No. 43 La técnica en cuestión

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16 de abril de 2011 • Número 43 Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver Suplemento informativo de La Jornada

TEMA DEL MES


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EL HOMBRE DE HIERRO ¡Queridos hermanos: no olviden nunca, cuando oigan elogiar el progreso de las luces, que la mejor astucia del diablo consiste en persuadirnos de que no existe! Charles Baudelaire

Suplemento informativo de La Jornada 16 de abril de 2011 • Número 43 • Año IV

COMITÉ EDITORIAL

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sí como el diablo trata de convencernos de su inexistencia, así el orden capitalista busca persuadirnos de que la ciencia y la técnica son asépticas y neutrales. Pero el demonio del gran dinero está también ahí: en la tecnociencia que el mercantilismo absoluto ha desarrollado y de la que se sirve.

Armando Bartra Coordinador Luciano Concheiro Subcoordinador Enrique Pérez S. Lourdes E. Rudiño Hernán García Crespo CONSEJO EDITORIAL Elena Álvarez-Buylla, Gustavo Ampugnani, Cristina Barros, Armando Bartra, Eckart Boege, Marco Buenrostro, Alejandro Calvillo, Beatriz Cavallotti, Fernando Celis, Luciano Concheiro Bórquez, Susana Cruickshank, Gisela Espinosa Damián, Plutarco Emilio García, Francisco López Bárcenas, Cati Marielle, Yolanda Massieu Trigo, Brisa Maya, Julio Moguel, Luisa Paré, Enrique Pérez S., Víctor Quintana S., Alfonso Ramírez Cuellar, Jesús Ramírez Cuevas, Héctor Robles, Eduardo Rojo, Lourdes E. Rudiño, Adelita San Vicente Tello, Víctor Suárez, Carlos Toledo, Víctor Manuel Toledo, Antonio Turrent y Jorge Villarreal.

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Y está sobre todo ahí. No hay perversión mayor que la dictadura del “hombre de hierro” sobre el hombre de carne y sangre. No puede concebirse malignidad más diabólica que la alienación de nuestras potencialidades físicas e intelectuales. Fuerzas vitales que por obra de la codicia vuelta sistema se nos oponen, nos hostigan, nos encadenan.

“En todo el transcurso de la historia sin excepción –escribe Jacques Ellul– la técnica ha pertenecido a una civilización; ella era un elemento más entre otros, comprendía una variedad de actividades no técnicas. Ahora la técnica ha englobado a la civilización entera”. Y concluye: “la técnica se desarrolla de manera independiente y al margen de todo control humano. En su sueño prometeico, el hombre moderno creía poder domesticar a la naturaleza, pero no logró más que crear un medio artificial aún más apremiante”.

PORTADA: Hernán García Crespo

La Jornada del Campo, suplemento mensual de La Jornada, editado por Demos, Desarrollo de Medios, SA de CV; avenida Cuauhtémoc 1236, colonia Santa Cruz Atoyac, CP 03310, delegación Benito Juárez, México, Distrito Federal. Teléfono: 9183-0300. Impreso en Imprenta de Medios, SA de CV, avenida Cuitláhuac 3353, colonia Ampliación Cosmopolita, delegación Azcapotzalco, México, DF, teléfono: 5355-6702. Reserva de derechos al uso exclusivo del título La Jornada del Campo en trámite. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta publicación, por cualquier medio, sin la autorización expresa de los editores.

Para justificar la pobreza de los muchos ya no se alega el legítimo derecho de los pocos a enriquecerse, ahora el argumento es que la expansión de la producción y el crecimiento de la economía exigen sacrificios. En estas condiciones combatir la desigualdad no basta. El hipotético reparto equitativo del trabajo y de sus productos no sería libera-

El hombre siempre ha potenciado mente y cuerpo mediante artefactos toscos o sutiles. Artilugios que en las sociedades antagónicas y jerárquicas que hemos padecido fueron vueltos en su contra. Ya en el pasado la técnica fue empleada para hostigar al hombre, pero eran siempre unos hombres los que la dirigían contra otros. En el capitalismo las cosas son diferentes. Así como el mercado irrestricto hizo de la economía un autómata que se impone sobre la sociedad, así el productivismo compulsivo volvió autocrático al sistema tecnológico.

Diseño Hernán García Crespo

lucro, sí, pero conforme el capitalismo va encarnando en un autómata urbano-industrial, la productividad pasa de ser un medio para mantener e incrementar las ganancias a ser un fin en sí misma. En el capitalismo maduro la ambición de los empresarios individuales ya no es sustantiva sino instrumental y el verdadero sentido de la producción es el incremento de la misma producción.

La tecnociencia, quienes la diseñan y los ámbitos donde se desempeñan no son entidades esotéricas sino terrenales: conocimientos, científicos e instituciones que hoy responden a políticas públicas, financiamientos privados, criterios de rentabilidad y también –aunque no siempre se reconozca– a enfoques ideológicos. La tecnociencia lleva la huella de su tiempo: la marca de las relaciones socioeconómicas donde se desarrolla y que le insuflan objetivos, significados y valores. Pero en la modernidad –tanto la capitalista como la socialista– el sistema científico tecnológico se vuelve el alma de un progreso cuyo motor es la expansión desbocada de las fuerzas productivas. En el origen estuvo el afán de

dor si no rompemos también otras cadenas: las que nos uncen al autócrata económico que acumula insaciablemente riquezas abstractas y al autómata tecnológico que expande sin medida capacidades productivas ciegas. No habrá real emancipación si no nos deshacemos de la concepción de la historia que nos condena al progreso. Esta contradicción del capitalismo, que hoy nos tiene al borde del abismo, no se le escapó al más filoso crítico del gran dinero. “En el autómata y en la maquinaria movida por él –escribió Carlos Marx hace siglo y medio– el trabajo pasado se muestra como activo por sí mismo, independientemente del trabajo vivo, subordinándolo y no subordinado a él: el hombre de hierro contra el hombre de carne y hueso. La subsunción de su trabajo al capital se le presenta aquí como un factum tecnológico”. Pensando en la incipiente gran industria inglesa que prefiguraba la magna máquina de producir y de consumir en que se ha convertido la sociedad planetaria, Marx devela la alienación al mundo tecnológico: “maquinaria global cuyas partes componentes son máquinas. Aquí el ser humano: mero accesorio viviente, apéndice consciente de la maquinaria carente de conciencia pero dotada de una efectividad uniforme…”.

Y cierra el razonamiento reconociendo la importancia de la lucha contra el capital vuelto tecnología, la lucha contra la máquina animada: “Es también con la maquinaria cuando el trabajador combate, por primera vez directamente, la fuerza productiva desarrollada por el capital considerándola un principio antagónico respecto de él mismo como trabajo vivo”. Los campesinos sobrevivieron a la expropiación violenta de sus mejores tierras, a las labores forzadas imperantes en las economías de plantación, a la inmisericorde explotación asalariada de su trabajo, a la exacción de su excedente económico a través del mercado. Pero estos correosos sobrevivientes están en peligro de sucumbir al gran dinero cuando éste se les presenta travestido en tecnología. Y es que el seductor discurso de los expertos que Jacques Ellul ha llamado “bluff tecnológico”, es un enemigo silencioso y solapado más difícil de resistir que los ataques frontales. Así, el campesino que de grado o por fuerza trabajaba para el gran dinero, termina no sólo derrengándose en beneficio del capital sino también trabajando como el capital: empleando una tecnología que si en manos del agronegocio es ecocida pero por un tiempo rentable, al ser adoptada por la economía doméstica se muestra técnicamente insostenible, económicamente ruinosa, socialmente disruptiva y culturalmente aberrante. Un pequeño productor cuyas ancestrales estrategias diversificadas le permiten aprovechar al máximo sus recursos naturales, económicos y laborales al tiempo que le generan ingresos en especie y en dinero, plurales por su naturaleza y virtuosamente distribuidos a lo largo del año. Un agricultor acostumbrado a preservar su entorno natural y restituir la fertilidad del suelo mediante prácticas adecuadas y policultivos. Un labrador idiosincrático que elige sus siembras en función de gustos culturalmente determinados. Un campesino comunero cuyas formas de cooperación y división social del trabajo se basan en la solidaridad y reciprocidad. Un habitante de territorios rústicos identitarios cuya producción material es inseparable de su producción simbólica. Un practicante, en fin, de la más ancestral oiconomía, se ve de pronto uncido a las tecnologías uniformes, especializadas y agresivas hechas a imagen y semejanza de una empresa desalmada y predadora cuyo único afán es el lucro. Pero también en el ámbito tecnológico los campesinos resisten, dan la batalla. No sólo preservan prácticas productivas añejas, igualmente desarrollan otras nuevas combinando los aportes valiosos de la ciencia occidental con saberes ancestrales. Otro mundo posible está surgiendo a contrapelo y en los intersticios del capital. Y el componente científico y tecnológico de este utopismo rústico es fundamental, pues el altermundismo auténtico es impensable sin la ciencia y la tecnología otras que ahí se prefiguran.

BUZÓN DEL CAMPO Yolanda Massieu fue cooeditora del presente número del suplemento

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NATURALEZA

ECOCIDIO

“Tlalticpac. Toquichtin tiez” (“La tierra será como sean los hombres”). REFRÁN

“¡Cómo maldecirán nuestros descendientes a la civilización al ver tantas montañas (…) saqueadas y peladas!” FOURIER

NÁHUATL

“Sólo podemos mandar sobre la naturaleza obedeciéndola”. FRANCIS BACON “Con la naturaleza es necesario proceder lentamente, sin prisas, si se quiere obtener algo de ella”. GOETHE

“Destruye la tierra (…) y no sólo pierdes una, dos o más cosechas, sino que extingues todos los productos que podrías extraer de ella, tú, tus hijos y los hijos de tus hijos”. PROUDHON “El trabajo que se emplea para robarle a la tierra su (…) materia fertilizante es peor que trabajo despilfarrado. El último caso es una pérdida para la generación presente; el primero es una herencia de pobreza para nuestros descendientes”. GEORGE WARING

de otros sistemas, en este caso energía fósil; subsidios sustanciales, generalmente encubiertos; uso de tecnologías capaces de deteriorar los recursos con gran rapidez e intensidad”. EFRAÍN HERNÁNDEZ XOLOCOTZI

“Todo progreso realizado en la agricultura capitalista no es solamente un progreso en el arte de esquilmar al obrero, sino también en el arte de esquilmar a la tierra”. CARLOS MARX “A raíz del desbalance entre producción y demanda de productos agropecuarios, se ha planteado la mayor aplicación de tecnología agrícola científica occidental (…) Pocas veces se aprecia que la agricultura ultramoderna involucra fuertes inyecciones de energía

TÉCNICA CUESTIONADA “Maquinaria global cuyas partes componentes son máquinas. Aquí el ser humano: mero accesorio viviente, apéndice consciente de la maquinaria carente de conciencia pero dotada de una efectividad uniforme…”. CARLOS MARX

“Esta mediación (técnica) deviene exclusiva: no hay otra relación entre el hombre y la naturaleza, todo ese conjunto de vínculos complejos y frágiles que el hombre había tejido pacientemente, poético, mágico, mítico, simbólico desaparece: no hay más que la mediación técnica que se impone y deviene total (…) Ella es en sí misma no solamente un medio sino un universo de medios –en el sentido de Universum, a la vez exclusivo y total–, esto es lo que aparece también en las relaciones entre los individuos, o en la relación que se establece entre individuos y grupo: ahí también todo deviene técnico”. JAQUES ELLUL “Definitivamente desencadenado, Prometeo, al que la ciencia proporciona fuerzas nunca antes conocidas y la economía un infatigable impulso, está pidiendo una ética que evite mediante frenos voluntarios que su poder lleve a los hombres al desastre”. HANS JONAS

ALTERNATIVAS “Ya no es suficiente cambiar el mundo, lo que importa ante todo es preservarlo”. GÜNTHER ANDERS “La agricultura racional, en contraposición con el sistema de cultivo expoliador, se basa en el principio de la restitución; al devolver a los campos las condiciones de fertilidad, el agricultor asegura la permanencia de los mismos”. JUSTUS VON LIEBIG “El hombre vive de la naturaleza, es decir: la naturaleza es su cuerpo, y debe mantener un diálogo continuo con ella, de lo contrario moriría”. CAR-

gastos de transporte y creciente empleo de recursos, es insostenible. La viabilidad económica futura demandará un dramático vuelco hacia las economías locales, reintroducir una versión modernizada de la sustitución de importaciones y promover una ordenada re-ruralización y revitalización de las comunidades a través de reforma agraria, educación, métodos agroecológicos de pequeña escala, control de importaciones y exportaciones y énfasis en la democracia local. Todo en preparación de la inevitable desindustrialización de la agricultura que vendrá al declinar la disponibilidad de combustibles baratos”. JERRY MANDER (EDITOR), MANIFIESTO SOBRE LAS TRANSICIONES ECONÓMICAS GLOBALES

LOS MARX

“En una era de caos climático y recursos disminuidos, el modelo neoliberal se vuelve inviable. Su dependencia de las exportaciones con enormes

“No tenemos muchas alternativas. O seguimos por el camino del capitalismo y la muerte, o avanzamos por el camino de las armonía con la naturaleza y la vida”. EVO MORALES

“El hombre vuelve una vez más a vivir en una caverna, pero la caverna ahora está contaminada por el aliento mefítico y pestilente de la civilización”. CARLOS MARX “¿Qué le han hecho a nuestra tierra, a nuestra noble hermana? Saquearla y herirla, violarla y morderla, acuchillada en el costado del amanecer”. JIM MORRISON


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4 co por métodos de hibridación y selección”. Como el destino del grano no es el autoconsumo y los compradores exigen calidad, el mejoramiento va encaminado a obtener un maíz de buen tamaño, color e incremento en la producción.

FOTO: CIMMYT

LO ESPECIAL DEL MAÍZ CACAHUACINTLE Blanca Idalia Sarmiento

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l maíz forma parte de la cultura en México, la presencia de este grano en todo el territorio es por medio de diversas razas, aproximadamente 54, según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio). Entre ellas se encuentra el denominado pozolero o cacahuacintle. Características del cacahuacintle tales como su sabor dulce, textura suave, consistencia harinosa y grano grande lo hacen ideal para degustarlo como elote tierno; con su harina se pueden preparar una infinidad de postres, y su grano es el ingrediente principal para la elaboración de pozole, un platillo de origen prehispánico que tiene diferentes presentaciones según la tradición de cada región. El maíz cacahuacintle depende de un microclima con temperaturas semifrías, altitudes elevadas y suelos filtrados para su cultivo, por lo que este grano se produce principalmente en ciertas regiones del Estado del México, Puebla y Tlaxcala. Según Alberto Ramos, de la Universidad Autónoma Chapingo, todo lo anterior ha influido en que el cultivo de este grano sea privilegiado, porque cuenta con un mercado cautivo donde se puede vender a un precio superior al de otros tipos de maíz.

Gracias al conocimiento empírico, la observación y la experiencia de los campesinos que cultivan maíz cacahuacintle, se ha podido lograr un mejoramiento en el rendimiento o productividad de la planta, de sus características y en la adaptabilidad de la semilla a los diferentes tipos de suelo que predominan en las regiones donde se siembra. También ha sido posible por el reducido intercambio de semilla entre diferentes localidades propiciando una mayor uniformidad fenotípica y una reducción en la variabilidad genética en la morfología de la mazorca.

Su grano es el ingrediente principal para la elaboración de pozole, un platillo de origen prehispánico que tiene diferentes presentaciones según la tradición de cada región La Universidad Autónoma Chapingo ha participado con algunos agricultores de maíz cacahuacintle en programas para mejorar la producción, aplicando tecnologías agrícolas convencionales como “mejoramiento genéti-

ANTE EL NEOLIBERALISMO, PROPUESTA DE INNOVACIÓN TECNOLÓGICA EN MAÍZ DE TEMPORAL Miguel Ángel Damián Huato* y Artemio Cruz León**

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l campo tiene problemas de baja productividad, pobreza extrema y cambio climático, que tienden a empeorar porque los precios de los alimentos han aumentado y las políticas públicas han desdeñado a productores de subsistencia que siembran granos básicos, sobre todo maíz. Este grano es clave, ya que ocupa 39.3 por ciento del área total cosechada (21.8 millones de hectáreas). En México coexisten dos modelos tecnológicos contrastantes para el manejo del maíz. Uno se despliega en la agricultura de riego y se basa en el uso de semillas híbridas que logran altos rendimientos sólo si se irrigan y aplican altas dosis de agroquímicos. El estado prototipo de este manejo es Sinaloa, con rendimientos promedio de 10.2 toneladas por hectárea.

La producción de maíz cacahuacintle enfrenta diversas problemáticas como las plagas, la sequía, las granizadas y las heladas. Su comercialización es otro reto, a pesar de contar con un mercado cautivo: por ser una variedad especial, su precio nunca ha estado fijado por alguna autoridad, por lo tanto, su valor se determina con base en las fuerzas del mercado, la oferta y la demanda, además de la especulación de los intermediarios, pues los productores no cuentan con canales directos de venta. El cultivo de maíz cacahuacintle también se ve afectado por otros elementos que inciden en el medio rural, como el crecimiento de la mancha urbana, la escasez de mano de obra (por ser una actividad temporal, las personas prefieren buscar fuentes de empleo más estables), el aumento en los precios de insumos químicos y sobre todo la falta de apoyos públicos que den mayor certeza económica a los agricultores. La importancia que tiene México por su diversidad biológica está estrechamente relacionada con la riqueza cultural. Es por ello que no sólo las valías económicas son las que protagonizan la importancia de conservar la biodiversidad, pues en el caso cultural, el valor es inminente, ya que conlleva un conjunto de conocimientos milenarios. Sobre todo si consideramos que la redimensión de la biodiversidad como recurso cambió de considerarse uno cualquiera a uno con categoría de estratégico. La preservación de la diversidad genética del maíz en el país actualmente es un fenómeno

En el otro prevalece la agricultura de temporal, dominante en entidades con altos niveles de pobreza extrema. Son maiceros minifundistas, de autoconsumo y bajos rendimientos porque siembran en condiciones edafo-climáticas y económicas restrictivas. Para adecuarse a este entorno, han recreado un sinfín de sistemas agrícolas intensivos y complejos que aprovechan mayormente los recursos que no les cuestan (energía solar, aire, nitrógeno, carbono, cadenas y tramas tróficas), ensamblando varios elementos del agroecosistema (cultivos, suelos, plantas, animales), mediante la ejecución de distintas prácticas: siembra de semillas criollas, asociación y rotación de cultivos, manejo integrado de plagas y enfermedades, uso de estiércol como abono, conservación de suelo y agua. También utilizan ciertos agroquímicos. Estas tecnologías están desapareciendo, porque el neoliberalismo ha transformado al campo en un reservorio de mano de obra, cuya reproducción se basa en la pluriactividad, ya que para sobrevivir el productor tiene que realizar varias actividades en su terruño o fuera de él. La pluriactividad amplía el ingreso familiar rural y reduce su dependencia de la agricultura, al tornarla una estrategia de vida secundaria, lo que causa discontinuidad técnica entre los maiceros y pérdida de su especialización, por el poco tiempo de que disponen para innovar y mejorar el manejo del maíz.

que ha cobrado relevancia, por su importancia social, económica e intelectual. Los principales elementos que inciden en esta biodiversidad son aquellos que están estrechamente relacionados con los productores locales, pues ellos son los que de manera especial contribuyen a su protección, basados en el conocimiento tradicional que han desarrollado y acumulado. La cultura del maíz en México tiene raíces prehispánicas, pues según la cosmovisión de antiguas culturas mesoamericanas, el ser humano es descendiente del maíz. La comida es un rito de significación en las culturas y la presencia del maíz en la cocina mexicana es fundamental. Puesto que la elaboración del pozole en México es en ciertas fechas tradicionales o para celebrar algún momento especial, el consumo de este platillo en el país es un símbolo de identidad y pertenencia. La continua siembra de maíz cacahuacintle es lo que preservará la existencia de la raza, tal como afirman sus productores. Mientras el grano tenga la posibilidad de colocarse en el mercado y se conserven sus cualidades, sus cultivadores idearán maneras de conservarlo en sus parcelas y de transmitir la actividad a sus descendientes. Como afirma un productor de maíz: “pues uno anduvo desde pequeño en el campo, toda la vida en el cultivo de maíz, lo mismo los hijos aunque tengan una formación profesional, sino quién se va a dedicar a la siembra, quien va a atender al campo”. La producción de maíz cacahuacintle es un ejemplo de que dedicarse a una actividad agrícola es rentable y no necesita la aplicación de tecnologías costosas o complejas, pero sí requiere que existan políticas públicas que garanticen el acceso a recursos en caso de contingencias climáticas y estimulen la conservación de esta variedad del grano. s2_bi@yahoo.es

En un estudio hecho en San Nicolás de los Ranchos, Puebla, con una muestra de 77 maiceros, se halló que: a) el uso de tecnología moderna es bajo (40.6 de cien unidades) y que no hay significancia entre el empleo de ésta y el rendimiento, y b) el uso de tecnología campesina es mayor en 20.7 unidades que el de las modernas, con un efecto significativo en el rendimiento. También se encontró que: a) 70 maiceros son pluriactivos, 63 por ciento en tareas primarias y 37 por ciento en secundarias y terciarias; b) los pluriactivos primarios usaron mayores niveles de tecnologías campesinas (71.8 de cien unidades) en el manejo del maíz que los secundarios y terciarios (43.8 unidades), y c) los rendimientos de estos maiceros (917 kilos por hectárea) están por debajo del de los pluriactivos primarios (mil 650 kilos por hectárea), aun cuando usaron más tecnología moderna. Los gobiernos neoliberales han minimizado y desaparecido instituciones encargadas de la generación y difusión de innovaciones en el campo, particularmente para los campesinos. Por eso se busca encontrar un método que permita evaluar las tecnologías eficientes aplicadas por los campesinos más productivos en un área, y retomar y difundir las innovaciones responsables de esa mayor producción. Y ello tiene que ver con el siguiente plantea-


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INCREMENTO DE RENDIMIENTOS EN MAÍZ, CON VISIÓN SUSTENTABLE

• Experiencia de ANEC; es viable lograr la autosuficiencia

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levar los rendimientos de maíz en campos temporaleros, en manos de pequeños y medianos productores, no es utopía, es un logro que se puede verificar en varios estados de la República y conlleva procedimientos en favor de los recursos naturales, de la ecología, y con un resultado favorable en lo económico, en el costo-beneficio. Esta es la experiencia de campesinos de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), que en 2011 cumplirán tres años con su Programa de Desarrollo Productivo Sustentable con Destino, aplicado en ocho entidades: Jalisco, Nayarit, Michoacán, Guanajuato, Morelos, Campeche, Chiapas y Guerrero. Los números lo dicen todo, o casi. Aquí algunos: en Nayarit el rendimiento promedio de los campesinos de la Integradora de Organizaciones del Sur de Nayarit fue en 2008 de 5.4 toneladas por hectárea, en 2009, con el programa, subió a 6.98 y para 2010 llegó a 8.66, y en Chiapas, la Unión Campesina Totikes del municipio Venustiano Carranza pasó de 3.85 toneladas por hectárea en 2008 a 4.28 en 1009 y a 6.49 en 2010 (un aumento de 68 por ciento en solo dos años). Esto, mientras que a nivel nacional son “gramos” los que se han elevado en el rendimiento del maíz desde que se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN),

miento: en un entorno de baja productividad, pobreza, cambio climático, alzas a los precios del maíz y la ejecución de políticas públicas erróneas de fomento agrícola, ¿hay opciones tecnológicas para promover la productividad y el desarrollo sustentable entre maiceros de temporal? La respuesta estructural a esta cuestión tiene que ver con la aplicación de un modelo de acumulación garante de la soberanía alimentaria. Para ello hay que aprovechar el stock tecnológico disponible. La innovación será más fácil de conseguir si se transfieren tecnologías que tengan coincidencias razonables con las condiciones de vida y producción de los maiceros; es decir, que se trate de usuarios de tecnologías que compartan recursos concretos y abstractos en un espacio-tiempo determinado.

Siembra de semillas criollas, asociación y rotación de cultivos, manejo integrado de plagas y enfermedades, uso de estiércol como abono, conservación de suelo y agua El modelo de transferencia tecnológica se basa en identificar a los maiceros eficientes y las innovaciones que usan en el manejo del maíz. Con este fin se propone: a) calcular la

comenta Antonio Hernández, de la Sociedad Integradora del Campo (Sicampo), la cual ha estado fungiendo como despacho trasmisor de tecnología y métodos en este programa. De acuerdo con Hernández, con José Atahualpa Estrada, coordinador central del programa y con representantes de organizaciones participantes, las claves de la experiencia son que los productores realicen antes que nada análisis de suelos de sus predios, para que a partir de allí se definan las cantidades adecuadas de fertilizantes químicos que deben utilizarse y la incorporación de fertilizantes orgánicos para restablecer nutrientes en los suelos, pues en términos generales el campo mexicano presenta suelos deteriorados por un uso anárquico de agroquímicos. Pero sobre todo, son claves la organización, las reuniones para el intercambio de experiencias, la visita de campesinos a los predios donde se aplica el programa para que observen métodos y resultados. Además de que, dice Hernández, “el huarache es el mejor fertilizante”, esto es el cuidado esmerado de la plantas en su evolución.

Asimismo, demuestra que es ineludible la organización local autogestiva; los enfoques integrales, no aislados ni desarticulados, y la integralidad del conocimiento. Suárez reflexionó: en el marco actual de incertidumbres globales, México –con una dependencia externa de 10 millones de toneladas anuales de maíz, un tercio de sus necesidades— es vulnerable en su seguridad alimentaria, en su economía y en el bienestar de su población, pues hay muchos riesgos latentes, por ejemplo que haya un mal temporal y caída de producción en Estados Unidos, o que se profundice en el mundo el uso de maíz para generar agrocombustibles, o que sigan encareciéndose los precios del petróleo, etcétera. Por ello, y dado que ya se demostró en México que encarecimiento de alimentos es sinónimo a agudización de la pobreza (como ocurrió en 2008-09), es necesario impulsar decididamente esfuerzos como los del Programa de la ANEC para alcanzar algo que podría lograrse en tres años: la autosuficiencia en maíz, “y en trigo, sorgo, arroz, etcétera”, lo cual además implicaría reactivar el campo y mejorar el empleo rural.

Por impulso de la ANEC, este programa –que ambiciona aún más, como es el “desarrollo de compradores” para que las cosechas tengan destino desde su siembra; o el uso de nuevos fertilizantes que produzcan los propios campesinos, como el humus de lombriz— es también una política pública, el Programa Especial de Maíz de Alto Rendimiento (Proemar), que ejecuta el Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO) y donde están involucrados la Financiera Rural y Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA). El problema es que, reportan los representantes de las organizaciones, hay serios problemas de burocratismo, por ejemplo el retraso de recursos, con lo cual los técnicos a veces deben trabajar sin sueldo durante meses. O exceso de requisitos, como es la acreditación de la tenencia de la tierra, lo cual no todos pueden cumplir; o integrar en el esquema superficies de 200 o 300 hectáreas. Lo que han hecho varias organizaciones es trabajar el Programa de ANEC al margen de los apoyos públicos, como ocurre en Campeche, donde avanzan poco a poquito. Pero dice Antonio Hernández: “con o sin los apoyos gubernamentales, este programa seguirá, se mantendrá vivo”.

En una reunión nacional de diálogo sobre este programa, el 25 de marzo, Víctor Suárez, director ejecutivo de la ANEC, afirmó que los resultados demuestran que el conocimiento experto (de técnicos) debe ir de la mano del conocimiento campesino, pues el productor es quien ve más las cosas y si hay cambio es porque éste lo decide, y por tanto las políticas

PORTADA: Hernán García Crespo

Lourdes Edith Rudiño

públicas deben reconocer lo que hacen y quieren los campesinos y no verlos como objetos.

Innovaciones empleadas por productores eficientes en el manejo del maíz en San Nicolás de los Ranchos Puebla, México TECNOLOGÍA

SAN NICOLÁS DE LOS RANCHOS

Conservación de suelos (%)

Bordos (18), terrazas vivas (23) y Zanjas (9). No aplicaron técnicas de conservación de suelo (50)

Fecha de siembra (%)

Marzo (77) y abril (23)

Variedad de semilla (%)

Criollas (100)

Densidad de plantas (ha)

67,900

Asociación de culƟvos (%)

Maíz asociado con: frutales y frijol (32), frutales-calabaza (4) y frijol (14). No asociaron culƟvos (50)

Rotación de culƟvos (%)

Alternancia con: cebada (23), fríjol (27), haba (14) y trigo (4). No alternaron culƟvos 32

Aplicación promedio de esƟércol (Kg/ha)

1,383 aplicados antes de la siembra

Fórmula de ferƟlización (%)

Aplicaron 7 formulas predominando: 69-0000 (36), 92-00-00 (18), 46-00-00 (14) y otras formulas (28). No aplicaron ferƟlizantes (4)

Fecha de ferƟlización (%)

Primera labor (41), segunda labor (37) y tercera labor (18).

Nombre y dosis de herbicida/ha (%)

Aplicaron 5 Ɵpos de herbicidas predominando: Esteron1lt/ha (14), Gesaprim1kg/ ha (23), Hierbamina (9) y otros Ɵpos (9). No aplicaron herbicidas (45)

Nombre y dosis de insecƟcida/ha (%)

Cipermetrina 1lt/ha (14) y Parathión Meơlico 1lt/ha (4). No aplicaron insecƟcidas (82)

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de la encuesta, 2009.

diferencia entre los rendimientos unitarios extremos; b) dividir esta diferencia entre tres; c) sumar este cociente a los rendimientos menores para crear tres tipos de maiceros (bajo, medio y alto), y d) identificar las innovaciones usadas en el manejo por los maiceros eficientes, que son las que se van a transferir. Al aplicar esta metodología con productores de San Nicolás de los Ranchos, hallamos que: a) 29 por ciento de los productores son considerados maiceros eficientes; b) en el manejo del maíz, interaccionan prácticas modernas y campesinas, siendo mayor la aplicación de las segundas en 20.7 unidades, y c) hay diferencias sustantivas entre los rendimientos unitarios de los maiceros eficientes, respecto a los de bajo y medio. Con la transferencia de estas innovaciones es probable que aumenten los rendimientos de los maiceros de baja y media en 260 y 73 por ciento, respectivamente. Además, las innovaciones campesinas prestan servicios ambientales, ya que capturan carbono atmosférico. Su actual vigencia se debe a que se trata de sistemas agrícolas sostenibles, productivos, relevantes y resilientes. Aun así, los tecnócratas están empeñados en desaparecerlas. *Instituto de Ciencias. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. **Maestría en Desarrollo Rural Regional. Universidad Autónoma Chapingo cruzla59@yahoo.com.ar


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DESAPROVECHA MÉXICO VARIEDADES MEJORADAS DE MAÍZ

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ntre 1946 y 2010 el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y sus instituciones predecesoras investigaron y generaron 260 variedades mejoradas de maíz a partir de semillas criollas, nativas, de México, con el interés de atender las necesidades de productores de pequeña y mediana escala en condiciones de temporal. El esfuerzo es valioso si se toma en cuenta que cada desarrollo implica de 12 a 15 años de trabajo de diversos especialistas coordinados (genetistas, fitopatólogos, entomólogos, fisiólogos, expertos en semillas, etcétera) y que su validación en campo toma tres años más. Es valioso también porque hoy por hoy más de 70 por ciento de la producción de maíz en México ocurre con maíces criollos no mejorados, y por tanto hay un gran margen de posibilidad de aumento de rendimientos.

Pero la Pronase dejó de operar desde 2001 y fue extinguida formalmente en 2007. Así que las grandes compañías avanzaron hasta adueñarse de 92 por ciento del mercado hace tres años, para luego retroceder un poco y cubrir hoy día alrededor de 80 por ciento del mercado, debido a que surgieron los agentes que debían ocupar el vacío que dejó la Pronase, –microempresas semilleras, algunas propiedad de los agricultores– que hoy atienden 15 por ciento.

Alejandro Espinosa asegura que de esas 260 variedades hay algunas destacadas como la Cafime (generada en 1958, para condiciones de temporal en zonas tipo Bajío) y la H-507 (de 1961, para zonas tropicales, específicamente Michoacán) que siguen sembrándose y comercializándose. Comenta que hay entre 20 y 35 microempresas semilleras –algunas desaparecen, surgen nuevas y por eso el número es variable– que le están dando la batalla a las trasnacionales en los valles altos (Tlaxcala, Estado de México, Puebla) y en Veracruz con esos materiales generados por el INIFAP, pues “nuestros maíces son competitivos: siempre hemos demostrado que en rendimientos por hectárea o les ganamos o estamos muy parejos con las trasnacionales. En precio, el ciclo pasado las corporaciones vendieron a dos mil 500 pesos el saco y las microempresas a 700 u 800”.

Del lado de las trasnacionales, Monsanto es

Sin embargo los efectos que estos desarrollos han tenido en el campo mexicano son muy limitados; decisiones y apatía gubernamentales, aunados a la complacencia con las semilleras trasnacionales, están en la raíz de esta situación, según lo demuestra el relato que nos hace en entrevista Alejandro Espinosa Calderón, investigador en producción y tecnología de semillas del INIFAP. La mayoría de las variedades del INIFAP, dice, llegaron a la paraestatal Productora Nacional de Semillas (Pronase), la cual multiplicó y comercializó las que más demanda tenían por parte del productor, y con ello cubrió hasta el año 2000 entre 55 y 60 por ciento del mercado de semillas de maíz en México. El resto estaba en manos de las empresas privadas, altamente penetradas por el capital trasnacional.

Más de 70 por ciento de la producción de maíz en México ocurre con maíces criollos no mejorados, y por tanto hay un gran margen de posibilidad de aumento de rendimientos FOTO: Xochiquetzal Fonseca / CIMMYT

Lourdes Edith Rudiño

la principal oferente, con una cobertura de 60 por ciento del mercado total de semillas de maíz en México (reportada en 2007) con híbridos de maíz de alto rendimiento con valor de 110 millones de dólares, y apuesta a ganar más espacios, por medio de la presión para que los maíces transgénicos sean autorizados comercialmente en México.

Los precios de las trasnacionales están más altos en México que en otros países (en algunos casos los duplican) porque cuando desapareció Pronase no tuvieron competencia alguna y han abusado de la situación, señala. Adicionalmente los materiales del INIFAP provienen de maíces nativos, esto es, se adaptan a las condiciones agroecológicas de lugares donde se siembran, mientras que los híbridos de las grandes corporaciones tienen germoplasma de

LA BIOECONOMÍA DE GEORGESCU-ROEGEN Claudia Brunel

A

finales de los años 60s, uno de los pocos economistas sensatos –y por lo mismo ignorado por sus colegas y el público en general– escribía sobre la locura del pensamiento económico, que se niega a vincular los procesos productivos con la naturaleza. “La humanidad se compara a una familia que consumiría todos sus alimentos disponibles en la alacena y echaría los detritus inevitables en un basurero, en este caso, el espacio que rodea”. De origen rumano, Nicholas Georgescu-Roegen fue primero un matemático y luego se convirtió a la economía. Fue el primer economista en hablar de termodinámica y entropía. Temas bárbaros, para expresar que cualquier producción necesita transformar una energía accesible en calor y que el proceso es irreversible. Es decir, la energía utilizada ya no puede servir. Extraemos, transformamos, utilizamos, desechamos… y regresamos al inicio del ciclo con la diferencia de que el nivel de energía disponible disminuyó. “Más grande es la producción, más grande son los desechos”. La eliminación de la contaminación, como la de los

desechos materiales, no puede ser total y utiliza también energía, afirmó Georgescu-Roegen, lo que provoca un aumento de calor que, a la larga, va a modificar el delicado equilibrio térmico del planeta de dos formas: 1) provocar islas térmicas que van a perturbar la fauna y flora locales y 2) aumentar la temperatura global del planeta, a tal punto que se va a derretir el casquete glaciar. Todo estaba dicho desde 1970, año de la publicación de The Entropy Law and the Economic Problem. Antes de que se percibiera el calentamiento global y que se sufriera sus consecuencias. Los escritos de Georgescu-Roegen anunciaron la degradación ambiental; el mayo 68 francés denunció el consumismo a ultranza y el tipo de sociedad que estábamos construyendo. A pesar de ello, llegamos al siglo XXI con las mismas creencias que tenían los economistas clásicos del siglo XIX: el progreso llevará a un mayor bienestar general. Sin crecimiento económico, las sociedades se degradan. ¿Será? Tal vez ha llegado la hora de la última llamada para que nosotros, los seres humanos, enfrentemos la realidad de nuestra Tierra Madre con responsabilidad y alegría. A pesar del lado alarmista de los análisis de Goergescu-Roegen, sur-

otras regiones y de otros países, lo cual representa riesgos y daños fitosanitarios muy graves. “En un afán de comercializar sus variedades (las corporaciones) las han llevado a lugares, como los valles altos, donde es riesgoso que se siembren por ser susceptibles a algunas enfermedades. Por ejemplo, el carbón de la espiga es una de las enfermedades más graves del maíz; la tuvimos en México en los años 50s y logramos controlarla con variedades mejoradas, con fuentes de tolerancia, y nos dimos cuenta de que si usábamos variedades de fuente tropical se presentaba esa enfermedad. Desde hace cinco años ha resurgido la enfermedad en valles altos, incluso en Toluca. Las tierras afectadas no producen nada, sólo carbón en lugar de mazorca y las esporas duran en el suelo siete años teniendo efectos en posteriores cosechas. En 2010 en Atlacomulco se presentó otra enfermedad, mancha de asfalto, que es tropical y ocurrió porque allí se sembraron variedades que son ajenas a esa zona”. Así, resultan mucho más convenientes las variedades mejoradas del INIFAP (y de otras instituciones nacionales) que implican más respeto por la sustentabilidad ambiental, las condiciones agreocológicas y el bolsillo del productor. ¿Por qué las microempresas no han avanzado más? Alejandro Espinosa explica que el INIFAP tiene una unidad de productos y servicios “que se supone que es la que promovería el uso de las semillas (del instituto) pero eso no ha funcionado. Sí han funcionado los investigadores y éstos, con la gente cercana a ellos son los que han promovido el desarrollo de las microempresas” mencionadas. “Pero las microempresas, para producir semillas, compran cada año la semilla de los progenitores de la variedad, que es la semilla registrada –es como si comprara el pie de cría– y con ella obtienen la semilla certificada que se vende a los productores. Por muchos años, las autoridades del INIFAP no han entendido y no han tenido el apoyo real para que se produzca la suficiente semilla registrada, de tal forma que cada año los microempresarios quedan en una situación desventajosa porque les venden mucho menos que lo que necesitan”.

ge una verdadera lección de humanidad. Porque más allá de la producción de bienes materiales y desechos, este autor veía en el proceso económico “un flujo inmaterial: la alegría de vivir”. En nuestra locura por crecer, hemos olvidado que nuestros estómagos y nuestras vidas son finitas –parafraseando a su discípulo Herman Daly– y que más que crecer, tenemos que repartir el pastel de forma más equitativa. Recordar que “cada vez que producimos un carro, destruimos de forma irrevocable una cantidad de baja entropía que hubiera podido ser utilizada para fabricar un arado o una pala”. La gran lección de Georgescu-Roegen y de los posmodernistas actuales es enseñarnos un camino más eficiente para llegar a la felicidad verdadera. Como sociedad, tenemos que elegir entre abordar nuestra evolución como individuo ávido de obtener ganancias personales, o como humanidad construyendo nuestro destino común. “El estado estacionario demandaría menos recursos de nuestro medio, pero mucho más de nuestros recursos morales” (Daly, 1989:35). ¿Le entramos? Este texto es una edición de un arơculo publicado por la autora en el semanario Mirada Sur, número 6, del jueves 16 de sepƟembre de 2010, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, bajo el ơtulo: “¿Quién dice que no somos responsables? Reflexiones en torno a nuestra contribución en crear un mundo fuera de control”.


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7 A pesar de las diferencias productivas observables, todas las unidades tuvieron el mismo inicio, utilizaban sólo la fuerza de trabajo familiar, operaban dentro de la economía informal y utilizaban procedimientos y prácticas tradicionales de tipo artesanal, a partir de tecnologías simples con gran potencial de auto-sostenimiento.

ESFUERZO COLECTIVO PARA MEJORAR LA AGRICULTURA TRADICIONAL*

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a generación de nuevos conocimientos que permiten el beneficio económico o social tiende a asociarse con universidades donde se investigan y desarrollan nuevas ideas, que ofrecerán grandes posibilidades de crecimiento y desarrollo. Sin embargo, existen procesos de innovación en donde nuevas tecnologías e ideas nacen, crecen y se difunden totalmente alejadas de estos centros especializados. Este proceso, muy común, es un mecanismo cotidiano y vital para la permanencia de la mayoría de los sistemas productivos agrícolas tradicionales de México, denominado innovación social. Tal es el caso del proceso de innovación social generado alrededor de la agroindustria familiar del amaranto en Santiago Tulyehualco, Xochimilco, en el Distrito Federal, donde estos productores, a partir de la utilización de los recursos locales y la interacción de acciones y estrategias individuales y colectivas de las familias productoras, han logrado establecerse como un conjunto funcional de unidades productoras. Esto los ha posicionado como lugar de referencia para conseguir una amplia gama de productos elaborados con amaranto, en la forma de dulces tradicionales, como la conocida alegría y pepitoria, o como productos no convencionales, como suplementos alimenticios o barras multisemillas. Posicionamiento que les ha permitido apoyar la cultura local y la seguridad alimentaria regional. Las familias productoras de amaranto por generaciones han intervenido en la produccióntransformación-comercialización de su ce-

real. Sin embargo, el nivel de tecnificación, tamaño de la unidad de producción, tipo, diversidad y volumen de productos varía considerablemente de una unidad de producción a otra. De tal manera que podemos encontrar desde unidades que son operadas por una persona o un matrimonio mayor, con apenas la capacidad de elaborar pequeñas cantidades de dos tipos de dulces que complementan el gasto familiar, hasta unidades con 14 operarios, entre familiares y vecinos, que se dedican de tiempo completo y elaboran hasta 33 diferentes productos, que tienen locales establecidos dentro o fuera de la comunidad y producen a una mediana escala.

La transición de unidades campesinas a unidades con visión empresarial, que satisfacen las necesidades del consumidor y el mercado, ha significado un arduo desafío, involucrando a la innovación individual y colectiva en el ámbito técnico, productivo y organizativo. Todo gracias a nuevas formas de especialización, la creación de sólidas redes de confianza y de relaciones comerciales, que se configuran y desarrollan con gran flexibilidad. De esta forma, innovar se ha convertido en una condición esencial para lograr mayores niveles de productividad y, así, garantizar el sustento. La innovación social se puede observar en varios aspectos y a diferentes niveles. Por ejemplo, encontramos la innovación individual a nivel familiar, cuando se trabaja en el desarrollo de un nuevo producto. Los integrantes con nuevas y versátiles ideas

La innovación colectiva se aprecia en nuevas formas de organización creadas para satisfacer intereses comunes. Así, recurren principalmente a colectivos u organizaciones de productores como medio de representación para la gestión de recursos diversos ante instancias gubernamentales, aunque también se asocian para acceder a mercados que piden grandes volúmenes, por medio de marcas colectivas, o se organizan en sociedades integradoras para disminuir el costo de los insumos. Este tipo de procesos sociales exitosos surge de la sinergia e interacción de factores sociales, económicos, institucionales y organizativos, que se configuran no bajo una lógica lineal ni unidireccional, sino más bien sistémica, que permite el desarrollo de una red compleja y funcional, donde las familias productoras son el eje al ser usuarias, creadoras y líderes de tales innovaciones. Como lo demuestra esta experiencia de innovación social, para aumentar la competitividad del sistema agroalimentario del

Las familias productoras de amaranto por generaciones han intervenido en la producción-transformacióncomercialización de su cereal. Sin embargo, el nivel de tecnificación, tamaño de la unidad de producción, tipo, diversidad y volumen de productos varía considerablemente de una unidad de producción a otra Este tipo de unidades ha crecido en la década reciente debido a la demanda cada vez mayor del consumidor, que ubica al amaranto como un producto saludable con cualidades alimenticias, dejando de ser así un simple dulce tradicional. Este nuevo mercado ofrece para muchas familias una oportunidad para retomar la actividad, rediseñarla y, así, emplearse, obteniendo un ingreso regular y suficiente.

experimentan y ensayan hasta obtener una nueva receta, que una vez aplicada con éxito, servirá para diversificar la producción y diferenciarse momentáneamente del resto de las unidades. Sin embargo, en un momento dado los demás les copiarán y la familia se verá empujada a innovar de nuevo para sobresalir, convirtiendo a la innovación social en un proceso dinámico y continuo

FOTO: Mandy Goldberg

Fernando Manzo Ramos y Gabriela López Ornelas

FOTO: Julio R. Flores Andrade

AMARANTO,

tección del ambiente y la elaboración masiva e higiénica de productos; generadas gracias al entendimiento de las nuevas demandas, condiciones y oportunidades exigidas actualmente en el mercado.

También está la fabricación de maquinaria auto-diseñada. La necesidad de vender más y, por lo tanto, de mejorar su desempeño productivo, los ha llevado a ajustarse, crear y modificar sus recursos, a partir de la tecnología y medios disponibles. Así, al no existir de manera comercial el equipo que ellos requieren, se abre el camino para la generación de nueva tecnología, gracias al ingenio y habilidad de productores y artesanos, herreros y talleres locales, principalmente. Ellos, de manera conjunta, transforman maquinaria o elaboran equipo hechizo, que se ajusta a las características y necesidades de cada unidad de producción. La innovación social se observa también en el aumento de los estándares de calidad y uniformidad en los productos, así como en la incorporación de prácticas como la pro-

amaranto ha resultado más importante y definitivo el esfuerzo comprometido e inteligente de los productores, que nuevas tecnologías que ofrezcan resolver los problemas asociados a la producción. Por lo tanto, las instituciones encargadas de investigación, responsables de la innovación y desarrollo en la agricultura, deben considerar seriamente, planear y diseñar estrategias alternativas que partan del conocimiento local. De la misma manera, se debe apoyar la organización social de los productores como recurso vital para implementar innovaciones adecuadas, ya que la innovación social no sólo enfatiza la gestión a largo plazo de los recursos locales e incrementa la capacidad local de gestión, sino que también sobrepone la cultura, tradición y territorio al desarrollo capitalista indiferenciado. Investigadores del grupo de trabajo Extensión/ Educación/Desarrollo, del Programa de Estudios del Desarrollo Rural del Colegio de Postgraduados fernando.manzo.ramos@gmail.com gabriela.lopez.ornelas@gmail.com *Esta investigación es financiada por la Línea de Investigación Prioritaria No. 10. Desarrollo Rural Sustentable del Colegio de Postgraduados y por el Instituto de Ciencia y Tecnología del DF.


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LA INNOVACIÓN EN EL MEDIO RURAL: MÁS ALLÁ DEL

ESPEJISMO DE LA MODERNIDAD Yolanda Massieu

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ractores, semillas, arados, dotación de agua, laderas, superficies planas, ganado y bosques, el paisaje rural ha sido transformado milenariamente por la mano de los humanos, sus herramientas y máquinas, sus conocimientos, es decir, eso que llamamos tecnología o, en tiempos más recientes, innovación. Este cambio de términos no es sólo nominal, pues hemos pasado de ver a la tecnología simplemente como instrumentos en los que se aplican conocimientos (provengan éstos de la ciencia formal o no) a una noción en que comprendemos que la innovación, además de tecnológica y productiva, es cultural, social, política e institucional. En franco contraste con lo que sucedía al analizar la tecnología a fines del siglo XIX y principios del XX, en que se tenía fe en que la aplicación de ésta y de la ciencia era ya sinónimo de progreso, el fin del siglo X y comienzo del XXI están marcados por un cierto escepticismo y decepción, aunado al miedo por algunos efectos desastrosos de los adelantos tecnológicos que se atestiguaron el siglo pasado y en la actualidad. De cualquier manera, no podemos negar la necesidad de encontrar y aplicar innovaciones adecuadas para resolver los ingentes problemas ecoló-

gicos, alimentarios, energéticos, médicos y económicos que aquejan al mundo y a nuestro país en el presente. El problema es cómo elegir, quién elige, en qué tiempo, quién gana y quien pierde con las tecnologías que se aplican. Una vieja verdad marxista nos aclara que la ciencia y la tecnología son crecientemente transformadas en fuerzas productivas al servicio de la valorización del capital, pero hay más que esto en la manera en que los humanos desarrollamos y aplicamos instrumentos y máquinas, generamos conocimientos, transformamos y explotamos la naturaleza, y fabricamos diversos objetos. Para todo ello requerimos de cantidades crecientes de energía. En lo que respecta a la agricultura y la sociedad rural, ya tenemos un antecedente importante en las elecciones tecnológicas y los procesos de modernización, impulsados antes activamente por el Estado: la “revolución verde”, que se instaló en al país de los 40s a los 70s del siglo pasado. Si bien se lograron variedades de cultivos básicos que aumentaron los rendimientos de manera importante, el modelo resultó inaccesible para la mayoría de los productores campesinos temporaleros, y el saldo de una mayor polarización entre éstos y los grandes empresarios agrícolas (que sí pudieron utilizar la nueva tecnología) es ahora innegable.

CRITERIOS PARA

CONSIDERAR LA INNOVACIÓN EN EL CAMPO MEXICANO

Gustavo Viniegra González

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ada año, durante la década reciente, entre 500 mil y un millón de jóvenes campesinos cruzan ilegalmente la frontera Estados Unidos para trabajar en labores mal remuneradas que les permiten enviar por año más de 20 mil millones de dólares a casi cuatro millones de familias (cinco mil dólares en promedio por familia). Como resultado de ese éxodo masivo, la producción agrícola se ha desplomado y tenemos un alto grado de dependencia alimentaria del exterior. Al explorar la posibilidad de que los campesinos jóvenes permanezcan en sus localidades, considerando los ingresos que podrían obtener con la actividad agrícola en comparación con lo que envían de remesas, resulta que la labor sobre 2.5 hectáreas o más por familia lograría el punto de equilibrio cuando el cultivo son granos básicos, y menos superficie para el caso de cultivos horto-frutícolas o productos procesados. Una conclusión obvia es la necesidad de integrar la producción de alimentos básicos de bajo precio (granos) con la de alto rendimiento económico (frutas, hortalizas y productos pecuarios), cosa que ocurre en

muchas regiones de agricultura intensiva del mundo pero esto requiere tomar en cuenta tres factores principales:

La ciencia y la tecnología pueden ayudar a eliminar la pobreza si, y sólo si, contribuyen a distribuir el ingreso por medio del empleo y de cadenas de valor económico creciente a) Se trata de apoyar la transformación de cuatro millones de familias dispersas en más de 20 millones de hectáreas, situadas en poblaciones pequeñas y muchas veces de difícil acceso. b) Su dispersión numérica y espacial dificulta mucho la organización de cadenas modernas de tipo agroindustrial, de estilo convencional. c) Los pequeños productores dispersos se encuentra en una situación notablemente desventajosa frente a las cadenas usuales de intermediación.

La expropiación de los predios campesinos para aumentar la dotación hasta el punto de equilibrio no es viable, porque agravaría la miseria rural, pues no habría lugar para los

Lo mismo podemos decir de las graves repercusiones ambientales de la promoción del monocultivo con alto uso de agroquímicos. Pese a ello, muchos de nuestros cuadros gubernamentales, investigadores y gran cantidad de productores sólo ven en el monocultivo de alto rendimiento (que ahora comprende también la producción de plantas transgénicas), cultivado por la agricultura empresarial, la salida a la necesidad de aumentar la producción de alimentos. Ello sin dejar de mencionar que las grandes beneficiarias de la modernización de la agricultura empresarial, hoy como ayer, han sido las grandes corporaciones productoras de semillas, agroquímicos, maquinaria y demás insumos, pues incluso para los grandes empresarios agrícolas el modelo resulta muy costoso.

Para la producción agrícola y la sociedad rural, la innovación tiene múltiples caras: económica productiva, en cuanto a alimentos, productos agroindustriales y forestales, ganado, pesca, y ahora también energía y medicamentos Habría que preguntarnos para qué hemos usado el impresionante despliegue tecnológico que se acelera en los últimos tiempos: el modo de vida de las potencias occidentales, con su impresionante consumo de energía, agua y recursos naturales, nos ha llevado a una situación en que nos estamos acabando los recursos naturales, mientras que los problemas de hambre y deterioro ecológico se

millones de campesinos desplazados, sobre todo porque la economía nacional crece con una tasa menor al 2% del PIB per cápita y tiene un gran rezago en la creación de empleos. Por otra parte, los productos básicos agrícolas podrían transformarse y venderse más caros y ese es precisamente el problema central: cómo y a quién vender esos productos, en un mercado controlado por redes muy ineficientes y limitantes de intermediación. Este artículo propone que la innovación en los sistemas de producción y comercialización de los productos agrícolas mexicanos requiere sustentarse en dos fuerzas complementarias: los servicios públicos de asistencia técnica y financiera y las organizaciones de los productores rurales. Ambas con el objetivo económico de crear empleos bien remunerados. Sólo así se podrá dar un aumento a la productividad agrícola. Y es que la ciencia y la tecnología pueden ayudar a eliminar la pobreza si, y sólo si, contribuyen a distribuir el ingreso por medio del empleo y de cadenas de valor económico creciente. Y esto es viable si se forman cadenas o sistemas sinérgicos de empresas pequeñas y grandes. En los países asiáticos, como Japón, Corea del Sur y Taiwán, la reforma agraria se acompañó de la creación de nuevas industrias, formadas por cadenas de empresas grandes y pequeñas, estas últimas formadas por talleres rurales. Al mismo tiempo, se aumentó la productividad de granos básicos. Así, la expansión del mercado aumentó los ingresos de los productores de alimentos y la innovación en la manufactura del equipo fue adecuada para ese fin.

han agudizado. Hemos logrado medicamentos y sofisticados aparatos para curar enfermedades, pero aparecen nuevos males conforme avanza la industrialización. Aún más, hoy sabemos que garantizarle a toda la población mundial este estilo de vida, que hoy por hoy se considera cómodo e inmejorable, requeriría de dos o tres planetas como el nuestro. De cualquier manera, estamos cada vez más interconectados y comunicados, el conocimiento se ha vuelto un bien fundamental. Si bien internet no es accesible a la mayor parte de las personas, su uso es creciente, aun en comunidades rurales apartadas. Específicamente para la producción agrícola y la sociedad rural, la innovación tiene múltiples caras: económica productiva, en cuanto a alimentos, productos agroindustriales y forestales, ganado, pesca, y ahora también energía y medicamentos; en lo referente al acceso de los pobladores rurales a las tecnologías de información, a los medios de transporte, a los servicios médicos; en cuanto a la biodiversidad y los recursos naturales, puesto que hay tecnología en los mapas, en los métodos de conservación y en nuestra manera de usar el agua y los recursos genéticos. Nuestro país tiene una triste historia de colonialidad en el saber, la ciencia y la tecnología. La mencionada revolución verde es una expresión de esto para la modernización agrícola. Otros ejemplos: siendo un país megadiverso biológicamente, importamos de las empresas trasnacionales semillas de flores, hortalizas y maíz. Importamos hasta el suelo de los invernaderos. Se promueven los cultivos transgénicos fabricados por las grandes corporaciones como la única

En México, y en casi toda América Latina, la tendencia fue copiar pasivamente la tecnología desarrollada para grandes explotaciones agrícolas e industriales de Estados Unidos. Este esquema excluyente de las pequeñas empresas ha generado un grave problema de subempleo y desempleo crónico, que empuja a la emigración antes mencionada. A continuación se comparan dos experiencias de integración agropecuaria e industrial con resultados productivos similares, pero con resultados sociales muy diferentes. Me refiero a las agroindustrias lácteas de los menonitas de Chihuahua y de los indígenas del Valle del Mezquital trabajando en instalaciones de Tizayuca. La experiencia menonita: En 1922 cerca de 20 mil menonitas migraron a Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, y desde entonces han creado, en lo que eran 64 mil hectáreas de tierras semiáridas, un sistema comunitario de producción de avena forrajera, lácteos y sus derivados, usando tecnología con creciente complejidad. Aprendieron en 1930 la manufactura artesanal de quesos y han llegado a la tecnología avanzada de fabricación de quesos, crema y otros derivados. Se estima que producen 150 millones de litros de leche y derivados con un valor nominal de mil 500 millones de pesos. Como los menonitas mexicanos son cerca de 80 mil, podemos inferir que el ingreso anual per cápita, sólo por el rubro lechero es mayor de 18 mil 750 pesos, casi el doble del nivel de subsistencia (12 mil pesos per cápita). Adelina Arredondo, en 1995, comentaba que los menonitas han logrado este avance mediante la integración de la agricultura, la ganadería y la industria. Su organización tradicional


FOTO: Xochiquetzal Fonseca / CIMMYT

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forma de salir de la crisis alimentaria. La mayoría de nuestros científicos están convencidos de que lo mejor es imitar el desarrollo tecnológico de los países del Norte, no importa que nuestros ecosistemas sean radicalmente distintos. Ni qué hablar de este convencimiento en nuestros gobernantes, para los cuales es más ventajoso importar la tecnología a punto, que invertir en investigaciones nacionales inciertas y de largo plazo.

9 una manera sustentable, con criterios y lógicas que marcan su distancia con la pura obtención de ganancias. Un reto complejo que avanza a contracorriente y con dificultades. La agroecología y la producción orgánica son aquí nuevos elementos que, si bien incipientes, al parecer llegaron para quedarse, aplicándose en cada vez más “lunares” del territorio nacional, tanto por parte de organizaciones de productores como de empresarios privados.

grandes ignorados de las políticas científico-tecnológicas y de muchos de los investigadores, afortunadamente no de todos. Si bien no ha habido políticas de innovación adecuadas a las condiciones de estos pequeños productores, sí existen esfuerzos civiles y académicos de potenciar y valorar las tecnologías aplicadas en la pequeña producción de subsistencia.

La investigación nacional, más aún si se dedica al sector agropecuario, es cara y no vale la pena. Hay en esto una contradicción con el supuesto objetivo de política económica de impulsar la competitividad: ésta difícilmente se obtiene si no se estimula la producción de tecnología endógena, la cual en México se produce, con todas estas limitaciones, en las instituciones públicas de investigación.

Hoy hay un mayor reconocimiento de sus aportaciones sociales y ambientales y más científicos e investigadores comprometidos con encontrar y poner en práctica opciones innovadoras para los campesinos y sus organizaciones. La discusión acerca de lo adecuado de la tecnología cobra en estos casos vigencia actual. Afortunadamente, hay cada vez más estudios que analizan las bondades de la tecnología campesina hoy, encontrándose en muchos casos que estos productores mezclan sin prejuicios sus tecnología tradicionales con las llamadas modernas, en un esfuerzo complejo por producir más con recursos escasos.

En medio de este panorama, desde hace varias décadas los campesinos han sido los

Asimismo, la experiencia campesina llega hoy también a una búsqueda de producir de

En la ganadería, esta polarización entre productores campesinos y grandes empresarios es aún más aguda. La ganadería de traspatio ha sido olímpicamente ignorada por la mayoría de los científicos y diseñadores de políticas, y en ella se guardan saberes interesantes y líneas genéticas de bovinos, aves y cerdos de alta resistencia, que se sostienen en condiciones inviables para el modelo empresarial. Este último resulta cada vez más costoso e insostenible ambiental y económicamente; la tecnología importada cobra aquí su factura, como se evidencia, por ejemplo, en el modelo Holstein de producción lechera. Existen además especies de pastoreo netamente campesinas, como los ovinos y caprinos, que se reproducen en condiciones muy adversas. Habría que recordar aquí que la generación de tecnologías adecuadas y sustentables para nuestro México tiene que partir de reconocer que no es lo mismo la viabilidad técnica y de dotación de recursos que la factibilidad socioeconómica, cultural y política, y que es necesario un trabajo interdisciplinario y con los propios productores para encontrar respuestas tecnológicas innovadoras.

PORTADA: Hernán García Crespo

que muchos de los campesinos del Mezquital emigran a Estados Unidos a pesar de tener los altos rendimientos ya citados.

está sustentada en la cooperación, la división del trabajo y la distribución solidaria de las ganancias. La experiencia campesina en el Valle del Mezquital: En contraposición al modelo menonita, a partir delos 50s, en 60 mil hectáreas el Valle del Mezquital, se desarrolló un sistema agrícola intensivo sustentado por la distribución de las aguas residuales del Valle de México. La productividad de los campesinos del Mezquital es superior a 8.5 toneladas por hectárea y supera las diez por hectárea de alfalfa o de maíz verde para forraje con un tamaño medio de la propiedad de 1.5 hectáreas. Como la familia campesina generalmente tiene más de cinco personas, podemos esti-

mar que se trata de 300 mil personas, muchas de origen indígena de las etnias: otomí, hñähñu y nahua. Veinte años después, se formó el Complejo Agropecuario Industrial de Tizayuca (CAITSA) que utiliza el maíz forrajero producido en más de 15 mil hectáreas del Valle del Mezquital. En 2009, CAITSA tenía 28 mil 500 vacas estabuladas que producían anualmente 183 millones de litros de leche, la cual se industrializa con tecnología avanzada para producir leche pasterizada, yogur y otros derivados industriales de las marcas Lala y Alpura. Para ello se ocupa el trabajo de dos mil operarios y los forrajes de diez mil predios campesinos. El valor estimado de esa producción de lacticinios es posiblemente mayor a dos mil 500 millones de pesos. Pero se sabe

Conclusiones de la comparación. El sistema menonita fue desarrollado de abajo hacia arriba. Partió de la experiencia comunitaria, se sustentó en pequeñas mejoras graduales de integración a los mercados locales y finalmente arribó a las fábricas de lacticinios. Todo ello dentro de un ambiente de solidaridad y distribución amplia del ingreso. El sistema del Valle del Mezquital y CAITSA partió de las directivas del gobierno federal hacia abajo. El Mezquital se volvió productor forzado de forrajes, porque resulta insalubre producir hortalizas con agua muy contaminada y esta situación se consolidó con la formación de CAITSA, creada por el gobierno federal para alojar a cientos de establos lecheros del Valle de México, con un diseño centralizado que ha tenido muchos problemas de contaminación ambiental y, para sustentar este modelo, se aprovecharon los forrajes baratos del Mezquital. Los campesinos no han participado en la conducción de CAITSA y los productores lecheros no tienen relaciones solidarias con los campesinos. Solamente privan relaciones mercantiles, en un mercado controlado por los compradores (monopsonio). Este análisis comparado indica la importancia de promover innovaciones tecnológicas que partan de la base de los productores hacia el mercado, tomando en cuenta las especificidades de éste. Porque la alternativa de diseño, sustentada en modelos burocráticos y mercantiles, operada por unos pocos técnicos y empresarios, pudiendo ser productiva y rentable, va a generar poco beneficio social y creará muchos problemas de marginación.

El distanciamiento entre técnicos y científicos del área agropecuaria y estudiosos de las ciencias sociales ha conducido a que no se pueda avanzar en el planteamiento de nuevas tecnologías útiles y viables. Además, dentro del análisis social avanzan por caminos separados la socio-ecología, los estudios de ciencia y tecnología y la sociología rural, cuando la complejidad de la tecnología agropecuaria radica en que se trata de relaciones humanas de poder y seres vivos que interaccionan en ecosistemas. Es necesaria la confluencia y reflexión más allá de estas parcelas aisladas de conocimiento para enfrentar los retos de la sociedad rural y el país en su conjunto. Es necesario, también, un compromiso de las instituciones de investigación e innovación con los productores, pues hoy es claro que muchas de las innovaciones necesarias y accesibles las están haciendo estos últimos sin contacto con los investigadores, y que a veces las investigaciones de los académicos son inviables de aplicarse, por falta de acercamiento con las necesidades reales de los productores y habitantes del medio rural. Todo ello, en un contexto en el que la política gubernamental es adversa a apoyar la generación de tecnologías propias y la producción campesina. Tenemos que avanzar, por tanto, sin dejar de presionar por estos apoyos, pero sin contar por el momento con ellos. La tecnología tiene que ser analizada, evaluada y generada de manera que favorezca la búsqueda de una producción agroalimentaria sustentable y equitativa, un reto complejo del que en buena medida depende nuestro futuro.

Conclusiones finales: De esto se desprende que son cuatro los criterios generales que deberán cumplir las innovaciones, técnicas y sociales que pretendan elevar la productividad del campo mexicano: 1) Las innovaciones deben tener un costo de oportunidad que resulte atractivo para los campesinos y productores rurales, en comparación con otras opciones como la migración o el ingreso a las bandas de delincuentes. 2) Las innovaciones deben ser vistas como oportunidades para crear sistemas complejos de integración solidaria, agrícola e industrial, entre pequeñas y grandes empresas. 3) Las innovaciones deben tener un diseño que parta de la experiencia y conocimiento de los productores confrontados con la necesidad de entrar en el mercado, en vez de ser diseños burocráticos o mercantiles que partan de concepciones apartadas de la realidad social. 4) La tecnología debe ser vista como un instrumento para alcanzar las metas anteriores y no como un fin en sí misma, que sólo se justifica por sus costos y rendimientos en abstracto.

*Una buena parte de las observaciones de los menonitas de Ciudad Cuauhtémoc, de los campesinos del Valle del Mezquital y de CAITSA surgieron de visitas del autor a esas regiones. Muchas de estas ideas han sido suministradas, comentadas y discutidas por y con mi colega, Carlos Viniegra Beltrán, a quien se le agradece su crítica constructiva, pero el autor asume como suyas las conclusiones y los posibles errores u omisiones de este trabajo. Profesor titular, Departamento de Biotecnología, UAM-Iztapalapa


MĂŠxico presenta el Programa ModernizaciĂłn Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro) El Programa de ModernizaciĂłn de la Agricultura Tradicional (MasAgro) promueve el trabajo que los agricultores mexicanos llevan a cabo con el apoyo de organizaciones dedicadas a mejorar la agricultura en MĂŠxico; es un esfuerzo del Gobierno Federal en conjunto con la comunidad cientĂ­ďŹ ca y de investigadores, en un proyecto que favorece directamente a la alimentaciĂłn del pueblo mexicano, a travĂŠs de dos productos bĂĄsicos y estratĂŠgicos, maĂ­z y trigo, al obtener rendimientos mĂĄs altos y estables de cultivos, incrementar sus ingresos y reducir el efecto de sus prĂĄcticas agrĂ­colas en el cambio climĂĄtico. Bajo el liderazgo de la SecretarĂ­a de Agricultura, GanaderĂ­a, Desarrollo Rural, Pesca y AlimentaciĂłn (SAGARPA) y del Centro Internacional de Mejoramiento de MaĂ­z y Trigo (CIMMYT), la iniciativa estĂĄ dirigida a pequeĂąos productores que no tienen acceso a tecnologĂ­as modernas ni a mercados funcionales. Se concentrarĂĄ en el desarrollo de prĂĄcticas agronĂłmicas innovadoras como la Agricultura de ConservaciĂłn y en el uso de semilla de alto rendimiento mejorada en forma convencional (no transgĂŠnica).

BeneďŹ cios esperados en 10 aĂąos

MasAgro contribuye a mejorar las prĂĄcticas agronĂłmicas al incorporar la transferencia de tecnologĂ­a, la investigaciĂłn y el trabajo en equipo de agricultores, extensionistas e investigadores en beneďŹ cio directo de productores que no tiene acceso a tecnologĂ­as modernas ni mercados funcionales.

Costos

§ ' $) - ( )/* ) ' -* 0 $k) $*) ' )/- cinco y nueve millones de toneladas de maíz (82%) y de 350 mil toneladas de trigo harinero (10%). § $)$ $ /$1 +*-/ -X +*- '* ( )*. $) * 1 . mås a la economía de MÊxico, en tÊrminos de valor agregado y por el valor neto del grano adicional que generarån principalmente agricultores de escasos recursos o de autoconsumo, pequeùas y medianas empresas.

El Gobierno de MĂŠxico aportarĂĄ 138 millones de dĂłlares estadounidenses en los prĂłximos 10 aĂąos. Se espera que la iniciativa atraiga una inversiĂłn equiparable del sector privado y fundaciones. Componentes de la iniciativa

Entre los objetivos destaca atender a productores de pequeĂąa escala, con menos de tres hectĂĄreas la mayorĂ­a, quienes suman alrededor del 80% del universo de agricultores de MĂŠxico, lo que ayuda a generar empleo y disminuir la migraciĂłn. A 20 aĂąos se estima que el programa lleve beneďŹ cios a 1.3 millones de integrantes de familias campesinas. En la parte ambiental, y gracias a la Agricultura de ConservaciĂłn, (incluye reducciĂłn de labranza, rotaciĂłn de cultivos y mantenimiento de rastrojo en el terreno), los sistemas de producciĂłn propuestos mejoran la eďŹ ciencia del agua en la agricultura de riego en entre 15% y 30%, y en la de temporal ayuda a amortiguar los efectos de sequĂ­a. Dependiendo del suelo, clima y sistema reducen la erosiĂłn de cinco a 50%. Los resultados por el uso de algunas de estas prĂĄcticas reducen el uso del combustible y las emisiones de CO2. Estas mejoras se hacen mĂĄs necesarias porque el cambio climĂĄtico podrĂ­a reducir la producciĂłn agrĂ­cola de MĂŠxico en mĂĄs de 25% en los prĂłximos aĂąos si los agricultores no cambian radicalmente sus prĂĄcticas en el uso del suelo.

Desarrollo Sustentable con el Productor: Los agricultores trabajarĂĄn con miembros de los sectores pĂşblico y privado para aumentar la productividad e ingresos de importantes sistemas de producciĂłn de maĂ­z y trigo, y fortalecerĂĄn la agroindustria local a pequeĂąa y mediana escala. El Cimmyt generarĂĄ y compartirĂĄ variedades adecuadas, prĂĄcticas integradas para la conservaciĂłn del suelo y manejo del agua, tecnologĂ­as post-cosecha mĂĄs eďŹ caces, ademĂĄs de prĂĄcticas de agricultura de conservaciĂłn y precisiĂłn apoyados por mensajerĂ­a mĂłvil a ďŹ n de mantener informados a los agricultores sobre prĂĄcticas agronĂłmicas de vanguardia y sobre el desarrollo de mercados especĂ­ďŹ cos para cada sitio. Estrategia Internacional para Aumentar el Rendimiento del MaĂ­z: Los participantes incrementarĂĄn la capacidad de los productores de semilla de maĂ­z locales para generar y distribuir distintos tipos de variedades e hĂ­bridos de maĂ­z de bajo costo para los agricultores. El grupo de organizaciones darĂĄ acceso a tecnologĂ­as de vanguardia que rinden mĂĄs en condiciones de temporal o secano para atender las necesidades de los agricultores y de las cadenas de valor de maĂ­z que no estĂĄn bien establecidas, incluidas las de productos tradicionales.


Estrategia Internacional para Aumentar el Rendimiento del Trigo: Esta es la contribuciĂłn de MĂŠxico a un grupo de organizaciones internacionales formado por investigadores de los sectores pĂşblico y privado en mĂĄs de 30 paĂ­ses en todo el mundo que han unido esfuerzos para elevar el potencial de rendimiento del trigo en 50%, en un periodo de 20 aĂąos, y simultĂĄneamente la eďŹ ciencia fotosintĂŠtica y arquitectura de las plantas. El grupo ayudarĂĄ a estabilizar los precios de la cosecha de trigo a niveles aceptables y a asegurar que el trigo harinero se siembre en paĂ­ses severamente afectados por el cambio climĂĄtico, MĂŠxico entre ellos. Descubriendo la Diversidad GenĂŠtica de las Semillas: El CIMMYT junto con varias instituciones pĂşblicas de MĂŠxico mantiene en custodia para la humanidad las colecciones mĂĄs grandes de variedades y razas criollas de maĂ­z y trigo en el mundo. En este proyecto se emplearĂĄn tecnologĂ­as de punta para descubrir la diversidad genĂŠtica de estas y otras colecciones en MĂŠxico. La informaciĂłn resultante se pondrĂĄ a disposiciĂłn de ďŹ tomejoradores e investigadores de MĂŠxico y otros paĂ­ses; serĂĄ el proyecto mĂĄs grande y Ăşnico en su clase a nivel mundial.

comienzan a aceptar tĂŠcnicas de Agricultura de ConservaciĂłn gracias a las actividades que realizan el CIMMYT y sus colaboradores mexicanos en mĂşltiples niveles.

GeneraciĂłn de empleo: Arraigo en el campo, freno a la migraciĂłn. El campesino producirĂĄ mĂĄs y de manera mĂĄs eďŹ ciente con su tierra; con lo que podrĂĄ hacer mĂĄs rentable su actividad.

Desarrollo regional: Reducir las brechas de desarrollo. Los productores de menor escala La SecretarĂ­a de Agricultura, GanaderĂ­a, tendrĂĄn la posibilidad de reducir las brechas de Desarrollo Rural, Pesca y AlimentaciĂłn es rendimiento con respecto a los productores de una dependencia del Gobierno Mexicano que mayor desarrollo relativo. propicia e implementa polĂ­ticas de apoyo que permitan al sector agropecuario producir mĂĄs Ciencia y tecnologĂ­a: RecuperaciĂłn de la y aprovechar mejor sus ventajas competitivas, plataforma de Ciencia y TecnologĂ­a. Establece integrar actividades del medio rural a las una plataforma de innovaciĂłn tecnolĂłgica cadenas productivas del resto de la economĂ­a, que permitirĂĄ compartirla con la comunidad y estimular la colaboraciĂłn de organizaciones internacional como bien pĂşblico universal. de productores con programas y proyectos productiva: Disminuir propios, asĂ­ como con las metas y objetivos AutosuďŹ ciencia propuestos para el sector agropecuario en el subsidios y transferencias. Los incrementos en la producciĂłn derivados de la capacitaciĂłn ' ) $*) ' . --*''* {yy ÂŹ{yz{¢ de los productores y la adopciĂłn de paquetes SAGARPA en colaboraciĂłn con el CIMMYT tecnolĂłgicos, permitirĂĄ la transiciĂłn de un pone en marcha la polĂ­tica pĂşblica mĂĄs rĂŠgimen de subsidios a un rĂŠgimen de bienes importante de los Ăşltimos aĂąos orientados al pĂşblicos. sector agropecuario, enmarcada en el siguiente AdaptaciĂłn al cambio climĂĄtico: Todas las legado: acciones de este proyecto convergen a SoberanĂ­a alimentaria: Mayor producciĂłn contrarrestar los efectos negativos del de maĂ­z y trigo. En los prĂłximos 10 aĂąos, se cambio climĂĄtico, constituyĂŠndose en el espera incrementar la producciĂłn de maĂ­z entre legado mĂĄs importante para las actuales y cinco y nueve millones de toneladas y de trigo futuras generaciones, de los productores en particular y de la poblaciĂłn en general. en 350 mil toneladas, respectivamente. PorquĂŠ SAGARPA

PorquĂŠ CIMMYT El CIMMYT es un lĂ­der mundial en tecnologĂ­as de maĂ­z y trigo orientadas a incrementar la seguridad alimentaria y los ingresos de los grupos mĂĄs desfavorecidos. Aproximadamente 90 millones de hectĂĄreas en el mundo se siembran con variedades de maĂ­z y trigo derivadas de las actividades del CIMMYT. A raĂ­z de un programa de investigaciĂłn cientĂ­ďŹ ca de la FundaciĂłn Rockefeller en MĂŠxico, el CIMMYT y su mĂĄs destacado representante en ' '0 # *)/- ' # ( - ÂŁ ' ! '' $ * * ' ' 5 *-( ) *-' 0" - -*) / )*'*"c . ,0 permitieron a MĂŠxico lograr la autosuďŹ ciencia en maĂ­z y trigo en la dĂŠcada de los setenta, ayudaron a evitar una hambruna generalizada en Asia e iniciaron la RevoluciĂłn Verde. Actualmente, en MĂŠxico mĂĄs de 75% de todas las variedades mejoradas de maĂ­z y el 95% de todas las de trigo contienen germoplasma del CIMMYT. Los agricultores mexicanos

SuďŹ ciencia alimentaria: ReducciĂłn de las importaciones. La mayor producciĂłn de maĂ­z y trigo, permitirĂĄ abastecer la demanda nacional reduciendo la necesidad de importar. Bajo distintos escenarios que involucran superďŹ cie, adopciĂłn de hĂ­bridos, compromiso con la iniciativa, se estima una reducciĂłn de importaciones en maĂ­z, para el aĂąo 2012 del |™ 4 + - ' i* {y{y ' ‚y™¢ Combate a la pobreza: Mayores ingresos para los productores de menor desarrollo. Se espera un efecto multiplicador en el ingreso de los productores de subsistencia de maĂ­z y trigo.

Produciendo alimentos de calidad construimos un MĂŠxico mĂĄs fuerte.

www.gobiernofederal.gob.mx www.sagarpa.gob.mx www.cimmyt.org.mx


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¿BIOTECNOLOGÍA PARA PEQUEÑOS PRODUCTORES?, EL CASO DE LA PAPAYA Michelle Chauvet y Yolanda Castañeda

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a biotecnología consiste en utilizar sistemas biológicos, organismos vivos o algunos de sus derivados para la elaboración de bienes y servicios, es decir, valerse de procesos biológicos para conseguir determinados productos como el queso, el vino y el nixtamal o servicios como remediación de aguas contaminadas. La biotecnología moderna se caracteriza por el uso de técnicas de ingeniería genética o de biología molecular, las cuales pueden modificar la información genética de las plantas y darles las características deseadas. A las semillas que han sido modificadas genéticamente se les denomina transgénicas.

tora Laura Silva Rosales del Centro de Investigaciones Avanzadas (Cinvestav), Unidad Irapuato, ha desarrollado una semilla de papaya transgénica que es resistente al virus de la mancha anular. Su investigación permitió conocer la presencia de seis variantes del virus, con el apoyo del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), y en un convenio de transferencia con la Universidad de Colima, se hicieron las pruebas de la semilla. México es el principal país exportador de papaya y la virosis es uno de los problemas que afectan a la producción nacional.

Esta tecnología requiere fuertes inversiones y son grandes empresas las que monopolizan estos cultivos. Compañías como Monsanto, Syngenta, Dow, Pionner, o de la industria alimentaria como Cargill, Archer Daniel Midlands, entre otras, son las que se benefician de esta tecnología.

En el Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco (UAM-A), las investigadoras del área de Impactos Sociales de la Biotecnología realizamos una evaluación previa sobre los efectos de esta innovación para saber qué beneficios tendría para el productor. Se recorrieron las principales regiones papayeras y se levantó una encuesta a pequeños productores del municipio de Cotaxlta, Veracruz, por ser el principal estado productor.

No obstante, en México se cuenta con avances en biotecnología realizados en centros de investigación y universidades públicas, que trabajan por satisfacer las necesidades de los productores nacionales. Por ejemplo, la doc-

Entre los resultados de la evaluación está que, para el gran productor de papaya, el virus puede ser controlado mediante el manejo que se le dé a la huerta, con el retiro de las plantas enfermas, lo que implica la contratación de personal espe-

cializado, además del uso de insecticidas para atacar a los insectos, que son los que propagan el virus. Estas prácticas incrementan los costos del cultivo. Las huertas del pequeño productor son más vulnerables a la enfermedad, debido a que no cuentan con los recursos necesarios para su control, y pueden sufrir grandes pérdidas, de manera tal que sí se verían beneficiados con una semilla transgénica resistente al virus. El uno de octubre de 2010 el grupo de investigadoras de la UAM-A convocamos a un seminario de reflexión para informar los resultados de la investigación a los productores, a las autoridades competentes y a los investigadores que lograron la semilla. El informe final presentado por la UAM puntualizó que la investigación realizada por el Cinvestav-I podría dar respuesta a un problema de los productores, pero existen aspectos estructurales que deben solucionarse, entre ellos la falta de apoyos y asesoría suficiente y adecuada, en concreto para los pequeños productores, para hacer viable la introducción

Otra amenaza para la seguridad alimentaria

LOS CULTIVOS BIOFARMACÉUTICOS Rosa Luz González y Michelle Chauvet

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lgunas de las aplicaciones de la biotecnología moderna se están enfocando a la transformación genética de ciertos cultivos, principalmente alimenticios como el maíz, para producir diversas sustancias químico-biológicas, que pueden ser utilizadas como medicinas, nutracéuticos, o insumos industriales, etcétera. Aunque cada una de esas sustancias tenga características diferentes, las plantas así transformadas son denominadas en forma genérica cultivos biofarmacéuticos y tienen en común que son sistemas de elaboración de compuestos en donde las plantas son utilizadas como “bioreactores. En otras palabras, las plantas se convierten en fábricas de sustancias que, de no ser por tales transformaciones genéticas, no serían producidas naturalmente en esos cultivos. Esta innovación de la biotecnología agrícola y farmacéutica ha generado expectativas encontradas entre legos y expertos en diversos países, especialmente a raíz de una serie de decisiones técnicas –tomadas por empresas y grupos de investigación– de utilizar cultivos alimenticios para producir las sustancias de interés farmacéutico en las plantas completas, para que puedan ser cultivadas en invernadero o a campo abierto. El uso de las plantas con fines medicinales es un saber muy antiguo que todavía se practica en nuestro país. Además, los laboratorios farmacéuticos recurren con frecuencia a sustancias de origen natural para la elaboración de medicamentos, que pueden ser obtenidas por cultivo o recolección. Sin embargo, desarrollar esta nueva línea de fármacos en cultivos alimenticios podría tener graves consecuencias, tanto para la seguridad e inocuidad alimentaria, como para el medio ambiente.

El maíz es el cultivo favorito para la elaboración de diversas sustancias medicinales en varios países en el mundo, ya que mediante transformaciones genéticas se puede expresar en el grano la sustancia de interés y producirla mediante las mismas prácticas de cultivo, cosecha y almacenaje que las utilizadas actualmente para producir maíz para uso alimentario e industrial. Así, si el cultivo biofarmacéutico se produce a cielo abierto, se disminuirían los costos de producción, inversión y consumo de energía, renovando viejas promesas de la biotecnología de desmaterializar la producción. De ahí las expectativas positivas que –desde una perspectiva económica– han generado los cultivos biofarmacéuticos, relativas a disminuir costos. Pero también se han elevado voces de advertencia sobre los riesgos que puede representar para la humanidad y su entorno tomar decisiones técnicas como la de utilizar cultivos alimenticios para expresar fármacos. En el caso de México y Mesoamérica lo anterior se torna más preocupante, porque somos centro de origen y diversidad del cultivo y el maíz es la base de nuestra alimentación. Como ocurrió con la biotecnología agrícola, que prometía solucionar el problema alimentario mundial y el hambre mediante los cultivos transgénicos y esto no ha sucedido, ahora las empresas del ramo esgrimen la baja de los costos como un argumento a favor de los cultivos biofarmacéuticos expresados en plantas completas, ya que implicarían un abaratamiento de las medicinas, sobre todo en países pobres. Frente al monopolio de las compañías farmacéuticas y al amparo de un férreo sistema de patentes, es difícil creer que los medicamentos bajen su precio. Una vez más, se esconde en ideales humanitarios lo que en realidad es un gran negocio que busca de manera constante ser más competitivo. Los riesgos que se corren con estos cultivos es que pueden confundirse con los alimenticios, ya que son idénticos en

de la semilla de papaya resistente al virus. El biólogo Fernando Cárdenas, presidente de Consejo Estatal de Productores de Papaya de Colima, AC (Coepapaya) dio a conocer la situación de los agricultores en Colima; destacó cómo en la actualidad el gran productor tiene la capacidad para controlar el virus a través del manejo del cultivo, pero surgen dificultades con la antracnosis (enfermedad provocada por un hongo que afecta el exterior del fruto y origina pérdidas económicas) y la necesidad de lograr mayor vida de anaquel. La doctora Laura Silva del Cinvestav-I presentó un balance del proyecto de papaya transgénica y la perspectiva de una segunda etapa, en donde se realizarían pruebas en diferentes regiones para comprobar el comportamiento de la semilla bajo condiciones diversas. Los participantes del seminario reconocieron que uno de los problemas por resolverse para liberar una semilla transgénica de papaya se refiere al tema de la bioseguridad, porque al propagarse la simiente existiría el riesgo de afectar a variedades nativas que son escasas, pero con una importancia genética invaluable por su vigor natural y su diversidad, que debe conservarse para mejorar al fruto nativo e híbrido. Queremos enfatizar que la biotecnología podría contribuir a resolver las demandas de los pequeños productores. Esta experiencia hace relevante involucrar a equipos multidisciplinarios de la academia con los productores, para de manera conjunta buscar soluciones a los problemas nacionales. Profesoras-investigadoras del Departamento de Sociología de la UAM, Azcapotzalco michauvet@hotmail.com, yolanda.uam@gmail.com

apariencia, de manera que podrían pasar a la cadena alimentaria, con consecuencias impredecibles para la salud humana y animal. En cuanto al ambiente, al introducir plantas con propiedades farmacéuticas en los ecosistemas, existe la posibilidad de que éstas transmitan sus características a otras variedades o parientes silvestres a través del polen. De ahí que los cultivos biofarmacéuticos, aun cuando no se desarrollen comercialmente en México, nos enfrentan a nuevas relaciones entre agricultura, industria y medio ambiente; a reflexionar sobre el significado de los alimentos, y sobre lo que queremos y debemos proteger y preservar. Es difícil pensar que estos desarrollos puedan frenarse, pero una participación social más activa podría regularlos y enfocarlos en otra dirección, como por ejemplo no utilizar plantas completas de cultivos alimenticios como sistemas de expresión, y promover tecnologías alternativas como los cultivos celulares de plantas no alimenticias, que permiten tener la misma calidad en las sustancias de interés y que se producen en espacios confinados, no a cielo abierto. La utilización de plantas completas a campo abierto de cultivos alimenticios es una elección tecnológica que puede afectar a muchos y beneficiar a unos cuantos, en consecuencia, la toma de decisiones debe incorporar mayor participación social y transparencia. En otros países, el establecimiento de marcos regulatorios de bioseguridad en cultivos biofarmacéuticos ha enfrentado fuertes presiones para controlar o prohibir su utilización. Algunos de los actores que encabezan dichas presiones provienen de la industria alimentaria, organizaciones ambientalistas y de consumidores. En México es poco lo que se ha hecho; aunque en 2004, en el marco de la primera reunión del Protocolo de Cartagena, se propuso la prohibición de cultivos biofarmacéuticos utilizando cultivos alimenticios, eso no basta, hay que pugnar por la cancelación de ese tipo de innovaciones en el maíz a nivel internacional. michauvet@hotmail.com rosaluzgonzalezaguirre@yahoo.com.mx


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escuelas campesinas OPCIONES EN INNOVACIÓN PARA UN DESARROLLO RURAL SUSTENTABLE

Bernardino Mata García Existen diversas definiciones y orientaciones sobre el concepto de innovación. Ello Ɵene que ver con el enfoque y la uƟlidad para el sector social al cual beneficiará la innovación. De acuerdo con Ander Gurrutxaga Abad (2010), se puede entender de tres formas el concepto de innovación: La primera es la concepción clásica, aquella que se genera en los centros de invesƟgación y que más tarde se aplica en los proyectos de desarrollo tecnológico para aumentar la producƟvidad; se idenƟfica como innovación tecnológica. La segunda, aun cuando considera la definición anterior, se interconecta con las estructuras producƟvas y los sectores económicos (empresas) relacionados con los centros de invesƟgación, incluyendo nuevos mecanismos y dinámicas de gesƟón organizacional o del uso de las nuevas técnicas de información y comunicación para los productos dirigidos al mercado; podría idenƟficarse como innovación empresarial. La tercera concepción supone un cambio evolucionado en el conocimiento o en la acción en torno a cualquier dimensión social, políƟca, cultural o económica de la vida; la innovación se presenta como la confluencia de múlƟples actores sociales que parƟcipan, los unos con los otros, comparƟendo información y conocimiento; se idenƟfica como innovación social.

Los principios que orientan estas escuelas son los siguientes: • • • • • • • • • •

Conocimiento comparƟdo. Recuperación del saber campesino. Comunicación interacƟva. Desarrollo del pensamiento críƟco. Defensa de la sustentabilidad. Integración de “prácƟca con teoría”. ParƟcipación social. Organización autogesƟonaria. Solidaridad y cooperación Formación de ciudadanía democráƟca.

En función de lo anterior, la innovación se puede definir como la generación creaƟva de ideas que posibilitan la saƟsfacción, para un sector de la población, de objeƟvos significaƟvos, sean éstos de índole cienơfica, tecnológica, económica, empresarial, social o cultural. Un grupo o una empresa innovadora miden su éxito, por un lado, mediante el incremento en la producƟvidad o compeƟƟvidad en los mercados y, por otro lado, por el grado de aceptación que ocurra en los ámbitos socio-culturales para los que han sido propuestas las innovaciones. Para el caso del medio rural de México, las innovaciones que se han generado y difundido con mayor profusión se han dirigido al aumento de la producƟvidad y al fomento de la apertura comercial, asumiendo que una mayor

El sistema de CEPCO

INNOVACIÓN TECNOLÓGICA

PARA CERTIFICACIÓN ORGÁNICA Mario F. Melchor Vila

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i quieren ser reconocidas como orgánicas por las entidades certificadoras y contar con un certificado de garantía que permita a los consumidores asegurar que el café ha sido producido bajo leyes o estándares orgánicos, ambientales o criterios sociales y laborales justos, es necesario que las organizaciones campesinas cuenten con un sistema de control interno que permita verificar a cada productor y que haya rastreabilidad de lo producido y comercializado. Estas exigencias representan una limitante para muchas organizaciones que buscan en los mercados de especialidad una oportunidad para mejorar la economía de sus socios y promover el desarrollo rural en sus localidades. La industria orgánica nació a partir de un esquema de confianza y seguridad generado entre los productores y consumidores. En Europa surgió la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura (IFOAM), que fue la instancia encargada originalmente de normar, cuidar y vigilar la acreditación de las agencias certificadoras y la participación de los productores.

La demanda de productos sanos y libres de contaminantes creció tanto que en poco tiempo las organizaciones productoras de café vieron una oportunidad en el mercado de orgánicos. Esto ocurrió en los 90s, cuando la caficultura mundial sufría una crisis de precios profunda. Las organizaciones innovaron y adoptaron tecnologías más amigables con el medio ambiente. Para la mayoría de los pequeños productores indígenas o mestizos, esto fue muy fácil debido a su coincidencia con los saberes tradicionales y prácticas culturales aplicadas en sus sistemas productivos. Todo iba por buen camino, pero luego, bajo el argumento de proteger no sólo a sus productores, sino también a sus consumidores, los países importadores establecieron sus propias leyes, haciendo a un lado el papel de entidad reguladora y representación que en un principio habían desempeñado las organizaciones de productores y consumidores por medio de la IFOAM. Muy pronto los servicios de la certificación se globalizaron y se creó una nueva forma de biocolonialismo, no sólo por el cumplimiento de los estándares, sino por lo costoso del servicio de certificación. En 2008, la Coordinadora Estatal de Productores de Café del Estado de Oaxaca, AC (CEPCO) echó mano de la tecnología

En las escuelas campesinas, los asistentes se forman y capacitan en las siguientes innovaciones y prácƟcas agri-culturales: • Agricultura familiar y de traspaƟo. • Agricultura orgánica, sin uso de agroquímicos. • Agricultura ecológica o agroecológica. • Ecoturismo o turismo de naturaleza. • Organización parƟcipaƟva y autogesƟva. • Desarrollo rural equitaƟvo y sostenible. • Desarrollo endógeno. • Rescate de artesanía local o comunitaria. • Promoción de gastronomía regional. • Tianguis de productos sanos e inocuos. producción agropecuaria posibilitará obtener más ingresos económicos y, en consecuencia, se mejorarían las condiciones de vida de los campesinos y productores del campo. Sin embargo, ese planteamiento de la innovación tecnológica y su transferencia, que fue el paradigma de la “revolución verde”, no logró resultados saƟsfactorios para un gran sector del medio rural, que esƟma en un 70 a 80 por ciento; y se refleja hoy en las deplorables condiciones en que se encuentra el campo mexicano: sí se ha aumentado la producƟvidad agropecuaria, pero el valor de la producción se ha venido abajo, de tal manera que la agricultura ya no se considera una acƟvidad rentable financieramente, aunque socialmente sí lo es. Por lo tanto, se requiere de experimentar y desarrollar nuevos enfoques para la genera-

y diseñó un sistema de información (SCI) digital diferente al tradicional, el cual es usado por todos los grupos de productores, no sólo de México sino de toda América Latina, para la certificación de sus productos.

La industria orgánica nació a partir de un esquema de confianza y seguridad generado entre los productores y consumidores El SCI es una certificación al interior del grupo de productores, que permite verificar el cumplimiento de los estándares de certificación solicitados, cuidando que no exista conflicto de interés, que sea profesional y que se apegue a los procedimientos de certificación de cada entidad certificadora. La actividad de mayor peso en el SCI es realizar las inspecciones internas y evaluar las fichas de inspección interna al cien por ciento de los productores. Esto implica inspeccionar cada parcela para conocer la manera como se está trabajando el cafetal, hacer evaluaciones de riesgo y garantizar la integridad orgánica del producto en cada una de las fases de la etapa productiva, además de sistematizar toda la información que se colecta en campo. Lo anterior representaba para los técnicos comunitarios de la CEPCO ir a cada parcela con un cuestionario en mano; en época de lluvias la actividad resultaba muy complicada por andar en el campo con muchos documentos en mano.

ción de innovaciones que propicien un desarrollo rural equitaƟvo y sustentable. Para ello será conveniente fomentar y promover, entre los campesinos y medianos productores, el paradigma del Desarrollo Tecnológico ParƟcipaƟvo (DTP), que implica que en la decisión de innovar y en la generación y el desarrollo de las innovaciones se debe propiciar y esƟmular la parƟcipación acƟva de los beneficiarios de la innovación: los campesinos. Al respecto, existen diferentes métodos y mecanismos para aplicar el DTP, por ejemplo el método de campesino a campesino, el modelo del agricultor primero y úlƟmo, el método del productor-experimentador, las escuelas de campo y las escuelas campesinas. En todos ellos se asume que la comunicación y apropiación en tecnologías debe seguir un proceso de aprendizaje significaƟvo y que consiste en: valoración, adecuación, resignificación, incorporación y renombración de la innovación por los grupos campesinos. En nuestra experiencia, a las escuelas campesinas las hemos definido como espacios de capacitación y formación, informales, donde los campesinos (productores) intercambian saberes, conocimientos y experiencias generadas por su forma de vida y de su relación con la naturaleza. La estrategia de las escuelas campesinas requiere de un compromiso con el desarrollo rural equitaƟvo y sostenible por parte de los capacitadores y de los receptores de la capacitación en la comunicación de innovaciones tecnológicas y sociales. CIISMER y Sociología Rural, UACh bmatag@hotmail.com

A lo largo de 11 años de esfuerzos y de búsquedas para poder darle mayor profesionalismo, eficiencia y confiabilidad al SCI, se ha logrado desarrollar una herramienta alternativa empleando la tecnología. Toda la información recabada en campo durante las inspecciones internas se hace con la ayuda de un teléfono celular, el cual tiene una aplicación digital del cuestionario. Así se evita llevar muchos documentos a campo, y además de datos, se obtiene audio, video y fotografía. Los beneficios obtenidos hasta la fecha son: reducir los costos de inspección interna hasta en 40 por ciento respecto de la forma tradicional; eficiencia en tiempo del levantamiento de la información en campo; menos errores en captura, y menos uso de papel, haciendo el sistema más sustentable. Este avance ha sido un esfuerzo propio de la organización. La participación de los gobiernos estatal y federal para apoyar este tipo de innovaciones es nula. Es indudable que sin un marco de políticas públicas adecuadas y de recursos económicos para el fomento productivo, la certificación y la asistencia técnica serían casi imposibles, y que por sí mismas las organizaciones de productores resuelven los aspectos que dificultan sus condiciones en la producción primaria, beneficiado y comercialización del aromático. Haciendo un buen uso de la tecnología, se pueden generar nuevas capacidades, siempre y cuando exista la participación de todos los actores de la organización social y productiva. mfernandovila@gmail.com


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secas y marginales, como proclamaban sus virtudes, sino en tierras de mediana y buena fertilidad del trópico húmedo chiapaneco, lo que puede afectar negativamente la diversidad biológica, así como importantes recursos hidráulicos y áreas naturales protegidas. Asimismo, las plagas, y con ellas las cantidades intensivas de plaguicidas, han estado a la orden del día con el piñón.

crónica de un fracaso anunciado

JATROPHA CURCAS EN CHIAPAS Pilar López Sierra

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a jatropha curcas es un arbusto que se ha promovido en varios países como una importante fuente de aceite utilizable para producir combustible, pero no destinado a la alimentación humana; se dice que se puede cultivar en tierras marginales con poco uso de agua e insumos, ya que prácticamente no genera plagas. La jatropha entonces se promueve erróneamente como alternativa ante los cuestionamientos de la utilización de granos y oleaginosas para la producción de agrocombustibles en tierras destinadas al cultivo de alimentos o de uso forestal, así como al impacto ecológico negativo que puede generar una plantación intensiva. El Programa Institucional de la Comisión de Energéticos de Chiapas 2007-2012 estableció originalmente que en este estado los cultivos destinados a la producción de combustibles se extenderían en tierras subutilizadas, que no compitieran con superficie destinada a básicos como el maíz y el frijol. Sin embargo, pronto el gobernador, Juan Sabines, apostó por desincentivar el cultivo de básicos para autoconsumo y promover una reconversión, o “reforestación” que comprende la introducción de perennes, entre ellos la jatropha curcas y la palma de aceite. En el discurso de Sabines, los cultivos de autoconsumo serían desplazados no sólo por ser de bajos rendimientos, sino porque las prácticas tradicionales como la roza y quema son consideradas responsables de la deforestación que presenta el estado

La jatropha entró en el campo chiapaneco a partir de 2007, con un programa de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) que consistió en financiar la siembra de este arbusto con siete mil 400 pesos por hectárea en 2009. A los recursos de Conafor se sumaron la dotación de la semilla y/o la planta y un apoyo de mil pesos para pagar la asesoría técnica por parte del gobierno del estado. Del proyecto Conafor en Chiapas podemos decir que, si bien los recursos otorgados parecen atractivos –sobre todo si consideramos que para buena parte de los productores del estado el Procampo resulta ser su único programa de subsidios para la producción–, en realidad son limitados, pues sólo se garantizan para el establecimiento de la plantación. Según los cálculos del gobierno, hacia 2010 la jatropha generaría para el productor aproximadamente 16 mil pesos por hectárea al año, de los cuales tendría que destinar alrededor de cinco mil a su mantenimiento. Además, en principio supone la “reconversión” de hectáreas maiceras. Hacia agosto de 2009 habían ingresado al programa tres mil productores de 23 municipios; el 95 por ciento eran ejidatarios con dos o tres hectáreas sembradas de jatropha y sólo se registraba un productor privado con 300 hectáreas establecidas. Los primeros años de la experiencia resultaron un verdadero fracaso: la decisión oficial de utilizar semilla importada de la India, cuando en la entidad se produce el piñoncillo silvestre en diferen-

tes variedades, provocó que buena parte de la siembra original se perdiera por un ataque de diversas plagas (hormiga arriera, chapulín, babosa, ratas y chinches). Investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han concluido que las variedades sembradas en México habían perdido variabilidad genética, al ser utilizadas en modelos agroindustriales adaptados en otras latitudes, y finalmente habían enfrentado con poco éxito a las plagas mexicanas. De ahí que ahora se estén investigando las variedades nacionales adaptadas a diferentes regiones del país. Además, se comenzó a sembrar planta producida en invernaderos y se está buscando lograr una producción más “sustentable”, sembrando la jatropha intercalada con maíz u otros cultivos de la región. La fallida experiencia chiapaneca demostró que las críticas a los agrocombustibles están más que sustentadas. Si bien la jatropha no es alimento, las tierras utilizadas hasta ahora estaban originalmente destinadas a la producción de alimentos, muchas de ellas quizá a los básicos. Potencialmente está también su expansión a tierras forestales, así sea con las “limitaciones” legales establecidas para las plantaciones comerciales. A esto habría que sumar que la jatropha no se ha promovido necesariamente en regiones

FORTALECER TECNOLÓGICAMENTE AL CAMPO CAÑERO, PRIORIDAD DEL CONADESUCA Lourdes Edith Rudiño

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ranscurridos seis años desde que el gobierno de Vicente Fox abrogó el Decreto Cañero, en enero de 2005, y de la aprobación, en marzo de ese mismo año, de la Ley de Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar (o Ley Cañera, como se le conoce), el nuevo mecanismo de coordinación entre gobierno, productores de caña, industriales azucareros y otros agentes está comenzando a dar resultados. Además de que en los dos años recientes ha contribuido a que las negociaciones entre cañeros, industriales y Ejecutivo para definir los precios de la caña sean “tersas” a diferencia del pasado –gracias en parte a una tendencia alcista de las cotizaciones internacionales del azúcar–, el Comité Nacional para el Desarrollo Sustentable de la Caña de Azúcar (Conadesuca), surgido de la mencionada Ley y establecido formalmente en 2008, está enfocando el grueso de sus baterías a fortalecer la capacidad productiva del campo cañero nacional, presente en 664 mil hectáreas de 15 estados de la República, las cuales abastecen a 57 ingenios. En entrevista, Rocío Nieves Bermúdez, directora del Conadesuca, explicó que éste ha realizado foros nacionales y regionales desde el año pasado para determinar con precisión

las necesidades tecnológicas de esta rama productiva, la cual enfrenta dos retos claves: la renovación de los campos y la adopción de nuevas variedades, pues hoy 80 por ciento de la producción corresponde sólo a dos variedades, a pesar de que en Tapachula, Chiapas, existe un centro de hibridación que se dedica exclusivamente a hacer cruces de semillas de caña (desarrollos que implican 12 años de trabajo de investigación, más seis de validación en los predios específicos), y su labor es muy apreciada por otros países como Colombia. Una meta fundamental es elevar rendimientos. Explica: “No es que México esté a la zaga (en la comparación internacional), lo que ocurre es que tiene áreas súper desiguales; por ejemplo, Veracruz produce 60 o 70 toneladas por hectárea, mientras Jalisco, Puebla y el centro están en 120”. Veracruz es el principal productor de caña del país con 275 mil hectáreas. En promedio México se movió entre las 65 y 70 toneladas en la primera década del 2000, con los años recientes tendiendo a la baja. Pero de hecho desde los años 80s hay un estancamiento en la productividad por hectárea. Comenta que el Conadesuca quiere generar resultados productivos a la brevedad, considerando que el aumento del consumo de azúcar en el mundo, de dos por ciento anual, persiste a pesar de los sustitutos de este dulce y para ello el Comité intenta dar orden de forma inteligente

a los recursos de que se disponen, en especial a los alrededor de mil millones de pesos de presupuesto de 2011 que tiene la Secretaría de Agricultura (Sagarpa) para inversión, desarrollo de capacidades e innovación en la rama azucarera. “Cuando llegué al Condesuca, el Programa Nacional de la Agroindustria de la Caña de Azúcar (Pronac), surgido en 2008, tenía mucho presupuesto gastado pero sin estrategia. Eran como tiros al aire”, con estudios que se habían mandado a hacer, valiosos pero sin aplicación por no haber sido difundidos, o mapas de las parcelas cañeras que estaban mal hechos. Lo que decidió el Comité en un primer foro nacional en 2010 fue definir cuatro grandes líneas prioritarias para el Pronac: campo, fábrica, procesos comerciales y otro tipo de acuerdos. Posteriormente, el Conadesuca decidió “llamar al sector (cañeros e industriales) para que nos digan sus demandas; allí veremos si cazan (con lo que el Comité ha elaborado de diagnósticos en campo y fábrica, ingenio por ingenio y metas del Pronac) y no estemos gastando a lo loco”. Así en febrero se realizaron foros regionales en Jalisco y Veracruz y los resultados, a partir de consultas con los Comités de Producción y Calidad Cañera (CCPCC) de cada ingenio, fueron que 77 por ciento de los CPCC requieren “apoyos del componente agrícola” (en maquinaria y equipo, infraestructura y/o material vegetativo); asimismo 65 por cien-

Frente a las experiencias de países africanos, el único mérito que tiene el experimento chiapaneco es que no ha supuesto el despojo de tierras campesinas. La propia legislación los hace “socios”, por lo menos con 30 por ciento de las ganancias. Destaca la terquedad campesina de aferrarse a las tierras a pesar de los embates del neoliberalismo, que hasta ahora garantiza la permanencia de los piñoneros en sus tierras, aunque no sabemos si a futuro se salven de modelos de agricultura por contrato. Las cuentas alegres de los gobiernos federal y estatal no han salido en el caso de los agrocombustibles. De un proyecto original que en Chiapas pretendía incorporar hacia el 2012 un total de 60 mil hectáreas de jatropha, en la prensa nacional se habla ahora de la existencia de diez mil hectáreas sembradas, y las cifras de la Secretaría de Agricultura registran 2009 como el primer año de producción de jatropha, con 416 hectáreas sembradas… todas en Yucatán. Cabe ahora preguntarse ¿de dónde se está abasteciendo la materia prima para la planta de Tapachula con que ampulosamente se anunció la inauguración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 16)? Investigadora del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano pilarsierra9@hotmail.com

to necesita apoyo en sistemas de riego, y 53 por ciento demanda apoyos para innovación y transferencia, sobre todo para proyectos de investigación en plagas y de investigación en desarrollo y validación de variedades nuevas. Estas demandas deberán ser apoyadas con el recurso de mil millones de la Sagarpa. Es importante que tales conclusiones hayan sido alcanzadas por los CPCC porque estas instancias son las que organizan la producción en los campos cañeros y su relación con los ingenios, y son los que representan los intereses de los campesinos y los dueños de los ingenios. Se entiende que las peticiones corresponden “a lo que realmente se necesita”. Porque antes ha ocurrido que el uso de los recursos públicos es irracional: se ha dejado guiar por decisiones tales como “vamos a dar tractores, porque viste mucho o porque un amigo vende tractores y entonces los das a 50 por ciento y a los mejor ellos lo venden a 70, o hay recursos para equipo de cosecha, los productores piden el dinero y el equipo no es funcional porque su campo está desnivelado”. Rocío Nieves afirmó que el Conadesuca está impulsando la creación del Centro de Investigación Científica y Tecnológica de la Caña de Azúcar (Cictcaña), otra instancia determinada por la Ley Cañera, la cual, dijo, podría surgir como una asociación civil, y su objetivo será concentrar todo lo que hay de investigación enfocado a la caña (procedente de todo tipo de instancia de investigación y de las experiencias de los propios ingenios), para cruzarlo con las demandas del campo cañero y acelerar los cambios productivos que se requieren.


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15 El entrevistado –quien de 2004 a 2009 fungió como embajador de México ante los organismos internacionales ubicados en Ginebra– comenta que la situación internacional es complicada, por la crisis financiera, los problemas por el terremoto de Japón y los conflictos bélicos de Medio Oriente, y esto implica un impasse en el tema de cambio climático.

Entrevista con Luis Alfonso de Alba

CAMBIO CLIMÁTICO MODIFICARÁ EL MODELO DE DESAROLLO

• Será definitiva la fuerza de la sociedad para lograr conciencia sobre el problema Lourdes Edith Rudiño

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México debe reducir 30 por ciento de sus emisiones de gases de efecto invernadero respecto de la tendencia inercial. Y esto podría reforzarse aún más en la medida que prosperen las discusiones en las cámaras de Diputados y de Senadores

Luis Alfonso de Alba, representante especial para Cambio Climático de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), es quien afirma esto y comenta que tales preocupaciones deben trasladarse a los modelos de desarrollo del mundo, lo cual no ocurrirá de un día para otro, pero “no es utópico”. En entrevista, considera que en México el gobierno está dando pasos positivos en este sentido, pues por primera vez hoy el tema de cambio climático se discute en Los Pinos, con presencia del presidente y con varios secretarios de Estado. Antes las secretarías de Medio Ambiente y Relaciones Exteriores eran las que trataban el asunto, y ocasionalmente, Energía; ahora estas tres entran de lleno a las discusiones –pues Pemex y la Comisión Federal de Electricidad son las primeras comprometidas en la reducción de gases de efecto invernadero (GI)– y se ha involucrado a Hacienda, a Educación y a la Secretaría del Trabajo. Además de que en los próximos meses deberán incorporarse otras como Agricultura y Comunicaciones y Transportes. “Todo esto va a tener un reflejo en el Plan Nacional de Desarrollo y en las metas, no podrá ser de otro modo”. El funcionario, quien ya está participando en negociaciones internacionales para los preparativos de la 17 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 17) en Durban, Sudáfrica, admite que a pesar de que el sector agrícola es fundamental en los impactos del calentamiento global, quedó al margen de las discusiones de la COP 16 realizada hace cuatro meses en Cancún. “El tema no está maduro, y es una de las tareas pendientes hacia Durban; hay que darle un tratamiento más articulado a este sector y definir una serie de recomendaciones y medidas más concretas. En esa medida (en el caso de México) la Secretaría de Agricultura se va a tener que ir incorporando a las discusiones” con demás miembros del gabinete. “Está todo vinculado. Y tenemos que verlo sin duda en términos de las emisiones. Hay plantas que producen mucho más daño a la atmósfera porque captan menos carbono, porque degradan más rápido los suelos. Hay que tomar en cuenta este tipo de factores a la

FOTO: Lourdes Edith Rudiño

i bien el cambio climático se discute respecto de la reducción de emisiones, del Fondo Verde, de si son o no vinculatorios los compromisos asumidos internacionalmente, etcétera, la trascendencia de este tema va mucho más allá: “implica pensar en un modo de producción distinto, en que muchas regiones del planeta adapten su agricultura a condiciones de menores lluvias. Es ver los efectos en la migración; en los pueblos indígenas; en la producción del campo, en la seguridad incluso, pues está vinculado a problemas cuyas consecuencias pueden generar conflictos internacionales, como son los flujos de personas y los cambios en la calidad y/o en las rutas del agua”.

Luis Alfonso de Alba, representante especial para Cambio Climático de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE)

hora que se promueva la siembra de determinado producto. Hay que considerar también que hay usos más sustentables en el consumo de agua (… con el cambio climático) habrá algunas regiones que sí podrían beneficiarse porque son zonas desérticas y ahora llueve más. Pero la mayoría se va a perjudicar porque o llueve en exceso o simplemente llovía antes y ahora ya no llueve. Hay que hacer una planeación con una visión más grande”. Comenta que las organizaciones indígenas, de pequeños y medianos agricultores y ganaderos, han estado reportando y alertando durante los 20 años recientes los efectos que sufren en carne propia por el cambio climático. Y si bien es cierto que no todo lo que sufre el campo se debe al calentamiento global –pues hay otros problemas serios, como la pérdida de la biodiversidad–, también lo es que la situación de desastres naturales, trascendida ya a la sociedad entera por la crisis alimentaria paradójicamente sirve sin duda para avanzar en las negociaciones internacionales, pues se contrarresta la opinión de los escépticos del cambio climático, que todavía son muchos, particularmente en Estados Unidos. De Alba Góngora recuerda las tres líneas de trabajo que impulsó México en la COP 16: una, reconstruir el proceso de negociación, tal como se logró, y la diplomacia de nuestro país fue ampliamente reconocida porque el proceso estaba en muy malas condiciones desde años antes de la COP 15 en Copenhague; dos, dotar al tema de una visión menos negativa y menos ambientalista, y mostrar que abre oportunidades para el sector privado, para invertir en nuevas tecnologías y que ello está vinculado a afrontar problemas serios de manera colateral, por ejemplo la pobreza, dado que hay una gran cantidad de proyectos de reemplazo de estufas y de lám-

paras de petróleo, etcétera, lo cual ayuda a mejorar las condiciones de vida asiladas o remotas, además de generar el convencimiento de que debemos transitar inevitablemente a un nuevo modelo de desarrollo.

Las organizaciones indígenas, de pequeños y medianos agricultores y ganaderos, han estado reportando y alertando durante los 20 años recientes los efectos que sufren en carne propia por el cambio climático Y la tercera línea fue abrir el tema en su dimensión política, económica y social a otros sectores y dejar claro que no sólo son los gobiernos centrales los que pueden y deben asumir compromisos, sino también los gobiernos estatales y municipales, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales (ONGs), los sindicatos, etcétera. Esto último, señala, es y será fundamental, pues la intención de que el abatimiento del cambio climático se dé con una contribución diferenciada por países en función de las responsabilidades (de sus emisiones de GI, por ejemplo 20 por ciento del total hoy de Estados Unidos, y lo mismo China, contra dos por ciento de México) y de las capacidades económicas de cada país, es algo que no se va a reconocer ahora, pues hay muchas reticencias, pero que tarde o temprano va a ocurrir por la fuerza de la opinión pública, de las concientización de las ONGs, de los gobiernos locales y otros. “Por eso es valioso haber abierto la discusión (en Cancún) a la sociedad civil, y sobre todo empezar a construir un sentimiento de asociación, de cooperación”.

Acerca de la posibilidad de que en Durban se alcancen acuerdos jurídicamente vinculantes, que comprometan aportaciones y reducción de emisiones sobre todo de los países desarrollados, señala que si bien es deseable, resulta improbable pues hay una insistencia creciente de Japón, Canadá, Estados Unidos, Nueva Zelanda y en menor grado de Europa de que los compromisos de China, la India, Brasil e incluso México sean también vinculantes. Y esto tensa las discusiones. De Alba considera, sin embargo, que los medios de comunicación y los propios negociadores han distorsionado el tema. La búsqueda de que los acuerdos climáticos sean vinculantes no concuerda con lo que se han hecho con otros temas igualmente importantes e incluso de interés más popular, como la pobreza, flagelo para el cual se hacen compromisos de reducción pero sin obligatoriedad y “nunca se ha hablado de abolirla. Lamentablemente en cambio climático va a ser lo mismo”. Pero la flexibilidad de los acuerdos de cambio climático –que implica el riesgo de que algunos no asuman compromisos sólidos– puede operar en positivo. “La meta de no permitir que la temperatura rebase los dos grados Celsius promedio ni siquiera es fija. En el acuerdo de Cancún dejamos claramente ver la posibilidad de volver más ambiciosa esta meta, que la llevemos a 1.5, porque los daños al planeta con dos grados pueden ser excesivos, porque el mundo puede tener la capacidad de mantener el incremento en 1.5 gracias a tecnologías más eficientes y porque ya sabemos que tenemos una capacidad limitada de la atmósfera para absorber las emisiones. Estamos en un proceso que vamos a tener que ir revisando y ajustando periódicamente”. Por lo que toca a México –igual que ocurrió con otros países como Sudáfrica, la India, Malasia y Singapur–, en Cancún se establecieron metas que, aunque no son de cumplimiento obligatorio ni implican medidas coercitivas, sí representan compromisos morales que involucran no sólo al actual gobierno sino a los posteriores hasta el 2020. México debe reducir 30 por ciento de sus emisiones de gases de efecto invernadero respecto de la tendencia inercial. Y esto podría reforzarse aún más en la medida que prosperen las discusiones en las cámaras de Diputados y de Senadores sobre iniciativas que ya se tienen para una Ley de Cambio Climático, misma que apunta a involucrar al sector privado en el compromiso, por la vía no de los castigos, sino de estímulos para la adopción de tecnologías nuevas.


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POR NUESTRO PASADO, NUESTRO PRESENTE Y NUESTRO FUTURO R. Aída Hernández Castillo

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a comunidad náhuatl de San Andrés Hueyapan, en el estado de Morelos, fue sede el Sexto Encuentro Continental de Mujeres Indígenas de las Américas, del 5 al 8 de marzo pasados. Los habitantes de esta pequeña comunidad de seis mil habitantes abrieron sus puertas y sus corazones a unas 300 mujeres indígenas que desde el ártico canadiense hasta la Patagonia chilena cruzaron fronteras geográficas, culturales y lingüísticas para compartir sus historias de lucha y resistencia y buscar estrategias conjuntas para acceder a sus derechos como mujeres e indígenas. Bajo el lema “Por nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Las mujeres indígenas exigimos el respeto y cumplimiento a nuestros derechos”, mujeres de 17 países: dirigentes, intelectuales, artesanas, parteras, médicas tradicionales, guías espirituales, gobernadoras, jefas tribales, jóvenes líderes y hasta ex ministras de Estado, se reunieron a las faldas del Popocatépetl para discutir los retos que el colonialismo, el racismo, la violencia patriarcal y la capitalismo neoliberal han traído a sus vidas y a las de sus pueblos. El encuentro da continuidad a una serie –Quito, 1995; Ciudad de México, 1997; Panamá, 2000; Lima, 2004, y Kahnawake, Quebec, 2007–, en la que se ha fortalecido una red de solidaridades y resisten-

cias que amplía las perspectivas locales de las luchas traspasando fronteras nacionales. La explanada de la escuela primaria 20 de Noviembre de Hueyapan se llenó de colores y textiles que daban cuenta de la diversidad cultural, nacional y lingüística de las mujeres ahí reunidas. Las discusiones se dieron en los cuatro idiomas coloniales impuestos en el continente: español, inglés, francés y portugués, con ayuda de traductoras improvisadas que permitieron construir puentes entre experiencias aparentemente disímiles pero a la vez muy cercanas: historias de despojos en nombre del progreso; de violación a los derechos humanos, en nombre de la guerra contra el narcotráfico y el terrorismo, y de violencia, en nombre de la tradición. Pero también historias de resistencias y pequeños grandes triunfos a partir de la organización colectiva. La discusión en las mesas de trabajo y en las plenarias dio cuenta del desarrollo político en este movimiento continental que ha perdido el miedo a denunciar la violencia cometida por sus propios compañeros, asumiendo que la construcción de una vida más justa para hombres y mujeres originarios debe de empezar por la casa. Pero a la vez sin olvidar que la violencia hacia las mujeres indígenas no es sólo un problema doméstico, sino que está estrechamente vinculada al racismo y a la violencia colonial y neocolonial ejercida por los Estados-nación y también por el capital trasnacional.

La violación a los derechos humanos que acompaña a la militarización de zonas indígenas de todo el continente fue tema central en varias mesas. La llamada “guerra contra el narcotráfico ha permitido al ejército ocupar territorios indígenas, violando derechos colectivos y territoriales, sin ningún respeto a la consulta previa. Mujeres indígenas mexicanas y colombianas denunciaron los abusos cometidos por militares y demandaron el cumplimiento de la sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra el ejército mexicano por la violación de Inés Fernández y Valentina Rosendo. El desplazamiento provocado por la militarización y la paramilitarización, la violencia sexual, las enfermedades psicológicas y espirituales provocadas por el miedo, son también formas de violencia feminicida producto de esta guerra.

hielos han obligado a poblaciones enteras a desplazarse y donde la flora y la fauna se han visto afectadas dejando a cazadores y recolectores sin posibilidades de sobrevivencia. Paralelamente, las trasnacionales mineras se están apropiando de muchos de los recursos naturales de estos pueblos en nombre del progreso. Estas denuncias pusieron en la mesa del debate la necesidad de repensar un modelo de desarrollo extractivista y depredador que está destruyendo la naturaleza con consecuencias especialmente nocivas para los pueblos originarios. También hubo espacio para compartir logros. Así nos enteramos que en la frontera norte, en la pequeña ranchería texana de El Calabozo, una mujer lipan/apache, Eloísa García Tamez, logró parar la construcción del muro fronterizo que atravesaría las tierras de sus ancestros y separaría aún más al pueblo apache que habita en los dos lados de la frontera. Su hija, Margo Tamez, participante en el Encuentro, habló del cómo esta iniciativa acercó a las mujeres apaches a la realidad de otras indígenas migrantes que sufren la violencia de las autoridades migratorias estadounidenses.

El uso de la legalidad para criminalizar a los movimientos indígenas también fue denunciado como una forma común de violencia de Estado y las mujeres mapuches se encargaron de recordar que la llamada ley antiterrorismo fue utilizada por la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, para privar de su libertad a dirigentes mapuches que a la fecha continúan presos. Esta denuncia fue especialmente pertinente considerando que Bachelet es ahora la directora ejecutiva de ONU Mujeres y que había hecho llegar al Encuentro un “saludo solidario” que fue recibido con escepticismo por muchas de las participantes.

Entre los logros del evento estuvo también la importante participación de jóvenes indígenas como la peruana Tania Pariona Tarqui o la mexicana Edith Herrera Martínez, que trajeron a la mesa de debate las necesidades específicas de jóvenes y niños. Estos nuevos liderazgos llenaron de esperanzas a las viejas dirigentes que vieron la continuidad de sus luchas en el compromiso de nuevas generaciones convencidas de que sí existen otros futuros posibles para hombres y mujeres indígenas de nuestro continente.

Desde el extremo norte, la dirigente inuit de Canadá Elisa Shautiapik, alcaldesa de la ciudad de Iqaluit Nunavut, denunció el impacto que el calentamiento global está teniendo en sus territorios en donde los des-

Profesora investigadora del CIESAS

Araceli Calderón Cisneros* y Gisela Espinosa Damián**

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el 5 al 7 de marzo se reunieron en la Ciudad de México cien mujeres y asesoras rurales del país para reflexionar sobre la crisis alimentaria, el cambio climático, la migración y la falta de equidad de género, temas que la Red Nacional de Promotoras y Asesoras Rurales (RedPAR) investiga desde 2008 pues, pese a que todo mundo dice que se está feminizando el campo, la voz y los problemas de las mujeres rurales siguen siendo poco visibles para las instituciones de gobierno y aun para las organizaciones indígenas y campesinas. Desde las distintas localidades y estados donde trabaja la RedPAR, es evidente que la situación y posición de las mujeres rurales va de mal en peor: para ellas hay más trabajo, desgaste y problemas en su salud física y emocional. Por eso la Red afirma que se están feminizando los costos de las crisis y propone profundizar en el diagnóstico, compartir experiencias y generar propuestas y acciones que contribuyan a revertir la crisis y a mejorar la posición desventajosa y la vida de las mujeres rurales. Al encuentro vinieron campesinas de 35 organizaciones de 13 estados: Chiapas, Tabasco, Oaxaca, Guerrero, Puebla, Estado de México, Distrito Federal, Hidalgo, Morelos, Mi-

choacán, Guanajuato, Zacatecas y Chihuahua. Ellas nos recuerdan que la crisis alimentaria se vive cada día, en cada casa, en cada mesa; que las crisis globales también se enfrentan en la cocina, donde, con menos recursos hacen milagros para alimentar a la familia. Nos recuerdan viejos y nuevos trabajos que recaen en su persona: porque el marido migró y hay que atender la parcela, o porque no manda remesas o no pudo pasar al otro lado, y ahora están más endeudadas, porque Oportunidades condiciona la beca a que asistan a pláticas y barran la escuela, o porque el dinero no alcanza y ellas tienen que realizar otros trabajos para tener otro ingreso. A pesar de tanto esfuerzo, comen menos y menos bueno, pues están perdiendo costumbres y alimentos sanos ante la avasallante fuerza de la comida chatarra en sus comunidades, en las escuelas y en la mentalidad de la gente por medio de la televisión y ante la “vista gorda” de autoridades educativas y de comercio. Mujeres de Tabasco y Oaxaca contaron que las inundaciones y el cambio climático reducen la producción; encarecen los alimentos, el agua y las medicinas; destruyen sus viviendas, y ocasionan nuevas enfermedades. Toda la familia sufre, pero a las mujeres les toca curar a los enfermos y alimentar a todos en esas condiciones. Las de Chiapas reclamaron que se reconozca su papel como productoras de alimentos y su derecho al uso, a la propiedad y al usufructo

FOTO: Richard Cisneros

FEMINIZACIÓN DE LA CRISIS RURAL Y RESISTENCIA

de la tierra como bien familiar, pues la titularidad masculina de las parcelas ha dejado a muchas familias sin patrimonio. Las michoacanas contaron que padecen en extremo la inseguridad y la violencia, incluidas las amenazas de muerte por defender sus bosques. Las de Hidalgo contaron que sus parejas están volviendo del “otro lado”: se esfuman las remesas y además pocos retornados se reincorporan al cultivo pues ya no están dispuestos a trabajar con pérdida o por unos cuantos pesos. Las chihuahuenses dijeron que es riesgoso seguir siendo campesinas, porque la violencia no sólo viene del narco sino de autoridades y fuerzas del orden coludidas con la delincuencia organizada. Para ellas es difícil cultivar, hablar, denunciar y defender sus derechos. La violencia ya no se esconde –dicen mujeres de varios estados–; se muestra abierta, descarada arrancando árboles, impidiendo el cultivo de alimentos, destruyendo procesos organizativos y acabando con muchas vidas.

El recuento de problemas no acaba aquí, pero las mujeres no están cruzadas de brazos, resisten de múltiples formas: producen alimentos en la parcela, el traspatio y el huerto, espacios a los que casi no llegan recursos ni programas públicos porque los gobernantes sólo ven a los grandes empresarios y dejan sin apoyo a millones de familias con pequeñas parcelas. Por eso luchan por una política que reconozca el valor de la producción campesina. Ante la “pérdida del amor a la tierra”, ellas se proponen inculcarlo en sus hijos; saben que sólo juntas pueden cambiar las cosas: elaboran y venden artesanías, construyen estufas ahorradoras de leña, cultivan huertos en el traspatio, producen y venden café orgánico, limpian los ríos, reforestan, hacen compostas y terrazas, participan en talleres, difunden sus derechos, luchan por una vida mejor. Vislumbran la alianza con otras organizaciones sociales, pero también exigen atención de instituciones públicas y organizaciones campesinas e indígenas mixtas que casi nunca las oyen. Se comprometen a impulsar un consumo responsable y sano, a ejercer su poder de compra adquiriendo productos locales, a producir para el autoconsumo, a emplear tecnologías limpias. Exigen al gobierno precio justo por sus productos, que regule la publicidad engañosa y promueva productos sanos del país. En suma, demandan que se tome en cuenta a los miles de productoras y productores campesinos para lograr una soberanía alimentaria con justicia de género. *Miembro del Consejo de Coordinación y Representación de la RedPAR y doctorante en Ecosur. **Académica de la UAM-Xochimilco


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LA IMPORTANCIA DE LA PROTECCIÓN LEGAL DE LOS MAÍCES NATIVOS EN TLAXCALA

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os campesinos del Grupo Vicente Guerrero optamos hace tres décadas por el cambio de modelo agrícola, a fin de recuperar autosuficiencia alimentaria y enfrentar el deterioro ambiental. Resolvimos la erosión de los suelos deforestados, recuperamos su fertilidad y reforestamos para recuperar la biodiversidad y la captación de agua. Poco antes del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) nos percatamos de que teníamos pocas variedades de maíz, pues Conasupo sólo compraba maíz blanco y amarillo; los de color no eran apreciados. Ya en vigor el TLCAN, incluso los blancos y amarillos cayeron en el desinterés de los nuevos compradores; Conasupo desapareció. En 1998 organizamos la primera feria del maíz, para saber cuántos maíces todavía teníamos en la zona. Los productores mostramos nuestras semillas para conocerlas, observamos los maíces, sus colores y tamaños, y compartimos conocimientos. En la segunda feria llevamos además semillas de frijol, calabaza y chícharos. En 2000, en la tercera feria, escuchamos sobre el maíz transgénico y el riesgo de contaminación de cualquier maíz por la forma en que se reproduce. Fue una

nueva preocupación y en septiembre de 2001 nos sorprendimos cuando Greenpeace hizo pública la contaminación de maíces criollos en Oaxaca por transgénicos de Estados Unidos que vendía Diconsa. Iniciamos un trabajo de difusión con los participantes en las ferias. ILUSTRACIÓN: Códice Borgia

Proyecto de Desarrollo Rural Integral Vicente Guerrero, AC

centro de origen y diversidad de maíces, con 12 razas y varias decenas de variedades.

El mes pasado se celebró la feria 14; nos hemos dado cuenta que un mal clima puede poner en riesgo las cosechas, así que decidimos crear los “fondos comunitarios de semillas”. Cuando hay mal temporal, del fondo se abastecerán de semillas los productores que perdieron sus siembras. En 2004, acordamos hablar con el gobierno del estado y legisladores para buscar protección de los maíces ante las importaciones de transgénicos. En 2005 se aprobó la Ley Monsanto, que no protege bien a los maíces criollos.

Alimentaria (PIDAASSA), organizamos una reunión con la diputada Ana Lilia Rivera, del PRD, de la comunidad rural de Calpulalpan, quien ha luchado con ejidatarios por la defensa de sus derechos.

El gobierno no tuvo interés y en 2006 visitamos el Congreso estatal y algunos diputados abrieron la discusión. En 2007 nos propusieron declarar a “Tlaxcala, lugar de origen de maíz” y ponerlo en letras de oro en el Congreso. No nos pareció mal, pero la legislatura se acabó y no se aprobó.

Tras meses de trabajo, reuniones con investigadores y con el abogado René Sánchez Galindo, el 9 de octubre de 2008 la diputada presentó una iniciativa de ley para proteger los maíces nativos del estado como patrimonio alimentario. Se aceptó y se turnó a análisis y dictamen a la Comisión de Fomento Agropecuario.

En enero de 2008 inició una nueva legislatura e insistimos en la protección legal. Con investigadores de Tlaxcala y con apoyo del Programa de Intercambio, Diálogo y Asesoría en Agricultura Sostenible y Soberanía

Conocimos mapas de la Comisión Nacional para el Uso y el Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio), con las razas y variedades de Tlaxcala, que sirvieron para sustentar la propuesta de que Tlaxcala es un

MANIFIESTO DE CUETZALAN Tlalticpac. Toquichtin tiez (La tierra será como sean los hombres). Refrán náhuatl Los asistentes al Primer foro por la regeneración socioambiental: organizaciones de productores, redes de resistencia, asociaciones civiles, académicos, estudiantes y simples ciudadanos reunidos en la ciudad de Cuetzalan, Puebla, los días 21 y 22 de marzo de 2011-03-24 Manifestamos que: Hemos conformado una confluencia de fuerzas diversas y autónomas, pero comprometidas con el cambio y profundamente preocupadas por la crisis socioambiental planetaria ocasionada por un capitalismo global que se nutre parasitariamente de la naturaleza y del trabajo de los seres humanos. México no es excepción sino ejemplo notorio de la doble destrucción: social y ambiental, provocada por la expansión del capital. Hay en el país cientos de desarrollos mineros, hidráulicos, energéticos, turísticos, forestales y agrícolas –entre estos últimos los cultivos transgénicos– que amenazan o arrasan sin piedad comunidades y ecosistemas de innumerables territorios. Enfrentados al desastre, los asistentes al Foro analizamos colectivamente diversos temas socioambientales estratégicos, buscando identificar tanto las fuerzas y actores de la destrucción como las fuerzas y actores que la resisten. De la reflexión derivaron una serie de enjuiciamientos, alternativas y acciones, además de la necesidad de unir fuerzas para llevarlos adelante. Somos conscientes de que estamos ante la crisis de la moderna civilización industrial y el reto es construir los conceptos, objetivos, estrategias y métodos necesarios para impulsar un verdadero cambio civilizatorio. No se trata sólo de remontar la debacle socioambiental del país, sino de desactivar las fuerzas suicidas que amenazan a la especie humana y a su entorno planetario. Somos conscientes de que la crisis amenaza al género humano, pero tanto la responsabilidad como el daño se reparten de manera desigual de modo que las injusticias socioeconómicas se replican como injusticias ambientales: Los mayores responsables del calentamiento global son los países centrales y las clases privilegiadas, mientras que los países periféricos y los pobres son los más afectados.

Ante el retraso de la discusión provocado por algunos diputados, en diciembre de 2009 convocamos a la Primera Asamblea Estatal por la Defensa del Maíz, a la que asistieron campesinos de 20 municipios y 71 comisariados ejidales. La asamblea acordó conformar una asociación para coordinar la defensa del maíz, una ARIC que ya cuenta con registro notarial. En agosto de 2010 todos reiniciamos la petición de la aprobación de la iniciativa. El Congreso recibió más de 120 cartas de México y el mundo solicitándole la aprobación de la iniciativa. Acabó 2010 sin aprobación, pero no cesamos la presión. La iniciativa fue votada el último día de la legislatura, el 13 de enero de 2011, a las cinco de la mañana. Fue una noche interminable, con desarrollo dramático y final feliz. La Ley de Fomento y Protección al Maíz como Patrimonio Originario, en Diversificación Constante y Alimentario, para el Estado de Tlaxcala ya entró en vigor, estamos atentos a que gobierno la implemente. Sabemos de la relevancia de la ley de Tlaxcala en un contexto de más aprobaciones ilegales para liberar maíz transgénico y ante una crisis alimentaria nacional y global que creemos va para largo. Es una contribución en la defensa del maíz, ante la falta de una verdadera ley que lo proteja en todo el país. Para más información, ver http://www. vicenteguerrero.org.mx y http://www.pidaassa.org/paises/mexico/boletines

La degradación del medioambiente afecta a ambos sexos, pero cala más sobre las mujeres, responsabilizadas de la alimentación, la salud, el aprovisionamiento de agua y, en el campo, de combustible.

Estamos convencidos de que existen soluciones a la crisis y que estas están surgiendo ya de la suma de esfuerzos locales, regionales, nacionales y globales de quienes hemos decidido emprender el cambio civilizatorio.

Las afectaciones a la salud resultantes de la contaminación y degradación del medio dañan más a los pobres rurales de los países periféricos, que a los ricos urbanos de los países centrales.

Por lo anterior, convocamos a todos los movimientos, organizaciones sociales y civiles, redes y ciudadanos honestos a que se incorporen al proceso de resistencia y superación de la emergencia socioambiental en que vivimos, en el entendido de que sólo una gran confluencia ciudadana capaz de construir poder social en sectores y territorios, logrará genera y sacar a delante un verdadero proyecto alternativo de nación.

La responsabilidad mayor por el agotamiento de los combustibles fósiles es de las naciones industrializadas, pero la necesaria conversión energética profundiza la desigualdad pues mientras que los países centrales se desarrollaron con combustibles abundantes, alimentos baratos y sin asumir costos ambientales, los periféricos –cualquiera que sea la vía que adopten– tendrán que superar su rezago con energía escasa, alimentos caros e insoslayables restricciones ambientales. Las riquezas naturales de que se apropian las trasnacionales se transfieren principalmente a las economías desarrolladas, mientras que dejan destrucción socioambiental en las periféricas. Alimentar a mil millones de automóviles importa más que saciar el hambre de dos mil millones de personas. Los ricos riegan jardines mientras los pobres tienen sed. Somos conscientes de que es imposible enfrentar con éxito la crisis ambiental sin enfrentar también los problemas económicos, sociales, políticos y culturales, pues no es posible separar la explotación de la naturaleza de la explotación del hombre. No es posible, tampoco, superar la crisis socioambiental y civilizatoria sin revalorar al mundo rural y en particular a las comunidades campesinas e indígenas. Como no será posible enmendar el rumbo suicida sin replantear la históricamente inicua relación entre el campo y la ciudad. Los pobres, las mujeres, los pueblos indios, los campesinos, los trabajadores, que son las mayores víctimas de la crisis socioambiental, son también la mayor reserva civilizatoria con la que contamos para enmendar el rumbo. Los paradigmas alternativos a la lógica predadora del capitalismo industrial están en el mundo del trabajo, en las actividades reproductivas encomendadas a las mujeres, en la diversidad biocultural de los indígenas, en la pluralidad tecnológica de los campesinos y en las prácticas solidarias de los barrios periféricos de las ciudades y de las comunidades rurales.

Para ello proponemos: Desplegar una red de redes que organice foros regionales, sectoriales y temáticos, y que coordine acciones tanto particulares como de carácter general. Un inmenso Frente Verde donde quepan todas y todos Acciones estratégicas: Impulsar el control social de los territorios y defenderlos de las agresiones del capitalismo predador encarnado en mineras trasnacionales y nacionales, en grandes proyectos hidráulicos y energéticos, en desarrollos inmobiliarios desmesurados y en el turismo dorado, así como en las corporaciones que lucran con el agua, la energía, los alimentos, las semillas e insumos agrícolas… Hacer efectiva la soberanía alimentaria, elevar a nivel constitucional el derecho a la alimentación y renegociar el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Impulsar una ley federal que –como la aprobada en Tlaxcala– le dé mayor sustento jurídico a la defensa del maíz y de otros cultivos mesoamericanos, amenazados por los transgénicos. Nos pronunciamos contra la criminalización de los movimientos de resistencia y de los luchadores sociales y exigimos la liberación de los que están presos y la cancelación de las órdenes de aprehensión y causas penales contra ellos. Nos solidarizamos con quienes luchan contra la Minera San Javier, por la defensa del territorio sagrado de Viricota, para evitar la construcción de la presa de La Parota y por impedir la destrucción del Cerro de la Silla y evitar que la edificación de un estadio de fútbol acabe con el parque La Pastora.


16 de abril de 2011

18 Científicos del Programa de Agricultura y Alimentación, Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad

diversidad de maíz nativo en todo el país, y por tanto la totalidad de su territorio debe considerarse centro de origen y diversidad de este cereal. Las variedades nativas son la base de más del 75 por ciento de la producción mexicana de maíz para consumo humano (blanco) en el que aún somos autosuficientes; estas variedades se sobreponen con la producción de híbridos y la agricultura de riego.

“Cuando ya no tengamos opciones, ya de nada nos servirá la ciencia, la evidencia, y ni siquiera la persuasión moral” Claire Hope Cummings (2005)

L

a agricultura industrializada y comercial logró incrementar los rendimientos hasta el tope actual, pero a costa del ambiente, la calidad de los alimentos y su diversidad: herencia de la llamada “revolución verde”, que prometía soluciones tecnológicas al abasto de alimentos y al hambre, retos que aún imperan. Con la misma lógica e inconvenientes similares, se nos ofrece la biotecnología de transgénicos: una revolución genética que también prometió soluciones “mágicas”. Pero la realidad y la ciencia han probado lo que se esperaba, a más de diez años de su liberación en algunos pocos países del mundo, con Estados Unidos a la cabeza: no aumentaron los rendimientos ni disminuyeron el uso neto de agrotóxicos; los transgenes se acumulan en poblaciones naturales con impactos impredecibles; causan efectos nocivos en la salud por el uso masivo de agrotóxicos, y dañan los sistemas agrícolas al provocar, entre otras cosas, la evolución rápida de novedosas plagas o malezas. Además, las semillas transgénicas están patentadas por monopolios y crean dependencia tecnológica y altos costos de producción. Es grave que en Estados Unidos, Argentina, Australia, China y México no se etiqueten

¡ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE! DEFENDAMOS AL MAÍZ, LIBRE DE TRANSGÉNICOS, COMO UN BIEN COMÚN los alimentos elaborados con transgénicos y será imposible rastrear el efecto en salud de su uso. En Europa es obligatorio el etiquetado y crece su rechazo a causa de estudios que cuestionan su inocuidad.

vivos inicialmente transformados y en todos aquellos a los cuales puedan transferirse de una u otra forma. Es un experimento sin precedentes que se antoja riesgoso y disruptivo del orden natural.

Liberar al ambiente cultivos cuyo material hereditario (genes) se ha modificado --mediante la recombinación artificial de genes de virus, bacterias, otros animales y plantas, rompiendo barreras naturales-- implica un “experimento” acelerado por el lucro que no se podrá controlar, con consecuencias públicas impredecibles. Lo que se libera es una “contaminación” de recombinantes artificiales con vida propia, y con capacidad de mutar, reproducirse y dispersarse en los seres

Al igual que con otras tecnologías, en ésta sería mejor prevenir que lamentar. Lo sucedido en Japón subraya la importancia del principio precautorio, que debería aplicarse en los transgénicos.

DERECHO CONSTITUCIONAL A LA ALIMENTACIÓN: UNA DECISIÓN INAPLAZABLE A TODAS LAS MEXICANAS Y LOS MEXICANOS, A LAS SENADORAS Y SENADORES DE LA REPÚBLICA, A LAS DIPUTADAS Y DIPUTADOS FEDERALES:

Además, los riesgos de liberar maíz transgénico en su centro de origen y/o diversidad son particularmente grandes. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) ha demostrado alta

Artículo 27.- ... I. a XIX. ... XX … El desarrollo rural integral y sustentable, a que se refiere el párrafo anterior, también tendrá entre sus fines que el Estado garantice el abasto suficiente y oportuno de los alimentos básicos que la ley establezca.

Estamos seguras (os) de que las diputadas y diputados de El jueves 14 de abril en el Senado de la República, con 84 votos todos los partidos, difícilmente podrán no estar de acuerdo con a favor, cero en contra y cero abstenciones, se aprobó una la propuesta, ya que parte del texto base que ellas (os) por iniciativa de reforma constitucional que reconoce el Derecho a unanimidad aprobaron el 29 de abril de 2010. la Alimentación y la garantía del Estado para su cumplimiento. La iniciativa fue recibida en abril de 2010 de parte de la Cámara de Diputados y se le han hecho algunas modificaciones que mejoran sustancialmente la propuesta, lo cual les reconocemos a las y los Senadores.

Por este medio, señoras y señores legisladores, les pedimos que antes de que concluya el actual periodo de sesiones (30 de abril) reciban, turnen a dictamen y sometan al pleno la votación de las modificaciones, conociendo el precedente de haber logrado la votación de la iniciativa modificada en 72 horas.

Esta riqueza se ha podido generar y mantener gracias a que se maneja comunalmente y es la base para mejorar, sin transgénicos y de manera más eficaz, a los mismos maíces mexicanos y enfrentar futuros retos agrícolas, como la aparición de nuevas plagas o el cambio climático global. Con esta riqueza y la sabiduría indígena y campesina, más una verdadera ciencia profunda, independiente, eminentemente nacional y pública, con incentivos y con el potencial agronómico de México, se podría triplicar la producción de maíz de alta calidad, asegurar la soberanía nacional, prescindiendo de los cultivos transgénicos o de la tecnología impulsada y patentada por los monopolios. Los transgenes se dispersan en polen y semillas hasta miles de kilómetros de distancia de su sitio de origen. Trabajos científicos han demostrado que los efectos de los transgenes dependerán del contexto en el cual se inserten; en México se podrán insertar y acumular en distintas variedades, multiplicando, acumulando y combinando sus efectos de maneras impredecibles e irreversibles; muchos efectos sin duda serán no deseados. En conclusión: 1) en cualquier parte del territorio nacional será imposible la convivencia de maíz transgénico y nativo sin que

Gracias de nuevo a todas las organizaciones como la Campaña Nacional “Sin Maíz No Hay País”, FIAN México, Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (CONOC), Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), Organizaciones Campesinas “El Hambre no Espera” (ANEC, CCC, CCI, CIOAC, CNC, CNPA, COCYP, CODUC, FDCChih, UNORCA, UNTA), Centro de Derechos Humanos Fr. Francisco de Vitoria, Greenpeace México, Grupo de Estudios Ambientales (GEA), Semillas de Vida, Instituto de Estudios Rurales Maya, Espacio DESCA, Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos “Todos los Derechos para Todas y Todos”, Colectivo Peninsular Ko’one’ex t’aan, Red de Comunicadores Boca de Polen, entre otras, así como a las y los investigadores de las ciencias médicas, de la nutrición, de las ciencias sociales, biológicas, agronómicas y otras, de instituciones de investigación y docencia de todo el país, así como a los varios miles de ciudadanos de a pie, que por medio de cartas firmadas por puño y letra, por la vía electrónica, por su teléfono fijo o por su celular, hicieron llegar su petición para la aprobación de este derecho.

No podemos dejar de insistir a unos pasos del logro total. Una Son demasiados años exigiendo este derecho y en estos vez más hay que pedir a las y los diputados la aprobación de momentos de crisis alimentaria mundial y nacional una estas modificaciones y así llegar al final feliz de esta historia, propuesta legislativa como ésta nos ayudará a enfrentar el reto. un anhelo expresado por el famoso médico nutriólogo Salvador Zubirán, originario de Chihuahua, que el 7 de octubre de 1986, El reconocimiento de este derecho será un buen inicio para al recibir la medalla “Belisario Domínguez” en el Senado de la erradicar, de una vez por todas, la desnutrición crónica en México, República de manos del presidente Miguel de la Madrid, hizo que en pleno siglo XXI afecta a más de 10 millones de personas, por primera vez la propuesta a los legisladores de reconocer en problema que no es recomendable sostener, por razones éticas, la Constitución el Derecho a la Alimentación como un derecho económicas, políticas. Por otro lado, también hay que acabar con universal para toda la población mexicana. la epidemia de obesidad que afecta a varios millones de personas en México, por la fuerte oferta y promoción en el mercado de El texto modificado y aprobado para la reforma de dos artículos productos novedosos y “saludables”, cuasi artificiales, que llevan Llamamos a la sociedad civil a desplegar toda su capacidad de convencimiento y presión para que la Cámara de Diputados de la Constitución, es el siguiente: a esa población a estados de enfermedades crónicas, lo cual es apruebe estas modificaciones antes del 30 de abril. particularmente indignante cuando se trata de infantes. Artículo 4º.- ... ¡El hambre, la malnutrición y la inseguridad no esperan! ... También creemos que la aprobación de la enmienda ¡Alimentos Campesinos para México! Toda persona tiene derecho a la alimentación adecuada constitucional puede ser una señal positiva para la sociedad ¡Pon a México en tu boca! para su bienestar y su desarrollo físico, emocional e mexicana, una señal POR LA VIDA que haga contrapeso al intelectual. El Estado lo garantizará. predominio desafortunado de la exclusión y la MUERTE. El nuevo texto propuesto es en sí un logro para la sociedad civil, pues refleja fielmente lo que se ha insistido desde hace 17 años, y aunque todavía falte la aprobación final de la Cámara de Diputados, hay que felicitarnos por el gran esfuerzo, perseverancia y empuje que cerca de una centena de organizaciones civiles pequeñas y grandes, nacionales y locales, rurales y urbanas, han realizado en los últimos años, meses y días, con el objetivo firme de conseguir el reconocimiento de este derecho fundamental, sin el cual el cumplimiento de otros derechos es imposible.

www.sinmaiznohaypais.org


16 de abril de 2011

19 de transgénicos. Por ejemplo, el Tratado de Cartagena, que enfatiza el principio de precaución en el movimiento transfronterizo de organismos genéticamente modificados, y del cual México es signatario.

contaminación transgénica masiva del maíz mexicano: después de negar varios permisos para siembra en fase piloto (la segunda que marca la Ley) en Sinaloa, otorgó el 8 de marzo pasado un permiso para fase piloto en Tamaulipas, en localidades cercanas a donde hay diversidad de maíz nativo, según la información de la Conabio.

Resumimos el caso de México: La Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (LBOGM) entró en vigor el 2 de mayo de 2005 y fue bautizada como “Ley Monsanto” por organizaciones de la sociedad civil pues contradice el Tratado de Cartagena y favorece los intereses corporativos. Pero aun así, se logró conservar un instrumento de bioseguridad importante: el Régimen Especial de Protección del Maíz (REPM, que no ha sido establecido cabalmente. Pero la propia LBOGM establece que no se deberá sembrar transgénicos en los centros de origen o de diversidad, o en cualquier sitio en donde se arriesguen variedades o especies nativas: todo el territorio nacional.

El maíz está en el centro de un complejo entramado socio-agrícola que a su vez le da vida al maíz mismo, es el centro de un tejido territorial, pluricultural, de una forma civilizatoria que tiene elementos nodales para una forma sustentable de producir alimentos y vida digna para todos Para validar la liberación de los transgénicos en el mundo entero, y en México, se han venido generando instrumentos nacionales que violan tratados internacionales que, aunque ambiguos, están encaminados a proteger derechos individuales y colectivos y la biodiversidad, así como a impedir daños por el uso

Es claro que las corporaciones están teniendo un papel fundamental en las decisiones que amenazan la soberanía alimentaria de México, al margen de la insuficiente Ley de Bioseguridad, de la evidencia científica y del interés público. ¡Esto es sumamente grave!

Impulsado por presiones de las corporaciones biotecnológicas, el 6 de marzo del 2009 el Ejecutivo estableció en el reglamento de la Ley un transitorio para aprobar siembras de transgénicos sin un verdadero REPM, siempre y cuando hubiera de por medio dictámenes técnicos positivos de instancias como la Conabio y el Instituto Nacional de Ecología (INE).

La única forma efectiva de emprender la protección del maíz nativo de México sería mediante un decreto presidencial que prohibiera de manera permanente la liberación al ambiente de líneas transgénicas de maíz. Esto debería extenderse a cualquier otro cultivo para el cual México es centro de origen y diversidad.

Se sometieron entonces solicitudes para siembras en la primera fase establecida por la Ley (la experimental), que fueron criticadas por productores, científicos y organizaciones no gubernamentales. La Conabio las dictaminó negativas en su mayoría; el INE dio dictámenes positivos, y la Secretaría de Agricultura ignoró las críticas científicas y otorgó 33 permisos entre 2009 y 2010 para que Monsanto, Dow AgroSciences, Pioneer y Syngenta realizaran las siembras experimentales sin participación ni vigilancia pública en Sonora, Chihuahua, Tamaulipas, Jalisco, Coahuila, Durango y Nayarit. ¡En plenos centros de origen/diversidad de los maíces nativos mexicanos!

A la par, el gobierno debería reforzar las medidas de bioseguridad en la frontera, como lo hace Japón con el arroz, para asegurar que no penetren a la cadena productiva o lleguen a la mesa de los mexicanos los alimentos transgénicos. Entremezcladas y ocultas con las semillas de las líneas transgénicas para uso agrícola, pueden venir semillas de maíz bio-reactor, las cuales expresan fármacos y sustancias industriales no comestibles. El maíz está en el centro de un complejo entramado socio-agrícola que a su vez le da vida al maíz mismo, es el centro de un tejido territorial, pluricultural, de una forma civilizatoria que tiene elementos nodales probados durante miles de años para una forma sustentable de producir alimentos y vida digna para todos. Es un modelo que podría hacer frente a las múltiples crisis ambientales, económicas, sociales y culturales derivadas de una dinámica civilizatoria que agoniza frente a los límites de la naturaleza. A pesar de los embates, esta forma alternativa se mantiene viva en los pueblos indígenas, agricultores y urbanos de México, y por ello un gobierno realmente comprometido con el interés social debería emitir un decreto irrevocable de protección de su maíz libre de transgénicos, así como de todas las especies y territorios imprescindibles para la reproducción de este modo de producción.

Los resultados de estos “experimentos” carecen de rigor científico: no responden a preguntas bien fundadas o novedosas, fueron hechos con materiales obsoletos y sin controles adecuados. Además no aportan certidumbre acerca de los posibles efectos no deseados de los transgénicos en un centro de origen y diversidad. Encima, el gobierno acaba de dar el siguiente paso para abrirle la puerta a la liberación comercial y a la consecuente

FOTO: CEJ

éste último se contamine. Y 2) la liberación de maíz transgénico en cualquier parte del territorio nacional sería estrictamente ilegal bajo la Ley de Bioseguridad actual, pues pondría en riesgo a los maíces nativos, lo cual implicaría arriesgar la producción nacional de maíz blanco que, por cierto, es completamente interfértil con el amarillo transgénico que pretenden liberar en México, y también derivaría en sacrificar la soberanía alimentaria y cancelar los modos actuales de producción de maíz en México.

Con base en los datos científicos disponibles, nosotros inferimos que los dictámenes de las instancias responsables debieron ser negativos. ¿Dónde están esos dictámenes? ¿Son negativos y el gobierno decidió conceder los permisos incurriendo en una nueva ilegalidad?, o ¿las instancias competentes han hecho caso omiso de la evidencia científica que ellas mismas han generado, y han emitido dictámenes aprobatorios? ¡Urge conocer y revisar rigurosamente los dictámenes!

Evento: Convocatoria: Séptimo Festival de Cine y Video Indígena. Organiza: La Comisión Interinstitucional para la Cultura de los Pueblos Indígenas, a través del Centro de Video Indígena de Michoacán “Valente Soto Bravo”. Informes: http://fecvi.com/ Evento: Diplomado: Perspectivas Antropológicas sobre el Campo y la Ruralidad. Organiza: INAH a través de la Coordinación Nacional de Antropología. Fecha: Del 25 mayo al 14 de diciembre de 2011. Lugar: Coordinación Nacional de Antropología del INAH. Informes: www.antropologia.inah.gob. mx / capacitacion2@yahoo.com / Tel. 40-4054-00 Ext. 4251 y 4252.

Desde el Programa de Agricultura y Alimentación de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, invitamos a todos los sectores y organizaciones conscientes de lo que está en juego a informarse y actuar con responsabilidad; para seguir reflexionando, estudiando, investigando, integrando, profundizando y así evitar que se libere a escala comercial la producción de maíz transgénico en México. ¡Es ahora o nunca! www.unionccs.net

Documental: Volar como pájaros: Las fiestas del tambor y el elote entre los huicholes. Realizador, coguionista y coeditor: Octavio Hernández. El documental nos habla de estas ceremonias agrícolas, que son también rito de paso de los niños, acto curativo y enseñanza de la geografía ritual de los huicholes, que se centra sobre el lugar sagrado de Wirikuta, actualmente amenazado por los planes de establecer ahí una mina de plata canadiense.

Libro: Las chinampas de Xochimilco al despuntar el siglo XXI: Inicio de su catalogación. Autor: Alberto González Pozo (Coordinador). Editores: UAM – Xochimilco.

Página Web: http://www.coas.mx/cms/

Página Web: http://epueblos.pangea.org/publicaciones.php

Programa de Radio: La RMALC en radio. Radio Ciudadana en 660 AM. Viernes de 10:00 a 11:00 horas.

Teatro: Voces de Catedral. Fecha: Todos los miércoles, a las 20:00 horas. En la Catedral Metropolitana. Zócalo, D.F. Informes: Marco Liramark – 044-55-91-96-63-37 / marco_rreo@yahoo.com.mx y Guillermina Pérez Suárez – 044-55-29-15-25-59 / mingus_mau@yahoo.com.mx


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¡

Adelita San Vicente Tello

La invitación se hizo a movimientos, redes, organizaciones, comunidades e individuos preocupados por la destrucción de los recursos naturales del país y por la afectación al ambiente y a la cultura de las comunidades campesinas e indígenas, para reunirnos en la ciudad de Cuetzalan, Puebla. Llegamos a este bellísimo enclave en la sierra norte más de 500 personas, algunas pertenecientes a 68 organizaciones, otras de manera

individual; 361 de ellas acudieron de la región y 156 del resto del país. Hubo compañeros que vinieron desde Chiapas, alguno de Nuevo León; se sumaron personas de18 estados.

Los problemas fueron planteados, pero también se habló de lo bueno que se observa en el campo y que hoy persiste. Se dijo cómo, a pesar del embate del gobierno, la pequeña agricultura resulta alternativa a problemas graves como el cambio climático o el agotamiento de las tecnologías. Así, naturalmente fue saliendo el diagnóstico.

La discusión el primer día se dio en nueve mesas: 1) soberanía alimentaria, maíz y agroecología; 2) cambio climático; 3) género y ambiente; 4) bosques, selvas y manglares; 5) agua; 6) salud ambiental; 7) territorio y patrimonio biocultural; 8) turismo, y 9) minería y energía. La mesa uno fue la que mayor afluencia tuvo, 115 personas. Con ella se ejemplifica lo sucedido en el Foro.

Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue recibido en el único descanso del día, la hora de la comida. Después de eso, Víctor Manuel Toledo presentó una visión general de la situación de desastre ambiental que vive el país, y de las redes y movimientos ambientalistas. Después, Aurelio Fernández informó los resultados del ordenamiento territorial realizado en Cuetzalan, platicó cómo este instrumento de planeación se construyó a base de muchas reuniones de la población y fue lo que permitió rechazar la construcción de una tienda Wal Mart y otros megaproyectos con una argumentación técnica y social irrefutable. Finalmente AMLO felicitó a la cooperativa Tosepan y señaló que es un modelo a seguir; además, mostró cómo en su Proyecto de Nación se abordan los problemas claves ambientales.

Los participantes eran muy diversos, algunos del sector universitario, otros del legislativo,

FOTO: Edgardo Mendoza R. / ANEC

Bajo este entendido el 21 y 22 de marzo la Unión de Cooperativas Tosepan, el Consejo Nacional de Organizaciones Campesinas (Conoc) y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) convocaron al Foro Nacional por la Regeneración Socioambiental.

FOTO: Edgardo Mendoza R. / ANEC

Verde frente es ver de frente! Esta consigna busca reflejar que lo verde es mucho más que una definición ecológica de moda; por el contrario, plantea que el ecologismo que nos guía hoy tiene implicaciones profundas en la forma de concebir el mundo. La propuesta cruza todos los ámbitos y las actividades humanas desde lo cotidiano –con una congruencia entre el decir y el hacer– hasta nuevas formas de asumir la economía y de hacer política. En suma, se busca un mundo en que las relaciones entre seres vivos se rijan por un acuerdo de solidaridad y cooperación en un marco de equidad y justicia.

unos más de instituciones universitarias y de organizaciones campesinas; había muchos agricultores: mujeres, hombres y jóvenes. El diálogo establecido entre gente tan disímbola fue muy interesante y fructífero. Si bien arrancó con ponencias de corte académico, al transcurrir la jornada los que provenían de comunidades se animaron a participar y plantearon la problemática de sus zonas. Primero los mayores platicaron las dificultades que enfrentan para continuar con la actividad agropecuaria; después los jóvenes, sobre todo mujeres, mostraron su entusiasmo en proseguir apoyando al campo. Tres chicas relataron cómo han estudiado y cómo los conocimientos adquiridos pueden ayudar a que los mayores sigan produciendo. También dijeron que deben rescatar los conocimientos de los abuelos, que son muy importantes y no deben perderse.

Vimos a las huahuas que recrearon el rito al sol de los voladores de Papantla, de una forma diversa y maravillosa: un grupo de jóvenes, mujeres y hombres, bailan y cuatro suben a una cruz –uno a cada brazo– y giran en un movimiento vertiginoso que en momentos sólo refleja un círculo luminoso. Los presentes sentimos el giro de la vida cambiante, en ascenso, retomado de lo antiguo e innovando, como esta cooperativa lo hace, con jóvenes por doquier.

Al día siguiente se formaron tres grandes grupos que combinaron las nueve mesas temáticas: uno para el diagnóstico, otro para las alternativas y uno más para las acciones concretas. Se quería tener una visión nacional e interdisciplinaria construida desde abajo con la participación de todos los presentes.

a pesar del embate del gobierno, la pequeña agricultura resulta alternativa a problemas graves como el cambio climático o el agotamiento de las tecnologías Hubo debate sobre los puntos en que no había acuerdo. Por ejemplo, en el diagnóstico de bosques se había señalado en la mesa del primer día que las comunidades campesinas sacan mucha madera para cocinar y sembrar la milpa; los compañeros de las regiones replicaron: dijeron que sí ocurre esto paro la deforestación se debe a los talamontes. También en las alternativas se discutía si sería bueno proponer hacer refinerías pues ya el petróleo se está acabando. Finalmente se leyó el manifiesto Cuetzalan que resumió ese día y medio de trabajo, esbozó el diagnóstico de la situación ambiental del país y planteó algunas alternativas y acciones a impulsar. Pero sobre todo concluyó en la necesidad de seguir discutiendo y seguir sumando a organizaciones e individuos a una plataforma nacional ambiental que obligue a los políticos a actuar a partir de un plan construido desde abajo. Semillas de Vida, AC

FOTO: Edgardo Mendoza R. / ANEC

Foro Nacional por la Regeneración Socioambiental

FOTO: Adelita San Vicente

ACCIÓN SOCIAL EN PRO DEL MEDIO AMBIENTE

FOTO: Edgardo Mendoza R. / ANEC

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