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Jóvenes vidas vocacionadas DANIEL SÁNCHEZ: “SOY SALESIANO PORQUE ME SIENTO PLENAMENTE AMADO POR DIOS”

Daniel Sánchez: “Soy salesiano porque me siento plenamente amado por Dios”

Cuando Daniel Sánchez oye que algún joven se está planteando la vocación, se adelanta para decirle: “Ánimo, no tengas miedo; déjate sorprender por Dios”.

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Daniel nació en Elche en 2002. A los 6 años entró como alumno en el colegio salesiano. Allí descubrió a Don Bosco, de quien se enamoró. Cuando estaba cursando el último ciclo de la ESO, se preguntó sobre su futuro, lo que quería estudiar, a lo que quería dedicar su vida. Ahí surgieron inquietudes vocacionales, de las que no era muy consciente. Él cuenta el inicio de su vocación: “Investigando un poco, me apunté a los grupos de fe. Conocí más de cerca a Dios, empecé a sentirme a gusto con Él, y sobre todo, sentí que Dios me amaba”.

Un salesiano, Manuel Hurtado, que acaba de llegar a la casa como coordinador de pastoral, lo invitó a participar en un encuentro vocacional. Se resistió un poco, pero aceptó, porque “tenía que cumplir”. Esta experiencia le marcó. Así lo recuerda: “Mi sorpresa fue que, durante el encuentro vocacional me sentí completamente amado por Dios”. Continuó participando en más encuentros vocacionales. Maduró una decisión: la de vivir una experiencia más cuidada e intensa de discernimiento vocacional en la Comunidad Propuesta de Bartolomé Blanco, en Sevilla.

Allí encontró una comunidad salesiana sencilla, al servicio de los jóvenes, especialmente, a los chicos del proyecto Buzzetti. A través del estudio, acompañamiento personal, oración y servicio a estos jóvenes en situación de exclusión social, Dani fue descubriendo que el Señor lo llamaba a ser salesiano. Al concluir estos meses, dio un paso más, y marchó a Genzano de Roma (Italia) para realizar el noviciado, experiencia que le ayudó a decir sí definitivamente al Señor.

Primeros pasos como salesiano

El 11 de septiembre realizó su primera profesión, en Elche, rodeado de salesianos, familiares, jóvenes y miembros de la familia salesiana local. Ahora se encuentra en Granada haciendo estudios de filosofía.

Dani siente un afecto muy grande por Don Bosco. Le gustaría tener algunas de sus virtudes, como la confianza en Dios o la de su capacidad de trabajo y atención exquisita a las personas. Se esfuerza cada día por cultivarlas. Tiene, también, una mirada positiva sobre los jóvenes y su mundo. Cree que muchos de ellos son inquietos, comprometidos, y luchadores.

Jorge Juan Reyes, sdb jorgejuan.reyes@salesianos.edu