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Cosas que pasan

BIENVENIDOS AL NUEVO CURSO

Con la imagen de portada, os damos la bienvenida a un nuevo curso que, en medio de incertidumbre, se abre ante nosotros. Las situaciones que vayamos viviendo exigirán, para nuestros educadores y animadores, flexibilidad y creatividad para afrontarlas, siempre con el deseo de que superemos cuanto antes, como sociedad, todas las consecuencias negativas que puedan sa lir de la pandemia. Y, como ha recordado el papa Francisco y nuestros obispos, pensando siempre en los más vulnerables y desfavorecidos.

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Las casas salesianas lo hicieron durante el pasado curso. Educadores, animadores y agentes de pastoral buscaron nuevas formas de seguir atendiendo a chicos y chicas, y a sus familias, en colegios, centros juveniles, parroquias, plataformas sociales…

Al final de curso e inicio de este, los equipos de todos nuestros ambientes han estado diseñando estrategias para continuar respondiendo a las necesidades de los jóvenes en los nuevos contextos, cuidando la seguridad de todos. En esta línea, se han analizado las normativas de las administraciones públicas para aplicarlas en los distintos ambientes; se ha potenciado la formación de educadores en la competencia digital, para dar respuesta a una nueva forma de enseñar online q ue ha venido para quedarse. El compromiso de las casas y centros salesianos con la seguridad de trabajadores, voluntarios y destinatarios es claro.

Cuidar para cuidarnos

Si algo se ha manifestado como decisivo en medio de esta situación que vivimos, es la importancia de fortalecer una actitud como sociedad y como individuos y que es la que el papa Francisco resume en una expresión: el cuidado. Y que hay que entender como una dinámica en la que, como define el Diccionario de la lengua, se pone diligencia, atención, para guardar, conservar, proteger a alguien o algo.

Es pues una actitud activa, que llama a la responsabilidad de cada uno, y también como sociedad, para proteger a personas o grupos más vulnerables. Actitud que requiere empatía, mirar con corazón compasivo a los demás, a nuestro entorno, y poner de nuestra parte para que los demás se sientan cuidados. Esto se traduce en actitudes responsables, en comportamientos solidarios, sabiendo que de nuestras acciones se derivan consecuencias que pueden afectar negativamente a los otros. Precisamente responsabilidad personal, cuidado de los otros y, como subraya el Papa, de la Casa común, son aspectos que se quieren fomentar en la tarea educativo pastoral de este nuevo curso. Javier Valiente, sdb director@boletin-salesiano.com