Guatini 147

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INDICE DE AUTORES Y CONTENIDO

Machón de la Revista/ 3 Requisitos de colaboración/ 34 Carlos Victoria. Seis poemas para mi madre loca en Camaguey / 4-5-8-11 Ernesto R. del Valle. Carlos Victoria luego del tiempo, el Taylenol yla muerte./ 5 Jorge Ferrer. Vindicando una Literatura invisible./ 9 Lorenzo Suárez Crespo. Décima y Sucu-Sucu, con Mongo Rive/ 12 Nota de Prensa sobre Conferencia de Irene M. Aguirre/ 13 Gladys L. Taboro. El encantador de Orcas. [Relato]/ 14 Rodollfo Virgilio Leiro. Cátedra/ 15 ESPECIAL PARA GUATINí. Ime Biassoni. Entrevista a la poetisa Marha Golubenko/ 16 Nota sobre el poemario RECLAMO POETICO de Suanmy LM Medrano./ 19 NUEVO EN GUATINí. Carlos Ríos. Tus ojos / 20 Patricia Collazos Bascopé. Eres mi Bolivia./ 21 NUEVO EN GUATINí. María Agueras. El lugar que habito [Relato] / 22 Carlos Oquendo de Amat. Compañera./ 25 Actividades de DÉCIMA AL FILO/ 26 Ester González Sánchez. Sin brújulas ni acentos./ 27 Ernesto R. del Valle. De aquel lado del mar. / 28 ESPECIAL PARA GUATINí. Livia Díaz. Dame el otoÑo/ 29 En contacto con Maria Teresa Marú Mejías. Promoción. 30 Presentación de GENES novella de la jóven malagueña Margarita Bokuso Mina/ 30 Duanel Díaz Infante. La novella de Padura/ 31 Promoción de ASOLAPO. / 32 Alina Galliano. Para la bala que tundra./ 33 María Teresa Marú Mejías./ 34 Ezequiel Cámara. Ébola. / 35 LOGO DE GUATINí/ 36

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I REQUISITOS de COLABORACION

REVISTA LITERARIA GUATINí NRO 147

AÑO VII

Fundada el 19 de Abril de 2007 Fundador Editor General Ernesto R. del Valle./ Cuba Editor en formato p.d. f. Suanmy Mercedes/ Rep. Dominicana Colaboradores permanentes  Aurelia Castillo/R Dominicana  Lorenzo Suárez Crespo/ Cuba  Ezequiel Cámara/ Argentina Disponible en http://www.issuu.com/revistaguatini PORTADA: Homenaje a CARLOS VICTORIA Diseño de Ernesto R. del Valle.

FORMATO DEL ARCHIVO: envíe su texto como parte de un mensaje de correo electrónico o, si lo prefiere, como archivo adjunto. Para facilitar el proceso de edición, envíe archivos realizados con Word o cualquier otro procesador de textos. En lo posible, evite enviar el material en formato PDF. FOTO: Envíe una foto actual y nítida en formato JPEG con dimensión máxima de 400x400, a color. IDIOMA: los textos deben estar en idioma castellano; textos en otros idiomas deberán acompañarse de su correspondiente traducción o de lo contrario no serán considerados. IDENTIFICACIÓN: incluya una breve reseña biográfica de 6 a 10 líneas (no un currículum) Incluya en ella sus datos personales (nombre,

lugar y fecha de nacimiento, ocupación, trabajos publicados si los tiene, y dirección electrónica). No se admiten textos firmados con seudónimo. EXTENSIÓN: en poesía, envíe un mínimo de tres poemas. En narrativa, ensayo y otros géneros, envíenos un trabajo. En cuanto a extensión máxima.  POESÍA una cuartilla.  CUENTO O RELATO cuartilla y media  ARTÍCULOS ENTREVISTAS dos a cuatro cuartillas

Ortografía: aunque no es una condición excluyente, le agradezco que los textos enviados tengan una cuidada ortografía. ENVIAR A: Dirección de Correo Electrónico:

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Del 8 al 12 de octubre de 2007 [hace siete años] murió Carlos Victoria exiliado en la ciudad de Miami. Un suicidio con Tylenol, al no llegar a recuperarse de una operación de cáncer en agosto del año anterior. Fue el último vivo de los tres grandes de la generación del Mariel: Reinaldo Arenas, Guillermo Rosales y Carlos Victoria; y albacea de los dos anteriores. Los tres suicidas. Cuba como obsesión y su obra reescritura de su vida. Primero en Cuba, sufriéndola, y luego del Mariel sin Cuba, sufriendo. Se suicida a los 57 años sin terminar una novela donde el protagonista, con un nuevo rostro e identidad y la oportunidad de recomenzar su vida, regresa a Cuba del exilio. En Cuba por supuesto casi nadie sabrá de la muerte de Carlos Victoria. Cómo casi nadie sabe de su obra o su vida. Para muchos Carlos Victoria nunca existió. Su muerte ha sido comentada en algunos blogs por escritores cubanos en el exilio donde ha sido publicada su obra, por supuesto censurada en Cuba. Este Nro. de Guatiní quiere hacer un homenaje de recordación al escritor Carlos Victoria. El desconocido en Cuba y en Miami. Un hombre que supo sin embargo, dar a conocer esa otra mirada del exilio cubano, hacia la miseria de la vida literaria que encontró al llegar a Miami. Como la encontró a su vez Reynaldo Arenas. Sus amigos, los que lo conocieron hablan de él, de su obra, de sus desilusiones y desencantos, esa permanente soledad y tristeza que siempre, desde muy joven, lo acompañó.

SEIS POEMAS PARA MI MADRE LOCA EN CAMAGUEY Por CARLOS VICTORIA CANTO I El invierno vino sólo por ti, mujer que cruzaste desde la vieja escuela hasta la muerte de tus padres, y tus hermanos y primos se casaron y procrearon como Dios manda en El Libro. Nada de viernes ni fiestas ocultas, sólo el invierno fue en tu corazón. El azar despoblando tus hermosos labios me vuelve a recordar la niña que dejaste, abandonada y fría

en un pozo de Marzo, y el invierno la olvida y la dibuja contra toda ceniza de ti misma. Niña y madre, el reposo tardío busca en vano tu cuerpo en otro cuerpo. Tus muñecas, las pálidas y sucias, juegan a perecer en el frío y la tristeza. Y tú eres la novia de mis tardes, siempre adiós, no me olvides, y hacia inviernos más tuyos, donde nadie te besará jamás los ojos y los labios solos. .

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CANTO I I Solías decir: “el jardín es un cielo inviolable, y los ángeles flores”. Tu pañuelo a capricho se ocultaba en el verde, y tu madre, llena de ingenuidad, creía en las flores. La tierra del jardín fue una sombra de muerte hasta el día de tus lágrimas. Y años más tarde llegaron los claveles, rosas de dedos rojos, amapolas contritas, girasoles con cabeza llorosa, .

lirios temblando, todos te conocieron. Y tú empolvabas rostros dentro de cada flor, la cara de mi padre, la de tus dos abuelos cuando fuiste pequeña, las de tus más queridos novios, viajeros de muy lejos, fatigados, y en los ojos una tibia nostalgia. . “El jardín ya se puebla de flores...” y tú estabas llorando, laboriosa, en medio de recuerdos y de ángeles.

CARLOS VICTORIA LUEGO DEL TIEMPO, EL TAYLENOL Y LA MUERTE Por Ernesto R. del Valle Llegó con aquel atuendo medio ‗hippy‘ al salón de la UNEAC de Camagüey, en la entonces calle Tomás Estrada Palma 466, frente a la Pizzería el Gallo. Flaco, caído de hombros, pantalón jean desteñido, una camisa de textura y colores olvidados ya en la manopla del tiempo y lo más importante, cargaba en una mochila algunos libros y un file lleno de cuartillas que él dijo, con cierta pesadumbre, eran sus cuentos y quería que se los evaluaran para entrar a la Brigada Hermanos Saíz que recién había sido inaugurada [había ganado ya el Premio Cuentos Caimán Barbudo]. Los que leímos aquellos cuentos quedamos con la boca abierta porque aquel muchachito de aspecto tímido y sonrisa dulce, de hablar como para de una vez soltar todo lo que se piensa, había escrito algo que en nuestras agonías jamás hubiéramos escrito y pienso en lo personal. Yo jamás escribí, hasta años después un cuento que valiera un guisante, por lo que me dediqué a la poesía en todas sus coordenadas.. En el 68 me alejé de la Brigada Hermanos Saíz pues otras tareas, en el área productiva, me esperaban fuera de Camagüey, y no podía hacerle el frente por el momento a las literarias a pesar de que seguía escribiendo, nunca más me paré en la sede de la UNEAC. Nunca supe de Carlos Victoria hasta cierto día en que, creo fue en la Calle República, me encontré al poeta y periodista Hilario García Benitez quien me dijo que si sabía lo que le había pasado a Carlos Victoria.. –No, le dije, ¿qué le pasó? -Lo botaron de la Universidad por Homosexual. Yo me quedé en una pieza, una gente como Carlos que ni hablaba, cómo le pudieron hacer una cosa como esa.

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Carlos Victoria estuvo en la BHS poco tiempo y de manera fugaz, mucho antes de la aciaga etapa del llamado „diversionismo ideológico’ aún a estas alturas no se comprende cómo pudo confundirse a un adolescente que le gustara el Rock o tener el pelo largo para tildarlo de contrarrevolucionario y echarlo de la Universidad o del Centro de Trabajo que fuere, para convertirlo en un renuente contestatario real. De qué manera los sectores revolucionarios determinantes de la cultura y la defensa de la Revolución, en esa época atacada de manera desmedida por el gobierno de los Estados Unidos, con sus grupos de alzados en las Sierras del Escambray, Sierra Cristal y Sierra de Cubitas pudieron confundirse de tal manera, y meter en un único bolso, junto a los mercenarios contrarrevolucionarios, a muchachos que les gustaba Elvis Presley, Los Beatles, peinaban cabellos largos o eran homosexuales, Hasta poco después, preguntando aquí y allá, me enteré que Carlitos estaba trabajando en el almacén de un aserradero, en las afueras de la ciudad. Me propuse visitarlo. Y fui. Me recibió con aquella amargura y desilusión que siempre le acompañaba, con el cabello cortado a lo militar. No se alegró de verme, tampoco se molestó. Fue preocupación lo que sintió de que me sucediera algo por visitarlo, conversar con él, me comentó que mucha gente que decían ser sus amigos, le daban la espalda ahora. Que agradecía mi visita, etc. Conversamos sobre sus cuentos, me dijo que no tenía allí ninguno y que no fuera más porque no quería perjudicarme. Aquello fue una escena kafkiana. Yo, personalmente le cogí afecto sincero, lo estimaba y respetaba su literatura. De su estadía habanera nunca supe. No lo vi más, Nadie me dijo nunca nada más sobre Carlos Victoria hasta que un día mi hija mayor me dijo -Carlos Victoria estuvo en Camagüey, está en Miami. Salgo para Santo Domingo en el ‘99 y cuatro años más tarde, entro junto con mi esposa a los Estados Unidos por Newark, N. J., Estoy unos ocho meses y viajo definitivamente a Miami, indago sobre Carlos Victoria infructuosamente porque Miami es cruel, mata el tiempo libre a los que dependen de un salario por horas. Pero a pesar de los desafíos, siempre estuve detrás de los cuentos de Carlos, los sacaba de la Biblioteca de Westchester, los leía. A principios del 2007, salgo de la Compañía constructora en la que laboraba. y el tiempo vuelve a ser para mí primordial para la sobrevivencia, trabajando como Security a donde me enviaran y a la hora que fuera. En Octubre del ‘07 leo la noticia de su muerte y me dolió que hubiera sucedido sin volverme a encontrar con él. Hago una senscilla nota de condolencia y la publico en la Revista Guatiní, que recién se estrenaba unos seis meses atrás. Aún hoy, la literatura de Carlos Victoria está relegada en la Isla, de manera estúpida, Los mismos sentimientos aún persisten en determinados sectores fundamentalistasque manejan la política cultural cubana. En Miami se habla de Carlos Victoria como oportunidad de satanizar la política cultural del País. Es lo mismo de siempre. Si nos acercamos a Padilla, nos acercamos a Cabrera Infante con la vista puesta únicamente en los valores que alimenta de manera Universal, la Historia de la Literatura Cubana. Tenemos que abordar la realidad de que todos somos cubanos, que escribimos con las raíces prendidas en nuestros sueños y no podemos obligar que todo árbol fructifique palmiche. No todos somos Nicolás Guillén. No todos somos Cabrera Infante o Don Lezama Lima, pero sí todos somos cubanos y como tales, dejamos nuestra memoria, nuestras ansias en los libros, en nuestros sueños, y desgarres cotidianos.

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Todavía lo veo allí, a las puertas de la UNEAC de Camagüey, con aquella desilusión que enturbiaba sus pequeños ojos, aquella tristeza infinita que sobresalía de aquel rostro de sonrisa tímida y con aquel File de cuentos que llevaba en ristre.. Palabras de amigos que cruzaron en algún momento sus vidas con Carlos Victoria. [RevistaEncuentro45/46verano/otoñode2007] Luis Manuel García He leído sus cuentos y sus novelas: prosa clara y fuerte, visión conmovedora del mundo. Un escritor esencial de la experiencia del exilio —el tiempo va a probar la importancia de su literatura, la cual sobrepasa su generación—. Victoria está entre nuestros grandes narradores. Alejandro Anreus Quienes conocieron a Carlos y quienes han leído sus libros saben cuánto pierden hoy la literatura y la dignidad humanas. El día vendrá en que Carlos Victoria ocupe el lugar que merece. Y dondequiera que estés, Carlos, un abrazo desde París, y toda la paz que no tuviste en este mundo. Armando Valdés-Zamora Cuba pierde no sólo uno de sus mejores narradores sino uno de los escasos escritores llenos de fuerza y bondad. Alguna vez le haremos un homenaje en Camagüey, será junto a las nuevas ediciones que merece, será para que nunca más se discrimine en Cuba por la orientación sexual o política. Otro que muere transterrado. José Prats Sariol Una amistad de veinticinco años, hecha de complicidad, fue lo que nos unió. Fue Carlos quien me ayudó con su inteligencia y su cariño a sobrellevar inquietudes y penas. He tenido el honor de traducir al francés sus obras y, en breve, aparecerá El Salón del ciego. Lo entrevisté para mi libro Un Cubain libre, Reinaldo Arenas. Se expresó como nunca lo había hecho sobre el otro gran escritor, revelando su atormentada relación con él entre divertida, intensa y dolorosa. Liliane Hasson Reinaldo Arenas, G. Rosales y él, Carlitos Victoria, los tres ases de esa generación "malograda", dispersa. Se fue un escritor diferente, grande. Santiago Méndez / Chago Los cubanos hemos perdido un magnífico escritor y un compatriota entrañable. Manuel Díaz Martínez Muere un escritor de pura cepa, de raza. Lo conocí en una de sus visitas a México y me sorprendió su modestia y naturalidad. Hace unos días, en un almuerzo en casa de Lichi, en el D.F., hablábamos de su obra literaria y de su condición humana de hombre bueno. Carlos Olivares Baró Estará ahora en algún pasillo del Cielo, caminando cabizbajo, con una sonrisa genial y con las manos en los bolsillos. Mauricio H. Maldonado A veces, no sabe uno a quién decirle: lo siento mucho. Yo no conocí personalmente a Carlos (sí su literatura, por supuesto) y, sin embargo, siempre lo sentí cerca. Odette Alonso Tuvimos amigos comunes, y siempre vi en él a un escritor mayor. Es otra pérdida dolorosa para la cultura cubana. Alejandro Querejeta Barceló Era una persona extraordinaria y con una sensibilidad fuera de lo común. Con una obra significativa, que disfruté profundamente, y una humildad que le hacía grande. Lo recordaré con alegría y con agradecimiento.

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SEIS POEMAS PARA MI MADRE LOCA EN CAMAGUEY Por CARLOS VICTORIA

CANTO III ¡Qué isla desierta la locura, la paz de manos grises, la añoranza! La tarde en que mi madre tuvo el único hijo, todas las calles se le volvieron muerte. Cabezas de tiniebla y animales sin labios merodeaban la cuna de sus noches. Y sus pechos estaban helados. las salamandras llenaban las paredes, aunque nunca mostraban los ojos.

Y mi madre, que soñaba con un dios en la puerta, sentía a los muertos acercarse. De rezos y de amor me abrigaba en su blusa. Y los muertos entraban sólo a tocar su sombra, junto a la mecedora gris donde ella cada noche me arrullaba. Y había voces y llaves más reales. Los dos éramos eco de otra eternidad.

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CANTO IV Fue amargo el ángel en tu cuerpo dentro de los muros altos y habitados que conociste. El aire puebla allí los meses dolorosos, las cabezas enfermas de muerte y vida, la eternidad de nunca. El niño que yo fui te visitó tres domingos en un largo año, quieto y torpe como un pájaro herido. Y hay un parque con árboles y una nueva imagen de la muerte en aquel frío espacio. Allí una mujer intentó besarte, y otra te arrojó piedras

desde su desgracia. Yo lloré sobre mi pubertad caída todo el tiempo. Un asilo más alto que un reino vendría a ser el resumen, una foto de angustia o miseria a tus veintiséis años. Y la memoria posee esos dedos en el rostro de una mujer vivida, con los ojos llenos de ceniza, de un puñado de lágrimas, una mujer tan dueña del poema como de sus dementes ojos.


JORGE FERRER1 Cuba-EUA VINDICANDO UNA LITERATURA INVISIBLE «Cuando llegué a Miami en 1980, luego de constatar que allí había más de tres mil personas que se auto titulaban poetisas, abandoné aterrorizado la ciudad», Reinaldo Arenas. Un cuarto de siglo separa ese malestar del más conocido de los escritores de la llamada «Generación de Mariel» de esta antología preparada por Juan Abreu, que incluye a diecisiete autores seleccionados precisamente por la cualidad de no serlo apenas: escritores casi invisibles cuya vocación literaria ha persistido gracias a una tozudez verdaderamente colosal. Su escasa oportunidad en los predios del acierto editorial ha sido aquí su suerte. Genuinos, y muy a su pesar, coleccionistas de manuscritos inéditos, repletas sus Florida rooms de los ejemplares intensos que han publicado a sus expensas en ediciones de autores —productos de las tantas veces mal llamada vanity press—, muertos en unos casos o desaparecidos en otros, dueños en muchos casos de biografías tristes o atroces, que Abreu anota con gesto notarial, han sido relegados a los márgenes de la literatura. Cuentos desde Miami acerca una lupa a esa literatura del margen: las cuentas del minúsculo rosario resultan ser, en la mayoría de los casos, que no en todos, perlas muy finas. Una antología personal la que nos propone Abreu —"la selección responde, más que a cualquier otro motivo, a mis gustos personales" escribe en la nota introductoria—, que se propone dotar de visibilidad a los escritores menos leídos de la literatura cubana. Ya era hora. Miami es la única isla, de entre el vasto archipiélago del exilio, que cuenta con una literatura verdaderamente propia, autorreferencial, completa. Una literatura madura, rondada por la marginalidad y las pasiones más disímiles; una literatura que se ha ido alejando de la mera enunciación de la nostalgia o la colección de postales patrias que seguramente propugnaban aquellas tres mil poetisas que espantaron a Arenas, para lanzarse a construir la memoria literaria de una ciudad que se parece, en los textos de esta antología, a cualquier otra urbe menos al Miami de cartón y pasquín que vocean periódicos y micrófonos de todas partes. Otro es el Miami de casi todos estos cuentos. Otros son los perfiles íntimos que narran Esteban Luis Cárdenas, Alejandro Armengol, Leandro Eduardo Campa, Lorenzo García Vega o el propio Juan Abreu, en relatos que bastan para hacer de este libro una necesidad y un regalo de muy buena literatura. Los asomos de una picaresca en los magníficos relatos de Campa —las lecciones de su Curso para estafar no tienen desperdicio—, la magistral frialdad con la que Cárdenas narra un episodio de una, si se me permite el oxímoron, encantadora sordidez, están entre lo mejor. También la mirada de María Valero,

JORGE FERRER, Vivió en Moscú entre 1981 y 1990, donde estudió en el Instituto de Relaciones Internacionales. Reside en Barcelona, España, desde 1994, traduce la literatura rusa en español, lo que le valió el Premio "Literatura rusa en España Award" en 2014 y dos accessits en 2008 y 2012. Él es el autor de Minimal Bildung (Catalejo, Miami, 2001 ) y el editor de Tristán de Jesús Medina. Retrato de apóstata estafa Fondo canónico (Colibrí, Madrid, 2004), entre otros libros. Un participante en PAIDEIA, un proyecto cultural disidente en Cuba, sus textos han aparecido en diversas revistas españolas e internacionales, como Letras Libres, Cambio16, Ajoblanco, Letra Internacional et al., Y en las colecciones de Cuba y El Día Despues (Mondadori, Barcelona, 2001) o Caviar con ron. Cuba-URSS y la experiencia post-soviética (Palgrave McMillan, Nueva York, 2012). 1

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que mueve los márgenes de la sensibilidad del desterrado en lo que parece un cortometraje de Jim Jarmusch. De Fernando Villaverde, uno de los narradores más relevantes de la literatura cubana, ha elegido Abreu un relato magnífico, como de Carlos Victoria, cuyo excelente recuento de una amistad sirve también para situar al lector ante los avatares de una literatura que ya tiene su propia historia íntima, su propia memoria, sus muertes. Con dos relatos cada uno, están representados Armando de Armas y el malogrado Guillermo Rosales, cuya suerte editorial en Francia trajo recientemente a España el Boarding Home en una edición que, no contenta con cambiarle el título, le adosó un epílogo que lo afea y minimiza. José Abreu Felipe, René Ariza, Manuel C. Díaz, Nicolás Abreu y una fantasía de Luis de la Paz acerca del menosprecio con que la ciudad trata a sus escritores, completan lo mejor, de entre los veintitrés textos antologados, de estos Cuentos desde Miami. E incluso los menos afortunados, como los de Rodolfo Martínez Sotomayor o Marcia Morgado, sirven al retrato de conjunto, aunque sea para matizar el entusiasmo. La nómina, habrá notado el lector atento, no incluye a una buena parte de los narradores más importantes y reconocidos que vivieron y murieron en la ciudad floridana. Fuera quedan, en efecto, Enrique Labrador Ruiz, Carlos Montenegro, Lino Novás Calvo, el propio Reinaldo Arenas o Lydia Cabrera, por ejemplo. Y es que Cuentos desde Miami apuesta claramente por los escritores menos leídos y evita que los acompañen figuras de valor reconocido y, en algunos casos, enraizados ya en el canon de la literatura nacional. Con ello, Juan Abreu se priva de haber hecho una antología definitiva de la literatura cubana de Miami, pero consigue su propósito, a todas luces militante: un tomo que, con la excepción de Lorenzo García Vega, carece de nombres asentados en el trasiego crítico y la mera lectura y que, sin embargo, ostentan una estatura literaria que pocos podían imaginar. Una reunión de escritores que, en su mayor parte, hacen de la ciudad el espacio de su literatura; escritores a quienes rondó la maldición y que hicieron de la beligerancia contra los usos sociales y literarios del Miami cubano una obra, más que una bandera; escritores que han hecho de su lengua un reducto de intransigencia ante las posibilidades más amplias del dreaming in cuban, privándose de ensayar la suerte de un Óscar Hijuelos, un Jerzy Kosinski, un Andrei Makine o, en tono mayor, la de un Nabokov o un Conrad, para jugarse el destino literario con sus lectores naturales, aunque constataran muy pronto que ni las tres mil presuntas poetisas compran libros, ni sus hermanos los publican. Mariel es uno de los principales nutrientes del mainstream literario de Miami, y Abreu, él mismo marielito y coeditor de la revista Mariel que aglutinó a esa generación, incluye en la antología a un buen número de esos escritores. El ensayo de Iván de la Nuez que figura a manera de prólogo, traza con innegable acierto los perfiles de ese grupo heterogéneo, su cualidad deslocalizada y singular dentro de una cultura dividida entre dos orillas, que los dejó navegando en el no lugar de la anomia. Una literatura, cabría añadir, que reúne buena parte de los signos con que Deleuze y Guattari calificaron la ―literatura menor‖ de Kafka, al convertir en arma de doble filo una lengua que va camino del idiolecto, la cerrazón y la resistencia. Habrá que indagar en las razones de una poética del Mariel, más allá de la sinrazón política que le es constitutiva. Cuentos desde Miami parece ser una buena herramienta para comenzar a desbrozar ese mar de silencios y malentendidos. Dar visibilidad a la literatura cubana escrita en Miami es el paso previo a su inserción en el cuerpo de la literatura cubana e, incluso, de la literatura de Miami. Desde Cuba se han patrocinado rescates parejos,

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como también desde revistas enclavadas fuera de Miami, pero esos tientos han estado siempre mediados por cautelas extra literarias que generan parejas precauciones en el lector. Un lector que se preguntará algo que ya han dejado de preguntarse los escritores cubanos de Miami: ¿qué rayos pasa? O más bien: ¿qué rayos les han caído en las espaldas dobladas sobre el teclado a los escritores de una ciudad que proclama su prosperidad, mientras ignora a sus escritores, empujándolos, en algunos casos, incluso a la mendicidad? Entre Lorenzo García Vega y Guillermo Rosales o Leandro Eddy Campa se trama el enigma y la desgracia de una larga nómina de excluidos del corpus de la literatura cubana y de la literatura en general. El carrito del Publix que empuja Lorenzo —uno de los poetas más importantes de la lengua española; uno de los escritores más distintos de la literatura cubana—, el Boarding Home de Rosales y la desaparición de Eddy Campa, cuyos demonios personales azuzó la hostilidad del entorno, son estigmas de los que la literatura cubana no se librará ya jamás para su vergüenza, pero también para su gloria.

SEIS POEMAS PARA MI MADRE LOCA EN CAMAGUEY Por CARLOS VICTORIA

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Los días, presurosos en la blanca cabeza de las nubes, no vuelven a traer el hilo de alegría que supieron dar en otros tiempos. Tu rostro amarillea el espejo del primer cuarto, donde Dios y su fiel enemigo luchan por poseerte cada noche. Mientras los ojos y las manos, mi madre, te envejecen inolvidablemente. Ahora todos se fueron, te olvidaron, y dejaron postales y nostalgias en lugar del olvido. Tu locura los espantó a todos, y te quedaste con la Biblia y la más primitiva soledad. Camagüey ya no espera tocar tu adolescencia, sólo la cartera y el vestido blanco de la justa mitad de tu vida. Y los sueños todavía te despiertan, aunque ya demasiado oscuros para ser sueños. Sin embargo, las calles que conoces, los árboles del patio, las tristezas, todo trata de imaginar acuerdos para así parecerse a tu infancia. .

. .VI Ah mi madre, cuando el dolor sea sólo una estatua de huesos, un tibio y dulce polvo, cómo voy a recordarte entonces. Todos los manicomios del mundo serán mi última casa, mi guarida, porque el hogar se nos habrá quebrado en dulces terrones y lluvia. Y los poemas de la carne y los ojos serán un breve sueño desterrado. Para el portal tendré los balances y las persianas rotas, y el ángel te mirará soñando. Las faldas y los peines de cuando eras muchacha serán los enemigos de tu viaje. Ah, qué cristal agudo, qué memorias, los nuevos niños habrán desconocido. Cerradas con aldabas de oro y sombra para toda la vida. Cómo será la huida de tu boca, de tus años y de tus visiones, en mi propia estancia. Colocar el mantel, las cucharillas, la fuente junto al pan, los platos blancos, sentarme en la mesa frente a tu nostalgia, y ya nunca más estarás conmigo.

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DECIMA Y SUCU SUCO CON MONGO RIVE Por:-LORENZO

SUÁREZ CRESPO

La Casa de la Décima Celestino García, rincón pinareño donde se enaltece,dentro de las tradiciones, la música campesina, así como el versoimprovisado y escrito, vibró de entusiasmo este jueves 18 en horas de lanoche con la visita de uno de los más apasionados cultores y defensores delpatrimonio cultural devenido en la oralidad y que se localiza en la Isla de la Juventud, el ritmo musical del sucu suco, de su creación, y la decimal pinera.Iniciador de una gira nacional que lo llevará a las distintas provincias del país, el rey del sucu suco prefirió comenzar su periplo musical en la region más occidental de la Vuelta Abajo y hacerlo en un Ranchón donde precisamente se cultivan los frutos de la identidad y el sentido de pertenencia entre cuerdas y versos. Las ondas del Guamá le dieron eco y curso a los variados ritmos del grupo musical visitante enriquecido con otros géneros también populares como el changüí, la guaracha y la canción guajira. Desde los primeros momentos en que fueron recibidos en el Hotel Pinar del Río con la sorpresa de la improvisación en las voces de los poetas Adriel Ceballos y Eloy Sánchez Padilla hasta la medianoche en que dieron fin a la actuación, Mongo Rives y el septeto pinero fueron acreedores de todo el afecto que merecen. La ocasión fue propicia para que bajo el guano del Ranchón se le hiciera un merecido reconocimiento en su condición de institución humana de la cultura popular tradicional. Mongo recibió plegables y cuadernos de las ediciones Amauta con las obras de los poetas pinareños y en reciprocidad, con sus 70 años de vida artistic y los 85 de existencia, pidió emocionado que sonaran las cuerdas para agradecer, en versos improvisados, estos sinceros estímulos marcados por la espiritualidad. La décima malara y el sucu suco pinero se fundieron en voces, cuerdas y ritmos, pero más que todo en expresión de júbilo para toda una comunidad que acudió a la cita con el júbilo de los bienaventurados; unos disfrutando el baile, otros el repentismo, mezcla de puro sabor cubano. Este espectro cultural en el parnaso de los poetas, acercando y fundiendo identidades de la más auténtico de sus raíces, pondera las evocaciones a un José Martí con los pobres de la tierra o a un José Vasconcelos con por mi espíritu hablará la raza. Esa es la cultura verdadera, la que dignifica y eleva, la que nutre y perdura.

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La poetisa argentina Irene Mercedes Aguirre ofrece conferencia en el Concejo Deliberante de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires con el tema: El Libertador José de San Martín y la poesía de la Historia, el pasado miércoles 24 de setiembre.

NOTA DE PRENSA Con la presencia de concejales, funcionarios diversos, investigadores y escritores, se produjo una grata y provechosa comunicación entre la expositora y los asistentes al acto relativa a la necesidad de desarrollar la sensibilidad en la educación a través de las expresiones artísticas como la literatura, las artes visuales, la composición y ejecución musical, etc... La Sra. Aguirre invitó a la lectura de diversos párrafos y poemas de su libro San Martín ¿para qué? por parte de los concurrentes. Luego se realizó el análisis de los textos a la luz de los acontecimientos históricos de la época de existencia del prócer. El comentario y debate final coronó este encuentro en ese calificado ámbito municipal.

En la foto la poetisa Irene Mercedes Aguirre con algunos de los presents.

Mercedes Irene Aguirre presentando su Poemario, ¿San Martín ¿para qué?

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GLADYS LUISA TABORO2 Argentina

EL ENCANTADOR DE ORCAS El primer día que Dalma lo vio, le pareció estar delante de una estampa de fantasía. El hombre, con el agua que le llegaba a su cintura, las acariciaba. No era una, sino varias. Nadaban en grupo. El clima de amistad se adivinaba desde la costa plagada de cantos rodados y conchillas marinas. Comenzó el viento a soplar trayendo a los oídos de la muchacha, el sonido de la música de la armónica que el hombre comenzaba a ejecutar. Ella se restregó los ojos. Los cerró y los volvió a abrir lentamente. Quedó inmóvil en ese atardecer frío y gris, absolutamente frío y gris, cuando el hombre las volvió a tocar suavemente con sus manos Ellas viraban alrededor suyo y se alejaban mansamente. Contagiada de la placidez del entorno, comenzó a acercarse al hombre. Él sintió su presencia y salió del mar. La saludó con un ―hola‖ y se miraron largamente, como si la magia que impregnaba la orilla del mar se prolongara y los envolviera. Dalma, con el afán de saber si era realidad o un sueño lo que había visto, le preguntó cómo se atrevía a estar tan cerca de las orcas. Entonces él la invitó a un lugar donde estuviesen al resguardo del viento helado y así narrarle la historia. Se dirigieron a unos pocos metros de allí, en una especie de refugio. Prendió unos leños, se quitó el equipo de neoprene y buscó una bebida alcohólica que vertió en un vaso de vidrio azul. Invitó a la muchacha a beber el primer sorbo y sentados en unos bancos forrados de cuero de oveja, el hombre empezó a contar su experiencia de vida. Le dijo que un día, siendo muy pequeño, soñaba con ―andar en orca‖. Su padre sonreía ante esa ilusión y le contaba historias de orcas asesinas. Siendo las dueñas de los océanos mataban sin piedad a las focas para devorarlas en sólo unos instantes. Sin embargo él escuchaba ese relato y no estaba convencido de la crueldad de esos cetáceos. De grande decidió prepararse para ser guarda fauna. Siempre había sentido deseos de velar por el equilibrio en la naturaleza. Comenzó sus primeros trabajos custodiando la fauna del golfo para luego decidir su permanencia allí. El muchacho sonrió y continuó relatando a Dalma que desde el primer día había comprendido que debía tirar las anclas en ese lugar sureño y pasar a ser parte del mismo. Al principio filmaba y fotografiaba el comportamiento de las orcas. Escribía desde la orilla sus conductas y hábitos. Fue una década completa de análisis y observaciones. Hasta que una mañana, cuando los tintes dorados se reflejaban en el mar, tomó su armónica e intentó cautivarlas. Ellas se acercaban y le brindaban su amistad. Luego se alejaban y volvían a dirigirse hacia la costa como invitándolo a introducirse entre las olas. Ellas se fueron convirtiendo algo así como su familia del mar y él como un amigo de la orilla. Muchas veces las alimentaba y compartieron noches de luna, amaneceres y ocasos. Una tarde, remando su kayak se introdujo un poco más en las aguas y ellas danzaban alrededor suyo mientras se comunicaban cada cual en su idioma. 2

Ha publicado en Guatiní su relato SOLA EN EL MUSEO. [Ver Edición GUATINí. 143, Pag. Nro 6] Artista de la Lente y del Pincel

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El muchacho fue comprendiendo que las orcas son animales muy inteligentes. No son asesinas. Se alimentan de focas por necesidad aún arriesgando sus propias vidas. Son compañeras de viaje en el mundo donde todo está relacionado. Lo que a ellas les pudiera ocurrir, tarde o temprano le podría ocurrir a los humanos… Se hizo un gran silencio en medio de la charla. La noche estaba presente y el viento de la Patagonia silbaba con fuerza. Ni Dalma ni el guarda fauna supieron por qué se abrazaron fuertemente. Tal vez porque ambos estaban convencidos que el universo está hecho para compartirlo. Así de simple…

CÁTEDRA

RODOLFO VIRGILIO LEIRO 3

La cátedra del cuerpo ansioso de murmurio, en lúdico trapecio la piel que se erupciona y dos pulsos ardientes nimbados en Sodoma y en fintas lasciviosas de místico tugurio, los gritos anhelantes, un síntoma de augurio que brinca con el beso del sexo y del aroma, las bocas que se muerden y el pálpito que asoma en duendes empapados en tímpanos espurios; es fémina la cátedra que sádica repecha, como estallando fiebre, sensual, insatisfecha en fintas imperiales del ambar y de duna, y las efigies nudas, en salmos de glorieta, se duermen en su cosmos de lírica violeta mientras besa los cuerpos el labio de la Luna.

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Llamado el Maestro del Soneto. Asesor Literario en la Sociedad Latiniamericana de Poetas. [ASOLAPO]

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ESPESCIAL PARA GUATINí ENTREVISTA Por IME BIASSONI4 Argentina VILLA CARLOS PAZ – CÓRDOBA – ARGENTINA SALÓN RIZZUTO, ESPACIO PARA EL ARTE Y LA CULTURA Y en este espacio me encuentro con dos grandes hacedoras de cultura: Nelly Antokoletz y Marta Golubenko Ferreyra a las que entrevisté para ahondar más en las actividades que realizaron y realizan.

1RA PARTE. Con Martha Gobulenko Ime- Marta, ¿cuál es tu recorrido literario? Marta- De alguna manera, casi silenciosamente, comencé a escribir desde adolescente, como empezamos casi todos los que tenemos cosas para decir... Ime- Inquietudes. Marta- Sí, esa inquietud de volar que sentimos y quizás guardar aquellas emociones que nos han marcado en nuestro tránsito por la adolescencia y que nos ayuda a volcar en palabras, en metáforas lo que sentimos de una forma distinta, lo que nos va aconteciendo en ese trayecto de la vida, pero allí quedó por un buen tiempo. Así comenzó mi relación con la palabra poética. Después me di cuenta de que las letras me agradaban en demasía y decidí estudiar Literatura. Fue el inicio de un camino apasionante, con cientos de atajos y posibilidades, un camino infinito que no deseo abandonar. Ime- Y te recibiste. Marta- Sí. Me recibí de Profesora en Lengua, continué la carrera de investigación, y eso me permitió conocer otros mundos, formas de vida, y a viajar de manera diferente a la habitual. Me permitió descubrir nuevos rumbos insospechados. Siempre fui muy lectora y la Literatura como ciencia, me ayudó muchísimo a combinar todos los aspectos de la palabra: escribir, enseñarla, gozarla, contagiar esa pasión que tenía. Ime- Ya como escritora, ¿a qué te dedicaste más, a prosa o poesía? Marta- Comencé escribiendo textos de historia regional y redactando noticias en periódicos. Alguien descubrió esa veta y comenzaron a 4

IME BIASSONI. Argentina. Fundó el Conservatorio de Declamación “Luz y Lorca” y el Taller Literario “Alfonsina Storni”. Hizo resurgir a los Juglares después de más de 400 años, para llevar el mensaje de los poemas, poniendo a la “poesía viva en movimiento por las calles de distintas ciudades. Tiene editados varios Dos ediciones artesanales: “A Rubén Vela”, “A Nidia Orbea de Fontanini”. y ocho libros inéditos.. Tiene trabajos publicados en revistas de España, Miami, Puerto Rico, Perú y Argentina.

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encargarme libros de historia institucional. Pasaron años hasta que escribí un cuento que tuvo mucho éxito. Ésa fue otra arista a explorar que me dio grandes satisfacciones. Ime- Y en la actualidad ¿A qué te dedicas más? Marta- No solamente a poesía y narrativa, sino también al ensayo. Éste me abrió nuevas puertas porque considero que la Literatura es una forma de llegar a todos esos seres a los que físicamente uno no puede acceder por la distancia, por los espacios y también por los tiempos. La Literatura me permitió todo eso. Reconozco que hubo una época en mi vida en que tenía demasiado para decir. Algo me estaba quemando por dentro y sentí la imperiosa necesidad de compartirlo. Era la hora de escribir un libro mío, desnudarme en palabras y emociones. Así fue como nació El cáncer y yo, confesiones íntimas, en el que transmití toda mi experiencia personal con el cáncer. Sabía que eso ¡me había enseñado tanto! Había transformado mi vida como ser humano gracias a la enfermedad. En realidad me sentí bendecida por el cáncer, por la forma en que cambió mi universo personal, mi mirada, el entorno, y pude comprender que mi misión en esta vida a través de los años y de distintas geografías, sería dejar palabras que resuman experiencias y mensajes que puedan ayudar. La palabra dejaba de ser algo estático para convertirse en una herramienta de transformación, en una ventana por la cual mirar diferente todas las cosas, en la posibilidad de transformar el corazón de alguien, revolucionar, conmover, transfigurar los espacios donde uno se mueve. Todo eso a través de la palabra. Fue entonces que adquirí la verdadera dimensión Marta Golubenko y el editor colombiano Joseph Berolo del sentido del mensaje dicho o escrito. Comprendí que no debía callarme las cosas, sino que tenía el don de poder y saber comunicar y que, sin saberlo, me había estado preparando para esto. Ime- Tengo entendido que ese libro ha tenido y sigue teniendo mucho éxito. Marta- Pude trascender mi ciudad, mi país, pude llegar a lugares en el que no se tiene el acceso cotidianamente. Ésa es la maravilla de la Literatura. En pocos días sale la segunda edición y ya comenzamos con el libro a recorrer caminos dando charlas, pero por sobre todas las cosas, dejando mensajes de esperanza. Ime- ¿Te ha dado satisfacciones trabajar con la palabra? Marta- Tuve la oportunidad de trabajar las letras desde distintos ámbitos: como docente, enseñando; como escritora, comunicando; como editorial, ayudando a otros escritores a realizar sus propios libros. Con la convicción de que todo alumno debe superar al maestro es que puedo decirte que me siento orgullosa de haber sido un instrumento de la palabra, o ella de mí…

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Ime- Y también has estado en “La magia de la palabra” Marta- Es verdad. Es un espacio cultural de Villa Carlos Paz y es el que me ayudó a relacionarme con otros escritores contemporáneos, porque el estudio de la Literatura te lleva a vínculos virtuales, pero tanto ―La magia de la palabra”, como el Café literario ―Arte a la carta” que coordiné en el Teatro Concert de Villa Carlos Paz, me permitieron la oportunidad de compartir fructíferos y maravillosos encuentros Marta charlando con el Dr. Ernesto Kahan literarios. Espacios para nutrirse, de retroalimentación, lugares para ir creciendo con tus propios tiempos, tus propias medidas, pero alimento al fin, que te permite crear alas, desplegar la imaginación, compartir encuentros, a viajar con la maleta de tus ideales por donde quieras... Ime- Y proclamando la paz... Marta- Claro que sí, fue uno de los temas que nos tocó de cerca cuando pudimos participar de la antología Pensamientos literarios para la paz, y tener la presencia de dos escritores con ese grito de auxilio (el Dr. Ernesto Kahan – que vino de Israel - y Nelly Antokoletz – quien coordinó la antología y el encuentro-) para que los acompañásemos. Fue una experiencia sumamente enriquecedora. Se trató de crear conciencia en la gente acerca de los caminos para lograr la paz, porque a veces se usa la palabra paz tanto que se termina desvirtuando su verdadero sentido. No es solamente escribir por la paz y que quede solo en el poema dentro de un libro. Los escritores debemos transmitir en acciones concretas lo que la paz significa, la responsabilidad de movilizar a través de la palabra porque se puede usar con múltiples sentidos. La paz no pasa por tener una remera que lo diga o por hacer carteles y colgarlos o pasearlos por las calles. Pasa por llegar a tocar el corazón de alguien. La paz se construye a través de lazos. Hay que instalarla en las pequeñas cosas de nuestro entorno y desde los más simples gestos. La paz no existe si no hay gente pacífica. Comienza con un fuego interno que se con-cede a los que están alrededor. Mientras no tengamos nosotros actitudes pacíficas, no se podrá conseguir la paz. Ime- Y desde las cosas simples. Marta- Debe tener los cimientos en lo cotidiano e ir creciendo; no debe ser solo un deseo. Debe basarse en hechos concretos, en primera instancia, tener paz con nosotros mismos para poder llevarla hacia los demás... Cabe aquí la imagen de las fichas de dominó, que una toca a la otra y así sucesivamente van las demás contagiándose de movimientos, trasmitiendo la acción. Así debe ser el trabajo por la paz. Uno solo no lo va a lograr, tiene que haber más de dos voluntades para seguir contagiando y construyendo. No se trata de ser escritor por la paz para llenar páginas, lo que se necesita es más que eso... Ime- Ir con hechos

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Marta- Y aquí está la misión del poeta. Cuando uno estudia a los escritores que trascendieron en la historia de la Literatura, se da cuenta de que fueron exponentes porque lograron modificar conciencias... y transformar comunidades. Ése es el secreto de los grandes. En mi caso, no me he planteado ser una escritora de renombre… me es suficiente con llegar al corazón de las personas que están a mi alrededor, de quienes encuentro en mi camino con un mensaje que perdure más allá de mí misma. Desearía que sintieran la misma pasión por transformar el corazón del otro, por lograr que sientan la necesidad de modificar conciencias para lograr un mundo más humano. Recuerdo una oportunidad en la que presenté un cuadro al óleo en una exposición, de escaso valor artístico, pero en el que había plasmado mi filosofía de vida, mis ideales y convicciones, mi esperanza de un nuevo siglo en el que habitara un hombre que, a pesar de la invasión tecnológica, trascendiera a través de los valores perennes, los heredados de los sueños e ideales. Y la apuesta estaba en formar al niño con ese mensaje. Una asistente a la exposición comentó: ―Qué ilusa es!‖. Pasaron más de treinta años de aquello y sigo teniendo la misma convicción y la misma esperanza, cada vez más necesarias y deseables. Ime- Muchas gracias Marta por desnudar tu corazón y dejarnos estos bellos mensajes.

Guatiní tiene el gusto de umirse a las voces de saludos que le llegan a la colega dominicana, Suanmy L. M Medrano por la publicación de su 1er poemario RECLAMO POETICO. PALABRAS DE LA CONTRAPORTADA Arquitecta, Poeta, Cuentista y Escritora Dominicana, nacida en la ciudad de San Pedro de Macorís el día 6 de Mayo del año 1992, hija de la Lic. Matilde Medrano y el Sr. Ramón Mercedes, se crio junto a su madre, su padre de crianza el Dr. Librado Díaz y su hermana menor Hidiana Díaz, Graduada con honores en la facultad de Arquitectura de la Universidad Central del Este (UCE). Publicó su poema titulado el “Hurtador” en la Revista Guatiní No. 111, en la ciudad de Miami, dirigida por el editor y escritor cubano Ernesto del Valle en el año 2012, en la que actualmente colabora, participo en la IX feria regional del libro en la ciudad de San Pedro de Macorís, recitando algunos de sus poemas entre ellos “Que Será de Ti”, Está incluida en la Antología poética “Recordando a Carmen Natalia”, el 22 de mayo del 2014 fue incluida en la Antología de poetas del siglo XXI, dirigida por el poeta español Fernando Sabido Sánchez, ha participado también en recitales de su ciudad natal y otras ferias culturales, Cuenta con cuatro novelas y una serie de cuentos infantiles indeditos. Pertenece a diferentes grupos culturales, entre ellos el taller literario Carmen Natalia. Actualmente trabaja como arquitecta y diagramadora de libros de forma independiente

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NUEVO EN GUATINí [[Desde Satélite-visión] La literatura paraguaya es una de las más desconocidas de Hispanoamérica. Sus escritores conocidos fuera de sus fronteras son escasos: nombremos a Augusto Roa Bastos, Elvio Romero, Josefina Pla, Gabriell Casaccia, Rubén Barreiro. Incluso las historias de la literatura hispanoamericana no incluyen a autores nacidos con posterioridad a 1940. Su desconocimiento no implica, sin embargo, que no exista un corpus de obras que, por distintos motivos, no han trascendido fuera de las fronteras del país guaraní. Enviado por el programa Satélite-visión de la chilena América Santiago y del Paraguay nos llega precisamente Carlos Ríos, esta joven voz con deseos de insertarse en la gran comunidad de voces que convoca la Revista Guatiní.

TUS OJOS…

CARLOS RÍOS 5 [Paraguay]

Me perdí en el frenesí de tus besos me abrigue en tus tibias caricias sonreí al ver que el azul de tus ojos posaban sobre esta dulce agonía. Te admire desde el limbo del viento desde los finales ausentes del alba desde la congoja del último ocaso que coronaban mi eterna desdicha. Te codicié desde antes tú lo supieras antes que mis labios tocaran tus manos antes que mis besos forjaran estrellas antes que el presente fundara los sueños. Te amé sin exigir una respuesta sin pedir que embriagues mi corazón, te amé por mutar mis amarguras y dejarme vivir en tus ojos…

ERES MI BOLIVIA

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- Artista Plástico, Escritor y Estudiante de Medicina Humana. a publicado Amanecer [2002] (Poemario), El sexto día y otros cuentos [2013] y Tu y yo leyendo poesías [2014] (Poemario). Asimismo ha colaborado en varias antologías a nivel nacional e internacional. Es miembro de la Sociedad de Escritores del Paraguay.

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PATRICIA COLLAZOS BASCOPÉ 6Bolivia Patria de un sol peregrino Nacida para habitar en la altiva montaña: Tierra de viento desatado En locos galopes Y levanta oraciones de polvo En su ansiedad de tocar el cielo Con sus manos, ERES MI BOLIVIA Eres el lamento de la quen a Que llora la muerte de un imperio Y también entona la esperanza En la zampoña de un campesino cantor Dispuesto a conquistar el tiempo Para construir un nuevo país. Eres la cueca que busca al hombre Para entregarle el amor Llegado en alas de una paloma peregrina de emociones ERES MI BOLIVIA Eres el camba con piel de selva Y músculo de jaguar Que hoy está despertando Con las clarinadas del progreso Para edificar una nación que levante bien alto tu nombre BOLIVIA Eres el erke chapaco Resonando en las manos del valle florido Con la sangre andaluza y el empuje mestizo Para levantar a mi patria Más allá de las montañas, ERES MI BOLIVIA

Poeta y narradora. De profesión pedagoga con estudios en la Universidad de Charleston, EEUU. Ha publicado, Eclipse en el altiplano / Patricia en Nueva York (2005). Cuento: Con la venda en los 6

ojos (1992); La reecarnación de Patricia Beatriz(2002); Tragedia del analfabetismo (1995). Otros: Viajera en la lejanía (anecdotario, 2003).

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NUEVO EN GUATINí MARGARITA AGUERAS 7 [España] Ilustraciones de la Artista checa TEREZA VLČKOVÁ 8

EL LUGAR QUE HABITO Muchas noches soñaba que podía volar. Sólo tenía que impulsarme un poco y mi cuerpo liviano de niña se incorporaba a las corrientes del espacio. Me Movía como si tuviera un timón incorporado al cerebro que obedecía mis órdenes sólo con pensarlas. Un ligero movimiento y cambiaba de dirección. Allí arriba todo era más fácil. No competía con los pájaros, al contario, me integraba y pasaba desapercibida. Aunque lo que más me gustaba era la libertad de movimientos en un gran espacio vetado al resto de personas. En la brevedad de mis vuelos no había turbulencias. Si, alguna nube que sorteaba por debajo o por encima. La altura de mi vuelo era limitada. Nunca sentí frio, ni calor, ni vi cerca la lluvia, sólo sensación de libertad. Yo era especial, me sentía única e integrada en un medio que no era el mío, pero que a ratos, en mis sueños me pertenecía. Era, quizá, el único momento que no parecía invisible. Al despertar me invadía una sensación extraña y contradictoria, entre decepción y satisfacción. Una porque despertar y darme cuenta de que sólo había sido un sueño me hacía ver la realidad, y la otra porque había podido experimentar la libertad que se siente al volar. Así, entre contradicciones empezaba un nuevo día que sería diferente a los demás, a todos lo que había sobrevivido. Ahora tenía una ilusión: volver a soñar que volaba. Las noches que siguieron a aquella no hubo suerte y, aunque cerraba los ojos con fuerza y lo intentaba, los sueños venían cuando querían. Morfeo jugaba conmigo al escondite, a no dejarme soñar lo que yo deseaba. De vez en cuando, sin esperarlo ni ya casi desearlo, me acostaba rendida y allí estaba de nuevo, en el espacio, sintiendo la libertad, volando por las alturas, viendo la belleza de mi pueblo, divisando las montañas, los animales, los campos recién sembrados en la primavera, las inmensas superficies de trigo salpicadas de amapolas.

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MARGARITA AGUERAS.-Desde pequeña le ha gustado escribir y ahora dedica todos sus ratos de ocio a este menester. Ha sido seleccionada en varios concursos de relato corto, pero no tiene nada pueblicado. 8 TEREZA VLČKOVÁ es una fotógrafa checa (nacida el 3 de noviembre de 1983) considerada uno de los más famosos jóvenes artistas checos, consiguiendo fama internacional sus fotografías que son, normalmente, de gran tamaño en color, con una gran sofisticación técnica, y un contenido misterioso, inquietante para el espectador.

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Y volaba, y volaba ajena a todo y a todos, dejando que la brisa acariciara mi cara y que el aire inodoro y puro entrara por mi nariz y purificara mi cuerpo y me llenara de energía y de vida y de libertad. ¡Cómo me gustaba esa sensación! Si hubiera sido capaz de sobrevivir en aquel medio no hubiera vuelto, porque los pájaros me aceptaban, piaban a mi paso, las nubes me sonreían y se abrían cuando me veían venir. Un día, después de mucho tiempo sin volver a soñar que volaba, noté otra sensación extraña, pero esta vez no era un sueño, estaba segura, lo había vivido, pero no podía contarlo por miedo a que alguien pensara que era extravagante o que había perdido la razón: Ocurrió una tarde de verano, cuando el calor del día daba paso al fresco del atardecer y los vecinos de mi calle salían a tomar el fresco. Era esa hora de la tarde en que las luces de las farolas aún no estaban encendidas y los últimos rayos de sol se perdían en el horizonte, donde se formaban mil siluetas al amparo del ocaso. Aprovechando que mi madre hablaba con la vecina yo rodeaba su cintura con mis brazos y la sentía sólo para mí, ella, siempre esquiva, seguía hablando haciendo caso omiso de mi caricia. Yo notaba su olor a madre, a ropa recién lavada, a comida recién cocinada, a seguridad y protección de sueños, a refugio de soledades. Tenía un olor único, como todas las madres. Ella, por unos instantes me abrazaba sin darse cuenta, yo volvía a sentirme libre, como en mis sueños, cuando volaba. Entonces sucedía algo imprevisto, una conversación entre adultos; mi madre, indolente, me separa de ella y me decía que me fuera a jugar. De pronto dejaba de oler su aroma y me transportaba a la calle de abajo, pero no lo hacía caminando, ni corriendo, ni volando. Todo ocurría en unos segundos: de pronto estaba agarrada a la cintura de mi madre y en unos instantes, sin saber como, estaba en la calle de abajo preguntándome a mi misma que hacía yo allí. A oscuras, entre la tapia de del jardín de una casa, los árboles que la rodeaban y el terraplén que separaba mi calle equidistante del jardín. En apenas unos segundos volvía a estar arriba, al lado de mi madre, mis amigos y el resto de vecinos. Nadie había notado mi ausencia, no me preguntaban dónde había estado. Quizá, entre tanto niño, era difícil notar la falta de uno y como siempre ocurría al atardecer, cuando las luces del día se perdían, era más difícil echarme de menos. Después, durante muchos años pensaba que habría sido un sueño, como cuando volaba, pero siempre tuve la certeza de que era verdad. Me transportaba de un lugar a otro sin saber cómo. La sensación era extraña, pero nunca sentía miedo, al contrario, hacía que me volviera a sentir libre, especial, única. Estaba segura de que a nadie le ocurría lo mismo que a mí. Por ello callaba, mantenía en secreto eso a lo que no sabía ponerle un nombre. El tiempo fue pasando y a medida que me independizaba de la indiferencia de mi madre, las sensaciones y los sueños que sentía como únicos desaparecían.

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Sin embargo, un día me levanté después de haber estado soñando toda la noche con un primo al que hacía más de cinco años que no veía y del cual no sabía anda. Le estaba contando el sueño a mi madre y cuando acabé fui al balcón me asomé y allí estaba mi primo, llamando a la puerta. Mi madre se rio pensando que le estaba gastando una broma, pero dejó de reírse cuando llamaron a la puerta y mi primo estaba allí. Una casualidad, dijimos, a la vez que nos reíamos contado la anécdota. A los pocos días, cuando mi primo se fue, mi madre muy misteriosa dijo que había algo que nunca había querido contarme para que no me asustara. Se me cortó la respiración y sentí que en ese momento me iba a confesar que había volado de verdad y me había transportado. Quizá ahora iba a saber que tenía el don de la ubicuidad, el poder de desdoblarme y verme a mí misma desde el ángulo que yo quisiera. ¡Lo deseaba tanto! Pero no fue así. Lo que me confesó fue algo más simple. Me dijo que la comadrona que atendió mi parto le dijo muy misteriosa que los nacidos ese día veían a los muertos y tenían un don especial. Yo era evidente que no lo tenía, nunca en mi vida había visto a un muerto, si a un difunto, pero a lo que se refería aquella mujer. Mi madre había dudado toda la vida en decírmelo para que no me asustara, pero ella que tenía miedo de todo, no lo creía a ciencia cierta, lo dejaba en el aire, como muchas cosas que no controlaba. El tiempo pasó y en algunas ocasiones me pasaban cosas para las que no encontraba explicación. Cuando me sentía amenazada por algún problema, cuando los proyectos no salían como yo quería, el miedo al fracaso daba paso a una catarsis sin precedentes. Todo apuntaba al pasado, el miedo al desamor, al fracaso, a no sentirme querida, al prejuicio de los demás. Entonces el miedo entraba en mi como una posesión maléfica y me dejaba petrificada y sin recursos. Pero yo era fuerte y, siempre, cuando estaba al borde del abismo, surgía una extraña fuerza en mí que daba, sino la solución, si las pistas suficientes para emprender el camino de vuelta a mi propio yo. Y así fue como un día, después un episodio oscuro en mi vida, empecé a atisbar la solución. Necesitaba desdoblarme. Salir fuera de mí, verme desde otro ángulo, desde la perspectiva que podían verme los demás. Lo intenté de todas las maneras: En sueños, como en la infancia, cuando volaba, al atardecer, como cuando me transportaba, pero no resultó. Hasta que me di cuenta de que debía hacerlo de manera figurada, es decir, sólo en mi pensamiento. Volví a intentarlo y tampoco dio resultado. El tiempo pasaba y yo seguía inmersa en un mundo de tristeza, de desamor, en un lugar al que no me acostumbraba, rodeada de personas que no entendía ni me comprendían. Me sentía igual que cuando era niña, invisible para los ojos de los demás, hasta para los de mi madre.

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Un día, o quizá fuera un atardecer o una noche, por fin lo conseguí: Me vi desde fuera, como desdoblándome y saliendo de mi cuerpo, como en las imágenes que el alma abandona el cuerpo después de que el individuo muere. Entonces me di cuenta de muchas cosas, fui capaz de verme por primera vez en mi vida. Era como ver mi imagen en un espejo, pero desde todos los ángulos posibles. Como si tuviera una hermana gemela que reprodujese mis movimientos delante de mí. Seguía mi propia trayectoria, me perseguía a mí misma por miedo a perderme. Al final comprendí cual era mi falta, por qué a mi vida le habían faltado tantas cosas. Porqué, de niña, había soñado continuamente que volaba, porqué esa necesidad de sentirme libre a cada momento. También comprendí porqué me había transportado, porqué necesitaba alejarme de mi madre en el momento que ella me lo pedía. Comprendí, desde fuera, lo que nunca había podido ver desde dentro: Mi vida había estado llena de carencias afectivas, de enorme socavones que me llevaban a querer ser especial para que alguien me quisiera, para que mi madre se fijara en mi cuando volaba, cuando me transportaba, cuando adivinaba que alguien venía a casa antes que llamara a la puerta. Necesitaba urgentemente usar todos los recursos posibles para impresionar a mi madre, para que me quiera, y así dejar de ser invisible, aunque sólo fuera un rato. El tiempo pasó inexorable y los sueños se mezclaron con la realidad hasta que ya no pude discernir entre una cosa y otra.

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CARLOS OQUENDO DE AMAT9 Perú Puno,Perú.04-17-1905]

[Guadarrama, España.03-06-1936]

Tus dedos sí que sabían peinarte como nadie lo hizo mejor que los peluqueros expertos de los trasatlánticos ah y tus sonrisas maravillosas sombrillas para el calor tu que llevas prendido un cine en la mejilla junto a ti mi deseo es un niño de leche cuando tu me decías la vida es derecha como un papel de cartas y yo regaba la rosa de tu cabellera sobre tus hombros por eso y por la magnolia de tu canto que pena la lluvia cae desigual como tu nombre [Del libro 5 metros de Poemas] 9

CARLOS OQUENDO DE AMAT.- Considerado uno de los mayores escritores peruanos de todos los tiempos junto con sus compatriotas José María Eguren, César Vallejo, Martín Adán, César Moro, entre otros, como uno de los más sobresalientes exponentes de la poesía contemporánea en el Perú. Sufrió prisión en su país y en Panamá, y murió en España durante la guerra civil. Para leer más de su obra. http://www.tinta-china.net/c_oquendo_de_amat_14.htm


DÉCIMA AL FILO 2014 Se desarrollará en Guáimaro, Camaguey, del 13 al 15 de diciembre el evento nacional de mujeres decimistas “Décima al Filo”, dedicado a los poetas: Nieves Rodríguez de la Habana y a Ronel González Sánchez de Holguín” Se realizará un homenaje al poeta guaimareño e historiador de la ciudad Desiderio Borroto Valdés y al Frente de Afirmación Hispanista de México, por su labor promocional de los poetas cubanos y de Hispanoamérica. Odalys Leyva Rosabal. Presidenta del grupo internacional “Décima al Filo. Guáimaro, Camagüey, Cuba

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“Mujeres del verso fino/ que huele a cocina y rosa/ en sus ojos le retoza/ el paisaje campesino”. ERdelValle.


ESTHER GONZÁLEZ SÁNCHEZ10

SIN BRÚJULAS NI ACENTOS

España Ahora que voy sola en este cuerpo, sin brújulas ni acentos, sin pañuelos ni adioses que agiten despedidas, los feudos de mis aguas corren tristes, vacíos ya de luz, como una Navidad de verso solitario; y frente al mar abierto de un soliloquio eterno, siento la pesadumbre del que vuelve vencido portando barricadas de duelo entre los dedos. No hay dioses en mi cuarto, ni gubias, ni cinceles, ni muelas moledoras de infortunios; tan solo una metástasis de pasos y un arca de Noé, tras el diluvio.

[…]y frente al mar abierto/ de un soliloquio eterno,[…]

ESTHER GONZÁLEZ SÁCHEZ.- Poeta y Escritora. Autora del poemario Alma Peregrina, en este momento prepara el que será su segundo libro que llevará por título “Raíces”.Ha recibido la distinción Premio Bronce al Compromiso y Trabajo por la Paz. En la actualidad es Miembro de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Miembro Honorífico de ASOLAPO-Argentina. Vicepresidenta de ASOLAPO en España Integrada a REMES ( Red Internacional 10

de Escritores en Español) Miembro de UNILETRAS.

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ERNESTO R. DEL VALLE11 Cuba-EUA DE AQUEL LADO DEL MAR Por eso yo me iré sin saber nunca De qué lado del mar está el exilio Tania ALEGRÍA, Brasil/Portugal

Que se quiebren en sombras los baluartes de las tantas fronteras y murallas; yo prefiero perderme con el viento, prefiero, como el viento, tener alas. Que se añejen los brindis en las copas y las copas se rompan en las claras vendimias interiores de los sueños donde maduran retos y palabras.

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Rómpanse en tinieblas, llantos, muecas, que se eclipsen los labios, beso a beso en la eterna y unánime nostalgia Yo sigo de aquel lado, donde el vino guarda junto al mosto y la memoria el empuje total de la esperanza..

BAHÍA DE BRICKEL

Miami 11

BAHÍA DE LA HABANA

Cuba

ERNESTO R. DEL VALLE.- Poeta y escritor cubano, residente en EUA. Profesor de Español y Educ, Artística. Ha publicado ALABANZAS Y ALUCINACIONES, EMBOSCADAS DEL SUEÑO Y AMEN DE MARIPOSAS, [Poemarios.] MIERCOLES DE CENIZA [Relatos] Aparce publicado en España, Argentina, Australia e Italia. Varias Antologías destacan su poética, la última mil poemas a sor madre de calcuta, por el poeta Alfred Asis. Miembro de honor de Asolapo-España y su Corresponsal para Cuba. Es Editor de la Revista Guatiní.


Colega desde hace 12 años. Nos unió la Sala de Escritores, fundada y dirigida por la irreemplazable Marien. Foro Literario que conocí, residiendo en New Jersey. Hicimos buena empatía, compartíamos comentarios y nuestros textos, casi a diario.

ESPECIAL PARA GUATINí LIVIA DÍAZ12

DAME EL OTOÑO

México.

Primera reflexión. El tiempo pasa… Intentamos esquivar la llegada del otoño con lluvias intensas en México. En el campo estarán contentos algunos que dependen de la lluvia para abrir el surco y sembrar sus semillas en la tierra, otros, al contrario verán algunas cosechas naufragar. Así es cuando pasas del verano duro a que trajo la primavera. En la aparente bonanza económica las tiendas ya están ofreciendo artículos de navidad e incrementaron los precios haciéndolos inalcanzables a los sueños del principio del año. Piensan “Al cabo que del ahorro que se consiga en otoño dependerá la compra de invierno.” Cómo se parecen éstas cosas a la vida cotidiana. A la diaria lucha por seguir en esta sociedad que a veces, nos deja sin armas y otras, las recarga. Si tenemos el granero lleno, por lo menos para planear la temporada siguiente, es más fácil sobrevivir que si comenzamos de cero. Y si no tenemos nada, vamos en el día a día por todos los elementos. Así nos pasa también en la poesía. A veces no estamos demasiado provistas de argumentos o temas ni de capacidades técnicas para llegar a la meta que buscamos. Quizá por eso aparece siempre en el ideario como una etapa de reflexión intensa y hacia adentro. Buscando en la mente y en el corazón. Por eso es reflexiva y de mucha observación y el éxtasis que nos provoca nos deja perplejos. O será la lluvia que no nos permite salir y entonces o nos volvemos parte del agua y los lodos que se forman en los caminos, y sentimos el gozo o la alegría de vivir, o nos arrepentimos de estar silentes o con ruido en el alma y en todo el cuerpo. Quizá sólo atizamos el fuego interno y comenzamos a dejar salir lo que nos había irritado.

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Periodista y, como tal, participó activamente en la fundación de la Red Nacional de Periodistas de la nación mexicana y de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, colaborando activamente en algunos de los periódicos estatales de aquel querido país y en prestigiosas revistas informáticas de literatura.Miembro activo del Movimiento Internacional de Metapoesía y creadora del portal de artistas Hispanoamericano Microclim. Su obra poética, en su mayoría inédita, oscila entre el compromiso ético y una bienvenida inclinación hacia las revelaciones lingüísticas de la vanguardia

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Ya ha salido a la venta G€N€$, la segunda novela la joven escritora malagueña Margarita Bokusu Mina colaboradora de la Revista Guatiní. Como adelanto, compartimos aquí un pequeño fragmento extraído del prólogo de la novela, y escrito por un gran amigo de la autora. El poeta, músico y pintor Antonio Jesús González Martín

"El arte de la literatura nos ayuda a saborear mejor nuestras vidas. Y esta novela en particular nos habla de la gente en un entorno de crisis económica y social contemporánea que lucha y cree en sus principios. Podemos decir que G€N€$ es una ventana abierta, y un valiente homenaje, a la gente corriente de nuestros días que intenta sobrevivir a pesar de sus escasas oportunidades."

Síguela en: http://margaritabokusumina.blogspo t.com.es http://www.facebook.com/MBOKUS UMINA y @MBOKUSU

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La novela de Padura Reseña crítica de La novela de mi vida, Leonardo Padura, Unión, 2002

DUANEL DÍAZ INFANTE13 [Tomado de la Revista LA HABANA ELEGANTE] http://www.habanaelegante.com/Fall2003/Ecos.html Los lectores habituales de las historias policíaco-existenciales de Mario Conde disfrutarán posiblemente la última novela de Leonardo Padura; los que busquen en La novela de mi vida, ganadora en 2001 del Premio Internacional de Novela Casa de Teatro, una ganancia sustancial en la trayectoria literaria del escritor no quedarán acaso totalmente satisfechos. Como fácilmente me incluyo en los dos grupos, he leído esta novela casi de un tirón, ganado por la eficacia de la intriga y las peripecias de la vida de Heredia, mientras advertía la sutil repetición de la receta que garantizó el éxito de la serie ―Las cuatro estaciones‖. Fernando Terry, el protagonista de La novela de mi vida, es un Conde más estudiado y con peorsuerte. No es policía y narrador diletante, sino poeta y profesor de literatura cubana que, expulsado injustamente de la Universidad de la Habana, abandona el país en 1980 y regresa a Cuba a mediados de los noventa cuando un amigo le escribe sobre la posibilidad de que aparezcan las memorias perdidas del poeta José María Heredia, sobre quien había hecho su tesis de grado y comenzado un doctorado nunca concluido. Comienza, entonces, la novela: la búsqueda del manuscrito y la búsqueda de un supuesto delator, que conducen a Fernando Terry a recuperar su pasado, y a los lectores a las memorias de Heredia y los avatares del manuscrito en manos del hijo menor del poeta en los convulsos años treinta. La búsqueda del manuscrito emparienta La novela de mi vida con las populares novelas policíacas de Padura, como también, sobre todo, la búsqueda del reino anterior al desastre de la dispersión y el fracaso. Padura vierte más material en el ya frecuentado molde de la nostalgia, sólo que ahora, en vez del pre de la Víbora del Conde y el Flaco, es la Escuela de Letras de Fernando Terry y ―Los socarrones‖, y no es sólo el tiempo y la adversidad lo que separa al grupo de amigos, sino la sospecha de una delación y las muertes lamentables de dos de ellos. Esta historia conmovedora de la dispersión y el reencuentro, de la sospecha y la amistad entraña a todas luces una alegoría de la reconciliación, un romance nacional. Sólo al volver a Cuba puede Fernando Terry recobrar su paraíso, posible o efectivo: el amor de Delfina, la certeza de que no hubo delación. Hay, por debajo de la mezquindad de los hombres y de la miseria de una Habana dominada por el dólar y adornada por edificios deteriorados, una pureza que permanece intocada, en el fondo de una matriuska cuyas piezas son el país, la ciudad, el barrio, el grupo de amigos. Y puesto que la nostalgia, como señala el escritor español Fernando Savater, es un optimismo à rebours, La novela de mi vida es una 13

LEONARDO PADURA

Profesor y escritor. Publicó los libros Mañach o la República (Premio Nacional de la Crítica 2003); y Límites del origenismo. Este año trae a la Feria Palabras del trasfondo, en la que hace un estudio exhaustivo de la literatura, la intelectualidad y la ideología cubana, 50 años después de la revolución cubana. La obra es presentada por la Editorial Colibrí, en Tinta Fresca.

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novela optimista, cuyo moderado happy end es bastante previsible. Casi al final de la novela de Padura leemos: ―Una sensación de paz envolvió a Fernando y pensó que volvería tantas veces que al final se quedaría, porque, en realidad - y ahora tenía la certeza - él no se había ido nunca.‖(p.361) Nadie se va, en el fondo. Del territorio, el país, el pasado, es imposible escapar. A esta moraleja preferimos, por nuestra parte, aquella frase sencilla y aguda de George Steiner que reza: ―Los árboles tienen raíces; los hombres y las mujeres, pies‖. Pero La novela de mi vida no sólo evidencia los límites de su autor, sino también su oficio y su imaginación. Se trata de una obra densa y ambiciosa, sustentada en una profunda investigación biográfica y en un amplio conocimiento de la época en que vivieron e interactuaron cuatro figuras cimeras del XIX cubano: Varela, Saco, Heredia y Del Monte. Hay que agradecer sobre todo a Padura la recreación novelesca de la vida romántica del poeta del Niágara. Estas memorias ficticias, escritas en una prosa de sabor castizo y resonancias modernas, eficazmente intercaladas con los otros dos hilos narrativos, trazan el contraste entre un héroe inspirado y efusivo y sus dos antagonistas fríos y calculadores: Domingo Delmonte, intrigante y envidioso, y Tacón, el autócrata, cuya entrevista con el poeta, que tiene un antecedente en el memorable encuentro entre Fray Servando Teresa de Mier y Agustín de Iturbide en El mundo alucinante, puede leerse como un velado homenaje a Reinaldo Arenas. Otro acierto indudable de la novela es el tratamiento del tema de la masonería - y aquí la referencia literaria es seguramente Alejo Carpentier, el cronista del siglo que profesó el culto al GranArquitecto -, uno de los elementos que vinculan los tres momentos históricos de la novela. La supervivencia contra viento y marea de esta institución cuya tradición cubana se remonta a los tiempos de la conspiración que le valió a Heredia el destierro, deviene símbolo de algunos valores que la novela de Padura exalta ostensiblemente: la tradición nacional, el derecho a la continuidad con el pasado, con los valores que se inculcan de padres a hijos, pero también la universalidad, el ecumenismo y la olvidada noción ilustrada de fraternidad. La historia de mi vida es también un canto a las luces y a su triunfo sobre los oscurantismos que vienen en nombre de la luz.

Envíe sus textos a ccastejonc@hotmail.com y pida su afiliación a la Asociación Latinoamericana de Poetas

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ALINA GALEANO14 Cuba-EUA PARA LA BALA QUE TENDRA Para la bala que tendrá mi nombre, para el fusil que cantará conmigo, no existen todavía paredones. Para matarme si matarme quieren, todavía la historia no ha podido enarbolarme a los diez mil gatillos, en diez mil coyunturas de mujeres. Para la bala que me espera en leve golpe de corazón aún no han podido encontrar la materia requerida donde restalle el trueno de mi espíritu y en orillas de muerte voy creciendo frente o perfil: la imagen del planeta.

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Tiene a su haber más de veinte poemarios. Ha sido antologada en publicaciones españolas, argentinas y norteamericanas. En marzo del 2010 participó en un congreso dedicado a poetas cubanas de Nueva York organizado por Baruch College (CUNY). y, en febrero del 2011, presentó su obra en la Feria del libro de Minerías en México D.F. y en la Feria Internacional del libro, en Miami, en noviembre de 2011.

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LA MONTAÑA...

TERESA MARIA MARU MEJIA15 México

Le creyó viento... sólo fué aire que apenas le rozó una montaña majestuosa e imponente rica en vegetación y laderas. Necesitaba la bravura de un jaguar, para sus cordilleras sinuosas el sol quemaba sus caminos la sed comenzaba por agobiar su tranquilidad. Pedía a las nubes lluvia de mar, olas enloquecidas... bravura de torrentes, despertar su maternidad. Su espera... ya no será más!!!

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Empresaria, canta autora, poetisa.

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ÉBOLA

EZEQUIEL CÁMARA16 Argentina

Socaba tu maldita palabra en la fosa del eco, se escuchan los alaridos de aquellos cuerpos que se desintegran en explosiones y convulsiones sangrientas. El dolor da paso a la nausea… ¡Un mar de nauseas! Las calles despiden olores fétidos. La pobreza y la indiferencia coquetean con la muerte. Los cadáveres se descomponen. Sierra Leona: El infierno hecho realidad

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Miembro de la Sociedad de Escritores Latinoamericanos y Europeos. Difunde sus poesías en los programas radiales: “Letras del Paraná” (Paraná) y “Y volverán a ser árboles” (Pehuajo). Participa de páginas de Internet como: Encuentos.com (Buenos Aires), Escritores de alrededor (España), Blog de la Revista Literaria Monolito (México), Antología Poetas del Siglo XXI (Estados Unidos), entre otras. Cuenta con publicaciones en papel en: Antología Internacional “El arte de crear 3” (Rosario), Antología “Mil poemas a Sor Teresa de Calcuta” (Chile), y Suplemento especial “Monolito Arte” (México). Fue entrevistado por el Editor de Guatiní.

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PARA ACERCARTE

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AL ARTE Y LA LITERATURA


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