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Viviendo la Iglesia Global

POR EMILY SALAZAR

La Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, reunió a más de un millón y medio de personas. Calles llenas, alegría, energía, caos. Las imágenes que transmitieron los medios fueron espléndidas. ¿Pero qué se siente estar allí en persona? Veinticinco personas representamos a la Diócesis de Corpus Christi en la 16ª Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa, añadiendo la bandera de Texas al millón de banderas que ondeaban en las calles de Lisboa. El evento internacional que comenzó en 1986 invita a los católicos del mundo entero a unirse y dar testimonio de la universalidad de la Iglesia. Sin embargo, no sólo su nombre, JMJ nos habla del esfuerzo por profundizar en la fe de los jóvenes católicos, sino que también ofrece una experiencia religiosa transformadora, para todos los hijos e hijas de Dios, de cualquier edad.

Clarissa Reyes, perteneciente al grupo de ‘Jóvenes Adultos Católicos de Corpus Christi’ compartió la manera en que planificaron sus actividades diarias: “Teníamos un esquema aproximado de lo que queríamos hacer, pero a lo largo del camino, fuimos haciendo descubrimientos y nos dejamos guiar hacia donde el Espíritu nos llevara. Alrededor de las 8:30 de la mañana, salíamos y el día empezaba, con una sesión de oraciones y un ‘Levántate’ de pequeñas enseñanzas, luego, la Misa”, explicó Reyes. Ella se dio cuenta del profundo significado que es ser físicamente un peregrino; caminar por calles desconocidas, sin saber con claridad a dónde vas, pero si, teniendo como constante, buscar y seguir a Jesús, como lo hicieron sus discípulos.

Valerie Jones, miembro del Newman Catholic Student Center, explicó cómo los católicos de todos los países pudieron entender a los diferentes oradores y participar en las Misas mediante la transmisión de un radio que cada quien sintonizaba de acuerdo a la lengua que hablara. Fue así como el Papa Francisco, al igual que otras personalidades católicas de Estados Unidos, como el Obispo Robert Barron, el actor de “The Chosen” Jonathan Roumie y el artista de música cristiana

Matt Maher, llevaron su mensaje a la JMJ 2023. La líder de formación espiritual del Centro de Estudiantes Católicos Newman, Layna Souza, describió lo que fue para ella ver al Papa Francisco en persona: “Él representa la unidad de la Iglesia. Pudimos sentir la presencia del Espíritu Santo hablando a través de él, dándonos sus mensajes y para la Iglesia la dirección a seguir. Es un encuentro, un momento muy especial, porque esta persona representa a la Iglesia y al mensaje que Dios quiere darnos”, dijo Souza.

Ser un peregrino entre un millón

“Ver al Papa fue sólo uno de los muchos momentos favoritos de la peregrinación.” Dijo Kyla Srp, feligrés de la Parroquia San Felipe Apóstol, en Corpus Christi. Ella compartió sus impresiones memorables; una de ellas fue compartir la Santa Misa con más de un millón de personas. “En la Misa de apertura, con más de un millón de personas reunidas en un parque enorme, yo estaba parada al lado del Padre Carlos y al comienzo de la Misa le pregunté: ‘¿Vamos a tener comunión con toda esta gente aquí?’, y él respondió: ‘Si lo hiciéramos, no podría ni imaginarme cómo estaría.’ Pero efectivamente, todas las personas en ese parque subieron a comulgar”, describió Srp.

El Padre Carlos De la Rosa, Capellán del Centro Newman de Texas A&M y Vicario Parroquial de la Iglesia Católica San Juan Bautista, habló sobre su alegría al vincularse con los peregrinos. “Una de mis partes favoritas de esta peregrinación fue conocer personalmente a los peregrinos. Como sacerdote, uno de los mayores gozos de mi vida, es sentarme con alguien y escuchar las alegrías y los sufrimientos por los que atraviesa esa persona. Durante nuestras carreras por los helados, después de la cena y las pausas para tomar café, tuve esa oportunidad y me sentí bendecido al poder compartir con los peregrinos de esta manera”, explicó el Padre De la Rosa.

Descubrir la universalidad de la Iglesia dentro de su peregrinación y con los demás peregrinos de todo el mundo fue el objetivo del viaje, para Leah Saldivar, miembro del Islander Catholic y Newman Catholic Student Center y explicó las lecciones que ahora están trayendo a casa. “El obispo Robert Barron habló de cómo María le dio el sí a Dios, y no se detuvo allí; se levantó y se fue apresuradamente, después de que el ángel le dijo que su prima Isabel estaba embarazada. A través de esas pláticas, sentimos el inmenso amor de Dios; ahora es nuestro trabajo salir y mostrarle a la gente el amor de Dios. “La única manera en que podemos mostrar el amor de Dios es estando ahí para los demás y enfatizando lo importante que

Natasha Medina, feligrés de San Pίo X, tuvo una experiencia tan enriquecedora que anima y aconseja a aquellos interesados a asistir a la siguiente Jornada Mundial de la Juventud: “Si tienes la oportunidad de ir, por al menos una vez en tu vida, deberías hacerlo. Se nos recordó que es una peregrinación, no unas vacaciones, por lo que es importante tenerlo en cuenta”, dijo Medina. Así que todos los que son jóvenes prepárense para la próxima Jornada Mundial de la Juventud que será en Seúl, Corea del Sur, en el 2027.