fa otra mirada de Clio
Por supuesto que admitimos que la subordinación no puede ser entendida más que como uno de los dos términos integrantes de una relación binaria, en la que la otra parte es la dominación, porque “los grupos subalternos están siempre sujetos a la actividad de los grupos dominantes, incluso hasta en el momento en que se rebelan y sublevan”. Por lo tanto, los grupos dominantes recibirán, en los volúmenes subsecuentes de nuestra revista, la atención que merecen, aunque sin otorgarles, no obstante, la espuria superioridad que se les ha asignado usualmente dentro de la larga tradición elitista de los estudios sobre el Sur de Asia. Efectivamente, está muy lejos de nuestros propósitos, el olvidar que nuestro énfasis en el análisis de las funciones subalternas, debe ser al mismo tiempo el registro de la medida de la imposición objetiva del rol por parte de la élite, tanto como una crítica de las interpretaciones elitistas de ese mismo rol.
ContrahistoriaS la otra mirada de ClĂo
1. explicar la formación objetiva de los grupos sociales subalternos, a partir de los desarrollos y transformaciones que ocurren en la esfera de la producción económica […] 2. su afiliación activa o pasiva a las formaciones políticas dominantes, así como sus esfuerzos para influir en los programas de esas formaciones, con el fin de presionar hacia la realización de sus propias peticiones […] 3. el nacimiento de nuevos partidos de los grupos dominantes, con el fin de mantener el consenso y la aprobación de los grupos subalternos y mantener el control sobre ellos; 4. las formaciones que los propios grupos subalternos producen, con el fin de reivindicar sus propios reclamos de carácter limitado y parcial; 5. las nuevas formaciones que afirman la autonomía de los grupos subalternos, aunque todavía dentro de la vieja estructura; 6. las formaciones que afirman la verdadera autonomía integral […] etc.17
La tolerancia en este caso podría implicar que uno acepte que habrá contextos políticos en los cuales un grupo insista en su derecho a no dar
razones para hacer las cosas de una manera diferente, en la medida en que ese grupo se explique a sí mismo adecuadamente en sus propios foros […] Lo que en términos institucionales significa que habrá procesos mediante los cuales cada grupo religioso buscará y obtendrá públicamente el consenso de sus miembros para la ejecución de sus propias prácticas, en la medida en que dichas prácticas posean un poder regulador sobre esos mismos miembros.48