Método práctico de violín, Libro 1. Principios fundamentales de la técnica

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Método práctico de violín

LAOUREUX Libro 1 Principios fundamentales de la técnica


Laoureux, Nicolás Método práctico de violín : principios fundamentales de la técnica: libro 1 . 1a ed. 1a reimp. - Buenos Aires : Melos, 2013. 64 p. ; 31x23 cm. ISBN 978-987-611-197-3 1. Música. 2. Enseñanza de Violín. CDD 787.2

ISBN 978-987-611-197-3 Melos Ediciones Musicales S.A. © ©

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INTRODUCCIÓN De la actitud y de la posición en general (Movimientos simples y metódicos) Antes que el alumno produzca el primer sonido, debemos adiestrarlo en todos los detalles referentes a la posición, y también respecto de la regularización de todos los movimientos. La buena posición general del violinista, consiste en cargar el peso del cuerpo sobre la pierna izquierda, formando ésta una línea recta con la cabeza erguida. El pie derecho, ligeramente adelantado, mantiene el cuerpo en equilibrio. Antes de apoyar el violín, es necesario que el alumno eleve su hombro por medio de un pequeño cojín, a fin de que no se vea obligado a levantarlo, sino que pueda, por el contrario, inclinarlo ligeramente hacia atrás y echar el pecho adelante. Esta recomendación es de una importancia capital desde el punto de vista del desarrollo físico del alumno. La mentonera es de absoluta necesidad. Consideremos ahora al alumno en reposo, con los brazos a lo largo del cuerpo. Primer movimiento. - Tómese el violín, la parte posterior de cara al alumno por el extremo del mástil, junto al clavijero, entre la primera falange del pulgar y la tercera del índice de la mano izquierda. Segundo movimiento. - Levantar el antebrazo a la altura del hombro. Tercer movimiento. - Separar el antebrazo del cuerpo y hacer que el mástil del violín repose sobre la palma de la mano. Cuarto movimiento. - Levantar el violín con la ayuda de la mano derecha, colocarlo bajo el mentón hacia la izquierda, sin bajar la cabeza ni hacer presión sobre la cola del violín, al objeto de que el instrumento quede bien colocado entre la mandíbula y la clavícula (la nariz debe estar entre el “re” y el “la”. El profesor tendrá cuidado de hacer separar del mástil la palma de la mano izquierda, de modo que ésta forme una línea recta con el antebrazo; y de inclinarla hacia la izquierda con los dedos encima de las cuerdas (fig. l). Esta posición permitirá sostener el violín con el solo peso de la cabeza y sin ningún esfuerzo. El alumno deberá evitar el avance de su cabeza, movimiento que más tendería a bajar el violín que a mantenerlo horizontal. El violín debe estar inclinado hacia la derecha, de modo que el alumno, al colocar el arco desde el talón en la cuarta cuerda, trace una línea horizontal desde el talón a la punta (fig. II). DE LA POSICIÓN DEL ARCO Antes de tomar el arco, colóquese un lápiz sobre una mesa, levántesele con el pulgar y el mayor (fig. IV). Déjese caer los restantes tres dedos sobre el lápiz (fig. V). Hágase que los cuatro dedos mayores, naturalmente encorvados, se tiendan (conservándose el pulgar en su sitio) y avanzando un poco más el índice que el meñique, lo que dará a la mano una posición ligeramente oblicua, y todo ello reproducirá exactamente la posición arco. El profesor presentará el arco al alumno, al objeto de que. éste lo tome exactamente como el lápiz, entre el pulgar, que es el que sostiene el talón del arco y el mayor. Júntense a ellos en seguida los demás dedos’, sin excesiva presión ni rigidez; aváncese un poco el índice y procúrese que el pulgar quede un poco curvado para que no se doble hacia dentro (fig. VI). Ahora corresponde al alumno colocar el talón del arco sobre la cuarta cuerda. El codo debe rozar el cuerpo; la muñeca ligeramente doblada forma con el antebrazo una línea casi recta. El arco deberá colocarse sobre la cuerda en toda la anchura de la cerda, sin que el arco quede inclinado (fig. III). Es necesario evitar al alumno el defecto, tan común en los principiantes, de inclinar el arco hacia el mástil con la cerda oblicua sobre la cuerda. Este movimiento tiene por efecto no apoyar mas que una débil parte de la cerda y provocar una torsión perjudicial a la calidad del sonido. Se comprenderá que cuando el arco está colocado rectamente sobre la cuerda, pondrá a toda la cerda en acción, y exigirá un esfuerzo menor de parte del ejecutante, dando más rotundidad al sonido. Así llegaremos a obtener nuestro primer sonido sobre la cuarta Según hemos dicho anteriormente, al correr el arco del talón a la punta el alumno debe formar una línea horizontal, que se obtendrá forzando al arco a que penetre en la cintura y roce el borde del violín (figura II).



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