Separata cáritas diciembre 2015

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DICIEMBRE 2015

■ Campaña del Día de Navidad: Deja tu huella, practica la Justicia. ■ Huellas en el camino ■ ¿Se puede vivir de otra manera?

La Campaña de Navidad de Cáritas nos invita a dejar huellas positivas que contribuyan a cohesionar la sociedad mediante la práctica de la justicia. Pero, ni estamos solos ni todo el camino está por hacer. Hay signos, hay huellas ya trazadas que nos invitan y nos empujan desde la esperanza a seguir trazando las nuestras propias. • las huellas del voluntariado • las huellas de la denuncia social • las huellas del amor fraterno • las huellas de la acogida y de la aceptación • las huellas de la educación en valores • las huellas de los pequeños gestos • las huellas del fortalecimiento de lo comunitario • las huellas del consumo responsable y alternativo • las huellas de la acción y el empoderamiento de los más desfavorecidos • las huellas de la generosidad • las huellas de la cooperación internacional • las huellas de la disponibilidad para la escucha, el diálogo y la paz

Huellas en el camino El lema de la Campaña de la Navidad de este año se centra en la justicia e invita a que cada uno, en la medida de lo posible, intente dejar su huella para contribuir a la consecución de la justicia y a la corrección de las desigualdades sociales. Injusticias y desigualdades que se hacen más patentes entre los desfavorecidos, los marginados, los refugiados, los excluidos; en definitiva, entre aquellos a los que la sociedad ha desplazado hacia las periferias de los caminos por los que transitamos. En línea con el pensamiento y la doctrina del Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium , Cáritas considera que la solidaridad debe vivirse como la decisión de devolver al pobre lo que le pertenece y defender sus derechos . En consecuencia, Cáritas quiere sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de recuperar como valor la dignidad de las personas y sobre la necesidad urgente de velar y hacer posibles los derechos fundamentales de cada uno como premisa para erradicar la pobreza y las situaciones de injusticia. Quiere, a la vez, transmitir esperanza generada por la labor de trabajadores, voluntarios, socios y colaboradores que participan en los proyectos sociales que desarrolla y que son testimonio real de la transformación de la sociedad. Practicar la justicia y dejar huellas en el camino supone también la denuncia profética desde el trabajo por erradicar

el hambre y la pobreza en el mundo, tanto en su dimensión nacional como internacional. Por ello Cáritas anima a que no sólo la comunidad cristiana, sino toda la sociedad adopte hábitos de vida más solidarios y comprometidos con los derechos de las personas y con el cuidado del medioambiente. La reciente encíclica del Papa Francisco, Laudato si , avala esta determinación. Practicar la justicia se inscribe en el ámbito de la construcción de la paz y de un posicionamiento claro y rotundo frente a la violencia. La huella de la violencia siempre será una huella negativa y de retroceso en el camino de corrección de las desigualdades y de la erradicación de la pobreza. En suma, la Campaña de Cáritas quiere contribuir a que la solidaridad que habita en cada ser humano se manifieste y se produzca una auténtica conversión del corazón, de nuestros hábitos y de nuestros intereses particulares y colectivos. Con ella Cáritas hace una decidida apuesta por salir a las periferias, por abandonar espacios cálidos y confortables y encontrarnos y comprometernos con los que pasan hambre, sed, soledad, rechazo. Y, a partir de ahí, sembrar iniciativas, proyectos, alternativas a un modelo de sociedad, de economía, de pensamiento, que dejen huellas de esperanza y de justicia a los seres humanos. JAime Sanaú Villarroya Director de Cáritas Diocesana de Zaragoza


¿Se Puede Vivir de Otra Manera? En las campañas electorales, los diversos partidos nos ofrecen sus recetas para que la vida de la sociedad cambie y todos podamos vivir mejor o al menos los que viven peor. Luego, muchas veces esas ofertas no se cumplen o van en dirección contrario a lo prometido, porque el papel lo aguanta todo, pero la realidad es terca. De todas formas, es de agradecer a todos los partidos que en cada elección sueñen, por todos los que no lo hacen. Lo que todos tenemos claro es que la vida siempre se puede mejorar, y también nosotros. Todos clamamos por la justicia. Y cuando una persona se salta las leyes decimos, que la justicia caiga sobre él, que lo pague. Pero hay males que los aceptamos, y que son más sutiles. El que 85 personas en el mundo tengan lo mismo que 3.500 millones, no es un asesinato, pero si una grave injusticia. Y nos podemos preguntar: ¿Pero es que el mundo puede ser de otra manera? ¿No es siempre el poderoso el que impone su ley? ¿No ha habido siempre ricos y pobres? Incluso hasta utilizamos la frase del Evangelio: “A los pobres los tendréis siempre con vosotros” (Mc 14,7). Está claro que para que el mundo sea de otra manera, hay que atreverse a vivir de otra manera. Y aquí la Iglesia tiene mucho que decir. Son cerca de dos mil años de vida, resumidos en la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), que es el ideario “político” de los cristianos. Donde se advierte que la persona humana y sus derechos son el núcleo esencial de la sociedad y no el capital y el beneficio. Donde se señala que el bien común está por encima del interés particular, porque los bienes tienen un destino universal, y nunca será justo que 85 personas disfruten de los mismos bienes que 3.500 millones. Una sociedad en la que se favorezca la participación de todos para la consecución del bien común y donde el estado sea subsidiario, evitando el paternalismo por una parte y a la vez garantizando los derechos fundamentales. • Si vamos por el mismo camino, llegaremos siempre al mismo lugar. • Si queremos llegar a otros lugares, habrá que ir por otros caminos. Dejemos huella, practiquemos la justicia y vayamos por otros caminos distintos a los habituales si queremos hacer otro mundo diferente, más justo y fraterno. Gonzalo Gonzalvo Ezquerra Consiliario de Cáritas Diocesana de Zaragoza

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iremos hacia donde miremos, siguiendo la conocida expresión de Santa Teresa, dentro y fuera de la Iglesia, vivimos “tiempos recios” que nos exigen detenernos, reflexionar, replantear, regresar, volver a las fuentes. Cáritas como institución eclesial que es, urgida por esa realidad y solicitada día tras día por las intervenciones y los documentos del Papa Francisco, se propone la “vuelta a Galilea”, el lugar de la primera llamada. Es un volver a las fuentes, a las esencias, a preguntar al Maestro qué debemos hacer para seguirle en el mundo de hoy, tan cambiante, tan falto también de brújulas y referencias, tan lleno de injusticias e inequidades. Uno de los requerimientos que figuran en el frontispicio de la historia de la salvación tiene que ver con la práctica de la justicia que va de la mano con el anuncio de la esperanza dirigido especialmente a quienes desde las periferias de los intrincados caminos por los que transita nuestra sociedad observan que persiste, o incluso se acrecienta su marginación, su soledad, su pobreza, su abandono. Para este camino y para estos caminantes hermanos, Cáritas en esta Navidad nos invita a que persistamos en el empeño de dejar huellas de acercamiento, de mano tendida, de ternura, de misericordia. Queremos hacernos presentes en el mundo, queremos ser y sentir y formar parte de esa Iglesia a la que el Papa Francisco pide y exige compromiso aunque para ello tenga que verse accidentada, herida,


Campaña 2015-2016

Las Huellas de la Justicia manchada por salir a la calle. Prefiere, dice el Papa, ver una Iglesia así antes que antes que anquilosada y enferma por el encierro en sí misma y por la comodidad que supone aferrarse a las propias seguridades. Queremos dejar huellas de justicia cercanas a la gente, a un mundo sumido en una crisis que, a la par que económica con todas las consecuencias que ello conlleva, ha entrado en una espiral de crisis de valores y que transita a veces a trompicones en la búsqueda angustiosa de orientación y de referencia. Dejar las huellas e improntas de justicia y de esperanza en el camino con los hermanos, con todos los hermanos, pero especialmente el camino de los hermanos que se nos quedan sin aliento. Ese es el objetivo. No se trata de un camino paralelo, ajeno, cómodo, puramente doméstico-eclesial. Una Iglesia que no es acogedora o una familia encerrada en sí misma deforman el Evangelio y vuelven árido el mundo, nos recordaba recientemente el Papa. Se trata de caminar codo a codo con todos los hombres y mujeres construyendo desde aquí el peldaño que nos corresponde dentro de la historia humana y de la historia de la salvación. Ni puede ni debe ser un camino aséptico o abandonado en el mundo de las ideas. Debe ser un camino auténtico, pegado a la realidad, un camino samaritano, escuchando y tendiendo la mano a todos los que van quedando irremediablemente en las periferias. Y estos son los preferidos por Dios: los pobres, los marginados, los refugiados, los excluidos. Somos Cáritas. Nos sentimos urgidos y amparados por el mensaje de Jesús: “BIENAVENTURADOS LOS POBRES”. “BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA” Sabemos que no es fácil dejar huellas positivas y vivas en ese camino. Porque es un camino tortuoso, duro, difícil, casi impracticable en ocasiones para millones y millones de personas. Hacen falta huellas de acogida, de misericordia, de señales de vida, de esperanza. Y hace falta también coraje y decisión. Nos sentimos llamados a practicar la justicia desde lo

más profundo del contenido del mensaje de Dios ya desde el Antiguo Testamento. Lo leemos en Miqueas: PRACTICA LA JUSTICIA, AMA LA MISERICORDIA Y CAMINA HUMILDEMENTE CON TU DIOS. Por eso en Cáritas nos proponemos trabajar por la justicia, por conseguir la aplicación de los derechos humanos, ejercer la denuncia profética, colaborar en la transformación de este mundo desde la misericordia y no desde la prepotencia, sino desde la humildad, desde el desprendimiento, despojándonos de todo lo inútil y accesorio, desde

la Cruz, símbolo definitivo de la entrega y donación. Necesitamos saber conjugar, ensamblar, comprender la íntima unión del binomio caridad y justicia. He ahí nuestro reto diario. He ahí la esencia de nuestro trabajo de difusión evangélica y he ahí también el ofrecimiento de nuestra labor a la sociedad y nuestro distintivo, nuestra característica. Ramón Sabaté Responsable voluntario de Animación Comunitaria de Cáritas Diocesana de Zaragoza


En Navidad Comercio Justo Esta Navidad apuesta por el Comercio Justo. En la tienda Solidaria “La Artesa” encontrarás productos elaborados por artesanas de Bolivia, Palestina, Bangladesh y Perú, en madera, textil y cerámica. A través de la compra de estos productos ayudamos a mejorar las condiciones de vida de estas mujeres y sus familias en su país de origen. Comprar tus regalos de Navidad en la tienda “La Artesa” es una forma de participar en un proyecto solidario y fraterno y resulta un apoyo fundamental al trabajo que realiza Cáritas en estos países también de transformación social y política. La Artesa se encuentra en la calle San Voto, 9 (esquina Don Jaime I). El horario de atención al público es de lunes a sábado de 10 a 13 y de 17 a 20 horas. ¡REGALA SOLIDARIDAD!

Programa de FORMACIÓN y SENSIBILIZACIÓN

La situación de millones de personas que ven vulnerados sus derechos más básicos, requiere de personas y comunidades que se atrevan a levantar la voz y ser testimonio y testigos de otras formas de hacer, de pensar, de vivir, que inventen caminos nuevos de dignidad y justicia. Desde Cáritas queremos ser parte de esa cadena que va trasformando la realidad ofreciendo espacios de formación y proponiendo iniciativas de sensibilización que ayude a interpelar y crecer, acogiendo y acompañando a quienes desean comprometerse. Para ello proponemos espacios de formación permanente desde tres líneas de acción: • Formación del voluntariado: Los voluntarios y voluntarias de Cáritas Diocesana de Zaragoza disponen de esta línea que acompaña su incorporación y su labor en la entidad y profundiza en el ser y en el hacer de Cáritas. • Intervención social: Dirigida a diferentes agentes sociales y educativos, describe situaciones de exclusión, reflexiona sobre las causas y muestra distintas propuestas de intervención. • Sensibilización y educación en valores: Dirigido a niños, jóvenes y adultos, se ofrecen diferentes proyectos de sensibilización orientados a promover la solidaridad y el compromiso social. Más información en www.caritas-zaragoza.es y en la secretaria de la escuela de formación y voluntariado de Cáritas Diocesana de Zaragoza (formación@caritas-zaragoza.es/ 976 29 47 30).


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