No. 14 El agua y sus pescaditos

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13 de noviembre de 2008

1 13 de noviembre de 2008 • Número 14 Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver Suplemento informativo de La Jornada

Y SUS PE S CA DI T O S

TEMA DEL MES

• AMENAZA DE PRIVATIZACIÓN • BARRUNTOS DE CRISIS HÍDRICA

● DOCE POEMAS MAYAS Pág. 13

● TAIBO II HABLA DE PANCHO VILLA Pág. 15

● 40 AÑOS DESPUÉS: TOPILEJO REVISITADO Pág. 18


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Suplemento informativo de La Jornada 13 de noviembre de 2008 • Número 14 • Año II

COMITÉ EDITORIAL Armando Bartra Coordinador Luciano Concheiro Subcoordinador Enrique Pérez S. Lourdes E. Rudiño Hernán García Crespo CONSEJO EDITORIAL Elena Álvarez-Buylla, Gustavo Ampugnani, Cristina Barros, Armando Bartra, Eckart Boege, Marco Buenrostro, Alejandro Calvillo, Beatriz Cavallotti, Fernando Celis, Luciano Concheiro Bórquez, Susana Cruickshank, Gisela Espinosa Damián, Plutarco Emilio García, Francisco López Bárcenas, Cati Marielle, Brisa Maya, Julio Moguel, Luisa Paré, Enrique Pérez S., Víctor Quintana S., Alfonso Ramírez Cuéllar, Jesús Ramírez Cuevas, Héctor Robles, Eduardo Rojo, Lourdes E. Rudiño, Adelita San Vicente Tello, Víctor Suárez, Carlos Toledo, Víctor Manuel Toledo, Antonio Turrent y Jorge Villarreal.

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Diseño Hernán García Crespo

PORTADA: Hernán García Crespo, en base a una obra de Girasol Botello

La Jornada del Campo, suplemento mensual de La Jornada, editado por Demos, Desarrollo de Medios, SA de CV; avenida Cuauhtémoc 1236, colonia Santa Cruz Atoyac, CP 03310, delegación Benito Juárez, México, Distrito Federal. Teléfono: 9183-0300. Impreso en Imprenta de Medios, SA de CV, avenida Cuitláhuac 3353, colonia Ampliación Cosmopolita, delegación Azcapotzalco, México, DF, teléfono: 5355-6702. Reserva de derechos al uso exclusivo del título La Jornada del Campo en trámite. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio, sin la autorización expresa de los editores.

NOTA DE LA REDACCIÓN En el número anterior, en este mismo espacio, quisimos rectificar una confusión en los apodos de César Garizurieta y Gonzalo N. Santos, pero incurrimos nuevamente en el error. A Garizurieta le llamaban El Tlacuache, y a Santos, El Alazán Tostado.

MUERTE DEL AGUA

E

l sutil metabolismo hídrico del planeta renquea. Grave cosa, pues del vasto e intrincado sistema circulatorio que fluye en todo lo que vive y entre el mundo animado y el inanimado dependemos todos: los que vuelan y los que nadan, los que caminan y los que reptan, los que enraízan y los que se dejan ir... El agua nos parió y gracias a nosotros, sus hijos, hoy el agua está viva. Pero si matamos al agua, con ella muere también la vida. La presencia de agua en los planetas es señal de que quizá algo en ellos alienta, pues nosotros, los vivientes, del agua venimos y agua somos. Tres cuartas partes de nuestro organismo son agua y al perder un 20 por ciento del agua que nos forma los más complejos perecemos. Agua es el protoplasma de las células y en forma de savia, de linfa, de semen, de sangre, de leche, de orina, de sudor o de lágrimas, los humores acuosos preservan y regeneran la vida. Antes de nacer los mamíferos nos formamos suspendidos en el tibio mar interior que es el útero. Los ovíparos vienen al mundo en milagrosas cápsulas de agua. Disueltos en agua los vegetales toman del suelo los nutrientes y sin agua no hay fotosíntesis. Pero por culpa nuestra el agua está enferma. Mares, lagos y corrientes grandes y pequeñas están contaminados por desechos tóxicos y de los 500 ríos mayores la mitad se está secando, entre ellos el Nilo en Egipto, el Amarillo en China, el Colorado en Estados Unidos, el Ganges en la India y el Jordán en Palestina. Y todo por causa de obras hidráulicas tan colosales como torpes. Y la humanidad está sedienta. Según la ONU, mil 300 millones de personas no tienen acceso al agua potable mientras que 31 países enfrentan escasez grave, lo que sin duda empeorará por los efectos del cambio climático. Y la demanda hídrica se duplica cada 20 años. “Las guerras del siglo XX serán por el agua”, dijo Ishmael Sarageldin, ex vicepresidente del Banco Mundial, que algo sabía de esto pues fue promotor de la privatización del vital líquido. De las aguas, la dulce es la menor, la más recóndita, la más esquiva, la más escasa, la más preciada. Porque 94 por ciento del agua es salobre, y del seis por ciento que es dulce, 4.3 por ciento es subterránea y 1.7 por ciento está helada. De modo que el agua dulce de la atmósfera y la superficie terráquea: nubes, lluvia, ríos, lagos, humedales... es apenas el 0.03 por ciento del agua toda. Ensucian el precioso líquido las aguas servidas de las ciudades, las descargas industriales, los derrames accidentales de tóxicos y los agroquímicos del campo. Pero si los accidentes son los más aparatosos y la contaminación industrial la más severa, la polución rural es la de mayor extensión. No era así, pero en el siglo XX se impuso en la agricultura un modelo intensivo que resultó hídricamente insostenible, entre otras cosas porque los pesticidas contaminan ríos, lagos, mares y mantos freáticos y los fertilizantes nitrogenados sobrealimentan al agua, ocasionando proliferación de algas y reducción del oxígeno. La pluralidad de los ecosistemas es odiosa para la economía del gran dinero y desde hace más de dos siglos el capitalismo está tratando de sustituirla por la llamada agricultura industrial, cuya obsesión es cambiar la diversidad biológica por los monocultivos. Y para ello debe talar los bosques, aplanar los suelos y encarcelar las aguas. Una de las expresiones de este afán son las grandes obras de riego del siglo XX.

Aprovechar mejor el agua ha sido desafío permanente de la humanidad y todas las civilizaciones importantes han desarrollado ingeniosos sistemas de regadío. Así sucedió en Mesopotamia, entre los ríos Éufrates y Tigris; en Egipto, a orillas del Nilo; en la India, a la vera del Indo; en los lentos meandros del río Amarillo en China; y en nuestro cultivo chinampero del lago de Xochimilco. Pero, como todo en el sistema del gran dinero, el problema con sus obras hídricas es la escala, la velocidad y la torpeza socio-ambiental: la total desconsideración por los hombres y por la naturaleza, con que actúa el atrabancado capital. Mientras que en el año 1800 había ocho millones de hectáreas de tierras irrigadas, hoy se han multiplicado por 30 y son 240 millones de hectáreas bajo riego, donde se cosecha 40 por ciento de los alimentos, por lo que dependemos vitalmente de ellas. El problema es que por las grandes presas se ha desplazado a millones de personas –generalmente a la mala– y se han alterado severamente las cuencas. Hoy los vasos de las presas se extienden sobre un millón de kilómetros cuadrados y contienen seis veces más agua que todos los ríos juntos. Pero sucede que los pantanos así creados contribuyen fuertemente al calentamiento global, pues la vegetación sumergida expulsa bióxido de carbono y metano. Además de la pérdida por evaporación, que representa el 10 por ciento de toda el agua que empleamos. Por si fuera poco, las más socorridas prácticas de irrigación a la larga son insostenibles, pues por riego intensivo se puede elevar el manto freático hasta la superficie, y la gran evaporación en suelos anegados precipita las sales de las aguas esterilizando paulatinamente el suelo, que se vuelve inútil para la agricultura. Por esta causa, se ha perdido ya la quinta parte de todas las tierras cultivables. Durante el siglo pasado se construyeron más de 800 mil presas, de las cuales 45 mil tienen cortinas de más de 15 metros de altura y un centenar son aún mayores. En 1950 había cinco mil presas de grandes dimensiones, pero en apenas medio siglo se edificaron otras 40 mil, la mayor parte en los últimos 30 años. Y en menos de una centuria la bendición de las aguas embalsadas devino tragedia. Como sucede en otros ámbitos críticos, la insostenibilidad hídrica del capitalismo se origina en la velocidad y la escala que impone la lógica de lucro. En México hay unas cuatro mil presas, de las cuales 667 son grandes y representan el 70 por ciento de la capacidad total de embalse. Nuestras presas cumplen muchas funciones: generan energía hidroeléctrica, alimentan sistemas de riego, controlan avenidas, recargan acuíferos, proporcionan esparcimiento y cobijan peces. Beneficios que se podrían lograr con obras más pequeñas y eficientes que minimizan los impactos en las comunidades y los ecosistemas. En Estados Unidos se han desmantelado 465 presas por razones ambientales, en cambio en México hay alrededor de 50 nuevas planeadas o en construcción. Y hay también un fuerte movimiento de resistencia social. Si es tosca y hostil nuestra relación con el agua dulce, también lo es nuestro trato con la salobre, pese a que de la pesca marina obtenemos grandes cantidades de alimentos así como abundantes insumos pecuarios. La pesca es mucho más tardía que la caza o la recolección, y con sus ocho mil años de historia, su curso es más corto que el de la agricultura. Por mucho tiempo fue una actividad en pequeña escala, hasta que el ferrocarril facilitó el transporte y a fines del siglo XIX las pesquerías devinieron pequeñas industrias. Pero la pesca propiamente industrial debió esperar hasta la segunda mitad del siglo pasado –cuando la idea de que los mares

podían alimentar al mundo y que controlarlos sería un gran negocio– para impulsar la captura de fauna marina en gran escala operada por poderosas corporaciones. Se generalizó entonces la pesca de altura realizada por extensas flotas, con barcos de gran tonelaje equipados con frigoríficos que pasan largas temporadas en el mar y operan desde puertos especializados. Enormes empresas que emplean sistemas de extracción cada vez más agresivos y que para ubicar los bancos de peces utilizan métodos prospectivos como el sonar –desarrollado con fines bélicos en la segunda guerra mundial– y más tarde sistemas de detección aérea y por satélite. En los años 60s la pesca se expande aceleradamente y la captura pasa de 40 a 60 millones de toneladas. Pero, aunque lo parezcan, los océanos no son inagotables pues contienen apenas 10 por ciento de la biomasa del planeta, y la pesca abusiva e irresponsable, iniciada hace algo más de medio siglo, en menos de dos décadas acarreó severa reducción de las poblaciones y con ello el desplome de las capturas. Así, en los 70s se derrumbó la pesca de anchoa frente a las costas de Perú, que había tenido un ascenso espectacular, y por los mismos años se extinguió la sardina del Pacífico. Como la agricultura industrial, que recibe un impulso decisivo a mediados del siglo XX con la llamada Revolución Verde, en la pesca industrial se desarrolla por esos mismos años la Revolución Azul. Y si el cambio de hábitos en la alimentación, con predilección por cárnicos y lácteos, hace que la producción agrícola se destine cada vez más a fines forrajeros, también aumenta, hasta representar un tercio del total, la captura de especies marinas que se orienta a la elaboración de piensos para el ganado. Otro rasgo común de la agricultura y la pesca intensiva e industrial del siglo XX es que se trata de actividades a la larga insostenibles y si los suelos y aguas dulces se degradan progresivamente, la fauna marina es el recurso natural más sobre explotado, al extremo de que en tres cuartas partes de los mares la pesca excesiva abate poblaciones y destruye equilibrios bióticos, afectando a especies que por lo general son de lenta recuperación. Todas las aguas, el agua. Fluye, corre, se congela, se estanca o se despeña; se vuelve bruma y nube para precipitarse en forma de lluvia, de granizo, de nieve; el agua se alza en mareas, se encrespa en tormentas y se arremolina en huracanes. Pero así como el fuego es siempre fuego, el agua es siempre agua: una en sus metamorfosis, idéntica a sí misma. Muchas son las apariencias del agua, pero todas con un aire de familia. En el pensamiento de los primeros filósofos griegos el agua es física y a la vez metafísica. “Para las almas la muerte consiste en volverse agua, para el agua es muerte volverse tierra; mas a la inversa también, de la tierra se hace agua y de agua alma”, decía Heráclito, el oscuro de Éfeso. Y los pueblos mesoamericanos reverenciaban a dioses del agua: los aztecas a Tláloc, Tlaloctzin, el vino de la tierra, y a su pareja Chalchiuhcueye, la de la falda de jade, o Chalchihuitli huipil, la de la camisa de jade; los mayas rendían culto a Chac; los zapotecas a Cocijo; los mixtecos a Dzaui, y los tarascos a Tirípeme. No sería malo que hoy recuperáramos, si no esa veneración sí cuando menos ese respeto. Porque el agua que sabe a nada, que huele a nada, que tiene forma de nada pues se acurruca en sus recipientes; el agua que es tan sólo agua y no se parece a cosa alguna, es por fuerza un espejo, un espejo de agua que nos devuelve nuestra verdadera faz.

BUZÓN DEL CAMPO Te invitamos a que nos envíes tus opiniones, comentarios y dudas a

jornadadelcampo@gmail.com


El agua desdichada (Fragmento)

AGUA Muerte sin fin (Fragmento)

Vengan al agua sordos mendigos parturientas con sed sobrevivientes asfixiándose bajo el derrumbe marinos acosados por la sal náufragos condenados a muerte tigres Vengan al agua remeros de tristísimos lagos de ciudad Al agua todos los territorios ocres Al agua la palabra desierto: que se hunda como una piedra que arde Vean por un instante el humillo de su despedida: oigan su crepitar de brasa que se ahoga. Vengan al agua niños durmiendo en los zaguanes, en los sótanos de la inmundicia en los basureros. Al agua policías que dirigen el tránsito del mediodía Al agua ciegos Al agua hombres avaros Al agua fabricantes de hierro enrojecido Al agua hombres en armas y oradores de boca reseca Al agua niños que se mueren de fiebre en larguísimas tardes taciturnas Al agua enfermos de los hospitales Al agua desahuciados Al agua todos los sueños de la fiebre Al agua Al agua Al agua Esto fue todo Más allá ya no importa Más allá el río ya no es nuestro Más allá es el dominio del agua desdichada Más allá nuestro río desciende hasta el progreso. Efraín Bartolomé (1982)

Visión del sueño negro (Fragmento) ¿A qué dolerse ahora? Cuerpos de sal Agua del tiempo Sal que en el agua se disuelve somos. Efraín Bartolomé (1982)

lluvia

Lleno de mí, sitiado en mi epidermis por un dios inasible que me ahoga, mentido acaso por su radiante atmósfera de luces que oculta mi conciencia derramada, mis alas rotas en esquirlas de aire, mi torpe andar a tientas por el lodo; lleno de mí –ahíto– me descubro en la imagen atónita del agua, que tan sólo es un tumbo inmarcesible, un desplome de ángeles caídos a la delicia intacta de su peso, que nada tiene sino la cara en blanco hundida apenas, ya, como una risa agónica, en las tenues holandas de la nube y en los funestos cánticos del mar –más resabio de sal o albor de cúmulo que sola prisa de acosada espuma. No obstante –oh paradoja– constreñida por el rigor del vaso que la aclara, el agua toma forma. En él se asienta, ahonda y edifica, cumple una edad amarga de silencios y un reposo gentil de muerte niña, sonriente, que desflora un más allá de pájaros en desbandada. En la red de cristal que la estrangula, allí, como en el agua de un espejo, se reconoce; atada allí, gota a gota, marchito el tropo de espuma en la garganta ¡que desnudez de agua tan intensa,

mar Elegía

A veces me dan ganas de llorar, pero las suple el mar. José Gorostiza (1925)

Pausas

¡El mar, el mar! Dentro de mí lo siento. Ya sólo de pensar en él, tan mío, tiene un sabor de sal mi pensamiento. José Gorostiza (1925)

Tierra mojada (Fragmento)

Tierra mojada de las tardes líquidas en que la lluvia cuchichea y en que se reblandecen las señoritas, bajo el redoble del agua en la azotea. Ramón López Velarde (c 1917)

Ciudad bajo el relámpago (Fragmento) ... Es mediodía Llueve Y la ciudad se ahoga. ... Efraín Bartolomé (1983)

que agua tan agua, está en su orbe tornasol soñando, cantando ya una sed de hielo justo! ¡Mas qué vaso –también– más providente éste que así se hinche como una estrella en grano, que así, en heroica promisión, se enciende como un seno habitado por la dicha, y rinde así, puntual, una rotunda flor de transparencia al agua, un ojo proyectil que cobra alturas y una ventana a gritos luminosos sobre esa libertad enardecida que se agobia en cándidas prisiones! ... Iza la flor su enseña, agua, en el prado. ¡Oh, que mercadería de olor alado! ¡Oh, que mercadería de tenue olor! ¡cómo inflama los aires con su rubor! ¡Qué anegado de gritos está el jardín! “¡Yo, el heliotropo, yo!” “¿Yo? El jazmín.” Ay, pero el agua, ay, si no huele a nada. Tiene la noche un árbol con fruto de ámbar; tiene una tez la tierra, ay, de esmeraldas.

río Orillas del Papaloapan (Fragmento) Adivino los fértiles paisajes que baña el río, la pomposa vega, desmenuzado en trémulos encajes; la basílica inmensa de follajes que empaña la calina veraniega y en furiosa inundación anega, en túmidos e hirvientes oleajes Manuel José Othón (c 1890)

Una estepa del Nazas (Fragmento) ¡Ni un verde alcor, ni una pradera! Tan solo miro, de mi vista enfrente, la llanura sin fin, seca y ardiente, donde jamás reinó la primavera.

El tesón de la sangre anda de rojo; anda de añil el sueño; la dicha, de oro. Tiene el amor feroces galgos morados; pero también sus mieses, también sus pájaros. Ay, pero el agua, ay, si no luce a nada. Sabe la luz, a luz fría, sí, la manzana. ¡Qué amanecida fruta tan de mañana! ¡Qué anochecido sabes, tú, sinsabor! ¡cómo pica la entraña tu picaflor! Sabe la muerte a tierra, la angustia a hiel. Este morir a gotas me sabe a miel. Ay, pero el agua, ay, si no sabe a nada. (baile) Pobrecilla del agua, ay, que no tiene nada, ay, amor, que se ahoga, ay, en un vaso de agua. José Gorostiza (1939)

El cántaro roto (Fragmento) ... bañarse en luz solar y comer los frutos nocturnos, deletrear y la escritura del astro y la del río, recordar lo que dicen la sangre y la marea, la tierra y el cuerpo, volver al punto de partida, ni adentro ni afuera, ni arriba ni abajo, al cruce de caminos, adonde empiezan los caminos, porque la luz canta con un rumor de agua, con un rumor de follaje canta el agua y el alba está cargada de frutos, el día y la noche reconciliados fluyen como un río manso, el día y la noche se acarician largamente como un hombre y una mujer enamorados, como un solo río interminable bajo arcos de siglos fluyen las estaciones y los hombres, hacia allá, al centro vivo del origen, más allá de fin y comienzo. Octavio Paz (1955)

Rueda el río monótono en la austera cuenca, sin cantil, ni una rompiente y, al ras del horizonte, el sol poniente, cual boca de un horno, reverbera. Manuel José Othón (c 1890)

La inundación

El canto del Usumacinta (Fragmento)

Mundos rotos, barcazas, heridas en el pecho del río; y un olor como a selva concentrada; un hedor incipiente y una aguda parvada de gritos en la cumbre del paisaje maltrecho.

Mirando el río de aquellas tardes junté las manos para beberlo. Por mi garganta pasaba un ave, pasaba el cielo. Mirando el río di poca sombra: todo era mío. Todas pintadas, jamás extintas, son estas aguas, río de monos, Usumacinta. Carlos Pellicer (1947)

El río trajo troncos y lúbricos helechos: la creciente mantuvo mi memoria anegada. La inundación es gris. La niebla húmeda nada entre ruinas y patos y lúgubres desechos.

Tiembla un dolor de siglos en las aguas impuras que arrancaron raíces y carcomieron tumbas, que ahogaron yeguas, potros, jardines y espesuras. Hay un salmo en el viento y un soplo de amargura y donde antes fluía el licor de las rumbas sólo queda el gemido donde el aire supura. Efraín Bartolomé (c 1982)

ILUSTRACIÓNES: Leopoldo Méndez

Todo quiere ser agua, quiere licuarse la montaña entera ... Aún las cumbres más altas miran el agua y tiemblan ... Agua descomunal de pronto herida por una breve mariposa roja: una roja palabra una sola palabra incandescente en la garganta sin fin de la montaña.


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AGUA VIVA REDES dustrias Pesquera y Acuícola (Canainpesca), detalla los principales conflictos estructurales que enfrentan los agentes de este sector:

POLÍTICA DE ESTADO,

CON PLANIFICACIÓN DE LARGO PLAZO, EXIGE CANAINPESCA

FOTO: Antonio Arango

• Pérdida de competitividad, dumping, sobre explotación, conflictos del sector

Lourdes Edith Rudiño

L

a pesca enfrenta problemas verdaderamente serios, que sólo podrán comenzar a resolverse con una política de Estado que ordene en principio una investigación sobre la disponibilidad de los recursos, de la biomasa, en los mares y en las aguas interiores, para así tener herramientas de planeación a cinco, 10 o 20 años y definir qué

quiere el país de este sector, qué volúmenes se pueden capturar sustentablemente en cada especie y cuánta gente puede depender de él. Y hace falta que el Ejecutivo dé instrucciones precisas a los funcionarios responsables para conducir a la pesca a las metas, con acciones tales como la vigilancia y control, que hoy no se ejercen adecuadamente pues cuando por ejemplo se dan mil permisos de pesca, en los

hechos entran dos mil o cinco mil o más. La situación es crítica, si se considera que Alberto Cárdenas, titular de la Secretaría de Agricultura (a cargo de pesca) no ha tenido siquiera tiempo para otorgar audiencia a los industriales pesqueros desde abril, “a pesar de que entonces nos prometió que nos reuniríamos cada cinco semanas”. Rafael Ruiz Moreno, presidente de la Cámara Nacional de las In-

a) Una capacidad de captura limitada, debido a la sobre explotación de muchas especies, como el camarón rosado, la jaiba y la lisa, por parte de pequeñas lanchas que se multiplican sin vigilancia ni control y pescan en los lugares de reproducción y crecimiento de los peces (zonas lagunarias y estuarinas y los ríos y sus desembocaduras), rompiendo así los ciclos biológicos y depredando. Hay un serio conflicto de captura ilegal y de uso de artes prohibidas, como las charangas y los tapos que predominan en las lagunas. b) El Ejecutivo tiene la responsabilidad constitucional de administrar los recursos naturales, pero está incapacitado pues requiere investigaciones científicas confiables, y el ente que debe realizarlas, el Instituto Nacional de la Pesca, “está atado de manos”, tiene una plantilla mínima de investigadores que se están jubilando y no se da entrada a jóvenes; está impedido de crear nuevas plazas. “En dos o tres años se va a quedar sin investigadores (...) Tiene un sindicato que lo limita para licitar investigaciones (...) Está muy rezagado, sin capacidad de respuesta para aplicar medidas de recomposición de políticas y manejo de los recursos”. c) La industria, la pesca de altamar, se encuentra descapitalizada, con

Territorialidad en disputa: la pesca ribereña en el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas Sofía Medellín y Mauricio González

L

a dimensión del mar deja una sensación de inmensidad que dificulta imaginar cómo, en él, diversas prácticas y simbolismos configuran territorialidades particulares. Dadas sus cualidades naturales y los aprovechamientos que en él se practican, esta territorialidad se construye con base en numerosos componentes y multiplicidad de actores, haciendo de sus fronteras líneas borrosas y permeables en constante cambio y tensión constante. Una breve mirada a uno de los actores que aquí nos interesa, los pescadores ribereños, devela parte de la complejidad de estos territorios: en el mar es posible delimitar áreas, constatar corrientes y aprovechar sitios que varían por temporadas, que fluctúan día con día e implican usos y regulaciones que dan forma a los aprovechamientos y al propio territorio acuático. Por ejemplo, las regulaciones pueden estar dadas por las temporadas de veda que los propios pescadores se imponen cuando alguna especie pesquera es aún juvenil, como sucede en la ribera baja del río Palizada, Campeche, o delimitar zonas de pesca femenina en partes bajas del Canal del Infiernillo, como hacen los seris en Sonora.

No obstante, muchas veces esos usos, marcados por la presión del mercado y la creciente competencia en el esfuerzo pesquero, generan prácticas extractivas que ponen en riesgo a ciertas especies y con ellas al conjunto de los ecosistemas marinos. Una respuesta del Estado a este problema han sido las Áreas Naturales Protegidas (ANP) que, nutriendo aún más la complejidad y disputa por la territorialidad pesquera, declaran como zonas de protección especial ciertos espacios en los que prescriben y prohíben diferentes prácticas, afectando directamente la actividad de los pescadores ribereños. En muchos de los casos las prohibiciones han resultado en un ejercicio interesante para la protección de especies en peligro de extinción; en otros, son la punta de lanza de la coerción del Estado hacia sectores empobrecidos, o peor aún, muchas veces detonadores de conflictos sociales, como en el caso de la Reserva de la Biosfera Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, donde se ha prohibido pescar en su territorio al pueblo cucapá, pues forma parte de la zona núcleo de dicha reserva, promoviendo confrontaciones no sólo de este pueblo con los aparatos conservacionistas del Estado, sino al interior de los propios cucapá.

limitado acceso al financiamiento –pagando injustamente experiencias negativas de la banca de desarrollo (FIRA, Nafin) que ha perdido en créditos otorgados a comercializadores ajenos al sector pesquero pero que se dicen parte de él— y no está en condición de mejorar sus ingresos vía precios; lo debe hacer vía volumen, pero el problema es que la depredación limita las capturas. Con algunas excepciones, como la sardina que obedece a tendencias cíclicas, los precios de las diversas pesquerías están deprimidos, por sobreoferta. En el caso del camarón, los principales consumidores, los estadounidenses, han dejado de acudir a restaurantes por sus problemas fin ancieros, y con ello ha bajado su demanda en 30 o 40 por ciento. d) Afectada por la carestía, la población mexicana ha bajado sus consumos de pescado, incluso del atún que es la proteína más barata y que ha estado presente en la dieta nacional de forma importante. “El país no tiene circulante y la gente está sustituyendo sus consumos por sopas Maruchan”. e) Evaluaciones de la Canainpesca muestran que la pesca mexicana enfrenta rezagos competitivos frente al exterior, por razones tales como la falta de infraestructura. “No se ha hecho un muelle desde 1979 o 1980”. Se observa asimismo, en el caso del camarón, que producto de China y en general de Asia llega a los mercados mexicanos a precios bajos, debido

Efectos contraproducentes. En muchas ocasiones los efectos de un ANP se hacen presentes desde la misma declaración de zona de protección especial, generando un movimiento inverso al promovido por dicha figura: donde hay ANP hay riqueza de recursos naturales, por lo que el otro lado de la moneda de la prohibición, es decir, el apetito, se vuelca sobre dichas zonas, desatando extracciones furtivas y consolidando mercados negros, como el de pepino de mar en el Mar de Cortés, especie protegida en peligro de extinción pero comercialmente muy rentable. El problema de aprovechamientos pesqueros sustentables es sumamente complejo, pero no garantizar la apropiación de las ANP, en el amplio sentido de la palabra, por parte de la población local es auto sabotaje. La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas contempla dentro de sus mecanismos de operación la participación de la población en diferentes dispositivos, como en diagnósticos participativos, consultas o consejos asesores; sin embargo, en este contexto, dichos mecanismos revelan parte de sus límites: la participación de la población se hace a la manera de quien la promueve y hasta donde el promotor quiere o puede, dejando de lado muchas demandas que no son competencia de la institución que los impulsa. La territorialidad del mar está en disputa, pero también lo está la oportunidad de producir nuevas formas de participación, unas cada vez más radicales y articuladas con las normatividades locales, unas donde la protección especial se ejerza desde las comunidades, desde abajo.


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AGUA VIVA REDES a que tienen financiamiento y pagan tasas de interés bajas, cuentan con mayor infraestructura, costos de larvas más baratos, y adicionalmente ejercen dumping y utilizan químicos que hacen crecer a los camarones sin enfermedades pero que implican potenciales daños a la salud de los consumidores. f) Los operadores de las aduanas no tienen la capacidad, conocimiento ni tecnología para detectar dumping o productos nocivos. g) La flota atunera mexicana –que ha sobrevivido a pesar de ataques serios, como el añejo embargo atunero impuesto por Estados Unidos, el cual sigue vigente de facto— está amenazada porque compite por el recurso en mares internacionales con barcos, principalmente españoles, que usan dispositivos ilegales y capturan atunes juveniles, disminuyendo los volúmenes disponibles. h) Hay problemas con las leyes. Por ejemplo con la Ley de Navegación que aplica normativas igua-

les a los barcos mercantes que a los pesqueros –con exceso de documentación y procedimientos engorrosos en cada arribo a los puertos—, a pesar de que los primeros entran y salen sólo cada cuatro o cinco meses, y los segundos pueden hacerlo cada 15 o 20 días. “Además de que nos tienen catalogados en el mismo renglón a los barcos de altamar y a las embarcaciones menores y nos cierran los puertos por cualquier viento, lo cual nos resta competitividad. (...) Estamos pidiendo cambios a la ley desde hace 25 años”. i) La actividad de PEMEX en el Golfo de México ocurre desplazando a la pesca y contaminando la región, a tal grado que la captura de camarón rosado en Campeche sumó 22 mil toneladas en 1983 y hoy apenas llega a dos mil 200, mientras que en el mismo golfo, al norte, la actividad petrolera de Estados Unidos, mucho más intensa que la mexicana, tiene mecanismos de concerta-

ción con su industria pesquera que permiten una captura sana de altamar. Los barcos de altura de EU pescan 150 mil libras de camarón descabezado, contra 60 o 70 mil de los mexicanos. j) Los precios de los insumos están fuera de lo aceptable. La industria paga 4.84 pesos por diesel, que es su principal costo de operación, y “para que sigamos pescando, para que no paremos, requerimos un precios de 3.50 pesos”. Ésta es la demanda de subsidios que hace la Canainpesca a la Secretaría de Agricultura. Rafael Ruiz considera que el gobierno federal debe sentarse a dialogar con los agentes de la pesca “y darle la importancia que merece esta actividad, que tiene gran potencial, que tiene tanto litoral, tanto recurso, y que debe fortalecerse para ejercer así la soberanía del mar. No quisiera que en un momento dejáramos de pescar algo y que otro país pida permiso para hacerlo”.

PÁTZCUARO: SIMBOLISMO Y

DECLIVE DE UNA ACTIVIDAD TRADICIONAL

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a pesca es una actividad productiva y simbólica en el lago de Pátzcuaro, que se realiza desde hace más de dos milenios. Los pueblos donde se concentran los pescadores todavía conservan su identidad cultural, el conocimiento tradicional del lago y de las prácticas y técnicas que mejor se adaptan a su ecosistema lacustre. Sin embargo, el deterioro ambiental está unido inexorablemente a un declive de su economía y de su organización comunitaria. El lago de Pátzcuaro se encuentra a dos mil metros de altura, en la parte más elevada de la cordillera neovolcánica de Michoacán. Se asienta en unas 10 mil 737 hectáreas y, debido a que es una cuenca cerrada, su existencia depende de la lluvia anual. La expansión demográfica y la diversificación de actividades, así como diversos proyectos de desarrollo regional, generaron numerosas consecuencias contraproducentes. Durante los 25 años pasados fenómenos como la deforestación, la expansión de la frontera agrícola, la erosión, el azolve del lago, la proliferación de maleza acuática y la contaminación por descargas residuales han deteriorado el lago y han afectado las pesquerías. El lago sigue perdiendo profundidad por la continua llegada de azolves; islas como Jarácuaro han dejado de serlo y puede ocurrir lo mismo con Janitzio. También está el deterioro de la calidad del agua, como resultado de la pobre infraestructura que deriva directamente el agua residual al lago. El tipo de pesca que se realiza es tradicional y de ella depende directa o indirectamente la economía de bue-

FOTO: Julio Márquez

Eduardo López Ramírez y Sergio Vargas Velázquez

na parte de los habitantes de la zona. Existen 14 especies de peces, diez de las cuales son nativas y cuatro introducidas. Una acción que ha tenido un enorme impacto negativo fue la introducción de especies exóticas. Todavía hace poco se seguía promoviendo la introducción de la carpa, a pesar de que es de bajo precio, cinco pesos el kilo actualmente, y genera enturbiamiento del agua y efectos negativos sobre las especies nativas como el pescado blanco, que es de alto valor comercial (200 pesos el kilo). La pesca es artesanal, por las artes de pesca utilizadas y por las características y destino de los productos capturados. Los pescadores del lago utilizan chinchorros, redes agalleras y mariposas: las simbólicas warómutakuecha. Permitir que los fotografíen con estas artes les resulta más rentable que usarlas en la pesca. Para frenar el deterioro del lago y de las pesquerías, se empezó a regular el uso de las artes de pesca. En abril de 1998 el gobierno federal decretó una veda temporal para la captura de todas las especies de peces y anfibios en el lago, del uno de marzo al 31 de mayo de cada año. Para los pescadores esta disposición pasó inadvertida. La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inició entonces inspecciones para hacer cumplir la veda y decomisó redes prohibidas. Entre ese año y 2007 se observó un mal manejo de la relación de la Profepa con los pescadores, la percepción de éstos de que son engañados, enfrentamientos y detenciones. La conclusión es que el lago sigue deteriorándose y, con él, la identidad y organización comunitaria de los pescadores tradicionales.

Acuacultura, agroindustria y la pesca ribereña del sur de Sonora M. Gabriel Hernández García

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as comunidades de pescadores ribereños asentadas históricamente en la costa sur de Sonora, y habitadas en su mayoría por miembros de la tribu mayo o yoreme, enfrentan actualmente las consecuencias adversas de dos modelos de producción impuestos en los recientes 60 años por el Estado y por las élites económicas: 1) A partir de los 40s, las políticas de canalización, desmonte e irrigación convirtieron a los valles del Yaqui y del Mayo en dos enclaves estratégicos para la consolidación del modelo agrícola inspirado en la Revolución Verde. Miles de hectáreas de desierto costero fueron devastadas para dar paso a cultivos comerciales como algodón, trigo, sorgo y cártamo, entre otros. En los municipios de Cajeme, Benito Juárez, Etchojoa y Huatabampo se construyeron sistemas de drenes que empezaron a desplazar aguas residuales con altos contenidos de agrotóxicos hacia mar abierto, bahías, esteros y ensenadas. La contaminación de cuerpos de agua terminó por provocar el descenso de importantes volúmenes de biomasa acuática y de diversas especies como las tortugas marinas y la totoaba. Los ecosistemas costeros pronto se vieron afectados, impactando sargazos y pastos marinos. Por otro lado, bahías importantes para la productividad pesquera como Yavaros, Agiabampo y El Tóbari empezaron a azolvarse, debido a las miles de toneladas de tierra y otros sedimentos que fueron arrastrados por los drenes. 2) Hacia mediados de los 90s, el aumento en la demanda internacional de productos marinos como el camarón indujo a empresarios a invertir en la construcción de granjas camaronícolas. Los últimos reductos de vegetación terrestre colindante con las zonas de litoral fueron desmontados para dar paso a estanques destinados a la reproducción y engorda de camarón en cautiverio. Grandes extensiones de manglar fueron devastados y en los “canales de salida” se empezaron a verter, una vez más, aguas residuales con una importante presencia de sustancias agresivas a los ecosistemas costeros, como la calhidra. Pérdida de especies. En conjunto, estos modelos productivos provocaron el descenso de la productividad en la pesquera ribereña, que ha sido notable en los 15 años pasados. Muchas especies prácticamente se han dejado de ver en la región, como el jurel, el pargo y la sierra. Para capturarlas, los pescadores tienen que desplazarse a zonas más alejadas y de mayor profundidad marina, incrementándose la inversión en combustibles. Sin embargo, no todos tienen acceso a motores y embarcaciones propias para realizar este tipo de incursiones. Esto se ha traducido en una diferenciación social asimétrica entre quienes tienen acceso a créditos para adquirir equipos de pesca adecuados a las nuevas condiciones y quienes carecen de recursos. Aunque con excepciones, los primeros suelen ser los “guateros” (coyotes o intermediarios) yoris (blancos) y los segundos, los pescadores yoreme. Ahora sólo pueden vivir entre agosto y octubre de la pesca, en los tiempos de la “zafra” de camarón. El resto del año, las vedas administrativas y ecosistémicas les obligan a buscar nuevas estrategias de sobrevivencia. Muchos pescadores libres y representantes de cooperativas coinciden en señalar que se están enfrentando a condiciones inéditas: ante una situación de empobrecimiento acelerado, ahora deben alternar la pesca con el trabajo como jornaleros agrícolas. Algunos otros han tenido que empezar a experimentar el fenómeno de la migración nacional y trasnacional.


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Medidas propuestas por Andrés Manuel López Obrador a nombre del Movimiento Nacional en Defensa de la Economía Popular, el Petróleo y la Soberanía Nacional. Presentadas a los legisladores del Frente Amplio Progresista en la Cámara de Diputados, el 4 de noviembre de 2008. Frente a la pretensión de seguir utilizando al gobierno y al presupuesto en beneficio de una minoría, proponemos un programa de defensa de la economía popular para proteger a la mayoría de los mexicanos. Concretamente se propone crear una bolsa de 369 mil millones de pesos, que se obtendrían de reducir el gasto y los privilegios de la alta burocracia, así como utilizar el dinero no pudo ejercer el gobierno usurpador por ineptitud y falta de capacidad. Este fondo se utilizaría de la siguiente manera: 1. Establecer precios de garantía en beneficio de productores rurales y subsidios a fertilizantes y otros insumos, para lograr la soberanía alimentaria y dejar de importar lo que consumimos. 2. Deben construirse tres refinerías para dejar de importar las gasolinas, el diesel y otros petrolíferos. 3. Implementar un programa de construcción de caminos de concreto para crear empleos, donde se utilice más la mano de obra y no la maquinaria. Caminos de concreto en las cabeceras municipales de zonas marginadas. 4. Impulsar la industria de la construcción para reactivar la economía y generar empleos, mediante la introducción de agua potable, drenaje, pavimento, escuelas, centros de salud, espacios recreativos y deportivos, en localidades del medio rural y en colonias populares de las ciudades. 5. Poner en marcha práctica un amplio programa de mejoramiento y de construcción de vivienda. 6. Aplicar la pensión alimentaria para todos los adultos mayores. A de los 65 años de edad en zonas indígenas y de mayor pobreza del campo y la ciudad. 7. Entregar de inmediato sus ahorros a los trabajadores ex braceros. 8. Otorgar becas mensuales de medio salario mínimo a todos los discapacitados pobres de México. 9. Apoyar a madres solteras para que sus hijos no abandonen la escuela. 10. Entregar útiles escolares gratuitos a los alumnos de educación básica (preescolar, primaria y secundaria) de escuelas públicas. 11. Becar a todos los estudiantes de

nivel bachillerato de escuelas públicas. Con 500 pesos mensuales a los alumnos que obtengan calificaciones de 6 a 7.5; con 600 pesos a los que obtengan de 7.5 a 9; y con 700 pesos a los de más de nueve. 12. Garantizar el ingreso de todos los jóvenes a las universidades públicas. La meta es que no haya rechazados y lograr 100 por ciento de cobertura. Esto implica mayor presupuesto a las universidades públicas. 13. Convertir en realidad el derecho constitucional a la salud. Deben otorgarse atención médica y medicamentos gratuitos a todos los mexicanos que no cuentan con seguridad social. 14. Ampliar el programa de leche Liconsa a más familias, manteniendo el mismo precio. 15. Instalar con urgencia comedores o cocinas populares en las zonas más pobres del campo y la ciudad. 16. Bajar de inmediato los precios de las gasolinas, el diesel, el gas y la energía eléctrica. 17. Frenar la pérdida del poder adquisitivo del salario y de los ingresos de la población en general. Deben congelarse los precios de los siguientes alimentos, productos y servicios: tortilla, pan, agua, leche, huevo, frijol, lenteja, arroz, aceite, carne de res y de cerdo, pollo, café, azúcar, pastas, teléfono, transporte público, medicamentos, renta de vivienda, colegiaturas, predial y peaje de carreteras. 18.Proteger los Fondos de Pensiones de los Trabajadores. En los últimos meses, las Afores han perdido 53 mil millones de pesos por la crisis financiera y la irresponsabilidad de poner los ahorros en el mercado especulativo. En cambio, las administradoras financieras reportaron ganancias de 11 mil millones de pesos por el cobro de onerosas comisiones. Es necesario que el Estado recupere el manejo de los fondos de retiro de los trabajadores. Es el momento de cambiar, en definitiva, la política económica que sólo atiende a los privilegiados de siempre. Urge utilizar todos los instrumentos del Estado, en particular el presupuesto público, para apoyar y proteger al pueblo en estos tiempos difíciles. Si el Congreso aprueba este Programa de Defensa de la Economía Popular, es posible enfrentar el sentimiento de frustración y la incertidumbre que prevalece, creando un ambiente de seguridad, de aliento y de esperanza al pueblo de México.

REDES DE RESERVAS:

ESTRATEGIA PARA RECUPERAR RIQUEZAS MARINAS Andrea Sáenz-Arroyo

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lguien recuerda el recurso que inspiró el establecimiento de la mayor parte de los pueblos en Baja California?; fueron las ostras perleras, una especie muy rara de la que hoy sabemos muy poco. Documentos históricos indican que los bancos o placeres perleros del Golfo de California sostuvieron una explotación por más de tres siglos. Informes de increíbles abundancias costeras eran seguidos años después por reportes de colapsos y viceversa, lo cual ilustra la capacidad del recurso de recuperarse en forma natural. Sin embargo, en 1874 dos buzos, un Italiano y un alemán, trajeron al puerto de La Paz las primeras escafandras, que les permitieron el acceso a los bancos profundos. Cincuenta años después la pesquería de perlas colapsó y jamás se pudo recuperar. Áreas protegidas. Aunque algunas especies como las ostras perleras requieren de esfuerzos complejos y costosos como el repoblamiento o la reintroducción, muchas otras están aún en posibilidad de ser recuperadas en forma “natural” por medio del establecimiento de Áreas Marinas Completamente Protegidas o Reservas de No Pesca. Éstas se colocan en sitios dentro del área pesquera y su funcionamiento se basa en preceptos muy simples: si dejamos que se recuperen las especies dentro de la reserva, crecerán más grandes y producirán más huevecillos que serán exportados a los sitios pesqueros, y siempre habrá una población o semillero que permita a las especies recuperarse en forma natural después de un colapso. Existen algunos ejemplos en el mundo que han demostrado que hacer una “red” de estos sitios de protección dentro de las zonas de pesca permite recuperar las poblaciones dentro y fuera de las reservas. Un caso es el de pescadores de almeja negra de las islas Fiji, en el Indopacífico que decidieron cerrar más de 30 por ciento de su territorio y en tan sólo

cuatros años, observaron 13 veces más almejas en los sitios cerrados y cinco veces más en los abiertos a la pesca. El interés del pueblo. En el Golfo de California apenas comenzamos a desarrollar estas reservas como parte de algunas estrategias de manejo pesquero. Ejemplos se encuentran en el Parque Nacional Cabo Pulmo, en el Parque Nacional Bahía de Loreto, en la Reserva de la Biosfera Isla San Pedro Mártir o en la Isla Natividad. En todos estos sitios las comunidades han puesto en marcha sistemas de áreas de reservas para evaluar si son económicamente viables y si pueden ayudar a recuperar la riqueza que solían tener los mares. Lo interesante de todas estas estrategias es que es la propia comunidad la que ha decidido emprender la marcha para restaurar sus ecosistemas. El camino para que este instrumento funcione es aún muy largo pero está lleno de esperanzas. Los estudios indican que para que los sistemas de refugios realmente funcionen es necesario establecer hasta 40 por ciento del área como zona de reserva. Es obvio que se necesita compensar a los usuarios de alguna forma para no cargar el costo de la conservación a la gente más necesitada. Sin embargo, la globalización de los mercados representa una oportunidad para que sociedades más ricas puedan compensar localmente a los pescadores por medio de instrumentos interesantes como el pago por servicios ambientales. El camino es largo pero, como dice el refrán, “al mal paso, darle prisa”, así que más vale generar pronto refugios antes de que muchas otras especies sufran colapsos como el experimentado por la madre perla, y que su recuperación natural sea prácticamente imposible. Para mayor información sobre el uso de reservas completamente protegidas como instrumento de restauración ecológica, ver www.cobi.org.mx

ILUSTRACIÓN: V. Suteiev

PROGRAMA PARA LA DEFENSA DE LA ECONOMIA POPULAR


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FOTO: Enrique Pérez S. / Anec

LA PAROTA:

El agua convertida en energía • Pros, contras y alternativas a las grandes presas FOTO: Comisión Federal de Electricidad

AGUA VIVA

ENFRENTAMIENTO DE CINCO AÑOS

Rodolfo Chávez

• Negocios de extranjeros vs tierra y agua para campesinos

Lourdes Edith Rudiño

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FOTO: Comisión Federal de Electricidad

a construcción de la presa hidroeléctrica La Parota, en Guerrero, se sostiene como plan firme a pesar de casi cinco años de confrontación entre las comunidades y ejidos dueños de la tierra por un lado y la Comisión Federal de Electricidad (CEF) y los gobiernos federal y estatal por el otro. Lo que está en juego es mucho; desde la autoridad se observa el negocio, pues el proyecto, de grandes magnitudes, con cortinas con una altura de 162 metros, está previsto para construirse en cinco años e implicaría una inversión de mil 200 millones de dólares; participarían bancos extranjeros como el alemán Deutche Bank y varios españoles, así como grandes constructoras y proveedores de maquinaria y equipo trasnacionales. Desde los campesinos –cuatro comunidades, con Cacahuatepec como principal, 19 ejidos y una propiedad privada, la mayoría en el municipio de Acapulco—, la inundación prevista de 14 mil 213 hectáreas implicaría el desplazamiento de 25 mil personas, y también la desertificación y anulación de capacidad agrícola de poblados en las faldas del lugar que ocuparía la presa, lo cual dañaría a 75 mil personas. Rodolfo Chávez Galindo, miembro del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (Cecop), señaló en entrevista que, a diferencia de otros proyectos de presas, aquí hay una situación ejemplar por la organización y espíritu de lucha de los campesinos para impedir que los despojen de sus tierras.

Pero estos cinco años han sido de mucho desgaste económico y sicológico y de desgarre del tejido social de los pueblos, la CFE ha “maiceado” a los comisariados de los núcleos agrarios y ha provocado conflictos internos, incluso intrafamiliares, pues algunos por momentos están de acuerdo en que se haga la presa, pretenden recibir dinero por sus tierras y se pelean con la mayoría opositora. ¿Cómo empezó todo? En enero-julio de 2003, sin avisar, sin pedir permiso de los campesinos, sin que hubiera un decreto de expropiación –como no lo hay ahora mismo–, la CFE hizo trabajos propios para la presa (tiró miles de árboles, excavó para desviar el río, instaló un campamento para guardar dinamita y llevó decenas de computadoras). Cuando al fin los campesinos fueron informados por la CFE que allí instalaría una presa y que “ustedes no pueden hacer nada pues esto es un asunto federal”, replicaron: “será todo eso, pero esta tierra es mía (...) y allí el 28 de julio empezó nuestro movimiento” social. Para cumplir en fachada un requisito de la Ley Agraria, entre 2004 y 2005, relató Chávez, la CFE promovió asambleas ejidales y comunales amañadas para conseguir el aval campesino a la presa. Hubo ocasiones en que personas muertas o emigradas pasaron lista; otras en que se impidió el acceso a los opositores declarados al proyecto, y una más donde mujeres y niños fueron encañonados por cientos de policías que “resguardaban” una asamblea de Cacahuatepec. Además estas asambleas se hicieron con violaciones claras a la ley: fuera de

los núcleos agrarios, incluso de sus municipios, y en lugares muy lejanos; sin quórum, y sin pase de lista. Y hubo allí casos de enfrentamiento con extrema tensión donde “hemos visto riesgos de Atencazos o Oaxacazos”. Asambleas nulas y postura internacional. El tribunal agrario 41 de Acapulco recibió las denuncias campesinas y eran tan evidentes las violaciones, que decidió echar abajo todas esas asambleas, todas y cada una. A ello se suma que la CFE está demandada penalmente y por daños ambientales, y una reacción internacional impresionante: el Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA) tomó nota del caso en 2006 y determinó que la presa no beneficiaría en nada a las comunidades y que las autoridades están violando sus propias leyes (las agrarias) por lo cual debe “cancelarse” el proyecto; el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), deliberó sobre el caso en Ginebra y concluyó que el gobierno mexicano debe respetar los derechos de los indígenas y campesinos sobre sus tierras. Los relatores de Vivienda, Asuntos Indígenas y de Agricultura de la ONU emitieron un pronunciamiento en sentido similar, la directora de Amnistía Internacional y la Alta Comisionada de Derechos Humanos han dado también la razón a los opositores de La Parota. Decisiones claras. Rodolfo Chávez comenta que la férrea decisión campesina de defender sus tierras se hizo muy explícita en una asamblea de Cacahuatán el 12 de agosto de 2007 –que resultó legal para todos, pues fue convocada tanto por el comisariado legítimo como por otro espurio que apoya la presa–; allí representantes de la CFE hablaron del proyecto y también lo hicieron expertos en temas de agua, presas, energía y comunidad, convocados por el CECOP. “Como se determinó que la asamblea sería por usos y costumbres, se dijo que allí Cacahuatán debería tomar decisiones, y la gran sorpresa fue que todos, unos 3 mil 500 opositores y 800 que antes habían sido afines a la presa, votaron en contra del proyecto (...) Esto es lo que estamos diciendo desde entonces en todos los foros y nuestra gran demanda es que se cancele el proyecto”. A pesar de todo lo transcurrido, y de que los campesinos tienen cuatro amparos para frenar el acceso de la CFE a la zona, técnicos de esta paraestatal y de otras instancias gubernamentales siguen haciéndose presentes –empezaron a construir carreteras, los frenamos, y ahorita pretenden hacer una del poblado de San Isidro Gallinero a Concepción, para allí pasar a Las Parotas, donde quieren construir la cortina. “Y a cada rato buscan entrar en los ejidos de Los Arroyos y los Huajes, y dicen que la presa va. Que ni siquiera tendría que haber más asambleas, porque el gobierno tiene derecho a expropiar. Eso crea mucha tensión en la gente.” La obcecación por la presa no tiene una justificación social, comentó Chávez. Oficialmente se dijo primero que la obra supliría necesidades de energía de Acapulco, “cuando ésta es la ciudad más iluminada del país”, luego se afirmó que sería para Guerrero, después que para el sur de la República y luego que sería para el centro. “O sea, nunca han dicho la verdad. En la asamblea del 12 de agosto, la gente que sabe de energía nos informó que en México hay un excedente de 48 por ciento de capacidad instalada de generación eléctrica –que sirve de apoyo ante contingencias, y ello supera el 27 por ciento de la media global–. La intención real, la hemos escuchado en Guatemala. Lo que fue el Plan Puebla Panamá y que ahora se llama Proyecto Mesoamericano, tiene programadas más de 300 presas de aquí a Panamá y se busca generar un gigantesco mercado de energía eléctrica, no para la región, sino para Estados Unidos, en particular para Texas y California. O sea grandes planes que se llevan entre las patas a quien se les pone en frente. ¿Dónde están los derechos humanos?”

Gustavo Ampugnani

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esde hace un siglo el agua se utiliza para producir electricidad. Sistemas hidráulicos permiten hoy generar una quinta parte de la oferta mundial de este insumo. Sin embargo, las centrales hidroeléctricas con presas de cemento y grandes pantanos provocan severos efectos negativos para el medio ambiente y sociales. Para producir electricidad más acorde con la protección ecológica se deben construir estaciones más pequeñas o minicentrales con turbinas accionadas por una parte de la corriente de agua de un río. En un escenario alternativo de producción y consumo de energía que Greenpeace promueve en México, denominado “[R]evolución energética”, la energía hidroeléctrica debe limitarse a centrales pequeñas (menores a 10 megavatios) hasta totalizar 20 mil megavatios de generación para 2050. Aunque el potencial de utilización del agua para generar electricidad en México es aún mayor –la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía estima un potencial de 53 mil megavatios–, las grandes hidroeléctricas deberían ser fuertemente restringidas. Existen dos grandes tipos de centrales hidráulicas para generar electricidad: Centrales a filo de agua, también denominadas “centrales de agua fluyente o de pasada”, que utilizan parte del flujo de un río y operan en forma continua porque no tienen capacidad para almacenar agua; no disponen de embalse. Y centrales de embalse, que son las más comunes; utilizan un embalse para reservar agua e ir graduando el líquido que pasa por la turbina; pueden generar energía durante todo el año si disponen de reservas suficientes. En el caso de las centrales de embalse, que son las más utilizadas en México, el requisito principal para la generación de energía es crear un embalse artificial para que el agua que será desviada por un canal de descarga o una tubería llegue hasta la turbina. Contaminación en las hidroeléctricas. Debe tenerse en cuenta que las grandes presas son una fuente de emisión de gases de invernadero, pues los depósitos y su construcción emiten toneladas de metano. Dañan regiones agrícolas, alteran ecosistemas, destruyen su patrimonio cultural y hay un desplazamiento de comunidades, las cuales casi nunca reciben una remuneración por los daños ocasionados. Greenpeace considera que las grandes hidroeléctricas que están en operación deberían seguir funcionando, aunque también habría que realizar estudios exhaustivos sobre sus impactos sobre la biodiversidad, y de comprobarse sus efectos negativos, tendrían que desarrollarse planes de desmantelamiento progresivo, tal como sucede en Estados Unidos. Por último, habría que limitar la participación de las grandes hidroeléctricas en el porcentaje de las energías renovables que se utilizan (como alternativa a los combustibles fósiles), así como en las metas para el mediano plazo. Esto, para no concentrar en una sola tecnología los esfuerzos e inversiones encaminados a fuentes renovables, pues hay que explorar otras como la solar, geotermia, biomasa o eólica. Director de Campañas de Greenpeace.


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AGUA VIVA CONTAMINACIÓN PETROLERA DE AGUAS Y TIERRAS • Luchando para que PEMEX asuma responsabilidades

Carlos Beas Torres

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esde hace más de cien años se vive una guerra callada y sorda que enfrenta a comunidades indígenas, poblados de pescadores y núcleos campesinos contra la contaminante industria petrolera. El escenario comprende principalmente del sur de Tamaulipas hasta las costas de Campeche, es decir una amplia porción del Golfo de México, aunque también se extiende a la región del Istmo de Tehuantepec en la vertiente del Pacífico y en menor medida a zonas de Nuevo León, Colima y Guanajuato donde existen instalaciones petroleras. Despojos de tierras, asesinatos y agresiones, contaminación de aguas y suelos, lluvia ácida, siniestros con su secuela de muerte y destrucción, arrasamiento de economías y culturas locales, son los principales impactos de la más importante industria del país sobre la vida de comunidades y ejidos. A principios del siglo pasado, en plena época porfirista, poblados enteros en el norte de Veracruz fueron arrasados para que compañías como la Huasteca Petroleum construyeran sus campos petroleros; en la zona de Acayucan las comunidades indígenas nahuas y popolucas fueron despojadas de sus tierras y brutalmente reprimidas, para ahí establecer el imperio

del inglés Pearson. Ya desde aquella época ocurrieron los primeros gigantescos siniestros como el que provocó gravísimos daños ambientales a la Laguna de Tamiahua. Si bien en 1938 la industria petrolera fue nacionalizada, su trato no cambió sustancialmente hacia la sociedad rural. En nombre del desarrollo nacional el campo mexicano sufrió todo tipo de agravios y afectaciones. Durante muchos años la principal empresa del país, Petróleos Mexicanos, careció de las más elementales políticas de responsabilidad social y ambiental y su trato hacia las comunidades y ejidos se caracterizó por desprecio y prepotencia, ejemplo de ello son los campesinos mixes de Boca del Monte, Oaxaca, que aún recuerdan que hace 50 años las cuadrillas de trabajadores se introdujeron de manera violenta y burlona a sus tierras, y tumbaron casas y árboles para construir un sistema de ductos. A mediados del siglo pasado, cuando se expandió la industria petrolera hacia el sureste del país y se construyeron los gigantescos complejos petroquímicos, estos agravios y afectaciones se multiplicaron. En Tabasco se denunciaron numerosos despojos de tierra, y la creciente contaminación de suelos, lagunas, ríos y arroyos, afectó al rico sector agropecuario, que se basaba en el cultivo de plátano y cacao. El medio rural

en poco tiempo fue casi totalmente devastado. Fue precisamente en ese estado donde se generó el primer gran movimiento de campesinos y pescadores en contra de los impactos negativos de PEMEX; a mediados de los 70s surgió ahí con fuerza el Pacto Ribereño, integrado por agricultores, pequeños ganaderos, pescadores y campesinos chontales, quienes se movilizaron principalmente para demandar el pago por daños provocados por la paraestatal. En Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Campeche y en el norte de Chiapas han tenido lugar importantes movilizaciones con la demanda de pago por daños a cultivos y cuerpos de agua, es decir las afectaciones ambientales propias de la industria petrolera. Tan sólo en Tabasco se contaban en 2003 más de 66 mil campesinos con reclamos no atendidos. Ante la falta de una adecuada respuesta gubernamental, se observa un movimiento radicalizado donde los campesinos tabasqueños han llegado en ocasiones a cerrar el acceso a pozos e instalaciones de PEMEX, y han debido soportar la represión gubernamental. La respuesta de la sociedad rural a los impactos de la industria petrolera ha sido diversa y ello ha dependido de la historia misma de cada región, sin embargo la demanda que ha predominando ha sido el pago por afectaciones y daños

ocasionados por siniestros o por la contaminación que acompaña la operación de la industria petrolera. En Tabasco la inconformidad se expresa con tomas de pozos y cierre de caminos, pero también se ha recurrido con cierto éxito a la vía legal. A raíz de una grave explosión que mató a varios, la Comisión de Derechos Humanos de Tabasco promovió acciones legales que incluyeron por vez primera una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la cual derivó en una recomendación que sólo fue acatada parcialmente por PEMEX. En el sur de Veracruz, principalmente en la cuenca del Río Coatzacoalcos, han sido constantes y muy graves las afectaciones de PEMEX, pero los reclamos de pescadores y campesinos han sido débiles y aislados y se han limitado al pago de daños económicos, aunque recientemente grupos ambientalistas como Greenpeace han hecho acciones importantes para la remediación de las afectaciones al entorno. En Campeche los daños ocasionados por PEMEX han dado lugar a numerosas reclamaciones, pero también a una importante y novedosa iniciativa, ya que pescadores y campesinos de la Península de Atasta construyeron con presión social un modelo de coinversión, y obligaron a PEMEX a aportar recursos con el fin de mitigar y remediar los daños ambientales, y también para financiar infraestructura comunitaria y proyectos agropecuarios y pesqueros. Este modelo funcionó varios años, pero el divisionismo que trajo la intervención de los partidos políticos terminó destruyéndolo.

Conflictos territoriales entre el turismo náutico y la pesca ribereña Karla Cruz-González Zamora y M. Gabriel Hernández García FOTO: Hernán García Crespo

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as comunidades y campos pesqueros de la costa de Sonora, entre Guaymas y Hermosillo, son amenazados por el modelo de desarrollo turístico que desde hace 20 años se ha impuesto de manera avasalladora en el Golfo de California. La belleza paisajística de la mezcla mar y desierto es objeto de deseo de inversionistas y especuladores que fraccionan y promueven la construcción de desarrollos inmobiliarios y hoteleros. En los años recientes se ha hecho común en esta región la presencia de familias estadounidenses, principalmente de Arizona, que desarrollan actividades de turismo náutico y pesca deportiva en diversos parajes marinos de la costa colindante con la Sierra del Aguaje, como las bahías de San Carlos, Guaymas, Bacochibampo y alrededor de varias islas. Una consecuencia de la especulación inmobiliaria fue la privatización ilegal e ilegítima de espacios de playa pertenecientes a la zona federal marítima terrestre, lo cual genera conflictos territoriales y de aprovechamiento de los recursos naturales entre las comunidades pesqueras de La

Manga, El Esterito, El Tomate y Piedras Negras y otras que se fundaron a lo largo del siglo XX, y los propietarios y prestadores de servicios turísticos. Gran parte de los problemas ocurren por las prohibiciones que imponen los dueños de las marinas náuticas y terrestres, hoteles y restaurantes para el acceso hacia algunas playas, esteros y bahías como la de San Carlos. Estos espejos de agua, además de ser utilizados para la pesca de algunas especies de escama y crustáceos, eran usados para actividades post-pesca como el desviscerado, e incluso para

Una experiencia istmeña. El impacto de la industria petrolera en la sociedad rural del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca es evidente. Primero con el tendido de ductos, después con la construcción de la refinería en Salina Cruz y posteriormente con la creación del puerto de Salinas del Marqués. En 1988, 1999, 2001 y 2007 ocurrieron graves siniestros en la parte central del Istmo, que ocasionaron la muerte de varias personas y la contaminación de ríos, lagunas, arroyos y zonas de cultivo. A partir de 1999 la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI) impulsó un movimiento comunitario para exigir a PEMEX el pago y la remediación del daño ocasionado por los siniestros; ante la cerrazón inicial de la empresa, los ejidos de la zona se movilizaron cerrando el acceso a ductos y plantas de bombeo, se decomisó maquinaria pesada y vehículos y se demandó penalmente a los funcionarios responsables de los daños. Seguramente PEMEX sufrirá cambios profundos en los próximos años; uno fundamental deberá ser modificar su trato hacia la sociedad rural: deberá asumir con seriedad su responsabilidad ambiental y social. De otra forma esta guerra silenciosa y sorda se prolongará, ya que la gente ha demostrado no estar dispuesta a seguir soportando las afectaciones, los daños y la prepotencia de una industria que dice ser de todos los mexicanos. UCIZONI-MAIZ

las transacciones comerciales con los intermediarios. Tanto las bahías como los esteros son espacios históricamente privilegiados para los pescadores por su gran biodiversidad, por su importancia en la reproducción de especies, por ser zonas de refugio frente a fenómenos climatológicos adversos y por ser fuente importante de abastecimiento para el autoconsumo de las comunidades cercanas. Estos cuerpos de agua están altamente deteriorados y contaminados debido a las actividades turísticas. Algunos miembros de cooperativas y pescadores libres han denunciado cómo se han destruido algunos esteros para dar paso a la construcción de la marina de San Carlos. Señala un pescador apodado El Caimán, quien habitara un campo pesquero llamado El Tomate, desalojado recientemente por los dueños estadounidenses de la marina de San Carlos: “[…] la problemática con los dueños de la marina, que administra una gringa, empezó por los años 90s. Ella no nos deja ‘atarrayar’ y nosotros decimos, qué derechos tiene ella, quién le dio la concesión de la bahía; si hasta cobra por estacionar los yates y se supone que el mar es libre, es de quien lo trabaja. El pescador trabaja el mar desde tiempos antiguos, no es de los gringos”. Muchos pescadores y sus familias experimentan la incertidumbre de no saber si al día siguiente existirán aún sus comunidades, pues es claro que la consolidación de mega proyectos de desarrollo turístico, como la Escalera Náutica, amenazan con transformar a la pesca ribereña en una actividad marginal.


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AGUA VIVA INJUSTA Y DESTRUCTIVA LA RELACIÓN DE LAS CIUDADES CON EL CAMPO Lourdes Edith Rudiño

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entro de una dinámica global, que se ha acelerado con el neoliberalismo afecto a la urbanización salvaje, las ciudades de México han establecido una relación metabólica con el campo cada vez más injusta y destructiva, en que se toman recursos rurales –alimentos, tierras, aguas, aires de los bosques, minerales y energías–, se procesan industrialmente, se usan y se devuelven transformados en inútiles o contaminados. Y los principales problemas se observan en dos factores interrelacionados: desechos sólidos (basuras industriales, municipales y hospitalarias) y el agua, que es “robada” por las ciudades de radios cada vez mayores. El daño ambiental que de esto resulta es de los más graves del mundo, muy similar al que ocurre en China. Andrés Barreda, director del Centro de Análisis, Información y Formación Popular (Casifop), destaca esta situación con el ejemplo de la ciudad de México –que se replica en el resto de grandes urbes del país– y hace un recuento desde el gobierno de Álvaro Obregón, cuando la capital comenzó a traer agua de la entonces zona indígena de Xochimilco para atender necesidades de la colonia Condesa, y luego, con Miguel Alemán, “empezó en el Valle de Toluca a robar agua otomí y hñahñú” por la vía del proyecto Lerma I, para seguir con el Lerma II, y después, en los 80s, comenzó con el Sistema Cutzamala a afectar el poniente de ese valle hacia la frontera con Michoacán y Guerrero y dañar a los mazahuas, al mismo tiempo que empezó a sacar agua de Tlaxcala e intentó infructuosamente tomarla también de Morelos –no pudo porque está a mil 200 metros sobre el nivel del mar y tendría que bombearla a costos altos. Ello ha “generado mucha mortificación en el campo”. La ciudad de México y la corona de ciudades que la rodean (Toluca, Atlacomulco, Tulancingo, Tula, Apizaco, Tlaxcala, Puebla, Atlixco, Cuautla, Cuernavaca), con alrededor de 32 millones de habitantes en total, provocan cada vez mayor escasez y contaminación, con acuíferos declinantes y ríos que se secan. La población rural sufre y se enferma. Dentro de los cuatro sistemas hídricos que metabolizan las aguas de la gran ciudad está el par de Lermas, que salen del este de Toluca hacia Querétaro y luego a occidente al Lago Chapala para conectar con el Río Santiago y desembocar en Nayarit. “Este río, el Lerma-Santiago, es de los más contaminados del planeta (...) es sabido que en Salamanca, Guanajuato, se incendia por la cantidad de químicos que transporta, y en El Salto, Jalisco, saca todos los desechos del complejo maquilador de Guadalajara con una brutal cantidad de toxinas de industrias químicas y electro informáticas (...) Los niveles de cáncer en El Salto son nueve veces superiores al resto del país y los de espina bífida y deforma-

ción al nacer están ocho o nueve veces arriba del promedio nacional”. El segundo de esos sistemas hídricos es el que involucra al Río Atoyac, que topa con los escurrimientos del cerro de la Malintzin y llega a la presa de Valsequillo, para luego derivar hacia el Río Balsas, por el sur de Puebla. “Allí se juntan las aguas quimicalizadas de la industria de la mezclilla –incluida la empresa de Kamil Nacif— junto con las aguas negras de San Martín Texmelucan, lo cual produce sustancias cancerígenas. Además de que el agua de la zona es robada por 13 parques industriales. Tan sólo en uno la planta de la alemana Volkswagen tiene adentro 20 pozos de agua gigantescos, pues la construcción de cada auto consume 450 mil litros de agua, y en 40 años que lleva asentada allí la empresa ha producido siete millones de autos. Complicidad de los gobernantes. El despojo y contaminación de agua, dice Barreda, afectan incluso la dieta campesina. Antes en esta región de Puebla las niñas salían con sus redes a pescar ranas, ajolotes y camarones a los ríos de la montaña. Hoy el agua está a cien o 250 metros de profundidad porque se ha sobre explotado. Y las autoridades se muestran apáticas e insultantes. “En la presa de Valsequillo nació el año pasado un niño con 25 dedos por mutación genética; el Gober Precioso, Mario Marín, dijo que era porque el pueblo se dedica al incesto”. En el tercer sistema hídrico de la ciudad de México –el del Río Apatlaco, que pasa por la mitad de Cuernavaca, se junta con el Río Tembembe y luego con los escurrimientos de Tepoztlán y de Yautepec para unirse después con el Río Cuautla y terminar en el Amatzinac, que desemboca hacia el Río Balsas— se observa “la complejidad del metabolismo”. En el municipio de Tetlama hay un tiradero a cielo abierto desde hace 30 años que sirve a Cuernavaca; éste afecta las aguas que escurren del Río Apatlaco hacia el poblado de Alpuyeca, y aquí además se detectó un entierro ilegal de capacitores con ascareles. Entonces el pueblo, con 12 mil habitantes, tiene más de cien casos de adultos con cáncer y están presentes las deformaciones genéticas. Por último, está el sistema que recibe todas las aguas negras que salen por el norte de la ciudad de México y que pasa por el Valle del Mezquital y terminan en el norte de Veracruz, en el Río Pánuco. Este río “lleva todo el excremento de 22 millones de personas”. Cero registro del daño. No obstante la gravedad del asunto, “nadie está midiendo el metabolismo completo que la ciudad de México realiza”, y el problema se complica por los programas de construcción al vapor de “casitas Auschwits”, que suman 20 o 35 metros cuadrados y que en Tijuana incluso han llegado a diseñarse con 16 metros cuadrados. Tan sólo en el norte de la ciudad se construyeron 400 mil en seis años. “Todos los lugares donde se

ILUSTRACIÓN: Casifop

• Agua y basura, elementos críticos en el metabolismo de los recursos • Advierte Andrés Barreda de la privatización silenciosa del agua

El irracional metabolismo del agua en la corona de ciudades Observaciones: Los colores en el mapa muestran, al modo del metabolismo de la circulación sanguínea, las entradas de agua limpia (abasto) en rojo y las salidas de agua sucia (desagües) en azul. Asimismo, se muestran las zonas de reserva de agua para la corona en verde y las zonas críticas de descargas tóxicas de agua en amarillo. Fuente: Casifop

construyen las unidades habitacionales, en Tecámac, Coacalco, Chinalhuacán, Zumpango, Teotihuacan, los acuíferos están bajando escandalosamente de nivel, y se arrojan las aguas negras directamente sobre la cuenca de los ríos. Esto se observa perfectamente en la unidad que va creciendo por miles al sur de Cuernavaca, llamada Arroyos de Xochitepec; las aguas negras van a la cuenca del Apatlaco afectando al pueblo de Alpuyeca”. Vicente Fox promovió la construcción de 1.5 millones de estas minicasas y Felipe Calderón se propuso otros 6 millones para replicar la política de sobreproducción de vivienda de España, incluso con las mismas constructoras de ese país y de Estados Unidos. Estas unidades generan un daño adicional: impiden que el agua de lluvia se filtre al subsuelo, debido a la pavimentación, “y donde esto se ve muy fuerte y lamentable es en la última zona disponible de recarga de acuíferos de la ciudad de México, en el pie de la Sierra Nevada, en la carretera, Chalco, Nepantla, Cuautla, y en un proyecto absurdo de carretera Lerma-Tres Marías, que es promovido por Carlos Hank Rohn, que traza una zeta y que busca establecer unidades habitacionales en zona de bosque”. Destrucción ecológica monstruosa. Andrés Barreda subraya que ya de por sí el calentamiento global está volviendo difícil la vida campesina –pues provoca tormentas, inundaciones, cambio de ciclo de lluvias y reducción de precipitación—. El metabolismo mencionado viene a ser un nuevo jinete del Apocalipsis y ha sido documentado y denunciado en 14 casos ante el Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA). “El TLA se impresionó. Nunca se imaginó que encontraría lo que ha visto en México, una destrucción ambiental de las más grandes del mundo, que no está siendo consignada y de cuya magnitud no se tiene conciencia, aunque las luchas de los pueblos estallan cada vez más”. Para Barreda, los tratados de libre comercio –que ven como ventaja las mínimas regula-

ciones y que dan manga ancha a empresas nacionales e internacionales—aunados a la corrupción ambiental “han creado condiciones geopolíticas únicas de destrucción ambiental en México, y creo que ya el país está compitiendo con China en eso”. Ante la situación, la Secretaría de Medio Ambiente se lava las manos en todos los asuntos, dice que no son federales sino estatales o locales y hay una complicidad brutal de la dependencia con la Comisión Nacional del Agua, con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, el Instituto Nacional de Ecología, las comisiones estatales de agua y los organismos operadores. “Todos consideran que lo que vivimos es el precio de la modernidad e ignoran el descontento fenomenal y las luchas de los pueblos por pozos de agua, en contra de basureros o de instalación de nuevos supermercados –que magnifican la basura– etcétera, luchas que por desgracia están hasta ahora dispersas, pero que en una suma inicial, no profunda, que hicimos (el Casifop) en la ciudad de México y su corona de ciudades alcanzan por lo menos el número de 80”. Privatización silenciosa. Andrés Barreda alerta que la alternativa que da el Estado frente a la contaminación del agua es la de rescatar las cuencas de los ríos Apatlaco, Atoyac y Lerma, por medio de la construcción de plantas de tratamiento, que son extremadamente caras, de unos 15 millones de pesos cada una, “y están hablando de construir tan sólo en Puebla y Tlaxcala más de 170. Con ello lo que se busca es privatizar los organismos operadores de agua, por medio de la entrada de capital de trasnacionales (Veolia, Vivendi, Enron Suez) a estos planes de plantas tratadoras. Es la misma estrategia de la Comisión Federal de Electricidad: no se privatiza la infraestructura de todo el organismo, sino de las partes nuevas, no las viejas presas hidroeléctricas, sino sólo las nuevas plantas de cogeneración. Así está privatizada 47 por ciento de la generación de electricidad”.


LOS FILOS DEL AGUA MORIRSE DE SED

AL BORDE DEL AGUA USOS DEL AGUA EN MÉXICO. DISTRIBUCIÓN EN PORCENTAJES

10%

14%

Industrial

76%

Abasto Agricultura público

DISPONIBILIDAD ANUAL DE AGUA POR HABITANTE EN MÉXICO (EN METROS3)

4,547

Promedio nacional

1,897 24,674

Norte, centro y noreste

Chiapas

MILLONES DE HABITANTES ABASTECIDOS SEGÚN FUENTE DE AGUA EN MÉXICO

25%

Aguas superficiales

75%

Agua de acuíferos

MILLONES DE HABITANTES CON Y SIN AGUA POTABLE EN MÉXICO

86%

Con agua potable

14%

Sin agua potable

MILLONES DE HABITANTES CON Y SIN DRENAJE EN MÉXICO

22%

Sin drenaje

78%

Con drenaje

Lorena Paz Paredes

L

a distribución natural del agua es muy desequilibrada en México: aunque el promedio nacional es de cuatro mil 547 metros cúbicos per cápita al año –una disponibilidad intermedia–, en el norte, noreste y centro se reduce a mil 897 –categoría extremadamente baja–, mientras que en el sur es muy abundante, por ejemplo en Chiapas llega a 24 mil 674 metros cúbicos. El norte, noreste y centro –donde vive 77 por ciento de la población, se produce 85 por ciento del PIB nacional y se ubica 90 por ciento de la irrigación y 70 por ciento de la industria del país– corresponde al 65 por ciento árido o semiárido de nuestro territorio, pues capta apenas una quinta parte del agua de lluvia. En cambio, el sureste, con menos de 20 por ciento del territorio, tiene siete veces más agua que el resto del país, pero ahí sólo viven 23 de cada cien mexicanos y aporta apenas 15 por ciento del PIB. O sea que hay menos agua en las regiones de mayor actividad económica e industrial y donde se concentra la mayoría de los mexicanos; y en cambio, en la zona con menos desarrollo y población, abunda el agua, pero paradójicamente ahí viven muchas comunidades sin agua potable, las más pobres y marginadas. Y es que las grandes ciudades y las actividades agrícolas e industriales se han desarrollado en regiones planas del norte, más aptas para la urbanización y la agricultura en gran escala y cercanas a mercados estratégicos, aunque haya poca agua, y no en zonas arrugadas por una orografía difícil como en el sur-sureste, donde sin embargo abundan las lluvias. Polarización que obliga a que en las zonas secas se tenga que extraer agua del subsuelo o captarla, almacenarla y llevarla hacia áreas naturalmente desfavorecidas mediante costosas obras hidráulicas. En México llueve muy disparejo, el norte recibe apenas 25 por ciento de toda la precipitación pluvial mientras que el sur capta 40.5. Por eso en una parte del territorio se padecen sequías, y en otra, inundaciones y deslaves. Pero el país tiene una gran riqueza en ecosistemas acuáticos: 11 mil 122 kilómetros cuadrados de litoral y, gracias al agua de lluvia que no regresa a la atmósfera por evaporación, 15 mil de lagunas costeras y 29 mil kilómetros cuadrados de cuerpos de agua interiores. Deforestación y estrés hídrico. No sólo por los caprichos de Tlaloc sufrimos escasez de agua en algunas regiones, también nosotros hemos contribuido a un fuerte estrés hídrico. Principalmente por la deforestación, que afecta el ciclo del agua pues al eliminar vegetación hay menos lluvia para recargar fuentes subterráneas, los escurrimientos arrastran suelo provocando azolve de ríos y lagos, lo que altera la calidad del agua. México es el quinto país en el mundo que más superficie boscosa pierde, pues la deforestación avanza a una tasa promedio de 22 por ciento anual. De 2000 a 2005 se perdieron 13 millones de hectáreas de bosques templados y cuatro millones de hectáreas de bosques tropicales. Infraestructura hidráulica. En México tenemos cuatro mil presas que contienen cerca de 150 kilómetros cúbicos del vital líquido, que se suman a los 14 kilómetros cúbicos de almacenamiento natural en lagos y lagunas, y que ayudan

a equilibrar la disponibilidad y demanda de agua. Por su capacidad, destacan las grandes presas del Pacífico sur y de la frontera sur, en los estados de Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán. Estos colosos hídricos sirven a la producción agrícola y piscícola, controlan inundaciones, generan la energía que requiere la tercera parte de la población nacional y abastecen del líquido a uno de cada cinco mexicanos. Pero son también una pesadilla socio-ambiental: por los embalses se inundan ecosistemas y desecan terrenos fértiles ocasionando pérdida de cosechas y destrucción de entornos naturales y culturales. Además de que con frecuencia su edificación va acompañada de violentos desplazamientos de comunidades. Pese a ello, la Comisión Federal de Electricidad prevé construir más de una cincuentena de nuevas presas. Algunas ya están en curso y enfrentan fuerte oposición de las poblaciones aledañas, como Itzantún en Chiapas, Tacotalpa en Tabasco, Boca del Cerro en el Usumacinta, San Juan Tetelcingo sobre el Balsas, y La Parota en Guerrero. Acabando con la riqueza hídrica del subsuelo. El 35 por ciento del líquido que usamos en México es de origen subterráneo, acuíferos que en las zonas áridas pueden ser la única fuente de abastecimiento. De ahí proviene 70 por ciento del agua que abastece a 75 millones de personas: 55 millones en las ciudades y 20 millones en el campo. Del resto, 33 por ciento se usa en la agricultura con extrema ineficiencia (la tercera parte de la superficie irrigada del país depende de pozos) y 62 por ciento en la industria.

El derecho humano al agua Lorena M. Peralta Rojas En 2002 el Comité DESC (Derechos Económicos, Sociales y Culturales) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emitió la Observación General Número 15 para facilitar a los Estados el sentido de sus obligaciones en materia de agua. Allí declara que este recurso es un bien común, público, social y cultural. Y ofrece elementos para hacer una defensa integral del agua como derecho humano: Disponibilidad: La provisión del agua para todas y todos debe ser continua, de manera tal que sea suficiente para el consumo, el uso personal y el uso doméstico. Calidad: Es necesario que el agua para consumo humano, personal y doméstico sea limpia, libre de microbios o sustancias tóxicas que dañen la salud de las personas, y ello se comprueba cuando el agua tiene un color, un olor y un sabor que no se puede rechazar, aceptable. Accesibilidad: El agua, las instalaciones y los servicios deben estar al alcance físico y económico de mujeres y hombres de cualquier sector, clase social, etnia, religión, preferencia política, etcétera; no debe haber discriminación. Acceso a la información. La accesibilidad tiene que ver con el derecho a que la gente solicite, reciba y difunda información estadística, de investigación, de obras, de políticas públicas o de cualquier otro tipo que tenga que ver con la cuestión del agua. Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, OP.

ILUSTRACIÓN: Edgardo Mendoza Romero

TEMA DEL MES

Pero, según la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), de los 653 acuíferos, 104 están sobre explotados y 16 salinizados. Aparte de la extracción desmedida, la falta de recarga se debe también a la desviación de los cursos de agua, la deforestación, la erosión y la pavimentación que impiden la infiltración al subsuelo. El resultado: estamos acabando con la reserva de aguas subterráneas a un ritmo cercano a seis kilómetros cúbicos por año. Contaminación. Hay poca agua dulce y la estamos ensuciando pues muchas fuentes superficiales y del subsuelo están contaminadas por agroquímicos, por desagües de industrias (principalmente de la cañero-azucarera y de la petrolera que arrojan arsénico e hidrocarburos) y por las descargas urbanas de aguas negras. Hay varios tipos de contaminación: la bacteriológica, ya superada en países desarrollados, aquí es muy grave debido a la falta de drenaje y tratamiento de aguas residuales y es causa de enfermedades de la piel y males gastrointestinales, estos últimos la segunda causa de muerte infantil. Sin embargo, en 2002, solamente 22 por ciento del agua utilizada recibía algún tratamiento: un cuarto del agua residual urbana y 15 por ciento de la industrial. La contaminación inorgánica se forma de metales compuestos como el arsénico (un potente cancerígeno), el plomo, el mercurio o los nitratos. Se produce por actividades industriales o por procesos naturales de erosión del suelo que liberan estos contaminantes en fuentes de aguas superficiales o subterráneas. Los primeros efectos por consumo de agua contaminada con arsénico en México ocurrieron en la Comarca Lagunera, donde se ha desarrollado una agricultura forrajera hídricamente muy demandante, que sobre explotó de forma brutal los acuíferos, ocasionando una elevada concentración de arsénico en el agua potable (hasta 0.500 miligramos por litro) y miles de casos de cáncer. La contaminación orgánica proviene de hidrocarburos de gasolina, desechos industriales, pesticidas agrícolas, solventes o desengrasantes, vertidos en mantos freáticos, ríos, lagunas, manantiales, mareas y océanos, a los que se suman los drenajes urbanos que descargan casi 231 metros cúbicos por segundo de aguas residuales. Es ésta la toxicidad más extendida y costosa de tratar. En su Programa de acción de salud ambiental, la Secretaría de Salud, afirma que “la zona sureste del país –Chiapas, Oaxaca y Guerrero–, y los estados de Hidalgo y Veracruz, (tienen) problemas graves por contaminación bacteriológica del agua. La zona centro-norte del país –Chihuahua, Durango, Coahuila, San Luis Potosí, Guanajuato e Hidalgo— (...) por contaminación con arsénico. Los estados de Aguascalientes y Zacatecas (...) por flúor y en los estados de Aguascalientes, Chihuahua y Guanajuato se reportan concentraciones fuera del límite permisible para radioisótopos alfa. Los estados de Baja California, Baja California Sur, Colima, Sonora y Veracruz presentan problemas de intrusión salina por la sobre explotación de los acuíferos”. Y según la Semarnat, en 2000 el 90 por ciento de la población vivía en regiones hidrológicas con problemas de contaminación de agua.


Visión del Grupo de Estudios Ambientales (GEA) sobre el agua: El agua es vida El agua es sustento fundamental de la vida y componente principal de la dinámica planetaria. Como hijos de la Tierra, no podemos posesionarnos de ella sino honrarla como el fluido que nos vitaliza. El agua es un bien común limitado y compartido por todos los seres vivos del planeta. El agua ha de ser reconocida como un bien común, escaso y compartido por todos los seres vivos del planeta. Su flujo no tiene fronteras; es mar, nube y lluvia, y luego manantial, torrentera y río, y de nuevo mar cada mañana. El agua es un derecho que deben garantizar las instituciones públicas. El acceso equitativo al agua de calidad adecuada es un derecho básico de todos los seres humanos. Hacerlo valer es tarea esencial de todas las personas y las entidades que salvaguardan el bien común. Garantizarlo es deber principal de las instituciones públicas en todos los órdenes de gobierno de cada país; de

los organismos internacionales legítimos y, por supuesto, de las instituciones de cada comunidad humana. El manejo y gestión del agua debe ser corresponsabilidad de los gobiernos y de la sociedad. Como bien común escaso, su manejo cuidadoso, equitativo y sustentable –desde la infiltración de la lluvia hasta la depuración y reciclado de las aguas usadas–, es objeto de corresponsabilidad insoslayable de los gobiernos y de la ciudadanía en toda localidad de la Tierra. Cuidar y manejar el ciclo del agua en cada porción del planeta requiere trabajo que debe ser reconocido, tanto de los guardianes rurales de los bosques y sus manantiales, como de cada equipo humano que procura que el agua circule de buena manera por su territorio. Agua con la aportación económica de todos. Contribución diferenciada, los más ricos pagan más. Para que las cargas de los costos sociales de su manejo se distribuyan equitativamente, es preciso pedir contribuciones diferenciadas a los consumidores: que quienes más tienen, más paguen; que quienes más consumen, paguen más; que las empresas que lucran con el agua

Pero el agua contaminada no nos afecta igual a todos, pues la beben y usan principalmente los pobres de zonas rurales. Por ello en Oaxaca, Chiapas y Puebla, entidades con altos índices de población indígena marginada que padecen fuertes rezagos en agua potable, saneamiento, alcantarillado y nulo tratamiento de aguas residuales, se concentra 40 por ciento del total nacional de enfermedades de origen hídrico. Usos del agua. La agricultura consume 76 por ciento del agua dulce, muy lejos del uso industrial (10 por ciento) y del abasto público (14 por ciento). De los 21 millones de hectáreas cultivables, la mayor parte (14.5 millones) depende del temporal. Pero los 6.5 millones de hectáreas irrigadas aportan 55 por ciento de nuestra producción agrícola y se ubican principalmente en el norte, donde también imperan los agronegocios exportadores de granos, leguminosas y hortalizas. Sin embargo, por la obsoleta infraestructura hidroagrícola se pierde entre 30 y 50 por ciento del agua de riego. En el sur, en cambio, predomina la producción campesina de temporal o con sistemas de riego rústicos. Aunque la industria es la que menos agua consume, genera tanta contaminación como la de todos los mexicanos juntos. Además también aquí se dilapida el recurso, pues de ser mayor el reciclamiento se reduciría el consumo entre 40 y 80 por ciento. Empleo doméstico. Al abasto público se destina 14 por ciento del líquido disponible, pero todavía hay 14 millones de personas sin agua entubada y 22 millones sin alcantarillado. Y al campo le va peor, pues ahí el 32 por ciento de las familias carece de agua potable y el 63 por ciento de alcantarillado. Y la polarización respecto del agua no es sólo entre el México urbano y el rural, también hay fuertes desigualdades por niveles de ingreso. Otro problema es que en zonas pobres el agua se suministra de manera discontinua,

paguen mucho más y contribuyan suficientemente a la conservación de las cuencas, y que quienes la usan para servir al bien común, como los agricultores, paguen cuotas adecuadas por el agua de riego. Por el reconocimiento y valoración de la gestión local del agua que hacen las comunidades rurales. Uno de los aportes más importantes para que todos dispongamos de agua de buena calidad es el de los guardianes de los bosques que alimentan los manantiales y los ríos. Debemos valorar el cuidado de las tierras y la gestión local del agua que sostienen las comunidades rurales, e incorporarlo adecuadamente en el costo del agua. Por una cultura y tecnología de no despilfarro del agua. En toda comunidad humana, desde la menor localidad rural hasta la mayor megalópolis, es apremiante que la conciencia sobre el agua como bien común y escaso se traduzca en más acciones cotidianas para evitar su despilfarro y contaminación. Contamos hoy en día con variadas tecnologías que cada persona, familia y colectividad puede adaptar a sus condiciones particulares.

por tandeo, y en el agro es peor. Así, mientras que 47 por ciento de las viviendas urbanas recibe suministro diariamente, en el campo sólo lo reciben tres de cada 10 familias. A esto hay que agregar que 27 por ciento de hogares carece de agua dentro de la vivienda. Cobertura y tarifas. Por varios motivos la cobertura de agua potable y saneamiento no ha crecido ni mejorado: tarifas que no pagan los costos, ineficiencia, mala operación, corrupción y uso político del suministro. Los municipios, a los cuales desde 1983 se les transfirió la prestación del servicio, se quejan de falta de financiamiento y recursos para cumplir sus funciones. En Chiapas, la región hidrológica más importante del país, menos de 50 por ciento de la población puede abastecerse de agua potable, por el alto costo que significa llevarla a la sierra y Los Altos, donde se ubican cientos de comunidades indígenas con el mayor índice de marginalidad y pobreza. ¿Derecho humano o mercancía? A fines de los 80s comienza a cambiar el modo de regular la distribución y el manejo del agua, hasta entonces basado en una fuerte intervención estatal. En 1989 se crea la Comisión Nacional del Agua, órgano desconcentrado de la entonces llamada Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, que impulsa la participación privada en la operación de los servicios, lo que se profundiza en 1992 con la aprobación de la Ley de Aguas Nacionales. En 1996, en 29 de 32 entidades del país, hay legislaciones que autorizan la participación de capitales privados en el manejo del agua mediante contratos de servicios. Desde entonces y por periodos de hasta 50 años, se otorgan concesiones a particulares para la administración parcial o total de los sistemas de agua, así como para el financiamiento, construcción y operación de plantas de tratamiento o de infraestructura hidráulica. Privatizar o no privatizar: he ahí el dilema. En 2002 cuatro empresas privadas admi-

No a las grandes presas y al control centralizado de la gestión del agua. La gestión del agua mediante grandes presas es manifestación capital del control centralizado e inequitativo de este bien común. Las graves consecuencias en la naturaleza y las sociedades que acarrean las existentes deben mover a ciudadanos y gobiernos a cancelar la edificación de nuevas y a operar alternativas sustentables, de menor escala y controladas localmente de manejo del agua y generación de energía eléctrica. No a la privatización del agua. Privatizar el agua es como privatizar el aire que respiramos. Ceder a empresas privadas la captación, el almacenamiento, la distribución o la comercialización del agua es incompatible con su manejo equitativo. Estamos decididamente en contra de la gestión privada del agua por empresas, de las concesiones sobre derechos del agua a esas entidades, de las reformas legales que privatizan el agua y de las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) sobre servicios que atañen al agua.

nistraban íntegramente sistemas de agua en el país. Los primeros contratos se otorgaron a Ingenieros Civiles Asociados (ICA), Grupo Mexicano de Desarrollo (GMD), y TRIBASA, empresas constructoras nacionales asociadas a trasnacionales del agua como General des Eaux, Severn Trein of Britain, North West Water Group, Lionnaise del Eaux y Anglian Water. Más tarde aparece Ondeo, que abastece a casi siete millones de personas en ciudades como Monterrey, Ciudad Juárez, Puebla, Laredo, Saltillo, Aguascalientes, Piedras Negras y Ciudad Acuña, vinculada a Suez, una de las diez trasnacionales que más agua comercializa en el planeta. En la década reciente, la política nacional hidráulica y de administración del agua se han sujetado a las exigencias del Banco Mundial, que ha condicionado préstamos a la privatización y recuperación del costo total del agua, lo que significa incrementar tarifas y eliminar subsidios. La participación del sector privado en el suministro de servicios del agua, también está considerada en el Programa para la Modernización de Organismos Operadores de Agua (Promagua), que financió el Banco Mundial con un préstamo de 250 millones de dólares. Se trata de que las empresas operen en localidades de 50 mil habitantes o más, donde los “clientes” sí garanticen la rentabilidad de la inversión; quedan fuera comunidades de bajos ingresos, principalmente rurales y población indígena o campesina. El Programa es acompañado por instancias como la Oficina Internacional del Agua (OIA), el Centro Internacional del Ambiente (CIA) y el Centro Mexicano de Capacitación en Agua y Saneamiento (CEMCAS), que representan los intereses de las grandes trasnacionales. En el debate de si debe privatizar o no la gestión del agua, hay aspectos jurídicos –la nueva Ley de Aguas Nacionales, aprobada en

Cosmogonía maya Entonces vinieron juntos Tepeu y Gucumatz; entonces conferenciaron sobre la vida y la claridad, como se hará para que se aclare y amanezca... ¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y desocupe, que surja la tierra y que se afirme!... Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la creación, cuando surgieron del agua las montañas; y al mismo instante crecieron las montañas... Primero se formaron la tierra, las montañas y los valles; se dividieron las corrientes de agua, los arroyos se fueron corriendo libremente entre los cerros, y las aguas quedaron separadas cuando aparecieron las altas montañas. Así fue la creación de la Tierra, cuando fue formada por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, así son llamados los que primero la fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la Tierra se hallaba sumergida dentro del agua. Popol Vuh

Los primeros filósofos griegos llevan agua a su molino Tales, iniciador de la filosofía, afirmaba que (el principio de todo) es el agua, por lo que también declaraba que la Tierra flota sobre el agua. Aristóteles. De Agua nos engendraron a todos, y de Tierra. Y de Tierra y Agua son todas las cosas que nacen y se engendran. Jenófanes. 2004 por el Congreso de la Unión, abona hacia la privatización–, pero también económicos y sociales. Y es que las experiencias de privatización han sido negativas: las empresas no invierten en la red de agua potable y drenaje, ni en el mantenimiento de los sistemas; y tampoco están interesadas en dar servicio a comunidades pequeñas o en zonas de bajos ingresos, pues esto representa altos costos y pocas ganancias. La participación de capitales privados tampoco ha resuelto el problema de financiar la infraestructura hidráulica y no garantiza que los servicios sean de calidad, en cambio sus tarifas son mayores que las de los organismos públicos. En Saltillo, por ejemplo, la empresa Aguas de Barcelona, obtuvo en 2001 la gestión de los servicios de agua potable por 25 años; muy pronto los usuarios se quejaron por el aumento de tarifas. Una auditoria reveló que los cobros indebidos por aumento de tarifas de agua potable ascendían a seis millones de dólares, que la empresa no ha invertido en el mejoramiento de las redes de distribución, y que su respuesta es siempre tardía cuando se le pide atender fugas. Por ello, quienes se oponen a la privatización del vital líquido proponen elevar a rango constitucional el derecho humano al agua, y por tanto el papel del Estado como garante de este derecho y ejecutor de las políticas públicas que hagan posible su cabal cumplimiento. El artículo y sus gráficas provienen de la investigación realizada para el Cuaderno de divulgación sobre género y agua en México, de Mujer y Medio ambiente y Semarnap.

EL AGUA EN EL REFRANERO POPUILAR Lo del agua, al agua • • Debajo del agua mansa está la mejor corriente • • Agua y nieve excesivas no dejan criatura viva • • Cuando se revuelve el agua, cualquier ajolote es bagre • • Déjalas que batan l´agua, que ansina l´an de beber • • Agua blanda en piedra dura, a la larga cavadura • • Poco a poco se le saca el agua al coco • • Que beban agua los bueyes, que tienen el cuero duro • • Agua de mayo, pan para todo el año • • Guárdate del agua mansa • • Quién quita y del agua fría nazcan los caracolitos • • A ver si del agua fría nace un borbollón caliente • • Solitas bajan al agua sin que nadie las arree • • Agua le pido a mi Dios, y el resto a los aguadores • • Por más agua que caiga del alta peña, jamás podrá ser rubia la que es trigueña • • Agua se me hace la boca, de verlas tan coloradas • • Agua por San Juan, quita vino y no da pan • • Agua de las verdes matas/ tú me tumbas/ tú me matas/ tú me haces andar a gatas


13 de noviembre de 2008

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TIERRA SEGURA

ciado el despojo que sufren del agua –pues la presa Villa Victoria aporta cuatro de los 19.5 litros por segundo de agua que conduce el Cutzamala– y reclaman por el secado de sus manantiales y la contaminación de sus ríos. “Antes nos bañábamos en el río Malacatepec, pero ya esto se acabó, porque de la comunidad donde vivo, San Isidro, hacia abajo, ya

resultados, nos topamos con bolitas de 20 o 30 frente a la tienda y están muy molestos. Sospechan que algo está mal. Estamos peleando con nuestra propia gente”. Por eso la CNA y la CFE deberían ser más expeditas. “Aunque las heredamos de nuestros abuelos, no tenemos tierras para nuestros hijos, y ellos entonces se van a Estados Unidos para saciar su hambre, y encuentran riesgos en los cerros, en el desierto”, completa su queja para explicar la desesperación del pueblo, y tercian María Antonia Francisco López y Guadalupe Francisco López, de 60 y 80 y tantos años de edad, respectivamente, que sin falta acuden a las citas en la capital para ser testigos de los trámites que hacen los comisariados, y que también se lamentan. María Antonia dice que su hijo no encontró trabajo en el DF y ya se fue a Estados Unidos. Proyectos y no violencia. Los campesinos, se observa, quieren tener un papel participativo. Y se mueven en la filosofía de “la no violencia”: desde 2004 están reforestando, con plántulas que ellos mismos producen, y la gente del pueblo recibe capacitación.

el agua va contaminada; el Cutzamala echa sus lodos con químicos. Si entramos al río se nos despelleja la piel, nos sale salpullido”, comenta Victoria Martínez Arriaga, denominada Comandanta Victoria, por su liderazgo en el movimiento zapatista mazahua, “en el cual luchamos por tierra, monte y agua, o sea los mismos ideales de Emiliano Zapata”. Los campesinos de Villa Victoria están hoy enfocados a que se les dé certidumbre en la tenencia de la tierra. Quieren que se les indemnice la parte inundada de lo que se les expropió y que en el resto se les certifique la propiedad. Eustacio Silverio dice que la Comisión Nacional del Agua ha realizado trabajos técnicos para definir con claridad el perímetro de la presa, aunque le hacen falta aún detalles, y hay voluntad de la Comisión Federal de Electricidad para considerar esos trabajos y desincorporar, a favor de los campesinos, las tierras que no utiliza la presa. Pero en medio de todos esos trámites, que son tardados y burocráticos, el pueblo espera respuestas prontas. Ya han esperado mucho, años, décadas. Relata José Martinez, del ejido de Sultepec, “cuando vamos y venimos de México, la gente no nos cree, pues no hay

Saben ya cómo colocar las plántulas en las charolas y están conscientes de que plantar y cuidar el crecimiento de un árbol para que sea frondoso –lo cual toma ocho años– permite la captación de 30 mil litros cúbicos de agua al año, además de los beneficios de sombra, oxígeno y leña para uso doméstico”, dice Victoria y comenta que con esto, y con plántula propicia para la región –y con garantía de que el árbol crecerá– logran superar las metas gubernamentales, que son de reforestación anual de cinco o 10 hectáreas en cada ayuntamiento, cuando deberían ser 30, 60 o hasta 80 hectáreas. “En 2007 logramos reforestar 335 hectáreas en Villa Victoria, aunque la meta del gobierno eran 50 y para el año que viene estamos buscando llegar a 500-700 hectáreas”, dice la Comandanta. Asimismo, los campesinos están recibiendo conocimiento técnico que les allega Santiago Pérez Alvarado –luchador social y abogado de los 15 ejidos—sobre producción de hortalizas, tomate, acelgas, espinacas, en condiciones de invernadero, con infraestructuras sencillas de plástico, que les hacen ver que pueden producir más que sus tradicionales maíz y avena con el plus de uso cero de agroquímicos y de

Y QUE NO LES ROBEN SU AGUA: DEMANDA MAZAHUA

Lourdes Edith Rudiño

“N

unca antes habíamos tenido un año como éste”, dice Alberto Mondragón, un mazahua del municipio de Villa Victoria, al momento que cosecha maíz y observa que las mazorcas son pequeñas y precarias. Ocurre que el fertilizante se ha ido al cielo –la urea pasó de 180 pesos el bulto el año pasado a 520 hoy— y los campesinos de la zona no pudieron comprarlo: sembraron confiando en Dios. Lo que viene ahora es que el maíz, que además está amargo, se va a destinar a los pocos borregos y burros que tienen, y las familias campesinas deberán comprar su grano para las tortillas, aunque ahora está a siete pesos el cuartillo (kilo y medio), mientras que hace un año se conseguía a tres pesos, dice Juliana Andrés Santiago, mujer que ronda los 40 años y mantiene seis hijos. Con todo, el principal problema de estos campesinos de Villa Victoria –en general de 15 ejidos, con mil 500 ejidatarios y más de dos mil posesionarios, esto es unas 10 mil personas por lo menos— no es el encarecimiento de los insumos para su autoabasto alimentario. Lo que los tiene en vilo y en un constante ir y venir a la ciudad de México, para gestiones, movilizaciones, plantones y demás, es la inseguridad en la tenencia de sus tierras y el deterioro ambiental que sufren por albergar la presa Villa Victoria, una de las ocho que en el estado de México, Guerrero y Michoacán conforman el Sistema Cutzamala que abastece de agua a la ciudad de México. Eustacio Silverio Mondragón, representante común de los 15 ejidos, explica que éstos (igual que otros 12 núcleos agrarios más del municipio) fueron dotados de tierras entre 1933 y 1937. En 1947 el gobierno federal les expropió 6 mil 40 hectáreas precisamente para instalar la presa –que en principio, entre 1950 y 1980, operó como hidroeléctrica— pero nunca pagó indemnizaciones, y además inundó sólo alrededor de 50 por ciento de la superficie. El resto continuó y continúa en manos campesinas, pero hay mucha incertidumbre. “Moralmente son nuestras tierras, pero formalmente no”, dice José Francisco Crisanto, comisariado del ejido San Diego del Cerrito. “Estamos preocupados, nos espanta lo que cuesta el abono, pero más nos espanta que la tierra no es de nosotros”. Tierra, monte y agua. La región mazahua, ubicada en el noroeste del estado de México y en parte del oriente michoacano, implica 11 municipios, uno de ellos es Villa Victoria. Los mazahuas han ocupado tinta de muchas publicaciones porque desde 2003 han denun-

FOTO: Lourdes E. Rudiño

• Temen por el autoabasto alimentario, pero más por la inseguridad agraria • Emprenden proyectos de hortalizas, reforestación y cosecha de agua en Villa Victoria

FOTO: Lourdes E. Rudiño

AGUA VIVA

poder diversificar y enriquecer su dieta. Adicionalmente están reaprendiendo a construir casas de adobe, “como las que hacían nuestros abuelos”, pues pretenden reconstruir sus viviendas a bajos costos pero “con dignidad” –esto es con espacios separados para recámaras, sala, comedor, “tal como es en la ciudad”–, y están también empezando un proyecto de construcción de cisternas familiares para la cosecha de agua. Todo ello visibiliza que los campesinos tienen la razón de su parte. Que su lucha es justa. Los ejidos de Sultepec, Cedros, San Diego del Cerrito y San Pedro están emprendiendo estos proyectos, y Santiago Pérez prevé allí realizar trámites para agilizar las indemizaciones de las tierras inundadas –sobre todo porque Sultepec tiene un fallo favorable del Tribunal Agrario desde hace ocho años para que se les pague tales tierras–. La intención es que los demás núcleos agrarios se den cuenta de que sí es viable producir allí, rehabilitar bosques y generar riqueza, y sigan el ejemplo de los cuatro mencionados, y que no vayan a terminar malbaratando sus tierras ante cualquier postor. El agua, lucha permanente. La Comandanta Victoria concede la importancia de la certidumbre en la a tenencia agraria, pero reitera la demanda eterna de los indígenas mazahuas: “Cuando construyeron la presa se dijo que tendrían empleo y luz todas las comunidades; ya pasamos al siglo XXI y no se cumplió. Se construyó el Cutzamala y se prometió agua y empleo a todas las comunidades y no fue así. Del agua que conduce el sistema 45 por ciento llega al DF y el resto se desperdicia en fugas en las tuberías que conducen desde la planta tratadora Los Berros (situada en Villa Victoria) hasta el DF. Mientras, el 60 por ciento de las comunidades de esta región no cuenta con agua; hay algunas que están a medio kilómetro de la presa y no tienen agua. ¿Cómo es posible que el gobierno la lleve al DF donde hay riqueza y le resulte difícil trasladarla a 500 metros de distancia? “Hemos hecho recorridos alrededor de las ocho presas del Cutzamala y hemos visto las comunidades en extrema pobreza, que están tomando agua del río, ya no de manantiales porque están secos, y esos ríos están contaminados. Queremos conciencia de la gente, que en el DF también comiencen a hacer cosecha de agua de lluvia, que no nos despojen del recurso, y que aquí nos apoyen, no con dinero, sino con proyectos, para la instalación de letrinas secas –para evitar que las heces fecales vayan a dar a las presas y ríos–, para construir más cisternas de captura de agua (...), para fomentar la producción agrícola. Y que haya ahorro de agua en las ciudades, aunque sabemos que a los ricos eso no les interesa (...)”


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AGUA VIVA

El agua en doce poemas mayas

¿PARA QUIÉNES ES EL AGUA EN GUATEMALA? Katja Winkler

ILUSTRACIÓN: Leopoldo Méndez

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n el contexto de limitación generalizada de los recursos hídricos disponibles, Guatemala muestra un escenario precario, más por su manejo y distribución que por escasez. La contaminación de prácticamente todos sus mantos acuíferos superficiales y la ausencia de institucionalidad y regulación de su uso, enmarcan las perspectivas actuales de la oferta y la demanda en función del interés de monopolios domésticos y trasnacionales –mineros, agrícolas orientados a la exportación, embotelladoras– y de la generación creciente de energía eléctrica. Según el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, la disponibilidad de agua brindada por las tres vertientes mayores del Pacífico, del Atlántico y del Golfo, que abarcan 38 ríos, es de 93 mil 388.49 millones de metros cúbicos, o sea muy encima de la demanda nacional. Sin embargo, cerca de 50 por ciento del país presenta problemas de abastecimiento, sobre todo en los meses de secas; la escasez se concentra en las áreas rurales de población indígena y campesina, así como en las colonias marginales de las ciudades. El segundo consumidor de agua es la agricultura, con mil 886 millones de metros cúbicos por año, para riego principalmente de las ramas cañera y bananera de la Costa Sur y del oriente del país. El humano y el industrial son los de menor consumo. Represión por presas. El principal uso ocurre en las hidroeléctricas, que requieren cuatro mil 511 millones de metros cúbicos anuales. A pesar de las afirmaciones de que la reintegración del agua al ciclo hidrológico no significa un factor de contaminación, los efectos socio ambientales, sobre todo de las generadoras hidroeléctricas de mayor tamaño, son desastrosos. Un ejemplo lo brinda el despojo de la población por el proyecto hidroeléctrico del río Chixoy, financiado por el Banco Mundial; por más de 20 años las comunidades afectadas por la represa han exigido indemnizaciones por los daños causados por la obra durante la dictadura militar. Más de seis mil familias sufrieron la pérdida de sus tierras y modos de sustento, y al oponerse a la reubicación enfrentaron masacres, torturas y secuestros. El reciente plan hidroeléctrico de la represa Xalalá, en el norteño departamento de El Quiché, apunta a la exportación estratégica de mil 550

megavatios de electricidad a vecinos de Centroamérica. El interés de Unión Fenosa y otras empresas extranjeras, de administrar esta central, pasa por encima de decenas de comunidades que abogan sin éxito por una consulta popular en el marco del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Refresqueras expoliadoras. Por el otro lado, el sector industrial que consume agua se compone de compañías embotelladoras y de alimentos, textiles y agroindustriales, así como de “empresas no definidas”. Del total anual de 928 millones 621 mil 73 metros cúbicos de agua consumida por estas industrias, las embotelladoras ocupan 74 por ciento. Más que la pregunta por la calidad del agua que éstas desechan, salta como inaceptable su acaparamiento de fuentes de agua, que deja a las comunidades cercanas sin acceso al líquido. Tal es el caso de Coca Cola FEMSA, segunda embotelladora de la refresquera más grande en el mundo, cuya agua consumida para su producción proviene de fuentes públicas, canjeadas en las esferas sustentadoras del poder. Mientras tanto, la empresa Industria de Café (Incasa), embotelladora de Coca Cola en Guatemala, sobresale por su política antisindical, misma que destaca en empresas distribuidoras guatemaltecas de Pepsi, tales como la empresa Mariposa, o el monopolio de cerveza Gallo, distribuidora de la marca Agua Salvavidas. Las empresas “no definidas” marcan un consumo anual de 209 millones 250 mil 933 metros cúbicos. Es probable que allí figuren los corporativos de extracción minera de capital trasnacional, de fuertes impactos ambientales, principalmente por la acción contaminante sobre el agua de metales pesados y residuos no degradables y altamente tóxicos. Según el Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA), la minería a cielo abierto y el vertido de desechos líquidos son las principales causas de contaminación hídrica. A mediados de septiembre del 2008, el Tribunal efectuó audien-

cias sobre diez casos de demandas, tres de ellos situados en Guatemala: la cuenca del río Itzalá, la cuenca del río Cuilco, y el departamento de San Marcos, en donde opera la empresa Montana Exploradora, de capital canadiense, una de las muchas mineras presentes en este país. Súper contaminantes. De acuerdo con la Comisión Guatemalteca de Normas, los indicadores de contaminantes para los ríos mayores alcanzan valores hasta diez mil veces superiores a los límites permisibles de agua para consumo humano. Valores de alta concentración y por encima de los límites se han encontrado en variables de alta toxicidad, tales como el boro, los nitratos, los nitritos y el plomo. Además del cianuro, que con valores 600 por ciento arriba de los permitidos, corona la fila de sustancias tóxicas en el agua. El cianuro es utilizado en el proceso de minería a cielo abierto, especialmente para la extracción del oro y la separación de los minerales. No obstante algunos casos de relevancia en la gestión local municipal, las presiones sobre el recurso hídrico se asocian directamente con la demanda originada. El nivel de consumo para riego en agricultura, por su ubicación, ciertamente indica que la presión sobre los ríos no proviene de los pequeños productores de alimentos, sino de grandes empresas de agricultura para exportación. Las respuestas ante ello en términos de protección, conservación e inversión estatales han dejado que desear. A pesar de haber recibido un dictamen favorable para la Ley General de Aguas en agosto de 2005, la iniciativa sigue sin aprobación en el Congreso. Y eso que se consideró de urgencia nacional la seguridad de los recursos hídricos frente a la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio Centroamérica-Estados Unidos. Empresas que se opusieron a este proyecto de ley fueron la Coca Cola, mineras varias, Cementos Progreso y Gallo, además de la familia Berger, con participación de capitales en múltiples sectores. Ante los mecanismos de consolidación estatal de las políticas neoliberales, y la facilitación del ingreso y control del capital trasnacional sobre los recursos naturales, a lo más que ha llegado el compromiso de gobierno es a un “Reglamento de las descargas y reuso de aguas residuales y de la disposición de lodos”. Se está dando paso al control oligárquico y corporativo voraz sobre la vida de las personas. Investigadora del Instituto de Estudios Agrarios y Rurales, Guatemala.

Humberto Ak´ abal

COLOR DE LLUVIA La luna se vuelve neblina en la madrugada. –¡Va a llover! Gritan los sembradores. Y en la tarde las nubes tienen color de lluvia EL RÍO El río se retorcía como culebra herida; una sombra extraña caminaba sobre sus aguas. A VECES RÍOS Si llevan agua son ríos. Si no, son caminos.

UKAYIB`AL RE JAB Ri ik` kujaluj mayul pa ri saqirisanik. –Kape ri jab`, kape ri jab`! Kakiraq kichi` ri ajtiko`n. Are chi` kaqaj ri q`ij ri sutz` ke` wachin ukayib` al re jab`. RI NIMA` Ri nima` kutumij rib´ junam ruk` jun kumätz sokotojinaq; jun nonoch` ri man ilom taj kab`in puwi` ri ja`. WENE` E NIMA` We kab`in ja` chupam xa are e nima`. Are we maj, xa are e b`e.

BORBOLLONES Hoy el agua nace a borbollones en mi corazón. Me baña la frescura de un canto.

B`URB`UX Kamik ri ja` kab`urb`ux kel uloq pa ri wanima`. Kin nuratinisaj pa ri ujororem ri jun b`ixonik.

MI ROSTRO En el agua veo mi rostro. No éste que ves. El agua no es espejo. Mi puro yo está más allá de lo que soy.

WACHIB`AL Pa ri ja` kinwil ri nuwachib`al, man are ta wa` ri nupalaj ri kawilo. Ri ja` man are wachib´al taj. Ri qas in k`o naj jela` ri xa in.

XOLSIWAN Ginnnnnn, ginnnnnn, ginnnnn... habla el aire en Xolsiwan. –Va a llover. El cielo está despejado, pero el aire no se equivoca. Y llueve.

XOLSIWAN Ginnnnnn, ginnnnnn, ginnnnn; kach` wa ri kaqiq` pa Xolsiwan. –Kape ri jab`. Puneta saq`ij ri kaj, xa ri kaqiq` man kub` an ta tzij.

LA CATARATA La catarta canta con su voz de monte, desde arriba hacia abajo y se vaaaaa caminando entre el taxcalero hasta terminar llorando.

TURB`ALA` Ri turb`ala` kab`ixonik` ruk` ri roq`ib`al juyub`, kape k`a chikaj k`a pa ikim ku jamrib` kab`eeeeeek, kab`in chuxo`l taq ri taxka`l, koq`ik are jampa` kak` is ri ub`e.

FLORES DE UN RATO Relámpago: fores de un rato, alegrón de cielo. LODAZAL El lodazal se ve feo, pero huele sabroso –a la llovizna le encanta hacer lodo–. Aunque no llueva amanecen húmedos los campos: la noche los moja con su lengua. DERRUMBE La noche se derrumba y la oscuridad cae al fondo del barranco: se hace agua y se vuelve río.

KOYOPA` Koyopa`: kotz`i`j re jun kasach uwach, nitz` kikotem re kaj. XOQ`OL Ri xoq` ol man utz taj kilatajik, xa k` ok` ri uruxlab`, –ri musmul jab` sib` alaj kaqaj chuwach utz kurilo kub`an xoq`ol–. Pune ta man k`o ta jab`, kaqaj ri rexq`ab` puwi`ri q`ayes; ri chaq`ab` kuriq`o ruk` ri raq`. zz U`L Ri chaq` ab` kawulilik b` ik xuquje` ri q`equmal katzaq b ´ik k`a chuxe` ri siwan: chila` kujaluj ja` kujaluj nima`.

Tomado de Aqajtzij (Palabramiel). Ed. Cholazmaj, Guatemala. 2007


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Ofrece el mar exquisiteces culinarias: Marco Rascón

• Posibilidades grastronómicas infinitas con pescados y mariscos • Mitos y mentiras de los medios inhiben el consumo

FOTO: Enrique Pérez S. / Anec

A

pesar de vivir entre dos grandes mares y de que 60 o 70 por ciento de su territorio es marítimo, el pueblo de México es de los que menos consumen pescado, apenas unos seis o siete kilos per cápita al año, contra 45 de los españoles o 70 de los japoneses. De que hay gran variedad disponible, la hay: al mercado de la Nueva Viga en la capital llegan más de 380 especies a lo largo del año y las posibilidades gastronómicas son infinitas, pero parte de este pescado termina transformado en harina para alimento pecuario, de los pollos, y muchos consumidores potenciales se inhiben por mitos tales como que el pescado es caro o difícil de preparar. Quien de ello se lamenta es Marco Rascón, político de izquierda que expandió su fama cuando en el Congreso, con una máscara de cerdo, rebatió a Ernesto Zedillo en su segundo informe de gobierno. Rascón dedica hoy su tiempo y creatividad a dos restaurantes llamados “Peces” (uno en la colonia Roma, donde también tiene expendio de congelados, y otro en San Ángel) y dice que si bien antes sirvió a la sociedad con metralleta, con lucha proletaria y trabajo legislativo, ahora lo hace con mandil y en la mesa. Incongruencias del mercado. Su charla se centra en su conexión con el mar y en las múltiples formas con que le “da vuelta a los sabores del pescado” y logra exquisiteces culinarias. Pero también menciona qué falla, qué falta para promover la cultura del consumo de pescado: “Son localizadas las zonas pesqueras que entran a los circuitos comerciales (Tabasco, Campeche, Tampico, una parte de Sonora, Sinaloa y Nayarit), y el resto se dedica a los consumos locales. Esto por supuesto no responde a las necesidades de un país como México (...) El gobierno de Salinas cometió un gran crimen económico cuando privatizó Productos Pesqueros Mexicanos Tepepan (creada en los 70s) pues se remató toda la red de frío y se frenó la posibilidad de empacar con buena calidad y congelar. Y hoy vemos casos como el de cooperativas pesqueras de Chiapas, que cuentan con una cierta red de refrigeración puesta por el gobierno del estado, pero que no opera porque nadie paga la electricidad y tienen el servicio suspendido”, Asimismo, “tenemos un mercado deformado porque carecemos de vías de comunicación (...) Si en México se hubiera desarrollado los ferrocarriles y el pescado, seríamos otro país, pero nos ganaron los automóviles y los pollos. Deberíamos tener vías férreas, con radiales hacia el centro y también ramales a todas partes para interconectar regiones. A veces lo que se consume en un hotel o en una marisquería o pescadería de Veracruz, Acapulco o Tabasco pisa primero la Nueva Viga y regresa. Deberíamos tener una central como esas en el norte del país, otra en el oriente, otra más en el poniente, para atender las necesidades de la sociedad y fomentar que el pescado debe estar en la dieta”. Campañas negativas. Hay otros factores negativos para la pesca: cuando hay oportunidad de elevar la demanda, como en la Cuaresma, coincidentemente los medios electrónicos difunden casos de marea roja en Acapulco, y entonces el consumo se cae, lo cual resulta absurdo pues ese puertos no aporta nada a la producción pesquera y “la marea roja es simplemente un momento de oxidación de cierta cantidad de algas marinas que propicia que los peces cercanos mueran de asfixia (...) Decir no comas pescado por esta causa es como recomendar ‘no vayas por Tlalpan porque hay un bache’ (...) Yo creo que las malas campañas contra la pesca son generadas por el monopolio del pollo y el huevo”. El interés de Marco Rascón por el mar y la pesca viene de muy atrás: “nací en Naco, Sonora, en el desierto, pero toda mi infancia y adolescencia fue en Chihuahua. Allá hay una nostalgia, una obsesión permanente por el mar; a cualquier pequeño manantial o brote de agua subterránea le llaman brazo de mar;

cuando alguien pregunta ‘¿qué haces?’, es muy típica la respuesta ‘aquí, navegando’. Hay cierto orgullo por los médalos de Salamayuca, que son pura arena (es la Zona del Silencio) pues allí hace varios millones de años fue el Mar de Tetis (...) De muy niño tuve la fortuna de pescar mojarras en la presa de La Boquilla, pero mi primer encuentro con el mar fue en Colima a los 23 años, cuando salí de la cárcel (estuvo prisionero en Chihuahua en 1972-75 por acciones guerrilleras). En la prisión cantábamos canciones relacionadas con el mar, como La Barca de Guaymas (...) Cuando a los presos nos anunciaban quiénes estaban en la ‘cuerda de las Islas Marías’ –esto es los que debían salir en ferrocarril, luego al puerto de Topolobampo y luego a las islas–, había temor, pero también una satisfacción: les gritábamos: ‘¡vas a conocer el mar!’ Y es que el mar siempre es un misterio (...)” Marco Rascón enumera un sinfín de causas por las cuales está deprimida la demanda del pescado en México, entre ellas: la población concentra su atención en pocas especies, como huauchinango y robalo que en su precio rebasan los cien pesos por kilo, cuando hay otras muchas de bajo costo, por ejemplo

Las recetas de Marco En sus restaurantes, Marco Rascón aplica una especie de test para conocer el grado de curiosidad de los comensales. Después de mirar un buen rato la carta, hay muchos que terminan pidiendo lo de siempre: un robalo o camarones, pero después de un año se “atreven” a probar platillos diferentes. Ante retos así, Rascón es creativo. Ofrece propuestas novedosas: “Estoy haciendo una tártara de atún, que es el lomo del atún picado en crudo, con pepinillo, cebolla, un poquito de mostaza de Dijón; se le ponen sus salsas y la gente hace su mezcla. Eso es un plato de cantina, pero de carne molida de res. Aquí es con atún. “Descubrimos las tostadas de pata de marlin, que es el marlin crudo con verduritas, revuelto con aceite de oliva, cebolla morada y un poquito de oréga-

el jurel que, cuando mucho, se vende a 15 pesos el kilo, y con el que “las amas de casa podrían preparar exquisiteces”. O está “el mito extrañísimo” de que sólo se puede comer bacalao o pescado seco en Navidad, cuando hay oferta todo el año, extremadamente nutritivos, y pueden elaborarse muchos platillos como pescado seco con tortitas de papa o combinado con arroz. Además de que no hay esfuerzos desde la industria para impulsar el consumo de pescado –lo cual sería muy útil para nuestra sociedad agobiada por la mala nutrición–: por ejemplo, el calamar que es baratísimo, que se vende a siete pesos el kilo en la Nueva Viga, podría servir de botana para los niños (en lugar de comida chatarra), igual que ocurre en Japón. O frente a la sopa Maruchan, tener la alternativa de una sopa de pescado, a la cual se le agregue sólo agua para poder consumirse. O el charal, que es el alimento más rico en calcio, podría usarse espolvoreado en jícamas o pepinos, también para los niños. Para empujar esto, sin embargo, “es necesaria una directriz del Estado, desde los municipios y desde los gobiernos municipales estatales y federal. Que en los medios de comunicación, en las telenovelas, noticieros, programas de consumo, se ubique al pescado como valor popular, que se difunda la gastronomía de las regiones; en la costa del Pacífico hay una cocina maravillosa y muy sencilla, por ejemplo con asados de calamares, de barracudas, acompañados por salsas y vinos”. Dice Rascón que hay desconocimiento de la población sobre las posibilidades del pescado. En los restaurantes y fondas mexicanas “tenemos ese eufemismo gastronómico que es el filete sol, y que es de pescados diferentes al hauchinango o robalo; son esmedregal, barracuda, pargos, pargos mulatos, cojinudas, jureles, pero los restauranteros no lo dicen porque la gente al oír esos nombres se espanta; dice ‘mejor dame chicharrón’. Pero son especies de bajo precio, 15 o 30 pesos el kilo, y de gran calidad nutritiva”. Oportunidades en medio de la crisis. Especialmente “en este momento de suspenso, recesión y cosas horribles” sería extraordinario fomentar el consumo de especies poco conocidas, pues es relativamente fácil prepararlas. En sus restaurantes “Peces”, Rascón maneja 12 especies, 15 recetas y cinco guarniciones que, combinados, pueden generar 960 platillos, “y hacemos todo al momento. Tengo todos mis preparados listos, y cuando los pescados salen de la parrilla, se les una tantito y se les pone una guarnición. Con esto podemos tener un platillo diferente cada día de tres años. Hay una cantidad de variedades y posibilidades grandísimo”.

no. Queda una tostada como si fuera de pata de puerco, con lechuga y crema, pero con marlin. “Descubrimos los romeritos, otro mito genial de nuestras hortalizas. Los romeritos, que el 99.99 por ciento de los mexicanos sólo los han probado con mole, aquí los escalfamos en agua hirviendo, y se sirven en frío con un poco de arroz transparente, camarones pacotilla, un poco de algas marinas y una vinagreta de salsa de soya con un poquito de aceite. El romerito es una hierbita verde exaltante, crocante, con un sabor acidito finísimo. “Tenemos un platillo de pulpos a las dos tintas. Van con la tinta del pulpo y la del huitlacoche. Quedan negros y se sirven con arroz blanco. “Otra receta es de tlacoyos de frijol, montados con salmón, queso Filadelfia y alcaparras. Queda una mezcla escandinava-mexicana, rosa con azul.

FOTO: Enrique Pérez S. / Anec

Lourdes Edith Rudiño


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FOTO: Danilo De Marco

FOTO: Library of Congress

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PIT II EN EL ZÓCALO • Los calzoncillos de Villa • El parque del general Anaya • Los botones de Guillermo Prieto • Los zapatos de Agustín Carstens

Tania Molina Ramírez

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uando Pancho Villa llegó a Monterrey, reunió a los oligarcas, les mostró unos calzoncillos y les dijo: ‘valen 50 centavos y los están vendiendo a peso. Son una bola de especuladores y ladrones, y doblaron el precio del maíz, trigo y frijol. Tienen 24 horas para bajar los precios a la mitad. Y si no, los fusilo’. Y cuando Villa dice ‘los fusilo’, los fusila”, contó Paco Ignacio Taibo II durante la recién concluida Feria del Libro. De fondo se escuchaban corridos revolucionarios que provenían de la carpa vecina en el Zócalo capitalino. Y los oligarcas de Monterrey, “cuyos apellidos, por cierto, son los mismos de hoy”, bajaron el precio del trigo, frijol y maíz a la mitad, “con todo y que el director del Banco de Londres decía: ‘no tengo nada que ver con los precios de los productos alimenticios’. ‘No importa, lo fusilo también’”, siguió el autor de Pancho Villa, biografía del gran revolucionario. “La izquierda no supo entenderlo (a Villa). En los años posteriores a la revolución, la izquierda se sentía atraída lejanamente por el programa social de Zapata, por la mirada de perro triste, por el Zapata amante de las comunidades y colectivista. Pero a Villa no lo veían, era una especie de bárbaro, bandolero, salvaje, centauro, sin programa social. ¿Un tipo que dejó a la oligarquía en los calzones no tiene programa social? “¿Un hombre que cuando toma el control de Chihuahua vende la carne al 10 por ciento del precio normal? ¿Un personaje que entiende la revolución como la reparación de la eterna injusticia? A la izquierda, desde el punto de vista del marxismo neandertal, le cuesta mucho trabajo entender las fuerzas brutas que vienen desde la plebe. Y al no entenderlo nos privó a una generación como la nuestra de tener al comandante general Pancho Villa. En el 68 teníamos al Che, a Ho Chi Minh, a toda madre, pero no teníamos a Pancho Villa, y me cae que lo necesitábamos. Ahora sí ha vuelto. Vuelve a ser el mismo y amado de una sociedad de desposeídos, afrentados, injuriados por el poder, castigados por la represión, la mentira y el abuso de una

narco burguesía que nos domina. ¡Abusados, cabrones, ahí viene la pinche venganza!” Taibo contó cómo la leyenda negra de Villa (sádico, violento y borracho) prosperó debido al miedo que le tenía el poder a “la fuerza terrible que significó el villismo (...) “Paradójicamente, Villa no bebía. Se aficionó, cuando estaba exiliado en El Paso, a las malteadas de fresa; está bastante lejano de la imagen de un Villa borracho y tequilero. Cuando toma Ciudad Juárez, ordena la destrucción pública de las barricas de mezcal. Toda la ciudad olía a mezcal. “Decretó infinidad de veces la ley seca y algunas veces la mantuvo a punta de pistola. Mandó fusilar a compañeros que se pasaban. La División del Norte era muy peligrosa” para los borrachos. Por otro lado, “Villa podría ser cualquier cosa menos sádico: de una violencia tremenda, a flor de piel, la expresaba con fuerza brutal, pero jamás gozó de la violencia ni abusó”. A pesar de las leyendas, el villismo “sobrevivió en la charla, en la anécdota, en la conversación de padres a hijos (...), pervivió el ‘¡Viva Villa, cabrones!’ en las camisetas, la foto de Villa en las refaccionarias (…) es la resistencia popular contra el intento de destruir la imagen de justicia social que arrastra la División del Norte”. A diferencia de la imagen que se intentó difundir, “Villa era un analfabeto que cuando fue gobernador de Chihuahua fundó 50 escuelas en 30 días. Adoraba la educación. No sabía leer pero el primer libro que leyó fue Los tres mosqueteros. Completó su educación en la cárcel, encerrado por una injusticia que le achacó Victoriano Huerta. Se formó entre las rejas”. Quien desde los 15 años hasta poco antes de entrar a la revolución fue bandolero, “cuando toma el poder en Chihuahua, hace pomada a la oligarquía, la destruye de cuatro plumazos, les quita las haciendas, quita el derecho de paso de agua a las haciendas y la devuelve a las comunidades, les quita empresas de tranvías, los molinos de granos. “¿De quién es la historia?”, preguntó Taibo II, el popularísimo escritor de este género y del negro.

“El Estado mexicano surgido de la derrota de la revolución dijo: ‘la historia es mía. Yo soy la independencia. Yo soy la revolución. Yo soy Cuauhtémoc. Yo soy el mestizaje. Yo soy Benito Juárez pastorcito (que puede ser indio pero es licenciado, entonces no hay pedo). Yo soy la historia. Puedo meter en el monumento a la revolución a Carranza y a Villa (por eso hay temblores en la ciudad de México), y a Carranza y Calles (por eso hay temblores de su puta madre)’.” El Estado quiere la historia “porque lo legitima, le da el derecho de hablar en nombre del pasado: ‘soy el propietario de los libros de texto, y los niños héroes eran unos pendejetes, pero son míos; y la Siete Leguas era caballo y no yegua; y el hombre de Tepexpan era feo y chaparrito’, cuando todos saben que tenía curvas y era mujer y cazadora de mamuts. “Cuando el Estado dijo ‘yo soy la historia’, hizo un discurso aburrido, que nos hizo odiar la historia en la escuela; es el discurso de las estampitas, los nombres de calles y estaciones de metro, de las estatuas pendejas de héroes sin caballo y sin espada y sin ideología; no son los defensores de la revuelta social, son curas bobalicones que toman café en Querétaro y accidentalmente tocaron una campana en Dolores”. Luego, “la academia dijo: ‘somos nosotros la historia, la seria, la microhistoria, y construyen, por boca de Krauze o Aguilar Camín, una versión light, en la que dicen: ‘El Pípila ni existió’ y toman como modelo a historiadores conservadores que ni siquiera veían las cosas asomados de la ventana, estaban bajo la cama. Construyen una historia ñoña”. Pero ahora, aseguró Taibo, estamos en una tercera fase: “Se jodieron: la historia no es del Estado, ni de la academia, no es de los especialistas, la historia es de los ciudadanos, porque es derecho sagrado de los habitantes de un espacio territorial tener pasado propio y compartido. La historia es nuestra, es el punto de referencia, es el santoral laico donde ponemos a los que queremos y quitamos a los que no nos gustan; encontramos personajes por los que nos ponemos de pie, como mi general Anaya que dijo: ‘si tuviera parque, culeros, no estarían aquí’; la historia es de unos cadetes enloquecidos que abrieron a putazos los

guarda-rifles para intentar una defensa enloquecida, desesperada, en la cual seis habrían de morir; la historia es del general Escobedo, que se dormía montado en su caballo pero al mismo tiempo en Querétaro les partió el hocico a los imperiales por tercera vez; de poetas como Guillermo Prieto, que escribe Los cangrejos para hablar de nuestros vecinos; de Catedral, o de ese palacio (nacional) abandonado porque le tienen miedo al pueblo. “Queremos a Guillermo Prieto, ministro de Hacienda de la Reforma, que el día que lo enterraron le faltaban botones en el gabán porque no tenía dinero, habiendo administrado la nación, y no a los ladrones de Alí Babá que nos han gobernado desde entonces”. (Más adelante recordó que el actual secretario de Hacienda, Agustín Carstens, dijo, hace cuatro años, siendo subsecretario, durante un debate sobre el IVA a los libros, que los libros eran un producto como los zapatos, y alguien le preguntó que qué zapatos había leído últimamente. “¡Qué ministro de Hacienda tenemos! ¡Alguien que piensa que los libros son como zapatos!”, exclamó Taibo.) La historia “es referente, sabor, calor, identidad –siguió el escritor– ¿De quién somos hijos? ¿De Iturbide o de Hidalgo? Elegimos, y elegir significa leer, estudiar y tomar partido. Es un llamado a una historia rigurosa, llena de información, veraz, crítica, que no tiene miedo de decir que Zapata había tenido una experiencia homosexual, ni pedo; Hidalgo, muy cura pero tradujo a Moliere para ligarse a la primera actriz, Micaela, con la que tuvo dos hijos. Cura de pueblo traduciendo a Moliere, ése es el padre de la patria que nos gusta, no un cura ñoño que parece que le pusieron un gabán con una chingadera de esas que le quitan a los cortineros, un cura que nunca vemos a caballo ni armado. “Hacemos un llamado a la investigación profunda, rigurosa, a la no elaboración de material mítico, falso, a retirar la demagogia, pero también hacemos un llamado a apropiarnos de la historia, escribirla, leerla y transmitirla. Los mexicanos estamos reconstruyendo nuestra relación con la historia para formular una propuesta de futuro que no es la propuesta neoliberal, ni la del champiñón y sus huestes que hoy nos gobiernan”.


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CON ILEGALIDADES, DESALOJAN A CAMPESINOS DE SAN LUIS POTOSÍ

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or medio de una “chicanada jurídica” –una violación a la Ley de Amparo— el gobierno de San Luis Potosí desalojó desde agosto a más de 200 familias, en su mayoría de las etnias náhuatl y ténec, de su poblado Cuatlamayán Tancahuit de Santos, en la Huasteca, y con el uso de la fuerza pública les destruyó alrededor de 80 chozas, así como sus plantíos de maíz, frijol, chile y tomate. Estos campesinos ejercen formalmente la posesión de 437 hectáreas a partir de 2000, aunque desde antes muchos de ellos estaban ya allí, viviendo en la sierra. En 2000 promovieron ante la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) la reactivación de un expediente de 1959, que en su tiempo fue solamente archivado, y que busca la instalación del centro de población agrícola Francisco I. Madero. Caciques sin papeles. La intención de los hoy desalojados es garantizar la posesión de las 437 hectáreas, pero además ampliarse, pues en la zona hay 5 mil 500 hectáreas de propiedad federal, si bien es cierto que en la práctica toda esta superficie está apropiada por “varios caciques”.que carecen de papeles para comprobar que son dueños. El asesor legal de los campesinos afectados, Víctor Ramírez de Santiago, señaló que desde hace unos siete meses iniciaron un juicio de amparo para proteger su tierra, y lograron una suspensión. Estos actos se hicieron del conocimiento del gobernador Marcelo de los Santos Fraga. Sin embargo, De los Santos se prestó a una “chicanada jurídica”, pues un particular, Antonio Esper Bujaida –un hombre rico, con ganado equino y cebú, que expone en ferias, y que ha sido presidente municipal en Ciudad Valles— esgrime ser dueño de las tierras y presentó una denuncia para desalojar a

los campesinos en el municipio de Tamuín, vecino de Ciudad Valles, y el ministerio público le otorgó la razón, por lo cual la policía del estado llegó el 4 de agosto y desplazó a los campesinos y destruyó sus casas. Eso fue absolutamente violatorio de la Ley de Amparo, pues no se respetó la suspensión del amparo; la denuncia ni siquiera debió haber sido admitida. “Esto es muy grave. En la ciudad de México el gobierno federal (en tiempos de Fox) hizo mucha bulla cuando Andrés Manuel López Obrador violó una suspensión de un juzgado federal, y en el caso nuestro, hay alevosía del gobernador” y además ya el propio juez que otorgó la suspensión, el juez federal quinto de distrito, entró en este juego. Este juez decidió inusitadamente sobreseer la solicitud campesina de amparo, pero, precisó Víctor Ramírez, “esto no ha acabado, pues solicitamos la revisión ante un juez de distrito y creo que nos va a favorecer, porque son terribles las irregularidades que han cometido” contra los campesinos. Dijo que el juez quinto no tuvo por qué haber sobreseído la petición de amparo, pues él mismo había acordado el desahogo de una prueba que nunca hizo y que implicaba la presentación de informes de la SRA. Félix Pablo Hernández, Ricardo Maldonado, Julián Hernández y Crecencio Pérez Martínez, miembros del Frente de Campesinos en Lucha por la Tierra, y afectados por el desalojo están muy molestos porque consideran que Marcelo de los Santos protege los intereses de Esper Bujaida “y de los otros caciques”, pues la tierra donde todos ellos tienen sus ranchos es en realidad de propiedad federal. Los campesinos han investigado, y observan que hace muchos años el gobierno federal

FOTO: Sergio Martínez Campos

• Acusan directamente al gobernador Marcelo de los Santos • El conflicto es por tierras entre indígenas y caciques

expropió una gran superficie para construir una presa, la Pujal Coy, que nunca se concretó --“tan sólo para el vaso de la presa se planearon 32 mil hectáreas, pues iba a ser la más grande del país”-- e indemnizó a quienes la poseían. Los campesinos han dialogado con Horacio Lobo, asesor jurídico en materia agraria del gobierno potosino, quien les ha prometido en varias ocasiones restituir lo que perdieron en el desalojo. “Pero no ha cumplido”. Comentan que en el desalojo y destrucción de las chozas se perdieron entre otras cosas despensas que había llevado un día antes la Cruz Roja para enfrentar contingencias por lluvias intensas (LER).


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LAS CAMPANAS DE TOPILEJO

CONVOCAN AL PUEBLO

Doña Antonia García Vega

Lourdes Edith Rudiño

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o ocurrido en aquel septiembre y octubre de 1968 cuando jóvenes de la UNAM se solidarizaron con el pueblo de San Miguel Topilejo, para exigir indemnizaciones a la línea de autobuses México-Xochimilco –por un accidente que provocó 10 muertos y 32 heridos— fue algo más que la llamada fusión estudiantil popular. Se sembró una semilla que ha fortalecido la unión de este poblado al sur de la ciudad de México. Así lo percibe Antonia García Vega, mujer de 75 años que registra en su memoria con detalle los acontecimientos que han marcado a Topilejo, y que sonríe al decir que el repique de campanas de la iglesia –estratégico en aquel 1968, pues sirvió para convocar a la gente a la plaza ante cualquier riesgo represivo, dado que los estudiantes estaban secuestrando autobuses en la carretera— sigue siendo la vía para llamar a discutir los problemas comunes, problemas que hoy, igual que en todo el ámbito rural, tienen que ver con la incertidumbre en la tenencia de la tierra, con la urbanización, con la falta de agua. En seguimiento a un artículo de Antonio Vera publicado en el número 13 de este suplemento (14 de octubre de 2008) sobre los acontecimientos de Topilejo en 1968, doña Antonia relata que fue su sobrino Alberto Barrera García quien llevó a los estudiantes de la UNAM al pueblo, luego de que el 3 de septiembre ocurriera el accidente de tránsito. “Eran como 20 muchachos. La señora Josefina García vive en la bajadita del puente, camino al rastro, y ella prestó su casa para que allí se hospedaran. Quienes teníamos voluntad, les llevábamos comida: botes de elote, chiquihuites de tortillas, café, atole... En ese tiempo había hartos elotes, teníamos mucha cosecha.

“Nunca antes se había hecho un movimiento así. Gracias a los estudiantes logramos que se apoyara a la gente afectada por los accidentes, y que se modernizaran los autobuses. Pero a lo mejor sí quedamos espantados, pues una mañana, después del 2 de octubre, salimos y toda la calle Morelos estaba llena de militares; creían que todavía estaban aquí los estudiantes, pero días antes una señora había escuchado en San Ángel el rumor de que iban a venir por ellos, y quienes pudieron los llevaron a esconder a sus ranchos (...) Mi sobrino Alberto, que estudiaba ingeniería, fue suspendido en la universidad, estuvo viviendo aquí y murió hace tres años del corazón”. La modernidad y el campo. Doña Antonia usa rebozo, pues le gusta preservar la tradición. Sale a la calle y todos la saludan. Es de las más respetadas del pueblo y participa en bailables promovidos por el “club del abuelo”. En 1950, cuando se instaló la energía eléctrica, ella, junto con otras jovencitas de la época, llevaban alimento a los trabajadores de la compañía de luz y amadrinaron el primer poste. Ella también atestiguó la construcción de la carretera México-Acapulco, y ha visto con orgullo cómo los jóvenes del pueblo han progresado, pues tienen estudios, y ve positivo que hay cada vez más comercio. Con cuatro hijos, Maria Luisa, Salvador, Leandro y Antonia, ocho nietos y un bisnieto, ella persiste en lo que le gusta: el trabajo en el campo. Con jornadas que inician a las cinco de la mañana, produce maíz, avena y algo de verdura –ésta para el autoconsumo— y su esposo desde hace 55 años, es tlachiquero, “trabaja lo de los magueyes”. En el campo, en sus siete hectáreas, “vamos a seguir hasta que llegue la muerte”, dice, y aspira que su

familia asuma después la responsabilidad, pues deplora el avance los alimentos procesados no nutritivos. “Gracias a Dios todavía comemos lo que se siembra en el campo. Estoy acostumbrada a tener elotes, calabacitas, les hago a mis hijos su atole, sus goditas de elote que se llaman tlaxcales, calabazas en dulce. Todo es sano porque viene del campo”. Pero también escucha con tristeza a su hija María Luisa, maestra jubilada que está presente en la entrevista y comenta que “echando lápiz, hemos visto que no sacamos ni lo que invertimos. Le digo a mi mamá que no tiene caso que sigamos sembrando”. Doña Antonia considera que Topilejo es un pueblo unido; dice que en las reuniones que ocurren a partir del llamado de las campanas de la iglesia, se ha logrado frenar proyectos con los que la gente no está de acuerdo, aunque en muchos casos al final de cuentas no ganen. Hace unos años por ejemplo, el gobierno del DF impulsó la instalación de una trituradora de asfalto, a lo que el pueblo se opuso. Negociaron con el gobierno para dar luz verde al proyecto a cambio de un compromiso de mejoras en el pueblo; el resultado fue que se instaló la trituradora en el pueblo vecino de Parres pero no se cumplieron las mejoras. Riesgos con las tierras. A doña Antonia y a su hija les preocupa el futuro de sus tierras y del pueblo en general, pues hay una situación caótica en la tenencia de la tierra. En 1974 o 1975 gente del lugar realizó un censo de las tierras comunales (10 mil hectáreas) y anotaron allí a peones que venían de diferentes estados y a otras personas ajenas, y dejaron fuera a los verdaderos comuneros. Así, “hay 460 personas anotadas en esas listas, y muchas cedieron sus derechos pero sin que tengan un metro de tierra. Van y dicen este terreno está bonito. Lo agarran, lo lotifican, dicen vamos a dividirlo y lo venden muy barato (predios de 200 o 300 metros cuadrados a 20 mil pesos de enganche y anualidades de 500), y no hay papeles, no entra notario. Y los verdaderos comuneros tampoco tenemos papeles”, dice María Luisa, quien participa en el Consejo del Pueblo. Actualmente están enfrentando el problema de que la delegación Tlalpan pretende permutar tierras ecológicas que están siendo ocupadas por quienes compran terrenos de los supuestos comuneros. La permuta es por lotes en un terreno llamado Tetengo, pero el Consejo del Pueblo se ha opuesto porque Topilejo enfrenta escasez de servicios y no soportaría una sobrepoblación: el agua es escasa, sólo la tienen los del centro, y la periferia debe abastecerse con pipas muy caras; asimismo el hospital del pueblo tiene 40 años de existencia, y las escuelas han permanecido sin mejoras ni ampliación desde hace dos décadas.

Impulsan barzonistas reservas estratégicas de alimentos • Serían eje para impulsar la producción interna: Ramírez Cuellar

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rear reservas estratégicas de alimentos, con una gestión compartida del Estado y de organizaciones campesinas, es la demanda central de El Barzón para el presupuesto rural 2009, pues considera que éstas “expresarían la decisión de sustituir importaciones sobre la base de incrementar la productividad de nuestro país”, al funcionar como incentivo de mercados regionales, regulador de precios y fuente de abasto para la población ante posibles crisis de desabasto. En alianza con instancias académicas, como la Universidad Autónoma Chapingo y el Colegio de Posgraduados campus Puebla, El Barzón realizó el 20 y 21 de octubre el foro “Reserva estratégica de alimentos”, y allí se escucharon los esfuerzos que la sociedad y los investigadores realiza para enfrentar la crisis alimentaria, y que se fundan básicamente en elevar la producción nacional, sobre todo desde la pequeña escala y en los cultivos propios de la dieta tradicional. Allí Alfonso Ramírez Cuellar, dirigente nacional de El Barzón, precisó que esta agrupación está impulsando ante el Congreso de la Unión los rubros presupuestarios relacionados con la creación de infraestructura de riego y de caminos rurales; con inyección de financiamiento e impulso tecnológico, y con la constitución de mercados regionales, canales y centros de comercialización cercanos a los consumidores. En esta última línea es que propone que se asignen al menos 5 mil 500 millones de pesos al propósito de creación de sendas reservas estratégicas de granos y de alimentos (para emergencias de desabasto), donde participarían varias secretarías de Estado, incluidas Agricultura y Economía, y para la rehabilitación de bodegas y almacenes de granos que antes manejó la extinta Boruconsa y para construcción de centros de acopio de los productores. Entre los objetivos están que el Estado “mexicano vuelva a intervenir y responsabilizarse de la suficiencia y seguridad alimentaria de la población” y que los campesinos cuenten con la infraestructura necesaria para comprar de forma consolidada sus insumos, para que almacenen y pignoren sus cosechas. Ello estimularía mayor productividad y esfuerzos campesinos, hoy más que justificables considerando la tendencia alcista de los precios de los alimentos y que los pobres deben dedicar más de 70 por ciento de su ingreso a la compra de éstos. Estrategias sociales. Entre las respuestas que da la sociedad a la crisis, destacó en el foro la expresada por Isidro Aquino, de la Unión de Productores de Maíz de Oaxaca. Comentó que este estado –donde está presente el mayor número de las 59 razas de maíz que tiene México— enfrenta un déficit anual de 250 mil toneladas del grano blanco, para consumo humano, que debe adquirir de otras entidades de la República. Sin embargo, la Unión ha iniciado un programa tecnológico que elevará rendimientos y oferta para Oaxaca. Explicó que en 95 por ciento las parcelas maiceras del estado son menores a tres hectáreas y carecen de tecnología. Se trabaja con el sistema de la milpa (con maíz, frijol y calabaza), lo cual permite a los campesinos sufrir menos que la población urbana frente al encarecimiento de alimentos, pues logran un abasto propio y diversificado aunque, es cierto, insuficiente. La Unión está poniendo en marcha pequeñas sembradoras de precisión, que permitirá elevar la densidad de los cultivos. Sin ésta se pueden tener 35 mil plantas de maíz por hectárea y con la máquina 42 mil o 45 mil. Además los campesinos están comenzando a usar biofertilizantes (a base de hongos y bacterias), que permiten bajar sustancialmente los costos de producción por hectárea (de hasta mil 500 pesos con fertilizantes químicos a sólo 200 pesos con esta novedad). Con ello, más otros mecanismos sencillos, como la elección adecuada de las semillas, los oaxaqueños van a elevar en 50 o 60 por ciento sus rendimientos. En principio se enfocarán en tres mil 500 hectáreas. Isidro Aquino dijo que por ahora no aspiran a generar reservas estratégicas, pero sí fortalecer sus oferta estatal y con ello reducir la vulnerabilidad ante la carestía alimentaria global (LER). FOTO: Enrique Pérez S. / Anec

1968-2008


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INDIA

EDUCACIÓN AMBIENTAL Emma Cosío Villegas

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a India es un enorme país (tres millones 288 mil kilómetros cuadrados), con una inmensa diversidad racial, lingüística, geográfica, económica... Hay una gran brecha entre la minoría rica y la pobre y muy pobre en una población de más de mil millones de personas. Muchos apenas tienen agua, pero hay una meta gubernamental de integrar cada año a 20 millones a condiciones básicas de higiene para así cumplir, en 2015, “las metas del desarrollo del milenio”. En una evaluación de los textos escolares que se realiza a escala nacional, se encontró que el contenido sobre medio ambiente es bastante pobre y que no tiene efecto en el conocimiento ni en la vida de los estudiantes. Hay nueva información adecuada que se está incluyendo en los libros de ciencias, ciencias sociales y lengua. Surgen discusiones respecto de si la educación debe ser sobre el medio ambiente o sobre el desarrollo sustentable, y pesa esta última idea pues abarca más aspectos básicos, como el crecimiento económico, el desarrollo social, los derechos humanos, la equidad de género,

paz, diversidad cultural, el ataque a la pobreza y más. Educación y práctica. En este marco, el gobierno y organizaciones no gubernamentales (ONGs) han emprendido ambiciosos proyectos, como programas dirigidos a la educación ambiental en escuelas urbanas. Uno, que dura ocho meses del año escolar, es “Conoce tu campus”; allí se estudia la biodiversidad, el agua, la tierra y los desperdicios sólidos. Previo al trabajo de campo hay un amplio proceso de lecturas, y se usa el campus como laboratorio para experimentar alternativas y obtener un verdadero cambio que incida en la sustentabilidad. Los alumnos difunden y comparten sus experiencias por medio de “eco clubes” y otras instituciones. Los eco clubes tienen de 30 a 50 estudiantes con supervisión de un maestro especializado. El gobierno financia un máximo de 250 clubes por distrito. La meta era establecer al menos 50 mil en el país, pero hasta 2007 el número había crecido a 91 mil. Los niños realizan tareas como manejo de desperdicios y su reciclaje, producen vermicompostas, construyen cisternas en la escuela o la comunidad, atienden jardines públicos o escolares, levantan censos y clasifican árboles y plantas me-

Declaración Final de la Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria Ciudad de México, 30 y 31 de octubre de 2008 En respuesta a la convocatoria de la Campaña Nacional Sin Maíz no hay País, y bajo el lema de Alimentos campesinos para México. ¡El hambre no espera!, nos reunimos alrededor de 600 delegadas y delegados, procedentes de 15 entidades federales y de los países hermanos de Guatemala y Honduras. Celebramos la Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria, los días 30 y 31 de octubre de 2008, en el Centro de Convenciones Churubusco del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, en la ciudad de México. Nuestra Asamblea se desarrolló en un marco de pluralidad, inclusión, deliberación, entusiasmo y combatividad de una gran diversidad de organizaciones campesinas, indígenas y de mujeres, de organizaciones ambientalistas, de derechos humanos, de promoción social, de comercio justo; radios comunitarias y varias asociaciones de profesionistas de la nutrición, la agronomía y de la agroecología, estudiantes, así como académicos, investigadores, intelectuales, artistas, amas de casa, radioparticipantes y ciudadanos. Nuestro objetivo central fue profundizar una mayor y mejor articulación plural e incluyente de los movimientos sociales comprometidos con la soberanía alimentaria y construir una agenda común y un plan de acción para enfrentar la crisis agroalimentaria. Afirmamos que es ineludible encarar los aspectos más lacerantes y urgentes de la crisis alimentaria, pero sobre todo, que es nuestra oportunidad y obligación luchar para enfrentar sus causas estructurales y pugnar por el establecimiento de un nuevo modelo agroalimentario sustentable y de una nueva política de Estado en materia de agricultura, alimentación, nutrición, comercio y manejo de los recursos naturales. Reconocemos que la salida a la crisis alimentaria y el establecimiento de un nuevo modelo agroalimentario sólo será posible a partir de los siguientes principios: i) Soberanía alimentaria; ii) Derecho a la alimentación; iii) Revalorización de la producción campesina de alimentos y del papel de las mujeres en la soberanía alimentaria y nutricional; iv) Defensa de la propiedad social de la tierra y del patrimonio territorial indígena y campesino; v) Agricultura sustentable y manejo comunitario de los recursos naturales; ix) Protección de nuestro patrimonio cultural intangible y de nuestros recursos biológicos y genéticos; vi) Prohibición de la siembra de maíz transgénico; vii) Prohibición al uso de alimentos para biocombustibles; viii) Políticas públicas alternativas y un Estado responsable; y ix) Lucha contra los monopolios agroalimentarios y la publicidad engañosa de los alimentos.

dicinales y hacen el inventario de fuentes contaminantes. También registran información en bosques, pantanos, reservas de la naturaleza, minas, etcétera, y organizan marchas, teatro callejero o exposiciones para crear conciencia sobre la conservación del medio ambiente. En Ahmedabad, capital de Gujarat, existe una institución de excelencia, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Bosques: el Centro para la Educación Ambiental, que desarrolla programas innovadores y materiales educativos que estimulan actitudes, estrategias y tecnologías sustentables. A los maestros les ofrece cursos a distancia para ampliar sus conocimientos. También publica revistas locales y un periódico internacional. Los Cuerpos Verdes Nacionales es un exitoso programa impulsado también por el Ministerio de Medio Ambiente. Unas 90 mil escuelas y más de tres millones de niños participan. El plan, con el lema de “reverdecer la Tierra”, pretende centrar la educación sobre el medio ambiente en los niños de cinco a 14 años de edad, para lograr un efecto cascada en la sociedad. Desarrollan habilidades de observación, experimentación, investigación, análisis y razonamiento y promueven el pensamiento lógico

con perspectiva local, nacional y global. Este entrenamiento permitiría un enfoque analítico continuo desde la edad preescolar y para el resto de la vida. A los grandes grupos de campesinos todavía no les llegan estas noticias, pero se está empezando a usar la televisión para capacitarlos y que ellos desarrollen programas con base en sus intereses colectivos, por ejemplo de manejo de basura. Aprender para ser. En el plan Década de la Educación para el Desarrollo Sustentable (2005-14), se proponen cinco líneas fundamentales de conocimiento: aprender para saber, aprender para hacer, aprender para ser, aprender para vivir en comunidad y aprender para transformar a uno mismo y a la comunidad. Siendo la falta de agua un grave problema en la India, se han creado equipos que trabajan en la captación, limpieza y conservación del recurso, Por ejemplo, Water Aid, junto con otros grupos, restaura sistemas de agua ya existentes y entrena a la población para que se ocupe de continuar el trabajo. Hasta ahora han ayudado a 2.8 millones de personas para recibir agua potable, y apoyan a mil escuelas para tener agua limpia e impartir educación en higiene y salubridad a 80 mil alumnos. Se involucra a toda la comunidad formando grupos de autoayuda. Sus miembros pagan una cuota casi simbólica para realizar las

La Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria analizó que la crisis alimentaria y la crisis financiera global representan el fracaso rotundo de las políticas neoliberales de liberalización comercial, económica y financiera impuestas en el mundo y en nuestro país desde 1982 a la fecha. La crisis alimentaria confirma el fracaso de los gobiernos neoliberales y de sus instituciones, tanto en México como en el mundo. Son gobiernos e instituciones fallidas, burocratizadas, contrarias al interés público, que están al servicio de las grandes corporaciones trasnacionales y de los grupos empresariales privilegiados, las mafias políticas y los poderes fácticos. En el mensaje enviado a nuestra Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria por el relator especial de las Naciones Unidas para el Derecho a la Alimentación, Oliver de Schutter afirma que “las medidas legislativas son urgentes, importantes pero no son suficientes. La sociedad civil deberá velar porque sean implementadas, es un papel crucial que puede y debe desempeñar. Tengo esperanza de que desde México puedan surgir nuevos modos, nuevas ideas, nuevos sistemas, porque esta crisis múltiple nos invita, a todas y todos, a construir e imaginar un nuevo sistema global de producción, cultivo, intercambio, comercialización y abastecimiento de alimentos sanos y nutritivos para todas y todos”. El Dr. Abelardo Ávila del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán y de la Asociación Latinoamericana de Nutrición, presentó datos sustentados sobre el impacto que tiene el modelo alimentario impuesto por el gobierno mexicano, las grandes empresas y la publicidad en las condiciones de desnutrición y obesidad de los mexicanos. Otros especialistas como Blanca Rubio, Armando Bartra, Cristina Barros, Carlos Morales y Miguel Concha también nos motivaron a impulsar acciones encaminadas a cambiar el modelo agroalimentario y las instituciones nacionales e internacionales que han provocado la actual crisis. Como movimientos sociales estamos comprometidos con la soberanía alimentaria, para evitar que esta crisis se transforme en catástrofe alimentaria, económica, social y política. Nuestra Asamblea refleja que éste es el tiempo de la sociedad civil, de los movimientos sociales. La salida a la crisis no será a partir de su profundización ni provendrá del mismo gobierno y grupos corporativos que la precipitaron y de la cual ellos han sido beneficiarios. Es por esto, que la Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria ha decidido continuar y profundizar la Campaña Nacional Sin Maíz no hay País e impulsar todas las propuestas y plan de acción emanados de los trabajos en grupos y acordados en el plenario. Aquí algunas de ellas: 1. Impulsar las siguientes campañas: a) Campaña para elevar a rango constitucional el Derecho a la Alimentación; b) Campaña para lograr la aprobación por el Senado de la Ley de Planeación para la Soberanía y la Seguridad Agroalimentaria y Nutricional; c) Campaña para legislar el establecimiento de una Reserva Estratégica Alimentaria y un mecanismo de Administración del Comercio Exterior de alimentos estratégicos; d) Campaña contra la siembra de maíz transgénicos, contra la contaminación transgénica y por la responsabilización de

obras que necesitan. Una de ellas es la construcción de letrinas. Hay un programa muy amplio e internacional, Water Awarness Program, dirigido a niños y jóvenes, para crear conciencia de la conservación y limpieza del agua. Es sencillo, a base de fotos y videos, y busca provocar reflexiones y generar propuestas. La World Youth Water Alliance, otra organización internacional, a la que India se ha unido, aspira asegurar, con el apoyo de la niñez y la juventud, la sustentabilidad ambiental, revertir los daños, reducir a la mitad el número de personas sin acceso al agua potable y lograr para el 2015 una mejora considerable de al menos cien millones de desposeídos. También realiza discusiones y reflexiones sobre la contaminación del agua, así como los potenciales y cercanos conflictos por su posesión. Estos ejemplos nos dan una idea del dinamismo con que la India está emprendiendo tareas vitales a muchos niveles; sin embargo, su industria es de las más contaminantes. Esperamos que prevalezcan las corrientes aquí mencionadas. La empeñosa estudiante de secundaria Marina Roy opina que mientras los jóvenes de muchos países occidentales se dedican a la televisión y el nintendo, ellos se preparan para ser ciudadanos útiles y responsables. ¿Será por esto que hay tanto científico de la India trabajando por el mundo entero?

Monsanto y el gobierno federal por dicha contaminación; e) Campaña por la prohibición del uso de alimentos para la elaboración de biocombustibles; f) Campaña para la erradicación de la malnutrición en México así como por la prohibición de la distribución de alimentos chatarra y refrescos en escuelas públicas y la publicidad engañosa de alimentos; g) Campaña contra el TLCAN, el ASPAN, la Iniciativa Mérida y el Proyecto Mesoamericano. 2. Impulsar la renegociación y reorientación radical del TLCAN y el modelo de relación de México con Estados Unidos y Canadá y de México con Centroamérica y el Caribe y América del Sur, a la luz del fracaso del modelo de libre comercio, de las experiencias alternativas de integración impulsadas por la Comunidad de Naciones del Sur y ante la llegada de un gobierno y congreso demócrata en los Estados Unidos. 3. Impulsar la construcción de canales alternativos de comunicación y vinculación campo-campo y campo-ciudad para la comercialización y distribución de productos campesinos de alta calidad y precios accesibles. Lo anterior, incluye una campaña para el establecimiento de comedores escolares a partir de alimentos campesinos de la región. 4. Impulsar la realización anual de una feria nacional de productos campesinos así como de ferias estatales, regionales y locales. 5. Impulsar una campaña de información y educación a nivel de todas las comunidades rurales y urbanas del país, sobre los principales temas de la crisis alimentaria, de la defensa de la soberanía alimentaria y de las alternativas sociales, de manera sistemática, amplia y masiva, a través de la diversidad de medios de comunicación alternativos y estrategias de educación popular. 6. Continuar, extender y profundizar en el marco de la Campaña Nacional Sin Maíz no hay País y tendiente a impulsar las Asambleas Regionales y Estatales por la Soberanía Alimentaria nuestros encuentros, intercambios y articulaciones desde lo local y regional, a través de ferias, talleres, foros, visitas de intercambio, apoyos de campesino a campesinos, etc. 7. Impulsar la articulación de la Campaña Nacional Sin Maíz no hay País con otros movimientos sociales en defensa de la soberanía alimentaria, la soberanía energética, la economía popular, los derechos humanos, el medio ambiente, la democracia popular y la soberanía nacional. 8. Impulsar el Movimiento Indígena y Campesino Mesoamericano (MOICAM), encuentros trinacionales (México, Estados Unidos y Canadá) de movimientos sociales (campesinos, sindicalistas, ambientalistas, derechos humanos, migrantes, etc.) así como con los movimientos sociales de América del Sur. Salvemos al campo para salvar a México Alimentos campesinos para México El hambre no espera

Campaña Nacional Sin Maíz no hay País Las relatorías completas de las mesas y grupos de trabajo, los acuerdos y planes de acción, imágenes, videos y documentos relacionados con la Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria estarán disponibles en www.sinmaiznohaypais.org


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TODAS LAS VOCES POR LA SOBERANÍA ALIMENTARIA Rosario Cobo

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espués de intensas jornadas de trabajo realizadas en más de la mitad de los estados de la República, hoy se dice NO a un modelo que nos condena al hambre, a la pobreza, a la migración, que no toma en cuenta el esfuerzo y la persistencia de millones de familias campesinas, que cultivan los alimentos básicos de nuestro pueblo. Pero también se dice SÍ. SÍ a la salvación del campo y los campesinos que haga de México un país más justo y soberano. El esfuerzo ha sido grande: desde el Río Bravo hasta el Suchiate el lema Sin Maíz no hay País. Alimentos Campesinos para México. ¡El Hambre no Espera!” se gritó, y se gritó bien fuerte para que todos lo oyeran, y la voz llegó hasta Centroamérica, donde muchos hicieron suya la campaña, exigiendo alimentos campesinos para Mesoamérica. Porque más de 200 organizaciones campesinas, indígenas, de maestros, de mujeres, de derechos humanos, de ambientalistas, de cooperativistas, de colonos, de profesionistas, académicos, estudiantes, trabajaron duro para llegar a la Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria. Porque en varias regiones de Morelos, en Tierra Caliente, La Montaña, Costa Grande y Costa Chica, Zona Centro, Sierra y Acapulco de Guerrero, en la Tarahumara y en otras zonas de Chihuahua, en Acayucan y Jalapa de Veracruz, en Zacatecas, en el Valle

de México, en San Luis Potosí, en el Istmo y la Mixteca Alta de Oaxaca, en Chiapas, en Michoacán, en la Costa Sur de Sonora, en Hidalgo, en Puebla se han desarrollado reuniones y asambleas comunitarias, municipales, regionales, estatales; mesas redondas, foros de discusión, un foro nacional sobre reservas estratégicas de alimentos, un seminario sobre mujeres del campo, ferias campesinas, fiestas del maíz y el frijol, marchas, elotizas y hasta frijolizas en plazas públicas, campañas de rescate y reproducción de maíces nativos, bancos vivos de granos, ceremonias prehispánicas, obras de teatro, pinturas murales, conferencias de prensa, programas de radio, pronunciamientos, desplegados, volantes, pintas, pegas y mil otras maneras de difundir y llamar a la población a sumarse a la campaña. Para impulsar un nuevo modelo de país se presentaron más de 200 propuestas sobre producción, resguardo y conservación de semillas nativas, crédito, infraestructura, mercados, valorización del trabajo de mujeres, atención a jóvenes y migrantes, educación y asistencia técnica adecuadas, por una nueva relación campo-ciudad, de políticas públicas por un desarrollo rural sustentable que revitalice la producción campesina asegurando trabajo, ingreso y una vida digna para los habitantes del campo; múltiples demandas para que el Estado modifique la política agroalimentaria y cumpla con su responsabilidad social. Instituto Maya

Oportunidad histórica • Factible, recuperar la agricultura tradicional

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l momento actual, de crisis alimentaria mundial –con reducción de oferta, pero también con una vulnerabilidad de la población ante encarecimientos provocados por tácticas especulativas en las lonjas de materias agrícolas—, abre la oportunidad de que la sociedad en México presione en pro de políticas públicas que favorezcan a los productores de pequeña y mediana escala, donde hay un potencial muy grande para lograr autosuficiencia en el abasto y reducir las importaciones. Blanca Rubio, académica del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, planteó esto en la Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria, y afirmó que, igual que en los años 70s se presentó la “viabilidad histórica para golpes de Estado en América Latina, la época actual abre la viabilidad para modelos alternativos nacionalistas”, donde la búsqueda del fomento a la producción doméstica con participación campesina y miras a la soberanía es prioridad. Vuelta de hoja. Y para ello debe ponerse fin al modelo de producción actual –que concentra riqueza en las trasnacionales— y que pretende seguir con las mismas recetas a pesar de la crisis: monocultivo, impulso a los agrocombustibles, concentración de la tierra y de los recursos naturales, además de fomento a los cultivos transgénicos. Su discurso empalmó con los de Armando Bartra, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo Rural “Maya” y coordinador de La Jornada del Campo, y de Cristina Barros, especialista en gastronomía tradicional de México, quienes propusieron explorar la riqueza cultural campesina para dar respuestas a la crisis de alimentos, pues, dijo Bartra, el modelo neoliberal del monocultivo del agronegocio y de la especialización irracional extrema por “ventajas comparativas” no funciona, no es sostenible. Sabiduría milenaria. Cristina Barros y Bartra exaltaron la sabiduría económica, ecológica, social y nutricional de la milpa, en particular, dijo Barros, de la cuarteta maíz, frijol, chile y calabaza, que contiene las proteínas, minerales y vitaminas necesarios para la nutrición humana. “Los agricultores con visión comercial menosprecian los rendimientos del maíz de temporal, pero cometen un error que proviene de la ignorancia o de la mala fe. Es posible que sólo se recojan en una milpa así dos toneladas de maíz en vez de las 12 que se generan en un sembradío comercial, pero se olvida que en la milpa no se recoge sólo maíz (...) Cuando sumamos todos los productos que a lo largo de nueve meses puede recoger el campesino (muchas plantas alimenticias, medicinales y de ornato), los rendimientos aumentan de manera notable” y sus resultados en dinero superan a los del cultivo extensivo, señaló Barros y destacó que la sociedad tiene la tarea urgente de fomentar este conocimiento, pues es sinónimo de alimentos sanos, frescos y nutritivos. El hambre pesa. Los tres hablaron en un panel de la asamblea sobre las respuestas de la sociedad a la crisis de alimentos. Allí participó también Carlos Morales, de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC) de Guatemala; habló del contraste entre el gran movimiento comercial de alimentos en el orbe –de más de 500 mil millones de dólares anuales— y el hambre que padecen regiones y países pobres. (LER)

Nuestra pasión, el CAMPO, nuestra profesión, APOYARTE.

Atendemos los requerimientos de la industria de la masa y la tortilla, industria harinera, sector pecuario e industria de derivados del maíz, así como a procesadores y empacadores de frijol.

PRODUCCIÓN, ACOPIO, ALMACENAMIENTO Y DISTRIBUCIÓN DE GRANOS BÁSICOS


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CAMPAÑA

¡SIN MAÍZ

El derecho a ser campesino ILUSTRACIÓN: Edgardo Mendoza Romero

NO HAY PAÍS!

FOTOS: Enrique Pérez S. / Anec

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on la Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria, realizada en la ciudad de México el 30 y 31 de octubre, concluyó la segunda etapa de la Campaña Sin Maíz no hay País. Este esfuerzo se mantendrá vigente, pero sus resultados hasta hoy, transformados en propuestas, serán difundidos por los activistas participantes –intelectuales, científicos, académicos, artistas, organizaciones campesinas, urbanas, ecologistas, de derechos humanos, de consumidores y sindicales– y se harán llegar a los poderes Legislativo y Ejecutivo en sus diferentes niveles. Adelita San Vicente, de la organización no gubernamental Semillas de Vida y activa participante en la campaña –que en sus dos fases ha cumplido 16 meses–, dijo que el principal logro “ha sido hacer ver a la población la importancia del campo; antes se le veía como algo muy lejano, como un símbolo bucólico o romántico; hemos logrado que la gente entienda poco a poco que del campo provienen los alimentos y que allí está la base de la salud. Logramos sumar a muchas organizaciones que estaban más en el ámbito urbano (...) El alcance de la campaña no lo podemos medir, pero hay señales muy positivas, por ejemplo, en la UNAM hay una pinta que dice ‘Sin maíz no hay quesadillas’”. Autoridad pasmada. Coincidió con Enrique Pérez, de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), en que vía esta campaña, es que se han captando impresiones, preocupaciones y propuestas de los campesinos y de los consumidores. “Y el siguiente logro será decirle al gobierno qué tiene que hacer para enfrentar esta crisis (de alimentos) pues urge tomar acciones, y hasta ahora el gobierno está pasmado”, señaló San Vicente. Según Enrique Pérez, con la campaña “la sociedad civil cobra relevancia, y ello se observó en la asamblea nacional”, donde, con una audiencia de 600 personas, en su mayoría campesinos procedentes de 15 estados, además de representantes de Guatemala y Honduras, se

reflexionó sobre temas fundamentales” como la desnutrición infantil y la obesidad y enfermedades crónico-degenerativas fomentadas por comida chatarra, los transgénicos, la crisis global alimentaria, los tratados de libre comercio, el papel de la mujer en un modelo alternativo, los agrocombustibles, el cambio climático, la necesidad de reservas alimentarias, los mercados alternativos, la migración y el derecho a ser campesino. Vínculos de la sociedad. Lorena Paz Paredes, investigadora del Instituto de Estudios para el Desarrollo Rural “Maya”, destacó lo ocurrido a lo largo

de la campaña: “en 14 estados de la República se realizaron muchísimas reuniones preparatorias, asambleas regionales y municipales, foros, mesas redondas, con presencia de organizaciones campesinas, pero también de consumidores y en general de la sociedad”; el interés ocurre porque la carestía ha hecho muy evidente la conexión acceso a alimentos-campo. Temas de difícil comprensión, como los transgénicos se han hecho tema común en los medios y en la preocupación social, y, con la campaña como marco, hay lugares donde su discusión va en ascenso, como es Chihuahua, donde los campesinos están afectados por la siembra ilegal de maíz modificado y, con apoyo de la sociedad toda, están proponiendo cambios a la Ley de Bioseguridad para frenar ese tipo de situaciones. Lorena Paz afirmó que la campaña logró una resonancia interesante: además de poner en la mira social el tema del campo, motivó “un montón de propuestas y soluciones locales, comunitarias, regionales, temáticas”. En Atoyac, Guerrero, por ejemplo, se hizo un foro municipal para crear una reserva de alimentos con apoyo de las autoridades. En el Valle de México, donde la sociedad es urbana, la asamblea que se hizo por la soberanía y seguridad alimentarias logró crear una red de comercio directo con participación de campesinos de Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac y de consumidores de la metrópoli. “Son impactos pequeños, pues están muy localizados espacialmente, pero son grandes por el significado de acercar a productores y consumidores, de revalorizar el problema del campo, de poner en boca de todos la situación que vive México con la crisis alimentaria”, concluyó (LER).

La Campaña Nacional Sin Maíz no hay País ratificó objetivos principales como son “reactivar al campo para salvar a México” y renegociar el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), así como defender el derecho a ser de los campesinos y enfrentar por todas las vías posibles el sueño neoliberal, de un campo sin campesinos ni indios que intenta la “extracción impune de los recursos naturales: agua, minerales, tierra y germoplasma”. En su documento político, presentado a la Asamblea Nacional por la Soberanía Alimentaria, realizada el 30 y 31 de octubre, la campaña –sustentada por cientos de organizaciones sociales y miles de ciudadanos— expresa que el gobierno federal ha reaccionado a este activismo con “indiferencia y desprecio”, no obstante que la realidad, de crisis alimentaria y económica global, resulta angustiante. La campaña, que se ha visto enmarcada por un encarecimiento de los alimentos de más de 70 por ciento en los 18 meses recientes, al tiempo que los salarios han crecido sólo en cinco por ciento, recibió en su asamblea nacional el saludo de personalidades como Oliver de Schutter, nuevo relator especial de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Alimentación; del padre Miguel Concha, del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, y del médico Abelardo Ávila, especialista del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. Ellos compartieron con los asambleístas preocupaciones de índole económico, de soberanía alimentaria, de nutrición, de comercio internacional, de defensa de los recursos, todas estrechamente dependientes de la producción agrícola. Atención de la ONU. Oliver de Schutter envió un mensaje a la asamblea: “(...) el caso de México me parece tan emblemático por su proximidad con Estados Unidos, por su política de apertura comercial muy avanzada, por su descampesinización y emigración masiva, por sus desigualdades sociales persistentes, por su proyecto de desarrollo sin la integración de los campesinos e indígenas, y porque en México estallaron las primeras protestas en reacción contra el alza de los precios de la tortilla en enero de 2007”. Expresó el deseo de que prosperen las negociaciones con el gobierno para modificar el TLCAN; para que se apruebe la Ley de Planeación para la Soberanía y Seguridad Agroalimentaria y Nutricional (hoy frenada en el Senado); para que se protejan los recursos genéticos; que se respeten los derechos de los pueblos indígenas y campesinos a territorio, cultura y recursos naturales y para que se combatan los monopolios agroalimentarios. Pues todo esto, dijo, derivaría en un nuevo sistema de cultivo, intercambio, comercialización y abastecimiento de alimentos sanos y nutritivos para todos. Vulnerabilidad en el abasto. El padre Miguel Concha habló con preocupación de “la terrible dependencia alimentaria”, pues México depende de importaciones en casi 40 por ciento del abasto de maíz, arroz, soya y sorgo, y se vuelve incierto el abasto para la población. Dijo que la campaña ha logrado su propósito y lema de colocar a “México en la boca” de la gente e incluso tuvo efectos extra fronteras, pues Guatemala adoptó el concepto de “Sin maíz no hay país”, pero el principal destinatario, el que administra el erario y los rumbos del país “ni siquiera volteó a verlos” y más bien tomó decisiones que profundizaron el modelo neoliberal, al apoyar con recursos públicos a las grandes trasnacionales y promovió la compra de alimentos del exterior sin traba alguna (LER).


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