HORIZONTES MÍNIMOS F O T O P O E S Í A Rosa Gómez & Luis Cruz-Villalobos
H E B E L
Luis Cruz-Villalobos HORIZONTES MÍNIMOS FOTOPOESÍA HEBEL
HORIZONTES MÍNIMOS F O T O P O E S Í A
Rosa Gómez & Luis Cruz-Villalobos
IVillalobos
HEBEL Ediciones Micro-Bio | Poesía
HORIZONTES MÍNIMOS | FOTOPOESÍA © Rosa Gómez, (fotografías). © Luis Cruz-Villalobos (poemas). © HEBEL Ediciones Colección Micro-Bio |Poesía Grand Rapids, Michigan, USA, 2016. www.issuu.com/hebel.ediciones Todas las fotografías de esta obra pertenecen a Rosa Gómez y tienen todos los derechos reservados. www.emotional-landscapes.com Los poemas de esta obra son parte del libro ‘Poemas 1516. Obra Compilatoria’ Registro de Propiedades Intelectual Nº 274.405. www.benditapoesia.webs.com Prefacio: Carlos Guzmán, 2016.
Qué es HEBEL. Es un sello editorial sin fines de lucro. Término hebreo que denota lo efímero, lo vano, lo pasajero, soplo leve que parte veloz. Así, este sello quiere ser un gesto de frágil permanencia de las palabras, en ediciones siempre preliminares, que se lanzan por el espacio y tiempo para hacer bien o simplemente para inquietar la vida, que siempre está en permanente devenir, en especial la de este "humus que mira el cielo".
a quienes se pierden en el disfrute de las pequeĂąas cosas
Son aquellas pequeñas cosas, que nos dejan un tiempo de rosas en un rincón, en un papel o en un cajón. Como un ladrón te acechan detrás de la puerta. Te tienen tan a su merced como hojas muertas que el viento arrastra allá o aquí, que te sonríen tristes y nos hacen que lloremos cuando nadie nos ve.
Joan Manuel Serrat Aquellas Pequeñas Cosas
PREFACIO
En las quince páginas de luz y verso que siguen, los autores generosamente imprimen el más acá de la inteligencia pictórica; registran en sus páginas sin reglas, el lugar donde el cuerpo no descubre el mundo de los objetos, sino lo reconoce y se siente mirado por él. En un momento de re-encuentro carnal con la materialidad y docilidad de los cosas, sus autores evitan el nombrar y ordenar, no procuran la fuga de la representación, en su alianza estética se implican en la intersección amigablemente, no como fundamentos del ver y del saber, sino como precedidos. Desde ese lugar, la presencia elocuente de la imagen congelada de la artista no intimida, y el poeta sangra. Quince páginas donde el pulso de la vida y sus secretos son compartidos. Carlos Guzmán Sydney, Australia, marzo de 2016
HORIZONTES MÍNIMOS
I. Nada mรกs tienes que decir Nada mรกs tienes que mostrar Con tu color basta Con ese despliegue claro y vivo Que de ti emana Es suficiente Ya vendrรกn otros tiempos En que se descubra tu pan y tu canto Por ahora Tu color es el deslumbre y la dicha Para estas tierras y prados.
II. Es posible perderme En tus laberintos de luz y de savia Es posible doblegar el destino Y hacerlo llegar a tus surcos Oh luz Oh agua Oh tenue y dulce Que haces caminos claros Y me invitas a despertar los ojos Y a conquistar un nuevo salto En las costas de la maĂąana.
III. Otra vez vienes a cantarme Oh pequeña música de este día Con tu albo traje Manchado de luz y polen fecundo Vienes con tu brevedad Vienes con tu demora Con ese silencio tan tuyo Que cae en gotas sobre mi piel Y la rejuvenece como un ave Vienes pintada de sol Y con algunos surcos de ríos de luna.
IV. No te quedarás sobre mí Rocío de la madrugada No te quedarás sobre mi pecho Ni tampoco sobre mi sien Sólo pasarás por aquí corriendo Pues descendiste de lo alto Como ángel con su mensaje Y con el canto del astro rey Partes lentamente a tu tierra Que está más allá de mi dicha Y algo más acá de mi memoria.
V. Me seco y me humedezco En medio de la niebla Como pidiendo perdón A un invierno que no llega Y a un estío que se marchó Sin demora y sin estruendo Así me quedo partido en dos Como esperando un salto Al abismo de la vida Que me espera con su abrazo En el pleno humus que seré.
VI. Pende la vida y la muerte En el horizonte Y nadie les pregunta cómo Ni cuándo Dejarán de ser o no ser En medio de estas olas del día En medio de estos silencios de la noche Así penden Y no nos dejan en calma Hasta que sus voces de fin o comienzo Se anuncien como trueno.
VII. Qué escondes En medio del frescor En medio de la mañana Qué escondes Allí Casi entre sombras Entre leves murmullos de luz Dime Para poder saltar al verso Donde todo pueda ser dicho Y así parir claridades.
VIII. Somos como gotas En los mínimos horizontes de la vida Gotas únicas Pero idénticas en su centro Gotas que reflejan El viento Y la luz de la luna Como también el frío Y la tristeza Gotas somos aquí Y sin embargo podemos volar.
IX. Son esas pequeñas cosas Que nos dejan un tiempo de rosas Son esas y sólo esas Las que nos retornan a la infancia Allí donde el tiempo se detiene Y la nostalgia y el amor Pueden construir castillos inmensos Pequeñas cosas Que perfuman el día y lo alzan Como un volantín que parte Libre por fin de su dueño.
X. La humedad tiene el nombre De nuestro destino Y tambiĂŠn de nuestra fuente El nombre exacto del placer Y del final El nombre donde se oculta la dicha Y tambiĂŠn el desenlace La humedad nos acaricia Desde siempre y hasta nunca Nos abraza la piel Y la deja a la espera de su olvido.
XI. Deslumbre y roce Perfecto encuentro En el instante Donde la tibieza Hace olvidar El sufrimiento Y las ausencias Donde la dulzura Nos permite Creer que la vida No tendrรก fin.
XII. Escondida Como diminuta hada En el bosque Donde reina el musgo Y el humus AllĂ vives Sin embargo El cielo y sus estrellas Te miran Y se gozan de tu danza Que es de colores.
XIII. Dos No uno Sino dos Dos que vienen Dos que van Vuelven Piden Se alejan Se duermen Lloran Y mรกs.
XIV. Salta los abismos Oh vida MĂa Tuya Nuestra Salta los abismos Y no mires atrĂĄs Pues el pasado Es un relato Que se escribe En pleno salto.
XV. Vamos a dejar dormir En silencio Y a media luz A estos horizontes mĂnimos Que nos han dado su pan Los dejaremos ir En sus sueĂąos pequeĂąitos A otros sitios Y contaremos que les vimos Que nos alzaron la ternura Y nos empinaron la esperanza.
Grand Rapids, MI / Salamanca, invierno 2016