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Cardenal Gaetano Alimonda

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Una sección necrológica está presente en el Boletín Salesiano desde el inicio de su publicación, donde aparece información de los últimos fallecimientos. Su contenido puede ser una simple esquela o nota informativa; pero también puede ser un obituario o artículo, más o menos extenso, que intenta dar contexto, trascendencia y significado de la vida del fallecido en relación con la obra salesiana. La mayoría de esta sección necrológica, sobre todo al inicio del Boletín Salesiano, está dedicada a los difuntos cooperadores como muestra de gratitud y reconocimiento. El Boletín Salesiano de agosto de 1891 contiene el obituario del Cardenal Gaetano Alimonda (1818-1891), gran amigo y admirador de Don Bosco. Un gran prelado italiano de la Iglesia católica del siglo XX, que fue arzobispo de Turín desde 1883 hasta su muerte. Las relaciones fueron mucho más fáciles y cordiales con el Cardenal Gaetano Alimonda, el sucesor de Monseñor Gastaldi, quien reconoció la solidez de los métodos y el pensamiento de Don Bosco, contribuyendo al conocimiento de su nombre y obra.

Don Bosco, en el lecho de muerte, decía al Cardenal Alimonda, como si fuera su testamento, estas memorables palabras: “Yo he hecho todo lo que he podido; ahora que se haga la voluntad de Dios... Eminencia, he vivido tiempos difíciles... pero la autoridad del Papa... la autoridad del Papa... Le he dicho a Monseñor Cagliero que le diga al Santo Padre que los salesianos están para defender la autoridad del Papa”.

El 14 de diciembre de 1891, Monseñor Davide Riccardi fue nombrado nuevo Arzobispo Metropolitano de Turín.