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La hacedora de hoteles

UNA INCONFORMISTA QUE ESCAPÓ DE LA QUIETA VIDA DE ESTANCIA PARA CONVERTIRSE EN UNA HACEDORA SERIAL DE EXPERIENCIAS EN EL CORAZÓN DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES.

Gabriela Martin tiene una historia de princesa escapada de un castillo.

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Tuvo un casamiento acomodado, con un caballero apetecible y adinerado del campo bonaerense. De la casa de sus padres se fue a la de su esposo apenas pasados los 20 años.

Por entonces le parecía que el mundo estaba por hacerse. Estancia enorme, horizonte amplio, tiempo de sobra. El proyecto parecía el sueño de cualquiera, pero la vida se hacía solitaria. El pueblo cercano quedaba a larga hora de trayecto. Inquieta, llenó la despensa de conservas caseras. Empezó a engancharse en la cocina. Descubrió una socia posible para organizar eventos en las cercanías y las mejillas se le empezaron a llenar de color.

Un día tuvo una epifanía: “esto no va a cambiar”, pensó. Sin mucho titubeo cargó en su auto todo lo que cupo y partió de regreso a la casa de sus padres. >

Instalada allí, volvió a vincularse a la comida: eventos de caza, restaurantes que fueron leyenda que empezaban y ni bien Gabriela se aburría, fenecían para dejar, como el ave fénix, renacer en otra cosa.

Desenrollar el pergamino

En la ruta cotidiana entre su casa y el trabajo se topaba con una mansión inglesa incrustada entre dos de los edificios modernos que empezaron a poblar una ciudad rica en inversiones, por el campo y la industria local. “Alguna vez va a ser mío”, se decía cada tarde desde la vereda.

Entre chiste y sueño se enteró que estaba a la venta. No tenía manera de llegar al importe. Pero una amiga consiguió a un inversor que la convocó a verse una vez en La Biela, en Buenos Aires. Le gustó la idea que Gabriela le contó y allá fue a crear el primer hotel boutique de la región.

Su objetivo fue conservar una propiedad añeja y revalorizarla sin que perdiera su identidad. “En Helen´s Guest House intentamos crear hospitalidad, buena gastronomía y un respeto por la arquitectura y el arte -explica Gabriela-. Esta es una casona de estilo inglés, sigue siendo el único hotel boutique de la ciudad, con una ubicación privilegiada, cuenta con 7 habitaciones exclusivas, cada una decorada de manera particular y tenemos un restaurante donde se puede degustar comida de autor, incluido un salón de té y un espacio chil out con tragos”

Sin ponerse colorada

Luego de hacer de Pergamino su lugar y de adoptar a su hija, quien hoy lidera codo a codo sus locuras, enfrentó un nuevo proyecto en la ciudad de Rojas. “En lo que era la casa privada de un sibarita afecto a recibir huéspedes interesantes, vi otro hotel boutique -cuenta-. Uno de esos que te podés topar en la Riviera Francesa, en Marbella o en un rincón pueblerino del sur de Italia”. De Luz se convirtió en un imán seductor con un encanto muy personal. Su ojos de viajera se han posado en cada rincón. Nada es barroco en el sentido excesivo. Cada objeto parece haber nacido para estar allí. Pero necesitaba a alguien que les leyera el alma. POR: FLAVIA TOMAELLO