Populismo

Page 1

Populismo Por Jesú s Bení tez

1


2


Populismo Por Jesú s Bení tez

El Estado del bienestar, que parecía una deslumbrante carroza encantada, con su cenicienta y zapatos de cristal incluidos, se ha transformado definitivamente en calabaza. La bonanza económica nos dio gloria efímera y ahora pretende retrotraernos a la época del café migado, bajo el eufemismo de la austeridad y el racionamiento. El pueblo confió en burbujas que, cual pompas de jabón, han terminado pinchando o explotando. Se acabó lo que se daba y todo el monte dejó de ser orégano; las vacas gordas se tornaron flacas y los cinturones apretados vuelven a ponerse obligatoriamente de moda. En un clima de sufrimiento e incertidumbre (ruina en muchos casos) los políticos parecen haber perdido sus varitas mágicas. Cual reptiles, muchos de éstos se muestran ajenos al drama o resignados a él, desprovistos de recursos e inventiva. Como si la cosa no fuese con ellos, siguen moviéndose entre la mentira compulsiva, el enfrentamiento y la demagogia de hombros encogidos, eludiendo responsabilidades o culpando de todo a la humedad del sol, mirando para otro lado. Lo peor de todo, es que en este sistema de sufragios universales, la política es la que debe sacarnos del atolladero. La duda es si, visto lo visto, nuestro país cuenta con políticos capacitados para revertir este siniestro panorama, cuando son ellos mismos los que en gran parte nos han traído hasta aquí. Pero negar que en muchos pueblos y ciudades hay políticos honestos, sería erróneo y mezquino. De hecho, se está dando una corriente de nuevos dirigentes públicos que, lejos del retórico discurso ideológico, se han implicado de lleno en sacar las castañas del fuego. Esta crisis sistémica ha sido cebada por los excesos de mediocres gestores y sólo pueden darle la vuelta políticos honestos, formados y competentes. Para que estos nuevos gobernantes no caigan en el decadente populismo de pandereta, debemos recordarles por activa y por pasiva que les pagamos con nuestros impuestos. Es decir, tienen que ganarse el sueldo y dejarse de juergas flamencas, de pitos y flautas. Deben ofrecernos la realidad a la que nos enfrentamos, el tiempo y esfuerzos que se precisan para levantar cabeza. Tienen que abandonar el sectarismo e incluir a los ciudadanos más preparados en el proyecto de superación. Y si estos mandatarios, elegidos a priori con la mejor intención, no se ven capacitados o pinchan en hueso, que tiren la toalla sin agotar sus mandatos por mor del sueldo que les garantiza una legislatura de cuatro años. 3


Es decir, lo mismo que les ocurre al resto de los mortales, si una empresa atraviesa dificultades, los trabajadores menos cualificados son despedidos ¿Y por qué algunos políticos permanecen enrocados en el sillón aunque demuestren su incompetencia? ¿Quién los manda al INEM? Se aferran a sus derechos, a la Ley de Partidos y parecen intocables. Es más, los hay que ni pisan la calle, no están en contacto directo con los problemas de los ciudadanos, ven los toros desde la barrera y sólo sonríen para fotos amañadas y oportunistas. Como se dice vulgarmente “tienen más cara que espalda” y, con el pretexto de la austeridad y los recortes se dedican a no hacer nada o lo menos posible. La pregunta es ¿si tan mal ven el asunto, por qué no renuncian, dan paso a otros, o convocan nuevas elecciones? Está claro que, como afirmaba Francisco Umbral “la política es un casino con todas las ruletas trucadas”. Desgraciadamente, la crisis no distribuye miseria a partes iguales. Si así fuera, cuando un político ve frustrado su programa o se muestra impotente ante la adversidad, o rebatido por un clamor de masas agonizantes, que sea honrado y diga: “señores, me voy al paro o a mi casa, esto me viene grande. Que venga otro cojo y lo enderece”. Sonará irónico, pero así deberíamos exigirles actuar a los que nos dirigen, como ocurre o debería ocurrir con todo hijo de vecino… © Jesús Benítez Junio de 2013 www.jesusbenitez.com Posdata: No suelo prodigarme aquí en artículos políticos, más bien me producen grima. Pero el momento que vivimos obliga a las reacciones en cadena y así lo he materializado en mi columna de opinión para el Noticiero Pradense de 2013, en el que colaboro desde hace años. Atravesamos un momento de la historia que nos exige reclamar a los cuatro vientos el final de las castas políticas y recordar que la esencia de la democracia se basa en la dedicación al ciudadano con honestidad. Debemos denunciar a los intrusos en política que buscan el beneficio personal, a quienes se suman a la sopa boba para medrar o a los que defraudan a miles de votantes porque, en el fondo y en la forma, eran mediocres oportunistas cuando se presentaron a las urnas...

4


5


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.