Hélice (mar. 1953)

Page 1

FULNIY

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MED ¡UULLUUIUÍ

MARZO NUM,

DE

1953 10

eo o A,


PARA CONSTRUCCIONES

PERMANENTES

Y SEGURAS

CONSTRUYA

PUERTO

CON

CEMENTO

RICO CEMENT A

CORPORATION

Para Usted...

W

ll

|A

CHEVROLET

CARIBE SAN JÚAN Ave.

Fdez. Juncos, Pda. 8

A

53

MOTORS RIO PIEDRAS Aves.

Muñoz

Marín y Universidad

|


AÑO 4

¡

MARZO

Ernesto

Publicada Fonfrías,

Juan

NUM. 10

:

mensualmente Director

en

DE

San

1953

Juan Bautista de Puerto Rico. Ernesto Sánchez Ortiz, Jefe

de

Redacción

CONTENIDO

NUESTRA

PORTADA

1.

Artículos: BAYAMON

Del notable poeta español Juan Ramón Jiménez, recibimos con fina dedicatoria a la Sociedad Puertorriqueña de Periodistas, el retrato que honra nuestra

El

EN

Duelo

ACUARIO:

portada.

Por

QUE

NORAT

CIVILIZACION Por

RODRIGUEZ

Ponce,

P.

DRAMA

R.

Por

FERNANDO G. CAMPOAMOR La Habana, Cuba ALFREDO New

¿“L

NIETO

Ciudad

de

PEÑA México—D.

TALBOT

Quito,

F.

FRANCISCO

LA

ZAVALA

y

el

Asesinato

Músico de

Rigot

M.

Rigot

OPRESORA

DE

LA

CULTURA

Carpio

ACTIVIDAD

Por

Hija

del

Y

EL

DULCE

REPOSO

Caribe

ANTONIO

PROBLEMA

MORAL

Por

J.

Jacinto

SU

LLAMA F.

HAEDO,

hijo

NOS

DEL Pérez

DE

ROSARIO

MUCHACHA toros) franquicia

. Los

postal.

Y

ANGEL

JIMENEZ

LUGO

'AMERICANA

“ALMA

LATINA”

5.

la

audaz

FIESTA Pat

BRAVA McCormick

en

corridas

2 páginas

Amores

Célebres:

MURALLAS Por

W.

L.

DEL

KREMLIN

Hexth

PACO

ESPADAS Por

Juan,

EN-LA

de

Cuentos: LAS

+ Fotograbados

gráfico

CARLOTA Y MAXIMILIANO Por Aníbal de Vhara

e

San

GUISCAFRE

. Reportaje: (Reportaje

de

PERIODISTA Moreno

Uruguay

Perú

la

QUEME

Página Lírica:

VERSOS

OLIVAS

Solicitada

Rouco

Campoamor

CALIDAD Por José

. Nuestra

GOMEZ

Montevideo,

Talleres

El

Zamacois

CRUEL

Por

Ecuador

Lima,

VIVIDO Chumay

F. QUE

ROBERTO CASTAÑEDA Ciudad de Guatemala Guatemala JORGE

HE

Quiroga

Campio

La

Balbás

BAREA

York

ROQUE

Horacio

PERIODISMO:

Vicente

ENERO

Escándalo;

Eduardo

y

Muñoz

Carmen;

un

DEL

Rivera

DE

YO

de

da

Por

J.

Muñoz

Meléndez

princesa

Verlain

REPRESENTANTES EXCLUSIVOS:

HISTORIA

ZODAICO

Miguel

EUROPA La

LA

entre

Puerto

Rico

DE Paul

Redacción:

DOS

FILOS

Ernst

Calle

Allen

107

Apartado

2229

Tel.

2-5590


4

HELICES

La Calidad

del

Por JOSE Interesante claración dicato

trabajo

Doctrinaria

Nacional

contentiva

de

de

donde

a la

Y

el

autor

propone

una

De-

Asamblea

Plenaria

del

Sin-

Redactores

lo que

debe

PEREZ

del

hermano

entenderse

por

país,

de

Cuba

periodista.

Periodista MORENO

que se preconiza en la lucha de clases; la emancipación de los trabajadores. En ese empeño, el Sindicato log

Existe en nuestro gremio, una creciente ansiedad por encontrar una definición delimitadora

de

lo que

que

tal

debe

calidad

entenderse

como

significa

el orden

en

periodista

ha

tivas y ha

y lo

periodistas

res.

sindicalista.

Dentro

dista,

no ofrecen

Esta

temor

de

nalmente

lugar

el sitio que en las orga-

sindicales les ccorresponde. ansiedad

que el

se

origina

personas

que

periodismo

en

no

vayan

el

ejercen

profesio-

adentrándose

en

que

ra

que

Es

decir,

en

tanto

que

para

ser

médico o abogado o simplemente un trabajador manual se requiere la comprobada preparación y en los dos primeros casos citados, el reconocimiento por parte del Estado de esa preparación mediante un título profesional, y para los simples artesanos la demostración de sus conocimientos, para el periodista no hay características definidas. En alguna asociación que pretendió congregar periodistas se dió el caso de que, públicamente después de haber engrosado considerablemente sus filas, se hiciera declaración por los mismos dirigentes de que algunas personas no eran periodistas. Las habían admitido a título de que alguna escribió unas cuantas colaboraciones; de que otras sostenían

relaciones

con

periodistas y otras,

porque simplemente eran aficionados a la profesión. En el diario “Excelsior” de México se publicó una lista de esas personas tan seriamente objetadas por la asociación señalada, que no tenía el

de

coopera-

que en provincia, en

pequeños

edito-

de tal manera

sindicato cuales

que

ninguna

También

como

sus

miembros

como

sus derechos

absolutamente

trabajar:

están

vemos

hay

compa-

y deberes

diferencia

pequeños

compañeros

de

De allí que en nuestra Declaración de Principios se proclame la lucha de clases, situándose en la calidad de trabajadores, sujetos al Derecho Obrero. Claro está que nuestro propósito es el mismo

con

editores esfuerzo;

que

tiene

nuestra

Los estatutos es llegado

organización.

preven

el caso; pero considero

el momento

de hacer

una

Declara-

ción Doctrinaria que sirva de base a la política sindicalista nuestra, y al efecto, propongo la siguiente: “La V Asamblea Plenaria del Sindicato Nacional

de

Redactores,

declara

que

la cali-

dad del periodista la da el hecho de obtener del periodismo la mayor parte de los medios de subsistencia; el continuado ejercicio de la profesión y el honor con que se haya ejercido. Y la calidad de periodista sindicalizado la otorga el hecho de profesar la Declaración de Principios contenidos en nuestros Estatutos;

estar en las listas de socios;

no realizar

actos de explotación de asalariados por medio de empresas periodísticas en las cuales se tenga, por ellos, las condiciones de patrones; no servir a los patrones como capataces de

sus

compañeros

divisionista.

y no

haber

hecho

labor

(De “El Periodista” de Cuba).

carácter de un sindicato. Si bien la admisión allí era sumamente fácil, en un sindicato lo menos que puede esperarse es que siendo ésta una organización de trabajadores, quienes pertenezcen a ella, sean precisamente trabajadores del periodismo. Si se examina la historia de nuestra organización se verá que la Liga Nacional de Redactores surgió al calor de la lucha obrera-patronal. Nuestra lucha de entonces es la misma de ahora.

en

pero precisamente este es el límite lógico. Ir más allá sería desvirtuar la calidad de Sindicato Obrero

serlo.

conviertan

a las

los de los demás. justificado

creación

estos editores se convierten

de nuestro

cooperativas

ñeros,

esta actividad a título de que, no existiendo nada que identifique al verdadero periodista, cualquiepuede

se

la

simpatías

capitalistas y se definen como patrones, justo es que tomen ellos su lugar y nosotros el nuestro. de

y en segundo

con

Pero cuando

Es decir: por una parte, el propósito es el de establecer las condiciones profesionales del perionizaciones

favorecido

visto

COOPERE Con Casa

SOCIEDAD

la de la

PUERTORRIQUEÑA de

PERIODISTAS

]


5

HELICES

EL DRAMA

DE

LA CULTURA

CAMPIO

Por

caldea, después

CARPIO

del

oscurantismo

la barbarie,

ba

en

la

semilla

de

donde

de

la

nos

dramáticos.

tiene

su

los

raíz

Este

fenómeno,

la

multiplicidad

en

problemas

que

agitan

al

ministerio

bonanza,

individuo

poeta día

su

4n marco abocado

o escritor,

confiar

calor

de

en

esa La

quietud,

obra

to

de

mente dos

la

su

la

los

'su

res-

produc-

adquiriía

figura

que,

humana,

Los

factores

entraña

elevaa

los

pulverización

ese

culminó El

en

ascenso,

con

condena sí

a

los

escarceos

trabajos

gérmenes

mortales,

el

artista

desfallece

en

lenta

zadas

ilusiones

tanteo.

forzados

de

ción incuestionable.

logra-

de

lleva

una

destruc-

Y, como

todos los

se

siente

agonía.

morir,

alma

tiembla

ojos

nos

al

dolor,

guía,

y

el

Descuarti-

pasos,

y

gro de sica e

la

es

del

del

libro,

porque

de

imprescindibles

zación

y

que

contra

magnífica;

plazado de su medio, estableciendo un paréntesis de larga distancia para ha-

civilización, de

arte.

cerse

las

instituciones

sus

una

confesión.

costumbres

rodeaban,

que

Encariñado

y las

tuvo

en

personas

necesidad

con

que

de

sus

conspiran

personalidad,

recapa-

del

amor

ve

lamentables,

centes sica

a la prosecución y

estética.

idealismos

piadadamente,

sólo la

había bondad

los

el

mendo

en

nacionalismos

le

trataron criatura,

para

arrojándolo

que

de la

este

e-

fecto, consumiéndose. Hombres e instituciones, en los años que median desde el comienzo del siglo, fueron cercenados y arrasados como sacrificio en honor de ese dios terrible. El espanto y el temor a la muerte obligaron a deambular a millones de seres a través de una tierra inhóspita que no les pertenece, llevando a sus espaldas la pesada cruz de una fatiga sin precedentes, representada por la decepción

de

la lucha

estéril

y la

in-

certidumbre de el porvenir que el destierro impone, infinitamente más doloroso que la muerte misma. El

esa

arte

se

ha

destrucción

camente

desterrado,

colectiva,

organizada,

consecuencias

que

con

el

presa

de

sistemátitodas

sufrimiento

las

y

en

sus

que

y nos

la

mos

de

el

arte

se

aspectos

más

nuestro

siglo

en

histórico

había

la

de

un

mo-

cultura

eter-

olvidado. el

hombre

cataclismo,

ansiedad,

treen

Y

aparece

cios

fecundaran

ternura,

mento

Ubicado

brizna

está,

mutilado.

la

relapso

un

todos

y

científicos,

los

humanizado,

bienes

cuyo

contempla

en

el

final cómo

y

que

centro

de

vivir

tad es

ces

recibimos

si

los

gozamos hombres

de

nuestros ellos

biado

por

más

alla

cundo,

fe,

penurias

cual.

vencido

disfrute

producto

del

raciocinio

y

de

bativo,

de

todas

vino

del

tiempo,

el

los

inclemencias

de una lucha titánica para defenderse de fieras y reptiles y creó civilizaciones como la babilónica, egipcia,

infe-

del

ceri-

a través

eternos,

an-

y

paraliza

que

atenaza

los

órganos

catástrofes

las la

tiene

que

antecedentes

responde

derrota,

a

al

al

De

sensitivos.

experimentadas la

presente

por-

históricos

a

renunciamiento, del

abandono

torrentes

gargantas

las

humana,

especie

por

no

del

tragedia

ecuménica

la

rre

las

flaquea

mansamente

bienes

ñapo,

todas

peso

permanente

batalla, librado desde furias de la barbarie.

por

lu-

de su origen com-

a través de las nubes, de la circunferencia terrestre, de la luz del día, como un mensaje de resurrección; que desde más lejos aún que las edades heroícas, desde la caverna en que la figura humana era apenas un gulpasó

las

piélago

y renuncia

de

en

senta,

tidos

que

a

liber-

te el pánico que impone la certidumbre del fusilamiento. En la frialdad del muro de los lamentos es sacrificada la cultura que el hombre repreextermino

profecía

lucha

edades

la especulación lógica del genio para comunicarnos por medio de los senla

la

descendientes,

en

bajo

al

mentos

por

lacerantes,

las

co-

mis-

aspiramos

recibimos

huérfano

de

alumbraron

benefi-

Ubicado el hombre moderno en la ruta del tiempo que se acorta, pronto olvida su papel dentro de la naturaleza. Víctima del cansancio y ago-

recía indestructible; que

a-

la inteligencia.

men, sin recordarse

filosóficos

que

de

su

mo astros de primera magnitud las esferas del entendimiento durante siglos; de principios fundamentales que rigieron la vida organizada como ele-

tan

nos

tales

libertad,

de los vientos y los mares sucumben los restos de una civilización que patemas

obra

pan,

a nosotros

misma

con

y sis-

de

de

admiramos plena

iunda-

la reali-

descubrimientos

porque

de

los

comemos

con

ser

en

espera

de escuelas

que

nuevos

para

contemplación

sombramos

de

genio

la

ellos

obra

victoria

la

los

bondad

la a

primitivo

que

volcán

cultura

la

de

y

impuesto

como na

y en

con

cual

e

des-

en la belleza

ilimitadas cráter

condu-

de su vida fí-

a él, débil

pensado

hombres,

sobre

Los

exóticos

en

historia

sufrimientos

han

del

que

consecuencias

desfavorables

los

Anulada

citar, de concentrarse en sí mismo, para establecer un balance de su pasado y futuro, midiendo todas las

la

desmedro

Tales

hombres.

le

en

o lanzadas

abre

caminos, de la rueda y la palanca, del monumento y de la obra plástica, es mentos

violencia

lo-

del mármol que

violen-

de

al

perfección, ffcomprendemos

un destino sin horizonlos elementos básicos

estado

tantas

conducido

puente

los

aquellos

durante

estaba

nuestra adtual intelectual; si

palpita,

de

nuestras facul-

tamente hacia tes, enfrenta

ese

pe-

protege

porque

sacrificio

el lenguaje

luz

instinto

desde entonces vive el mundo, cortaron los tejidos sensibles del intelecto. Y el hombre, de pronto, se vió des-

por

lentitud,

cuerpo, sentimos latir el corazón, hablamos y nuestra voz se escucha, a nuestro pretérito lo debemos; si el

otra

deficientemente

francesa.

tanta

su

simples

de

ro seguro, nos abrió las puertas del mundo. Si hoy palpamos nuestro

generaciones

inquietud,

rena-

núcleo

la revolución

tades

la

senti-

corrientes

pensadores que a un paso de nosotros idealizó el movimiento de la tierra que

desarrollaron

y

bizantino, y el

compacto

nuestros

enteras

fecundó

especulativa

arte

las

hombres

en

originados

gi-

cristiano, y

germina-

griego,

existencia

La

la

la

que regula normal, el

el

creador

centistas

de

constituye

sobrepuesto

la

tra-

inmenso

individuo,

sociales,

terri-

de

libertad

que

que

cuanto

naciones

cimientos

íntimos

dolor

del

por

como

trastrocaron

más

el

humana

¡intelectual

da, como

los

hom-

ciencia

dirigida a paso marcial. En literatura apenas si encontramos una que

de

eternidad.

resortes

personalidad.

y,

su

auténtico

masificación

conflictos

sus

surgía

de

el

su espíritu. Es así que vivimos no cuen-

versos

derrota

ción

'bienestar

pureza

sacudieron

sociedad

hasta

Al

plasmaba

privado

poeta

desprecio

po-

futura.

arte

guerras

volcán,

de

de

sana,

por

Pero ble

en

la

para

gantosomia del estatismo las acciones de la vida

disciplina,

o músico,

labrando

plandeciente, corpórea

pintor

un en

esta

se desa-

la seguridad

sentimientos,

moral.

esta

con

duzca

bien distinto. El

a

sensible,

ta

hombre

tes

entrañan

y quebrantado que el momento

de

signo evidente del social. En ambien-

de

bre

que

moderno, son un gran desequilibrio rrollaba en

humillación

miento

todas las

que

así mismo

la

nacieron

el asombro La Vida de la Cultura mundial ha adquirido en los últimos años contor-

de trasponer

vallas

en

campo

a

las

sangre

co-

órbita

re-

entonces

toda

La la

la de

corrida por el sol, sin hacer saltar los eslabones de la cadena que le aprisiona.


HELICES

ue su Llama FERNANDO

Por

G.

Especial

Ya

medimos

nación

con

mos

y

nuestra

cuadrícula

ahechos

de

MaMrtí senectud

ramos

unas

petir

te,

su

todavía

es

las

punto

de

signa,

y

un

más

más

que

los

ojos

fué

que

que

más,

reque

pedestal,

siglo

con-

milicia.

Los

siguen en alta

y

muertos

en diálogo voz. Creyó

canjeó

su

ron

por

pero

y

nuidad,

algún

cencia

indolentemente

do

mensaje

timos

como

ayunos

de

quedamos

las

de

con

el

veladas

de

la República

sus

músculos

su

pereza.

Fué luego

la guerra

del

ble

en

én Martí

al

el

la

alcance

pólvora

calle

de

quina

como

el Union El puro ba

jenjo,

gico. dra

dhs

se

de

cuer-

parto

pe-

de

estatua

del

la

la

de

tan

de

New

como

de

una

gangrenaban

a

paladea-

copa

de

pavorosamente curarnos

haber

en

York.

una

economía por

mez-

Lincoln

Ni los desfiles co nhimno alcanzaron

la

los

habanero,

hizo

en

con

tedio de vivir, que nos

muy

bastó

vió

d

intimidad

atrá-

y ban-

las

colonial cerrado

se

a

los

palabra

Cubano,

las

porque

de

en

el

y en los pa-

epistolar

Manuel

a Gonzalo

Mercado

y Fede-

Carvajal.

adentro

dibujó

vías

y

hacia

el

nació

que

las

una

nos

fundador,

y de

pupilas

afuera geniales

interpretación

inerrable,

que

como

afuera

eminente

aúentro sin

mintieran

remolino

nos

doctrina

JOSE

MARTI

heri-

que en

Los

objetivos

poco

y

el

compás

diéramos

fijarlos. que

la des-

el

están

son

estrenamos

los

el

ro-

entregaba

para

la

virtió

y

presintió

peligros

grande

poeta,

camina

la

las

pu-

mis-

género

vida

al

de

duplo,

R-

fine

su

demás

el

sentido

la

de

y

la

financiero

me

de

mantenimiento

las

íes

ción

porque

tie-

le Geopolítica

im-

a-

adivinación

que le descifra el porvenir. Misterioso desdoblamiento de los que, abra-

los

Isla,

yanki

que

usa

se

cese

van

pues-

el y

de-

ingredientes

desarrollo

de

originales”,

la

servidumbre del país sometido al monocultivo suicida y la sombra feudal de latifundios. Tenso y avisor, anticipa la etapa imperialista del capital

hombre

con

el

“propias

un

y traducir de

sobre

Era

circunstancia,

y

democracia,

raciales

de Cuba

Martí

mirar

conquista

la

y porque

al

que

corazón

le

“Lo

mundo, es que mi patria las virtudes necesarias

puntos

de

lírico

antes

y mi

No

escribir:

libertad”.

ne suficiente caudal para bifurcarse sin perder el torrente. Posta porque sazonaba versos con legítimo candor pulso

decir,

yoz

industrias

inocente

esperanzas

republicanos.

turbias.

para

tos con inefable ortografía cuando

un

grit ode libres. Había que estar sordo de la peor sordera, sordo por dentro, para desconocer que MaMrtí adlog

la

la Los

por

tiempo,

Casi

para de

Ensanchando

sobre

mos

con

no

nacionales

lejanos.

que

mi

aguas

pulso

latir en este posee todas

nos, y rato lo estará, pero perdiciemos con sangrías. delantes

de

el

tengo

apague

inefa-

bloqueaba el hovendría con la Con la distancia perfil de monta—casi hasta las del

su

de Montecristi

Henríquez

que

bandera

la

siglo

delante

con

Revolucionario

temblaba

creía-

himno

por

convenció

Quesada,

un

fogueados

una

gus-

Sabía mucho más. Por ejemplo, bien sabido tenía que éramos un estrecho río desembocado en mar libre, y que la infancia nos esperaba como

dormían

que

salir

—como

.insigne—,

pasión razonada, montó su caballo soldado raso y fué a que le fusi-

Partido

oídas

en

la

laran en el tibio paisaje de Oriente. También por delante había ido un manual de gobierno en el programa del

olfato.

nacional,

auna

nos

Baudelaire

es

aval,

habitual

del

mano.

Square

su

ácrata

echado

que

en relevo pública.

de

él

de de

con

hicie-

especie

Central

no

ventura,

Llega

había

tunda,

Todavía

Parque

otros

le

la

mármoles

es de-

repe-

cerca,

queños

Por

tarde.

no

corri-

demasiado

un

pronto.

do

de

Martí

y un

er

Paula—,

desventura,

destructivo

un

pueblo

de su his-

A las puertas de la República, cuan-

primer

invitarnos

Hacia

fecha

con

neblina de bajío que rizonte. Su estatura distancia histórica. clareó su luminoso ña. Hasta entonces vísperas

su

tanto

siesta

mástil

de

Por

en

para

el

tronco

creador.

regresaba

crecía

de

95

mabisa

hoy,

mos, ávidos de su plasma milagroso. La vena está abierta para los cuba-

garganta.

estaba

llega

que

hacerla

celo

Limi-

juveniles

la

ganada

celo

adoles-

aroma

y

fresca

de

borrársenos

po

de

índice

a leer

mientras

mos

su

se

de

hace

El

rico

palabras,

Nos

para

conti-

inercia.

martiano,

especie

contar

de

sus

esa

taba

peles

que

acaba

toria.

se

la

de

autómatas

ron

de

con

aventa-

autocrítica,

que

salud

quien deportivamente mismo.

como una transfusión de sangre pura y antigua a los que nos disecába-

en

hasta

para

blanca

se

con

la

siembran

retoña

Manifiesto

venial

es

tados el

y

no

patria.

pecado

cargamos

Y

antier

de

rosa

de

zados a su estrella, contagiados con la inquietud de su época, la fecundan

nublara

románticas.

O hasta

inmortalidad,

demasiado

manera

permaneció

adultez

lágrimas

nos

corazón

cenizas

empujándonos la

Si

una

aquéllo

aayer,

Martí de

masiado

con los vivos y la hora oportuna

las

MaMrtí

hacia

su

sanguíneo

apasionado

cenizas,

a

HELICES

jugabamos

a examen.

Además, Martí no necesita medium para hablar, porque no es muerto común.

que

José

reliquia,

mito,

con

hast

Cuba como devora a sí

suer-

fuerte

Más

aunque

no

para

para

CAMPOAMOR

Aquéllo era externo y ésto muy

interno,

cien

Por

viento

falso.

pobre ciñe-

Y

serían si nos

prosa.

velas.

mira;

So-

comillas

formidable

impulsa

de

siglos.

tiempo.

años de José certificado de

a abrir

voluntad de

Nos Queme

la

cialista, fué en

sitúa

ubica-

donde como

luego

batiente

norteamericana.

Baliño,

preguntó radical:

Revolución

iniciar

mos

nos

Carlos le

la codiciada

el mapa

estrategía

Cuando

La

y

en

no

“¿La

es

la manigua,

pionero

más

a

so-

fondo,

Revolución?

la que sino

vamos la

que

a va-

a desarrollar en la República”. (Pasa a la Página 23)


HELÍCES

AGUARIO, ZODIACA DE ENERO MIGUEL

MELENDEZ

aquellos grandes poetas clásicos, convendrán ustedes conmigo en que el tal Acuario no es sino Ganimides, el joven imberbe y modernista, hijo

MUÑOZ

de Tros y de la gallarda ninfa Calirrhoé, que se

Asi como el enfermo del cuentó para tomar una medicina amarga y desagradable, pretendía comenzar por la segunda cucharada, la mención de los signos del Zodíaco suele empezarse por el undécimo, saltando sobre el primero, que es Aries, por motivos astronómicos que a ustedes no les importan ni a mí tampoco. El signo de Zodíaco que rige y gobierna el mes de enero es muy popular, quiere decir muy conocido, pues no sabemos que esté afiliado al

Partido de la Mayoría en nuestra tierra, ni que

SA

7

haya realizado frecuentes viajecitos, primero a Isla Verde y ahora a Trujillo Alto. El Acuario creado por mitógrafos, dibujantes y pintores clásicos es un anciano de barba larga y naturalmente fluvial —de lluvia— que se

conoce bastante por haber aparecido en cuadros de Tiziano, Miguel Angel y otros grandes pintores en el crítico momento de ser arrebatado por el águila

que

Júpiter

utilizaba

para

éste

y otros

fines... políticos. Fué, así Ganimides el primer individuo a guien la aviación condujo a algo práctico. Pues el empleo de copero de Júpiter —encargado de servir al Rey del Olimpo, agua, vinos y toda clase de bebidas— debía ser algo envidiable y estar mejor recompensado que cualquiera de esas plazas de clerks, mecanógrafas, archiveros, etc., que hoy día constituyen la suma aspiración de muchachos y muchachas, semejantes a Ganimides. La

fué

causa

una

del

humorada

tanto metido

nombramiento

de Baco,

de

que

este

joven

hallándose

apoya en un cacharro simbólico que derrama agua

lanzó detrás de la graciosa Hebe, la cual aturdi-

sin cesar, y ofrece el aspecto de haber empeñado

da, se cayó y dejó caer con ella, el cantarito que se hizo añicos. Sus padres, Júpiter y Juno, le propinaron la gran paliza. Le prohibieron que

todas sus ropas por lo ligero que andaba en ellas. El sol tarda algún tiempo en resolverse a abandonar el signo simpático de Capricornio, en el cual entró poco antes de Pascuas. Y ya llegados los días 19 al 20 de enero, penetra en el do-

minio de Acuario, que se puede interpretar como una

Buena

promesa

de

que tendremos

agua

ciente en nuestro acueducto veleidoso. Lo malo es que el sol no siempre

sirviese

el vino

en adelante...

Y,

luego,

se con-

tentaron, por fin, y la casaron con Hércules, da menos, un forzudo y atlético varón...

Y asi termina esta historia.

sufi-

cumple

su

promesa y se burla del Servicio Insular de AcueComo

mucha

gente

vulgar

y

tramposa,

sanciones

cada

signo

penales, la misión

en el Olimpo,

sobre todo,

>

del Zodíaco -

NN

bajo

le asignara

que

que se

Acuario

pa-

ra que vierta el agua necesaria para llenar las represas construídas en la isla, especialmente la de Cidra, que fué planeada con la esperanza de que surgieran ríos y quebradas que la alimentasen y que el citado Acuario estuviera continuamente vertiendo su tonel sobre ella, Antiguamente

la forma das,

que

se

caprichosa algunos

daba

al

signo

y convencional

pobres

astrónomos

de

Acuario

de unas tienen

on-

la lo-

ca pretensión de que representan un torrente o un río. Mucho más lógico nos parece la opinión

de que este Acuario, según cuenta Virgilio en la

AN

BbH——————_—_———

cumpla,

de modo

177 770007 070 000 77000 00900700000 III 900090

Acueductos,

Eneida y Ovidio en la Metamorfosis, no era tal aguador, ni escanciaba agua pura con su cántaro, sino una bebida más agradable: el delicioso vino de Chipré con que se regalaba el dios Júpiter en

los augustos

y divinos

Por consiguiente,

vacilones

si aceptamos

del Olimpo...

esas opiniones de

e)

ductos.

promete, pero no cumple. Por algo Acuario es invención de la imaginación humana. Se está tratando de celebrar un contrato entre Júpiter y la Autoridad, o Servicio Insular de

un

en palos, y no de agua carbónica, se

A]

SS

UTN

ELITE

TL

1

ASS DIOSAS

SS

SNS

S

a

S

a <SSy ==

s SS

na-


El Problema Por JACINTO

¿do de un

Moral

h,raje tan agrodoble..

J. ROUCO

El Mundo Humano, se encuentra dividido en clases sociales —y el hombre, en cualesquiera que

se ubique, se encuentra incómodo y descontento, creyendo que el mal, motivo de su pertenece al del otro sector. Es preocupación de sociólogos, y científicos, buscar a armonía, la mundo. Para unos es la libertad o para otros, la superproducción

ca de estos problemas rre,

sin

hacer

una

descontento, matemáticos felicidad del la opresión,

o la escaces.

he analizado

afirmación

Acer-

y se me

ocu-

categórica,

para

dar lugar a que ellos lo hagan; que el problema a resolverse, no es el económico en si, sino la consecuencia de otro mal. La explotación patronal, la opresión gubernamental,

no

son

causas,

pero

el

progreso

no existe para el bien general, sino para una parte precisamente en pugna con el problema moral que nos ocupa. A esta parte alguien la llama privilegiada porque goza de todas las comodidades, satisface todas las necesidades, gustos y caprichos; pero aun en esto, si se analiza, se encontrará que quienes aparecen con estas ventajas han perdido en salud física y psíquica un tanto por ciento de su vitalidad; por que el pro-

Los amplios y cómodos ca» marotes y el ambiente de hospitalidad que prevaleció abordo hicieron posible un viaje tranquilo y agradable.

greso no está en concordancia con la vida espiritual

y en

un todo

con

la ética

del vivir.

Si el hombre tuviera la intuición de sus designios, si fuera tocado en su espíritu por un sentimiento afectivo hacia sus semejantes, sería fe-

liz teniendo la compensación de saberse útil, y si en

su

dolor

comprendiera

el dolor

humano,

em-

plearía la inteligencia como herramienta coadyuvante abandonando la esterilidad inconsciente

que agrava cada día nuestro mal; debiendo esgrimir para el bien, las armas de la actividad y el

Películas ... Bailes ... deportes sobre cubierta y la agra dable experiencia de comparcon momentos tir alegres nuevas amistades... todo ayu-

a

que

placentero

hiciera y

un

viaje

divertido.

valor.

Empezemos cios,

primero

los

a trabajar, nuestros,

los

demoliendo de nuestro

prejuicírculo

familiar y amistoso, y así iremos contribuyendo a solucionar el gran problema moral. Se necesitan sentimientos humanos, en concordancia con las ideas, cuya proyección hacia ideales de perfeccionamiento, señalen las líneas determinantes de nuestras vocaciones. Hay

muchas

doctrinas,

programas,

disfrutar el viaje a cabalidad.

Difícilmente puede igualarse el servicio del vapor PUERTO RICO.

formas

de convivencias sociales. Sin dejarlas de lado, por lo que pudieramos sustanciar de ellas, vayamos siempre al objeto que es perfeccionar los humanos

Todo el personal se esmeró en proporcionarme atenciones y servicios para que pudiera

sentimientos.

Realicemos cada día, al igual que la higiene física, la higiene psíquica; con mayor esmero, por ser la más costosa, por la cantidad de años des(Pasa a la Página 29)

Siga

con

mi

su

consejo

agente

ronsulte....

... hable

de

viaje

o


HELICES

ruel Actividad y el Dulce Reposo

En el

la

vida

mundo

tan

en

los

ella

causa

dar

está

por

la

mucha

que

ha

mortales

sin

espíritus,

do

intensa

a

traído

que

se

a

gus

gullo

la

tural

está

al

flajelo

de

la

muerte.

Diariamente

oímos

sonas que des, desde

pobre el

el bardo labra su

que

y la

de

sus

y

en

el

des-

no

a

tal

dad

la

o

ho-

tiana,

or-

sólo

na-

el darle

todo

pero

cual

en

fin,

figura

dulce la

esto

su

es

clima

enemigo,

siempre de

la

retiró

de

de

en

les,

la

Sila,

socie-

gran

cuenta las

la

luchas

Dichisto-

cho

políticas

la

unos

de

cia.

encuentra el

sigue se

principal

siempre

no

mo,

el

este

de la lucha

por

ver-

aniquilan

los

huella

en

todo,

la envidia, la

valía

en

poco

los

a

las

el odio,

del

próji-

esas

poco

con-

haciendo

organismos

y

no

dan

tiempo al reposo, a la meditación diaría, porque el espíritu necesita pensar,

Orar

to,

y

con

eso

en la todo lo

no

se

va

alguna

vida,

rompiendo al

más

no

existencia,

La el

son

dulce

las el

sólo

reposo,

se

en

mente

que

los

felicidad, del

senda

Luis

mismo

y

que

ello

llenan

en

deber

que

lo el

su

nada

tiempo

vida

que

rica

son que

gozando

del de

se

gran

ser

cartas

en

escribe

estrella

“Apenas la

que

to

ya vosotros

de

luce

picais

esgrimiendo

de

la

cesar las

calumnia

Así

y

vida

Fray

vivir

al

place-

todos

se

su

en

sa

sentir de

del

insuleez,

para

nueva

ha

se

fea.

han

a

una

falta

de

religión

entregarse

en

brazos

civilización

que

ha

casi

lee,

se

leen

y

de

troca-

bellos ideales en humo.

se

el vida

do los más no

la

cambiado

pueblo

folletines,

Yo lec-

turas de porteras y menegildas, no se leen

en

la

prensa

trabajos

o científicos de enjundia, trario,

se

publican

literarios

por el con-

inmoralidades

no son para leerse en una prensa

en

el

para

he

aquí

cual

que

el

fermentado, de

que

la

germen

una

reviste

y

que

cris-

de

insfpi-

madre

de

adquirido sepa

una

que,

al

sus brazos ha adresponsabilidad de

que

debe

hacer

de

su

y nido, pues para ello Dios de las cualidades

su

madre,

figura

y

reina

excelsa

del

de

espo-

hogar.

se me acuse de predicadora.... amo a mi patria con un amor de

y la

como

funden de

es

patria, los

su

menos

además

el

y es

hogar en

él

preciosos

formar

un cambio tre

hará

cosa

buena

sólida,

y

y

una

habiendo

templo dotado

sagrado, zón

de

puertorri-

hogar

mañana

educación,

No pero

desleales

sectores

este

todo,— sea una sabia aunque no haya made-

trompo,

vez

hogar la ha

a la pelea

los

puertorriqueña

sereno

una

lla-

en

di-

escribe

escolástica

comen-

y

de

lo ha

madre

el

un niño en la suprema

honrri-

bochornosa

la

en

educación

embalea

armas

es

mecer qirido

la.

sin

exceso

(ya

quien

buena

el olvide sus

su negra

en

cual

veces

del

familia,

la Antilla y

de-

ya

y la

demasiado

da,

y

sino

Dijo una

en-

que

llegamos

asun-

el

para

el

la mujer

docen-

nace,

si el hijo

inteligencia

en

recordar

los

no

estímulo,

las

a la

fin

infantil

pues

para

que

moral,

solase

para

ya

de-

decapitan

debe

escribe para derribarla. dado Padre Caribe een hermosas sátiras:

en

satisfacciones . del cumplido,

obsta

una

llena

encuentra

escondida”

Aquí

tar

el

que

notoriedad

de una era social que está en fermen-

su

romperse,

eso

to.

sin

defendiera

una

tomado

Llamáisle

sino'prolongarla.

espirituales,

amor,

que

acortan

de

solamente

ha

dominan-

resorte

incidentes

“la

que

Dios.

que

te,

ahogan

crítica

convertida

de-

por

educación

ra

cosas......

sentimientos,

ideales,

la

de

dedicadas

están

señoritas, que, sí,/ cuando exhibirse,

mujer —sobre en el mañana,

tendencias

conveniencias

estado

la

al-

hombre

pasiones

factible

felicidad

“ma

en

más

sociedad,

las

duda

el

uno”.... la

hombre

corazón,

con

con

formada

al

une

encuentra

“Hablar

siempre

do

pensamiento

tranquila comunicación con que se aleja de la maldad

humana.

Así

el

los

hasta

creados,

sórdidas

terminan

primero

van

Intereses

mezquinas,

es per-

deslumbrante;

mociones

batallar

siempre hoy

reconocer

Yo

rudo

casi

que

políticas,

el

el

motivo

el hombre,

pasiones el

en

riquezas;

matiz

y

a

trivia-

se arraiga el arbusto que ha de ser el árbol del mañana; y como ahora todo se subordina al saber, a extender

otros.

se

al

tanta

frecuente asuntos

páginas

generales, —

queña,

adquirir

mismos,

de en

muchas

nos

de

si

las

que

científicos;

trabajo), tiene su origen en el cambio que ha dado —hablando en térmi-

no

de

sobre

sociales

criminalidad,

cuales pueden encontrarse unidos, el trabajo mesurado y el deleite, pues

alejadas

darle

científicas por

demasiado

ya

noticias

lincuencia

dedicó al cultivo de la agriculHay muchas ocupaciones en las

están

auge

vanezca,

hala-

revistas

femeninas

en albums ben de vez no

el

en

ser tratadas

pues

las

que-

únicamente

Diocieciano,

se

de

sino deben

cosas

está

época.

reposo

existencia

y se tura.

ca-

llegado

pues

vida,

revivir legítimo

adecuado por la felicidad humana en la posesión de ella.... La felicidad

este

A

ser,

no

han

de

No podemos negar y sobre todo, en nuestra Isla amada, que la moral, la educación, el arte, la literatura, y hasta la cortesía están en decaden-

comprensión

a O

rer

ria,

esfuerzos.

seres

a

tador.

vidas

mejor

lar

hasta

muchas

la

hombre; horas

personal,

El

el escritor que pluma, muertes

cortan

necesarias

Estos

per-

.engreído

soñador, vida con

repentinas mino

vemos de

y desconocido;

millonario

acaso

y

hacen falta a las sociedael rico altanero hasta el

inteligente

de

decir

desapariciones

al

triunfos, .en

DEL CARIBE

muy distante de la ambición desmedida, de perseguir riquezas, de anú-

desaparecien-

humanidad

consignadas

naturales

nores,

indudablemente

cual

descanso

res

agi-

HIJA

de

el en

corael

cual

metales

que

felicidad,

abogo

per

frágil en el cual

en-

la

natural

educación

escolar, el anhelo de perfección Sana en todos los órdeens, mas una que se destaque una voluntad férrea en contra

una de

del

ambiente

extraña

insostenible

mezcla

Moisés

y

sublimaba

en

mucho

la

humana de

actual;

con

algo

Cristo,

que

resonancia

mesiáni-

ca de sus cantos, la cólera santa

del

profeta hebráico y la ternura dolorosa del dulce pastor de Galilea. ... En

Arecibo,

Diciembre

15,

1952. il

Por LA

A

La


10

HELICES

NUESTRA TODO

DEPENDE

DE

LAS

PAGINA

CIRCUNSTANCIAS

Y bajo el manto de pureza ese austero manto

bajo Por

A a

ROSARIO

veces

veces

todo

soy

soy

depende

de

las

muy

muy

te

GUISCAFRE

quise

que

dulce,

no

veces

creo

Otras

soy

en

nada.

veces

Meno

escéptica

en

A

de

esperanzas.

veces

me

estrangulo

Y

santa.

siempre

estuve

santa, me

echo

recelos

A

soy

a

triste,

quisiste.....

expresiva,

sumisa

soy

muy

altiva;

a veces,

cariñosa,

y

muy

A

veces

como

la

como

soy

soy

la

éstas te

ni

como

sin embargo, como mujer

las

mi

sendero

y bella;

una

estrella,

siempre seguí triste, tú me quisiste.....

mi

tienda

encrucijadas

del

a la santa

y recordando

a la

muy

que mujer

sendero;

fuiste

que

quiero.

dulce,

blanca, tan

Reacciones

son

laz

orándole

CHARLOTTE

de mi

depende

Amor, Jamás

naturales

parece,

AMALIE

amarga

retama.

¿No

de

en

hermosa

esquiva.

caña

Otras

mal,

fulgurante

en

soy

Otras,

mi

mujer

levantando

trabas.

veces

Otras

por

en

Desde entonces camino solitario; peregrino de amor por la ancha senda de la vida. Voy marcando el horario del tiempo, mudo y tristes

correr

ni

encontré,

convertida

pues

de contenerlos,

sin

Todo

como

Y,

reprimo

impiadosa

otras

vez

los

y

embargo,

la

Y bajo el manto de belleza tanta; bajo ese regio manto te quise tanto y tanto, que adoré la mujer y no la santa.

mejores ensueños, deseos, mis ansias...

y en

y

sin

nunca,

sino

cambio,

A veces soy romántica y sueño... Sueño... Sueño... hasta que el despertar me vuelve a hacer huraña.

y

tanto

mujer,

Más tarde, ya cumplida tu promesa; al despojarse del vestuario austero que daba santidad a tu pureza, ¡triste destino artero! Te

A

mis mis

y

tanta;

circunstancias.

veces soy alegre como un repiqueteo de campanas y otras soy tan triste como una noche en calma.

me

ví la

Y,

pues

A

y

tanto

no

agria,

siempre

LIRICA

como

alma.

en

amado?

que

he

sido

tan

la mañana volamus

feliz

tan limpia y azul a Charlotte

Amalie.

de las circunstancias, Rosario

Guilscafré

¿Recuerdas la maravilla

del

mar,

la bahía turquí, el embrujo del poblado nuestro amor despierto

MUJER Por

Angel

Y SANTA Jiménez

Lugo.

Bajo el manto austero y religioso del hábito que usabas en promesa; en tus labios sin tinte artificioso y en tu rostro de pálida pureza, te ví tan buena y te soñé tan sana

que te empecé

a querer

dormido y palpitante.... y el tiempo detenido?

como

a una hermana.

Tu corazón Rumoraron

Amor

mío—

y el mío, preciosas caracolas, una nueva canción afirmativa,

puerto,

ancla,

amanecer—

¡Qué no daría por estar junto a ti en Charlotte Amalie! Abigail Díaz

de

Concepción


HELICES

BAYAMON

pondió,

creyendo

día

12

cos

de

enero

recabó

del

Dr.

Pedro

hacia

afueras

Bayamón

nuel bía

dicho

mistas a

José

a

pués

del

El

de

de

tarde.

Ma-

autono-

Vicente

Balbás,

“otras

causas”

por

duelo

Bernardo en

la

ma-

el

de

des-

Muñoz, manejo

fué

en

brazo

que de

pinchado

la

Baume

Eran

por

izquierdo

las

tres

muy

ler-

espada,

dos

era

la

su en

Openente

el

Sr.

segundo

Muñoz

de

manifiesta de

la

Los padrinos protestaron de juez

de

rir

a Muñoz

da,

y

el los

el

¡alto,

sobre

juez

de

caballeros!,

médicos

curaron

Balbás,

tinuar

el

de

lance;

se

a

Muñoz

que

el

dar

Dr.

del

a les

adver-

encontraba

inferioridad el

a

y acercándose

creían

sario

izquier-

volvió

no

si

condiciones

tetilla

que

preguntó de

la

campo

he-

en

mano

condiciones

dijo

el

campo

opinión

superior

había

hemos

nuestra,

a

el

Muñoz

dado

a

sus

declarado Sr.

en

que,

Balbás

el

arte

de

es la

esgrima; ni esta consideración ni las tres leves heridas recibidas por nues-

tro amigo, son causas bastantes aconsejen la terminación de un ce

establecido

en

condiciones

ria

gravedad”.

El

francés

me

protestó

—“Esto una

es

corazón

siguió el

soy

El

no lo

teniente

actuando lance.

batientes

al

signado,

de

se-

con-

to!,

y

al

puedo

Valle

res-

dió

el

brazo,

Y

el como D

los

com-

espacio

juez

del

Velazco

reanudar-

llegado

del

y mi

retiró de

al

tiempo

y

arte

se

juez

es de

autorizar

mi

López

límite

mismo

esto

maestro

que

Habían

cuando

para

r

de

la Bau-

duelo;

como

repugnan”.

campo. se

un

asesinación; mi

de

que lan-

diciendo:

no

Dr.

de-

gritó:

¡Al-

Vicente

ten-

Muñoz

presen-

en

Barbosa,

aquí

Balbás

ha

cuando

dado

la

de

que

ciado

el

salió

de

de

ha

de clase quiera drá

da

que

que

en

este

que

trate

de

Ló-

por

había

la

voz

aquí

ofenden

de

de

alto

hay

felonía

tan

y

hacerlas frente

a

pronto

mi

ini-

no

haber

imcual-

las mí,

se

tenespa-

termine

lance”.

do ya punto

el doctor; cruzáronse vez más hirientes, y,

Valle,

Ordóñez

zando

juiciosamente

y

que

de el

común

el

ta

exacta

de

de

campo

tanto

y

doctor

de juez

palacuan-

ambos caballeros estaban a de agredirse, intervinieron del

sitio

podía

darse

sucedido

estaba

la

que

analiocurri-

declararon

no

ocupaba lo

a

lo

acuerdo

cuanto

(Pasa

todo

Barbosa

que

más,

Villarrugut

y

en

des-

cuenque

lo

el

cierto,

Vicente

Página

Bal-

++)

28

Fr

CASA VICTOR

GUAYABERAS “LA CUBANITA”

Sr. ha-

yo no admito

sostener,

Replicó bras cada

do

ya

puede me

mano,

fuera campo

contestó

cuando ni

de

el

aseguro,

Vicente

alguna;

posiciones

de

garganta;

habido

ex-

¡alto!”

yo

ataque

mi

Muñoz

Doctor,

don

gran

suceder;

juez

Velazco;

honor,

ni

a

el

voz

de

dicha

enérgicamente de

herido

—“Inexacto,

un

de

dijo:

acaba

tiempo,

recibió

palma

presa y

protesto

que

pez

la

avanzó

—“Yo lo

izqueirda,

puntazo

citación,

bía

“sólo

presencia

a

la

nuevo mano.

los

estar

y médicos de Muñoz la interpretación que

que

volvió

en

de

por

inferioridad”,—

armas

Balbás

opinión

es-

Baume.

con

vez;

la

Rivera

do

sola

terminado

así lo quieren,

ataque. Restañada la sangre de esos puntazos, comenzaron el tercer momento sin que Muñoz hubiera atacauna

por

siguiendo

Sr.

en

hasta

doy

que

palabras:

que

de

campo.

el

el

Torres

cárcel

Ernesto

juez

veces el

y

se ha-

de

lance,

médicos,

las

don

y

Vizconde

en

don

se tase

El

te

lance.

actuó

la

en

el'

detenidos

permanecieron

Atiles,

Como

grupo

Dr.

médi-

impedir a

Mauleón

el

que

poseía

un

tiros

fueron

Valle

finca

Mascaró.

que

iban

tando

do

la

Fernández

1896,

servicios

del

marcharon de

de

los

pregunta

te.

— “Señores, El

la

refería a la destreza y conocimientos de ambos adversarios, que ciertamen-

EN LA HISTORIA DEL PERIODISMO PUERTORRIQUEÑO Barbosa

que

11

INC.

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OCHOA Caguas,

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LAVAN

BIEN,

NO SE ENCOGEN

BIEN,

Y

DISCOS —

NEVERAS —

MAQUINAS DE LAVAR Y

DEMAS:EFECTOS PARA-EL HOGAR

e


MUCHACHA

AMERICANA

4,— Arriba, Pat sentada con falda, su afilada espada en

su la

muleta diestra

en la toda-

vía, descanza y medita. ¿Cuál será la próxima corrida

de

defenderse matador

0

He

N,

pa

7

ROLLERS sos, o Pat

McCormick,

joyen,

atractiva,

y

valerosa

torera

america-

na en la fiesta brava en una plaza de México, se adiestra con una carretilla (arriba a la izquierda). Ella practica de este modo

para

cuando

tenga

que

entrar

en

la

plaza

a lidiar

con

los toros bravos, Pat sufrió recientemente un accidente en una plaza

verá 2.— pase

mexicana

y

recibió

una

herida

superficial.

Pronto

vol-

de ejecutar

una

a lidiar, Pat

pone

peligroso

curiosos

las banderillas

al toro

que

dar

observa

le permite

la interesante

después

el golpe

fatal.

Un

grupo

de

escena.

3,— A la derecha, Pat ejecuta un pase por rodilla, En tra sostiene la muleta, mientras que con la sus delicados dedos sobre los cuernos del toro gadísima posición.

su dies-

izquierda pone en otra arries.-

toros?

La

muleta

del toro, hacer

a liquidar

se

pases,

al animal.

utiliza

para

y ayudar

al


HELICES

EN

LA

FIESTA

BRAVA 6— A la izquierda, la escena muestra cómo el adiestrador de Pat, por medio de una habilísima maniobra ha logrado discrear al toro para que se aleje de Pat. Mientras tanto, ella ha podido ya levantarse de la arena para seguir la lucha sangrienta.

5— En posición rígida, otra vez la audaz muchacha apunta con su espada directamente frente al toro, luego de ejeeutar en pase que le va a permitirle dar el golpe fatal. 1

Después

de

matar

al

toro,

Pat

en el centro de la plaza, mientras curiosos le vitorean y aplauden.

se

para

millares

modestamente

de

espectadores

8,— Al final de la: jornada, seguida por sus apoderados, Pat sale sonriente de la plaza llevando del toro que acaba de liquidar.

en

una

mano

una oreja


HELICES

14

AMORES

CELEBRES

—México

CARLOTA

Y MAXIMILIANO

Escribe

DE

ANIVAL

El castillo daba sobre el mar Adriático y se elevaba sobre la colina de Miramar. Tenía ventanas amplias, métricamente dispuestas sobre los terales. Austria

amablemente,

cuesta

ble

nada

y es

como

fácil

matrimonio

cuando

la tarea.

dejaba

no

El

no-

deslizar

tarea

de

vagar

UNA

por

de

su

tiempo

su

la

en

hacer

disputas,

poderes,

par-

versos

su

con a

mano

y

un

galgo

O

sútil,

voluptuoso

no

es

hubiera la

todo.

pañado

en

un la

libro

en

diestra,

la

lo

un

y se

Pero feliz

hubiera

desvivía

gloria!

si

acom-

la

era

inquietud

lo

el

juicio

de

venir. la

preocu-

y

en

Carlota

esta inquietud se manifestaba en especie de manía de perpetuación. neralmente los hijos subliman ansia

de

ma, de alguna te,

trascender

ciencia,

en

ninguna

la

política.

son

noran

que toda actividad

por

Y

el en

lencia

tafísicos.

el ig-

auténtica

es-

endocrinología.

ansiaba

el

poder,

conducía

fondo

de

en que

la

mismo el

Y los

forhacia el ar-

de

su

contemplación pañera

impostores,

encima

Carlota que

los

una Ge-

no pueden tener incapacidad, esa

foúdo tá

ts

que esa

perpetuarse volcándose actividad recordatoria;

la

Ella digna

ta p

orgánica,

le y

a un

creyendo la

gloria, la

entregado

los

hubiera de

a

molestaba

marido,

otra

de

problemas sido

general

eclipse?

Pero los

cosa.

No

si te

podrá

interesa

a

Me

refie-

nombrarte...

suponerlo,

Parece

que

en

la

indoa

la me-

com-

victorio-

so de cascada galoneada. Por eso, aquella tarde corrió alborozada a las habitaciones de su esposo:

na-

Carlota,

ex-

pero

México

es ver-

recordarlo,

como

el mapamundi,

de mi

el

no

en

importa

país

rica

color.

sudamericano,

del

Norte.

He

me he informado. nueva todo lo que

me

es

de

Amé-

preguntado

bien,

Desde que supe la se refiere a México

interesa.

saber

por

cómo

lo

menos

te enteraste.

nadie me comunicó un error,

México

Pero sino

—NO.

Me

lo

me

gustaría

Porque

nada.

Debe

Ana.

Una

dijo

a mí

de ser de

mis

modistas.

México? me

una

preceptor.

—Pero

astros.

Van

Debí

Pero

si

allí

ni

si-

conocen.

un Hansburgo, dinastía excede

y ambicionez, optimista que

gloria,

durante

qué, parece

mancha,

trasladarnos.

—Maximiliano;

así.

paba, la obsesionaba, la corroía. Todas las mujeres de labios finos tienen una

quiera

abru-

seca,

por

por

Sí,

no

poco

realidades fondo una

al

esperado

—repitió

me

una

es

y verde.

sé por

así

un

cumplirse.

aquí.

—¡Ch!...

Maximiliano

Carlota

generaciones ¡La

a

abandono.

nerviosa,

confiaba

estético. vez

completamente

su

mada por era en el

y tal

Carlota

embargo,

Delgada,

las

Y

sido

princesa Sin

ro

asesi-

vida parece un cuadro, un decorais o una porcelana. Hay un placer fini eso

refieres

desde

—Olvídate

fantasía,

revoluciones,

la

a

podríamos

de los problemas inmediatos, de que existían gobiernos,

natos y desgracias. Frente a la estufa,

y

—¿Te

verse

va

México...

...

de:

—No

trata?

hemos

tiempo

—¿En

mayor

y

que

tanto

se

darte

te reclaman.

cielo; se abismaba en astronómicos y dejaba

imaginación

olvidado olvidado

—Lo

qué

—Escucha.

VERDE

ocupaba

contemplar el los problemas volar

aire.

NACION

Maximiliano te

el

—¿De

los

días con la misma suavidad con que las nubes se lanzaban a la monótona

—No

que

...

sudamericana

— ¡Verde! trañada.

VHARA

—¡Maximiliano, tengo una noticia felicísima!

sila-

En él vivían Maximiliano de y su esposa, Carlota. Se ama-

LA

AR

ban

ción

—¡Caramba! ca

olvidas

que

Por

internacional

eres

nos.

que la dignidad de tu los límites de Europa.

nes. —No

Eso te

lo visto

está

en

explica

ciertas

burles

de

ti,

la políti-

buenas

ma-

designacioMaximiliano.


15

HELICES Ana

se

domo

enteró

que

es

Gutiérrez la

gracias muy

de

se

saben

así,

del

valet

Son

de

tierras

de

quistador

americanas, se

mañana

se

pareció

las

dría

una

sable;

tarea

si no

se

las

y

y

Y

respon-

noche

en

un

en

Carlota

ferible

profundísimo.

afrontar

mucho

sus

y

libros,

a

gobierno.

sus

preocupados ría

un

Lo

dolorosamente.

tratados,

a

los

que

saban.

Además

ni

pulos. ¡Al Carlota:

nuestra

le-

so,

parece

—¿No es rras anchas

creo

me

ha

que

nunca

nantes. ¿Sabes Iturbide?

en

—Pues

el

que

a

-¿ Tienes

miedo,

en

te

En

cambio,

a

de

Tamaulipas

Maximiliano? todo

estiman

no

porque

en

tienes te

creen

América

se

ofrece

una

que

confianza.

Te

Mira,

día

el

recuerdo mi

—HEso

de

burgo,

cuanto

aprecio

ti.

interesan

Habsburgo

ni

mi

—¡Entonces

ni

la

por

mí!...

que

lo

Hubiera

sido

fácil negarse

impulsaba

legación mexicana: ante su mujer. rador

bien,

de

puedas

ratriz jo

de

persona.

hazló

Carlota,

—Está

casa

difícil

aceptar.

en

los

la de-

México

sólo

empe-

para

que

emperatriz...

seres

Carlota...

No

suena

mal

estas

do

en

marido.

y

sin

nante

tante

de

tendió tuvo

sin

pasión

México

Hanuras

que

los

ñaba:

en

poco

Así

lo

ello

sus

de bas-

la

enrepara

contemlaba

do

ciones,

a

era es

duda

un

bienes Por

el

que

los

a

que

—Estas en

«en

de

humano

MUJER

tarde

Lorick

Entristecidos dos

que

siempre

mujeres

subir a las escalinata?

vez una

reunión

con

—dijo

ella.

noche son las que vuelvo

parece

me

que

de

Consejo

el

la

de

horas

decía! de

así

olvido

han

pienso

que

qué

eres

ambiciosa

Pero

hayas

se

las

posi-

pierden.

Son

demasiado

ellos

con

queda

su

y da-

escúchame

fortuna, y

—No empeñan

te

el

parece que apoyan-

madre

descamso.

ra

guar-

primera vez has acabo de decirte. no

ilusión

sobre mi frente como manos tenía fiebre. ¿Te decepciona un poco oírme hablar así, no €s cierto? Si eso te agrada y te procu—...

imaginativo,

Veo

me

aquí, la

do sus cuando

de

gober-

Me

a la infancia. a mi nuevamente

yeo

obra-

posición

forjo

me

volver

de

México,

y

todo

de

siento

me

refresca,

y

rece

pero

la

aleatorios,

más

tu

verdadero.

ser Maximiliano. Durante el día no pertenezco sino a México y a los asunDespués, cuando oscutos de Estado.

a

Maximiliano

que

ganan

una

nes

Ministros

últimos

te

aire

poeta.

poder, se

es

llesi

en una de ellas estaba Maximiliano, con la mirada perdida en uno de los ángulos del saloncito. tielevantado? Mañana —¿ Todavía

sabes

llegada

nueva

todavía.

encima

ser

los la

el

la

fin,

de

Sentado

Maximiliano.

lo

no

aunque

el

en

a Maximiliano

cuenta

bien:

A su paso .el: pueblo aplaudía

más

descubierto

tren

acompa-

la

ignorar,

Perdóname,

en

vanidosa,

país.

los

que

das silencio. Por pensado en lo que

el

América,

de

bien

han sabré

ti,

a desde

más

que

del

de

lo an-

únicas

todo

sino

amas

desde

lugarteniente

con

A

Abrió una habitación. hasta ver pudo Carlota la puerta y entonces esos altos, respaldos de sillas unas la nuca. hasta llegan que respaldos

opiniones.

visto

playas

ti,

crédulo,

He

brazos. pensó

que

<a la:capital

Bazaine, 111

por

verde”

infinitas

un

vanidad,

mientras

conducía

general

y

entre es

Maximiliano

Napoleón

Era de

agradecimiento.

las. El

poco

Maximiliano

“Si, si

afectivo.

asistía

en

y

preferiría

si

pero

ni tu

otro

puesto

mío

tus

amas

—i¡Pero

Ella corrió a sus brazos. Lo besó, abrazó, con una efusividad gratuita valor

He

—Si,

lo

orgullo,

yo

furso

tocado

Llegó

caso?

sobre

México,

—di-

la

naciste,

queridos. mi

—Sí.

empe-

tristemente.

Has

que

—¿Es

cambio,

Seré

ver

el

han

separaban.

visto alguna preocupadas

—Preferiría no hablar, Carlota. A vces uno descubre pequeñas imper-

días

aceptaré.

sentirte

a

men-

desde

dolor,

sinceramente. hablan humanos seres Apenado él, por disminuir la alegría poco un duele quien a alguien de que se dude de nosotros. Subió la escalinata, lentamente ¿Han

hablado

que

ánimo

fecciones,

ante

que

desvíes

estado

me

he

conozco

tiene

Nb-

conversación.

por

te

de

te

Pero

sucede

al

pena.

recién

minutos se

que

es per-

de

Maximiliano

como

ambos,

baile.

nada

terior.

una

perfectamente,

primer

la gran oportunidad de la historia. Debes hacerlo por la casa de Habs-

—No

Algunos

nunca.. Y

de

bonanza.

y Carlota

equivocación.

siempre

débil.

te

de

mentir trata

o

hay

ni más

Creo

constante

júbilo

entonces por

no

el equilibrio

nacimiento,

de

Que

ESCALINATAS OQ UNA PREOCUPADA

que

no

hablar

felices

otras.

una de

tu y

tiemis

Sabes

se

que

Hay

cariño

lo

Lorick?

pues.

a

apoyo.

no

Y

que

nunca. para

más

de la suma,

alegría,

Lorick.

no

—Sabes

lo

Europa

siguientes:

gar,

Pero

—Explícate,

cuna.

me

crees

caso

sino

con

esto

que

tienes

sean

horas

miento.

este

muerte.

—Miedo, no. Pero parece innecesario. No

sucedió

lleguen

motivos

he ami-

prefiero

los

desde

Carlota.

crees,

no

los

desgracias.

que

de

eso.

me

—Sé tira,

Congreso

condenó

—Mira,

le

advertido

cierto que sí? Estas me han afirmado en

sea

—¿No

intranquili-

zado, también muchísimo. No. han corrido muy buena suerte sus goberlo

la

a Maximiliano.

haber

las

y

poco

—Pues

final

parece

calmosamente

en

desgracias

Siempre

mujeres

muy

desdichadas

y

podero-

me

Lorick?

personas

sentimientos.

historia

interesado? Y

ai-

para

es

hasta

—Discúlpame,

ha

al

despejado

aquí

Y

más

—asintió

—Muchísimo.

lo

quiero

—Me

México. —¿Te

Lorick,

deseado

Todo

mismo

la

con

he

escrú-

leyendo

de

estoy

así?

picaba

tanto

intere-

estuve

ya

no

deslumbra-

especial.

las

creo

—¿Qué

pulmones,

que

le

'a

mar

los

mí,

ti, en

prueban

fecto.

ni

dijo

Y

te he visto

que

se

esas

una

encontraremos

ciertos le

seguro

marido.

de

de

porque

pro-

tierra

tenía

siguiente,

del

de

gos

de

una

esta Casa.

lo

confianza

cielo

fortificante.

que

político-

Amé-

de

sal

un

entendía

día

—Anoche

de

gloria

desse-

yes, reuniones, deliberaciones sociales

—En

a

eso

Todo

por

estoy

tu

porque

pensado

Lorick,

americana,

fondo

bajo

a

que

viejo

noche,

conversaba

libre,

banquetes,

paseos...

reemplazado

pen-

Adiós

esa

la

el

yugales turbarían de todos modos su tranquilidad espiritual. Casi era pre-

re

traído

noche

que

poco

confianza

el

hombre

musical

con-

de

habían

Maximiliano.

funda

disputas

no a

—¿Dudas

encontraba

ten-

aceptaba,

agobiadora

lo hacía

seguro

inmigrante.

personas

Habsburbo

rica,

Maximiliano

Si

con-

ames

—No

INMIGRANTE

entristecido.

que

que

LORIC Entre

alegrarse

más

sentía

actualmente,

en

hará

consejero de

todo,

da.

los

lugar

con

cosas

oficial.

EMPERADOR En

Pero

confidencialmente.

pasado

comunicación

ostensiblemente.

mayor-

Presidente

mexicana.

Posiblemente la

un

amigo

Estrada,

delegación

que

a

visibles. hombre,

destino. Yo,

va

Y no sé por

nací para mandar. los

todos

que

en

a

están

que

yo

sea

mi

lado

quien

se

sesuel-

problemas,

—Es

que

mejantes.

—¿ Y a mí —Sin

ayudar a tus semejorarlos ...

debes

Cambiarlos,

me

quién

embargo,

a

tu

ayuda? alrededor

están contentos. Te necesitan. Tú necesitas creer que —No.

todos

ellos


HELICES

16 me

netesitan.

Y

no

hay

más

que

ne-

Fué

en

vano

que

Carlota

tratara

de

—Tus súbditos te respetan. El ejército te obedece. En Europa saben que

restarle yéndolo

importancia al hecho atribua algunos descontentos que

carecían

de

eres

pre

cesitar

una

cosa

querido

para

y

creer

en

ella.

admirado...

Ayer

fuerzas

se había

poco

impuesto

mismo el general Bazaine me decía del profundo afecto que sentían por

completamente

ti sus

oficiales.

sino, unos

están

que

jugaba

comentarios

Todos el

Parece

mientras

que

de

hombre

que

NO

FUE

en

al se

referían

acuerdo

en

necesitaba

UNA

piedra una

serie

de

ti.

tido

en

curso

eres

este

país.

PALOMA

dor

ser

que

aceptable por

ro

es

lo

que

sea

—dijo

forzándose más

yo

un

Maximiliano

aparecer

seguro

adorable

empera-

alegre.—

que

emperatriz

eres

de

la

solamente

esa

con

ventana

una

no

de

cinta

entrara

rosa...

burla,

gada,

pero

Carlota—

—Te

haría,

—agregó

su

pico

y

brazos,

suavemente,

templar a ernecidos,

til

cayó

Ei

ruido

la

tierras

ricanos. mera

der

en

la

esa,

idea

en

to-

hala-

a

mí...

dejará

en

al

suelo

los

suelo

ño.

poco

hecho

sus

la-

para

mil

sobresaltó.

una

Atado El

acercó

un

con-

su mujer. Así estaban, encuando de pronto un cris-

instintivamente el

y

demorándose

a

y

ya

de

pedazos.

Se.

separaron

pie

vieron

piedra

de

ella

se

veía

se

apresuró

emperador

regular

un

en

tama-

papel. a

reco-

gerlo. —i¡No lo leas! —exclamó ella. Maximiliano lo desenvolvió serenamente. Recorrió las líneas co msu mirada y luego murmuró:

—Escuchad. “Ningún

Dice

Defenderemos sangre.

que

res Correr tadores”. —No sa

nos

nuestra

Abandona

territorio

así:

extranjero

te

la

es

de

caso.

El

con

antes

ajeno,

suerte

hagas

gobernará.

libertad

cuanto

si

este

no

todos

quie-

los

pueblo

dic-

no

pien-

así.

—Estoos Carlota. blo. Ya tu

hombres

la

señalando Una

a su

tierra.

Estoos hombres son el pueves, no ha sido la, paloma que

ansiabas

jo,

aman

que

el

fuerza

llegó

por

vitral

oscura

allí

—di-

destrozado. y

sabia,

intuiti-

va e insurrecta, se movía en las calles, conspiraba en los rincones lóbregos

y

noble

se

disponía

que

Carlota

a

defender

el hombre

lo

dice:

ignoraba

día

entender

a

su

tras

recogía

unos

mano, repetía —No. No fué

y

por

trozos

lo

más

la libertad. eso

marido

que

de

no

po-

mien-

cristal

en

automáticamente: justamente una pa-

loma...

Maximiliano impresionado

quedó al

profundamente

mecibir

el

su

la

es-

tu regazo una flor —agregó Maximiliano. Entonces él la tomó entre sus bios,

le

para que

posesión

por

le

era

bastó

la

relacionar había

adver-

gobierno.

ardiente

que

Todo

y

del

No

se

respetable gobierno

pertenecían lo

reacción

a

comprendió

fué

la

manos

de los

hizo

llamar

que

visiblemente

con

de

que

y

de

los y

dejar

mexicanos. a

la

de

ame-

su priel

po-

Con

emperatriz.

DE LABIOS PELIGRO

FINOS;

mensaje.

ha

llegado

el

momento

claramente.

necesario

que

volvamos

Europa?

¡Te

Creo a

Eu-

ropa. —¿Volver

quecido,

a

justamente por derramamiento

que sería totalmente pienso que debemoos en

manos —

¡Pero

mo

has

enlo-

Maximiliamo!

—No. Y evitar un

eso de

quiero sangre

inútil. Es decir: dejar el gobierno

de

los

son

nuestros

adoptar

patriotas.

una

enemigos!

desición

¡Có-

semejante!

¿Todavía no ha sonado el primer disparo y ya piensas en abandonarlo todo?

¡Con

recibiría rado

qué

expresión

allá!

para

gresar

en

¡Qué

noosotros! esas

de

papel No

burla tan

nos

desai-

podemoos

condiciones.

re-

Además,

con el apoyo de las tropas del general Bazaine, aplastaremos cualquier inten-

to

de

justo —Carlota:

hablemos

es

insurrección.

—Es

paloma

y acercándose

rozará

país

histo-

falta

una

carta hechos

lucha

MUJERES

por

su

la

conspiración,

Pe-

ria! —Mira,

ese

un

que

que

Siem-

le escapó a él que tras aquellas líneas se escondía la voluntad popular, la

las —Puede

el

razones.

el emperador

extraño,

Caa

que

con

en

oyó

el

billar,

y

sentido

de

ocostará

muchas

sacrificarlas

orgullo.

Con

a

nosotros

vidas

la

y

vanidad o

sin

no

es

y'al

nosotros


HELICES

este y

prís

puede

vivir

y

desarrollarse

—No

es

feriría En

civil

en México. Hay todas las mujeres

de

pero si éstas poder en sus

irse

tas

y

ta

la

gente

vivido que en

quiso que

ria,

en

que

lo

un

tiempo de

las

alte-

acompañaba

Sí,

la empera-

porque

creía en

que

sederías

resul-

en

la

glo-

ya

ni

daban

las cré-

dito les.

a la patraña de los príncipes azuSí, porque resulta que la empera-

triz

creía

como

si

único

para

la

que la

juicio

de

la

tuviera

tiene

historia

la

a aquellos

Ibertad

pretendía

popular

el

historia

sepultar

ahogar

lota

en

del

pueblo.

sacrificar

mexicana

antes

el

tercer

daba

al

OPINIONES

de a

sus

tomar

saloocitn

mar

amig*p el

del

te

con

-es

Lo

poder

tratan Y

de Car-

ls

ro

palace-

Adriático.

SOBRE

LA

GLORIA

Pero,

los bre

afortunadamente,

insurrectos del temple

jo

de

indios,

político

al

frente

liberal,

exilado

de

brillante

en

La

y

rez,

este

patriota

gobierno

desde

allí

francesa pas de petit”) niente

americano San

lucho

Luis

contra

estableció

de

Potosí

la

invasión

que llevaran.a cabe las Napoleón III (Napoleón por intermedio Bazaine.

Luego entre

las

y

de

las

en

de

los

tropas Benito

de

su

y tro“le

lugarte-

fieles

a

Juárez,

encuentros Maximiliano

el

emperador

no tuvo más remedio que asumir un papel activo en la lucha que se había

la

voluntad

entablado.

que-

afrontar

residencia,

Mientras Carlota

tanto,

seguía

desde

su

ansiosamen-

les

a

los

enemigos

y

que

éstos

tal

forma,

civil asi

en

y

su

que

a

duraría

culado

más

todo

el

primer

y

crecían

lo

confiaba

tan

es-

emperatriz

st

que

primer

la

que

guerra

había

cad-

momento. en

el

Pero

triunfo

de

causa, Un

mediodía,

en

noticizs

del

Lorick,

eh wiejo

día

no

tanto

combate,

—Pareeé

da

esperaba

acercó

a

ella

Lorick.

que

más

que

se

las

cosas

difíciles

se

hacen

—comentó

ca-

ton

to-

apesadumbrado. —

¡Es

nes,

que

ardor un

roe

espí1r

en cada lo

los en

—Mucho. Como blaré con

cada

las arccio¡Ellos tie-

ángulo

¡Ah!

Estoy

...

decidida

a cualquier

podrás

Iré

en

ataques!

soldado!

conseguiré

—¿Qué

valor

falta en

aplastaremos.

y

en

la

de

Pe-

posible

crecíam

pensr

un

sido

multiplicaban

se

obligada

acciones.

había

intento

nen

prinreros

de

no

reducir

Habana

y en Nueva Orleans, luego ministro de Justicia y autor de la, famosa ley Juásu

que

pontáneamente,

se encontraba un homde Benito Juárez. Hijurisconsulto

alternativas

resultaba

vió

historia,

juicio.

que

en

que

reuniera

en

gue-

dispuesto

Solamente

emperatriz

empleadas

la

feliz en Europa tierras turbulen-

quedarse.

la

ellas

maliciosa

se

empera-

a tener hay que

estaba

más estas

y ooscuras.

triz

pre-

que desconde labios fi-

llegan manos,

Maximiliano

hubiera Central

la

desencadenar

nos, gún a

Antes

orgullosa,

de

fiar

merles.

sonrisa

te

ceguera

acababa

rra

abdicar.

muerte,

su

triz

posible

la

la

cuando

engrandecerse.

17

hacer

a

lo oyes. Eugenia,

y

un

hé-

pero

los

a

ello

precio.

tú?

Europa Iré a Europa. Haella es mi amiga.


HELICES

18 Creo

que

Napoleón

III

no

le

silencio:

negará

biera

nada a su esposa, —¿Y qué le pedirás

al

emperador

Pero

de

todo

lo que

sea

las

yo

te

preocupa

Carlota.

también

me

me gustaría porvenir. —Y mi

me

referir

mi

—¿Y

que

la espera

que

pasa

en

lo

la

y

mi

no

pienso

mos

los

van

solución

hombres

nombre me ser

que

admirativamente.

asusto un poco un desconocido.

quiénes

a

quisiera

que

y

te

para

animales.

Por

un

pe-

loro,

caballo.

me

—Sabes

gustaría. Sería capaz de dejarme ducir por la inmortalidad. Pero

sese-

Sí.

gún

no.

muchas

Napo-

—Iré.

un

están

Fíjate león,

las

si no

Francia,

cosas

no el

qué que

sino

al

Gran

Corso.

locos

que

los

un

li

gobierna

otro,

ahora

pero

que

En

un

cambio

los

de

jóvenes,

floristas

y

buena

gente,

po

ocuparse

de

—Lorick,

Eres

un

cuenta

los

vive

las

carboneros,

feliz y no

de

mo

tus

los años

palabras

han

ro

no

mi

presencia

y

dices.

tomo

esas

en

creo

que

tu razón.

Pe-

irreverencias

y mucho

menos

en

¡Maximiliano!

Yo

blarle que

lo

que

él

me

vayas

a

ha-

de

has

oído.

No

ese

modo

porque

arrepentirte

EL

DIALOGO

medida

la

situación

se

hacía

del

que

tendrías

de

más

general

las tropas difícil

Bazaine

en

los

eran

tiene

traerlas

días

Las

completa-

el

so, no

será

inútil.

Na-

bastantes

tropas

com-

Europa

un

será

—Es

como

nuevo

en

para

frente.

que

para

¡Soy la, única res-

ponsable!

Es

a quien

tar,

a

y

no

ti.

Si

de

pasar, que

gún

esperando

lejos

Corría

estaban

como

los

por-

de

ya

ra

colmo

desenvolvimiento de los. hechos fatídicos, y aunque no hablaba casi de ellos parecía querer significar con su

de

su

infligían

invasores.

partió corte

¡Qué

El

esposa,

que

el

país

de

cada tropas

vez pa-

“Querido mío: .He estado con

apa-

pérdidas

recibió decía

a,

oírme.

SOL

ya

cierto

se

El

pe-

lo

con

desdén.

reflejó rey

melos

preparado,

serenamente,

rubio

demás

En

nin-

en

sus

temor

austríaco

pa->

afrontas'

mortales.

orden un

lo.

Los

me,

al

perentoria, varias detonapoco

de

botones sol,

de

una

ban

olor

a

que

dorados

parecían

pólvora,

Un el

de

las

soldado

humo

nas

oyó

estaba

y

a

Maxi-

Pacarta

asf:

unifor-

mariposag nubes

pasa-

miraba

el di-

había

hecho

de

el

ruido

de

la

descarga.

lejos

en

el

tiempo,

un

descorchar

imperial ya

. ApePero

que

botellas

de la Hofburgo.

sufría

Por

noción

de lo que sucedía a su lado. era emperatriz ambiciosa, ni

Ya mo la des-

de una

casa

ni la noble

ansiosa

una

mujer

pobre

plemente

Carlota,

desordenadas arreglo

que

real

ver

irregulares.

importante,

gloria.

No.

Era

se llamaba,

sim-

usaba

y el velo

permitía

facciones

de

ni

le en

tenía

cendiente

no

de

sobre

esto.

tan

pareció suerte,

su

torpes

Arriba,

lentas.

el salón

en

situación

males,

de

su

miliano era cada día más difícil. de

pa-

de

sensibles La

quieren

el caño de su fusil. Carlota mo vió nada

una

1867.

Los combates sesucedían con mayor frecuencia. Las los

si

de

días

rente entrada triunfal Moctezuma! ...

no

ma-:

gritado

fusilamiento.

revelaba

Una

quedó en Méde la

el año

aquellos

he

ba los hechos con decoro. Nunca há-: bía hecho un gran esfuerzo por vivir,” y morir le parecía más fácil que a

fraca-

final

Carlota

noticias

del

instante

ojos.

alocada.

Maximiliamo

lo

AL

grave,

bujo

siguiente,

pero

deben

se

el rey rubio caía doblado contra el sue-

desesperadamente,

día

Ya

soldados,

sairon

aventura

a mí

guardias,

vió

in-

hablando

el

mal

tengo la culpa! ... ¡Tu no de--

gigantescas.

próximo

allí,

del

séabas venir aquí!

que Carlota se acercó a su esposo y buscó refugio en sus brazos. Se be-

presintieran

volcara algo

ahogada

al desastre,

seguir

se

pagar

denado:: De tanto en tanto,por los sollózos, repetía:

lotón

¡ABDICAR! pudieron

llorar

desenca-

ciones,

No

lágrimas

preparativos

dis-

Tu

hago.

a

nunca. Sus ojos azules, grandes y lancólicos, miraban con serenidad

vano.

último

sobreviremos

el

aceptaba

en

comenzó

al

deses-

había

so

todo

ya

en

resignado

suerte;

vayas.

con fuerzas sufiderrotar a Benito

triotas

su

te

mente en México, cientes como para Juárez.

mente insuficientes para detener los levantamientos que estallaban inesperadamente en los distintos puntos del país. En tanto Maximiliamo parecía en

no

luchal.

que

y

llegar

aferró

Así, hora tras hora, al dolor y la obsesión de su. culpabilidad fueron obscureciendo su cerebro. Llegó la mañana de la ejecución. Maximiliano parecía ese amanecer más alto que

amistad.

maárido.

que

Se

une

pronto.. Antes que yo estaré nueva-

xico,

extranjeras México.

su

pri-

dista

Me

una

ante

él

BOTONES así.

en

permitieron

¿inconscientemente

los

verlo.

¡Europa

Montijo

prefiero

ra Europa.

VISPERA

transcurrían

a

le a

de

aquí!

resuelto

de

esta

Francia. A

de

intercederá

Al

LA

ir

—Regresaré muy te des cuenta, -ya

luego,

DE

hará.

en

entendería. —Ya

Eugenia

la de

Maximiliano. —

lo

Pienso

he

prometidas

que

porque

enturbiado

repitas

toda tiem-

no

dón»

'proporcionár-

enloquecido?

Lo

tento

irresponsaíble

no

millas

poleón

tiene

lo

¿Pero

Maximiliano

marido.

celda,

*- —¡Yo

hará.

—Pienso

él, sabes

que

Lo

seguir

nada de un gran

“¡era

refuerzos.

yo.

debe

III

—Carlota,

gran

efigie

lo sé

Li-

y derrotados

si no lo hubiera hecho nunca ese momento, como si toda su

en. la

Te necesito aquí, a mi lado. Tú-eres lá única que me da fuerzas para pro-

abogados

sabe

repite

Los

modistillas, los ladrones, los aventureros, los poetas, los prestidigitadores,

las

Necesitamos

su

reserva

sola

.

¿Has

Ella

(miopes),

los en su escritorio mármol) con la no

a

el

Napoleón”,

historia

que

1,

lo nombran?

soy

pretendaluna

problema.

noslos.

en

Napoleón

“yo de

gente

hombre!”

a

especialistas,

que tienen tintero (de él y nada,

sucedió

¿Quiénes

médicos

Así

actualmente,

le

dicen

profesores

los

ejemplo,

como hasta

que

—Eso también de conseguirlos?

recor-

que

Carlota

de

precipitado.

decisiva

su condena y su muerte.

peradamente

la-

es?

-—Napoleón

—Los rro,

este

A

lado

demasiado

Hay

habían

extranjeros,

de

de

se

la batalla

sión, esperaba

atrave-

tiempo

para

los

a

se me

que

está

atrás.

—Refuerzos.

dasen?

es

ya

como

echarnos

—¿Cuál

me

no

luego

culpable

la

brada

durante

—No

soy

por

Esto

cimientos

Maximiliano.

la miró

ue

ya

adelantado

cuando

esposo:

permaneció

situación Pero

termi-

a su

palabras.

inadvertido

difícil

mentaciones.

entiendes

preocupación?

desisto

y

las

la

todas

noche,

hablarte,

puse al tanto de la situación y se rmos-: tró vacilante. Por fin me aconsejó ajbdicar. ¡Abdicar! ... ¿Te das cuenta? Retorno a México. Juntos afrontaremos lo que el destino nos depare.” Cuando Carlota regresó, los aconte-

hu-

adoptó

tentar

dijo

la vista,

de

samos.

los

Entonces alegro de

en-

creo

tentado,

que

me

Europa”.

mo

Una

cenar,

segundos

Estás

¿cómo

luego

serán

unos

eso?

recordase

de

levantó

veces

sentiría

sentimiento

que

A

que

entonces,

—Pero

ya

más en

Quería

posibilidades.

El

—¿Tanto

ceguecida,

sabía,

emperatriz

—Tengo

gloria.

lo

actitud.

nando

necesario para mantenernos aquí victoriosamente y edificar nuestra legí-

ya

permanecer

la

misma

los franceses? —Tropas, refuerzos,

tima

“yo

valido

unas

ropas

revuelto

y sin

claramente Había

sus

perdido

la razón, y al verla en ese estado, alel

Emperador.

Le

(Pasa

a la Página

28)


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20

CIVILIZACION

OPRESORA

CUENTO

rras —vergonozoso anterior—, amar los la mesa

BREVE

Como

en

el

ejemplo

del

león

inicia

para

tada

una

en

vez

pleno

mundo

era

dustria

y

una

ciudad,

desierto,

feliz.

las

La

artes

kombres.

Gozábase

levan-

donde

todo la

habían

allí

pueblos

en

refiero:

el

una

a

ese

joven

extraña

pañeros.

Conquistándolo

haremog

fácilmente

todos

los

ras.

Elijamos

tras

hijas,

y

démosla

sutil

del

esto

en

di-

mujeres

los

portaban

sus

habitantes

cho,

aunque

porque

en

su

no

lo

eran

hayamos

vecindad

vivían

leones.

el

desierto

saltaban,

mataban

nes

salvajes.

lindante y

Las

se

de

los

cafan

hombres

a

luego

las

con

de

desierto y

leo-

viento,

largo

más

de

la

ciudad, En

ésta

to

bárbara

su

se

animaba

lucha;

la

interponía

y

en

la

a

ambos

y

colmillos

crear

no

tenía

sino

dos

esposa

a ese

de

su

idea

en

que

aquella

ella,

las

no hubieran ensayado para sojuzgarlos; los

sistían,

y

continuaban

horizonte Tales tiempo

a

avance

de

la

Pero

un

día

concluir

sas,

y

la

deliberar. Hasta

cruzando

con

aquel

Pasaron

que

por

fin

se

de

reunió

los

días

un

hombre

en

das

hemos Hay

hecho que

nunca

coa

se

a

joven

Se

los

?*eleo-

la

nuestras

hijas.

Ya

saben

a

azu-

demos bella

cuál

me

ras

los

Y y

gustó le

limar

tibio,

tad

de

en

el

la un las

embargo,

que

mala

corto

fe

Las

al bo-

plazo

con

con

lujo,

de

alianza.

halago

sutil

los

y

con

animales

primitiva

de

aso-

la vie-

y

echado

so-

sobre

las

la harbilla

la

obra

sutil,

perse-

de los hombres. 'Se

sentía

completa-

el

vientre

repleto

gentes

del

cebado,

ser

hacía

el

tiempo,

de

la

por

ciudad

que

—pues

nos

que

joven

De

la

él,

el

preocupaba

viejo

vitoreaba

de

a el . de

la joven olvidado

era

una

prin-

consorte,

nadie

ya.

padre

se

iba

enteros

hemos

león

tuvo

que

la descendencia

de

lenag

cuando

días

princesa

El

Allá, tiempo más. Y compra-

de saber

Oyó

antemano

se

amis-

mucho

no rugían acariciado,

sorpresa

decir

la

aniquilado... así

padre.

clamor

y

mundo.

sintió

qus

encrespaban

sus

un

me-

instante:

¡hijos suyos! Y meditó largo rato. Pero pronto su amargura fué mayor.

¿Qué descendencia podría ser de un león que anteponía a

aquella, todo la

los

hombres,

fué

seguridad de su comida y llevaba los bolsillos del smoking repletos de me-

—las

garras—

del

nús?

La

madre

hija

de

los

de

pies

su

llegó,

en

pasado,

con

hermanos le había

cesa—.

esposa.

en

si-

a

vejez

las

que sus a él se

la honda

Y

el

desierto,

que haal enga-

salvaje.

le untó

que

Se

se

de

inició

ció, se

de

hay

ño

Pasaba

amor,

que hasta

vencido.

la

redes.

y

mente sin fuerzas; no ya para romper el hechizo, sino para desearlo siquiera. No concebía ya más la vida sin el ba-

apreciarse

de

horripila-

maquillada

y fatal

in-

las

se

y prolongarla

perspectiva,

su

de

hombres

inercia.

y

que más

en

el fi-

gozar

naturaleza

vientre

verante

do, pudo

paso

a paso

del refinamiento,

engaños.

la

al-

y

ablandar

procedían

los

a

le

ces

león

a

a acer-

torre,

hija de los hom-

bellísima

león

un

propongo

la

salvajes

para

cayó

la

tendido

los

Yo

sus

civilización

ción. brado

esposo

de

la ciudad. a creerse, sin

a

la

nes con otros medios. Nada conseguiremos con la violencia, ni con los burpor

atrevía

pie

realizaron

honrar

vano. habló

lo que

conquistar

acechan-

un fausto inaudito, en honor de aquel monarca del desierto que se dignaba

de

—No

se

una

ceremonias

aspiraciones:

la

el alma

Estaba trotan-

consejo: el león a la violencia y

hombres

en

así: bíamos.

al

lloraba

ofrecerle

decidie-

estado

entera

que

puertas de No vaya

el

de

zarpas, contempló la ruta recorrida, y vió entonces, por vez primera, en jalo-

ojos.

rugían

de

león

enteras

Cuanto

habitantes

los y

joven que le sonreía bajo del: pañuelo, franqueó

civilización.

ciudad

joven

Inmóvil

groseros,

los

las

brazos

violencia

norma

hacia

el

nad1

llora-

hermosa extremo

los homleones re-

el

a

fiera,

bre

hermosa

gozo-

seres que desde obstaculizaban el

los

la

donde

Pero

es la

tras

ja

de

hipnotizazdo

saltos.

eran los inmemorial

en

vista

guiendo,

salvaje violencia. No ni trampa, ni engaño

los

que de

actual,

como

salvajes,

se comsimples

a la

atardecer,

siempre

sutileza del bía resistido

en

vida

vejez. Tal era.

fué

porque

ponían

alimentaba

días

en :

en

limados,

nues-

de las jóvenes una torre que

pasaban

horas

ño

en

sitio

grandes

de

la

desierto

las

idea

y no como

vida

dómito corazón, En hreves días

la

dejar

perder

toda

época

pañuelo

el

hres,

a

ante

y

les ojos a la bellísima

ar-

en

que

el

temerosos

zaba

para

ba

a la yentana,

leones

Sólo

desier-

enemigos

esfuerzos,

al

carse.

al-

Idéntico

pasión

en

sin

Y

za.

calor

disimularse

el antepecho.

en

Miró

ciudad. con

del

a

fie-

realizable,

una

la

do,

los

por

el

libertad.

los leones su había fuerza,

ron

pugnaban

misma

hombres vida

que bres

por

semidiosas

el

y

bal-

inmemorial,

que

canzar

los

eran

en

rugiendo.

pertenecía.

tiempo

ciudades

sa

des-

demás

bella

hombre;

levantó

Log

de la ciudad habían traa los leones. Entre tado de reducir la capital de la civilización y las de-

dor

el

pasaba

ba

habitantes

y

dijo

se

la el

a

nalmente, con el tiempo a ser un amable, tolerante y grueso león de garras

com-

su

se asomaba

paso

sesgo, con inmóviles

costado,

les

desde

los al

su

puertas

trotaban

El de,

las

La más bella, pues, fué encerrada sola en

y los ojos entrepasaban a la vis-

desdeñoso. Detenidos al cabeza vuelta, tendían hocico

corrían,

melenas

la nariz husmeante cerrados, los leones ta

sus

mortales.

Por

Aprendió

conmemorativas, con la mesura y buen tono de los hombres. Llegó,

león

a él, nos

de

a la más

considerada

misma.

en

Aprendió

parece ejercer sobre

culmina-

vilización

felices,

indomable

influencia

león, Esto

Pero

e

ciudad maideal de los de

y

palco

discursos

que desde que ha nacido

in-

del

señoras

refinamiento

de su vida

hizo.

su esposa los últimos impulsos de rebelión, y aprendió, por último, a decir

refinamientos del progreso humano, pues aquella ciudad encarnaba la ci-

todo

el

VENGADORES

ciencia,

do al servicio de aquella ravillosa que realizaba el

los

se

quejarse

tibios,

fondo

domarlos,

HIJOS Había

a

a

apenas

QUIROGA

estigma

así

muelles cojines, a sentarse en con la servilleta sobre los

muslos,

Por HORACIO

y

en

en

los

los

Se

le peinó,

de

mil

se

le

exquisitas

consttituyen

la

go-

deleites

alta

acari-

dientes

serían

ya atrofiados cer...

dulzu-

civiliza-

Apareció

los hombres

de

sus

hijos

hombres... lamentables

y vencidos

así

una

que

vez

era

Sus

una

descen-

monstruos,

antes

más

de

na-

la obra

al ofrecerle

una

de

espo-

el bárbaro intruso, deslumblando de amor, lamió probó

sa de su casta quebraban para siempre en la herencia misma, la salvaje liber-

de

tad

cuanto

convenció

los

le de

dientes

ofrecían. que

y

debía

cortar

dejar-

las

ga-

su

de los leones. raza...

Y

(Pasa

con

la

Domado la

él, domada:

mirada

Página

25)

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Hato Rey, P. R.

en

Teléfono

Puerto

Rico

Apdo. 4195


HELICES

22

CUENTO

BREVE

ESPADA

DOS

DE PAUL

Por

a Pete riendo—. Soy la mejor que hay desde la Duse, tengo que serlo o Barry no me tendría en su teatro. Pete frunció el ceño al oírla hablar de Barry Lane. No era Barry tipo de hombre para tratar con esa simpáti-

FILOS

ERNEST

ca

chiquilla

porque

ca,

graciosa

y

pero Pete

Rogers

paquetito

era

de

y

pero

a Pete

pesado,

porque

acababa

pequeño

recibir

representaba

Asi

un

compacto.

No

se

lo pareció

otra

complica-

ción femenina. Pete tenía más complicaciones femeninas de las que le corrspondía, no

porque

era

tan

buen

tipo

y simpá-

tico, sino por el puesto que ocupaba, pues hasta un tipo completamente corrienet, si es un novel director de televisión, está expuesto a complicaciones

de

El A

esta le

tenía

su

compensación:

gustaban

las

muchachas.

currió

llamarte

tás...” to, con disco,

0 un

qué

En primer lugar, él estaba demasiado ocupado ahora, sus horas eran inciertas,

y

no él

un

hombre

en

puede

ser un

buen

constantemente

mo,

para

librarse

segundo

lugar,

él

esas

condiciones

marido,

según

se

repetía

de

la tentación.

siempre

a

sí mis-

En

estaba

pen-

sando con secreta desconfinaza si esas lindas bailarinas, actrices y cantanets estaban realmente interesadas en él, o en lo que él pudiera hacer por ellas. Desde plicar

luego, a

quiera que

una

probaba

parecía

en serio, te. Para un

tío

no

se

le

a

que

puede

Pete

hacerlo;

ex-

ni

si-

cada

empezaba

a

vez

tomarlo

él salía huyendo bonitameneso empleaba la técnica de suyo,

mandaba quídea

eso

muchacha.

solterón

y

a la muchacha

cínico,

y

la clásica

le

or-

“Querida Ana:” —le escribía— “No puedo olvidarte. Ni quiero.” (O bien: Elena:

Un

recuerdo

de

ano-

che”, Pero

la

conejo

su

trabajo

huisin

saber

cómo

es-

insignificancia

estaba

Pete.

pensando

con

Sin en

unas

saber

por

tí. ¿Cómo

es-

días?” Entonces él prele mandaba la orquídea

fatal.

Pete

colocó

sofá

y

este

sobre

último

la

escondió

mesa

su

pipa

regalo

de

delante

y

se

del

quedó

Ese paquetito de la tabaquería nía que ser de Sally. No podía ser otra, porque no había salido más con Sally durante los tres meses hacía

que

la

tede que que

conocía.

acontecimiento tuvo lugar en un momento precipitado en la farmacia a donde solían acudir la gente de televisión para comer presurosos un bocado en el mostrador del “Inneh”, Pete estaba parado, Meno de impaciencia, detrás de una muchacha de Ese

cabello

dorado,

naricilla

arremanga-

da, y el aire abstraído de quien está en silencio repasando un papel aprendido de memoria. Ella giró su banqueta, y se bajó, aterrizando sobre el pié izquierdo de Pete.

—¡Ay,

que

pena!

¡Perdóneme!

exclamó,

Rodgers.

“Querida

para

“Querido

dormido.

eso.

un

si no, un pequeño regalirecordatorio, un libro, un

alguna

líneas:

estaba

a

a

tiempo para salir. Pasaban los días. Entonces en la mayoría de los casos, sonaba el timbre del teléfono: “Pete, tenía ganas de oír tu voz. Se me 0-

reproche

opuesto

como

entregaba

Lo malo era que con harta frecuencia ellas manifestaban una tendencia a apropiárselo definitivamente, y Pete resueltamente

Pete,

se

tás en estos surosamente

índole,

asunto

Pete

que

dizo,

crítica

dirigida

a

Ana

con

—Creo que sobreviré a esto —contestó Pete, sonriendo—. La culpa Tué mía por haberme parado tan cerca. —Si hay alguna fractura, me puede reclamar

daños

y

perjuicios.

usaba sólo en emergencias. Pero, ¡qué caramba! siempre estaba en estado de emergencia. Conocía a una muchacha que le gustaba, y salían juntos y pasaban ratos muy agrada-

—¿Dónde podría mi abogado comunicarse con usted? —En el Teatro Barry Lane —exelamó ella al alejars, sonriendo, radiante, como si estar en un teatro, cualquier teatro, fuera la mayor felicidad. Aquella noche Pete descubrió que para Sally efectivamente lo era. Ella había pasado el verano en compañías teatrales que recorrían el país, había trabajado un poco en la radio, había

bles, y entónces

pasado

su orquídea era mandada “por error” a Elena y la de Elena a Ana. Una torpe confusión del florista, que ponían fin terminante a las ilusiones de la damita en cuestión. Era

una

táctica

de

mala

ella empezaba

rarlo con aire calenlador, y samente criticaba su pelado, y ocupaba por su salud, y por ahorrar su dinero, en vez de

gastar.

fe,

que

a micariñose prehacerlo hacerlo

salas

días de

la

y semanas televisión,

de chocolate a modo finalmente, consiguió Barry

--—Soy

en

las

comindo

antebarras

de almuerzo, y un papelito con

actriz

maravillosa—

dijo

una

se

pasa muy Así que se Se divertían divierte en frecuentando

No

muchacha

simpátiera

bella,

a cuyo lado

buen tiempo. aficionó a su compañía. como la gente joven se Nueva York en verano, los pequeños restauran-

tes y los “roof-gardens”,

asistiendo

a

fiestas en los patios de las casas antiguas y algunas veladas en el apartamiento de Pete, oyendo discos y hablando de teatro y televisión, aunque Sally nunca mencionaba a Larry Lane.

Pete

prefería

sobre

todo

los

do-

mingos en que pasaba la tarde y comía en el apartamiento de Sally. —Yo cocino maravillosamente —decía ella—. Soy la mejor cocinera después de Oscar el del Waldrof. Debo serlo... porque cuando empiezo a cocinar

todo

beros

por el olor a quemado,

Pero,

el

mundo

llama

efectivamente,

a los

ella

bom-

era

una

cocinera maravillosa, en la opinión de Pete. A él le encantaba el modo en que ella cocinaba y ver cómo lucía con un delantalcito diminuto sobre el vestido muy femenino, y la forma en que fruncía los ojos probando con sobriedad los platos. En conjunto, Sally era la muchacha más encantadora que Pete había conocido. y él deseaba con toda su alma que esa amistada continuara para siempre en esa forma, y que

fueran

que

ella

sinceras

hacía

las

declaraciones

frecuentemente

en

el

sentido de que estaba demasiado ocupada para pensar en matrimonio. Pero fué un domingo —justamente seis días antes— que ocurrió la escena in-

evitable

que

le indicaba

qu

ya tenía

que it preparando la retirada ría ahorrarse complicaciones. Era

un

día

gris

y

frío

pero en el apartamiento

de

si que-

octubre,

de una habi-

tación de Sally todo era cálido y alegre y sonrosado. Pete la contempló moviéndose en su cocinita con sus tacones altos, y el filete que él había llevado ya estaba al fuego chirriando en la parrilla, y las papas cocinándose en el horno. El también había llevado vino, porque era una 0casión especial.

—Mañana

es

nuestro

Sally. ¿Te acuerdas? —¿ Aniversario? —dijo

alegre—

“¡Ah,

si!

aniversario, ella

Mañana

en

tono

hará

tres

meses que te plasté el pie en la farmacia de Mooney. —Apenas fué una fractura. Hace ya

semanas

Lane.

una

era

ella era

decente.

——¿

que me Quieres

quitaron llegar

el yeso.

a una

transac-


re haz

HELICES ción por daños y perjuicios fuera de la corte? —preguntó ella, acercándose a él con risa en los ojos. Pete la besó

ella, hablar

y pensó

mismo

con extrañeza

que

le

más

emocionante

daba

a

—Debías barbero

esa

cada beso

muchacha,

a pelarte

dijo

Sally,

y divertirse

jun-

aguijón de las en la tierra ha

de menos, no podía podía juzgar por sí

sentía rompe

cuando un

pueblos

alguien

contacto.

poco

Do-

de

tuvo que retirar del teléfono la que había extendido para lla-

marla

el

ella

lo que

veces mano

con otro

alisándole

con

echaba Ahora

bruscamente

parecía

que el anterior.

probar

—le

que

tos. La negarlo.

23

dos

veces

le

dió

su

dirección

sanar

te bonita, pero, ¿por que no te compras más como esa azul tan linda que hace el lazo tan bien? Pete se quedó frío. “Ay, Dios mío!”, pensó para sí. “¿Esta también?” Pero Sally parecía que no soñaba lo que

decirle después que lo llevara a otra parte. Pero pensó que se le pasaría y confiaba que a ella le sucedería

y

que

en

había

hecho,

minuto

él

zas

que

de

así

que

comenzó

al

a

después

cabo

tener de

de

igual

un

ella

guramente

no

de

mandarle

la

cartita

diría:

la

nía

como

el

pensaba,

vo de tabaco La

su

una

y una

cartita...

de

la

y

leyó

dos

ve-

pipa mientras le ayudaba a fregar, se encontró deseando hacer eso con mayor frecuencia. Me encanta verte fumar en pipa

ces sin poder creer lo que sus o0jos veían. ¿Era posible que ella estuviera utilizando la técnica de él? Eso no sucedía en la vida real. Eso fué el argumento de una comedia que él di-

—dijo

rigió.

Sally— Mi

pipa.

de

El

prefiere

tabaco.

marca,

padre una

Si puedo

te

voy

a

siempre

mezcla

acordarme

mandar

usa

un

de

la

estaba

paquete.

Ella colgó los paños de platos, y le dió un golpecito en la mejilla. —¡ Ya está, muchas gracias! —Fué bastante divertido, pero ¡imagínate lo aburrido que sería para un hombre hacér esto todas las noches! —¿No te parece qu eso dependería del hombre? —preguntó Pete, sin pensar sus palabras, y luego frunció el ceño. Eso podría interpretarse de dos MANErAas. Ella se encogió de hombros. —Yo prefiero trabajar ante una cámara caliente que una estufa caliente. Para mí, mi carrera es siempre primero. Bueno, tal vez sea sincera, pensó Pete. Pero de todos modos vale más salir

de

aquí

antes

de

que

yo

vaya

en

que

tienen

un

“show”

—Hay No

una

el cine

película

al doblar.

costará

una

pequeña

de días

Sally. desde

días más mar

a

Habían aquel

largos

Sally,

sin

verla,

sin

y de-

regalito Los reir

Tuya,

Sally”.

Pete no podía creer que

intencionalmente

le había man-

dado

la carta

a Barry.

dirigida

lo hacía

él, pero

ninguna que era sado de

muchacha, y menos quien más le había cuantas conocía!

a él no

SU LLAMA (Viene de la

¿Adónde tí

le

¡Eso

se lo hacía Sally, intere-

bía. til

Por y

en

anterior,

sea

Es

el

saldo

El

propio

A

Mar-

donde

siempre

de-

ú-

A

esta

generación,

nos

caen

encima

las

Responder hoy, a prees deber intransitivo.

culpas nuevo

estar

estuvo

sitio.

interrogaciones. sencia de Martí que

cubanos? no

supuesto, su

Tenemos

NOS QUEME Página 6)

estamos,

avergonzaba

sels

con

entre

y no

disculpas. las

normal Martí

nos

tiene

del

a

¿Quién la

par?

aprendizaje. amortugua

el

Zafiras

que duermen acusa el descen-

a la intemperie. Nos so de dignidad en las costumbres públicas, la ausencia de valores tabulados, la conspiración frente a la cultura, las manos metidas ros públicos y el saldo inmunes. Por

obra

mos, tas

la no

y

gracia

obra han

y

en

de

con

como

so-

elas

res-

sumas.

Cu-

d

las

sus

reveses;

ciativa

la

acción

criolla

modelos

de

por

la

interpretación

de

permanencia.

nada

ni

las

nadie;

horas

volo

civil

contar

las

su

despier-

y

testimonios

dimitimos

Creo

ante

cabeza

que

antenas

ini-

núevos

bajamos

negras.

la

más

son

No no

de Améhasta de

técnica, los

economía

ta

dine-

pistoleros

ser

desgracia

podido

los

de

libertaria

¡Imposible!

comida.

Sally

seis

Sin lla-

muerto”

tradición

última

invasión

parasitados

de

y a la

transcurrido

en su vida.

el

“tiempo

niños

levadura

nueva a verla.

fortuna,

domingo.

Tiró

nuevo

italiana

terminaremos más temprano. bes dormir más horas. —o0do— Pete se quedó mirando el

teléfono.

el

los

nuestra

su corbata.

Vamos

por

martiriza

ba es el más alegre pueblo rica: sabe hacer humorismo

QUE

el de Slatoff. Ella lo besó, y enderezó

en

llamando

la

en-

colo-

compra y manda letra de Martí—, economía insular

receptor sobre el gancho. ¿Qué se había hecho su orgullo para permitirle rebajarle hacia eso? Malhumorado, se puso su sombrero y su abrigo. ¡No, de ninguna manera la Mamaría por teléfono! Tenía que ir a verla y tratar el asunto personalmente. Tenía que haber alguna explicación para la conducta de Sally. Algún error inconsicente. El no podía creer que ella quisiera romper definitivamente con él utilizando su propia técnica, y que con esa intención le había escrito: “Querido Barry: Esta es una latica del tabaco que usa papá, que te prometí mandarte aquella noche tan grata de

a

decir algo que me pueda pestar después. Para Pete era una sensación tener miedo de lo que él pudiera decir. —Vamos a un club nocturno —dijo—. Podem os tomar algo y bailar,

y creo

.

Había comenzado a discar un número antes de darse cuenta de que la

especial

afuera

que con

de

los

ción,

pol-

cartita.,

Pete

desde

pueblo decirio

lo

tramo

del ferrocarril, del avión. Nos acusa desde adentro la ola de analfabetos, el bohío indígena, el guajiro sin tierra, la cifra de desocupa-

de ti...” que contelata

dilatado

capaz

mina,

“Querido

Pete: Estaba acordándome Por fin abrió el paquete,

hubiera hecho nada. Una sola oración aislada, dicha con aire posesivo no significaba necesariamente que hubiera llegado la hora de poner fin a su amistad.

Ellos comieron, y Pete, fumando

necesidad

un

un

Tam-

estoica

la límites precarios de la materia prima. Por las guardarrayas, típicamente antillanas, se nos va el azúcar, y detrás, en comparsa dramática la propiedad de la finca, de la

orquídea. Pero así tenía ese pequeño e inevitable recordatorio de que el rompimiento todavía no era definitivo. Se-

esperan-

todo

sin

cincuentenario

acusa

un -para

hombres”.

en

nia. Nos de

de

madera

en

al chofer de un taxímetro, y tuvo que

Y esta corbata

hacen

pedía

fermo

es bastan-

remolino—

se

nos

faltas: “Todo hombre caído una vez... Los

no

de

én

es

frí-

televisión

alzadas a lo largo y ancho del mapa como agujas sensibles al olor del aire. Sería

antimartiano

palabra

fracaso.

cer,

hará.

se

ciendo.

De

como

pan

tas. turo

de

cada

mambí zÓ con

nos día

que

trae

aler-

sin fu-

glorias

al

del

abuelo

y estimulan al padre, que huellas de lección por el

Hecho justemos

balance veraz del las cuentas con

un

país

la

Tenemos

apuntan

de

sean

ha-

envilecidos,

combate edad.

sitos. todos,

está

ciudadanos

no

cantan

ha-

porque

y

la

por

alimentamos

destino.

hijos

vicios,

está

todavía

miga

nuestro

de

que

que

Martí su

Tenemos

erosión

pronunciar

Lo

en

crúotro

minoría

de

examen alos propó-

Las cuentas son a repartir con porque no hay cubanos que no

críos

de Cuba.

gar fósforo, hogueras de

echar guerra

Otra

cosa

es

leña civil,

para pedir

hacer la ta-

re-

la de la patria. Otra cosa es jugar con fuego y perder las resinas. En

las

polémicas

no

es

Y

si

de

extremista:

no

hermanos in

medio

la verdad veritas.

estamos hablando de (Pasa a la Página 28)

José

ms.


HELICES

24

LA EUROPA

QUE EDUARDO

Por En

el

estudio

los

Grandes

ría

Bigot,

de

Rodín

Agustinos— la

—calle

conocí

modelo

de

a Ma-

preferida

del

YO

sopa,

se

levantó

do

se

fué

y

HE

ZAMACOIS

de

la

porque,

mesa

el

indigna-

ver

a

Y

qué

feliz,

qué

poldo

comían,

la

insensatamente

Frégoli

—¿por

sala

del

aparición

fe-

la

liz, me sentía yo entonces con los siete francos que me daba Rodin!...

Caramas—Chincy tante y único.

nes

Era París, “la ciudad Sol”, tan espiritual en el sagrado recogimiento de

vía

en

sus

se

suaves,

como

y

mente

que

arranque jante

la de

a

hechas

fundían

un

torno,

se

armoniosa-

gracia

iniciada

en

pierna,

trepaba,

seme-

la

temblor

vanecerse en la de los hombres. años

a

tan

de

luz

hasta

euritmia Durante

que

dedicó

a

Infierno”,

Rodín,

gran

el des-

:aquella

cosmopolitismo

del

de

sus

haber

ojos

miento,

de Europa gigantesca

convulsionada de

La

tener

por

que

convivencia

indumento

la

en

sábamos”

desespera-

loco,

el

sumarísimo fueron

trabajo

con

y

que

acercándose

el

“po-

tanto

amistad

se

disfrazó

tolerante,

ches,

ni

gítimo

a

amor

la

en

calle

bierto, franco gente con

un

una

le-

a

restaurante donde

el

cu-

y café costaba “un Minutos después de

invadía

avalancha

al

silbidos

dedos

un

reuníamos

pequeño

ruidosa

joven los

nos

Saint-Pres,

carcajadas,

un

repro-

local.

Gritos,

estridentes

metidos

en

de

dados

la boca.

de

Murger.

“midinettes”

A

y burlón,

a

y

Mile.

cuando

de

adorador

los

Polaire se

en

a

las

ranas

de

que

a

lada,

al

Rimbaud;

poeta

herir,

de

y

de la Friné,

liano

boulevard,

la

que

plaza

a

un

en

pleno

de

La

negro

“porque

las

y

ho-

le

las

toda

vivía

su

de

a los

ban

a

hora un su

empujones,

del

café,

cigarrillo, pipa

locado

mesas y

las los

finalmente,

buscaban

un

artilugio

la

pared,

y

la

hombres

en

tabaco

a

prendían

en

a

gana-

mujeres

trador, y entonces era vés de una atmósfera cliente

se

a

de

madera

cerca

del

comos-

cuando, a tradensa, cálida, cocina,

las

dis-

cusiones adquirían mayor Enrique Gómez Carrillo una

belleza

que

años

ímpetu. y Violeta, después le ins-

piró un cuento, almorzaron allí conmigo muchas veces, y un día el atrabiliario

Bonafoux,

acaso

zar viejos recuerdos, fiarnos. Pero, apenas

para

remo-

quiso, acompanos trajeron la

En

el

copa

cielo

de

a

tiros

de

France

más

turbios Como

si

través ajenjo.

aquel

del París

se

pro-

público, comendonde

garé

decir

de

los

más

periódicos—

lindas

de

color

dueña

a

de

Francia

do

de

yo,

ti,

tigo

pier-

de

“Fas-

no

Por

el

Clara.

¿Te

más prelado, lle-

encantan

los

Quieres

ser

unidos

reco-

bailando,

era

qué?...

tú,

casado.

Eso

no

im-

divorciaremos. El príncisepa que me he enamoratendrá

que

y

tu

devolverme, señora

hará

mi con-

la

cabeza

en

señal

—que

mi

de

parece—

—El

suspiró

mu-

querrá.

las bellísimas

Ward

pasó

un

facciones temblor

convencerla

de Cla-

de

cólera.

—exclamó

de

mi

cuenta. Dile que hable conmigo. Al día siguiente Mme. Rigo visitó

su

rival,

y merced

de la una

vuelta

mundo;

hijos,

caba al cenit de su popularidad y Leo-

anorma-

exasperar

también.

¿Y

titubeó

—Me

pronto

te-

de

ejer-

duda.

y de “Cuando el amor muecanciones que dieron la Guitry

obra

suele

igual.

la intérprete

Sacha

el

independencia

cinación” re”, dos

y

impar

las

y Paulet-

de

feliz. mí

esposo?....

te Danty,

al

ser ¡A

porta, nos pe, cuando

de —al

a

que

pupilas

Pou-

contribuyó

capricho

—Como

de

nas

los

feo

tocando el violín. El la hizo saber

gy

Mistinguette,

—por

lo

yo,

ra

y

que

vez

y Liana

esmeralda

bas-

Una

prerrafaélicos,

largas

acu-

mundo;

bellos

las

solicitado

Representaba

—Me gustas —le dijo sin ámbulos— y creo que, a tu

jer

la

el

detalle

quizá

amoroso

fulgian, como estrellas, de primera magnitud, Carolina Otero y La Tortojada, Cleo de Merode, la de los cade

deseo

de treinta años. Era un hún-

Rigo

París

antoja-

que

temperamento

razón;

momento

y

sobre

les—

rreremos

de

A cada

gran

interesa

cer

mi

ducía un escándalo que el sorprendido agradablemente taba y olvidaba en seguida.

las

de

dichoso.

la

El

preguntó

tuvo

de

a

los

que

de

realidad

se

atracción

junto

gravedad.

me

viruela,

lleno

sobran

era

a

“edad

sucesos

Inmedia-

insignificante, pequeño, flace los saltones, el rostro devastado por

su y

glau-

nombre,

esa

a

un

Rigo.

entreacto,

liviano,

Voltaire

ingrata

un

viajes?

entonces

su

quién

al llamamiento.

tante más

feo”.

ambiente

quitaba su

única

encontró

sonrisas

en

esta

por

lo

Lutecia

mató

una

clientes

En dió

Grecia clápara el ita-

Opera,

d=

en

repara-

violín”.

—ordenó

que

rayo

ojos,

puña-

qué

un aplauso, digno sica que indultó a

La

también

más rin-

una

sus

ru-

hablarle.

públi-

impulsaron

Verlaine

cristal

llegaban

diza—

la

inconfensables

alborotando, muchas de ellas con trajes masculinos y en bicicleta. Como

barrio

—Dígale

que

un

aventuras,

saber

a

un

realiza-

hallándose

“segundo

quiso

repuso: —Se llama

vos Paul

un

de

apresar

de

mablan-

haber

Tarabín,

acomodador,

porcelana

la

del

en

cabellos

de

Ten-

una

flamenca,

noche, del

tamente

únicamente

presentó

milagro

París. Era

parecían

sedientos

ron

de

nuevo

observase

tiendas

a

casados

princesa desconcer-

a

años.

cuyos

Cierta

garo ojos

esta

empleadas

ofrecía,

el

celebradas por Jean Lorrain, y no demostró escandalizarse de los moti-

los

personajes

se

recién

repentina

algo

venir

veinte

loca,

cos,

fué

hermosura

proscenio

de

la

auténtica

antojó

bermejo,

sol.

pesadumbre

y

los

y

do

y de América, como una alcoba nupcial. El París

culto

mayoría eran estudiantes melenudos, cuya traza recordaba fielmente la de las

rey,

todos

ca

tem-

VII,

le

apenas

bio

su

holgura por

Eduardo

infinita

que

co, lo hizo titulándose “la mujer fea del mundo”; el París que

oro”

ra

la

nacido

de

porque,

amable

llamar-

multimillonaria Clara Ward viBruselas, con su marido, cuan-

ravillosa

abierta

aliviaba,

extravagante

dió

camarada.

con vino treinta”.

doce

ni

egoístas;

diariamente

almorzar

las

de

amor;

celos,

exigencias

Casi de

de

sin

de

chismoso

los

la

mundano

aplaudía

las sensibles entrañas de María Bigot, que en pocas semanas nuestra amor

al

Inglaterra,

morir.

y

costumbres

los

ción

dría

elegante,

de

alto,

do

co-

El París

del

en

sus

me

despreocupación

Puerta

brazos

¡inquietud

La

en

las curiosidades.

su

sacerdote

los

que

a todas

das; unas veces arrodillada, sumisa, en úna actitud de supremo renuncia-

pie,

la

con

porada

de

orgiástica

Montmartre,

dios Pan, la copió de frente, de perfil, de espaldas; sobre todo de espal-

otras

como

de

municaba

adolescente los últimos

“La

museos

noches

no

Casino...

de

guardaban la expresión igenua de la niñez, y un cuerpo cuyas ondulacioligaban

qué

le “el divino Frégoli”?— llenaba, noche a noche durante todo un invierno,

Violeta

y a Enrique besarse, mientras “le revolvía el estómago”.

maestro. Tenía dieciocho años, cabellos obscuros, ojos grandes, que aún

VIVIDO

do.

La

a

la

y a la codicia

las

dos

accedió

de la otra, muy

estuvieron

húngara,

que a

tenía

de

acuer-

cinco

o seis

divorciarse

cientos mil francos.

a

prodigalidad

por

dos-


a

HELICES Clara —No marido Y como te daré ción de

tuvo un borbollón de risa. sabes pedir— exclamó— Un como el tuyo, vale mucho más. no quiero que vuelva a verlo, cien mil francos más a condique, no bien te divorcies, re-

greses

La

a tu

país.

vendedora

manas

así lo prometió,

después

la noticia

de

los

que

diarios

“lo había con él y

rín,

propalaron

la Caraman

—una princesa “de da repentinamente

y se-

el teatro

que

fueron

se

a

un

dos

se

y un

se

acogidos del

gentío

in-

duró

varios

mi-

él fué a colocar-

escenario

y

apenas

a tocar ella, desembrazándo-

rápidamente

hacia

la

de

batería;

su

manto

caminó

iba-descalzada,

sin

más indumento que un “maillot”, lor rosa, tan abreviado y sutil,

coque

casi

no se advertía.

una

velada

él

Fué,

para

Lo

los dos,

que

no

encadenó que

la

sabía

bailar,

el entusiasmo

multitud

lo

que

des-

del público

aplaudía,

hasta

tarse las manos, era la hermosura sallante

de Clara

rebeldía

—mejor

gancia, su

Ward

y, más

dicho—

la absurdidad,

la

ava-

aún,

la

lo

calenla

extrava-

impudicia

de

conducta.

—Qué

habrá

visto en Rigo —se

guntaban

mujeres

renunciar

por

y

pre-

hombres—

él a su

corona

para

de prin-

CIVILIZACION de

la

Página

20)

gustioso

momento.

Pero a

cuando

luz,

los

saltaron nes! jos

a

toda

ojos

de

princesa del

de

dió

lamentable

delirante

pesar

eran

la

su

gozo: puros,

leo-

sus

hi-

libres

de

mancha.

¡Sí,

amigos!

leoncillos

desde de de

salvajes.

Antes que el clamor levantado por el terrible acontecimiento, se hubiera desvanécido, el viejo león arrebataba a su

cría

palacio

y huía

defervecía

con

ella,

poco

mientras

a

poco

en

el tu-

interés

de

como

Ward

notorie-

alcanzó

con

buscarla

total

lo

precisa-

carencia

de

lógica.

y encegueció

a Pa-

la falta de lógica. aquel

invierno

las estriden-

j de sus sombreros, de sus pieles, de los retratos —en que se mostraba casi

desnuda, y de cómo su marido, el príncipe Caramn-Chimay avergonzado de que el cuerpo de su cónyuge no tuviera ya secretos para nadie, había pedido el divorcio. Como es natural, todas estas habladuras llegaban al estudio del viejo Rodin,

a quien

malísimo

una

mañana

humor,

primeras

—¿Ha

visto señor

—Ni sabe carla?

encontré

mudanza

palabras

—No

usted

en

a María

dónde

pero

no

recuerdo

—Desde ma

por me

€l

el

aquí.

es

Bigot? bus-

—refunfuñó

miércoles,

¡Y.... a

claro!

terminar

lo

Sin

ella estoy

haciendo.

bía

distaban

En visto

siguiente

realidad, algo

que

una

aniquilado

leímos

en

los asistentes

ha-

monstruoso; mano

al

nacer

pero

caritativa

aquella

mucho

de

licía. la sombra pobre

niña

De

noche,

res

a

la

puerta

Y

como

crimen

se ha-

letal

de

conozco

da

que

la

re-

pleto que había trocado sus garras por un mantel, cuando la libertad le condos

cachorritos

libres

de

toda mancilla. Y los criaba en el más completo misterio, viviendo con ellos cuanto

le era

lo

buleva-

que

posible.

El padre puso en la educación de sus hijos todo su amor y rencor exasperados, que refluía sobre la nativa violencia de los leoncillos. Y cuando los sintió, por fin y para siempre, infatigables al hambre y la sed, el viejo

calle

en

to-

intersaba

es

que

en

no

se

han

de

María

Lépic”.

una

la

de

prensa Puerta

“Bautade”

fué

informa» de

del

Sol

todavía

que

el

los

ello

asesino

Gómez

dicen

cróni-

prueba

enterado

Bigot

sus

peor

española,

Carrillo.

franceses,

y

“salida de pie de banco”, decimos nosotros, demostrativa de cómo un hombre

puede

dejar,

tener

por

mucho

eso, de

ser

talento

un

salva-

Je.—

león

los

llevó

las

puertas

el

desierto.

tos

una

de

la

El

cada

padre ya

noche

de

ciudad,

Vióles

empapados

no

aún

público.

teatros,

gustarse, decía en cas del “Heraldo”.

que

león

al

de

los

po-

de la

los

de

la

mirando

gordo

a la

largo

entonces

lencio,

de

favorecer

a París —la Ciudad Luz— apasionaba al mundo, los periódicos de Londres, de Berlín, de Viena, de Madrid, de Roma.... faltos quizá de otro suceso más llamativo que avantar, apHcáronse a recoger cuanto la prensa francesa iba diciendo “del misterio-

Pero el viejo león no cabía en sí de felicidad: ¡leoncillos puros! ¡Sin una uña ni un diente limados! El destino de las razas venideras era, pues, suflaqueza

empe-

obsesionaba

diéndose

a su

impre-

ensangrentada

a lo

descendencia.

perior

sadismo, periódicos

das partes, ofamos gritar: — ¡Paríis—Soir!.... “La Lanterme”. “La Presse”.... vollá “La Presse”, con el asesinato de María Bigot!....

sin mañana

los

zaron a dedicarle diariamente dos y tres columnas, y sus comentarios,

el

no aso-

que

París,

su

Por aquéllos días, Luis Bonafoux, en su prurito de exasperar a Gómez Carrillo, con quien había vuelto a dis-

número.

sábado

y hoy

atrevo la

a

“No

maestro— no

sionó

huella..

por

él.

sorprendido.

podríamos

crimen,

so

fueron:

—repuso

usted

rara

El

sin

de

—Tampoco. Viven en la calle de Los Mártires, cerca de la Plaza Blanche,

cedía ¡Eran

el tierno hociquillo hasta la punta la cola! Y con dientes agudísimos

seres

fin

padre

¡eran

ignominia,

leoncilloos

por

fe

cias de la nueva artista siguieron acaparando la curiosidad pública. Aún sin estimularla, la gente hablaba de ella,

supuso

en el más amargo desierto de las esperanzas el ex león vió llegar el an-

su

Durante

bían (Viene

doy

fulminante

entusiasmó

multo.

OPRESORA

todo

debemos

en

A

cesa?....

la

Clara

que

Sus

triunfal....

de

de

rís fué eso;

Sin embargo, no eran los méritos de —violinista adocenado— ni los de

ella,

razón

mente

cono-

a París, lo es-

regocijó,

lado

O

que

los

personalmente

York,

no sea el de la historia que acabo de contar. De donde infiero que la cau-

hizo,

Seguidamente

comenzó

dejar

que

menso acudió a visitarles. Aparecieron juntos: Clara, recatada en un templo helénico; Rigo, de frac. La ovación con nutos.

de un martillazo y des-

apareció

conocí

Nueva

desprovisto

dad

estremeció

lo

roto la nuca

cia,

que

en

Chimay

donde

La noticia

ra, Sin juventud, sin talento y sin gra-

yo,

Rigo,

verdad”, enamorade un violinista,

cieron. candalizó,

que era un pobre diablo absolutamente vulgar; un tipo enfatuado, sin figu-

los periódicos el trágico fin de María Bigot, asesinada en un modesto hotel de la calle Lépic. Su victimario —un degenerado sexual— le había

Pero

a

sa

comprado” para presentarse como bailarina, en el Taba-

25

desaparecer

y

lacios

vez

más

quedó

de

en

largas hacia

podía

lluvia

ver.

a

enseñándoles

sus horas

lo

a sal-

agua,

ten-

botes. en

si-

lejos...

lo

Volvióse

luego,

pues sentía hambre: apetito de platos bien aderazados, en un restaurante de la civilización. Tal era, y no podía ser más otra cosa. Pero jos

no

importa.

liberados,

las

Allí

iban

salvajes

sus

hi-

fieras

de

garras y colmillos agudísimos, ya prevenidos desde el nacer; los cachorros redentores, leones

suprema

esperanza

de

los

Bolsa

de

vencidos.

“Cuentos” los Libros”.

(Tomo

1,

“La


HELICES

y

f

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CUENTO

“Si”, el extrafío lo miró hombro con gesto curioso.

BREVE

Hambrick

Las

Murallas

del Kremlin

tiene me

Hambrick

de las

hovaya to que

y atisbó conducía

Las se

en

las

La

una

“No,

mostaza

ción,

negro - carruaje

con

se

y

huellas

de nie-

y alamenas.

de

estaba

distancia,

él había

a

hacia

decidido

eicio. No tenía ninguna

la

por

rústicas ropas de trabajo. En la parada del ómnibus, frente al hotel, un de

mujeres

y usando

botas,

vestíbulo

con

La

vistiendo

estaban

unas

escena

grandes

era familiar

el

escobas.

para

“Puedo

y un

vió

bajadas

bajó

la

y

caminó

colina

dobló

hacia

hacia

junto

a

ade-

la

la

Cate-

muralla

malolientes

del

Había

y

hielo

dentro

como

pedazos

partido

Río

Moscú. del

agua,

de

simi-

gigantescos

tablero de ajedrez, y parte tenía nieve sucia encima. otros ríos que había obser-

¡por

más

de

"nueve

años,

Por

algún

había

mo

jor dicho, como recordaba también las caras y calles en su propio pueblo

natal

de

ba

cansado

de

estar

Estados

de

en

Unidos.

todo

Rusia,

ello— el

depresivo

e inhospitario

tener

solo

un

Y

visto

tiempo

el

enfermo

pensaron

final

de

todo

que

parecía una

nota lúgubre tocada repetidas veces, o el tañer lejano de una gigantesca campana

de

Todo

hierro.

le parecía

principio

indumentarias pesinos

muy

—cabañas de

madera

pintorescas;

tez

le gustaban

pintoresco

de

rojiza,

los

al con

cam-

vigorosos—,

las vetustas

iglesias

y

con

sus miles de espirales y cúpulas cubiertas de nieye. No obstante, un hálito de melancolía le había aprisio-

nado, y con ello había llegado la hiriente

la

e

patria.

a su

insoportable

Quería

nostalgia

regresar

otra

por

vez

pueblo.

Al ¡eruzar la Plaza Roja observó una línea interminable de gente ansiosa de ver la tumba de Lenín. Al

frenté, a la orilla de la enorme plaza, la Catedral de San Basil se mostraba grotesca. Cuando cruzó el portón

cerca

de la

esquina

la muralla del Kremlin,

izquierda

oyó

de

sonar

dicen

que

eso,

parece

ahoraz

ser

tan

fútil al mismo

Súbitamente

grande,

como

que

te y tan

país

“modus”

los soldados

deber,

esta-

sonreir

y el

y

pensan-

importan-

tiempo.

le surgió

una

idea. Al-

guien le había tocado por el hombro, Miró de frente a un hombre de edad

do,

avanzada,

metido

en

rostro

un

adusto,

abrigo

cansa-

harapien-

to, y un sombrero obseuro. “:Cómo está usted?, dijo el extran-jero.

Hambrick

no

podía

responder

del

susto. “:Como bla usted “Si, un

está?, dijo finalmente. ¿Hainglés?” poco. Usted parece que es-

ta triste. Deseable hablarle.” “Muy bien”, repuso Hambrick. “Me alegro mucho de ello”, “Todas las tardes le yeo per aquí”, dijo el estraño sujeto. “Camina usted tan despacio, y siempre se para

cerca hombre

del río. Creo en

Hambrick

que

es usted

un

desgracia.”

sonrió

en

medio

no

dónde

hombre

es

aprendí

brick,

No

apren-

raro

y le

cierto?

cuando

era

niño.

Mi

de tal

situación extraña. “Creo que me siento un poco lleno de nostalgia por regresara la patria” dijo. “He estado ausente de allá por muchos años”.

lo miró

isistentemen-

y usted

escribe

para

la

Pren-

a diario

y me

sa americana.” “Correcto”.

“Yo

que regresaría a su hogar. Pero ahora en el año 1958, se hallaba muy le-

me-

lares.

te con sus pequeños ojos negros. “Sé quien es usted. Su nombre es Ham.

desde

de cuándo los retiran de este euxilio involuntario en cumplimiento de un

0

estos

preguntarle

El extranjero

y

conocía,

'car-

per-

“Perfectamente”.

jos esperando el plan de rotación, co-

como

por

una

pocas

padre era un diplomático y vivimos por algún tiempo en Inglaterra...” Volvió a sonreir el hombre raro y le hizo gesto amistoso. “Me sorprendo que todavía pueda hablarlo. Hace tanto tiempo. Pero usted puede comprenderme, no es cierto?

cruzó la calle y se rela balaustrada de granihacia las agaus enfanga-

do elentos de veces. Conocía las calles sucias, y las caras mugrientas entristecidas

a

“Lo

que vino de Casablanca.

brick3 no ponía gran atención a lo que observaba. Durante sus tres años como corresponsal de periódicos en Moscú, había hecho el mismo recosi-

caminan

y muy

prenderme,

po,

Ham»

y lanzó

tarde

dió inglés?” por algún tiempo en Inglaterra”. Vol.

vado; el verdiazul Irauddy de Birmanía, el Salween. Y pensó en el aburrimiento y tanta nostalgia que le habían atormentado por largo tiem-

abrigos

barriendo

y a esta

derecha

paso

lando un del hielo Pensó en

sus

forma

veo que sea peligroso”.

lan-

abrieron, cortinas

esta

“No

hablar-

dral de San Basil, y luego hacia la

das

cer apacible, y las calles estaban Jlecon

se

en

rostro.

hizo gesto amistoso. “Me sorprendo que todavía pueda hablarlo. Hace tan. to tiempo. Pero usted puede com.

abrió

Hambrick costó sobre “to, mirando

prisa en par-

vestidos

puertas

le vean

cierto”,

“Es

sonas

arrj-

que estaba frente al río.

des-

ticular. Al cambiar la luz, cruzó la calle Mokhovaya y pasó del Hotel Moskva, y subió una pequeña colina hacia la Plaza Roja. Era un atardebraceros,

las

lante,

Americana

hacia

zaba sus lampos sobre las puertas. Los guardias parados en rígida aten-

de temprano tomar un paseo prolongado por el Kremlin para hacer ejer-

grupo

observó

el espa-

pero

de

y

una luz roja que

hacia

pasos

nas

campana,

ba encenderse

color

torres

derecha,

la

murallas

Embajada

pocos

en

y Mok-

el húmedo pavimenhacía el Kremlin.

cio invernal, y había ve

detuvo

Gorky

inacesibles

altas

erguían

se

calles

que

aquí

cajada. Roberto

su

de

el

hora?” — le preguntó.

Por W. L. HEATH esquina

observó

miedo por

sobre

he

leo su nombre

dicho:

“Alguna

vez

le

Muchas

veces lo dije antes

lo.” “Me

alegro

que

lo

hablaré.

de hacer-

haya

hecho”,

repuso Hambrick. “Usted es bondados0. Estoy anonadado. ¿Por qué deseaba hablarme?” “Deseaba saber por qué está apurado, por qué camina solo por estos lugares?”, dijo el extraño. “¿En qué piensa usted?” “Estoy pensando

:en

casa,

en

mi

“hogar, y en mi familia. “Así

lo

imagine.

Usted

piensa

qué no vuelve a su hogar.”

por

Se

viró

y alzó su mano, señalando hacia vetustas murallas del Kremlin,

las di-

jo: “Esas

gar. ted

no su

hogar.

Desear

y

la

El

seguridad,

hogar

si

ted debe

noticias, las

es

lo

es bueno

hogar.

parse

res

ir

anteponen

do. No su

dejarán

se

desear na.

le

Ellas

No

no

ho-

us-

hogar

quitarse mejor forma

piensa

quedarse

la

del

es

pemun-

en

en

de

esca-

ello.

Us-

aquí y escribir las

importa

mutilen

a

que usted regrese a

habrá

usted

el

su

entre

que mil

los

censo-

pedazos,

por-

que cada una que llega a América contiene un poquito de verdad que pueda escapar a los censores. Cada noticia es que como un pedazo de retrato que usted y otros están pintando para el resto del mundo civillzado. Es un cuadro

ra del enemigo.

alegórico —la

E

ca-


HELICES para siempre. A veces decir, por ejemplo: —

¡Maximiliano!...

escuchaban

¡Maximiliano! ...

Ya €s hora de que te acuestes. Yo te haré dormir en mi regazo. ¡Qué travieso es este niño y cuánto trabajo

ahora más que nunca tiene Ud. doble motivo para insistir en la MEJOR pintura para casas...

me

da!

Creía ser la madre de su En otras ocasiones pedía que jeran

un

Cerca. Así,

VALOR

la

fusil,

la

sus

días.

siguió

Pero

importancia Era

un

en

verlo

dolor el

Carlota

la vida

México

América

de hasta;

ya

que

de

y

re-

fina]

de

no

tenía

continuaba.

progresista

que se agigantaha de Benito Juárez. de

quería

enloquecida

mordimiento

HOY

porque

esposo. le tra-

y

liberal

gracias al gobierno Era un trozo más

hispana

que

por

sobre

el

orgullo, la ambición y las realezas, ganaba su lugar bajo el sol, y comenza-

LA

MEJOUK

PINTURA

UD. PUEDE

ba

un

to

y

proceso

QUE

QUE

SU

La duplicación en el valor de

para

la propiedad le da a urte? doble motivo para proteger y embellecer su hogar con la mejor pintura, SWP sig-

d

con

Los Sucrs

de

A.

LLAMA

para

ría

para

de pintar

San

Juan,

P.

sería

en

dos

una

o en

invasores.

aquel

de

las honras más

de

Inc.,

seguirle

de.nación,

Mal

y

to-

masca-

Larra:

de

“Aquí

José

ardiente la

sol,

Cuba. a

estigma

sino

Que

nos

inflame

Que

su

llama

me-

que cálido

su

luz no

como

es

el

el me-

solar

como

signo

con

nos

yace

más

piel,

es se--

otra mitad”. de órden en

MMartí el

Con

sangre

cuatro, epitafio

dia España. Murió de la Juntarse es la palabra

trae

Co.

23)

para

voluntad

partido

carne

diodía de

£

Página

centenario

pueblo

SUERWIN-WILLIAMS

Mayol

la

ne-

QUEME....

respetarle,

jurarle

oeste

NOS

de

turbulen-

absolutamente

rada y un delito. “No es de cubanos —dijo él—, vivir como el chacal en la jaula, dándole vueltas al odio”. Decimos nosotros:

nifica más protección y belleza. Insista en SWP, la mejor pintura para casas.

es el momento

liberación

Pero

(Viene

COMPRAR Martí

AHORA

de

difícil.

nos

rubor

de

vida.

resplandor.

queme,

R. BAYAMON

(Viene bás

Hambrick

clavó

su

vista en el ex-

traño lleno de asombro. usted?” le pregunto.

“¿Quien

LOS

es guien

“No soy nadie” repuso. “No soy comisarlo, ni agente de la policía secreta. No soy Comunista”. Se irguió y miró rectamente a Hambrick y dijo:

“Soy

un

lejana.

de

:

la Página

podía

preguntarse

era

cedor

un

de

18)

vios.

qué

había

dueño

poco

frente

de

y

atrás. Además, con el dolor, parecía haberse hecho más pequeña, más sen-

leves,

heridas

cilla

su

marlo,

verla

y

la vanidosa

más

humana.

parecen

lavar

quitar

la luz

más

mujer

Los el

de

años

grandes

rostro,

do-

unifor-

a la mirada

y vol-

De tanto en tanto pronunciaba algunas palabras, aunque generalmente silenciosa,

embotada,

tor-

pe, opaca. No podría asegurarse que sufriera. Solamente el dolor lúcido

importa,

y ya Carlota estaba apagada

fatigados,

inclemencia

mente, mún

los

gullo

no con

los

ambos

fin

declarar

a

antes

visto

los mos-

el sol

padrinos,

habían

de

aunque

castigaba

pusieron

sin que

y

porque

adner-

incidente uno

recibido,

cuatro

acuerdo,

tienda,

mansa.

permanecía

cuatro

trábanse

ya

conoun

sus

este

como

había

de

a

todos

después,

olvidado

11)

caballero

deberes

y

Y,

quedó

Página

correcto

sus

versario,

la

combatientes

lores

despalo vió caminar Hambrick cio mientras se alejaba por la orilla del. río, a la sombra de las murallas enhiestas. Había caído la noche y los pocos pedazos de nieve empezaban a descender sobre su cabeza. Todavía sentía la nostalgia cruel de la patria

CELEBRES

(Viene

quedado

ruso”.

AMORES

de

la

con

fuertede la

cocon-

el

or-

gallar-

da manera, el valor supremo y la serenidad sin límites demostrada por los señores Muñoz y Balbás”. (To-

mado Puerto ra).

“del

libro

Rico”,

de

“El

(Periodismo

Antonio

S.

en

Pedrei-


HELICES EL

PROBLEMA

(Viene

29

MORAL

de la Página

8) -

cuidada y obstaculizada, por los materialistas, que no cesan en su empeño de oponer obstáculos, a bien

de

poder

obtener

someter,

a costa

norancia

de

doblegar,

de la pasividad

otros,

el mayor

engañar,

de unos

y mejor

para

y la ig-

disfrute

de

la vida. Como buenos higienistas debemos despojarde todo lo que pudiéramos denominar taras

nos

morales

como

ser

—envidia,

avaricia,

vanidad,

hipocrecía,— todas ellas producto del mal ambiente, y de

la mezquinidad

Para

dar

lugar

de espíritu.

a estas imprecindibles

y nun-

ca lo bastante apreciadas esencias, que sirven, no para adorno del poder imaginativo y directivo del cerebro, sino com oestimulante y dulcificante del buen

vivir,

que

le

llamaremos

estimación,

gene-

rosidad, pudor, altruísmo, en una palabra amor. —Esta higiene se realiza lentamente, pero es efectiva en el hogar, en las personas que a diario tratamos,

con

la

palabra

buscar

y

Siempre

debemos

un tema

que así de ordinario,

con

el

el secreto,

ejemplo.—

de promover

nos lleve a expresar

repudio a lo malo,

desaprobación

a las cosas cur-

sis,

encontrar

cambio,

y el placer

de

en

plácida dispuesta a la dulzura, creadora

del

el alma

el bien y la dicha

bien.

SOIMNEDÍ JONPRrAREO GONZALEZANDCLEME NTE E o PRYAROES

Afianzar mente

nada

una

ni

a resolver

un

idea,

de

pensamiento, que

nadie

el gran

produzca

cimentar sin

desmedro

felicidad humana. problema

sólidade

nuerTO RI

VERTO RICAN

Contribuir

del mundo,

debe

ser

preocupación de todos; saber que su ocupación diaria en cuanto a procurar su medio de vida, no es

denigrante,

que

lo

que

produce

o

realiza

no

daña, ni moral ni materialmente a sus semejantes. No hay necesidad de buscar justicativos ni atenuantes,

tampoco

esperar

la sanción general

para que se apruebe, premie o castigue. No pensar, no sentir, no obrar como el vulgo piensa y siente; pero hacerlo tanto como sea suceptible de que sus ejemplos sean imitados y hasta superados. Considerar el precepto bíblico “no hagas para tus smejantes, lo que no quieras para ti.” ——FExisten muchas delincuencias que escapan a la ley jurídica o a los hombres que tienen cómo manejarla y aplicarla. El comerciante, el industrial, el obrero, como asímismo el científico u el artista, deberían tener en cuenta este precepto y obrar en consecuencia a esta ética social, que

encara la solución del problema moral.

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