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P. Bartolomé Ambrosio CFP

P. Bartolomé Ambrosio Centro de

Formación Profesional

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En 1979, en la ciudad capital de Guatemala y bajo el auspicio de la parroquia salesiana La Divina Providencia, se dio inicio a unos pequeños talleres en una antigua edificación llamada La Casona. Ese humilde inicio se han convertido hoy en el Centro de Formación Profesional P. Bartolomé Ambrosio. GUATEMALA

Cuarenta años después la obra es gestionada por la “Fundación para la Educación y Promoción Humana Alberto Marvelli”, de los Exalumnos Salesianos del Colegio Don Bosco.

Buena parte de los instructores y docentes son egresados del mismo Centro. Además de su aporte técnico profesional transmiten el carisma de Don Bosco en los patios, corredores, salones de clase, talleres y capilla. amplia y diversificada oferta educativa. Siete talleres acogen a jóvenes carentes de oportunidades que sueñan con adquirir habilidades para una vida mejor: carpintería, torno industrial, soldadura, electricidad industrial y comercial, reparación y mantenimiento de redes de computadoras.

Una academia de inglés y otra de música, más el fortalecimiento del nivel educativo elemental completan el cuadro del proyecto. Se incluye, por supuesto una sólida formación en valores cristianos con inspiración salesiana.

Fui reconstruido y reequipado, incluso en mi formación católica

Conocí la obra salesiana cuando esta no contaba con mayor infraestructura. Yo me sentía en condición precaria. A lo largo de mi formación salesiana he visto reedificar la obra con nuevas instalaciones, maquinaria y equipo. De igual forma fui reconstruido y reequipado, incluso en mi educación católica, gracias a mi amistad con Don Bosco.

Hoy me siento renovado desde mis cimientos. De haber sido un joven con pocos recursos económicos y vulnerable a los peligros sociales, puedo decir con alegría que aprendí el arte de la tornería y la soldadura.

Ahora soy un modesto emprendedor al frente de mi pequeña empresa de acero inoxidable, la que me permite ofrecer trabajo a otros exalumnos. Aunque presto mis servicios a reconocidas instituciones no católicas, siempre mantengo la consigna salesiana: “Buenos cristianos y honrados ciudadanos”.

Esbin Cruz, egresado en 2005 del taller de torno industrial.