Revista El Síndrome de Stendhal N° 4

Page 1

Revista

El Síndrome de Stendhal Nº 4 - Año II

LAS OTRAS POESÍAS - AGUSTÍN CALVO GALÁN ENTREVISTA A ARMANDO URIBE, UN POETA CASCARRABIAS - VICTORIA R. LLERA EROTISMO Y MONSTRUOCIDAD - ADRIANA MARIMÁN LA CLAVE PARA VENDER LIBROS - ANTONIO JAREÑO EN EL ARCÉN DE LA AUTOPISTA 101 - JOSÉ RAMÓN HUIDOBRO EL ÁRBOL - HELIOS BUIRA ENTRE LA ESPADA (DE LAS PREGUNTAS) Y LA PARED DE LAS RESPUESTAS: TERESA DRUBE LAUMANN TRÍPTICO: GRISELL MORATAYA CASTRO CUATROCROMÍA: JORGE MURILLO TORRICO MIS CONVERSACIONES CON MIQUEL MARTIN I POL (IV)- CARLOS MARTIN EL ALTER EGO Y YO - FELIPE VALDIVIA LOS PARÁSITOS DE LA INGENUIDAD Y EL EJERCICIO DE LEER - OSVALDO DIEZ LAGOS EROTISMO Y PORNOGRAFÍA - SANTIAGO MARÍN ARRIETA LA ESCAFANDRA DE BUTES: UNA VOZ ENAM(I)RADA - JOSÉ MANUEL RUIZ REGIL UNA HISTORIA DENTRO DE LA HISTORIA DEL ARTE - SANDRA FONTECILLA HIROSHIMA, MI AMOR, ALAIN RESNAIS - ALEJO URDANETA CON IMPRONTA DE MUJER: ¡MUJER, NADA! - ALICIA CALERO “LA HABITACIÓN OSCURA": DE LA FIESTA A LA RESACA - FRANCISCO MARTÍNEZ BOUZAS ENCARTONADOS: CALAFATE CARTONERA LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL - ALBERTO PALMA GAETE A VUELO DE PÁJARO: VICTORIA R. LLERA, MARQUESA LUNA


Revista

El Síndrome de Stendhal Nº 4 - Año 2 Equinoccio I de 2014 Publicación trimestral, sin fines de lucro, de Editorial Digital LetrasKiltras.

Imagen portada: Quincuagésimo tercer día del C.de Bitácora del Homúnculo" Jeroni Mira, artista plástico

Email: revistaelsindromedestendhal@gmail.com Blog: revistasindromedestendhal.blogspot.com Prohibida su reproducción parcial y/o completa por cualquier medio y/o soporte sin la previa autorización de los propietarios de los derechos de autor. Todos los derechos reservados.

ÍNDICE Editorial Las otras poesías - Agustín Calvo Galán Entrevista a Armando Uribe, un poeta cascarrabias - Victoria R. Llera Erotismo y monstruosidad - Adriana Marimán La clave para vender libros - Antonio Jareño En el arcén de la autopista 101 - José Ramón Huidobro El árbol - Helios Buira Entre la espada (de las respuestas) y la pared (de las preguntas) : Teresa Drube Laumann Tríptico : Grisell Morataya Castro Cuatricromía : Jorge Murillo Torrico Mis conversaciones con Miquel Martin i Pol (IV) - Carlos Martin El alter ego y yo - Felipe Valdivia Cincuenta sombras de Grey: Los parásitos de la ingenuidad y el ejercicio de leer - Osvaldo Diez Erotismo y pornografía - Santiago Marín Arrieta La Escafandra de Butes: Una voz enam(i)rada - José Manuel Ruiz Regil Una historia, dentro de la historia del arte - Sandra Fontecilla Hiroshima, mi amor/Alain Resnais - Alejo Urdaneta Con Impronta de mujer: ¡Mujer,nada! - Alicia Calero "La habitación oscura": De la fiesta a la resaca - Francisco Martínez Bouzas Encartonados: Calafate cartonera La organización mundial de la propiedad intelectual - Alberto Palma Gaete A vuelo de pájaro: Victoria R. Llera, Marquesa Luna

3 4 5 8 10 11 13 14 16 18 20 21 22 24 26 29 31 33 36 38 40


EDITORIAL

Nuestra revista la hacemos entre todos Con mucho agrado, energía y alegría les presentamos una nueva edición de la revista de arte y cultura El Síndrome de Stendhal (ESdS). El N° 4 de nuestra publicación, que desde ahora es trimestral, viene con nuevos trabajos, nuevas propuestas y renovadas energías para comenzar un nuevo ciclo, cuyo único objetivo es dedicarle (y dedicarnos) un tiempo para reflexionar sobre las tendencias artísticas que se están concretando en distintas partes del mundo. Apostamos por generar redes de cooperación, amistad y comunicación, por lo que en esta nueva edición de ESdS estrenamos el trabajo profesional de nuevos colaboradores que decidieron participar con el único espíritu de poner ante todo el interés y el amor por el arte y la cultura. En este sentido, no tenemos más que agradecer las ganas, la persistencia y el talento de cada artista que hizo posible el número 4 de nuestra publicación. Gracias a ellos podemos entintar estas páginas de fotografías, poesías, microcuentos, columnas de opinión, entrevistas y mucho más... Tenemos la convicción de que el arte y la cultura se puede hacer entre todos, por lo que en el ESdS estamos abiertos a recibir las colaboraciones que confeccionarán nuestras siguientes ediciones para dar a conocer al mundo los trabajos de todos ustedes. En ese sentido, el aporte de ilustraciones para nuestras siguientes portadas será, sin duda, la puerta de entrada para la difusión permanente del trabajo de todos los artistas, entendiendo que las redes virtuales nos permiten acercarnos cada vez más y luchar por una cultura libre y sin ningún tipo de censuras. La invitación es simplemente a animarse y a tener la certeza de que la cultura y el arte somos todos… es que la revista El Síndrome de Stendhal la hacemos entre todos. ¡Adelante!

E D I T O R I A L

Quienes somos (En el Nº 4) Revista El Síndrome de Stendhal Arte en primera persona Publicación digital trimensual Editorial Digital LetrasKiltras Cuarto Número Equinoccio I de 2014 Columnistas: Agustín Calvo Galán - España Victoria R. Llera - Chile Adriana Marimán - Chile Antonio Jareño - España José Ramón Huidobro – España Helios Buira - Argentina Carlos Martin - Argentina Felipe Valdivia - Chile Osvaldo Diez Lagos - Chile Santiago Marín Arrieta - Chile Alicia Calero - España José Manuel Ruiz Regil - México Sandra Fontecilla - Chile Alejo Urdaneta – Venezuela Francisco Martínez Bouzas – España Alberto Palma Gaete - Chile Artistas invitados: Teresa Drube Laumann Grisell Morataya Luis Murillo Torrico Victoria R. Llera Marquesa Luna Dirección Nat Gaete - Chile Edición Felipe Valdivia, Nat Gaete - Chile

3 SdS


P O E S Í A

4 SdS

LAS OTRAS POESÍAS Agustín Calvo Galán A menudo el discurso cultural institucionalizado tiende a reducir los conceptos a meros cajones estancos; así descubrimos que la poesía, como concepto archivado, no suele incluir todas sus posibles extensiones. Frente a lo ya establecido, a lo gobernado por los diccionarios, a lo oficializado, surge lo “otro” y suele ser lo enfrentado o lo contrario a lo definido. Lo “otro” es también lo que nos define, por contraposición a lo que NO somos. Sin embargo, para hablar de “las otras poesías” no quiero enfrentar nada, sino más bien incluir; pues no podemos seguir rechazando como ajena ninguna manifestación artística susceptible de ser poética, ni obviar u olvidar los vasos comunicantes que unen la creación escrita con otras disciplinas. Tampoco quiero definir de manera genérica o reduccionista las expresiones más allá de la poesía escrita, sencillamente quiero dar una pincelada en torno a una serie de fenómenos que insertan el término poético en sus enunciados, implicándolo en disciplinas como el poema objeto, la performance, la poesía visual, el collage, el teatro, la videocreación, la polipoesía, la poesía sonora, el cabaret poético, etc. Así, aunque la poesía visual está siendo cada día mejor conocida y tiene muchos actores por todo el mundo que la van haciendo crecer, sigue habiendo (otras) disciplinas no tan conocidas por el público en general que, por su actualidad y actualización constante, resultan igualmente interesantes. Por otro lado, limitar esta fenomenología de la creación al ámbito de la poesía actual sería olvidar toda una tradición cultural que nos hace remontarnos a las vanguardias europeas de finales del siglo XIX y principios del XX, y con ellas mucho más atrás en busca de las innumerables manifestaciones heterodoxas de la poesía occidental. Desde los surrealistas, con André Bretón a la cabeza, hasta los dadaístas, como Tristan Tzara o Jean Arp, pasando por personalidades más inclasificables como Kurt Schwitter o Marcel Duchamp, y sobrevolando también el concretismo brasileño hasta llegar a un Joan Brossa o un Nicanor Parra más cercanos a nuestros días, muchos son los que han tomado la poesía por los

Agustín Calvo Galán en performance

extremos y la han extendido y ampliado, creciéndose en caminos nuevos, en medio del resbaladizo campo de la experimentación y los ámbitos intermedios, tierras que a veces son de nadie, como las fronteras, pero que, en numerosas ocasiones, han sido campos abonados para romper moldes, transformar, provocar, crear nuevos espacios, sugerir o insinuar tendencias y desarrollar actividades que primero estuvieron en manos de los llamados outsiders y que más tarde fueran apropiadas, incluso deglutidas, por otros campos de la creación más estables, populares y hasta incluso comerciales. De esta manera las “otras poesías” han influido también en la poesía tradicional o textual, ampliando sus temáticas y estilos, así como su capacidad de interactuar con otros ámbitos artísticos. Las otras poesías, en fin, nos abren una ventana a la creación contemporánea que tiene en la poesía una de sus fuentes de avance o transgresión, sin olvidar las antiguas raíces vanguardistas que siguen dando sus frutos en la actualidad. Agustín Calvo Galán http://proyectodesvelos.blogspot.com/


Entrevista a Armando Uribe, poeta cascarrabias Victoria R. Llera “Uno puede estar cierto de que escribe en verso, pero nunca puede estar cierto de que escribe poesía” Claustro, catolicismo, versos, luto, Dios, derecho, París, belleza, exilio, odio, rabia, ironía, diplomacia, sarcasmo, muerte… El mundo pasado y presente de Armando Uribe puede sintetizarse en esas palabras, que desfragmentan al personaje ícono que ha representado uno de los grandes referentes vivos de la poesía chilena. Pero tiene mucho más que decir. Acá, algunas de esas impresiones. Sobre todo de la poesía, la literatura y su papel en la sociedad de hoy.

Llegar a Armando Uribe no es una tarea fácil, menos desde que su enfermedad –la claudicación intermitente– lo mantiene en cama todo el día. Durante esas horas, escribe. O lee. O hace breves excepciones para hablar con uno que otro periodista que se acuerda de él y busca una cuña, una reflexión o un exabrupto de su parte. Al otro lado del teléfono, su voz suena grave, seria, casi enojada; como si la llamada número mil para pedir una breve entrevista no fuera más que una molestia, una insolencia. Y probablemente lo sea, porque a sus 80 años y con tanto libro publicado, el autor de “Odio lo que odio, rabio como rabio”, “Feo” y “El Fantasma Pinochet”, se sentirá con todo el derecho de que nada perturbe su paz. Sin embargo, accede a compartir sus impresiones. ¿Dónde está la literatura? Para quien escribe en castellano y en un país que se llama Chile, que es una periferia, el día a día expresado en literatura, usa las palabras que la lengua propone o dispone para decir lo que uno cree verdadero, para decir la verdad sobre cualquier cosa. Y la poesía, qué es, de qué se compone: de palabras, de lenguaje, de experiencia… Lo que yo creo respecto de lo que yo escribo, es que yo escribo en verso. Lo que quiero decir, porque me parece interesante, bonito incluso, usaría la gran palabra, no la belleza, sino lo verdadero para la persona humana falible y precaria.

E N T R E V I S T A

¿Precaria en qué significante? Precaria explicaría, el por qué yo hablo de verso y trato de evitar, en mi caso, el llamarlo poesía; porque uno puede estar cierto de que escribe en verso, por las características que tiene la disciplina de la versificación, pero nunca sabe ni puede estar cierto de que escribe poesía. Eso -respecto de lo propio y también de lo de otros-, sólo se llega a saber después de muerto, si es que lo que se escribe y por generaciones sucesivas, cuánto dura aquello que está escrito en verso. No se puede, contemporáneamente a lo escrito, saber si hay verdaderamente poesía en eso que está escrito en verso. Yo eso lo aplico también a los autores que han tenido o tienen celebridad durante sus vidas; yo considero que, en el fondo, ninguno de ellos puede estar completamente convencido de que su obra alcanza la poesía en los versos que escribe. Entonces para que aparezca la poesía, se necesita la muerte… Exactamente. No es necesario que el tema de lo escrito sea la muerte, pero para la vida del humano la muerte está presente justo desde el inicio de la vida, y cuando digo inicio no hablo solo del nacimiento, sino desde que se es embrión en el útero materno, desde entonces, junto con la vida, está la posibilidad de que ella cese, porque efectivamente los humanos como todas las demás creaturas vivas en este mundo y este cosmos van a terminar, ninguna de ellas tiene promesa de inmortalidad física. Otra cosa

5 SdS


es que alguna religión -específicamente en mi caso la cristiana católica, de la iglesia de Roma, con todos sus dogmas y costumbres- prometa la sensacional promesa de la resurrección de la carne, que para quienes se salven, significa tener, luego de muertos, cuerpos gloriosos. Ahora, yo creo, no es que sea una creencia científica sino solo religiosa, que la carne de los seres humanos es el cuerpo y la psique, incluyendo en la psique no solo la conciencia sino también el inconsciente de los humanos. En cuanto a la poesía creo firmemente, por lectura y experiencia también, que la poesía que pueda haber en los versos que se escriben es principalmente la mayor fuerza o carga o energía de inconsciente que tiene aquello escrito. A la vez quiero aclarar que no creo yo que la poesía solo está en los versos. Creo que hay poesía, puede haberla, en la prosa y en cualquier otra manifestación de los seres humanos expresándose en términos que puedan ser recibidos por otros. Ahora, creo que la poesía en la prosa no depende de lo que llaman prosa poética, que es, parece, por convención, aquella prosa en la cual se utilizan ciertas palabras que parecen, como si fueran poesía, pero son palabras nomás... Yo creo que he encontrado, en mi experiencia de lector, algunos diálogos, en novelas por ejemplo de Balzac o para seguir hablando de franceses, de Stendhal, he encontrado verdadera poesía en unas pocas frases de un diálogo. A pesar de lo que hablamos de la poesía y la muerte, ¿se puede aventurar algún buen referente más actual? 6 SdS

No. Hay que esperar el paso por el tiempo y que otros sepan si había en lo que se escribe valor o no. No se puede juzgar durante la vida. La sola duración prolongada en el tiempo significa algo, tiene un sentido positivo de aquello que estamos hablando, como valor, pero solo eso llega a saberse cuando ya no están vivos los autores. Le voy a dar un ejemplo preciso: la poesía de un gran autor del siglo XX, en castellano, que es el chileno Neruda, resulta que en vida misma del autor, no puede en mi opinión haberse sabido, ni que él mismo supiera, qué es lo que podría tener más valor como poesía sino que yo creo que con el tiempo ya transcurrido se puede sostener que donde hay más poesía en la obra de Neruda es en las primeras dos Residencias en la Tierra; eso no significa que no haya en otras partes, pero aquellos dos libros contienen la máxima carga de inconsciente en primer lugar y de poesía en sus obras. Y Nicanor Parra… Resulta que yo tengo opinión, habiendo leído toda la obra de Parra en la medida que iba saliendo, apareciendo los libros y habiéndolo conocido cuando él era relativamente joven y yo

ARMANDO URIBE Fuente imagen: memoriachilena.cl

tenía menos de 20 años, pues bien, yo considero que el éxito, celebridad o notoriedad que tenga en un país como Chile, más que en otras partes del mundo, porque yo le señalo que estando, por ejemplo en París y estando también Parra, en una reunión francesa organizada por el Ministerio de Cultura que se llamaba “Las bellas extranjeras”, (aludiendo a las letras); resulta que estaba Parra ahí y recitó y qué se yo, y la verdad es que no tenía prácticamente entrada, ni la validación de importancia que le podrían atribuir las personas que oigan esto, no produjo ninguna impresión mayor, de modo que no hay que engañarse, creer que porque resuena ese nombre injustificadamente, de una persona que por lo demás entiendo que pasó los 95 años, que es muy longevo, veterano; pues bien, la aceptación que


tenga en el propio país no significa que la pueda tener en cualquier otra parte ni significa también magnificar en vida todavía, la obra realizada. Yo creo que la obra importante de Parra, esto es opinión personal que he dado en público alguna vez, está en los poemas del libro Poemas y Antipoemas, del año 54 y en algunas poesías más de Parra sucesivas, pero no hay poesía verdaderamente en la mayor parte de las cosas que dice que escribe breves, que son en realidad chistes y la mayor parte de las veces son chistes malos (énfasis en la palabra malos). Los Artefactos… Por cierto, ¡son leseras nomás!, otra cosa es que tengan notoriedad o celebridad (pero) son frases tontas que se refieren a hechos efectivos, incluso políticos, que caen bien puestas en los periódicos, pero son frasecitas nomás, chistes malos, “la izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas”, son leseras; de modo que no hay que creerse el que la celebridad que tenga en vida sea una cosa que valide todo lo que ha escrito como poesía, ¡de ninguna manera! ¿Es posible que la poesía como la hemos entendido en esta conversación sea instalada? Dudo mucho que lo logren jamás… Son muy pocas las personas que pueden opinar sobre los valores literarios y de poesía en este caso, que contengan los escritos. Ahora, voy a hacer un paréntesis: había históricamente durante casi mil años, una civilización que fue llamada occidental cristiana; que por razones históricas, políticas o económicas llegó a extenderse principalmente a través de la tecnología y la tecnocracia, al globo terrestre. Eso ocurrió principalmente entre los siglos XIX y XX. Esa civilización occidental cristiana, se fue disolviendo, disgregando. Después de la primera guerra, en el siglo XX, aparece un libro notable que se llama “La decadencia de occidente” de Spengler y en el mismo 1920, un gran escritor francés llamado Paul Valery, publica un ensayo que comienza diciendo que con la primera guerra mundial recién terminada, nos hemos dado cuenta de que esta civilización es mortal y está en decadencia. Las obras creadas durante esta época van mostrando la disgregación cultural en cuanto a lo considerado bello o valioso en los siglos anteriores; por ejemplo, el cubismo, para señalar una demostración de arte visual plástico que contradice en gran parte las normas o modelos que había en Europa por lo menos, sobre la belleza visual y plástica. Suena terrible… ¿hay alguna escapatoria, escribir puede ser una escapatoria?

Yo no diría escapatoria… si hay necesidad de parte de lo que escriben de lo que realizan al escribir, por lo menos se mantiene la capacidad colectiva, mostrada por unas minorías, de que se puede escribir literatura, pero eso no significa de ninguna manera que se garantiza el valor de lo escrito. Hay épocas que son muy malas y ésta es una de ellas. Ahora, lo que dicen la publicidad, la propaganda y los intereses económicos para magnificar lo que está ocurriendo, por ejemplo, en el mundo de los libros, que es un negocio por cierto, eso son puras mentiras, el valor de lo que se realiza es muy inferior a otras épocas, incluso a épocas anteriores a la nuestra. No hay grandes obras literarias, por mencionarle algo, no hay grandes novelas desde la segunda guerra mundial hasta ahora, comparables a las que había en la primera mitad del siglo XX y por cierto a las que había en el siglo XIX, son muy inferiores. El tono de Armando Uribe ha pasado desde la apatía inicial, por la exaltación, el enojo y el entusiasmo en casi 33 minutos de conversación. Cada una de sus respuestas destila una franqueza que en estos tiempos de cinismo se echa de menos. Esa franqueza de quien no tiene nada que pedir ni que perder. El diálogo concluye con un “no veo para qué le puede servir” todo lo contado. Juzgue usted, querido lector, si sirve o no sirve.

7 SdS


A R T E

Erotismo y monstruosidad

D I G I T A L

Adriana Marimán

Ray Caesar

Ray Caesar (1958) es un artista digital que impacta. En sus obras implementa un estilo escénico del siglo XVIII, tanto así, que parece una representación de crisis y locura interior, donde los colores se apoderan de los personajes, para luego cubrirlos de un erotismo que limita con la monstruosidad.

8 SdS

En una entrevista realizada por la revista Webesteem Magazine, el artista aclaró que no son niños los que él retrata, pues solo se refiere a una forma de expresar lo que está oculto en el interior del ser humano (1). Entonces, podemos mezclar muchas interpretaciones sobre su obra, al considerar su trabajo como erótico, monstruoso, pervertido, elegante, etc., ya que suele revelar los secretos y los miedos que enfrenta toda sociedad. A dichos secretos y miedos podemos incorporar una visión desde el arte oriental que incluye una relación estrecha entre lo erótico y lo monstruoso. Desde Hokusai al arte europeo (fines del siglo XIX) podemos vincular a modo de ejemplo, la representatividad que adquiere el pulpo en el imaginario artístico, principalmente al contemplar este animal como un objeto sexual, después de varias deconstrucciones que sufrió la “Leyenda de Kamatari y la buceadora”.


Es interesante abordar las imágenes de Caesar desde la transformación del imaginario del pulpo, porque podemos ver en ellas una pincelada sutil de aquel erotismo japonés; aunque también existe una interpretación europea que oscurece aún más esa mirada lasciva, si consideramos las apreciaciones de Ricard Bru en su artículo sobre el arte de Hokusai a Picasso (2). No se trata precisamente de volcar la perspectiva de lo sensual que puede ser lo monstruoso, sino más bien, en cómo lo monstruoso comienza a causarnos placer. Desde esta percepción, creo ver en Ray Caesar un avance enorme hacia ese horizonte, con el cuidado extremo de mantenerlo en el inconsciente. Cada imagen, cada lugar, cada personaje sufre una transformación zoomorfa, en los que vemos a mujeres con dedos alargados que parecen tentáculos finos, elegantes y sensuales; también se incluyen los cuerpos de los calamares, colas de gato, entre otras. Hay que observar detenidamente cada detalle de sus pinturas, porque siempre existirá en ellas algo nuevo, completamente intervenido, en el que la extrañeza se torna común y casi familiar. Todo lo que antes nos pareció siniestro, ahora es bello, porque Caesar atrapa la monstruosidad con la luz, y al hacerlo revierte los sentidos de la expectación. 9

En definitiva, diría que el afán del artista al incorporar tentáculos y luces, cultiva el deseo de tal manera que todo lo monstruoso se convierte en algo erótico, el cuerpo se transforma en una vía de escape o de reencuentro, las pieles blancas de los personajes y su cautiva fragilidad despierta un hambre casi aterradora. Él muestra lo que es y lo que no es, como si nuestras almas divagaran siempre en aquel espacio imaginario. Para Caesar no existe lo prohibido, su arte llega a un punto de complicidad con lo perturbador, pero que inteligentemente pasa por los caminos de la inocencia.

1 Entrevista original: http :/ / ar t . webesteem . p l /13 / caesar en . php . 2 Bru, Ricard. Tentáculos de amor y muerte: de Hokusai a Picasso. (pp. 54-69). Fuente imágenes:

SdS


L I T E R A T U R A

LA CLAVE PARA VENDER LIBROS Antonio Jareño La finalidad de todo escritor es una: vender libros. Ciertamente, confesarlo de forma abierta queda muy feo. Por eso te hablan de la complicidad con el lector, de la necesidad íntima de contar historias, de los mundos interiores y de no sé cuántas más cosas, que los escritores son muy creativos para eso. Pero el libro es un objeto que se vende en las librerías, y decir que vives de la literatura –y que además vives bien– mola mucho. Umberto Eco contaba con deleite que, después del enorme éxito de “El nombre de la rosa” (más de quince millones de ejemplares vendidos en todo el mundo), disfrutaba de viajar en primera clase, de no mirar la cuenta al pagar en los restaurantes, y de todos esos placeres que el resto de los mortales critica en los banqueros, pero admira en los literatos de fama. ¿Y qué es lo que hace que un libro se venda? He ahí la pregunta clave. Veamos qué factores pueden ayudar a convertir una obra literaria en un best-seller. 1. La calidad. La pongo para que luego no me digan que se me ha olvidado. Pero para saber que un libro es bueno, primero hay que comprarlo y leerlo, ¿no?

10 SdS

2. Las críticas elogiosas. Eso requiere contestar antes a la pregunta: ¿alguien se las toma en serio a la hora de adquirir un libro? Y los que lo hacen así, a la segunda “obra maestra” que les cuelan como “una voz personal que relata un universo desestructurado en el que el narrador desaparece entre capas de simbolismos”, ya no vuelven a picar. 3. El boca-oreja. Falso. Si tu cuñada te dice: “Me he leído un libro buenísimo”, tu respuesta inmediata es: “Préstamelo”. ¿Para qué me voy a gastar 20 euros en un artículo que me puede dejar mi cuñada gratis? 4. Ser un autor famoso. En psicología se conoce como “heurístico de disponibilidad”. En el mismo escaparate se encuentran una obra maestra del desconocido autor Juan Pérez Martínez y la última novela de Ken Follett. Usted quiere hacer un regalo y dispone de veinte euros y dos minutos para elegir, antes de pasar a la sección de perfumería. Rápido. 5. Las portadas. Cuando se trata de elegir entre dos o más autores poco conocidos, la portada -y con ella el título- es determinante. La contraportada, en cambio, ilustra poco. Por lo general, se trata de una serie de palabras entrecomilladas de algún periódico o de algún autor famoso:

“Impresionante” (Daily Mail), “Lo mejor que he leído en mi vida” (Magnus Ingaldsen), y así. Pero una portada bien diseñada y un título impactante pueden vender mucho. Tenga en cuenta que en la mayoría de los casos es lo único que se leerán de su libro. 6. El escaparate de la librería. Para mí, la clave del éxito literario. Usted entra en una librería, y se encuentra con toda una pared empapelada con la antedicha novela de Juan Pérez, “La insoportable brevedad del mar”, por poner un ejemplo. E inmediatamente se maldice a sí mismo por no conocer al tal Juan Pérez, y se apresta a llevar a su casa el libro, pensando que si el librero los ha puesto ahí, es porque se los quitan de las manos, y que tantos lectores no pueden estar equivocados... Moraleja: escriba usted el libro que le salga del teclado, pero sobre todo hágase con una buena portada y veinte metros cuadrados de pared en las librerías. Best-seller asegurado, se lo digo yo. De nada.


EN EL ARCÉN DE LA AUTOPISTA 101 José Ramón Huidobro

F O T O G R A F Í A

11 SdS

“Migrant Mother” Febrero 1936- Dorothea Lange

Al fotógrafo no le importa demasiado quiénes quedan capturados para siempre en el negativo de su película. Raramente se tomará la molestia de descubrir la identidad de los que provocan su intrusión para luego olvidar. Un clic no tiene más misterio que el de estar en el momento y lugar adecuado. Después llegará la manipulación y la prueba concluyente: la imagen adentro del espectador que desconoce por completo el nombre del que disparó y de los que se dejaron atrapar. El de la fotógrafa queda documentado desde el principio. Es el de Dorothea Lange, nacida en 1895 en New Jersey, marcada por la enfermedad de la poliomelitis desde su niñez. En 1919 se fue a vivir a San Francisco donde aprendió la profesión por la que fue contratada para retratar los campos de emigrantes de California durante la Gran Depresión. La que posa junto a dos niños que ocultan su rostro se llamó Florence Thompson, nacida en una reserva tepee en Oklahoma en 1903. Abandonó su estado natal rumbo a la floreciente California antes del Crash para convertirse en una trabajadora agrícola migrante. En febrero de 1936, en el arcén de la autopista 101 ambas mujeres confluyeron y se unieron para siempre por la revelación en un cuarto oscuro que fabricó la metáfora de la desesperación. La de los cuatrocientos mil granjeros fugitivos de sus tierras rumbo a un sueño del que todos hubieran querido despertar. Los automóviles representaban el principio y el fin. El movimiento decidido y el rumbo trazado, pe-


ro también el declive, una vez la avería apareciera o la necesidad provocara su venta impidiendo el mínimo grado de libertad. Florence, estaba en una cuneta. Sentada en el estribo de su vehículo que se había quedado sin llantas. Estaba agotada y sus hijos aumentaban aún más el cuadro de la desolación. La foto estaba clara y sólo precisó de una pequeña conversación que tal vez ni siquiera existió para no influir en la atmósfera que Lange habría intuido mucho antes de llegarla a encontrar. Florence no hizo nada por evitarlo. Estaba tan absorta en el ruido interior que un clic no le haría reaccionar. Después el estruendo del remordimiento no le dio igual.

12 SdS

Dorothea reconoció que nunca supo el nombre de aquella mujer, pero sí contó su historia, la que a ella le interesó. Dijo que la encontró en el campo de guisantes de Nipomo. Que tenía 32 años y vivía de las verduras congeladas que daban aquellos campos y de los pájaros que mataban sus hijos. En sus notas apuntó: Siete niños hambrientos. El padre es de California. Esta gente acaba de vender las llantas de su coche para conseguir comida. Y así transcendió. Hasta que un periodista llamado Geoffrey Dunn entrevistó a uno de sus hijos y reconstruyó la historia. Previo al momento decisivo de la foto, Florence Owens Thompson había enviudado en 1931 de un hombre que le había hecho seis hijos en diez años. A partir de esa fecha había tenido relaciones esporádicas y recorrió en la dirección del viento. Un ejecutivo le sumó el séptimo y en 1934 se fue a vivir con un carnicero de Los Ángeles que acabaría perdiendo su empleo. En 1936, ambos y los siete niños se subieron al Hudson sedán y enfilaron a las explotaciones agrícolas del Norte cuando un fallo del radiador les hizo detenerse en las proximidades de Nipomo. El amante y los niños mayores fueron a buscar ayuda. Fue ése el momento en el que reportera y tema confluyeron. El retrato tenía más que ver con la desesperación que con la desesperanza pero poco podría importar si quien miraba sabía lo que ese encuentro debía deparar. Florence dijo que esas fotos la habían puesto de mal humor. No le había caído bien esa mujer que se movía por la carretera con una cámara preocupándose por la presa, inconsciente de lo que aquel encuentro le iba a suponer. Tiempo después, uno de sus hijos se aprovechó de la fama

Dorotea Lange Photo by Rondal Partridge via Library of Congress, Prints and Photographs Division

del ícono para recabar fondos para su madre enferma. Desmontó la leyenda de las ruedas vendidas, por la sencilla razón que eran únicas y que la hubiera condenado a la inmovilidad total. Décadas después reconoció sentirse estafada por esa copia porque Dorothea no se molestó en descubrir su identidad. Convirtiéndola a la amnesia de la vejez y al anonimato. Lange murió en 1965, mucho antes de conocer que el trasfondo de su obra más famosa iba a ser desmontado. Quizá el desenmascaramiento también fuera una tergiversación de un avispado rastreador de dinero fácil. Una colecta de caridad al más puro estilo estadounidense bien valía un escándalo. Florence recobró su nombre pero fue enterrada en 1985 con el pie de foto “Madre emigrante: la leyenda de la fortaleza de la mujer americana”. Las palabras, no la imagen, tienen el poder de narrar las contradicciones que la ceguera y otro punto kilométrico no hubieran podido nunca descubrir.

Blog de José Ramón Huidobro: Por las noches caen bombas de colores


EL ÁRBOL

A R T E

Helios Buira Cuando Van Gogh pintó aquel árbol, lo que hizo, fue pintar el que vemos en la tela. No otro, ni aquél. O sea, pintó un árbol en sí mismo, un árbol que no está en ningún otro lugar del planeta. Lo que él creó, es un árbol de Van Gogh. Aquel otro, fue la Energía que el artista tomó para luego dejar su impronta depositada sobre la tela. Y así, el espectador no ve otra cosa que la Energía de Vincent Van Gogh, transmutada en árbol. Y el árbol de Van Gogh es ese y solamente ése árbol. Pero acaece, a la vez, que el observador lo significa desde la subjetiva apreciación receptora que hace a su persona, comenzando así, un diálogo que sólo se da en el mundo sensible, en el cual la razón no interviene. De inmiscuirse ésta, el observador pierde la posibilidad de un acontecer único e irrepetible: el de sentir y por ende, aprehender.

Gogh lo traslade hacia algún recuerdo. Pero esto, se corresponde únicamente con el que observa, porque todo lo que acontezca en ese diálogo sensitivo, en nada modificará al árbol creado por Vincent. Por lo dicho en otras oportunidades: el cómo y el por qué fue hecha una obra, es algo que no la modifica. Como tampoco, la mirada del concurrente. Sí, puede suceder que luego de haber visto el árbol de Van Gogh, uno, desde ese instante, percibirá los árboles que vea, desde una ubicación poética, como ha dicho Antonin Artaud: “Desde su lugar poético en la realidad”

13

Puedo referir con palabras un árbol, decir que su follaje es frondoso, su tronco grueso en el diámetro, hablar de su altura, de los pliegues de la corteza, contar que a su sombra me reparo del sol veraniego; puedo decir que sus hojas son pequeñas o grandes y si es invierno que sus ramas ya no las tienen y quienes lean la descripción que yo haga del árbol, tendrán que ir imaginando desde su sentir, la posibilidad de “verlo” en su interior, de reproducir de algún modo, los árboles que han comprobado, para acercarse al que yo estoy describiendo. Pero el árbol de Van Gogh, es ese que está ahí en la tela y el observador, nada tiene que imaginar. Lo ve, y desde la mirada, lo afirma. Puede suceder que en el acto subjetivo de la apreciación, el que observa, lo haga desde su “relación” con los árboles que haya descubierto, con algún recuerdo placentero o de tristeza, melancolía, afectos y esto es un adicional en la subjetividad observadora y el árbol de Van

SdS

Sitio de Helios Buira Arte y palabra


C U E S T I O N A R I O

Entre la espada (de las respuestas) y la pared (de las preguntas) 1:Teresa Del Valle Drube Laumann Dibujante y pintora autodidacta, poeta, escritora, ensayista, novelista, dramaturga, escritora de cuentos infantiles y para adultos, nacida en San Miguel de Tucumán, Argentina, el 6 de Diciembre de 1946. Figura en numerosas antologías literarias y en libros de arte internacional de relevancia, tales como El presente del arte argentino, sus referentes, El arte argentino del Bicentenario, Arte Euroamericano, 6º Anuario de Arte argentino con artistas latinoamericanos. Además, tiene editados los libros: La otra señora Rodríguez (novela), Historias de mujeres, Mi cuaderno mágico 1 y 2 (infantiles), Hojas en la maleta (poesía), Historias de aquí y de allá, Principitos y princesitas (infantil).

Desde el punto de vista del arte y la creación, desde Ud. como artista, responda: ¿Cuál es su idea de la felicidad perfecta en la creación? Poder compartir lo que hago y que guste realmente. 14 SdS

¿Cuál es para usted, en el proceso creativo el colmo de la infelicidad? No poder terminar lo que empecé. Odio dejar las cosas a medio camino, porque después me cuesta retomarlas, ya que siempre estoy empezando cosas nuevas. ¿Cuál es su miedo más grande como creador? Podría ser el encasillarme, el repetirme, el dar vueltas sin avanzar. ¿Cuál es el defecto como artista que más odia de usted misma? Ese sí que lo tengo claro: el perfeccionismo. No tolero la falta de profesionalismo, el hacer las cosas a "la qué me importa", y me estoy autocriticando todo constantemente. A veces soy lapidaria conmigo misma. ¿Cuál es el defecto que más odia en otros artistas? El creer que lo que se les dice es por envidia -cuando es una crítica- y no escuchar consejos bien intencionados. Por eso no los doy casi nunca, suelen ser mal recibidos.

¿Cuál ha sido su mayor atrevimiento en la vida como creadora? Mentir unos estudios de arte que nunca tuve para que me permitieran rendir una prueba, en un centro de ciencia reconocido a nivel internacional, como es el Instituto Miguel Lillo, diciendo que tenía que hacer traer el certificado desde la capital. En cuanto vieron mi trabajo, me dieron el puesto de dibujante iconografista. ¿Qué es lo que más le gusta de su creación? Podría decir que la diversidad: dibujo, pinto, soy poeta, dramaturga, escritora para adultos, para niños, ensayos, novelas… salto de una cosa a la otra. ¿Y lo que más le disgusta? Nunca estoy satisfecha, así que bien podría decir que las abandono, no que las termino,


tanto en literatura como en pintura. Por eso me disgusta el corregir algo, porque comienzo a hallarle mil defectos. ¿Qué talento desearía tener? Poder alargar el tiempo, para que me rinda más y así hacer todo lo que sueño. ¿Qué es de lo que más se arrepiente de todo lo que ha creado? Hasta hoy, de nada. Todo lo que hice fue hecho con gran amor y responsabilidad, así que amo todo lo hecho, aunque fuera intrascendente. ¿Cuál es su mayor extravagancia artísticamente hablando? No lo pensé nunca. Tal vez que, mientras trabajaba unos libros de corte educativo para niños, me llega una propuesta desde una Editora canadiense para integrar una Antología de Poesía Erótica, como poeta e ilustradora, que ya está a la venta en Lulu.com. Y lo hice, y luego seguí con mi producción de libros educativos y calificando un Concurso de Literatura Infantil, donde soy jurado. Pero esto no es tanto extravagancia como diversidad en la creatividad. Actualmente, ¿cuál considera que es la virtud más sobrevalorada en el campo artístico? Pienso, luego de haber visto innumerables muestras artísticas y de haber leído millones de páginas, que no existe en este momento un camino claro en ningún campo del arte. Tal vez se sobrevalore la originalidad mal entendida que se traduce en golpes de efectos

de dudoso gusto, en chabacanería, en el sinsentido absoluto que deja un regusto a nada y que se aplaude como cumbre de la creatividad. ¿En el arte, cuál es la manifestación más clara de la miseria? El plagio. Robar talento, apoderarse de la creatividad de otro y mostrarla como suya propia… ¡espantoso! ¿Con qué personaje histórico del ámbito artístico se identifica? ¿Por qué? Nunca lo pensé. Siempre me dediqué a trabajar de modo directo, sin buscar atajos ni tratar de aprehender los detalles de otros, sino armando los míos. Buenos o malos, pero míos, nacidos de mi alma. ¿Cuándo miente al momento de crear? Siempre, porque toda mi obra es de corte imaginario, tanto en pintura como en literatura, trabajo desde la imaginación. Si de una pintura se trata, hasta los paisajes y las personas son producto de lo que mi cerebro procesa, no copia fiel de lo existente. ¿Su ocupación preferida? Vivir, amar, sentir. Para Ud., ¿qué es un buen insulto artístico? Una obra hecha por un incapaz, pero ubicado por obra y gracia de birlibirloque en un puesto tal que se la muestra como una obra de arte. 15

¿Qué aprecia más de sus colegas creadores? La honestidad en sus trabajos: que sean auténticos, que no plagien a nadie ni anden robando ideas por ahí. Prefiero un creador pobre a uno que miente talento a costa del de los otros. Se miente a sí mismo. ¿Cuál considera que ha sido su mayor logro artístico? Todavía no he llegado a él. Use este espacio para hacer sus descargos después de responder el cuestionario (o artísticamente diga algo): Si todas las personas del mundo se tomaran de la mano, si dieran un pedazo del pan que tienen en su mesa, si cada uno cumpliera con sus obligaciones, si nos respetáramos como deseamos ser respetados ¡qué mundo hermoso sería! No existirían los gobernantes que roban las ilusiones y las esperanzas, ni serían necesarias las fronteras, ni la policía, ni los ejércitos, ni los usureros del dolor, ni los traficantes de la carne, y los niños tendrían padre y madre en cada adulto que cruce cerca de ellos, y los ancianos oídos atentos cuando cuenten por enésima vez su vida, y los jóvenes caminarían seguros y todos cantarían y vivirían sin pensar en mejorar el mundo perfecto que Dios nos entregó, al que se arruinó intentando corregirlo.

SdS


T R I P T I C O

Tríptico GRISELL MORATAYA CASTRO

¿Cuál es el rol del artista en la sociedad?

16 SdS

Grisell Esmeralda Morataya Castro es una poetisa y escritora que nace en el bello Puerto Barrios de Guatemala. Se formó como educadora con preparación intercultural, habiendo bregado en la enseñanza por 32 años; actualmente es maestra jubilada. Como pedagoga y como madre de familia ha sido privilegiada y en la poesía Grisell es amiga de las musas y los duendes. Ha escrito varios libros entre ellos, Mi Cantar, Como la Raíz del Almendro, Entre los valles respiro, Esencia de flor, Delicia de Poesía, Cabellos Dorados y Las Alas de mi Ángel, teniendo muchos proyectos en camino. Ha sido destacada en varias ocasiones, recibiendo honores de la Municipalidad de su municipio, es decir, diplomas, medallas, preseas, pergaminos, que la hacen ser el orgullo de sus amigos y de su país, tanto como de su adorable Puerto Barrios.

Digamos que todos de alguna manera hacemos arte, en general todos somos artistas, desde un ser sencillo hasta el gran magnate, todo los seres humanos traemos el arte por vocación es solo que hace falta aprender a desarrollarlo. Es interesante como se da el arte en cada individuo, ejemplo es el obrero, cuando siembra lo hace en surcos; la modista con toda su creatividad; el maestro enseña creando ideas para que lo alumnos capten; el ingeniero traza segmentos de línea con mucha fe; el arquitecto construye un templo sin margen de error. Ahora hablando de componer se hace arte con la música, en la pintura, con la poesía y en los diferentes campos como escritores, los escultores, en fin la sociedad está llena de arte y artistas. El rol de todos los artistas en la sociedad es ingresar a un ambiente donde todos podamos unirnos para embellecer nuestro planeta, donde podamos inspirarnos para aprender a ser libres pensadores y, por lo tanto, ser felices. Es vislumbrar como poetas los sueños de los demás para ayudarles a hacerlos realidad.


Para llegar a ti

Tu invento Esa forma de inventar tus caricias que cuando te miro me gozas porque danzo en tus pupilas, esa manera de roces que deslizas entre flores, es comunión tan intensa inquieta que solo tu logras. Y me envuelves en tu verbo y me encierras en tus gestos y tu voz en armonía consigue cualquier pretexto y me miras y te miro y con tus ojos me besas y tu mirada exalta la lindeza que tu expresas, y callada me recuesto y callada te bendigo porque sabes que aunque sola eres tú, mi buen intento.

Conquisto los trechos furtivos de esa línea que se mueve como el viento que oscila que se bate buscando el amor y avanzo con pasos silencios metiéndome en tu espacio con trinados encantos jugando a danzar y te pienso y me piensas y me sigues y te sigo y cada momento disimulas al venir y yo te recibo abriendo mis brazos como aquella nube al loable mar y yo te recibo abriendo mi boca como el mismo aire en mi respirar Conquisto tu espacio y brego entre lunas Y cuando te bailo tejo y solivianto solo para ti Y la risa mía entre tu ironía te hace cabalgar Y en el jadeo de las sombras te quiero y me quieres ese es mi triunfar. 17 SdS

Esta Paloma Estando en el medio de la disputa Un aviso ensordecedor me alerta una voz quebrada se presenta audible hecho de orgullo y de ambición. Esta paloma que la maldad presiente siendo mansa y sin distraerse bate sus alas en el instante volando señora imperante. Es que las alas de mi paloma se rasgan de a volada y después de ser airada perseguida y agitada vuelve al seno de su casa vislumbrando impacientada.


C U A T R I C R O M Í A

Cuatricromía JORGE MURILLO TORRICO ¿Cuál es el sentido del artista en la sociedad? Considero que el artista tiene la capacidad de ver más allá de la realidad que palpamos, de sentir la parte espiritual intangible. Su conexión con la esencia del ser hace que sienta la necesidad de transmitir los mensajes que le llegan a través de esta fuente y de plasmarlos a través de las técnicas que considere adecuadas a fin de que puedan ser comprendidos por el espectador y le ayuden a reflexionar, a emocionarse, a sentir. De ahí nace la obra de arte que de una manera subjetiva será contemplada y hará que nuestro espíritu vibre. Jorge Murillo Torrico

18 SdS

Las obras de Jorge Murillo Torrico, licenciado en Bellas Artes, albergan desde el realismo, donde sus pinturas ofrecen una dimensión de luz, detallismo , observación y una capacidad magistral por proyectar la realidad en toda su dimensión pictórica , hasta abrirnos un sendero colmado de un profundo simbolismo que nace de la necesidad de expresar sus vivencias. A través de un autoconocimiento de su Ser, como hombre y como artista donde se puede observar un mundo interior de una riqueza inmensa tratada con la sabiduría de un niño y en el que se palpa y se siente: armonía, ternura, quietud, plasmados a través de sus cálidas gamas de colores excelentemente armonizando el sentimiento de Paz y Amor.

Los blogs del artista: Pinturas Visiones

Nuevas Visiones VIII


VISIONES LIV

VISIONES XXV

19 SdS

VISIONES XVII


P O E S Í A

MIS CONVERSACIONES CON MIQUEL MARTIN I POL (IV) Carlos Martin Sobre el uso del idioma Miquel era en su poesía un nacionalista cerrado, hoy en día ya decidieron un plebiscito para el separatismo de Catalunya de España. Siempre se interesó para que mostrara cosas que yo escribía, supongo, para evaluarme. Sentía que la amistad no le daría a Miquel la posibilidad de ser honesto conmigo (decirme que era mala poesía, la mía) dado esta simpatía surgida por las horas de compañía. El Ayuntamiento de Roda de Ter hacía todos los años un concurso de poesía para catalanes con el nombre de su poeta local, en el que él mismo era uno de sus jurados.

20 SdS

Fue así que me decidí a participar en uno de ellos un año. Con ayuda de una joven nacida en la Argentina, pero que viviendo en Mallorca era conocedora no del mallorquín sino del catalán, me propuse hacer una traducción de una obra poética mía que tenía una serie de nueve sonetos y mandarla a concursar. Fabiana, así se llama la joven, me guió hasta sentir que había hecho lo mejor posible, lo cual era para mí una maravilla. Le pedí a mi amiga que la imprimiera, puse un sobrenombre a la obra y mandé mis datos y ella ,entonces, la envió desde Balears. Cuando llego a Roda de Ter y por haber dado domicilio en las islas, la obra fue rechazada "in limine" por no pertenecer a un país catalán. Fui traicionado por mi desconocimiento del intrincado mundo de los nacionalismos. Quizás por mi tontería, en el 2003 Miquel murió sin poder leer ni una línea mía, aunque sí leyó muchas de las suyas traducidas al castellano por mí.

Esta que no es propiamente una conversación directa con Miquel, sea una reflexión sobre el lenguaje usado en el poema. El castellano ha ido mutando en los países donde se habla el mismo, teniendo giros locales que a veces nos parece estar haciéndolo en dos lenguajes distintos. La universalidad de la poesía no puede cuestionar el agregado de nuevas expresiones. No puede haber límites a la libertad de creación. Igual, el hermetismo de los regionalismos, no puede ser una barrera definitiva. El idioma local le da un ADN a la poesía. La creación es en sí misma local y universal, en ningún caso el uso de los regionalismos harán a nuestra pertenencia de una manera definitiva. Los sudamericanos cuando escribimos somos criollos y eso se nos escapa por los poros. Nuestras metáforas y cosas que nombramos están teñidas por las cosas que vemos en la vida diaria, y las cosas que vemos en el exterior son a la manera que vemos el río Mapocho o el río de La Plata. La universalidad está garantizada por nuestra unidad en la participación con todos y en la propiedad del lector de asumir como propia la lectura de nuestra obra poética. Parecen palabras grandilocuentes, y soberbias, pero hablamos de arte, hablamos de cosas mayores.


El alter ego y yo Felipe Valdivia ¿A quién no le ha sucedido que al momento de escribir, subirse al escenario o enfrentarse a un lienzo, se siente otra persona? Es que se dice que la acción de ejercer nuestro oficio (en sus múltiples áreas) nos permite mostrarnos tal cual como somos. Actuamos, pensamos y hablamos como otra persona, muy distinta a la que somos diariamente. A mediados de 2012, en la editorial, me realizaron una trascendental pregunta: si quería publicar con mi nombre real o con mi seudónimo. Creo que no demoré más de 10 segundos en contestar que con Julio Rivera (mi seudónimo por más de 7 años, alter ego con el que publiqué mis columnas anteriores en esta misma revista y que me acompañó en tantas aventuras y distintas situaciones literarias). Nadie puso objeciones, pero me proyectaron un panorama en el que la individualidad del autor asomaba como el principal factor para que entintara mi nombre y apellido real en el libro. Sin muchas convicciones –y más que nada por un afán inexperto en la materia– escogí mi nombre; los únicos contentos con esa decisión eran mis padres y, por cierto, en la editorial que, más que mal, son los que se supone conocen del negocio. Entre sus argumentos, estaban que publicar con seudónimo era muy difícil por un asunto de asociación de fisonomía y nombre para aquellas personas que mantenían algún tipo de relación con el autor. De manera que Julio Rivera lo guardé para los pocos concursos literarios en los que participo y que exigen que coloque un seudónimo. La muerte del alter ego es como perder un pariente. Más aún, es como si tuviésemos que matar una parte de nosotros, porque ese seudónimo, ese personaje que fabricamos, esa personalidad que creció junto a uno, se debe echar al olvido para siempre. Casos hay muchos: Pablo Neruda, Gabriela Mistral, Juan Emar, Leon Tolstoi, entre otros, se mostraban como escritores seguros y consolidados, pero detrás del seudó-

L I T E R A T U R A

nimo, detrás del papel de escritor, detrás de esa careta, se escondía la verdadera persona, los sentimientos, los pensamientos, las ideologías. Porque me sucedió que al momento de darle un descanso a Julio Rivera, sentí un cierto alivio al percibir que todo lo que estaba escribiendo (y lo que escribo en este minuto) lo estoy diciendo yo, Felipe Valdivia, el verdadero hombre que se esconde detrás de cada tecleo en el computador. Me hago cargo de cada juicio de valor, de cada afirmación, de cada poema, cuento o novela que escribiré, sin recurrir a otra parte de mi personalidad que puede presentarse mayormente envalentonada o, por el contrario, muy tímida.. Hace algún tiempo sostuve esta misma conversación con un muy buen amigo que me decía que no importaba publicar con el nombre real; que finalmente cuando el trabajo ya está concluido, no es de pertenencia del autor, sino que, por el contrario, pertenece a quien lo lee, por lo tanto uno se desprende. No sé si las formas importan tanto, si no más bien, asoma el fondo como un asunto trascendental. Por mi parte, he experimentado un tremendo cambio en mi personalidad, pero al mismo tiempo un alivio al no tener que explicar la historia de mi verdadero nombre. Ahora que lo pienso, al momento de escribir esta columna no sé si lo está haciendo el Felipe Valdivia, en el papel de escritor; el Felipe Valdivia, en el papel de persona; el Felipe Valdivia, en el papel de lector o, si Julio Rivera me posee y trata desesperadamente de hacerse notar. Para el caso ya no importa, al final lo que perdura son las obras y el autor pasa a ser un simple intermediario.

Blog del autor: http://felipevaldiviamedina.blogspot.com.

21 SdS


L I T E R A T U R A

CINCUENTA SOMBRAS DE GREY

LOS PARÁSITOS DE LA INGENUIDAD Y EL EJERCICIO DE LEER Osvaldo Diez Lagos

El ejercicio de la lectura, implica sostener una conversación entre una persona (quien lee) y un universo (quien escribe). En esto, la tarea del lector (más resignada, civil e intelectual, según Borges) implica el deber de penetrar en el libro más allá de las palabras, la piel del texto, desentrañando sus profundidades y los monstruos que la habitan. Variados son, por cierto, los monstruos que se desnudan en “Cincuenta sombras de Grey” (E.L.James, Inglaterra, 2011). Argumentalmente, narra la relación tortuosa entre Anastasia Steele y Christian Grey, personajes estereotípicos inmersos en una historia estereotípica. En ellos se reúnen muchas de las características habituales en la construcción de personajes del modelo de amor romántico de Occidente; vale decir, la muchacha inocente, inexperta y que se enamora del joven seductor, millonario y emocionalmente devastado. Ante esto, la novedad narrativa se circunscribe a la adición y descripción de las actividades sexuales de la pareja protagonista, siendo este el gancho más novedoso del escrito. No obstante lo anterior, la historia es incapaz de escapar de su propia sosería, de repetir capítulos con la misma estructura argumental y sólo modificando ciertos ambientes y contextos, que no la privan de una narración plana hasta el letargo.

22 SdS

A pesar de su pobreza argumental y narrativa, el libro expone problemáticas que lo acercan a un horror triste y cotidiano. “Cincuenta sombras de Grey” desnuda, por tanto, algunos espantos. Los primeros van relacionados al acercamiento sexual de cada género en la historia: mientras los varones lo hacen desde una sexualidad tal vez enferma o llanamente criminal (Grey desde el BDSM; José y Jack desde la violencia), Steele lo hace desde el sacrificio en pos del amor, respondiendo al prejuicio típico sobre como cada género aborda su propio acercamiento al sexo, caricaturizándolo

Fuente imágenes: Internet


en pos de una narración en apariencia feminista.

rrota completa del discurso liberalizador de la mujer durante los últimos 150 años.

Sin embargo, este mismo elemento desnuda al peor de los monstruos de la descomunal novela (1670 páginas para la edición en español). El elemento sexual presente en todo el relato, en apariencia central para describir la relación entre Grey y Steele, se vuelve ornamental y baladí: el monstruo real de la historia, hábilmente camuflado de ingenuidad, se esconde detrás de las cincuenta sombras de Christian Grey. Ese monstruo, Anastasia Steele, deambula libre de cadenas y ataduras por toda la extensión del relato. Es un monstruo obsceno, pues la única actividad que ejecuta durante todo el argumento (siendo el único personaje por completo inmutable de la obra) es formular y construir su lenguaje en función de los demás, llevando esta relación a un extremo casi patológico en su affaire con Grey. El mismo protagonista, a simple vista el perverso e hipersexual iniciador de Steele, es una caricatura mohosa que, sin embargo, se transforma y crece conforme el relato avanza, siendo uno de los pocos elementos que transmite algo de sangre a la narración. Por el contrario, Steele, personaje parásito, no ceja en definir su lenguaje en la succión vital de los lenguajes ajenos, transformándolo en una identidad no-propia y, por ende, alejada de la libertad. En los únicos momentos en el que se respira cierta vitalidad, y por cierto es el mejor momento de la narración, es en el intercambio epistolar vía correo electrónico que sostiene con Grey. Es en el único lugar, previa defensa tecnológica, donde Anastasia Steele adquiere vida y lenguaje realmente propio, sin embargo, renuncia a su propia responsabilidad y vuelve a parasitar a Grey y todos los que la rodean, y esto la vuelve un auténtico monstruo moderno.

O quizás, y he aquí donde descansa una luz, el éxito de “Cincuenta sombras de Grey” se basa únicamente en la irresponsabilidad en el ejercicio de la lectura. Que sólo responde a un boom literario basado en la simpleza infantil de su argumento y la adición del sexo, tópico tabú aún en la actualidad. Cabe la esperanza de que, como otros fenómenos, pierda fuerza y quede inserto en alguna página del olvido. Mientras, no queda otra opción que seguir leyendo.

En un mundo donde la mujer ha luchado desde el siglo XIX por su emancipación, su propia identidad y por, al menos, igualar en status social al hombre, perpetuo dominador de la historia de los géneros, Anastasia Steele, la típica evangelizadora del romanticismo occidental, su lenguaje no-propio y el éxito editorial innegable que ha tenido este libro sobre todo entre las mujeres, puede significar la de-

Fuente imagen: Wikipedia Autor imagen: Rachel Kramer Busser

23 SdS

E. L. JAMES


L I T E R A T U R A

24 SdS

EROTISMO Y PORNOGRAFIA Santiago Marín Arrieta

¿Cuál es la distancia que separa el Erotismo de la Pornografía? La explicitez.

pula, sin la cual jamás llega a descubrir lo que es, realmente.

Sin embargo, ambos constituyen géneros literarios tan legítimos como cualquier otro, con un detalle fundamental que marca una diferencia radical entre la “calidad” y la “vulgaridad”. Pero, extrañamente, en ocasiones la misma “vulgaridad” adquiere “calidad”.

El erotismo es dificultoso porque exige no explicitar: la pornografía, por todo lo contrario. La explicitez pornográfica es fácil víctima de la vulgaridad cuando el manejo del lenguaje es pobre. Henry Miller (Trópico de Cáncer, Trópico de Capricornio) acude al expediente de “sepultar” la explicitez bajo un torrente de palabras. Otros, como George Bataille, acude al surrealismo como recurso “eximente” de la vulgaridad, que es una buena capa para él, pero no para los “mendigos literarios”.

La gran dificultad de escribir un relato erótico no está en hacerlo creíble, como sucede en la mayoría de las novelas, ya que lo erótico siempre se encuentra al borde del sueño (o ensueño). La gran dificultad radica en hacerlo “excitante”. El erotismo, para ser tal, debe acudir a las metáforas como recurso indispensable, evitando la descripción directa. La pornografía, en cambio, al ser explícita y, en gran medida censurada, es excitante de por sí. En lo erótico, la “insinuación” debe ser radical, incluso furibunda. D. H. Lawrence, en “El Amante de Lady Chatterley” lo expone con gran maestría: “¡Maravilla, qué maravilla! Y entonces se agarraba a él y profería en total inconsciencia grititos inarticulados… Pero se acabó demasiado pronto. ¡Demasiado pronto!” “Por primera vez en la vida ella sentía la belleza vivaz de sus propios muslos, del vientre, la cadera. Bajo los dedos del hombre había visto nacer una suerte de aurora en su carne, la aurora del deseo.” Lawrence consideraba que, al nacer, el hombre tenía un pene y que éste sólo se convertía en falo por intermediación de la mujer. Es decir, el sexo es cosa femenina, no masculina, y el “hombre” no es más que el resultado de la có-

“…[las ] regiones pantanosas del culo, a las cuales sólo se parecen los días de crecidas y tormentas o las emanaciones sofocantes de los volcanes” (Historia del Ojo). También es el caso de Benjamin Peret (La Papisa del Diablo): “Se acoplaban a la ventura. Por todas partes llantos, estertores, derrumbes de cuadros y objetos culturales, crispaciones de seda. Perros venidos de no se sabía dónde montaban a las mujeres jadeando. Un adolescente con los brazos en cruz gemía lentamente, semiahogado por cuatro mujeres. En un rincón, tres hombres se estrechaban y maullaban como gatos. Solteras enlazadas se retorcían sobre un sofá…” La gestora de tales escenas, la Archimaga (La Papisa del Diablo), “muere aplastada por un meteoro mientras hacía el amor con un soldado de la guardia de su palacio”. También Maurice Raphaël (Víctor-Marie Lepague) es un surrealista sexual, pero de una explicitez aberrante, que acude a los sueños frenéticos para expresar su locura erótica:


A Tale from Decameron, 1916, Lady Lever Art Gallery, Liverpool.

“¡Poseí un ternero por la nariz, forcé el culo de un asno, innumerables vulvas de perra que aullaban furiosamente en el éxtasis! Creé moscas gigantes y prolijas para tener la dicha de enflautarlas en el momento y reposar luego la cabeza sobre sus alas de vidrieras. Conocí el vientre de panteras, de cigüeñas, de pájaros lira… Bestias, mis amores bestias, mi deseo, adorables bestias agujereadas, delicadas, plantas de velludos brazos.” Algunos, exacerbando el sentido moral, acuden a la violencia como una forma de sepultar el acto sexual en acciones depravadas, como es el caso en Sade, en que las descripciones de las agresiones superan las del coito, convirtiendo el sexo es un simple recurso, incluso secundario, de la violencia en sí misma. Algo similar ocurre con los “obscenos”, para quienes el sexo no tiene mayor importancia si no ha de servir para “emporcarlo”. Es el caso de Aretino y, especialmente, Rabelais. Sin embargo, tomando elementos de todos ellos, salpimentando con algo de violencia, un poco de humor escatológico, escenas lubricas y romances imposibles (o casi), se pueden obtener buenos resultados, como el obtenido por John Cleland de “Fanny Hill: Memoria de una Mujer de Placer”. Para terminar, un chiste sexual: Una señora le dice a su médico: -Doctor, necesito ver un especialista, un “gineco-psiquiatra”… -Pero, eso no existe. ¿Para qué lo necesita? -Es que cada vez que me la meten, me vuelvo loca…

25 SdS


M Ú S I C A

LA ESCAFANDRA DE BUTES Una voz enam(i)rada José Manuel Ruiz Regil Me enteré del fado cuando vi por primera vez a Teresa Salgueiro cantar en la película “Historia de Lisboa” (Wim Wenders, 1998) en la Cineteca Nacional, hace más de doce años. Quedé impactado, primero por la belleza de su voz, la estampa de su imagen y el misterio solidario de los músicos que la acompañan (Madredeus) en una especie de coro de plañideras que custodian un catafalco rumbo al precipicio del destino. Gusté los discos de la agrupación portuguesa, bebí a borbotones la tesitura de su solista más de una madrugada, monté sobre la carrera de sus cuerdas un torpe mimo en mi guitarra y emulé esa saudade que acompaña al solitario en su profunda mirada interior. “El fado se inventó para llorar”, dice la autora de las canciones más melancólicas en lengua portuguesa. Quienes padecemosgozamos de temperamento crepuscular hemos bebido de esta absenta musical que embriaga los sentidos de hipersensibilidad, hasta el punto en que el dolor existencial es sublimado por el éxtasis casi místico, como esos que los poetas medievales registraron en sus libros de horas.

26 SdS

Hace apenas pocos años en el festival de cabaret presentaron una puesta en escena de La reina del fado, como se conoce a Amalia Rodrígues, figura icónica del género, reconocida por la profundidad de su interpretación y su terrible historia de amores, desencantos y miserias, redimidas únicamente por el bálsamo de su voz; una voz que convoca todos los lamentos de la humanidad y los acaricia tiernamente entre sus labios. Querida, admirada y deseada mujer de la península ibérica, esta artista, acaso la Edith Piaff portuguesa, robó el corazón de su público dentro y fuera de su país, y marcó una época con el velo del gozo mórbido. Cofrade de la hermandad de las suicidas marinas, ahogó su voz en el océano de penas y desapareció dejando un hueco enorme en el corazón de la melancolía. Uno de estos días de taxi abordé, tan al azar como el destino puede ser planeado, un taxi al medio día. –De frente –indiqué al chofer. No había pasado un segundo cuando identifiqué en las bocinas del auto esa belleza que sólo la tristeza puede producir en tono menor. –¿A poco es Amalia Rodrígues? –pregunté. Al instante ese hombre maduro, de aspecto jovial, cabello coronado y bigote entrecano, destinado a ilustrarme musicalmente los próximos veinte minutos, que vestía playera futbolera azul sin mangas, me miró por el espejo retrovisor. –¿Le gusta el fado? – me interrogó.–Me encanta –contesté. Algo en su ánimo se encendió al instante. ¿Entiende portugués?– me preguntó sin esperar respuesta. Llevó su mano al stereo del auto y cambió de track el disco. Así es más fácil entenderle. –Despacito se parece

Pintura de Carlos Botelho “El fado se inventó para llorar” Amalia Rodrígues

La escafandra de Butes Butes es ese personaje legendario de la Odisea que se tira al mar en busca del canto de las sirenas. Es un individuo que encuentra en el arrojo su liberación. La escafandra de Butes rescata el impulso de este argonauta, pero lo protege con un aditamento lo suficientemente moderno como para intervenir el mito clásico, y lo suficientemente vintage como para mantener cierto romanticismo en la era del neopreno y las intercomunicaciones. Así en este espacio cultivaremos la fascinación por el abismo que será enfrentarse a las diversas propuestas musicales, tratando de que la experiencia sea lo suficientemente sinestésica como para retribuirle al héroe su pasión.


Fotografía de Jérôme Bajo licenciaCreative Commons

Nem do seu olhar a chama Passou tempo, descobri Que ele morava na Alfama Uma noite, sem pensar Pus o meu xaile, meu lenço E fui atrás desse olhar Que deixara o meu suspenso Hoje moro onde ele mora Hoje durmo onde ele dorme E só olho por dentro e por fora Da minha alegria enorme. Como vio mi interés en el título de la canción me extendió una copia fotostática que sacó hábilmente de la otra visera, mientras escuchábamos “Perseguicao”.

mucho al español– dijo, luego de aclarar que en ese disco sólo traía 167 canciones. Advertí que, prensado en la visera del copiloto, yacía un diccionario de portugués-español. Sonó “Sardinheiras”. Como un cazador de mariposas iba tras las palabras aprendidas, para hacer de mi trayecto un viaje único con traducción simultánea donde me enteraría de la historia de una adolescente que se enamora de la mirada de un muchacho que vivía en Alfama, al que vio por casualidad una vez y del cual se enamoró. Um dia ele seguiu-me Da água onde eu morava Cumprimentou-me, fugiu-me E a outro dia lá estaba Atirei-lhe de trapeira Da minha água furtada Uma rubra sardinheira Que se tornou mais corada Depois, nunca mais o vi

Se de mim, nada consegues, Não sei por que me persegues Constantemente na rua! Sabes bem que sou casada Que fui sempre dedicada E que não posso ser tua! Lá por que és rico e elegante, Queres que eu seja a tua amante, Por capricho ou presunção? Ah, eu tenho o marido pobre Que tem uma alma nobre, E é toda a minha paixão! Rasguei as cartas sem ler, Nem nunca quis receber Jóias ou flores que trouxesses! Não me vendo, nem me dou, Pois já dei tudo o que sou Com o amor que não conheces! Não me vendo, nem me dou, Pois já dei tudo o que sou Com o amor que não conheces! Não me vendo, nem me dou, Pois já dei tudo o que sou Com o amor que não conheces!

En esta pieza clásica la autora desprecia a un pretendiente que no conoce de amor, pues no sabe respetar su condición de ca-

27 SdS


M Ú S I C A

Fuente imagenes: Internet

sada. Ya casi para llegar a mi destino el Sr. Alejandro Becerra, compartido y paciente me explicó que en la película “Primal fear” (Las dos caras de la verdad), donde actúa Richard Gere haciendo un papel de mafioso, entra en un bar donde está sonando la “Canción del mar” pero interpretada por Dulce Pontes. El actor antes de retirarse pide al camarero que le muestre el disco que escuchan y se lo lleva. Ese es el soundtrack de la película. El mismo tema musical que Sara Brightman volvió un éxito en “Harem”. Dice don Alejandro que es la pieza que tocaba la orquesta del Titanic mientras el buque se hundía en las heladas aguas. No estoy tan seguro de este último dato y no he encontrado evidencia contraria. Pero la idea es muy atractiva.

28 SdS

Fui bailar no meu batel Além do mar cruel E o mar bramindo Diz que eu fui roubar A luz sem par Do teu olhar tão lindo Vem saber se o mar terá razão Vem cá ver bailar meu coração Se eu bailar no meu batel Não vou ao mar cruel E nem lhe digo aonde eu fui cantar Sorrir, bailar, viver, sonhar contigo Vem saber se o mar terá razão Vem cá ver bailar meu coração Se eu bailar no meu batel Não vou ao mar cruel E nem lhe digo aonde eu fui cantar Sorrir, bailar, viver, sonhar contigo. A este sensible servidor del volante le conmueve el valor de las mujeres cuya obsesión por buscar el amor ideal las ha llevado al fondo del mar, es el caso de Amalia Rodríguez y Alfonsina Storni. Una voz enamorada de unos ojos que cantan profundo y que miran alto y quedo, para consuelo de un chofer y un pasajero que transitan por las aguas tempestuosas del tráfico chilango. Remeros que luchan contra el Kraken de la indiferencia y llegan a puerto victoriosos con ánimo para otra aventura.


Una historia, dentro de la historia del arte

A R T E

Sandra Fontecilla Cada reseña, acerca de alguna época o artista de la Historia del arte de la humanidad, que procedo a elaborar para esta prestigiosa revista, El Síndrome de Stendhal, de Nat Gaete, me saca chispas… No exagero si digo que cada una de ellas es un verdadero parto (y sin anestesia). Esta vez corro contra el tiempo, a la caza de una de mis grandes pasiones pues, el hecho de que me generen tanto conflicto interno, creo que es directamente proporcional al placer que me produce el elaborarlas. Esta vez, he optado por un formato diferente: contar una historia, dentro de aquella magna historia, tan lejana por desgracia, para el común de la gente. Y es que estoy profundamente convencida de que el arte –y su historia, por endedebe recorrer las plazas, las ferias, los mercados, los basurales, los parques, las avenidas, las ciudades y los campos, las montañas y los desiertos pero, sobre todo, debe alcanzar a cada ser humano, traspasándolo para elevarlo a él en lo que verdaderamente es: Una obra de arte magnífica. ¡Qué grandioso desafío! En mis años como estudiante en la universidad, hubo una materia que esperaba con cierta ansiedad, era la de Historia del Arte, impartida por una connotada crítica de la época: la destacada Ana Helfant, de origen rumano. La rutina de esta docente era siempre la misma: traía sus grandes enciclopedias Salvat Editores, S.A., las ubicaba sobre una especie de proyectora, las abría, apagaba la luz y procedía a mostrar cada una de las imágenes que se desplegaban en el tomo elegido; al mismo tiempo comenzaba a hablar sin pudor ni pausa, durante las dos largas horas que se sucedían y que para mí transcurrían como vuelo de pájaro. Lejos de esta híper tecnologizada época actual, donde todo lo audiovisual está al alcance de la

mano, lo que hoy en apariencia puede parecer muy rudimentario, era para nosotros -jóvenes deseosos de plasmar nuestra impronta, ya sea en el arte pictórico o en la enseñanza del mismo-, un verdadero espectáculo visual… Bueno, no sé si para todos resultaba igualmente fascinante. La mayoría de mis compañeros, estaban más interesados en la ejecución y realización de obras, que en la observación y el estudio de las mismas. A ello, se sumaba la difícil comprensión del castellano rumanizado de nuestra expositora y la velocidad meteórica de su discurso. Lejos de resultar esto un obstáculo que minimizara mi interés, llegaba a dichas clases con altas dosis de ansiedad. Era capaz de anotar cada frase dicha al vuelo por Ana Helfant pese a su rapidez y complejidad verbal y la semi penumbra de la sala- y transportarme, al mismo tiempo, a cada lugar recreado por las imágenes, emplazadas en el albo muro de nuestra rústica y antiquísima escuela, que –dicho sea de paso-, era un edificio arquitectónicamente valiosísimo y de una belleza clásica, al que ignorábamos le quedaban escasos años de vida, pues sería demolido arbitrariamente, sin haber sufrido daños estructurales severos, luego del gran terremoto acaecido el año 1985, en concordancia con la administración de la época. Las primeras láminas que engullí con una hambruna antes ignorada, salvo por las novelas y cuentos, sobre todo, del género literario pertenecientes al mítico Realismo Mágico (muy en boga en esa época), fueron las del arte rupestre. Rápidamente avanzamos luego, hacia los escasos vestigios artísticos de las antiguas culturas matrísticas, en especial, las de la isla de Creta, que por su condición geográfica más aislada, permitió que esta cosmovisión sobreviviera durante varios años, a las guerreras e invasoras civilizaciones de orden patriarcal, que ya dominaban gran parte del continente europeo. Mucho más tarde, el estudio de dichas civilizaciones, formaría parte de mi recorrido en la búsqueda de lo femenino, como opción -y visión- de vida y estos primeros acercamientos a dichas

29 SdS


la nota. Se sorprendió al constatar que yo me había remitido a escribir, utilizando casi el mismo lenguaje, cada clase dictada por la profesora. ¿Y era esto lo que la mujer quería de nosotros? –dijo en voz alta y visiblemente molesto– ¡Haber sabido antes!

Sandra en la labor creativa como estudiante de arte

culturas, serían una de mis inspiraciones para iniciar dicho trayecto.

30 SdS

Más adelante, el semestre transcurriría veloz y, mientras me dirigía a la universidad por recorridos matutinos en micros desvencijadas y desprovistas del apuro y la eficiencia del actual transporte público, viajaría yo también por las antiguas civilizaciones de Egipto, Grecia y Roma. Allí, la arquitectura sería el elemento principal de estudio. Mucho más adelante, vendría el arte románico, sucediéndose luego el Gótico, el Renacimiento, el Barroco y su desborde en el posterior Rococó, luchando contra una amenaza al tiempo histórico: el tiempo real, pues el semestre terminaba. Ana Helfant, partiría ese mismo año de la Facultad, para alivio de muchos y para mi oculto y secreto pesar. La metodología de esta reconocida crítica de arte, que durante muchos años se desempeñó en ese rol en el diario El Mercurio, era muy sencilla, carecía tal vez de la rigurosidad pedagógica de posteriores docentes, pues en sus clases rara vez había preguntas y respuestas, la ponencia se remitía a lo plasmado en las láminas expuestas y a su amplio conocimiento de la materia tratada. La forma de evaluar era también muy simple: dos o tres preguntas a desarrollar. A modo de anécdota, la primera vez que rendimos prueba escrita, el resultado académico fue bastante deficiente. Creo que fue la primera vez, durante mi paso por la carrera de licenciatura, en que obtenía la mejor calificación del curso. Un compañero, muy perspicaz y aventajado en todas las otras asignaturas, se acercó a mí con el fin de revisar mi examen y descubrir el secreto que debía haber detrás de

Lo que mi colega no logró percibir, es que detrás de esas páginas escritas casi en estado febril, se hallaba toda la pasión contenida, cada vez que yo iniciaba el viaje por aquél mundo de imágenes y de historia, que no eran para mí eventos pasados, sino que estaban absolutamente vivos, que palpitaban en mi interior y estaban habitados por miles de seres humanos que tan solo nos habían antecedido en el tiempo, ejemplares humanos admirables, con sus tremendas sensibilidades, su genialidad expresa, sus mundos interiores vitales expuestos en sus magnas obras… Tal vez Ana Helfant se percató de aquel contenido oculto pues la abrazaba la misma pasión. Para ser honesta, en esta ocasión, iba a referirme a uno de esos grandes exponentes de nuestra extensa historia del arte, como en los artículos anteriores, pero cometí una digresión: Fui a buscar uno de los tomos de la enciclopedia Salvat, Editores, S.A.,la misma de esos años y, una vez abierta en el artista elegido, las imágenes parecieron salirse del formato del gran libro, permitiéndome iniciar nuevamente un alucinante viaje hacia el arte vivo, ése que sólo espera que lo abramos y lo descubramos en cada espacio vital de nuestras existencias.

Trabajos voluntarios. Taller de óleo.


HIROSHIMA, MI AMOR Alain Resnais

C I N E

Alejo Urdaneta

Basada en un guion de la novelista francesa Marguerite Duras, esta obra fílmica de Alain Resnais (1922) define su modo de hacer cine. La trama en las películas de este realizador francés se basa en la memoria de los personajes, y se hace como reconstrucción de sucesos vividos por los protagonistas. En “Hiroshima, mi amor” se propone el renacimiento del amor perdido por la protagonista Emmanuelle Riva, que representa a la amante en un encuentro inesperado con un japonés en la ciudad destruida, para el rodaje de una película destinada a la tragedia japonesa, al final de la Segunda Guerra Mundial. A este hombre que la conmueve con pasión, la protagonista narra su experiencia en Francia durante la ocupación. Un film como Hiroshima transcurre siempre en presente. Las escenas en el pueblo nativo de la protagonista: Nevers, en la Francia ocupada por Alemania, son imágenes mentales de la mujer que narra su pasado durante la guerra, lo cual permite establecer la hipótesis de que sean falsas. Sus cambios de ánimo, de la pasión a la tristeza que le produce la evocación de su amante juvenil en la ciudad nativa de Nevers, al borde del río Loire, definen el desarrollo de la trama. El amante era alemán y ejercía en Francia funciones militares como ocupante. En ese pequeño poblado francés es asesinado y la mujer presencia su muerte. Dentro del género de la nouvelle vague y el género literario impuesto en la época por Robbe-Grillet, se entabla en el filme una relación entre ficción y documental, cuando se alternan las imágenes de la ciudad destruida con los recuerdos de la mujer francesa, al narrar a su amante japonés su relación con un militar alemán.

31 SdS

Presenciamos escenas sombrías vividas en la memoria de la narradora en su pueblo de Nevers, al ser sometida a castigos rigurosos por su relación con un invasor alemán, y podemos intuir su dolor y desesperación catorce años después, al pretender desprenderse de su otro amante de ahora, el japonés que desea retenerla luego de su encuentro en Hiroshima. Hay una palpable alternancia narrada en el filme, entre el pueblo francés y la ciudad japonesa en reconstrucción. La historia es también una doble visión desarrollada a velocidades distintas. Resnais halló en este filme su estilo, depurado en obras sucesivas: “El año pasado en Marienbad”, de 1961, es quizás la muestra más notable. Con sus efectos de montaje alterno y su mirada fija en objetos o lugares insólitos, Resnais nos propone temas emparejados sobre el juego de la memoria. La actriz del filme, Emmanuelle Riva, destacó en el arte de Resnais en esta obra, un modo único "de avanzar en lo desconocido, de buscar, de espiar transparencias".


“Hiroshima, mi amor” se convirtió en la película emblemática de la corriente artística conocida como la Nouvelle Vague. Resnais realizó con “Hiroshima, mi amor” una película tremendamente moderna para la época, una historia de ficción con muchos elementos de documental, género en el que había rodado muchos cortos y en el que, en un primer momento, quería haber situado la historia sobre la ciudad japonesa bombardeada con la bomba nuclear. Porque el origen del proyecto fue hacer un documental sobre la reconstrucción de Hiroshima. Una historia que no es en absoluto fácil de ver, y menos en el momento de su aparición, ya que realizaba un extenso uso de los flashbacks, un recurso narrativo que había sido utilizado anteriormente por otros directores como Orson Welles.

32 SdS

Título original Hiroshima, mon amour Año 1959 Duración 88 minutos País Francia Director Alain Resnais Guión Marguerite Duras Música Georges Delerue & Giovanni Fusco Fotografía Sacha Vierny & Takahashi Michio (B&W) Reparto Emmanuelle Riva, Eiji Okada, Bernard Fresson, Stella DassasStella Pierre Barbaud Productora Coproducción Francia-Japón Género Drama romántico

Resnais mezcla sutilmente las escenas que se desarrollan en Francia con las de Japón: las de la Segunda Guerra Mundial y la destrucción de Hiroshima, con las del presente narrativo de la historia: teje una narración magnética en la que el amor y el odio se encadenan y se suceden en un aparente desorden. Transgresora en su momento por la relación entre dos personas de diferente raza, “Hiroshima, mi amor” es tanto una reflexión sobre el amor como sobre el odio que genera una guerra. Esta película de Alain Resnais nos advierte de las devastadoras consecuencias de un conflicto que dejó anónimos heridos y mutilados, en escenas con descarnadas imágenes que ilustran una realidad documental sin artificios.


CON IMPRONTA DE MUJER

A R T E

¡MUJER, NADA! Alicia Calero La mujer no es nada. Es un ente sin voluntad, situado por debajo del hombre. O al menos son muchas las mujeres que se han sentido así en alguna ocasión. Por el contrario, la mujer es también esperanza e ilusión. Ahogándose, bajo un mar de dominio masculino, la mujer nada para alcanzar la superficie. La mujer es lucha y ansia de libertad. En ningún lugar es tan clara esta dicotomía como en la sociedad musulmana. Donde las mujeres están controladas por los hombres, privadas de las libertades más básicas -como la libertad de expresión-, encontramos una serie de artistas que durante las últimas décadas han tratado de cambiar la realidad. La mayoría de estas artistas viven entre Oriente y Occidente: dos culturas muy diferentes que tradicionalmente han jugado a juzgarse; sociedades que utilizan la religión como arma política. Aunque nos pueda parecer que las mujeres musulmanas aspiran a ser como las occidentales, lo cierto es que la mayor parte de ellas rechazan el uso del cuerpo femenino como objeto sexual que se da en nuestra sociedad. Sí desean, por supuesto, alcanzar la igualdad con el hombre en cuanto a oportunidades y derechos. Una opinión pública favorable a la mujer, la unidad entre tradición y modernidad y que las diferencias de religión o procedencia no sean un problema social, son algunos de los cambios que buscan en la sociedad musulmana. Shirin Neshat (Irán, 1957) nos muestra en Soliloquy (“Soliloquio”, imágenes 1 y 2) -una película en dos partes rodada en Turquía y EUA - las diferencias entre estas dos culturas. Desde su propia experiencia, mediante imágenes de actividades cotidianas, marcadas por los roles impuestos para cada género, nos hace reflexionar y sentir. Pero, ¿qué son los roles cotidianos? No son otra cosa que las funciones que la sociedad nos impone día a día. Para sentirse parte de un todo, para no ser visto como una oveja negra e

incluso rechazado, uno tiene que seguir las reglas del grupo, que varían en función de la edad, el sexo o la cultura. En el caso de las mujeres musulmanas, deben convertirse en el centro de la institución familiar, donde permanecerán encerradas y controladas para no alterar los razonamientos masculinos. Confinadas en el hogar, se dedican a las tareas domésticas. Se les considera como menores de edad, estando supeditadas a la autorización del cabeza de familia -padre, marido o hermano- para hacer casi cualquier cosa. Cuando contrajo matrimonio, Shadi Ghadirian (Irán, 1974) cayó en la cuenta de esta situación. De ahí surgió la serie de fotografías Like every day (“Como cada día”, imágenes 3, 4 y 5), que muestran a una mujer que viste algo parecido al Chador tradicional iraní. Su rostro no es visible, siendo sustituido por objetos de la vida diaria tradicionalmente asociados al deber femenino doméstico. Con ello pretende generar conciencia y mostrar de una manera crítica el papel del sexo femenino en el hogar. Y es que los espacios privados pertenecen a las mujeres. Se dedican a las tareas del hogar, están apresadas en su rutina diaria desde hace siglos y se sienten confundidas cuando entran en contacto con los cambios actuales. Imaginad una habitación: con su mesa, sus sillas, un par de catres, utensilios domésticos metálicos… Todo ello conectado a una corriente eléctrica de 240 V y rodeado por una valla de alambre. Pues eso mismo llevó a cabo la artista Mona Hatoum (Líbano, 1952) en la instalación Homebound (“encerrada en casa”, imagen 6). Con una casa convertida en cárcel, pretendía transmitir al público la sensación que muchas mujeres tienen en su propio hogar; ese único lugar en el que pueden ser ellas mismas. ¿Pero pueden las mujeres sentirse ellas mismas en alguna sociedad? En la occidental, desde luego, no siempre. Durante siglos el cuerpo de la mujer ha ido asociado al pecado, ha sido

33 SdS


1

Shirin Neshat. Soliloquy, pantalla izquierda, 1999. Video instalaci贸n

Shirin Neshat. Soliloquy, pantalla derecha, 1999. Video instalaci贸n. 2

34 SdS

Like every day, fotograf铆as de Shadi Ghadirian

3

4

5


considerado un tabú. Ahora, sin embargo, el cuerpo femenino se utiliza como atractivo: la publicidad está plagada de imágenes sugerentes que invitan a los hombres a comprar productos o servicios. Ghada Amer (Egipto, 1963) se basa en imágenes de revistas eróticas para hombres para realizar sus pinturas bordadas, como Eight Women in Black & White (”Ocho mujeres en blanco y negro”, imagen 7). Con esta técnica tradicional -el bordado-, habla de la necesidad de modernidad, reivindicando el derecho de la mujer de buscar (y encontrar) lo que denomina el "autoplacer": el disfrute de su sexualidad. Solo mediante la ruptura de los múltiples tabúes que condicionan la vida de las mujeres de todo el mundo (el engaño que supone el amor romántico, el rol del ama de casa, la vergüenza por el deseo sexual…) se podrá construir una sociedad verdaderamente igualitaria. Todas estas mujeres tienen una cosa en común: mediante la búsqueda de su identidad (de esa imagen propia que les ha sido robada y manipulada), luchan contra los prejuicios establecidos, contra las diferencias sociales en general, y sexuales en particular. Reivindican, entre otras cosas, su libertad. En ellas vemos la voluntad del individuo para luchar por un mundo sin encierros, sin sometimientos y sin castigos; un mundo donde sean valoradas por sí mismas. ¿Somos tan diferentes en Oriente y Occidente? No lo creo. Las mujeres seguimos relegadas en muchas culturas -de una forma u otra-, pero en todas hay mujeres que luchan por conseguir cambios. En este mar que es el mundo hay quienes nadan para intentar alcanzar la superficie, para que dejen de ser vistas como a la Nada.

Ghada Amer Eight Women in Black & White Pinturras bordadas

35 SdS

Mona Hatoum, instalación Homebound


R E S E Ñ A L I T E R A R I A

"LA HABITACIÓN OSCURA": DE LA FIESTA A LA RESACA Francisco Martínez Bouzas La habitación oscura Isaac Rosa Editorial Seix Barral (Biblioteca Breve) Barcelona 2013 248 páginas.

36 SdS

Isaac Rosa (Sevilla, 1974) está considerado por algún medio de comunicación, como uno de los doce narradores más relevantes del actual panorama narrativo español. Autor, pese a su juventud, de numerosas obras en el género narrativo y alguna en el ensayístico y dramático, ha sido galardonado así mismo con numerosos premios literarios importantes, entre ellos el Rómulo Gallegos (2005). Su última obra, editada por Seix Barral, es una muestra más de esa capacidad que tiene la literatura para aprovecharlo todo. En efecto, La habitación oscura es un reflejo de lo que está ocurriendo en nuestro tiempo, una verdadera habitación oscura en la que se encuentra buena parte de la ciudadanía de este país, azotada por la crisis. La imagen de la habitación oscura, piensa el autor, posee, un potente potencial metafórico para narrar el presente y hacerlo, además, desde un lugar extremo en el que la ficción sitúa al lector. Porque Isaac Rosa persigue una narrativa que enfrenta al lector con el conflicto. Y lo hace sin quedarse en la epidermis de la denuncia y tampoco en el discurso simplificador de la compleja realidad de nuestro tiempo, sino que cues-

tiona al lector. El resultado es una novela “desoladora, amarga y violenta, coherente con el momento que estamos viviendo”. La novela echa a andar cuando un grupo de jóvenes, en tránsito hacia la madurez, idea construir una habitación oscura. Esa habitación, cegada a cualquier rayo de luz, será durante un buen número de años el hilo conductor de sus vidas, el fetiche que dota de interés sus existencias. Y en esa cámara oscura experimentan nuevas formas de relación, practican sexo anónimo, las parejas se engañan mutuamente y dan rienda suelta a sus celos. Los heterosexuales descubren a ciegas la llamada de la homosexualidad y su incitación invisible. En las tinieblas de la habitación oscura se reconocen por cualquier atributo. Allí desarrollan una creciente fascinación que llega incluso hasta el hechizo, mas al salir se convierten de nuevo en desconocidos y los emparejados vuelven a sus rutinas conyugales. Hasta que llega un momento en el que la comedia deja de tener gracia y de hipnotizar y entonces la habitación oscura cambia de función: deja de ser un lugar de liberación sexual para convertirse en refugio de silencio. Y es aquí donde comienza la parte más áspera e inquisitiva de la novela. Por-


que la realidad del incierto contexto social actual, los efectos y consecuencias de la crisis económica, la rutina o la putrefacción de las relaciones sentimentales penetran en el interior de esa cámara oscura. Y todos los que la frecuentan, tendrán que enfrentarse con la vida, sabiendo que todo tiene un precio, el precio de la lucha hobbesiana (“Homo homini lupus”) en los paraísos capitalistas y en el contexto de una sociedad que se derrumba mientras ellos follaban felices en su oscuro escondrijo. Es entonces cuando la novela de Isaac Rosa se convierte en un explosivo artefacto literario que retrata con fidelidad la miseria en la que subsistimos tras la quiebra del estado de bienestar, tras años viviendo por encima de nuestras posibilidades y engañándonos a nosotros; con todas nuestras ilusiones rotas y con la vulnerabilidad laboral y personal instalándose en las existencias de ese grupo de mujeres y hombres que fueron jóvenes y frecuentaron despreocupadamente el refugio y el hechizo de la habitación oscura, transformada ahora en el lugar hacia donde huir, para evadir los problemas, morada íntima donde nos consolamos de un ERE, un despido o una derrota amorosa. Un lugar donde estar a salvo, al menos unas horas. Isaac Rosa escribe en “La habitación oscura” una novela fuertemente metafórica que tematiza no solo la crisis social y económica actual, sino también el paso de la ingenuidad juvenil al duro realismo de la edad adulta, convertido por la actual crisis en un laberinto sin salida. Una novela que necesariamente impacta al lector con momentos de gran crudeza tratados con realismo. Hace gala el autor de un estilo muy personal anclado en el realismo, un realismo, no obstante, a años luz del realismo tradicional asentado en el costumbrismo y el folletín. El retablo de sus personajes representa fielmente a toda una generación: la de aquellos que están soportando el derrumbe de sus ilusiones y de su bienestar. Acierta el autor con su escritura frecuentemente reiterativa e incluso machacona y enunciativa, muy apropiada para describir un elenco de personajes esclavos del trabajo, que reconstruyen su historia personal o incluso la historia social de todo un país. No anda errado tampoco el autor al elegir al narrador, cuyo nombre y género desconocemos, porque en la novela predomina la identidad grupal sobre la individual. Por eso “La habitación oscura”, como dice la fajilla que acompaña al libro, es la novela de tu generación. Una pieza narrativa que no puede pasar desapercibida.

Fragmento “Imposible contar la historia de nuestras vidas en los últimos quince años sin hablar de la habitación oscura. Cuántas horas hemos pasado aquí dentro. Si cada uno echase cuentas y sumase todas esas horas, de sábado, de martes por la tarde, de jueves por la mañana, de visitas fugaces o de noches enteras, de semanas sin entrar y otras en que acudíamos a diario, si las sumásemos veríamos el álbum de nuestra vida entreverado de páginas en negro. A qué habríamos dedicado todas esas horas de no existir la habitación oscura, con qué habríamos llenado el hueco que parecía colmar cuando en realidad lo agrandaba más, sobre todo en aquellos primeros tiempos en que su fuerza gravitatoria era irresistible, un hechizo que nos acompañaba el resto del día, que dirigía nuestros pasos a la salida de clase o del trabajo cuando de camino a casa desviábamos el itinerario y acabábamos aquí…” ….. “Ellos, que cuando apagábamos la luz en la planta de arriba siempre se apartaban del tumulto y follaban respetando su monogamia, aquella primera vez en la habitación oscura entraron juntos, inquietos. Todavía les duraba la risa floja al cruzar la segunda cortina, se dieron la mano pero ya no podían estar seguros de si esa mano que apretaban era la del otro, a ciegas todas las manos son la misma mano, así que ellos, mudos por obligación, tomaron la más próxima y la apretaron, y a partir de ahí se dejaron arrastrar, uno de los dos tiró o fue tirado hacia un lado mientras el otro lo hacía en dirección contraria y sus dedos se despegaron(…), cayeron en el torbellino, besaron y fueron besados, acariciaron y fueron acariciados, él penetró a alguien, ella sintió que la follaban con una dulzura en la que creyó identificar a sus pareja hasta que besó y no reconoció la otra boca…” ….. “El mundo se desmoronaba mientras nosotros follábamos felices, la gente desgraciada era lanzada por los balcones con todos sus muebles y recuerdos mientras nosotros follábamos felices, los enfermos se morían en los pasillos de los hospitales esperando una prueba diagnóstica mientras nosotros follábamos felices, los padres de familia hacían cola con sus hijos en los comedores sociales mientras nosotros follábamos felices, los banqueros y sus políticos robaban a manos llenas mientras nosotros follábamos felices, ella misma no podía pagar el alquiler de la habitación ese mes porque le habían embargado la mitad del paro para abonar una multa mientras nosotros follábamos felices; y así fue enumerando cargos hasta que aceptamos la pena que nos correspondía: pusimos dinero entre todos para que pagase la habitación ese mes y el siguiente; y aceptamos sin discutir su exigencia de otra tarde más, la de los martes, para reunirse con Jesús y el resto de su grupo en el local sin que nosotros estuviéramos.” (Isaac Rosa, La habitación oscura, páginas 33, 53-54, 158)

37 SdS


T R Í P T I C O

enCARTONados Calafate cartonera

II

La industria editorial es como una galaxia ubicada a años luz de cada escritor que se inicia en el arduo trabajo de la letra y en el sueño de la publicación, sueño que poco a poco se va transformando en una verdadera pesadilla . ¿Cuántos autores novatos pueden alcanzar a ver sus libros impresos en papel y, si la fuerza los acompaña, reluciendo en el anaquel de una librería? Pocos, muy pocos, seamos sinceros. Si no se cuenta con una buena suma para la autoedición ni tampoco con el cheque firmado a fecha de tener entre manos un best seller, es mejor entonces despertar y aferrarse al amor de escribir por escribir. Sin embargo, a falta del respaldo editorial de los monstruos del comercio, aparecen como gotas de agua fresca las editoriales artesanales, digitales y las especiales editoriales cartoneras. El fundamento de las cartoneras es simple: un autor, una impresora casera, cartón reciclado , un buen ojo para el diseño y el esfuerzo continúo por publicar a puro “ñeque”. Alabando este trabajo heroico, les presentamos este nuevo segmento de la revista: enCARTONados.

38 SdS

Calafate cartonera, comienza sus actividades en el año 2012. Oriunda de la comuna de Quilicura (Región Metropolitana, Chile), nace “con el sueño de realizar publicaciones a un bajo costo, con infinita difusión y además dar rienda a la imaginación en un soporte tan noble y asequible como es el bello cartón.

Blog: Calafate Cartonera Emailcalafatecartonera@gmail.com

La conforman: Plástico Peñaloza, poeta-ilustradora, inspirada artesana de manualidades varias. Yasmín Fauaz Núñez, Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación, periodista, poeta, se ha sumado al proyecto con su propia línea de cuadernos empastados artesanalmente. Amanda Espejo, poeta-narradora, un poco deun-cuanto-hay en el atrevimiento de existir. ,Plástico Peñaloza, Yasmín Fauaz y Amanda Espejo


¿Cuál es el rol del artista en la sociedad? Pienso que el rol del artista en la sociedad es, sin duda, de primera importancia; pero contrariamente a lo que se suele aducir, creo que la mayor misión del artista es embellecer el mundo y las almas de quienes lo pueblan. Sin desmerecer para nada a quienes afirman que se debe tener un rol "social", y por ello leen "combatiente". El combatir o no es prerrogativa de cada cual, y en ello estriba el valor de la DEMOCRACIA, cada ciudadano tiene de por sí esa decisión por tomar. No es el artista en cuestión el llamado a "solucionar" los problemas del mundo. Sí puede hacerse parte de ello a través de su arte si su conciencia así se lo dicta. El artista es un intérprete de los misterios de la vida, un artesano de los sentidos, un hombre o mujer en perpetua búsqueda, atormentado/a por no poder asir entre sus manos las respuestas, por no lograr la permanencia eterna ni menos, lograr erguirse como lo desearía íntimamente: como un "pequeño Dios". Por eso crea, insiste y se recrea a sí mismo en cada obra: porque atisbando aunque fuese una milésima partícula de inmortalidad a través de lo creado, ya no puede vivir de otro modo. Respuesta de Amanda Espejo

2

1

39 SdS

3

4

1. Gusano de tierra, Pablo Delgado Ulloa (2013) 3. El principito, Antoine de Saint Euxpéry (2012)

2. Cuentos de barrio, Alejandra Lagos (2013) 4. En la boca del lobo, Elizabeth Cárdenas (2013)


D E R E C H O

LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL

Alberto Palma Gaete

D E A U T O R

La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual fue asentada en el Convenio que establece la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, suscrito en Estocolmo el 14 de julio de 1967, y a través del Decreto 265, de 3 de abril de 1975, publicado en el Diario Oficial el 23 de mayo de 1975. La OMPI, es una organización internacional intergubernamental y es parte de los organismos especializados de las Naciones Unidas.

40

ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL (OMPI) World Intellectual Property Organization 34, chemin des Colombettes P.O. Box 18 1211 Geneva 20 Switzerland http://www.wipo.int/portal/es/

En el Convenio, las partes animadas del deseo de contribuir a una mejor comprensión y colaboración entre los Estados para su mutuo beneficio y sobre la base del respeto de su soberanía e igualdad, desean estimular la actividad creador, promover en todo el mundo la protección de la propiedad intelectual, modernizar y hacer más eficaz la administración de las Uniones instituidas en el campo de la protección de la propiedad industrial y de la protección de las obras literarias y artísticas, respetando la autonomía de cada una de las uniones.

SdS

Las Uniones, para los efectos de este Convenio, se establecen en el Artículo 2º VII) y son: la Unión de París, las Uniones particulares y los Arreglos particulares establecidos en relación con esa Unión, la Unión de Berna, así como cualquier otro acuerdo internacional destinado a fomentar la protección de la propiedad intelectual y de cuya administración se encargue la Administración. Los objetivos de la OMPI son establecidos en el Artículo 3º, los que comprenden fomentar la protección de la propiedad intelectual en todo el mundo mediante la cooperación de los Estados, en colaboración, cuando así proceda, con cualquier otra organización internacional y asegurar la cooperación administrativa entre las Uniones. Para el logro de tales metas, el Artículo 4º considera las siguientes funciones para su consecución:

Francisc Gurry Director General OMPI Fotografía: Dhillon Photographics


1) Fomentará la adopción de medidas destinadas a mejorar la protección de la propiedad intelectual en todo el mundo y armonizar las legislaciones nacionales sobre esta materia. 2) Se encargará de los servicios administrativos de la Unión de París, de las Uniones particulares establecidas en relación con esa Unión, y de la Unión de Berna. 3) Podrá aceptar el tomar a su cargo la administración de cualquier otro acuerdo internacional destinado a fomentar la protección de la propiedad intelectual, o el participar en esa administración. 4) Favorecerá la conclusión de todo acuerdo internacional destinado a fomentar la protección de la propiedad intelectual. 5) Prestará su cooperación a los Estados que le pidan asistencia técnico-jurídica en el campo de la propiedad intelectual. 6) Reunirá y difundirá todas las informaciones relativas a la protección de la propiedad intelectual y efectuará y fomentará los estudios sobre esta materia publicando sus resultados. 7) Mantendrá los servicios que faciliten la protección internacional de la propiedad intelectual y, cuando así proceda, efectuará registros en esta materia y publicará datos relativos a esos registros.

Continuando con el estudio de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, especialmente con este Convenio, los Estados que pueden llegar a formar parte de la OMPI, se establecen en el Artículo 5º, los cuales deben cumplir con los requisitos que allí se expresan, que a continuación se enumeran: 1) Puede ser miembro de la Organización todo Estado que sea miembro de cualquiera de las de las Uniones, tal como se definen en el Artículo 2. VII). 2) Podrá igualmente adquirir la calidad de miembro de la Organización todo Estado que no sea miembro de cualquiera de las Uniones, a condición de que: I) Sea miembro de las Naciones Unidas, de alguno de los organismos especializados vinculados a las Naciones Unidas, del Organismo Internacional de Energía Atómica o parte en el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, o II) Sea invitado por la Asamblea General a ser parte en el presente Convenio. Finalmente, la dirección de la OMPI está encausada por una Asamblea, una Conferencia y el Comité de Coordinación y su Secretaría la compone la Oficina Internacional, ubicada en Ginebra, Suiza, y está a cargo de un Director General, asesorado por dos o más Directores Adjuntos.

Fuente imágenes: Internet

41 SdS


C R E A C I Ó N

A vuelo de pájaro

Selección de creaciones Victoria R. Llera - Chile La mano muda...

Marquesa Luna - España La radio

La mano muda, trémula, dudosa traductora de la oscuridad que habita mi piel y mis venas la soledad de un domingo anocheciente la noche que despierta y abraza.

Se levantó con la misma parsimonia y desgana que en los últimos tiempos, y después de poner la cafetera al fuego encendió la radio. La locutora preguntaba a Belén Esteban sobre Jesulín de Ubrique, cambió de emisora y hablaban del caso Gürtel, volvió a cambiar y escuchó las últimas noticias sobre las cenizas del volcán Eyjafjällajokull y el tráfico aéreo europeo.

Hundo los ojos en el aire la mirada retrocede, vertiginosa y franca, atravesando un pasado irrecordable burlando la línea del tiempo. No me reconozco en el despertar de los días no me encuentro en los gestos ni sonrisas amables ni me dan escalofríos las lágrimas ajenas, desconfío del pasado que me puso trampas desconfío de la inocencia, desconfío de la bondad desconfío de la adolescencia enamorada y bruta. 42 SdS

La mujer que sí conozco perdió su lengua y su morada libre de la mano de su madre, hoy me mira con una mueca de asco. Una voz en préstamo, una letra traducida dibujada en la primera humedad de la tierra soy esa estrella descolgada, muerta de tanto brillar, soy la costilla de Lucy y el pecado de Eva la ola que rompe, se desarma, se reintegra en palabras que mueren y nacen repetidamente salpicando el silencio pariendo la vida en intervalos.

Pensó en la fragilidad de la Tierra, en lo frágiles que son los humanos y en lo complejo que resulta vivir sin ilusiones. Vivir porque te late el corazón. Pensó que le gustaría hacer un chasquido de dedos y desaparecer de este mundo. Tomó el café a pequeños sorbos mientras fumaba un cigarrillo y después se fue a su habitación. Allí estaba ella, pálida, con un respirador artificial en la boca y con los ojos cerrados. Abrió el cajón de la mesilla, cogió las dos cajas de parches de morfina y se los fue colocando uno a uno con delicadeza por todo el cuerpo; un cuerpo maltratado por el sufrimiento, donde sólo quedaba la piel adherida a los huesos. Sacó el respirador que la mantenía con vida y la besó. Agarró su mano todavía caliente y esperó a que el calor se desvaneciera. Regresó a la cocina para llamar a la policía y como una mueca irónica del destino, en la radio comenzó a sonar la canción de Violeta Parra: “Gracias a la vida…"


CRÉDITOS Nat Gaete, publicista, gestora cultural, directora y editora de la revista.

Felipe Valdivia, escritor, periodista y editor de la revista.

http://letraskiltras.ning.com

http://felipevaldiviamedina.blogspot.com.

Agustín Calvo Galán, poeta multidisciplinar.

José Manuel Ruiz Regil, e-palabrista.

http://proyectodesvelos.blogspot.com

http://elartedelacritica.blogspot.com/

Antono Jareño, profesor de Filosofía, escritor.

Sandra Fontecilla, Licenciada en Artes, escritora.

http://antoniojareno.com

http://letraskiltras.ning.com/profile/SandraFontecilla

Adriana Marimán

Victoria R. Llera, poeta y periodista.

http://extranormale.blogspot.com/

http://poemaga.blogspot.com

José Ramón Huidobro, escritor, fotógrafo.

Alejo Urdaneta, abogado y escritor.

http://porlasnochescaenbombasdecolores.wordpress.com

http://letraskiltras.ning.com/profile/ AlejoUrdaneta

Carlos Martín, Licenciado en Filosofía, poeta.

Osvaldo Diez Lagos, escritor. http://unaventanalvacío.blogspot.com

Alicia Calero, Licenciada en Bellas Artes, poeta

Francisco Martínez Bouzas, Catedrático de Filosofía, crítico literario.

https://www.behance.net/acalilecora

http://brujulasyespirales.blogspot.com/

Helios Buira, artista.

Alberto Palma Gaete, abogado.

http://elblogdehelios.blogspot.com

Blog : http://revistasindromedestendhal.blogspot.com Email: revistaelsindromedestendhal@gmail.com


Jeroni Mira

Quincuagésimo tercer día del C. de Bitácora del Homúnculo" Jeroni Mira, artista plástico


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.