Galera #74

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#74 路 CUCHARITA














14 I ATRODEN QUIÉNES SOMOS

ENCONTRANOS EN

DIRECTOR RESPONSABLE

Novecento, Hoteles Esplendor, Dadá, Tienda Malba, Olsen, La Olla de Félix, Arevalito, Dandy, Bruni, Hotel Faena, Florería Atlántico, Hotel Madero, Tegui, Camarín de las Musas, Fervor, Spa Markus, Osaka, Roho, Cucina Paradiso, Malvón, Sucre, Proa, Voulez Bar, Aldo’s, Le Blé y Farinelli.

Marco Simeone Ariosa marco@intelectualyfrivola.com

DIRECTOR EDITORIAL Esteban Feune de Colombi esteban@intelectualyfrivola.com

EDICIÓN Delfina Campos delfina@intelectualyfrivola.com

DISEÑO

Urko Suaya, Mek Frinchaboy, Hugo Horita (ilustración La columna), Javier Joaquín (ilustración Visionaria), Mauro Roll (fotos Oficios), Victoria De Feo (foto De la galera) y Javier Velasco (ilustración Grandes vestimentas).

Florencia Martínez diseno@intelectualyfrivola.com

MUCHAS GRACIAS

REDACCIÓN Lucía Colombo lucia@intelectualyfrivola.com

ASISTENTE COMERCIAL Lucrecia Gratas lucrecia@intelectualyfrivola.com

PRENSA Y RELACIONES PÚBLICAS Grupo Mass PR info@masspr.net

IMPRESIÓN Galt Printing Ayolas 494 (CABA)

GALERA #74 Cucharita • 2015 TIRADA: 10.000 ejemplares FOTO DE TAPA: La modelo francesa Caroline de Maigret, por Urko Suaya

intelectualyfrivola.com

COLABORAN

DISTRIBUCIÓN Y LOGÍSTICA Promail Condarco 4846 / 4572-0505 Galera Intelectual y Frívola es una publicación de Marco Simeone Ariosa, French 3112 (CABA). Las opiniones de los entrevistados y los artículos no reflejan necesariamente la opinión de quienes hacen Galera Intelectual y Frívola. Se prohíbe la reproducción parcial o total del contenido publicado en esta edición. Hecho el depósito que marca la ley 11.723.

Cindy Cohen, Facu Garayalde, Pablo Torres García, Mora Furtado, Cuti Von Niederhäusern, Rubén Troilo, Antonio Riera, Elliot Brook, Carla Cabral, Alexia Martínez de Hoz, Caroline de Maigret, Marcela Naón, Gabriel Rocca, Natalia Toloza, Julieta Spina, Julieta Cardinali, Sandra Acosta, Gustavo Castagnino, Soledad Carranza, Guillermo Cicciari, Mariano Maldonado, Ever Miguez, Natalia Antolin, Marcela Remoli, Marcela Peduto, Martín Cabrales, Clara Ibarguren, Abril Bellati, Federico López Jallaguier, Noelia Benvenuto, Carolina D’Elio, Álvaro Rufiner, Milagros Soutullo, Jennifer Lorenzo Bianchi, Aníbal Terra, Mili Allende, Lola Scotta, Carolina Peschi, Juan Oswald, Josefina Hassan, Diego Romero y Lucía Echevarría.



16 I LA NUBE

CUCHARITA

Caroline de Maigret Jorge Velosa

John Lennon Aleksander Afanásiev Pablo Torres García Julieta Spina Coco Chanel Jorge Ibáñez CUTI VON NIEDERHÄUSERN & RUBÉN TROILO

Mary Tapia Yves Saint Laurent Antonio Riera

Susan Sontag

Mumford & Sons

Elliot Brook Jean Cocteau Sean Bean Gabriel Rocca Julieta Cardinali intelectualyfrivola.com @GaleraGalera



18 I EDITORIAL CARRANGUERO

La cucharita* En la vereda velandia del Municipio de Saboyá una cucharita e’ hueso me regalaron por amistad. En la vereda velandia del Municipio de Saboyá una cucharita e’ hueso me regalaron por amistad. Y la cucharita se me perdió la cucharita se me perdió, y la cucharita se me perdió la cucharita se me perdió. Y como a los quince días, en pleno centro de Bogotá, me robaron los papeles, la cucharita y no sé qué más. Y como a los quince días, en pleno centro de Bogotá, me robaron los papeles, la cucharita y no sé qué más. Y la cucharita se me perdió la cucharita se me perdió, y la cucharita se me perdió la cucharita se me perdió. Ni celular se consigue, ni mi libreta de militar, pero cucharita e’ hueso y así bonita pa’ qué pensar. Ni celular se consigue, ni mi libreta de militar, pero cucharita e’ hueso y así bonita pa’ qué pensar. *Esta pegadiza canción de Jorge Velosa, cantautor y veterinario colombiano que va siempre de sombrero, pertenece al género de la Carranga, cruce entre el merengue campesino del altiplano cundiboyacense, el paseo vallenato, el bambuco y el torbellino.


VOLVER I 19

De los baúles del mundo gélido que es internet, desenterramos este instante congelado de 1965 en el que John Lennon y Cynthia Powell –cónyuge del ídolo durante seis intensos años– sonríen en una colina nevada de Saint Moritz, Suiza.


Mauricio Macri y Juliana Awada, sonrientes en la Gala de Zaldívar.

Martín Cabrales junto a Noah Mamet, embajador de Estados Unidos en Argentina.

Soledad Ainesa asistió al preopening del Premio MAD con apoyo de HSBC.

Leonor Benedetto junto a la diseñadora Laura Valenzuela en el pre opening del Premio MAD con apoyo de HSBC.

Esmeralda Mitre apoyó la acción de Haciendo Ruido en el Faena Arts Center.

Roma Renom estuvo en la apertura de Salvador en Alcorta Shopping.

Mike Amigorena hizo snowboard en las pistas del Cerro Bayo.

Espléndida, Mónica Antonópulos en la Gala Zaldívar. Marou Rivero degustó los exquisitos tragos del Anti Feriado de Campari.

Dolores Trull, Bettina Frumboli, Andrea Bursten y Natalia Graciano se sacaron una selfie en la apertura de Salvador.

Pampita, Lara Bernasconi y Liz Solari hicieron buenas migas en el cocktail de Haciendo Ruido.


CIENCIAS SOCIALES I 21

Jimena Buttigliengo celebró el día del amigo junto a Chandon en Las Cañitas. Juan Minujín festejó el día del amigo junto a Chandon en Las Cañitas.

Invitado por Stella Artois, Iván de Pineda presenció la final de Wimbledon.

Verónica Lozano en la visita guiada de Alcorta Shopping por la muestra de Polesello en Malba.

Susana Giménez y Mercedes Sarrabayrouse dijeron presente en la Gala Zaldívar.

Brenda Gandini pasó por BACE para conocer sus últimos tratamientos.

Juan Sorini y Belén Bergagna disfrutaron de la apertura de Salvador en Alcorta Shopping.

Naomi Preizler no se quiso perder el pre opening del Premio MAD, con apoyo de HSBC.

Dolores Fonzi pispeó las prendas de A.Y. Not Dead en Alcorta Shopping.

Dolores Barreiro, Wally Diamante, Andrea Frigerio, Martín y Mía Flores Pirán se encontraron en la Gala Zaldívar.

Monoto Grimaldi hizo bailar a todos en la presentación del Levi’s Tailor Truck en Palermo.


22 I EL RELATO

En esta edición invernal les traemos una historia que toma lugar en Rusia, la tierra de los lagos congelados, la tundra y el tiriteo perpetuo. Se trata de Basilisa, la Hermosa, uno de los tantos cuentos populares que el folclorista Aleksandr Afanásiev rescató del olvido en su colección de 680 relatos eslavos, circa 1858. En un reino vivía un comerciante con su mujer y su única hija, llamada Basilisa la Hermosa. Cuando la niña cumplió ocho años, su madre se enfermó, y presintiendo su muerte próxima, llamó a Basilisa, le dio una muñeca y le dijo: –Escúchame, hijita mía, y acuérdate bien de mis últimas palabras. Con mi bendición te dejo esta muñeca; guárdala siempre con cuidado, sin mostrarla a nadie y cuando te suceda alguna desdicha, pídele consejo. Después de haber dicho estas palabras, la madre besó a su hija, suspiró y murió. El comerciante, al quedarse viudo, se entristeció mucho; pero pasó el tiempo y decidió volver a casarse. Era un hombre bueno y muchas mujeres lo querían como marido; pero entre todas eligió una viuda que tenía dos hijas de la edad de Basilisa. En toda la comarca, ella tenía fama de ser buena madre y una ama de casa ejemplar. El comerciante se casó con ella, pero pronto comprendió que se había equivocado, pues no encontró la madre que deseaba para su hija. Basilisa era la joven más hermosa de la aldea; la madrastra y sus hijas, envidiosas de su belleza, la mortificaban conti-

nuamente. Le imponían toda clase de trabajos para ajar su hermosura a fuerza de cansancio, el aire y el sol quemaban su cutis delicado. Basilisa soportaba todo con resignación y cada día su hermosura crecía, mientras que las hijas de la madrastra, a pesar de estar siempre ociosas, se afeaban por la envidia que le tenían a su hermana. La causa de esto, era ni más ni menos que la buena muñeca ya que Basilisa nunca hubiera podido cumplir con todas sus obligaciones sin su ayuda. La muñeca la consolaba en sus desdichas, dándole buenos consejos y trabajando con ella. Así pasaron los años y las muchachas llegaron a la edad de casarse. Todos los jóvenes de la ciudad querían casarse con Basilisa, sin prestarle atención a las hijas de la madrastra. Ésta, cada vez más enfadada, contestaba a todos: –No casaré a la menor antes de que se casen las mayores. Después de haber despedido a los pretendientes, se vengaba de la pobre Basilisa con golpes e injurias. Un día, el comerciante tuvo que hacer un viaje y se marchó. Entretanto, la madrastra se mudó a una casa que se hallaba cerca de un espeso bosque en el que, según decía la gente, vivía la

terrible bruja Baba Yaga. Nadie osaba acercarse a aquellos lugares, porque según contaba la leyenda, Baba Yaga se comía a los hombres como si fueran pollos. Después de haberse instalado en el nuevo alojamiento, la madrastra, con diferentes pretextos, enviaba a Basilisa al bosque con frecuencia. La joven volvía siempre a casa, guiada por la muñeca, que no permitía que Basilisa se acercase a la cabaña de la temible burja. Llegó el otoño y un día la madrastra le dio a cada una de las tres muchachas una labor: a una le ordenó que hiciese encaje; a otra, que hiciese medias, y a Basilisa, le mandó hilar, obligándolas a presentarle cada día una cierta cantidad de trabajo hecho. Apagó todas las luces de la casa, excepto una vela que dejó encendida en la habitación donde trabajaban sus hijas, y se acostó. Poco a poco, mientras las muchachas estaban trabajando, se formó en la vela un pabilo y una de las hijas de la madrastra, con el pretexto de cortarlo, apagó la luz con las tijeras. –¿Qué haremos ahora? –dijeron las jóvenes–. No había más luz que ésta en toda la casa y nuestras labores no es-


tán aún terminadas. ¡Habrá que ir en busca de luz a la cabaña de Baba Yaga! –Yo tengo la luz de mis alfileres –dijo la que hacía el encaje–. No iré yo. –Tampoco iré yo –añadió la que hacía las medias–. Tengo la luz de mis agujas. –¡Tienes que ir tú en busca de luz! –exclamaron ambas–. ¡Anda!¡Ve a casa de Baba Yaga! Y al decir esto, echaron a Basilisa de la habitación. Basilisa se dirigió sin luz a su cuarto, puso la cena delante de la muñeca y le dijo: –Come muñeca mía y escucha mi desdicha. Me mandan a buscar luz a la cabaña de Baba Yaga y ésta me comerá. ¡Pobre de mí! –No tengas miedo –le contestó la muñeca–; ve donde te manden, pero no te olvides de llevarme contigo; ya sabes que no te abandonaré en ninguna ocasión. Basilisa se metió la muñeca en el bolsillo, se persignó y se fue al bosque. La pobrecita iba temblando cuando, de repente, pasó rápidamente por delante de ella un jinete blanco como la nieve, vestido de blanco, montado en un caballo blanco y con un arnés blanco; en seguida empezó a amanecer. Siguió su camino y vio pasar otro jinete rojo, vestido de rojo y montado en un corcel rojo, y en seguida empezó a levantarse el sol. Durante todo el día y toda la noche anduvo Basilisa, y sólo al atardecer del día siguiente llegó al claro donde se hallaba la cabaña de Baba Yaga; la cerca que la rodeaba estaba hecha de huesos humanos rematados por calaveras; las puertas

eran piernas humanas; los cerrojos, manos, y la cerradura, una boca con dientes. Basilisa se llenó de espanto. De pronto apareció un jinete todo negro, vestido de negro y montando un caballo negro, que al aproximarse a las puertas de la cabaña de Baba Yaga desapareció como si se lo hubiese tragado la tierra; en seguida se hizo de noche. No duró mucho la oscuridad: de las cuencas de los ojos de todas las calaveras salió una luz que alumbró el claro del bosque como si fuese de día. Basilisa temblaba de miedo y no sabiendo dónde esconderse, permanecía quieta. De pronto se oyó un tremendo alboroto: los árboles crujían, las hojas secas estallaban y la espantosa bruja Baba Yaga salió del bosque, sentada en su mortero, arreando con el mazo y barriendo sus huellas con la escoba. Se acercó a la puerta, se paró y husmeando el aire, gritó: –¡Huele a carne humana!¿Quién está ahí? Basilisa se acercó a la vieja, la saludó con mucho respeto y le dijo: –Soy yo, abuelita; las hijas de mi madrastra me han mandado a pedirte luz. –Bueno –contestó la bruja–, las conozco bien; quédate en mi casa y si me sirves a mi gusto, te daré la luz. Luego, dirigiéndose a las puertas, exclamó: –¡Ea! Mis fuertes cerrojos, ¡ábranse! ¡Ea! Mis anchas puertas, ¡déjenme pasar! Las puertas se abrieron; Baba Yaga

entró silbando, acompañada de Basilisa y las puertas se volvieron a cerrar solas. Una vez dentro de la cabaña, la bruja se echó en un banco y dijo: –¡Quiero cenar!¡Sirve toda la comida que está en el horno! Basilisa encendió una tea acercándola a una calavera y se puso a sacar la comida del horno y para servírsela a Baba Yaga. La comida era tan abundante que habría podido satisfacer el hambre de diez hombres; después trajo de la bodega vinos, cerveza, aguardiente y otras bebidas. Todo se lo comió y se lo bebió la bruja, y a Basilisa le dejó tan sólo un poquitín de sopa de coles y una cortecita de pan. Preparó para acostarse y le dijo a la nueva doncella: –Mañana tempranito, después de que me marche, tienes que barrer el patio, limpiar la cabaña, preparar la comida y lavar la ropa; luego tomarás del granero un celemín de trigo y lo expurgarás del maíz que tiene mezclado. Procura hacerlo todo, porque si no te comeré a ti. Después de esto, Baba Yaga se puso a roncar, mientras que Basilisa, poniendo ante la Muñeca las sobras de la comida y vertiendo amargas lágrimas, dijo: –Toma, muñeca mía, come y escúchame. ¡Qué desgraciada soy! La bruja me ha encargado que haga un trabajo para el que harían falta cuatro personas y me amenazó con comerme si no lo hago todo. La muñeca contestó: –No temas nada, Basilisa; come y después de rezar, acuéstate; mañana arreglaremos todo. Al día siguiente se despertó Basilisa muy tempranito, miró por la ventana y vio


24 I EL RELATO cómo se apagaban los ojos de las calaveras. Vio pasar y desaparecer al jinete blanco, y en seguida amaneció. Baba Yaga salió al patio, silbó y ante ella apareció el mortero con el mazo y la escoba. Pasó a todo galope el jinete rojo, e inmediatamente salió el sol. La bruja se sentó en el mortero y salió del patio arreando con el mazo y barriendo con la escoba. Basilisa se quedó sola, recorrió la cabaña, admiró las riquezas que allí había y se quedó indecisa sin saber por cuál trabajo empezar. Miró a su alrededor y vio que de pronto todo el trabajo estaba hecho; la muñeca estaba separando los últimos granos de trigo de los de maíz. –¡Oh mi salvadora! –exclamó Basilisa–. Me has librado de ser comida por Baba Yaga. –No te queda más que preparar la comida –le contestó la muñeca al mismo tiempo que se metía en el bolsillo de Basilisa–. Prepárala y descansa luego de tu labor. Al anochecer, Basilisa puso la mesa, esperando la llegada de Baba Yaga. Ya anochecía cuando pasó rápidamente el jinete negro, e inmediatamente oscureció por completo; sólo lucieron los ojos de las calaveras. Luego crujieron los árboles, estallaron las hojas y apareció Baba Yaga que fue recibida por Basilisa. –¿Está todo hecho? –preguntó la bruja. –Examínalo todo tú misma, abuelita. Baba Yaga recorrió toda la casa y se puso de mal humor por no encontrar un solo motivo para regañar a Basilisa. –Bien –dijo al fin, y se sentó a la mesa; luego exclamó–. ¡Mis fieles servidores, vengan a moler mi trigo! En seguida se presentaron tres pares de manos, cogieron el trigo y desaparecieron. Baba Yaga, después de comer hasta saciar-

se, se acostó y ordenó a Basilisa: –Mañana harás lo mismo que hoy, y además tomarás del granero un montón de semillas de adormidera y las escogerás una a una para separar los granos de tierra. Y dada esta orden, se volvió del otro lado y se puso a roncar, mientras Basilisa pedía consejo a la muñeca. Ésta repitió la misma contestación de la víspera: –Acuéstate tranquila después de haber rezado. Por la mañana se es más sabio que por la noche; ya veremos cómo lo hacemos todo. Por la mañana la bruja se marchó otra vez, y la muchacha, ayudada por su muñeca, cumplió todas sus obligaciones. Al anochecer volvió Baba Yaga a casa, visitó todo y exclamó: –¡Mis fieles servidores, mis queridos amigos, vengan a prensar mi simiente de adormidera! Se presentaron los tres pares de manos, cogieron las semillas de adormidera y se las llevaron. La bruja se sentó a la mesa y se puso a cenar. –¿Por qué no me cuentas algo? –preguntó a Basilisa, que estaba silenciosa–. ¿Eres muda? –Si me lo permites, te preguntaré una cosa. –Pregunta; pero ten en cuenta que no todas las preguntas redundan en bien del que las hace. Cuanto más sabio se es, se es más viejo. –Quiero preguntarte, abuelita, lo que he visto mientras caminaba por el bosque. Me adelantó un jinete todo blanco, vestido de blanco y montado sobre un caballo blanco. ¿Quién era?

–Es mi Día Claro –contestó la bruja. –Más allá me alcanzó otro jinete todo rojo, vestido de rojo y montando un corcel rojo. ¿Quién era éste? –Es mi Sol Radiante. –¿Y el jinete negro que me encontré ya junto a tu puerta? –Es mi Noche Oscura. Basilisa se acordó de los tres pares de manos, pero no quiso preguntar más y se calló. –¿Por qué no preguntas más? –dijo Baba Yaga. –Esto me basta; me has recordado tú misma, abuelita, que cuanto más sepa seré más vieja. –Bien –repuso la bruja–; bien haces en preguntar sólo lo que has visto fuera de la cabaña y no en la cabaña misma, pues no me gusta que los demás se enteren de mis asuntos. Y ahora te preguntaré yo también. ¿Cómo consigues cumplir con todas las obligaciones que te impongo? –La bendición de mi madre me ayuda – contestó la joven. –¡Oh lo que has dicho! ¡Vete en seguida, hija bendita! ¡No necesito almas benditas en mi casa! ¡Fuera! Y expulsó a Basilisa de la cabaña, la empujó también fuera del patio; luego, tomando de la cerca una calavera con los ojos encendidos, la clavó en la punta de un palo, se la dio a Basilisa y le dijo: –He aquí la luz para las hijas de tu madrastra; tómala y llévatela a casa.


La muchacha echó a correr alumbrando su camino con la calavera, que se apagó ella sola al amanecer; al fin, a la caída de la tarde del día siguiente llegó a su casa. Se acercó a la puerta y tuvo intención de tirar la calavera pensando que ya no necesitarían luz en casa; pero oyó una voz sorda que salía de aquella boca sin dientes, que decía: “No me tires, llévame contigo”. Miró entonces a la casa de su madrastra, y al no ver ninguna luz en las ventanas, decidió llevar la calavera consigo. La acogieron con cariño y le contaron que desde el momento en que se había marchado no tenían luz, no habían podido encender el fuego y las luces que traían de los vecinos se apagaban apenas entraban en la casa. –Ojalá la luz que has traído no se apague –dijo la madrastra. Trajeron la calavera a la habitación y sus ojos se clavaron en la madrastra y sus dos hijas, quemándolas sin piedad. Intentaban esconderse, pero los ojos ardientes las perseguían por todas partes. Al amanecer estaban ya las tres completamente abrasadas, sólo Basilisa permaneció intacta. Por la mañana, la joven enterró la calavera en el bosque, cerró la casa con llave, se dirigió a la ciudad, pidió alojamiento en casa de una pobre anciana y se instaló allí esperando que volviese su padre. Un día, dijo Basilisa a la anciana: –Me aburro sin trabajo, abuelita. Cómprame del mejor lino e hilaré, para matar el tiempo. La anciana compró el lino y la muchacha se puso a hilar. El trabajo avanzaba con rapidez y el hilo salía igualito y finito como un cabello. Pronto tuvo un gran montón, suficiente para ponerse a tejer; pero era imposible encontrar un peine tan

fino que sirviese para tejer el hilo de Basilisa y nadie se comprometía a hacerlo. La muchacha pidió ayuda a su muñeca, y ésta en una sola noche le preparó un buen telar.

serme las camisas.

A fines del invierno el lienzo estaba ya tejido y era tan fino que se hubiera podido enhebrar en una aguja. En la primavera lo blanquearon, y entonces dijo Basilisa a la anciana:

–Bien; pues que me cosa ella las camisas. Volvió la anciana a su casa y contó a Basilisa lo sucedido y ésta repuso:

–Vende el lienzo, abuelita, y guárdate el dinero. La anciana miró la tela y exclamó: –No, hijita; ese lienzo, salvo el zar, no puede llevarlo nadie. Lo enseñaré en el palacio. Se dirigió a la residencia del zar y se puso a pasear por delante de las ventanas de palacio. El zar la vio y le preguntó: –¿Qué quieres, viejecita? –Majestad –contestó ésta–, he traído conmigo una mercancía preciosa que no quiero mostrar a nadie más que a ti. El zar ordenó que la hiciesen entrar y al ver el lienzo se quedó admirado. –¿Qué quieres por él? –preguntó.

–No soy yo, majestad, quien ha hilado y tejido esta tela; es labor de una hermosa joven que vive conmigo.

–Ya sabía yo que me llamarían para hacer este trabajo. Se encerró en su habitación y se puso a trabajar. Cosió sin descanso y pronto tuvo hecha una docena de camisas. La anciana las llevó a palacio, y mientras tanto Basilisa se lavó, se peinó, se vistió y se sentó a la ventana a esperar lo que sucediera. Al poco rato vio entrar en la casa a un lacayo del zar, que dirigiéndose a la joven dijo: –Su Majestad el zar quiere ver a la hábil lencera que le ha cosido las camisas, para recompensarla según merece. Basilisa la Hermosa se encaminó al palacio y se presentó frente al zar. Apenas éste la vio, se enamoró perdidamente de ella. –Hermosa joven –le dijo–, no me separaré de ti, porque serás mi esposa.

–No tiene precio, padre y señor; te lo he traído como regalo.

Entonces tomó a Basilisa la Hermosa de la mano, la sentó a su lado y aquel mismo día celebraron la boda.

El zar le dio las gracias y la colmó de regalos. Empezaron a cortar el lienzo para hacerle al zar unas camisas; cortaron la tela, pero no pudieron encontrar lencera que se encargase de coserlas. La buscaron largo tiempo, y al fin el zar llamó a la anciana y le dijo:

Cuando volvió el padre de Basilisa, tuvo una gran alegría al conocer la suerte de su hija y se fue a vivir con ella. En cuanto a la anciana, la joven zarina la acogió también en su palacio y a la muñeca la guardó consigo hasta los últimos días de su vida.

–Ya que has sabido hilar y tejer un lienzo tan fino, por fuerza tienes que saber co-


Coco Chanel por Jean Cocteau 路 1937

26 I MANUSCRITO: JEAN COCTEAU


LA ROCKOLA UNIVERSAL I 27 Aquí les traemos el novísimo álbum de la banda británica Mumford & Sons, en el que se alejaron de su característico sonido folk rock para explorar territorios más electrónicos. Este cambio de rumbo recibe el místico nombre de “Wilder Mind”.

PRESENTACIÓN DEL DISCO 4 DE MAYO DE 2015.

INTEGRANTES DE LA BANDA Marcus Mumford: Voz Ben Lovett: Batería Winston Marshall: Guitarra eléctrica Ted Dwane: Guitarra

M

1

U

MF

OR

2

Tompkins Square Park

S & D

Believe

3

O

LD E R I W : NS Smoke 5 Just

6 Monster

The Wolf

M IN D

Eyes 7 Snake

10 Ditmas

8 Broad-shouldered Beasts

9 Cold Arms 4 Wilder Mind

11 Only Love 12 Hot Gates

MÁS REPRODUCIDO

DATO CURIOSO

Créanlo, este video superó las 14 millones de visitas en Youtube.

Uno de los tantos temas que tocaron en su show íntimo para los seguidores de su sitio web en Brighton Corn Exchange.

LANZAMIENTO Ésta fue el segundo temón lanzado por la banda para anunciar la salida del nuevo álbum.

LOCACIÓN La canción comparte su nombre con un parque de Nueva York, ciudad donde grabaron el demo de este disco.

Karaoke de “Believe“ .



LA COLUMNA I 29

PARA TODA LA FAMILIA Pablo Torres García, presidente y accionista mayoritario de Cerro Bayo desde 2006, nos cuenta en primera persona sus impresiones sobre el centro de ski boutique de Villa La Angostura y afirma: “nuestro competidor es Disney”. Cuando uno arranca con el camino del emprendedor, tiene ganas de construir, ganas de hacer. En mi caso, el objetivo siempre fue llevar a cabo ese ímpetu en Argentina, en mi país. Con ese desafío como punto de partida, el panorama se empieza a aclarar. Lo cierto es que nunca imaginé la locura de ser dueño de una montaña. Lo podría haber soñado de chico o podría haber sido una utopía y hoy, sin embargo, se convirtió en una realidad.

ILUSTRACIÓN: HUGO HORITA

Tener una montaña representa, además de un sueño cumplido, una inmensa responsabilidad, no sólo desde la naturaleza sino también desde lo que se genera. Hay un montón de gente y de familias que viven de Cerro Bayo, una de las únicas empresas que, en la actualidad, crean puestos de trabajo en la zona. Del 100 % de personas que visitan Villa La Angostura, el 80 % viene con la intención de hacer algún programa de nieve y, dentro de ese 80 %, el 85 % quiere esquiar. Significa una gran satisfacción y te pone, a la vez, una mochila. Antes de adquirir el Cerro, en 2006, era recién la segunda vez en mi vida que me calzaba las tablas. Hasta entonces sólo lo había hecho un invierno en Las Leñas. Este emprendimiento fue pensado desde el primer momento como un negocio; al tratarse de una propiedad privada, nuestros capitales están al resguardo, al revés de lo que pasa con los centros concesionados. Acá, la oferta radica totalmente en un producto que elegimos, defendemos y queremos dar y eso nos ofrece muchas opciones. Cerro Bayo, como solemos decir, no estaba “en góndola”, con lo cual la primera meta fue posicionarlo como una más de las opciones. En segunda instancia, decidimos crear un centro de esquí pensando para la familia desde toda perspectiva, al punto de que somos el centro “sede” del esquí adaptado. Hay muy pocas montañas que ofrecen esa posibilidad. De hecho, cinco de nuestros

instructores se capacitaron en esa especialidad en Estados Unidos. Uno lo hace para uno: cuando llegué acá, una de mis hijas, que es discapacitada, no podía participar del programa de nieve. Hoy también, por ejemplo, puede esquiar la tercera edad. La idea es que todos disfruten del cerro. A su vez, trabajamos mucho para cuidar el medio ambiente: es nuestra obsesión. Por todos lados encontrarán carteles que dicen “la montaña no se cuida sola, la cuidamos entre todos”, tachos de basura para separar los residuos… De ese modo, lo que venimos a buscar acá, la belleza de la naturaleza –lagos, árboles, montaña–, se muestra en su máxima expresión. Tener la suerte de que nos elijan es también nuestra responsabilidad: si vinieron al Cerro debe ser porque hicimos las cosas bien, pero ahora tenemos que lograr que vuelvan. No existe mejor boca en boca. Si bien soy dueño, al mismo tiempo soy el empleado de las 80.000 personas que pasan por acá durante cada temporada. Al ser un centro familiar, no puede dejar de ser personal. El servicio que damos parte de la base de conocer a nuestros clientes y pensar en ellos. Un ejemplo elocuente radica en el hecho de que todos nuestros medios de elevación giran en ambos sentidos: podés subir y bajar, cosa que en otros centros no sucede. Con respecto al futuro, el gran objetivo es continuar con la modernización que iniciamos los socios allá por 2006 y desarrollar Provinciales, la parte del Cerro que tenemos bajo concesión. Ya plantamos bandera con la llegada a la cumbre a través de la nueva telecabina. A partir de ahí, está todo por hacerse. Como siempre digo, nuestro competidor es Disney… Antes de emprender sus vacaciones, el desafío es que una familia elija entre nosotros o Disney.


30 I ÁRBOL GENEALÓGICO

GORRO COYA Su nombre proviene del pueblo originario que habita en Bolivia y el Norte de Argentina; es el souvenir predilecto de los que viajan por esa pintoresca región.

REMERA TÉRMICA Absténganse de usar esta calórica prenda a menos que planeen esquiar: su abuso puede generar incendios corporales al entrar en ambientes calefaccionados.

CUELLO POLAR Algunos lo usan como vincha. No se esfuercen en cancherizarlo: se trata de la mayor aberración de la histeria de la moda.

UGG Este calzado cruel, hecho a base de piel de oveja, fue pensado para abrigar los pies de los pilotos de la Primera Guerra Mundial.

OREJERAS No importa que tengas orejas friolentas: un gorro debería bastar. De todas formas, son tan feas que creemos que pegan la vuelta.

POLAINAS Por décadas, ésta ha sido la creación predilecta de abuelas y tías tejedoras debido a sus medidas estándar y nula pretensión de estilo.

MITONES Unen los dedos entre sí e incapacitan al usuario en faenas tan sencillas como atarse los cordones. Además, ¡no abrigan!

PASAMONTAÑAS Te encarcelarán si decidís pasearte por las calles parisinas con este accesorio en la jeta: se prohíbe usar prendas que cubren el rostro.

CALZÓN LARGO Se relaciona con la tercera edad ya que desciende del Union Suit, ropa interior enteriza de antaño que cubría a su usuario de hombros a tobillos.

9 ÍTEMS INVERNALES PERVERSOS


VIDRIERA: COSIENDO REDES I 31

Enhebrando sueños Alcorta Shopping impulsa el crecimiento de emprendedores textiles mediante la venta de 1.500 bolsas con diseños únicos. La recaudación se destinará a la compra de nueva maquinaria para el programa Incubadora Textil, que pertenece al proyecto Cosiendo Redes (de la Fundación Paz por la No Violencia, en articulación con el Centro Metropolitano de Diseño). Las bolsas serán confeccionadas por un grupo de hombres y mujeres que viven en situación de vulnerabilidad, con el fin de otorgarles una primera experiencia de trabajo grupal que los hará potenciar sus conocimientos técnicos del oficio. Alcorta Shopping cubrirá los costos de la materia prima y mano de obra necesarias para la producción, mientras que Cosiendo Redes aportará la formación y el acompañamiento profesional requeridos para esta tarea. Las bolsas serán intervenidas por la artista Florencia Torrente y se venderán tanto en el Bafweek como en locales adheridos del shopping.


32 I TRASTIENDA DE TAPA

Parisina

en cualquier lugar Entrevistamos en modo velocísimo a Caroline de Maigret, protagonista de la flamante campaña de Perfumerías Rouge –que cuenta con el apoyo de HSBC– y de nuestra tapa. Retratada por Urko Suaya, esta risueña francesa de 40 años oscila libremente entre la moda, los viajes y la música. Encantada, se prestó a completar el acróstico que formamos con su nombre. Texto: Esteban Feune de Colombi

CAROLINE

ARGENTINA

¿Qué te suscita tu nombre? Antes que nada, pienso en Carlomagno y en la dinastía carolingia. Es un nombre extremadamente clásico y bastante fastidioso, no sé si por culpa de Carolina de Mónaco, jeje.

¿Es la primera vez que venís? No, la segunda. Había venido hace ocho años para filmar una publicidad de L’Oréal, pero aquella vez no pude ver o conocer casi nada de Buenos Aires. En este viaje me propuse llevar a cabo dos misiones. La primera consiste en comprar una vieja edición de El Aleph, de Borges. Ahora que lo pienso, podríamos haber usado la letra “a” para Aleph, ¿no? Antes de ponerme a buscar el libro, tuve la suerte de que me lo regalaran apenas llegué, así que estoy muy contenta. Es una edición de 1966. La otra misión consiste en conseguir vinilos de la época de Gardel.

¿Tenés un apodo? Sí, “Caro” [pronúnciese con tilde en la “o”]. Tengo otros, pero son secretos.

¿Por qué El Aleph? Porque es un libro medio fantasmagórico que no entendí durante años; por eso, lo releo y lo releo. Se trata, en cierta forma, de la fantasía que tengo de Argentina: una mezcla de misterio, complicación, neurosis, sangre caliente e intelectualidad. Además, creo que el libro se relaciona de manera muy interesante con el mundo actual, con el universo de las comunicaciones.


Foto: Urko Suaya Estilismo: Camila Gassiebayle Gracias: Palacio Duhau y DubiĂŠ


34 I TRASTIENDA DE TAPA

ROCK ¿Qué vínculo tenés con ese género de música? Sigo siendo productora de rock. Es gracioso porque no hay mucho rock’n roll en Francia. Tuvimos que cerrar Bonus Track, nuestro sello de música, porque, aunque produzcas rock, después no pasan las canciones en la radio o en la tele. Resulta muy difícil vivir de la música. Es muy ingrato. Finalmente, nos quedamos con la productora. Pasa algo bastante loco: hace tres años nos ocupamos de la dirección musical de Johnny Hallyday, el sinónimo del rock en mi país. Trabajar con él es genial. Depuramos muchísimo su sonido en estos últimos tiempos, quitando las capas de sintetizadores que sonaban muy años 80, y volvimos a sus orígenes, cuando él hacía covers de Chuck Berry, de Elvis Presley… Por suerte, nos fue muy bien. Tanto los fans como la prensa se coparon con esta nueva versión, más icónica, de Johnny. Si tuvieras que elegir una canción de rock, ¿cuál sería? “Suspicious Minds”, de Elvis. No, mejor no, me quedo con alguna de Led Zeppelin… Pará, prefiero elegir “Oh Well”, de Peter Green. Definitivamente, me quedo con esa. El sonido de su guitarra es puro rock.

ORÍGENES ¿Qué hay allá, lejos en el tiempo? Familia aristocrática polaca del lado de mi madre, bastante intelectual… apellido “Poniatowski”, último rey de Polonia. Y del lado de mi padre, linaje de políticos de la vieja aristocracia francesa. Tuve una infancia muy “agradable” y dulce, con una educación estricta de la que me escapé a los 18 años para conocer el mundo con ojos más reales, por decirlo así. Empecé a trabajar como modelo para pagar el alquiler de mi departamento. Ese trabajo me ayudó a correrme de la vida que estaba destinada para mí.

¿Cómo era esa vida? Estudiaba Letras en la Sorbona…

LETRAS Mirá, justo escribí la palabra “Letras” en la “l”. ¡Justo! Es la carrera que estudié en la Sorbona. También quería estudiar Historia del Arte y, como mis padres no me dejaron, me fui de casa. Las primeras fotos que hice como modelo funcionaron muy bien, así que pude mudarme a vivir sola. Pasó mucho agua abajo del puente y el año pasado se publicó mi primer libro. Se llama How to Be Parisian Wherever You Are y en noviembre se editará en Argentina. Es un best seller en todo el mundo.

INTERNET ¿Cómo te llevás con las redes sociales? ¡Estoy metida a fondo! Cuando hacés un trabajo público relacionado con tu imagen y con la moda, no tenés mucha opción. En mi laburo la idea de la promoción está muy presente. De hecho, en mi cuenta de Instagram dice, a modo de declaración de principios, “shameless self promotion diary” [algo así como “desvergonzado diario de autopromoción”]. Por lo menos, el mensaje está claro para quienes me siguen: ¡van a ver casi siempre mi trucha en las fotos! No es muy obvio publicar fotos de uno sin parar. En relación con el trabajo que hago, concibo bastante mal la crítica descarada hacia las redes. Me parece de una evidencia loca. A mí, las redes me dieron una voz. Antes tenía, en el mundo del modelaje, sólo una imagen, y ahora las redes completan mi personalidad, me permiten transmitir algo que la trasciende. De alguna forma puedo equilibrar las cosas y apoyar a jóvenes talentos gracias a la cantidad de seguidores que tengo. Es un poder inconmensurable.

NATACIÓN Escribí esta palabra por… ¿Mi madre? Claro. Es una profesión muy especial la de ella. Como vos, pero horizontal. ¡La natación es más trabajosa! Hay que entrenar muchísimo para nadar, pero no para caminar. ¿Seguiste de cerca su carrera? En realidad, no, porque la desarrolló cuando era muy joven. A mi abuelo le gustaba mucho que nadara. Para los intelectuales, el deporte implica un “ir más lejos”, una relación especial con el cuerpo. Eso estaba en el sistema educativo de su familia. Era una mujer y teóricamente estaba destinada a casarse y tener hijos. Tenía que partir a los Juegos Olimpicos de México 68 y conoció a mi padre en ese momento, que le dijo: “Son los Juegos o yo”. En aquella época te ibas mucho tiempo antes a competir, como seis meses. Creo que mi padre se imaginó a mi madre sola, en México, rodeada de un montón de otros deportistas, y pensó: “una chica de buena educación no debería estar ahí”. Ella se debe haber asustado y decidió quedarse, pero creo que esa frustración la llevó encima toda la vida. ¿Vos tenés una frustración a cuestas? Para nada, ¡soy de una libertad loca! Seguramente, egoísta…

E… Para cerrar, podés elegir la palabra que quieras que empiece con “e”. ¡Electricidad!



¿Cuál es vuestro estado mental más

¿Cómo definirían el estilo?

frecuente?

C: El sello de cada uno.

C: Soñar con mis próximos viajes.

R: Como un “desvío” particular respecto de lo

R: Hacer hipótesis del futuro.

convencional.

¿Qué los inspira?

¿Qué habilidad envidian?

C: ¡Las vacaciones!

C: Esquiar y escalar en cualquier superficie.

R: Los puntos de vista.

R: La de los futbolistas profesionales o la de los clavadistas de Acapulco.

¿Cuál fue el último disco que escucharon? C: Unas playlists que me grabó mi amigo

¿Lo mejor y lo peor de diseñar ropa?

Diego Romero.

C: Lo peor es que te cansás muy rápido de

R: Una playlist que tiene Sun Ra y Seth

lo que ves, pero lo mejor es que puedo crear

Troxler.

muy rápido cosas que quiero pero no existen. R: Lo mejor es lograr reacciones de alegría en

¿Qué idioma les gustaría aprender?

la gente; lo peor, no se me ocurre...

C: Chino. R: Japonés.

¿Con qué diseñadores históricos se tomarían una copa de ajenjo?

¿Cuál es su actividad invernal preferida?

C: Alaïa

C: Esquiar.

R: Charles y Ray Eames.

R: Salir a caminar un domingo bien temprano cuando nadie se levantó.

¿Qué prenda suele sacarlos de apuros? C: La camisa Barti de Garza Lobos.

¿Dónde les gustaría perderse?

R: La joggineta.

C: En los mercados árabes. R: En alguna ciudad grande de India.

Si fueran magos, ¿qué sacarían de la galera? C: Un banquete indio.

¿Qué les recuerda a su infancia?

R: Alguna sorpresa que haga reír a mi hijo

C: Ver a mi mamá.

Ulises.

R: Los robots.


DE LA GALERA I 37

CUTI VON NIEDERHÄUSERN & RUBÉN TROILO


38 I CAPTURAS

NOS EMPILCHAMOS CON NUESTROS MEJORES TAPADOS Y SALIMOS A DESFILAR POR LAS INFINITAS PASARELAS DE INTERNET DONDE TROPEZAMOS CON ESTAS LLAMATIVAS CAPTURAS.

En este número invernal no podía faltar una avalancha de fotografías heladas. Les presentamos a Nimbus, un colectivo de esquiadores y fotógrafos con una única meta: documentar detalladamente lo que significa la vida en la nieve. En @nimbusindpndnt encontrarán videos adrenalínicos, paisajes montañeses neurálgicos y, para terminar de transportarnos, imágenes de los calóricos platos que en ningún lugar se disfrutan mejor que en un refugio de montaña.

Este es el clásico caso de la blogger que la pegó, pero con el condimento de que es DJ, europea y buscada por todas las marcas de ropa y revistas: básicamente, un cuento de hadas 2.0. Miranda Makaroff realiza un recorrido en primera persona por lo último de lo último desde su página www.hermanasmiranda.es, en la que proliferan diseños de ropa, capturas de sus múltiples viajes y listas de música de su autoría.


Desde el comienzo de los blogs surgió una tendencia global por cazar “looks callejeros”. La versión local de esta movida está comandada por un fotógrafo y una estilista que recorren las calles de Buenos Aires retratando un sinfín de personajes que captaron la atención de su lente gracias a su actitud y autenticidad. Desde 2007, OnTheCornerStreetStyle ha generado una colección de identidades y vestimentas que vale la pena ojear.

A la hora de enfrentar las empinadas pistas de una montaña, cualquier tipo de ayuda es válida. Por eso les traemos una herramienta para esquiadores, snowboarders y tirabolas: la app del centro de ski Chapelco. De ese modo, los amantes de la nieve podrán mantenerse actualizados sobre el estado de pistas y medios de elevación, el pronóstico y las novedades; todo esto, a través de una interfaz amigable para dedos enguantados. También pueden visitar el portal chapelco.com.


JORGE!

¡GRACIAS

40 I MERCI BEAUCOUP: JORGE IBÁÑEZ


STILL LIFE I 41

Sean Bean en Game of Thrones (2011).


El sombrerero loco Antonio Riera, presidente de Lagomarsino y sombrerero apasionado, desde los cinco años ocupa su cabeza pensando en modelos innovadores para decorarla. En su imponente fábrica de Lanús Oeste conduce a 66 operarios en el puntilloso camino hacia el sombrero perfecto y asegura que no dirige “una empresa familiar sino una familia que tiene una empresa”. Texto: Lucía Colombo Fotos: Mauro Roll


OFICIOS: SOMBRERERO I 43

¿Cómo te convertiste en sombrerero?

Es un tradición familiar: mi bisabuela era sombrerera en Mallorca y mi abuelo fue operario en una fábrica del mismo rubro en Banfield. Luego, puso un local de sombreros en Capital. Cuando yo tenía cinco años, estaba todo el tiempo con él y ya me gustaba el oficio, así que cuando no estaba en la escuela, aprendía este oficio.

¿En qué momento empezaste a trabajar con Lagomarsino?

La historia empezó cuando ellos tenían su fábrica en Junín y Viamonte y les era imposible continuar produciendo, con lo cual tenían que movilizarse. Como los dueños ya estaban grandes y no querían ese tipo de trastornos, compramos la marca y una parte de la fábrica. Desde 1965 trabajo con el aporte de Lagomarsino bajo los cimientos que teníamos. Hoy, a los 75 años, estoy pasando por una buena etapa laboral porque pienso que voy a trabajar hasta los 100 y me falta sólo un cuarto de siglo para cumplir mi cometido.

¿Cómo es un día en la empresa?

Disfruto de mi trabajo todos los días. Acá tenemos una condición: seguramente mañana hagamos algo diferente de lo que hicimos hoy. ¡Eso es muy importante para mantener el entusiasmo! Aunque sean pequeñas modificaciones, siempre buscamos innovar: en el producto, en las tareas o en una herramienta para mejorar el proceso.

¿En qué consiste el proceso productivo?

Partimos comprando nuestra materia prima: cuero seco de liebre, conejo o nutria. Hay que hacerles una preparación a las pieles, sacarles las partes duras que no sirven, depilarles los pelos superficiales y dejarles

sólo la felpa. Después, la ablandamos para que quede más flexible y le realizamos un tratamiento químico muy suave que altera parte de la keratina del pelo. El proceso permite que se formen unas estrías en las pieles trabajadas que, mediante amasado y agua caliente, se va enlazando.

¿Cuánto se tarda en hacer un sombrero?

Lleva dos horas y media en ser terminado y, en general, tiene 120 o 130 gramos de pelo. Con una máquina que parece un colador de café gigante armamos un cono compuesto por pelo y agua que pasará por 150 operaciones. Cuando llegamos al tamaño indicado para teñirlo, le damos forma de copa y ala: ese cono empieza a ser un sombrero. Después, encaramos un proceso de lijado, preparación y planchado. Por último, armamos y adornamos los modelos. En Lagomarsino realizamos el proceso de comienzo a fin. Fabricamos alrededor de 160 sombreros por día.

¿Cuál es el mayor indicador de la calidad de un sombrero? Su textura, su colorido y cómo se siente al tocarlo. Un buen fieltro se hace con 60 % de pelo de liebre para que tenga resistencia, 20 % de pelo de conejo para mejorar el aspecto del acabado y el color y 20 % de pelo de nutria para darle suavidad y buen tacto.

¿Qué podés contarme de la producción de galeras?

Ahora hacemos menos, pero todas las galeras de Pachano salieron de nuestra fábrica. El cono es más largo, pero tiene el mismo fieltro y el mismo proceso que cualquier sombrero.

¿Crearon algún modelo de sombrero?

¡Varios! Últimamente estamos teniendo mucho éxito con un sombrero para el campo que se llama Pampa: tiene una copa baja y totalmente cilíndrica.

¿Venden más en el campo que en la ciudad?

Sí. El sombrero de ciudad ha desaparecido prácticamente. Nuestros clientes fundamentales están en el interior del país o en el exterior, como en Suiza o Colombia. En Argentina somos muy populares en el Litoral, Santa Fe y Chaco. Aunque en cada zona tiene éxito un modelo distinto. Donde el clima es riguroso, sea por el sol o por el frío, el sombrero es necesario porque arma un microclima.

“Portar un sombrero y que quede bien no está en el sombrero sino en la persona que lo luce, en su gracia y su decisión.


44 I OFICIOS: SOMBRERERO

¿Cuándo terminó la época de gloria del sombrero urbano?

Diría que entre el 45 y el 50, pero fue una tendencia mundial. Entre los pocos sombrereros que quedaban, coincidíamos en que los medios de transporte generaban una incomodidad para el uso de sombrero. También impactó el tema climático pues los ciudadanos ya no necesita tanto ropaje. En el interior se sigue usando porque la gente debe cuidarse del sol, del frío y de la lluvia, están mas expuestos y necesitan un buen sombrero.

¿Dice mucho de una persona que lleve sombrero?

Creo que el uso de sombrero inhibe bastante a la gente: es un trabajo, no todos se animan. Portar un sombrero y que quede bien no está en el sombrero sino en la persona que lo luce, en su gracia y su decisión. Si uno se quiere esconder, no usa sombrero, con lo cual hay que animarse a llevarlo y disfrutarlo.

¿Cuál es tu modelo favorito?

Sin lugar a dudas, el sombrero que usaba mi padre y que también uso yo: un chambergo tradicional que es un modelo de ciudad, sencillo. Aquí lo vendemos en homenaje a mi padre bajo el nombre de modelo Riera.

¿Le han hecho sombreros a algún personaje curioso?

Se los diseñamos a varias personalidades, pero tenemos que retroceder bastante en el tiempo para hablar de los modelos de uso cotidiano. Le hicimos sombreros al general Aramburu, a Farrell y a Frondizi. También, al periodista Augusto Bonardo y al actor Osvaldo Miranda, uno de los últimos en quitarse el sombrero. Hoy en día, el Chaqueño Palavecino usa nuestros modelos y Baren-

boim compra un Lagomarsino cada vez que visite el país.

¿Han tenido que diseñarle un sombrero a alguien particularmente cabezón?

Sí, hemos tenido unos cuantos. Por ejemplo, Gonzalo Bonadeo tiene una cabeza importante, pero por suerte la usa bien y supo cómo ocupar el espacio.

¿Cuál es la circunferencia de una cabeza promedio?

Se mide en centímetros con una equivalencia en denominación francesa. La escala empieza en 53 centímetros, que es una cabeza chica, y de 60 a 61 centímetros, una normal. Aunque hay cabezas de hasta 66 centímetros, tenemos moldes especiales para esas circunferencias.

¿Algún consejo para quien quiera arrancar a usar sombrero?

Que vengan a Lagomarsino: acá encontrarán su sombrero ideal.

¿Cómo participa tu familia en la compañía?

Todos mis proyectos surgen pensando en mis hijos y mis nietos, que tengo una docena… ¡Alguno se envenenará con esta pasión! Tres de ellos trabajan en la fábrica por la mañana y a la tarde estudian. Yo dejé de estudiar Medicina y me vine acá porque me apasionaba el oficio, aunque fue una pelea con mis padres porque en aquella época querían a “mi hijo, el dotor” y hoy es su hijo, “el sombrerero”. Estoy contento con lo que hago y se lo trasmito a los que están detrás de mí.



46 I VISIONARIA: MARY TAPIA


Muchos la recuerdan como una maestra de maestras, algo similar a lo que pasa con la gran Beatriz Chomnalez en el palo culinario. Oriunda de Tucumán y otrora actriz de teatro, Mary Tapia se destacó en el paño de la moda de la mano del astracán, un textil norteño que trabajó como ningún diseñador en el país en prendas como ponchos, capas o prendedores. Dueña de una inolvidable sonrisa, debutó en las pasarelas en 1967, en el Di Tella, con un desfile que bautizó “Pachamama”. El director del alocado instituto, Jorge Romero Brest, dejó dicho en aquel entonces que los vestidos que confeccionaba esta mujer eran como obras de arte. Otra anécdota involucra al grandísimo Atahualpa Yupanqui, espectador, desde la primera fila, de un desfile que Tapia fue invitada a organizar en París. Quizá esta frase defina su estilo de pies a cabeza: “Siempre estuve empeñada en crear una moda nacional, en hacer moda para llevar cultura encima del cuerpo”. Desde estas páginas y a cuatro años de su muerte, la homenajeamos con un fervoroso y sostenido aplauso.


48 I TOP CINCO RESIDENTE

1 WEB

2 CRIATURAS

3 LUMINARIA

La tienda online TheNetBoutique.com presenta e-Lovers, una serie online de cuatro capítulos protagonizada por Isabel Macedo y Ezequiel Lavezzi que relata una historia de amor que nace en la era de las relaciones virtuales.

Klaun es una mueblería infantil con una marcada estética moderna, especial cuidado del detalle y énfasis en la practicidad. Para este Día del Niño, aquí pueden encontrar los muebles más cancheros e innovadores.

Ya llegaron las nuevas lámparas Sombrero, de Machimbre. Inspiradas en la exposición Ocio específico, del artista Manuel Bustamente, los insólitos diseños conjugan un sombrero de mimbre con cables de colores.

4 MORFI

5 ACCESORIO

Otra vez, Rëd Resto & Lounge, el restaurante del Hotel Madero, presenta un menú de sabores exóticos, creación del chef Alejandro Bontempo: jabalí, faisán, ciervo y pato son las excéntricas propuestas de este mes.

La nueva línea de anteojos Ay Not Dead está inspirada en una ruta de viaje que comprende las ciudades de Tánger, Roquebrune-Cap-Martin y Los Ángeles: tres capítulos que conforman una colección contemporánea y madura.


PRODE I 49

JULIETA CARDINALI PRODE GALERA #74 L

!

SOLO HUEVOS

E

V

MAQUILLAJE

CARA LAVADA

ABSTRACTO

FIGURATIVO

TAPADO

CAMPERA

ARMÓNICA

FLAUTA

GALLO

GALLINA

ATLÁNTICO

PACÍFICO

GUISO

LOCRO

SUDOKU

SOLITARIO

GARDEL

GOYENECHE

SERIE

PELÍCULA

ACORDEON

PREFIERO LEER


50 I PATADAS DE CHANCHO

¡QUÉ TORNILLO! E

n el cerro Chapelco, cerca del desenganche de la silla cuádruple, se levanta una vieja construcción de madera que forma parte del patrimonio histórico de San Martín de los Andes. Se trata del Refugio Graef, que data de los comienzos del cerro, hace casi medio siglo. Fue bautizado así en honor a Federico Graef, un ingeniero que llegó a la Patagonia buscando agua en Comodoro Rivadavia, pero el llamado de la montaña lo llevó a diseñar las pistas del centro Chapelco acompañado por un niño de 11 años conocido como “el chato Bosson”.

A

principios del siglo XX no había ninguna diferencia entre el ropaje de adultos e infantes más que el talle; incluso las niñas tenían que usar corsé. La diseñadora francesa Jeanna Lanvin desbarató en 1909 la moda de la época con sus adorables diseños para retoños, todos inspirados en su única hija, Marguerite. Desde entonces, la marca Lanvin creó un sinfín de modelos tanto para adultos como criaturas y hoy sigue siendo una de las casas de indumentaria parisinas más emblemáticas.

E

lías Canetti, el escritor con nacionalidad británica que redactaba en alemán, pero que en realidad había nacido en el Imperio Otomano, reflexionó en su libro de apuntes El suplicio de las moscas: “¿No sería más correcto que no quedase nada de una vida, absolutamente nada, y que la muerte significase extinguirse de pronto en todos los que retengan una imagen de uno?¿Eso no sería más correcto frente a los que vendrán? Tal vez, todo lo que queda de nosotros constituye una exigencia que los abruma. Quizá por eso no es libre el hombre, porque queda demasiado de los muertos en él y eso se resiste a desaparecer”.

E

n un rapto de curiosidad les preguntamos a nuestros seguidores de Facebook “¿qué se cuentan cuando hablan solos?”. Sin tapujos, ellos respondieron: 1) A veces un Om mani padme hum, a veces chistes verdes; 2) Pruebo respuestas a gente impertinente que no me animo a decir; 3) “Calmate, la puta madre”; 4) Qué tengo que pagar; 5) Me río de las ironías de mi propia vida; 6) “¡Era por abajo, Palacio!”; 7) Nada, no confío ni en mí; 8) Me autoanalizo; 9) Que debo aceptar las canas y las arrugas; 10) Practico mi oratoria y ensayo posibles escenarios por venir.


DICEN LOS QUE SABEN QUE “BALACLAVA” ES PASAMONTAÑAS EN INGLÉS. DICEN LOS QUE SABEN QUE UNO DEBERÍA ELEGIR SU PROPIO NOMBRE. DICEN LOS QUE SABEN QUE EN INVIERNO LA TORRE EIFFEL SE ENCOGE SEIS CENTÍMETROS POR EL FRÍO. DICEN LOS QUE SABEN QUE SI NO LO DECÍS, NO ES. DICEN LOS QUE SABEN QUE LAS MUJERES SE AFEITABAN TOTALMENTE LAS CEJAS EN EL RENACIMIENTO. DICEN LOS QUE SABEN QUE EL HUMOR ESTÁ LIGADO AL ESTÓMAGO. DICEN LOS QUE SABEN QUE EL ANTES ES SIEMPRE MÁS INTERESANTE QUE EL DESPUÉS. DICEN LOS QUE SABEN QUE LAS BOTAS DE ESQUÍ SIEMPRE INCOMODAN. DICEN LOS QUE SABEN QUE LAS CERTIDUMBRES SÓLO SE ALCANZAN CON LOS PIES. DICEN LOS QUE SABEN QUE LOS HOMBRES FUERON LOS PRIMEROS EN USAR JOYAS Y TACOS. DICEN LOS QUE SABEN QUE LOS GUSTOS SE SIMPLIFICAN CON EL TIEMPO. DICEN LOS QUE SABEN QUE SE APRENDE A LOS TUMBOS. DICEN LOS QUE SABEN QUE EL VERDADERO NOMBRE DEL GRANDÍSIMO CAT STEVENS ES STEVEN DEMETRE GEORGIOU.

MANTÉNGANSE ATENTOS A LO QUE DICEN LOS QUE SABEN.


52 I PERIPLO ANGOSTURENSE

CERRO BAYO Viajamos a Villa La Angostura para retratar, felices de la vida, el día a día del Cerro Bayo y regalarles esta radiografía del lugar. El centro de ski boutique de Neuquén se destaca por su formato ideal, su excelente nieve, su proliferación de sonrisas y sus encantadores empleados, siempre conscientes de que forman parte de un proyecto a escala humana y con horizontes auspiciosos. Texto: Esteban Feune de Colombi


Sesenta minutos de viaje separan a Bariloche de Villa La Angostura, ese encantador pueblito de montaña en el que moran unos 12.000 habitantes, una sucursal del ACA, tres chocolaterías, una pista de hielo, varias casas de té y el inenarrable entusiasmo que suscita una temporada de nieve como la de este año, algo que no sucedía desde hace tiempo. Hablar de nieve por estos lares de cielos de un azul fulminante, bosques de arrayanes y lagos ambarinos equivale a hablar de Cerro Bayo, un centro de ski boutique que se encuentra a tan sólo 6 kilómetros de la Villa y que tuvo su estreno hace casi cuatro décadas de la mano del belga Jean-Pierre Raemdonck, un pionero en la zona. Desde 2006 las riendas del proyecto las lleva Pablo Torres García, un empresario que se dedica al negocio de los seguros, que tiene una bodega y que sonríe cada vez que le toca referirse a este emprendimiento que lidera con sabiduría filantrópica: “Somos uno de los únicos centros de esquí del país, si no el único, que frena la silla para que, por ejemplo, una señora grande no se asuste al subir”, cuenta, y exclama casi de inmediato: “¡nuestro oro es la nieve!”.

“Encontrá tu centro”, reza el slogan del Bayo y no podría ser más acertado. Aquí las familias se mueven a sus anchas por pistas asequibles, tanto para principiantes como para expertos; aquí los padres sueltan a sus hijos y se los cruzan a la hora del almuerzo; aquí, tres millones de metros cúbicos de nieve pueden pintar con su manto blanco las casi 500 hectáreas esquiables en apenas un día; aquí los angosturenses acceden un día, de forma gratuita, a la verdadera experiencia de calzarse las tablas “porque ellos son”, dice Pablo, “nuestros mejores vendedores”; aquí se genera trabajo para aproximadamente 2.500 personas de manera directa o indirecta. Cindy Cohen, nuestra adorable anfitriona, se mueve como pez en el agua por las laderas del cerro, a casi 2.000 metros de altura. Está en todos los detalles y orquesta con naturalidad, en el restaurante Altitud, un almuerzo con Roberto Thostrup (un viejo lobo de nieve, integrante del directorio del Bayo), Andrea Bergero (ex “sillera” y administradora del lugar, despidiéndose con 17 temporadas en el lomo) y Santiago Mazza (un “nyc” –nacido y criado– que acaba de asumir su rol de director operativo).

Arrancamos la conversa asumiendo, con sentido del humor, que este deporte extremo –esquí y snowboard– tiene sus bemoles que lo hacen muy particular, desde la incomodidad de las botas hasta la incertidumbre del clima. Por eso, en Cerro Bayo hacen un gran esfuerzo para contrarrestar esas variables de modo que los turistas, al revés de lo que pasa en la mayoría de los centros masivos, perciban el trato “personalizado y menos abrumador”, al decir de Mazza. Llegan las lentejas, el vino tinto y resulta muy interesante escuchar las anécdotas de Thostrup, el hombre que más sabe de nieve en Argentina (participó, por caso, defendiendo nuestros colores en el Campeonato Mundial de Ski de 1966 en Chile). Según él, por ejemplo, es clave la función evangelizadora de la escuela de esquí en el centro porque, “con buenos intructores, generás buenos esquiadores”. Sus ojos celestes saben muchísimo de esta actividad de montaña, que ha ejercido durante casi 50 años a base de una dieta que sólo incluía un ingrediente: pasión. Y nos despide diciendo: “Soy el jurásico que queda”.


10 NÚMEROS DEL BAYO

10 NOTAS AL PIE

· 17 instructores de snowboard y 75 de esquí (en temporada alta).

· Los deportes de esquí son a puro “mundo bolsillo”: en cada bolsillito de pantalón o campera uno guarda de todo: pase, crema de cacao, gafas, celular y mapa de pistas, entre otras cosas.

· 1.050 metros tiene la base y 1.800 la mayor elevación.

· El Sur da para mucha chimenea.

· 80.000 visitantes en 90 días.

· En portugués le dicen “ski-bunda” al culopatín.

· 280 empleados directos.

· Un rider con todas las letras no se desliza sin su casco y su Go Pro.

· 1.098.777 de sonrisas registradas durante 2015. · 12 de agosto: fecha del Snow Polo. · 5 al 9 de agosto: fecha del evento gastronómico Sabores Patagónicos.

· Dicen los que saben que el snowboard vence y el esquí, no. · Posta, no importa mucho la facha que tengas en la nieve. · No seas tarambana y respetá todas las señales de las pistas.

· 12 medios de elevación y 26 pistas.

· En febrero se realiza la Fiesta de los Jardines en la Villa.

· 500 hectáreas de superficie esquiable.

· Chile se encuentra a tan sólo 42 kilómetros de acá.

· 97.014 selfies se sacan por temporada.

· En lengua mapuche, nieve se dice “Pire”.


Cindy Cohen, anfitriona de lujo

Dolores Smith, instructora de snowboard

Federico BarrĂ­a, pomero


56 I PERIPLO ANGOSTURENSE

EN PRIMERA PERSONA Dolores Smith, 38 años, porteña, instructora de snowboard desde 2001: “la mejor receta para aprender es disfrutar del camino”. Federico Barría, 35 años, angosturense, pomero desde 2006: “soy el último pomero del cerro y mi consejo a quienes se suben al poma por primera vez es ‘derechitos, sin sentarse’”. Damián Farías, 34 años, cordobés, cocinero de Altitud (uno de los restaurantes del Cerro), ésta es su primera temporada en la nieve: “la gente viene a esquiar y no a comer, así que hay que trabajar rápido y lo más recomendado son los guisos”. Carlos “Para Todo” Muñoz, 42 años, angosturense, casero de los Cohen: “Villa La Angostura es mi paraíso, acá es como si viviera siempre de vacaciones”. Mike Amigorena, 43 años, actor y snowboarder: “En Cerro Bayo encontré mi centro”.

IMPERDIBLES DEL CERRO · Aventurarse sin miedo, pero con calma, a las pistas negras de Provinciales. · Elevar siempre la vista y relamerse de alegría con las panorámicas del sereno, helado y magistral Nahuel Huapi. · Conversar con los silleros de los caminos secretos entre árboles y nieve sin pisar. · Instalarse un mediodía en El Capricho y probar su exquisito mondongo con una copa de tinto. · No te pierdas las famosas bajadas de antorcha en la pista Principal, al caer la noche (consultar fechas). · Recorrer una de las cinco caminatas con raquetas guiadas es un placer de antaño.

IMPERDIBLES DEL PUEBLO · Alquilar los equipos en Yeti, el rental del pueblo y del cerro, cuyos empleados son un encanto sin igual. · Probar los incomparables waffles de Cucú Schulz, en un típico chalet alpino sobre la avenida principal. · Visitar, curiosos de terrenos y propiedades, la inmobiliaria Inamot, una de las más veteranas de la Villa. · Para unos buenos tragos, bien vale hacer barra en Saint James, un barcito propiedad de Juan Ponce de León situado en el flamante paseo comercial El Mercado (¡que tiene pista de hielo!). · Comprar velas, jabones y cerámicas artesanales en la tienda-casa de Franco Chia, con quien además pueden platicar de diversos temas. · Es menester probar el chocolate blanco que venden en Benroth, local y fábrica a la vez.



58 I ARAFUE

ELLIOT BROOK CONSULTOR Y HABITANTE DE SAN FRANCISCO Siempre tuve un espíritu aventurero que me impulsó a viajar y descubrir lugares; por eso, después de vivir 13 años en Nueva York, decidí mudarme a San Francisco. Siempre quise conocer la Costa Oeste… me atraían sus playas, montañas y bosques. Me encanta la gente de acá porque es súper “laid-back” y disfruta de la naturaleza, lo orgánico y lo saludable. Para ellos, lo más importante es buscar nuevas experiencias. La mayoría son entrepreneurs o soñadores. La movida resulta muy “geek-chic”: la Generación Y dicta el ritmo de vida y los CEOs apenas llegan a los 40 años. Lo que más me gusta de esta sorprendente ciudad es ver el Golden Gate todas las mañanas y que la playa esté a cinco minutos de mi casa. La semana pasada, por ejemplo, aparecieron ballenas Humpback mientras pescaba desde las orillas de Baker Beach. También me fascina que los foodtrucks abunden por esta región; suelo visitar El Porteño, que vende empanadas argentinas. A los viajeros les recomiendo visitar la encantadora región de Big Sur, que está colmada de sequoias, y Halfmoon Bay, la playa con las olas más grandes del mundo y los surfers más corajudos.


Marcela Kloosterboer, actriz y ávida esquiadora, no se pierde un solo invierno del Cerro Chapelco porque ahí puede elegir entre pistas, bosques o nieve honda. Como buena fanática de la montaña, tiene los equipos para cada tipo de clima, pero sus antiparras son, sin lugar a dudas, su ítem predilecto. “Las tengo desde hace ocho años y las llevo conmigo cada vez que voy a Chapelco. No se rayan y se adaptan a cualquier condición climática: si está nublado, hay sol o luz plana –porque aumentan las sombras en la nieve–. Lo mejor de todo es que durante el año las uso en casa ¡para picar cebolla y no llorar!”.

ESCANEÁ LA PÁGINA Y PROBATE LAS ANTIPARRAS DE MARCELA

LAS ANTIPARRAS DE UNA AMIGA: MARCELA KLOOSTERBOER I 59


FOTO Y ESTILISMO: VICTORIA SÁNCHEZ ASISTENTE DE FOTOGRAFÍA: MILA WETZLER


SEÑORAS GALERA: MORA FURTADO I 61

CRÓNICAS MARCIANAS Con Victoria Sánchez (Malibustylist) detrás de la lente, retratamos a la pizpireta Mora Furtado en su departamento de Las Cañitas; tras calzarse unos excéntricos guantes para lavar, la ex mannequin nos habló de amistades, fiestas geniales y extraterrestres. Texto: Lucía Colombo

LA FIESTA INOLVIDABLE

TECNOLOGÍA

En Punta del Este, un brasileño reprodujo un salón palaciego en una carpa fabulosa. Tomamos toda la noche champagne Cristal, bebida que no te emborracha sino que te hace agradecer el hecho de estar vivo. Entre los invitados estaban Carmen Yazalde, Graciela Massanés y Adolfo Cambiaso padre; también había personajes europeos en un VIP para que nosotros, la burguesía, no los molestáramos. Atisbé a Catherine Deneuve, Gina Lollobrigida y Diane von Furstenberg –invitadas pagas, por supuesto–. Me acuerdo de que había acabado la fiesta, pero nosotros seguíamos bailando… los guardias nos imploraban que nos fuéramos.

No soy fanática, pero de a poco voy aprendiendo a manejar mi WhatsApp e Instagram. Estoy armando también un blog, así que redes sociales: ¡alerta! Mora Furtado se viene con todo. Me mantengo fiel a la televisión tradicional. Mi nieta Justina dice que tengo una TV con panza, vieja y enorme, aunque es muy cómoda y se ve regio. En algún momento, la voy a tener que jubilar.

COMPRAS No soy consumista ni caprichosa: no me identifico con ninguno de esos adjetivos descalificativos. Compro lo que necesito porque llegué a la conclusión de que, con muy pocas cosas, generalmente accesorios, podés vestirte muy bien. Siempre me ocupo y me preocupo por que mis accesorios marquen mi estilo.

INVIERNO Me gusta el frío; adoro la ropa de invierno y las pieles ecológicas. Me encanta la sensación de que, gracias al abrigo, estoy protegida. En cambio, cuando hace calor, no hay con qué pararlo. El invierno lleva a reunirse con los amigos, hacer comidas en casas “tipo asalto” y generar vínculos más fuertes. Soy una tipa muy de su casa. Amo mis libros y mis programas de TV; de todas formas, reconozco que, al menos dos o tres veces por semana, las amigas son necesarias.


62 I SEÑORAS GALERA: MORA FURTADO

FELICIDAD

Adoro a mis cuatro nietos: cuando tengo un momento para estar con ellos y sus mamás, sin ninguna pelea latente, siento una gran felicidad. También soy feliz cuando estoy con amigos que quiero mucho o cuando descubro un nuevo grupo de amigos. Estoy abierta a la vida, a lo que surja: puedo conocer a alguien y en pocos meses sentir una intimidad y una confianza únicas.

CARRERA Si renaciera, sería otra vez una mannequin. Lo llevo como fuego en el alma. Arranqué de casualidad: estaban buscando mujeres altas y flacas para hacer un desfile porque no podían pagar profesionales. Así fue como empecé y nunca más paré. Tuve mucho apoyo de mis colegas, todas me ayudaron y me guiaron en el mundo del modelaje. Personalmente, seguí esa escuela de pensamiento: con las nuevas modelos de ese momento nunca hubo rechazo; al contrario, siempre las apoyé y les di pie para conocer casas y boutiques. Hoy, muchas de ellas son amigas mías. También estuve en Utilísima e hice algunas apariciones en el cine. Cuando tenía 18, creí que había encontrado a Fellini: el cineasta Rodolfo Kuhn me convocó para su película ¡Ufa con el sexo! y pensé que eso me iba a convertir en una actriz extraordinaria. Más tarde descubrí que me estaba “usando de linda”. Igualmente, me encantaría volver a la tele o al cine.

EXTRATERRESTRES Creo fervientemente en los extraterrestres: están en cada lugar y en todo momento, aunque no siempre se corporizan. A veces percibo que están visitándome. No sé si entran por el agujerito de la cerradura, como un duende, o si vienen en el ramo de flores que compré. Pero sé que están.


LA FRASE: YVES SAINT LAURENT I 63

“ LO ÚNICO QUE LAMENTO ES NO HABER INVENTADO EL JEAN ”.


64 I TOP CINCO VISITANTE

A UN DEPORTE Sin lugar a dudas elijo el baile porque en cualquiera de sus variantes es liberador. Lo tomo como un deporte: es mi manera de hacer hace ejercicio y liberar tensiones. Bailo desde muy chica; es más, fui profesora de flamenco y zapateo americano en el Instituto de Nancy Boca, la mamá de Julio.

JULIETA SPINA Tomen lápiz y papel para anotar los cinco consejos infalibles de Julieta Spina, directora de contenidos de Bafweek y ex modelo.

B UNA APP Me quedo con Spotify. Armo muchas playlists para distintos momentos del día. Uno recorre todo tipo de situaciones a través de la música: hay canciones específicas que te remiten a momentos concretos, a vivencias. Spotify me permitió encontrar temas olvidados que me transportaron a recuerdos también olvidados.


C UN DISEÑADOR JOVEN No puedo quedarme con uno solo, así que opto por cuatro de una generación muy talentosa y creativa: Juan Hernández Daels, Marcelo Giacobbe, Dubié y Nous. Expresan una visión renovada e internacional de la moda y tienen una bajada conceptual muy marcada. Nuestra ciudad es muy anárquica como para definir su identidad: ellos son el reflejo del aquelarre porteño.

D

E

UNA PELÍCULA

UN JUEGO DE MESA

Me encanta A single man de Tom Ford. Mas allá de su estética y arte impecables, las actuaciones de Collin Firth y Julianne Moore son soberbias. Es un drama que refleja de forma muy cruda el funcionamiento de la naturaleza humana alrededor de las pérdidas.

No hay nada que disfrute más que jugar al Pictionary porque dibujo tan, pero tan mal, que me divierte mucho ver a mis compañeros de equipo rompiéndose la cabeza para descifrar mis jeroglíficos.


66 I DECÍ WHISKY

Gabriel Rocca Les traemos aquí una selección de imágenes de uno de los fotógrafos y directores de arte más prestigiosos del universo de la moda, que antaño retrató a cientos de rockeros y dejó dicho una vez: “me mato si tengo que

ONA SÁEZ (2011).

hacer siempre lo mismo”.



68 I DECÍ WHISKY

ETIQUETA NEGRA (2013).


PLACERES (2008).

ROCCA N’DOLLS (2007).

ROCCA N’DOLLS (2007).

AUREA (2008).


70 I FILANTROPÍA

EL PROYECTO EN CIFRAS: • 5 años pasaron desde su fundación. • 940 alumnos estudiaron en sus aulas. • 200 estudiantes obtuvieron sus certificados en 2014. • 400 inscriptos para el primer semestre de 2015.

FUNDACIÓN MUY SIMPLE Sandra Acosta, jefa de prensa de Fundación Muy Simple, habla de esta organización que ofrece capacitación gratuita en oficios de lo más variados, entre los que se encuentran dos cursos de indumentaria. La meta es lograr que personas de sectores vulnerables puedan insertarse laboral y socialmente. Si querés saber más:

www.muysimple.org

• 38 alumnos se anotaron en el curso de Indumentaria Urbana. • 21 estudiantes toman el curso de Modista de Alta Costura. • 17 cursos para distintos oficios se dictan a lo largo de 2015. • 3 emprendimientos autogestionados. • 4 números de la revista Fundación Muy Simple (con tirada de 3.000 ejemplares) fueron publicados. • Más de 10.000 personas han visitado nuestra tienda.

¿CÓMO DEFINIRÍAS EL VERBO “AYUDAR”? Ayudar va a la par del adjetivo “solidario”. Para realizar una trama de ayuda solidaria es esencial la cooperación entre las personas y las instituciones: así, podemos visibilizar a aquellas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social y darles herramientas que les permitan transformar positivamente su realidad.


PAUTA


Camp es una suerte de “sensibilidad estética” proveniente del arte popular que fue furor en los 40. Caracterizada por el uso y el abuso de la ironía y la exageración, también armó revuelo en el ámbito de la moda. La maravillosa Susan Sontag difundió este movimiento a partir de un minucioso análisis de su significado. Aquí, los primeros diez puntos de sus insoslayables Notas sobre Camp.

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Para comenzar, en términos muy generales: lo Camp es una forma de mirar al mundo como fenómeno estético. Este modo, el modo Camp, no se establece en términos de belleza sino en términos del grado de artificio, de estilismo. Enfatizar el estilo equivale a aligerar el contenido o introducir una actitud neutral respecto del contenido. Ya es sabido que la sensibilidad Camp es poco comprometida, además de despolitizada; apolítica, al menos. No sólo hay una visión Camp, una manera Camp de mirar las cosas, sino que lo Camp es también una cualidad perceptible en los objetos y en el comportamiento de las personas. Hay películas, vestidos, canciones, novelas, personas y edificios Camp… esta distinción resulta importante. Es cierto que la mirada Camp tiene el poder de transformar una experiencia. Sin embargo, no todo puede ser percibido como Camp. No todo está en la mirada del espectador.

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Ejemplos al azar de elementos que forman parte del canon Camp: • Zuleika Dobson. • Las lámparas Tiffany. • Las películas de Scopitone. • El restaurante Brown Derby,

en Sunset Boulevard. • Los títulos y las narraciones de The Enquirer. • Los dibujos de Aubrey Beardsley. • El lago de los cisnes. • Las óperas de Bellini. • La dirección de Visconti en Salomé y Lástima que sea una puta. • Algunas postales del nuevo siglo. • King Kong de Schoedsack. • La cantante cubana La Lupe. • La novela con grabados de Lynn Ward, God’s Man. • Los viejos cómics de Flash Gordon. • Los vestidos de mujer de los años 20 (boas de plumas, vestidos con flecos y abalorios, etcétera). • Las novelas de Ronald Firbank e Ivy Compton-Burnett. • Las películas solo para hombres vistas sin lujuria.


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El gusto Camp tiene preferencia por determinadas artes. Vestidos, mobiliario y todos los elementos de la decoración visual, por ejemplo, constituyen buena parte de lo Camp. Pues el arte Camp suele ser un arte decorativo, que enfatiza la textura, la superficie sensual y el estilo, a expensas del contenido.

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En cierto sentido, es correcto decir: “es demasiado bueno para ser Camp”. O “demasiado importante”, no lo suficiente marginal. Así, la personalidad y muchas de las obras de Jean Cocteau son Camp, pero no las de André Gide; las óperas de Richard Strauss, pero no las de Wagner; los engendros de Tin Pan Alley y Liverpool, pero no el jazz. Muchos ejemplos de Camp constituyen cosas que, desde un punto de vista “serio”, son mal arte o kitsch. No todo, sin embargo. No sólo lo Camp no es necesariamente mal arte sino que cierto arte que puede ser considerado Camp (ejemplo: las mejores películas de Louis Feuillade) merece nuestra más profunda admiración y estudio.

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Todos los objetos –y las personas– Camp contienen una parte considerable de artificio. En la naturaleza nada puede haber de Camp... El Camp rural es todavía obra del hombre y la mayoría de los objetos Camp son urbanos. No obstante, suelen tener una serenidad –o una ingenuidad– equivalente al bucolismo. Mucho de Camp nos recuerda a la expresión de Empson “bucolismo urbano”.

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Lo Camp, considerado como un gusto en las personas, responde a lo marcadamente atenuado y a lo fuertemente exagerado. Lo andrógino es ciertamente una de las imágenes más relacionadas con la sensibilidad Camp. Ejemplos: las esbeltas, sinuosas figuras de la pintura y la poesía prerrafaelitas; los finos, floridos, asexuados cuerpos de los grabados y los carteles art nouveau, presentados en relieve sobre ceniceros y lámparas; la acuciante languidez andrógina que yace tras la perfecta belleza de Greta Garbo. Aquí, el gusto Camp se apoya en un principio del gusto rara vez reconocido: la forma más refinada del atractivo sexual (así como la forma más refinada del placer sexual) consiste en ir contra el propio sexo. Lo más hermoso en los hombres viriles es algo femenino; lo más hermoso en las mujeres femeninas es algo masculino... Aliado al gusto Camp por lo andrógino, hay algo que parece bastante distinto, pero que no lo es: un culto a la exageración de las características sexuales y los amaneramientos de la personalidad. Por razones obvias, los mejores ejemplos que pueden citarse son los de estrellas de cine. La rancia y rimbombante feminidad de Jayne Mansfield, Gina Lollobrigida, Jane Russcll, Virginia Mayo; la exagerada masculinidad de Steve Reeves, Victor Mature. Las grandes estilistas del temperamento y del amaneramiento, como Bette Davis, Barbara Stanwyck, Tallulah Bankhead, Edwige Feuillerc...

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Lo Camp es una concepción del mundo en términos de estilo, pero de un tipo particular de estilo. Es el amor a lo exagerado. El mejor ejemplo nos lo da el art nouveau, el estilo Camp más característico y más plenamente desarrollado. Los objetos del art nouveau, característicamente, convierten una cosa en otra distinta: el alumbrado en forma de plantas floridas, la sala de estar en una gruta. Un ejemplo notable: las bocas del metro de París diseñadas a finales de siglo por Héctor Guimard en forma de tallos de orquídeas de hierro forjado.

El Camp lo ve todo entre comillas. No será una lámpara sino una “lámpara”; no una mujer sino una “mujer”. Percibir lo Camp en los objetos y en las personas es comprender el ser-como-representando-un-papel. Es la más alta expresión, en la sensibilidad, de la metáfora de la vida teatralmente.

EL MANIFIESTO I 73


74 I GRANDES VESTIMENTAS




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