Programa Clubes Juveniles-2018

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Programa

Clubes Juveniles 2018


Revista Clubes Juveniles 2018 Esta publicación es producto del contrato #4600075370 de 2018, programa Clubes Juveniles de la Alcaldía de Medellín. Alcaldía de Medellín Secretaría de la Juventud Federico Gutiérrez Zuluaga Alcalde de Medellín Alejandro De Bedout Arango Secretario de la Juventud Melissa Montoya Tobón Directora Técnica Secretaría de la Juventud Juliana Mejía Jiménez Coordinadora Programa Clubes Juveniles Gloria Cecilia Londoño Colorado Supervisión Secretaría de la Juventud PRESENCIA Colombo Suiza Operador social del Programa en 2018 Clara Inés Arango Arenas Cordinación del Programa desde el Operador Clara Inés Arango Arenas David Prada Dueñas Textos y Coordinación editorial Gabriel Revelo Rosero Juan Pablo Chavarría Vásquez Federico García David Prada Dueñas Fotografía Cristian Enrique Torres Álvarez Diseño y diagramación David Prada Dueñas Idea Diciembre de 2018 Carátula y contra carátula: Club Flavor swag crew (Buenos Aires) y Arte 13 (San Javier) en el evento Parada juvenil de la lectura.

¡Los clubes juveniles inspiran! Cuando pregunto qué hacen cuatro jóvenes en una esquina, muchas personas se imaginan un combo de muchachos delinquiendo o en consumo de drogas. Es decir, recae una mirada de peligro como estigma sobre los jóvenes de nuestra ciudad. Sin embargo, en Medellín están sucediendo muchas transformaciones que pocas veces logramos dimensionar porque no son tangibles, no se pueden ver ni tocar; pero que quienes caminamos la ciudad podemos sentirlas en cada esquina de nuestros barrios. Por eso afirmamos desde la Secretaría de la Juventud que en Medellín tenemos otros referentes que desde hace varios años están transformando sus territorios. Han sido ellos quienes han estado en muchas ocasiones a la altura de los momentos difíciles de la ciudad. Estos referentes juveniles hacen parte de esa gran transformación social que debemos seguir realizando como sociedad, esa que no se ve en obras ni en infraestructura sino en los comportamientos, en las formas de habitar y sentir la ciudad. Estamos hablando de transformar a Medellín desde adentro, desde su espíritu y su corazón. Y justo son los jóvenes quienes dese hace varios años nos están mostrando los caminos de esta transformación. Son ellos quienes han construido una revolución serena en los barrios y corregimientos de nuestra ciudad. Es por eso que sin temor afirmamos que cuatro o más jóvenes en una esquina están trabajando por el bien común de la ciudad. Cuatro o más jóvenes en una esquina son un club juvenil haciendo teatro, música, danza o ciencia. Son ellos, los jóvenes, los protagonistas de nuestro presente; y por eso a través del programa Clubes Juveniles los acompañamos para que fortalezcan sus acciones y su capacidad organizativa. Desde la Secretaría de la Juventud tenemos la convicción de que la ciudad debe invertir y acompañar este tipo de agrupaciones juveniles y así lo hemos hecho en esta Administración, porque cada vez nacen y se consolidan más clubes juveniles. Por ejemplo, del 2012 al 2015 la Alcaldía de Medellín acompañó 1.377 clubes con la participación de 13.243 jóvenes; mientras que del 2016 al 2018 se acompañaron 2.403 organizaciones de este tipo, con 22.893 participantes. Queremos además resaltar que este año actualizamos con el Concejo de Medellín el Acuerdo Municipal que rige este Programa, ajustándolo al nuevo marco jurídico del país y a las nuevas dinámicas sociales, juveniles e institucionales de Medellín.

En esta página: Integrante del club Grafiti Art.

¡Los clubes juveniles de Medellín inspiran! Alejandro De Bedout Arango Secretario de la Juventud


Club juvenil durante presentación en La América.

Club y banda músico marcial Morris Brown de Antioquia, interpretando su repertorio en Santa Cruz.

Oferta formativa

¿Qué es Clubes Juveniles?

Los jóvenes aprendemos

El componente de formación del programa Clubes Juveniles es indispensable para los jóvenes, pues es lo que garantiza el crecimiento sólido y fundamentado de su quehacer. Además es un beneficio del Programa para los jóvenes. Se detalló así:

30 Tener un objetivo o accionar común que los apasione

Al menos 4 personas entre 14 y 28 años

REQUISITOS

Talleres por enfoques y categorías

50

TIPOS DE CLUB

ENFOQUES

Iniciación

Sistema de monitoreo, seguimiento e información

Ecología y Sostenibilidad Deporte y Recreación

Cultura y Educación

Incentivos

Innovación, Emprendimiento e Investigación

Formación y acompañamiento

COMPONENTES

Salud

Difusión y visibilización

BENEFICIOS Posibilidad de acceso a incentivos para fortalecimiento grupal

Activación de la red de participación juvenil Difusión y visibilización

21

Encuentros Intercomunas

2

Encuentros de Experiencias Vivenciales

Proyección

Consolidación

Democracia y Participación

Convivencia y Derechos Humanos

Intercambios de Experiencias

FORMACIÓN

6

Grupos focales para la actualización del Acuerdo 083/2006

Conocimiento y acceso a ofertas de ciudad

Intercambios de experiencias y saberes

Acompañamiento y asesoría profesional

Formación experiencial

Algunos de los temas que abordamos en esta oferta formativa fueron:

• Tu cuerpo como primer territorio (con enfoque deportivo) • Arte y cultura como agente de cambio • Participación juvenil • Competencias y saberes para la elaboración y presentación de proyectos para la contratación pública y privada • Expresión oral • Diversidad y procesos de inclusión • Procesos de reconocimiento del Ser • Herramientas inspiradoras para la generación de contenidos culturales y creativos • Senderismo • El papel de la mujer en los clubes juveniles • Guías básicas para ser DJ • Comunicación comunitaria

• Teatro profesional y teatro comunitario • Grafiti • Breaking dance • Educación para la paz • Introducción a la acrobacia aérea • Arte vivo y muralismo • Parkour • Promoción de la salud y prevención de consumo de sustancias psicoactivas • Kamishibai: El arte de contar historias • Cocina, feminismo y educación popular • Sonidos de la costa Caribe • Escuela musical y Hip-Hop • Liderazgo en contexto • Apropiación del territorio por medio del arte • Fútbol como herramienta de transformación • Barbería y belleza

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Metodología de Clubes

Momentos del taller Tu cuerpo como primer territorio (con enfoque deportivo).

Marco legal e histórico del programa Clubes Juveniles:

Clubes Juveniles va melo

2018: Se modifica el Estatuto de Ciudadanía Juvenil (Ley 1885)

En la aplicación de la propuesta metodológica de Clubes Juveniles 2018 se parte de que el eje conceptual de la misma es la Educación Experiencial. Elaborar conocimientos desde la construcción colectiva con otros, tener experiencias de ver el mundo con otros lentes y considerar que ninguna persona es un recipiente vacío que no tiene saberes y aportes de información que otorgar a su comunidad.

22.893

Jóvenes beneficiarios

13.243

Jóvenes beneficiarios

Clubes y jóvenes beneficiados en los últimos años:

1.377

La primer acción de construcción colectiva emprendida desde el esfuerzo metodológico fue la Identificación y lectura de los procesos, actores y colectivos que se presentan en los diferentes territorios de la ciudad, dinamizando procesos de participación de los jóvenes y de intervención de éstos en el mejoramiento de sus espacios de vida. Esta actividad se desarrolló integrando los actores más representativos de las comunidades (acciones comunales, corporaciones comunitarias, colectivos artísticos, grupos deportivos, iglesias, entre otros) para ubicar con ellos y con la alianza de ellos, dialogar con los grupos juveniles, y convocarlos a su participación activa en el Programa. Pero esta identificación llega hasta el nivel personal, porque el proceso de acompañamiento procuró que todos los participantes tengan rostro y nombre, como actores constructores de la ciudad.

2014: Se actualiza la Política Pública de Juventud (Acuerdo 019) 2013: Estatuto de Ciudadanía Juvenil (Ley 1622) 2009: Inicia el programa Clubes Juveniles de la Alcaldía de Medellín (Acuerdo Municipal 083) 2008: Se consolida el programa Clubes Juveniles del ICBF 2006: Código de Infancia y Adolescencia (Ley 1098)

2.403 clubes

clubes

1996: Inicia el programa Clubes Juveniles del ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) 1991: Constitución Política de Colombia

2012 - 2015

2016 - 2018

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Metodología de Clubes

Por último se estableció la estrategia de Fortalecimiento a los clubes mediante la oportunidad a éstos de participar en el Concurso de 55 iniciativas juveniles, cuya ejecución le permitió a los clubes seleccionados que al desarrollarlas lograran el reconocimiento comunitario y el acceso a insumos que fortalecen su capacidad de trabajo. Pero el fortalecimiento de los clubes fue más allá de la opción de presentarse a este Concurso, porque incluyó su vinculación a los medios de ciudad de difusión de las ofertas públicas, privadas y comunitarias que ésta tiene para los jóvenes y la posibilidad de articularse con procesos de otros territorios para el desarrollo de ideas que son comunes. Se procuró fortalecer el rol de los clubes como oferentes de acciones educativas, artísticas y de movilización ciudadana entre otras, que consolidan su rol como actores y constructores de tejido social.

pares y el aprendizaje de sus trayectorias, en la participación de talleres que desde el hacer generaron capacidades Por ello las acciones de Convocatoria e aprehendidas para el crecimiento colectivo de cada club, en Inscripción de los clubes juveniles, como segunda crear sus propias acciones educativas y asumirse por ende como acción en el enfoque metodológico, se plantearon como educadores; y en cualificar las capacidades de ejercer el escenarios colectivos de encuentro de diversas y diferentes liderazgo. Estos espacios fueron complementados con el expresiones culturales de las comunidades que acogen y le acompañamiento constante que desde un equipo de dan cabida a las iniciativas juveniles, porque los clubes no son Promotores se le realizó a cada club, mediante el cual actores aislados y marginales de sus territorio; por el contrario se identificaron las aspiraciones de éstos, los retos son protagonistas de su desarrollo en corresponsabilidad con otros. más significativos que afrontan para implementar Se plantearon y llevaron a cabo los espacios de encuentro inicial sus iniciativas y la socialización continua de la con los clubes como el inicio de un viaje de experiencias de índole agenda del Programa. Además estos promotores individual, colectiva, intergeneracional; con la posibilidad de acceder fomentaron la participación de los clubes en a experiencias de aprendizajes nuevas. Se les presentó a los clubes eventos juveniles de ciudad y facilitaron su esta posibilidad. articulación con actores de la institucionalidad que les brindaban información sobre proyectos A continuación se construyeron con los clubes ejercicios de públicos de interés. Acompañamiento y Asesoramiento que se materializaron en espacios pedagógicamente diseñados para el encuentro con sus

7 La formación a los jóvenes siempre fue bajo metodología experiencial, desde los territorios de los clubes o en espacios habilitados para ello.


Los jóvenes somos diversos

Mandala realizada en el Encuentro de jóvenes líderes en Palma Real.

Grupo de baile Extreme Dance.

¿Quiénes hacen parte de los Clubes?

Clubes por enfoque

1 Popular 2 Santa cruz 3 Manrique 4 Aranjuez 5 Castilla 6 Doce de Octubre 7 Robledo 8 Villa Hermosa 9 Buenos Aires 10 La Candelaria 11 Laureles - Estadio 12 La América 13 San Javier 14 El Poblado 15 Guayabal 16 Belén 50 San Sebastián de Palmitas 60 San Cristóbal 70 Altavista 80 San Antonio de Prado 90 Santa Elena

43 71 35 42 27 56 46 50 49 50 38 33 35 15 32 54 16 37 22 37 4

60

6

2 1

52,1%

47,7%

0,1%

0,1%

Género Intersexual

Número de Clubes Juveniles

Convivencia y Derechos Humanos Cultura y Educación Democracia y Participación Deporte y Recreación Ecología y Sostenibilidad Innovación, Emprendimiento e Investigación Salud

Mujer

Comunas y corregimientos

64 451 27 181 35 39 15

Hombre

50

Número de personas en clubes juveniles según género*

Género indefinido

Los 812 clubes juveniles registrados y participantes en el Programa en 2018, están llenos de vida y diversidad. Conoce más sobre quienes como tú*, están pasando de las ideas a los hechos, del parche a la transformación de Medellín.

5 7 4

13

70

11

12

9

16

90 15

14

80

291 Iniciación

312 Consolidación

1 2 3 4 5 6 S.D.

8

10

Total 812

Estrato

3

209

Escolaridad

19,3% 44,3% 29,5% 4,2% 1,7% 0,7% 0,3%

Etnia Afro Indígena Mestizo Negro Ninguno Otro Palenquero Raizal Sin dato

4,7% 1,2% 22,4% 1,2% 40,8% 16,1% 0,1% 1% 12,5%

Universitaria (completa o no) Tecnológica (completa o no) Técnica (completa o no) Secundaria (completa o no) Primaria (completa o no) Ninguna Sin dato

16,6% 6,4% 10,7% 60,8% 2% 0,5% 3%

Orientación sexual

Zonas de mayor incidencia según jóvenes caracterizados Comuna 1 – El Popular Comuna 2 – Santa Cruz Comuna 6 – Doce de Octubre Comuna 7 – Robledo Comuna 16 – Belén

8,3% 10,2% 8,5% 11,7% 7,1%

Rangos de Edad

Asexual 0,4% Bisexual 4,1% Gay 2,3% Heterosexual 79,6% Homosexual 0,3% Lesbiana 1% Ninguna 8,1% No divulga 1,7% Sin dato 2,5%

14 - 17 18 - 20 21 - 23 24 - 28

44,2% 22,6% 15,9% 17,3%

Proyección *De los 4.528 jóvenes caracterizados en la plataforma habilitada para tal fin.

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Concurso de incentivos

Los clubes Semillero vocal de la Comuna 6, Dionisio y La Baty films presentaron una propuesta conjunta con la que ganaron incentivo.

Grupo de caminantes guiados por el club Trekking San Cristóbal.

1

#

3

#

4

Los jóvenes construimos ciudad

10

3

50

Propuestas recibidas # Comuna

2

7

5

18

18

6

1

18 En desarrollo del proyecto Clubes Juveniles de la Alcaldía de Medellín, el 9 de octubre se hizo entrega de los 55 incentivos del Concurso que se abrió para que los clubes juveniles de la ciudad participaran con propuestas para el fortalecimiento de sus procesos y acciones. Los jóvenes superaron todas las expectativas: enviaron 229 propuestas (19 fuera del término). ¡Aceptaron el reto de proponer, asociarse, escribir, soñar, movilizarse y sacar adelante sus comunidades y proyectos! ¡Felicidades! Dentro de las novedades del Concurso, fue la primera vez que en éste se entregó al menos un incentivo por comuna y por corregimiento de la ciudad (a excepción de Santa Elena, de donde no se tuvieron propuestas). Así, se entregaron 20 incentivos de este tipo, 4 a propuestas con enfoque diferencial (en etnia, diversidad sexual, discapacidad y género), y 21 a las siguientes propuestas con mayores puntajes. A continuación una breve descripción de las propuestas recibidas y habilitadas para concursar:

60

6

¡La participación aumenta! ¡los jóvenes se movilizan!

Total 812

2

1 8

1 5

Propuestas recibidas Incentivos Clubes beneficiados Jóvenes beneficiados

4

53 12 36 240

13

70

Valor de los incentivos $4´500.000

Propuestas recibidas Incentivos Clubes beneficiados Jóvenes beneficiados

8

1 5

9

16

7 15

14

80

1 3

hicieron parte de los ganadores

2

90

210 55 92 873

92 clubes juveniles

1 13

10

Año 2018

3

11

12

2 12

Año 2017

Número de propuestas recibidas por enfoque 18 119 7 47 6 10 2 1

9

7

Valor de los incentivos $5´000.000 Convivencia y Derechos Humanos Cultura y Educación Democracia y Participación Deporte y Recreación Ecología y Sostenibilidad Innovación, Emprendimiento e Investigación Salud Participación Social

Propuestas ganadoras

2

7 16

6 22

1 8

5 1 2

1

12

10

11

59 clubes con p ropuestas de asociatividad hacen parte 210 propuestas 55 Incentivos entregados por $5.000.000 c/u de los ganadores recibidas 275 millones de pesos en bienes y servicios

873 jóvenes beneficiarios entre las propuestas ganadoras.

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Encuentros Intercomuna

Encuentro Intercomuna en Belén.

Encuentro Intercomuna en el Doce de Octubre.

Los jóvenes somos líderes

Los Encuentros Intercomuna se constituyeron en una oportunidad para la reunión de todos los clubes juveniles inscritos en cada comuna y corregimiento con el objeto de realizar un ejercicio de georrefenciación de los mismos. Pero más allá de esto, los Encuentros fueron la oportunidad para visibilizar unos liderazgos juveniles al interior de los clubes, que luego fueron reconocidos en los territorios.

Encuentro Intercomuna en Laureles.

La postulación de candidatos y la posterior elección de representantes de clubes juveniles por comuna y corregimiento permitieron reconocer el potencial social, el liderazgo, habilidades y capacidades de los jóvenes que aportan al desarrollo y a la transformación de la ciudad desde sus territorios. Se comienza a constituir la red de representantes como un espacio para la participación real y efectiva de los jóvenes desde una postura cooperativa en aras de realizar una transformación social.

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Ser club, ser joven

“El Poblado”… ¿con qué rima? (…) Ahora dicen que esta música es del diablo Y puede que no sea un santo, pero no miento cuando hablo, como aquellos mentirosos, hipócritas y embusteros Que si Jesús estuviera aquí hasta de pronto sería rapero. (Fragmento de Protestando protestante, de La Real Familia)

La Real Familia es un club juvenil que arrancó en el 2013, como grupo de rap y proyecto que bebió de otra ‘familia’ muy grande en Medellín, la Clika, que marcó la ciudad desde los 90’s con una propuesta de rap más allá de las películas y las modas pasajeras. Como hijos del verso, La Real Familia se define como proyecto para que los jóvenes canten rap más allá de ‘lo oscuro’, dejando de lado la idea de que esa música es para idealizar al que está en la esquina, con un fierro en la pretina. No. Su idea es otra. Y quieren esparcirla como virus tropical en época de lluvia, porque según ellos, más del 70% del rap en Medellín se produce en barrios con problemáticas sociales. ¿Y con qué idea de música y vida se afrontarán esas problemáticas? ¿Con rap ‘oscuro’ o con ‘rap social’? La Real Familia se compone actualmente de Juan José Traslaviña (Juan Gato), Carlos Mario Moreno (Microphone), Yuly Escobar (MC), Dina Rodríguez (La Tata) y 17 niños, niñas y adolescentes que están en proceso de formación dentro de esta familia. Juan Gato llegó al rap de niño, acompañando a su mamá a mercar… y por azares, llegó el azahar de unos chicos que

hacían Beat Box (sonidos con la boca y garganta). Se enamoró, y con los años a través de ese amor -el rap-, se equivocó; y luego se redimió, ayudando a otros a ver que la delincuencia solo tiene dos opciones: “o morir, o la cárcel”. Por eso cree y crea en La Real Familia un proyecto para que los jóvenes no experimenten lo que las letras ‘oscuras’ han cantado. De otra parte, Microphone participaba de niño en los cantos de la gente en la calles de Quibdó, Chocó. Cuando llegó a Medellín, un hermano suyo lo sorprendió cambiando el ritmo hacia el hiphop. Y con lo que había aprendido desde niño más lo sumado en medallo, en un festival de talentos de una institución educativa donde estuvo, salió… y salió ganador. Siguió presentándose en varios escenarios y festivales, donde fue conociendo más personas del underground, hasta que llegó a La Real Familia. Este club hace parte de una productora no solo musical, sino cultural, que se llama Underground shit, y que se ha afincado en el barrio El Garabato, dentro de El Poblado; para hacer cosas como el festival “Rap en Las Lomas” (rap en El Poblado), y la escuela de rap para niños La Real Familia, donde quieren que los niños canten rap sin tener que poner en lugar privilegiado las armas, la droga, la milicia y la violencia. “El rap sirve para cambiar a la gente, para el bien o para el mal… Queremos que los niños a quienes esto les guste, tengan las herramientas que nosotros no tuvimos… herramientas técnicas, pero también herramientas para tomar el bien”, maulla Juan Gato. Y además ronronea “Queremos que el rap llegue a más personas, pero no se logrará si solo canta una parte, una parte real… lo violencia y lo doloroso que vivimos… ¡Pero no es lo único que vivimos! ¡Las personas también viven cosas buenas!”

Bendiciones Me descontrolo sin pistolas ¿Y pa’ qué pistolas? Si me sobran bolas en las consolas… (Fragmento de Bendiciones, de La Real Familia)

Los principales logros de La Real Familia han sido la presentación en el 2014 en Rap en La Torta (Bogotá), el segundo evento más importante del país en el género. También lo han sido la aceptación y amistad entre ellos, como la familiaridad con otros grupos de rap, bajo esa idea de crecer el movimiento underground rapero. Sin embargo el logro más importante para ellos es vibrar, sudar y aún tener nervios cuando toman un micrófono. Siguen siendo de carne. Este año se presentaron en el evento de rap más grande de Medellín (el Gratamirap) y de Colombia (Rap al parque, en Bogotá); mientras capoteaban el hecho de que no tenían un buen lugar para ensayar, les faltaba un bafle, micrófonos y un buen pc para poner y crear las pistas musicales con las cuales cantar. Igualmente lidiaron con el hecho de que estaban creciendo en el proyecto de una escuela para niños de La Real Familia, con escasos recursos para desplazar a los niños y jóvenes desde las distintas partes de la ciudad hacia un punto central… es más, no había siquiera un punto central de ensayo.

Llegaron en el 2018 por vez primera a Clubes Juveniles, con esas necesidades entre letra y letra. Y el Programa y la Secretaría de la Juventud les ayudó a conseguir un sitio de ensayo fijo todas las semanas, precisamente en la UVA de El Poblado. Posteriormente, ese lugar de ensayo cambió a la JAC del barrio El Garabato. Y han avanzado tanto que ya abren el espacio una vez a la semana para grupos que quieran ensayar, y así mismo una vez a la semana para el proyecto de la escuela de hip-hop, donde versan ética, valores y resolución pacífica de conflictos. Han salvado también ya algo de los requerimientos técnicos para ensayar, y tras certificarse como conciliadores para la paz y convivencia con la Secretaría de Seguridad y Convivencia, han compartido sus saberes con jóvenes en instituciones educativas, así como en la cárcel de Bellavista y en el centro de atención de menores La Pola. “Llegar a Clubes Juveniles fue un gran logro. Lo necesitábamos para poder crecer en los proyectos… Pero el solo hecho de poder conocer otros jóvenes, interactuar, aprender y darnos a conocer ¡ya es ganancia!”, dice Microphone luego de enseñar a una niña algunos trucos para hacer sonidos como un sintetizador, pero solo con su voz. Para conocer más de La Real Familia: @larealfamiliacol la real familia Medellín underground shit medellín

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Ser club, ser joven Soñar La vida artística del grupo se ha desarrollado con presentaciones en el mismo Belén Rincón. Empezaron a proyectarse con el Festival de Porrismo y Dance del INDER, donde han estado en los 4 primeros lugares, en 4 categorías distintas, desde el 2014. En el concurso Baila Fanta de 2016 (solo para colegios), quedaron en primer lugar en Medellín y 2° puesto en Colombia (ya viajaron a Bogotá). Desde el 2017 han logrado montajes más hacia afuera, en diferentes lugares de la ciudad y con otros públicos. Así han estado en la Semana de la Convivencia, la Semana de la Juventud, el Antioquia Open Cheer (porrismo y bailes urbanos), y los Corredores Artísticos de la Secretaría de Participación Ciudadana.

UNIDOS somos MÁS

Barrios Unidos nació hace 10 años en Belén Rincón, en la I.E. Antonio Ricaurte, impulsados por la rectora Sonia García, que promovió un grupo de baile con ritmos del folclor colombiano. Como el grupo no podía trabajar en la jornada académica, los chicos empezaron a ensayar en la noche, bajo el acompañamiento de sus papás, que se fueron uniendo y que al retirarse la rectora y el profesor de la I.E. que les enseñaba danzas; sirvió para que los papás de los niños retomaran la idea y empezaran a buscar recursos para no dejarla caer. Se apoyaron en programas como Presupuesto Participativo y en otras estrategias que las mamás de los bailarines ideaban, como rifas y cantarillas.

Entre tanto, el grupo participó en un evento de baile de género urbano. Ahí se identificaron más con ese estilo. Así, algunas mamás que estaban en otros grupos de baile decidieron junto con sus hijos empezar a investigar sobre cómo era ese género, el urbano. Corría el 2013, y un joven decidió apropiarse de las clases y la investigación sobre ese género de baile… inspiró a otros, pues esta es la metodología que siguieron usando: la curiosidad y la autoformación. Entre tanto, la violencia era fuerte en esa zona de la ciudad y de 20 personas que ensayaban, tenían días de solo 4 participantes… Perseveraron y superando los miedos y las barreras, abrieron un grupo infantil (9-12 años) y uno junior (12-15 años) que complementaron a los que habían iniciado todo el proceso, los juveniles (15 años en adelante). Incluso crearon un grupo de mamás que bailaban, realizaban presentaciones y competían en su propia categoría, así como un grupo de “Chicuelos” (3-8 años). Hoy en día hay variaciones de estos grupos, pero Barrios Unidos sigue conservando la idea de ser un espacio para el buen uso del tiempo libre, fomentar el estudio y las responsabilidades a la par que sus integrantes desarrollan sus habilidades.

Clubes Juveniles llegó a ellos en el 2016, mientras buscaban a otro grupo de baile en el barrio. Dijeron “presente”, levantaron la mano y alcanzaron a participar en el evento de cierre del Programa, que en ese entonces se realizó en el Parque Biblioteca de Guayabal. En el 2017 se articularon con 4 clubes más de la ciudad para participar en el Concurso de incentivos, donde resultaron ganadores con una propuesta de intercambios artísticos con jóvenes de Santo Domingo Savio, Acevedo y Manrique. En 2018 se pusieron el reto de salir de Medellín, y a punta de ventas, rifas, bingos, almuerzos y demás; viajaron a Cali al concurso All dance international Colombia. Quedaron en primer lugar en la categoría Open production y ganaron el derecho para participar en el All dance world y All dance continental, en Estados Unidos y en Panamá. “No logramos ir, pero eso no nos atrofió. Y con ese derecho decidimos participar en el H.H.I International Colombia, un evento internacional de baile en el género urbano que se realiza en Bogotá. No quedamos en los primeros lugares, pero tuvimos la experiencia de participar con grupos muy valiosos... que montan presentaciones en tiempos récord”, indica Marta Arrubla, mamá de una de las bailarinas de Barrios Unidos; y quien señala además que esa experiencia

les llevó a conocer una parte del país -Bogotá- de manera más cercana, facilitando la apropiación del sentido de Nación, “algo que no íbamos a experimentar nunca estando solo acá.” Tienen un reglamento que incluye la puntualidad, el compromiso, el buen trato, el cuidado de los lugares de práctica, las salidas a presentaciones solo con permiso de los acudientes y la idea de que los insumos de las presentaciones son de todos, no solo de una persona. Esto se une al hecho de que los bailarines deben tener buen desempeño académico y da fe de ello el que varios de sus bailarines (y algunos de los que ya no practican el baile con tanta dedicación debido a sus estudios universitarios), han sido los mejores de las instituciones educativas donde estudian. Se llaman Barrios Unidos porque la zona donde ensayan se llama así. Tratan de llevar ese mensaje más allá de las fronteras de los jóvenes, asumiendo retos en sus vidas, inspirando a otros y a sí mismos. Actualmente son casi 100 bailarines entre distintas categorías, apoyados por sus grupos familiares para pasar de las ideas a los hechos. Para conocer más de Barrios Unidos: @almaenmovimientoo

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Ser club, ser joven de wi-fi y una vitrina con camisetas, gorras, minoxidil para estimular el vello de la barba, mascarillas para limpieza facial, cera y gomina para el cabello. Pero también las barberías son espacios de cultivo del ser. En ellas los clientes y los barberos generan lazos de amistad, se dejan razones y encargos para otros, se reconcilian personas. Desde Barberos con amor se procura que los aprendices además aconsejen en el bien, usen el tiempo libre para hacer cosas buenas por sus territorios, tengan buen trato con los demás y terminen sus estudios de bachillerato en los casos que aplica.

Bar(b)eros

Cuando Édwin Jaramillo Molina, Ñara, tenía 14 años, solo había un peluquero en el barrio. Entre éste y las mamás de la zona, todo el cabello de los jóvenes era motilado muy parejo, muy tieso y muy majo. Hasta que se cansó. Y armó una máquina hechiza de barbería con la que se motiló de una manera diferente a todos los demás. Llamó la atención de sus amigos y empezaron a hacerle fila. La tijera y la cuchilla se empezaron a acompañar de la máquina, y ‘las rayas’ hicieron de las suyas surcando por los cráneos. La gelatina sin sabor, el jabón Rey o la aguapanela eran la gomina del momento. Los más caché usaban laca. Y Ñara ofrecía los cortes ‘V’ o ‘el 7’, ‘la plancha’, ‘el estadio’ y ‘los cuadros’. Todo lo hizo como empírico.

Amor En el 2012 un joven le dijo que quería aprender los cortes que hacía. Édwin no se negó y pronto llegaron más aprendices. Los convocó a una cancha de fútbol en Santa Cruz y allí fue la primera clase con 9 alumnos. Con los días apareció la idea de hacer una brigada barrial para beneficiar a las personas más pobres y poner en práctica lo que habían aprendido, y difundieron la voz de la brigada en Cañada Negra, cerca del barrio Playón de los Comuneros, en límites con Bello. Aparecieron 30 peludos. Vieron el impacto que podían tener y decidieron conformar un colectivo de enseñanza y aprendizaje de la barbería llamado Barberos con amor, por el que ya han pasado 40 personas, algunos de ellos incluso trabajando en otras comunas y barrios de Medellín; o en otras ciudades de Colombia. Ha habido incluso quienes se han vuelto formadores de una tercer generación de barberos luego de esa primer idea, de ese primer ‘corte’.

Barbero

Club

En una barbería solo se atiende a hombres. Éstas han tenido un crecimiento importante en los últimos 5 años en la ciudad, por razones como que los hombres quieren estar más ‘arreglados’ para sus reuniones y para la vida diaria, porque salen cortes nuevos, porque “los jóvenes quieren estar cada vez más estilizados”, según Ñara; y porque ya las mamás no motilan. Hay hombres que incluso van al barbero cada 3 días, para verse siempre con el mismo estilo.

Luego de que Ñara en 2016 obtuviera el 3er. lugar en la Batalla Nacional de Barberos en la modalidad Freestyle (estilo libre) y en 2017 repitiera puesto en la modalidad Fast fade (hacer un corte específico en el menor tiempo posible); ingresaron a Clubes Juveniles en el 2018 con la idea de visibilizarse, explorar la posibilidad de hacer brigadas en otros barrios, aprender de bioseguridad y formalizarse más para obtener permisos que les permitan llegar con sus brigadas a centros de rehabilitación, por ejemplo.

En los locales donde se alternan las cuchillas con los televisores emitiendo partidos de fútbol, hay espacios también para apuestas on line, máquinas de arcade, controles de X-box, claves

“Queremos que en Medellín se diga que los mejores barberos están en Santa Cruz”, indica Ñara, a la par que sus clientes y aprendices dicen que tal vez es ésta la comuna donde más barberías por metro cuadrado hay en la ciudad. Pulen la indicación aclarando que “tal vez esto ocurre porque hay paz y tranquilidad, lo que permite que la gente y los jóvenes puedan trabajar.”

Hoy Barberos con amor son 13 personas (entre aprendices y barberos independientes) que se unen para realizar brigadas de corte gratuito de cabello o como dice Ñara: “para hacer el diezmo”. Algunos de ellos están en bachillerato y aprenden el oficio como opción de ingresos ocasionales, en 2 sesiones a la semana durante 3 meses.

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Ser club, ser joven

Fotografías, cortesía del Club Trekkimg San Cristóbal.

El sendero estrecho Un día del año 2012, un grupo de amigos del corregimiento de San Cristóbal quería hacer algo. No tenían dinero. Pero tenían ganas y no se querían quedar quietos. Así que uno de ellos -que había recorrido veredas y trochas de la zona entregando el periódico del Corregimiento- dio el primer paso y les dijo: ey, vámonos a caminar… Era gratis, era lo que tenían en su territorio. Y eran jóvenes. ¿Qué más necesitaban? Pronto ‘la bola’ se regó y aparecieron más personas que como ellos que querían caminar por las veredas de San Cristóbal, uno de los corregimientos y zonas rurales de Medellín, y el lugar donde más flores se producen en la ciudad. Uno de estos amigos caminantes estudiaba Administración de empresas turísticas y vio que lo que hacían gratis hasta el momento era una oportunidad de negocio. Así que decidieron crear Trekking San Cristóbal en junio de 2017, como un emprendimiento juvenil formal y alternativa para muchas personas que en la ciudad quieren caminar, realizar actividades extremas y disfrutar de ‘la tierrita’. “Así como muchos jóvenes hacen grupos de música o de baile, y buscan obtener su sustento de ello; nosotros vimos que en San Cristóbal había una potencialidad de negocio con el turismo. Vimos además la posibilidad de impactar positivamente el territorio con procesos económicos y sociales, vinculando a los jóvenes de San Cristóbal con lo suyo”, indica Davier Montes, joven emprendedor y amante de la naturaleza. Para ellos 2018 fue un año de múltiples éxitos, pues obtuvieron reconocimientos e incentivos como el de Sello Joven y el de una

convocatoria de la Fundación Mi Sangre, además de ganar el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Económico para estar en Expo travel Colombia 2018 y de ganar el Concurso de estímulos de Clubes Juveniles. Todo esto ayudó a que su iniciativa pudiera iniciar ‘con las botas puestas’ el camino de hacer empresa.

El camino Uno de los incentivos recibidos los comprometía a replicar su experiencia. De ahí nació el Semillero juvenil de turismo y paz. “Los jóvenes vienen inicialmente porque le gusta el turismo, les gusta caminar o ven las fotos de nuestras actividades pasando chévere. Nosotros vinculamos el turismo… las caminatas… con la paz, lo social, la participación ciudadana, lo político en Colombia… aterrizamos todo eso en el contexto de San Cristóbal… ¡Y eso despierta un liderazgo en ellos! Descubren que en San Cristóbal hay una red de derechos humanos, una red juvenil… que hay procesos con la Alcaldía… Salen ‘preocupados’ de las caminatas… Con deseos de gestionar ayudas para determinadas cosas… Con deseos de hacer proyectos para cambiar lo que ven”, anota Davier. Al semillero pertenecen 20 jóvenes, no se les cobra ninguna de las actividades y está abierto a recibir a cualquier persona. Buscan reconocer el territorio con sus veredas, abordar las problemáticas del mismo desde el diálogo con los habitantes, recoger residuos que ven en sus ires y venires. Todo esto bajo la premisa de que nadie puede cambiar algo que no conoce.

De esas caminatas con el semillero salen ideas como jornadas de aseo en las veredas, sensibilizar en las casas campesinas sobre el recibimiento del turismo, cambios o arreglos en vías, mejoras de accesos a lugares, ayuda a gente muy necesitada en el territorio, ayuda a animales que se ven solos y enfermos, muralismo en casas o lugares con potencial para tomas artísticas, visitas a colegios para sensibilizar a los niños sobre su territorio, y hasta páneles solares como alternativa de energía para los sembrados de flores que requieren de ésta 24 horas. Todo lo que hacen en el semillero “son micro acciones para el desarrollo del territorio o micro acciones de paz. No pretendemos cambiar a San Cristóbal nosotros solos -en el corregimiento hay organizaciones que trabajan en ello hace tiempo-, pero sí queremos aportar desde el turismo a la paz con micro acciones que mejoren la convivencia”, cuenta Davier a la par que señala chocolatadas, abrazatones y acciones de arte como “micro acciones”. Una de las más importantes ‘micro’ acciones la hicieron en noviembre pasado, donde montaron un mural en la centralidad del Corregimiento, llamado “Sentido de pertenencia” y que es el rostro de un campesino que mira con esperanza sus observadores. Tiene 17 casas que representa las 17 veredas de San Cristóbal, 3 edificios grandes que simbolizan al Estado, la

Iglesia y la Ciudadela Nuevo Occidente; y en él se representan también especies de flora del corregimiento. Esa ‘micro’ acción fue un proyecto que nació en el Semillero: una flor más grande, más perfumada y más duradera.

La trocha El trekking es la palabra internacional para conocer los servicios de senderismo en cualquier ambiente natural, pero se diferencia de las caminatas y el senderismo en sí, en que éstos son por lo general por rutas estructuradas y son ‘cortos’. El trekking es más extenso (las del club superan las 5 horas) y los recorridos o caminos a veces son, literalmente, abiertos por primera vez. Al programa Clubes Juveniles llegaron en el 2018. “Fue muy oportuno lo que pasó con Clubes, porque no nos ponían limitantes en la inversión de los recursos. Otras convocatorias condicionan las inversiones a eventos o proyecciones directas del grupo. Acá pudimos invertir en equipos tecnológicos y equipamiento para los trekking, material de oficina… cosas que necesitábamos para crecer y pensar en nuevos retos en el 2019.” Para conocer más de trekking San Cristóbal: @trekkingsancris @trekking_san_cris

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Ser club, ser joven

Pequeños Arco iris En embera, “Eumara” significa arco iris. Y en Medellín, “Eumara” es el nombre de un grupo de madres de familia de la comunidad indígena Embera Eyabida que en el 2013 se unieron para trabajar juntas en temas de su beneficio, tras llegar a la ciudad por diferentes razones.

indígena… a los ‘citadinos de pura cepa’. En el club pueden aprender tejidos indígenas, lengua, danzas, espiritualidad y medicina tradicional embera. “Estamos en la ciudad y tenemos que compartir. Unos con otros vamos tejiendo el pensamiento”, recalca.

Los niños que llegaron en ese entonces con esas madres han crecido. Y conformaron el club Eumara Sakera, que significa “Pequeño arco iris”; y que se compone de más de 30 integrantes entre niños y jóvenes. En él buscan aprender y conservar la cultura de sus mayores en medio del contexto urbano.

Para ellos, es un orgullo ser indígena porque se es ancestral y tienen pensamientos diferentes a los de la mayoría. Desde el lenguaje hasta la alimentación todo es diferente. Sienten que estando en la ciudad, son originales o diferentes a todos los demás.

Muchos de ellos son familia de sangre además de ser miembros del mismo club, y viven en San Javier, Enciso, Calasanz y El Popular; pero se reúnen en la Junta de Acción Comunal de Las Golondrinas (Villa Hermosa) cada 15 días, a practicar sus danzas ancestrales, contarse historias, y apoyarse como comunidad étnica en medio del entorno citadino.

Kunansake

Eumara los fue congregando y lo primero que les enseñó fueron sus bailes y pintura corporal, “porque así muestran y conservan sus raíces, no adquieren malos hábitos y mantienen concentrada la mente, aprendiendo su cultura”, indica María Fabiola Carupia, mamá de uno de los jóvenes Sakera. Para ellos, ser indígena en Medellín es no perder la cultura, las danzas: “un indígena puede vivir en cualquier parte, pero con su cultura”, dice María Fabiola, cuyo nombre en embera es Euma Carupia. Tanto es así que el club está abierto a recibir personas de otras comunidades indígenas e incluso a kapuneas, o personas que no pertenecen étnica ni culturalmente a una comunidad

Daniel Alcaraz Carupia es un Kunansake u hombre joven indígena (las mujeres jóvenes indígenas son Aweransake), que hace parte de los Eumara Sakera. Dice que parte de lo bueno del club es que ha conocido más lugares de la ciudad y ha mostrado su cultura a través de diferentes presentaciones, entre ellas en el Colegio Los Benedictinos, la U. de A., el Parque de El Poblado, el corregimiento Santa Elena y en la Alcaldía de Medellín. “Yo no salía casi del barrio… La Alcaldía nos ha sacado a otros lugares”, puntualiza. Como varios de los Sakera, cursa bachillerato y no cualquier persona lo reconocería en la calle como miembro de una comunidad indígena, pues su vestuario y forma de hablar es como la de un kapunea. Al respecto, los jóvenes indican que “se puede ser indígena sin tener rasgos indígenas muy marcados… depende de la crianza y de los padres o la ascendencia”. En lo particular, dicen que les gustaría habitar Medellín con la

pintura corporal que usan en sus comunidades de origen, porque expresaría mejor su cultura, indicaría de dónde vienen, mostraría que son indígenas. Daniel cuenta que “en una época tenía pena de decir que era indígena, y me molestaban por eso en el colegio. Perdí la pena cuando empecé a formar el grupo con los jóvenes… Cuando empecé a salir con los jóvenes pintados, a agruparme con otros, eso ayudó; porque nos comunicábamos entre nosotros y lo que otros nos dijeran ya no importaba tanto.” En unión las Euma y los Sakera piensan que tienen derecho a que su cultura indígena también pueda crecer en la ciudad, que tienen derecho a estar en la ciudad como indígenas y no solo en el campo. “Si no fuera por la violencia, estaríamos en el campo, donde podríamos vivir de nuestra riqueza, el campo, que nos da todo lo que necesitamos”, sentencia María Fabiola.

Aprender Las Eumara aprenden de los Sakera y viceversa. María Fabiola ejemplifica: “Yo he aprendido a hablar más en la ciudad -no sabía hablar paisa-… Como mujer he aprendido a responder más... ya no soy como esas mujeres que no podían responder en mi comunidad.” Por su parte, los jóvenes aprenden la lengua embera. Pero buscan apoyo para más cosas: “Queremos que Clubes Juveniles nos enseñe más sobre cómo funcionan las cosas en la Administración municipal, cómo gestionar recursos para conseguir uniformes, pinturas corporales, parlantes para ensayar nuestros bailes… y así tener mejores condiciones para lograr nuevos propósitos.” Daniel finaliza indicando que un reto general respecto las comunidades indígenas en la ciudad es“que no se discriminen… que antes nos apoyen… que no estamos haciendo nada malo… Estamos es demostrando nuestra cultura en la ciudad, la cultura de toda Colombia.”

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Ser club, ser joven

Parar balas con las manos “Una pelea es callejera, persigue la destrucción, no tiene reglas y busca medirse con el otro. Un combate es para medirse a uno mismo, busca instruir, tiene normas y hace parte de un estado de vida que pretende que la persona llegue a la integralidad. No es para dar puños y patadas, sino para ser persona”, indica Nelson Andrés Pérez Zuluaga, Maestro y líder del club Equilibrium en la comuna 16, que se dedica a la formación de niños y jóvenes en artes marciales. Éstas son una actividad que pretende avanzar por el camino de conocerse a sí mismo, y que enseñan a combatir para no pelear, y a combatir consigo mismo para no pelear con otros. En ese sentido, ¿en Medellín hace falta que más gente practique las artes marciales para bajar los niveles de violencia? Nelson opina que lo que hace falta es equilibrio: ni pasividad antes las situaciones, ni reactividad a las mismas. “Necesitamos es aprender a tener respuestas asertivas... Las artes marciales enseñan a conocerse, a reaccionar no por agresividad ni por miedo, sino a responder con equilibrio… como si lo complejo fuera una actividad de la rutina diaria.”

Un cinturón Equilibrium de la comuna 16 (Belén), Transformando realidades de la comuna 7 (Robledo), Empoderamiento Femenino y Creando Colores de la comuna 11 (Laureles), Semillas por la paz de la comuna 13 (San Javier), y Artes marciales Granizal de la comuna 1 (El Popular); son clubes de artes marciales que se unieron en el 2016 para participar en el Concurso de incentivos del programa Clubes Juveniles en ese entonces. Ganaron con su propuesta de

asociatividad y no solo cumplieron con este trabajo colaborativo para el concurso, sino que siguieron trabajando juntos adelante y hoy son más 300 personas las que conforma esta red que también se llama Equilibrium. Aunque las artes marciales son un deporte individual, Equilibrium es una familia y por tanto no solo tienen sus sesiones de práctica por cada club, sino además se reúnen una vez a la semana a entrenar juntos. Y dentro de los grupos, hay tanto padres e hijos entrenando, como niños de los 6 años hasta personas de 52 practicando Taekwondo, arte marcial principalmente entrenada en esta red. La edad no importa acá, aunque los clubes están compuestos principalmente por jóvenes. Y es que aprender algo como una patada puede demorarse hasta un año. “La realidad es que cosas como un bloqueo no se aprenden como en la película Karate Kid, haciendo el ejercicio de limpiar un carro por dos semanas”, precisa el Maestro mientras que recuerda que el club forma líderes desde lo vivencial o la práctica continua del arte marcial, sin cobro alguno para sus miembros… porque el pago es que el capital humano se potencia ante las posibles carencias de herramientas o medios que puede haber en algunos momentos. La gratuidad hace que al buscar afiliar nuevos miembros al club hayan respuestas masivas, pero con los días las personas se van saliendo porque el proceso no es fácil: deben salirse de lo acostumbrado y enfrentarse a sí mismos, acoger órdenes y tener prácticas con disciplina; y a veces, porque no hay adultos que los puedan acompañar a los sitios de entrenamiento.

También les exigen académicamente a sus practicantes, pues no tendría presentación que alguien que busca la integralidad no tenga un buen desempeño en áreas de su vida diferentes al deporte. Y en el caso de quienes ya terminaron sus estudios académicos, si no están laborando, deben enseñar a los aprendices más nuevos lo que ellos ya saben del arte marcial.

Romper muros A través del programa Clubes Juveniles han concursado y participado en eventos, que les han redimido un tatami (un piso de goma para proteger a los combatientes cuando se enfrentan), trajes completos de combate e insumos de entrenamiento, y la realización del evento “Artes marciales por la paz”, en el que invitan a más clubes de la ciudad para realizar demostraciones públicas de su entrenamiento interior, “que no es para ser más competitivos, sino más competentes”, como señala uno de los miembros de la red Equilibrium.

Como jóvenes, los miembros de la red opinan que sus principales retos son aprender a manejarse a sí mismos, para poder entender mejor lo que hay afuera; cambiar las formas de ver la vida, para poder abrirse a los demás; y enseñar la idea de que saben ‘pelear’ para no pelear. Como dice uno de ellos: “Las artes marciales sirven para nutrirse, no para pelear. ¿Por qué tengo que abusar de alguien que no sabe lo que yo ya sé?” Además quieren llegar a otras zonas con sus artes marciales, a través de jóvenes avanzados en éstas y que repliquen lo que saben creando nuevos clubes, aumentando la red; enseñando que parar balas con las manos es igual a no responder ante una agresión para evitar aumentar el desequilibrio de quien la creó. Para conocer más de Equilibrium en la comuna 16: @equilibrioartesmarciales

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Ser club, ser joven El son de ser joven “La gente no es como antes. Los jóvenes cada vez son más consumidos por el celular, el computador… no tienen el mismo contacto con los otros. El pertenecer al Club nos ha ayudado a buscar nuestros sueños. Somos la semilla de la siguiente generación. Tenemos que ir más allá de la tecnología de los aparatos, pues somos más libres si no dependemos de ellos todo el tiempo”, indican las integrantes de Son de África, que reconocen que las actividades que han aprendido y que realizan como club, las forman en el trabajo en equipo, el respeto por el otro y la mejora de la interacción. “Ya uno puede ser un líder”, sentencian al respecto.

SON de África

En cuanto el programa Clubes Juveniles, valoran que las ha visibilizado en diferentes escenarios, la remisión de La Casa de los Sueños es el lugar donde el club Son de África desarrolla sus actividades. Es un espacio de 6 por 6 metros construido con retablos, teleras, plásticos, cortinas y latas. Cuando llueve mucho, el área aprovechable se reduce a 4 por 4 metros.

Su principal actividad son las danzas. En promedio, el grupo infantil y el grupo juvenil ensaya 3 veces a la semana; pero si hay muchos eventos cercanos, pueden ensayar hasta 5 veces. Y es que a pesar de ser tan reciente, en solo el mes de octubre ya tienen 5 presentaciones contratadas.

La construyeron con aportes de ellos mismos y de amigos del club, y porque necesitaban un espacio donde ensayar sus bailes y realizar actividades educativas, sin tener que depender del préstamo de espacios o del ‘genio’ de los vecinos de buena voluntad que facilitaban las salas de sus hogares. Con los días le fueron acondicionando luces, computador, amplificador, pinturas y pantalla adicional para visualizar las coreografías o videos que los inspiraban. Bailar en una locación de bajas condiciones no ha sido un impedimento para ellos, pues consideran que “todo depende de si tú quieres hacerlo”.

El son de la vida

Son de África es un club que busca desarrollar la cultura afro en jóvenes y niños, a través de las danzas, manualidades, música y canto. Nació en febrero de 2018 y su principal zona de acción es Belén Rincón, especialmente en el sector de “Los Juacos”, donde hay una gran cantidad de población afrocolombiana. De hecho, algunos de los integrantes del Club tienen ascendencia en Buenaventura, Nuquí y Quibdó.

Representar la cultura afro por medio de las expresiones artísticas es para ellos una manera de actualizar al presente sus orígenes, y de “combatir el estigma de que el negro es el malo o el que roba”. Además, ser parte del club ha reportado beneficios en sus vidas como el preguntarse si podrían ser artistas y vivir de ello, a la par que realizan sus estudios (algunas en bachillerato, otras en estudios superiores) y buscan oportunidades laborales. El valor de esa pregunta es tan alto como el de la respuesta a qué hacer con las dificultades: “Empezar no es fácil…. La gente no suele ver más allá. Prefieren ver al artista en televisión que ser ellos mismos el artista. No creen en los procesos.” Para ellas -las integrantes de Son de África (solo hay dos hombres entre todos sus miembros)- ser artista es una capacidad para

oportunidades y ofertas de formación; y el ser un escenario donde las invitan a aprender cosas distintas y acercarlas a posibilidades de vida diferentes a las de ‘la calle’. Dentro de los retos que tienen está el montaje de propuestas que integren varias artes, así como el aumentar la formación del grupo de las niñas, para que aprendan lo que las jóvenes ya están trabajando. La idea es generar curva de aprendizaje para las más pequeñas y que los sueños de ser un club con raíces africanas reconocido en Medellín, sea más cercano. Para conocer más de Son de África: @sondeafricacolombia @sondeafrica

la vida, que les está permitiendo “salir de nuestra zona de confort… de solo estudiar, trabajar o estar en la casa”; y ha mejorado habilidades como el relacionamiento con los demás, la expresión corporal y hasta la forma en que exponen sus trabajos en el colegio o las instituciones de educación superior. Las jóvenes del club tienen algunas responsabilidades a su cargo, como la de formación del grupo de niñas y niños. Y han visto cambios en ellos: “es diferente el comportamiento de hoy al de cuando empezaron. Eran irresponsables, cansones, inconstantes… ahora tienen compromiso, escucha y ya no responden de forma tan grosera como antes. Esto ha ocurrido porque demostramos que el Club es serio, persevera y tiene propósitos realizables.”

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Club Cubiparceros, al que asisten jóvenes de todas partes de Medellín e incluso de otros municipios, además de contar entre sus integrantes no solo con jóvenes sino además con niños y padres de familia. Se reúnen en diferentes partes de la ciudad, y se registran como club de El Poblado.

Para conocer más del programa Clubes Juveniles, puedes ingresar a www.medellinjoven.com, a la pestaña de “Proyectos” y buscar “Clubes Juveniles”. Igualmente puedes visitar la página en Facebook de la Secretaría de la Juventud @delajuventud


Clubes Juveniles 2018


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