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La misión de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata

Hablar de misión en una iglesia debería ser un lugar común, ya que es su esencia y el mandato por excelencia recibido de Jesucristo. Una mirada retrospectiva a la historia de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata lleva a dar cuenta que desde hace más de 20 años se habla del tema de forma más o menos intensa y de una y otra manera, expresando la necesidad de buscar modelos y formas en el contexto de Argentina, Uruguay y Paraguay.

En el año 2000, la Comisión Espejo del Sínodo dijo: “Estamos trabajando sobre temas que ya tienen una larga historia en nuestra iglesia. A pesar de ello no logramos enriquecernos a partir de lo que ya hemos hecho. Corremos entonces el peligro de repetir las mismas ideas, propuestas, sugerencias, sin lograr avanzar a partir de una evaluación sobre lo realizado”. Mientras que en 2019 el ex pastor presidente Federico Schäfer sintetizó: “El trabajo de misión en la IERP es tedioso, pues no nos ponemos de acuerdo sobre una estrategia de misión. Con la excusa de que cada distrito, cada región y hasta cada congregación tiene características y circunstancias distintas, cosa que parcialmente no voy a negar, se acepta que no es posible la aplicación de una estrategia común. En el fondo es que ningún ministro quiere aceptar que las autoridades distritales o sinodales le impongan una determinada forma de trabajo; cada uno quiere hacer la suya. Y así hablamos y hablamos, investigamos y reflexionamos, llegamos incluso a ciertas conclusiones, pero luego no las aplicamos”.

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Fue posible rastrear en la historia reciente de la IERP que en el Sínodo del año 1989 el tema de análisis y reflexión fue sobre la misión de la iglesia a través de la evangelización. En el Sínodo del año 1986 el tema central fue “la diaconía”, pero la misma fue allí entendida como una dimensión de la misión de la iglesia. De forma explícita, el tema de la misión de la iglesia se trabajó de manera más o menos continuada a lo largo de 20 años, en los Sínodos celebrados en los años 1989, 1998, 2000, 2002, 2004, 2006, 2008 y 2010, aunque no de manera sistemática, esto es: no se llegó a elaborar plan alguno y las reflexiones conjuntas no formaron parte de un documento de trabajo a posteriori. Entre esos años hubo cierta continuidad y luego se cortó. Si bien el tema de misión era lo aparentemente central de reflexión, hoy es posible advertir que casi todos esos sínodos tuvieron como tema relevante otros tópicos, totalmente distintos a la misión. Por ejemplo, en el Sínodo de 1998 la reforma de los Estatutos de la IERP se llevó gran parte del tiempo de reflexión. En el Sínodo del año 2000 el tema del sistema previsional de los ministros y las ministras también se llevó la atención de los y las sinodales.

Durante el tiempo de aislamiento social por consecuencia de la pandemia de coronavirus que se extiende desde marzo de 2020, el foro de pastores y presidentes distritales comenzó a tomar el tema y a trabajarlo de manera más intensa y a elaborar lineamientos para trabajar un plan de misión para toda la Iglesia Evangélica del Río de la Plata. Cuatro de los siete distritos que componen la IERP han profundizado este trabajo, a través de reuniones, talleres, conversatorios, etc.

Distrito Misiones:

Durante el mes de agosto varios miembros de diferentes congregaciones se convocaron para dialogar sobre la misión de la Iglesia. Tema que se viene desarrollando desde el año 2018 en la región. El primer conversatorio virtual fue con el pastor presidente Leonardo Schindler y el magister David Cela Heffel, trabajando sobre la elaboración de un plan para la misión, que vaya al encuentro de nuestro contexto, pero desde una mirada protestante y evangélica propia de nuestra historia de fe como Iglesia en la región.

Durante el segundo conversatorio, guiados por la pastora Annedore Venhaus, abordamos el tema de la misión desde los aspectos bíblicos teológicos, comprendiendo la necesidad de que esa lectura bíblica debe tener necesariamente una mirada en la realidad actual.

La tarea es seguir pensando juntos y juntas, especialmente en este nuevo contexto, donde hemos descubierto muchísimos dones y también el uso de los medios de comunicación y redes sociales para compartir la palabra.

Queremos volver a retomar con firmeza y fe el compromiso de anuncio del evangelio. Profundizar en la lectura de la Biblia como fuente de inspiración y testimonio del Dios de la vida. Al mismo tiempo ese compromiso está unido al cuidado de la vida y la creación toda. Ser instrumentos al servicio de la misión de Dios.

Carlos Kozel, Pastor distrital

Entre Ríos:

El tema de misión fue abordado por las conferencias del distrito del año 2018 “Misión de la Iglesia”, luego en el año 2019 “Misión Juvenil” y para el presente año estaba previsto “Misión en la Niñez”. Con estos antecedentes, el Consejo Asesor del Distrito en sus primeras reuniones virtuales del presente año tomó la sugerencia de la Iglesia y del Foro de Pastores y Presidentes de Distritos para continuar la reflexión en conjunto sobre Misión, acercando a los grupos y comunidades los diferentes documentos.

Se realizó un primer conversatorio, con la Pastora Annedore, donde se abordaron cuestiones bíblicas y teológicas de la misión, el llamado de Jesús a ser constructores del reino, y revisar las estructuras de las congregaciones. Varias preguntas nos quedaron: ¿Cuál es nuestro modo de leer la Biblia? La forma organizativa que hoy tenemos, ¿es fiel al mandato del evangelio? En este plan de misión, ¿cómo le damos contenidos? ¿Es posible pensar un plan en la diversidad de comunidades que conformamos la IERP, incluso en nuestro distrito?

Varios grupos han reflexionado al respecto, entre ellos los jóvenes, las mujeres, las congregaciones en sus comisiones y desde el distrito se han creado nuevos espacios como la organización de un equipo de catequistas, que está trabajando sobre material para niños y un equipo de diaconía. Cada congregación ha buscado la forma de estar presente en sus grupos, proyectos, generando incluso alternativas que antes de la pandemia no existían como los audios por whatsapp, los cultos por televisión ya sean de la propia congregación, o el culto de la IERP, espacio en Facebook para niños y adolescentes. Existe un convencimiento de que frente a la crisis tenemos que ser creativos y esta situación se presenta como una oportunidad de pensar la forma que tenemos de ser Iglesia.

Consideramos que si todos nos involucramos en el proceso de construir un plan de misión, un trabajo que se inicia con la primer reflexión sobre pensarnos como Iglesia, que significa revisar nuestros modos de ser testimonio, valorando lo bueno que hemos transitado en todos estos años; ese mismo proceso, ese mismo caminar se constituye en el plan de misión que nos transforma a cada uno y a la Iglesia toda, siempre y cuando seamos humildes, lo pongamos en oración y dejamos actuar al Espíritu.

Norma Hermann, Presidenta distrital

Paraguay:

Este año es totalmente atípico, también para nosotros y nosotras en Paraguay. Esto nos ha impedido encontrarnos, compartir y dialogar sobre esta importante temática. Aun así, hemos podido encontrarnos virtualmente en dos ocasiones para escuchar las reflexiones propuestas desde la IERP. La oportunidad de escuchar, preguntar, y dialogar compartiendo inquietudes es, indudablemente, sumamente enriquecedora. Podemos crecer en la comprensión mutua y darnos cuenta dónde hay aspectos a reforzar, o qué necesitamos poder acordar para trabajar en pos de ese plan.

En el distrito hay, hace ya unos años, una preocupación que se percibe casi en todo diálogo: ¿de qué manera garantizamos la sustentabilidad de las congregaciones en el corto, mediano y largo plazo? Y relacionada a esta inquietud: ¿de qué manera podemos crecer en cantidad de miembros?

Estas son las cuestiones que mayormente aquejan a los miembros activos en las congregaciones, ya que de esto también depende el poder sostener las congregaciones con todos sus egresos (aportes, impuestos, gastos corrientes, el costo de un o una ministra, etc.)

Creemos que la planificación siempre ayuda a apuntalar y clarificar aquello a lo que nos abocamos y el lugar en el cual debemos concentrar nuestros esfuerzos. Si la planificación permite un diálogo sincero y hace posible alcanzar acuerdos, que representen también la diversidad de miradas inherentes al ser iglesia, conseguiremos dar pasos en una buena dirección. Ese es nuestro deseo.

La planificación debe estar asociada a un programa que refleje compromisos a asumir entre todos y todas y acciones a realizar en conjunto. En pocas palabras, un plan de misión debe estar asociado a un plan de acción. Puede que ese plan ratifique todo lo realizado hasta el momento, y siga adelante fortaleciendo lo realizado; pero también es factible que reflexionar sobre el plan de misión nos lleve a reconocer nuestras debilidades, para emprender acciones que nos ayuden a superarlas. Si existe un plan de acción claro es indudable que el impacto en las comunidades y la iglesia puede ser de gran bendición.

Daniel Enrique Frankowski, Pastor distrital

Metropolitano:

En los meses de agosto y septiembre en el Distrito Metropolitano se realizaron cuatro conversatorios con el objetivo de repensar la misión y fijar prioridades y dispositivos de trabajo para las comunidades del distrito. En cada encuentro participaron 45 personas en promedio. Fue una participación diversa, con representantes de todas las comunidades del distrito, hombres y mujeres, adultos jóvenes y mayores, adolescentes y jóvenes; distintas profesiones y ocupaciones y diferentes visiones de la sociedad y de la iglesia. En los dos primeros conversatorios contamos con la valiosa colaboración del equipo de trabajo integrado por el diácono Martín Elsseser, el magister David Cela Heffel y la Pastora Annedore Venhaus que junto al pastor presidente Leonardo Schindler nos guiaron y desafiaron con sus respectivas presentaciones y ponencias para que podamos avanzar en la reflexión y la búsqueda de consenso sobre la misión que Dios quiere realizar en y desde nuestras comunidades y desde el distrito en esta gran urbe.

Al final del cuarto conversatorio acordamos en las siguientes marcas de identidad que han de distinguir y orientar a las comunidades del distrito en el desarrollo de la Misión de Dios:

- Entendemos que las comunidades del distrito son regalos que Dios nos hace para que podamos experimentar la gracia del perdón y la reconciliación que él ofrece por medio de Jesucristo su hijo, nuestro Señor.

- Se trata de comunidades diversas y pluriculturales, integradas por inmigrantes y sus descendientes venidos de Europa y de las regiones del Volga, junto a migrantes criollos y sus descendientes llegados de distintas regiones de nuestro país y de los países vecinos.

- En estas comunidades Dios nos llama a superar los desarraigos y tramitar las nostalgias de las patrias añoradas a partir de una nueva espiritualidad forjada en la lectura contextual de la Biblia; en la escucha y celebración comunitaria de su palabra y sostenida en la esperanza de su reino de amor y justicia.

- Se trata de comunidades que procuren ser inclusivas donde todas y todos con su procedencia étnica, su condición social, sus capacidades físicas y psíquicas, su auto comprensión de género y su orientación sexual entre otras singularidades, encuentren un lugar y sean bien recibidas.

- Comunidades llamadas a ser evangelizadoras fundadas en y dispuestas a compartir con otras y otros, el evangelio de Jesucristo que crea y recrea comunidades de vida y misión.

- Comunidades diacónicas donde las obras de servicio y de amor al prójimo sean parte integral y sustento del mensaje evangélico que proclaman; y donde las y los pobres; las y los que lloran, las y los que tienen hambre y sed de justicia se sientan alojadas y bendecidos y encuentren alivio a sus necesidades más acuciantes.

- Comunidades proféticas que defiendan con palabras y obras la vida y la dignidad de todas las personas en tanto que son hijas e hijos de Dios. Que procuren estructuras sociales más justas e igualitarias que garanticen los derechos humanos básicos de la población. Y que promuevan un uso sustentable de los recursos naturales y la necesidad de preservar el medio ambiente para las actuales y las futuras generaciones.

Áreas de Misión: se resolvió formar pequeños grupos, que tendrán la tarea de elaborar un plan de trabajo a nivel distrital para cada área de misión específica, y se priorizaron las siguientes: catequesis para todas las edades, confirmación; adolescentes, jóvenes y universitarios, mujeres, liturgia y celebración comunitarias, diaconía de modo transversal, cuidado de la creación, visitación y pastoral de la familia, acompañamiento en salud mental y consumos problemáticos, acompañamiento de enfermos, pastoral hospitalaria, cuidado de la iglesia y mayordomía. A partir de ahora el Consejo Asesor del distrito (CAM), será el encargado de incentivar la integración de estos grupos y de monitorear la implementación de sus propuestas de trabajo.

Sabino Ayala, Pastor distrital