Vida Alegre (1 oct. 1913)

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MERCEDES MONTALVO MELENDEZ

] RIGUENA de ojossuges frionadores, une á su inteligencia y d sus gracias nmnaturales una alta bondad de espírifu, que irradía, en su conjunto COMO uNa de simpatía. AuUrora

Xctualmeute ejerce su ca rrera de Profesora gradua da de Inglés; de umacao, donde se la admira for su telento y buen tacto en el desempeño de su misión y por

sus bellas frendas personales.

<Tida Alkegre» prestigia su página de honor con el retrato de esta agraciada y gentil puertorrigueña.

CASA EDITSRIAL VIDA ALEGRE . CONTRER:S d | DIRECTOR ARTISTICO

CRONICA DE VIAJE <

EL martes 23 de septiembre salí de San Juan, Eomo soldado á campaña, hacia el Orien te de la isla, dispuesto al triunfo de mi causa, es decir, al triunfo de mi revista. Ec un auto de línea partí de la plaza de Baldorioty -y no paramos hasto el hotel Filo de Caguas.

Allí estuve dos días ¡pero qué dos dias! -Dos buenos compatriotas, dos jovenes profesionalesfueron mis camaradas: Dr Simón Moret Gallart, randidato á alcalde de aquella ciudad y Víctor Coll y Cuchi, aspirante á la plaza de Director de Sanidad. Para formar el quinte to se unieron á nosotros el Conde de Remotti, representante de la Fajardo Warden £ Co. de New York y Quirico Gutierrez, el caja de los automovilistasde Caguas.

La última noche de miestancia allí, el Dr. M, Jimenez Cruz nos obsequió con una comi. da en su residencia á las afueras de la ciudad.

¡Pero qué calles tan infernales tiene Caguas! He renegado mas de ellas que lo que renegaron algunos en mi presencia del alcalde Don Gervasió. Y miren que hay mucha gente que se hace lenguas contra Don Gervasio que, aunque para muchos resulte malo, á mí se me antoja un elemento muy simpático. Cómo que se suscribió á ViDA ALEGRE, no sin que antes se hubiera batido á la defensiva para evadirse.

Esa noche fué noche de tinieblas en la ciu. dad del Turabo. El alumbrado eléctrico se eclipsó, cogiéndonos de improviso allá por <los tres brincos.»

¡Diablo dije yo. Andar por estas calles y á oscuras es un peligro. Y no fué así: tras de andar á tientas entre aquellas tinieblas, no logramos caernos en ningún hoyo

Cosas de la suerte.

El jueves 25 y á bordo del famoso «AlmenIdrón>. estaba yo en Gurabo, una población pintoresca y con una higiene envidiable.

Lo primero que hice fué preguntar quién era el médico de sanidad de allí,

- No es médico el que tiene aquí ese cargo; es simplemente un Inspector, pero que se ocupa con empeño de sus deberes, me respon dió el flamante Silverio Morales, alma mater de aquel pueblo.

Pues ya desearian otras poblaciones dije-tgner un empleado de esta clase.

Visité el edificio del municipio,que ya qui

sieran para sí muchos pueblos; estuve en la Corte de Paz y quedé gratamente impresisna do del orden y buen funcionamiento de esas oficinas.

Saludé á los amigos Alfonso Paniagua, Cándido Martinez y Santiago Morales (alcalde). - despidiéndome poco después para Juncos, El mismo dia por la tarde entraba yo en el pueblo de Barreras y de Fcrtuñno Me hospe dé en el hotel Borinquen de don Luis Esparolini.. Al siguiente dia salí en mis gestiones llenándolas, salvo alguna con toda satisfacción.

Juncos es una población que progresa rápidamente, ál extremo de que hoy puede competir con las mejores ciudades de 2a. clase de la isla. Visitamos al alcalde en su clínica y nos recibió muy amablemente.

Al siguiente dia, después de aceptar una invitación de almorzar que hiciera el Inspector de Escuelas y abogado Celestino Benitez, giré una visita al Edificio Escolar, sito en la entra da de la población y pude apreciar de cerca la admirable organización que se lleva en aquellos salones de clase

Juncos está hoy á la cabeza de las primeras poblaciones de Puerto Rico en lo que á la ins trucción se refiere. Cuenta con 15 escuelas ,y 16 maestros en el pueblo y con 12 escuelas y 12 mMaestros en el campo, Hay un promedio de 805 alumnos en asistencia diaria á las escuelas de la población y un tanto igual á las de los barrios.

Se cursa hasta el 10 grado y hay clases de ciencias domésticas y carpinterias.

Motivos de satisfacción y orgullo debe tener el Departamento de Instrucción de la labor escolar que desarrolla en Juncos ese buevocompatriota que responde al nombre de Ce lestino Benitez.

Ese mismo dia por la tarue, después de en. tonarme y refrescarme debidamente, en el café Fortuño, salí hacia Humacao y aqui me tienen ustedes.

La noche de mi llegada y á pesar de haber saludado á algunos buenos amigos, me ví solo y me sentí atacado de la nostalgia de mi San Juan.

Ni un piano. ni una bechata, nada hallé en torno mío que pudiera distraer mi ánimo: nmi siquiera un amigo ó un conocido. Fuíme al Café Pelayo y al retorno me topé al paso cos el archifamoso sportman Sebastián Astor.

......

Muchacho! grité al verle, como si hubiera sentido en mi alma ua reactivo.

¿A dónde te diriges y qué haces en esta po. blación?

Chico, estoy aqui disfrutando de unos dias de vacacinnes,

Y en efecto, Astor lucía traje claro de casimir, corbata encendida con su correspondien te alfilerito. Al darme la mano sentí que alg9 me molestaba y ví que eran nada menos que dos hermosos solitarios de brillantes y una esmerilda, Estaba el hombre de así, sobre todo por las manos, las cuales le hubiera yo desalijado.

Despues de una charla, retornamosal Café, de donde luego nos dirigimos á nuestro respectivo domicilio.

Al siguiente dia el Cónsul era mi acompañante á la verdad que me quedé atónito al ver como bate el cobre este ¿ercio en Huma. cao.

A liós Astor, por aquí; adiós Astur, por allá; un saludo más acá; otr.* saludo más allá...... en fin, que comprendí me había tropezado con el hombre que yo deseaba, es á saber: un elemento popular y simpáticó, que á falta de algúa es jaivo humacaeño, me abriese paso en la bella ciudad de Oriente.

Y recorrimos la ciudad y fuí presentado á varios caballeros y re-presentado á varios amigos que parece no recordaban ya al fer viente admirador y glorificador del patriotis mo humacaeño, al ex redactor de «La Demo cracia»; al insospechable unionista.

Mi labor, junto al veterano Astor, tuvo que ser fecunda y á él, como no menos á las gestiones personales del Capitán Soto Rodriguez debo yo el éxito de mi obra.

Aun sigo trabajando. porque Humacao, la invicta ciudad del patriotismo, la bella sultana del Oriente, cuna de hombres laboriosos y de hombres pensadures sabrá apreciar la labor de una revista que como ViDa ALEGRE, ajena á toda filiación política, pero tan severa y agria en la censura como juiciosa y sin reservas en el elogio. responderá á su línea de conducta trazada laborando por los intereses morales y materiales de esta progresista Cciudad, cnna de hombres tan populares y tan útiles como Don Domingo Quijano, en el ramo de Instrucción pública; Don S-rafin Noya en su obra altruista y patriótica; Donm Joaquin Más Ferrer en las letras y Dor Fran cisco Busó en su capacidad y en su ilustración.

Esta ciudad progresa rápidamente; con un alcalde como el Dr. Isidro A. Vidal, cual-

quier población echa p'alante. No en vano su labor activa y eficiente se refleja en el Cariño que los humacaeños profesan a este digno puertotorriqueño. ¡Qué falta hacen muchos alcaldes como Vidal!

La obra del acueducto se ha terminado y en breve comenzará la del alcantarillado. Cuando ésta se termine, podrá decirse que Humacao no tiene que envidiarle á mnqu ciudad de Puertc Rico.

Según informes están en la División de Edificios públicos próximos á anunciarse, el proyecto y planos de dos edificios escolares: uno para High School, de $25,000 y otros para ampliación de las escuelas públicas valorado en $45.000

Las obras de la cárcel 'siguen su curso y dentro de dos meses, según nos informa su activo rematista señor Higueras, quedará al servicio, menos de este cronista que no aspira á vivirla -

En el Concejo Municipal se celebró el miércoles una reunión para oir las protestas de los comerciantes industaiales de esta mu nicipalidad que se consideraron gravades con la clasitficación hecha á sus respectivos negocios. Los protestantes fueron oidos debidamente, y nos alegramos que sus quejas alcan-cen éxito.

Hemos tenido ocasión de visitar la fábrica de licores del señor Rogelio Casás y quedamos muy bien impresionados del sistema de fabricación que emplea este laborioso industrial. así como de la excelencia y diversi dad de su productos.

El alcalde Vidal, el alcalde que tuvo mas pantalones cuando las dragonadas que se hi. cieron durante la peste y que mostró contra las disposiciones sanitarias el gesto de altivez del Gocernador de California con las insinua ciones de Bryan, este alcalde patriuta y va' liente recibió el miércoles un telegrama del Gobernador Colton despidiéndose y pidiéndo le que le despidiera de sus amigos.

Por mi parte que vaya con viento fresco, que bastante faterna nos ha dado. Ahora el que falta es Sant Elmo.Un hombre á quien rsspetan los tiburones y respetó la peste bubónica no debe temerle á las protestas del pais.

No le falta má: que quitarse el bigote para que se sienta más fresco.

En estos dias embarcará para los Estadus Unidós el prominente vecino de esta ciudad y acaudalado agricultor señor Anmtonio Roig. Buen viaje y excelentes negocios le deseamos. REDACTOR VIAJERO.

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ANTONIO CORTÓN

Ha mnerto sin podorle yo estrechar la mano Nuestra despedida ha sido la ultima visita que me hizo algunos meses antes de morir, e1 la cual deploramos á duo la mortal decadencia de la patria española y las vergiienz politica nacional.

precoz,que infiltra en el cuerpo del joven emprendedor y osado el espíritu de la inercia. Jóvenes por fuera, viejos por dentro....iSin

de nuestra

Aquel hombre batallador. joven todavia, de con<titución robusta, de mentalida dpotente y de conciencia ilustradá, sentíase aplanado y aturdido por la cerrazón del porvenir, Comentaba los hechos con amarga indeferencia. El que habia coonsagrado su vida á la politica liberal, se sentia vencido, En sus gestos y fisonomia se dibujaba como estribillo y comentario de cada desastre: !No hay remedio!

Y al contemplar la resignación y abatimiento de aquel hombre nacido para !uchar, las más tristes reflexiones acudian á mi mente.

La visita fué larga. Los paréntesis de silencio eran más largo que la conversación. Calla. ban los labios y seguian hablando los cerebros. -- Repenticamente me estrechó efusivamente la mano diciendome:

iQué dichoso es usted! ¡Cuánto le envidio!:... ¡Quién pudiera arrojar al aire. como usted, las verdades y las protestas, tal cual la conciencia las fragua!....

Estas palabras de Cortón contenían un libro de verdad triste y amarga: la más amarga hoy de las realidades de la vida española.

Una realidad que arroj sobre la cálida ju.ventud entusiástica el frio de la decrepitud

No los censuramos

Como nuestra revista, consecuente con su programa de verdadera independecia, no dejó de censurar un solo día los actos del Go bernador, en nuestro concepto, el mas funesto de cuantos funcionarios han venido a Puerto Rico, no hemos 1doa despedirlo, a pesar de tener especial invitación

Pero no censuramos a los que han idoa despedirlo: esa actitud responde a la tradicional cultura del pueblo puertorriqueño. No fueron a despedir al Gobernador que no de-ja una sola simpatía en el pais; fueron a des pedir al caballero Colton, que tiene entre los

¡Cuántas tempestades debieron descargar sobre aquel organismo pletórico de vigor y exuberante de energías, para agostar y matar

¡Cuántos rayos debieron herirle, cuá=tas noches heladas caer sobre su espíritu, cuántos huracanes, cuántas sequias!....-

Dichoso me llamaba, y como tal me envidiaba: dichoso. por no dejarme atosigar de un empacho de verdades....

¿E¿ esto felicidad? Sí lo es, confieso que la he disfrutado y la di-fruto y la disfrutaré el resto de mi vida, aunque se paga muy cara.

Cara, como sería carc el elixir que perpetuara la juventud. Porque eso es la primavera de la vida: ardor, pasión, indignaciones, alegrias arrojos, temeridades y estallidos.

Lo que con Ccrtón se ha perdido, vese en el íadice de sus producciones con que Z7 7:deral teje la corona fúnebre.

Después de leerlo unos dirán: iCuánto ha hecho!

Yo, recordando su último apretón de manos, digo:

--¡Cuánto se ha llevado sin hacer!....

puertorriqueños muchos y muy buenos amigos. , Fué mucha gente a despedirlo, me dijo uno de sus amigos: lo mas distinguido de la capital y de la isla desfiló por la residencia del Gobernador, pero se notaba en todos los semblantes, amor en los de los mas amigos de la administración, que aquello se hacia por pura fórmula por. llenar el espediente. Asi son los puertorriqueños, generoscs hasta lo último.

¿Cómo hemos de ceusurar nosotros eso, que constituye uza de las mas hermosas virtudes del alma criolla?

Y además Colton ha dicho que no vol:erá a la isla....!

T* 'f

Y allá dirá en buena lev que por postre y despedida, tras comernos la comida nos ha ensuciado el batey.>

Muy conmovidos

El ex Gobernador Culton dijo, desde alta mar, ev aereograma dirigidc al amigo Saldaña

<Nos sentimos intensamente conmovidos por la actituc del pueblo y de los amigos durante el último dia de nuestra permanencia en Pto Rico, y en lo mas íntimo del corazóa conser-

vamos para con todos los más cariñosos sentimientos. Recuerdos afectuosos.»

¡Esto esen alta mar! ¿Qué no dirá el Go. bernador cuando llegue a Washington?

Es capaz de decir que el pais se ha accidentado, al saber la noticia de su partida.

Cuando yo digo que este pájaro saca partido de todo.

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-

NA cárta que llega, unos dedos temblororosos que rasganel sobre para descubrir su contenido, unos ojos que leen emocionados cuanto una mamo femenina supo trazar en diminutos caracteres: un corazón que palpita, lleno de inm-nsaalegría, a la súbita impresión de alguna buena nmnoticia...... Eso mismo es lo que pasa por mí en los actuales momen hos. --

Ah, qué dulces, qué agradables son las sorpresas del alma, cuando el dolcr nos embarga y la pena punza en lo más recóndito del co razón!

Yo estaba pensativo. con la imaginación vagando por las regiones silenciosas del recuerdo, con la cabeza apoyada tristemente sobre el abandonado panteón de las cesas -muertas, de las benditas ilusiones que pasaron para nunca más volver; a tiempo que a mis manos llega una carta cerrada. ... busco en el sobre un nombre, una señal, que me revelara el si tio de su procedencia.... leo y releo mi dirección escrit= con tinta negra, tan negra co. mo mis désengañns, y.... nada.... no puedo averiguar de quien es....: pero busco en el interior de aquella envoltura de fino papel de hilo y ¡oh agradable impresión de mi soñadora fantasía!: aquel pliego perfumado. tan per fumado tomo el pétalo de una azucena blanca aquel puro mensaje que venía a despertár en mi alma dulces añoranzas de un venturoso ayer, era de élla, de la amiga au«ente. de la simpática chiquilla que Dios puso u día' antemis ojos, como divina emanación del cielo. para qué fortaleciera mi corazón en los rndos combates de la vida que iba, desde aquel momento, a comenzar.

- Fué a los primeros soplm del Fstía Aquel día embarcaba en el vapor «Caracas» con rumbo a Nueva York. Iba hacia aquella gran urbe americana, para de allí: trasladarme al Colegio a estudiar mi carrera de ahogado. tCuántas esperanzas latían en mi cerebro! ¡cuántos sueños bendites para el futuro! Qve. ría ser uu hombre útil a mi raza y a mi pueblo; y aunque sabía que los recursos me falta ban, el espíritu se disponía para la Incha. echando a un lado debilidadas y alentado con el axioma verdadero de que <todo lo puede quien lo quiere todo.» Pero en mis adentros

me devoraba la angustia. ¡Dejar mi país. ésta queridz tierra donde víla primera luz del sol, donde reposaban los restos de mis antepasados, donde quedabán mis afeccionas más varas....! ¡Ah, eso era horrible! Sentado junto a la barandiliá de proa y cou los ojus fi jos en el profundo abismo que se revolvía ai rado, lamiendo los costados del buque; miran doallá, como un punto en el horizonte, perderse la silueta de San Juen de pronto sentí escaparse de m: pecho un suspiro, un suspiro amargo, que recogió el viento en sus alas seds sasy acariciantes, como piumas de cisne....

ASÍ estaba, tan abstraido, que no me dí cuenta de una joven, trigueña, hermosa, de labics rojos, nariz aguileña, y mirada triste y soñado- ra, que a Mi lado lloraba.

Un corto saludo, una palabra de valor y de consuelo. luego algunas preguntas, un2 historieta, salpicada de chistes, nos acercaron poce a poco en el terreno de la amistad. sin que ni élla ni yo nos diéramos cuenta; y pasadas algunas horas va hablábamos como si nos hubié ramos conocido de algunts años atrás. Ella, como yo, salía mar afuera, en busca de un porvenir....; pero élla soñaba con la medici na....., yo con las feyes...., hacia Pensylvania... élla se dirigía ., yo hacia lilinois.. Una vez que llegáramos a la Metrópoli neoyorquina, el Destino nus separaría con la misma facilidad que nos estrechó en aquella ocasión, pora mí nusca <oñada.

El océano, magestuoso, se extendía a nuestros ojos como un inmenso lago de azulado espejo...., arriba elcie lo, limpio y sereno, como un cortinaje infinito....

- El día, con su -

brillantez y sus alegres horas de placer y de vida....? la noche, con sus negruras y sumomentos trágicos de dolor y de muerte....

Y el buque, siempre adelante.... .. adelante...... caminande hacia el Norte, región del frío y del hielo donde el corazón vé com > se marchitan todas las flores del ensuño y de las ilusiones que hacen de todos los hombres, en los paises del ardiente trópico, cantores d< una pasión: de la mujer. esa diviua creación de la trerra, que embellece todos ios instantes de la vida! Así pasaroo para élla y para mí los cinco dias de viaje: élla era una artista de corazón: sabía piaño: yo era-un enamorad-» del ideal: sabia escribir versos.. Así nues-

DE SEMANA A SEMANA Wg )_,7 <
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tros dos seresse acercaron cada vez más, co mo +0s seres amigos, para no olvidarse nunCan:..

¡Nueva York!:.... La moderna Babilonia, resurgía, imponente, en el brumoso horizonte. Conmovidos, inquietos, nos miramos al bajar en muelle de Brookiyn.... ¡Allf estaba nuestra separac¡ón!. ... Un adiós casi pro nunciado en el silencio, brotó de mnuestros labios, un apretón de manos extremeció tudo mi organismo; y todavía en la solitud de mis oensamientos. recostado tristemente en el asiento del rápido que me conducía a Chica- go, veía pasar su silueta blanca, como una ensoñación divina de un cuento de h¿das que un instante deleitara mi corazón....

- Después. ... vinieror los días de clase nos escribiamos amenudo....: algunas horas robadas a los libros eran para comunicarnos nuestras alegrías y dolores, impresiones juveniles, unas de risa, otras de llanto, que el .co rreo nos llevaba a través de las exrensas llanuras y de las altas montañas americanas desde Filadelfia a -Dixon, tan dictantes, tan léjos ambos de la patria ipolvidada.

brega constante, la ocupación del trabajo, la lucha por la vida, a hacer un pequeño raréntesis entre nuestras mútuas demostraciones de

Á mí no me sorprende

«Comunican de Barcelona que la plaza de verdugo, vacante en la actualidad, ha sido solicitada por un médico.

Este hecho tan extraño ha sorprendido a la opinión, pues siempre se ha creiio que a estos puestos no aspirase más que gente de poco mas o menos.

Todas las noticias per miten asegurar que si no surge ningún inconveniente se le adjudicará el puesto.>

No veo porque ha de sorprenderse la opi-nión.

Tengan ustedes la mas completa. seguridad de que este médico es verdugo de hecho: Si ahora aspira a serlo de ierecho ¿tiene algo eso de particular?

Yo no veo en todo est3 mas que un gran fondo de horadez.

_ amistad; pero el recuerdo, esa flor consolatriz que prende en las almas generosas, jamás se había marchitado en nosotros....

Hoy el correo me trae la feliz nueva de que élla está en Puerto Rico....: viene graduada de Doctora en Medicina.... tra, graciosa y diminuta, la que me lo dice..,..

Es su misma le-

Al fia nos volvemos a encontrar, habiendo realizado parte de nuestras aspiraciones; y nos volvemos a ver, aquí, en la tierra chica, patria desgraciadadel Mar de las Antillas....

Una alegría _.íntigz me invade: la alegría que nos causa el saber que la felicidad cobija con su manto de glorias y venturanzas, a los seres que nos son más familiares. Y élla es para mí como una hermana dulce y cariñosa que, cogida de la mano, Dios puso ante mis ojos; que por un instante la suerte me arrebatara, traicionera; pero que a la luz de los astros he vuelto a encontrar en mi cami-

Los secretos de la vida son así: ¡sabe el cielo si la vclveré a perder, y ahora para siempre....para el olvide eterno!....

¡Oh, inviolables misterios de la Naturaleza! ¡Qué ocultos estáis a la penetración del hombre, ese eterno soñador que rueda por el mundo como un loco!....

Eduardo Saldgñn

Fué hasta ayer el Secretario del Gaberna-dor y será de aqui en adelante el Jefe de la oficina de pesas y medidas, Saldaña que es, ante todo y sobre todo, un excelente puertorriqueño, hizo desde el puesto que ocupaba, todo cuanto pudo en favor de su pais. Hizo muchas cosas buenos y sin duda impidió que se hicieran muchas cosas malas.

Saldaña es una garantía al frente de la nueva oficina.

Rciba el bu=n amigo nuestra felicita ción mas entusiasta.

MORITO SANCHEZ

Si pasa por España, y si los asu 1tos de Marruecos no se han arreglado, seria conveniente que se cambiara e! nombre mientras permanezca en territorio español, Ya fuera de España los moritos son perso_ Bas muy simpáticas.

...
MANUEL M. RAMIREZ.

ZO que se le ocurre a mi amigo Joaquin Ba. rreiro. nose le ocurre a nadie.

Entré a La Mayorquidna, me vió, seme acer có sonrierdo y, como el que dice la cosa ma, sencilla del mundo, musitó estas palabras.a mi oído:

Estaba yo buscando un cronista social para VIDA ALEGRE y, al vert=, no pude contener esta exclamación, igúal o parecida a la de un sabio de que nos habla la historia y que no tu vo el honor de conocerme Eres tú'!

Mi asombro fué inmenso, y aumentó en proporciones cuando, queriendo hacer rectificar a Barreiro. a Zas malas, le pregunté afectando indiferencia y con cierta estudiada frialdad:

Y....¿cuánto?

Nada, nada, chico me contestó, dejando jugar en sus labios la sonrisa de los dias de fiesta que tú ereo la pluma que yo necesito para la sección social de VIDA ALEGRE.

Confieso tanta es mi franqueza y mi inocencia, que pensé en que puúdieran venir mejores dias para mí a la sombra de Barreiro, quien, si no lo es, puede ser un árbol frondoso, metafóricamente hablando, y exclamé:

E:stá bien. Cuenta conmigo. No me cabe duda de que la mia es la pluma que tú ne cesitas. Y me comprometí, con la esperanza de mejores dias, a escribir semanalmente esta

Cróaica de ViDA ALEGRE,

No obstante es bueno que se sepa el café que se tomó Barreiro mientras conversaba conmigo, y el tabaco que fumaba mientras se alejaba de mí, lo pagó este cura.

La bella y distinguida señorita de la culta' sociedad de Mayagiiez, Maria Josefina Acosta ha venido a continuar sus estudios en la Nor mal de Rio Píedras.

Allá, en la espiritual Sultana del Oeste, de. ja Maria Josefina más de una docena de corazones rendidos, que sólo aguardan una sonrisa de sus labios para vislumbrar la suprema felicidad, y a acá, en el aristocrático Santurce, en cuyo Parque suele proporcionarnss los domin-

gos la dicha de verla, produce a su paso la luz de la admiración en los sen.blantes y obliga a que broten de todos los labios exclamaciones de a'abanza, Reciba la gentil mayagiiezana nuestra afectuosa bienvenida.

Ascaain de Armental promete a sus adora. bies lectoras la pubicación Ce nn compromiSo amoroso, efectuado entre una encantadora señorita residente en una de las principales po blaciones de la isla y un joven de esta capital, escritor y poeta.

Tras una excursión de tres meses por las principales ciudades europeas, han llegado a esta capital, donde residen, les jovenes esposos Cuyar Gatell.

VIDA ALEGRE les envia, por estas lineas su cordial bienvenida

Doña Ursula Capó Viuda de Arce, .madre política del muy distinguido amigo, el cultísimo escritor y laureado poeta señor Eugenio Asolse encuentra ya restableida de la enfermedad que le retenia en cama.

VIDA ALEGRE, al acojer esta noticia, celebra el restablecimiento de la respetable dama.

Con

motivo

de ausentarse para los Estados

Unidos la señorita Colton, muchas y muy distinguidas damas puertorriqueñas fueron a des pedirlaa bordo.

La simpática Margot, sin duda porque no tenia nada que ver con el gobierno de la isla. deja en Pto. Rico muchas simpatias, por cier: to bien merecidas,

Hay que consignar, pues pecaríamos de injustos si así, no lo hiciéramos, que la señorita Colton, prestó siempre su cooperación más decidida y entusiasta a toda obra caritativa.

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ASCANIO DE ARMENTAL. d

A un Gobernador que nos deja en este estado ¿cómo no hemos de vi* virle eternamente agradecidos?

¡Ya lo: creo que tiene motivos para conmoverse!

¿Sec1fetario de Puerto Rico?

Las otras tardes se dijo que habia sido nom brado para ese cargo el -Lcdo. Martin Tra vieso

Y aunque los reporters sabían que era una broma. no faltó quien interrogara al señor

Travieso acerca del particular.

Y sacamos en consecuencia que nc ha recibido tal nombramiento:; pero si se lo mandan está dispuesto á aceptaclo, aunque tenga que sacrificarse La Patria, dice el amigo Travieso, está por _encima de todo.

N d MM m En .-v $¿? hº a _ .* s EA NO add d A TU A ad XV Es
TODO=s SATISFECHOS

UNA buena noticia tenemos que comunicar 4 mnuestros lectores:

Manolo La Presa, el popular artista que de tantas simpatías goza en Puerto Rico, volverá á visitarnos en breve

Asi nos lo ha manifestado, al visitarnos esta mañana, su simpático representante, nuestro muy querido amigo don Juan Ramos Ruiz, quien pro cedente de la Habana acaba de llegar á Puerto Rico.

MANOLO LA PRESA.

Procede el señor La' Presa de la Habana,

Posee el señor La Presa en la actualidad una buena Compañía de Zarzuela Cubana que, unida á sus trans formaciones, actus de concierto y orras Variedades, consti: uyen un espectáculo ameno y en estremo variado. en cuyo Teatro Paxyret y Blyteama hizo una brillante temporada.

Posee además un valioso decorado y atrezzo que llamará justamente la atención de nuestro público por su lujo y propiedad.

El caso sospechoso

Ya nose pueden lraer de Espana ni golondr¡m S,

Ahí titn n ustedes el caso del «Manuel Calvo.» Por si es, por si no es ó por si deja de er, cstán enel lazareto todos los pasa;eros que vevían para Puerto Rico.

Por de pronto. han venido á sufrir las consecuencias una rata y un conejillo de md¡as tan :ímido como inocente.

No es que nosotros censuramosá la sanidad

marítima. Todo l, contrario. Cuántos ma los ratos nos hubiéramos evitado, si hubieran hecho así la vez pasada.

Lo celebram15 mucho

Completan ente restablecido está nuevamen te al frente de su acreditado bufete de abo gado y nmotario, nuestro muy distinguido amigo el Ledo. Parra Capó, de Ponce.

Cons¡gqamns con verdadera satisfacción esta noticia, Por lo visto, también á Panchito lo cogió en cama la part¡da de Mr. Colton.

El repertorio es com. pletamente nuevo en es' ta Isla y tan extenso que podrá variar el cartel diariamente: lo forma entre otras las siguien tes obras:

El gran inventor. Los Brujas. La flor del ba' rrio. Un bobo como hay muchos. 1.a bella Neda. El viudo triste. Salón de Variedades. Caracoles con los niños. Con tacto. ¡¡Murió!! La caja de sorpresas. Un jíbaro en la capital. La risa del pavaso. La Mulata Ma' ria. No hay mal que por bien no venga. El Ban" quero Solis. El triunfo de Capablanca. Efectos del transformismo. La ley Corona2. Los Veteranos. El Chauffeur, Viva la Política. La Vida Alegre. Los marides resbalosos, Tres mujeres para un hombre. La sarta de per la.. Heéroes anónimos.

Los sobrinos del Capitán Araña (3 actos.) El hijo del diablo (opereta en 2

AURORA GONZALE Z. actos.) El desnudo y la moral. Ricosy Pobres. El Zaque. Cromos y Postales. El pais de los chivos. 5an Juan al día y muchas otras. Con este repertorio, le auguramos al amign Manolo un espléndido éxito en Puerto Rico.

Muñoz Rivera

Este prestigioso pueriorriqueño, embarca con rumbo a su tieara, el día once del co rriente.

Viene a respirar la brisa perfumada de los trópicos y a descansar algunos días de las impertinencias y majaderías del Senado y de la Cámara de Representantes.

Permanecerá en Puerto Kico hasta que pa se la asamblea unionista. que promete ser interesantísima.

¿Qué es eso?

Se anuncia que saldrán para St Thomas el Comisionado del Interior, el Alcalde de San Juan y el Lcdo. Cuevas Zequeira.

¿A qué rayo van á St. Thomas esos elemen- tos tan eterogéneos?

¿Tendrán los santomeños algún canal de riego entre manos y necesitaran los sabios consejos de Mr. Wilson?

Para mí que van á comerse algún chivo asado.

Si es +Sí. que les aproveche.

No crean u<t-des que no he ido a despedir a Colton por falta de invitación.

El Secretario particular del Gobernador, mi distinguido amigo Saldaña, quees un Secretario de peso y medida. por no decir de posas y medidas, me dija:

El Gobernador desea ver aquí el miércolesa todos los representantes de los periódicos y muy especialmente a los directores de«Pica Pica» y VIDA ALEGRE.

Ya veo ustedes que la invitación mo podia ser más expresiva.

Por otra parte las relaciones personales entre Don George R. Colton y Don Joaquin Barreiro, no podían ser más afectuosas ni más cordiales.

Tampoco me faltaban mi canariera nmi mi frac, que aunque un tanto tintoreros, -los guardo siempre como recuerdo prehistórico, para las grandes solemvidades.

Quiero decir con toio esto, por si acaso ustedes no lo han olido, que si se tratara de un simple sembrador de chinas, yo iría con _mucho gusto á despedir á Mr. Colton. Pero co. mo al lado de Colton estaba casi siempre el Gobernador más funesto que hemos tevido en Puerto Rico, no he querido pasar la mañana del miércoles por los ámplios salones de la Mansión Ejecutiva.

Y después de haberme enterado que se habían tomado varias futografias. con el meseri

Los cursos especiales

No hemos visitado todavía las escuelas en este nuevo curso y no queremos adelantar juicios pesimistas: pero se nos antoja que esos cursos especiales van á resultar un gran desastre con perjuicio manifiesto para el tesoro y para la ;:ausa ue la instrnucción en Puerto Rico.

Bien sabe Dios, si es que Dios se mete en estas cosas, que deseariamos equivocarnos.

cordioso objeto de decir en les Estadcs Unidos que en Puerto Rico, desde mi amigo que Tidísimo Dcn Vicente Balbás, hasta el último ciudadano, todos lamentan la ausencia del Gobernador. después de haberme enterado de todo eso, me alegré más. muchísimo más, de nu haber ido per la Fortaleza.

Hay quien dice que la muerte ló salda todo y que mas allá de la tumba no deben de llegar las críticas ni las censuras. Yo no comparto esa opiníón; pero aún admitiéndola y admitiendo también que el último Gobernador de Puerto Rico es un muerto en el concepto de la opinión pública. si es que esa buena señora se permite el lujo de vivir por este barrio, que lo dudos y lo dificultos; admitiendo todoeso, ustedes no me negarán que aqui se trata de un muerto farao y á los muertos paraos hay que darles duro por las espinillas para que se aeuesten. Si lo dejamos asi y además le hacemos muchas reverencias, es capaz de darnos otro susto: ya lo dice el refrán: un muerto apurado le sale a cualquiera.

Por ¡o demás, ya lo decimos en orro sitio' yo no censuro á los que fueron á despedir al Gcbernador.

Si fuera posible separar del cuerpo de Col" ton la cab:za del G ob:roador, también hubie* ra ido.

Dan Eduardo Giorgetti

Una fiebre muy opcrtuna tiene recogido en cama á este amigo estimadísimo, por cuya salud nos interesamos vivamente.

Decimes muy oportuna, porque se ha librado Don Eduardo deir á despedir al Go bernador,

Y como ya Colton se fué, que se levante cuanto antes.

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CELSO DE LOS RIOS'
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Diego de León

La noticia de sa muerte nos ha sorprendido muy dolorosamente.

Hace pocos días recibimos su última carta; una carta llena de ilusiones y de esperanzas para el porvenir, un porvenir que el veía, pobre soñador, tan risueño y despejado.

Poeta, vivía en el mundo del ensueño y no pudo resistir el contacto brutal con la realidad.

Era un gran corazón.

Ponce. la bella ciudad del Sur, era su obseción constante Qué feliz es usted, me decía en Arecibo, al despedirnos para sierñpr'e; qué feliz es usted, que va para Ponce.

Ya descansa eo la ciudad querida el romántico trovador, que, caá minando hacia la gloria, rompe la lira en un instante de snprema desesperación para caer en el sueño eterno.

D:scanse en paz el querido amigo.

SRNE uu PAGINA INFANTIL N r;'f x

AC TUALIDADES A

Ap¡¡rece' en este grupo, e distinguido p¡utor puertorri queño don José López de Victoria, premiado últimamente con medalla de oro por cl Ateneo, acompañado de su muy apreiada familia

Todas las obras de López de Victoria son muy celebradas; pero entre todas, ésta que presentamos á mnuestros lectores y que prestigia esta página de «Vida Alegre> es, sin duda, las más acabada, la más perfecta.

No vamos a decir ahora quien es López de Victoria convencidos de que todos nuestros lectores lo ecnocen No pecariamos de exagera' dos si dijéramos que lo cono' ce todo el pais. Conoce todo el pais al pintor López de Victoria; pero casi todo el pais desconoce al héroe que se oculta detrás del pintor.

Y para escribir la historia del héroe que ha sabido abrir se paso y triunfar en este me dio ingrato, en que se deba ten los escritores y artistas puertorriqueños; necesitaria mos disponer de m¡uf:hn tiempo y de mucho espacio, espacio y tierpo de que carecemos hoy, 4

Un artista menos

Consignamos con verdadero pesar la muerte del notable pianista don Francisco Blasini Tristany, ocurrida en la villa de Aguadilla, el miércoles de la semana anterior.

El Sr. Blasinise disponía á trasladar definitivamente su residencia á esta capital, donde tenía familiares y contaba con muchos amigos y entusiastas admiradores.

Era un gran corazón y un gran artista, Pertenecía al número de los individuos con quienes se simpatiza desde el primer momento: con Blasini s. simpati' zaba más a medida que se le trataba.

- Descanse en paz el buen amigo y reciban sus deudos nuestro pésame más sentido.

E

Pero á pesar de la renuncia, yo les aseguro que á Don Simón, no hay quien le haga soltar la Alcaldía

iSi conoceré yo á Don Simón Moret:

Buen nombramiento

El prestigioso é inteligente joven puertorriqueño Manuel Font Jimenez, que hace po co regresó de España, ha sido nombrado para un puesto muy merecido, en el Departamento de Sanidad

Reciba el amigo Font muestra felicitacion más entusiasta y el Jefe de Sanidad mnuestro apláuso más sincero.

Resucitó

Se cumplieron las profesias.

<El Noticiero» dijo que resucitaría y resucitó cuando menos lo esperábamos No s«be mos si de eatre los muertos ó do entre los vivos; pero el caso es que sigue saliendo, que es la única manera de demostrar que se vive. Que Dios se lo lleve adelante

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RENUNCIA DEL ALCALLE DE PONCE -|
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El nombre de Contreras debe ser esculpido cor: buril de oro en el brillante libro de la historia de Puerto Rico,

I

Oid del héroe la brillante historia: cuando Boringuen triste y abatida, por el león hispano fué oprimida y aquel Palacios de fatal memoria.

Con saña impía y con maldad potoria elevó su denuncia fratizida al Ibérico trono, de fué vida y al instante ordenó su ejecvutoria;

un general, gallardo y caballero, valiente y noble, hidalgo y justiciero, pregonó de esta tierra la inocencia,

demostrándole al pueblo castellano la lealtad del humilde borincano que abatió del tirano la demencia.

II

Noble español, magnánimo y clemente, que has grabado ese rasgo tan hermoso en el libro lumínico y grandioso de muestra historia fiel, alza la frente

Y a mi patria verás cuan reverente tu gloria ensalza, que eres mi coloso, y hay que cantar tu nombre luminoso en un himno de amor, constantemente.

- Por eso Borinquen ha decretado al honrar ese rasgo venera io. en una de sus vias grabar tu nombre;

para que en el mañana de tu historia, al evocar el hombre en tu memoria la dulce paz de tu recuerdo asombre.

Crónica social.

Esta sección del periódico, crónica de galanteos y piropos, estaba a cargo de nuestro Director. Pero ya el Director de. Viba ALEGRE tcon sus treinta años a cuesta y casado por añadidura, no está para

estos piquetes.

Y viene, lectoras amabilísimas, a encargarse de la Crónica

Social el javen literato y poeta a ratos Carmelo Martinez Acos-ta, que aunque tiene fama de ser un unionista furibundo, hará por igual justicia a las republicanas que a las unionistas que desfilen por esta sección.

Y ahí tienen ustedes al hombre de cuerpo entere. Al tomar poseción de su cargo una sola recomendación le hicimos. Nada amigo Martin+z, de adjetivos saperlativos. bonita, ya ella lo sabe y com saberlo le basta, sin que tenga el cronista que estárselo repitiendo un día y otro para que se extrenda como la verdolaga. La que es fea... fea hay que ser todo lo humano que la fealdad permita.

Esta ha sido nuestra recomendación: lo demas de sabido lo tiene olvidado el amigo Carmelo Martinez, que este y no otro es el nombre de pila de nuestro redactor.

Desde Juego qu= tendrá que cambiar de in?umentaria, pues con ese sombrerito, que mas parece de un vendedor de quincalla, que de un redactor de periódico ilustrado, mo le dará el ánimo para asistir una sowriec. Eso está bien para las recepciones de la Fortaleza, a las que cada cual vá como le dá la gana.

De
ARNALDO
P
SEVILIA
con la que es
La que es
ic E

%Í MEDIOEVAL

Por que de seda i violeta acaso sois una joya, pues evocíis la paleta de dun Francisco de Goya

En los salones la graciá de vuestro elegante giro deslie su aristocracia en el iris de ua suspiro.

Ya en el concierto nocturno. los hombres os formao rueda, queriendo todos un turno en vuestro carnet de seda,

Pero por más que se inmolen teméis henchida de enojes, que el baile convierta el pólen de vuestra faz en despojos.

Los caballeros entablan sus preguntas con sorpresa, i al no conoceros hablan en voz baja: una Marquesa

A MARIA ESTER CAPARROS

Alma de artista.

Hay en tu voz la plácida harmonía de los tiernos y pardos ruiseñores, que nos hablan de idílicos. amores cuando el sol nace al despuntar el día.

Soñadora ante el piano, alegre arancas de su teclado de marfil las notas bque acompañan tu voz..:: y cual gaviotas volando van tus ilusiones blancas....

Van a tu corazón tristes, sombrías, 2a recordar quizá felices días Y allí revolotean en tropel, cuando amorosa empiezas a cantar, lo mismo las creaciones de [.ehar que las clásicas danzas de Morel.

RENÉ DE SAN JUAN

Es natural! El donaire de vuestra sonrisa fina pone en los surcos del aire su fragaocia cristalina.

Así elegante ¡ discreta i lejos del /Zir! que pasa < no escucháis sino al poeta que es conduce a la terraza

Allí al armonioso arrullo del arte, parecéis una gladiola que abre el canullo bajo el polvo de la luna,

I luego la jente aquella que os va siguiendo la pista, al ver que galante y bella os despedís del artista

I que en los Jabios de fresa lleváis un plácido esguince, repiten: una Marquesa de la Corte de Luis XV!

LAS MANOS LEJANAS

Manos inestimables, manos de la Elesgida; divinas manos puras que me hicísteis cantar, os alejásteis tanto del dolor de mi vida que presiento que nunca os volveré a besar.

Manos como no fueron las manos de las Diosas; nobles manos floridas de un seráfico alhor, jen vosotras están la gracia de las rosas, y el puñado de flechas del carcaj de Amor!

Mientras el alma llora sus infinites males, y pienso en vuestros mágicosblancos zodiacales sufro la angustia horrible de aquella tarde muerta,

cuando vosotras érais tan buenas como Dios, y os ví por la vez última, en la playa desierta, agitando la nieve de un pañuelo en adiós....

NAPOLEON ACEVEDO.

J
PRIMITIVO HERRERA

CUENTO DE LA SEMANA EL HILO ROJO ¿

FOR todas estas razones y por muchas otras, continuó diciendo el inmundo personaje, había decidido matar aquella vieja ricachona...

Y miró con sus ojos estriados de líneas- viDosas sus manazas plantadas amte él sobre la mesa, como dos bestias repugnantes. Luego, el innoble interlocutor prosiguió:

Su nmombre? Nose lo digo no por te mor, puesto que el plazo de la prescripción ha pasado ya, sino porque no lo recuerdo. Llámese como se llamare, el caso es que era tan rica como yo pobre, que economizaba tanto como yo me entrampaba en la aldea; y que era tan cuidadosa de su comida como yo lo era de mi bebida; en una palabra, que había, por un hecho expreso, entre aquella rentista agobiada de años y el joven obrero sin traba- jo, que era yo entonces, demasiadas diferencia para que aquello pudiera perdurar.

Me era necesario, pues, suprimirla. Habitaba un- caserón frente a la mísera cabaña de piedra donde yo vivía, antes del asunto en cuestión. Se acostaba todos los días a las sicte. Se levant:ba inmancable a las cuatro y comenzaba a andar por la casa.

Tenía escondidos sus ahorros en un zueco podrido, el cual se encontraba junto con otros zuecos y objetos inútiles arrumbados en un aposento sin ventanas que estaba detrás de su dormitorio. Un azar inaudito, un milagro del cielo, me había revelado la ccsa del zueco. Desde entonces me persiguió la idea de apoderarme de aquel botín, aunque tuviera de paso que inmovilizar a la dañina vieja.

Pero confieso que permanecí mucho tiempo sin realizar aquella idea tan senciila, -tan hu m 5a, y quea cualquiera de ustedes Se le hrbiera ocurrido ¿n mi lugar.

Sin embargo, un mediodía. en que Poursin me gritó desde ei umbral de su tienda que me haria arrestar por nuestra eterna historia de treinta y tres francos cincuenta y en que me fuí a cavar el cuadro de wspárragos de-Blanchissot, me asaltó una inquietud: si la vieja se moría de vejez y los terederosse robaban sus ahorres! Osia otrosele ocurría la misma idea que a mí, y, más avisado que yo, se me anticipaba a hacer lo que yo debía haber he. cho. .Un ca'ofrío me corrió por la espalda y resolví que lo haría aquella misma noche.

A las diez estaba obscura la noche como

boc? de lobo. Me levanté. Me vestí dos cha quetas, la una sobre la otra, me puse dos pan talones, me metí en el bolsillo la Pipa y el cuchillo y me puse mi lámpara bajo el brazo. Después abríla puerta y atravesé la calle con muchas precauciones porque estaba tan obscura que uno no acertaba a verse las manos.

Llegué a la casa enemiga. Mi pié chocó con el umbral y luego fuí subiendo hasta tocar la madera de la puerta. Sabía que oprimiendo el batiente, obtendría que ésta se' entrea- biera. Luego iotroduje mi cuchillo por la rendia e hice saltar el cerrojo.

En este trabajo leato se me rompió la punta del cuchillo. la cual cayó sobre la acera No me ocupé de recoger aquel p-dazo de acero y me guardé el cuchillo en el bolsillo. Cerré la paerta y eché a andar tratando de hacer el menor ruido.

Avancé hacia la chimenea con las manos extendidas. Sabía que las cerillas de la infer nal vieja estaban allí, en una caja redonda de hierro blanco. La agarré con un calofrío. co mo si palpara ya el tesoro oculto allí y la deslié en mi bolsillo.

Me dirigí a la puesta del dorm¡tono no sin dar un tropezón que me hizo caer la pipa de mi bolsillo demasiado repleto. Entré en la cámara con la lámpara y el cuchillo.

Aquello fué breve, cosa de dos minutos a lo sumo. En seguida me apoderé del famoso brtín en que venía pensando hacía meses. Cuando del sucio zueco retiré el haz de bi- .lletes de banco, me pareció ser un mágico que cumplía un prodigio y que resucitaba algo muerto.

-ción y yacía en medio de...

Pero no perdí mi tiempo y volví al dormi10rio Miré el lecho. Ví....ví En bre- ve me sentí ssguro. Me pasé la mano por la frente. Este movimiento hizo que se me cayera la gorra casi al pié del iecho. Al seguirla con los ojos, ví mi cuchillo que yacía pnor tierra. Lo habia dejado caer por equivoca .lo que había co rrido. Volví la espalda, dejándolo allí, gané picza de entrada, tanteando los muros: y la ceniza espesa de la chimenea sofocó el ruido de mis pasos, bien que llevara puestos mis gruesos zapates forrados.

Llegué a la puerta. Estaba tan obscuro que choqué con la pared,cerca del umbral. y rom- pí el tubo de mi lámpara, el cual produjo al

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muntaa

romperse un ruido estridente que me produjo tal impresión nerviosa que lancé mi lámpara al medio de la calle, donde me encontré al ño.

Algunos pasos más y estaba en mi casa- Empujé la puerta, y sin tomarme el trabajo de tirar de la hoja que abrí, me despojé de mi traje. teniendo buen cuidado de no tocar cierta mancha que tenía en un lado la cha- queta.

Hecho esto, me marché descalzo a enterrar los finos y adorables billetes de banco en el campo de coliflores de Blanchissot. (No tenía más que atravesar un pradito de hierbas altas).

Una hora después estaba yo roncando, bien que por la puerta abierta penetrara el relente de la noche fría.

Y entonces, mis buenos señores. todo pasó como yo lo había pensado.

La justicia vino bajo la forma de un señor vestido de negro. Y aquel hombre tuvo un relámpago en la mirada cuando recogió en los lugares del hecbo el cuchillo y se le afir- mó que era mío. Y re estremeció ante la go- rra, cuya identidad le fué revelada por los asistentes; y también cuando supo que la pipa era igualmente mia.

Pero frunció el entrecejo cuando supo el origen de las huellas dejadas sobre la ceniza, Se encogio de hombros cnando se descubrie ton en la calle, entre dos casas, los restos de

mi lámpara, y lanzó una <xclamación rabiosa cuando se dió cuenta de que la puerta de mi casa había permanecido abierta soda la 00che Cambió en aquel momento y una sonrisa sardónica asomó a su rostro Movió la cabe- za con aire entendido cuando sacaron de detrás de mi lecho mis vestidos manchados de sangre. Cuando rodó por tierra la caja redonda de los fósforos,. dijo : «Lo hu- biera apostado.» Desde las primeras palabras que yo pronuncié con el rostro lleno terror, para contarle que varias personas habían entrado en casa la noche antericr, me miró con con toda la bondad de que era capaz su fealdad y me dijo:

Ya lo sabía, amigo míc.

En una palabra, yo había acumulado tántas pruebas manifiestas en contra mía. que apare- cía inocente. Lo que prueba demasiadu no prueba nada. Es menester saber servirse de los proverbios en la vida.

Una prqueña inprudencia me hubiera de- signade como el que habia hecho la cosa: diez imprudencias enormes me designaban como el que no podía haberla hecho. A fuerza de inculparme. me cambiaba eo una _desgracia víctima de groseras intrigas cusidas con hilo rojo», como decía el hombre vestido de ne-. gro.

_,_*_,s _'. l-_____x' ""ºx-4 º*
El ilustre Cardenal Vives y Tutó, y el distinguido literato Don Antonio Cortón, que han fallecido en Italia y España respectivamente.
];
HENRI BARBUSSE.

Ab-renuntio, Satanás !

Así, annqueno en un latin tan malo, habrá exclamadó don Angel Acosta Quintero, hono rable Fiscal de Mayagiez, al enterarse del horroroso ¡nCend|0 de SanGermán

Porque_no hay duda que Satanás ha jugado un granóapel en este fuego, ocurrido cerca del Cónvento de las Monjas

Y $in Encomendarse a Dios »i al Diablo. por áquello de que el señor Acosta Quintero es tan buen Fiscal como ferviente católico, le apest¡llo a don Vicente Nazario, dueño de la casa por donde comenzó el siniestro, quince m¡l pesos de fianza.

Y debe darse por muy satisfecho.

En casos como el de San German don Angel se corre a veces hasta cincuenta mil pesos.

Lo cierto es que está la cosa que arde.

Los que se van- *

El venerable patricio don Julián Muro, llora con sincero dolor la-eterna ausencia de su dulce compañera, la dnstmgu¡:la dama dona Elvira Lopez Cepero.

Un martes aciago y triste la somb¡_'a de la-

Muerte penetró, traicionera, en aquel hogar, - donde había reinado siempre la alegría de un vivir regocijado y feliz. separando aquellos dos seres que marchaban 4 través de la vida, recreándose en uú amor correspondido y en una mútua complacencia - í

Descanse en paz la distinguida dama y reciba el querido amigo don Juliár, -a_sí como los demás deudos. la sincera expres¡on de nuestra más sentida condolencia.

El informe de don Ruberto

Acaba de llegar a mnuestra mesa de redac ción el informe anual que, en cumplimiento del artículo no sé cuanto de la ley, rintie al pueblo cuyos intereses administra, el Alcalde de San Juan.

Quizá lo leamos, si acaso el tiempo ,_n'os lo prrmite; pero no necesitamos leerlo para saber como marchan los asuntos administrativos. _. No acostumbramos partir de lo que dicen los informes oficiales para juzzar los funcionarios públicos. Si así fuera, ¿quién mejor que Mr. Colton? Roberto H. Todd no necesita decirle al pueblo de San Juan como ad - ministra sus intereses. El pueblo lo sabe.

Y para lo que al Gobernador le importa, tampoco necesita decírselo al Gobernador.

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