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No tengas miedo de sentir miedo

Había una vez una emoción llamada Miedo, ella se escondía bajo las cobijas porque pensaba que había un monstruo. A Miedo le daba terror estar sola. Un día conoció por accidente mientras caminaba a Alegría; a través de los ojos de Miedo, Alegría era ella, pero más confiada, optimista y calmada. Miedo sintió celos. Después conoció a Furia, se molestó porque se cruzó en su camino, Miedo vio a Furia frustrada y de mal humor, después vio a Desagrado, Miedo la vio bastante pretenciosa, después conoció a Tristeza. La vio aburrida, desalentada y cansada.

Al llegar a su casa pensó sobre las otras emociones y decidió que sería como Alegría: sería feliz y se vistió como ella, se pintó el cabello de amarillo y se colocó un moño. Salió con una sonrisa, pero debajo de todo ese disfraz sentía nervios, pero aun así salió: primero saludó a Desagrado -hola Desagrado – dijo Miedo – hola Miedo – dijo con extrañeza Desagrado.

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Después saludó a Tristeza – hola Tristeza, qué bonito está el sol – dijo con timidez Miedo – hola Miedo, pero aquí no hay sol – dijo Tristeza nostálgicamente. Después se cruzó con Furia –hola Furia – dijo Miedo con una sonrisa extraña – ¿Oye Miedo por qué actúas diferente? – dijo Furia – no estoy actuando diferente- y se alejó temblando – ah hola ¿Miedo? – dijo con extraña felicidad – hola, Felicidad – dijo Miedo – ¿Miedo por qué actúas y vistes como yo? – dijo Alegría – lo hago porque quiero agradarles a todas las personas – dijo Miedo y se alejó.

Cuando llegó a su casa Alegría, Desagrado, Tristeza y Furia la estaban esperando.

Miedo dijo: – Desde hoy seré yo –.

Ángela Valentina Barragán Castro - 5B