APOCALIPSIS - Sánchez Palomares, Laurencio - Para una fábula (1958/1987)

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Laurencio Sanchez Palomares

PARA UNA FABULA

Asociaci6n de Escritores de Venezuela, Seccional Zulia Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) Maracaibo 路 1987


Col. "lsmael (I rdaneta", 4 Segunda Edlcion, 1a, Edici6n: Caracas: Ministerio de Educaci6n Nacional. Direcci6n de Cultura y Bellas Artes, 1958. p. (9). ilus. Portada y Diagram aci6n: Gladys Aquebeque. Deposito Legal: ISBN 980-200-025-6.


Asociaci6n de Escritores de Venezuela, Seccional Zulia Junta Directiva 1986路1989 Presi d ent e:

Vice路P residen te: S ecreta ria General: Secreta rio de Aeta s: Secreta rio de Adm inistra ci6 n: Primer Voca l: Segun do Vocal:

Lu is Guillenno Hernandez Heberto Santana Marqu ez VIse God oy Jesu s An gel Parra

Efraim Pefia utrera Bias Peroza Naveda Dougbs Gu tierrez Lud ovic

Consejo Nacional de la Cultura (COMC) Directorio Presidenta: Direct or General : Primer Vocal: Segundo Vocal : Secreta rio : Miembro Principal : Miembro Principal : Miembro Principal: Miembro Prin cipal: Miembro Princip al: Miembro Principal: Miembro Suplent e: Miembro Suplent e: Mi embro Supl ente: Miembro Suplente: Miembro Suplente:

Paulina Gamu s Gall ego s Pedr o Manuel Gued ez Freddy Arreaza Leenez Raul Nas s Gustavo Arnstein Migu el Henrique Otero Cast ill o Gu stavo Lu is Carrera

Pedro Diaz Seijas Luis Beltran Guerrero Jesus Urbieta Au ra Salas Pizani Ju an Paea Avi la Lu is Valero Hos tos Lourdes Will s J .A. De Armas Chitly Manuel Rever6n


La ASOCIACION DE ESCRrrORES DE VENEZUELA, SECCIONAL ZULIA. enrum bada hacia nuevos objetivos y metas mas acordes co n una Instituci6n cultural y gremial de su trayectoria en el pars. inicia un modesto Plan Editorial, g racias al subsidio del CO NSEJ O NACION AL DE LA CULTURA (CONAC). bajo la Presidencia de la Dra. Paulina Garnus , Ministro de Estado para la Culture, do nde pu blica remos obras de nuestros autores, dando preferencia a los ineditos y 5610 exigiremos co mo co ndici6n basica y fund am ental, la calidad del trabajo literario . Sus Coleccion es honraran a tres destacados escritores : Jesus Sernprum , Ismael Urdaneta y And res Mari no Palacio. nativo s de la regi6n, pero legitimo patrimo nio espiritual de la naci6n. Esperam os seguir contand o co n el apoyo econ6 m ico del CONAC, pero igualme nte, lograr la colabo raci6 n de otros sectores, publico s y privados, del Zulia para co nseguir una de nuestras m as anh eladas metas: plasmar en un autentico Program a de Publicacio nes, la memoria oral y escrita de la regi6n, en busq ueda d e las partic ulari dades regiona les, para ayudar a co nfig urar una real imagen del pais naciona l, en el campo literario, y asr cooperar en la luch a po r la recu peraci6n de la identidad venezolana y Iatinoamericana, tan deteriorada en las ultl rnas decades por la exagerada aliena ci6n extranjerizante.


I A la altura del alba el viento es mas inten so. Y hay una tristeza co mo de lam paras qu e mu eren en un lugar del mundo.

La lIuvia ha gol peado con fuerza los m uros mas antig uos. Yo he perdido la mansedumbre que traje de m i m uerte. Ibam os descalzos, persiguiendo la luna , y levantabarnos las garzas y encendiam os el bosque secreto de las fabulas, lbamos hacia los cund iam ores q ue i1uminaban serpientes al sur del ocea no. Enton ces, ella dorm ia sobre un cesped de raices j6venes en m edio de la flora y de los pajaros y su almohada estaba hecha de las nubes mas blancas. Yo era el desvelado qu e coma detras de su risa para rescatarla de la noche. Entonces tenia la mansedumbre de las Iiebres ma s tristes.


II AI sur de agoslo los puertos eran mils azules. Una ci udad habra ilum inada co mo el palacio de las v1rgen es. AI sur de aqosto ella ameba las ma riposas , extendia sus man os como lamparasdespues que catala lIuvia en los jardines, y lanzaba piedra s eno rmes para abrir inmensas

cetaratas en el aire. AI sur de agoslo la l ierra no osaba detenerse nun ca. Mi madre m iraba los mendigos co mo viniendo de la tarde. Enlonces l eniam os el co razon de las perdices mils alegres vueltas hacla el crepusculo.


III VoMamos del sur. En la selva mas virgen el viento m ovfa los arboles, Los frutos anu nciaban la perfecci On de su crecim iento. EI mundo estaba i1uminado y las roca s brillaban co mo el oro. En el centro del bosq ue nos sorprendiO la alegrfa de las larnpa ras, Yo Ie dr a co me r el pan qu e trara en la cesta hecha de pequ enos tallos de barnbu. Com imos. En la tarde sus pies dejaron una huella perfecta, mas fina qu e el ala de los pajaros cuando rozan el alba. Los arroyos del bo sque se repart fan en sonrisas para qu e ella les diera toda la frescura de sus m anos. Descend imo s hasta una pied ra casi antigua. EI olor de los alto s cerezos no s envoMa . Ella dulcem ente recostada a mi coraz6n como una margarita. Yo senti la gran admiraciOn un iversal. EI cielo alto se asomaba po r todas las estrellas. Todas las bestias nos m iraban co n encantam iento y se arrodillaban para adorar nuestra gran mansedumbre. Mi lado Izquierdo dijo: Somos la co m posiciOn del un iverso. Mi bella amada dijo: Nue stro amor sera co m o el primer dla de la creaciOn del m undo. Nu estro amor crec era como las lamparas para alumbrar la tierra del hombre. Venid, aves enviadas a sepultar las tristezas de los arboles del sur. Venid , fuentes, a lavar las heridas de los ensangrentados. Hoy qu iero pan para todos los m endigos y bellas cestas de flores para encantar los astros.


IV Me detuve ante los adolescentes que lucian com o larnpara s, Alii la tierra era feliz. Las espigas eran sus vecinas mas pr6ximas. La brisa de la tard e hacia sonreir las flor es. La prim avera veslia los arboles y se encantaba en el juego de los enamorados sabre el cesped . Despues me arrodille y bese la tierra por el encantamiento qu e m e daba la alegria de la luz en los rostros. Los ado lescentes rfen jubilosam ente y huyen hacia el campo tornados de las m anus. Los adolescentes ama n la lIuvia y las arbo les y tod os los crepu sculos, Los adolescentes beben agua en una bella jicara comun, iOh ado lescentes! Os he ama do m as que a las ciudades qu e me esperan extendidas co mo bellas lagun as. Os he amado m as que a las estrellas Iivianas del sur. Vuestra alegria ha rescatado m i alm a de las bestias y ha iniciado el viaje alrededor de toda s las canstelaciones. Las aves as saludan y as entregan la so m bra de sus bellos plu m ajes. EI rio qu e descansa encim a de las piedras as invita a dormir sabre sus agua s. [Oh adalescentes! yo as im agin o olvidadas.


v He vuelto al rio, hay allf una piedra enorme donde se esconden los pajaros y el viento silba, A los pasos azules donde la infancia salta como las co nstelacione s. Y Ia sonrisa busca las espigas del oro. AI rio del pez volador a los nidos de los pajaros negro s a las j fcaras de barro a las madrugadas celestes a los altos barnbues donde los venabios duermen y los gallos enamoran gallinas salvajes. He vuelto al silio donde los hermanos Vargas se reunfan a Ia orden del mas fuerte y enarbolaban caucheras com o estrellas de fuego. A Ia casa de las piilas rojas a la casa de campo dond e hay animales mansos encerrados entre alambres de puas, A los homos de cal donde los lenos son como crepusculos donde la tarde pierde su tristeza y las mujeres cogen agua en tinajas oscura s. He vuelto a andar entre hormigas dorada s. He vuelto a las rnontanas de pena azul con un panuelo rojo. A los altos almendrones. Alm irante menea su cola y m ira con ojos azules mis sobrinas juegan en el patio con sus rnunecas rubias trafdas de Paris. Y Julio Helvecio me habla del abuelo que se fue a las estrellas.


VI Andabas entre animales tristes ecompenada de la muerte. Allf estaba la noche con sus arboles frfos, la soledad de los caballos y el olor de la hierba . EI sllencio era como una flor bermeja. EI dia se retorcta entre los bejucos y las maderas antiguas iniciaban sus historias. Andabas junto a los amenazantes enigmas. Junto a los perros caldos, junto a las hogueras, junto a las vacas relucientes con los cabellos vueltos hacia el sur como formando una gruta encima de tus hombros. Tu esperabas la lIuvia como los caballos, como las naches. Ibas y venras entre las curvas de los arboles donde el viento aun estaba fresco por las alas de los gallos. Te vera regresar de los altos jardines del sol despues de buscarte en la tristeza del dia. En el patio rondaba la alegrfa de los pavos reales y mi padre con un gato esperaba la noche. Entonces yo iba per los altos corredores en busca de una jicara y de aquella esterilla que tenfa un tigre y un leon pintados, y abrfa todas las puertas y ora el viento en la alta noche de las hierbas bajando de los arboles,


VII Hoy han partido los ferrocarriles bajo un cielo dis tinto. Los andenes lucian lunas grises. Yo tarnbien a esa her a partia hacia tod os los relarnpaqos , hacia el encuentro de mi padr e rnu erto, en una sandalia de cebra tratda del A frica del Sur. A esa hor a parttarnos y nos abandonabarnos a la ang uslia y m i sombra hu ia de la IUl. En el tiem po marian los caballos y las frutas del alba caian can gallinas muertas. La noche endurecfa mis zapatos en el sepu icro ma s negro de los barcos anclados. Mis hermanos de leche tarnbien habtan partido derriba ndo arbo les de vienlo. Hay una hera en qu e toda s las aves lIaman a la m uerte y los nos se lIenan de irnaqenes y las bestias sienten un mi edo terri ble. Hay una hora en que se apresuran como convidados par una VO l urgente. Hay una hora que nos conmueve como a un sena violentado. Hay una ho ra en qu e tod os los relojes parecen detenidos. Hay una hera en q ue alum bran las muj eres en tod os lo s lugares del mundo y hay blancos, y hay hombres negro s y hay ho m bres amarillos.


Este llbro se termin6 de imprimir el dfa 20 de noviembre de mil novecientos ochenta y siete, en los Talleres de Ars Grafica SA , Maracaibo - Venezuela, con un tiraje de 1.000 ejemplares .



Laurencio Sanchez Palomares Nacido en Escuque (Estado Trujillo). el 18 de septiembre de 1929. y muerto traqkamente. en la misma poblaci6n. el 27 de junio de 1967. Realtz6 estudios en la Normal 'Miguel A. Caro" (1950) yfueAbogado. por la Universidad del Zulia, en 1960. Obtuvo en 1958. el Primer Premio de Poesia de nuestra Maxima Casa de Estudios. En 1959. el Ministerio de Educacion Naclonal, a traves de su Direcci6n de Cultura y Bellas Artes. edit6 su poe' mario'Para una Fabula" Durante los anos de 1955路 9C\8. form6 parte del Grupo Literario "Apocalipsis". al lado de: Hesnor R vera. Cesar David Rin路 con, Miy6 Vestrini. Ignacio de La Cruz, estor Leal. Atilio Storey Richardson. Regulo Villegas. Francisco Hung y Homero ~'ontes, produciendo un autentlco rompim ento con la poesia tradicional y parroquia imperante en la regi6n. al abrirse a las corrientes internacionales de la poeuca, y sobre todo, dar a conocer el deslumbramiento del surreahsmo. Mas tarde. se integrO a un nuevo movimiento litera rio, Cuarenta Grados ala Sornbra", dirigido por la escritora .Josefina Urdaneta. a partir de 1962. Sus poe mas se publicaron en la Pagina Litera ria del Diario "Panorama ". siendo incl uido en las antologias de "Apocalipsis" publtcadas po r la revista "Cultura Universitaria" de la UCV (en su edici6n N掳 59, de fecha enerolebrero de 1957) y po r el Papel Lit erario del Diario "EI Nacional" (20 de : rnio de 1957). as! co mo en la pu blicacj6n "7 de 40", del Grupo "C uarenta Grados ala Som bra" (1964); su poema "Brindis". de esta ultima publicaciOn, fue cornentado favorable m ente po r Jesus Sanoja Herna ndez, en la revista ' Papeles" y por Maria Elvira A nez, en "Pini-lbe".

La ASOCIACION DE ESCRITORES DE VENEZUElA SEC路 ClONAL ZUllA, con el subsidio del CONSEJO NACIONAL DE LA CUlTURA (CO NAC). re-edita este poemario con motivo de cumplirse veinte alios de la muerte de l aurencio Sanchez Palomares. prometedor poeta venezolano prematuramente arrebatado por la rnuerte, yen la ocasi6n de realizarse la lECTURA NACIONAL DE POESIA " l YDDA FRANCO FARIAS",

P.V.P. Bs.

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