Proposiciones nº 15

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Revista de los residentes del CAMF de Leganés, nº 15, verano 2013

Entrevistas CARMEN PÉREZ, LA ENFERMERA ENTRE TODOS LO CONSEGUIREMOS

Opinión QUERIDO AMIGO ÁNGEL

No ha muerto Felipe SOLO SE ARRUGAN LOS TRAJES

Reportajes

Taller de Cerámica en el Besteiro Estación–Museo de Chamberí/Andén 0 Los que nos dejaron Una noche en el albergue de Manos Solidarias

Cultura LA EXPOSICIÓN

CEIP de Trabenco UN LABERINTO DE ASCENSORES Y POCO MÁS LA VEDETTE

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QUERIDO AMIGO ÁNGEL:

Ángel Vázquez

La redacción C. Cobo González Manolo Benéitez Amparo Almonacid Ameba Maquetación Enrique Muñoz Colaboradores Sebastián Roldán Carmen Soria Peva Ángel Hernández Alicia Castillo Sánchez Belén Sánchez Ana Belén Velasco César Vidaurre Gabriel López Lara Fernando Castellano Pilar Pueblas Juan María Prats Conchi López AMFIVIL

¡Te estoy echando tanto de menos! En este tiempo que tú no estás me siento como una golondrina sin nido. Ya no tengo la ilusión ni el ánimo que tenía antes, ni la sonrisa. Siento los ojos como si los tuviera húmedos, me siento como melancólica desde que no estás a mi lado para contarme tus historias y escuchar mis penas. No pude despedirme de ti porque te fuiste de repente y no pude cogerte la mano fuertemente ni decirte “Tranquilo, que con el tiempo nos volveremos a encontrar allí donde estés”. Y no te preocupes, que yo te llevaré las patatas con sabor a jamón y todo lo que quieras, y tú me hablarás de Julio Verne y sus viajes al espacio o de Ken Follett y Los pilares de la Tierra, que era un tocho de libro que no sé cómo te lo podías leer. Como no sabía que eras narcoléptico pensaba que te quedabas dormido porque te aburrían mis palabras. Nunca te lo tuve en cuenta porque hasta te dormías en los partidos del Madrid (con lo forofo que tú eras del Madrid) y, sobre todo, porque estaba coladita por ti, y por eso me tragaba también las películas antiguas y los dibujos animados, por estar a tu lado, porque a mí las únicas películas que me gustan son las de médicos. Nunca he conocido a nadie tan culto como tú, ni tan bonachón. Todo te lo echabas a la espalda. Un fuerte abrazo de tu amiga Linda.

Avda. de Alemania, 14 28916 Leganés MADRID revistaproposiciones@gmail.com Proposiciones en formato digital: www.issuu.com/revistaproposiciones www.escribiradrede.blogspot.com Fotografía de la portada: Camas en el albergue de M.S.

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(In Memoriam: Hemos pasado un duro invierno y una más dura primavera, pues hemos despedido a muchos compañeros: Aquilino Martín Santos, Mariví Rodríguez Cobo, Miguel Baulúz Gimeno, Felipe Sanz de Galdácano Urzúa, Ángel Vázquez Blanco y Pilar Berrocal Fernández. Ángel Vázquez era colaborador de nuestra revista (escribió un artículo memorable sobre un compañero de mesa poeta) y por esta razón hemos ocupado este lugar de honor con su panegírico, escrito por la compañera Linda)


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Enfermería

CARMEN PÉREZ, LA CONOCÉIS TODOS

Cipriana Cobo Entrevistar a Carmen Pérez no ha sido por casualidad. Cuando decidimos en la Redacción de Proposiciones hacer un artículo sobre la Enfermería del centro, ya tenía el tema. Hablaría con Carmen, sabía que ella me atendería con el cariño que suele y el artículo estaría medio escrito. Carmen es de esas personas que me hubiera mún. Nos paseamos por esta zona del sur de Magustado conocer en otras circunstancias. Hubiera drid y, aunque era en la otra punta de donde yo vivía sido una suerte para mí ser su amiga sin más, sin entonces, nos gustó y decidimos quedarnos. Y fue ser su paciente. Como esto no ha sido posible, mi viviendo ya aquí cuando salieron las oposiciones, suerte fue que sea mi enfermera, como lo es para que mira que es casualidad. muchos de los residentes que necesitáis de sus aten- ¿Cuántos años llevas trabajando en este centro, en el ciones. CAMF? Cuando le propuse a Carmen que me tenía –Comencé el uno de noviembre de 1995. Llevo ya que contestar a unas pocas preguntas, todo fueron para 18 años aquí. Os conozco a todos, os he cuiproblemas: ¡una enfermera que no pone reparos a lo más atroz y se asusta ante una grabadora! Me costó convencerla, pero pesó más su cariño que sus reparos. ¿Cuál fue tu primer trabajo, una vez terminada la carrera? –En el Hospital Puerta de Hierro, en el antiguo, cuando estaba en la Colonia. Estuve allí casi seis años, y aprendí todo o mucho de lo que ahora sé. El hospital es fundamenCarmen en el desempeño de su trabajo. tal para una enfermera. Lo cierto es que también es agotador. dado a todos y me gusta, no me he cansado. Me ¿Dejaste el Hospital por eso, por cansancio? gustaría jubilarme aquí. –Para nada. En los años ochenta, cuando yo termi- ¿Estudiaste Enfermería en Madrid? né la carrera, no sobraba el trabajo de enfermería. –Para nada. Yo soy leonesa de nacimiento, de La Me presenté a las primeras oposiciones que pude Bañeza, y he dado muchas vueltas. Mi padre se fue preparar para tener algo más seguro que los con- a trabajar a Euskadi y allí nos instalamos la familia, tratos temporales. Y cuando aprobé, al tener que en Zarautz. Yo estudié toda la carrera en San Sebaselegir destino, descubrí que podía escoger este, el tián, pero allí hay muchas escuelas de Enfermería CAMF, a la puerta de mi casa, fue la lotería para y pocos hospitales, con lo que apenas tenía posimí. Antes de esto, yo vivía en un piso compartido. bilidades de encontrar trabajo. Fue cuando a una Cuando conocí al que luego sería mi marido, nos compañera que tenía familia en Madrid se le ocuplanteamos buscar una casa para hacer vida en co- rrió venirse y nos animamos las dos, porque aquí sí 3


que había mucha demanda de enfermeras. Éramos jóvenes y la vida es más fácil. Los de la sanidad, la marea blanca, este año habéis estado movilizados como nunca. ¿Tú estás de acuerdo con la privatización de la Sanidad Pública? –Lo veo muy mal. La gente, los trabajadores estamos protestando mucho contra estas medidas de vender la Sanidad Pública a particulares. Pero en el Gobierno no dan marcha atrás. Todo lo justifican diciendo que el problema es económico, que no hay dinero. Y no se les ocurre más que recortar las partidas destinadas a los más débiles. No sé qué va a pasar con los enfermos crónicos, con los parados, con los jubilados, que después de haber estado toda la vida cotizando les dicen ahora que tienen que pagar medicamentos, consultas, etc. No lo veo justo y me parece fatal. Hemos retrocedido los 18 años que yo llevo aquí, más otros 20. Y cuando te enteras de que los alemanes o ingleses vienen a operarse gratis a nuestra Sanidad Pública, si esto es cierto, entonces peor que peor. ¿Y si tú te quedaras sin trabajo hoy, ojalá que no te toque nunca jamás, te irías al extranjero como tantos jóvenes lo hacen? –Sí, sí, lo haría. Si no me lo he planteado es porque tengo dos hijos y los cambios se hacen difíciles, aunque los niños terminan adaptándose mejor que los mayores, y porque mi marido también trabaja. Si me quedase sin trabajo, no lo duraría ni un momento, en esta vida hay que lanzarse a experimentar nuevas cosas. Y hablando de todo un poco, ¿en tu trabajo aquí, en el CAMF, qué cambiarias para que las cosas funcionasen mejor? –Lo volvería todos del revés. ¿Nada más y nada menos? –Sí, nada más y nada menos. Ya sé que sería muy difícil, pero hay muchas cosas que cambiaría. El tiempo pasa, los centros evolucionan, los trabajadores evolucionan, todo evoluciona, pero sin embargo hay cosas que siguen siendo igual como al principio y yo pienso que se podrían mejorar. Volverlo todo del revés a lo mejor es demasiado, pero después 4

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de veinte años, de cómo yo lo conocí, creo que el centro necesita de una remodelación. Las incomodidades las sufrimos todos, físicamente, estructuralmente, y no te digo nada si hay goteras como hace unos meses... Continúan diciendo que se harán las obras de remodelación, ¿pero mientras tanto? ¿Cuál es la planilla de enfermería en el Centro a día de hoy? ¿Hay suficiente personal? –Entre diez personas cubrimos los diez turnos. Para 112 residentes, la mayoría necesitados de asistencia, es muy poco. ¿Te sientes realizada en tu profesión? –Sí, sin duda, tengo la suerte de que lo elegí por vocación. No sé por qué, pero lo tenía muy claro desde que tenía diez años, siempre sentí la necesidad de cuidar de la gente. Me gusta el trato directo con las personas. Yo no me veo en investigación,

Carmen curando a un residente.

en prevención, en docencia, en gestión... Me gusta lo que hago... ¿Te sientes valorada por los residentes? –También, sí. Eso es lo único que realmente me interesa de mi trabajo. Y sé que lo hago bien porque la gente me lo dice. Y si no hago más de lo que hago es porque no está a mi alcance, porque no tengo tiempo o porque me faltan medios para poder hacerlo. Hablamos de muchas más cosas con Carmen, pero estas fueron las más importantes. La enfermera tenía que seguir con su trabajo y yo con el mío, tuvimos que dejarlo. Me hizo pasar un buen rato. Ella quiere jubilarse aquí y para nosotros sería una suerte.


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Taller de Cerámica en el Besteiro

LA BUENA GENTE QUE MOLDEA LA TIERRA Amparo Almonacid Lunes 16.30, comienza el curso semanal de cerámica en el CC Julián Besteiro, como lo hizo el lunes pasado y el anterior, como todos los lunes del curso, desde octubre. Lo imparte Sara, es la monitora que tiene alquiladas las instalaciones al Ayuntamiento de Leganés, que con toda su atención nos va recibiendo a cada uno de los alumnos de su taller, entre los que me encuentro yo. Conmigo, Sara tiene que ser más paciente. Selecciona los trabajos para que mis manos se ejerciten al máximo, adaptándolos a mi movilidad actual, pues fue mi objetivo al inscribirme en este curso mejorar mi motricidad y mis habilidades con las manos. Las pare-

Componentes del taller de cerámica.

des del aula donde trabajamos el barro están repletas de estanterías con los trabajos de todos los alumnos que pasan por el taller y con los materiales que necesitamos para el trabajo. Para mí, las dos horas de taller se me hacen cortas, no sé si porque mis manos trabajan despacio o porque disfruto jugando con el barro. Durante la semana, estoy deseando que llegue el lunes para volver al taller y sentir de nuevo cómo la arcilla toma la forma que mis manos moldean. Me gusta esta sensación del barro en ellas y sentir que están vivas. Por momentos, este juego me transporta a la niñez y me siento rejuvenecida, mientras creo pequeñas piezas que dan vida al barro. Sara, que comenzó el curso embarazada, dio a luz a mediados de curso a Daniel y, de pronto, nos quedamos sin monitor. El taller continuó, no se suspendieron las clases y ninguno de mis compañeros dejó de asistir. Se impuso el compañerismo y todos colaborábamos en la buena marcha del taller, los que sabían más por los que sabíamos menos. Lo cierto es que todos, desde Sara al último compañero en incorporarse a las clases, no me han hecho sentirme un estorbo y me han asistido en todo lo

que yo necesitaba con la mayor delicadeza y sin un mal gesto. En muchos momentos, incluso dejaban de hacer sus trabajos y venían a mi mesa a darme lo que yo les pedía, que si barro, que si agua, que si esmalte, hasta las adaptaciones que facilitaban mi trabajo. Gracias, Victoria, por tus consejos y por ayudarme en todo, empezando por la cerámica y terminando, al despedirnos, por el abrigo y la bufanda, que siempre me reprochabas si la había olvidado. Y espero que, aunque poco, yo te haya aportado algo también. Gracias, Carmen, por estar pendiente de mí y ayudarme en todo lo que te solicitaba, y muchas veces sin solicitártelo. Gracias, Carlos, por tus consejos a la hora de realizar los trabajos, pues tu paciencia me simplificaba mucho la tarea y, además, todavía me limpiabas la mesa. Gracias, Enrique, que aunque no puedes hablar, con señas me dabas ánimos cuando lo que había realizado te gustaba. Gracias, Javier... Gracias, Alberto, tú, si bien fuiste el último en incorporarte al curso, ya tenías experiencia en cerámica y tus consejos nos han ayudado a rematar los trabajos sin tanto esfuerzo. Gracias, Vicente... Como persona, me siento privilegiada por haber

Amparo decorando su vasija de barro.

participado de esta experiencia, por haber tratado a estos compañeros y por haber sido tratada con el respeto y la deferencia que ellos derrocharon conmigo. Ellos me han demostrado otra vez que la buena gente existe y que a estas personas las podemos encontrar en cualquier situación de nuestras vidas. 5


No ha muerto Felipe

YO LO LLEVARÉ SIEMPRE EN EL CORAZÓN

Felipe Sanz.

Felipe Sanz de Galdácano Urzúa no ha tenido la oportunidad de hacerse viejo. Con treinta años, un motorista borracho golpeaba la rueda trasera de su moto y lo tiraba a la cuneta. Después de un mes en coma y de esfuerzos ímprobos por salir del atolladero en que las lesiones irreversibles le habían metido, Felipe se había empeñado, era su actual proyecto, en conseguir marca en lanzamiento de peso para participar en las próximas paraolimpiadas de Río de Janeiro. Y en esto entretenía su vida cuando le sorprendió la muerte a los 35 años. A muchos la vida nos da mil oportunidades. A otros, como a Felipe, se las niega. Pero él, formado en el ejército, nunca se quejó. Tampoco lo haré yo ahora. Yo llevaba una temporada en el pueblo, en La Albuera, y tenía un mal presentimiento que no quería compartir con nadie, no fuera a hacerse realidad. Por eso no se lo había dicho ni siquiera a Macarena, mi hermana. Por aquellos días estaba nervioso, con un nudo en el estómago, no era dolor pero me hacía llorar. Todo esto ocurría los días antes de que me llamase Merche, la de la cafetería, para darme la noticia. Conchi había querido llamarme, pero su madre le pidió que esperase un poco, hasta serenarse ella misma. Felipe había muerto solo y como si yo estuviese oyendo sus 6

In Memoriam

Víctor Calvo mudas llamadas de socorro a 400 kms de distancia. Él es mi mejor amigo. Durante estos años en que Felipe vivió en el CAMF, desgraciadamente muy pocos, hemos compartido muchos ratos juntos, escuchando música en el ordenador sobre todo. Mago de Oz sonaba a tope, pero también el flamenco, que es lo que me gusta a mí. De las pelis del Oeste no nos perdíamos ni una. Y los partidos del Rayo Vallecano los veíamos todos, que Felipe era bucanero y me hablaba de la detención de Alfon el año pasado y de los esfuerzos de la madre por conseguir la libertad del hijo. Él se empeñaba en llamarme hijo a mí, sobre todo desde el día que me partí la pierna. Felipe fue a verme todas las tardes al hospital y yo terminé por llamarle papi. Se ha portado conmigo como no lo ha hecho casi nadie, nunca. Las compras las hacíamos en ParqueSur, en el Alcampo. Yo cogía el carrito y él metía la compra, cocacolas, cervezas, acuarius, queso, chorizo y esas cosas, más el champú y todo lo que necesitásemos. Cuando salíamos, íbamos con frecuencia a casa de su hermano, que vivía cerca de aquí, en El Carrascal, al otro lado de la avenida. Él iba muy a menudo a ver a su madre, a Vallecas, nunca le acompañé. Me contaba que, antes de que su madre comenzase a trabajar, él pagaba el alquiler de su casa, incluso estando ya aquí, en el CAMF. Un día que ella vino a verlo al centro, me la presentó. Es una mujer muy alta, un poco seria y se parece a su hijo. Soy amigo de Felipe, lo repito, y siempre lo defenderé. Cuando, repasando nuestra vida, tocaba hablar de la suya, nos reíamos mucho. Yo siempre le decía que estaba muy loco y que corría mucho con la silla. Y él me contestaba: “Siempre fui prudente con la moto y mira para lo que me sirvió”. Y se reía a carcajadas. No tenía miedo a nada, ni a morirse. Mi recuerdo para siempre serán sus carcajadas. Su risa era una Espantapájaros hecho por Felipe con latas de forma de vida. CocaCola.


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Estación–Museo de Chamberí/Andén 0

LA CONOCIDA COMO ESTACIÓN -FANTASMA EN ALGUNOS AMBIENTES Manolo Benéitez Hace algún tiempo que un amigo me habló de la antigua estación de Chamberí, convertida en museo por Metro Madrid. Debido a que mi informante me dijo que estaba adaptada y había ascensor, decidí visitarla y allí que me presenté. Esta estación sin servicio de Chamberí forma parte, junto a la nave de motores de Pacífico, del com-

una de cuyas barras se desmonta para el paso de las sillas de ruedas, se accede al andén abierto al público por medio de dos escaleras, una de las cuales está adaptada: tiene una plataforma elevadora para las sillas. Con esta plataforma fue con la que tuve yo un incidente el primer día que fui. Fue al subir, después de visitar el andén, o sea, cuando el peso es más peso: la plataforma se paró en la mitad del recorrido, quizá por falta de potencia, pues según un indicador que había en ella, marcaba un límite de 150 kilos y la silla los superaba, además de que iba muy lenta. Después de varios intentos por parte Pared y decoración del andén del personal de la estación, al final plejo llamado Andén 0, un proyecto para mostrar parte los bomberos tuvieron que venir al rescate: operando de de la historia del Metro. forma manual sobre el sistema hidráulico del elevador La estación empezó a funcionar el 19 de octubre consiguieron subirlo, menos mal. Afortunadamente, en de 1919, día de la inauguración de la primera línea de la segunda visita, para la sesión de fotos, no se paró, aunmetro, entre Sol y Cuatro Caminos, y fue diseñada por que llegando al final hubo que empujar un poco para que Antonio Palacios, el mismo arquitecto del palacio de Ci- fuera más rápida. beles, y estuvo en servicio hasta el año 64, que se cerró. El andén es, quizá, la parte mas espectacular y Posteriormente, en 2006 fue abierta de nuevo al público la que a mí, particularmente, mas me gustó. Las paredes como museo. están recubiertas de azulejos blancos Lo primero que me llamó la y azulados, con los anuncios de la atención es el contraste entre el acceépoca dándole el aspecto de cuando so desde la calle, minimalista a tope, se inauguró en los años 20. También del siglo XXI, que no hace presagiar tiene una mampara transparente que que, una vez entras en el subterrásepara, por seguridad, el andén de las neo, vas a retroceder a principios del vías, pues por ellas siguen circulando siglo XX. los trenes de la línea 1. Asimismo Al interior se accede por un posee una iluminación tenue y en ascensor, un poco justo por cierto penumbra, que visto desde el tren le para la silla, y una escalera, que llevan da un aspecto fantasmal, por lo que a la recepción, donde disponemos de fue bautizada en algunos ambientes un baño adaptado. Hasta ahora, todo con el sobrenombre de estación fantasperfecto. ma y, según me han contado, ha dado De aquí pasamos al vestíbulugar a algunas leyendas. lo: todo en él, incluido las taquillas En resumen, a mí me resuly los tornos de paso de los viajeros, tó una visita agradable, con aventura está igual que el día que se inauguró. incluida, que no me importaría repePlataforma elevadora para las sillas. Una vez pasados los tornos, tir como cicerone.

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EXPOSICIÓN DEL TALLER DE AMPARO

Los que nos dejaron

ME ALEGRO DE COMPARTIR MI VIDA CON VOSOTROS Pilar Pueblas Me ocurre que, a la mesa del comedor y mientras espero la comida, me suelo ausentar. Quienes me conocéis, sabéis que no soy muy habladora y que me cuesta seguir una conversación. Pues bien, a veces habla Enrique o habla Belinda a mi lado y yo estoy ausente. A Juani, la cuarta pata de la mesa, le suele ocurrir también esto, pero yo es que me ausento absolutamente, mi mente comienza a divagar por los diez años en esta mesa y en este comedor y me voy. Y veo a todos los compañeros ausentes y a todos pongo cara, de todos me acuerdo, a todos echo de menos. No todos ellos significaron lo mismo para mí. Durante estos diez años de mi estancia en el CAMF han sido muchos los que han desaparecido de nuestras vidas, y todas sus caras, todas sus figuras, cada uno sentado a su mesa, se me aparecen en estos momentos de evocación. A Carmen Crespo muchos de vosotros ya no la recordaréis, era una gran persona y una gran pintora, inteligente, discreta y buena compañera, una gran mujer. Me animó mucho con la pintura, tenía muy buen gusto. Teresa me viene a la cabeza por su voz tan original, ronca, graciosa, era mi vecina de planta y bajábamos todos los días juntas en el

Pintura de Vicente Montes.

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ascensor, la recuerdo con mucho cariño. Ángel, el marido de Rosa Fernández, me enseñó a viajar en metro por primera vez, tenía el Canal+ y me dejaba ver los partidos del Real Madrid en su habitación, jamás podré olvidarle. Lo mismo que a Julio, el bibliotecario, un tipo extraordinario, inteligente, culto, un gran pintor. Cuando él entraba en el ascensor y yo le pedía permiso para acompañarle, siempre me contestaba: “No, tú no”. Era nuestra manera de hacernos unas risas con este estribillo. Al principio no recordábamos quién lo podía cantar, hasta que pasado tiempo él dio con la Valentina del Locomotoro. Julio murió sin conseguir encontrar para mí un libro de Martín Vigil, una historia de mineros con cura. Creo que me lo sigue buscando, si es que en los Campos Elíseos no se encontró con el autor. Son las caras de diez, veinte, cincuenta compañeros ausentes que se resisten a dejar su sitio en el comedor. Me hace llorar su recuerdo a veces. Tuvieron la fortuna de vivir una vida muy corta, pero plena, sin las miserias del aburrimiento que produce la mucha experiencia. Murieron muy jóvenes y eso es lo que me hace llorar, murieron bellos y su ausencia es irreemplazable. Muchas, muchos, todas han dejado en mi alma una huella que nunca se borrará.


Alfonso fue un gran amigo de juventud, lo conocí mucho antes de llegar aquí, en la Asociación de Ataxias Madrileñas. Comía en mi mesa y era un sinvergüenza, me llamaba “Braguitas amarillas”. Cuando se quedó ciego, ya

me pasaba las tardes y muchas noches. Y Paquita, que ya no tengo sitio para más en estas hojas, Paquita, mi madre, mi hermana, mi mejor amiga, mi todo. Le gustaba tanto la pizza que siempre terminábamos en ParqueSur, en un rinconcito donde nos la hacían a nuestro gusto y nos preparaban unos cafés maravillosos. Lo cerraron al poco de morir Paqui. Paqui era buena, no tenía enemigos, a todos nos hacía reír, era fuerte como una diosa, aunque ella creía en otro dios que ella misma. Desde que murió yo no he vuelto a ser la misma, la echo mucho de menos. Juan Gallardo, Bauluz, Paco Cara, Juan Manuel Zaragoza, Miguel Dorado, Roberto Baeza, Mariví... Todos tiráis de mí, de mis recuerdos, cuánto me alegro de haber compartido mi vida con vosotros.

Pintura de Carmen Crespo.

solo me reconocía si me presentaba como la Braguitas amarillas. Todavía me emociona un cuento que leí suyo en la radio, Lápices de colores, os lo recomiendo, está en el blog Escribiradrede. Recuerdo a tantos que me es imposible abarcarlos a todos: Vicente, un personaje, un lector voraz, un inquieto, un sordo genial, Mari Jose y su muñeco, un osito blanco que todavía conservo, Encarna, un pedazo de melena negra azabache, alta, guapa, estupenda, estilazo, Emilia, que de cogerme una manía tremenda al principio de yo llegar porque era algo ruidosa en la habitación, pasó a tenerme tanto aprecio que, en sus peores momentos, cuando ya su vida se agotaba, no me dejaba irme de su habitación y allí

Pintura de Julio Huertas.

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El problema de las vacantes

ENTRE TODOS LO CONSEGUIREMOS ¿Hasta cuándo los recortes? Me lo llevo preguntando sobre todo desde que, hace ya tres meses, las cuidadoras del CAMF, que son mis asistentes,

Protestas a la puerta del CAMF.

las que me habilitan para la vida diaria, comenzaron a encerrarse aquí dentro y a llenar de carteles y pancartas el vestíbulo y la entrada al centro. Isabel Quintas se ofreció a informarme de los motivos de su lucha, aunque no del final de los recortes, que es lo que a nosotros y a ellas más nos preocupa. –Nos encerramos los martes durante 24 h., a la vez que los compañeros de los CAMFs de Ferrol y de Pozo Blanco. –Resúmeme los motivos de esta movilización de las compañeras, pues los residentes consideramos que es preocupante vuestra situación laboral, por vosotras y por lo que nos afecta. –La falta de personal se está produciendo escalonadamente. No se cubren las vacantes por jubilación, por traslados de compañeras que promocionan o lo solicitan, y tampoco se están cubriendo las vacaciones, todo lo cual supone que el número de efectivos es menor en cada turno, aunque el trabajo es el mismo, pues asistimos a personas, no movemos papeles, y la habilitación de cada residente no se puede dejar para la tarde o para cuando vuelva la compañera. Lo cierto es que vemos a las compañeras trabajadoras muy estresadas de un tiempo a esta parte, corriendo en las plantas para atender a todos. El panorama es preocupante, y lo es porque comprobamos que nuestra asistencia la realizan menos personas, que es lo mismo que ocurre en otras residencias, hospitales, etc., y no me puede entrar en la cabeza 10

Juan Manuel Prats que nadie sea capaz de poner a gente suplente para que se cubra tanta vacante. –¿Cómo hemos llegado a esta situación, con tanto paro y vosotros cada vez con más trabajo? –Los recortes en servicios sociales es lo fácil para cualquier político, afectan por lo común a las personas más necesitadas y, por lo mismo, más desprotegidas, con menos capacidad para dar guerra o protestar. Pero es también la medida más injusta, pues una sociedad que no sabe proteger a los más débiles no merece ni llamarse sociedad. Hay crisis, pero la causa de la crisis no fue ni los trabajadores ni vosotros, los necesitados de asistencia para vivir como personas libres. Nos es justo ni saludable que os regateen algo tan imprescindible como la habilitación diaria para vivir. Lo cierto es que nuestras familias nos han traído a las residencias porque todos nos hacemos mayores, tanto nosotros como los padres que nos asistían en la casa de cada cual, y en la residencia hemos encontrado mejores condiciones que en la casa, aunque no tengamos tanta libertad de decisión. No es fácil de entender que, a estas alturas, no se quieran

Encierro de los trabajadores/as

cubrir unas vacantes vitales para nuestra comodidad, o unas vacaciones que los trabajadores tanto necesitan para descansar de este trabajo, pues es muy agotador estar pendiente a diario de muchas personas, que es lo que hacen, y nosotros no somos juguetes precisamente. –Tengo la esperanza de que la conciencia, si no la razón, de los que deciden cambie el curso de las cosas. O si no, que nosotros, entre todos, lo consigamos. Gracias, Isabel Quintas, y que dios te oiga.


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CEIP de Trabenco

SALIDA AL CAMF DE LEGANÉS Alicia Castillo Sánchez Habíamos programado hacer una visita a nuestros vecinos del CAMF de Leganés para conocernos mejor. Íbamos 23 niños y 3 adultos del CEIP de Trabenco, en grupos de 8, para no amontonarnos en cada dependencia, que suelen estar ocupadas por los usuarios y es un follón entrar a mogollón en ellas. Yo soy la cronista del lado de los niños para esta salida, no sé qué pensarán los adultos que nos acompañaban. En realidad, ya nos conocíamos, pues venimos podrían ser de museo, y están pintados muchos de ellos todos los años a la residencia. Los residentes observan con la boca, otros con la cabeza y otros con la mano. que nosotros vamos creciendo y nosotros comprobaElla nos preparó unos lienzos para que pudiéramos practicar. Y comprobamos lo difícil que es pintar con la boca o con la mano contraria a la que solemos utilizar habitualmente. Luego fuimos al taller de textil y Amparo nos presentó a los residentes que trabajan en su taller haciendo punto de cruz, alfombras, pañuelos, etc. Amparo les asiste en todo lo que los artistas necesitan, que si enhebrar, que si rematar, que si mezclar, que si diseñar… En este taller también hay pintores y nos presentó a Rosi, que nos permitió usar su licornio para pintar con nuestra cabeza, como ella lo hace. El licornio es una especie de casco que lleva un pincel. Además, tiene un caballete que gira, para que la artista pueda llegar a todos los rincones del lienzo. Y con su paleta de colores sobre la mesa, crea Rosi unos cuaLa autora del artículo probando una silla mos que ellos se van haciendo mayores, como nuestros dros muy bonitos. padres y profes. Me dejó utilizar el licornio y he de reconocer que Primero, pasamos por el gimnasio del centro, me cansé muy pronto, pues tiene muchísima dificultad. una sala amplia con aparatos muy originales que YolanEn fin, que en mi opinión, ha sido una salida da, que es la fisio, nos explicó. Son los que utilizan los re- muy interesante y divertida. Hemos visto que nuestros sidentes para sus ejercicios y habilitaciones. Nos dejaron vecinos del CAMF no se están quietos, no paran de hautilizar una bicicleta cuyos pedales se movían solos y que sirve a los residentes para mover sus articulaciones, si no pueden hacerlo ellos. También, me fijé en una grúa que estaba colgada del techo y que ayuda a los fisios a mover con más facilidad a los residentes que necesitan asistencia para hacerlo. Todo está muy pensado allí. Luego pasamos a terapia ocupacional. Allí Marta y Miguel nos contaron en qué consiste su trabajo. Ellos se encargan de aconsejar a los residentes cuál es la silla más adecuada y las adaptaciones necesarias para hacer su Licornio con el que pinta Rosi vida más fácil. Nos prepararon un circuito donde pudimos uti- cer cosas, que se cuidan, hacen deporte y que tienen halizar distintos tipos de sillas, una eléctrica y una manual. bilidades como cualquiera de nosotros. Es mi opinión. Fue muy divertido, pero el control de las sillas es algo Quiero dar las gracias a todas las personas que complicado de aprender y tiene su dificultad. nos ayudaron a pasar este rato tan agradable. Y en espeDespués fuimos al taller de carpintería e Isabel cial, a Rosi, por tener el detalle de regalarnos un cuadro nos enseñó los cuadros que allí conserva de los pintores que nosotros habíamos comenzado y que ella nos lo terque han pasado por el taller. La mayoría son cuadros que minó. 11


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La visita al Dalí del Reina UN LABERINTO DE ASCENSORES Y POCO MÁS

Carmen Soria De Dalí, lo único que me llama la atención, y de verdad, es la alta estima en que se tenía a sí mismo. Ya la quisiera yo para mí. Mira que era feo, pero no conozco a nadie que se disfrazara de sí mismo con su convencimiento. Se inventó el personaje y fue capaz de convencer a todos los marchantes de arte y millonarios en general de que pintaba algo. Digo esto porque el día en el Reina, pero yo estoy segura que teníamos programado para de que Dalí sí era el mismo, un ir de visión a la Casa Velázquez, pintor más inútil que los espano sea, de mirandas, acabamos en tapájaros. el Reina con Dalí, después de haY digo inútil, no porque berlo intentado en la Fundación se tuviera que dar laca para no MAFRE con los Impresionistas del perder el mostacho, sino porque Museo d’Orsay, pero se habían vivió el siglo más sangriento, más ido, y de rechazar la Mesopotamia racista y más letal que conoce la del Caixaforum por demasiado historia humana y él pasó por tovetusta. das estas experiencias haciendo Y lo peor no fue Dalí, espectáculo de sí mismo. No se con ser malo, sino la cantidad de enteró de nada. Sólo una realidad ascensores que nos tuvimos que le penetró, el dólar, la herramientragar para llegar a la 3ªPlanta/ ta más mortífera del imperio. DeSabatini, que es donde está moncía, y en eso no puedo menos que tada la exposición. Estaba llovienestar de acuerdo con él, que “Solo do a mares y a algún lumbrera se puedes alcanzar la fama cuando te aule ocurrió meternos al museo por rificas”, o sea, cuando te forras. Leda atómica de Dalí Carga y descarga. Debieron de conÉl lo consiguió a base de fundirnos con los bufones de Velázquez resucitados desnaturalizar todo lo que había de esperanzador para o con una performance de monstruos de algún joven la humanidad en el movimiento de las vanguardias y, artista y no querían reventar la más en concreto, en el Surrealismo. noticia haciéndonos pasar por la La fuerza de la sospecha que puso puerta principal. en circulación el Dadaísmo, a partir Tardamos tanto en subir de las críticas a la modernidad que a las salas, discutiendo en cada hicieran los filósofos más lúcidos ascensor con los que se colaban, del s. XIX, Marx, Nietzche o ignorantes de nuestra preferencia, Freud, Dalí lo convirtió en especy nos tuvimos que ir tan pronto, táculo, y por lo mismo, en dólares. para no hacer esperar a Javi y su Quizá fuera en esto en lo que sí furgo, que no vimos más allá de conectó Dalí con su tiempo, en un cuadro o dos. Pero fue sufila sociedad del espectáculo, esa ciente para recordar mi viaje a Fique ha convertido la verdad en un gueras hace ya mucho, que había renglón de la gran mentira en que salido de su casa/museo con mis vivimos sumergidos hoy. asistentes deslomados y hacienRetrató mil veces a Gala, do una reclamación porque casi a cual más odiosa, plagió no poco nos mata una escalera de caracol a El Bosco y se cachondeó de sin barandilla y muy estrecha, que todos los ingenuos que pagaban separa los dos ambientes del musus cuadros a millones. En fin, seo. No fue igual que los ascendescansemos en paz de Dalí y del sores multiplicados del otro día Reina Sofía. Montse explicando la pintura de Dalí 12


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SOLO SE ARRUGAN LOS TRAJES Sé que todos los que vivimos con alguna discapacidad tenemos una vida muy simple. Incluso algunos, forzados por las circunstancias, se ven obligados a vivir mal atendidos en reducidos espacios claustrofóbicos.

Pero nosotros, los discapacitados, tirando de nuestros recursos, somos capaces de aprovechar las pocas cosas que tenemos, televisión, música, radio, relaciones, deporte… A veces, si no siempre, las cosas más sencillas nos ilusionan y nos hacen felices. Para el que no puede fumar solo, por ejemplo, como fue mi caso mientras fui fumador, que le habiliten para echarse un cigarrillo le proporciona unos momentos de éxtasis. Lo cierto es que a mí me gusta pasear, sobre todo en primavera y otoño. Ahora en primavera me gusta contemplar la belleza exuberante de las plantas, la policromía de las flores y el alegre bullir y trinar de las aves. Pero también me gusta encontrarme con los amigos y conocidos del barrio, conversar con ellos y contarnos nuestras cosas. Y de paso, aprovechar estos paseos para hacer compras. Cuando salgáis por la calle, no os vengáis abajo ni os arruguéis si, al contemplaros la gente con alguna diversidad física o cognitiva, oís comentarios despectivos o conmiserativos. No hagáis caso, sabed que en la vida siempre os encontraréis con algún enano mental. Por desgracia, la sociedad española, empezando por la clase política, no ha evolucionado al nivel que debería y continúa produciendo en demasía tipos así de desagradables. Nunca he comprendido, y dudo que algún día lo comprenda, sabiendo como sé que las personas tenemos un lado bueno y otro malo, por qué la mayoría sacan la parte mala de sí mismos con las personas con discapaci-

Sebastián Roldán dad y los ancianos. Los seres humanos somos complejos y clasistas, dividimos en blancos o negros, tontos o listos, guapos o feos, etc., como si estas oposiciones, que nos sirven para conocer el mundo, nos autorizasen también a discriminar a los que no son como nosotros. En el discurso de apertura de los JJ Paralímpicos del 92, recuerdo que Paqual Maragall dijo: “Todos tenemos alguna minusvalía”. Pues bien, nos conviene a todos nunca olvidarlo. He observado que, entre todos los humanos, las mujeres, desde la niñez hasta la ancianidad, son las que con más simpatía y agrado nos tratan a los diversos funcionales. No sé la razón. Será, quizá, por su sensibilidad o, quizá, porque se sienten más cerca de los discriminados. Cuando era joven, me gustaban las motos y los coches. A pesar de que, hoy por hoy, no puedo manejarlos, me siguen levantando pasiones. Pero tengo otras aficiones también apasionantes, pintura, literatura, música, cine, pero quizá la que más me guste de todas sea soñar despierto, como a la mayoría de vosotros. Soñar me permite crear la vida que me gustaría vivir. Esto mismo lo cuento mejor en el poema que os transcribo: LAS GAVIOTAS Blanco vuelo de gaviotas, con ellas voy navegando, el equipaje ligero con sueños no realizados. Despierta, mente dormida, piensa despierta, soñando, lo más libre de la vida es el pensamiento humano. Cadenas siempre nos atan de piernas, bocas y manos, oprimiendo libertades y sentimientos amados. Las cadenas que te atan son dogal de los humanos, por muchas de ellas que rompas otras te irán apretando. Sin cadenas son los sueños, despierto sigo soñando, con las blancas gaviotas sigo pensando y volando. En fin, somos importantes, no os arruguéis nunca: solo se arrugan los trajes.

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Una noche en el albergue de Manos Solidarias

“NO PUEDE DESCOLGARSE NADIE” Juan María Prats Quiero contaros hoy la historia de una buena gente de este pueblo. Se ocupan durante muchos meses del año de vecinos cuya vida prende de un hilo por culpa del paro. Estos tipos, amigos míos desde hace mucho tiempo y de los cuales he aprendido a mirar con más atención el mundo que me rodea, emplean todo su tiempo libre en ayudar a la gente que más lo necesita. Lo cierto es que ya hablamos de ellos en el nº 10 sonas que me presentó Azíz me fue contando su vida de nuestra revista. Allí entrevistamos a dos compañeros sin lamentaciones, con mucha naturalidad. Lo que más de Manos Solidarias, que nos contaron muchas de sus me llamó la atención de ellos fue que, por encima de iniciativas. De lo que no nos hablaron fue de su último sus preocupaciones, lógicas, sabían llevar su suerte con proyecto, que es de lo que os quiero hablar hoy. dignidad, como siempre ocurre entre las gentes curtidas Han conseguido en un tiempo record abrir un por el trabajo. albergue para personas sin techo en Leganés, sin más La única mujer que pernoctaba esta noche, seayuda que su tiempo, sus medios y su entusiasmo. Han gún me confirmó Aziz, era Emilia, una chica rumana ocupado un solar vacío, cerca del campo de fútbol del de 34 años: Lega, con unas casetas de obras, hoy en desuso después –He trabajado de todo, de camarera, de empleada de del pinchazo de la burbuja inmobiliaria. hogar, en el textil haciendo arreglos, pero nada relacionado con El invierno anmi profesión. Soy licenciatepasado les sirvió para da en Químicas y políglota, adquirir experiencia. pero no encuentro nada en Disponían de unas insestos campos. Me paso el talaciones muy precadía en la biblioteca, en inrias que hacían la conternet, echando currículos y vivencia de los usuarios haciendo llamadas. Llegué más difícil. En un año al albergue desde La Forhan mejorado las contuna, me había quedado en diciones del albergue la calle, y voy a comer cada hasta conseguir unos día al comedor de Paquita dormitorios amplios Gallego. y confortables con los Ha habido hasta escasos medios de que cinco chicas pernoctandisponen. Y el comedo a diario en el alberdor, por supuesto. Todo gue este invierno, pero Luis amenizando la noche con su guitarra. ha mejorado durante esta segunda etapa del complejo, hoy Emilia estaba sola. Emilia es una chica muy prepahasta el punto de que los que allí conviven, voluntarios rada, nos confesó que quiere irse a Dinamarca o Suecia, y usuarios, están contentísimos con su marcha. a probar suerte, pero que no tiene dinero para el viaje. Los usuarios del albergue son vecinos del Sur de Le deseamos mucha suerte a Emilia con sus proyectos. Madrid que por una causa o por otra se han visto en la El hombre espectáculo del albergue es Luis, o calle. Por lo que pudimos comprobar en las entrevistas, sea, el que toca la guitarra y dice la última palabra en el paro ha sido la peste que ha dejado sin techo a la ma- todas las celebraciones. Él nos contó la jornada diaria yoría. O mejor, los banqueros, que los han desahuciado de un sin techo en Leganés: por no poder pagar los alquileres o la hipoteca. –Amanece y dios nos guarde, o sea, que cuida de nosotros Azíz, que es el encargado de mantener un poco sus pajaritos, y desayunamos aquí, café que hacen los voluntarios las rutinas en el establecimiento cuando los voluntarios con galletas maría. Y como no hay trabajo, pues viva er beti. A se retiran, nos presentó a los compañeros que iban a las 11,30 me voy a hacer cola en el comedor de Paquita Gallego. dormir esta noche en las dependencias del albergue. –Por lo que se ve, vais todos al comedor de la Pasé una buena noche con ellos y todos trataron con Paquita. mucha deferencia a este reportero. Cada una de las per–No, todos no, solamente 150 personas cada día, vienen 14


DePuertasAfuera de los pueblos cercanos y tenemos que hacer cola o nos quedamos tería, pero yo soy pintor. Llevo cinco años ya en la calle porque no sin comer: dos platos diarios, postre y un bocata para la merienda. gano para pagar un alquiler y perdí mi trabajo. –Y echaste la mañana con esto. El albergue lo llevan personas voluntarias de la asociación Manos Solidarias, creo que ya lo dije. Hacen turnos de dos horas, de 8 a 10, por la mañana, y de 20 a 22, por la noche. Por cada turno se presentan dos voluntari@s, y solo una vez a la semana por persona. Lo cual quiere decir que para cubrir los 14 turnos semanales, desfilan por el albergue 30 personas o más. Con lo cual, los voluntarios no se agotan y los usuarios tienen la oportunidad de conocer a mucha más gente y no aislarse. Raquel, la trabajadora social, se encarga de mantener los contactos con organismos e instituciones que puedan echar una mano a todas estas personas para que no se queden definitivamente Camas del albergue. fuera de juego. Sus informes y evalua–Tengo unos perros en un chabolo debajo de la autovía y ciones ayudan mucho. los tengo que atender. También tengo que atender la oficina, en la –No podemos permitirnos el lujo de que nadie se quede iglesia del Salvador, que si no le echo unas horas al limosneo no descolgado en nuestra sociedad –nos dijo la chica con mucha puedo ni hacerme una primitiva para que cambie mi suerte. Y a convicción. las nueve y media, a recogerse al albergue. Para mí ha sido un placer hacer este artículo, –Luis, ¿a qué te dedicabas cuando no eras po- como fue un placer la noche de convivencia con los bre? compañeros del albergue, que terminamos las entrevis–He sido feriante, chatarrero y, mayormente, desampa- tas con unos cantes que se echó el Luis. Algo se muere en rado. El trato aquí, en el albergue, es maravilloso, se va llevando el alma y El Bola tiene una moto son las canciones que rela vida aquí. Esta gente, los voluntarios, están aquí porque quieren, como nosotros, y nos entendemos. Hasta celebramos cumpleaños. Incluso brota el amor. –Pero qué cursi eres, Luis. –Créetelo, esta temporada ha salido una pareja de aquí, que dos siempre se defienden mejor –esto nos lo dice Julius, que estaba escuchando. Julius trabajaba de mozo de almacén en Valdemoro, perdió el empleo y se quedó sin nada. –El banco me desahució y me quedé en la calle con mi hija. Una familia amiga me la recogió y me ayuda con ella. Menos mal que tiene comida. Yo tengo 48 años ya y la convivencia en el albergue no me afecta, buscaba techo y lo tengo. Soy nigeriano y estudié bachiIntegrantes de Manos Silidarias llerato. Hablamos también con Juan. Él es quien se en- cuerdo, pero hubo más. Y todo esto, acompañado con carga de traer las flores al albergue. palmas del corro de asistentes. –Ahora me dedico a repartir los encargos de una florisY amen, Benito, y amen, Laureano. 15


LA VEDETTE No me resurta fácil escribir sobre esta señora, era demasiado perfecta. Mis compañeros disfrutaron como enanos, pero yo veía de lejos el fenómeno. Eso sí, me reí más que nadie al ver a mis colegas partirse el culo. Uno hubo, y no digo quién, que se atrevió incluso a tocarle una teta. La señora venía a enseñarlas y cumplió con mucha profesionalidad, que estábamos en fiestas. Las sombras chinescas, eso sí que moló. No lo había visto nunca. Música e imagen, de lo que no es capaz nuestro cerebro para ver cabalgar a los Bonanza en una sombra, una pasada. Volaban los buitres, ladraban los perros y una señora con sombrero se paseaba por la Quinta Avenida. Y no recuerdo más. Esto de ser cronista de la fiesta es muy esclavo. También me tuve que tragar la danza del vientre. Las señoras, muy amables, y los ombligos en su sitio, pero yo me dormía. En todos los aniversarios se repiten estas anatomías sin un grano. A mí me gustan más las mujeres que tienen cicatrices. 16 Y el tango del Rafita con la dire, lo mejor del Aniversario. Gabriel López


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