RockZone 128

Page 1



Editorial 5150 S.L. no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores y/o lectores, así como del contenido material redaccional y gráfico por ellos remitido, física o telemáticamente, y aquí reproducido. Foto: Obsidian Kingdom @ Carles Rodríguez

EDITORIAL Aquellos tiempos en los que durante el verano se paralizaba todo han quedado atrás. Ahora, además de la extensa oferta de festivales, el lanzamiento de novedades es prácticamente continuo, así que hemos tenido que añadir unas cuantas páginas a las habituales para dar cabida a todos los contenidos que queríamos. Hemos sudado lo nuestro, pero pensamos que nos ha quedado una revista de lo más maja con entrevistas a primeras espadas como A Day To Remember o Gojira y excursiones al Hellfest o el Resurrection Fest. Esperamos que este número de RockZone os ayude a pasar la depresión post vacacional un poquito mejor. Enjoy!


SUMARIO

Nยบ 128

7 / INTERFERENCIAS

24 / THIS WILD LIFE

28 / GOOD CHARLOTTE

36 / VIVA BELGRADO

42 / A DAY TO REMEMBER

50 / RESURRECTION FEST

60 / THE OFFSPRING

62 / VOLBEAT


66 / TURISAS

68 / FRANK CARTER

72 / DISCO DEL MES

74 / CRÍTICAS

98 / BILLY TALENT

102 / RUSSIAN CIRCLES

106 / GOJIRA

112 / HELLYEAH


SUMARIO

Nº 128

116 / MOOSE BLOOD

120 / YOUNG GUNS

124 / EN DIRECTO

150 / DE GIRA + AGENDA

TU OPINIÓN ES IMPORTANTE. DEJA TU VALORACIÓN EN LA APP STORE O GOOGLE PLAY O HÁZNOSLA LLEGAR A ROCKZONE@ROCKZONE.COM.ES


INTERFERENCIAS TODO LO QUE NO QUERÍAS SABER PERO QUE TE CONTAREMOS DE TODOS MODOS

Editorial 5150 S.L. C/ Zamora 46-48. 4º 1º B. 08005 Barcelona Tel: 93 300 66 33 www.rockzone.com.es rockzone@rockzone.com.es Director/Redactor jefe: Jordi Meya Subdirector: Richard Royuela Redacción y edición: Pau Navarra Dirección de Arte y Maquetación: R2D2 Responsable de publicidad: Álex Tamburini, C/ Zamora 46-48. 4º 1ª B. 08005 Barcelona. Tel.: 93 300 66 33 / 638 41 57 03; editorial5150@gmail.com Colaboradores: Carles Ramírez, David Garcell, Jesús Brotons, Pablo Porcar, Samu González, Jordi Pons, Marc López, Xavier Iriarte, Andrés Martínez, Hugo de Cominges, Pau Ardid, Ignasi Trapero, Toni Castarnado, Sandra Astor, Lluís S. Ceprián, Jordi Forés, Javier Yela, Luis Benavides, David Sabaté, Eduard Petrolillo, Ignacio Reyo, Laura Clavero, Kiko Vega, Gonzalo Puebla, Fer Díez, Toi Brownstone, Alejandro Lozano, Andrea Genovart, Eneko Celestino, Jorge Fretes, Abel Valdelvira. Fotógrafos: Carles Rodríguez, Alfredo Arias, Eric Altimis, Rubén Navarro, Nadia Natario, Toni Villén, Javier Pérez. Web Rock Zone/Zona Zero: Ramón Franco (MONs), Rubén González (krater), Rubén Cougil (Kreeper), Jorge Pérez (Fear 57), Manuel Piñeiro (ManuKn), Marta Mariño (Smartita), Israel Higuera (wirrak). Foto de portada: DR

NEW DEL MES_ METALLICA LA MAQUINARIA DE METALLICA HA VUELTO A PONERSE EN MARCHA A PLENO RENDIMIENTO. EL PRÓXIMO 18 DE NOVIEMBRE LANZARÁN SU ESPERADÍSIMO NUEVO DISCO HARDWIRED… TO SELF-DESTRUCT. LOS ESTADIOS LES ESPERAN.

L

os fans de Metallica se han acostumbrado, a la fuerza, a ser de lo más pacientes a la hora de esperar nuevo material. Y más todavía en los últimos años. Cierto es que, desde que lanzaran su último álbum Death Magnetic en 2008, el cuarteto de San Francisco ha estado girando prácticamente cada verano y que entre medio dedicaron buena parte de su tiempo a activar su propio festival Orion Music + More y la película Metallica. Through The Never, aunque ambos proyectos acabaron siendo dos fiascos considerables. En octubre de 2011 publicaban también Lulu, su controvertido álbum con Lou Reed, y en marzo de 2014 el grupo iniciaba su gira Metallica By Request y sorprendía a sus fans interpretando un tema nuevo, ‘Lords Of Summer’. Además, la maqueta de éste aparecía en una edición especial con motivo del Black Friday. Parecía que el nuevo disco podía estar cerca… pero todavía no. Un año después, en marzo de 2015, Lars Ulrich aseguraba que tenían veinte canciones escritas y que ya habían empezado la grabación. Pero no fue hasta febrero de este mismo año que

James Hetfield confirmó que por fin estaban terminando con ella y trascendió que la producción no había corrido a cargo de Rick Rubin, como el anterior, sino de su ingeniero Greg Fidelman junto a Hetfield y Ulrich. Los rumores empezaron a crecer sobre la inminente salida del álbum, pero aun así, el 18 de agosto Metallica pillaron a todo el mundo a contrapié con el anuncio oficial y la publicación de su primer single ‘Hardwired’. Por ahora sabemos que será un doble álbum con doce canciones y casi 80 minutos de música, los títulos de los temas (empieza con ‘Hardwired’ y termina con ‘Spit Out The Bone’) y que también habrá una edición deluxe con versiones primitivas de las canciones y la mencionada ‘Lords Of Summer’. En una entrevista a la web de Rolling Stone, Ulrich comentaba que los nuevos temas eran “menos frenéticos” que los de Death Magnetic y que se habían inspirado en algunos elementos de su debut Kill ‘Em All. La gira de presentación está prevista que arranque en enero, así que parece razonable esperar que el próximo verano los tengamos por aquí en algún festival.

PARA EL RESTO DE NOTICIAS VISITA NUESTRA WEB ZONA-ZERO.NET - ACTUALIZACIÓN DIARIA


LO PEOR DE MÍ_ AUTOFOTOS/AUTOENGAÑO

D

esde hace ya bastante tiempo se ha puesto de moda que los grupos, al terminar sus conciertos, se planten al frente del escenario de espaldas al público y el roadie, o el colega de turno, se suba a la tarima de la batería y, después de pedir a la gente que haga los cuernos, les haga una foto. Supongo que a todos los músicos les gusta guardar un recuerdo de allá donde tocan, pero sinceramente, a veces roza lo ridículo. Sobre todo cuando lees los comentarios con los que las bandas acompañan las instantáneas en sus redes sociales. Resulta muy llamativo acudir a un concierto donde apenas se ha reunido una cuarta parte del aforo y luego ver la foto en Facebook con comentarios como ‘otra petada en tal’ o ‘mil gracias por el increíble llenazo en cual’. Me imagino que la intención es proyectar una imagen de éxito y triunfo a modo de reclamo para los próximos conciertos, pero crear una realidad paralela donde las salas están siempre llenas no creo que ayude en nada. La única manera de avanzar es admitir dónde estamos. O quizá sea que esta práctica es la manera que tienen los músicos para vengarse de la cantidad de fotos que les hacemos mientras tocan... A saber. (JORDI MEYA)

TWITEANOS...

INSTANTGRAMO

@Valeria_Guerrer Tom Searle dio en la batalla contra el cáncer lo que más pudo. @NathanMPB Vaya putadón, colega. Descanse en paz. @VictorParan @Metallica Muy Kill ’Em All, ¿no? El vídeo es una maravilla. @jmdelosreyes ¡Puro Korn! Espero que sirva para remontar el vuelo tras unos últimos discos desastrosos... @MoralityShow Sin haberlo leído, sólo habiendo visto la portada, creo que el número de julio de @Rockzone me va a poner palote (con perdón). @SIDECARbcn ¡Ojalá @MonsterEnergyES se enrollara y nos mandara un pack tan guay como el que le han mandado a @RockZone! @Paco00Paco @RockZone @MonsterEnergyES Qué cabrones, ¿¿y por ser el puto amo no te dan nada??

8

Aquí estamos mis amigos Laura, Juan y yo muy bien acompañados por Frank Turner después del concierto que dio en Madrid. Un gran músico y un tipo genial, todo un ejemplo. (ÁFRICA PÉREZ)

*¿Te has hecho una foto con algún músico famoso? Envíanosla a rockzone@ rockzone.com.es junto con un breve comentario sobre el encuentro y la verás publicada en esta sección.

DESDE EL TÍBER ‘Ven aquí y dame un beso’. Estaba buscando maneras de introducirme en esta columna y Google me ha dejado caer que ése es un buen saludo... Bien, la verdad es que os he echado de menos. No me han dejado hacer mi columna en agosto por culpa del especial del Gasteiz Calling, y es que la tiranía de la cúpula de RockZone S.A. es enorme. Al grano... No sé si habéis visto que Metallica tienen nuevo single, en todo caso os resumo: la gente pedía thrash y parece ser que el tema no es lo suficiente thrash. No sé, el mundillo del metal siempre me vuelve loco, yo soy un flequillero de mierda, así que abro debate y le cedo turno a Pau Navarra (el listillo) para que opine sobre este nuevo espectáculo jebi en su Twitter. ¿Se atreverá? Por otro lado, y siguiendo con el jebi, ahora parece que RockZone S.A. tiene buen rollo con el Leyendas del Rock, así que he de buscar cómo meter la pata: ¿Habéis visto las fotos del festival? Las PAs por delante de los cubre PAs, y las pantallas de televisión en el suelo, de forma que sólo podían ser vistas por la gente que estaba en primera fila. Os juro que es increíble... Tenía que hacerlo, por los ‘jajas’ y porque soy el gambas oficial. Sorry! Por cierto, se han acabado las guiris de verano. Una gran pena, y viva Polonia. (MARIUS TIBERIAN)



PISANDO FUERTE_ ABOUT LEAVING FORMACIÓN: Jaime Pizarro (voz, guitarra), Martí Ferrer (guitarra), Gabri Molist (guitarra), Joan Pérez (bajo), Jordi Erra (batería, coros) PROCEDENCIA: Barcelona, Vic AFINES A: American Football, The Hotelier, Dowsing PRESENTAN: An Echo (Pick Your Twelve/Engineer Records, 2016)

“LA MANERA EN QUE LAS PERSONAS NOS RELACIONAMOS ES, SIN DUDA, LO QUE MÁS ME LLAMA LA ATENCIÓN DEL DÍA A DÍA Y SOBRE LO QUE INTENTO HABLAR MÁS” JAIME PIZARRO


H

ay canciones que marcan un antes y un después, para siempre. “Recuerdo descubrir bandas como The Get Up Kids o Texas Is The Reason a partir de investigar qué había más allá del punk adolescente de Green Day o Blink-182. Otras bandas como Elliott, Mineral o American Football no llegaron hasta que conocí a Luis Cifre, de Her Only Presence, y me puso la canción ‘I’ll Take You Everywhere’ de Penfold. Sonará tópico, pero aquel día y aquella canción lo cambiaron todo”. Así recuerda Jaime, cantante y guitarra de About Leaving, su incursión en ese subgénero que todos conocemos como emo. An Echo, su primera referencia, sigue las coordenadas del género musical que cambió sus vidas. Y no, no exagero, pues Jaime ya apenas escucha otra cosa: “Los cambios de intensidad, el intercalar gritos desfogados con apenas susurros, riffs sutiles con guitarras a pleno chirriar… Todo aquello me cautivó. Me parecía crudo y muy sincero, y un canal idóneo con el que vehicular temas que, en otro estilo, quedarían demasiado edulcorados”. Jaime encuentra al resto de la banda casi por casualidad. “Dos miembros de Jilguero me contactaron en 2013 para que tocase en una sala de L’Hospitalet de Llobregat con mi antigua banda,

Ears, pero hacía muy poco que nos habíamos separado y yo no quería tocar solo. Les dije que sólo tocaría si ellos me acompañaban. Así conocí a Gabri, que resultó ser prácticamente mi vecino, y empezamos a tocar juntos algunas canciones que yo tenía aparcadas desde hacía mucho tiempo. Cuando empezaron a tomar forma fuimos en busca de Martí y Erra, que ya habían tocado conmigo en Ears”, recuerda Jaime. El nombre de la banda tardaría en llegar. About Leaving hace referencia a un fragmento de un tema de los deliciosos American Football, una auténtica banda de culto para los amantes del emo. “Al principio el estilo tenía que ser algo completamente diferente y American Football no estaba para nada en nuestra mente. De hecho, dudo que los demás fuesen demasiado fans por aquel entonces”, puntualiza el cantante y guitarra. “Cuando en el verano de 2014 nos fuimos a una casa rural para acabar de perfilar los temas le dijimos a Joan, que era el bajista de Ohios, que nos acompañase. Y así se definió la formación”, añade. Con la marcha de Gabri al extranjero, el nombre de la banda convenció. Tenía mucho sentido. “Gabri y yo empezamos esto. El reclutamiento fue a medias”. Como buen disco de emo, el tema central de An Echo son las relaciones

humanas. “Sea una relación amorosa, una amistad, o incluso las relaciones familiares… La manera en que las personas nos relacionamos es, sin duda, lo que más me llama la atención del día a día y sobre lo que intento hablar más”, cuenta Jaime, quien se siente muy reflejado en sus letras. Algunas, incluso, relatan episodios sucedidos en su vida. “Quizá haya tan sólo un par de excepciones en todo el disco en las que relato una historia ajena, imaginada”. No es el caso de ‘Of Those Things (That I Say & I Shouldn’t Say)’, el tema favorito de Jaime. “Estilísticamente creo que resume perfectamente nuestro estilo, con momentos de calma en los que la rabia se contiene en un plano secundario hasta que explota en gritos y distorsión. Además, estoy especialmente orgulloso de la letra, que cambié en el último momento teniendo incluso que regrabar la pista de voz para explicar un pasaje personal reciente, con lo que tocarla y cantarla me resulta muy catártico”. An Echo vio la luz a principios de año de la mano de la plataforma Pick Your Twelve y la disquera Engineer Records y sueñan con tocar en el Reino Unido de la mano del que también es sello de Sirens & Shelter y Her Only Presence. “Ya hemos hablado de hacer algunos conciertos por allí, aunque ahora mismo la cosa está difícil por tiempo y logística. Por el momento nuestro principal objetivo es pasear estas canciones y hacer otras, nuevas, cuando tengamos tiempo… No nos podemos permitir mayores pretensiones. Y disfrutar, eso siempre”. (LUIS BENAVIDES)

11


ZONA DE OZZYO

TEXTOS: SAMU GONZÁLEZ, RICHARD ROYUELA, JORDI FORÉS FOTOS: DR

BOWIE

SIMON CRITCHLEY (SEXTO PISO)

2

016 pasará a los anales de la historia de la música como el año en que se apa-

garon grandes estrellas como Lemmy, Prince o David Bowie. Este ensayo de Simon Critchley sirve de homenaje

póstumo a Ziggy Stardust, al Duque Blanco, pocos meses después de que muriera de cáncer en Nueva York. Bueno, teniendo

muchos jóvenes en las décadas de los 70 y los 80. En este librito

en cuenta que la trayectoria de Bowie siempre estuvo marcada

de poco más de 100 páginas editado por Sexto Piso se hace un

por un profundo sentimiento de alienación, no creo que le im-

ágil repaso a la carrera del cantante londinense en capítulos bre-

portara mucho al artista británico poder dejar atrás por fin esta

ves de tres, cuatro páginas, en los que Critchley elige estrofas de

frágil existencia: “Al escuchar sus canciones, aún hoy, uno tiene

sus canciones y las contextualiza para intentar explicar su sentido

la extraordinaria esperanza de que no estamos solos y de que es

oculto y verdadero. Un esfuerzo muy meritorio para un libro en el

posible escapar de este lugar”. Simon Critchley es filósofo y defi-

que sólo desentonan las ilustraciones simplonas de Eric Hanson,

ne a Bowie como un creador de ilusiones, ya que ofrecía una vía

demasiado cutres para el sofisticado y complejo universo creado

de escape de esos agujeros de extrarradio en los que habitaban

por David Bowie.

JF

MÚSICA INFIEL Y TINTA INVISIBLE ELVIS COSTELLO (MALPASO)

P

ese a que el triunfo co-

Eso marca su punto de partida para amar la música por encima

mercial masivo nunca ha

de todo, sin importar los estilos o lo que, se supone, está de moda

estado de su lado, bási-

en cada momento. Filosofía que ha llevado a rajatabla, si repasa-

camente por decisión propia, su in-

mos su vasta discografía. Pese a su fama de huraño, durante estas

fluencia es más que innegable. Sin ir

memorias Costello se nos muestra como un tipo cercano, divertido

más lejos, si cogiésemos las bandas

y con esa flema inglesa preparada en cada momento. Pese al

más alejadas del metal que salen en

gran número de páginas, en ningún momento existe la sensación

RockZone mes tras mes, a buen seguro que casi todas citarían a

de relleno y el londinense no deja nada al descubierto, ya sea sus

Costello como alguien fundamental en su música. Sin nada que

múltiples encuentros con la realeza musical –de McCartney a The

demostrar a estas alturas tras cuatro décadas de carrera, éste pa-

Clash pasando por Burt Bacharach-, la importancia que han tenido

rece ser un buen momento para que el músico haga una amplia

sus relaciones sentimentales, episodios turbios de su pasado y, por

reflexión –el libro consta de casi 700 páginas- de lo que ha sido

supuesto, cómo ha ido hilvanando una carrera que el paso del

su vida. Una vida marcada desde su nacimiento, ya que su padre,

tiempo sólo hace que añadirle valor. Prosa de primera para unas

Ross MacManus, fue un famoso cantante y trompetista de jazz.

memorias adictivas. De lo mejor que hemos leído últimamente.

12

RR


GREGARIO

CHARLY WEGELIUS (CONTRA)

El ciclismo. Ese deporte sacrificado que, los que lo vivimos con pasión, no podemos dejar de admirar su grandeza. La imagen del corredor gregario es una de las que añaden épica al deporte de las dos ruedas. Charly Wegelius, ciclista de origen finlandés, encaja a la perfección con esa denominación. Lejos de mostrarse frustrado por el papel que le tocó jugar, Wegelius se muestra orgulloso del que fue su oficio y explica con un detalle desgarrador la dureza que supone ser parte del ciclismo profesional. Relato de 10 de superación humana y que va más allá de ser un simple libro de deporte. RR

ÁBRETE CORASÓN

RAKEL WINCHESTER Y EL BUTE (AUTOEDITADO)

Libro eróticofestivo en el que El Bute ilustra once relatos publicados con anterioridad por la artista Rakel Winchester. El tono costumbrista, musical, pornográfico, elegante, cercano y humano es captado con profunda sensualidad por El Bute, que hace gala de un interminable conocimiento de estilos y técnicas para poner las imágenes al contenido que, sin ser autobiográfico, recoge mucho de la vida y fantasías de su autora. El tomo se completa con los prólogos cómplices de El Drogas y El Torres (entre otros) y asegura unos muy buenos y calentorros momentos de placentera lectura. SG

ALFA, BETA, BRONSON

RAMÓN RODRÍGUEZ Y JOSÉ RAMÓN GRELA (LA CÚPULA)

Hermosa y vital historia de maduración personal con sexo, drogas y rock’n’roll como telón de fondo. A un cretino anodino le abandona su chica y éste, para superar toda su mierda vital, regresa al grupo que fundó años atrás. Lo maravilloso del relato es que el guionista ofrece una evolución fantástica del personaje central, acompañado de un efectivo y sugerente dibujo que hace que su lectura se realice de manera fluida. Como bonus tracks ofrecen frikismo charlesbronsiano y muchos retazos de cultura popular que son de agradecer dentro del intenso relato que han planteado. Muy bueno. SG

MARÍA LLORÓ SOBRE LOS PIES DE JESÚS CHESTER BROWN (LA CÚPULA)

La prostitución en el Antiguo Testamento, la obediencia ciega ‘a Dios’ y la teoría argumentada por algunos investigadores de que María de Nazareth era prostituta sirven a Chester Brown para elaborar uno de sus cómics más complejos. Muy bien documentado en el apartado Notas, señalando todos los pasajes que el autor ha usado para hilvanar la teoría, centrada en la genealogía de Mateo y diferentes traducciones de la Biblia, así como con otras reflexiones sobre el uso del cuerpo, el sometimiento a la Fe y la lucha de la mujer en estos textos. SG

CABEZÓN DE ACERO

ENRIQUE V. VEGAS (DOLMEN)

Indispensable tomo recopilatorio para todos los amantes de los tebeos de humor y parodias de superhéroes. En este Cabezón De Acero se recopilan los tres cómics realizados con este personaje por parte de Vegas, dibujante que ha tocado con su divertido estilo a varios iconos del tebeo americano. Además, cada historia no se centra en una película o cómic concreto, sino que son una suerte de mezcolanza de personajes y elementos reconocibles e icónicos para todo tipo de lectores o espectadores. Se disfruta muchísimo si además se buscan todas las referencias y gags que homenajea a lo largo de sus páginas. SG

VERANO AZUL. UNAS VACACIONES EN EL CORAZÓN DE LA TRANSICIÓN

MERCEDES CEBRIÁN (ALPHA DECAY)

Unos no sabrán de su existencia, a otros les marcó su infancia y algunos más –equivocados- la relacionarán con esa nostalgia casposa que está tan de moda. En este ensayo Mercedes Cebrián, tras una visita guiada en Nerja –lugar donde se grabó la serie- por uno de sus protagonistas, hace un paralelismo entre los diferentes momentos claves de la serie con el país que estaba despertando en aquellos momentos. Hubiese estado bien contar más anécdotas de la serie, pero es una lectura fresca. RR 13


DE CINE_ CON KIKO VEGA INFIERNO AZUL

ESCUADRÓN SUICIDA

MUERTE BLANCA

H

ace poco más de diez años debutó a lo grande (para los que soñamos con rodar cosas) con la muy simpática La Casa De Cera, y tras un producto puramente alimenticio como ¡Goooool 2! Viviendo El Sueño, Jaume Collet-Serra parecía condenado al olvido hasta que sorprendió con la muy loca y notable La Huérfana, donde dotaba de un ritmo prodigioso a una historia que en manos equivocadas podría haber estado a la altura de la peor Fantastic Factory y con la que se ganó el respeto de

14

CINE PARA SUICIDARSE

crítica y aficionado. El catalán, sin Liam Neeson por primera vez en cinco años, refresca el subgénero de horror submarino con una propuesta tan simple como todas las que formaron aquella nueva ola (risas) de terror escualo (Open Water, El Arrecife...) con un único personaje (Blake Lively en el papel de su vida), una localización, un villano fabuloso y un secundario robaescenas que provocará más de una dimisión en más de una división de cine animado triple A. Infierno Azul (por poner algo) ha resultado ser el entretenimiento más digno del verano (a falta de Cazafantasmas) con apenas 90 minutos de suspense, clase y planificación ejemplar, dosificando los sustos y las apariciones de la criatura que acecha a la heroína en apuros sabiendo homenajear a los clásicos del género, pintando bonito y moderno para agilizar algo que normalmente terminaría por aburrir. Un artesano del XXI.

Zack Snyder ni el talento natural de Joe Carnahan, y desde el primer momento nos parecía una decisión demasiado embarullada para finalizar con éxito una misión verdaderamente suicida. Escuadrón Suicida es

E

l cine ha muerto. Las películas no existen y los espectadores acuden a las salas para hacerse selfies, fotografiar la pantalla o tuitear en directo sus impresiones con teléfonos cada vez más grandes y más luminosos y gorras sin calar que tapan más que un buen rizado natural. Ya no hay películas ni existen espectadores tradicionales. El cine ha cambiado y las salas se llenan de teasers, tráilers y películas que no lo son porque, en realidad, no son más que los avances extendidos de la edición extendida que te costará cuatro talegos tres meses después. Toda esa pesadumbre se intuía en Batman Vs Superman, pero detrás de su vacío y sus piezas desordenadas se intuía un convencimiento por contar algo, por plasmar en imágenes una esencia que se creía perdida tras El Hombre De Acero y cierta autoría de un tipo tan hortera como descarado. David Ayer no tiene la plasticidad de

un desastre enrevesado, incoherente y atropellado donde un puñado de almas en pena que han vivido mejores momentos pasean cabizbajos por un párking habilitado para la ocasión. Tampoco hacía falta ser un lumbreras para no confiar en una superproducción protagonizada por un montón de actores en horas bajas incapaces de enchufar energía a ninguno de sus trabajos. Aunque, bien mirado, es el único acierto de una película protagonizada por personajes rechazados que no disfrutan del favor de nadie: Joel Kinnaman (remake de Robocop), Jai Courtney (La Jungla 5, Terminator 5) y Will Smith (ex estrella) se arriman lo que pueden a una Margot Robbie que se erige como protagonista de un metraje invisible que debería haber protagonizado Jared Leto, un nuevo Joker interesante, con aires de narco chungo barriobajero con suficiente tiempo libre como para crearse sus propios emojis. Su ausencia a golpe de tijera hace de su visión del personaje un esfuerzo inútil, ya que aparece en pantalla sin sentido ni continuidad, a golpe de flashback de corta y pega. Los suicidas somos nosotros.



SPANISH TO UR 2016

31 DE OCTUBRE - MADRID (SALA CATS) 1 DE NOVIEMBRE - VALENCIA (SALA MOON) 2 DE NOVIEMBRE - BARCELONA (R AZZMATAZZ 2) A LA VENTA EN www.ENTRADIUM.COM

NUEVO ÁLBUM ‘MISADVENTURES’ A L A VENTA EL 13 DE MAYO EN FEA RLESS RECORDS


THEY ARE COMING TO GET YOU! TOI’S IN THE ATTIC AIRBOURNE

HYPES Y SPOILERS

Breakin’ Outta Hell

23.09.

BLACK FOXXES I’m Not Well

OUT NOW!

SHVPES

Q

ueridos amigos! ¿Habéis sobrevivido al calorón y a los hypes de este verano? Me ha maravillado descubrir a lo largo de estos últimos Juegos Olímpicos la cantidad de gente que es seguidora de deportes tan populares como la halterofilia, el bádminton o el piragüismo, y me ha saturado el coñazo que todo el mundo ha dado con la serie Stranger Things y la ‘nostalgia ochentera’, mencionando casi siempre a Los Goonies (me descojono) como única referencia. Claro, cabrones, como ya se ha acabado Juego De Tronos para spoilear y demostrar lo rápido que os descargáis los episodios, necesitabais carnaza para aguantar el verano, ¿verdad? A no ser que te huelas que algo va a ser la sensación del momento y tengas posibilidad de tragarte una serie entera del tirón una tarde de domingo,

como fue mi caso, evitando así chivatazos, críticas, tweets masivos y comentarios del tipo ‘¿Que todavía no la has visto?’, haciéndote sentir como una mierda aislada de la sociedad, estás MUY jodido. Y es que está muy bien que se promocionen películas y series a través de las redes sociales, e incluso es aceptable un grado de entusiasmo, pero ese afán del personal por dejar constancia de que ha visto tal o cual serie, soltando comentarios de calidad como “Hold the Door”, incita a la extinción de la raza humana. ¿Es que no tenéis otra cosa que hacer que arruinar el factor sorpresa? El día que hagáis lo mismo con novelas a lo mejor mereceréis mi respeto, pero de momento os pueden dar mucho por muchos sitios. ¡Hala! Feliz vuelta a la rutina, chavalada. (TOI BROWNSTONE)

Pain. Joy. Ecstacy. Despair.

14.10. spinefarmrecords.com

YOUNG GUNS Echoes

16.09. winduprecords.com

THE COLOR MORALE Desolate Divine

OUT NOW!

LIVE!

fearlessrecords.com

WAGE WAR (“Blueprints” CD out 21.10., check them out on Spotify!) w/ The Amity Affliction 21.12. Barcelona @ Sala Razzmatazz 2 22.12. Madrid @ Sala Arena VOLUMES PIERCE THE VEIL (New album out soon!) (“Misadventures” out now!) w/ Veil of Maya 31.10. Madrid @ Sala Moon 20.09. Madrid @ Chango 01.11. Valencia @ Sala Noise 21.09. Barcelona @ Salamandra 02.11. Barcelona @ Sala Razzmatazz 2


E

ste mes el disco escogido para incluirlo en mi Hall Of Fame es Painkiller de Judas Priest. Ante la nueva avalancha de bandas que hubo entre mediados y finales de los 80, nosotros, como una metal militia comunal, nos quedamos como niños embobados ante sus juguetes nuevos. En 1986 tanto Slayer como Metallica editaron los mejores álbumes de su discografía, Reign In Blood y Master Of Puppets respectivamente. Muchas bandas del género pasaron de basar su sonido en el heavy metal a lanzarse al thrash metal. El siempre candente debate entre Iron Maiden y Judas Priest, y qué grupo era mejor, se fue dejando de lado en favor de acaloradas discusiones entre Metallica y Slayer. 18

Mientras Iron Maiden fueron capaces de aguantar durante estos tiempos cambiantes con una serie de discos decentes (Somewhere In Time, Seventh Son Of A Seventh Son, No Prayer For The Dying), Judas Priest dejaron de contar con el favor de la gente debido a un disco como Turbo, orientado hacia las guitarras sintetizadas. Incluso su sucesor, Ram It Down, que con el paso de los años ha ido ganando aprecio entre los fans, fue compuesto inmediatamente después debido a lo mal recibido que fue Turbo (entre los que me incluyo). Priest necesitaban recuperar su merecida plaza en el trono del heavy metal. Era una situación de vida o muerte. Tenían un último disparo y, como una especie de milagro heavy metal, lo consiguieron. Painkiller, editado en 1990, fue una salva metálica que les recordó a las nuevas bandas quiénes eran los jefes, y que no se iban a marchar por la puerta de atrás. El disco era un puto monstruo. Todavía es mi álbum favorito de Judas Priest y eso es mucho decir teniendo en cuenta la cantidad de

clásicos que ya habían editado (Screaming For Vengeance, British Steel o Stained Class). Lo mejor de todo esto es que Judas Priest no se dejaron engullir por los sonidos thrash que estaban triunfando entre la comunidad metálica. No pusieron una mosh part o una intro acústica antes de lanzarse a una bacanal de riffs de la Bay Area. Ellos simplemente quitaron la reverb de los 80 y se recrearon en la muralla de guitarras, voces y baterías, e hicieron lo que mejor sabían hacer: heavy metal puro y sin adulterar. El incorporar a sus filas al extraordinario batería de Racer X, Scott Travis, tampoco les hizo ningún mal. La canción que daba título al álbum aún da escalofríos ya que, todavía, es una de las canciones más heavies que nunca se han escrito. Si alguien ne-

cesita hacer una introducción al heavy metal y como debe ser, ‘Painkiller’ debería ser el primer contacto con sus oídos vírgenes. Por supuesto un disco clásico no se base simplemente en una canción: trallazos como ‘All Guns Blazing’, ‘Metal Meltdown’, ‘Nightcrawler’ y ‘A Touch Of Evil’ ayudaron a cimentar la furia del álbum. Para mí, Judas Priest siempre han estado ahí. No son parte de la topografía del heavy metal, son la topografía, algo inherente al estilo. Debido a esa distinción a veces tiendo a olvidarme de ellos en favor de otras bandas nuevas... Pero, y con ellos más que con ninguna otra formación, siempre vuelvo a su catálogo y, como cualquier hijo pródigo, siempre empiezo con Painkiller. Hasta el mes que viene, DANKO JONES



LAS ARNETTE SESSIONS NOS MUESTRAN EL LADO MÁS CERCANO, ÍNTIMO Y CRUDO DE LOS MÚSICOS QUE SE ACERCAN A LA REDACCIÓN DE LA REVISTA ROCKZONE. A PELO, SIN SEGUNDAS OPORTUNIDADES NI EFECTOS ESPECIALES, ESTE FORMATO NO ES APTO PARA PRODUCTOS PREFABRICADOS, SÓLO PARA QUIENES DISFRUTAN Y RESPIRAN LA MÚSICA .

>> THE RUMJACKS INTERPRETAN ‘THE REAPER AND TAM MCCORTY’ EN LA REDACCIÓN DE ROCKZONE.

E

l pasado 29 de junio, antes de su actuación en la sala Rocksound de Barcelona, recibíamos la visita de tres de los componentes de la banda de punk folk australiana The Rumjacks. Frankie McLaughlin (voz, flautín), Johnny McKelvey (bajo) y Adam Lenny (mandolina) acabaron con nuestras existencias de cerveza, pero a cambio nos regalaron una bonita interpretación de ‘The Reaper And Tam McCorty’ de su anterior álbum Sober & Godless, aparecido el año pasado. Aunque en nuestra charla nos centramos en el nuevo, Sleeping Rough (Four/Four), que ha visto la luz el 5 de agosto. Se trata de un disco que pinta una visión oscura de la situación de su país, algo que contrasta con la visión idealizada que desde aquí se tiene de Australia. “Mucha gente que me entrevista piensa que las cosas allí están de puta madre, pero la realidad es otra”, nos cuenta Frankie. “En Sydney, nuestra ciudad, las cosas están muy jodidas y

20

a la gente le cuesta sobrevivir. El precio de la vivienda está por las nubes, pero la gente no tiene recursos. Cada vez ves más gente sin techo. Es preocupante”. Por desgracia, lo que cuenta nos suena mucho. Como también lo hace la situación de la gente que quiere ganarse la vida haciendo música. “Es muy difícil llegar a fin de mes cuando eres músico”, prosigue Frankie. “La mayoría tienen que tener uno o dos trabajos más. Nosotros tenemos cierta suerte porque podemos girar en Europa y aquí nos va bastante bien. Pero si dependiéramos sólo de nuestro mercado natural, estaríamos jodidos”. Este tono más crítico que ha expresado esta vez en sus canciones tiene también que ver con una de sus cruzadas personales: la frivolidad de muchos grupos de punk folk. “Estoy harto de todo el mundo que se ha subido al carro. Hemos llegado a un momento en el que cualquiera se pone una falda y coge una gaita y se piensa que son los Dropkick Murphys. Me jode mucho

cuando estos grupos sólo cantan sobre cerveza, borracheras y tréboles. Es ridículo. Nosotros también tenemos temas de fiesta, pero las raíces del folk están en contar las historias del día a día de la gente”. Para Frankie y sus compañeros la fusión de estilos fue un viaje de ida y vuelta, ya que en un primer momento el folk era la música de sus padres. “Todos venimos de familias de inmigrantes y ésa era la música con la que crecimos”, explica Johnny. “Pero nuestra identidad y las ganas de tocar nos vino del punk y el rock. Era nuestra manera de rebelarnos. Fue cuando fuimos un poco más mayores que nos interesamos por nuestras raíces y nos dimos cuenta de que había muchos puntos en común tanto en la música como en su contenido”. Al final, el objetivo de The Rumjacks, que completan Gabriel Whitbourne (guitarra) y Anthony Matters (batería), es “transmitir algo más significativo que quede en los corazones de la gente una vez ha terminado la fiesta”.





THIS WILD LIFE LA VIDA DE ESTE DÚO CALIFORNIANO CAMBIÓ POR COMPLETO CUANDO HACE TRES AÑOS DECIDIERON SUBIR A YOUTUBE UNA VERSIÓN ACÚSTICA DE BRING ME THE HORIZON. PERO DESDE ENTONCES, THIS WILD LIFE HAN CONSEGUIDO LLEGAR AL CORAZÓN DE MILES DE FANS CON SUS PROPIAS COMPOSICIONES. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: DR

TAL PAR


RA CUAL


K

EVIN JORDAN, reconocible por su barba, y Anthony Del Grosso, reconocible por su multitud de tatuajes, empezaron This Wild Life en diciembre de 2010. En un primer momento su idea era seguir con la línea pop punk de The Messenger, la banda de la que Kevin provenía, pero pronto vieron que sus canciones acústicas eran las que despertaban más interés. El curso de su historia cambió cuando el 27 de julio de 2013 su versión de ‘Sleepwalking’ de Bring Me The Horizon se convirtió en un fenómeno viral (hasta la fecha lleva más de 12 millones de reproducciones en YouTube). El sello Epitaph llamó a su puerta y decidió publicarles el álbum que en aquel momento estaban grabando, al igual que sus dos EPs anteriores, por su cuenta y riesgo. Su debut, Clouded, fue muy bien recibido y les llevó a girar con bandas como Emery o Mayday Parade, o a participar en festivales como el Warped Tour o el australiano Soundwave. Animados por Brett Gurewitz, capo de Epitaph, el dúo de Long Beach decidió incorporar más elementos a su sonido de cara a su segundo álbum Low Tides, que se publicará el 9 de septiembre. Aunque la base siguen siendo delicadas piezas acústicas, el nuevo material aparece revestido por una producción más ambiental y arreglos más ricos fruto de su colaboración con los productores Aaron Marsh (Copeland) y Jason Suwito (Sir Sly). Cuando a principios de agosto hablamos con Kevin y Anthony se mostraron de lo más felices con el trabajo realizado y todavía más de poder presentarse por primera vez en nuestro país. Si quieres compartir su alegría puedes cazar a This Wild Life el 27 de 26

octubre en Madrid (Moby Dick), el 28 en Manresa (El Sielu) y el 29 en Barcelona (Razzmatazz 3). ¿Cómo os sentís respecto a Low Tides? ¿Habéis conseguido el objetivo que buscabais musicalmente? KEVIN JORDAN “Sí, queríamos hacer temas un poco más oscuros y hacer que el disco fuera más dinámico. Después de estar dos años de gira tocando sólo acústicas queríamos añadir más cosas, como batería y percusiones, para que el nuevo disco tuviera algo de la energía que tenemos en directo”. Si no me equivoco, vuestro primer instrumento fue la batería… KEVIN “Sí, los dos éramos baterías antes de coger las guitarras, así que ha sido una evolución muy natural para nosotros. Sólo tuvimos que decidir qué canciones necesitaban una base rítmica y cuáles no. Por ejemplo en ‘Let Go’ me encanta escuchar a Anthony con la batería, pero otra como ‘Break Down’ es bastante desnuda y pequeña sónicamente”. ¿Soléis componer juntos o lo hacéis por separado y luego compartís las ideas? ANTHONY DEL GROSSO “A mí me gusta escribir riffs y partes, y Kevin es lo opuesto, lo que realmente le gusta es estructurar las canciones, así que es una combinación muy buena. La verdad es que preferimos escribir por separado y hoy en día con la tecnología disponible es muy fácil mandarnos el material. Así que yo le puedo mandar diez riffs y él escoge el que más le gusta y construye una canción.

Me asombra bastante lo rápido que lo hace. Empezamos así y así hemos seguido. También hemos escrito juntos, pero la fórmula que más nos funciona es ésta”. KEVIN “Es curioso porque a veces lo que me manda me inspira muy rápidamente a ponerle una melodía, pero otras igual tengo que darle muchas vueltas para que me salga algo. Es un método interesante, pero nos funciona”. ¿Cuando empezasteis, visteis que vuestras voces combinaban bien desde el principio o es algo en lo que tuvisteis que trabajar mucho? KEVIN “Desde luego fue un proceso. Cuando empezamos el grupo Anthony no cantaba, sólo tocaba la batería, así que llegar al punto en el que estamos hoy con los dos tocando la guitarra y cantando ha sido un proceso largo. Anthony no empezó a hacer armonías hasta hace año y medio, incluso menos, y eso fue un gran progreso. Creo que marcó una gran diferencia en nuestro directo. Ahora podemos hacer en vivo las mismas armonías que se escuchan en el disco”. ¿Recordáis el día en el que visteis que vuestras voces realmente pegaban? KEVIN “No sé si ese día ha llegado todavía (risas). Seguimos trabajando en ello. Todavía no sonamos como Fleetwood Mac, pero desde luego seguimos trabajando en conseguir ese sonido”. Una de las canciones más sorprendentes de Low Tides es ‘Falling Down’. Si le pusieras una base bailable podría colar


como un tema de M83. KEVIN “Gracias. La verdad es que nunca nos habían comparado con ellos, pero ahora que lo dices, tendré que escucharlos más (risas)”. ANTHONY “Como todas nuestras canciones la escribí sólo con guitarra, pero es la que sufrió una mayor transformación desde la demo inicial hasta su versión en el disco. Nunca habíamos tenido una canción con tanta energía como ésa en un álbum”. Por el tipo de música que hacéis, la gente espera que las letras sean muy confesionales. ¿Intentáis ser muy abiertos o podéis escribir historias de ficción y hacerlas pasar por reales? KEVIN “Para mí no tendría mucho sentido escribir ficción o ser muy vago en las letras. Si tengo que tocar cada día estas canciones y hablar con gente que ha conectado con ellas, me resulta imprescindible tener una conexión real. Si no, me sentiría un fraude y que me estoy aprovechando de los problemas de la gente. Mi tendencia es escribir sobre lo que siento”. Casi todos los temas giran en torno a relaciones, especialmente malas. ¿Puede convertirse en algo enfermizo

depender de ellas para poder escribir? KEVIN “No (risas). Suelo escribir de manera retrospectiva, no cuando lo estoy viviendo. Cuando una chica rompe conmigo no empiezo a escuchar melodías en mi cabeza (risas). Aunque sería interesante que ocurriera (risas)”. ¿Os sorprende que vuestro público proceda mayoritariamente de la escena punk o emo? Estáis en un sello como Epitaph, habéis girado con bandas como Slaves, Real Friends o Mayday Parade, pero vuestra música es mucho más suave, obviamente. ANTHONY “Ésa es la escena en la que crecimos, así que nos sentimos totalmente cómodos en esa comunidad, la del punk o el Warped. Ha formado parte de nuestra vida. Aunque sabemos que nuestra música es muy distinta, no nos intimida tocar con grupos que suenan más duros”. ¿Qué parte de vuestro éxito es atribuible a las versiones que colgasteis en YouTube? KEVIN “Eso fue fundamental. Subimos la versión de Bring Me The Horizon cuando estábamos grabando Clouded en el estudio. Nuestro productor estaba enfermo y no podía venir, así que diji-

mos ‘tenemos una cámara, un portátil, vamos a hacer algo’. Desde luego la versión de ‘Sleepwalking’ llamó mucho la atención. Hasta ese momento éramos totalmente independientes, no teníamos ni mánager ni agente. Sólo éramos nosotros dos y lo hacíamos todo solos, desde buscarnos los bolos a vender merchandising desde nuestra casa. En ese momento teníamos otros trabajos. Creo que ese vídeo hizo que la industria nos descubriera, y fue cuando Epitaph nos dijo que quería escuchar lo que estábamos grabando. Fue un cambio total”. ¿Pero no fue un poco frustrante que os hicieseis famosos por una versión en lugar de por todo el trabajo que habíais hecho antes? KEVIN “Puedes verlo así, pero yo intento quedarme con lo positivo. Al final la versión era prácticamente un tema nuestro, excepto por la letra. Además somos fans de Bring Me The Horizon y de ese disco en particular, así que nos sentimos orgullosos de haberlo hecho. En todo caso me siento agradecido de que finalmente ocurriera y que todo el trabajo anterior no fuera en balde”. Decid la verdad: ¿Empezasteis a tocar la guitarra para poder ligaros a chicas en la playa? KEVIN “(Risas) No. Mi ex, ex, ex novia me compró mi primera guitarra acústica para que aprendiera a tocar ‘Screaming Infidelities’ de Dashboard Confessional y cantársela, así que no era para ligarme a una chica, sino para mantenerla (risas)”.

27


GOOD CHARLOTTE

SOBRE SUS PASOS

PUEDE QUE UNA REUNIÓN DE GOOD CHARLOTTE NO SEA COMPARABLE A LA DE OTROS GRUPOS QUE HAN VUELTO EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS, PERO ES INDUDABLE QUE EL QUINTETO DE MARYLAND DEJÓ MUCHO MÁS POSO DEL QUE SU POCA POPULARIDAD ENTRE LA CRÍTICA MÁS COOL HACÍA ENTENDER. SU NUEVO TRABAJO, YOUTH AUTHORITY, HA VUELTO A DEJAR CLARO QUE HABER CREADO UNOS CUANTOS HITS EN EL PASADO NO FUE NINGUNA CASUALIDAD. TEXTO: RICHARD ROYUELA FOTOS: DR


L

AS COSAS han cambiado mucho desde los años de grandeza de Good Charlotte, aquéllos que les vieron vender millones de copias de discos como The Young And The Hopeless y The Chronicles Of Life And Dead, y en los que la imagen de los gemelos Madden estaba en todos lados. Hoy la música de guitarras parece estar pasando un mal momento, al menos si nos guiamos por las listas de éxitos o lo que suena en las radios, y el equivalente de bandas como Good Charlotte está en formaciones como Twenty One Pilots, con un discurso similar en el fondo pero diferente en la forma.

Pero la nostalgia, siempre ella, ha jugado a favor de la banda y muchos de aquellos jóvenes que se identificaron con sus canciones hace ya más de una década, empiezan a ver la treintena y a querer recuperar aquellos momentos de felicidad de cuando eran adolescentes. De ahí que la vuelta del grupo haya sido recibida con una alegría que contrasta con la negatividad con la que fue acogido Cardiology, su último álbum hasta la llegada el pasado julio de Youth Authority (Kobalt/Popstock!). Pese a que la imagen de frívolos siempre ha acompañado tanto a Joel Madden (voz) como a Benji Madden (guitarra) –sus rela-


ciones sentimentales con estrellas mediáticas como Paris Hilton o Nicole Richie no ayudaron precisamente-, los hermanos no tienen un pelo de tontos. Más bien lo contrario. A diferencia de muchos músicos que parecen vivir en el limbo y no enterarse de lo que pasa a su alrededor, sólo hay que tirar de hemeroteca y ver que siempre la han tocado. Supieron cuándo no había que estirar más de la cuerda y cuándo ha sido el momento de volver. Junto a sus fieles compañeros de batallas Paul Thomas (bajo) y Billy Martin (guitarra), además de Dean Butterworth, batería desde los tiempos del poco reivindicado Good Morning Revival, Good Charlotte han vuelto con Youth Authority, un disco de puro punk pop, sin complicaciones y que llegará a quien tiene que llegar. Ni más ni menos. El propio Joel, desde su casa de Los Ángeles, nos explica cómo está viviendo su retorno. Supongo que para ti lo más relevante de Youth Authority es el propio hecho de que exista. ¿Cómo te sientes ante el hecho de tener un nuevo álbum de Good Charlotte? JOEL MADDEN “Bueno, es un sensación complicada de explicar pero muy satisfactoria. Cuando decidimos dejarlo en 2011, sinceramente, nunca pensé que llegaría el día en que vería a la banda funcionando de nuevo, pero aquí estamos. Y no puedo estar más contento por ello”. ¿Qué fue lo que os motivó realmente a la hora de reactivar el grupo? “No hubo un momento concreto, sino que fue algo que fue creciendo en

30

nosotros. Durante 2015 nos dimos cuenta de que no teníamos sello, ni mánagers, ni nadie a quien rendir cuentas, estábamos en una situación de libertad que no habíamos experimentado hasta ese momento, así que pensamos que bajo esas circunstancias igual era una buena idea volver a pensar en componer temas que podían ser para Good Charlotte. Y así fue como la cosa fue creciendo. Me gusta la sensación de haber creado un disco honesto, sin prisas ni presiones y donde la única finalidad fue la de contentarnos a nosotros mismos y volver a disfrutar de algo que ha sido tan importante en nuestras vidas”. Una de las cosas que ha cambiado en este retorno, si es que podemos llamarlo así, es la percepción de la banda. Os fuisteis ante la indiferencia de todo el mundo y ahora parece que sois, no diría unas leyendas, pero sí un grupo altamente valorado. ¿Has tenido tú también esa sensación? “Desde luego. Y es una sensación agradable que se añade a todo el positivismo que estamos teniendo nosotros mismos respecto a la banda. No voy a decir que nos importara mucho que se nos reconociera o no, pero siempre es agradable saber que has sido una influencia para formaciones que están triunfando ahora mismo y que todo el mundo esté feliz de que vuelvas”. Realmente Cardiology fue vuestro peor álbum. Parecía un disco sin chispa, propio de una banda cansada y sin

nada que decir. “¡Es que fue justamente eso! Para empezar Cardiology fue un álbum que nunca tuvo que existir. Empezó siendo un proyecto que quería hacer con mi hermano, pero nunca se pensó como un disco de Good Charlotte. Pero las presiones de todo el mundo que se movía alrededor de la banda, discográfica, mánagers, agentes… acabaron por convencernos, bueno, no sé si convencernos sería la palabra adecuada… Básicamente no nos quedó otra opción de editarlo como Good Charlotte. Pero fue un disco hecho sin ningún entusiasmo y con muy poca motivación. Eso es lo que pasa cuando te sientes forzado a hacer algo”. ¿Qué lleva a un grupo a es-


“CUANDO DECIDIMOS DEJARLO EN 2011, SINCERAMENTE, NUNCA PENSÉ QUE LLEGARÍA EL DÍA EN QUE VERÍA A LA BANDA FUNCIONANDO DE NUEVO, PERO AQUÍ ESTAMOS”

JOEL MADDEN

tar en la cima y apenas tres o cuatro años más tarde estar absolutamente quemado? “Son muchas cosas. Al menos lo fueron en nuestro caso. El cansancio juega un papel fundamental. Te pasas un montón de años viviendo tu sueño, pero por otro lado sacrificas tu vida. Tienes cierta sensación de ser un producto en el que hay muchos intereses. Llegó un momento en que salir de gira o mantener ese ritmo con el grupo nos era imposible. Empezamos a tener familias con niños y resulta que en vez de ver crecer a tus hijos en casa, tenías que estar en un autobús de gira, muy a tu pesar, y defendiendo un álbum en el que no crees. En definitiva, todo lo que había sido divertido ya no lo era en ese momento. Por eso pa-

ramos y en aquel momento realmente lo último que podía pensar es que un día iba a volver a cantar para Good Charlotte. De hecho, no tenía ningún plan en mente. Simplemente quería vivir y estar con mi familia en casa, disfrutando de una vida normal”. Para acabar con vuestro periodo de ruptura, ¿en algún momento os sentisteis esclavos de tener que ser Good Charlotte las 24 horas del día y que no había margen de crecer para la formación? Lo digo porque algunos de vuestros mejores momentos están en canciones como ‘I Just Wanna Live’ o en el álbum Good Morning Revival,

que se alejaban de lo que era el sonido pop punk de la banda. Good Morning Revival fue, en mi opinión, un trabajo que no tuvo mucho reconocimiento pero que tenía grandes momentos. “Gracias. No puedo estar más de acuerdo con esto porque es justo lo que pasó. He de decir que Good Morning Revival es mi álbum favorito de Good Charlotte. No hay un disco que hiciéramos con tanta motivación como ése. Quisimos crecer como grupo y creo que lo conseguimos, pero muchos consideraron que el álbum fue un fracaso y otros ni se molestaron en escucharlo porque era un álbum nuestro. Así son las cosas por desgracia. De ahí que acabáramos haciendo un disco como Cardiology… que sí puede considerarse un fracaso”. Pasando a hablar de Youth Authority, si algo queda claro es que es un álbum 100% Good Charlotte en plan ‘esto es lo que somos y en lo que somos buenos’. “Hacer este álbum ha sido un acto de amor. Hemos sido nosotros solos disfrutando de grabar un disco de nuevo. Como he dicho antes, aquí no había ninguna presión. Ni un mánager o discográfica a la que rendir cuentas, ni ninguna expectativa, ni necesidad comercial o de que el disco tenía que estar en la calle en tal o cual fecha. Es imposible ser más sincero cuando tienes unas circunstancias tan favorables como éstas. Ahora mismo nosotros somos nuestros propios mánagers, lo cual lo dice todo” Comparándolo con cualquie-

31


ra de los álbumes de vuestra primera etapa, ¿qué tiene éste de especial? “Lo veo un poco como la primera vez que nos metimos a grabar. Queríamos que fuese un álbum especial, del que siempre pudiésemos tener un buen recuerdo. Cada álbum, a su manera, es especial, pero definitivamente éste se ha hecho bajo unas circunstancias que nunca habían tenido ninguno de los anteriores. La inspiración estuvo en todo momento allí y, la verdad, a estas alturas de mi vida no quiero hacer nunca nada más de lo que no esté plenamente convencido”. En la producción está el que se ha convertido en el gran mago del punk pop, John Feldmann. Pese a que en el pasado ya habíais colaborado juntos, éste es el primer disco que produce de principio a fin. “Una vez decidimos volver a grabar un nuevo álbum, John fue la única opción que barajamos. Tenemos un gran recuerdo de todas las veces que trabajamos junto a él y sabíamos que era la persona perfecta para encarar el disco de la manera que queríamos. Y así ha sido. Una grabación relajada, en la que todos hemos disfrutado. El álbum lo encaramos de una manera bastante concisa. No ha sido esa clase de disco donde se graban 40 temas y luego se intentan escoger los mejores. Ha quedado alguna cosa fuera, pero prácticamente lo que se puede escuchar en el álbum es lo que se grabó”. Más o menos al mismo tiempo que el vuestro, se grabó el esperado álbum de

32

Blink-182 junto a Matt Skiba. ¿Cuál es tu opinión sobre él? “Me encanta el disco. Pienso que Blink han sabido adaptarse a la perfección a esta nueva situación y seguro que les va a ir todo muy bien en esta nueva etapa”. Hay que preguntarte por las colaboraciones de Kellin Quinn de Sleeping With Sirens y Simon Neil de Biffy Clyro. ¿Cómo llegasteis a ellos? “No hay un gran misterio alrededor. Las colaboraciones con otros músicos siempre han sido algo muy natural para nosotros, y tanto Kellin como Simon son dos artistas que admiramos y nos encantan sus bandas. Con Kellin tenemos una muy buena relación y diría que colaborar con él fue casi inevitable. Respecto a Simon, soy fan de Biffy Clyro desde hace mucho tiempo, así que le propusimos colaborar y por suerte dijo que sí. Es un privilegio que estén los dos en el disco”. Tanto el título del álbum como la portada tienen un aire nostálgico. ¿Es lo que queríais representar, fue adrede? En cierta manera vosotros ya sois old school para algunas generaciones... “Al igual que la música, queríamos una portada que representara el espíritu orgánico con el que se ha hecho el álbum. La portada está hecha de una manera totalmente analógica. Cuando hablamos con la persona que iba a hacer la portada, le dijimos cuál era nuestra intención y entendió perfectamente el concep-

to. No hay nada hecho con ordenador. Todos esos pósters se colocaron de verdad y es una fotografía real. No queremos decir que estamos en contra de la técnica y todo eso, pero definitivamente queríamos una aproximación más humana. Respecto al título, queríamos hacer entender a los chavales que han de creer en ellos mismos. Nuestra experiencia puede servirles de algo, y fue para mostrarles que hay vida más allá de estar delante del ordenador todo el día. Hay que salir a buscar las cosas y creer en ellas. Pienso que el paso del tiempo y llevar veinte años con el grupo nos da esa autoridad para decir ciertas cosas”. Durante el periodo que estuvisteis fuera de la banda, tanto tú como tu hermano os dedicasteis a componer canciones para otra clase de artistas. ¿Qué habéis sacado de la experiencia de escribir para otros? “Por una lado es un reto escribir una canción para alguien que no eres tú. Pese a que sea algo que has estado haciendo durante muchos años, es una experiencia completamente diferente. La responsabilidad es diferente, porque no sólo te has de rendir cuentas a ti mismo. Pero lo que te da el escribir canciones para artistas tan diferentes como All Time Low o 5 Seconds Of Summer es la propia seguridad de poder hacerlo y estar a la altura. Es probable que sin esas experiencias un nuevo disco de Good Charlotte hubiese tardado mucho más en llegar o directamente nunca hubiese existido. ¿Quién sabe lo que hubiera pasado?”.


Una de las cosas que me ha llamado la atención es lo bien que les ha ido a todos los componentes de Good Charlotte fuera del grupo durante este tiempo. Parece que os habéis librado de ser la típica reunión que se hace por el dinero o como mínimo forzada porque alguno de los componentes lo está pasando mal económicamente. “Bueno, es que precisamente eso es lo que ha marcado la vuelta de la banda. Estamos aquí porque queremos estar y de la manera que nos apetece. Si esto hubiese sido una reunión en la que, de nuevo, hubiésemos estado rodeados de personal buscando las mejores ofertas para volver, hubiésemos caído en los mismos errores. Era un buen momento para todos para disfrutar de Good Charlotte y queríamos pagarnos nosotros mismos el disco para no tener que estar pendientes de nadie. Como dices, a todos nos ha ido bien fuera del grupo. Hemos sabido invertir el tiempo y el dinero bien fuera del grupo. Mi hermano y yo, por ejemplo, tuvimos claro el invertir en propiedades en vez de despilfarrar el dinero que, por desgracia, es lo que hacen muchos músicos”. ¿Qué aspiraciones tienes ahora con el álbum grabado y en la calle? “Sencillamente disfrutar y pasarlo bien. No estoy preocupado por lo que pueda pasar a partir de ahora. Sé que el disco va a gustar a nuestros fans y que nos va a a permitir poder girar y escoger cómo hacerlo. Hace unos meses

“ME GUSTA LA SENSACIÓN DE HABER CREADO UN DISCO HONESTO, SIN PRISAS NI PRESIONES Y DONDE LA ÚNICA FINALIDAD FUE LA DE CONTENTARNOS A NOSOTROS MISMOS Y VOLVER A DISFRUTAR DE ALGO QUE HA SIDO TAN IMPORTANTE EN NUESTRAS VIDAS”

JOEL MADDEN estuvimos de gira por el Reino Unido con All Time Low y la respuesta de la gente nos hizo ver que estamos en el buen camino. Si te soy sincero, no voy a seguir con Good Charlotte durante años y años. No digo que éste vaya a ser nuestro último disco, pero esto tiene una fecha de caducidad. Lo último que quiero es que la banda se convierta en una obligación, así que lo mejor que podemos hacer es pasarlo bien mientras sigamos juntos y cuando llegue el momento final, hacerlo con una sensación bien diferente a como fue la primera vez. No estamos interesados en hacer giras largas que nos tengan fuera de casa mucho tiempo.

Mejor escoger bien lo que hacemos”. Una de las cosas que habéis hecho tu hermano y tú ha sido participar en la edición australiana de La Voz. Supongo que te será difícil hablar en contra de esos concursos habiendo sido parte de ellos, pero ya sabes que mucha gente se muestra crítica al hablar de esos talent shows ya que es una manera artificial de crear artistas. Parece que ya no se valore que un músico tenga que hacerse en pequeños escenarios...

33


“Tengo que decir que antes de mi participación en La Voz estaba muy poco familiarizado con este tipo de concursos. Obviamente sabía de su existencia, pero nunca había seguido uno de ellos de manera continuada. Entiendo perfectamente la crítica que existe hacia este tipo de programas y, hasta cierto punto, puedo compartirla. Un concurso como éste está muy lejos de como yo mismo empecé mi carrera, pero también hay que entender que las cosas han cambiado mucho dentro de la industria en los últimos años. Personalmente el motivo que me llevó a hacerlo es que era una buena oportunidad para que hubiese alguien de una banda de rock en el jurado, algo que no suele pasar en esta clase de concursos... No es que pensara que iba a revolucionar el programa, pero sí que podíamos lleva más a nuestro terreno las cosas 34

y, si podemos aportar que el rock tenga más presencia en la tele, ¿por qué renunciar a ello? Total, si no lo hubiese hecho yo hubiesen llamado a otro, no es que el concurso no fuese a hacerse sin nuestra presencia. Aunque seguramente ésta haya sido mi última temporada en el show, ha sido para mí una gran experiencia y he de decir que he visto mucho talento en el programa”. Ya que estamos en La Voz Australia, es increíble lo populares que sois allí. ¡Hasta Cardiology fue un éxito allí! “Sí (risas). No tengo nunca una explicación con fundamento acerca de nuestra popularidad allí. No hay un motivo concreto o que en algún momento pasara algo para que las cosas fueran así. Simplemente ha sucedido y me siento muy contento

de que sea así. Es un gran país y me hace feliz que tanto mi hermano y yo, como la banda, seamos tan populares allí”. Aunque has dicho que os lo pensáis tomar con más calma, ¿acabaréis viniendo por aquí en algún momento? En toda vuestra carrera sólo habéis venido a España una vez... “Sí, ésa es nuestra intención. Estamos ahora mismo planeando cómo van a ser las giras. No hay nada decidido, pero Europa será una parte prioritaria en 2017 y te aseguro que España está entre los países que pensamos visitar. Nos veremos antes de lo que pensáis”.



VIVA BELGRADO

EL GRAN VIAJE

‘


POR MUCHO REPARO QUE LES DÉ, VIVA BELGRADO SEGUIRÁN DANDO QUE HABLAR CON SU RECIÉN ESTRENADO NUEVO DISCO, ULISES. LOS CORDOBESES HACEN DE LA SENCILLEZ UNA VIRTUD EN UN MUNDO QUE DEMANDA JUSTO LO CONTRARIO. BIEN POR ELLOS. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: RACHEL DEMETZ

S

I ALGÚN DÍA después de un concierto os encontráis con alguno de los componentes de Viva Belgrado y os acercáis a felicitarle, no os sintáis mal si su respuesta es más bien poco entusiasta. No es que sean bordes o engreídos, es sólo que son extremadamente tímidos. La fluidez que tienen Cándido Gálvez (voz, guitarra), Pedro Ruíz (guitarra), Ángel Madueño (bajo) y Álvaro Moreno (batería) para transmitir emociones a través de su música es inversamente proporcional a la facilidad de palabra que tienen cuando no llevan sus instrumentos colgando. Pese a este, algunos dirán, hándicap, así como su recelo hacia todo aquello que pueda desviar la atención sobre lo único que creen que merece ser valorado, su música, el cuarteto de Córdoba ha conseguido una notable repercusión desde que en 2014 publicaran su primer largo Flores, Carne. Los números hablan por sí solos: más de cien conciertos en 13 países para presentarlo (incluidas paradas en los últimos Primavera Sound o Resurrection Fest) y cuatro ediciones en vinilos en otros tantos países. Cuando nos visitaban en nuestra redacción el pasado 18 de julio, también podían presumir, aunque naturalmente no lo hicieron, de haber agotado anticipadamente las entradas para el concierto que esa noche iban a dar en la sala Rocksound de Barcelona. En el momento de hacer la entrevista a

propósito de su flamante nuevo disco, Ulises, todavía no tenían claro si simplemente lo colgarían en internet o iban a hacer un lanzamiento tradicional. Finalmente se decidieron por publicarlo el 29 de agosto a través de Aloud Music, pero sin ningún tipo de promoción previa tan al uso en estos tiempos. Ni teaser, ni lyric video, ni pollas. Esta voluntad de no generar ningún tipo de expectativas cuadra perfectamente con el contenido de Ulises, un álbum en el que la banda ha apostado por un sonido totalmente orgánico (Santi Garcia entre los estudios Cal Pau y Ultramarinos Costa Brava) y donde su elegante y visceral post hardcore, junto a los característicos recitados de Cándido, ha evolucionado de manera muy natural. Tan natural como ellos. ¿Cómo lleváis el interés que están despertando Viva Belgrado hoy en día? ÁNGEL MADUEÑO “Vivimos en la burbuja de Córdoba”. ÁLVARO MORENO “Cuando tocamos en Córdoba vienen a vernos 40, 50, 60 personas con suerte... Pero es verdad que cuando salimos fuera volvemos con otra impresión. Hemos vuelto con buen feedback de los últimos festivales en los que hemos estado”. ¿Os gusta vivir en esa burbuja y estar ajenos a lo que se dice de vosotros? ÁNGEL “Tampoco mucho”.

ÁLVARO “Yo creo que está bien tener un poco el feedback del público o de la gente que le puede gustar lo que haces. Si haces algo en tu cuarto y lo enseñas y nadie te dice nada, al final es como si no pasara nada”. CÁNDIDO GÁLVEZ “Tampoco estamos en Twitter, Instagram o Facebook. Nos gusta el feedback de la gente, pero no lo buscamos a toda costa. Lo preferimos más a nivel personal que virtual”. Aunque ya he podido escucharlo, ha habido mucho secretismo alrededor del disco. No habéis lanzado ningún avance, por ejemplo. CÁNDIDO “Por un lado nos gustaría crear un poco de bola o de hype para que cuando salga el disco tenga más repercusión, pero por otro, no acabamos de considerar ético o correcto promocionar algo a lo que el público no tenga acceso. No queremos decir que las bandas que hagan eso actúen mal, pero nosotros no nos acabamos de sentir cómodos. Estamos sospesando qué nos conviene más”. ÁNGEL “Es que todo el mundo lo hace y a lo mejor hay que replantearse algunas cosas. No es lo mismo hablar con un producto en la mano. Es como si te cuentan una película y te crean una expectativa que quizá luego no sea satisfecha”. Bueno, ahora grandes estre37


llas como Radiohead o Beyoncé sacan discos sorpresa, sin anunciarlo. ÁNGEL “Con las redes sociales ha cambiado la cosa. Antes tenías que ir a buscarlo y ahora simplemente con estar en tu ordenador ya te viene. Es más intrusivo, creo”. Da la sensación de que os da apuro todo lo que supone estar en un grupo que no es estrictamente musical. PEDRO RUÍZ “En gran medida sí. No sé si es elección o simplemente algo que no nos sale de manera natural. O un poco las dos cosas. Pero como puedes ver, somos tímidos. Entendemos que debería primar la música por encima de la imagen o de la ropa que llevemos en una foto de promo”. Tampoco lo veo tan complicado. Otra cosa sería que os hicieran posar con ropa de una cierta marca o haciendo el ganso, pero si queréis, el control de la imagen es vuestro. Y cuando la gente va a un concierto también os ve. En ese momento sois el foco de atención os guste o no. CÁNDIDO “Es más la imagen en los medios. Hay grupos que tienen más fotos que conciertos. Al final lo que hacemos es música. También tiene que ver de dónde venimos, de la escena underground. Nacimos tocando en casas okupas y tal. Y quizá nos da cierto respeto perder eso o que la gente de esa escena nos vea de otra manera”. Pero al final eso son prejui38

cios igual que los otros. Si por tener una foto ya te van a poner a parir… Si lo importante es la música, valora eso. Igual es sólo timidez, pero creo que es una pena que un grupo como vosotros, que ha conectado con el público, se quede a medio camino. Creo que es bueno para la escena musical que un grupo como el vuestro dé un paso adelante y no sea todo Supersubmarina y Vetusta Morla. ÁLVARO “Pero a la hora de dar conciertos en salas, tampoco decimos que no. No vamos a negarnos a tocar en Apolo 2 porque no va con nosotros ni tampoco dejar de tocar en una casa okupa. Lo importante es tocar, no el sitio”. ÁNGEL “No hay nada inamovible y las tendencias se destruyen y salen otras de nuevas. Lo que puede estar funcionando ahora, puede dejar de hacerlo y funcionar otras bandas”.

que ya van más subidos. Me gusta eso, aparte de la música”. ÁNGEL “Tampoco les conocemos personalmente (risas)”. ÁLVARO “Ya, pero es la imagen que dan como público lo que te puede transmitir una postura o una vestimenta”.

¿Tenéis algún grupo como referente, que os guste cómo hacen las cosas? CÁNDIDO “A nivel personal, porque no lo hemos hablado, Standstill, o Berri Txarrak también. Y de fuera quizá grupos de la nueva hornada de emo americano tipo La Dispute o Touché Amoré. Sobre todo creo que en La Dispute coincidimos todos en que nos gusta cómo hacen las cosas a nivel de comunicación o de comportamiento”. ÁLVARO “Yo veo a La Dispute como gente súper sencilla que hacen lo que les gusta vayan diez o vayan mil. Transmiten esa sencillez. Podrían ir con otra actitud porque de hecho hay grupos con menos repercusión

Siendo tan tímidos, ¿subiros a un escenario os pone muy nerviosos o es como si fuerais a ensayar? ÁLVARO “Ni un extremo ni otro (risas)”. ÁNGEL “Depende del concierto. Hay algunos que estás más nervioso porque te la juegas más. Yo recuerdo el concierto del Palacio de Deportes con Toundra que estaba tan nervioso como si fuera mi primer concierto. Pero luego se me pasó”. CÁNDIDO “Yo todavía me pongo nervioso, pero no tanto como al principio. Pero en parte mola”. ÁLVARO “Yo creo que estamos más cómodos tocando que hablando con

Pero ves, al final también te fijas en eso. La imagen que transmiten no sabes si es real, es la que te ha llegado. Entiendo que vuestra cruzada es más contra los grupos que son solamente imagen y no hay contenido. ÁNGEL “En nuestro caso también interviene el factor directo. Intentamos transmitir una imagen honesta y cuando nos ven es lo que somos. Igual si crecemos eso se pierde porque no tendremos el contacto directo con la gente”. PEDRO “Eso dependerá más bien de nosotros, ¿no?”.


“MI VISIÓN ES QUE EN CADA DISCO HEMOS IDO AÑADIENDO ALGO NUEVO. ESTE ÁLBUM ES CONTINUISTA, PERO HAY UN SALTO. HAY TEMAS MÁS ARRIESGADOS” CÁNDIDO GÁLVEZ

la gente o dando entrevistas. Muchas veces, cuando acabo de tocar y me salgo a despejar, tampoco me acerco a la gente. Y si se me acercan y me dicen ‘buen concierto’, digo ‘gracias’, pero tampoco sé qué más decir. Para mí es un poco incómodo porque no sé qué decir”. Hablando del nuevo disco, Ulises, tengo que deciros que me encanta cómo suena. Es muy cálido. CÁNDIDO “Si tuviera que elegir un productor en el Estado sin duda sería Santi. Si tuviera que volver a grabar ahora mismo sería con él. Algo que le dijimos es que, como en el disco hay partes más accesibles, queríamos compensarlo con un sonido más crudo. Bajamos un poco la distorsión de

las guitarras, también. Al final lo que hacíamos por compensar ha jugado a nuestro favor”. A mí me suena muy natural y poco efectista. Fluye muy bien. ÁNGEL “Santi sabe captar muy bien los momentos. Hay que confiar siempre en su oído”. CÁNDIDO “También parte del mérito es de su hermano Víctor, que ha hecho el mastering”. ÁLVARO “En las baterías hay un cambio muy gordo. Él nos propuso grabarlo en Cal Pau y nos dijo ‘hacedme caso’, pero aunque fue un gran desembolso ir allí, mereció la pena. Cuando entras y ves el salón piensas ‘aquí va a tener resonancia hasta el botijo del fondo’, pero luego lo coloca todo y suena genial”.

A nivel individual, ¿en qué creéis que habéis mejorado respecto al anterior? CÁNDIDO “Yo diría que en este disco he hecho prácticamente sólo rítmicas y le he dejado sitio a Pedro para que tuviera espacio. Y a nivel de letras, tienen mucho más peso en éste. Me siento más orgulloso de las letras. Veníamos haciendo algo muy cargado de metáforas y ahora he intentado soltar lastre y ser más directo, más llano con el lenguaje”. ÁNGEL “Para mí el cambio más grande ha sido coger púa, hacer los bajos más simples. Le da más color y lo hace más poderoso. Tiene más protagonismo y eso mola mucho. Cuando te dejas aconsejar por Santi y utilizas los pedales que te propone es una pasada. Me flipa cómo suena el bajo. 39


Y también me flipan las letras de Cándido. Hay letras brutales. Creo que es una evolución hacia un punto mejor”. ÁLVARO “A mí el hecho de grabar en Cal Pau me ha resultado más cómodo, porque estaba en otra habitación que ellos. Vas cogiendo confianza en ti mismo. Por consejo de Santi también he simplificado las partes, los redobles, los breaks, para hacer que todo caminara mejor. Cuando lo escuchas grabado ves que tiene razón”. PEDRO “Yo diría que he intentado salirme de los punteos con delay. Lo sigo haciendo porque es inevitable (risas), pero he intentado romperme un poco más la cabeza y hacer partes más pegadizas tipo Foals. Sobre todo en los temas lentos”. ¿Sentís que tenéis un sonido que ya es vuestro o todavía lo veis como una suma de influencias? ÁLVARO “Yo creo que siempre coges referencias, incluso cuando crees que ha sido una idea tuya. Supongo que cuantas más canciones haces, más tiendes a tenerte a ti como referencia. Tampoco vas a inventar nada nuevo”. CÁNDIDO “Mi visión es que en cada disco hemos ido añadiendo algo nuevo. Este álbum es continuista, pero hay un salto. Hay temas más arriesgados”. PEDRO “Yo creo que una de las cosas que ayuda a identificarnos es la voz, porque más o menos se mantiene constante, es recitada/gritada, con ritmo. Para mí es lo que hace de pegamento”. ¿Este estilo de la voz lo ves como algo irrenunciable o en el futuro te ves cantando más melódico? CÁNDIDO “No, al final es ir buscando la comodidad poco a poco. Hay veces en los ensayos que intento cantar de manera más melódica, y en este disco el spoken tiene más ritmo que en el anterior. Siempre estamos con el chiste de que era hip hop (risas). ¿Quién sabe si en el próximo me dará por cantar?”. Antes decías que habías sido menos metafórico y leyendo las letras he pensado que no lo has pasado muy bien. Hay varias referencias geográficas, Japón, Barcelona, 40


“ME SIENTO MÁS ORGULLOSO DE LAS LETRAS. VENÍAMOS HACIENDO ALGO MUY CARGADO DE METÁFORAS Y AHORA HE INTENTADO SOLTAR LASTRE Y SER MÁS DIRECTO, MÁS LLANO CON EL LENGUAJE” CÁNDIDO GÁLVEZ también una historia de amor que no salió muy bien… ¿A medida que lo ibas viviendo pensabas ‘esto será el próximo disco’? CÁNDIDO “Siempre digo que no voy a escribir sobre algo que no conozco. Siempre voy escribiendo en el móvil. Cuando saco alguna conclusión o alguna frase siempre intento anotarla. Ése es el material que uso para las cabezas. Nunca he sabido coger un folio en blanco y ponerme a escribir. Voy teniendo trocitos de lo que quiero contar y luego los monto como un puzzle. Lo de las referencias geográficas es porque me gusta mucho viajar y hace un año estuve en Japón, casi un par de meses, también en China… Y en esos vuelos donde estás muchas horas solo tienes tiempo para pensar. A mí me gusta el ritual de subirme al avión. Es como un espacio donde puedes estar contigo mismo y pensar. Lo que escribo no es mentira. Me sentiría falso. No me sentiría cómodo cantando algo que no hubiera sentido”.

La realidad es que vas a estar cantando estos temas durante el próximo año. ¿Qué sentimiento te provoca? ¿Va a ser como estar machacándote con la misma historia o crees que a base de cantarlo te dejará de doler? CÁNDIDO “Yo creo que se hace un poco por eso, por dejarlo salir fuera. Pero también da un poco de pena porque cuando has cantado una canción una serie de veces, pones el piloto automático y no sabes ni lo que estás cantando. Pero bueno, si lo piensas, sí que te acuerdas del momento en el que lo escribiste. Pero bueno, creo que las cosas se superan y las canciones pueden mutar y adquirir otro significado”. Siendo tan tímido, ¿te da pudor presentarles una letra o que la escuchen tus padres? CÁNDIDO “Sí porque ellos sí que saben de qué van las letras. Alguien que no me conoce puede intuir cosas, pero no sabe de quién estoy hablando. Pero no me queda más remedio que enseñárselas y además les tengo mucha confianza”. ÁLVARO “Pero le cuesta mucho enseñarlas. No lo hace hasta que está muy seguro de que no va a cambiar ni una frase”.

41


A DAY TO REMEMBER

REPARTAN JUEGO


EN LOS ÚLTIMOS AÑOS A DAY TO REMEMBER HAN LLEGADO TAN LEJOS COMO PUEDA HACERLO UN GRUPO QUE MEZCLA PUNK POP CON BREAKDOWNS HARDCORE. PERO LA AUTOCOMPLACENCIA DE ALGUNOS DE SUS COMPONENTES Y SU PROPIO ESTRÉS PUSO AL VOCALISTA JEREMY MCKINNON EN ALERTA. PARA GRABAR SU SEXTO ÁLBUM, BAD VIBRATIONS, LOS DE FLORIDA SE FUERON A TRABAJAR CON DOS VETERANOS DE LA ESCENA CON EL FIN DE REACTIVAR SUS FLUJOS CREATIVOS. NOS CITAMOS CON ELLOS EN LONDRES PARA QUE NOS CONTARAN LA EXPERIENCIA. TEXTO: RUBÉN NAVARRO FOTOS: DR/RUBÉN NAVARRO (LONDRES)/JORDI MEYA (DIRECTO)


ARA UN GRUPO acostumbrado a ir al estudio en pantalón corto y chanclas en su soleada Florida, el contraste con el que se encontraron al llegar a Fort Collins, Colorado, no podría haber sido más brusco. En pleno invierno, la pequeña localidad donde Bill Stevenson y Jason Livermore tienen su estudio Blasting Room estaba cubierta de nieve y contaba con temperaturas gélidas. Si, como en palabras de Jeremy McKinnon, “necesitaban salir de su zona de confort”, A Day To Remember no podrían haber elegido un sitio mejor. Pero tanto él como sus compañeros, los guitarristas Kevin Skaff y Neil Westfall, el bajista Joshua Woodard y el batería Alex Shelnutt, estaban decididos a adentrarse en territorio desconocido. Si en sus últimos trabajos McKinnon había tomado la batuta a la hora de componer –algo que les había llevado a distanciarse progresivamente de su faceta más cañera-, en Bad Vibrations (ADTR Records/Epitaph) nos encontramos con una banda que vuelve a disfrutar metiendo cera. ¡En ‘Bullfight’ incluso encontramos un puente que podrían haber firmado Amon Amarth! Pero desde luego su objetivo no era endurecerse porque sí, sino conseguir crear música como un equipo, con cada miembro aportando espontáneamente sus partes estando todos juntos en una misma habitación en lugar de enviándose archivos por internet. Por si fuera poco, el hecho de tener que presentar su nuevo material a una leyenda como Stevenson, batería de Descendents y All, y su socio, con quien han producido discos para Rise Against, As I Lay Dying, NoFx o nuestros Berri

44

Txarrak, hizo que aún subieran más el nivel de autoexigencia. El pasado 6 de junio Jeremy y Kevin se encontraban en Londres para atender a los medios y RockZone estuvimos entre los seleccionados para poder charlar cara a cara sobre su nueva obra, su actitud ante las críticas de los fans, el estado del letigio con su antigua discográfica o su gira junto a Blink-182. Nos ha sorprendido lo duro que suena Bad Vibrations comparado con vuestros últimos trabajos. ¿Pensabais que os habías decantado demasiado por el pop punk en los últimos tiempos? JEREMY McKINNON “No es algo que decidiéramos hacer, ni en éste ni en otros discos. Siempre estamos componiendo y luego escogemos las canciones que pensamos que son mejores. Y esta vez nos gustaban más los temas duros que los más pop”. El año pasado os tomasteis un largo tiempo de descanso... ¿Estabais al borde de quemaros? JEREMY “Desde luego. Personalmente estaba haciendo demasiadas cosas. Entre gira y gira estaba produciendo a otros grupos y sin darme cuenta me empezó a desgastar mucho. En ese momento no era consciente, pero llevaba un año o dos trabajando sin parar. Así que probablemente fue culpa mía por pensar que podía con todo, pero sin duda me estaba quemando y eso afectaba al resto también. Necesitaba parar”. ¿Cuándo sentisteis la necesi-

dad de volver a reactivar el grupo y empezar a trabajar en el nuevo disco? KEVIN SKAFF “No lo pensamos mucho. Fue en plan ‘vámonos y empecemos a componer’. En un principio queríamos hacer un EP. Yo me acababa de mudar a una nueva casa y literalmente dos días después nos fuimos a Colorado para empezar a trabajar. Me quedé como… ‘Vale, vámonos’ (risas). Pero cuando llegamos al estudio en lugar de un EP, escribimos 42 ideas y eso se convirtió en Bad Vibrations. Pero la intención no era hacer un álbum”. ¿Por qué era tan importante para vosotros iros lejos de casa para hacer este disco? JEREMY “Teníamos que salir de nuestra zona de confort. La gente se había acomodado demasiado en hacer las cosas de cierta manera. Y cuando grabas en casa siempre hay una excusa para irte antes. Siempre surgía algo en plan ‘tengo que llevar el coche al taller’ o ‘me vienen a arreglar no sé qué’. Era una excusa detrás de otra. Por eso necesitábamos irnos y centrarnos sólo en el disco. Necesitaba que todo el mundo se implicase al 100% y eso es lo que ocurrió en Colorado”. De hecho, os fuisteis todos a vivir juntos en una casa durante la grabación. ¿Cómo era un día normal mientras estabais ahí? JEREMY “La casa estaba a 30 minutos de la ciudad. Está en una reserva natural, muy salvaje. Había nieve en las carreteras y la única persona que había crecido rodeada de nieve era Gaff, en Minessotta, así que los de-


“ERA “ERA MUY MUY IMPORTANTE IMPORTANTE QUE QUE CADA CADA MIEMBRO MIEMBRO SE SE SINTIERA SINTIERA

más somos todos tan idiotas que estábamos acojonados al conducir por una carretera helada”. KEVIN “Sí, fácilmente podías salirte del margen”. JEREMY “Sí, la gente iba a 50 millas por ahí de noche”. KEVIN “Hubo noches en las que nos tuvimos que quedar en el estudio porque había demasiada nieve como para volver”. JEREMY “Así que estábamos en una casa encima de un valle rodeado de montañas. Había senderos por los que podías andar”. KEVIN “Un día normal era levantarnos sobre las diez, conducir hasta el estudio, escuchar las maquetas que habíamos hecho, desayunar, charlar un poco con Billy y Jason, ir al estudio B durante ocho horas y ponernos a componer”. JEREMY “Solíamos hacer dos temas nuevos por día. Desde cero”. KEVIN “Estábamos ahí hasta que no podíamos más o queríamos matarnos unos a otros. No nos tomamos ningún día libre hasta que vimos que lo necesitábamos de verdad. O si no alguien hubiera muerto (risas). Y cuando acababa el día, volvíamos a la casa escuchando las demos de nuevo (risas). Así eran nuestros días”. ¿Había algún tipo de mensaje que quisieras transmitir en las letras? JEREMY “Las canciones que seleccionamos tratan sobre distintas cosas, no hay un mensaje o un concepto que las unifique. Hablan sobre cosas que nos han ido pasando. En ‘Paranoia’ hablo sobre el estado mental en el que puedes estar a veces, ‘Naivety’ va del sentimiento de

PARTE PARTE DE DE ESTE ESTE DISCO. DISCO. PARA PARA MÍ MÍ ÉSA ÉSA ERA ERA LA LA PRIORIDAD” PRIORIDAD” JEREMY JEREMY MCKINNON MCKINNON

hacerse mayor y echar de menos cuando eras joven, o ‘Usual Words’, sobre los problemas del día a día, así que es muy variado”. ¿Y de dónde salió el título Bad Vibrations? JEREMY “Escribimos esa canción, de hecho fue una de las últimas que hicimos... Habla sobre estar muy, muy estresado. Intentaba capturar lo que se siente en ese momento. En la

parte antes del estribillo canto “Puedo sentir tus malas vibraciones a mi alrededor”. Nos gustó cómo sonaba y cuando buscamos un título nos decantamos por éste”. ¿Os daba algo de miedo trabajar con Bill Stevenson y Jason Livermore? Más que nada, porque tienen un background distinto al vuestro. JEREMY “Sinceramente no supe lo

45


que opinaban del disco hasta que nos fuimos. Nunca nos decían ‘esta canción es cojonuda’. A veces soltaban algún comentario, pero no fue hasta el tercer mes de estar ahí que hablando de una canción que pensábamos dejar fuera del disco, Jason dijo ‘¡No! Esa canción es bestial y tiene que estar en el disco’. Y nos quedamos en plan ‘¿De verdad te gusta la canción?’ (Risas). ¡Eso fue increíble! Son bastante reservados. No te dicen lo que piensan. No habíamos trabajado con ellos antes, así que nos intimidaba. Al menos a mí, porque no sabíamos qué esperar. Tener que mostrarles ideas que no estaban terminadas y que dijeran ‘meh… siguiente’ era intimidante. Fue una locura”. KEVIN “Pero cuando nos fuimos nos dijeron que era uno de los mejores álbumes que habían hecho”. JEREMY “Todavía no sé si creérmelo (risas)”. KEVIN “Pero fue increíble trabajar con ellos. Tienen una mentalidad más old school. Quieren que toques la canción y que la toques al máximo de tus posibilidades. Fue muy divertido estar encerrados con ellos. Conocen todas las técnicas modernas, pero para ellos ésa no es la manera de conseguir que un disco tenga alma, quieren que sientas algo cada vez que tocas un tema”. ¿Pero diríais que fue una experiencia mejor o sólo distinta? ¿Repetiríais con ellos? JEREMY “Para mí depende de la situación. Depende de lo que necesite la banda. Teníamos que hacer el disco de esta manera para ser una banda en 2016. Era muy importante que cada miembro se sintiera parte 46

de este disco. Para mí ésa era la prioridad. No había otra elección que juntarnos todos en una habitación y tocar. En obras anteriores yo llevaba todo el peso y esta vez fue cosa de todos”. El álbum lo editaréis vosotros mismos, con distribución por parte de Epitaph. ¿Estáis contentos con cómo funcionó la autoedición con Common Courtesy? KEVIN “Estoy contento con cómo manejamos la situación con Common Courtesy, sobre todo teniendo en cuenta las circunstancias que lo rodearon. Teníamos una fecha en la que íbamos a anunciar el lanzamiento y el juez escogió ese mismo día para el veredicto… o el día antes”. JEREMY “No, fueron tres o cuatro días antes. Pero no podíamos dejar que nadie tomara una decisión al respecto, así que nos pusimos una fecha de lanzamiento para forzar que el juez dictara sentencia. Sabíamos que si anunciábamos el lanzamiento y empezábamos a aceptar pre-orders, Victory Records intentaría pararnos y eso obligaría al juez a, o bien pararnos, o bien dejarnos seguir adelante. No teníamos otra opción porque nadie estaba haciendo nada. Así que lo hicimos y el juez nos dejó hacer, gracias a Dios. Si no lo hubiéramos hecho el disco todavía no habría ni salido”. ¿Pero el litigio con Victory está cerrado, o no? JEREMY “No todavía. En noviembre habrá el veredicto final. Tenemos muchas ganas de que termine todo esto y poder avanzar”.

Tener vuestro propio sello tiene que ser muy gratificante, pero también requiere mucha dedicación. ¿Cuál es la parte más aburrida de ese aspecto del grupo? JEREMY “Para ser justos, no nos ocupamos de las tareas más aburridas. Simplemente decimos lo que queremos y alguien lo hace. Como somos nosotros los que dictamos las órdenes, no hay nadie agobiándonos con fechas de entrega o cosas así. Podemos trabajar a nuestro ritmo”. Os habéis convertido en una de las bandas más grandes de la escena. ¿Cómo ha cambiado el éxito vuestras vidas? JEREMY “No estoy sin un duro (risas). Sí, puedo comprarme lo que quiera cuando quiera. Bueno, no todo lo que quiera, pero si quiero comprar comida o algo para mi casa puedo hacerlo sin problemas. Tenemos una vida muy cómoda (risas)”. Pero hace años una banda como vosotros hubiera tenido la vida solucionada. ¿Cuál es la realidad para un grupo de vuestro nivel a día de hoy? KEVIN “Bueno, ya te digo que no tenemos la vida solucionada”. JEREMY “Con suerte en noviembre las cosas se nos pondrán de cara. Veremos qué pasa”. KEVIN “Pero incluso aunque tuviéramos la vida solucionada, o un millón de dólares en el banco, seguiríamos haciendo música y dando conciertos. Estaría aquí mismo hablando contigo”. JEREMY “Yo seguiría haciendo canciones aunque fuera un músico pobre


“ANTES DEL ACCIDENTE DE THE GHOST INSIDE NI SIQUIERA PENSABA EN ELLO PORQUE NO CONOCÍA A NADIE A QUIEN LE HUBIERA PASADO, PERO AHORA QUE VES QUE ALGO TAN TRÁGICO TE PODRÍA PASAR A TI, ASÍ, DE REPENTE, ES DISTINTO” JEREMY MCKINNON y no hubiera salido de mi ciudad. Estoy muy agradecido por poder vivir de la música. Ése es el gran objetivo, prolongar la vida de A Day To Remember tanto como podamos, escribir canciones mejores de las que ya hemos hecho”. ¿Cómo ha afectado el tocar en sitios cada vez más grandes vuestra relación con los fans? JEREMY “Creo que cada vez que cambias a un recinto más grande, la naturaleza del concierto cambia. Tienes que cambiar el enfoque. Tocar a

ras del suelo es muy distinto a tocar en una sala con foso. Y una sala con foso es muy distinta a tocar en una arena donde tienes el público a 25 metros. Personalmente, siempre he disfrutado aprendiendo cómo adaptarme al público en cada situación. Me gusta el cambio”. KEVIN “Creo que hacemos un buen trabajo conectando con el público sea lo grande que sea. ¿Cómo lo hacemos? Eso no tengo ni idea (risas)”. Hoy en día los fans pueden ser muy duros también. ¿Prestáis atención a lo que

dicen de vosotros en las redes sociales? ¿Son una fuente de ‘malas vibraciones’ también? JEREMY “Por desgracia, para mí sí. Aunque intento no tomármelo muy en serio”. KEVIN “Yo no le presto tanta atención como él. Leo comentarios en YouTube, Instagram o Facebook, pero no los leo todos. Y lo leo y luego lo dejo estar. Antes me preocupaba más, en 2007, porque todo era nuevo y quería saber qué decían de nosotros. Pero ahora paso más”. JEREMY “También creo que puedes 47


“PROBABLEMENTE FUE CULPA MÍA POR PENSAR QUE PODÍA CON TODO, PERO SIN DUDA ME ESTABA QUEMANDO Y ESO AFECTABA AL RESTO TAMBIÉN. NECESITABA PARAR” JEREMY MCKINNON

encontrar críticas que resulten positivas. Lo difícil es encontrarlas dentro de toda la negatividad general que en realidad no tiene que ver contigo. Puedes ver la diferencia entre quien hace una crítica constructiva, entre quien da su opinión, sea positiva o negativa, desde una posición constructiva, y quien simplemente se dedica a insultar. Así que puedes sacar cosas positivas. Por ejemplo, hemos usado los foros para decidirnos por los temas que tocamos en directo. A veces puedes hacer cambios si ves que algunas personas insisten mucho en ello. Puedes sacar buena infor-

48

mación sin tenerte que amargar por todo lo que dicen”. Tenéis una larga relación con The Ghost Inside. Por desgracia, pasaron por un accidente muy grave. ¿Podéis contarnos cómo están? KEVIN “Acabo de hablar con Andrew (Tkaczyk, batería) porque estuve viendo el partido de play off de su equipo favorito de hockey. Así que usé Facetime para que viera cómo perdían sus Detroit Red Wings (risas). Pero teniendo en cuenta por lo que han pasado estaba con el mejor

ánimo posible”. JEREMY “Yo también me escribo mucho con él. Parece que está muy bien. Ver los vídeos que está grabando volviendo a tocar la batería está siendo muy inspirador”. KEVIN “Zack (Johnson, guitarra) vino a vernos. Andaba por su cuenta aunque llevaba una muleta. Fue genial verle. Y también vimos a Vigil (voz) y Jim (Riley, bajo) en South By Southwest y estaban bien”. JEREMY “Todos están muy motivados por tirar adelante”. La verdad es que es difícil


pensar en algo peor que le pueda pasar a un grupo... JEREMY “Desde luego. Pero ha sido genial ver todo el apoyo que han recibido tanto de la comunidad como de fuera de ella”. ¿Os ha hecho reflexionar sobre vuestro propio estilo de vida? En plan, ‘podríamos haber sido nosotros’… JEREMY “Desde luego. Hicimos una gira por Estados Unidos y me afectó mucho. Cada vez que me ponía a dormir en el autobús, lo tenía en la cabeza. Antes de su accidente ni

siquiera pensaba en ello porque no conocía a nadie a quien le hubiera pasado, pero ahora que ves que algo tan trágico te podría pasar a ti, así, de repente, es distinto”. KEVIN “Nuestro tour manager se sentaba al lado del conductor en el autobús por la noche y parte del día para que supiéramos que estaba ahí, porque sabía lo muy afectados que estábamos. Estábamos en Hawai cuando ocurrió y luego nos fuimos a Japón, pero al volver fui directo a Texas para verlos al hospital. Fue una locura. Simplemente me alegro de que estén vivos”.

JEREMY “Exacto, 1.400. Yo estaba aterrorizado porque nos habían dicho que Fall Out Boy habían tocado allí y no les había ido muy bien por culpa de los fans de Blink. Así que estaba nervioso por cómo nos iría. Pero la verdad es que fue una locura. La gente se sabía las letras de todas las canciones”.

Este verano estaréis de gira con Blink-182 y de hecho les hicisteis de teloneros en sus dos primeros conciertos con Matt Skiba. ¿Cómo fue esa experiencia? KEVIN “Los conciertos fueron increíbles. Tocamos en el Roxy para 400 personas, así que sólo ver a Blink ante tan poco gente ya fue una pasada, y encima tocar con ellos fue la hostia. Luego tocamos en su ciudad, San Diego, en la sala Soma, donde habíamos tocado un montón de veces. Siempre que íbamos ahí pensábamos ‘éste es el hogar de Blink’ porque allí es donde empezaron a tocar. Así que tocar ahí con ellos fue muy emocionante”. JEREMY “Recuerdo que la primera vez que tocamos allí la gente nos dijo ‘aquí es donde Blink empezaron. Si lo hacéis bien aquí, seguro que os irá bien en todos sitios’. Recuerdo entrar en la sala, y el escenario era enorme. Nunca habíamos tocado en un sitio tan grande”. KEVIN “¡Caben 1.400 personas!”.

¿Y en el escenario? Porque cuando volvieron con Tom DeLonge no se notaba muy buen rollo... ¿Es diferente ahora con Matt? JEREMY “No les conocía cuando estaban con Tom, pero ahora con Matt la química es increíble. Y sus fans aceptaron muy bien a Matt. En el concierto de Soma, los fans, sin que nadie les provocase, empezaron a gritar ‘¡Skiba, Skiba!’ y primero salieron Mark y Travis al escenario y no podían dejar de sonreír. Se les veía muy felices. Moló verlo”.

¿Y qué pensáis de los nuevos Blink? KEVIN “Travis (Barker) me mandó seis temas y me encantaron. Es diferente, obviamente, pero es muy bueno”.

Estaría muy bien que pudieseis venir a Europa con ellos… JEREMY “¿Quién sabe? Ojalá se convierta en una gira mundial y podamos ir con ellos. Nos encantaría volver a España. Cada vez que vamos a Barcelona es una locura. Estoy seguro de que volveremos”.

49


RESURRECTION FEST SCREAM FOR ME VIVEIRO! TEXTO: PAU NAVARRA, JORDI MEYA, JUAN ANDRÉS FOTOS: ALEX BELZA, TONI VILLÉN, RUBÉN NAVARRO, JAVIER BRAGADO

IRON MAIDEN 120


SKINDRED

L

a undécima edición del Resurrection Fest se preveía como la más multitudinaria de su historia con el reclamo de una banda de la magnitud de Iron Maiden. Y así fue. Los abonos se agotaron anticipadamente y las entradas de día para el sábado, también. Por suerte, este incremento de público no se hizo notar y la ampliación de espacio y servicios en el recinto funcionó más que bien, salvo algún momento de colapso puntual; algo de lo que, por otra parte, no se escapa ningún festival. En definitiva, el Resu sigue creciendo y a estas alturas ya no nos aventuramos a predecir dónde está su tope. Al igual que el año pasado, parece que el avance de fechas a julio ha jugado a favor de una mejor climatología, y a excepción de un chaparrón puntual que cayó el miércoles durante la Warm Up Party con Hyde Abbey, Narco y Skindred entre otros, el resto de días disfrutamos de un tiempo espléndido. ¡Hasta daba gustito ponerse la sudadera por la noche!

Este año, además de la habitual crónica de los conciertos, os ofrecemos también entrevistas con algunos de los músicos con quienes pudimos charlar brevemente en el backstage. ¡Bienvenidos al Resurrection Fest 2016! Ah, y de cara al año que viene, que alguien le baje la velocidad a la noria. JUEVES 7 Fue una pena no llegar a tiempo para ver a Minor Empires, pero este verano volar con Vueling ha tenido esas cosas. Por suerte sí cazamos a Viva Belgrado en la ampliada carpa del Ritual Stage. A los cordobeses les vimos más relajados que en otras ocasiones a pesar de la dimensión del escenario y se notó lo muy rodados que tienen los temas de su magnífico debut Flores, Carne. Su alternancia de bofetadas eléctricas y pasajes post rockeros fue una buena manera de ponerse en situación. No eran ni las cuatro de la tarde cuando ya nos cayó encima la tremenda bronca de Implore. Gabbo y

sus dos secuaces empalmaron un trallazo tras otro de grindcore inmisericorde, demostrando que en actitud no les gana nadie. Estábamos en la segunda fila y la voz del cantante y bajista no nos llegaba del todo bien, pero en la recta final del show todo se puso en orden y el sopapo sónico fue de aúpa. Estos tres señores se sacaron la chorra, nos golpearon en la mejilla con ella y, cuando nos íbamos a quejar, nos escupieron. De nuevo en la carpa, Norma Jean no acabaron de sonar del todo bien, pero la banda de Atlanta lo dio todo. Su anárquica manera de entender el metalcore puede que les haya impedido alcanzar grandes cotas de popularidad, pero precisamente eso es lo que les hace especiales. Ya en el Main Stage los progresivos Tesseract parecieron algo desubicados. Los incondicionales del género disfrutaron con ellos, pero posiblemente a la mayoría les parecieron demasiado empalagosos. Con un horario mucho más acorde a su estatus en comparación a su última visita 51


BRING ME THE HORIZON

a Viveiro, Wormed atacaron el Chaos Stage con la saña habitual. No se puede luchar contra su brutal death técnico, Phlegeton parece el frontman definitivo del estilo y ver tocar el bajo a Guillemoth es siempre un espectáculo, pero en esta ocasión el sonido no les acabó de acompañar. Este año les hemos disfrutado mejores descargas, pero sigue siendo imposible no acabar rendido ante los madrileños. Paralelamente, Stick To Your Guns se daban un baño de masas en el Ritual. Su gran aceptación dentro del sector más joven del público hizo que la energía arriba y abajo del escenario fuera enorme. Desde luego van al alza y su hardcore de nueva escuela entró la mar de bien. Otros que van para arriba son While She Sleeps. Con un Loz Taylor teñido de rubio que no paró de animar a las primeras filas del escenario principal y temazos como ‘This Is The Six’, ‘Seven Hills’ o esa ‘Four Walls’ convertida ya en su mayor himno, los 52

británicos cumplieron con las expectativas creadas. Los thrashers Crisix son unos habituales del festival y desde el primer momento tomaron posesión del Chaos Stage. Temas de su último disco como ‘Strange’ o ‘G.M.M. – The Great Metal Motherfucker’ hicieron trabajar las nucas, y, una vez más, ‘Ultra Thrash’ desató la locura. Una de las estampas de este Resu fue ver a Juli, su vocalista, hacer salir a su novia para pedirle matrimonio. La insensata dijo ‘sí’, por lo que les deseamos que sean felices y coman perdices. No negaremos que con las salidas de Greg Hetson y la más reciente de Brooks Wackerman teníamos algunas dudas sobre lo que podían ofrecer Bad Religion a día de hoy, pero los muy cabrones se marcaron un auténtico conciertazo. Perdimos la cuenta de cuántos temas habían tocado, pero ahí sonaron piezas de todas sus épocas. Desde ‘Fuck Armageddon… This Is Hell’,

‘Suffer’, ‘You’ a ‘Punk Rock Song’ o ‘Fuck You’. Una auténtica lección de historia. Casi a las diez de la noche había una cita obligada para todo aquel hardcore kid que hubiera acudido al evento. Los queridos Walls Of Jericho salieron a presentar su nuevo álbum No One Can Save You From Yourself, y vista la tremenda acogida que tuvieron sus temas en directo, parece que éste ha encantado a sus fans. En un show que fue de menos a más, con la implacable Candace Kucsulain como indiscutible protagonista sobre las tablas, los de Detroit nos pusieron del revés a base de mamporros. Puro músculo y pegada. Está claro que pocas bandas polarizan tanto las opiniones como Bring Me The Horizon, y en el Resu volvió a repetirse la historia. Tonterías como la trifulca virtual que tuvieron con Brian Baker de Bad Religion dan munición a sus haters, y la verdad, deberían ahorrárselas, pero ellos parecen encantados en este papel de ‘chicos polémicos’. Lo que también es


WALLS OF JERICHO

ABBATH

evidente es que parecen destinados a ser cabezas de cartel en un futuro cercano. Oli Sykes y los suyos sacaron su artillería de hits y desde la inicial ‘Happy Song’ hasta la final ‘Drown’, el recinto se convirtió en un enorme karaoke con un sonido apabullante. Si a eso le sumamos elementos visuales como esa pantalla gigante de fondo o los efectistas cañonazos de humo, tenemos un show redondo. Pese a quien pese, están aquí para quedarse. Un tropiezo de álbum como ha sido King no hacía presagiar nada bueno de cara al concierto de Fleshgod Apocalypse, pero seguro que nadie esperaba algo tan torpe y desafortunado. Con seguramente el peor sonido de toda la edición, los italianos intentaron sacar adelante un bolo condenado ya de inicio, con discusiones entre ellos y un técnico que casi se vuelve loco a los mandos. Obviamente su set se resintió al tener que defender su nueva obra en vivo,

pero es que ni ‘Pathfinder’, ‘The Violation’ o ‘The Forsaking’ pudieron salvar la papeleta. Esto tiene mala pinta. Visto el entusiasmo que despertaron Volbeat en el Main Stage, sabemos que nuestra opinión va contracorriente, pero seguimos pensando que los daneses han perdido casi toda la gracia que tenían, ya no sólo en disco, sino también en directo, y sus dos horas de actuación se nos hicieron larguísimas. Está muy bien que un grupo tenga ganas de tocar cuanto más mejor, pero cuando el 90% de tus canciones utilizan los mismos recursos, empezando por el registro vocal de Michael Poulsen, tus limitaciones quedan a la vista. Sin cortarse un pelo, Brujeria salieron a la hora marcada, pasando de que Volbeat todavía no hubieran terminado. Su irreverencia política y sonora sigue funcionando a las mil maravillas y temas como ‘Colas De Rata’, ‘La Migra’, ‘Matando Güeros’ o el nuevo ‘Viva Presidente Trump!’ hicieron que la fiesta

del primer día acabara por todo lo alto. VIERNES 8 Para afrontar la segunda jornada del festival nada mejor que una buena sonrisa, así que nos acercamos al Chaos Stage para inaugurar el día con Never Draw Back. Eran las dos del mediodía, pero aun así bastantes fieles quisieron botar con su punk pop potente y hardcore melódico. El aperitivo perfecto, pues justo media hora después un cachalote del tamaño de Thirteen Bled Promises nos iba a dejar más planos que un papel. Su brutal deathcore atronó como nunca en el Ritual, y no faltaron las patadas voladoras y los puñetazos entre los numerosos congregados. Tras su gira europea estos alienígenas han ganado en tablas sobre el escenario, y Turri nos deleitó con sus curiosos parlamentos mientras esos breakdowns lentísimos y marca de la casa hacían sentir sus ondas sísmicas hasta en 53


D GENERATION

Saturno. Qué bestialidad. La fiesta siguió en la carpa de la mano de Blowfuse. Para un fan del skate punk y el hardcore de los 90, los barceloneses son como un jukebox hecho carne. Tocan como quieren y encima saben cómo conectar con la gente gracias a su hiperactividad. Óscar, su cantante y guitarra, la llevó al límite dando una voltereta aérea hacia el público que por suerte acabó bien. ¿Qué más tienen que hacer Hamlet para que puedan tocar a las diez de la noche? Ya sabemos que los guiris mandan, pero por una vez estaría bien poder verles actuar en igualdad de condiciones en el Main Stage. Como siempre los madrileños se vaciaron y se reivindicaron como una institución del metal de nuestro país. Ver a Molly llevado en hombros por un fan mientras cantaba ‘Irracional’ fue una de las imágenes imborrables de esta edición, y el final con ‘J.F.’ nunca falla. Tampoco lo hicieron Protest The Hero en el mismo

54

VOLBEAT

escenario. A pesar de que su música sea comparable en términos de complejidad con la de Tesseract, los canadienses la ejecutaron con la garra y la gracia necesaria como para enganchar incluso a aquellos que no estaban familiarizados con temas como ‘Bloodmeat’ o ‘Yellow Teeth’. Tras ellos, los ‘inquilinos’ Angelus Apatrida salían al Chaos Stage para descargar su infalible thrash metal que en los últimos meses les ha llevado por el continente asiático. Pero nada como volver a casa para que temas como ‘End Man’, ‘Of Men And Tyrants’, ‘Give ‘Em War’ o ‘You’re Next’ reciban el calor que se merecen. Una estima que Guillermo Izquierdo sabe proyectar recíprocamente desde el escenario. Tocaba jefada suprema en el Ritual Stage. Rise Of The Northstar, unos héroes ya en Viveiro, pusieron la carpa patas arriba sólo por el mero hecho de pisar el escenario, y ya no digamos cuando empezaron a despachar sus

BAD RELIGION

mejores trompazos… Con la intro ‘Bejita’s Revenge’ la cosa se puso al rojo vivo, y claro, cuando estalló luego ‘Sound Of Wolves’ corrió la sangre. ‘What The Fuck’, ‘Demonstrating My Saiya Style’, ‘Again And Again’ o una ‘Samurai Spirit’ para cerrar de una forma realmente asesina también fueron auténticos momentazos. Cabe destacar además lo sobrado que va un gran guitarrista como Evangelion-B. Están on fire, por lo que volvimos a vivir otro concierto de escándalo. Justo después de los galos venían Hatebreed en el escenario principal, así que tocaba otra sesión de violencia musical. Fue quizá en este show donde más se notó el cambio de público que ha venido experimentando el Resu desde que su organización decidiera abrirse más allá del metal extremo y el hardcore. Si durante su última visita a Galicia experimentamos una barbaridad de show donde era complicado no escaparse de las hostias, esta vez,


TOUCHÉ AMORÉ

MADBALL

exceptuando el pit, la experiencia fue mucho más tranquila, cuando no se toparon con la indiferencia generalizada de muchos de los congregados. A decir verdad, los de New Haven ya no son la carnicería que solían ser en vivo, digamos que están algo abueletes, pero igualmente, terminar el bolo con una sorpresa como ‘In Ashes They Shall Reap’ demuestra que siguen instalados entre la realeza de su estilo. El que también se merece una corona es Frank Carter. En su primera visista a nuestro país con su nueva banda, The Rattlesnakes, logró lo más difícil: que ni pensáramos en Gallows. Vestido con un horterísimo traje floreado, cantó los temas de su debut Blossom con la misma intensidad de siempre. Se metió entre el público, andó por encima de sus cabezas y nos mantuvo enganchados de principio a fin. Su simpática interacción con los Resu Kids durante ‘Snake Eyes’ y el final con la blues demoledor de ‘I Hate You’ acabaron

por hacer del suyo uno de los mejores bolos de todo el festival. Lo mismo podría decirse del de Gojira, aunque eso ya no es ninguna novedad. Con su reciente Magma salido del horno -del cual cayeron tres de sus temas más cañeros, ‘Silvera’, ‘Stranded’ y ‘Only Pain’, perfectamente integrados junto a martillazos como ‘The Heaviest Matter Of The Universe’, ‘Orobus’ o ‘Flying Whales’-, los franceses no dieron respiro con una brillante ejecución. El uso de puntuales llamaradas como parte de su producción escénica acabaron por asentar la idea de que Gojira han subido a otro nivel. A las once de la noche habríamos agradecido algo más movidito que Dark Tranquillity, pero de la misma forma, siempre es un placer reencontrarse con estos caballeros suecos. Siguen cediendo todo el protagonismo escénico a su frontman Mikael Stanne, quien mantiene la voz intacta, pero sigue pecando de demasiadas posturitas,

digamos, bastante alejadas de los cánones del metal extremo. Aunque nos mantuvieron distraídos, fuimos a sacar la cabeza en el show de Angel Crew, con los que se solapaban. Con una salchicha argentina regada con chimichurri y unas patatas fritas, el hardcore de los belgas sí nos sentó de maravilla. Desde sus inicios, el directo no ha sido uno de los fuertes de The Offspring. Sin embargo, desde que incorporaran a Pete Parada de Saves The Day como batería y a Todd Morse de H2O como tercer guitarrista, la cosa ha cambiado bastante y ahora hasta suenan bien. Si además le añadimos que Dexter Holland, a pesar de su cara pan, conserva bastante la voz, y que tienen hits como para parar un tren, el resultado es un concierto de lo más disfrutable. Eso sí, agarrar un pedo mientras suenan ‘Come Out And Play’, ‘Bad Habit’, ‘All I Want’ o ‘Want You Bad’ puede provocar que hasta acabes haciendo la

55


HAMLET

conga con ‘Why Don’t You Get A Job?’. Avisados estáis. Lo de Madball no tuvo nombre. En todos los sentidos, su actuación fue colosal. Empezando por un Freddy Cricien que parece que vuelva a tener 20 años, arriba y abajo como un nervio durante todo el show, una banda que sólo puede despertar simpatía, pasando por un repertorio

56

descomunalmente old school, que nos hizo sentir en el jodido 1994, y terminando por el sentido homenaje en forma de lona y discursos que le dedicaron a Melchor Roel, difunto alcalde de Viveiro y principal valedor institucional del Resu, su concierto fue un 10 rotundo e inapelable. Lo del escenario Melchor Roel se impone pero ya. Madball son el hardcore.

Si lo que necesitas es fiesta, nadie mejor que Turisas. Concentrados en ofrecer su versión más lúdica, los fineses cumplieron perfectamente con su cometido y ya bien entrada la madrugada arremetieron con temas como ‘To Holmgard And Beyond’, ‘We Ride Together’, ‘Battle Metal’, ‘One More’, su archiconocida cover de ‘Rasputin’ o ‘Stand Up And Fight’. A


WHILE SHE SLEEPS

veces, entre tanta priva, armaduras y maquillaje, se nos olvida los grandísimos músicos que hay detrás de esta formación. Tocaba cerrar la jornada, pero los lusos Abaixo Cu Sistema todavía tenían preparadas sus versiones de System Of A Down como traca final. Su vocalista andaba muy lejos de Serj Tankian, pero a esas horas, con todo el mundo bebiéndose hasta el agua de los floreros, sus canciones fueron más que bienvenidas. Un bonito desfase. SÁBADO 9 No eran las mejores condiciones para disfrutar de un concierto de Obsidian Kingdom con el solazo en el cogote y los coletazos de la resaca dando por el culo, pero a pesar de ello nuestros vecinos de Barcelona tuvieron a unos cuantos valientes apoyándoles en el Chaos Stage. Lógicamente se decantaron por su material más duro, pero aun así su personalidad salió a

CRISIX

flote. Prueba superada. El sol seguía cayendo de forma implacable sobre el Resu, pero Destruction, que no son de arrugarse, salieron a repartir su thrash alemán de la vieja escuela como si nada. Schmier estaba tan rojo que hacía sufrir, pero sin inmutarse siguieron a lo suyo, metiendo tralla, y es que una ‘Mad Butcher’ sienta bien a cualquier hora. Fue una pena tener que marcharse antes de que terminaran su bolo, pero es que Thy Art Is Murder son Thy Art Is Murder. Con disparidad de opiniones acerca de la calidad de su sonido, la verdad es que nosotros, que estábamos situados en las primeras filas, gozamos de lo lindo con sus breaks inclementes de alto poder destructivo. Con el calorazo que metía fue un canteo bastante importante que su nuevo vocalista, aunque totalmente entregado a la causa, se pasara la mitad del show embutido en un chubasquero naranja de Jägermeister (¿Hasta dónde llegarán los endorsers?),

pero todo lo demás se desarrolló tal y como preveíamos: enorme brutalidad desde que se desató su ira con ‘Absolute Genocide’ hasta que cerraron con una ‘Holy War’ que acabó de masacrarnos. Entremedio, ‘Coffin Dragger’ o una ‘Reign Of Darkness’ terrorífica apuntalaron una actuación dura e incontestable. Cada vez parece más que Bullet For My Valentine se encuentran en tierra de nadie y no saben hacia dónde ir. Los metalheads no soportan sus partes melódicas y las partes más cañeras asustan a su público más joven. Pese a ello cuentan con bastantes fans y éstos son los que más disfrutaron de un repertorio que incluyó ‘Your Betrayal’, ‘Venom’, ‘Tears Don’t Fall’ o ‘Waking The Demon’. Ejecutan bien, pero estaría guay que decidieran si les gusta la carne o el pescado. Enslaved lograron en Viveiro lo que hacía mucho tiempo no conseguían sus bolos: que tanto los viejos fans que

57


aborrecen su nueva pulsión más progresiva como los nuevos, contando también a los que les gustan todas sus etapas, lo pasaran igual de bien durante su descarga. Evidentemente ayudó y mucho que los noruegos se encuentren embarcados en un tour que conmemora sus 25 años de trayectoria, una gira en la que obviamente recuperan temas de todo su amplio repertorio, pero igualmente merece la pena recalcarlo. Si pudimos comprobar cómo el tiempo hace mella en los rostros de sus miembros más veteranos, desde luego no en la entrega y pasión que demostraron ejecutando canciones de sus distintas épocas. Bien por ellos. Municipal Waste lucieron uno de los mejores telones de fondo del festival con un dibujo de Donald Trump volándose la cabeza. A él también le dedicaron un sonoro ‘fuck you’ antes de interpretar la explícita ‘I Want To Kill Donald Trump’. “Amamos la cerveza y 58

odiamos el agua”, es la frase que soltó Tony Foresta que mejor podría describir la actitud de la banda de crossover thrash, y así, en lugar de dedicar un minuto de silencio a su fallecido batería Brandon Ferrell, quisieron dedicarle un “minuto de ruido”. A las nueve en punto de la noche se paraba el mundo: los absolutos protagonistas de esta edición se apoderaban del escenario principal, por fin Iron Maiden despachaban sus dos horas de heavy metal de toda la vida en el Resu. Nada más empezar con ‘If Eternity Should Fail’ vimos a unos ingleses en un estado de forma asombroso, disfrutando como enanos tocando, y a un Bruce Dickinson pletórico a las voces, como si ningún problema de salud le hubiera afectado en la vida. Faltaba meterle más chicha a los altavoces, y aunque fueron intercalando ‘Children Of The Damned’, ‘The Trooper’ y una sorpresiva

‘Powerslave’ que supo a gloria bendita, pronto nos dimos cuenta del problema de su repertorio para esta gira: es loable que una banda de su inmenso recorrido no quiera vivir del cuento y defienda a capa y espada sus nuevas canciones, pero como mínimo éstas tienen que enganchar, y muchísimas de The Book Of Souls no lo consiguen. Es estupendo ver a Steve Harris corretear como siempre por el escenario con su bajo, a Adrian Smith clavar cada solo con su fular, a Janick Gers haciendo… de Janick Gers, pero cuando ves a cientos de personas mirando la hora ante un show de Maiden, cuando no charlando o quejándose de un set aburrido de veras, es que la cosa no funciona. ‘Speed Of Light’, ‘Tears Of A Clown’ o ‘The Red And The Black’ todavía tienen un ‘algo’, pero no dejó de ser irritante para muchos ver cómo se comían casi el 50% de su actuación. Eso sí, en cuanto Maiden


BULLET FOR MY VALENTINE enfilaron la recta final de su concierto aquello ya no hubo quien lo parara. ‘Hallowed Be Thy Name’ fue mágica, ‘Fear Of The Dark’ casi nos arranca una lágrima, ‘Iron Maiden’ fue una fiesta, y el bis todavía tenía mucho más por ofrecer. ‘The Number Of The Beast’ puso toda la carne en el asador, una ‘Blood Brothers’ preciosa presentó candidatura a nuevo clásico moderno, mientras que ‘Wasted Years’ cerró por todo lo alto. No faltaron Eddies de todos los tamaños y gustos, por lo que al final nadie se sintió decepcionado con la leyenda británica. Que no cunda el pánico, que tras presentar disco siempre llega después una gira de remember… Un show que pasará a la historia del Resurrection Fest, pero que no podrá contarse entre las mejores visitas de Iron Maiden a nuestro país. Sin tiempo para tomar un respiro, Entombed A.D. destruyeron el Chaos Stage con una lección magistral del mejor death metal de Estocolmo. Que vinieran a presentar su nuevo álbum Dead Dawn ya prometía emociones fuertes, pero ni sus fans más acérrimos podían imaginar algo así. El sonido fue la perfección, tenía esa pesadez mórbida necesaria y podías palpar cada uno de sus repugnantes grumos, así que cuando enfilaron ‘Wolverine Blues’, ya no digamos ‘Left Hand Path’, ya nos encontrábamos volando entre un éxtasis total. Ésa era la actitud, nos enchufaron una triza monumental, lo dieron todo en un concierto que muchos recordaremos toda la vida. Contra todo pronóstico, para la parroquia extrema Entombed A.D. se marcaron el mejor show de todo el festival. No se puede decir lo mismo de Abbath… El mítico ex frontman de Immortal empezó bien, escupiendo

fuego directamente en ‘To War!’, pero pronto nos dimos cuenta del exagerado estado de embriaguez que presentaba. Este hombre tiene un gravísimo problema y no es como para tomárselo a broma. Una intro con el bajo de King se convirtió en un improvisado solo cuando el cantante y guitarrista decidió abandonar las tablas por las buenas, una espantada al parecer propiciada porque no se escuchaba correctamente en los monitores. El noruego volvió, pero su triste estampa no mejoró demasiado. ‘In My Kingdom Cold’ o las finales ‘Tyrants’ y ‘One By One’ maquillaron un poco el bolo, pero en general sólo se puede hablar de una actuación mediocre que nos dejó muy preocupados por el estado de salud de Abbath, un músico muy querido en RockZone. Sobre el papel, la presencia de los suecos Graveyard desentonaba un

poco en el cartel y la verdad es que su rock setentero no acabó de despegar en una hora en la que, al menos a nosotros, el cuerpo nos pedía otra cosa. Como por ejemplo, Nashville Pussy. Acostumbrados a verlos en salas pequeñas, fue sorprendente ver lo bien que se desenvolvieron en el Main Stage. Blaine Cartwright se metió entre pecho y espalda una botella de Jack Daniel’s, pero lejos de mermarle las facultades como a cualquier hijo de vecino, hizo que su sucio rock’n’roll sonara aún mejor. Ignoramos qué se habrían tomado The Real McKenzies –bueno, lo sospechamos-, pero tiene mérito que casi a las tres de la mañana salieran al Chaos Stage con ganas de hacer bailar a los más valientes a base de punk folk. Nada mejor que sus gaitas para poner el cerrojo a un festival que, pese a su actual envergadura, no ha perdido su espíritu. 59


THE OFFSPRING

¡SAL Y JUEGA!

HAN PASADO MÁS DE CUATRO AÑOS DESDE QUE THE OFFSPRING PUBLICARAN SU ÚLTIMO DISCO DAYS GO BY, ASÍ QUE CAZAMOS A NOODLES, SU PINTORESCO GUITARRISTA, PARA INTENTAR AVERIGUAR CUÁNDO PODEMOS ESPERAR NUEVOS TEMAS DEL GRUPO CALIFORNIANO Y CUÁL ES EL SECRETO PARA TENER TANTOS HITS COMO ELLOS. TEXTO: JORDI MEYA FOTO: ALEX BELZA


Q

UÉ ES LO QUE MÁS te gusta y lo que menos de tocar en festivales como el Resurrection Fest? NOODLES “En general me gusta el ambiente que hay, con diferentes bandas y diferentes estilos de música. A veces cuando hay muchos grupos tocando a la vez es un poco caótico, pero aquí está bien porque un grupo toca cuando acaba el siguiente. Me gusta mucho más así. Normalmente es divertido, te puedes tomar una cerveza y ver grupos que te gustan, ¿qué más quieres?”. Parece que en los últimos años Estados Unidos se está poniendo al día en cuanto a festivales. “Puede ser, pero todavía no tienen la magnitud de los europeos. En California tenemos el Coachella, pero nunca he ido (risas). El Warped Tour siempre ha sigo un gran festival y voy siempre que puedo, pero es otro concepto. Lo mismo con el Ozzfest”. Todos vuestros fans se preguntan cuándo llegará el nuevo álbum. “Lo sé, lo sé. Siempre lo estamos retrasando. Me gustaría que fuera a finales de año, pero creo que saldrá en 2017. Seguramente podamos lanzar al menos un tema nuevo en los próximos meses. Cuando volvamos a casa, nos meteremos en el estudio para seguir trabajando”. ¿Creéis que habéis llegado a ese punto en que ya no es importante sacar discos nuevos? “No, no es eso. Todavía nos gusta hacerlos. Creo que para seguir

siendo releveante necesitas publicar material nuevo. Creo que hay dos aspectos para una banda. Uno es tocar en directo los temas que la gente ya conoce y con los cuales tienes una respuesta inmediata, y el otro es meterte en el estudio y hacer algo nuevo. Da un poco más de miedo porque no sabes cómo reaccionará la gente. Cada vez que sacas un disco nuevo puede significar el fin de tu carrera (risas)”.

¿Pero es posible mantener el espíritu rebelde cuando has vendido millones de discos y llevas una vida acomodada? “Creo que sí. Mira lo jodido que está el mundo. Mira los candidatos que tenemos a presidente. Una es lo mismo de siempre, y el otro es un sinvergüenza loco. ¿Cómo le vas a dar a alguien así los códigos nucleares? Así que sigue habiendo muchos motivos para rebelarte”.

¿Es un poco como lo que se dice en Hollywood, ‘sólo vales lo que vale tu última película’? “Puede ser. Quizá en Estados Unidos el público es un poco menos fiel que en Europa, pero creo que está cambiando. Vi a Iron Maiden y no tocaron casi ningún hit, y la respuesta fue increíble. Lo que pasa es que hay tantas bandas que vienen y van que quizá se hace difícil ser fiel a todas. Y el público del pop siempre es el más volátil. Pueden seguirte un tiempo y luego desaparecen”.

¿Es posible que si gana Trump hagáis canciones más políticas, o pasáis de ese tema? “No lo sé. Cada canción crece de manera orgánica. Es el tono de la canción lo que determina la letra. Pero te aseguro que en el nuevo disco vamos a plantear algunas preguntas. Preferimos hacer preguntas que responderlas. Crecimos en la escena punk y mucha gente te decía cómo tenías que vivir tu vida: estaban los grupos straight edge, los veganos, los políticos... así que nos aburrimos un poco de todo eso. Toca la canción y no me aburras (risas)”.

Aun así, cada vez es más frecuente ver a bandas que provienen del punk tener carreras de 20, 30, 40 años, algo que era difícil de imaginar. “Sí. Bad Religion empezaron diez años antes que nosotros y ahí siguen. Y bandas como NoFx, Pennywise o Rancid, que empezaron cuando nosotros, siguen funcionando muy bien. No hace mucho hablaba con Luke de Good Riddance y me decía ‘¿Puedes creerte que todavía venga gente joven a vernos?’, y la verdad es que lo entiendo porque yo sigo escuchando esta música. Creo que si la música es buena, perdura. Así de simple”.

¿Cuál es el secreto para tener tantos hits? “Para mí un hit no es más que una buena canción. Dexter (Holland) es el responsable al 90% de la composición, aunque yo estoy ahí para ayudarle. Y Dexter no se conforma hasta que tiene una buena estrofa, un buen estribillo, un buen puente... le puede dar muchas vueltas hasta que cree que todo está al máximo nivel. Pero lo principal es que nos guste a nosotros primero. Si escribes un tema pensando en agradar a la gente, lo más seguro es que fracases”.

61


VOLBEAT

FÓRMULA MÁGICA EN LA QUE ERA SU PRIMERA VISITA AL RESURRECTION FEST, VOLBEAT APARECIERON DIRECTAMENTE COMO CABEZAS DE CARTEL, ALGO QUE DA A ENTENDER EL ESPECTACULAR CRECIMIENTO QUE HA EXPERIMENTADO LA BANDA DANESA EN ESTOS AÑOS. SU LÍDER MICHAEL PULSEN NOS CONCEDIÓ UNOS MINUTOS ANTES DE SALTAR A ESCENA. TEXTO: JORGE FRETES FOTOS: ALEX BELZA


K

ASPER BOYE LARSEN lleva de gira con vosotros desde mayo como nuevo bajista, y ya van unos cuantos cambios de formación... ¿Crees que todo el mundo es reemplazable en Volbeat? MICHAEL PULSEN “Desde el principio creo que nadie debe ser reemplazable tan fácilmente, pero llegas a un punto en el que tiene que ser así. Somos una banda que intenta solucionar sus problemas, hablar de ellos cada vez que surgen, y créeme que yo no quería todos esos cambios de formación. Pero es como una relación: es muy raro que termines casándote con la primera novia que tienes. En tu vida se producen muchos cambios, y es lo mismo en una banda. Tener un grupo es como tener una relación, y a veces las cosas no funcionan. Nadie se queda al lado de una novia con la que no se lleva bien, con la cual las cosas no funcionan... yo al menos no lo haría. Nosotros no lo hacemos en Volbeat, somos una banda que siempre sigue adelante. No se trata de si eres reemplazable o no, es una situación con la que tienes que lidiar y pasar página. Al final del día siento que esta formación es la más fuerte de todas”. ¿Fue una decisión fácil elegir a Kasper o hubo otros aspirantes a ocupar el puesto de bajista? “Fue el primero en el que pensamos, y realmente el único. Tuvimos suerte de que aún estaba disponible, pero sobre todo que quería

entrar en Volbeat”. Ya van tres años desde que Rob Caggiano dejó Anthrax para entrar en Volbeat. ¿Ha llegado ya ese punto en el que es más un miembro de la familia que un músico contratado para tocar? “Tres años... es demasiado tiempo (risas). Rob es tan Volbeat como el resto de la formación que tenemos ahora. Sé que yo tengo el estatus de ser el frontman, de ser el líder de la banda y el principal compositor, soy consciente de ello. Soy el jefe principal, soy el que fundó el grupo, escribo el 95% de la música en Volbeat y llevo todos los negocios de la banda, pero después de todo eso los miembros de Volbeat son parte del grupo tanto como yo, somos miembros de una misma familia. Yo no podría hacer esto solo, todo el mundo hace un trabajo increíble. Muchos arriesgan bastante, invierten su tiempo para que esto salga bien y siga funcionando, y de eso estoy bastante orgulloso. Todos tienen la misma importancia en Volbeat”. Como dices, eres el principal compositor. ¿Qué papel tuvo el resto del grupo en Seal The Deal And Let’s Boogie? No quiero pensar que es una dictadura impuesta por ti… “Siempre digo que con cada disco que sacamos yo soy responsable de quizás el 90% de la música, de las composiciones, pero también hay que decir que siempre dejo espacio para que los demás metan sus propias cosas. Por ejemplo, dejo un espacio para que Rob inserte sus solos de guitarra, y esos solos también le 63


dan color a la música de Volbeat. Por supuesto que eso tiene un impacto. Yo escribo las canciones, los ritmos, las letras, las melodías... pero que él tenga su espacio para insertar la guitarra solista también tiene un impacto en el resultado final. Con Jon (Larsen) pasa lo mismo, porque hay veces que tengo metido en la cabeza un cierto ritmo de batería y le pido a Jon que lo reproduzca. Muchas veces da la nota correcta, pero en otras hace algo diferente y aunque no haya pensado en eso queda también muy bien, y tiene otro impacto más en el resultado final. Otras veces le digo a Rob que después de estos coros necesito una melodía de guitarra que vaya debajo de la voz, y al final él aparece con algo. Lo que quiero decir es que sí, yo compongo casi todo el material de la banda, pero cada persona del grupo tiene su momento en el cual puede optar a hacer la música más fuerte”. Fue un bonito detalle incluir en este nuevo disco una versión de ‘Rebound’ de Teenage Bottlerocket después de la muerte de su batería. Lo conocías bien porque compartisteis una gira... ¿Qué fue lo primero que pensaste cuando te enteraste de la noticia? “Primero me quedé sorprendido, luego fue como un shock. El año pasado y éste han sido una locura, todo el mundo está muriendo, todos los grandes se van. Sí, salimos de gira por Europa con Teenage Bottlerocket y lo pasamos genial, son muy buenas personas y muy dedicadas a su música, a su estilo. Brendan era una persona tan feliz y genial, era inspirador estar cer-

64

ca suyo. Por supuesto nos sorprendió bastante, estábamos en el estudio y fue un golpe duro. Elegimos ‘Rebound’ para hacer una versión porque es nuestra canción favorita de Teenage Bottlerocket”. Volbeat ya tenéis un sonido establecido, no sé si llamarlo fórmula... Es la impresión que da al escuchar los dos últimos discos, como una zona segura. ¿Crees que es bueno o puede volverse algo predecible a la larga? “No lo sé, somos Volbeat y somos reconocibles, es algo que me gusta. Cuando compras un disco de AC/DC sabes a lo que va a sonar, porque son AC/DC. Lo mismo si compras un disco de Motörhead, o un disco de Iron Maiden, lo mismo con Slayer. Ése es el motivo por el cual esas bandas son respetadas. Tienen su propio sello, su propio sonido, y me gusta creer que Volbeat también tiene eso, esa magia. No

importa si pones el primer disco o el último, sabrás que es Volbeat. Hay bandas que se tiran toda su carrera intentando encontrar su sonido, su estilo, que la gente pueda reconocer sus canciones inmediatamente. Creo que Volbeat tiene eso, y estoy muy orgulloso de haberlo conseguido. Yo no lo llamaría predecible, sino que diría que nuestra música tiene sello propio, tenemos nuestro propio estilo y eso es magia. No es algo fácil de conseguir estos días. Me recuerda a una entrevista que le hicieron a Lemmy donde la persona que le entrevistaba le decía que su nuevo álbum sonaba igual a todos los otros discos de Motörhead. Lemmy le contestó: “Pues muchas gracias, es un gran cumplido. La última vez que lo comprobé todavía seguía estando en la misma banda” (Risas). No sé si me entiendes, no tenemos por qué sonar a una nueva banda cada vez que lanzamos un álbum, se supone que tenemos que sonar al grupo al que pertenecemos”.



TURISAS

BATALLA SIN FIN

ALLÁ DONDE VAN TURISAS, LA FIESTA ESTÁ ASEGURADA. PERO EL FOLK METAL DE LOS FINLANDESES TIENE MUCHOS MÁS MATICES DE LOS QUE PODRÍA DEDUCIRSE POR SUS DIRECTOS. SU GUITARRISTA JUSSI WICKSTRÖM NOS CUENTA CÓMO EL ÉXITO DE SU VERSIÓN DE ‘RASPUTIN’ HA MARCADO SU TRAYECTORIA. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: JAVIER BRAGADO


D

ADO QUE SALÍS A tocar pintados y disfrazados, me imagino que puedes andar por el festival sin que nadie te reconozca, ¿no? JUSSI WICKSTRÖM “Sí, nadie sabe quién soy (risas). Bueno, si es un concierto nuestro en una sala, probablemente sí, pero aquí hay mucha gente, muchas bandas, así que paso desapercibido. Me gusta (risas)”. ¿Empezasteis a disfrazaros por pura diversión o era una manera de tener un impacto fácil? “Posiblemente algo intermedio. Crecimos escuchando muchos grupos de black metal, así que eso tuvo una influencia en nosotros. Siendo de Finlandia era natural tender a tener una imagen así”. ¿Y alguna vez os sentís limitados por tener una imagen tan establecida? “Es algo en lo que pensamos. Creo que la gente espera una cierta imagen, pero podemos ir variándola un poco. La cuestión es que tengamos una imagen fuerte, aunque sea distinta. Creo que el público se sentiría un poco

decepcionado si saliéramos a tocar en camiseta y pantalones cortos (risas)”. ¿Estáis trabajando en material nuevo? “Sí, estamos preparando un nuevo disco, pero todavía no tenemos fecha. A excepción de algunos festivales, no estamos tocando porque queremos centrarnos en componer. Espero que nos lleve menos tiempo de lo habitual (risas)”. ¿Puedes avanzarnos en qué dirección iréis? “Creo que volveremos a hacer un álbum conceptual, así que será bastante épico. Cuando haces un disco conceptual tienes que dedicarle más tiempo porque además de la música tienes que investigar un poco y empaparte de la historia que quieres contar. Pero creo que encaja muy bien en nuestro estilo”. Vuestra versión de ‘Rasputin’ tuvo mucho éxito, ¿pero crees que pudo hacer que alguna gente os viera sólo como un grupo de broma? “Es posible. Hay gente que escucha ese tema y si no profundizan más, pueden llevarse esa impresión. Pero

también hay gente que le gustó ‘Rasputin’ y luego descubrió que hacíamos muchas otras cosas. Creo que al final sirvió para que tuviéramos más fans, así que no fue negativo. Además, hace mucho que la hicimos. Ahora no siempre la tocamos en directo, aunque es un buen tema de fiesta”. ¿Qué ambiciones teníais cuando empezasteis? “Cuando hicimos el primer disco sólo queríamos hacer música, no teníamos ningún plan (risas). Pero empezamos a tener una buena respuesta de la prensa y los fans y la cosa fue creciendo. Estamos muy contentos por haber llegado hasta aquí, pero todavía queremos ir más lejos. No es que queramos ser gigantes, pero queremos progresar”. Ahora parece mucho más difícil porque los grupos no podéis contar con las ventas de discos. “Así es. En Finlandia ya casi nadie compra discos, todo el mundo usa Spotify. Pero en Alemania la gente sigue comprando, o lo mismo en Japón. Ya veremos qué pasa en diez años... Igual todos acabamos volviendo a sacar cassettes (risas)”. 67


FRANK CARTER

A LOS LEONES FRANK CARTER Y SU BANDA THE RATTLESNAKES PROTAGONIZARON UNO DE LOS MEJORES CONCIERTOS DEL RESURRECTION FEST. MINUTOS DESPUÉS DE BAJAR DEL ESCENARIO, Y MIENTRAS TODAVÍA SE ESTABA SECANDO EL SUDOR, PUDIMOS CONVERSAR UN RATO CON ÉL. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: TONI VILLÉN


T

ENGO UNA CURIOSIDAD, ¿dónde te compraste este traje tan llamativo? FRANK CARTER “Es de Gucci. Debo ser el único que se lo compró que se atreve a ponérselo (risas). Con Gallows siempre salía medio desnudo, pero ahora me gusta vestirme bien. Me sitúa en el escenario, en situación”. ¿Cómo te has sentido tocando rodeado de los Resu Kids cuando han subido al escenario a mitad del bolo? “Ha sido muy especial y divertido. Era mi primer concierto con la banda en España y ha sido fantástico. Antes de tocar me encontraba fatal. Tenía dolor de barriga. Nos fuimos a dormir a medianoche y nos despertamos a las tres de la mañana para coger el vuelo. Y cuando hemos llegado me he ido a la playa y me he quemado porque soy un idiota (risas). Creo que pillé una insolación. Pero cuando salí al escenario y vi a la gente me sentí genial. Me encantan los niños, siempre me han gustado. No sé si entendían lo que decía, pero lo he intentado diciendo ‘salta’ y ‘choca esos cinco’”. Estás aprendiendo castellano… ¿Cómo es eso? “Por mi mujer. Parte de su familia es de León y ahora que tenemos una hija estoy intentando hablarle sólo en español porque sé que aprenderá inglés de manera natural. Sara, mi mujer, le habla todo el día en español, pero yo no sé lo suficiente, así que me enseña algunas cosas y luego yo se las repito a la

niña (risas). Pero mi niña confunde algunas. Por ejemplo ‘bailar’ cree que es girar, dar vueltas, pero no bailar (risas). Sabe contar hasta veinte y sabe recitar el alfabeto en español y en inglés, y no tiene ni dos años, así que va muy bien”. ¿Dónde conociste a tu mujer? “En Nueva York. Sara es inglesa pero su madre es española y su padre es de Nueva York”. ¿Seguís viviendo allí? “No. Nos volvimos a Inglaterra. Tenemos una casa, una hija, un perro…”. Has sentado la cabeza… “Bueno, casi… (Risas)”. Tengo que decirte que me ha encantado el concierto. Ya lo hacías con Gallows, pero ¿cómo te sientes cuando bajas a la pista y cantas rodeado de la gente? “Me siento como un domador de leones. Soy el maestro de ceremonias y lo que digo va a misa. No me intimida. Yo vengo de ahí, ¿sabes? Recuerdo ser un chaval y estar ahí viendo a Deftones, Glassjaw, y todos esos conciertos me marcaron. Entiendo lo que es estar ahí. Siempre intento romper la barrera entre yo y el público. No soy ellos y yo, somos ‘nosotros’ (lo dice en castellano -ndr.)”. Es curioso porque hay gente que te toca, pero la mayoría son muy respetuosos. “Sí, lo son. Creo que eso viene de la energía que desprendo. Y soy firme. Cuando digo algo, va en serio. Si respetas a la gente, la gente te respeta. Al menos ahora lo hago, con 69


“LA MAYORÍA DE JÓVENES EN ALGÚN MOMENTO SON GILIPOLLAS, ESPECIALMENTE SI TE DAN UN ESCENARIO Y MIL PERSONAS TE ACLAMAN. ES DIFÍCIL QUE NO SE TE SUBA A LA CABEZA” FRANK CARTER

Gallows era una jodida pesadilla… No paraba de escupir, de empujar… Pero ya no soy así. Sigue siendo una locura, pero de una manera más positiva y divertida. Tocamos temas duros, algunos más que los de Gallows, pero la manera en que los presentamos es distinta”. Mirando atrás, ¿dirías que te comportabas como un gilipollas o una mala persona? “Gilipollas sí, mala persona no. Pero creo que mucha gente se siente así cuando mira atrás. Era un crío, era joven y la mayoría de jóvenes en algún momento son gilipollas. Especialmente si te dan un escenario y mil personas te aclaman. Es difícil que no se te suba a la cabeza. Pero tuve la suerte de darme cuenta y cambiar mi manera de actuar. Ahora ya no me siento un gilipollas, soy buen tío… espero (risas)”. ¿Alguna vez piensas en cómo 70

habría sonado un tercer disco de Gallows contigo? “Sí. Creo que posiblemente hubiera sonado como Blossom, mi disco con The Rattlesnakes. Quién sabe, quizá en el futuro haré otro disco con Gallows. Pero ahora estoy centrado en esto. Todo en este grupo es mejor de como era en Gallows o Pure Love. No intento insultar a nadie, que conste. Todo lo que puedes pedir cuando empiezas un grupo es que tus canciones conecten con la gente, y estas canciones están conectando. Mucho. Y cuando tienes eso, tienes que ir hasta el final”. Hace unos días lanzaste un tema nuevo, ‘Snake Eyes’. ¿Es un single suelto o ya estás preparando tu próximo disco con The Rattlesnakes? “El nuevo disco está en camino. Por desgracia no puedo decirte mucho, pero saldrá antes de febrero si todo va bien. Está terminado. Esta banda está en su momento y eso no se puede comprar. La gente está viniendo a nosotros y tenemos que aprovecharlo. Por eso queríamos sacar un nuevo disco tan rápido como pudiéramos. De hecho, queríamos sacarlo en agosto, justo un año después de Blossom, pero quizá era demasiado justo. Queríamos poder disfrutar de la temporada de festivales sin pensar en otras cosas. Pero una vez terminemos ya iremos a por el próximo”.

No vas a poder parar… “No, pero quiero aprovechar al máximo mientras mi hija todavía es pequeña. Cada día cambia radicalmente y necesito poder establecer este grupo antes de que crezca demasiado. No puedo girar tan intensamente para siempre, así que quiero hacerlo antes de que sea más mayor y poder bajar el ritmo. Pero para hacerlo tengo que llevar a la banda a cierto nivel. Estamos cerca, pero todavía nos queda…”. También quería preguntarte por el vídeo de ‘Snake Eyes’. ¿Cómo te sentiste vestido de mujer? “Increíblemente poderoso, de verdad, fue una pasada”. ¿Era tu primera vez? “Sí, joder (risas). Tengo amigas que son bailarinas y les dije que quería hacer este vídeo y si me veían capaz de hacerlo bien. Se lo pensaron un minuto, pero me dijeron que sí (risas). Así que empezamos a ensayar y estuvimos un mes hasta poder hacerlo como quería. El vídeo es una única toma. Pero me sentí increíblemente poderoso y saqué una parte de mí que no sabía que tenía. Animo a todos los hombres a vestirse de mujer (risas). Las mujeres que llevan tacones se merecen todo mi respeto porque es jodidamente difícil y doloroso (risas). Duele sólo de pensarlo”.



DISCO DEL MES

D

Cold World (RISE) METAL ALTERNATIVO

80

72

esde fuera podría parecer que a Of Mice & Men las cosas no podrían irles más de cara. Su último disco Restoring Force (2014) alcanzó el número 4 de las listas de ventas en Estados Unidos y propulsó la banda a otro nivel, llevándola a girar con Linkin Park o Slipknot, convirtiéndoles en algo así como la respuesta americana de Bring Me The Horizon. Pero su ascenso a la cumbre no ha estado exento de drama debido, principalmente, a los problemas de salud de Austin Carlile. El cantante padece

OF MICE & MEN

el síndrome de Marfan, un desorden que afecta el tejido conectivo y que puede llevar a provocar la muerte; su propia madre falleció por esta causa. Como consecuencia, Carlile ha sufrido varias rupturas de tímpanos –de hecho es sordo de un oído-, y el verano pasado tuvo que cancelar la parte final de su gira para someterse a una operación que le resolviera de manera definitiva sus problemas de corazón. Afortunadamente todo salió bien y a partir de entonces él y sus compañeros -Alan Ashby (guitarra), Phil Manansala (guitarra), Aaron Pauley (bajo,

voz) y Valentino Arteaga (batería)- se emplearon a fondo para confeccionar un nuevo álbum. Aun así, la sombra de su enfermedad revolotea en temas como ‘Pain’, ‘Real’ o ‘The Pain’, una crítica a la industria farmacéutica. Producido, al igual que el anterior, por el británico David Bendeth (BMTH, Tonight Alive, Our Last Night), Cold World retoma el camino allá donde lo dejaron con Restoring Force, pero va aún más lejos a la hora de incorporar influencias del nu metal y el rock alternativo de finales de los 90. A algunos todavía les sorprende ver la


evolución que han tomado muchas bandas de metalcore en los últimos años, pero si lo paramos a pensar, tiene toda la lógica del mundo. Fue de entre los millones de chavales que crecieron escuchando Hybrid Theory, Morning View o Break The Cycle donde surgieron los músicos que ahora militan en las bandas actuales, y parece de lo más natural que les acabe saliendo lo que habían interiorizado en sus primeros años de aprendizaje musical. Lo curioso es que en el caso de Of Mice & Men prácticamente ya no queda ni rastro de la banda que eran en sus inicios y seguir etiquetándoles como metalcore parece absurdo.

no hace falta ni que sigas leyendo, porque el aroma chandalero prosigue en las más duras ‘Contagious’ y ‘Pain’, donde en este caso se inspiran, y mucho, en Korn. Las estrofas de ‘The Hunger’ también podría haberlas cantado Jonathan Davis, aunque en este caso el estribillo altamente melódico les acerca a A Perfect Circle. ‘Relentless’ se decanta más por la furia de Limp Bizkit y para el final los que asoman la cabeza son Incubus en ‘Down The Road’ y ‘Away’, dos de los temas más brillantes del álbum y que podrían provocar la envidia del propio Brandon Boyd. Podría preguntarse dónde queda en todo esto

“COLD WORLD VA AÚN MÁS LEJOS A LA HORA DE INCORPORAR INFLUENCIAS DEL NU METAL Y EL ROCK ALTERNATIVO DE FINALES DE LOS 90” Es precisamente esa valentía, y de ir hasta el fondo con todas sus consecuencias, lo que les diferencia de otras bandas de su misma órbita. Basta escuchar el primer tema, ‘Game Of War’, una elegante balada que podría encajar en alguno de los últimos discos de Depeche Mode, para ver esa confianza en ellos mismos. Tras este inesperado y acertadísimo inicio aparecen ‘The Lie’, ‘Real’ y ‘Like A Ghost’, tres temas claramente deudores de Linkin Park, tanto en los filtros usados en la voz como en la cadencia de sus estribillos. Naturalmente, si nunca soportaste el nu metal,

la verdadera identidad de la banda, pero extrañamente está presente y el álbum fluye con total coherencia. Si durante el año pasado el futuro de la banda podía estar en entredicho, escuchando Cold World uno sólo puede rezar para que el corazón de Carlile sea lo suficientemente fuerte para aguantar lo que previsiblemente será un año de lo más intenso. Desde luego su cuarto álbum tiene todo lo necesario para llevarlos aún más arriba, y quién sabe si para activar un revival del nu metal en toda regla. ¡Dios nos coja confesados! DAVID GARCELL


TRUCKFIGHTERS

HAS DE SABER... FORMACIÓN: Niklas ‘Dango’ Källgren (guitarra),

Oskar ‘Ozo’ Cedermalm (voz, bajo), Daniel ‘El Danno’ Israelsson (batería) PRODUCIDO POR: Truckfighters AFINES A: Queens Of The Stone Age, El Caco,

Fu Manchu PÁGINA WEB: www.truckfighters.com


Q

V (FUZZORAMA/CENTURY MEDIA) ROCK, STONER, PSICODELIA

80

ue Josh Homme de Kyuss y QOTSA diga, aunque sea de coña, que tu banda es de las mejores que han existido jamás tiene que ser algo difícil, primero, de digerir, y luego, de superar. ¿Cómo sobrevivir a un hype de semejante tamaño? Tratando de desligarte de la idea preconcebida que todos tienen de ti. Es lo que llevan haciendo Truckfighters desde su anterior Universe con una pequeña inclusión de electrónica, y en lo que siguen profundizando en este V. Son increíbles los cambios constantes que realizan los suecos canción tras canción, porque si antes se dedicaban a crear una distorsión y construir toda la melodía

sobre ella, ahora los parones, los cortes de sucio a limpio, y sobre todo por las canciones dirigidas por la voz de Ozo, predominan en su primer trabajo totalmente compuesto entre él y el guitarrista Niklas Källgren. Basta con degustar el tema final ‘Storyline’. Daniel ‘El Danno’ Israelsson también deja su marca a la batería, y no merecería ser simplemente un mercenario más en la larga historia de Truckfighters con el ‘tercer miembro’, sino que su sonido es palpable. Curiosa también es la colaboración de Peter Damin (Paradise Lost) en ‘The 1’ con un regusto metálico a la par que homogéneo al material clásico de la banda. Canciones como ‘Fiend’ y sus guitarras semi folk

deslizándose entre una distorsión desértica pero batiendo la estructura stoner en dos con sus armonías, o la pleitesía de la psicodelia de la primera ‘Calm Before The Storm’ nos muestran a unos Truckfighters más ambiciosos que evitan a toda costa el encasillamiento. Nunca han sido una banda fácil, pero en sus dos últimas apuestas se ve una clara intención de deshacerse de todo lo que los pueda tachar de ‘simples’. Han madurado, se han alejado del desierto para sumergirse en otros ambientes, y les sienta de muerte. En 2016 la fuerza ya no reside en la potencia de sus amplificadores, sino en su poder compositivo. JORGE FRETES

HABLAMOS CON... NIKLAS ‘DANGO’ KÄLLGREN Tengo entendido que la grabación de V fue un poco inusual... cuéntame. “Sí (risas). La historia es que primero grabamos las guitarras y el bajo, porque cuando empezamos a grabar todavía no sabíamos quién sería el batería (risas). ¡Pero funcionó! El disco es genial, así que no fue un problema. El caso es que solemos componer mucho en el estudio, así que para nosotros no es tan raro empezar sin batería. Luego las composiciones van creciendo a medida que las grabamos”. ¿Cuándo fichasteis a Daniel? “Creo que fue en noviembre o diciembre del año pasado. Le conocíamos un poco, pero no éramos íntimos”. Dado vuestro historial con los baterías, ¿crees que durará en el grupo?

“No (risas). Es difícil encontrar al hombre perfecto. Pero es que estar en un grupo es complicado. Tienes que encajar tanto a nivel musical como personal, y además necesitas tener una vida que te permita estar lejos de casa durante mucho tiempo. Y encima no ganas mucho dinero... Así que tampoco creo que funcione con Daniel. Soy realista”. En cada disco parece que queráis llevar al oyente en un viaje. ¿Cuál proponéis en V? “Creo es un viaje más melancólico que los anteriores. Puedes encontrar más críticas a la sociedad, es un poco más profundo. Y musicalmente es más complejo. Algunas canciones, al menos cinco, son difíciles que entren de primeras, así que necesitas un poco más de tiempo. Es un viaje difícil, pero es un buen viaje (risas). Ésos son los mejores”.

¿Os queréis distanciar un poco del sonido desert rock? “Nunca hacemos las cosas de manera tan calculada. Sólo escribimos las canciones que nos salen en ese momento. Yo creo que en el álbum anterior ya íbamos un poco en esta dirección. Quizá es cuestión de que nos hacemos mayores... o mejores (risas)”. Una curiosidad: ¿Quién os puso vuestros nombres artísticos? “(Risas) El mío creo que me lo pusieron cuando tenía 21 años. Grabé a una banda y su cantante me preguntó si tenía un alias y le dije que no. Así que al cabo de tres días vino y me dijo ‘te llamaré ‘Dango’’, que significa ‘albóndiga’ en japonés. Y todos mis amigos pensaron que era muy divertido y empezaron a llamarme así (risas)”. (JORDI MEYA)

75


TOUCHÉ AMORÉ Stage Four (EPITAPH/PIAS)

POST HARDCORE

85

J

eremy Bolm es de los que no se guarda nada en el tintero. Con cada álbum de Touché Amoré podemos hacernos una idea bastante fidedigna de lo que ha vivido el cantante desde que apareció el anterior. Su cuarto trabajo no es una excepción y nos deja sentir toda la rabia, desconcierto y culpa que ha padecido desde que su madre falleciera de cáncer hace un par de años. Su muerte coincidió con una actuación del grupo en un festival en Florida y Bolm se enteró de ella al ver un mensaje en su móvil una hora después. Así lo

76

detalla en ‘Eight Songs’ con la honestidad que le caracteriza. Además de sus propios sentimientos, el vocalista también intenta atar algunos cabos sueltos sobre la vida de su progenitora sobre los cuales nunca se atrevió a preguntarle en vida. A nivel musical, Stage Four es una continuación de Survived By, con una cierta moderación en la agresividad respecto a sus dos primeros discos, pero conservando su misma pasión e integridad. Lo más llamativo es el registro grave que Bolm adopta en temas como ‘Benediction’, ‘Water Damage’ o ‘Skyscraper’, acercándolos a ambientaciones más post punk y que contrastan con las explosiones de energía que ofrecen en temazos como ‘New Halloween’, ‘Palm Dreams’ o ‘Rapture’. No te rindas si a las primeras dos o tres escuchas el disco te parece un poco más de lo mismo, porque te aseguro que si insistes, acabarás convencido de que se trata de otra joya más dentro de su catálogo. Espectacular y sobrecogedor. JORDI MEYA

BILLY TALENT

Afraid Of Heights (WARNER)

ROCK ALTERNATIVO, PUNK ROCK

78

E

chando un vistazo a cómo les ha ido a otros compañeros de andanzas, quizás hubiera sido lógico pensar que una década después de lograr su mayor éxito con II, a Billy Talent ya se les hubiera pasado el arroz. Sin embargo, los canadienses han sido capaces de plantarse en su quinto disco con bastante dignidad, sin haberse resentido ni mucho menos su popularidad y siendo capaces de ofrecer trabajos cuanto menos entretenidos. Riesgo e innovación mínima, eso sí, pero siendo conscientes de dónde se encuentran sus

puntos fuertes. Justamente eso es lo que nos encontramos en Afraid Of Heights, un álbum quizás más directo que su predecesor, Dead Silence, pero que no depara grandes sorpresas para quienes les hayan seguido la pista. Si acaso ‘Horses & Chariots” juguetea con algún arreglo electrónico, al igual que el reprise final del tema que da nombre al trabajo, que la verdad, no termina de aportar gran cosa. Por lo demás, Billy Talent siguen teniendo buena mano a la hora de facturar un buen puñado de posibles singles a medio camino entre el rock alternativo y el punk. ‘Big Red Gun’, la vacilona ‘Louder Than The DJ’ o una certera ‘Time Bomb Ticking Away’ dejan claro que no han perdido ni una pizca de su ferocidad. En ‘The Crutch’ consiguen dar con un groove que funciona de maravilla con cierto regustillo rockero, al igual que en el solo de ‘Rabbit Down The Hole’, una larga pieza épica que consiguen resolver sin apuros. Y en ‘Leave Them All Behind’ tienen una de esas canciones tan redondas que, de por sí, justifican un disco. GONZALO PUEBLA


LA SELECCIÓN Foto: Rosario López

ÀNTEROS Lunas

(ALOUD MUSIC/PUNDONOR)

POST ROCK

80

L

unas es el EP de presentación de un supergrupo de post rock afincado en Barcelona. Los responsables de la luz de estas cinco lunas, una por tema, son cinco astros del underground, componentes y excomponentes de Viva Belgrado, Toundra, Minor Empires, Erroma y Syberia. La inicial ‘Elara (1905)’, la primera luna de su personal galaxia, tiene un arranque muy toundrero, seguido por un pasaje de tensa calma y un final destripado con el sello del mejor poeta screamer del momento, Cándido. “Siempre agarrado a la soga de las mismas preguntas por miedo al vacío de las nuevas respuestas”, grita el susodicho, con las tripas, y entonces nos llevan a ‘Nereid (1949)’, con dos guitarras tarareables, que se alternan, se replican, en un imaginario pulso que acaba en empate, un trabajo hercúleo bañado en existencialismo. “Y sigo arrastrando tantos fallos como decisiones”, aseguran estos jóvenes aunque

curtidos músicos, capaces de acariciarnos el alma con la instrumental ‘Luna (2016)’ y su piano protagonista, obra y gracia de Maitane Eskitxabel, una pieza tan melancólica como cinematográfica. Divisamos entonces ‘Rhea (1672)’, otra luna intensa, oscura, menos apacible, con una base rítmica de nota, que apuntala los temas con dureza y destellos de genialidad. Despiden este viaje cósmico con ‘Cressida (1986)’ y otra colaboración. Xavi Calvet y sus punk rockers Bullitt no están a priori en la órbita de la banda, pero su participación añade un extra de guitarrones y unos coros celestiales impagables. ¡Ah! Hay una sexta luna, en forma de hidden track, pero yo no os he dicho nada… LUIS BENAVIDES


T

AIRBOURNE

Breakin’ Outta Hell (SPINEFARM)

HARD ROCK

75

eniendo en cuenta las dudas que ahora mismo presenta el futuro de AC/DC, aunque Angus Young es de los que nunca se da por vencido, es muy probable que en unos pocos años los millones de fans de la banda australiana puedan quedarse huérfanos. ¿Y qué mejor que otra banda australiana para coger el testigo? Eso deben pensar Airbourne, quienes en su cuarto álbum vuelven a exprimir el libro de estilo de los autores de Highway To Hell para ofrecer once nuevas canciones de festivo hard rock. Breakin’ Outta Hell presenta las mismas virtudes y, para qué ocultarlo, limitaciones, que sus predecesores, pero desde luego cumple con su cometido. Ya sea con el primer cañonazo que da título al álbum, con el

P

THE INTERRUPTERS Say It Out Loud (HELLCAT)

SKA PUNK

82

78

arece que Tim Armstrong tiene buen ojo a la hora de dar con formaciones con vocalista femenina al frente. Si hace ya unos cuantos años el descubrimiento de The Distillers fue todo un pelotazo, ahora la jugada se podría repetir con The Interrupters. Al igual que la banda de Brody Dalle, el combo angelino toma muchos elementos prestados de los creadores de ...And Out Come The Wolves, sobre todo en su vertiente ska, pero sabiendo darle un toque fresco y divertido. Y también, como ya demostraron en su debut homónimo de hace

veloz rock’n’roll de ‘Thin The Blood’, con esa ‘I’m Going To Hell For This’ que parece sacada de Back In Black o con la frenética ‘When I Drink I Go Crazy’, los australianos reivindican el espíritu más básico y descerebrado de la música. Pocas variaciones encontramos aquí, a lo sumo el riff inicial de ‘Rivalry’, donde se acercan a Rage Against The Machine; sin embargo Joel O’Keefe y los

suyos siguen ensamblando riffs, coros y vibrantes solos con gran precisión. Airbourne despiden el álbum con ‘It’s All For Rock’n’Roll’, un tema inspirado en su viejo amigo Lemmy (recordemos que el líder de Motörhead apareció en el vídeo de ‘Runnin’ Wild’), donde resumen perfectamente su filosofía: “Todos para uno, uno para todos, y todos por el rock’n’roll”. Amén.

un par de años, tienen una facilidad pasmosa para escribir canciones con vocación de himnos. Nuevamente ha sido el líder de Rancid el encargado de respaldar tanto la producción y la edición de Say It Out Loud, una referencia que supone un pasito más en su evolución como banda. Por una parte, han acentuado su lado más agresivo con unos cuantos pildorazos de puro punk rock (‘On A Turntable’, ‘Media Sensation’, ‘Good Things’, ‘Loyal’) que ayudan a que la escucha del álbum gane en dinamismo y variedad. Porque por el otro lado, su propuesta sigue

dejando varias joyitas en el terreno del ska, caso del single ‘By My Side’, ‘She’s Got Arrested’ o esa ‘Phantom City’ donde, además del ya habitual cameo de Armstrong, también aparecen los vientos de Less Than Jake, los cuales repiten en ‘You’re Gonna Find Your Way Out’, que podría recordarnos incluso a los The Clash más eclécticos. Con un repertorio que invita a bailar y sudar de lo lindo en directo, no extrañaría nada que se acaben convirtiendo en una de las grandes sensaciones del circuito punk en los próximos meses.

JORDI MEYA

GONZALO PUEBLA


27 DE OCTUBRE - MOBY DICK (MADRID) 28 DE OCTUBRE - EL SIELU (MANRESA) 29 DE OCTUBRE - RAZZMATAZZ 3 (BARCELONA) ENTRADAS A LA VENTA EN: WWW.COONCERT.COM


BAYSIDE Vacancy (HOPELESS)

ROCK ALTERNATIVO, PUNK ROCK

80

Q

uizá porque cuando empezaron su carrera a principios de este siglo no eran los alumnos más aventajados de la escena de Long Island (la misma que nos dio a Brand New, Taking Back Sunday o Thursday), a lo largo de los años Bayside han sido capaces de ir superándose en cada disco, y eso que tuvieron que superar la prematura muerte de su batería John Holohan. Llegados al séptimo, la banda presenta una colección de canciones prácticamente impecable que ratifica su pogresión. Si en un principio la influencia de Alkaline Trio

80

se les notaba demasiado, con el tiempo han desarrollado un estilo propio que los hace totalmente reconocibles sobre todo por el particular timbre de voz de Anthony Raneri. Él es el gran protagonista del disco dado que la mayoría de temas están inspirados en el divorcio de su segunda esposa. Encerrado en la habitación de un motel – seguramente muy parecido al que aparece en la portada del álbum- con la única compañía de una guitarra acústica, Raneri ahogó sus penas componiendo estas canciones. En ese sentido, el álbum puede servir de ‘disco de autoayuda’ para cualquiera que haya sufrido una separación reciente y se identificará con la añoranza de la persona querida de ‘The Ghost’, la depresión de ‘I’ve Been Dead All Day’ o la aceptación de ‘Maybe, Tennesse’. Sin embargo, si las letras son bastante tristes, musicalmente el álbum bien puede levantarte el ánimo por su potencia melódica y la energía de imprimen las guitarras de temas como ‘Two Letters’, ‘Mary’, ‘Pretty Vacant’ o ‘It Doesn’t Make It True’. JORDI MEYA

REVOCATION

Great Is Our Sin (METAL BLADE)

TECHNICAL DEATH METAL

80

H

ay grupos que saben ir dando vueltas de tuerca a su música. Es un club selecto de bandas que consiguen introducir elementos diferentes, modificar su fórmula y mantener una cierta frescura sin perder la personalidad ni cometer un atentado contra su propuesta. Después de más de cinco discos y diez años de carrera, creo que podemos admitir que Revocation se han ganado una mesa en ese corpúsculo. Los de Massachusetts practican un death metal técnico con tintes thrash y pinceladas de hard rock ochentero que les dan un punto diferencial. Sí,

ya sé que leído así suena completamente bipolar, pero todas estas referencias están integradas con un savoir-faire que forman una aleación compacta y robusta. Con los años los americanos han conseguido quitarse esas ganas de demostrar su técnica a cada momento y obra tras obra han ido dejando atrás ese virtuosismo desmesurado para centrarse en lo que necesita cada canción, y este nuevo plástico es la culminación de ese progreso. Lo primero que nos sorprende de este álbum es la producción con un sonido muy apretado y compacto, con una presencia destacada del bombo y unas guitarras muy definidas. Desde ‘Arbiters Of The Apocalypse’ nos damos cuenta de que han querido darnos una buen hostia en la cara; les podría haber salido mal, pero han conseguido que suene orgánico y han huido del sonido mecánico e irreal en el que suelen caer muchas bandas del género. Great Is Our Sin es una evolución lógica dentro del legado de la banda. ABEL VALDELVIRA



BLUES PILLS Lady In Gold (NUCLEAR BLAST)

ROCK

77

D

os años atrás Nuclear Blast volvió a apuntarse otro tanto a la hora de convertirse en la disquera de referencia no sólo dentro del metal, sino del revival rock, fichando a Blues Pills. Tras su marcha, al parecer poco amistosa de Radio Moscow, la base rítmica que componían Zach Anderson y Cory Berry (quien poco después abandonaría su puesto en favor del batería André Kvanström), reclutó para su nueva aventura a un jovencísimo guitarrista francés de nombre Dorian Sorriaux y a la espectacular sueca Ellin Larsson. Su primer esfuerzo en común resultó ser un éxito a todos los niveles,

74 82

tanto que muchos apuntan a que pueden convertirse a en la banda que acabe destacando por encima de toda su escena para alcanzar un nuevo público. Y precisamente ésa es la intención con la que parecen haber afrontado su segundo largo. En Lady In Gold se aprecia que Blues Pills han optado por rebajar en un par de puntos el nivel de intensidad. Es algo evidente en los primeros cortes del álbum, donde las guitarras quedan en un segundo plano en favor de una mayor presencia de los coros y teclados, aunque siguen estando ahí. Evidentemente, de todo ello se beneficia una Ellin que brilla con luz propia (caso de ‘Lady In Gold’ o ‘I Felt A Change’, una balada en la que deben tener muchas esperanzas). Por suerte, su vertiente más clásica no ha desaparecido del todo y vuelve a aflorar con fuerza en la recta final con títulos como ‘You Gotta Try’, ‘Rejection’ y ‘Elements And Things’. Un trabajo equilibrado para contentar tanto a sus viejos seguidores como a los que estén por llegar. GONZALO PUEBLA

DESPISED ICON Beast

(NUCLEAR BLAST)

DEATHCORE

60

E

l sexteto canadiense es una de esas pocas bandas que poseen un sonido tan característico que el resto de la plebe no se atreve a copiar. Afinados en B/Si (efectivamente, amigos, y son más brutales que la mayoría de bandas de deathcore que afinan tres tonos por debajo), la banda ha subido el listón con cada trabajo. Culminaron en 2009 con Day Of Mourning, una obra maestra que nos hizo llorar de felicidad rabiosa con cada uno de los diez temas que lo componían. Tras su retirada en 2010 y reciente regreso a los escenarios, su ansia por descuartizarnos los atabales

resurgió y nos trajo su quinto álbum de estudio, Beast. Soy de la firme creencia que los grupos han de reinventarse en cada disco ya que, si no, una vez editen su ópera prima, sólo les quedará una caída libre al fondo de mi más completa indiferencia. Desde luego que Despised Icon han evolucionado, pero cuando sacaron los dos temas de avance, ‘The Aftermath’ y ‘Bad Vibes’, se me hundió el corazón en el pecho. Eran canciones simples, monótonas y sin alma. He tenido que darle muchas vueltas al álbum para empezar a poder disfrutarlo. Beast es, para mi gusto, el disco más flojo de toda su discografía. No quita que sean Despised Icon y me arrodille cada vez que oigo su nombre, pero algo ha pasado dentro de su maquinaria, los engranajes se han oxidado y el proceso creativo ha cascado. Igualmente, todo hay que decirlo: antes me pongo este álbum en repeat durante las 24 horas del día que escucharme el 99% de los discos de deathcore que se han publicado en los últimos tres años. FER DÍEZ


PUP

The Dream Is Over (SIDEONEDUMMY)

PUNK ROCK, INDIE ROCK

80

Y

a se sabe que estar mucho de gira puede trastornar a cualquiera, y si como PUP has dado 450 conciertos en dos años presentando tu primer disco, lo normal es que acabes componiendo una canción como ‘If This Tour Doesn’t Kill You, I Will’. Es con este arrebato de sinceridad y sarcasmo como empieza el segundo álbum de una de las grandes pequeñas bandas surgidas de Canadá en los últimos años. Sin muchas variaciones respecto a su debut, pero conservando toda su frescura, PUP vuelven a deleitarnos con

unas canciones llenas de urgencia, crudas como el sushi, y realmente contagiosas. Los problemas de voz que tuvo Stefan Babcock al final de su última gira y que le amenazaron con no poder seguir cantando (de ahí el título del álbum) parecen totalmente superados y el tipo vuelve a desgañitarse a gusto reflexionando en voz alta y lanzando mensajes positivos no exentos de ironía. Las líneas de guitarra descacharradas siguen recordando a unos Pavement o unos Pixies en versión punk y la sección rítmica a menudo se sumerge en el caos, pero las constantes gang vocals siempre sacan a flote unas composiciones un tanto anárquicas. Es difícil no caer rendido a los encantos de una banda capaz de alternar piezas más melódicas como ‘DVP’ o ‘My Life Is Over And I Couldn’t Be Happier’ con ataques de rabia como ‘Old Wounds’ o cerrar con una balada como ‘Pine Point’, que te hace recordar a The Promise Ring. Ojalá podamos verles pronto por aquí. JORDI MEYA

WILCO

Schmilco (DBPM)

ROCK, AMERICANA

74

S

i el estatus de Wilco como banda en directo resulta incuestionable, uno empieza a pensar que no sucede lo mismo con sus nuevos trabajos. O al menos últimamente, porque si bien el regalo que nos hicieron hace cosa de un año con Star Wars simplemente agradaba pero tampoco entusiasmaba, ahora las sensaciones parecen repetirse en Schmilco. Es complicado no poner buena cara ante un nuevo trabajo de los de Chicago para quienes les tenemos en un pedestal, pero se empieza a notar cierta dejadez por su parte. Y eso que el disco arranca muy

bien con un tono acústico (que nadie espere encontrar algún tipo de relación entre el contenido y la descacharrante ilustración de la portada firmada por Joan Cornellà) marcado por las iniciales ‘Normal American Kids’ e ‘If I Ever Was A Child’. El ritmo trotón de ‘Cry All Day’ emociona sin que en ningún momento llegue a estallar y en la inquietante ‘Common Sense’ el genio de Nels Cline hace sentir su presencia aunque de manera más contenida. Es a partir de entonces cuando el álbum empieza a entrar en un desfile de temas que simplemente están bien (caso de ‘Someone To Lose’ y ‘Locator’, donde aplican algo más de electricidad, o ‘We Aren’t The World (Safety Girl)’, que es de las más pegadizas del lote) y cortes que parecen retazos de canciones a medio terminar como ‘Quarters’, ‘Nope’ o ‘Shrug And Destroy’, una nana en clave lo-fi. Aun con todo, Schmilco arroja un balance positivo pero sabe a poco viniendo de un conjunto que nos tenía acostumbrados a la excelencia. GONZALO PUEBLA

83


HAS DE SABER... FORMACIÓN: Garret Rapp (voz), Devin King (guitarra), Aaron

Saunders (guitarra, voz), Mike Honson (bajo), Steve Carey (batería) PRODUCIDO POR: Dan Korneff AFINES A: Of Mice & Men, Underoath, We Came As Romans PÁGINA WEB: www.thecolormorale.net

THE COLOR MORALE


S

Desolate Divine (FEARLESS) METALCORE, ROCK ALTERNATIVO

70

e veía venir. The Color Morale ya introdujeron más elementos melódicos en su anterior álbum Hold On Pain Ends, pero en su quinto trabajo se han entregado en cuerpo y alma a confeccionar temas donde éstos llevan todo el peso. Salvo alguna parte gritada, a cargo en exclusiva del guitarrista Aaron Saunders, todas las líneas vocales de Garret Rapp tienen como objetivo entrar en tu cabeza, de la manera más nítida posible, y no salir de ella. Es lícito preguntarse si esta dirección está motivada por sus propias inquietudes musicales o es más bien un intento por no quedarse atrás en esa

carrera sin fin respecto a otras bandas de metalcore que han conseguido llegar a un mayor público, pero supongo que más que sus intenciones, lo que cuenta es el resultado, y la verdad es que Desolate Divine puntúa bastante bien. Saunders y su compañero Devin King combinan riffs pesados con arreglos de guitarra más post rockeros, y el batería Steve Carey les impregna de mucha fuerza con una vivacidad encomiable. Además el productor Dan Korneff (A Day To Remember, Pierce The Veil) ha incorporado algunos sonidos ambientales y orquestales que les añade un punto épico. Pero como apuntaba antes, se nota que en lo que

más se han esforzado es en que las composiciones fueran lo más pegadizas posibles, y así prácticamente sus once canciones cuentan con estribillos gigantescos y estrofas muy poperas con más de un guiño a grupos alternativos. Podrías tirar un dardo a ciegas y seguro que darías en una canción con el suficiente potencial para ser lanzada como single, ya sea ‘Clip Paper Wings’, ‘Walls’ o ‘Fauxtographic Memory’, aunque escuchadas todas seguidas acaban por desfigurarse un poco. Veremos qué tal les funciona la jugada y si en el siguiente aún van todavía más lejos o se inclinan por un back to the roots. DAVID GARCELL

HABLAMOS CON... GARRET RAPP Puede que vuestro nuevo álbum sorprenda bastante a vuestros fans, ¿pero desde dentro lo veis tan distinto? “Sinceramente no tanto. Este disco es extremadamente melódico, el más que hayamos hecho nunca, pero creo que es una progresión natural. Si te gustaban las melodías pop que escribimos en nuestro primer disco, éste te va a encantar”. ¿Teníais clara en qué dirección queríais ir o simplemente queríais hacer algo nuevo? “Aaron y yo nos metimos en el proceso compositivo con la idea de escribir canciones bien estructuradas y que tuvieran unas letras con significado. La prioridad era la melodía. Nunca en la historia de The Color Morale había escrito un estribillo con un piano”. Habéis trabajado con composi-

tores externos. ¿Se os hizo raro incorporar a gente de fuera del grupo en ese proceso? “Esta vez fuimos muy selectivos con quien íbamos a trabajar. Todos los colaboradores eran gente que conocíamos y en quienes confiábamos. Era muy importante para conservar la integridad del mensaje que queríamos transmitir”. ¿Y cuál es ese mensaje? “El álbum trata sobre la vulnerabilidad en las relaciones. La tuya propia y la de los demás. Nunca me había abierto sobre mis relaciones, pero era un paso necesario para enfrentarme a ciertas cosas sobre mí mismo en las que necesitaba mejorar”. Algunos arreglos son muy expansivos y la producción está muy cuidada. ¿Supondrá un reto llevar las nuevas canciones al directo?

“No lo creo. No somos una banda que nos apoyemos en la producción hasta el punto de no poder tocar un tema. Nunca escribiríamos una canción donde pesara más la producción que nuestra capacidad como músicos”. ¿De qué te sientes más orgulloso de Desolate Divine? “Éstas son las canciones más pegadizas que hayamos escrito nunca, pero siguen teniendo profundidad. A medida que pasan los años, cada vez es más difícil para un grupo mantenerte fiel a las ideas por las que empezaste y cada vez tienes que estrujarte más la cabeza para ser creativo, pero creo que lo hemos conseguido totalmente. Me siento muy orgulloso de los temas y tengo muchas ganas de compartirlos con la gente. Éste va a ser un gran año para nosotros”. (DAVID GARCELL) 85


DUNSMUIR Dunsmuir

(HALL OF RECORDS)

HEAVY METAL, STONER ROCK

75

E

mpecemos por las presentaciones: Dunsmuir lo forman Neil Fallon (vocalista de Clutch), Dave Bone (guitarrista de The Company Band), Brad Davis (bajista de Fu Manchu) y el mítico Vinny Appice (batería de Black Sabbath, Dio y Heaven And Hell). Pero si alguien está pensando que éste es otro proyecto paralelo sacacuartos, se equivoca. Estos cuatro amigos llevan planeando este álbum desde hace más de tres años sin ninguna otra intención que divertirse haciendo música juntos y rendir homenaje a algunos de los grupos que

86

les han influenciado. Su debut se ha publicado sin ninguna fanfarria ni apenas promoción, así que, desde luego, las expectativas comerciales no entran en sus planes. Lo que no quita que estemos ante un muy buen trabajo; uno que los fans de sus respectivas bandas no deberían pasar por alto. Pocas veces la suma de las partes es tan evidente como en Dunsmuir, pues la personalidad de cada músico se deja notar, si bien todo tiene un toque más metal, eso sí, añejo, que al que nos tienen acostumbrados. ‘The Bats Are Hungry Tonight’ tiene un deje a Iron Maiden, ‘Deceiver’ de Judas Priest, ‘Church Of The Tooth’ de Black Sabbath, ¿alguien no lo esperaba?, pero gracias a esas inflexiones blues de Fallon y el tono stoner del bajo de Davis, todo adquiere un colorido diferente. Además la producción es de lo más básica, casi garajera. No es un disco que vaya a cambiar el rumbo de la música, pero divertirá a quien lo escuche casi tanto como a ellos haciéndolo. JORDI MEYA

16

Lifespan Of A Moth (RELAPSE)

SLUDGE

78

R

ecuerdo la salida the Curves That Kick a principios de los 90 como uno de aquellos discos que te da un respiro entre la mediocridad imperante. Eran sludge cuando el sludge apenas existía. Fueron sobreviviendo como pudieron, grabando y girando hasta su disolución con la llegada del nuevo milenio. Su vuelta, casi una década después, vino acompañada de la reedición de su clásico, más un nuevo disco que les publicaba. Relapse. Desde entonces el grupo se lo ha tomado con calma, midiendo cada paso que da y, como reconoce el mismo cantante Chris

Jerue, “No quemándonos queriendo correr demasiado como nos pasó en nuestros comienzos”. Su nuevo álbum podría ser perfectamente uno de los discos del año. ¡Qué hijos de puta, qué cafres y extremadamente brutos son! Lo mismo te aplastan con un estruendoso estallido sludge como ‘Landloper’ que hacen que te lances al vacio con la velocidad de ‘The Absolute Center Of A Pitch Black Heart’. Ambas cosas las clavan. Normal, aman por igual a Unsane que a Black Sabbath. Se han dejado influenciar con idéntica equivalencia por Black Flag, Bad Brains, Death o los primeros Metallica y esto es lo que sale de todo ello: un revoltijo de puro metal bastardo que los californianos dominan con la solvencia que te dan los años de escenarios. El amigo Navarra os recomendará (muy acertadamente) lo nuevo de Cough. Hacedle caso, pero dejad neuronas vivas para esta brutalidad. Se lo merece. ANDRÉS MARTÍNEZ



P

ABIGAIL

The Final Damnation (NUCLEAR WAR NOW! PRODUCTIONS)

BLACK THRASH

76

ervertidos, puercos, cachondos, auténticos, cutres… Son varias las cualidades que han hecho de los japoneses Abigail una banda adorable, irresistible para cualquier aficionado al metal extremo de serie B. Su longeva trayectoria se ve ahora sacudida con la llegada de su quinto largo, un The Final Damnation infeccioso que como siempre fija su objetivo en la caña vetusta, en el black thrash rudimentario, pero también en Motörhead y el heavy metal más ortodoxo. Los nipones son todo sinceridad y sólo practican aquello que aman. ‘Sex & Metal’ sería el tema abanderado de este álbum, la comunión perfecta entre tralla incendiaria y su más devota oda hacia la religión metálica. Puede que la producción de este trabajo te parezca indigna

N

ZAKK WYLDE

Book Of Shadows II (SPINEFARM)

ROCK FOLK

72

88

unca me ha parecido que Zakk Wylde posea tanto talento como para amasar la cantidad de fans que tiene. Su trabajo con Ozzy es encomiable (aunque muy lejos del nivel de antiguos hachas que habían acompañado al Madman) y Black Label Society tienen buenos momentos aunque insuficientes en una carrera tan larga y prolífica. Pero hay, en mi opinión, un oasis en el tiempo donde nuestro hombre reveló una creatividad sobresaliente y que fue más o menos a mitad de los 90. En 1995 firmó Ozzmosis con el ex Sabbath, el que seguramente

de 2016, pero en el fondo de tu corazón sabes que debía ser así, que estamos ante Abigail y que con ellos no tendría sentido otra cosa que no fuera este escupitajo sónico. ‘Open The Gates Of Hell’ es otro atropello de lo más épico, de aquéllos que entran por el recto sin piedad y sin siquiera darte cuenta ya te tienen emocionado, sacando la chupa del armario aunque estés en pleno julio. ‘No

Pain! No Limit!’ es como si la hubiera escrito un Lemmy de ojos rasgados, mientras que ‘Sweet Baby Metal Sluts’ y ‘Holocaust By Evil’ hablan por sí solas, conformando un final de disco precioso y malvado, tirando a tremendo. Fíjate en una foto como ésta, con la que Abigail pretenden promocionar este trabajo… ¿De verdad te lo vas a perder? Triunfales en todos los sentidos.

fue su mejor trabajo con el lunático vocalista. Un año antes nos sorprendió a todos con aquel proyecto de southern rock llamado Pride & Glory y poco más tarde grabó el fantástico acústico Book Of Shadows, su proyecto más personal. Ahora retoma aquella veja idea para volver al formato desnudo de unas canciones acústicas que vuelven a rayar a gran altura. No está al mismo nivel que la primera entrega, pero hemos de reincidir en que nos gusta más el Wylde sosegado, elegante y centrado que el guitarrista desatado que repite una y otra vez el mismo solo y el mismo riff en

sus composiciones con los Black Label Society. Temas como ‘Darkest Hour’, ‘Autumn Changes’ o ‘Lay Me Down’ contienen dentro de sí mismos todas las virtudes de ese rock sin fecha de caducidad que está por encima de modas y gilipolleces varias. Y sí, a veces al rubio amante de la cerveza se le disparan más de la cuenta los dedos a la hora de puntear, pero aun así, el tipo se controla mostrando su estilo más melódico y cadencioso. Al final tendré que dar la razón a quienes defienden sus aptitudes, aunque siga poniéndole ‘peros’ a su talento.

PAU NAVARRA

ANDRÉS MARTÍNEZ


IMPERIAL STATE ELECTRIC

All Through The Night (PSYCHOUT)

ROCK’N’ROLL

80

A

un a riesgo de convertirse en un plasta, hay que reconocerle a Nicke Andersson su constante empeño por ofrecer material nuevo cada año. A lo tonto All Through The Night supone ya su quinto trabajo de estudio al frente de unos Imperial State Electric con los que inició su andadura post Hellacopters allá por 2010. Precisamente la reunión puntual de los padres de By The Grace Of God ha sido la responsable de que este nuevo álbum haya retrasado su salida a las tiendas un par de meses. Para aquellos que piensen que Andersson hace

tiempo que ya dio lo mejor de sí, mejor que paren de leer. Sin embargo, si eres de los que sigue encontrando interesante la manera en la que es capaz de entrelazar la esencia de Thin Lizzy con las melodías más cercanas al pop clásico de Cheap Trick, estás de enhorabuena porque aquí va otra ración. De hecho, podríamos decir que en esta ocasión el grupo ha ido más hacia los extremos de cada polo. ‘Empire Of Fire’ y ‘Over And Over Again’ siguen garantizando que los duelos de guitarras estén bien presentes, así como el divertido boogie que se marcan en ‘Get Off The Boo Hoo Train’ o ese temazo power pop a lo Buzzcocks que es ‘Remove Your Doubt’. Pero es cuando bajan las pulsaciones donde arriesgan más que nunca. Los arreglos orquestales de ‘All Through The Night’ habrían sentado de maravilla junto a una voz como de la Roy Orbinson. Igual de novedoso resulta el dueto de aires country ‘Break It Down’ o la final ‘No Sleeping’, en la que se dejan embrujar por el espíritu de The Beatles. Un álbum con aroma a clásico por todos los lados. GONZALO PUEBLA

DE LA CUNA A LA TUMBA De La Cuna A La Tumba (THE BRAVES)

EMOCORE

85

Q

uizá si empezamos explicando quién está detrás de esta banda podamos entender mejor el sonido que despliegan: Jaime Ladrón de Guevara a la guitarra y voz, Jose Miguel Ocón al bajo (ambos del grupo Catorce), Luis Manuel Terán a la batería (también la toca en Astronomist) y J.A. Soler, más conocido en la escena musical estatal como Kantz, a la voz principal. El registro vocal de Kantz es tan personal que puede que De La Cuna A La Tumba te recuerde a Tenpel, pero este combo formado entre

Madrid y Sevilla compone una música más visceral y contundente. En efecto, prueba a escuchar ‘Huesos De Bruma’ o ‘Por Muy Lejos Que Intentemos Ir’ y sentirás cómo el registro vocal se desgarra a conciencia y la solidez del muro sónico. Dejando de lado los aspectos puramente musicales, otro de los puntos fuertes a destacar de este disco de debut homónimo es el apartado lírico, donde el cuarteto expresa sin tapujos y sin vergüenzas todas las emociones y sentimientos que cualquier ser humano puede experimentar (sirva ‘Modo Vuelo’ como ejemplo, donde una voz calmada recita un bonito poema). Por todo lo explicado hasta ahora éste sería un álbum de emocore, pero entendiendo este término como la contracción de hardcore emotivo; no lo confundamos pues con ese sucedáneo más popular y conocido como ‘emo’, porque aquí no hay flequillos que valgan. La única pega que se me ocurre es que sólo son ocho canciones y dura menos de media hora. Fin, funde a negro. JORDIAN FO

89


D

PURSON

Desire’s Magic Theatre (SPINEFARM)

ROCK

78

esde luego Rosalie Cunningham tiene mucho mérito. Cantante, compositora, multiinstrumentista y, en definitiva, el epicentro donde se asienta todo el sonido y concepto de Purson, ha logrado superar la presión y ofrecernos un segundo álbum tan inspirado como bien trabajado. Después de las buenísimas sensaciones mostradas en su disco de debut, The Circle And The Blue Door, la chica se hartó de comentar en las entrevistas que el siguiente sería mucho mejor y finalmente ha cumplido su palabra, grabando una obra excelsa donde la infinita cantidad de influencias se entremezclan de manera sorprendente al servicio de unas canciones realmente estupendas. Se han apresurado a meterles en la escena psicodélica. Ni de coña, amigos, esos

A

THE SOULBREAKER COMPANY La Lucha (ALONE)

ROCK

87

90

estas alturas la confianza que se han ganado The Soulbreaker Company es tal que aunque uno nunca termine de saber muy bien por dónde tirarán, puede tener la completa certeza de que el resultado estará más que a la altura de las expectativas. Por supuesto, el quinto trabajo de los vitorianos no es una excepción a esta regla. Quizás en esta ocasión, y por primera vez en su trayectoria, no se aprecie un giro tan significativo en su sonido como los que protagonizaron en anteriores entregas. Eso no significa

temas están muy por encima de cualquier etiqueta. Salvando las distancias, a mí siempre me han recordado a otra banda inclasificable y deliciosamente extraña como Jellyfish. Como ellos incorporan grandes dosis de psicodelia, pero pasada por el tamiz del esplendoroso pop de los 60. La melodía es importante y entre tanta locura se cuelan infecciosas armonías que te atrapan sin remisión. Si pensáis en los

primeros Queen, el Bowie de Ziggy Stardust, los Beatles de Sgt. Pepper’s o los Doors más accesibles estaréis muy cerca de lo que esconden estas canciones, que por otro lado, poseen personalidad propia. Imposible escapar al influjo de diamantes tan pulidos como ‘Electric Landlady’, ‘Desire’s Magic Theatre’ o ‘The Sky Parade’, composiciones fabulosas que parecen escapadas de otra era.

que La Lucha carezca de una personalidad propia, ya que la labor de Stef Hambrook como productor les ha dotado esta vez de un sonido más crudo y directo en comparación con el anterior Graceless. Por lo demás, aquí encontraremos a una Compañía que viene a ofrecer una especie de muestrario de todos los palos que han ido tocando a lo largo de su evolución. ‘Black Wool Yarn’, ‘For Those Who Died In Vain’ y ‘La Lucha’ vendrían a representar su sonido base actual. Rock psicodélico potente, con las guitarras y teclados bien presentes, sin renunciar a

aventurarse por caminos más intrincados. ‘This Thing Called Life’ rememora a su manera el poso soul que impregnaba The Pink Alchemist, así como una acústica ‘Blue Emerald True Lovers’ de aires más hippies. Del mismo modo, ‘Too Late Or Too Soon’ habría casado sin problemas con el tono más melancólico de Graceless. Para rematar, la apocalíptica ‘The Kid Out Of His Land’ se convierte en uno de los puntos álgidos, no ya del disco, sino de todo su repertorio. Una tormenta perfecta para un grupo que va camino de la leyenda.

ANDRÉS MARTÍNEZ

GONZALO PUEBLA


CASTLE

Welcome To The Graveyard (VÁN)

HEAVY ROCK, DOOM METAL

68

A

l que ande metido en el underground del rollo setentero no puede venirle de nuevo el nombre de Castle. Formados en 2009, el dúo americano ha tenido una prolífica carrera, siendo este Welcome To The Graveyard su ya cuarto álbum. Si con ‘Black Widow’ o las algo más inspiradas ‘Hammer And The Cross’ y ‘Welcome To The Graveyard’ no las tenía todas ante la valía de este disco, debo decir que éste mejora algo cuanto más avanzas en él. Como cantante, la también bajista Liz Blackwell me recuerda a Jill Janus de Huntress, aunque

sin alaridos demoníacos, más comedida y, claro está, bastante más recatada con sus atuendos. Así, su fórmula no es ningún secreto: heavy metal del más clásico, rock setentas y algo de doom en su vertiente más épica, aquélla agradable al oído y despojada de cualquier tendencia suicida. Inspirados líricamente en obras de Aleister Crowley o Eliphas Levi, lo cierto es que con la agresiva ‘Flash Of The Pentagram’ y la bastante Grand Magus ‘Traitors Rune’ por fin despega la cosa, aunque es con ‘Veil Of Death’, muy Mercyful Fate o del King Diamond más primitivo, cuando alcanzan sus mayores cotas. ‘Down In The Cauldron Bog’ ayuda a que el nivel se mantenga un poco, pero desde luego a estas alturas ya tenemos claro que no estamos ante la excelencia hecha álbum, que digamos… Sin ser una obra totalmente defectuosa, es evidente que existe algo de exageración en torno a este grupo, y hasta cuesta entender que el selecto sello Ván Records no lo haya visto antes desde sus oficinas. PAU NAVARRA

CARNIFEX Slow Death (NUCLEAR BLAST)

DEATHCORE

70

Q

uizá nos estaban advirtiendo con el título, o igual podemos considerarlo un spoiler, pero los californianos han bajado el pie del acelerador con este Slow Death. Lo que se traduce en canciones por lo general más lentas, más atmosféricas y menos agresivas. Esto no es necesariamente malo, tampoco han dejado de ser un grupo de metal extremo, pero es algo que se aprecia en la primera escucha y el aspecto que más diferencia este nuevo plástico de los anteriores. Los elementos electrónicos y orquestales cogen más fuerza en esta

nueva entrega y rompen con la fórmula del deathcore de manual. Evidentemente encontramos elementos clásicos del género y los americanos no han roto con su identidad; simplemente la han dotado de más oscuridad y melodía. Sin embargo, estas aportaciones no consiguen que el disco suene innovador o fresco y acabas por distraerte de la música. A pesar de contar con un single que seguramente funcione mucho en directo como es ‘Six Feet Closer To Hell’, pierdes la atención en muchos tramos del álbum en que se vuelve un tanto previsible. Mejor impresión me llevo de la producción, pues da la sensación de que Carnifex llevaban tiempo buscando este sonido más pulido que ya mostraron en el anterior trabajo, y que han culminado con la mezcla final del disco que nos ocupa. Es una obra muy pesada, melancólica, con secciones muy bien escritas y cortes que se quedarán en la memoria, pero que le falta ese punto de brillantez en algunos temas y que no te mantiene atento durante sus 40 minutos. ABEL VALDELVIRA

91


ELI PAPERBOY REED My Way Home (YEP ROC)

SOUL

81

H

an tenido que pasar ocho años y varios tropiezos para que Eli Paperboy Reed publique la que debería haber sido la continuación del fantástico Roll With You. Lo suyo le ha costado volver por el buen camino, especialmente después del tremendo fracaso a todos los niveles que supuso el acercamiento descarado al pop de radiofórmula en Night Like This y su consecuente salida de Warner. Por suerte, tras semejante patinazo, nuestro hombre parecía decidido a hacer borrón y cuenta nueva. La gira que realizó el año pasado en formato trío rememorando las canciones de su primer álbum

82 92

daba una pista de que las aguas estaban volviendo a su cauce. Algo que ha confirmado con este My Way Home que deja las cosas bien claritas desde el principio, empezando por la portada, donde vemos a Eli dispuesto a seguir peleando. Con un rápido juego de pies consigue enganchar un buen par de derechazos (‘Hold Out’, ‘Cut Ya Down’) y ya a partir de ahí el de Boston se muestra seguro de sus posibilidades. Incluso se atreve con un acercamiento al pop (‘Tomorrow’s Not Promised’), ahora sí, como es debido. Cuando le toca ir a la esquina a descansar, se nos muestra más confidente y sincero que nunca en baladones como la que da título al álbum y hasta nos hipnotiza con los ritmos cadentes de ‘Your Sins Will Found You Out’ y ‘Eyes On You’. Vuelve a sonar la campana y con ‘The Strangest Thing’ ya se ve que la cosa no va a decaer hasta que llegue ese gancho ganador que es ‘A Few More Days’, el cual nos manda directos a la lona y hace que se lleve la victoria por rotundo KO. Así sí. GONZALO PUEBLA

TEMPLE NIGHTSIDE The Hecatomb

(IRON BONEHEAD PRODUCTIONS)

DEATH METAL

80

C

omo un murmullo en la cabeza del que no puedes escapar, como la amenazadora sombra que crece imparable en la base de un árbol al ponerse el sol, la oleada de putrefacción y muerte que el segundo álbum de Temple Nightside despliega te sondeará sin remisión hasta encontrar los límites de tu comprensión. Y los superará con creces, vaya si los superará… Exceptuando ‘Graven’ o ‘Adrift In Sepulchral Entropy’, resulta complicado entender cómo una obra que apenas pisa el acelerador puede resultar tan brutalmente extrema, cómo un

estado de comatosa calma puede trasladarte tamaña sensación de desasosiego y miedo. Pero este cuarteto viene de Australia, y ahí parece que últimamente hayan encontrado una turbadora fuente de oscuro poder. Como si hubieran grabado este álbum lejos del estudio, varios edificios más allá, la respuesta al acertijo que plantean Temple Nightside parece encontrarse en las bajas frecuencias, en tonalidades graves que hacen de su música un susurro, de la voz una brisa maliciosa y del death metal una escalofriante sensación, un antiquísimo y descorazonador estado mental. Entiendes su lenguaje, pero éste parece haber permanecido latente en tu memoria innata sin que cientos de generaciones hayan recurrido a él. Seguramente por temor, por puro terror a letanías ancestrales como ‘Fortress Of Burden And Distress’, ‘The Murderous Victor (Commune 3.2)’ o las pavorosas ‘Within The Arms Of Nothingness’ o ‘Tempest’. Acude a un exorcista en cuanto ‘Charnel Winds’ complete el círculo. PAU NAVARRA


GATES

Parallel Lives (PURE NOISE)

POST ROCK

80

R

ecientemente han compartido carretera y escenarios con Thrice y La Dispute. Y hablo de compartir, y no telonear, porque en este segundo trabajo Gates demuestran estar a la altura musicalmente de estos grandes del post hardcore. Emparentados con otra banda no menos recomendable como es Lydia, practican una suerte de post rock emotivo con momentos shoegazers y ligeros flirteos con el ambient pop. La genial ‘Habit’ condensa muy bien todo esto. En esta inmejorable pieza de 3 minutos y 33 segundos muy bien aprovechados, mi

favorita de Parallel Lives, su segundo largo, el quinteto consigue tocar la fibra como los mejores The Appleseed Cast, dominan las dinámicas como los maestros Explosions In The Sky y bordan un estribillo que querrás escuchar una y otra vez. Y como esta pieza, hay más. Parallel Lives, publicado por Pure Noise Records, también cuenta con la progresión asombrosa de ‘Eyes’, la deliciosa pegada pop de ‘Shiver’ (Jimmy Eat World han dejado huella a varias generaciones), la calidez semi acústica de ‘House & Home’ y las inspiradísimas ‘Empty Canvas’ y ‘Color Worn’, con la espléndida voz de Kevin Dye como absoluta protagonista. Para la parte final del disco la formación de New Jersey deja la sorprendente ‘Fade’, una pausada balada que bien podría haber aparecido en el último trabajo de Radiohead, y la experimental ‘Parallel Lives’, el medio tiempo encargado de poner el broche a uno de los mejores trabajos de 2016. Entretenido y exquisito a partes iguales. LUIS BENAVIDES

WASTED

I Lost My Pants (CRUZADE)

HARDCORE PUNK

80

S

é que estamos en el 2016, pero es escuchar a Wasted y rebobinar hasta los años 80. Y no es sólo el sonido, también es el diseño de sus discos: el uso exclusivo del blanco y negro, el formato escogido para sus dos trabajos publicados hasta la fecha (el 7”, como los primeros singles de Bad Brains, Black Flag o Minor Threat) y la elección de un logo sencillo pero reconocible (una W con un círculo alrededor) que se pueda reproducir fácil y rápidamente en cualquier soporte. Con todo, este cuarteto de Mallorca nos

ofrece en su segundo EP siete temas nuevos marcados con sus señas de identidad: honestidad, convicción, respeto, diversión, amor, sinceridad, autoconstrucción y mucha P.M.A. (Positive Mental Attitude). En efecto, vale la pena leer las letras, sencillas pero muy edificantes, y aunque estén todas en inglés, el grupo tiene el detalle de resumirlas con una breve explicación en castellano para que todo el mundo pueda entender su significado general. En cuanto a la música que se puede escuchar en I Lost My Pants no hay duda posible: hardcore punk directo al espíritu. De las siete canciones destacaría ‘D-Day’, conducida por el ritmo frenético del bajo y la energía de la voz de Óscar, ‘I Walk’ por su flow vocal y ‘Get The Fuckin’ Outta Here’, donde la guitarra de Julián nos lleva a un medio tiempo muy característico de los 80. Aunque me siguen sobrando los (pocos) solos de guitarra, nunca me sobrarán bandas tan sinceras como Wasted. JORDIAN FO 93


THE DEAD DAISIES

HAS DE SABER... FORMACIÓN: John Corabi (voz), David Lowy (guitarra),

Doug Aldrich (guitarra), Marco Mendoza (bajo), Brian Tichy (batería) PRODUCIDO POR: David Lowy AFINES A: Brides Of Destruction, Aerosmith, Thin Lizzy PÁGINA WEB: www.thedeaddaisies.com


T

Make Some Noise (SPITFIRE/SPV) HARD ROCK

55

al como está el negocio es normal que los músicos intenten ganarse las habichuelas como mejor puedan. Eso explicaría la cantidad de artistas que se han pasado al pluriempleo y la proliferación de proyectos paralelos y presuntas superbandas a la que asistimos en la actualidad. The Dead Daisies es uno de los ejemplos más claros en los que músicos de contrastada reputación se reúnen para intentar conseguir unidos el éxito que ya no pueden por separado. Por sus filas han pasado desde tres miembros, eso sí, menores, de

Guns N’ Roses (Richard Fortus, Frank Ferrer y Dizzy Reed) a John Tempesta (White Zombie, The Cult), a incluso Darryl Jones (bajista de The Rolling Stones desde 1993), aunque su único componente fijo sigue siendo el guitarrista australiano y entrepeneur David Lowy. Muy persuasivo tiene que ser el tipo para que en esta nueva encarnación del grupo haya podido reclutar como cantante a John Corabi (Mötley Crüe, Union) y a Doug Aldrich (Dio, Whitesnake) como guitarra. Su presencia garantiza un punto de calidad extra, pero no logran llevar a The Dead

Daisies al nivel de los grupos en los que se inspiran. Y es que cuando el mejor corte de tu tercer disco es una versión, ‘Fortunate Son’ de Credence Clearwater Revival, es que algo no acaba de funcionar del todo. Su principal problema es que, para ser una banda de hard rock, muchos de sus temas carecen de verdadero gancho. Aunque hay excepciones como ‘Long Way To Go’, ‘Last Time I Saw The Sun’, en la onda del disco que Corabi grabó con los Crüe, ‘Mine All Mine’ o ‘How Does It Feel’ con riffs a lo Montrose. JORDI MEYA

HABLAMOS CON... JOHN CORABI The Dead Daisies es una banda un poco extraña porque ha habido mucha rotación de músicos. ¿Quién es realmente el cerebro del grupo? “El grupo lo empezaron David Lowy y Jon Stevens. Creo que mucha gente se confunde porque sobre el papel parece que haya habido cien miembros diferentes, pero realmente no es así, sino que han sido miembros ocasionales. Cuando me llamaron para ser el cantante me dijeron que si tenía algo programado por mi cuenta no iba a ser un problema porque tienen tantos amigos músicos, que siempre encontrarían a alguien disponible para sustituirme si hubiera un conflicto de fechas. Así que es una banda abierta y eso evita que haya mucho estrés. El año pasado, cuando hicimos la gira con Kiss, Brian Tichy tenía otros compromisos, así que Tommy Clufetos de Black Sabbath le sustituyó e hizo un trabajo increíble, y luego Brian volvió. David Lowy, el líder, tampoco pudo estar

en unos conciertos, así que David Leslie le sustituyó. La premisa es tener un grupo base, pero la prioridad es que nadie se sienta atado y sólo toque cuando realmente quiera hacerlo”. ¿Cuál es tu compromiso con el grupo? ¿Lo ves como algo a largo plazo o sólo para este disco? “Sinceramente espero que podamos seguir juntos por muchos años. Todos son músicos increíbles y nos divertimos mucho juntos. El ambiente es muy relajado, no paramos de gastarnos bromas. Somos cinco amigos a los que les gusta escribir y tocar hard rock y pasarlo bien. Eso es lo principal”. ¿Cómo fue la creación de Make Some Noise? “La primera vez que estuvimos todos juntos fue en el estudio aquí, en Nashville. No teníamos ningún tema, sólo riffs. Pero compusimos, grabamos, mezclamos y masterizamos el disco en cinco semanas. Y aún nos sobraron diez temas que no

terminamos. Realmente fue muy productivo. Todo el mundo tiene tanto talento que siempre hay ideas flotando”. Ahora que Nikki Sixx está libre de Mötley Crüe, ¿has hablado con él sobre hacer otro disco de Brides Of Destruction? “No, hace mucho que no hablo con Nikki. He hablado con Mick y Vince, ocasionalmente con Tommy, pero no con Nikki. Igual hace dos años que no tengo ningún contacto con él”. Vaya... De todas las bandas en las que has estado, ¿con cuál te quedarías si tuvieras que escoger una? “Cada banda en la que he estado es como una familia y en cada una he tenido buenas experiencias. Nunca olvidaré mi primera banda Scream porque fue con la primera que conseguí un contrato y con la que fui a Europa. Pero tengo recuerdos únicos de cada grupo, no podría quedarme sólo con uno”. (JORDI MEYA)

95


COUGH

Still They Pray (RELAPSE)

DOOM METAL

85

L

a huella de Jus Oborn de Electric Wizard es profunda en este álbum. El reverendo ha producido el retorno de Cough, grabándolo también con la ayuda de Garrett Morris de Windhand, pero escuchando una apertura como ‘Haunter Of The Dark’, es como si su aportación hubiera ido más allá de los mandos. Ningún problema si, como un servidor, consideras que hubo un antes y un después en el doom tras la epifanía de los ingleses. Still They Pray es el primer disco de los de Richmond en seis años, un silencio que nos ha resultado doloroso tras todo lo mostrado en Sigillum

96

Luciferi y Ritual Abuse. Aunque el corte inicial recuerde a los Electric, es un jodido temazo, y es con los más de veinte minutos que se zampan con las siguientes ‘Possession’ y ‘Dead Among The Roses’ que Cough demuestran que son Cough, por muchos gurús que tengan de su parte. Claustrofóbicas, horripilantes y mastodónticas, con ellas vuelven a poner su negro arte a la altura de los más laureados del estilo. Esos solos hasta el infinito… ‘Masters Of Torture’ es lo que anuncia, una agonía que podría propiciar el fin del mundo, pero con ‘Let It Bleed’ (guasones…) es cuando te dejan a cuadros. Luminosa y hermosa, aunque vaya torciéndose aporta sosiego a través de un registro en el que te cuesta imaginarlos, y lo vuelven a hacer en la final ‘Still They Pray’. Con sólo tres álbumes, Cough ya han proclamado que van a ser uno de los grandes nombres propios del estilo en los próximos años. El doom, amigos míos… aquí encontraréis El Doom. PAU NAVARRA

MORGAN North

(AUTOEDITADO)

POP ROCK, SOUL

85

M

e veo en la obligación de empezar esta reseña pidiendo disculpas. Primero, porque llega con varios meses de retraso respecto a la publicación del álbum, y segundo, porque que un trabajo de un nivel tan altísimo no hubiese aparecido mucho antes en estas páginas resulta casi imperdonable. North, la primera referencia de Morgan, vio la luz el pasado mes de febrero de manera totalmente independiente y sin apoyo de ninguna discográfica. Y sin embargo, en tan poquísimo tiempo

Morgan ya están siendo capaces de colgar el cartel de ‘no hay entradas’ en teatros y recintos de aforo medio. El secreto no es otro que el haber tenido la paciencia suficiente para darle vueltas a unas canciones que empezaron a surgir en la mente de Carolina de Juan hace cuatro años hasta dar con un acabado casi perfecto. Parte de culpa la tiene la banda que la acompaña (entre los que encontramos a Ekain de Cobra a la batería), que sabe arropar a una voz que por momentos parece tan frágil como en otros poderosa. Y es así como suenan sus canciones, capaces de acariciarte el alma con el cariño y la delicadeza que sólo una madre puede hacer con su hijo. En ellas puedes oler mucho soul, pinceladas de blues sureño, folk, jazz... todo ello bien macerado, sin sobreproducciones innecesarias. Sólo música que únicamente necesita de ser escuchada para convencer a cualquiera que esté dispuesto a ponerse al otro lado. GONZALO PUEBLA


EXPLOSIONS IN THE SKY The Wilderness (BELLA UNION/PIAS)

POST ROCK

72

S

i hace años el nombre de Explosions In The Sky definía a la perfección la música de este grupo de Texas, actualmente las explosiones son cada vez más sutiles, ganando espacio los teclados, la electrónica y el ambient. Sexto álbum, el que sigue a Take Care, Take Care, Take Care publicado en 2011, y según la nota de prensa que lo acompaña, The Wilderness es el disco de rock instrumental más progresivo del momento y ha servido para redefinir el sonido del cuarteto de Austin. No sé si aquí hay referencias a Peter Gabriel,

The Cure o Fleetwood Mac como afirman ellos, básicamente porque no sigo la música de estos grupos, pero está claro que algo ha cambiado en el seno de Explosions In The Sky y que emparentar su música con la de Red Sparowes o Russian Circles ya no resulta tan sencillo. Tantos años trabajando en bandas sonoras se nota en un álbum que, aunque no sirva de acompañamiento a ninguna película, podría hacerlo perfectamente. No hay composiciones a destacar por encima de otras (como mucho señalaría ‘Disintegration Anxiety’ por su ritmo simplón pero brutalmente efectivo y adictivo), los conceptos de canción y de single tal y como los entendemos no son aplicables a las bandas de este tipo, así que todo fluye en un ente llamado The Wilderness que se ha de entender y de escuchar como un todo indivisible. Eso sí, es fundamental hacer varias escuchas completas para que las texturas y los pasajes creados por estos tejanos calen en tu cerebro y en tu alma. JORDIAN FO

SEKTEMTUM Panacea

(OSMOSE PRODUCTIONS)

BLACK METAL

82

A

unque Panacea se inicia con un blast que quita el hipo, ya en el segundo tema ‘Ebony Grand Master’ te das cuenta de que Sektemtum no son una banda normal. Practican black metal, eso es indiscutible, pero esos ritmos caribeños con los que arranca ese corte como mínimo descolocan, y ese riff que invita a botar a modo de metal alternativo de los 90 tampoco es que ayude mucho a aclarar tus ideas. Para cuando cantan “Pray for Satan, pray for him” de manera totalmente soleada, por no decir que popera, estos franceses ya se han

ganado todo tu respeto. ¡Vaya huevazos gastan, y con qué gracia te la enchufan! Por si no fueran suficientes excentricidades, ‘Direction Cataclysme’ suena a como si Taake o Kampfar hubieran fijado su punto de mira en Slipknot, y aunque ‘Empire’ o ‘Subsonic’ también suenen rarunas, la palma se la lleva ‘Le Crépuscule Des Idoles’, donde se atreven… ¡Con funky y algo así como post rock! Vamos a ver, black a muerte también lo hallas en un infierno como ‘Pantheon’, absolutamente abrasiva, o en ‘Zero Bravo’ y la estupenda ‘Bad Winds’, pero está claro que lo que Sektemtum buscan es descolocar con cada nueva canción, cambiar de paleta estilística cada vez que se sucede un corte. Sus pintas de macarrones ya dejan entrever que no son un combo de black al uso, pero desde luego no preparan para tanta extravagancia. Y lo más jodido es que todo está ensamblado a la perfección, sonando creíble al 100%. Ay, en la Galia, cuánto saben de metal extremo enajenado… Pasote. PAU NAVARRA 97


BILLY TALENT

ESPÍRITU DE SUPERACIÓN


MUCHOS GRUPOS HUBIERAN TIRADO LA TOALLA SI UNO DE SUS MIEMBROS PADECIERA UNA ENFERMEDAD TAN GRAVE COMO LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE, PERO BILLY TALENT HICIERON DE TRIPAS CORAZÓN Y SIGUIERON ADELANTE PARA COMPLETAR SU NUEVO ÁLBUM, AFRAID OF HEIGHTS. TEXTO: JORDI PONS FOTOS: DR

E IMAGINO QUE más de uno se sorprenderá al ver las nuevas fotos que Billy Talent están utilizando para el lanzamiento de su quinto álbum Afraid Of Heights (Warner). En ellas aparece un miembro más junto a los habituales Ben Kowalewicz (voz), Ian D’Sa (guitarra), Jon Gallant (bajo) y Aaron Solowoniuk (batería). ¿Se han convertido Billy Talent en un quinteto? Pues sí y no. El músico extra que aparece no es otro que Jordan Hastings, batería de Alexisonfire, quien se ha hecho cargo de ese instrumento en la grabación del nuevo álbum y acompañará al grupo en directo durante la gira que los traerá el 19 de noviembre en Madrid (Teatro Barceló) y el 20 en Barcelona (Sala Barts). Por desgracia, Aaron anunció el pasado enero que la esclerosis con la que lleva conviviendo desde hace más de 15 años se había acentuado y que le impediría seguir tocando con la banda con la que tantos triunfos ha conseguido. A pesar de semejante mazazo, Ben Kowalewicz parece bastante animado cuando coge el teléfono desde su casa en Toronto a finales de julio. No es para menos. Afraid Of Heights suena vibrante y vital, y aunque mantiene ese sonido más cercano al rock alternativo de sus últimos trabajos que al punk rock de sus inicios, es indudable que los canadienses todavía no han dicho su última palabra.

M

Quizá lo que más me gusta de Afraid Of Heights es que no suena orientado a un determinado público o un determinado estilo. Suena muy natural, muy a vosotros. BEN KOWALEWICZ “¡Muchas gracias! La verdad es que hace unos días lo escuché de arriba abajo y me gustó mucho. Tanto que lo volví a poner. Personalmente, si puedo escuchar un disco dos veces seguidas, significa que es bueno (risas)”. Antes de seguir, ¿cómo está Aaron? “Gracias por preguntar. Está bien. Me gustaría poder decir que está genial, pero no sería cierto. Está tan bien como puede estar. Está viendo a médicos de manera regular y están intentando que vaya a mejor y pueda volver a tocar la batería pronto. Pero tiene una mentalidad positiva y se está esforzando en recuperarse”. Dice mucho de vosotros que a pesar de que no pudiera tocar, estuviera involucrado en la grabación, estuviera en el estudio con vosotros y siga apareciendo en las fotos del grupo. ¿Era importante para la banda mantenerlo a bordo? “Totalmente. Aaron sigue siendo parte integral de esta banda. Llevamos tocando juntos desde hace 23 años, así que forma parte del ADN, de la esencia de Billy Talent. Es tan impor-

tante como cualquier otro miembro. La buena noticia es que va a estar con nosotros en los conciertos que daremos este fin de semana. Será bueno para todos poder estar juntos ni que sea un par de días. Intentamos mantenernos positivos con todo esto”. ¿Fue difícil encontrar la energía para hacer el álbum con Aaron pasando por este mal momento? “Sí. La grabación fue distinta a cualquier otra. Cuando Aaron nos dijo que no podría tocar en el disco, tuvimos que tomar la decisión de si íbamos a entrar en el estudio o simplemente íbamos a esperarle. Por suerte mejoró, pero su enfermedad es impredecible y no tiene cura. Pero fue él quien insistió para que siguiéramos adelante con la grabación y entonces llamamos a Jordan de Alexisonfire, que es una persona y un batería maravilloso, y fue lo suficientemente generoso para aportar su tiempo y su talento. Eso en sí mismo fue un gran desafío porque, como te decía, teníamos una química de 23 años tocando los cuatro juntos y éste era un cambio importante. Pero todo salió bien. Jordan hizo un trabajo alucinante y Aaron estaba ahí, así que sacamos lo mejor de una situación de mierda. Empezamos a grabarlo en enero, que no es la mejor época en Canadá (risas). Hacía mucho frío y todo era muy oscuro, así que creo que ese ambiente le añadió aún más tensión al disco y por eso el álbum 99


suena tan vivo. Pero ahora que ya está terminado y tenemos la portada y todo hecho, me siento muy a gusto. Trabajamos muy, muy duro. Tengo que remarcar el gran trabajo de Ian, quien es el principal compositor del grupo y además hizo de productor. El tiempo y la energía que le dedicó fue impresionante”. Después de publicar el recopilatorio Hits en 2014, ¿tenéis la sensación de que con este disco podéis empezar una nueva etapa sin depender tanto de lo que habíais hecho antes? “No sé si de manera consciente, pero es posible que inconscientemente sintiéramos eso. Hemos cambiado mucha de la gente con la que trabajamos del management, del sello, tenemos dos personas nuevas en la crew, así que hay mucha energía nueva a nuestro alrededor. Creo que todo el mundo vuelve a estar muy ilusionado. Tenemos muchas ganas de volver a viajar y tocar los temas nuevos. Tenemos muchas ganas de volver a España. Así que nos sentimos inspirados y motivados. En cierta manera nos hemos rejuvenecido”. Me preguntaba si el miedo a las alturas del título se refiere a la posición que tiene el grupo ahora. ¿Sientes vértigo de lo alto que habéis llegado? “(Risas) No. En un principio era sólo el título de la canción. El tema ‘Afraid Of Heights’ habla sobre llevar una relación al próximo nivel, sobre todo cuando una persona quiere y la otra no, cosa que ocurre muy a menudo. Pero luego al repasar la temática de varias letras nos dimos cuenta de que 100

muchas hablan sobre el miedo. Miedo a las relaciones personales, con los políticos, contigo mismo… Como personas tenemos que ser abiertos, tolerantes y cambiar las cosas que no funcionan. Tenemos que convertirnos en personas mejores. Pero cambiar siempre da miedo, así que el título se refiere a ese miedo de llevar las cosas, como sociedad, a otro nivel. Ojalá podamos llegar algún día”.

algo demasiado previsible. A mí me encanta el hip hop y tengo amigos DJ’s y la canción no va contra ellos, sino que es una reivindicación de que el rock sigue siendo importante. Todavía hay muchos chavales que van a conciertos o que quieren tocar la guitarra o la batería, así que el tema intenta decir con un poco de humor que el rock sigue aquí y que no dejaremos que muera”.

Hablando de relaciones, los tiempos han cambiado. Ahora las mujeres no se conforman con esa idea tradicional de sentar la cabeza y casarse y muchos hombres se sienten intimidados. ¿Has visto esa evolución en tu vida personal? “No lo sé (risas). Me encantan las mujeres, son criaturas muy fuertes y me gustaría que dominaran el planeta. Si no quieren sentar la cabeza y quieren divertirse, me parece perfecto porque lo merecen tanto como los hombres. Así que me alegro de que eso esté cambiando. No importa cuál es tu sexo o tus preferencias, tienes que centrarte en ser feliz y seguir tu corazón. La vida es muy corta y si no lo haces, serás un anciano que acabará solo y amargado”.

¿Es por ese motivo que el álbum es muy básico? Al contrario que otras bandas no parece que haya una intención de ‘modernizar’ vuestro sonido… “¡Es que supongo que eso es lo que somos! En este disco está el tema ‘Horses & Chariots’, que es un poco electrónico pero es más Depeche Mode que EDM. Somos una banda de rock, de guitarra, bajo y batería, y luego estoy yo (risas). Creo que nuestros fans tendrían un ataque de corazón si empezásemos a meter beats (risas)”.

Parece que las nuevas generaciones ven el rock como algo pasado de moda u obsoleto. ¿Es ‘Louder Than The DJ’ una reivindicación del género? “A nosotros el rock nos salvó la vida. Cuando teníamos 15 años y vimos a Rage Against The Machine, Pearl Jam o Nirvana, nos cambiaron la vida y decidimos dedicarnos a esto. Quizá la música rock se ha convertido en

Siempre habéis tenido una vertiente social en las letras y este disco no es una excepción. ‘Big Red Gun’ por desgracia es plenamente vigente con todos los atentados y tiroteos de estos últimos meses. “Es algo que me rompe el corazón. Parece que cada día haya un tiroteo. No sólo en Estados Unidos, sino también en Canadá, en Toronto, donde vivimos. Las armas se han convertido en un gran problema. En Estados Unidos hay que cambiar las leyes para controlar quién tiene acceso a las armas, parece algo totalmente lógico. Para mí


“CUANDO TENÍAMOS 15 AÑOS Y VIMOS A RAGE AGAINST THE MACHINE, PEARL JAM O NIRVANA, NOS CAMBIARON LA VIDA Y DECIDIMOS DEDICARNOS A ESTO” BEN KOWALEWICZ

cualquier otra cosa es una locura. Pero supongo que aún más importante es cambiar la filosofía y cómo valoramos la vida humana. La violencia no es una solución para nada. Tenemos que enseñar a nuestros hijos que las armas nunca pueden ser la solución”. Supongo que ‘This Is A War’ es una advertencia de lo que podría ocurrir si Donald Trump gana las elecciones. “Sí. Para mí es una locura que alguien tan malvado, arrogante, racista y horrible pueda potencialmente ser presidente de un país. Hay mucha gente buena en el mundo y deberíamos estar juntos luchando por el bien de todos. Por desgracia, la gente es cada vez más individualista y egoísta, así que este

tema intenta reivindicar ese sentimiento de comunidad para trabajar juntos por el bien común”. Eso choca con la locura vivida con el Pokémon Go… “Sí, estamos en este punto. No hablamos de lo que pasó en Dallas, o de la violencia policial contra los negros, no hablamos de problemas sociales, allá donde mires es el jodido Pokémon. La vida tiene que ser divertida y el rock tiene que ser divertido, pero también es importante tener una conciencia social. No es que yo no sea culpable, porque también me distraigo con estas tonterías, pero no estoy predicando, sólo digo que quizá deberíamos dejar el Pokémon y dedicar ese tiempo a ayudar a los demás”.

¿Crees en las teorías conspirativas? He visto algunos vídeos en los que se decía que la matanza de Florida era un montaje. “No lo sé. No tengo información sobre eso. Creo que, fuera lo que fuera, el resultado es que mucha gente murió. Tengo amigos y familiares que son gays, y pensar que alguien quiera matarlos por su orientación sexual es absolutamente despreciable. De nuevo, tenemos que enseñar que el amor y la vida son lo más preciado que tenemos. Fuera o no un montaje, espero que nunca vuelva a ocurrir”.

101


RUSSIAN CIRCLES

SUDANDO LAVA RUSSIAN CIRCLES REGRESAN REALIZANDO UN PARTICULAR TOUR DE FORCE ACOMPAÑADOS DE LA MANO DEL OMNIPRESENTE KURT BALLOU EN GUIDANCE, CONTUNDENTE SEXTO ÁLBUM REPLETO DE ABRASADORES MOMENTOS DE DISTORSIONADO ROCK INSTRUMENTAL. TEXTO: PABLO PORCAR FOTOS: DR


L

A PACIENCIA TIENE PREMIO. Si no nos creen, hablen con Russian Circles, grupo que tras una larga década picando piedra ha conseguido forjar cierto estatus de culto dentro de una escena tan competida como es la del rock instrumental. Guidance (Sargent House) es el último peldaño alcanzado. Lejos de ascender, ellos intencionadamente descienden, y no precisamente en términos cualitativos. Su sonido nos sumerge en el averno, agarrándonos agresivamente del cuello y acercando nuestra piel al ardiente magma. En este doloroso nuevo descenso al infierno de Dante nos vemos acompañados también de la mano de Kurt Ballou, guitarrista de Converge, quien se ha encargado de producir el sexto álbum de los de Chicago. Fue grabado en el GodCity Studio que el polifacético artista construyó en 2003 en la conocida ciudad de las brujas; ya saben, en Salem, Massachusetts. Con tal de descubrir los entresijos de esta nueva obra conseguimos citarnos telefónicamente con el guitarrista Mike Sullivan. Analizamos con él su gestación, prestando especial atención a la colaboración establecida entre Ballou y este imponente trío que completan el bajista Brian Cook y el batería Dave Turncrantz. Incluso también hablamos sobre Chelsea Wolfe, a quien trajeron de gira a nuestro país. Y sorprendentemente, o no, a modo de bonus track nos llevamos una grata sorpresa hacia el final de la conversación. Lean, lean…

Habéis vuelto con Guidance. Nuevo disco, nuevas sensaciones. Pero antes de entrar a profundizar sobre el mismo... ¿Has podido recuperarte bien del accidente de coche sufrido hace unas semanas? MIKE SULLIVAN “La verdad es que me estoy encontrando mejor. Fue un accidente un poco aparatoso, pero por fortuna sólo cargo actualmente con un leve dolor de cuello. También puntualmente me duele la cabeza, aunque nada, poca cosa”. Menos mal, ¡me alegro! “¡Gracias por el interés! De verdad. Tuvimos que cancelar algunos conciertos por ello, pero preveo que ya estaré bien de cara a la próxima gira”. Genial. Debes estar emocionado con todo lo referente a tu nuevo álbum. Lo primero que me llamó la atención de él fue la fotografía empleada en su carátula. ¿Es cierto que esa instantánea fue entregada por alguien a la pareja de uno de los miembros del grupo? “Sí, lo es. Brian y su novia abandonaron su vivienda en Seattle para mudarse a Nueva York. Justo antes de irse del lugar su antiguo casero les regaló una serie de fotografías en un sobre. Al revisarlas vimos que mostraban el perturbador camino de unos hombres hacia su decapitación, y su inevitable muerte. Aparecieron de la nada. En el momento que rescatamos las fotografías nos encontrábamos escogiendo los títulos para las canciones, por lo que nos pareció justo rendirle tributo a esta gente”. 103


RUSSIAN CIRCLES ¿Y consideras que existe algún vínculo evidente entre lo mostrado en estas instantáneas y lo reflejado en Guidance? “No nos gusta definir nada de forma muy directa. Una cosa es nuestra interpretación, y otra la de los oyentes. Mejor dejar la puerta abierta a que se interprete de forma diferente por cada uno de ellos”. Entiendo, perfecto. Hablemos sobre el contenido musical del álbum. Kurt Ballou ha sido en esta ocasión el encargado de producir el disco. ¿Qué consideráis que ha trabajado de forma diferente? “Habíamos depositado una gran confianza en él en lo referente al sonido. Una vez lo calibramos trabajamos de forma muy directa. Al grabar las baterías tiramos adelante sin mirar atrás. No lo necesitábamos. Lo mismo nos pasó con el sonido de guitarra. Una vez identificamos la paleta de colores que decidimos abordar fuimos a toda pastilla. Lo mismo con el bajo. En anteriores discos replanteamos mucho más el trabajo de grabación realizado. Redefiniendo sonidos, especialmente. Para lo bueno y para lo malo. Por eso Guidance posee una estética cohesiva entre las canciones”. 104

intención de crear algún tipo de secuela de aquél? “No específicamente, pero sí que es cierto que nos gusta dejar respirar al oyente de entrada. De esta manera se crea una base para aquel remolino de sensaciones que aparecen de la nada justo después”.

Supongo que el hecho de conocer a Kurt desde hace tiempo os llevó a tener ciertas expectativas en lo relativo a la forma en que se debía configurar el álbum. ¿Crees que acabasteis obteniendo justo aquello que anhelasteis desde un inicio en este sentido? “Alcanzamos todo aquello que buscábamos. Éramos conscientes de que su punto fuerte era la música contundente, desde hardcore al metal, por lo que quisimos sacar provecho de esta experiencia para trasladar este plus a la esencia de nuestra banda. Aunque a su vez también se lanzó a probar con diversos tipos de ideas armónicas, incluidas algunas de nuestras sugerencias. No tiene nada de miedo a probar con cosas raras. Ha hecho tanto hardcore y tanto metal que le gusta mucho experimentar en otras direcciones. Fue de lo más gratificante el trabajar con alguien como él”. Revisando los temas de Guidance identifico ‘Asa’, corte que abre el disco y que aporta algo de luz antes de sumergirnos en la más absoluta oscuridad. Recuerda mucho a lo trabajado en el anterior LP en su tema de apertura. ¿Teníais la

Siguiendo un poco lo que comentas, ¿habíais pensado en introducir interludios en el ecuador de vuestros últimos discos? “Bueno, lo cierto es que vemos porciones de algunas de nuestras canciones como interludios, lo único es que no vamos de lleno a diferenciarlos como un ente en sí mismo, sino que las integramos como una parte más de la maquinaria. Dejamos que rebaje puntualmente el tono para que el oyente se sumerja posteriormente en una experiencia infinitamente más violenta”. Me he dado cuenta de que la agresiva batería del final de ‘Asa’ sirve como perfecta bisagra para enlazar con ‘Vorel’. Aquí es donde entra aquella idea cohesiva de la que hablabas antes. ¿Crees que esta forma de fusionar temas es totalmente necesaria pra cimentar un álbum de Russian Circles? “Mmm… Nos gusta mucho optar por este tipo de recursos pero tampoco debería ser algo a lo que deberíamos recurrir sí o sí. En el caso de este LP definimos dos caras diferentes. La primera, compuesta por las tres, cuatro primeras canciones se fusionan las unas con las otras. En esta parte tenía su razón de ser, en cambio en la otra hubiese sonado forzado el tirar por esta opción. Tampoco queremos pre-


sionar mucho nuestro material pese a que nos encante jugar con esta baza”. ¿Este tipo de elemento cohesivo os va a llevar a tocar en directo los primeros temas del disco en su mismo orden? “Justo estamos hablando estos días sobre esto. Creo que tocaremos algunos en orden pese a no estar muy acostumbrados a ello. Será divertido ver cómo encajan los cortes de forma secuencial, especialmente porque las canciones son muy diferentes y evolucionan de forma natural y gradual”. ‘Afrika’ es junto a ‘Vorel’ una de las composiciones más musculosas del nuevo Guidance. Parece que te coja de la mano y te lleve de viaje. ¿Teníais una imagen visual de la misma utilizada a la hora de componerla? “Creo que no nos guiamos tanto por imágenes. Lo hacemos principalmente vehiculando nuestro sonido a través de nuestras propias emociones. Estableciendo una balanza entre sentido melódico y el sentimiento de melancolía y de desapego. En este caso nos fijamos mucho en hacer un control de daños en lo referido al tono de la canción, para así encontrar un equilibrio natural entre luz y oscuridad. Nos preocupaba que la parte más agresiva se excediese abordando un sonido demasiado rasgado. Cada uno de nosotros experimentamos emociones diferentes a la hora de componer las piezas. Lo que hacemos es ponerlas en común, y así ver cómo podemos encajarlas. No nos gusta trabajar imágenes muy claras y obvias ya que nuestro deseo es que el oyente intérprete lo que él quiera interpretar”.

“LO BUENO DE ESTOS TEMAS ES QUE PODRÁN SER REPLICADOS DE FORMA MUY SENCILLA EN DIRECTO. NO EXISTE MUCHA MAGIA DE ESTUDIO. CREO QUE EN ESTAS GIRAS QUE SE AVECINAN TOCAREMOS MUCHAS DE ESTAS CANCIONES” MIKE SULLIVAN

Escuchando ‘Calla’ uno puede divisar unos riffs que parecen ir en la línea de Black Sabbath. Suena potente y va directa a la yegular. ¿Son las más contundentes las favoritas de vuestros fans? “Es divertido porque en este sentido no tenemos ni idea. Hay algunas que nos encantan, pero eso no quiere decir que los fans acaben sintiendo algún tipo de predilección hacia ellas. Por ejemplo en este disco no sabíamos qué canción debíamos publicar primero. No había ninguna que nos indicase que debía ser necesariamente un single. En el sentido de la forma de entender los singles modernos, ya me entiendes. No sabíamos qué hacer. Creo que eso dice algo bastante bueno de Guidance, ya que cualquier canción podría haber sido la primera en ser presentada. Lo bueno de estos temas es que podrán ser replicados de forma muy sencilla en directo. No existe mucha magia de estudio. Creo que en estas giras que se avecinan tocaremos muchas de estas canciones”.

manga de conciertos por Europa, pero no os preocupéis. Hemos reservado una segunda manga para principios de 2017, y os puedo confirmar que estaremos en España hacia primavera”. Eso suena fabuloso. Será un auténtico lujo disfrutar de primera mano de vuestros nuevos temas. Espero que traigáis algún telonero tan prometedor como Chelsea Wolfe. Debe ser increíble para vosotros el haber visto lo mucho que ha crecido en estos últimos dos años. “Debo decir que no me ha sorprendido su evolución. Somos grandes fans de ella. Cuando giramos por primera vez con ella por Estados Unidos descubrimos su talento de cerca. Se lo ha trabajado una barbaridad, y su banda también. Transmite un sentimiento impresionante al tocar en vivo, y esto muestra el gran potencial que siempre ha tenido. Año tras año va creciendo gradualmente. No tiene ego, su cabeza está muy bien amueblada. Nos alegramos mucho, se lo merece”.

Tenemos muchas ganas de volver a veros de nuevo en vivo. ¿Volveréis pronto? “Acabamos de anunciar una primera 105


GOJIRA


LA CREACIÓN DE MAGMA, EL ÚLTIMO DISCO DE GOJIRA, SUPUSO EL MAYOR RETO AL QUE NUNCA HABÍAN TENIDO QUE ENFRENTARSE LOS FRANCESES. LA MUERTE DE LA MADRE DE LOS HERMANOS DUPLANTIER Y LA CONSTRUCCIÓN DE SU PROPIO ESTUDIO EN NUEVA YORK LES DEJÓ EXTENUADOS, PERO COMO NOS CUENTAN EN ESTA REVELADORA ENTREVISTA, ENCONTRARON LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: DR

G

OJIRA SON UNA de las bandas de metal que más unanimidad y respeto despiertan en la actualidad. Desde que publicaran su debut Terra Incognita en 2001, el cuarteto de Bayona ha ido cada vez más lejos, tanto artística como comercialmente, y su metal, humanista en contenido y totalmente abierto en cuanto a influencias (groove, death, progresivo…), no ha parado de ganar adeptos. Su último trabajo Magma (Roadrunner) veía la luz en junio, pero hasta llegar ahí, la banda había pasado un año de mucho sufrimiento y esfuerzo. Tras la gira de su exitoso L’Enfant Sauvage, Joe Duplantier (voz, guitarra) se había mudado con su familia a Nueva York, y unos meses más tarde su hermano Mario (batería) seguía sus pasos para ayudarle a construir un estudio donde poder ensayar y grabar su nuevo álbum. Sin apenas medios ni ayuda -tuvieron que levantar muros y hacer la instalación eléctrica con sus propias manos-, los hermanos reconvirtieron un espacio de una nave industrial de Queens en los actuales Silvera Studios. Por desgracia, cuando en abril de 2015 ya lo tenían todo terminado y empezaban con el proceso de composición, tuvieron que dejarlo todo y volver a Francia para estar con su madre, a quien habían diagnosticado un cáncer. Lamentablemente, y tras pa-

sar varias veces por el quirófano, la mujer acabaría falleciendo en julio. A pesar del duro golpe, Gojira –que completan Christian Andreu (guitarra) y Jean-Michael Labadie (bajo)- cumplieron con la gira europea que tenían programada y a continuación se sumergieron en un intenso periodo creativo que acabaría resultando en el disco más emotivo de su carrera. Sobre todo esto me disponía a hablar cuando me encontré con los hermanos Duplantier en el interior del autobús de Gibson en el Resurrection Fest. Siempre es difícil abordar temas tan personales en el contexto de una entrevista, pero quizá porque les expliqué que hace tres años también viví el fallecimiento de mi madre, aunque en circunstancias distintas, se creó una complicidad especial y se abrieron más de lo habitual. ¿Es el título Magma una metáfora sobre algo que te hierve por dentro y necesita salir? JOE DUPLANTIER “Creo que es una gran manera de verlo. Al final eso es lo que hacemos. Nuestra manera de enfocar la música es muy orgánica, muy terrenal, universal, natural… Sé que suena como un cliché, pero intentamos expresar que el poder de un volcán o una ola es mucho mayor que nuestras pequeñas preocupaciones humanas. Es algo más grande que nosotros. Eso es lo que intentamos transmitir”. 107


No sé si tenéis un sabor agridulce respecto al disco dadas las circunstancias difíciles por las que pasasteis al hacerlo. JOE “No exactamente. Nos sentimos muy bien respecto al disco. Lo que pasó fue una cuestión de nuestra vida personal. Es algo por lo que todo el mundo tiene que pasar. Todas las personas en este mundo van a experimentar la muerte de un ser querido. Es algo que todos sabemos y que anticipamos. Este álbum fue una gran manera de expresar nuestros sentimientos y eso es algo positivo. Es pura energía, expresión… Cuando escuchamos el disco no revivimos los momentos duros, sino que nos alegramos de haberlo hecho. Creo que es positivo para Mario y para mí tener la oportunidad de poder reciclar toda la tristeza, el luto, la rabia, y transformarlo en música. Aun así es inevitable que te preguntes por qué mi madre tuvo que morir de cáncer. Cuando te toca a ti es una experiencia totalmente nueva. Nunca estás preparado para eso, así que lo único que podíamos hacer era volcar todo eso en la música”. ¿Cómo os sentís hablando de la muerte de vuestra madre con extraños como podamos ser los periodistas? JOE “Es raro. En un principio dijimos de no hablar de ello, pero… la gente te pregunta ‘¿Por qué esto? ¿Por qué aquello?’, y al final tienes que explicarlo. Pero es raro. Lo es”. MARIO DUPLANTIER “Es importante tomar distancia. Puedes hablar de ello, pero guardarte cosas. Puedes hablar de la muerte en un sentido general, sin dar detalles. Tenemos nuestro mundo privado y eso lo guardamos 108

para nosotros. En estos meses hemos dado tantas entrevistas que hemos aprendido a cómo hablar de ello”. JOE “La manera en la que lo enfocamos es ‘Esto es lo que pasó y fue duro’. Eso es todo. No entramos en detalles. Sería demasiado duro”.

Cancelamos unos conciertos para estar con ella”. MARIO “Era importante estar con ella, pero una vez murió sabíamos que hubiera querido que siguiéramos. Fue muy duro, pero al mismo tiempo, necesario…”.

Al mismo tiempo que habéis lidiado con la muerte, también lo habéis hecho con la vida, siendo padres. En cierta manera, eso lo equilibra… MARIO “Sí, es el ciclo de la vida. Los nacimientos y las muertes forman parte de la vida. Al convertirnos en padres experimentamos un montón de emociones. Por eso Magma es tan extremo en ese sentido. Experimentamos la muerte y la vida en el mismo periodo. Creo que haber pasado por todo esto nos ha hecho más fuertes”.

Para tener la mente ocupada… JOE “Sí. Nuestra madre estuvo siempre con nosotros. Cuando murió no hubo una gran ceremonia, hicimos una con la familia e hicimos una gran hoguera. Justo hace dos horas hemos lanzado el vídeo de ‘Low Lands’ donde puedes ver una hoguera idéntica. Pero fue ella la que nos dijo “Seguid adelante, es vuestra misión”. Durante los conciertos la sentíamos con nosotros, hubo lágrimas mientras tocábamos, pero nos sentimos bien porque todo el proceso fue agotador y cuando murió casi ni tuvimos fuerzas para llorar. Nuestra madre era una mujer hermosa, muy saludable, con un cuerpo fuerte, pero tuvo un cáncer en la cara y tienes que asumir que se va a morir por culpa de ese cáncer. ¿Qué puedes hacer? Fue muy, muy, muy doloroso. Da igual si es un proceso largo como en tu caso o de un año, siempre lo es. O peor si es un accidente de coche donde no te puedes ni despedir. Eso tiene que ser horrible”.

Supongo que ése es el momento en el que te conviertes en adulto, cuando te das cuenta de que formas parte de la próxima generación que va a morir. JOE “Exacto. Es muy impresionante. Te pone enfrente del gran vacío y te hace reflexionar sobre tu propia vida. Te das cuenta de los errores que cometiste y que ha llegado el momento de corregirlos para ser un buen ejemplo para tus hijos y tus amigos”. Apenas dos días después de fallecer vuestra madre tocasteis en Barcelona. ¿Por qué decidisteis tocar en lugar de cancelar la gira? JOE “Porque nos lo dijo nuestra madre. Ella nos dijo que no canceláramos nada y siguiéramos adelante.

La verdad es que sí. Bueno, cambiemos de tema. Otro factor importante respecto a Magma es que os mudasteis a vivir a Nueva York. ¿Fue una decisión personal porque queríais tener nuevas experiencias o profesional porque pensáis que es la manera de que el grupo crezca en Esta-


“EL PODER DE UN VOLCÁN O UNA OLA ES MUCHO MAYOR QUE NUESTRAS PEQUEÑAS PREOCUPACIONES HUMANAS. ES ALGO MÁS GRANDE QUE NOSOTROS. ESO ES LO QUE INTENTAMOS TRANSMITIR” JOE DUPLANTIER

dos Unidos? JOE “Fue una cuestión personal. Yo fui el primero en irme allí. Desde que era un niño siempre había sentido una gran atracción por Nueva York, incluso antes de que empezara a tocar. Quería experimentar Nueva York. Después de 15 años tocando juntos pensé que todos necesitábamos encontrar un entorno en el que realmente quisiéramos estar, un hogar al que tener ganas de volver cuando termina una gira. En los últimos años ya ni ensayamos porque siempre estamos de gira. Y cuando volvía a casa empezaba a sentirme un poco oprimido en la zona en la que crecimos. Un día le dije a Mario “Lo siento, me voy al otro lado del Atlántico” (Risas). Fue duro, pero necesitaba hacerlo. Acabó siendo bueno porque

nuestra discográfica y otros socios también están en Nueva York, pero ése no era el plan. Mario empezó a venir por unos días para poder tocar juntos, pero empezó a gustarle Brooklyn, la cultura y la locura de ahí, y decidió quedarse”. Se me hace extraño porque Bayona parece un ambiente mucho más propicio para criar una familia que Nueva York. JOE “Desde luego”. MARIO “Pero no se trata sólo del ambiente, sino de las relaciones sociales. Donde vivimos, en Francia, la gente hace vida en casa. No hay muchas maneras de comunicarse. En España es distinto. En San Sebastián, por ejemplo, todo el mundo está en la calle,

comiendo tapas, ves niños corriendo... Pero cuando cruzas la frontera es otro mundo. Nosotros crecimos en Francia y tenemos esa falta de comunicación, a ese nivel más simple, social. En ese sentido Brooklyn es un sitio genial. Me ha hecho dar cuenta que la comunicación social puede ser más fuerte que la propia naturaleza”. JOE “Cuando has pasado 30 años en un ambiente rodeado de naturaleza, pero sin vida social, por un lado es genial, pero por otro vas con tus hijos al restaurante y nadie se comunica con ellos. Sales a la calle y no hay nadie. En Brooklyn es todo lo contrario”. Te podrías haber mudado a San Sebastián, que te pilla más cerca… 109


JOE “(Risas) Sí, sí. De hecho, cuando tenía 20 años me lo planteé, pero tenía ese sueño del grupo y lo sacrifiqué todo por la banda”. ¿Te ves viviendo ahí para siempre? Lo digo porque cuando viví en Los Ángeles notaba un sentimiento de miedo subterráneo, casi diría de falta de libertad, y eso es algo que nunca había sentido viviendo aquí. JOE “En Nueva York es distinto, pero sé de lo que hablas. Mi mujer quiere mudarse a Los Ángeles porque no hay invierno, pero a mí no me gusta. En Nueva York está todo el mundo reunido. Tengo vecinos españoles, de Colombia, de Canadá, de México, japoneses… Es una ciudad muy europea. Tiene un punto mágico. Necesitas un par de meses para pillarle el truco y ver cómo la gente interactúa. No puedo decir que viviré ahí toda mi vida, pero por ahora me gusta mucho”. MARIO “No existe el paraíso. Brooklyn no es el paraíso, pero es bueno en muchos aspectos”. JOE “Brooklyn es el paraíso donde los ángeles son ratas (risas)”. ¿Creó alguna tensión en la banda el que vosotros dos os mudarais a Nueva York? JOE “Sí, por supuesto. Incluso conmigo mismo. Pero no tenía otra elección. Tenía que seguir mi camino. ¿Sabes cuando tienes que hacer algo para tirar adelante y no hay otra opción? Eso es lo que sentía”. Tengo entendido que construir vuestro estudio fue una pesadilla. Pero dice mucho de la filosofía del grupo el querer 110

construir algo de cero para poder crear arte. JOE “Sí, es algo que necesitábamos para poder seguir funcionando como siempre. En Francia teníamos nuestro estudio donde grabamos nuestros segundo, tercer y cuarto álbumes. Hicimos un montón de demos y proyectos con amigos. Las puertas estaban siempre abiertas por si alguien quería grabar. Grabamos con el hermano de Christian, que es percusionista, y algunos músicos africanos. También amigos de La Familia Artus mezclando música tradicional con electrónica… Todo eso era muy enriquecedor y no queríamos perderlo en Nueva York. Ahora giramos mucho en Estados Unidos, así que es bueno tener un lugar donde poder guardar nuestro equipo, ensayar, grabar intros… Ya hemos empezado a pensar en el siguiente disco y cuando volvamos estaremos un par de días grabando cosas. Estamos contentos de tener eso”. MARIO “Nos gusta poder hacerlo todo nosotros. No queremos intermediarios entre nosotros y la música. La mejor manera era construir un nuevo estudio en un nuevo lugar. Valoramos mucho poder tener eso”. JOE “Y también tiene que ver con el estado de la industria musical. Las discográficas porque ahora ven el camino a seguir con las plataformas de streaming, pero la realidad es que no se venden discos. Los Red Hot Chili Peppers antes vendían 5 millones, ahora venden 100.000 copias. Así que ya no hay dinero que invertir en las grabaciones de los discos. Es un poco loco que haya empezado un negocio con un estudio de grabación, pero al mismo tiempo es inteligente porque el avance que recibimos no lo invertimos en grabar sino en vivir.

“EXPERIMENTAMOS LA MUERTE Y LA VIDA EN EL MISMO PERIODO. CREO QUE HABER PASADO POR TODO ESTO NOS HA HECHO MÁS FUERTES” MARIO DUPLANTIER

Nos gastamos mucho dinero, energía y tiempo en construir el estudio, pero ahora que lo tenemos sólo tenemos que preocuparnos por pagar el alquiler y eso podemos hacerlo con que vengan a grabar algunas bandas de vez en cuando. Y cuando llegue el próximo disco tendremos el dinero del


za no tengo ánimos para hacer nada más. JOE “(Risas) Así es, por eso tuvimos que aplazar el lanzamiento del álbum varias veces. Fue una locura. Al principio trabajaba yo sólo, luego vino Mario unas semanas, pero luego volvió a Francia por Navidad y yo me quedé para terminarlo. Cuando regresó ya quería tocar, pero todavía nos quedaba poner el suelo (risas). Era imposible ser creativo mientras estábamos construyéndolo. Pero nos tomamos nuestro tiempo. Llegó un momento en el que teníamos 15 temas que estaban bien y queríamos lanzar el disco en abril, pero Mario insistió en que podíamos hacerlo mejor. Y al final acabamos sacando tres temas más que marcaron la diferencia”.

avance para nosotros. Es una manera de prepararnos el futuro”. Me admira que pudieseis ser creativos a la vez que estabais construyendo el estudio. Al menos yo cuando he tenido que hacer una simple mudan-

El orden de los temas sugiere fases del duelo: negación, rabia, dolor y aceptación, y el álbum acaba de manera tranquila con ‘Liberation’. ¿Fue algo intencionado? MARIO “Sí, todos los detalles están pensados. Por eso ‘Low Lands’ y ‘Liberation’ cierran el disco. Pasamos meses hablando sobre el orden de los temas y cambiando de opinión. Para nosotros también era importante que los temas con voces limpias estuvieran repartidos por el álbum. Para mí ‘Magma’ tenía que estar en el medio y ‘Low Lands’ al final, y Joe pensaba igual. ‘Pray’ está después de ‘Magma’ por su riff, era una manera de limpiar el caos de ‘Magma’… Todos los detalles están pensados. Incluso si hay un segundo o dos de silencio entre los temas”.

influencia de Killing Joke en vuestra música, pero en este disco todavía es más presente. ¿Es una banda importante para vosotros? JOE “No conozco la obra de Killing Joke”. MARIO “Yo tampoco. Mucha gente nos lo dice, así que deberíamos escucharlos (risas)”. Para terminar, hace poco habéis anunciado una gira con Alter Bridge y Volbeat. La verdad es que no pegáis nada… JOE “Sí, es una mezcla extraña. Pero nuestro agente es el mismo de Alter Bridge y nos dijo que lo probáramos para poder tocar en Arenas en el Reino Unido y Alemania. Para nosotros éste es nuestro momento y queremos hacer nuestra propia gira, pero insistió en que lo probáramos. Y decidimos confiar en él porque es una persona que sabe mucho del negocio, lleva a Metallica, Iron Maiden, Slayer, y el que haya decidido apostar por nosotros es una muestra de confianza por su parte. En todo esto hay mucho politiqueo y a veces se nos escapan cosas, pero confiamos en él. De todos modos, no haremos la gira entera, sólo una parte. Y también será interesante para nosotros tocar para un público nuevo, supongo que habrá gente más joven y también más mayor que el nuestro”. MARIO “Y tanto Myles Kennedy como Mark Tremonti de Alter Bridge insistieron en que querían a Gojira. Por lo visto son grandes fans nuestros”. JOE “Qué cosas, ¿no? (Risas)”.

Desde The Way Of All Flesh siempre había notado una 111


HELLYEAH

CUANDO TODO ENCAJA HELLYEAH EMPEZÓ SIENDO UN SUPERGRUPO MÁS, PERO CON LOS AÑOS SE HA CONVERTIDO EN LA PRINCIPAL OCUPACIÓN PARA SUS COMPONENTES. CON EL ÉXITO DE SU NUEVO ÁLBUM UNDEN!ABLE, SU GRAN POPULARIDAD DENTRO DEL METAL AMERICANO PARECE INCUESTIONABLE, AUNQUE COMO RECONOCE TOM MAXWELL, NO TODO HA SIDO UN CAMINO DE ROSAS. TEXTO: DAVID GARCELL FOTOS: DR


A

TOM MAXWELL, guitarrista y fundador de Hellyeah, debe encantarle la pizza. Hasta dos veces utiliza este plato como metáfora para explicar cuestiones musicales durante la entrevista que le hicimos a propósito de su álbum Unden!able (Eleven Seven Music), aparecido el pasado 3 de junio. Y la verdad es que tiene bastante sentido, pues hasta cierto punto Hellyeah podría ser visto como esa ‘pizza del chef’ que ofrecen los restaurantes donde se presume una mezcla de elementos dispares para conseguir el mejor resultado. Fue en el año 2000, durante su participación

en la gira Tattoo The Earth, cuando Tom Maxwell, que estaba girando con su anterior banda NothinGface, y Chad Gray, vocalista de Mudvayne, entablaron su amistad y empezaron a tantear la idea de hacer un grupo paralelo juntos. Pero todavía tendrían que pasar siete años, durante los cuales se sumó al proyecto Vinnie Paul, batería de Pantera y Damageplan, hasta que pudieran sacar su primer álbum del horno. De hecho, fue la incorporación de Paul, que llevaba 18 meses apartado de la música tras el asesinato de su hermano Dimebag Darrell, lo que les dio un gran empujón mediático y les permitió 61


llegar a convertirse en uno de los grupos preferidos de los fans del metal americano que se pirran con Disturbed o Five Finger Death Punch. Cuatro álbumes más tarde, la sombra del fallecido guitarrista de Pantera vuelve a estar presente ya que en Unden!able encontramos una grabación suya inédita como parte de la cover que la banda ha hecho de ‘I Don’t Care Anymore’ de Phil Collins. Precisamente de eso empezamos hablando con un Tom Maxwell que se mostró muy sincero a la hora de valorar la trayectoria del grupo. Hoy mismo habéis publicado el vídeo de… TOM MAXWELL “Disculpa que te corte, déjame decirte primero que la familia de mi mujer es española. Tiene parientes en Madrid, Barcelona, en todas partes. Nunca he estado ahí y tengo muchas ganas. He oído que tenéis la mejor comida, y obviamente las mejores mujeres (risas)”. Eso dicen (risas). Te estaba preguntando por el vídeo de ‘I Don’t Care Anymore’ que habéis lanzado hoy mismo... Se trata de una versión de Phil Collins. ¿Cómo se os ocurrió escoger ese tema? “Fue el destino. Estábamos terminando la grabación del disco y yo todavía tenía algunos temas nuevos que quería probar. Christian, el otro guitarrista, propuso hacer esta versión porque creía que podíamos hacer un gran trabajo llevándola a nuestro terreno más duro. Lo dijo de manera muy inocente, pero resultó que Vinnie y Dimebag habían grabado ese tema hacía muchos años. Ninguno de nosotros lo sabía. Así que Vinnie la recuperó y decidimos 114

incorporar la guitarra de Dimebag a nuestra versión. Fue muy raro, pero salió bien”. Es curioso que tanto Dimebag con Vinnie, como vosotros, os hubierais fijado en un mismo tema de Phil Collins. “Sí, pero puedes coger cualquier canción y convertirla en lo que quieras: metal, rock, jazz, blues… no importa. Tienes que pensar fuera de tus limitaciones. Tienes que hacerla tuya. Tienes que pensar ‘si la hubiera escrito yo, ¿cómo la habría grabado y arreglado?’. Te sorprendería la cantidad de canciones que puedes convertir en temas de metal. Sólo tienes que mantener la base, el esqueleto, y con el resto puedes hacer lo que quieras”. Desde 2010 habéis sacado cuatro discos. ¿Siempre estáis pensando en nueva música? “No, la verdad es que no. Yo soy un compositor raro. Sólo escribo riffs, nunca me pongo a escribir canciones porque me gusta mantener la mente abierta cuando llegue el momento de grabar. Nunca tengo un propósito antes de empezar un disco. Blood For Blood fue un poco distinto porque nos habíamos separado de dos miembros y necesitábamos centrarnos, así que me propuse hacer el disco que siempre había querido hacer con este grupo. Quería alejarnos del metal redneck y festivo de Hellyeah. Nunca me identifiqué con eso, no me hacía feliz, así que cuando empezamos Blood For Blood lo vi como una oportunidad para reconducir la banda y convertirnos en lo que realmente podíamos ser. Pero ahora es distinto. Ya estoy en mi zona de confort. Somos el grupo que siempre habíamos querido ser y

los dos tíos nuevos, Christian (Brady, guitarra) y Kyle (Sanders, bajo), son los que deberían haber estado desde el principio. Así que ahora simplemente vamos y hacemos un álbum nuevo, sin darle vueltas antes, sino intentando ser creativos”. ¿Crees que Greg Tribbett y Bob Zilla eran los que os frenaban ser lo que sois ahora? “No, no es eso. De hecho, Bob nunca participó en nada. Nunca escribió una sola nota. Greg sí era compositor y teníamos visiones muy distintas. No quiero decir que no fuera bueno, pero simplemente no era una buena mezcla. Es como si vas a comerte una pizza y de golpe encuentras un ingrediente que no pega. No sé, es difícil de explicar. Para mí no funcionaba. No creo que hiciéramos música de calidad. Si escuchas Stampede y Band Of Brothers te das cuenta de que fallaba algo. No sé explicarlo. Sólo sé que ahora funciona y antes no. Ahora me siento mucho más cómodo colaborando con los demás. Sé que puedo confiar en las ideas de cada uno. Puedo relajarme y no estar pendiente las 24 horas de lo que están haciendo en el estudio”. En Unden!able hay temas muy duros y otros más melódicos y comerciales. ¿El tener un cantante como Chad os ayuda en esa diversidad? “Sí, desde luego. Es muy bueno tener a Chad. No sólo sabe gritar, tiene mucho dentro de sí, mucho dolor, mucha mierda jodida, y eso es bueno para el arte. El hecho de que nos etiquetasen en un estilo de música concreto me volvía loco. No puedo ser un guitarrista de heavy metal todo el tiempo. El ser humano es mucho


“QUERÍA ALEJARNOS DEL METAL REDNECK Y FESTIVO DE HELLYEAH. NUNCA ME IDENTIFIQUÉ CON ESO, NO ME HACÍA FELIZ” TOM MAXWELL

más que eso. No sólo sientes rabia, también sientes tristeza, desesperación, euforia… El arte debería ser una representación completa del alma. Siempre he querido hacer música que fuera como una montaña rusa, como es la vida. No podría estar en una banda 100% metal. De la misma manera que no podría comer pizza todo el día, también me apetecen otras cosas. Con la música es lo mismo. Tengo la suerte de estar en un grupo con gente que es abierta. Es importante mostrar el lado vulnerable también”. Tal y como lo cuentas me sorprende que hayas aguantado en el grupo diez años… “A mí también (risas). Pero desde el principio vimos que había una magia, una conexión especial. No pensaba que duraría diez años, claro que no... De hecho pensaba que no duraríamos más de un disco. Pero aquí estamos. Sentimos amor por el grupo y hay muchos fans que creen en nosotros, así que es una sorpresa que sigamos aquí.

Siempre digo esto, pero es verdad: a veces cuesta toda una vida encontrar las piezas que completan quién eres”. ¿Cómo crees que os ha condicionado el bagaje que llevaba cada uno con sus anteriores bandas? “A fin de cuentas lo que hicieras en el pasado no cuenta. El pasado es el pasado, no es una garantía para el éxito. Empezamos como una banda nueva. Hay un montón de músicos en los últimos años que se han juntado para hacer supergrupos o como quieras llamarlos, pero no siempre funciona. Puedes juntar los mejores músicos en una misma habitación, pero eso no significa que sean capaces de hacer una canción que signifique algo para alguien. Todo el talento del mundo no garantiza buena música. Para nosotros lo importante es la música y para eso es importante olvidarte de que estás con Vinnie de Pantera, Chad de Mudvayne o Kyle de Blood Simple. Todo eso no importa. Es una nueva banda,

es una nueva energía. Así que después de diez años seguir haciendo discos, seguir sonando en la radio, es un gran mérito”. ¿Crees que ahora es un buen momento para una banda como Hellyeah? “Siempre es un buen momento. Es buen momento para el buen pop, para el buen soul, para el buen metal… Lo importante es que hagas algo que sea bueno. Me enferma la cantidad de plagios y reciclajes que hay ahí fuera, pero sigue habiendo diamantes entre toda la mierda. Tienes bandas como Periphery o Twelve Foot Ninja, o Beartooth o Nothingmore. Son formaciones nuevas que llegan al alma de la gente. Para mí esto no es una competición. Me gusta escuchar algo y que me haga gritar o llorar. Eso es lo que me inspira”.

115


MOOSE BLOOD

LOS CUENTOS DE CANTERBURY


TAMBIÉN REABLES DEL POP PUNK PERO RA TA S DÍA LO ME S LA N STA SI TE GU NICOS D EN LAS LETRAS, LOS BRITÁ DA IVI OT EM DE SIS DO A EN UNA BU BANDA CONVERTIRSE EN TU NUEVA DE NO MI CA N VA OD BLO MOOSE NTAMOS. FAVORITA. AQUÍ TE LOS PRESE DR TEXTO : DAVID GARCELL FOTOS:

F

UE HACE apenas cuatro años cuando Eddy Brewerton (voz, guitarra), Mark Osborne (guitarra), Glenn Harvey (bajo) y Kyle Todd (batería) decidieron empezar a tocar juntos en la ciudad de Canterbury, célebre por su catedral y por ser escenario de una de las obras cumbres de la literatura inglesa, Los Cuentos De Canterbury. Y lo que han vivido Moose Blood desde entonces bien podría ser considerado como un cuento de hadas. Su primer EP Moving Home fue suficiente para llamar la atención del sello americano No Sleep, quien se ofreció a sacarles su siguiente trabajo. Su de-

but I’ll Keep You In Mind, From Time To Time llegó en octubre de 2014 y fue muy celebrado por la crítica. Viendo las buenas perspectivas, los cuatro jóvenes decidieron centrarse únicamente en la banda. La jugada les salió bien y el verano siguiente estaban girando por Estados Unidos como parte del Warped Tour. Sería también al otro lado del charco, en concreto en Los Ángeles, donde Moose Blood grabarían su segundo álbum junto a Beau Burchell, guitarrista de Saosin, con quien ya había trabajado en el primero. Publicado el 5 de agosto por Hopeless Records, quien decidió incorporarlos a su catá-


“NOS COSTÓ UN POCO ACEPTAR QUE ÉSTA ES AHORA NUESTRA VIDA, ES LO QUE HACEMOS. ES MUY RARO Y A VECES TIENES QUE PELLIZCARTE PARA DARTE CUENTA DE QUE ES REAL” MARK OSBORNE logo vistos los buenos resultados, Blush es una auténtica maravilla que debería llevar a Moose Blood todavía más lejos. Una semana antes de que viera la luz, su simpático guitarrista atendía nuestra llamada. Quedan muy pocos días para que Blush por fin salga a la venta. ¿Cómo te sientes? MARK OSBORNE “Ansioso (risas). Llevamos esperando desde que lo terminamos en diciembre. En un principio iba a salir en abril, pero al final se retrasó hasta agosto. Pero bueno, hemos podido filmar un par de vídeos y crear un poco de expectación. Tenemos unas ganas locas de que la gente pueda escucharlo entero”. 2015 fue un año de mucha actividad para vosotros. ¿Cómo encontrasteis la tranquilidad para componer? “Fue muy duro. No somos una banda que podamos componer en la carretera, no funciona para nosotros. Sacamos un par de ideas durante el Warped Tour, pero poco más. Pero tuvimos un par de meses en los que paramos de girar antes de empezar la grabación, así que los aprovechamos al máximo y grabamos las maquetas 118

del disco con nuestro amigo Rich para poder mandárselas a Beau, nuestro productor. Y luego seguimos trabajando y componiendo mientras estábamos en el estudio, en Los Ángeles. Algunas las escribimos en el último momento. Fue todo bastante intenso y estresante porque teníamos poco tiempo para hacer un disco mejor que el primero, pero por suerte lo conseguimos”. Supongo que la parte positiva es que el disco suena muy definido y coherente. “Quizá sí. Creo que el poder volver a grabar con Beau también ayudó. No queríamos romper moldes ni hacer algo completamente distinto al primero, sólo queríamos escribir canciones que nos gustaran mucho. En este sentido creo que el disco es una progresión, y quizá suena algo más pulido y pop que el primero”. Sí, te iba a comentar que quizá el primero era más Brand New y éste es más Blink-182. “(Risas) Sí, alguien comentó algo parecido diciendo que el primero era más Brand New y Jimmy Eat World y éste era más You Me At Six. Pero ha salido así de manera natural. Nos gustan todos esos grupos, así que cualquier comparación es buena. Pero definitivamente es más pop”. ¿Por qué ha salido así? “No lo sé. Como te decía, simplemente escribimos temas que nos gusta tocar, que nos gustaría escuchar. No hemos tenido en cuenta que fueran a gustar más al público, sino simplemente mejorar lo que ya hacíamos. Creo que la parte más pop salió de manera natural. Ojalá que guste a la gente, porque queremos seguir haciendo esto

(risas), pero no creo que sea una buena influencia dejarte arrastrar por lo que la gente quiere”. ¿Las letras son un reflejo de las experiencias vividas? “Sí, estuvimos muchos meses de gira y estábamos lejos de casa. Fue genial porque es lo queremos hacer, pero desde luego tuvo un impacto en nuestras relaciones, con la familia, con los amigos... Echas mucho de menos a la gente y es complicado gestionar las relaciones cuando no estás presente. Eso tuvo un gran impacto. A principios de este año por suerte tuvimos bastante tiempo libre, unos tres meses, y hemos podido compensar a las personas de las que estuvimos separados, lo cual está muy bien porque hasta finales del año que viene volveremos a estar mucho fuera. Todo tiene aspectos positivos y negativos, y eso es lo que intentamos reflejar en las letras”. Parecéis chicos muy sencillos y humildes... ¿El estar constantemente de gira os hizo tener miedo de que eso pudiera cambiar? “Es difícil, pero no creo que a ninguno se le fuera la cabeza. Simplemente nos adaptamos. Nos costó un poco aceptar que ésta es ahora nuestra vida, es lo que hacemos. Es muy raro y a veces tienes que pellizcarte para darte cuenta de que es real. El hecho de que llevemos dos años dedicados 100% al grupo es algo increíble. No creo que nunca perdamos ese sentimiento de agradecimiento a quienes lo han hecho posible. Somos muy conscientes de la suerte que tenemos”. Explícame el momento en el que os comprometisteis para


MOOSE BLOOD dedicaros en exclusiva al grupo. Fue en plan ‘el próximo viernes vamos a dejar todos nuestros trabajos’ o fue algo más gradual... “Fue un poco así (risas). Creo que fue en septiembre de 2014. Empezamos a recibir un montón de ofertas para salir de gira y teníamos que decidir si decíamos que sí o decíamos que no para poder mantener nuestros trabajos. Fue difícil porque las giras eran demasiado buenas como para decir que no, pero por otro lado teníamos buenos trabajos. Pero al final queríamos aprovechar la oportunidad y ver qué pasaba. Creo que nos odiaríamos si hubiéramos dejado pasar eso. Así que decidimos dejarlo más o menos al mismo tiempo. Eddy fue el primero, de hecho trabajábamos juntos, y yo lo hice a la semana siguiente. Y el resto más o menos igual. Es probablemente la decisión más difícil que he tomado en mi vida. Tuve que renunciar a una estabilidad económica y una carrera para apostarlo todo por el grupo. No había ninguna seguridad de que fuera a salir bien y tuve que hablar con el banco para asegurarme de que tenía dinero para pagar el alquiler un par de meses antes de que empezara a ganar algo. Después de dos años todavía es algo aterrador porque nunca sabes lo que puede pasar, pero seguiremos

girar por Estados Unidos fue un sueño hecho realidad”.

tanto tiempo como podamos”. ¿Te sentiste culpable con tu anterior jefe o fue más bien ‘jódete, me largo de aquí’? “(Risas) No, mis jefes eran geniales. Siempre me habían apoyado y dado facilidades para que pudiera tocar con el grupo. Era encargado de una tienda, pero cuando renuncié mi jefa me dijo que ya se lo esperaba (risas). Todo fue de buen rollo, se alegró por mí, así que no hubo nada de ‘jódete, me largo’. La verdad es que me facilitó mucho las cosas”. Una de esas grandes oportunidades que os esperaban era hacer el Warped Tour en 2015. ¿Fue como lo esperabas o mucho más duro de lo que imaginabas? “Fue durísimo. Pero tenemos amigos que han hecho el Warped antes y ya nos advirtieron que lo sería. Son como 49 conciertos en 50 días. Los días son larguísimos y con muchísimo calor, nos llevó al límite, pero fue una experiencia increíble. Cada concierto fue muy bien y la respuesta fue alucinante. Tuvimos algunos problemas, porque se nos rompió la furgoneta a medio camino, pero logramos terminarlo. Estábamos hechos polvo y quemados por el sol (risas), pero nos hizo más duros. Poder

¿Os hicisteis muy amigos de algún grupo? “Sí, tuvimos la suerte de que conocíamos algún grupo como Mallory Knox y Man Overboard. Nos hicimos muy amigos de Transit, pasamos mucho tiempo con ellos. Así que cuando tienes un día duro está muy bien tener a alguien con quien tomarte algo. A ratos parecía que estuviésemos de vacaciones, no en el Warped (risas). Hay un gran sentimiento de comunidad en esa gira”. Y supongo que sirve casi como terapia porque puedes comentar tus miedos o inseguridades con bandas que están viviendo lo mismo. “Sí, totalmente. Sobre todo porque cuando estás dos meses en la otra parte del mundo sientes mucha añoranza, y está bien poder comunicarte con otra gente que está pasando por lo mismo. Nos consolamos los unos a los otros y nos dábamos ánimos cuando algunas cosas no salían bien”. Vuestras influencias son americanas, también vuestro productor, el sello... ¿Qué es lo más británico en la banda? “Supongo que la gente que toca en el grupo (risas). Somos conscientes de que somos una banda británica a pesar de con quién trabajemos o la música que escuchemos. Supongo que lo más británico que tenemos es que nos gusta el té (risas)”.

119


YOUNG GUNS

C A R P E D I E M

LOS BRITÁNICOS YOUNG GUNS TIENEN CLARÍSIMO QUE CUANDO UNO ESTÁ EN RACHA, MÁS VALE APROVECHARLO. POR ESO APENAS UN AÑO DESPUÉS DE SU ANTERIOR ÁLBUM REAPARECEN CON UNO NUEVO, ECHOES. TEXTO: DAVID GARCELL FOTOS: DR


ACE JUSTO UN AÑO, Young Guns aparecían en estas páginas para hablarnos de su tercer álbum Ones And Zeros, que había sido publicado dos meses antes. Cuál era nuestra sorpresa cuando este junio, reparecían con un nuevo single, ‘Bulletproof’, y anunciaban la publicación de su cuarto disco, Echoes (Spinefarm), para el 16 de septiembre. Al mismo tiempo trascendía que la formación había sufrido un cambio con la salida del batería Ben Jolliffe y la entrada de Chris Kamrada. Ha sido ya con él que Gustav Wood (voz), Fraser Taylor (guitarra), John Taylor (guitarra) y Simon Mitchell (bajo) han grabado junto al productor David Bendeth (Bring Me The Horizon, Of Mice & Men) un álbum que transmite las mismas buenas sensaciones que dejó el anterior. Aquel rock alternativo, pero de vocación claramente comercial, se ha ido definiendo mejor y ganando interés a través de nuevas influencias y unas composiciones más maduras y con más gancho. Hablamos con Gustav sobre los motivos de su prematuro regreso.

H

Ones And Zeros apareció hace sólo 13 años meses. ¿Cómo os las habéis apañado para girar, componer y grabar un nuevo álbum en tan poco tiempo? GUSTAV WOOD “Es una situación un poco inusual. Publicamos Ones And Zeros en junio del año pasado, pero el primer single había salido en agosto de 2014, y el disco lo habíamos terminado de grabar incluso antes. Así que lo que pasó es que trabajamos mucho antes de que saliera ese disco y gira-

mos por muchos lugares. Cuando se publicó el álbum hicimos unas cuantas fechas más durante un par de meses, pero en noviembre ya habíamos terminado. Con la salida de Ben, sentimos que teníamos la oportunidad de empezar sin ataduras y la composición fluyó de manera muy fácil. Pensamos que era importante aprovechar ese empujón creativo e intentar volver con algo nuevo tan pronto como pudiéramos. Sinceramente estábamos hambrientos e ilusionados de nuevo con la idea de volver a girar y ofrecer nueva música a la gente. El disco nos llevó unas ocho o nueve semanas componerlo y unas cinco grabarlo. La verdad es que todo nos llevó mucho menos tiempo del habitual”. Aun así me sorprende que le dedicarais tan poco tiempo a Ones And Zeros. Tenía la sensación de que había tenido bastante éxito... “No tuvo nada que ver con que el disco tuviera éxito o no, sino con el hecho de que las canciones las habíamos escrito dos años antes de que se publicaran. Estábamos ansiosos por hacer algo nuevo. Este método de componer, grabar y publicar de manera rápida es algo que quiero explorar más en el futuro. Hemos encontrado una buena manera de trabajar y quiero aprovecharlo”. Éste es el primer disco que habéis grabado con Chris como batería. ¿Qué os aportado? ¿Y que sucedió con Ben? “Con Ben no pasó nada dramático. Habíamos estado de gira sin parar desde la edición de nuestro primer EP a principios de 2009, y cada vez pasábamos más y más tiempo lejos

“SINCERAMENTE ESTÁBAMOS HAMBRIENTOS E ILUSIONADOS DE NUEVO CON LA IDEA DE VOLVER A GIRAR Y OFRECER NUEVA MÚSICA A LA GENTE” GUSTAV WOOD

de casa. Ben tenía una relación en la que quería centrarse y nosotros queríamos seguir grabando y girando, así que las dos partes estuvimos de acuerdo en que lo mejor era seguir cada uno nuestro camino. No fue nada problemático en ningún sentido. En cuanto a Chris ha aportado una nueva energía y mucho positivismo al grupo, es como si hubiéramos vuelto a empezar. Después del tiempo que los miembros originales llevábamos trabajando juntos, está bien tener una nueva voz en la banda que aporte nuevas ideas y opiniones”. Me gusta mucho el sonido de los dos últimos discos, con ese toque más electrónico ochentero. ¿Crees que musicalmente habéis llegado a lo querías que Young Guns fuera desde un principio? “¡Es difícil de decir! Creo que nunca nos hemos dicho que debiéramos sonar de una manera determinada. Nuestros gustos y nuestros deseos cambian, y lo único que intentamos es mantenernos ilusionados y motivados con las canciones que escribimos. Sólo queremos ser tan buenos como podamos y esperar que todo 121


el resto funcione. Siempre he querido que fuéramos progresando y mejorando para poder resultar interesantes en cada disco”. ¿Cómo fue la experiencia de grabar con David Bendeth? “Fue un desafío, pero fue una experiencia genial y de la que aprendimos mucho, como debería ser. Nos ayudó a ver nuestras canciones desde otra perspectiva y nos empujó a pensar de manera distinta. También creo que todos mejoramos mucho, especialmente yo con las voces. Podíamos tirar días de trabajo a la basura si pensábamos que algo no tenía el sentimiento adecuado, aunque técnicamente fuera perfecto. Fue curioso buscar la conexión emocional en lugar de la ejecución perfecta. También nos animó a ser más atrevidos

122

que nunca y me alegro mucho de que lo hiciera”. En ese sentido ‘Paradise’ es muy distinta al resto, y también muy bonita. ¿Cómo salió? “Muchas gracias. La canción estaba totalmente terminada, pero nos fallaba algo. Fraser estaba jugando con la grabación y silenció la batería y las guitarras, dejando sólo el piano y la voz, y a todos nos llamó la atención. Lo discutimos mucho, pero nos gustaba más así y por eso decidimos volver a construir la canción hasta la versión final que está en el disco. Es distinta al resto sí, pero espero que la gente la escuche y la aprecie por lo que es. Creo que es un tema muy honesto y vulnerable. Cuanto más le quitamos, más ganó en significado”.

Vais a estar de gira por Europa con Billy Talent, pero no aparecéis en las fechas españolas. ¿Hay algún motivo? ¿Vas a venir por vuestra cuenta quizá? “Estamos desesperados por volver a España porque hace demasiado que no vamos. Esta gira será una de las varias que hagamos por Europa el año que viene y desde luego España estará incluida. Siempre nos habéis tratado muy bien, pero la verdad es que en estos últimos años hemos tocado mucho en Estados Unidos y muy poco en Europa. Esta vez lo vamos a cambiar”.



BE PROG! MY FRIEND 1 Y 2 DE JULIO DE 2016 POBLE ESPANYOL, BARCELONA TEXTO: JORGE FRETES FOTOS: CARLES RODRÍGUEZ

OPETH


THE PINEAPPLE THIEF

A

la tercera va la vencida? Esto no se aplica al ya establecido Be Prog! My Friend. ¿Por qué no? Pues porque desde su primera edición ha sido un éxito al nivel de la expectación que ha levantado entre los seguidores de este género. Lo que sí podemos decir de su tercera edición es que ha sido la más ambiciosa de todas, ya no sólo a nivel de bandas en su cartel, sino también organizativo. El emplazamiento ha sido el mismo que las demás ediciones: el Poble Espanyol. A diferencia del año anterior (una decisión bastante acertada), el Be Prog! decidió que en esta ocasión solamente se utilizase un escenario para todas las actuaciones, con una notoria inversión en mejorar el sonido (recordemos lo de Meshuggah en 2015) y evitar retrasos o cambios

innecesarios. Así lucieron más vistosas (y con mejores luces) todas las actuaciones, desde la banda más pequeña del cartel hasta los grandes nombres que gozaron de hasta dos horas de actuación. Y es que son cosas como éstas las que hacen del Be Prog! un festival diferente: poder disfrutar en formato festival de un concierto que a priori podría tratarse de show de sala por la duración del mismo y por el set que eligen los músicos. Así como la música progresiva se engrandece en los pequeños detalles, son también estos pequeños detalles lo que hacen que el Be Prog! sea un festival tan querido y esperado por el público: entradas asequibles en relación a los nombres del cartel, interacción con los fans para saber qué hacer y qué no hacer (redes

sociales), precios de barra razonables, merchandising exclusivo y, en general, la creación de un espacio donde la camaradería es palpable. ¿Que no te van los macrofestivales pero quieres seguir disfrutando de la experiencia? Éste es el sitio. Aunque el plato fuerte se presentó el sábado, fue destacable la actuación de Obsidian Kingdom el viernes con un gran despliegue de energía e ímpetu, pero en un día que podría denominarse ‘tranquilo’ quienes brillaron con luz especial fueron Agent Fresco. A pesar de no caer a priori en la etiqueta de ‘progresivo’, su apuesta oscura y más agresiva (si tenemos en consideración otros nombres como IAMTHEMORNING o The Pineapple Thief del mismo día) encandiló a casi todos los presentes. Y el sábado arrancaba con Anneke 125


OBSIDIAN KINGDOM

Van Giersbergen, incombustible ex vocalista de The Gathering. Lo hacía en el marco de su nuevo proyecto The Gentle Storm, y aunque Arjen Lucassen no pudo acompañarla en esta ocasión, si lo hizo Marcela Bovio de Stream Of Passion. Ni siquiera el sol justiciero de media tarde pudo apagar una actuación excelente, donde hubo tiempo hasta para ‘Strange Machines’ y apelar a la nostalgia. Between The Buried And Me representaban ese lado más arriesgado

126

STEVEN WILSON

del festival, dando oportunidad a grandes esperanzas, y es que aunque sean ya unos experimentados en la industria, todavía no alcanzan ese status de imprescindibles en grandes citas. Con una pantalla de proyecciones al fondo, supieron aprovechar su hora de actuación al máximo, con un sonido apabullante. El talento de sus músicos crea imágenes impactantes que se traducen en sonidos. Aunque las comparaciones son odiosas, Magma cumplían con el

papel de Camel en el año anterior, y es que tanto los viejos progs como las nuevas generaciones pudieron deleitarse con los raros y exquisitos sonidos de los franceses, dejándose llevar a un viaje astral que impacta sin necesidad de mucha distorsión. Lástima que la hora de actuación no dejó sitio para su ‘Mekanïk Destruktïw Kommandöh’, pero como dijo la propia banda, no podían tocar una pieza de tal magnitud quedándose diez minutos cortos. Tres canciones y una de las


BETWEEN THE BURIED AND ME

actuaciones más brillantes del día. Miguelito, o sea, Opeth, no sólo regresaban al escenario del Be Prog!, sino también al ruedo de actuaciones en directo después de varios meses en la oscuridad del estudio para la grabación de su nuevo álbum. Las ganas se notaron, encima y abajo del escenario, y con una banda en gracia practicando su español, piezas como ‘Demon Of The Fall’ (con explicación incluida) sonaron a gloria. Sigue sin conocerse concierto malo de Opeth.

IAMTHEMORNING

Steven Wilson no quiso quedarse atrás, y en su condición de diva del prog (como ya nos recordó Miguelito anteriormente), sacó todo el arsenal a juego en sus dos horas de magia: clips animados, samplers, interacción con el público. Lo más emotivo fue el momento en el que dedicó ‘Lazarus’ de Porcupine Tree al fallecido David Bowie. Y finalmente llegamos a Textures, la banda más agresiva de toda esta edición y la que se llevó el sonido más ‘flojo’ en un día perfecto. Eso no

evitó que dieran un show a la altura de lo esperado, incluso con moshpits en las primeras filas a altas horas de la noche. ‘Awake’ y ‘Laments Of An Icarus’ brillaron de manera especial, demostrando su buen estado de forma en un mundillo bastante competitivo. Así se despedía una edición con grandes aciertos y gran asistencia, con un buen sabor de boca y la sonrisa que arrancan las cosas bien hechas. Sólo quedan 300 y algo días para volver a los brazos del sueño prog.

127


IRON MAIDEN 13 DE JULIO DE 2016 BARCLAYCARD CENTER, MADRID TEXTO Y FOTOS: EDU TUSET

120


S

iendo el de Madrid el único concierto de Iron Maiden en recinto cerrado durante su gira española, merecía la pena desplazarse hasta la capital para poder disfrutar con más calma y más proximidad de su actuación. En un pabellón donde no cabía ni un alfiler, el tema que usan siempre de introducción, ‘Doctor, Doctor’ de UFO, erizaba los pelos de los fans allí presentes. Presentación de la gira en las pantallas laterales para pasar a Bruce Dickinson en lo más alto del escenario rodeado de iconografía maya y sus pirámides. Bruce se adentra en el caldero y ahí empiezan a sonar las primeras notas de ‘If Eternity Should Fail’ hasta que la banda aparece en el escenario y va hasta al borde de él para enfrentarse al público que tiene a escasos metros. Steve Harris y Dave Murray bailan en el escenario, y Janick Gers, en este primer tema aprovechando que Bruce está en las plataformas superiores, se

pone en el medio del escenario para lucirse y animar al público. Con Bruce Dickinson ya en primera línea aterrizan con ‘Speed Of Light’, el single de su último trabajo The Book Of Souls. Efectivamente el setlist es el mismo que en los conciertos anteriores; ellos son así, lo tienen todo calculado al milímetro y no quieren dejar espacio al error. Bruce, al introducir el tercer tema, comenta que la mayoría de la gente del recinto ni había nacido cuando ‘Children Of The Damned’ salió en el disco The Number Of The Beast en 1982. Cierto, aunque estoy seguro que muchos estábamos ya por ahí ansiosos por conocer a Iron Maiden. Pausa para recordar al malogrado Robin Williams y cantar en su honor ‘Tears Of A Clown’, y cómo no, volver al nuevo álbum con las que posiblemente sean sus dos mejores canciones: ‘The Red And The Black’ y ‘Death Or Glory’. En medio de estos temas sonaron dos clásicos, el eterno y maravilloso ‘The Trooper’ junto

a ‘Powerslave’, una de las canciones que mejor suenan en esta gira, y que desde 2008 no tocaban en directo. El tema homónimo del disco sería el último que tocarían de esta nueva obra donde Eddie también sale al escenario, y cada vez interactúa más con el público y con la banda. Janick juega con él mientras Dave Murray está situado en el lado opuesto, pero esta vez es Bruce quien toma las riendas y le quita el corazón a Eddie, lo pone dentro del caldero y lo lanza sangrando al público, todo esto para pasar a una ráfaga de clásicos: ’Hallowed Be Thy Name’, ‘Fear Of The Dark’, que se ha convertido en estos veinte últimos años en uno de los temas favoritos del público, y claro, ‘Iron Maiden’, el tema que da nombre a la banda y que tantos buenos ratos nos ha hecho pasar. Turno para los bises. Con una oscuridad y luces rojas entra la figura de la bestia y suena ‘The Number Of The Beast’, que emociona hasta al último humano de la sala. ‘Blood Brothers’ corta esa emoción para mostrar cómo el heavy metal y Iron Maiden unen a la gente. Y toca ya el final, con el tema más emotivo de la noche, ‘Wasted Years’, donde alguien que no he mencionado en toda la crónica disfruta más que nunca, y hasta coge más protagonismo cuando Bruce le coloca el micro para que cante el tema un buen rato y no sólo en los coros. Se trata de Adrian Smith, quien ha estado espléndido en todo el concierto. Deslumbra, desprende magia, pero en este tema está sublime, no hay palabras. Después de verlos tres veces en esta gira puedo decir con certeza que Iron Maiden están en la mejor etapa de su vida. Suenan perfectos y brillan allí donde estén, algo que ninguna banda de rock o heavy metal puede lograr hoy en día. 129


GOJIRA

HELLFEST 17, 18 Y 19 DE JUNIO DE 2016 VAL DE MOINE, CLISSON (FRANCIA) TEXTO Y FOTOS: JORDI MEYA, LAURA CLAVERO

120


TURBONEGRO

P

or número de bandas (160), de escenarios especializados (seis) y de asistentes (180.000 entre los tres días), el Hellfest se ha convertido en uno de los mayores festivales del continente europeo. Si a eso le añadimos una organización que funciona como un reloj y un recinto espectacular, donde todos los detalles están cuidados al máximo, podemos afirmar que es también uno de los mejores. Si bien bastantes grupos iban a pasar por nuestro país, ya fuera en gira o en otros festivales, la verdad es que había alicientes suficientes para hacer nueve horas de coche y plantarse en Clisson un año más, empezando por una de las últimas oportunidades de ver a Black Sabbath en directo. Esto es lo que vivimos en el Hellfest, el festival donde las barras tienen más pirotecnia que el 99% de las bandas que actúan.

VIERNES 17 Uno sabe que está en un festival europeo cuando llega a las dos de la tarde y ve que ya se ha perdido cuatro horas de conciertos. Nuestro estreno

DISTURBED

vino de la mano de los ingleses Ramesses, alumnos aventajados del sludge metal más denso. La pegada del ex Electric Wizard Mark Greening a la batería hizo temblar la carpa Valley y nos sumergió en el mismísimo infierno. Nos desengrasamos un poco con el hard rock melódico de Halestorm en el Main Stage con una Lzzy Hale luciendo guitarra de doble mástil y voz poderosa en temas como ‘Scream’ o ‘I Like It Heavy’, antes de meternos de nuevo en la oscuridad del black metal de Behexen. Los finlandeses cumplieron más que bien. De vuelta al Main Stage 2, los galos Mass Hysteria jugaban en casa y eso se notó en el entusiasmo que le pusieron, pero la verdad es que su metal alternativo no nos despertó demasiado interés. A Anthrax ya los íbamos a ver en el Rock Fest, así que nos decantamos por cazar a los noruegos Kampfar en el Temple. Y suerte que lo hicimos, porque su black con toques viking resultó más que satisfactorio. De camino al escenario principal escuchamos comentar a un chico español con un amigo que le

acompañaba “son del rollo Gigatrón o El Reno Renardo” para describir a Turbonegro. Tuvimos que reprimirnos las ganas de soltarle una colleja, pero pronto nos olvidamos cuando vimos a Tony Sylvester con su gorra de cuero y sus shorts arrancar con ‘The Age Of Pamparius’. Como siempre los noruegos no defraudaron y encima sus temas nuevos ‘Hot For Nietzsche’ y ‘Special Educaction’ no desentonaron al lado de ‘All My Friends Are Dead’ o ‘Get It On’. Gran fiesta. En el Valley, The Melvins iniciaban su set con una jam de 7 minutos del himno americano, para a continuación atacar con ‘Eye Flys’ y una versión a toda pastilla de ‘Deuce’ de Kiss, cantada por su actual bajista Steve McDonald (Redd Kross/OFF!). De hecho, también él se encargó de la voz en ‘Frosted Flake’ de los propios Redd Kross. Buzz Osborne, con su habitual túnica y sus pelos alocados, y el batería Dale Crover hicieron gala de esa química casi telepática a la hora de parar y arrancar los temas. Sólidos como una roca. Aunque Rob Caggiano no paraba de 131


explosiones pirotécnicas. Sospechosos habituales como ‘Reise, Reise’, ‘Links 2-3-4’, ‘Ich Will’ o ‘Du Hast’ aparecieron a lo largo de su repertorio. El bis culminó con ‘Sonne’, ‘Amerika’ y una ‘Engel’ durante la cual Till Lindemann lució unas alas metálicas que lo elevaron por encima del suelo y, cómo no, acabaron escupiendo fuego. Un show impecable que no pudimos disfrutar del todo por culpa del estrujamiento general. Por suerte pudimos acercarnos hasta la primera fila del Warzone para ver a Kvelertak. Poca gente, la verdad, pero ellos sacaron sus huevos noruegos y nos brindaron una ruidosa dosis de rock’n’metal con un Erlend que no paró de animar al público. Fue una pena que los coros apenas se escucharan, y más cuando en los dos últimos temas, ‘Bruane Brenn’ y ‘Kvelertak’, Erlend iba tan fumado que dos de los guitarristas intentaron sacarle las castañas del fuego cantando ellos. Aun así, un poco de caos se agradeció después del espectáculo perfectamente milimetrado de Rammstein.

JANE’SSIXX ADDICTION AM

sonreír, quizá dándose cuenta de la ironía de que su actual banda toque bastante por encima de Anthrax, Volbeat nos aburrieron soberanamente alargando sus temas innecesariamente. Están a un paso de convertirse en los Nickelback europeos. Todo lo contrario fue el show de Dropkick Murphys, quienes llenaron de ritmo el otro escenario principal. Su versión de ‘You’ll Never Walk Alone’ siempre emociona y el final con ‘Rose Tatto’, ‘The State Of Massachusetts’, ‘Going Out In Style’ y ‘I’m Shipping Up To Boston’ es imbatible. En el Warzone, sus vecinos Converge repartían cera a base de bien con media docena de 132

temas de su célebre Jane Doe, aunque tuvimos que irnos antes de que terminaran para llegar a Rammstein. Y es que en esos momentos la explanada del escenario principal estaba al máximo, incluso sobrepasando su capacidad, y era imposible dar un solo paso. Curiosamente esta situación no se repetiría en los dos días siguientes, dando entender que ahora mismo el poder de convocatoria de los teutones está al nivel de los más grandes. La escenografía, sin ser tan espectacular como en sus propias giras, estuvo muy por encima del resto, con plataformas que subían y bajaban y sus habituales

SÁBADO 18 Empezamos la segunda jornada empalmando tres actuaciones en los escenarios principales. Primero los renacidos Atreyu ofrecieron un corto pero solvente set en el que no faltaron sus temas más conocidos, incluida su versión de ‘You Give Love A Bad Name’ de Bon Jovi. Luego Sixx AM, acompañados por un par de coristas, salvaron su hard rock genérico únicamente porque Nikki Sixx y DJ Ashba tienen muchas tablas, pero cuesta trabajo creer que puedan llegar mucho más lejos. Con The Amity Affliction empezó a llover levemente, pero no creemos que tuviera nada que ver con la amoñarrada voz de su bajista Ahren Stringer, cada vez más


TAAKE

protagonista en su metalcore para todos los públicos. Así que decidimos refugiarnos en el Valley, donde Torche mostraron el estado de estancamiento en el que se encuentran. Temas como ‘Grenades’, ‘Undone’ o ‘Annhilation Affair’ sonaron bien, pero a su puesta en escena le sigue faltando algo que contagie. En cambio, a unos vejestorios como Foreigner les bastó sacar del baúl de los recuerdos sus clásicos del AOR como ‘Feels Like The First Time’ o ‘I Want To Know What Love Is’ para meterse a todo el mundo en el bolsillo. A destacar el gran papel de Kelly Hansen como vocalista. Cambio radical de registro con Fleshgod Apocalypse en el Temple y, pobres, qué mal sonaron. Un verdadero reto intentar discernir qué era lo que estaban tocando. Nos resarcimos con Entombed A.D., quienes en el Altar se dejaron de hostias y se centraron en el material clásico de Entombed. ‘Living Dead’, ‘Wolverine Blues’, ‘Left Hand Path’...

Puede que para Petrov salir al escenario sea sólo una excusa para darle a la botella, pero su simpatía te acaba ganando. En el Valley, Goatsnake daban vida a su magnífico Black Age Blues con un Pete Stahl de Scream que es todo feeling cantando y un Greg Anderson que aquí aplica un estilo muy distinto al de Sunn O))). Ojalá pudiéramos verles en sala. Cuando llegamos al Main Stage, Disturbed sacaban como invitado a Nikki Sixx para tocar ‘Shout At The Devil’ de Mötley Crüe y, acto seguido, a Glenn Hugues para cantar ‘Baba O’Riley’ de The Who. Pero ahí no acabaron las versiones, porque a continuación se marcaron el ‘Killing In The Name’ de Rage Against The Machine. Muy absurdo todo y sonando a un volumen flojísimo. Para cuando intentaron remontar con ‘Voices’ y ‘Down With The Sickness’ ya era demasiado tarde. Moonsorrow triunfaron por todo lo alto con más cánticos en el Temple

que en toda la Eurocopa provocados por salvas de folk metal como ‘Suden Tunti’ o ‘Sankaritarina’. Por lo que nos contaron unos días más tarde en el Resu, Oli Sykes estuvo a punto de cancelar el concierto del Hellfest porque estaba totalmente afónico. Gracias a un chute de cortisona, Bring Me The Horizon salvaron la papeleta, aunque se notaba que algo fallaba. Los irlandeses Primordial se mostraron con la solidez que dan más de veinte años de carrera. Black metal con cabida para la épica a lo Iron Maiden (‘As Rome Burns’) perfectamente comandado por un Nemtheanga que vive cada tema como si fuera un ritual. En el Valley, Fu Manchu no interpretaron íntegramente King Of The Road como venían haciendo en su último tour, pero aun así nos regalaron un show con una energía que nunca les habíamos visto. Un festivalazo de fuzz y crowdsurfing, con un Scott Hill simplemente 133


RIVAL SONS

desatado y una versión de ‘Godzilla’ de Blue Öyster Cult para enmarcar. Todavía nos dio tiempo para cazar los últimos compases de Napalm Death en el Altar con su clásica ‘Nazi Punks Fuck Off’ de Dead Kennedys y ‘Adversarial/Copulating Snakes’ de su último trabajo. Por lo que vimos, no desfallecen. A continuación el cielo del Hellfest se cubrió de luz con un espectáculo piromusical dedicado a Lemmy y Mötorhead. Incluso su excompañero Phil Campbell apareció en el escenario para dedicarle unas palabras. Un bonito detalle por parte de la organización. Tras esta pausa era el turno de Korn. Los californianos repetían en el Main Stage pero, si el año pasado se centraron en su primer álbum, en esta ocasión fue un greatest hits en toda regla (‘Right Now’, ‘Here To Stay’, ‘Blind’...), algo que hizo que el concierto fuera mucho más animado. La verdad es que su directo ahora mismo está a un gran nivel, 134

pero no quisimos dejar escapar a Dark Funeral en el Temple. Heljarmadr puede que sea corto de estatura, pero logra transmitir un espíritu diabólico en sus interpretaciones de ‘Nail Them To The Cross’, ‘My Funeral’ o ‘Where Shadows Forever Reign’. Los suecos no decepcionaron. DOMINGO 19 Iniciábamos la última jornada en el Valley de la mano de King Dude. La sobriedad y clase de su folk oscuro con dejes de Nick Cave y Johnny Cash fue ideal para empezar con buen pie. En el Temple, los alemanes The Vision Bleak descargaron su rock gótico bastante básico, pero que gracias al buen hacer de su vocalista Tobias Schönemann resultó de lo más entretenido en temas como ‘The Night Of The Living Dead’ o ‘Carpathia’. De regreso al Valley, Unsane nos trasladaron al Nueva York subterráneo con el hardcore asfixiante

PRIMORDIAL

de ‘Killing Time’, ‘Committed’ o ‘Alleged’. Chris Spencer y sus dos compañeros se vaciaron para estar a la altura de su reputación. Gojira fueron recibidos en el Main Stage como verdaderos héroes. Se daba la circunstancia de que además era el cumpleaños del batería Mario Duplantier, y después de ‘Backbone’ el público le cantó un ‘happy birthday’, al que correspondió con un gran solo. La verdad es que toquen donde toquen los franceses siempre rozan la perfección y, desde la inicial ‘Toxic Garbage Island’ a la final ‘Vacuity’, constataron su solidez. Con ese gran sabor de boca nos metimos en el Temple para ser testigos de una de las mejores actuaciones de todo el festival. Los noruegos Taake nos apabullaron con su black metal a piñón repleto de riffs rockeros, como los de ‘Du Ville Ville Vestland’ o ‘Fra Vadested Til Waandesmed’, que les dan un gran dinamismo. Era difícil apartar la mirada de Hoest, el único miembro oficial del


FU MANCHU

grupo, porque el vocalista vive cada canción al límite. Sensacionales. En el Valley nos esperaban Rival Sons, cuya presencia se explicaba porque han sido los teloneros de toda la gira de Black Sabbath. La reputación de su gran directo les precedía, pero la verdad es que a pesar de la gran voz de Jay Buchanan y de que suenan impecables, a su classic rock le falta chispa. En ese mismo escenario actuarían después Jane’s Addiction, otro de los momentos álgidos de esta edición. Perry Farrell no es el que era vocalmente, pero el espectáculo de aires burlesque que han creado, con bailarinas que acaban colgadas por ganchos de sus espaldas, lo compensa de sobras. ¡Y qué maravilla escuchar ‘No One’s Leaving’, ‘Mountain Song’ o ‘Three Days’ de nuevo en directo! Dave Navarro sigue siendo un guitarrista brillante, aunque su pinta de musculitos da un poco de rabia. El final con ‘Jane Says’ con Stephen Perkins dándole a las timbalas

caribeñas fue toda una fiesta. Por su parte, Ghost en el Main Stage 2 se reafirmaron en su condición de banda grande salpicando su actuación con fuegos y explosiones, o con la presencia de una veintena de ‘monjas’ que repartieron la eucaristía. Aunque la gran sorpresa llegó al final, cuando un coro de niños apareció en escena para el cántico de ‘Monstrance Clock’. Como pega diríamos que al bolo le faltó un poco más de ritmo, ya que prácticamente no empalmaron dos temas seguidos por la verborrea de Papa Emeritus y echamos en falta temas más antiguos, pero por lo demás las melodías de ‘He Is’ o ‘Absolution’ siguen encandilando. Y por fin llegaba el momento de despedir a Black Sabbath. Extrañamente, en comparación con Rammstein, se notaba muchísima menos gente. Sería porque era domingo o porque, al contrario que aquí, su última gira ya pasó por

Francia, pero la verdad es que sorprendió tanta diferencia. Si su leyenda está fuera de duda, como siempre el éxito o el fracaso del concierto iba a depender del estado de voz de Ozzy. Por suerte, después de los dos primeros temas, ‘Black Sabbath’ y ‘Fairies Wear Boots’, respiramos tranquilos porque estaba a un nivel más que decente y parecía más centrado en cantar bien que en ahogarse corriendo de un lado a otro. Por su parte, Tony Iommi, quien recientemente ha anunciado que ha ganado su batalla contra el cáncer, estuvo soberbio y se marcó un solazo magistral en ‘Dirty Women’, y Geezer Butler cementó con su bajo ‘Into The Void’ o ‘Behind The Wall Of Sleep’ como sólo él puede. Y, de acuerdo, Tommy Clucfetos no es Bill Ward, pero hace un buen papel. No fue un concierto histórico ni mucho menos, y se echó en falta más calor por parte del público, pero probablemente esto sea lo mejor que puedan dar ahora mismo. Cuando terminaron con la eterna ‘Paranoid’, nos quedamos tristes pensando que era la última vez que les veíamos, pero felices al fin y al cabo. ¡Hasta siempre, Black Sabbath! Para consolarnos vimos a un recuperado King Diamond con su grotesco show, quien acertadamente rescató ‘Melissa’ y ‘Come To The Sabbath’ de Mercyful Fate además de cascarse su disco Abigail entero. Antes de que terminara, nos escapamos a ver un poco de Deicide en su única actuación en Europa. La voz de ultratumba del intimidante Glen Benton junto a la brutalidad sonora de su banda nos dejaron temas como ‘Blame It On God’ y ‘Sacrificial Suicide’, además de un pitido en los oídos a modo de recuerdo de otra gran edición del Hellfest. 135


BARNA’N’ROLL 9 DE JULIO DE 2017 POBLE ESPANYOL, BARCELONA TEXTO: RICARDO GÓMEZ FOTOS: NADIA NATARIO

120

BAD RELIGION


S.A.

L

a oferta musical de Barcelona sigue creciendo, y vista la buena respuesta que obtuvo la primera edición del Barna’N’Roll, rozando el sold out, parece que este nuevo festival con el punk rock como eje vertebrador tiene un gran futuro por delante. Pocos recintos hay mejores en la ciudad para disfrutar de un concierto en verano que la plaza del Poble Espanyol, y aunque el sonido pudo ser mejorable, fue un gusto poder ver a las ocho bandas del cartel en ese entorno. Bajo un sol de justicia, The Antipatiks fueron los encargados de dar el pistoletazo de salida ante unos pocos valientes dispuestos a desafiar el tremendo calor, aunque a medida que fue avanzando su actuación el público aumentó considerablemente. La banda de Terrassa hizo honor al título de su último single, ‘Només El Punk Rock Em Fa Feliç’, y nos hizo felices con su desparpajo y sus veloces canciones. Otra banda que canta en catalán, Crim, demostró por qué su nombre está cada vez más en boca de todos los seguidores de la escena. Compactos como una roca y con canciones como ‘Desperta’ o ‘Castells De Sorra’, que son verdaderos himnos, los de Tarragona siguen una imparable curva ascendente. Los californianos The Adolescents hace mucho tiempo que dejaron de ser unos

chavales, pero temas como ‘Amoeba’, ‘L.A. Girl’ o ‘I Hate Children’ siguen conservando la esencia de la eterna juventud. Incluso los de su último álbum Manifest Density mantienen alto el listón. Soziedad Alkoholika jugaron la ventaja de tener la plaza prácticamente llena y de ser la banda musicalmente más dura del cartel, y lo aprovecharon para ofrecer una actuación impecable a base de contundentes riffs y consignas ácidas. ‘Cadenas De Odio’, ‘Niebla De Guerra’, ‘S.H.A.K.T.A.L.E.’ o la final ‘Nos Vimos En Berlín’ cayeron como una auténtica tormenta. A cualquier otra banda en una onda similar le hubieran temblado las piernas después de semejante demostración de poder, pero por suerte The Toy Dolls se mueven en parámetros totalmente distintos. Lo suyo es la fiesta y el cachondeo y de inmediato lograron contagiar al público con su espíritu lúdico. El trío inglés parecía especialmente motivado y con sus coreografías y temas divertidos como ‘Tommy Goober’, ‘The Amazing Mr. Duncan’ y la inevitable ‘Nellie The Elephant’ se metieron a todo el mundo en el bolsillo. Fue una pena que las primeras canciones de Bad Religion apenas pudieran escucharse, pero a la que se resolvieron los problemas técnicos, los popes del punk californiano desplegaron todo su potencial con más

THE TOY DOLLS

de una treintena de canciones en una maratón a velocidad de carrera de 100 metros. Su mítico No Control obtuvo un inesperado, pero muy bienvenido, protagonismo, pero no faltaron piezas tan emblemáticas como ‘21st Century Boy’, ‘American Jesus’ o ‘Punk Rock Song’. A destacar el notable trabajo efectuado por su nuevo batería Jaime Miller y un Greg Graffin que sigue sonando convincente cuando canta su material más antiguo. Si las fuerzas flojeaban no se notó en absoluto durante la actuación de Talco. Los italianos se han convertido en unos habituales de nuestros escenarios y con su ska mestizo heredero de Mano Negra hicieron bailar hasta a los muertos. Su versión de Raffaela Carrà, ‘Hay Que Venir Al Sur’, fue recibida como si fuera un gran clásico del punk, señal inequívoca de que las barras habían hecho su agosto. Pocas bandas podrían haber mantenido la fiesta en auge, pero afortunadamente Bad Manners eran los encargados de cerrar el Barna’N’Roll entrados ya en la madrugada. Estos veteranos británicos nos acabaron de desgastar las suelas de los zapatos con su ska y rocksteady propulsados por unos magníficos vientos y el carisma del enorme Buster Bloodvessel. El ‘Skinhead Love Affair’ entre ellos y sus fans no parece tener fin. 137


BILBAO BBK LIVE 7, 8 Y 9 DE JULIO DE 2016 KOBETAMENDI, BILBAO

TEXTO: IGNASI TRAPERO FOTOS: LTI (ÓSCAR TEJEDA, JAVIER ROSA, LIBERTO PEIRO)

120

ARCADE FIRE


HINDS

R

esulta fácil cogerle cariño al BBK, y cada año que nos acercamos a Kobetamendi sólo sirve para reforzar ese sentimiento. Un festival con un cartel de primera, con unas dimensiones humanas, en un entorno natural fantástico, y que además te permite disfrutar de conciertos desde la cama de tu apartamento, o de los pinchos y la amabilidad local en la Plaza Nueva. En su undécima edición, el festival bilbaíno ha superado los 100.000 espectadores acumulados en tres días, y a la siempre correctísima organización habría que pedirle como mejoras prioritarias el número y limpieza de los baños (eterno talón de Aquiles festivalero), la comodidad y servicios para sus campistas, y más cercanía en el acceso a las duras rampas de Kobetamendi.

JUEVES 7 Los locales Begiz Begi eran los

encargados de abrir los conciertos del festival en una jornada inaugural heterogénea: el pop de radiofórmula de Years & Years despertaba pasiones adolescentes, Chvrches desplegaban los encantos de su pop electrónico de aire ochentero mientras la cantante y frontwoman de los escoceses, Lauren Mayberry, se lamentaba por el Brexit. M83 empezaron con retraso (no fueron los únicos), cosa que aprovechamos para seguir nuestro trayecto teenager festivalero con las madrileñas Hinds, que continúan su intento de conseguir aquí el éxito que tienen fuera. Volvimos a tiempo de pillar ‘Midnight City’ antes de echarle una mirada a la historia del pop ochentero con los históricos New Order. Bernard Summer y compañía combinaron temas de su nuevo álbum con clasicazos como ‘Bizarre Love Triangle’, ‘Blue Monday’ o hasta el

NEW ORDER

guiño a Joy Division con un ‘Love Will Tear Us Apart’ que cerró el bolo. Y llegó El Show del festival: dos días antes habían hecho un ensayo general en sala pequeña en Barcelona, pero Arcade Fire llevaban dos años sin tocar. Y como si hubiera sido la noche anterior, los canadienses derrocharon energía, intensidad, compenetración y, claro, toda su épica en un magnífico concierto donde lo tocaron prácticamente todo. Restando protagonismo a ese discutible Reflektor y dándoselo al arsenal de joyas de Funeral, Neon Bible y The Suburbs, era fácil provocar el éxtasis del público, que saltó, cantó y coreó ‘Ready To Start’, ‘Rebellion’, ‘No Cars Go’, ‘Tunnels’, ‘Power Out’ o la final ‘Wake Up’. Un clímax con una veintena de personas en el escenario, entre ellos y sus réplicas cabezudas, confeti, un Will Butler enloquecido rebentando un bombo a golpes contra 139


TAME IMPALA

el suelo, un Will sudoroso, o la siempre encantadora Régine participando del intercambio constante de instrumentos. Para mí, triunfadores indiscutibles de este BBK 2016. Todavía tuvimos tiempo de bailar bajo la lluvia con los siempre efectivos Hot Chip, o de resguardarnos en la carpa con los siempre contundentes Blood Red Shoes o los DJ’s posteriores. El encantador espacio Basoa, por cierto, hizo las delicias de los amantes de la electrónica (entre los que no me encuentro...). VIERNES 8 Tras la maratón del día anterior, empezamos suavecito la segunda TERROR 140

jornada con la delicada propuesta folk de José González, que degustamos de lujo desde el césped en la falda de Kobetamendi. Ocean Colour Scene empezaron muy fuertes su repaso a Moseley Shoals, con el ‘Day Tripper’ de los Beatles y los dos grandes hits del bigenario disco: ‘The Riverboat Song’ y ‘The Day We Caught The Train’. Belako congregaron a un montón de peña en el escenario de la entrada, y eso restó gente a unos Love Of Lesbian algo repetitivos si ya les has visto unas cuantas veces, pero que no dejan de provocar emociones fuertes entre su público más fiel (Santi Balmes, que se cascó un discurso en euskera, llevaba

una camiseta de los Doors días después del 45 aniversario de la muerte de Jim Morrison, mientras Juli lucía orgulloso su chapita de Indie Lovers...). El karaoke de Grimes provocó excitaciones colectivas a pesar de tenerlo casi todo pregrabado, así que optamos por coger sitio para la colección de grandes éxitos de los Pixies: el show de Black Francis y compañía es una exhibición brutal de repertorio (30 canciones, a cada cuál más clásica, con algún pequeño guiño a su próximo disco que saldrá en septiembre), pero con la frialdad emocional a la que ya nos tienen acostumbrados los tres supervivientes de la banda de Boston


PIXIES

(la sustituta de la insustituible Kim Deal, Paz Lenchantín, fue casi la única que pareció disfrutar del bolo). Pero vaya, volver a escuchar ‘Bone Machine’, ‘Isladencanta’, ‘Hey’, ‘Where Is My Mind?’, ‘Debaser’, ‘Here Comes Your Man’ o, atención, la instrumental ‘Velvety’ (¡Que no tocaban desde hacía 24 años!) siempre es un gustazo y un reto para tu nostalgia. SÁBADO 9 El tercer día fue el más multitudinario, y servidor tenía diversas citas pendientes: empezando por la australiana Courtney Barnett, a la que me había perdido en el Primavera y que encendió el escenario principal con su rock de corte clásico y su look a lo Chrissie Hynde zurda. Father John Misty dio otro de los conciertos del festival por sus notables

composiciones, pero además, por su teatral interpretación. Erigido como un Nick Cave barbudo, se retorció para exagerar sus lamentos acústicos y puso su barba a remojar entre el público, lanzándose (o cayendo...) al foso una y otra vez, o hasta robándole el móvil a un chico que le grababa en primer fila para hacerse un autovídeo cantando en primer plano (se lo devolvió luego...). Tame Impala rebentaron el escenario principal en un show que empezó de día y acabó de noche, y que dejó un sabor agridulce: magnífico desde el punto de vista visual, con un sonido mucho mejor que en el Primavera (cosa no muy difícil), pero con una actitud algo fría que restó poder a canciones tan impepinables como ‘Let It Happen’, ‘Elephant’, ‘The Less I Know The Better’ o ‘Feels Like We Only Go Backwards’.

Editors volvieron a convencer como semanas atrás en el Mad Cool, justo antes de otro de los shows del BBK 2016, y es que Foals derrocharon energía, potencia y ese cambio de registros que tiene su repertorio, desde la aridez guitarrera de ‘Snake Oil’, la efectividad pop de ‘My Number’ o ‘Mountain At My Gates’, la velocidad bailable de ‘Red Socks Pugie’ o ‘Balloons’, la fuerza y rabia de ‘What Went Down’... Fue un conciertazo con todas sus caras que hizo botar hasta a las arañas del cámping. El remate final de otra fantástica edición del BBK lo pusimos con los gallegos Triángulo De Amor Bizarro y su látigo de melodías violentas, culminado con ese triunvirato que provocó pogos y éxtasis final: ‘Baila Sumeria’ + ‘Estrellas Místicas’ + ‘De La Monarquía A La Criptocracia’. Superad eso, chavales...

141


ROCK FEST BARCELONA 15, 16 Y 17 DE JULIO DE 2015 PARC DE CAN ZAM, SANTA COLOMA DE GRAMENET TEXTO: ANDRÉS MARTÍNEZ FOTOS: NADIA NATARIO

AMON AMARTH


IRON MAIDEN

P

oco a poco se va afianzando como una cita ineludible para todo fan del metal. Quizás haya algunos contratiempos con la infraestructura del lugar (que haya pocas zonas de sombra hace que te abrases durante las primeras horas y llegar hasta allí en vehículo propio es un infierno), pero como festival es cojonudo. Conciertos que no se solapan, comodidad para moverte por el recinto y un sonido que, salvo en contadas ocasiones, raya el sobresaliente. Quizás al cartel le falte algo más de riesgo. Me gustaría ver allí propuestas jóvenes más interesantes como Grand Magus o Enforcer y nombres gordos menos vistos por estas tierras, pero eso sería rizar el rizo. Trabajando de manera coherente han conseguido una atractiva lista apta para todos los gustos, y eso es de agradecer. Bajo un calor asfixiante comenzaría el aquelarre a primera hora de la tarde.

VIERNES 15 Imposible llegar para Orphaned Land, así que fue para los últimos compases de Grave Digger que empezó nuestra toma de contacto con el Rock Fest 2016. Confieso que nunca he sido un gran fan de los teutones, pero los cabrones son unos supervivientes que hay que respetar. Me hizo especial ilusión poder disfrutar de algunos himnos que tenía olvidados como ‘Heavy Metal Breakdown’ o ‘Excalibur’, y comencé a prepararme mentalmente para lo que sería mi particular primer plato fuerte de la jornada: Coroner. Antes Moonspell y Dragonforce deberían luchar con el calor y lo hicieron como jabatos, sobre todo los primeros, que casi basaron su show en sus dos primeros discos. Los británicos también volaron a gran altura. Sonaron poderosos y extremadamente contundentes, y que me maten si temas como ‘Cry Thunder’ o ‘Through The Fire And Flames’ no son pequeños himnos

de heavy metal contemporáneo. Como decíamos antes, a Coroner les teníamos ganas. Los suizos fueron una de las bandas más retorcidas, extrañas e interesantes del thrash de finales de los 80 y no, no estuve en aquel cochambroso concierto que ofrecieron en una localidad costera catalana hace más de veinte años. Que basaran su setlist en cosas más recientes quizás restó algo de fuerza a su aparición, pero nadie podrá negar que se mostraron tremendamente efectivos. Acabar el concierto con pepinazos como ‘Mascked Jackal’ o ‘Grin (Nails Hurt)’ les congració con los que esperaban más tonadas del pasado y ya se estaban empezando a quejar. Lo que todavía no me explico es qué hacía con ellos ese teclista tan chocante como innecesario. Los fans del hard rock melódico tenían en Tyketto otra razón para estar allí bien pronto. Su álbum de debut Don´t Come Easy es una de esas 143


ANTHRAX

joyas de culto veneradas por muchos de nosotros y que basaran su repertorio en tan tremenda perla nos auguraba una tarde de fiesta. Por supuesto, ellos no fallaron, Danny Vaughn sigue siendo un frontman tremendo y un estupendo cantante, pero el sonido (seguramente el peor de todo el festival) no acompañó y un enmarañado sonido de guitarras y la ausencia de bajo empañó un tanto su actuación. De todas maneras, con gemas como ‘Sail Away’, ‘Strip Me Down’ o ‘Forever Young’ es imposible no salir por la puerta grande. Un sueño cumplido. Entre tanto seguidor de heavy metal clásico el metalcore de nuevo milenio de Heaven Shall Burn no fue demasiado bien recibido. Por primera y única vez en toda la celebración se escucharon algunos pitos de desaprobación, a lo que la banda contestó de la mejor manera: poniéndole toneladas de cojones al asunto. Supongo que el hecho de que 144

en el otro escenario estuvieran a punto de salir Mägo De Oz y de que el grueso de sus fans estuvieran por allí tampoco les ayudó. Ante la salida de estos últimos la gente de RockZone decidimos ir a cenar. Llegamos justo para una nueva exhibición de Mille Petrozza y sus huestes. Kreator nunca defraudan, ya sea atacando clásicos contemporáneos como ‘Violent Revolution’ o ‘Enemy Of God’ o viejas bombas como ‘Pleasure To Kill’ o ‘Terrible Certainty’. Siempre suenan aplastantes, y juro que vi un tipo con camiseta de… Gabinete Caligari descoyuntarse las vertebras con ellos. La fauna que pulula por los festivales nunca dejará de sorprenderme. Con el show de Michael Schenker hubo una cara y una cruz. La cara por supuesto fue él mismo. Su elegancia, su dulzura, su exquisitez, su fuerza para tocar su característica Flying V no tiene rival. El rubio alemán está en plena forma y su

THIN LIZZY

banda le acompaña si exceptuamos a Gary Barden, la cruz del concierto. Sin apenas voz y muy lejos de aquel carisma que lo hizo imbatible en los 80 era complicado disfrutar de temas tan valiosos en nuestra memoria como ‘Attack Of The Mad Axeman’, ‘On And On’ o ‘Cry For The Nations’. Quizás Schenker se deba plantear que no siempre es acertado tener a un miembro mítico a tu lado si no da el mínimo exigible. Por el contrario, disfrutar de los solos y melodías de ‘Into The Arena’ o, sorpresa, ‘Coast To Coast’, fue todo un placer. A Blind Guardian los vimos a lo lejos mientras bebíamos algo y esperábamos a King Diamond. Triunfaron sin discusión y su himno ‘Valhalla’ fue coreado hasta en el bar del fondo cuando salió por las pantallas de video allí instaladas. El puto King Diamond haciendo Abigail. ¿Se puede acabar mejor el primer día de festival? Hubo quien se rió de la puesta en


KING DIAMOND

escena de tan tremenda joya. A mí me pareció impecable. Sobria pero deslumbrante, tremendamente kitsch e inocente, pero muy divertida. Puro shock rock, imaginería terrorífica de serie B acompañada de una banda sonora impoluta, de unas canciones inmortales. Que el gran Rey Diamante intercalara dos tesoros de Mercyful Fate (‘Melissa’ y ‘Come To The Sabbath’) fue todo un acierto, y que además nos regalara como bonus bombazos como ‘Halloween’ o ‘Sleepless Night’ fue toda una sorpresa porque, en principio, estábamos allí para disfrutar de la historia contada en Abigail, y cumplieron de sobras. Me fui a casa pensando que no hay dueto guitarrero en el metal más efectivo que el formado por Andy LaRocque y Michael Wead. La colección de riffs, solos y armonías fue apabullante. Secundaban al jefe de manera increíble mientras éste nos demostraba que contrariamente a lo que

se podía haber leído en internet, conservaba su voz en plena forma. ‘A Mansion In Darkness’, ‘The Possession’, ‘Omens’… todas sonaban inmensas mientras dos cruces invertidas iluminaban el escenario y nosotros recordábamos el porqué King Diamond le dio una buena sacudida a la escena metálica en aquellos lejanos 80. Genio y figura, uno de los grandes triunfadores de esta edición. SÁBADO 16 El día anterior fue tan agotador que decidimos tomarnos el sábado con más tranquilidad. A pesar de la presencia de La Doncella era el día, a priori, más relajado en cuanto a nombres de importancia, y abrimos fuego con Armored Saint, uno de esos grupos que había que ver sí o sí. Se hablaba de que Leize y Battle Beast habían estado muy bien unas horas antes, pero la demostración de clase y poderío

demostrada por los californianos no nos dejaron arrepentirnos de haber llegado tarde al festival. Qué pedazo de banda, amigos. Siguen sonando frescos como antaño y esa década que John Bush dedicó a cantar en Anthrax seguramente le dio parte de las tablas y la presencia que el vocalista exhibe en la actualidad. ‘Reign Of Fire’, ‘Tribal Dance’ o ‘March Of The Saint’ sonaron apoteósicas, y entre nosotros mismos nos preguntábamos cómo cojones es posible que esta banda no haya llegado más lejos. Descomunales. Unisonic fueron los siguientes y, como era de esperar, lo petaron. Conservan legiones de viejos fans que ven en ellos una nueva versión de Helloween y que han hecho de temas como ‘Starrider’ o ‘King For A Day’ nuevos himnos que vociferar en sus conciertos. Michael Kiske, a pesar de los kilos de más, sigue cantando muy bien, y Kai Hansen le tiene tomada la medida a un estilo que domina a las mil maravillas. De todas formas, cuando consiguieron levantar al público de verdad fue cuando atacaron ‘I Want Out’, un incunable que cantamos todos. Todavía caía un sol de justicia sobre Can Zam cuando salieron Overkill. A Bobby Ellsworth eso le importó un pimiento, desgañitándose desde el primer momento al borde del escenario. Abrieron con ‘Armorist’ para ir soltando todo su arsenal thráshico casi sin respiro. Derek Tailer, su guitarrista, escupía riff tras riff ante la sonrisa perpetua del mítico D.D. Verni, que sigue maltratando su bajo de una manera casi inhumana. Ser vapuleado una vez más por barbaridades como ‘Feel The Fire’, ‘Rotten To The Core’ o ‘Coma’, o esa infecciosa versión de Subhumans titulada explícitamente ‘Fuck You’, fue todo un placer, aunque nos quemásemos vivos. Lo de Barón Rojo fue triste, y no me entendáis mal. Amaré 145


SLAYER

este grupo hasta el fin de mis días, pero era inevitable sentir un poso de amargura y tristeza cuando observas por enésima vez que actualmente su directo deja mucho que desear. No es sólo que Carlos vocalmente se muestre vacío, es algo mucho más preocupante. Suenan cansados y previsibles, y cuando su monumental repertorio no logra elevarse es que algo está pasando. ‘Resistiré’, ‘Los Rockeros Van Al Infierno’ o ‘Cuerdas De Acero’, por nombrar algunos de los clásicos que interpretaron, sonaron con una alarmante falta de fuerza, y ni siquiera el inmenso talento de Armando logró remontar un recital flojo y poco inspirado. Siento escribir esto, pero es lo que sentí. Iron Maiden por el contrario siguen tan brillantes como siempre. Presentaban The Book Of Souls, lo que significaba que tocarían unos cuantos temas nuevos, algo que a cierto sector de fans molesta pero que a mí en cambio me encanta. Disfruté enormemente con ‘Childen Of The 146

Dammned’, me emocioné con ‘Fear Of The Dark’ y canté como un loco con ‘Wasted Years’, pero igualmente se me puso el corazón a cien con ‘Speed Of Light’, ‘The Red And The Black’ o ‘Death Or Glory’. Si todavía disfrutas de lo nuevo que te ofrecen se ha de reconocer la valía de un disco como The Book Of Souls, y es encomiable que la banda siga defendiendo su material más reciente y que no se convierta en un dinosaurio que arrastra sus viejas canciones una y otra vez. De acuerdo, ‘Hallowed Be Thy Name’ seguramente fue uno de los momentazos del festival, pero ‘Tears Of A Clown’ también sonó a gloria. Dickinson lo hizo fenomenal, demostrando estar totalmente recuperado de su problema de salud, y Harris… bueno, él es el puto amo que dirige el monstruo con mano experta. El mástil de su bajo nos señala el camino correcto a seguir y, ciertamente, el tipo parece ser inmortal. Loudness fueron uno de los grandes triunfadores de la pasada edición y esta vez volvieron a

salirse. Quizás el elemento sorpresa del año pasado ya había desaparecido, pero reto a cualquiera a que no alucine con la asombrosa técnica de Akira Takasaki. Junto con Schenker, el mejor seis cuerdas de todo el festival. Empezaron fuertes, muy fuertes con ‘Crazy Night’ y ‘Heavy Chains’, dos hostias bien dadas para que quizás pensásemos que iban a tirar por el camino fácil de los clásicos. Nada de eso, nos estamparon algunas joyitas que sus fans conocemos bien: ‘The Sun Will Rise Again’, ‘The Power Of Truth’, ‘The Law Of Devil’s Land’… material más ‘reciente’ que intercalaban con zambombazos como ‘Let It Go’ o esa seminal ‘Crazy Doctor’, y todas sonaban gloriosas. Hemos de destacar a Minoru Nihara, pues su voz sigue sonando portentosa con ese timbre tan original y su extraña forma de vocalizar, pero ahí la auténtica estrella es Takasaki, el hombre de los mil riffs, el guitarrista que le arrancó un elogio al mismísimo Ritchie Blackmore. Rata Blanca sorprendieron


a más de uno. Son caros de ver por estas tierras y se lo tomaron como un reto personal, ofreciendo un show impoluto. Que Walter Giardino era un gran guitarrista lo sabíamos, pero sinceramente, no pensábamos que tanto. Ofrecieron un gran repaso a su larga y exitosa carrera y son muchos los que piensan que la interpretación de ‘Mujer Amante’ fue uno de los puntos álgidos de todo el Rock Fest. Hay integrantes en el equipo de RockZone que estarían muy de acuerdo con esta afirmación. Doro Pesch, la reina del metal, cerraba la segunda jornada. Más guapa que nunca, con una banda más que solvente y un repertorio preñado de temas de Warlock le bastaron para llevarse a todos los metalheads al huerto. Si has vivido los 80 y te suenan una detrás de otra ‘Fight For Rock’, ‘Fur Immer’, ‘Metal Racer’, ‘Earthshaker Rock’, ‘Burning The Witches’ o la ultra coreada ‘All We Are’, es imposible no disfrutar. La chica es lista y sabía muy bien lo que hacía. DOMINGO 17 El cansancio comenzaba a hacer su aparición. Irte bien entrada la madrugada y volver al mediodía era duro. Había que sacrificar cosas y optamos por llegar para rendir pleitesía a Candlemass. Una lástima porque me interesaba ver a los suecos Eclipse y el blues rock de The Answer también era de mi agrado, pero esa jornada iba a ser muy larga y había que dosificar fuerzas. Sin el gran Leif Edling Candlemass pierden mucha presencia, pero hay que reconocer la gran labor llevada a cabo por su cantante Mats Levén, que es el que ahora mismo lleva todo el peso del show. No se andaron por las ramas y fueron a la yugular con sus temas más queridos. ‘At The Gallows End’, ‘Crystal Ball’, ‘Mirror, Mirror’, ‘Solitude’… al igual que el thrash, el

TWISTED SISTER

hard rock o el heavy metal, el doom también atronó con fuerza en el festival. Era el turno para que el death también tuviera su cuota de protagonismo. El bolo de Ciclonautas fue aprovechado para reponer fuerzas; había que prepararse para Obituary y alguien debía ser sacrificado. La banda de los hermanos Tardy pasó por allí como un puto panzer por un campo de batalla. Después de la introducción con

WOVENHAND TOUCHÉ AMORÉ

‘Redneck Stomp’ salieron en trompa con ‘Centuries Of Lies’. Bestias pardas, os lo aseguro. Suenan más poderosos que el martillo de Thor y las patadas sónicas se sucedían una tras otra casi sin cuartel. Se nota que son de Florida, los cabrones... por momentos parecía que el sofocante calor les daba más alas mientras soltaban lastre. ‘Intoxicated’, ‘Till Death’, ‘Dying’, ‘Turned Inside Out’ o la celebrada ‘Slowly We Rot’, con la que 147


WHITESNAKE

se despidieron, fueron algunos de los momentos más extremos del festival. Faltaban sus majestades Slayer, pero iba a ser difícil que alguien les hiciera sombra. Impellittery había arrastrado hasta allí un gran número de fans. Normal, con lo poco que se prodiga en directo por estas tierras, la expectación creció para ver al guitar hero acompañado del vocalista Rob Rock, otro de esos personajes caros de ver. Lo cierto es que tampoco le veo tanto mérito, como le dije a un extasiado die hard fan que trataba de convencerme de la magnitud de esta visita. Hubiera preferido mil veces a TNT o los Angelwitch, que para colmo tocaron en el Primavera Sound. Anthrax pensaba sacrificarlos para chequear un poco las tiendas de discos y camisetas. En los últimos años los he visto tantas veces que no me apetecía enfrentarme otra vez a ellos, y además, todavía tenía el concierto de Obituary en la cabeza. Mi error fue empezar a ver su show y, ya se sabe, si haces eso no hay vuelta 148

atrás. Acabé casi en las primeras filas desgañitándome con ‘Antisocial’, ‘Madhouse’ o la siempre brillante ‘Indians’. Están en plena forma, de eso no hay duda, y aunque se echó de menos a Charlie Benante, el resto cumplieron a la perfección, sobre todo Belladonna, que parece estar viviendo una segunda juventud. Amon Amarth también nos hicieron disfrutar de lo lindo. Los suecos, que deben ser la única banda capaz de meter un jodido drakkar en el escenario, sudaron mucho, bebieron cerveza en sus cuernos y volvieron a sudar a cántaros mientras abrían los infiernos con sus himnos de death vikingo. Abrieron fuego con ‘Pursuit Of Vikings’, seguramente una de sus canciones más conocidas, y su show no decayó ni un puto segundo. Alguien me dijo que habían venido a ocupar el puesto que Manowar dejaban vacante. Podría ser, pero estos son vikingos de verdad, y mucho más brutos. Sólo había que ver a su cantante Johan Hegg agarrado a la proa del

barco mientras le cantaba a los dioses de las tormentas durante ‘Twilight Of The Thunder God’. Tremendo de verdad. Thin Lizzy se presentaban casi como una banda tributo de súper lujo. Allí, además de Gorham y Warthon, estaban ni más ni menos que Tom Hamilton, bajista de Aerosmith, y Scott Travis, batería de Judas Priest. Completaban la formación el ya habitual Ricky Warwick y Damon Johnson, para mí el gran protagonista. Después de la gira de presentación del disco de Black Star Riders esto iba a ser diferente. Se celebraba el 40 aniversario de Jailbreak, la excusa perfecta para confeccionar un repertorio de ensueño y dejar fluir la nostalgia... y eso fue lo que ocurrió. Un torrente de emociones nos invadió cuando la banda comenzó a desgranar uno de los periodos más hermosos de la historia del hard rock. Tocadas con solvencia, maestría, respeto y emoción, comenzaron a caer ‘Rosalie’, ‘Are You Ready’, ‘Emerald’, ‘Jailbreak’, ‘Killer On


The Loose’, ‘The Boys Are Back In Town’ (con la imagen de Phil Lynott alumbrando las pantallas), ‘Cowboy Song’, ‘Don´t Believe A World’ o ‘Whiskey In The Jar’. Curiosamente el peso de Scott Gorham en el show es casi testimonial. Es un certero Damon Johnson (recordemos, guitarrista de Alice Cooper y ex miembro de aquellos ya olvidados Brother Cane) y un sorprendente Ricky Warwick los que se encargan de que aquello nos toque la fibra sensible. Los demás, grandes nombres que hacen funcionar la máquina, pero los protagonistas son esos dos tipos que casi logran arrancar una lágrima al que subscribe. A David Coverdale alguien debería decirle que su voz ya no está para cantar según qué canciones, que quizás tenga que dejar de lado su lado más heavy y reorientar su carrera hacia sus raíces más bluesies. Lo digo por su bien, es escucharlo forzar sus cuerdas vocales en ‘Still Of The Night’ y sufrir por él. Creo que en un momento u otro su voz va a decir basta y se va a romper. Que para recobrar el aliento tenga que encargarle a sus músicos solos de guitarra y batería tampoco ayuda a la continuidad del show y, sinceramente, ver en los últimos años a Whitesnake es un aburrimiento. Lo entiendo, el éxito le llegó con ‘Is This Love’ y no con ‘Long Way From Home’, y metalizar una joya como ‘Slow An’ Easy’ no le va a ayudar a ser enorme de nuevo en los States, pero ahí sigue, empeñado en esta dirección. Yo creo que, después de las últimas tres veces, ya he tenido bastante. Twisted Sister nos engañaron bien el año pasado. Nos dijeron que aquél sería su último show y que “ellos no eran Scorpions”. Bien, ahí estaban de nuevo, con el mismo Dee Snider imparable, bocazas y socarrón volviéndonos a hacernos cantar a pesar de que el cansancio

acumulado ya era muy difícil de sobrellevar. Las mismas bromas, casi el mismo discurso, el mismo repertorio… aquel vendaval del año pasado volvió a pasar por el Rock Fest y nos dejamos embaucar otra vez. Porque sí, porque es imposible quedarte impasible ante ‘I Wanna Rock’, no levantarte y desgañitarte con ‘We´re Not Gonna Take It’, no abrazarte a la novia con ‘The Price’ o no hacer el cafre con ‘The Kids Are Back’. Son muy grandes estos hijos de puta y merecen una respuesta acorde con la entrega que ellos dan sobre el escenario. Seguramente el año que viene, como los tres anteriores, repitan. Esto se acababa, amigos. El pensamiento de que el día siguiente era laborable nos fustigaba sin perdón, pero quedaban Slayer. Respeto máximo, había que aguantar un poco más. Sin Hanneman y con Gary Holt la banda no sólo sigue siendo solvente, es que continúa siendo una máquina de matar. El excelente single del nuevo álbum, ‘Repentless’, abrió fuego. Se les ve ensamblados y confiados de sus fuerzas, sonando como siempre, quizás menos

atropellados e incluso más compactos que nunca. Sin duda Holt ha sido el fichaje perfecto para suplir una ausencia tan sensible. El repertorio es tremendo: cae ‘Postmortem’, también ‘Disciple’, y cuando le llega el turno a ‘War Ensemble’ los cabrones lo habían vuelto a hacer. No recuerdo un solo concierto de estos diablos en que haya salido decepcionado. Son las tantas y veo a un tipo destrozándose el físico mientras suena ‘Mandatory Suicide’. Ese mismo chaval con camiseta de Venom hacía tan sólo unos minutos, justo antes del inicio del show, estaba literalmente desmayado a mi lado. Su nivel de euforia ya no decrecería, la música de Slayer tiene estas cosas. ‘Dead Skin Mask’, ‘South Of Heaven’, ‘Seasons In The Abyss’, ‘Raining Blood’ o ‘Black Magic’ nos adentraron cada vez más en la noche para acabar a toda pastilla con ‘Angel Of Death’. El Rock Fest 2016 había acabado y estábamos extenuados, pero felices. De vuelta a casa ya hacíamos cábalas de los posibles nombres de la siguiente edición. Veremos qué nos depara. 149


DE GIRA

BATTLES

16 DE SEPTIEMBRE AUDITORIO BOX SEVILLA, SEVILLA 17 DE SEPTIEMBRE TEATRÓ BARCELÓ (981 HERITAGE SON ESTRELLA GALICIA), MADRID

D

esde hace más de una década, el trío formado por Ian Williams (guitarra, teclados, voz, ex Don Caballero), Dave Konopka (guitarra, bajo, ex Lynx) y John Stainer (batería, ex Helmet) vienen demostrando que se puede hacer música de lo más compleja a la par que bailable. Y por si fuera poco cuentan con uno de los mejores directos del momento. Su último trabajo La Di Da Di (Warp Records) profundiza en la senda iniciada con Mirrored (2007) y Gloss Drop (2011), aunque centrándose exclusivamente en su faceta instrumental. Battles son una ventana abierta para intuir como puede sonar el rock en el futuro. Hablamos con su batería pocas semanas antes de que regresen a España. El pasado junio tocasteis en el Primavera Sound, y tengo que

150

decirte que disfruté mucho con vuestro show. Ahora volvéis a Madrid y Sevilla. ¿Os preparáis el concierto de manera distinta dependiendo de si es en una sala o en un festival? JOHN STANIER “Normalmente tocamos el mismo repertorio, todo depende del tiempo que tengamos programado. Nuestra música es increíblemente compleja y normalmente fluye mejor si sabemos el repertorio de antemano”. ¿Tienes alguna manía cuando estás de gira? “Lo que más nos disgusta son los vuelos cancelados, un público que no responda y el que la cerveza local sea mala”. Hubo un lapso de cuatro años entre vuestro disco anterior y La Di Da Di. ¿Es porque el proceso creativo se complicó

o simplemente vuestra vida personal se interpuso? “Creo que no llegó a cuatro años, sino un poca más de tres… En cualquier caso, lo que la gente no tiene en cuenta es la cantidad de conciertos que damos para presentar cada disco. Lleva su tiempo componer un nuevo álbum, luego tienes grabarlo, luego depende de cuándo el sello quiere editarlo, luego hay que preparar la gira… Todo esto es lo que hace que podamos tardar al menos tres años”. En este disco llama la atención que todos los temas son instrumentales, cuando en el anterior contasteis con gente como Gary Numan o Kazu Makino para cantar algunos temas. ¿Os llevó el propio material a dejar las voces fuera o hubo


AGENDA SEPTIEMBRE otros factores que intervinieron? “Cuando empezamos La Di Da Di no habíamos pensado nada respecto a si íbamos a contar con voces o no, así que decidimos que la música nos diera la respuesta”. El hecho que no haya letras, ¿supone un mayor desafío a la hora de expresar vuestras ideas o sentimientos? “La verdad es que las voces nunca han sido una parte fundamental en Battles. Históricamente siempre las hemos tratado como un elemento más o como una textura en nuestras canciones”. Aunque sois vistos como una banda muy experimental y cerebral, tanto en los títulos de las canciones, como en las portadas, como en los vídeos, se nota que tenéis sentido del humor. ¿Crees que ese lado de vuestra personalidad se pasa por alto? “Definitivamente si en algo estamos de acuerdo es que si vas hacer música que sea tan arriesgada, necesitas tener sentido del humor. No puedes tomarte a ti mismo demasiado en serio. La vida es demasiado corta como para no divertirse”.

ANGRA 29 BILBAO, 30 BARCELONA BARS AND MELODY 16 MADRID, 17 BARCELONA BORN OF OSIRIS 20 MADRID, 21 BARCELONA BRIAN JONESTOWN MASSACRE 26 BARCELONA, 8 MADRID CIVIL WAR 14 BARCELONA, 15 VALENCIA, 16 ZARAGOZA, 17 MADRID, 18 SEVILLA D.A.R.K. 27 MADRID DCODE (EAGLES OF DEATH METAL, JIMMY EAT WORLD…) 10 MADRID DESTRUCTION 25 BARCELONA, 27 SEVILLA, 30 MADRID DONOSTIA KUTXA KULTUR FESTIBALA (BLOC PARTY…) 2-3 DONOSTIA DYNAMITE 24 BARCELONA, 25 VALENCIA, 27 LLEIDA, 28 TARAZONA DE LA MANCHA, 29 CARTAGENA, 30 MADRID EAGLES OF DEATH METAL 9 BARCELONA, 10 MADRID FUZZVILLE (THE OH SEES, THE BOYS, GIUDA…) 9-10 BENIDORM GASTEIZ CALLING (PENNYWISE...) 3 VITORIA GIUDA 9 BENIDORM, 10 BERMEO, 11 BILBAO

Más allá de todas las influencias distintas y sonidos que incorporáis, algunas de vuestras canciones son muy pegadizas… “Gracias, es lo que intentamos”. Y la manera en la queos presentáis en directo es la de una banda de rock. ¿Intentáis redefinir lo que el rock debería ser en el siglo XXI? “Técnicamente somos una banda de rock. Todo lo que usamos en el escenario puedes comprarlo en la tienda de instrumentos de tu barrio. No hay diferencia entre Battles y Three Dog Night. ¡Somos lo mismo!”.

THE GREASY SLICKS 15 MADRID, 16 BARCELONA HECATE ENTHRONED 23 ZARAGOZA, 24 MADRID THE INTERRUPTERS 3 VITORIA, 4 BARCELONA THE IRON MAIDENS 9 MADRID, 10 VITORIA, 11 BARCELONA THE JAYHAWKS 22 BARCELONA, 23 MADRID, 24 BILBAO, 25 SANTIAGO DE COMPOSTELA, 26 AVILÉS MANILLA ROAD 6 MADRID, 7 JAEN, 8 MURCIA, 9 BARCELONA, 10 ZARAGOZA MATTHEW LOGAN 14 BARCELONA, 15 VALENCIA, 16 MADRID NIGHTWISH 10 MADRID

A veces se usa el término math rock para describiros. ¿Qué significa para ti? ¿Es terminar una canción como resolver una ecuación? “El término math rock es viejo y está muy gastado. Hay que enterrarlo. Me gusta muchísimo más el término ‘puzzle pop’”. (MARC LÓPEZ)

RED HOT CHILI PEPPERS 27-28 MADRID RUSSKAJA 15 BARCELONA, 16 MADRID, 17 MURCIA SONNY & THE SUNSETS 16 BARCELONA, 17 MADRID, 18 PAMPLONA, 19 ZARAGOZA TASTE OF ANARCHY (NASTY, AVERSIONS CROWN…) 29 BARCELONA, 30 VITORIA THE OH SEES 12 BARCELONA



Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.