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Tema central

2021 UNA ENCÍCLICA MUY ESPECIAL DEL PAPA FRANCISCO

IMAGINAR Y ENGENDRAR UN MUNDO ABIERTO: NADIE DEBE SENTIRSE EXCLUIDO

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Ya hemos llegado al capítulo tercero de la Encíclica del papa Francisco «Fratelli tutti». Una sociedad fraternal será aquella que promueva la educación para el diálogo con el fin de derrotar al “virus del individualismo radical” y permitir que todos demos lo mejor de nosotros mismos (105). Esto será posible si partimos de la tutela de la familia y del respeto por su “misión educativa primaria e imprescindible” (114). Dos instrumentos nos ayudarán a lograr este tipo de sociedad: la benevolencia, es decir, el deseo concreto del bien del otro (112), y la solidaridad, que sale al paso de la fragilidad del otro y se expresa en el servicio a las personas, y en la lucha contra la pobreza y la desigualdad (115). El derecho a vivir con dignidad no puede ser negado a nadie; y, como los derechos no tienen fronteras, nadie puede ser excluido, independientemente del lugar donde haya nacido (121). Desde este punto de vista, el papa Francisco también nos ha recordado que debemos pensar en una “ética de las relaciones internacionales” (126), porque los bienes de un territorio concreto no pueden ser negados a los necesitados que han llegado de otro lugar. Por tanto, el derecho natural a la propiedad privada es secundario respecto al principio del destino universal de los bienes creados (120).

¿De verdad creo que me voy a realizar sin abrirme a los otros? ¿Cómo logro manifestar mi amor a los otros?

• «El ser humano está hecho de tal manera que no se realiza ni se desarrolla ni puede encontrar su plenitud si no es mediante la entrega sincera de sí mismo a los demás». (87) • «Mi relación con aquellos que yo respeto debe tener en cuenta que ellos no viven solo para mí, y que yo tampoco vivo solo para ellos. Nuestras relaciones, si son sanas y auténticas, nos abren a otros que, a su vez, nos hacen crecer y nos enriquecen». (89) • «La riqueza espiritual de la vida de una persona se mide por el amor, que en la práctica constituye el criterio para tomar una decisión definitiva sobre la dignidad o la falta de dignidad de una vida humana». (92) • «El amor es algo más que una serie de actos generosos. Esos actos tienen su origen en una unión que inclina más y más hacia el otro, considerándolo valioso, digno, grato y bello, más allá de las apariencias físicas o morales». (94) • «Todo hermano y toda hermana que necesitan ayuda, cuando se sienten abandonados o son ignorados por la sociedad en la que yo vivo, se convierten en extranjeros existenciales, aunque hayan nacido en el mismo país». (97) • «En una sociedad, la amistad social auténtica hace posible la verdadera apertura universal. Esta afirmación dista mucho del falso universalismo de quienes viajan constantemente al extranjero porque no pueden soportar ni amar a su propio pueblo». (99)

¿Soy de los que prefieren ser ‘socios’ antes que ‘hermanos’?

• «Hay grupos sociales que se agarran a una identidad que les separa de los demás. ¿Cómo afecta a aquellos que se organizan de tal modo, que evitan toda presencia extranjera que pueda amenazar su identidad y sus estructuras cerradas y autorreferenciales?». (102) • «La igualdad no se logra proclamando, sin más, que ‘todos los hombres y mujeres son iguales’. Es, más bien, el resultado del

cultivo consciente y atento de la fraternidad. Los que únicamente son capaces de ser ‘socios’ crean mundos cerrados». (104) • «El individualismo no nos hace más libres, más iguales, más hermanos. La mera suma de intereses individuales no es capaz de generar un mundo mejor para toda la familia humana». (105)

¿Condiciono mi amor a la situación de las personas?

• «La amistad social y la fraternidad universal requieren necesariamente el reconocimiento de la dignidad de cada persona, siempre y en todo lugar». (106) • «Todo ser humano tiene derecho a vivir con dignidad y a desarrollarse integralmente; este derecho fundamental no puede ser negado en ningún país. […] Si este principio básico no es de-

fendido por todos, ni la fraternidad ni la misma humanidad tienen futuro». (107) • «Solo cuando nuestro sistema económico y social no produzca una sola víctima y ninguna persona haya sido descartada, vamos a estar en condiciones de celebrar la fiesta de la fraternidad universal». (110)

¿Qué hago para promover el bien moral de los demás? ¿Qué alcance atribuyo al derecho a la propiedad privada?

• «No podemos dejar de recordar que el deseo y la búsqueda del bien de los demás y de toda la humanidad también implican ayudar a las personas y a las sociedades a asumir los valores morales que fomentan el desarrollo integral del ser humano». (112) • «En una situación en la que todo parece desintegrarse y perder consistencia, nos hace bien apelar a la ‘solidez’ que surge de la conciencia de ser responsables de la fragilidad de los demás al esforzarnos por construir un futuro común». (115) • «Al hablar de la necesidad de cuidar nuestra casa común — nuestro planeta—, nosotros apelamos a esa chispa de conciencia y de preocupación por el cuidado mutuo todavía presente en nuestros corazones». (117) • «Las diferencias de color, religión, talento, lugar de nacimiento, lugar de residencia y tantas otras no pueden ser utilizadas para justificar los privilegios de algunos por encima de los derechos de todos». (118) • «El derecho a la propiedad privada siempre va acompañado del principio primario y prioritario relativo a la subordinación de toda propiedad privada al destino universal de los bienes de la tierra y, por tanto, al derecho de todos a usarlos». (123) • «Si miramos la realidad desde la legitimidad de la propiedad privada y desde el principio relativo al destino común de los bienes, podemos decir que todo país también pertenece a los extranjeros, en cuanto los bienes de un territorio no deben ser negados a una persona necesitada que provenga de otro lugar». (124)

Invitación a la reflexión y al debate:

• «Nadie puede experimentar la belleza de la vida sin relacionarse con otros, sin rostros reales a quienes amar. Este es parte del misterio de la verdadera existencia humana». (87) ¿Soy consciente de que yo también necesito relacionarme con otros para realizarme como persona? Y al revés, ¿soy consciente que otras personas han de poder contar conmigo para lograr su propia realización personal? • «Como las parejas o los amigos, nosotros observamos que nuestros corazones se expanden cuando salimos de nosotros mismos y abrazamos a otros. Los grupos cerrados y las parejas autorreferenciales, que se definen a sí mismos como distintos de los demás, con ello no hacen más que mostrar su egoísmo y su afán de autopreservación». (89) ¿Recuerdo momentos en los que he sido capaz de superar mi egoísmo para compartir mi vida con otros? ¿Observo con dolor que muchos problemas de nuestra sociedad tienen su raíz en la falta de amor? ¿Puedo recordar algún ejemplo? • «La libertad se convierte solo en una condición para vivir como queremos, completamente libres para escoger a quién o a qué perteneceremos, o simplemente para poseer y disfrutar. Este modo tan superficial de concebir la libertad no tiene nada que ver con una libertad orientada, sobre todo, al amor» (103). Si estás de acuerdo con esta afirmación del papa Francisco, ¿por qué crees que nos cuesta tanto unir esfuerzos y compartir inquietudes e iniciativas en cuestiones tan importantes como la salud y el bienestar de todos los seres humanos, sin distinción de razas y pueblos? • «Nadie puede ser excluido por razón de su lugar de nacimiento, y mucho menos a causa de unos privilegios que están al alcance de otros porque nacieron en lugares con mayores oportunidades». (121) ¿Sé de personas concretas que se sienten excluidas por razón de su origen? ¿Puedo hacer algo para ayudarlas a superar esta situación?

Francesc Riu, sdb