En los últimos años, algunos países con economías emergentes se han convertido en importantes financiadores de proyectos internacionales; una cuarta parte de estos flujos provienen de América Latina y el Caribe. En particular, la Banca estatal brasileña resulta la más dinámica dentro de la región, convirtiéndose, además, como el principal instrumento para el proceso de internacionalización de sus empresas.
El proceso de expansión internacional planificado por el Estado Brasileño, prioriza la integración sudamericana a través de la consolidación de UNASUR, que va desarrollándose en varios ámbitos, algunos con más dinamismo que otros, como es el
caso de infraestructura a través del Consejo Suramericano de Infraestructura y Planeamiento (COSIPLAN) mecanismo que,
entre otros, le permita al Brasil consolidarse como potencia regional y, al mismo tiempo, encabezar de forma dominante el proceso de constitución del espacio sudamericano.