3 minute read

DESTACADOS

Desde La Atalaya

Cuando el invierno toca a su fin, porque la Primavera lleva semanas llamando a su puerta, me ofrecen la oportunidad de reflexionar en voz alta sobre este, llamémoslo así, diferente año 2020. En otro momento habría hecho una jugada a pares, dejando que quien viniera cerrando la partida envidara y aprovechar mis dobles de reyes y treses para subirle, pero habida cuenta lo acontecido en estos ya 12 meses siento la necesidad de “envidar”. Me decía un referente, que ya disfruta de su jubilación (con eso podrán hacerse una idea de la edad), que su generación, gracias a quienes les precedieron, solo había vivido crecimiento y esplendor, y que la Vida, como sabia que es, les tenía guardada una última factura. Ninguno de los aquí presentes podríamos haber pensado, ni en nuestros peores sueños, vivir en nuestro país, en nuestro continente, una debacle humana, social y económica de las dimensiones a la que estamos padeciendo, pero, como ya hicieran nuestros ancestros, saldremos de ella y volveremos a poner el Timón a la Vía y Velocidad de Crucero a fin de recuperar los momentos perdidos. Nuestro Club, en este año para la historia, ha visto pasar, sin envidar, Regatas como la Estrella de Levante, Euromarina Optimist Trophy, Optica Chantal,… El concurso de pesca de la Purísima, los trofeos de regularidad,… Ha impedido competir a nuestro Llaut, Falucho, o sonar el tambor del Dragon Boat (como hicieran siglos atrás para encontrar el cuerpo de “Qu Yuan”), infinidad de clases de gimnasio al aire libre o tantos y tantos actos sociales, tales como la festividad de la Virgen del Carmen, Halloween, Reyes Magos, San Valentín,… que si la pandemia no nos hubiera alterado habríamos desarrollado con la ilusión de una Junta Directiva renovada que vino a apostar por revitalizar el Club. No obstante lo anterior, el Club, al que también ésta situación le pilló por sorpresa, aún a punto de rozar la edad de jubilación, reaccionó rápido y con profesionalidad, y siempre con la mira puesta en, siguiendo rigurosísimas medidas restrictivas, prestar un servicio de calidad y en un ambiente seguro a su familia, los Socios. Así, no solo aprovechamos los meses de clausura obligada o de disminución de la actividad deportiva y social del Club para poner a punto instalaciones que, como consecuencia del estrés diario, no habían sido atendidas como se merecían, sino que desde la dirección de nuestra Casa se planificó un verano “covid-safe” con la práctica totalidad de actividades de un año normal. La zona de la Piscina fue, gracias al comportamiento ejemplar de Socios y Familiares, un sitio donde poder disfrutar al aire libre del buen tiempo. Las “Noches del Club” nos permitieron disfrutar de buena música en directo en compañía de nuestros amigos y familiares, a los que desgraciadamente este año hemos podido ver menos de lo que nos hubiera gustado. Y estos buenos momentos vividos en este año, que no se parece a ningún otro ni tan siquiera por el número días que lo componen, no habrían podido ser tales sin el esfuerzo del personal del Club. Pero, sobre todo, sin la responsabilidad y apoyo mostrado por todos los miembros que conformamos esta gran familia, sus Socios, cumpliendo en todo momento con las medidas y restricciones impuestas, y entendiendo las dificultades que todos estábamos atravesando. Con la entrada de la Primavera, quien se dirige a ustedes espera y desea, no sin atisbo de sombras, que alguno de los faros que tenemos en la enfilación nos marque por fin la entrada del canal a fin de arribar al Puerto correcto. Esta Junta Directiva no escatimará esfuerzos en que las Instituciones respeten a esta Familia, más que numerosa y con sus Bodas de Oro ya celebradas, que cumple escrupulosamente con todo aquello que se requiera de nosotros. Somos un compañero de viaje leal, que va de frente, pero que demanda a sus interlocutores el mismo trato que nosotros dispensamos. Queremos, necesitamos pintar paredes, cambiar carpinterías, comprar somieres para nuevos miembros de la Familia que andan llamando a la puerta, y esto no lo podemos hacer sin la seguridad de que nuestro inquilino nos acepte tal y como somos. Somos una Familia deportista, que lleva el nombre de su Ciudad y su Comunidad allende nuestras fronteras, que acoge amantes de la mar (este último año pre-pandemia) de más de 45 países, y que siempre, siempre, siempre está al lado de quien en su Pueblo los pueda necesitar. Por eso, desde el honor que siento de dirigirme a ustedes desde esta atalaya, simplemente pedimos, pido Respeto.

Advertisement

Carlos Carmona Gil Vicepresidente RCNT