Entre Dos Mundos
Hugo era el tipo más bueno en cuanto a videojuegos se refiere, su habilidad era tal con un control en su mano, que se sabía varios de principio a fin. Pasaba la mayor parte de su tiempo libre jugando de manera solitaria y en ocasiones con sus amigos. Siempre esperaba con ansias las vacaciones para probar sus nuevos videojuegos. El último día de clases había llegado y las vacaciones estaban por empezar, así que al llegar a casa lo primero que Hugo hizo fue encender su consola, ponerse frente al televisor y comenzar a jugar.
Pasaron las horas y la noche empezó hacer acto de presencia, estaba tan emocionado con su nuevo videojuego que sin saberlo llegó al nivel final.
La tranquilidad de Hugo se vio interrumpida por un estruendo muy fuerte que generó una sobrecarga eléctrica en todo lo que estaba en su habitación. Sonidos de destrucción y olor a quemado estaba a su alrededor. Su vista empezó a ponerse borrosa y lo último que alcanzó observar es como una luz inmensa salía de su televisor. Hugo perdió la conciencia por un buen rato y al despertar estaba muy desorientado. Se encontraba en su ciudad natal pero había algo diferente; los edificios y calles estaban en ruinas parecía que algo había arrasado con todo, no daba
crédito a lo que sus ojos veían al caminar a los alrededores, empezó a recordar lo que había sucedido antes de despertar. Le costó un poco creerlo pero todo fue tan claro estaba dentro del videojuego que hace unos momentos estaba jugando. Se sentía un poco asustado pero emocionado al mismo tiempo de conocer a todos los personajes y criaturas que enfrentó. Empezó a caminar guiándose por lo poco que aún podía reconocer entre tanta destrucción y vegetación. Al llegar a la zona
central de la ciudad miró a un grupo de criaturas muy extrañas, al enfocar más su vista logró reconocerlas; eran enemigos que ya había logrado evadir durante su recorrido en el juego. Así que usando lo que el juego le había enseñado pudo sortear con éxito a las criaturas sin alertarlas.
Unos metros más adelante, logró avistar un pequeño asentamiento; al acercarse un poco más pudo ver algunos personajes aliados que él había controlado. Se acercó con precaución pero al verlo, todos se pusieron a la defensiva apuntando con sus armas. Hugo muy asustado se quedó paralizado, no sabía que hacer, el líder del asentamiento empezó a hacerle preguntas, mientras él respondía todo pero algo no cuadraba, así que se lo llevaron al interior del campamento, donde podrían hablar con más tranquilidad.
Hugo explicó todo con detalles, incluso contó todo lo que habían pasado para llegar a donde estaban, dio datos de los integrantes de su grupo, así como de la amenaza a la que se enfrentaban, incluso otorgó información que desconocían. Después de horas de dialogar se dieron cuenta que Hugo no mentía.
Decidieron darle un lugar en el asentamiento para que descansara, porque al día siguiente se llevaría a cabo la batalla definitiva contra la amenaza de las criaturas. Hugo entró a su habitación y se dispuso a descansar.
Por la mañana tocaron su puerta, era hora de ponerse en marcha, le brindaron el equipo necesario para la batalla, no fue nada nuevo y extraño para él ya que estaba muy familiarizado con todo, al haber quedado prácticamente en la parte final del videojuego. Todo estaba listo, y emprendieron su camino a la guarida de las criaturas, el plan estaba marchando a la perfección; pero un error de los integrantes hizo sonar las alarmas, no había otra alternativa más que luchar. Hugo se puso un poco nervioso pero el líder del grupo lo tranquilizó y lo animó diciéndole que si había llegado hasta ese lugar era por sus habilidades y conocimientos. Hugo tomó valor y se adentro a la batalla. Disparos y explosiones sonaban por todas partes, Hugo no podía creerlo, nunca imaginó que algo así le pasaría, quería ayudar a sus compañeros a toda costa. Pasó el tiempo y la batalla parecía que no tenía fin, seguían apareciendo criaturas y no sabían el porqué.
A la lejanía Hugo miró cómo de una máquina se formaba un pequeño portal del cual las criaturas no dejaban de aparecer. Dio aviso a sus compañeros y empezaron abrirse camino hasta el portal, después de recorrer un largo tramo, criaturas mucho más grandes se pararon frente al equipo y los empezaron atacar. Hugo pudo escabullirse entre ellos, mientras sus compañeros peleaban, así que abriéndose paso entre todo el caos logró llegar hasta la máquina.
A la lejanía Hugo miró cómo de una máquina se formaba un pequeño portal del cual las criaturas no dejaban de aparecer. Dio aviso a sus compañeros y empezaron abrirse camino hasta el portal, después de recorrer un largo tramo, criaturas mucho más grandes se pararon frente al equipo y los empezaron atacar.
Hugo pudo escabullirse entre ellos, mientras sus compañeros peleaban, así que abriéndose paso entre todo el caos logró llegar hasta la máquina. Tenía que actuar rápido antes de que más criaturas aparecieran, empezó a recordar todo lo que el juego le había enseñado antes de llegar a las instancias en las que se encontraba, súbitamente tomó la lanza que portaba una de las criaturas, empezó a colocar unos componentes que al hacer contacto con el núcleo de la máquina la sobrecargaría y esta quedaría inservible.
Hugo logró terminar el artefacto y sin más tiempo que perder colocó la punta de la lanza en el núcleo y esta se sobrecargo creando una explosion de energía. Hugo quedó inconsciente y al despertar estaba en un cama con un par de vendas encima, salió de la habitación y se dio cuenta que se encontraba en el asentamiento de su equipo.
Todos se alegraron al ver que estaba bien, el líder del grupo se acercó y le dijo que todo había acabado agradeciéndole todo el apoyo que les brindó, pero que ya era hora de marcharse. De pronto la vista de Hugo se empezó a poner borrosa de nuevo, pero ahora no eran ruidos de destrucción y guerra lo que escuchaba, si no su nombre en repetidas ocasiones. Al despertar lo primero que miro fué a su madre preocupada por él. Le dijo que lo había estado buscando por todas partes, él simplemente la abrazó y le preguntó qué había pasado.
Su madre le dijo que un gran camión lleno de reactores eléctricos se había accidentado contra la estación de energía de la ciudad creando un gran apagón. Hugo se levantó y salió de la habitación junto a su madre. Al día siguiente parecía que todo había regresado a la normalidad, Hugo que se la pasaba la mayor parte de su tiempo jugando, decidió alejarse de los videojuegos por un tiempo.
Era la hora de la comida cuando el timbre de la casa sonó, la madre de Hugo se dirigió a la puerta, la abrió y estaban dos hombres extraños que vestian de negro y de manera formal le dijeron a la madre de Hugo que estaban detrás de una investigación y que necesitaban hacerle unas preguntas. Hugo que estaba sentado en la mesa lo único que hizo fue sonreír de forma sarcástica.
