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Mediación artística, ¿para qué mediar? | Rosario Arellano

MEDIACIÓN ARTÍSTICA, ¿PARA QUÉ MEDIAR?

Rosario Arellano

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La mediación artística se ha vuelto una práctica necesaria en los contextos culturales y educativos en los últimos años, debido a que no sólo se reconoce cada vez más el valor del arte y la educación artística para el ser humano, sino que también se ha identificado que la participación de la sociedad en espacios culturales es muy baja, puesto que la mayoría de las personas no cuenta con las herramientas para tener, de manera libre y autónoma, una experiencia positiva y genuina con el arte.

Esto se debe a que, por un lado, la educación artística escolar ha sido siempre considerada como una materia secundaria y muchas veces innecesaria dentro del sistema educativo chileno, y por tanto, se ha relacionado más con manualidades, en vez de fomentar la experiencia estética. Es decir, no nos han enseñado a observar, a disfrutar ni a relacionarnos con el arte. La mayoría de las personas no cuenta con las herramientas para tener, de manera libre y autónoma, una experiencia positiva y genuina con el arte.

Por mucho tiempo se consideró que el arte formaba parte de una esfera alejada de la vida cotidiana, como un rubro elitista para unos pocos y que el resto, si no tenía los conocimientos ni la experiencia, no podía cuestionar. Debido a esto, se ha menospreciado la capacidad del público no especializado en artes, para opinar o para disfrutar una obra o exposición. Y el público se lo ha creído. Común es la frase “no puedo opinar porque yo no sé de esto”.

Estos factores han creado una barrera entre el arte y la sociedad. Y por tanto, no es suficiente abrir los espacios culturales y expositivos ni basta con solucionar los problemas de acceso, sino que es necesario crear instancias horizontales que busquen, no “enseñar”, sino fomentar el diálogo, la reflexión y la interpretación personales. Instancias en donde se generen puentes entre el público y el arte, y más aún, en donde se fomente que el público cree sus propias conexiones para así poder relacionarse y disfrutar de este genuinamente.

Instancias como la Bienal de Arte Contemporáneo SACO contribuyen a cambiar la visión pasiva y paternalista que se tiene del público general, ya que no sólo contribuye a una democratización cultural en cuanto al arte contemporáneo y a la región, sino que también considera al público como agente relevante y activo en la significación de los procesos artísticos.