Nuevas estrategias de planificación de la instrucción: Mapas conceptuales Ms. Ana María Teresa Lucca Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco
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14 de Septiembre de 2011
1. Introducción En los artículos La universalidad y ubicuidad de los mapas conceptuales y Aplicaciones en educación de los mapas conceptuales hemos recorrido mucho de los usos de los mapas conceptuales. En esta oportunidad nos centraremos en la perspectiva de los mapas como importante herramienta al momento de planificar estrategias pedagógicas para la planificación general del currículo. A través de los mapas conceptuales se pueden organizar desde un programa educacional completo hasta parte de una simple lección. Para ello es preciso escalonar los conceptos en varios niveles de cobertura: los conceptos amplios e integradores deben constituir la base de la planificación del currículo de un determinado curso, en tanto los conceptos más específicos y menos abarcativos son las directrices para seleccionar las actividades y los materiales de enseñanza más específicos. Así, la parte superior del mapa conceptual de una disciplina gobierna las principales actividades de la planificación del currículo, en tanto la parte inferior se refiere a las actividades específicas de enseñanza, incluyendo los objetos y los acontecimientos concretos a ser estudiados. Una buena planificación del currículo exige escoger de cuatro a siete conceptos esenciales para la comprensión de la disciplina, o de parte de la disciplina que se está considerando. En la planificación de la enseñanza consideramos secciones verticales en el mapa conceptual de modo de establecer enlaces significativos entre los conceptos más generales y abarcativos y los más específicos. A medida que se avanza en la enseñanza será necesario establecer relaciones cruzadas, representadas mediante líneas cruzadas a través de la jerarquía conceptual del currículo. Los estudiantes deben ser alentados a establecer estos enlaces cruzados, y a ver que los nuevos conceptos se pueden relacionar con los que fueron previamente aprendidos, base del aprendizaje significativo promovido por Ausubel. Así como no existe un mapa conceptual único para una temática particular, es claro que tampoco existe una manera óptima de representar un tema en un mapa conceptual. La mayoría de los profesores elabora su programa a partir de uno o más libros de texto, por tanto el
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punto de partida en la planificación de un curso está dado por la elaboración de un mapa de la sección o del capítulo que se esté considerando. 2. Esquemas y mapas conceptuales La mayoría de los libros de texto, ponencias y cualquier otro material expositivo son planificados a partir de esquemas. Los esquemas y los mapas conceptuales se distinguen en tres aspectos importantes. •
Un buen mapa conceptual expone los conceptos y las proposiciones fundamentales en un lenguaje muy explícito y conciso. Los esquemas, en tanto, generalmente mezclan ejemplos, conceptos y proposiciones utilizados en la enseñanza en una matriz que puede ser jerárquica, pero que no es capaz de mostrar las relaciones de subordinación y supra-ordenación entre los conceptos claves y las proposiciones.
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Los buenos mapas conceptuales son concisos y muestran las relaciones entre las ideas principales de un modo simple y vistoso, aprovechando la notable capacidad del ser humano ligada a la representación visual. Muchos de nuestros alumnos afirman que consiguen recordar observando cómo dos o más proposiciones se relacionan en un mapa conceptual.
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Los mapas conceptuales mejoran visualmente tanto las relaciones jerárquicas entre los conceptos y las proposiciones como los enlaces cruzados entre grupos de conceptos y proposiciones. Si bien es posible establecer relaciones cruzadas en los esquemas, éstas no tienen el mismo impacto visual que en los mapas conceptuales.
Ambos sistemas de representación son útiles y de ningún modo excluyentes entre sí. Por el contrario, resulta muy pertinente entablar una interrelación activa entre esquemas y mapas conceptuales, dado que por una lado la mente del ser humano parece funcionar jerárquicamente para establecer una red de conceptos interrelacionados, y por otro la educación es necesariamente secuencial. Los mapas conceptuales pueden ayudar a organizar el conjunto global de relaciones conceptuales y proposiciones que queremos presentar a los estudiantes, pero después debemos reducir esta organización a una sucesión de ideas. Los mapas conceptuales no determinan la secuencia exacta de presentación, pero evidencian jerarquías de ideas que sugieren secuencias válidas desde el punto de vista psicológico. Sin lugar a dudas, la elección de la mejor secuencia lineal de enseñanza, basada en el marco jerárquico que ofrece el mapa conceptual, es todo un arte que requiere de mucha práctica y reflexión. La mayor parte de los materiales originales que se utilizan al planificar el currículo o la instrucción son sucesiones de conocimientos expresados de manera oral o escrita. Un primer paso útil para la elaboración de un mapa conceptual puede ser la preparación de un esquema de ese material. Debemos ser conscientes de que es preciso avanzar en el camino mostrado en la Figura 1. Así, se propone una secuencia de planificación de la instrucción que comience a partir de un esquema y/o texto lineal y avance hasta los mapas conceptuales jerárquicos para volver después de nuevo a los materiales didácticos lineales. Los mapas conceptuales, dado su carácter conciso y su alto impacto visual, pueden ser mucho más útiles que los esquemas en la planificación de un curso completo, o de una parte importante de él. Examinar el mapa correspondiente a un curso completo permite captar inmediatamente patrones y relaciones entre ideas. Esto no sería tan fácil de alcanzar mediante el uso de un esquema. Utilizando la analogía de un mapa de ruta vista en el artículo AplicacioMs. Ana María Teresa Lucca 2
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nes en educación de los mapas conceptuales, se puede descubrir una sola ruta visual como vía principal para unir las ideas, o bien recurrir a un examen más específico y contemplar el campo proposicional detallado a recorrer. Así, un mapa conceptual proporciona tanto una visión global de conjunto como una idea de las relaciones entre conceptos en segmentos de instrucción más reducidos. Publicados en espacios virtuales a los que tengan acceso los estudiantes, como por ejemplo en un blog de clase, los mapas conceptuales pueden tener un valor inmediato y duradero como representación visual del curso en su totalidad así como de cada una de sus componentes. material didáctico secuencial
esquemas
mapas conceptuales
nuevas organizaciones de los contenidos en mapas conceptuales jerárquicos
esquemas para la instrucción
Figura 1. Camino sugerido en la planificación.
3. Resumen Los mapas conceptuales presentan una amplia variedad de usos en muchos contextos y sobre todo son una herramienta muy atractiva para explorar en el ámbito educativo, no sólo como medio de enseñanza o construcción de conocimiento, sino como alternativa a la hora de planificar la actividad docente y generar el recorrido de instrucción. Son un excelente medio visual para transparentar los saberes de un campo disciplinar, permitiendo vislumbrar los conceptos principales de un curso, sus relaciones y mostrar a los estudiantes los vínculos y enlaces cruzados que quizás no podrían alcanzar por ellos mismos.
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Referencias bibliográficas •
Lucca, Ana María Teresa (2011) Aplicaciones en educación de los mapas conceptuales.
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Lucca, Ana María Teresa (2011) Aprendizaje significativo.
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Lucca, Ana María Teresa (2011) La universalidad y ubicuidad de los mapas conceptuales.
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Lucca, Ana María Teresa (2011) Mapas conceptuales y aprendizaje significativo.
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Novak, J.; Gowin, D. (1988) Aprendiendo a Aprender. Barcelona.
Bajo el marco del proyecto de investigación: Mapas conceptuales: una herramienta para el aprendizaje significativo en matemática Disp. CyT Nº 020/10 - UNPSJB dirigido por Ms. Ana María Teresa Lucca
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