NO SOY TU CHISTE Daniel Arzola / marzo 2015
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NO SOY TU CHISTE Daniel Arzola Dossier con motivo de la exposici贸n realizada en febrero y marzo de 2015 en Club Cultural Matienzo, Buenos Aires.
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Introducción La tarde en que conocí a Daniel Arzola, venía de un enfrentamiento vía Facebook contra gente que justificaba el humor discriminatorio con argumentos para mí ridículos: la búsqueda de gracia pesaba más que las connotaciones homofóbicas y el odio encubierto. Cuando llegó Daniel, nos presentaron y nos sentamos a tomar una cerveza. Le conté algo indignada el caso de mi “debate” cuestionando la desinformación y malicia con que se argumenta. Él respondió con una media sonrisa: “Ésa es la historia de mi vida”. A Daniel la experiencia personal le dió una licencia genuina a la hora de levantar la bandera de No soy tu chiste. Su obra habla con claridad: no quiero ser objeto de tu burla si ves que tengo barba y tacos. Y esta descripción visual es sólo un ejemplo, se le suman tantos etcéteras como multiplicidad de géneros e identidades existen. Al día siguiente, volví a mi “debate” frente a la pantalla y comenté que había estado hablando con un artista que llevaba adelante una campaña sobre la sensibilización LGTBI, y dejé abierta la invitación para lo que se convertiría en una exposición de la obra de Daniel en Matienzo. Aunque no creo que le haya cambiado la cabeza a nadie, sé que fue el mejor camino para cerrar y neutralizar la conversación pacíficamente. Daniel me explicó que el artivismo (arte + activismo) es su manera de introducir el mensaje, de generar un cambio a partir de un hecho estético. Con esa misma intención de esclarecimiento y transformación editamos este dossier, con obras y palabras alrededor de No soy tu chiste que pueden impactar en muchos otros como en nosotros. Nela Regazzoni Coordinadora de Matienzo Lee, área literaria del Club Cultural Matienzo. 5
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SALIR DEL AGUJERO INTERIOR Daniel Arzola Por Nadia Sol Caramella El activismo LGBT encuentra nuevas formas de comunicar. No soy tu chiste, la campaña viral del artista venezolano Daniel Arzola, sigue trascendiendo fronteras.
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Lo que queda por fuera es apenas la punta del iceberg de lo que somos realmente. Revelar quiénes somos es una forma de no tener miedo a la diferencia, a la capacidad de ser singulares en nuestra más sana y absoluta libertad. “Visibilidad” es una de la grandes palabras que puso de moda hace muchos años el movimiento LGBT, cuando salir del closet era la alternativa para enfrentar la violencia con la que se castiga al que elige vivir su sexualidad con plenitud. Hacer visible lo que otros pretenden hacer invisible, salir de todos los closets del mundo, implica revindicar la propia condición y los derechos civiles que casi siempre se nos niegan. Hoy en día solo 16 países reconocen la “unión civil” entre personas del mismo sexo y en los mejores casos existe la figura legal del Matrimonio Igualitario. El placer y el amor son la superficie de algo mucho más profundo y complejo: la libertad individual. Lo comprobamos en nuestro país con la lucha por el matrimonio igualitario: las identidades diversas son además identidades políticas que deben ser reconocidas en todos sus ámbitos.
Con todos los adelantos que se hicieron en materia de derechos igualitarios en Argentina, se nos hace hasta difícil imaginar cómo viven en otros países las comunidades LGBT. Pero basta detenerse a pensar en cómo a pesar de las leyes (o más allá de ellas) seguimos viviendo en sociedades que todavía rechazan lo que creen distinto, para entender la condición sexual como un camino de emancipación que debe trasciender fronteras. Gran parte de la comunidad LGBT del mundo no es capaz de ejercer siquiera derechos básicos de las comunidades mayoritarias. Sin contar cuando no mata la homofobia “ciudadana”, la homofobia que encuentra sus mejores mecanismos en los estados más conservadores, que ponen a funcionar una maquinaria represiva de leyes antipropaganda gay, penas de encarcelamiento o de muerte. Una vez más: solo 16 países reconocen la unión de personas del mismo sexo. Solo una pequeña porción del mundo vive en libertad, bajo el amparo legal de ejercer sus derechos como seres libres, mientras que en el resto del mundo se vive en un closet y la sexualidad es un tabú insoportable que cobra miles de víctimas por día.
Público en la apertura de la muestra No soy tu chiste en el Club Cultural Matienzo.
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ACCIÓN NO VIOLENTA Salir del agujero interior para no hundirse. Buscar alternativas para ser. Tras numerosos actos de violencia contra la comunidad LGBT en Venezuela y el mundo, el artista venezolano Daniel Arzola decidió emprender No Soy Tu Chiste, una campaña viral que comenzó en 2013 y que llegó a 30 países, incluido Rusia. Esta campaña tiene como finalidad hacer visible a la comunidad LGBT y sus problemáticas. Está basada en un principio filosófico de Gene Sharp, que pretende la democratización del poder mediante acciones de resistencia no violenta, es decir, el corrompimiento del statu quo desde adentro.
LA OBRA
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Las ilustraciones de No Soy Tu Chiste están basadas en la psicología del color, es decir, que mediante el uso de los colores se pretende crear una experiencia. Está teoría sostiene que la percepción de los colores es un acto subjetivo, el color nos afecta de manera secundaria y su utilización excede el gusto por la combinación de los colores en sí, porque además genera un campo simbólico universal relacionado con el lenguaje y la comunicación. Los colores de Arzola buscan ser efectistas, y de alguna manera las 50 ilustraciones que componen la campaña logran fijarse en la retina del espectador. Los colores son fuertes, pero las líneas de las figuras son casi imperceptibles: la distinción figura/fondo se da por contraste de colores. Además, las formas son mayormente planas o sin mucha profundidad, se las recuerda con facilidad. Es otra estrategia visual para fijar el mensaje. Finalmente, casi en todos los casos las ilustraciones van acompañadas por frases cortas ideadas por Arzola, que además es escritor.
LA INVISIBILIDAD ES NECIA Y CONVENIENTE PARA LOS QUE LE AVERGÜENZA LA LIBERTAD Harvey Milk dijo alguna vez: “Una persona que defiende lo que yo defiendo es un posible blanco para personas inseguras, perturbadas o temerosas de sí mismas”. Una sociedad que censura, somete y reprime, implícita o explícitamente, es una sociedad insegura de sus propias bases y argumentos, porque le teme a la libertad y a lo que las personas pueden hacer cuando ya no se sienten sometidas. Nunca pidas permiso para amar, otros como vos en el futuro te lo agradecerán.
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PREFERÍ LLENARME LAS MANOS DE COLORES ENTREVISTA A DANIEL ARZOLA POR NADIA SOL CARAMELLA
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¿En qué estás trabajando últimamente, Daniel? Me invitaron a trabajar en Santiago, en un proyecto de “artivismo”, arte al servicio de los derechos humanos. La región ha dado pasos importantes como Argentina y Uruguay. Chile aprobó hace poco la unión civil, países como Venezuela y Perú se han quedado atrás, creo que sin embargo Perú lo ha discutido, en Venezuela presentamos el proyecto de ley del matrimonio igualitario el 23 de enero de 2013 y aquí estamos en el 2015 y no lo han querido discutir. ¿Hay apoyo legislativo? Está muy difícil porque la homofobia en Venezuela está muy disfrazada, en la calle es muy fuerte la homofobia, el estado la usado varias veces para ofender a la oposición, Nicolás Maduro le ha dicho más de una vez “maricón” a los opositores. Después sale diciendo que no es homofóbico, pero es como un vicio. Es como decir: yo te respeto pero utilizo esos términos para ofenderte. Te respeto cuando me conviene, el estado “respeta” los derechos cuando en verdad no los garantiza... Algo que uso en mi campaña es “si usted dice que me respeta pero no puedo tener sus mismos derechos, entonces usted no me respeta” y eso es lo que pasa con el Estado en Venezuela. No soy tu chiste tuvo una gira en 2013 y 2014 por Venezuela, en varios estados y universidades, y en todos los lugares recogimos firmas para el matrimonio igualitario. Las presentamos y no nos han dado respuesta. Ahora que estás en Argentina, ¿qué diferencias encontrás en las calles respecto a la condición LGBT? La primera vez que pude, en mis 25 años, ir de la mano con un chico en la calle fue aquí en el mes de mayo, en mi vida podría hacer eso en Venezuela porque pongo en riesgo mi salud física y mental, te expones a que te agredan o te ataquen. Una de las razones por las que empecé mi campaña fue 13
porque en el 2012 un chico en mi ciudad fue a pedir cupo para estudiar y le dijeron que no lo aceptaban, porque no aceptaban homosexuales. Cuando él se fue del liceo otros jóvenes lo interceptaron, lo rociaron con gasolina y lo prendieron fuego. Le quemaron más del 80% del cuerpo. Y eso salió, cuando mucho, en dos medios de comunicación. Cuando prendes la tele en Venezuela el homosexual es siempre una burla, es el afeminado malvado que siempre está obsesionado con el pene, al transexual lo satirizan porque piensan que es un hombre vestido de mujer, la lesbiana es siempre la fantasía del hombre heterosexual, por todo eso nace No soy tu chiste, a raíz de la situación en Venezuela. Hace poco leí en una entrevista que decías que “generalizar es de tontos”, ¿por qué hace falta individualizar las problemáticas? Porque somos voces únicas, cuando empiezas a tratar a la gente como números, muchas causas se pierden. Yo trabajo con el arte porque a través del arte tú puedes darte cuenta de que todas las personas somos diferentes y únicas. Y que cada voz vale. Tú no sabes a quién estás matando, a quien estás lastimando. Cuando hago talleres de “artivismo” mando a la gente a dibujar, porque cuando éramos pequeños todos dibujábamos, pero cuando concebimos el prejuicio dejamos de hacerlo. Hace poco di una charla a un grupo de 30 estudiantes en México y les mandé a dibujar a un gato pero no podían ver lo que dibujaban los demás. Al final, les pedí que muestren su dibujo al compañero de al lado y se dieron cuenta que todos los gatos eran diferentes. Y es por eso, que creo que todos tenemos una historia, un universo, que no debería ser suprimido. Cada historia cuenta. ¿Y con respecto a los derechos? Es necesario ser reconocido como diferente individualmente pero ante la ley me tienes que tratar igual. La igualdad de derechos es la única igualdad que me importa. Individualmente o personalmente sé diferente, vístete como quieras, pero ante la ley debes ser tratado igual, entonces hay un equilibrio allí. 14
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Camino acá, me pasó algo que me gustaría compartir con vos, por primera vez en mi vida vi a una mujer musulmana, estaba completamente cubierta, iba en el subte junto con marido e hijos. Sentí mucha curiosidad, me la quedé mirando. Pero en mi mirada no había maldad, era sorpresa desde mi visión occidental. Supongo que en otras personas puede haber un sentimiento parecido cuando ven parejas diversas, tal vez no siempre haya mala intención. Eso se llama desconocimiento, y aquí hay algo muy interesante que tú dijiste, algo que yo siempre pongo en mis clases, cuando el ser humano ve algo distinto, algo que no conoce tiene dos conductas: atacar o investigar. La gente que ataca nos ha retrasado como historia, pero la gente que ha investigado, ha cambiado el mundo. Ha sido Newton cuando le ha caído la manzana en la cabeza, fue Einstein con la relatividad, fue Frida Kahlo con el surrealismo, ellos han cambiado el mundo, los que atacan nos han detenido. Fíjate que tu impresión de verla y quedarte mirándola es porque quieres entender.
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Quería entender por qué estaba cubierta, no sentí pudor porque yo estaba “destapada” sino porque estaba tapada, quizá por mi condición occidental. Yo no puedo juzgar su religión. Claro, pero creo que todo depende de la persona, el peligro con las religiones sobre todo con la religión musulmana, es que si la mujer se siente orgullosa de sus tradiciones está bien ¿pero qué pasa con las que no? Igual están obligadas, ahí está el peligro de que todos tengamos que ser iguales. ¿Qué pasa si una chica quiere tener su religión pero quiere ponerse un pantalón como tú? O quiere ser lesbiana Ahí está el problema cuando todos tienen que ser cortados por la misma tijera, aparecen los actos barbáricos. Algunos creen que el respeto se gana, y en realidad no, el respeto no se gana, es una condición natural que como seres humanos tenemos. Claro, esta idea popular de que el respeto se gana viene de una idea demandante, de una idea de un opresor: “tienes que ganarte mi respeto, porque soy más que tu” No, no eres más que yo, no tengo que ganarme tu respeto. Nos han criado de esa manera, en Venezuela es muy común escucharlo “es homosexual pero no es serio”. ¿Qué define la seriedad? Es como la gente que asocia la moral con el sexo. Si eres mujer y te acuestas con cien hombres eres inmoral pero la moralidad no tiene que ver con el sexo sino con la violencia. Nosotros tenemos televisores en los que vemos gente muriendo y gente que les disparan en las películas pero se sienten insultados si les muestras una vagina o un pene. Cuando lo que es inmoral es la violencia, no el sexo. Entonces, ¿por qué hacer una campaña no violenta frente a la violencia, cuando la violencia pareciera ser el recurso más fáctico para que las cosas funcionen? 17
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Daniel Arzola junto a Sasha Sathya: recital po茅tico en el cierre de la exposici贸n en CC Matienzo.
Porque la violencia tiene un ciclo, es como el fuego si lo sigues corriendo se sigue expandiendo pero si le quitas oxigeno el fuego deja de ser fuego. Y eso pasa con la lucha de la acción no violenta. Cuando tenía 15 años, mi adolescencia fue difícil, me diagnosticaron Asperger que es un tipo de autismo, digamos que me cuesta entender sarcasmos, recibo la información de modo literal, sin embargo, por ser distinto, autista, maricón, ateo, me perseguían mucho, me hacían muchas maldades. Me rompieron todos mis dibujos, me amarraron a un poste eléctrico y me lanzaron fuegos artificiales para quemarme. Logré escaparme de eso, pero hay gente que no lo logra. En ese momento pude haber buscado a estos tipos, meterme en una banda en Venezuela, que es muy fácil y mandarlos a matar, o pude haber transformado todas esas cosas en algo más. Preferí llenarme las manos de colores y no de sangre. Me costó siete años volver a dibujar pero volví a hacerlo, por eso cuando hice la primera ilustración de la campaña fue cuando me enteré que quemaron a Angelo Prado en Maracay y empecé a dibujar en un formato que si me lo rompían, tenía que poder reemplazarlo fácilmente. Entonces si me lo destruyen imprimo tres, cuatro, o los que me dé el presupuesto. Eso es el “artivismo”, cuando podes defender lo que tu defiendes sin poner tu vida en riesgo. El año pasado me seleccionaron como uno de los ocho activistas del mundo para hablar en la marcha del orgullo gay de Amsterdam, fui a representar a América Latina. Para mí fue un sueño hecho realidad, porque nunca salí de Venezuela, yo vengo de una zona como decirte una villa. Cuando estuve en Amsterdam conocí una chica de Uganda que salió de su país siendo una criminal, porque en su país está penalizado por la ley ser homosexual, y estando en Amsterdam yo le había pasado la campaña No soy tu chiste: ella pegaba los carteles, los pegaba y salía corriendo. Vos podes discutir contra el arte, pero el arte se va a quedar ahí. Y fue muy emocionante saber que había gente utilizando la campaña de esa manera.
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Claro, tenés que defender tus ideas, y el anonimato, en estos casos, sirve Tienes que cuidarte, ¿para qué morir por lo que crees, si puedes vivir por eso? Igualmente en Rusia, en el movimiento LGBT sus dirigentes siguen saliendo a las calles con la cara descubierta, ambas formas de luchas son válidas. Por supuesto, en Venezuela yo doy la cara y he recibido muchas amenazas por eso acá estoy. Tal vez si no hubiese dado la cara, no hubiera tenido este impacto. Pero, mientras tanto. hay gente que no puede hacerlo, y a esa gente siempre le digo que a veces hay que jugar con las reglas del otro, y que en algún momento va a ser tu turno y cuando sea tu turno, el otro se la va a tener que aguantar. Estaba pensando en la lucha no violenta, lo de poner una semilla en este sistema usando sus propias reglas, supongo que el mecanismo hace que la propia regla se vuelva en contra. Me hiciste recordar algo que dijo Luther King, que existe una realidad legal y una realidad real, la ley no va a cambiar completamente esa realidad de las personas, él tuvo una frase que me marcó: “Yo por una ley no puedo hacer que usted me ame, pero si evito que me linche, eso es importante”. La campaña la empezaste en 2013, ¿de qué hablaban tus primeras ilustraciones? El 23 de enero publiqué tres ilustraciones, el primero decía Nadie tiene derecho a lastimarte por ser diferente y ahí empezó el problema porque muchas organizaciones LGBT venían trabajando en Venezuela el asunto de que “todos somos iguales, no soy diferente no me trates distinto”. Yo en cambio siempre quise trabajarlo desde la diferencia, porque yo nunca me sentí identificado con el colectivo LGBT, nunca me sentí identificado con otras personas gays, con que me tenía que gustar Britney Spears y Lady 20
Gaga, ni con tener que ir a un boliche del ambiente. Entonces me di cuenta que la sexualidad era una parte mía dentro de muchas otras partes, de ahí que prefiero decir: si, sabes qué, soy distinto pero tengo derecho a que me trates igual. De ahí mucha gente me juzgo, pero me escude en que soy un artista y que si no le gusta pues no lo comparta y al que le guste, adelante, bienvenido. La segunda obra que hice fue Tengo derecho a ser como siento que soy y es un hombre con una barba llena de mariposas, está inspirado en un poema que le escribe García Lorca a Walt Whitman, donde le dice “Oh viejo hermoso, con tu barba llena de mariposas”. Las personas con síndrome de Asperger pensamos en imágenes así que cuando leo poemas todas las cosas que se dicen ahí, en mi cabeza aparecen. Y fue lo que dibujé. El tercer afiche era sobre algo que me molesta mucho, concebir a las chicas gay como una fantasía del hombre heterosexual. Y ese decía No somos tu fantasía, somos nuestra propia realidad. Esos fueron los primeros. Después de dos años, ¿cuál es el saldo? No soy tu chiste ha sido compartida más de 6 millones de veces, tiene una versión junto con el proyecto It´s gets better proyect, que es una organización con sede en 14 países, que lucha contra el suicidio adolescente. Junto a ellos sacamos No soy tu chiste en 20 idiomas, incluyendo guaraní. Aparte se convirtió en la primera campaña viral de Venezuela. Y estoy en Wikipedia (risas). Creo que No soy tu chiste se convirtió en un arma de lucha en mi país y en muchos otros. Antes no teníamos un referente para contestarle a la gente homofóbica, ahora la gente utiliza el hashtag #nosoytuchiste para responder a esas cosas. Pensaba en los chicos que te lastimaron cuando tenías 15 años, ¿la campaña sanó eso? En el momento que salió la campaña, yo me había curado de esas heridas. Sin embargo no tenía mi revancha, puede ser que esta lo sea. Personalmente, uno de mis sueños siempre fue viajar, hasta hace un año nunca había viajado en avión, pude conocer otras culturas y gente de otros países. 21
De cierta forma pude ser referente para una generación y romper con los estereotipos gays. Cada frase de No soy tu chiste, la usé alguna vez para defenderme, la campaña es algo que va a estar allí cuando yo no esté.
Creo que empecé No soy tu chiste cuando estaba sanado de muchas cosas, pero hay mucha gente que no, por ejemplo ese chico que fue quemado, otros amigos, tanta gente que pasa por cosas horribles, como me han contado: “mira, en mi casa me ponen tenedores diferentes para comer porque soy lesbiana, piensan que les voy a transmitir la homosexualidad”. Al final la campaña nace por toda esa gente, por todos esos niños a los que le van a decir “estás enfermo, eres raro”. En momentos así, me sentí muy culpable por ser raro cuando era pequeño, hasta que un día algo me dijo “sé raro, sé distinto, sé diferente porque los que cambian el mundo son los raros”. La filosofía de la campaña es esa: el derecho a ser diferente y no la obligación a ser igual. 22
En varias oportunidades hablaste de “artivismo” ¿es un término que inventaste o es un concepto aprendido? Empecé a usar la palabra “artivismo” porque es arte y activismo, no me gusta usar la palabra “militancia” porque no me gustan los militares. Muchas personas habían usado ese término pero según Wikipedia yo lo popularicé. La combinación de palabras es bastante sencilla: arte al servicio del activismo. Sí, yo desarrollo el activismo como arte por los derechos humanos, basados en métodos de acción no violenta. Es decir, utilizar arte en todas sus formas y poder llevarla a un nivel de consumo que la gente la pueda usar como herramienta, que no sea un bien que no se pueda compartir. Porque si tú tienes una canción sobre estudiantes perseguidos y la escribiste acá en Argentina pero la escucha un mexicano, donde hay 43 estudiantes desaparecidos, va ayudar a esa persona para cantarla en una protesta, eso es artivismo. ¿Cómo se llega a esa globalización de la información? Internet, utilizar las herramientas que tenemos para juntarnos. Mucha gente critica Internet, pero internet es como un cuchillo, lo puedes usar como una herramienta o como un arma, depende de la elección de la persona. Los talleres de artivismo que doy, los utilizo para enfocar a las personas en descubrir que son buenas, que puedan plasmar una idea o una problemática desde el arte. Me gusta la idea de que el arte no sea material, pero que a la vez sea necesario que, haya virtualidad y materialidad, hablemos un poco de eso... Cuando empezó No soy tu chiste lo hice en Internet porque no lo pueden destruir, si alguien lo borra yo lo puedo montar en más lugares y ahí em23
pieza la viralidad. Cuando empezó la campaña en Venezuela no era tan popular pero si en otros 30 países, mi campaña estaba viajando más que yo en toda mi vida. Lo gracioso es que en mi país se hizo conocida cuando una persona puso en su twitter “I Iove this, this is art, it´s not a joke” y esa persona era Madonna. Y fue ahí cuando se dieron vuelta a mirar lo que estaba haciendo, empecé a salir en medios de comunicación, fue una especie de revancha porque no se hablaban de estos temas de manera seria. Y a raíz de eso me proponen llevar la campaña a los museos y luego a las calles. Quisieron censurar la muestra pero eso nos jugó a favor. Decían que la muestra no era apta para niños porque por ahí pasaban niños. Y eso hizo que la muestra sea noticia por controversial, más gente se acercó a verla. Más de 300 personas se agolparon en una calle de Caracas para ver No soy tu chiste. Pensaba en la parte estética de tu trabajo, me interesa el minimalismo, cómo pones al sujeto en el centro de la escena, cómo usas los colores sobre fondos planos. El lenguaje es muy simple, por la tanto más directo Tuve muchos maestros que no conocí, “menos es más” decía Coco Chanel, Kith Harring que fue uno de los primeros artivistas del mundo, fue muy activo durante la epidemia del SIDA, me encanta su obra. Cuando era pequeño me encantaba el animé, creo que en mi vida fue muy importante Sailor Moon, porque tenía personajes homosexuales y nadie se daba cuenta. Sailor Urano y Sailor Neptuno eran pareja, tenían una historia bellísima y a mí no me interesaba que fueran chicas, era una historia tan hermosa porque ellas estaban buscando corazones puros para salvar al mundo pero si encontraban esos corazones puros tenían que matar a la persona, porque en sus corazones había algo que servía para evitar la destrucción del mundo, se la pasan toda la temporada discutiendo por eso: matar, por qué matar. Y al final, se enteran que los corazones puros los tienen ellas dos, se tienen que matar una a la otra y se lanzan los poderes y cuando lo hacen, se agarran de la mano y ya no tienen corazón pero se siguen moviendo para intentar alcanzarse y yo estaba así… (La cara de Daniel en este momento es la de un nene frente a un televisor viejo, que no puede creer lo que ve y 24
que aun así lo entendió todo). Yo no veía que eran dos mujeres, yo veía que eran dos personas que se amaban y cuando ellas por fin se van a tocar, desaparecen. Eran dibujos que me hicieron sentir, yo quería hacer sentir a la gente con mis dibujos, y en ese momento lo supe.
El miércoles 18 de febrero de 2015 inauguró en el Club Cultural Matienzo la muestra de doce afiches de la campaña “No soy tu chiste”, del artista venezolano Daniel Arzola. En el marco de la inauguración se realizó un recital poético. Arzola leyó el poema que escribió tras la muerte de Pedro Lemebel. Sasha Sathya tocó sus canciones; dedicó una a la memoria de la artista y performer trans Effy Beth. 25
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Todas las imágenes Daniel Arzola© Diseño Isa Crosta Producción Matienzo Lee / ED en Matienzo www.ccmatienzo.com.ar www.issuu.com/clubculturalmatienzo Mayo 2015