como que dé un concierto cargado de punch y un carisma incontesta-


DEPECHE MODE

ble. Pero también que esté a punto de provocar alguna desgracia cuando incitó al público a saltar las vallas de seguridad para meterse en la zona VIP. “Seguridad, dejen entrar a toda esa gente. Esta noche trabajáis para mí, así que no voy a tocar hasta que toda esta parte del escenario esté llena”, soltaba el pelirrojo mientras arengaba a la audiencia durante el puente de ‘No One Knows’. Por suerte no pasó a mayores, pero terminó por echar más gasolina a un concierto donde brillaron con fuerza las canciones de Villains (‘Feed Don’t Fail Me’, ‘The Way You Used To Do’, ‘The Evil Has Landed’) y los éxitos de siempre, casos de ‘Little Sister’, ‘Go With The Flow’, ‘Make It Wit Chu’ y una portentosa ‘A Song For The Dead’ con la que acabaron por destrozar literalmente la escenografía que tenían montada. Una salvajada que hasta se hizo

corta. Tras el chute de energía que nos proporcionaron las Reinas, no esperábamos encontrarnos con otra sobredosis de la mano de Rival Sons. El nombre de los californianos hubiera podido pasar desapercibido entre los más grandes del cartel, pero consiguieron reunir a una importante cantidad de gente que ya estaba cantando desde minutos antes de que saliesen a escena. Y no es para menos, ya que comandados por un vocalmente pletórico Jay Buchanan dieron uno de los concierto más completos de todo el festival. Pegada brutal, instrumentalmente sobrados y, lo más importante, un ramillete de canciones al que muy pocos dentro de su estilo se puede acercar: ‘Electric Man’ (¿Uno de los mejores riffs de los últimos años? Seguramente), ‘Secret’, ‘Pressure & Time’, ‘Open Your Eyes’, la

siempre monumental ‘Torture’ y una ‘Keep On Swinging’ que culminó toda una exhibición de poderío por su parte. Aunque vimos al respetable rendido ante ellos desde el primer minuto, viendo algo así cuesta explicar por qué esta gente no está en boca de todo el mundo. Si aún existe salvación para el rock’n’roll en estos días, es gracias a bandas como Rival Sons. Volviendo a la zona de los escenarios principales, vimos cómo Depeche Mode clausuraban su concierto con ‘Enjoy The Silence’ y una inesperada ‘I Just Can’t Enough’. No podemos hablar con mucho conocimiento, pero parece que despertaron opiniones dispares. Donde parece que sí hubo consenso fue a la hora de señalar el de Nine Inch Nails como el concierto definitivo de este Mad Cool. Servidor no diría tanto, pero desde luego ver a un impo-


JET

nente Trent Reznor a sus 53 primaveras sacando músculo en un evento de este tipo siempre es digno de destacar. Con ‘Somewhat Damaged’ y ‘The Day The Wolrd Went Away’ casi pensábamos que iban a clavar el comienzo de The Fragile, pero rápidamente cambiaron de planes para torpedearnos sin previo aviso con ‘Wish’ y ‘March Of The Pigs’, que acabaron por subir las revoluciones a tope. A partir de ahí llegó el momento de presentar el contenido de sus últimos EPs (sonaron ‘The Lovers’, ‘Ahead Of Ourselves’, ‘God Break Down The Door’) que significaron un pequeño bajón del que se recuperarían más tarde tirando de singles como ‘Survavilism’, ‘Gave Up’, ‘The Hand That Feeds’ y ‘Head Like A Hole’, e incluso rindiendo tributo a David Bowie con aquella ‘I’m Afraid Of Americans’ que 140

grabaron mano a mano años atrás. Reznor insinuó en que éste podría ser su último show europeo en una buena temporada, pero por si acaso, nos obsequió con uno de los ‘Hurt’ más emocionantes que le hayamos visto con medio festival conteniendo la respiración. Otros clásicos que aún se resisten a morir. A quienes dábamos por enterrados desde hace tiempo era a Jet. De hecho, estuvieron varios años separados, pero en 2016 volvieron al ruedo. En bastante menos de la hora y pico que tenían programada demostraron que siguen sonando engrasados, pero su rock a medio camino entre AC/DC y los Rolling Stones ya no sorprende a casi nadie por mucho que el gentío que consiguieron reunir hiciese que el Koko Stage se quedase pequeño. Soltaron su

esperada ristra de éxitos (‘Rollover DJ’, ‘Put Your Money Where Your Mouth Is’, ‘Cold Hard Bitch’, ‘Rip It Up’ y, cómo no, ‘Are You Gonna Be My Girl?’) y se largaron sin más. Al igual que nosotros, ya que la electrónica desfasada de Underworld no nos empujó a echar los últimos bailes. Teníamos las baterías bajo mínimos. En resumen, el tercer año del Mad Cool será recordado por un buen puñado de conciertos para guardar en la memoria del disco duro, pero también por ser un evento que no acaba de brillar como debería teniendo en cuenta el nivel económico y de infraestructuras que maneja. Aun con todo, ya estamos deseando conocer los primeros nombres de 2019. Seguro que más de uno acabará cayendo de nuevo. Y nosotros también, claro.


GOO GOO DOLLS 22 DE JULIO DE 2018

SALA APOLO, BARCELONA TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: NADIA NATARIO

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n sus más de 30 años de carrera, Goo Goo Dolls nunca habían actuado en nuestro país. Que la sala Apolo ni siquiera se llenase para esta primera visita puede tomarse tanto como la causa, como la consecuencia de tan larga ausencia. Oficialmente esta gira también debía servir para celebrar el 20 aniversario de su disco más célebre, Dizzy Up The Girl, que vendió copias como rosquillas gracias al megahit ‘Iris’, pero, aunque interpretaron un buen puñado de sus temas, también dejaron otros tantos fuera para repasar otros de su catálogo. Como era de esperar, fuera quedaron los de sus cuatro primeros discos, más punk y cercanos a The Replacements, una pena, pero comprensible teniendo en cuenta que muchos de sus fans actuales ni siquiera saben de su existencia. En mi caso, el viaje ha sido inverso, y

son sus últimas obras las que apenas me interesan, pero el show sirvió para tener una fotografía fiel de lo que son Goo Goo Dolls en 2018. Sus maneras y su repertorio son los de una banda de arena rock, como unos Bon Jovi más sutiles y cercanos, donde el vocalista Johnny Rzeznik (de bótox hasta las cejas) ejerce de estrella absoluta, repartiendo sonrisas y púas a las primeras filas. A su lado, el otro miembro original, el bajista Robby Takac, asume feliz su papel de actor secundario, cantando cada vez menos temas, como ha ido ocurriendo también en sus discos. Fue un placer poder escuchar canciones como ‘Dizzy’, ‘Slide’, ‘Black Balloon’, ‘January Friend’ o ‘Long Way Down’. Naturalmente no faltaron sus baladas más conocidas, ‘Name’, ‘Sympathy’, en la que Rzeznik tuvo que volver a empezar porque se le olvidó la letra, o la inevitable ‘Iris’,

que puso todos los móviles en alto. Arropados por tres músicos tan grises y estáticos como efectivos, Rzeznik y Takac se mueven por el escenario como si estuvieran en el Madison Square Garden, con esa soltura que dan tantos años de experiencia e interpretando cada canción como si fuera un himno. Esa seguridad hizo que incluso canciones más recientes como ‘Over And Over’, ‘So Alive’, ‘Free Of Me’ o ‘Rebel Beat’ cobraran nueva vida respecto a sus versiones de estudio. Para el bis dejaron ‘Boxes’, tema que da título a su último disco de 2016, y su cover rockera de ‘Give A Little Bit’ de Supertramp que sirvió para que todo el mundo participara cantando una vez más. A pesar de que durante el concierto comentaron que no podían creer que nunca hubieran actuado en España, uno se fue a casa convencido de que probablemente nunca vuelvan. 141


QUEENS OF THE STONE AGE 11 DE JULIO DE 2018 RAZZMATAZZ, BARCELONA TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: NADIA NATARIO

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ueens Of The Stone Age molan que te cagas. Y lo saben. Pocas veces ves un grupo plantarse con tanto aplomo sobre el escenario. Combinan esa actitud de estar de vuelta de todo con la determinación de dar el mejor concierto posible. Me consta que en el Mad Cool dieron uno cojonudo, pero sinceramente, poder haberles visto en una sala, para ellos ahora ya pequeña como Razzmatazz, fue todo un privilegio. Un repertorio extenso de 19 canciones a lo largo de más de dos horas que el mismísimo Jack White (actuaba al día siguiente en el Festival Cruïlla) no quiso perderse desde un lateral. Con algo de retraso respecto al horario previsto, algo que no hizo sino aumentar la expectación de las 2.000 personas que habían agotado las entradas el mismo día que salieron a la venta, Josh Homme

y los suyos arrancaron con ‘Song For The Deaf’ y ‘Sick, Sick, Sick’, con esas guitarras cortantes y un estribillo dispuesto para ser coreado. El sobrio pero original juego de luces con unos palos luminosos repartidos por el escenario que iban cambiando de color, y que de vez en cuando se llevaban patadas o golpes por parte de los músicos, contribuyó a crear una atmósfera asfixiantemente festiva. ‘Feet Don’t Fail Me’ y ‘The Way You Used To Do’ fueron las primeras referencias a su último disco Villains, y como imaginábamos, funcionaron de maravilla en directo con ese punto sexy y bailable. Después de ‘You Think I Ain’t Worth A Dollar, But I Feel Like A Millionaire’ llegó uno de los momentos más esperados con ‘No One Knows’, cantada a lo hooligan por el público, que incluyó un solo de batería del inconmensurable John

Theodore. Marginado completamente su primer álbum, de Rated R sólo cayó la envolvente ‘In The Fade’. No, no tocaron ni ‘The Lost Art Of Keeping A Secret’, ni ‘Feel Good Hit Of The Summer’. Pero ¿sabéis qué? Tampoco los necesitan. Una gigantesca ‘My God Is The Sun’ dio lugar a varios temas en los que mostraron una cara menos visceral como ‘Smooth Sailing’, ‘I Never Came’ o la elegante balada ‘Villains Of Circumstance’. Para el final, desmadre con ‘Little Sister’, el guateque de ‘Make It Wit Chu’, con la bola de espejos iluminando la sala mientras Homme incitaba al sing along, ‘Go With The Flow’ y una ‘Song For The Dead’ con esos arranques y parones que puso a todo el mundo del revés. Llegaron, vieron y vencieron. Otra noche en la oficina para Queens Of The Stone Age. 143


FESTIVAL CRUÏLLA

12, 13 Y 14 DE JULIO DE 2018 PARC DEL FÒRUM, BARCELONA TEXTO: LLUÍS S. CEPRIÁN FOTOS: CARLES RODRÍGUEZ

JACK WHITE 120


PROPHETS OF RAGE

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l Cruïlla logró igualar las cifras de asistencia de la edición del año pasado en la que transitaron por el recinto del Fòrum nada menos que 57.000 personas a lo largo de tres días (dos más una jornada de apertura con un mini programa nutrido por tres conciertos). El cartel volvió a ser tan ecléctico como siempre, pues es el sello del evento, y de nuevo, los acontecimientos no sólo surgieron del ámbito musical, habiendo lugar para propuestas de entretenimiento como el espectáculo de las Brujas de Cervera, que representaron ‘Aquelarre’, o la Always Drinking Marching Band, así como otras actividades repartidas por el recinto como danza, talleres, teatro o equilibrismo. Este surtido de entretenimiento hace que el Cruïlla se mantenga como uno de los eventos con mayor atractivo para el público familiar. De hecho, se puede decir que es el festival

con una mayor afluencia de menores, un hecho que sintoniza más con otros países europeos como Inglaterra u Holanda. Musicalmente hablando, llegamos a una gran variedad de confines sonoros. El día del ‘aperitivo’ inaugural, el cartel reunió a Jack White y a Bunbury como reclamos principales. Antes, Seasick Steve abrió fuego con una poderosa dosis de blues rock de corte clásico. El músico septuagenario conquistó al público acompañado de su guitarra customizada. No hay que olvidar que Third Mar Records, el sello del mismísimo Jack White, ha publicado algunos discos del artista de Oackland. Pero la respuesta de público de cara a esta primera jornada fue más débil de lo esperado. Jack White tuvo claro por dónde tirar: siguió la estela negra de su último disco y se dedicó a desgranar lo mejor de su cancionero en

clave afroamericana, eso sí. La razón de su última gira en principio era la presentación en directo de su tercer trabajo de estudio, Boarding Reaching House, un álbum mucho más planeado que sus dos anteriores y que no hace ascos al funk de los 70, pero lo que ofreció en el Cruïlla fue más bien un repaso a lo mejor de su carrera, con un gran protagonismo de los temas pertenecientes a su etapa White Stripes. Y es que el artista de Detroit recuperó un total de siete temas de esa época, eso sí, todos minuciosamente versionados, dándole una corporeidad mucho más groove. Empezó con nada menos que ‘When I Hear My Name’, uno de los pelotazos del primer disco junto a Meg White, de 1999, que enlazó con ‘Over And Over And Over’ y ‘Corporation’ de su última obra. Fue un viaje cargado de riffs y velocidades de vértigo, en el que White cambió más veces de 145


N.E.R.D.

guitarra que Beyoncé de vestido en un concierto. Pero acabó atiborrando con tanta filigrana. Al final, tras hora y media, decidió dar por concluida la velada con la previsible ‘Seven Nation Army’, que volvió a ser, con diferencia, el gran detonante de reacción del público. Bunbury se encargó de poner el broche a la noche con un recorrido a lo largo de su longeva carrera en el que no faltaron algunos momentos de su época con Héroes Del Silencio, como ‘Mar Adentro’, ‘Maldito Duende’ y ‘Héroe De Leyenda’. La primera jornada propiamente dicha contó con la presencia, entre otros, de N.E.R.D., sin duda uno de los platos fuertes del cartel de este año. Había ganas de ver en su ele146

BUNBURY

mento a Pharrell Williams, uno de los artistas más mediáticos de la escena pop norteamericana. Este proyecto, que comparte con Chad Hugo y Shay Haley, sirve para sacar afuera la vena más canalla de la superestrella que reparte su tiempo entre la música, la moda y la publicidad. El concierto pivotó alrededor de los hits de la banda, aunque también hubo algún que otro salto a éxitos ajenos a N.E.R.D. de solvencia planetaria, como ‘Happy’ y ‘Get Lucky’ -aquí, lógicamente, sin sus compinches robóticos de Daft Punk-. En definitiva, el combo consiguió empaquetar un buen espectáculo en el que no faltó complicidad continua con el público. Pero, sin duda, los que se llevaron el gato al agua

fueron Prophets Of Rage, el supergrupo conformado por miembros de Rage Against The Machine, Cypress Hill y Public Enemy. ¡Ahí es nada! La maquina de beats y riffs metaleros basó un set nutrido por los mejores hits de las tres formaciones. Fue como trasladarse en el tiempo a los 90, ya que de su único disco publicado hasta la fecha sólo interpretaron un par de temas. Y la gente encantada, claro, ¿para qué nos vamos a engañar? Los miembros de la banda aparecieron ataviados con la camiseta del Barça, y en la de alguno de ellos además se podía leer, como era de esperar, alguna proclama de corte político, como en la de Tom Morello, en la que se pudo leer “Fuck Trump”


DAVID BYRNE

y “Catalunya lliure”. El show acabó con un fondo rojo en el escenario y en medio la frase “Make Barcelona Rage Again”. El concierto fue potente y cumplió con las expectativas del que no espera una nueva vuelta de tuerca a un sonido ya pretérito. Casi a la misma hora aconteció otro de los momentos más esperados de la edición: el concierto de Lory Meyers, que con motivo de su 20 aniversario volvieron a actuar en Barcelona después de varios años. El cuarteto granadino regaló un directo sin fisuras en el que hicieron un repaso a toda su trayectoria: ‘Corazón Elocuente’, ‘Explícame’, ‘Alta Fidelidad’, ‘Mi Realidad’, ‘Planilandia’, ‘Religión’… Al final, se apearon tras interpretar sus composiciones

más recientes, con un respetable más que agradecido. El último día, fue David Byrne quien brilló por encima de la media. Presentó por primera vez en España el espectáculo con el que actualmente está girando por medio mundo. En poco más de una hora, repasó lo mejor de su carrera, en solitario (‘Lazy’, ‘I Dance Like This’) y con Talking Heads (‘Once In A Lifetime’, ‘I Zimbra’, ‘Slippery People’, ‘The Great Curve’, ‘Burning Down The House’ y ‘This Must Be The Place (Naive Melody)’). Como colofón demostró por qué es uno de los músicos más comprometidos haciendo alusión a las víctimas de la violencia policial, con la versión de ‘Hell You Talmbout’, una canción

protesta de Janelle Monae que se ha convertido en himno del movimiento activista Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan). La propuesta de Byrne logró con los mínimos elementos conseguir el máximo de rendimiento. Y es que los componentes escenográficos se limitaron a la iluminación y a las coreografías de los músicos, los cuales llevaban los instrumentos incorporados para poder desplazarse con facilidad por todo el escenario siguiendo a Byrne, auténtico maestro de ceremonias del show. Esa misma noche también tocaron The Roots, Justice, Orbital, Izal, Belako y La M.O.D.A., pero ninguno llegó a las cotas de perfección de la propuesta de Byrne. 147


OZZY OSBOURNE

ROCK FEST BARCELONA 5, 6 Y 7 DE JULIO DE 2018 PARC DE CAN ZAM SANTA COLOMA DE GRAMENET TEXTO: ANDRÉS MARTÍNEZ FOTOS: ERIC ALTIMIS

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JUDAS PRIEST

A

priori, el Rock Fest 2018 se presentaba con un cartel algo más discreto que en años anteriores. Quizás no en cabezas de cartel, pero sí en esa clase media, que esta vez no acababa de ser lo suficientemente atractiva como para desafiar el sofocante calor y aguantar estoicamente desde primera hora del mediodía. Sigo pensando en el alarmante inmovilismo de los responsables para con las bandas jóvenes emergentes. Colocar grupos tributo o artistas de muy dudosa reputación va en detrimento de una propuesta, que por otro lado, en organización e infraestuctructuras se muestra impecable, pero habría que recordarles la existencia de nombres que por concepto y sonido encajarían como un guante y que seguramente sorprenderían a un público que, en su mayoría, desconoce su existencia. Por lo demás, ninguna queja. Esta vez el festival arrancaba un día antes de lo normal, y allí estábamos para contároslo.

JUEVES 5 Tankard y Eclipse cumplieron ambos con la ingrata labor de abrir el Rock Fest y no lo hicieron nada mal, sobre todo los primeros, que aún conservan cierta peligrosidad en su thrash cervecero. Antes que ellos, Amaranthe no sonaron mal, aunque mientras escuchábamos sus acordes, nos acreditábamos en las taquillas. Si Twisted Sister protagonizaron años atrás algunos de los mejores momentos del evento, no se puede decir lo mismo de su líder Dee Snider, que se presentó con una banda más bien justista y un nuevo álbum cuyas canciones sonaban tristemente mediocres. Si acudía al cancionero clásico es evidente que la cosa mejoraba (‘I Wanna Rock’ fue coreada hasta la saciedad), pero era sólo hasta que apareció esa broma de mal gusto llamada ‘Huevos Con Aceite’ y que se elevó al cielo del festival. Probablemente haya quien le haga gracia, pero no es mi caso, sobre todo cuando se repite una y otra vez

año tras año. Era hora de prepararse para Uriah Heep. Los británicos, con el incombustible Mick Box al frente, realizaron un show precioso, impecable, pero lastrado por un sonido horrible donde la voz de Bernie Shaw era constantemente enterrada por los graves de la base rítmica. Una pena, porque el setlist fue un sueño. Sus canciones nunca tendrán el reconocimiento de otros mediáticos repertorios de los 70, pero escuchar de un tirón perlas como ‘Gypsy’, ‘Look At Yourself’, ‘July Morning’ o ‘Easy Living’ no tiene precio y, personalmente, la interpretación de esa belleza titulada ‘Lady In Black’ fue uno de los grandes momentos de las tres jornadas. Accept volvieron a hacerlo. No hacía mucho los habíamos visto en sala, por lo que aprovechamos su recital para disfrutarlos relajados, mientras reponíamos fuerzas. Fue imposible, pues con ‘Restless And Wild’ decidimos avanzar hacia las primeras filas y disfrutar de ‘Midnight Mover’, ‘Fast 149


ACCEPT

As A Shark’ y ‘Balls To The Wall’ entre los metalheads más locos. Salimos magullados pero vivos. Judas Priest se presentaban con Firepower, un buen álbum bajo el brazo, y las dudas de siempre: ¿Merece la pena seguir con sólo dos miembros originales y sin el concurso de Glenn Tipton, el alma de la banda? Esa pregunta nos la deberíamos hacer con muchas formaciones, pero lo cierto es que se mostraron más que dignos ofreciendo un show muy emocionante. El repertorio estaba hecho para los fans de verdad, aquéllos que llevan siguiéndolos desde siempre. Disfrutar de ‘Sinner’ fue una sorpresa, al igual que ‘Grinder’ o esa maravillosa ‘Bloodstone’ que sonó atómica. Rob Halford va justo, sobre todo en los temas más exigentes como ‘Painkiller’, pero su presencia sigue siendo

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H.E.A.T.

imponente comandando al grupo con su inmenso carisma. Tipton salió en los bises, su presencia nunca está asegurada pues la decisión de tocar o no se toma dependiendo de su estado físico, y aunque fue doloroso verlo en ese estado tan débil, agradecí poderlo disfrutar en esa tríada final formada por ‘Metal Gods’, ‘Breaking The Law’ y ‘Living After Midnight’. El cariñoso y emotivo beso que le regaló Halford fue otro de los grandes momentos de un evento que se acercaba a clausurar su primer día. Ozzy Osbourne en el escenario, ni más ni menos. El indestructible Madman, que parece resucitar una y otra vez desde sus cenizas. Cuando lo vimos en la gira de despedida de Black Sabbath casi todos estábamos convencidos de que aquella noche londinense

había sido la última vez. Pero no, una llamada a Zakk Wylde, unos ensayos, y a la carretera. Ya sabemos cómo está, se le olvidan los textos, babea, se pierde, pero todavía es capaz de mantener su carisma intacto e incluso lo noté más activo que con su banda madre. Un catálogo de temas de ensueño fue deslucido por un Zakk Wylde más pesado que nunca. Ahí estaban ‘Crazy Train’, ‘Mr. Crowley’, ‘Shot In The Dark’, ‘No More Tears’, ‘Bark At The Moon’, más algún incunable como ‘War Pigs’ o ‘Fairies Wear Boots’, siendo algunas de ellas masacradas por un guitarrista que todavía cree que la velocidad está por encima de las melodías. Para algunos, sin embargo, se erigió como el salvador del show con sus machacones riffs y sus eternos armónicos. Cuestión de gustos, supongo, pero por favor, que


DIMMU BORGIR

nadie lo compare a Randy Rhoads o a Jake E. Lee, porque sencillamente éstos están a años luz. Exhaustos, disfrutamos del show de H.E.A.T. tumbados plácidamente en el césped artificial. Gran banda, y es que un grupo que cuente con zarpazos como ‘Mannequin Show’, ‘Redefined’ o ‘A Shot At Redemption’ y que además sepa defenderlos de una manera tan contundente, merecen todo nuestro respeto. No fueron pocos los que se sorprendieron con la excelsa calidad de su hard rock tan preciosista y comenzaron a buscar en sus móviles cómo descargar los discos de los suecos. VIERNES 6 Sin duda el día más flojo. Teníamos el aliciente de poder presenciar la reunión de los Helloween originales

interpretando su repertorio más clásico, pero el resto del día era como para tomárselo con tranquilidad. Los teutones hicieron un gran concierto comenzando con la grandilocuencia de ‘Halloween’, y desde ese inicio ya nos dimos cuenta de que esta reunión estaba excelentemente planificada. ‘Dr. Stein’ y ‘I’m Alive’ continuaron sonando colosales, y tan sólo se desinfló algo la euforia con el consabido y tedioso solo de batería. Acabaron a lo grande con ‘Future World’ y ‘I Want Out’ y nos hicieron sentirnos culpables por haber dudado de ellos. De lo demás hay que destacar el excelente show de Ross The Boss, quien dignifica mucho más que sus excompañeros el sagrado repertorio de Manowar. Su sonido de guitarra es el que demanda esos clásicos y fue

una gozada volver a gozar de himnos como ‘Kill With Power’, ‘Fighting The World’ o ese portentoso ‘Battle Hymn’, la que probablemente sea una de las composiciones de heavy metal más grandes de todos los tiempos. Axel Rudi Pell también tuvo que lidiar con un calor sofocante, pero las tablas de este tipo son demasiado bestias como para verse intimidado por nada. Antes que ellos, los suecos Dark Funeral luchaban para que su corpse painting no se derritiera por las altas temperaturas que reinaban al mediodía en el recinto de Can Zam. Como auténticos campeones salieron a matar y tengo que decir que ‘The Secrets Of The Black Arts’ sonó tan mortífera como si hubiese sido noche cerrada. Dimmu Borgir, en un horario mucho más apropiado, no se 151


HELLOWEEN

mostraron igual de convincentes mientras Vixen tampoco tuvieron demasiada suerte, quizás por el horrible sonido que tuvieron que soportar. Finalmente, ya derrotados por el cansancio, nos dio tiempo a comprobar que los Annihilator de Jeff Waters continúan sonando ultra poderosos. Con temas tan certeros como ‘King Of The Kill’ de entrada ya tenían mucho ganado, y reconozco que aquella noche redescubrí a una banda que sin duda hubiera merecido mejor suerte de la que han tenido. Cerraron con ‘Alison Hell’ y los maldije por hacerlo tan bien. Estaba agotado y hubiera querido estar en casa a esas horas. SÁBADO 7 Abrían las puertas con algo de retraso y Destruction ya estaban descargando su macarra thrash metal como

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si no hubiera un mañana. Hay que reconocer la labor de estas bandas que, a pesar de su veteranía y trayectoria, abren los festivales cuando la gente todavía se está acomodando o simplemente luchando con el cansancio de la jornada anterior. Destruction nos noquearon una vez más y lo mismo podríamos decir de Dead Daisies, una formación que no me acaba de convencer en disco y que, sin embargo, en directo se crece hasta el infinito. Es obvio que todos sus miembros son perros viejos y músicos curtidos en mil y una batallas, y eso, amigos, se nota cuando se sube a un escenario. John Corabi, un tipo que no ha tenido demasiada suerte en este negocio, lidera con firmeza una banda que, si sigue creciendo, pueden convertirse en la gran espe-

STRYPER

ranza del hard rock. De momento, he de confesar que temas como ‘Resurrected’ o ‘Make Some Noise’ me van entrando, y que tuvieran el gusto de versionear a los Stones y a Sensational Alex Harvey Band es un punto a su favor. Phil Campbell y sus hijos bastardos y Stryper también dieron excelentes recitales. El guitarrista de Motörhead ha seguido allí donde lo dejó cuando Lemmy se fue y, al lado de sus vástagos, nos estampó una lección de lo que ha de ser una potente y grasienta banda de rock’n’roll. Que se acordara de su pasado con joyas como ‘Going To Brazil’, ‘Ace Of Spades’ o ‘Born To Raise Hell’ era de esperar, lo que no creíamos es que los temas propios iban a sonar tan poderosos al lado de tan vitoreado setlist. Si te gustan Turbonegro, Ramo-


MEGADETH

nes o los mismos Motörhead, échale una escucha a bombas como ‘Big Mouth’ o ‘Spiders’. Seguro que te llevas una sorpresa, y encima también se atrevieron con un caótico ‘Silver Machine’ original de Hawkwind. Más no se puede pedir. Cuando nos estamos acostumbrando peligrosamente a que músicos maduros destrocen repertorios por una simple cuestión física, es reconfortante encontrar un caso como el de Michael Sweet. Todos sabemos dónde llegaban sus registros vocales en los 80... pues bien, el tipo sigue haciendo gala de una autoridad y un caudal de voz que asusta. Gracias a él, Stryper sonaron fantásticos. Me encantan las bandas de hard rock que en directo metalizan su propuesta y Stryper eso lo hacen de maravilla

gracias a las afiladas guitarras de Oz Fox, del mismo Michael Sweet y, por supuesto, de la atronadora batería del otro hermano, Robert Sweet, que aunque ya no toque de costado, sigue aporreando su kit como un auténtico maníaco. Desconozco los temas del nuevo álbum, pero algunos de los que tocaron me sonaron a futuros clásicos. Lo demás, una gozada: ‘Calling On You’, ‘Soldiers Under Command’, ‘Free’, ‘The Way’, ‘To Hell With The Devil’… material inolvidable que fue tocado con la misma clase y elegancia que siempre. Megadeth se mostraron demoledores, como si fueran jovencitos con ganas de demostrar cosas todavía. Salieron con ganas y con un repertorio estratosférico que los hizo todavía más implacables. Comenzar con

‘Hangar 18’ es toda una declaración de intenciones, y aunque debíamos reponer fuerzas para lo que se avecinaba, desde la zona de comidas escuchábamos el estruendo de un público rendido a ese final con ‘Symphony Of Destruction’ y ‘Peace Sells’. Se acercaban los dos cabezas de cartel y, lamentablemente, en mi opinión, las dos grandes decepciones del festival. Curiosamente ambas propuestas no consiguieron un consenso total. Tanto Scorpions como Kiss recibieron desde las críticas más feroces hasta las alabanzas más exageradas. Como dice un compañero de la revista, gozar de estos shows depende en gran medida de tu estado de ánimo y de tu propia predisposición para disfrutar de un bolo que tiene mucho de nostálgico. Los alemanes estuvieron aburridos, planos 153


SCORPIONS

y sin ningún atisbo de chispa. Sonaron, eso sí, correctos. Rudolf Schenker todavía conserva algo de energía, Mathias Jabs sigue tocando muy bien y Mikkey Dee se ha acoplado a la perfección, pero aquello no arrancaba. Klaus Meine no está para demasiadas alegrías, se mueve poco y canta lo justo, pero lo peor es sentir que canciones tan queridas como ‘Big City Nights’ o ‘Make It Real’ suenan con una alarmante falta de garra. El momento 70’s con ese medley formado por ‘Top Of The Bill’, ‘Steamrock Fever’, ‘Speedy’s Coming’ y ‘Catch Your Train’ fue lo mejor de un show desordenado y ramplón donde, por supuesto, no faltaron todas las baladas habidas y por haber. Lo de Kiss fue todavía peor, y hablo de una de las bandas de mi vida. Es cierto que el concierto todavía impacta, pero las carencias de la formación

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KISS

son tan salvajes que hay momentos en los que ni siquiera disfrutas de esos elementos circenses que antaño complementaban de manera perfecta a la banda más caliente y genuina del planeta. El caso de Paul Stanley es especialmente sangrante. Su voz es casi inexistente, y además, él mismo insiste en exponerse todavía más a esa escasez a base de monólogos que dejan al descubierto su lamentable estado de forma vocal. Todos sabemos de la exigencia que supone sacar adelante un show como el suyo, y Kiss llegan justos, muy justos a todos los niveles. Su incontestable repertorio les saca del atolladero en alguna ocasión, es imposible no disfrutar cuando se descuelgan con ‘Flaming Youth’ o ‘War Machine’, pero los jefes deberían pensar en si pueden aún lucir los maquillajes y seguir calzándose las plata-

formas en estas condiciones. No voy a mentir, me emocioné cuando cayó el telón y aparecieron con ‘Deuce’, canté como un loco cuando atacaron ‘Rock And Roll All Nite’ y volví a desgañitarme con ‘Detroit Rock City’, pero el poso que te queda es que el final de una era ha llegado y todos estos monstruos se ven imposibilitados de sacar adelante, de una manera digna, sus mastodónticos shows. Quién tomará su relevo es una enorme incógnita, pero mientras aún prefiramos pagar por dinosaurios renqueantes antes que apostar por nuevos valores, mucho me temo que esto se acabará en poco tiempo. Como me decía alguien a la salida de esta nueva edición del Rock Fest, ¿cómo llenarán cuatro días el año que viene sin no hay más nombres que vendan entradas? La respuesta, en unos meses.



INCUBUS 25 DE AGOSTO DE 2018 LA RIVIERA, MADRID TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: NADIA NATARIO (BARCELONA)

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ara un grupo debe ser toda una papeleta el darse cuenta que sus últimos trabajos no despiertan el más mínimo interés a su público, y puede que ni a ellos mismos. En el caso de Incubus, no sólo parecen ser conscientes de semejante dilema, sino que lo llevan mejor que bien. Los californianos regresaban a nuestro país después de una buena temporada sin dejarse ver por el circuito de salas. Que fuesen capaces de agotar todo el papel en cuestión de horas con varios meses de antelación y en una fecha en la que el personal anda más preocupado de apurar los últimos días de vacaciones en la playa o algún festival, dice mucho del tirón que aún conservan a pesar de venir con un álbum como 8, que pasó de puntillas por La Riviera, por suerte para los más nostálgicos. Y es que sólo hizo falta que Mike Einziger pulsara el riff de ‘Privilege’ nada más comenzar

para que la sala regresase de golpe y plumazo a los primeros años de la pasada década. ‘Anna Molly’ y ‘Megalomaniac’ se encargarían de mantener las sensaciones bien arriba a continuación. No fue hasta el quinto tema de la noche donde la obra en teoría a promocionar hizo acto de presencia con una anecdótica ‘State Of The Art’, que contrastó con el mejor recibimiento que obtuvo ‘No Fun’. Fueron las dos únicas visitas a 8 en toda la velada (del somnoliento If Not Now, When? ni rastro), por lo que quedaba claro que Incubus iban a jugar sus mejores cartas aunque fuese apelando a sus días de mayor gloria. ¿Pero cómo no hacerlo cuando puedes tirar de un cancionero que contiene joyas como ‘Circles’, ‘Pardon Me’, ‘Calgone’ (qué necesaria sería una gira de aniversario de S.C.I.E.N.C.E.), ‘Nice To Know You’ o esa ‘Sick Sad Little World’ que sonó de escándalo dejando espacio para que todos

los músicos se luciesen? Pasados ya los 40, Brandon Boyd no sólo sigue conservando su estupenda elegancia vocal, sino todo su magnetismo y atractivo físico para el goce visual de las y los presentes. La contrastada calidad de la formación salió a relucir a la hora de adornar y jugar con los tempos en ‘Wish You Were Here’ y ‘Drive’, amén de incorporar pequeños guiños entre canción y canción a Chris Isaak, INXS o Pink Floyd. Tan bien se lo estaban pasando que hasta se animaron con una estrofa de la coreada ‘Seven Nation Army’ al volver para un bis en el que rescataron la cara B ‘Punch Drunk’ y remataron con ‘A Crow Left Of The Murder’ seguido de una cachonda versión del ‘Pony’ de Genuwine que nos despidió con una sonrisa de oreja a oreja. Si cualquier tiempo pasado fue mejor, al menos Incubus se preocupan de seguir manteniéndolo con dignidad en el presente. 157


DE GIRA

WALKING PAPERS

21 DE SEPTIEMBRE RAZZMATAZZ 3 (BARCELONA) 22 DE SEPTIEMBRE SALA CHANGÓ (MADRID)

V

uestro último disco

WP2 me pareció que era muy

cinematográfico, como si cada canción pudiera ser una historia que pudiera convertirse en una película de

película, suelo acabar dormido (risas). Pero me gusta mucho la novela negra, Jim Thompson, Cormac McCarthy, ese tipo de historias oscuras”.

mutando. En la última gira contamos con una sección de vientos y eso les dio la posibilidad de crecer. Creo que el que intervenga otra gente ayuda a eso”.

Desde que publicasteis el primer disco, ha habido cambios en

¿Entonces no es importante

el grupo. ¿Cómo afectó todo

para ti contar con una

JEFF ANGELL (voz, guitarra) “No

eso la visión que tenías para la

formación estable?

fue algo intencionado, pero supongo que es mi manera de escribir. Siempre he visto las canciones como historias. Siempre que se me ocurre algo me siento dentro de una escena de una película independiente o algo así”.

banda?

“No le doy demasiadas vueltas. Creo que al final lo que queda es más la obra que quien ha participado en ella. Me siento orgulloso de mis canciones y un grupo es sólo la manera de presentarlas. Me siento así, no sólo respecto a este grupo, sino a otros proyectos pasados. Hay grupos en los que el instinto es más importante que la técnica en sí, como Joy Division o Birthday Party, pero a

cine negro. ¿Buscabas eso?

¿Eres muy aficionado al cine?

“Solía serlo, pero ahora apenas tengo tiempo. Si me pongo una

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“No sé. Al final un grupo pasa por diferentes capítulos en su historia. Pero supongo que yo soy el protagonista con las canciones, y tengo gente a mi lado que participa también en ellas. Hay gente con mucho nombre que contribuyó un poco y luego gente sin tanto nombre que ha contribuido mucho. Me interesa ver cómo las canciones van


AGENDA ABRIL mí me gusta combinar un poco esos dos aspectos”. Contar con Duff McKagan (Guns N’Roses) y Barrett Martin (Screaming Trees) en el primer disco le dio mucha exposición al grupo. ¿Cree que su papel se sobrevaloró?

“Creo que Duff sólo tocó en tres canciones en la versión original, pero, siendo quien es, llamó mucho la atención. Él lo sabía y por eso me siento muy agradecido que ayudara tanto a dar a conocer el grupo, y luego cuando hicimos una versión definitiva del álbum, grabó el resto de los bajos. Barrett me ayudó mucho a ver el potencial de mis canciones. Escogió algunas que quizá yo había pasado por alto”. Supongo que ahora que Duff está de nuevo en Guns N’Roses es como si viviera en otra galaxia. ¿Has podido mantener el contacto con él desde entonces?

“Intercambiamos mensajes de vez en cuando, sobre todo chistes malos (risas). Pero está dentro de una maquinaria enorme, así que es complicado”. Vuestra música me recuerda bastante a The Gun Club. ¿Fueron una banda importante para ti?

“Me gustaban, pero nunca fui un gran fan. Pero no eres el primero que nos compara con ellos; hasta mi novia me regaló su disco Miami y un fan me regaló el libro de Jeffrey Lee Pierce. Supongo que más que ellos, es que nos influenciaron bandas similares”. Siendo de Tacoma, viviste la explosión del grunge de primera mano. ¿Eras consciente en ese momento de estar viviendo algo importante?

“Durante esos años yo era un adolescente, pero tenía un carnet de identidad falso para poder colarme en los clubes. El primer concierto que vi fue Alice In Chains con Mother Love Bone. También vi a Smashing Pumpkins tocar para 100 personas. Con mi primera banda abrimos para Mother Love Bone y Soundgarden. Realmente absorbí mucho de toda esa escena. Fue una época muy emocionante. Y ver que todos esos grupos tenían éxito, fue muy motivador”. (JORDI MEYA)

THE ARISTOCRATS 21 Madrid, 22 Barcelona BATUSHKA 22 Barcelona, 23 Madrid, 26 Bilbao DAN BAIRD 12 Bilbao, 13 Madrid, 14 Valencia, 15 Barcelona DCODE (Imagine Dragons, Bastille, The Vaccines...) 8 Madrid ESCAPE WITH ROMEO 21 Barcelona, 22 Valencia 23 Madrid FINDLAY 21 Valencia, 23 Barcelona OKKVLT SESSION (Godflesh, Amenra...) 29 Madrid GIUDA 27 Valencia, 28 Tarragona, 29 Madrid, 30 Bilbao JARED JAMES NICHOLS 20 Bilbao, 20 Gijón, 21 Madrid, 22 Barcelona MATT HOLLYWOOD & THE BAD FEELINGS 16 Barcelona THE MONOCHROME SET 20 Madrid, 21 Valencia, 22 Zaragoza, 23 Barcelona NIGHT DEMON 18 Santander, 19 Barakaldo, 20 Barcelona THE POSIES 29 Barcelona, 30 Zaragoza RIFF RITUAL FEST (Siena Root, Yawning Man, Wedge) 8 Barcelona STICKY BOYS 4 Barcelona, 5 Madrid, 6 Santander, 7 Vitoria, 8 Malpica, 9 Cangas Do Morrazo TONY MACALPINE 28 Madrid, 29 Murcia, 30 Barcelona U2 20-21 Madrid VOIVOD 24 Barcelona, 25 Madrid YAWNING MAN 9 Barcelona, 10 San Sebastian, 10 Gijón, 12 Madrid YNGWIE MALMsTEEN 21 Santander, 22 Madrid, 23 Barcelona



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