Hablar de entretenimientos y de lugares de esparcimiento de cincuenta o cuarenta años en Quintero, es el tema de la nueva edición de Revista Cultural Bahía, ya son historias, sin lugar a dudas, pero que bien nos hace recordar algunos lugares y costumbres tan importantes para los adolescentes de esa ápoca.
Hay aquí relatos e imágenes que traen al recuerdo espacios que ya no existen y que fueron reemplazados por elementos tecnológicos impensados en esa época, o por otros lugares.
Invitamos entonces a leer un nuevo volumen de Bahía, la revista que nos llevará a las últimas décadas del siglo XX de un Quintero que tenemos en la memoria y que de muchas maneras marcó nuestra existencia actual.
MAURICIO CARRASCO PARDO ALCALDE DE QUINTERO
DESARROLLADO Y GESTIONADO POR EL EQUIPO DE COMUNICACIONES ILUSTRE MUNICIPALIDAD DE QUINTERO.
CARLOS MUÑOZ : ENCARGADO COMUNICACIONES
CRUZ CARVAJAL: EDITORA CONTENIDO
DAVID CASTILLO: DISEÑO, PRODUCCIÓN Y REDACTOR
MATÍAS GALDAMES: FOTOGRAFÍA,DISEÑO,EDICIÓN
SERGIO SAN MARTÍN: VIDEO, EDICIÓN Y REDACTOR
NICOLE HUENULAF: DISEÑO E ILUSTRACIÓN
NICOLÁS PÉREZ: AUDIO Y LOGISTICA
JORGE DELGADO (P): DISEÑO Y LOGISTICA
Agradecimientos:
Victor Segovia
Don Lalo Local Arcade
Jaime Schliapnik
José Avial
Modelos:
Meiji Tsukamoto Cisternas
Millaray Brilowitsch Tapia
Christian Espinoza Torres
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Cine En Su Casa:
La Era Dorada De Los Videoclubs
Corría la década de los 90’ cuando las películas en VHS se popularizaron a nivel nacional y también en Quintero. Los grandes estrenos de la pantalla grande ahora podían ser vistos en la comodidad de la casa. Aunque eso podía tardar incluso hasta cerca de un año dependiendo de la película, nos explica Víctor Segovia, conocido popularmente como el “Gigi” y quien trabajó durante años en el rubro del arriendo de películas, comenzando con 60 cintas y llegando a tener un stock de hasta 3 mil.
Son al menos 10 los locales de videoclubs que existieron, los que durante dos décadas se encargaron de entretener a las familias quinteranas.
“Gigi” nos cuenta que dentro de las principales preferencias siempre se encontraban las películas familiares, como “Beethoven”, “Space Jam” y la primera “Spiderman” del año 2002, de la que tenía 4 copias debido a la alta demanda que existía por verla en aquellos tiempos.
Por supuesto también el cine de acción era uno de los más cotizados con películas como “Rambo”, “Duro de Matar”, “Terminator” y “Arma Mortal”, todas ellas marcaron una época en la cultura popular de los 80’ y los 90’.
Según relata Segovia, el arriendo de películas se trataba casi de un lujo, por lo que intentó democratizar en parte el rubro con precios más accesibles, promociones y eliminando las multas por atrasos en la entrega. Una película de estreno podía costar $2.000 por el arriendo diario, mientras que otras cintas más antiguas podías ser llevadas incluso de manera gratuita.
Su pasión por las películas lo llevó a ser ampliamente reconocido por su local ubicado en pleno centro de Quintero. Sin embargo, por temas laborales debió abandonar el negocio que además poco a poco iba en picada con la llegada masiva de internet.
Hoy en día, los servicios de streaming como Netflix, HBO Max o Amazon Prime, surten este mercado del arriendo de películas. Pero siempre quedará la viva imagen del recuerdo cuando la gente asistía a los locales de arriendo para conocer los nuevos estrenos, revisar las películas de moda en sus carátulas y leyendo una sinopsis en la contratapa, para luego llegar a la casa, prender el televisor y dejarse llevar por la magia de las películas en VHS.
Para conocer más acerca de la historia de los videoclubs en Quintero y particularmente del local del “Gigi”, los invitamos a revisar nuestro canal en Youtube para ver la entrevista completa a este icónico personaje de nuestra comuna.
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LOS VERANOS INOLVIDABLES
Arena, sol, mar, fiestas, deportes, belleza e historias de amores a raudales, han sido los ingredientes protagonistas de los veranos más intensos que ha cobijado la seductora bahía de Quintero, y el epicentro de toda esa actividad, llena de energía juvenil fue la emblemática playa “Los Enamorados”, lugar de encuentro de muchas almas gemelas que han sellado su pacto de amor en sus atrayentes arenas y aguas de color turquesa.
Cómo olvidar aquellos campeonatos de voleibol sobre las arenas de este hipnotizante balneario en los que participaron los mismísimos seleccionados nacionales de la época, también los concursos de bellezas, las fiestas a la luz de la luna y las estrellas.
Ese ambiente rústico fue suficiente para que el incipiente movimiento hippie encontrara su hábitat en la bahía quinterana, en el que la música que producía la mencionada tendencia cultural fue la vanguardia de los Dj que musicalizaban las jornadas veraniegas y hacían a bailar y soñar a los jóvenes, porque, de hecho, allí sonaban antes que se escucharan en las radios.
La música más tocada fue el rock, Creedence Clearwater Revival fue la banda más tocada, también sonaba The Beatles, Santana, Led Zepellin, Elvis Presley, Neil Diamond, Cat Stevens, la época de Woodstock. Algunos recuerdan que la música era importada, y se escuchaba antes que sonara en la radio.
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El Trauko brilló en los años 60, en cambio a mediados de los 70 comienza a funcionar la disco Lips que se ubicó, ya no en la parte baja del bosque del Parque Municipal, sino en medio del mismo bosque hasta 1982.
Conversamos el 2018 con el socio fundador de la disco Lips, Roberto “Tito” Muñoz, quien recordó que al local “venía gente de todas partes. Cuando estábamos comenzando, me junté mucho con los cabros del liceo, ellos hacían sus bailes, yo les prestaba el local y se quedaban con la recaudación de las entradas, era el 100% para ellos, la venta de bebidas era para el local. Había que darle un realce, porque estábamos recién empezando y comenzamos a hacer las disco peques.
“Vendíamos bebidas a los cabros, nunca alcohol, ellos tenían el copete afuera. Entonces comenzamos con la política, de él que sale no entra, yo cuidaba a los cabros. Yo soy nacido y criado en Quintero, he vivido toda mi vida acá, entonces, los papás mandaban a los cabros porque había confianza, tenía buena iluminación y cosas así. Les timbrábamos la mano. Todas esas cosas fueron pioneras, incluso, en Estados Unidos hacían lo mismo”.
“La onda disco comenzó en la Lips, imagínate que yo tenía “Fiebre de Sábado por la Noche” un año antes que llegara a Chile, porque tenía contactos en Estados Unidos y me mandaban música de allá. Entonces, mucha gente me comentaba, “oye, pero esto yo lo escuché en la Lips el año pasado y ahora está de moda. La caseta del DJ parecía disco volador arriba de la pista, ponía diapositivas de surf, playas, cosas así y de repente, bajaba en blanco y las niñas se ponían a bailar como en la televisión. En la misma caseta teníamos más de 500 discos”, terminó recordando Roberto Muñoz.
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En los años 80, hubo una inspiración musical diversa que reflejó los cambios en la tecnología y la creatividad de los artistas. Por ejemplo, Joy Division comenzó en el punk pero evolucionó hacia el post-punk, y más tarde, sus miembros formaron New Order, fusionando rock y música electrónica.
La influencia de la música disco de los 70 disminuyó en los primeros años de la década de los 80’, dando paso al movimiento New Wave, que mezclaba pop, rock y elementos electrónicos. Artistas icónicos como Michael Jackson, Madonna y Cindy Lauper dominaron la escena pop, llevando la producción musical y el espectáculo a nuevas dimensiones. En cuanto al rock, grupos como Black Sabbath transformaron el rock clásico en heavy metal, que luego se diversificó en subgéneros como el thrash metal y el glam metal.
La música electrónica también tuvo su auge con bandas como Human League y Depeche Mode, que fusionaron sintetizadores y ritmos electrónicos con la esencia del pop.
Los años 80 también marcaron el nacimiento de la música House, un género que combinaba elementos electrónicos con influencias de disco y funk. Artistas como Rick Astley y Bananarama incorporaron estos sonidos en su música pop.
La tecnología informática permitió a los DJs y productores crear mezclas únicas de canciones clásicas y contemporáneas, lo que condujo a experimentaciones sonoras emocionantes.
Es así como los años 80 fueron una década de cambios y experimentación musical, donde diferentes géneros convergieron y la tecnología influyó en la producción musical, dando lugar a una gran variedad de estilos musicales distintivos.
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Todos los vecinos realizaban un colorido desfile público de carros alegóricos y comparsas que teñian de color el centro quinterano. La temática por cada carro y comparsa eran de elección libre, mucha creatividad y buena onda en esos tiempos.
Desde los años ‘30 que Quintero contó con una Fiesta de promoción turística, conocida como Semana Quinterana. Motivada desde el municipio, sirvió en su primera época para la distracción y reunir fondos para campañas de buen público.
La iniciativa se extendía por una semana con competencias como el hecho insólito, el día al revés, la decoración de vitrinas del comercio y antejardines, venta de votos para las candidatas a reina, entre otras actividades.
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EL CHAMA
El Guardián de la Noche que Conquistó Quintero en los 90’s.
En una época en la que las noches de diversión y baile en las discos eran el punto de encuentro de la juventud quinterana, Jorge Eduardo “El Chama” (1960-2001) fue por muchos años el portero de la discoteque “Gloria” de Horcón y discoteque “Waikiki”, quién se imponía con su gran corpulencia, fuerza y simpatía.
Muy amable pero firme. Con su sonrisa siempre presente, su presencia brindaba una sensación de seguridad a todos los asistentes. Pero su labor iba mucho más allá de solo mantener el orden; El Chama se convirtió en un amigo y confidente para muchos.
Su carisma y calidez humanas trascendían. Siempre estaba dispuesto a tender una mano amiga, a escuchar las preocupaciones y alegrías de los vecinos de la comuna. Era un mediador nato, capaz de calmar situaciones tensas con su habilidad para hablar y razonar.
Los Quinteranos siempre te recuerdan de corazón.
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Durante la década de los 80’, la juventud buscaba nuevas formas de entretención y con el gran avance de la tecnología, los juegos electrónicos no tardaron en llegar.
Títulos como “Pacman” o “Space Invaders” fueron los primeros en llegar a la plataforma de arcade. Rápidamente se fueron sumando nuevas obras que también permitían la interacción y competir con otros jugadores. En Quintero, no fueron pocos los locales que se sumaron a esta moda del videojuego, la que además complementaban con otro tipo de entretenimiento como los flippers y taca-tacas.
Los MinniGeim, los Tilintronic y los JD, son algunos donde por unas pocas monedas se podían canjear las fichas que permitían transportarnos a un nuevo mundo de diversión. En este último local, conversamos con su dueño, Don Lalo, quien nos entregó varias anécdotas en los casi 30 años que administró su local de máquinas arcade, en la que llegó a tener más de 40 juegos entre los que destacaba un simulador de autos con el clásico “Out Run” al ingreso del local.
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Con el tiempo, los arcade fueron quedando obsoletos frente a juegos que requerían de mayor capacidad gráfica, por lo que ya avanzada la década de los 2000, fueros desplazados por el arriendo de consolas como Play Station y Xbox, las que también finalmente dejaron de ser rentables.
En la actualidad mucha gente está empeñada en recuperar estas máquinas, restaurándolas y entregándoles una nueva vida, esta vez con computadores en su interior que permiten jugar cualquier de aquellos videojuegos de esa época.
Si quieres conocer más, los dejamos con el emprendimiento de Jose Avial, quien también aportó su experiencia para conocer más sobre este interesante mundo de las máquinas arcade.
https://www.youtube.com/@josemiguel666/videos
Entre los clientes ilustres que tenían los videojuegos “JD” se encuentra el cantante de cumbia Leo Rey, quien es conocido fanático y competidor del juego “Mortal Kombat”. En aquella época, el exvocalista de “La Noche” acudía a este antro de videojuegos a jugar con gente de todo Quintero y alrededores. Para solventar su hobbie, se presentaba cantando en el antiguo Círculo de Suboficiales en Retiro de la Fach – también conocido como “Puchos Lacios” – y con las propinas compraba más fichas para continuar jugando.
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EMBLEMÁTICOS ALGUNOS LOCALES
En la década de 1990, Quintero estaba lleno de lugares emblemáticos que dejaron una huella imborrable en la memoria de quienes los visitaron. Estos lugares no solo ofrecían entretenimiento y comida, sino que también eran parte integral de la cultura bohemia y musical de la época.
La PALLADIUM, donde la buena música y el baile eran los protagonistas todas las noches. Este lugar ofrecía una experiencia de entretenimiento inolvidable, con una variedad de géneros musicales y DJs que mantenían a la multitud en movimiento hasta altas horas de la madrugada. La PALLADIUM era un refugio para quienes buscaban diversión y baile sin restricciones para después terminar con buen ceviche en Horcón.
El disco “Waikiki” de Quintero captura la esencia de las vibrantes noches de verano junto al mar, donde la música y la alegría se unen para crear una experiencia festiva inolvidable. Este es un testimonio de las buenas vibras y el ambiente electrizante que caracterizaba a las fiestas que tenían lugar en la playa, con los DJ más destacados compartiendo sus mejores éxitos y haciendo que todos los vecinos se sumergieran en el ritmo de grandes artistas del momento.
Quintero estuvo marcado por una rica vida cultural y social, con lugares emblemáticos como VIROLO’S, la PALLADIUM, la WAIKIKIy DA SILVA y muchos más, que dejaron una impresión duradera en la memoria de quienes vivieron esa época.
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VIROLO’S
LA CAVERNA DEL CHE DA SILVA
EL ARRIERO
WAIKIKI
QUITA - PENA
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DEPORTES EN LA ÉPOCA
Quintero líder y cuna del surf en Chile en sus playas acogen a aficionados a las olas, Luis Tello deportista destacado de Quintero quien con un grupo de amigos estuvo enseñando y dando a conocer el mundo del surf en Chile, mientras que el fútbol une a la comunidad en el estadio y canchas vecinales de la época, el patinaje agrega un toque de aventura a sus pintorescas calles, plazas el skater juntando a los más jóvenes.
En Quintero, la pasión por los deportes y la aventura se entrelaza con la belleza natural y la vida comunitaria costera. El fútbol fue importante en quintero cuando el club Quintero Unido salio campeon en la tercera división en 1982.
El patinaje y el skateboarding son más que actividades físicas; nos relata Jazmin Pailanca que durante las tardes eran las horas mas frecuentadas en la pista de patinaje por jóvenes, grupos de amigos y pololos, recuerdos inolvidables practicando en el club de yates despues de ir hacer windsurf con sus amigas.
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Claudio Andrés Figueroa Maturana
Claudio Andrés Figueroa Maturana, un deportista chileno destacado de los años 90, dejó una marca imborrable en la historia del fútbol chileno y en Quintero. Su talento, dedicación y compromiso con el deporte lo llevaron a representar a su país a nivel internacional y a brillar en importantes clubes nacionales.
Una decisión de regresar a Quintero y encontrar la felicidad y formar una hermosa familia, demuestra su conexión y cariño a la comuna y su papel como un referente tanto en el deporte como en la vida cotidiana.
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