Historia Física y Política de Chile (8)

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HISTORIA FISICA Y PoLtrIcb

DE CHILE.


PARIE.--IFIPRENTA DE ROUGE Y COMP. Rue du Four Saint-Gerrnain, 4 3 .


I1I ST 0RI A

DE CHILE. CAPlTULO LXXX. El Almirantc Blnnco, Presidcnle de In Rcpiiblicn. - Envia un ministro plmipotenclnrio nl Peri, ;i cniisn dc la pnrte qnc cl Gobierno tomnbn en favor de O’IIiggins.-Inspirlntlosc cn el ejemplo de lor; Nortc-AmcDiferencin de Ins ricnnos, cl Congreso adoptn el sistcma federal. costumbrcs en anibos pniscs. - Reformns en el ejSrcito 5’ cn el modo dc reolntarlc. - Antngonismo cntrc el Prcsitltxntc y el Congrcso. llcsnnimndo en sus bellns intenciones, el .\lmirnnte Blnnco rcnuncin i t In Presidcncia. Descontento producido C I I el piiblico por tan Yiolcilta rcsolucion .

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Con la rcnuncia del general Freire, el Congreso nombrb a1 almirante Blanco Presidentc de la Republica y de Vice-Presiden te j D. Agustin Eizsguirre. Estos dos nombramientos eran sblo provisionales y dcbian cesar tan luego como se instalara el nrievo Congreso, a1 cual incuinbia el acto de legalizar 10s nombramientos definitivos. D. Slanuel Glaiico no era Chileno, pero su nombramiento se hallaba confornie con el espiritu de la Constitucion, frindada entonces sohre bases mas liberales respecto tt 10s estrnnjeros, 6 ,I: lo menos de 10s hijos dc Chilenos nacidos fucra de st1 pais dc padres que 110 egcrcinn ninguna mision 6 cargo pitblico. Nacib D. Rlanuel Elanco e11Bucnos-Aires, el afiol i90: T. V111.

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2 IIISTORIA DE CIIILE. era hijo de un aiitiguo oidor de In c6rtc de Charcas, ysu madre pertenecia ti la familia de 10s Marqueses de Belin Palma. Desde muy j6ven fu6 enviado por sus padres a1 Real Seminario de Nobles de Madrid, y aai que hubc terminado alli sus cstudios, pas6 como guardia-marinn g la Academia de la isla de Leon. La guerra que In Espaiia sostenia entonces contra un indigno usurpador le oblig6 pronto enibarcarse en uno de 10s buques de la escuadra de Chdiz ; y con tanto arrojo se pmtb en el servicio de las lanchas cafionerae, que ti la edad de 17 aiios era ya alf6rez de fragatn. a el Callao, En la Flora, que en 1808 se di6 A ~ e l para se einbarc6 con el titulo de ayudante del cornandank del apostadero de dicho puerto. Era precisamente la 6poca en que principiabn <L fermentar el g6rmen revclucionario, y su caiidnd de anicricano, ::nida j sus tendencias revolucionarias, vinieron pronto sefialarle como un oficial peligroso para la causa real. Iiicikronle regresar 5. la metr6poli, pero no tard6 niucho en tomar dc nuevo la vuelta en la Palonin, corbetn de la cscuadrn mandada contra Buenos-Aires, ciudad que acnbaba de alzar el grito de independencia. A su llegada ri Blontevideo, el jciven Blanco, que no habia olvidado si1 origcn nmericano, juzgb coino un sagrado cleber el de brindar 811 espada en favor de sus compatriotas, y asi lo verific6. Tan luego coino pudo abandonar su puesto sz traslad6 h Buenos-Aires, y desde alii se dirigi6 Chile. Su l!egada ,i cste punto tuvo lugar en 1S 13, $oca en que el pais empeiiaba SCIS primerns luchas para la conquista de su nacionalidad. En el curso de esta historia hemos dado 5, conocer la parte activa que 61 torno en In guerra ; y, entre sus servicios


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como marino, la captiira de la L Y m * i Isn6d ~ y cle 10s otros buques que formaban par:e del convoy, fu6 una accion de inmensa importancia. Por ella a!canzb Chile el imperio de 10s mares y arrulno por completo una espedicion que indudableinente habria l o p d o oponer graves obst6culos ii 10s impaciciites proyectos de 10s patriotas, Sus demas servicios fueron tamhicn muy importantcs ; y, aunque menos cstensos qne 10s dc Freire, no por eso dcjaron d2 ser superiores por su inflrijo y sus consecuencias. La vida enteramente militnr clcl almirnnte Blanco, CII estos momentos en qiic todos 10s rinimos se hallaban fijos en la resistencia armada, le proporcionb una reputacim bien merecida, y por lo tanto, un prcstisio realzaclo iiun por el bueri tono que le cnractcrizann. Nadie mejor que 61 hrillaba cn la sociedad por la orbanidad y In gracia; y lo cluc ern mas de admirarei: $1 cs quc en sus modales riada habia de forzc7,di, todo era natural, lenguage, ademanes, afabilidnd, circunstancias que prestaban h todos sus movimientos la distincion y finura que resiiltsn de ~ i educacion a csnierada. Goznba tambien de la eatimacioii general, lo c u d debin ,i su estrema benevolencia, y ii ese elemdo sentinliento de delicadeza, siempre inclinado ri dcscieilnr la critics baladi, trivial y cnvidiosa con que h veces la sociedad se aja, se deslustra. En tiexpos cle paz, y bajo uii gvbieriio bien cimentado, D. JIanusl Blanco habria sido, sin duda alguna, un Presidente el mas h prop6sita para conciliar 10s hnimos y para ilustrar a1 pais, coniiiiiiclindole las verdaderas nociones de lo bcllo y de io justo. Pero, desgraciadamente, en el d a d o anhrquico en que aquel se encontraba, tan escelentcs cualidncles crar! de muy escasg inter&.


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IIISTORIA DE CHILE.

Las guerras de la independencia y las pretensiones, generalrnente injustificables, de 10s hombres ambiciosos, habian despertado paeiones que, por la misma rnzon de ser completamente estralios a1 car6cter nacional, le prestaban una mezcla de ideas buenas y malas, que venian A manifestarse ri veces en actos de agitncion y de impaciencia. Para combatir y dominar la situacion creada asi por falsos principios, se necesitnha un jefe que, h una gran fuerza de yoluntad, reuniera el valor de ponerla 5, prueba, tratando de abogar todo espiritu de rebelion, todo partido faccioso, hasta someterle con la severidad de sus actos ,ileyes justas 1’ en6rgicamente sostenidas. Y no era tal el temperamento de un hombre recto, demasiado benign0 y, por lo tanto, opuesto 6 practicar ni A cornprender siquiera la necesidad de semejantes violencias, reclamadas sin embargo por las circunstancias. Inmediatamente despues de la investidura que con la, banda tricolor di6 Freire, por su propia mano, a1 nuevo I’residente, en la sesion del 9 de Julio, e! Congreso procedi6 k ocuparse de sus trabajos. A fin de evitar el enfadoso antagonism0 que anteriorinente habia tenido lugar entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, la coinision de Constitucion, por medio de Infante, que forniaba p i e de ella, propuso un proyecto de ley por el c u d , en cl cas0 de disolucion de la Ckmara, el Fresidente y el Vice-presidente deberian seguir la misms suerte, y tres diputados, uno por cada provincia , noinbrados por dstas, se reunirian en la pequefia poblacion de Melipilla jjua nombrar un I’residente interino. En 10s debates suscitaclos por ests inmion, hubo uii miernbro del Cong p s o que prcjpuso f:mz declarndo fiiera de la ley todo


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Presidentc clue se hiciera reo de un atentado scmejante; nias esta proposicion no fu6 adoptada; y la Camara, ' fatigada por 10s debates y conmovida por 10s sucesos acaecidos, se apresur6 B votar la ley propuesta por la comision. Mas adelante, y con el objeto de retirar B 10s pueblos el poder que tenian de destituir ti sus respectivos diputados, derecho que daba lugar h nbusos peligrosos, siendo una arma poderosa para atncar al Congreso, sc decidi6 que semejante revocacion no podrin efectuarse mientras no estuviera apoyada p x un niotivo muy grave, y que, en este caso, tales diputados no tendrian accion ,i retirarse de la Cdmara sin0 despues de !a Ilegnda y toma de posesion de sus sucesores. Despues de cstos dos votos, de 10s cuales el primero cra ya un dardo dirigido it la Presidencia, se pas6 h tratar del envio de un ministro plenipotenciario a1 Peril, donde se manifestnba una inarcada animosidad contra Chile, 6 por lo menos, contra el Gobierno de Freire. Ln agitacion era ya tan giantle, quc se l!eg6 ti temer alcanzase, por fin, la gravedad de un peligro contra la union de entrambas Republicas. En efecto, la desgracia de O'Higgins, uno de 10s mas grandes promovedores y fundadores dc la independencia peruana, impresion6 vivarnente h las autoridades de este pais. AI recordar sus importantes servicios, el pueblo se hacia participe y solidario de aqucl descontento ; y hasta el mismo Bolivar, tan poderoso entonces por su protectorado y acaso c6mplice con O'Higgins de la virulencia del periodismo contra la admiriistracion de Freire, no podia menos de sentirse movido por el comun sentimien to,


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Pars impedir consecuencias clesacphbles, cste popular director juzg6 oportuno el envio de un ministro, con la esperanza de atraer A 10s Peruanos 31 cniiiino de la buena amistad, despcrthdose cn su h i m 0 el dcseo de nna sana inteligencia, tan conforme, tail neccsnrin li 10s comunes intereses de la gran familia sud-americann. El canhigo doctoral Elizondo, persona muy sensatn, de carhcter apacible y dotada de un gran talent0 conciliador, fu6 la elegida para tan delicada misioii ; pero habi6ndose negado ti aceptar cl cncargo, entrb il desempeiiarle en su lugar D. Pedro Trujillo. AI propio tiempo debia ocuparse en liquidar 1’ recobrar el millon y medio de pesos prestados por Chilc con tanta generosidad, reclamando ademas la suma gaFtada por la expedicicn libertadora, satisfaccim de 10s sr~eidosdevcngndos por las tropas chilenas, una csplicacion de parte del Gobicr~io sobre 10s aconteciniieiitos de Chiloc, y el esclarccimieuto de sus designios 6 intenciones a1 favorecer las m i x , de 10s hombres que procurabnn introducir la guerra ciyil C I I c n Estado amigo. Tambien debin proponcr In apel.tura de negociaciones para la estipulacion de un tratado de amistad y comercio. Per0 lo que principalmeiitc preocupaba R la Ctimra, lo mismo que & las personas Iionradas y juiciosas, era la consolidacion de un Gobierno regular y estable. Como aquellos rioblcs y eminentes pntriotaq Iiabian llcvado y coatinual~anllevando el entusiasmo de su mas v i m solicitud 5 todas Ins institucioncs, tanto politicas como sociales, en el colmo de SII bucna fd crcinnse ellos dotados del g h i o suficiente para restaurar y reorganizar cl Estado ; y en In incoherencia de sus ideas y de sus actos, concluian por dividirse en partidos, sin poder, no sola-


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inente entenderse, sino, lo que aun es mas grave, sin saber 5. veces lo que querian. La aceptacion de un c6digo constitucional capaz de satisfacer 6, por lo menos, contentar fi la mayoria de 10s pueblos, era la obra que rnayores dificultades presentnba, porque se queria estuviese basada sobre la libertad, la igualdad y 10s derechos populares, palabras de que todo el mur,do se servia y cuya verdadera significacion no era conocida por nadie. De aqui nacinn todos aquellos partidos, sin contar con 10s queno rccoriocian otro ni6vil que el interds personal, diepuestos siempre 6 combaiir ri cuan tos llegaban a1 poder, y atacando a1 mismo tiempo d la ley fundamental, cosa que no s610 les impedia desarrollarse, sino que tambien les hacia morir en su c u m . De aqui igualmente surgian 10s gobiernos provisionales, elementos de duda y de fluctuacion, propios no mas que para lanzar ai pueblo en el camino del desikden y de la anarqufa, tristc 6 inevitable situacion de un pais que siibitarnente logra salir de In servidumbre en que se hnllaba. Entre tantos partidos y tan alucinados todos ellos, haIlia dos que dominaban h los dsm6s, per0 con ideas diainetralmente opuestns. La democracia mns pura. y mas avanzada era la divisa de uno de ellos, y se hallaba percnnificada en J. RI. Infante. El otro, mucho m s moderado y ante todo conservador, tenia por jefe ,iD. Juan V y i z , el autor de la Constitucion tan metafisica de 1 S23 y gran defensor del sistema unitario. Era Infante un republican0 fogoso, pero de muy buena f6. Para 61 la libertad no era s6Io ulia teorfa aprobada por su razm, sin0 tarnbien un instinto de su noble naturaleza, enemiga de toda oprcsion, incompatible con todcz especie de servidumbre. Qaeria que nada


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HISTORIA DE CHILE,

se hiciese mas que 6, nombre del pueblo y por el pueblo, considerando la centralizacion corn0 un escollo para el bien de la nacion, y pedia desda tiempos atrcis un niicvo sistema de organizacion que pudicra sustitnir a1 Gobierno oligiqico (forma sencilla, seguli decin, del Gobierno monhrquico), el sistema federal, considerado por 61 coin0 el verdadero talismar! de la felicidad de 10s pueblos. A su modo de ver no habia otra condicion mejor, mas eficaz y suprema de la estabi!idad politica, con tanto afan y por tanto tiempo buscada, sin q u e jainds hubiera sido posible descubrirla. Ya en la 6poca en que 61 ocup6 la presidencia directorial, auxiliado por Campino, habia procurado introducir este sistema, ri favor de ciertas medidas que, segun 61 suponia, liubierttn ayudado a1 pueblo ri salir de !a subordinacion pasiva quc le mantenia aun bajo la tutela de las autoridades superiores. Deseaba que, por medio del vo. to individual, entrara 5, participar, no solo en la elecciori del Presidente de la Republica, sino tambien en el nombramiento de todos 10s funcionarios y empleados pGblicos, y hasta en el de 10s obispos y demas miembros. Campino redact6 un proyecto de reglamento provisional para esta clase de adrninistracion en lo concerniente 6 las provincias, reglamento que fu6 adoptado en i s 2 3 por el Congreso de plenipotenciarios. Todos estos infructiferos ensnyos no hicieron otra cosa que derramar la inquietud y la duda en el corazon de la sociedad, poco ilustrada aun para poder apreciar la causa de sus malos resultados. Aprovcchhndose de tan favorables circunstancias, provocadas por la general ansiedad y sobreescitacion de Animo, no fu6 muy dificil li cierio partido el hacer que las esperanzas se fijaseii en Infante;


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y como por encanto, una gran parte de la poblacioii invocb si1 politica y pidib ardorosamente que se pusiera 8 prueba. Sostenido este pensamiento en la Ckmara por Catnpino, Fernandez, etc., encontrb un eco estraordinario ; de modo que, cuando se suscit6 la cuestion de organizar el pais segun el sistema federal, de treinta y seis miembros presentes no hub0 mas que dos que votasen en contra. El mismo entusiasmo se manifest6 en las provincias, si bien puede asegurarse que solo fu6 como arrastrado por la novedad y, por lo tanto, exento de toda reflexion y exhmen. Durante algun tiempo, el nuevo sistema establecido lleg6 h ser el principio mas autorizado de Ins Repiiblicas espafiolas de Am6rica. En Jl6jico y en Guatemala goznb& de gran favor; y en Buenos-Aires, li pesar de las frustradas esperanzas de estas repitblicas y 10s hLbiles esfuerzos del ilustre Rivadavia, 10s patriotas avanzados luchaban con estraordinaria energia para hacerlo adoptar. En todas partes era mirado como la salvaguardia de la libertnd, como el solo medio capaz de inspirar en el corazon de 10s ciudadanos las virtudes civicas, y como la causa eficiente de 10s progresos de 10s EstadosUnidos. Por u n funesto errror, dirigianse siempre todas la iniradas ,iun pais que era mas bien una Confederacion de Estados que no un Estado federal, esforzhdose en tomarle como inodelo y en imitarle, sin tener en cuenta para nada, sin pararse ri reflexionar que no eran id6nticas sus costumbres ni idhticos tampoco sus precedentes histbricos. Y, en efecto, aquellos tan encomiados y tan felices resultados eran debidos, mas bien que t5 la forma del gobierno, A 10s usos y costumbres, 5. la buena inteli-


10 HISTORIA DE CIIILE. gencia para 10s negocios y, sobre todo, a1 ainor al trabajo, rasgo caracteristico y por desgracia en completa oposicion con el espiritu przdominante en la raza espafiola; eran debidos tambien a1 alejamiento de 10s hahitantes de toda politica especulativa, ponikndose de este modo a1 abrigo de las convulsioiies que la ambicion suscita y la ociosidad alirnenta. No renunciaban, sin embargo, h tomar parte en 10s negocios pitblicos ; pcro, merced k una instruccion popular bastante avanzada, y h la conciencia que tcnian asi de su propia dignidatd como de sus deberes, semejante participacion era Gnicaniente guiada y no reconocin otro ni6vil que el del comun beneficio. Gobern Abanse a d e m k por si mismos, sometidos li Constituciones especiales d invariable:t conforines con la naturaleza del pais y con sus nins cnros intereses, si bien marcadas ?a con cierto sello de yerdadero repnblicanismo, sin mezcla algunn de 10s titulos de nobleza que sus primitivos fundadores dejaron allende 10s mares. Lo que tambien contribuia mucho h consolidar sus instituciones era el rcspctuoso afecto, mejor dicho, la venera cion que a1 6rden profesaban, a1 acatatniento de la ley y de In autoridad superior, h todo, en fin, lo que ee llama virtudes civicas, afecto que venia ri consolidar un sentimiento religioso libre de toda supersticion y fnnatismo. Por otra parte, 10s Norte-Americanos, despues de haber proclamado su independencia, viviendo en EPtados separados, cada cual con PU vida y accion propias, no habrian podido unificarse sino mecliante el sacrificio de ciertos dercchos y franquicias, obienidos desde cl tiempo de Chrlos 11, y que no eran fhciles de destruir. Ihgica y naturalmente nada alli podia carnbiarse, 6 no ser la eleccion de sus gobernadores, verificada antes por el mo-


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narca 1' aliora por cllos misinos, obligrindolx ti entrar cn la Confederacioii ; pero csnservando siempre su propia nncionalidad, asi como tambien el principio dc sus respectivas instituciones. De este modo no se obligaban ,i otra cosa que 4 estrechar, h hacer inas intimo el d n crilo de su union bajo un poder general, a1 cual debia cada uno concurrir proporcionalmente h si1 poblacion, y cl sistema federntivo no se sustituia h ningnn otro, puesto que cxistia 61 ya casi en todos sus clementos, desdc su origen anglo-americano. Por lo demris, el principio unihrio habria repugnado tanto ii sus sentimicntos como ti sus intcrcses ; y tan contrarios cran 6 61, que cl ilustre Washington, con su inmenso y jiisto prestigio, no habria podido aun plantearlo. E17 las que fueron colonins e:pafiolas, una politica enteramecte disthta habicl ahogado entre PIIS habitantes toda idea dc libertad, 7 las habia sometido d csa uniformidad de carjcter con el cual las generaciones Pucesivas, inerced id nlejamiento de toda influencia cxterior, las liabia mercado mas indeleblemente. Ln instruccion no aicanzaba sino h Ias familias ricas, y era bnstante limitacla, careciendo absolutamentc de todos 10s conocimientos relativos B 10s derechos y ;i 10s principios que constituyen 10s fundamen tos de toda sociedad bien orgnnizada. El pueblo, sumido en la mas crasa ignorancia, se h?llaba dominado por toda clase de preocupncioncs, tanto civiles como religiosas, lo que hacia. de 61 una clase inepta, envilecida y sujeta siempre a1 capricho de 10s gobernantes y de 10s magnates. A1 constituirse en Repiiblica, Gnico gohierno que podia convenir h su d6bil posicion de fortuna y A la esaltacion de PU pntriotismo. 10s colonos espafioles tenian por


12 IIISTORI.1 DE CHILE. lo tanto necesidad de mortificar y transforinar sus costumbres, las cunles, tan antiguas como su sociedad y rebeldes toda ley escrita, paralizaban las ruedas del niecanismo que constituia el nuevo 6rden de cosss, e impedian el progresivo movimiento de sus resortes. Para llegar A un buen resultado, no era seguramente un gobierno federal lo que hacia falta. sin0 mas bien uii b nobierno mixto, fundado con arreglo B las necesidades del pais y cuyo principio dominan te fuese la democracia contrabalanceada por u n poder, si no patricio del todo, ai menos basado sobre un gran mkrito moral 6 intelectual. Este era sin cluda el verdadero medio de hacer que desaparecieran las ciegas y predominsntes preocupaciones y que se transforrnaran las costumbres de la clase media, de modo que, poco 6 poco, merced una bicn dirigida instruccion, pudiers llegar h connaturalizarse con todas aquellas ideas que estuviesen mas en conformidad con su nueva vida, hasta conseguir una completa regeneracion politica. Por el con trario, con la division aclministrntiva, se venia B romper la unidad territorial, verdadera fuerza de todo pais dkbii todavia y sin la esperiencia politica necesaria. Hasta entonces Chile habia resistido esa funesta tentativa de federalismo, y s e p i a menos dispuesto que nunca ti favorecerla. De escasa estension, mas attasado aun que las otras colonias, contaba apenas con 900,000 almas, poblacion en su mayor parte absorvida por 12 provincia de Santiago. En ella era tambien dondc PC encontraba reunida el mas importante comercio, donde residian las familias mas rica9, mas influyentes y de alguna instruccion, Cnicas que podian dar el deseado im.. pulso, el verdadero movimiento a1 progreso y B la civili-


13 zacion. En las otras provincias, a1 contrario, por la carencia de colegios, la instruccion se hallaba muy descuidada, las personas capaces de comprender la situacion moral de 10s pueblos y de velar por la satisfaccion de sus necesidades eran muy contadas, hash tal punto CriPiTvLu LXXX.

escaseaban. Cbmo, pues, redactar desde luego una Constitucion adecuada, promulgar leyes shbias y prudentes, y, por otra parte, encontrar en medio de sus d6biles recursos 10s fondos necesarios, no s610 para mantener una representacion nacional conveniente , sino tambien para cubrir 10s gastos de todas aquellns administraciones especiales, sin las que !as libertades y 10s derechos de 10s ciudadanos no podian estar garantidos? A causa de ests misma insuficiencia, h cada moiiiento habianse visto aquellas en el cas0 de recurrir al Gobierno central, el cual, 6 causa de la continua penuria de su tesoro, no habrin podido satisfacer sus neccsidades; y, aun soponicndo quc pudiera hacerlo, tal vez habrin suscitado riralidades J’ dado lugar 8 recrirniiiaciones y discordias. Otra consideration que debiera hnber contenido i 10s innovadores patriotas, era el temor de ver algunas personas 6 familias distinguidas por su inteligencia y su nptitud, por su destreza y por la influencia de ui1a riqueza’relativa, buscar 10s rnedios de perpetuarse o,n el poder, dando asi lugar 6 la creacioii de una especic de oligarquia, con perjnicio de la libertad y de la soberania popular. Quiz6 tambien el espiritu de partido no hnbria tnrdado en hacer que entre aquellas provincias mismns hotasen las frivolas ambiciones, tan funestas B la dignidad oficial, desprovista ya de ese prestigio moral qrie constituye la fiierzn de toda rtdmini+wioii.


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A pesar de todos estos motivos de teinor, d pesar de que ciertas piiblicacioncs sensatas hubiesen desacreditado con una elocuente indignacion aquel sistema, consider6ndolo como incompatible con las condiciones fisicas y morales del pais, 10s legisladores estabm tan cansados del circulo vicioso en que se rnovian, que la mocion presentada por D. F. Fernanclez , fa6 en seguida aceptada con gencral entusiasmo. El l’resiclente del Congreso, D. J. Ig. Cienfiiegos, en su discurso dc apertura, habl6 del asurito con el i n a p r elogio, y aun tal vez, como lo dice el Sr. Santa Jlarin, con el fervor de un ambicioso previisor, pero chasqueado y burlado. El Vice-presidente, D. I?. Ramon Vicuiia se esplici, tambien en t6rminos que revelaban In mayor defercncin hicin el ohjeto. u Sus efectos, decin, son admirables ; y aunque parezca que produce cierta especic de separncion, a1 contrario, estrecha mas Ins relaciones de 10s pueblos, como que emnna clc convcliciones libres y e?pontineas ; y me parece que Iiajo su @id2 podrti habitnr el lobo con e1 cordcro sin poderse daiiar. n Otros varios oradores usaron de la palabra para apoyar la idea, descollando entre cllos D. Jliguel Infantc, simbolo vivo dc todas las esperanzas que k In sazon agitaban 10s Snimos. Como principal autor y promDtor del sistcma e11 cuestion, era miiy natural que lo sostriviern 61 de la i m nera que lo hizo, con toda la fuerzn de su elocuencia, 110 vacilando en decir que iba ,il m e r temblar ti 10s tiranw y ,icolmar a1 pueblo del coiisuelo maq puro, de la ma3 halaguefia esperanzs. ildmiticlo el sistema feederal de semejnnte mancra, est3 es, sin liaber antes consultado i~ la mcion, fu6 necesario qiic In C;iinxa sc occpnsc c:i dar u::n cJoi1stitucio;i cii


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consonancia coil 10s principios de la iiueva organizacioii. Confi6se el trahajo de redactarla 5 una comision compuesta de D. J. Ig. Cienfuegos, D. Ramon Vicuiia: D. Ant. Elizondo, D. Rliguel Infante y D. J. Farilia. Otra disposicioii todavia mas grave tom6 el Congreso, la de organizar el pais segun el nuevo sisterna de G o bierno. Qucrcr as1 fijar atrihuciones Ins autoridadcs provinciales no era destruir 6 debilitar la unidad legisIativa central ? i no era deciarar en seguida la independencia y la soberania dc las provincias, y violar 10s pactos promulgados antes que In Constitucion hubiera sido sometidn i~ la dcliberacion del pueblo, tal como se hnbia prometido en la convocatoria? Esto es lo que observabnn algunas personas, sin clue se logt'ara impeclir que el Congreso, traspasnndo siempre sus facultades, Ilegase ri convocar las asnrnbleas provinciales, las cuales dcbian, en ultimo resuitado, decidir si la Constitucion habia de ser 6 n6 aceptada. Para evitar las influencias 6 intrigas de parte de 10s principnles funcionarios, tan opresivas en todo tiemFo, v tal vez por la poca confianza que aquellos insijiraban A 10s federalistas, pidi6 Fernandez la suspension de todos 10s Gobernadores locales y s u reemplazo provisional por 10s alcaldes de primer voto , Despues de varios dins de discusion, y cn despecho de !as sensatas observaciones hcchas con estc iriotivo pclr cierto n h e r o de diputados, fu6 aceptads nquella niocion que s610 venia h desorganizar compleinniente el sistema adrninistrativo. La que D. Ant. Uauzn present6, pidiendo que el sufragio para la clcccioii dc diputados fuese universal y sin distincioii dc clases ni fortnnas, no tuvo tan buena acogida. Despues de iin corto debntc proiiiovido por un oficio del Presidcntz de la Bcpitblicn,


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1ci HISTORIA DE CHILE. el Congreso adopt6 la proposicion de Infante, en la cual se determinaba que todo elector deberia saber leer y escribir para gozar 10s derechos de tal, 6, en su defecto, poseer por lo menos un capital de mil pesos, Apoyhndose en esta ley, el Congrcso sanciooo la cliyision del pais en ocho provincias, de conformidad con el decreto del ex-Director Freire. Semejante division dib lugar 8 reclxmaciones de parte de varias provincias, las unas negandose 5 aceptar la circunscripcion establecida, las otras la ciudad designada para su capital. Valparaiso queria ser elevada 5 la categoria de provincia, comprendiendo en sus limites A Qriillotn J' Casa-blanca. Talca rehas6 el someterse la jurisdiccion de Curico, ciudad que sin duda alguna era meiios iniportantc, per0 que en cainbio disfrutabn la gran ventajn de ser punto inas ckntrico y de facilitnr por lo tanto el servicio administrative de sus haiiitantw. Esta consideracion debiera haber desarmado 6 10s Talquinos en sus pretensiones ; pero, como imica el despecho es razonable, persistieron tenazmente en su eiiipelio, dando origen de este modo 6 un antagonism0 que habin de durar muchos alios. Las demas provincias se conformaron czsi del todo B la nueva ley, con la esperanza de poder rectificar sus limiths en virtud de las facullades que daba la convocatoria A las asambleas provjnciales. Rcclamadas diclias asambleas por las provincias de la Coiicepcion y de Coquimbo, fueron decretadas mediante una ley con fecha del 17 de agosto de 1826. Debian coaponerse de I2 5 24, diputados, elegidos por 10s pueIilos, y c:irla curaio teiiclria cl derccho de nombrar el suyo. A causa de la premura, y, sobre toclo, por fnlta de la reflexion dcbida, 110 se pens6 en separarlas de las


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CAPITULO L S S S .

municipalidades, olvido que iba ,i producir bastantes conflictos. Sus atribuciones e610 conFistian en la organizacion provincial, y muy particularmente en formular si1 verediclo relativo & la aceptacion 6 no aceptacion de la le1 fundamental que iba & ser discutida ; y por uii olvido no inenos grave, nadie se acordG de las facultades que debian concederse ti estos cuerpos, ni de las que era necesario negarles ; de suerte que la esfera de accion de cada uno de ellos estaba inuy distante de hallarse bien circunscrita. Rlientras llegaba el dia de su promulgacion, el pueblo qued6 nutorizado 6 nombrar provisionalmente 10s miembros del cabildo, lo mismo que el Gobernador, titulo sustituido a1 de Delegado, que antes teniaii 10s jcfes civiles de 10s partidos. Todos los Gobernadores debinn estar bajo la dependencin de un Intendente, nombrndo por la municipalidad i pluralidad de votos, asoci&ndole un Vice-Intendente para que le reemplazarn en 10s casos de ausencia 6 enfermedades. Hsbiase establecido para todo el principio de eleccion, que daba ,i 10s habibitnntes de las provincias el derecho de elegir sus mandatarios, y ,i 10s pretendientes la necesidad de que siis actos fuesen dignos de semejante honra, evitando el ascgurarles el goce k perpetuidad, por tcmor de que no Ilegnser, nsi h,iccrsc indiferentes 6 injustos. Estas decisiones, votadas con suma ligerezs, bien quc s610 tuvicsen cnrhctcr provisional, no por eso dejsbm ellns de ser enternmente ilegales, desdc cl nomento cn que la Chmara no estnba debidamente autorizada, es decir, que carecia de la mision 6 encargo de pre$entarlas. Sobre introdiicir uii cambio bnslaiitc radical en In organizacion interior del pais, y destruir 10s vincdos que unian entre si li las proviocias, como tambien su cleT, V111.

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1ILSTORI.I DE CIIILE.

pendencia del Gobierno central, que cxistia aun en toda la plenitud de su legitim0 poder, se introducia el des6rden con un simulacro de reforma, puesto que aun se ignoraba si la nuevs Consitucion llegaria 6 ser aprobadn por 10s pueblos. RIientras que la comision nombrada a1 efecto se consagraba redactar dicha Constitucion, tan aihelada, el Congreso seguia ocuplindose de algunos asuntos particulares, entre 10s cunles figuraba el de dar una nueva orgauizacion a1 ejhrcito. Un ejhrcito permanente, colocado siempre bajo la inflncncia, mas 6 menos directa, del Poder Ejecutivo, ern considerndo conlo un peligroso objeto de espanto para las libertades publicas. Algunos diputados habrian deseado verle suprimido casi por completo, sustituyhdole con la milicia popular, siempre mas econbmica y mas en armonia con 10s intereses nacionales; per0 hubieron de contentarse con una simple reduccion que le dejaba en pi6 de paz. Una comision tomada del sen0 del Congreso, y secundada por el auxilio cooperativo de 10s jefes militares mas distinguidos, fuB la cncargada del trilbajo, y la que present6 un dictrimen muy estenso, redactado por dichos auxiliares. El ejircito en aquella kpocn, sin contar con 10scucrpos de preferencia, se componin de 3,859 hombres, distribuidos del modo siguienle: 2,184 infantes y 1,745 soldados de otras armas, Segun 10s principios militwes, la proporcion entre ellos existente era demasiado irregular, tal como por otra parte sucedia cn tiempo de la dominacion espafiola, pesar de las ventajas que presentaba la infanteria en las guerras contra 10s Araucanos. Precis0 era, pues, corregir cstc defccto y aumcntar Is


19 infanteria h espensas de la caballcrin ; y sc Ins establecii, en la proporcion aproximada de 7 6 1. Tainbien se pensci en disininuirla bajo el punto de vista econ6mic0, y atendida su poca utilidad, sosteniendo que ya no Iiabia que temer la invasion estranjera.:Sin embargo, para la seguridad del pais, y aun como punto de apoyo de la tranquilidad, se intent6 dar a1 ej6rcito a1 menos 3,000 hombres, pero con una reserva en cuadro que pudiera hacerle ascender h a s h G , X O hombres en cas0 necesario, calcuItindose su gasto mensual en la suma de 34,904 pesos y 4 reales. Se trat6 igualmente de reorganizar la Escuela militar, ii fin de suprimir la C ~ E Cde cadetes, demasiado indiferentes .5 la ensefianza que les dabnn 10s profesores agregados ii losregimientos paraque pudieran llegar 6 hacerse buenos oficiales. A partir de este momentc, todos 10s regimientos que componian el ejercilo, abandonando eI nGmero que hasta entonccs les habia servido de distintivo, tomaron el de alguna localidad ilustrada por Ins grandes victorias de 1 ~ armas s indepcndientes. Para llevar cabo este arreglo, el Gobierno necesitaba foiidos, de que no podia disponer por la escasez de rccxsos en que vivia. A causa del atraso en las pagas, la desercion de la gente de tropa ern como eiempre bastantc considerable, y la caballeria se hxllaba enteramente apeada. ; grandes dificultades ofrecia el subvenir B sernejantes necesidades, si se habia de dar cuniplimiento a1 dccreto de reforma que el Congreso acababa de sancionar. Durante largo tiempo, para atcndcr nl servicio militar, 10scampesiiios eran arrcbatados de sus hogares por medios de la mas vejatoria arbitrariedad ; y mnniatados, lo mismo que pudicra hncerse con 10s snltcndorcs de camiiios, se veian conducidos ii 10s cuarteles, dondc fuerC A P ~ T U L OI,XSS.


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llISTORIii DE CIIILE.

za de inalos tratamientos se les hacia comprendcr la dure-

za de la disciplina y el inanejo de las arrnw. Para proveerse dc caballos y mulas, se invadian 10s potreros y h a s h se tomaban 10s que serviau de montura 6 10s pobres viajeros? sin pagrirselos de otro modo que por msdio de un simple documento, esto es, con u n recibo. Ofendido el Congrcso dc semejante acto de iniquidnd egercido sobre la clase mas necesitada del pueblo, decretb la abolicion de aquellas levas y requisiciones, imponiendo castigos muy severos h todo individuo i~ empleado que contraviiiiera 6 lo prevenido en est& disposicior,. Semejante decreto era alta y soberanamente justo; pero inoportuno en unos momentos en que !a expedicion de O’Higgins exigia rnedidas estraordinarias para combatirlas. El presidente Blnnco se esforz6 en hacer comprender la inoportunidad de tal medidn a1 Congreso, reconociendo, sin embargo, la equidad que aquel acto cntraiiaba. En efecto, 10s recursos del pais se encontraban en un eutad? tal de ruina, que hacia cada vez mas critica In situacion piiblica y comprometiamas y mas el porvenir dcl Estado. No se sabia c6mo poder llegar 6 cubrir cl d6ficit que era cada dia mayor, h medida que el Gobierno perdia terrcno en el camino de la confianza y del crCdito; sicndo yn tan desatinadn su gnrantia, quc uii einpr6stito dc 200,000 pesos, votndo conforme ,Z la demnnda del rrrinistro de Hacienda, no encontrb la mas pequefia suscricion, del mismo modo que ya antes habia acontccidu. Rumores alarmantes acerca de la conjuracion 0’ Higginista vinicron A propagarse por todo el pds. Los resultados de la cxpedicion de Aldunatc erm ignorados nan,


C A P ~ T U L O LSXX.

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mientras que, por el contrario, se conocian muy bien 10s esfuerzos que el emisario de Fuentes hacia en Valdivia para ver de conseguir la insurreccion de esta provincia. Todo est0 traia rimy preocupado a1 Presidenle, conocedor mejor que otro alguno de la verdadera situacion de las cosas; el 3 de Agosto se present6 en el Congreso para pedirle hmplias facultades ; y, en uno de esos momentos de medrosa sobreescitacion de knimo, liasta sc atrevi6 5 demandar la proscripcion de O’Higgins, espediente que aquel cuerpo no podia aceptar contra un patriota decidido, 6 quien Chile debia tantos sacrificios y, lo que es mas aun, la libertad y la independencia nacional. Sin embargo, el Congreso le di6 plenos poderes para aumentar el ejdrcito hasta 10s 5,000 hombres, autorizkndole al propio tiempo h que pusiera h su frcnte a: ex-Director Freire, clevado hacia poco tiempo a1 grudo de Cnpitan General. Estas facultades eran limitadas, ,ivolunlad del Congreso, limitacion que no quiso aceptar el Presidente, demostrhdole al siguiente dia que tenia gran necesidad de obtenerlas sin restriccion de ningunn especie, en vista de las pruebas que la Crimara le habia pedido y 61 ponia en sus manos, pruebas irrecusables del inminente peligro que amenazaba A la patria. Figuraba entre ellas el peri6dico peruano titulado E1 Chilote, en el cual se encontraba una proclama incendiaria de O’Higgins y 21 anuncio de si1 pr6xima llegnda 8 Chile, bordo de la fragata de guerra Ln Przreha, que Bolivia habia puesto h su disposicion, y cuya salida se retard6 iinicamente por algunos deecontentos que se manifestaron en la tripulacion. El Presidcnte Blnnco respondib 6 nquella proclama


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ITIFTORT.\ DE CIII1,E.

en t6rminos asaz virulcntos y estrafios 6 una persona co1110 61, cuya indolc, cuyoa modales y palabras solo respiraban bencvolencia y cordialidad. A pesar de todo, tan poco crhdito se daba ri la inminencia del peligro, que 10s miembros del Congreso le retiraron las atribuciones que acababnn dc conferirk; pero una comision, nombrada con el fin de apreciar mc*jor la causa de tan grande inquietud de parte del Presidente, opin6 por que debian serle concedidas las facultades estraordinarias que hahia solicitado, y que ademhs debia autorizArsele para contratar un empristito de 300,000 pesos. Ya sabemos cual fud el fatal resultado del anterior, que no pudo ser negociado ; igual suerte cup0 5 este otro, por mas que se le hubiera calificado pomposa y resueltamente con el titulo de empr6stito forzoso, a1 G p. 0/0, y dcidole por garantia 10s bienes de 10s regulares. El reparto debia hacerse proporcionalmente entre las provinciae, esceptulmdose las de Concepcion, Valdivia y Chiloe, arruinadas B consecuencia de la guerra. La niiseria, sin embargo, no era menor en las sometidas ,itan dura exaccion ; ademris, 6 pesar de la presion fiscaI, se tenia tan poca confianza en la venta de aquellos bienes, sujetos siempre en el sentir de muchas gentes, 6 las enojosas consecuencias de un litigio, que ni una sola suscricion pudo conseguir el Gobierno. RIucho afligia a1 Presidente un estado de C O S ~ Stan poco favorable, Animado de la inejor voluntad del mundo, de nada le servia su ardiente deseo de qtlerer sacar 3.1 pais de la tristc situacion en que se cncontraba; no pudiendo emprender cos3 alguna, detenido cual se veia desde lucgo y paralizado por la dificultad mas grande, \a de proporcionarse 10s recursos indispensables aun pa-


CAPI’TULO LXSX. 23 ra atender ri dsr satisfaccion k aquellos gastos y nccesidades mas apremiantes ; y por hltimo, vihdose ademas combatido por la oposicion casi sistemjtica que le hacia el Congreso. Consecuencia de semejante antagonism0 fu6 el establecerse y fomentarse entre ambos poderes un sentimiento de reciproca desconfianza, lo cual contribuia poderosamente 6 aumentar el desbrden ladministrativo. Pronto aquella especie de rivalidad tom6 mayor consistencia, con motivo de 10s indultos con que se intentaba favorecer fi ciertos detenidos politicos. Un us0 constantemente seguido vino h sentar la costumbre de que, 6 la instalacion de un nuevo Congreso, sometiera 6ste fi la sancion del poder ejecutivo una Icy de indulto, cuyo objeto no era otro que calmar Ias discordias politicas, tan comunes en aquel tiempo. El Congreso convocado en 1826 no queria alterar el us0 establecido por sus antecesores, y el 20 de Julio votb que todos 10s reos (decia) cuyos delitos no procedan de asesinatos y no Sean escluidos por la ley ser6n puestos en libertad , comprendihdose 10s desertores del ejhrcito. D La redaccion de esta ley de amnistia era sumamente vaga, sin due determinara ella esplicita y claramente 10s casos dc escepcion, circunstancia que el Presidente hizo nhservar a1 Congreso, rogindole que especificara mcjor d,(.lios casos, 6 bien que le autorizase i hacerlo . Di6le cl Congreso la autorizacion que pedia; y con fecha 2 de Agosto, publicaba una amnistia por la cual eran declarados en libertad todos cuantos aparecieran dignos de ella, esceptuando solamente 5, aqucllos cuyo perdon pudiera irrogar perjuicio de tercer0 y de 1% vindicta phblica. Con semejante clasificacion, se privaba del beneficio A 10s encarcelados como perturbadores de la paz y B 10s ((


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HISTORIA DE CHILE.

acusndos de delitos de nltri t.raicion, entre quienes se hallaban comprendidos cuantos se comprometieron en el movimiento de Chiloe. La escepcion liecha por el Presidente desagrad6 h un crecido nhmero de entre 10s miembros del Congreso, lo cual vino ,isei' causa de nuevos y grandes conflictos para entrambos poderes. En medio de tan estraordinario desbrden, el general Blanco no encontraba mas que lucha y antagonismo, en vez del espiritu de armonia y concordia que 61 csperaba; sidndole muy dificil el promover cuestiones de in ter6s phblico, y mas aun el tratar de plantearlas. Su alma, llena de nobleza y patriotismo, sufria graves y profundos disgustos, sobre todo a1 considerar su impotencia para dar cumplida satisfaccion h las justas demandas y reclamaciones que por razon de atrasos le presentaban las tropas sin cesar, y ri veces con grande irritacion y acrimonin. Privado asi de ia fuerza directriz, intima y iinica cnergia sin la cual no hay voluntad verdadera ni, por consiguiente, accion poderosa, en flagrante contrndiccion con muclios de 10s diputados dispuestos siempre a herirle en su honor y en su delicadeza, tom6 a1 cabo la violenta resolucion de abdicar su alto cargo. El 7 de Setiernbre de 1886 escribii, al Congreso, dicihdole que no sikndole posiible contar con su cooperacion, y menos aun con 10s recursos necesarios para cubrir las primeras atenciones del Estado, renunciaba ri la Presidencia de la Republica, titulo que 61 habia aceptado, mas que por vanagloria, por el vivo deseo de prestar un nuevo servicio B su patria. La dimisim de Blanco sorprendi6 a1 piiblico y a1 Congreso de un modo estraordinario. Muchos particulares, y no pocos diputados, opinaban que no le seria


25 aceptada : pero tan iuego como a1 siguiente dia fu6 sometida & deliberacion, i pesar de las animadas discusiones suscitadas por 10s que abundaban en la mencionada opinion, el resultado del escrutinio vino b demosC4PiTULO IXXX.

trarles que se equivocaban. La renuncia del Alinirante qued6 admitida y el Vice-presidente, D. A. Eizaguirre, entrt 8 ocupar el sillon presidencial. u Su renuncia, dice D. Nelchor Concha y Toro, fu6 i no dudarlo, bastante prccipitada. Si 61 hubiese esperaclo, las dificultades de la situation habrian caido con todo SII peso sobre el Congreso. La nacion comenzaba fastidiarse con las leyes complementarias y subalternas y h augurar mal de su federalismo. Tarde 6 temprano el Congreso habia de morir a1 modo de 10s anteriores, como sucedi6 en efecto. Si el general Blanco hubiese esperado en su puesto ese desenlace, gracias i su inteligencia, caricter y patriotismo, se habrian indudablemente cortado muchos tristes y funestos acontecitnientos. n En efecto, el general Blanco era un personaje que liabria podido prestar un eminente scrvicio a1 pais, si hribiera 61 usado de mas calma, si hubiera confiado la solucion a1 tiempo, este gran alindo de todo poder. Completamente estraiio k 10s partidos militantes, no teniendo enemigos ni casi Bmulos siquiera, su patriotism0 y st1 buena voluntad le hubieran ayudado poderosamente A sacar a1 pais del estado an&rquico en que las pasiones de 10s unos y las falsas ideas de 10s otros lejhabian colocsdo. Atento h este fin habiase 61 formado UI? nucleo verdaderarnente consultivo en el Coiisejo compuesto de 10s hombres mas hoilorables y mas inteligentes del pais, escogidos en todos 10s ramos de la adininistracion y en todos 10s partidos, y qnienes, cotno @I, n 3 querian otra


26 HISTORIA DE CHILE. cosa sino la organizacion constitucional de Chile, fundada sobre el derecho y la justicia. Con el apoyo de tan escelentes patricios, el hlmirante Blanc0 pudo muy bien haber hecho algo en favor de pais, mejorando 10s establecimientos de beneficencia, honrando la profesion de 10s m6dicos, estos protectores de la humanidad, sobre quienes pesaba aun cierta atm6sfera cargada del singular menosprecio con que la preocumcion espaiiola habia enseiiado 6 considerar 6 mas bien, R desconsiderar tan noble carrera. Per0 A qu6 mas podia 61 haber hecho en aquellas gravisimas circunstancias, en que la prudencia y elbuen juicio no s610 eran insuficientes, sin0 que mas bieii servian para dar nueva fuerza y vigorh 10s facciosos? No teniendo la energia necesaria para combatirlos y derrotar]os, ypor otra parte, siendo bastantesensible 8 lossarcasmos y arrebatos de las pasiones, el general Blanco prefirib descender del sitial de Is Presidencia, con tal de conservar ilesa una gloria tan noblemente adqnirida. Su poder e610 durG dos meses y dos dias.


CAPITULO LSXXI. ARustin Eizaguire Presidentc de la Rcpiibliea.-Embarnzosa siluacion. -Toma algunas medidas para dcatruir el abuso de 10s vales nacionnlcs. -Dificultades que cncuentra para mcjorar la situacion del Tcsoro .La guarnicionde Santiago se siiblrva y recibc una partcdr Piispagas atrasadas.-Otra sublevacion cntrc 10s cyins.--Freirr coneiguc liaccrlos cntrar en el 6rdcn.-Estado inquicto tlc 10s :tnimos y sintomas de rcvo1ucion.-El coronel Don Fnriquc Campino se pronuncia 6 intitula Capitan General dc la Hepi~blicn.-Incidcntcs de esta revo1ucion.-Es sofocada por la detreza de 13enavente.

La intempestiva renuncia del Presidente Blanco vino despertar vivas inquietudes en el pais. En lugar de In estabilidad y el del cjrden que el pueblo codicinba para reposarse y descansar tranquilo, cjrden y estabilidad que crey6 encontrar en la inteligencia y patriotism0 del renunciante, pblo alcanz6 8 descubrir un horizonte borrasC O S O , ~volvi6 5 escuchar de nuevo el imponente rumor de la tormenta. En Santiago, en medio de partidos siempre dispuestos soliar mil quimeras, prontos siempre satisfacer sus locas ambiciones 6 interesadas esperanzas ; en las provincias vacilsndo ante la idea de someterse 5 la preponderancia de la capital; y en el ejhrcito, contrariados 10s hnimos por la alteracion de la costumbre, viendo el pais gobernado por un simple ciudadano, mientras que hasta entonces sus destinos liabian estado siempre confiados en manos de 10s militares, todo anunciaba la proximidad de dins calamitosos. El period0 del cansancio y del abatimientono habis Ilegrtdonun. Paramuchas gentes, la situacion, por el c.nntrario. parccia ser mas alarmante ~


28 IIISTORIh DI;: CIIILE. con respecto & lo que sucedia en las demns repiiblicas espafiolas. fiI6jico, en efecto, se hallaha turbado por conspiraciones con tinuas, agitada por facciones como Guatemala, y con pretensiones de usurpacion sobre ella; Colombia ardia en partidos, dividida en opiniones y amenazada por la arnbicion: la nnarquia devoraba Alas provincias argentinas ; Bolivia yacia en la apatia de un gobierno transitorio; el Per6 en la crisis de colistituirse, recelaba asechanzas injustas, precedidas por villanos ultrajes; en fin, el triste vaticinio que decia: acumdo 10s Americanos sacudan el yugo de la metr6poli tendrBn principio sus rencillas interiores, a se realizaba en todas partes con una fatal impulsion. En medio de aquellas estremas, apasionadas 4 insensatas turbulencias fu6 cuando Eizaguirre, que cn res& men solo tenia efi su favor el sentimiento de una graiide moralidad, tom6 la direccion de 10s negocios phblicos. Unicamente en una 6poca normal y pacifica hubiera podido este hombre llenar de un modo muy digno y muy cumplido 10s deberes que IC imponia tan elevada cuanto dificil magistratura. Eizayirre, nacido en i 766, era hijo de una familia chilena, hoiirada 6 instruidn relativamente h su 6poca ; por su educacion franca y decididamente liberal, asi coino por sus virtudes civicas, habia sabido captarse la estimacion y coiifianza de sus compatriotas, quienes desde muchos afios atr&s le veian distinguirse con honra en 10s grandes acontecimientos. En 1S 10 figuraba como mienbro de aquella municipalidad que tom6 una parte tan activa apenas resonb en 10s Andes el grito de independencia ; poco despues entr6 h tomar asiento en el Senado, y enseguida & funcionar como individuo de la Junta guber-.


20 nativa instituida por Carrera, cuando tuvo que ponerse a1 frente de las tropas para combatir la invasion capitaneada por Pareja. Todos estos cargos 10s desempefi6 con tanto celo y con tan admirahle decision, que fu6 uno dc 10s patriotas desterrados h la isla de Juan Fernandez ti consecuencia: de la victoriosa reaccion del ejdrcito realista. Sus escelentes intenciones, por desgracia, no se hallaban A !a altura de la sitiiacion del pais, entrcgado siempre 5 las aspiraciones de 10s partidos ambiciosos 9, sobre todo, del Cuerpo Legislativo, que se abrogaba entonces todos 10s poderes rebajando el del Presidente hasta cl extremo de hacerle representar el triste papel de un mcro funcionario piiblico, 6 inas bien, el de un simplc mayordomo, calificacion con la cual se le designaba en la Cimzrn. La r e f o r m politica en las ideas era ya un hecho, se Iiabia realizado ; y para hacerlrr prtsar a1 domini0 de la prhctica, no podian seguirse mas que dos caminos. El uno era la trasformacion radical de las instituciones y e! olvido completo de lo pasado, para lo cual se necesitaba un hombre vigoraso, resuelto y arrojndo ; el otro exigia un tacto esquisito y un tino delicado para contemporizar con las antiguas instituciones, para fundir!as con las nuevas y asi, poco h poco, poder llegar sin sacudimiento alguno h consolidar entre 10s pueblos a p e 1 nucvo g6ncro de vida. Este segundo cnmina era el mcjor, el rnas racional, el que sin la menor duda c9nvenin en las circrinstaricias del moniento ; pero ern tmbicn dcmasiado lent9 pars 10s hombres de accion, en todo tiempo impacientes, descosos siempre de acabar con cunnto pullicva recordar la administrncion colonial para CAPITULO LXXSI.


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IIISTORIA DE CHILE.

aquellas personas que, en su impaciencia misma, solo deseaban y se esforzaban por hacer que prevaleciesen las ideas prematuras, sin poseer ni la fuerza ni el prestigio suficientes, ni una creencia bastante firme para abordar con buen 6xito el objeto deseado. Los grandes npuros y embarazos de la hacienda, que habian sido una de las causas mas poderosas de In renuncia del Almirarite Blanco, seguian siendo 10s mismos, continuando en igual forma que antes y aun mas agravados, con gran perjuicio de la buena y regular administration, que como unico remedio Salvador reclamaban aquellas aznrosas circunstancias. Se estaba ya lejos de la 6poca en que 10s intereses materiales eran mirados como cosaindiferente en lavidaprivaila. Con la libertaddel comercio y de las relaciones internacionales, las necesidades de la socieclad se habian multiplicado mucho, y hasta el Gobierno mismo habia perdido toda su sencillez, dando h sus nctos una marchamas riipida y complicada. A consecuencia de semejante trasformacion, el numero de empleados hsbia, crecido considerablmente; 10s gastos se numentaban de diaen dia y, agregandose h est0 las atenciones adquiridas por las deudas del tesoro piiblico, que eran ya estrnordinarias, no cra posible establecer el equilibrio en el presupuesto nncional. En 1824 el dBficit se elevaba d 26G,943 pesos, esto sin comprender 10s (100,000 pesos del inter& y amortizacion correspondientes a1 eniprkstito ingl6s. Durante la guerra de la indepcndencia, cuando 10s intereses del pais estaban en juego, las luchas encarnizadas y el entusiasmo de 10s habitantes exaltados por la conquista de su nacionalidad, el patriotismo, llevado hnsta hacer dc dl uiin pusion fanhtica, pronto sc cncargi,


31 de satisfacer gran parte de aquellos gastos administrativos; pero una vez apagado este arranque de generosidad, se volvib 6, implantar el sistema de proratas y las requisiciones militares, se ape16 despues i, 10s emprestitos ordinarios, y se concluyi, por hacer us0 de 10s emprGstitos forzosos. Este 6ltimo espediente, tan contrario {I 10s verdnderos principios econ6micos, s610 sirvi6 para Ilevar la desconfianza y la incertidumbre al corazon de 10s pueblos, para matar la actividad industrial y toda clase de trabajo, para amedreiitar y producir la ocultacjon dc 10s escasos capitales que quedaban, y para contribuir de cste modo h la inmovilidad del comercio, ahogando toda procluccion con grave perjriicio de la riqueza publica y fiscal. Per otra parte, cl tesoro era vigorosamente sostenido en un principio k causa de la gran cantidad de mercancias que con la libertad comercial fucroii introducidas en el pais, y por la inmensa disminucion del comercio perdia EUS principales rentas ; y como aun el Gobierno casi no habia creado nuevos impnestos, se cncontrh privaclo de una grnn paste de sus reciirsos. Para atender B sus mas percn t6rias necesidades, viose obligado I! crear un pnpel de crhdito, 6 Sean vales nacionales cle derechos de aduanas Ci de tcsorerfa, dando origen {I una deuda flotaiite, quc venia 5 lincer mucho mRs grave la situacion y ponia en gran compromiso el porvenir de la Rep& blica. Tiempo era ya de seilalar un tdrmino ii' todos esos sistciiias de cspcdientes, y Eizzguirrc era quieii podia llenar muy bien est? deber, no sblo por la cDmision cle hombres prkcticos dc que se habia rocleado, Fino por mcdio de su propin cspcricncia en 10s ncgocios; toda vcz que CAPITULO L S S S I .


32 I1ISTORIA DE CHILE. coniprendia perfectamente su marcha y sus relaciones con 10s intereses generales. Bajo la adrninistracion del almirante Blmco, el Congreso habia tomado ya la iniciativa en las reformas, abo. liendo el tan indigno y tan arbitrario como injusto impuesto de las proratas. Reservada estaba 6 Eizaguirre la supresion de otro no menos funesto, el de 10s vales nncionalcs. Y esto es precisamente lo que hizo. El 25 de Setieinbre de 1526, en u n plausible clecreto prohibi6 toda nueva creacion y emision de dichos vales, mandandc a1 propio tiempo que cu3iltos se hallaban en circulacion fueran recibidos cuentn de pago por deudas fiscdes, en la proporcion de una parte, cobrhndosc ]as otras dos cn metklico. Esta mecfida, que solo esccptunba las contratas particulares, levant6 a!gun tanto el cr6dito del Gobierno y el de todos 10s valores, 10s cuales ng perdian entonces sino el 15 O/O, en lugar del G O ,i que anteriorniente se cotizaban. Tambien se ocup6 de dar una organizacion mejor A la aduana de Valparaiso, cuyos rendimientos eran de tanta importancia para la administracion. En mcdio de todos eslos planteaniientos de reformas, coin0 el tesoro seguia siempre cn el mayor abatimiento y en la mas triste impotencia, sc pensb en acudir h su salvacioii por incdios legales y sin temor de tener que cchar mano clc la violcncia. Eran cuantiosas las sumas adeudadas a1 fisc0 por 10s niorosos, y si causa de !a miseria publica se habin inostrado el Gobierno Ileno dc la mas generosa tolerancia, el mal estado de la Hacienda no podia consentir que semejantc modo de obrar se prolongase mucho tiempo. Por dccreto del 20 de rioviewlbre de 1S26 clued6


CAPI’TULO LSSSI.

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decidido que todas aquellas deudas dehian ser licpidadas en el tkrmino de tres dias, bajo la pena, pasada una semana, de pagar un inter& de 2 010 a1 mes, sin perjuicio de la ejecucion y sus costas. Los jefes de oficina, jueces 6 tribunales, etc., cran condenados 6 la misma pena, si no empleaban la cnergia conveniente, 6 si se hacian culpables de olvido 6 negligencia en el desempeiio de sus funciones. Para el mismo objeto, se ponian aun en venta 10s bienes de 10s regulares, que se miraban en todos 10s apu1’0s como el principio misericordioso, como la tabla salvadora de la Hacienda. Aunque semejante decision habia sido tomada hacia ?a algun tiempo, y eobre todo, durautc cl Gobierno dcl Almirante Blanco, se tenia escriipu10, 6 mejor dicho, miedo de echar mano 5 estc medio. Bicn sea que 10s Gobiernos que se sucedian temiesen comprometer su conciencia a1 apoderarse de unos bienes que, A pesar de las dqctrinns del periodismo sobre estc punto, el pueblo seguia considerando como de origen divino, 6 sea por qa6 se c r e p e no poder sacar de cllos sin0 un escaso provccho, 5 caosa de la niiserin del pais y de la repugnancia de 10s ricos ,iadqiiirirlos, el resultado era que en su mayor parte continuaban disfrutkndolos 10s conventos y 10s padres. Confiando estos en un porvenir mas halagfiefio, csperabnn y creian clue aque110s bicncs pdirin llegar :I scrvir de nrma I1 alguno de 10s ambiciosos que sc disputabnn cl primer pr:csto dc In republica; y que, por consiguientc, en cas0 de su buen hxito, el nuevo jefe no podria menos de restituirles la propiedad. Sill embargo, In cucs!ion de venh volt’i6 it SCr sometida (1iscusio11; y esta i w , bajo iina forma razonablc,


34 IIISTORIl DE CHILE. la ley fu6 sancionada el 22 de setiembre de 1526. Con la idea de facilitnr In venta de acpellas vastas propiedades riisticas y urbanas, nombrkronse agriincnsores que las tasaran y suhdividiernn convenientemente, para de este modo ponerlas en subasta. El precio total del terreno, planteles y edificios, k escepcion de las iglesias y habitaciones dc 10s regulnres, debian ser colocados censo, nl tipo de 4 OjO, y 10s liienes semovientes y muebles pagados a\ contado y por tercios. Para el sosten del culto y manutencion de 10s padres, una suma suficiente 8 llenar estc objcto debia serles pagada por 10s compradores. Esta disposicion habria tenido la ventaja de conciliar casi todas las opiniones, ni el Presidente hubiera desplegado la energia necesaria & fin de hacerla poner en prjcticil; pcro con su carhctcr dulce, moderado 6 indeciso, no era posiblc que l l c g m rcalizarlos. A pesar de su buena voluntad, todo cunnto hasta alli habia conseguido no era mas sino disgustar 10s rinimos, herir las rancias preocupacioncs y h a s h scmbrnr cl descontento entrc las personas mas influyentes ciiando, hostigado por cl Congreso, Ilegi, (1 esigir iin cmprbstito forzoso, y con tan imperiosa severidad, que 10s prestnmistas debian satisfncer sus respeclivas cuotas en el perentorio tirmino de veinticuatro horns, bajo la pcna de pagar doble cantidad en cas0 de contravencion & lo dispuesto. ;Vana intirnidacion ! Fu6 descleiiadn ; y todo aquel rigor s610 produjo la escasa suma de 30,000 pesos. No obstante el mal &ado en que, coin0 siempre, seguia la Hacienda piihlica, Eiznguirre se decidi6 ti armar una espedicion en regla contra las Iianclas de Pincheira, que no cesaban de devsaiar las provincias del Sud. Esta


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espedicion, cuyo general fu6 encargad9 de dirigirh, ocasion6 gastos conaiderables; y las demas tropas del ejercito, privadas hacia algun tiempo de sus sueldos, principiaban ,i tomar una actitud revolucionaria que pronto habria de manifestarse en algiinos de 10s regimientos. Y asi fu6 en cfecto; la guarnicion de Santiago tom6 la iniciativa, sublevhdose fines de setiembre. Semejante sublevacion podia traer las mas tristes consecuencias. La ciuclad 110 tenia otras tropas que poder oponerle; y, cn tal conflicto, 170 tuvo el Presidents mzs remedio que el de presentarse ri 10s jefes dc 10s batallones sublevados para convenir con ellos en las niedidas ncxesarias. El cornandante de armas, encargado dc ir 6 informarse de 10s motivos que daban lugar B aquel motin, no tardb mucho en volver ti decirle que todo se limitaba 5 una simple reunion de oficiales con el fin de redactar una solicitud en favor de sus pobres soldados. Fuese cual fiiese el grad3 de sinceridad que semejante justificacion entrafiara, el Congreso se apresurh ri satisfacer la jusla reclamacion de las tropas, y les envici 16,000 $esos, iiiiico dinero que se encontrnba en las arcas del Tesoro. Poco tiempo despues, una sedicion mas s6ria todavin vino B poner a1 Gobierno en la mayor inquietud, y 6 alarmar asi mismo a la poblacion de Santiago. Don Josh Jlaria Yalcnzucla, con miras ambiciosas, y probablemente apoyado por algurios mienibros influyentes del Congreso, pudo conseguir que se sublevase el escuadron de Guias, h cuyo frentc se present6 en el cuartel de las tropas aniniado por la esperanza de que secuiidarian su traicion. La resistencia que encontrb en 10s soldados, medio contentos ?a por el socorro obtenido, le


36 HISTORIA DE CHILE. oblig6 ti alejarse de Santiago y B ir A atrincherarse oriilas del rio RIaip6. El coinandante de 10s Guias, clue era Boscorque, fud h buscarle con el encargo de hacerle entrar en 6rden ; per0 Valenzuela le recibi6 6 balazos. Un segundo emisario, portador del indulto para 103 insurrectos, no tuvo niejor suerte que Boscor. que, En tan triste estado de cosas, pas6 5 avistarse con ellos el general Freire, y, gracias B su poderoso ascendiente sobre las tropas y a1 afecto que 10s soldndos le professban, consiguib arreglar el asunto con estraordinaria satisfaccion del Gobierno y del pueblo chileno. No eran solos 10s militares quienes reclamaban con grnnde afm sus pngas. Los diputndos, en PU mayor parte no muy ricos, apenna podian ntender 5 10s gastos nias riecesasios h la vida; y siendoles irnposible continuar en Santiago coi:trayendo obligaciones, tambien pidieron que se les pagase, y con tanta mayor energia, cuanto que la ley les dabs In preferencia en esta partc sobre el rcsto dc 10s deinds individuos que percibisn sueldo del territorio; no encontrhndosc soinetido ni m i l siquicrn a1 ratco que sufrian aquellos, rateo sancionado por un decrcto que, sino les privaba del todo, les despojaba a1 menos dc una parte de sus asignaciones. Descontento el Poder Ejecutivo de scmejantc ley, antes de proinulgarln mando suspender todo pago h prctestode deferir en todo ,‘t la voluntad de la ligislatura; y 6stn por su partc, no mciios descontentn de uii acto tan violento, trat6 de disimulnr, ,ip e w de las innurnerables rcclamaciones de 10s interesados. Sin embargo, no pudiendo inostrarse sorclos 6 10s claniorcs dc 10s inuchos diputados clue tcnian vcrdnclcra ncccsidad c!c sus clictns para cuhrir !os gastos mas precisos, conforme B la ino-


37 cion preseiitada por D. N. Pradel, le oficio aquella que de. alli ii tres dins el Tesoro debia salvar sus atrasos, y que en lo sucesivos serian pagados con toda regularidad ; que al propio tiempo y de igual modo se atendcria 6 10s gastos originados por el servicio de la Secretaria. Una demanda tan altanera, aunque dadas con razones de peso, fui: acogida con muy grande miiestra de disgusto por el Vice-Prcsidente Pinto, quien para atender & las necesidades de la situacion, empcfinba su credit3 personal, Desde luego se neg6 ri acceder h la solicitud de 10s deniandantes, diciendoles que 10s fondos no alcanzaban ni para atender nl pago del ej6rcito del Sud, de nqnel ej@rcito tan meritorio, y les echnba en carn el haber despojado de su libertad a1 Poder Ejecutiv:, para dcstinar 10s ingresos li las necesidades mas apremiantes. Esto no obstante, se concluy6 p r cnviarles h buena cueiita la cantidad de 3,001) pesos, que en breve dcbinn convertirse en un motivo de rcpresalias. Protestando que el Congreso disponia de las rer,tas piiblicns, 10s oficiales de la Tesoreria recibieron brden de mnndarle todos 10s empleados, quienes se presentarian para xcibir sus sueldos ; de manera que pronto se vi6 Ilegar una multitud de viudas, de invhlidos 1’ otros infelices, que el Presiclente dc la Cimarn, Don Diego Bennvcnte, recibi3 antes de abrirse la sesion, y i quienes se esforz3 en hncer que comprendiesen cl nrtificio con el c u d habian sido cngafiados. AI tiempo de abrir la sesion de la Chmara, Benatrente no pudo menos de considerar nquel acto como una pifia 6 una ofensa dirijida 5. su plumn, sin0 era liechn a1 Congreso ; yeste i si1 vez, crcy6se nutorizado h elevar una sentida queja a1 Presidente de la RepiiblicR coin0 que se trataha de un acto impropio del decoro de ambos poderes. CAP~TULO LXSXI,

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1IISTORI.i DE CI111,E.

A causa de semejante lucha, el problema de la organizacion politica del pais se oscurecia cada vez mas, coinplicrindose en vez de siniplificarse, y las ruedas administrativas apenas podian funcionar, entorpecidas 6 paralizndas por su variable sistema de oposicion y por la falta de hombres enkrgicos, de hombres de capacidad politica y financiera. El lenguaje yiolento de 10s periodistas aumentabn aun mucho mas lo critic0 de la sitnacion. El Presidente Eizaguirre, con su cark!rr estremaclamente dulce, no podia resistir la viva emocion que en su i'mimo producian aquellas criticas en las cuales se apreciaban, coin0 era debido, sus buenas cualidndes personsles, pero que, cediendo a1 inter& atscaban con tanta rudeza eus actos politicos; critica, alimentadas en esta obra de descredito por un crecido niirnero de descontentos, por 10s mismos 5 quienes 10s acontecimientos habian sido perjiidiciales y, sobre todo, por 10s estanqueros, cpiqnes coinenzaban ya h formar iin partido de grande actividzd y de una en&gica resolucion. Los dipulados, por su parte, atribuian la hostilidad del Pode:. Ejecutivo contra e! Coilgreso h intenciones de disolucion. Dominados por esie rccclo, se csforzaban en colocar nI ?residcnte cn e! cnso de presentar su dimision, para reeinplazarle con el jefe del partido liberal, Don J. R1. Infante, contra todo lo dispucsto en la misma Constitucion la cua! escluia de tan alto y honorifico cargo {I todo miemb:@odel Congreso. Varias veces fu6 esta proposicion sometida 5 la deliberacion de la Chmara; pero constantemente combatida p ~ rDon Diego Benavente, ftt6 a1 fin desechada, no obstante la estraordinaria influcncia de quc gozaba su autor.


39 En inedio de este desbrden, un vago presentimiento reinaba sobre todas las clases de la sociedad. Todo el mundo, victima de la mas viva ansiedad y del mas gran temor, esperaba uno de esos movinien tos revolucionarios en que la fuerza bruta suele decidir del destino de 10s pueblos b de 10s partidos. No era otro el objeto de todas ]as conversaciones, y Iiasta hubo un diario qric no tuvo escrupulo en espresarse asi : uhun no ha llegado la crisis inevitable que esperamos por infirnen tos, es decir, estamos todavia en 10s mismos tdrrrninos de siempre, sin Gobierno y sin adminislracion ; pero 10s partidos e s t h Ci !a vista, la selial de la lucha se ha diferid0.n Semejantc aplazamiento no estaba, sin embargo, bien calculado, porque, a1 siguicnte dia, un militar audaz, el coronel Don Enriqucz Campino, llev6 ,i cabo esta revolucion, ponicndose li la cabeza de algunas tropas que 61 mismo ncacababa dc sublevar. En la noche del 24 a1 23 de h e r o de J S 2 i fu6 cuando tuvo efecto la insurreccion. Campino arranc6 a1 comandailte de armas D. Francisco Calderon una cjrden que ponia Ci su disposicion el batallon no. 7 mandado, en su ausencia de su coronel Rondisoni, por Nicolas Maruri. Dicha fuerza, reunida al escuadron de guias, al mando del coronel Acosta, y CL 10s batallones d e milicianos de la capital, mas algunos nrtilleros, formaban el grueso dcl ejkrcito de que Campino podia disponer. Duefio por consi,rruiente de cnsi toda la, iuerza armada, nquelln misina mailana hizo publicar un bnndo por el cual se daba la consideracion de defe Supremo de la Repiiblica, y promctia dar conocer por medio dc un manifiesto, 10s motivos en quc se apoyaban sus actos. Mientras tanto, respondia 61 de la ssguridad y de las propieCAP~TULOLXXXI.


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HISTORIA DE CHILE,

dades de todas 10s habitantee, como tnmbien del respto y conservacion de sus derechos. Per0 este motin niilitar no era, sin embargo, de su agrado y no mereci6 bien dc la generalidad del pueblo. Nadie quiso tomar parte en 81 B escepcion de algunos diputados que lo hicieron, y no tan franca y decididainente como para poder contar seguros 10s resultados y consolidarlos. Campino !leg6 ri verse aislado por completo, sin la esperanm de conseguir una manifestacion popular favorable sus miras, reducido puramente & sus citadas tropas, cuyas tres cuartas partes correspondian 5. la milicia, y 110 contando para mandarlas que con dos 6 tres jefes de algun prestigio. Esto no le impidi6 de ir S instalarse en el palacio del Presidente Eizaguirre, 5 quien acababa de destituir del mando, apoderhndose a1 propio tiempo de la canticlad de 9,000 pesos hallados en las diferentes cajas fiscales, y de verificar 1% dislribucion entre EUS tropas, B las cunles ya habian hecho dar una gran cantidad de mazos del tabaco almacenado en la ffictoria. En tanto que esto pasaba, el Congreso fu6 convocado y una vez sus miembros reunidos en sesion, mandaron compnrecer a1 comandante Alaruri, quien, en calidad de subordinado 5 un jefe superior, contest6 que 61 no podia tomar ninguna resolucion. Noinhrbsc entonces una comision, compuesta de J. n1. Infante y J. Fariiia, con el cncargo de tratnr de nrreglar de una manera amistosa aquel asunto con el coronel Cmpino, quien rechaz6 toda clasc dc proposiciones. Algunos moiiientos despues, montando h. caballo, se dirigi6 a1 Congreso y se present6 en el salon de Ins sesiones. Fu6 recibido de una manera rnuy cort6s y hasta se le ofreci6 un asiento, cosa que disgust6 ,ialgunos diputados. a Don Diego Benavente to-


C A P ~ T U L OLXXXI.

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m6 la palabra y reconvino dura y enhgicamente A Campino por el atropellamicnto de la suprema autoridad nacional. Campino no logrb que el Congreso se disolviese, y se retirb amenazhndole con el empleo de la fuerza. POCOdespues llegaron el coronel Latapiat y el capitan La Ribera con la compafiia de granaderos del no. 7 , A la cual dieron la brden de dcsfilar dentro de la sala. Los diputados permanecieron en sus asientos, hasta que oyendo la voz apzmtetz se escaparon todos por la puerta de la secretaria, i escepcionde Don J. Bcnavente, que con la mayor sangrc fria y entereza permanecib en su puesto. No rnenos confusion se produjo en la barra ; Don Clemente Diaz, muy jbven en aquella hpoca, que se encontrnba en la barra, quitb la espzda a1 coronel Don Bern. Ckccres y quiso acometer la tropa. AI mismo tiempo, el diputado presbitero D. J. RI. Benavides, seguido de uno 6 dos diputados mas, volvi6 ti la sala h perorar A 10s soldados. En pocos momentos inas, la sala se vi6 completamente despejada. (1) En situacion tan desconsoladora, cada vez mas embrolladay cdnfusa, no se veia otra persona que pudiese desenredarla sino el general Freirc. Llamndo por el Congreso con este fin, rehus6 desde luego la mision quc querian confiarle, alegando el estaclo en que se encontraba, h causa de la grande enfermedad quc ncababa de pasar. Sin embargo, en su gran patriotism0 no IC fu@ poeible resistir h las vivas instancias dc sus nmigos y aceptb el inando politico y militar hnsta que se eligiera por el Congreso otra persona, AI aceptar esta disiincion, qued6 decidido que se darin a1 olvido lo que acababa de 1)

(1) Rlelchor Coiiclia

p Toro. Mcmorin, png. 2Gi.


42 NISTORIA DE CHILE. suceder, en obsequio de 10s sublevados, y que pondrian en libertad ri 10s individuok que por aquel motivo habian sido arrestados. Tan generosa conducta no fu6 admitida por Campino, quien se negaba hasta el punto de no querer abrir el pliego que el Congreso le dirigia, y en el crral iba una copia de la determinacion tomada. Su negativa no reconocia otro motivo que el de no ver figurar en el sobrc otro titulo que cl de coronel, cuando 61 esperaba del Congreso el tratainiento de primer jefe de la Repiiblica ; y ni siquiera quiso prestar oido h las conciliadoras palabras que le dirigieron las personas coniisionadas para cl caso. Eran estas personas el diputado Prats y Don Cirlos Rodriguez, portadores de aquel mensaje 6 noinbre de la CBinara y de la ciiidad de Santiago. Investido Freire de las facultades estraordinarias que la situacion requeria, crey6 que una entrevista con el jefe de la sublevacion podria muy bien arrcglarlo todo ; y as! es que enseguida se present6 en el cuartel mismo doiide Campino se encontrabn atrincherado y a1 frente de 10s revoltosos. Detenido 6 corta distancia por las centinclas avanzadas, le envib con uno de sus confidentes el decreto de su nombramiento para cl cargo de Presidente, y al propio tiempo le manifestaba el deseo que tenia de poner tPrmino al conflicto por medio de una rcconciliacion. Pero Campino rcchaz6 la entrevista y la oferta conciMoria, contentindose solamen te con mandarlg uno de sus alegados, quien no s610 reiter6 la ncgativa de su jefe, sin0 que hasta manifest6 el mas alto desprecio por las garantias que se les ofrecia nombre del Congreso, y lo mismo de la autorizacion que 6 Freire le habip. 6ste conferido. Y llevando su arrogaiicin a1 m y o r estremo, se


43 propas6 h ultarjar a1 Capitan General, trocando su lenguaje en insultos y vilpendios. Conducha tan irrespetuosa hizo comprencer que s610 por las armas se podia resolver aquella malhadada cuestion; y el mismo dia principib Freire h prepararse, organizando cerca de cuatros cientos hombres que destin6 4 la conservacion del hrden ; suhdividi6ndoles por partidns 10s diferentes barrios de la ciudad. Campino consider0 la creacion de esta fuerza armada como un insult0 hecho 6 la dignidad del titulo que se habia abrogado, Hamindose Prcsidcnte interino de la Repiiblica, y como un ataqcre direct0 h SII autoridad. En semcjante persuasion, el 26 destacb una parte de sus tropas 5 la plaza y otra coptra Ins patrullas retiradas en la caiiadilla. Ddbil era la resistencia que Freire podia poner h aquellns tropas, que ?a hnbian dispamdo contra la avanzada que habia hecho colocnr dl en las inmediaciones del puente, y estim6 corno mas ciierdo el trasladarse 5, San Felipe, para poder atcnder all! mucho mejor A la organizacion de un pequeiio ejercito, ca1)az de hacer frente 10s sublevados. Antes de pwtir, dii, sus rirdenes para que las milicias de Colina, Quillota, blelipilla y otros puntos vinieran ii reunirsele e n SII nucva residencia. A su llegada 5, San Felipe, donde fu6 nclamado como Presidente de la Repiiblica, recihi6 noticias favorables del acatamiento que las milicias le presentaban . En QuiI!ota se habian preparado ya doscieatos hombres, y el Gobernador de Valparaiso ponia ,i la disposiciou del capitan de fragata D . Man. Hip. Orel!a, h qeieu Freire habia mandado A dicho puerto, todas )as nrmas y municiones alli disponibles en nqael momento. Para dar mas fuerza 5 la reaccion, public0 a1 dia siguierite una proC A P ~ T U L OLXXXI.


44 HISTORIA DE CHILE. clama, sumamante severa, contra todos 10s revolucionarios, tratkndolos de traidorcs y de facciosos, manchados por toda clase de crimenes y capaces de todo esceso. RIientras que estos prcparativos se llevabm A vias de hecho, tcmeroso Campino de semejante reaccion, y queriendo estorbar toda nueva patrulla e s t r a h r:l su autoridad, cl mismo dia 26 hizo publicar u n segundo bando en el cual se daba el titulo de Capitan General de la provincia de Santiago. En este documento prohibia toda reunion piiblica 6 privada, como tambien las que en partidas armadas recorrian la ciudad so pretext0 de conservar la tranquilidad del pueblo, 6 vigilar por la seguridad de las propiedndes. De este modo esperaba 61 consolidar su gobierno, y bnjo semejante punto de vista, trat6 de ganar y comprometcr lisiis oficiales con un acta de honor y de coercion, y el 28 les hncia firinar en Consejo de Guerra un compromiso por medio del zual se obligaban h sostener con la punta de sus cspadns y con su sangre 10s sacrosantos derechos de la patria y lihertad de sus conciudadanos, coin0 asi inismo mantcnerse h la cabeza de dicho ejkrcito al coronel D. Enrique Campino hasta conseguir 10s fines propuestos. En la inisma acta manifestnbnn que su objeto en la crisis cn que cl pais sc encontraba no era otro que cl de elevar a1 cargo de Presidentc de la Republica al General Francisco Antonio Pinto, distincion de procedencia demnsiado revolucionaria para que tan distinguido chileno hubiese podido nceptarla jamhs. Indeper,dientementedetodas cstas ~~rccauciones, Campino dcseaba tambien sorprender la buena f6 del Congreso, para llegar tenerle mas terde bajo su dependencia, nierced a1 auxilio de algunos de PUS miembros. El dia


CAPITULO L S S S I .

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mismo en que 61 hacia publicar su segundo bando, presenthidose a1 Presidente que ie favorecia, le aseguraba que jamks habia pensado en inferir In menor ofensa B la Crimara y que 10s actos de violencia cometidospor sussoldados no eran otra cosa que lastimosas arbitrariedades del jefe que 10s mandaba. Por consiguiente le rog aba reuniese de nuevo klosdiputados, par; poder marchar de comun acuerdo en las criticas circunslancias del momento, y de este modo lograr resolver las difhltacles amistosamentc. La Chmara se reuni6, en efecto, y no tardG mucho en recibir una comunicacion de Campino, en la cual debin que, para terminar aquel desagradable 4 involuntario desactrerdo, deberia hacerse salir 6 las tropas de la capital y acamparlas en Aconcagua, echando en olvido cuanto acaba de pasar y exigiendo que se pagasen 10s atrasos a1 ejercito, que se hiciese venir el que operaba en el Sud de la Republica, y que &I quedase a1 frentc de todas las fuerzas liasta el rnomento de hnber el Congreso Ilevado i cabo In cl?Ccioi1 de un Presiclentc, en c u p s manos pondria el ,mando sin la rnenor demora. Yero h pesar del apoyo que algunos diputados presta, roil ri las propmiciones de Campino, la niayoi'ia, temerosa de caer bajo In presion de este jefe colocado asi d In cabezn de las tropas, no quiso aceptar, 6 mejor dicho, rechaz6 el proyecto sin vacilar un instante. Bien dcseaba el Congreso perdonnr las faltas de 10s revolucionarios, conservar 10s grados ri 10s ofciales, y hasta escribir ri Frcire para que suspendicse toda medida coescitiva ; pcro por su parte esigia que todas 13s tropas se retirasen G sus respectivos cuarteles v que all& bajo las 6rdenes de sus jefes, perniancciercn li la disposicion absoluta del Mayor de Plaza.


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1IISTORIA 1lE CHILE.

Campiiio rehus6 estas proposiciones, tan poco propbsito para satisfacer su ambition, y Ins rehus6 tal vez sometido h la influencia de su hermano y de algunos otros diputados. Y como es tan propio de 10s revolucionnrim el no perdonar medio alguno pare hacerse temer, toda vez q i e no arriesgan la menor cosa, Campino tom6 desde luego las medidas mas enkrgicas para que su poder no decayese. Asi, Dues, hizo arrestar 5 las personas que mayor resistencia pudieran oponer sus proyectos, y muy particiilarmente h todas aquellas que, tanto por su actividad como por la firnieza de su carlxter, titubearian en lanzarse contra 61 declarhndole francamente la guerra. J de la Cruz y Manuel Gandarillas, Diego Portales, Fernando Elizalde y otros muchos, fueron apresados y encerrados en lugar bien seguro. Benavente, que era uno de 10s que mas teniaii por qu6 temer la arbitrariedad de la fuerza armada, consiguib escapar felizmente de su casa y pudo esconderse en la de Ingrans. Semejan tes actos de violencia y de impremeditacion ponian A Campino en el mayor conflict0 y en una situacion tan embarazosa que no es f h i l describir, situacion que vino L{ agravar la defeccion del coronel Acosta, quien 4 pretest0 dc ir h abrevar 10s caballos de su escuadron de Guias, se fu6 directameiite d ponerse bajo las 6rdenes de Freire. La gravedad del hecho Hen6 de inquietudes el $nimo de Campino y le oblig6 Ci toinar precauciones de grande impurtancia. Concenlr6 sus tropas en la Rlaestranza, aumentando su nhmero con 10s soldaclos que tenia presos, y orden6 a1 propio tiempo la reorganizacion del batallon no 4 , que habia liecho la revolucion del 8 de octubre de 4 825 bajo el mando de su coroncl Sknchez,


C.iPITUL0 L S X S I .

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y el ciial fu6 disuelto de 6rden de Freire despues dc 10s aconteciinientos por dicho cuerpo renovados en Chiloe, siempre en abierta hostilidad entre este Presidente y favorable 5 D. Bcrn. O’Higgins. Auiique 10s personajes principale,c y mas ca1)’tces de llevar ii cabo una reaccion se liubiesen encontrado en la imposibilidad de cmprenderia, est0 no obstante, merced su csrhcter intrcpido, endrgico 6 invcntivo, Benavente podia bastar mujr bien para llevar h debido t6rmino tan rirdua empresa. I’ersuadido, segiin se propalaba, de que RIaruri habia entrado en el inovimiento mas bien por compromiso, b arrastrado p3r la corriente, que no por intima conviccion, le hizo !lamar 6 I;L cam de Ingraus, donde continuaba oculto, y tratb de hacerle comprencler que tanto su posicion como la de todos 10s deinas oficinles era sumalnente falsa ;y que, desde Iriego, le convenia entrar en la contrarevolucion, fsvorecihdola y lievando consigo ii las tropas, las cuales se prometia una buena gratificacion, cuya mayor parte coste6 Portales de su propio peculio. ilfaruri acept6 sin vacilar u n inomento las idcas y el plan de Beiiavcnte. La noche niisma de su entrevista, reuniendo 6 loda la oficialidad, le propuso su proyecto y le pintb el triste cuadro de la insostenible situacioii en que Campino se encontraba ; abandonado ?a por el escuadron de Guias, desprestigiado entre las clascs elevadas de la sociedad. sin noder contar con el uueblo. clue si YE

indifereiicia respecto a la causa que se agitaba, ucspues de alguiia discusion, un gran nitmero de oficiales acept6 sus proposiciones ;pero algunos pocos se negaron k cs-


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1IISTORI.I DE CIIILE.

tnmpar su firma en el acta de ccmproniiso forinulndn a1 efecto, ofreciendo, sin embargo, no oponerse ri la renlizacion de aquel proyecto, para lo cual se alejarian del cuartel. Pudiendo contar a d con el hiico batallon de veteranos que se encontraba en Santiago, RIaruri se apresur6 5 alejar 10s milicianos que gilarfiecian la Riaestranza y 5 relevar coli una compafiia de sus tropas aquellos que se hallabnn de guardia en el parque de artillerfn. Duefio ga de In. posicion, f6cil le fu6 penetrar en ias liabitaciones que ocupnbn Campino y dc intimnrlc la 6rden de entregarse como prisionero. Tambicn him arrestar G u z n i ~ n b, Lntapiat y li otros jefes reunidos en la Rlaestranza; y de este modo, sin efusion de sangre, di6 muerte A una revolucion que, mejor dirigida, hubiera podido dar lugar A 10s escesos y atrocidades de una guerra civil. Ignorante Freire de todo lo que estabz pasando en Santiago, ocupcibase con gran decision y actividad en concentrar tropas sobre .4concagua, y ya habin hecho avanzar contra 10s rebeldes una division, compuesta de 1,200 hombres, que debin espernrle cerca de Colina, O h , division se encontraba tambien dispuesta ,i emprender la marcha, cuando recibi6 la comunicacion que la Cimnrn le dirigia dlindAe cuenla del buen resultado dc la conlrarevolucion opcrada. Sicndo alli ya iiihtil SII presencia, y no nccesitando mas ,i 10s soldados, dib la hrdcn de licenciamiento y sc aprcsiirb ;L regresar A Santiago, c u y puertas le vieron penetrar el 30, en mcdio de las aclamaciones y enttisiasmo de una estraordinarin muchedumbre, reunida L! esperarle en la Cnriadilla. Entre 10sque la componiaii figuraban 110 pocos soldados y


59 oficiales de 10s mismos que habian formado cn las filas revolucionarias. Era la tercera vez que Freire se vein saludado con 10s nombres de defensor de las leyes y de Salvador de la patria, Los sucesos que acababan de tencr lugar habian sido contrarestados con tanta energia como resolucion por el Congreso, obligado a1 cabo 6 ceder i la fuerza. Inmcdiatamente despues de la caidrt de Campino, volvi6 & abrir sus scsiones, sieiido uno de sus primeros cuidados el de ocuparse en la deliberacion de la suerte que debia caber ri 10s revolucionarios. En su calidad de militares, hallkbanse sujetos h sii cddigo, expeditivo y sever0 por demas ; pero varios diputados, mas 6 menos coniprometidos en In abortada tentativa, sostenian que Campino, como micmbro del Congreso, no podia ser juzgado por la ordenanza. Aun mas ; trataban de atenuar la importancia de la revolucion para pedir despucs se cchasc EObre ella el velo del olvido; y hasta liubo uno de cntre cllos que se propasd A acusnr de fclonia 5 Rlaruri y h todos 10s oficiales que IC liabian scguido, violando nsiln ft5 empehada cn favor de la causa qae abrazhran. .I\cus6sc tainbien a1 misino Maruri de haber recibido dincro de 10s reaccionarios, cosa que 61 neg6 siempre coil g r a d e energia, y de liaber empleado 10s 3,000 pesos quc apront6 Portalcs en sobornar 5 Ins tropas, distribuyindolos entrc ellas. Desgraciado cmpleo p c ponia el lionor militsr ti merced dci principio corruptor. Apessr de semejantes alegaciones y ataques tail violcntos, la mnyorin de la Chtnnra opin6 por que Campi110 y sus parciales fucsen juzgados niilitarmente, csto e ~ , por un Consejo de Guerra. Esta deliberacion di6 lugar ri acalorados debates entre 10s peribdicos, lo misnio qt!e C A P ~ T U L OLXSSI.

T. V1II.

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50 IIISTOR1.i DE CIIILE. entre las diferentes clases de la sociedad ; per0 con tallto encono, con tan grande exacerbacion de Animo, que para conservar el 6rden y la tranquilidad, el Congreso se vi6 en el cas0 de tener que dar una amnistia, contentindose iinicamente con alejar de la capital 5 10sprincipales jefes. Conforine 6 semejante disposicion, varios oficiales fueron escoltados entre bayonetas hasta Valparaiso, acto que promovi6 una acnlorada discusion, B causa del informe pasado k In Ccimara por dichos oficiales cjuejhndose del mal trato de que habian sido victiinas duraiite el camino. La Ckmara se mostr6 inclinada k aplaznr esta cuestion ; per0 a1 fin la pus0 [I la brden del dia, en vista de la enkrgica actibud mostrada por el diputado que presentnba la demanda, quien procurb hacer creer que dichos jefes iban inmediatamente A ser embarcados para Valdivia, Chiloe 6 la isla de Juan Fernandez. Con la ley de amnistia en la mano, Freire se dirigii, a1 lugar donde se hallaban presos 10s soldados revolucionarios y les hizo poner en libertad, no sin haberles mnnifestado su entraliable disgust0 hhcia una falta tan grave, tan deshonrosa y tan trascendental por sus funestas consecuencias para la disciplinn militar, considerhndola como un moinento de estravio. Los que por una medida de prudencia fueron condenados & salir de Santiago, pidieron ser internados en algunas provincias de la Rcp~blica.Campino y Guzman prefirieron la deportacion y pasar 5 llendoza, para aguardar alli ii que circunstancias mas favorables les perinitiesen regresar A su patria ; per0 despues de haber reflexionado mejor, solicitaron ser enviados 5, Coquimbo, i donde se dirijia Dlanderola, Habihdoles sido concedido lo que deseahan, pronto se p ~ sicron en marcha para ir 5, llorar en el destierro las fu-


ChPiTULO L S S S I .

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nestas consecuencias de una empresa acometida sin plan, sin prudencia y sill dignidad, consecuenciae que no reconocian otro origen que la perturbacion introducida en Ins ideas por 10s principios federales echados h volar hacia algun tiempo. En cuanto i Eizaguirre, volvi6 la vida privada, contento de haber hecho algun bien a1 pais. En medio de 10s disturbios de que se ha116 rodeado, habia dado mejor organizacion a1 ejircito, numentando ii 7 pesos mensuales el prd del soldado! que anteriormente no ascendia mas que A6 ; sobre todo, habirt organizado contra Pincheira una espedicion de que mas adelante pasaremos & ocuparnos.


CAPITULO LXXXII. Los miembros del Congrcso vuclwn b comeiizar s u s scsiaiies y Freire dimito si1 poder provisional .-E3 reelegido para Presidentc, y para Vice-Presidcntc D. 5’. A . Pinto.-El sistemn federal cs admititlo por el Congreso, JI a1 cfecto, es preseutada una Constitution.-Oposicion que In nueva ley encuentra nun entre 10s antiguos partidarios fedcralistas.-Infante la sostienc cnsi solo, pero con la mayor energia.-Lns asambleas provkcinles en su mayoria son contrarins ,Z dicha Constitucion. -Lns favornbles iella introdncen In confusion en las atlniinistraciones fiscales.--\’ivas discusioncs con la asamblen provincial de Saulingo.-Disolucion de la Chmarn y nombrnmiento d e una comision sistema fcderal de nn nnevo Congreso.-El naciona1.-Conrocatorin cs defrndido con obstinacion por Iiifnnte, i pcsnr dc scr contrario al voto general del p i s .

Terminada In idtima revolucion de un modo tan sencillo, la Chmara, que habia pcrmanecido cerrada d u rante 13s dias de alarma, volviir h rcrtnudar siis interrumpidas sesiones con fecha del 2 de Febrero de 1827, y Frcirc pidi6 su pronto reemplazo en el cargo de confia~iza que, por efccto dc las circunstancias, le conferieron 10s representantes dc la nacion. En vista de scmejanfk suplica, la Chmara acord6 el 13 del mismo mcs que se procediesc h la eleccion de un nuevo Presidentc y VicePresidcnte, cuyos cargos n 3 serian otorgados ri ninguno de 10s miembros del Congreso. La votacion fu6 favorable a1 Capitnn General dimisionario para el primer0 de 10s cargos, y a1 Genera! Pinto para el segundo. Como el carhcter del Congreso no era sino el de una Asamblea Constituycn te, 10s diputailos habian sido convocados con el h i c o objjeto de organizar 10s podcres y prcpa!”- Ias Imses fundmentales de una nueva Constitucion.


53 Conforme 5 lo que en 10s priineros dias de su instalacion habia acaecido, tan precipitada como irreflexivamente, la ley iba ii ser basada en 10s principios federalistas, sin preocuparse de la opinion nacional que, no obstante, deberis haber sido consultada trathndose, como se trataba, nada menos que de una transformacion tan radical en las instituciones del pais. Los diputados tenian la candidez de creer que les eran muy bastantes Ins facultades de que se hallaban investidos y que todo ee combinaria y msrcharia bien por la fuerza misma de 10s principios. Esta obra iiispirada por ias ideas exageradas y democrhticas de M. Infante, alcanz6 su terminacion ultimos de Diciembre de 1826. El encargado del informe por la comision, a1 presentar su trabajo h la CAmara para que fuese discutido, entre otras varias cosas decia : haber dado con un regimen que al misino tiempo que destierra del cuerpo Legislativo aquellas funestns ideas de SU oninipotencia, le priva de poder legislar con una peligrosa ligereza , coin0 asi de scr afectado por aquella cxaltacion A que todo cuerpo popular estd espuesto. aLes decia tambien que colocaba & las provincias en el cas0 de poder atender 6, sus propios asuntos, sin que resulte de ello pe-ligro, bien a1 gobierno general 6 B 10s particulares. D Calcadn sobre la de 316jico, que no era sino un phlido rcflejo de la de 10s Estados-Unidos, esta Constitucion admitia, lo mismo que anteriormerite, si bien en un terreno mucho mas democrfitico, una legislatura compuesta de dos CBmaras, la de 10s representantes del pueblo, dispuesta siempre a del'ender sus derechos y su libertad, y In del Sentl?o, elemento ponderador 6 equilibrador entre dichos representantes y el jefg del Estado, impidiendo 10s escesos dc la una y 10s abusos del otro. A este jeC.tPiTUL0 L S S S I I .


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IIISTORIA DE CITITAE.

fe se le concedia todas las facultades necesarias a1 nms completo y eficaz ejercicio de sus funciones, y a m estraordinnrias momentjncamente, en ciertos casos, 6 causa de las circunstancias en que el pais pudiera hallarse, tanto en el interior como en el esterior. Un Consejo de Gobierno, compuesto de un Senador de cada provincia, debia reemplazar a1 Congreso durante su recessit, velar sobre la observancia de la Constitucion y de las leyes, y hacer a1 Ejecutivo las observaciones convenientes para el mejor cumplimiento de ellas. El poder judicial no podia ser precisado con tanta facilidad, en razon ri 10s numerosos obst;iculos que era precis0 vencer; pero la comision creia que nmejorada la situacion de las provincias por el nuevo r8girnen y que difundihdose las luces, podri, decia, darle laquesea de desear. En el entretanto su condicion se liabrd mejorado con la adopcion del reglamento propuesto, pries asigna h cad8 uno de el!os uno G mas jueces de letras, adenias tribunnles de primera instancia y de apelacion, en recurso de menor cuantia, por medio de 10s jueces de paz, y mayores de 10s respectivos municipn1es.n Por lo que hacc h los tribunales de apelacion en recurso de mayor cuantizl, la comision contaba instalarlos tan luego como cl pais estuviera mejor constituido ; y mientras est0 se realizaba, no se deberia hacer cambio alguno y se continuaria procediendo del mismo modo que h a s h entonces. Lo mas notable en esta Constitucion era sin duda el modo y forma con que la organizacion politicrt de las provincias quedaba determinada. Habiendo sido sancionada la division de la Repbblica en ocho provincias, todos 10s efuerzos de la comision se encaminaban & asegurules, por medio del rdgiinen interior, 10s derechas y


55 prerogativas que les eran inhcrentes, ponihdolas en situacion de atender h sus propios asuntos, por la limitacion de 10s poderes legislativo y ejecutivo h lasnecesidades de 10sintereses generales. Cada una de ellas, segun el reglamento, se convertiri en una pequeiia repfiblica, con su Constitucion propia ; con su poder legislativo, ejecutivo y judicial, poderes organizados conforine 5 las leyes que las asambleas mismas debian discutir y sacionar, pero con sujecion 6 las reglas yrestricciones que la Constitucion general establecia. Se v6, p e s , claramente que era un sistema combinado, por medio del cual 10s poderes generales y particulares de cada provincia quedaban ligados de manera que, subordinhdose unos 5, otros por la uniformidad de las instituciones, se obtenia asi una dependencia condicional y reciproca de todas las autoridades en provecho de una buena adrninistracion. Para metodizar en cuanto fuesc posible dicho sistema provincial y dar satisfaccion A la impaciencia de 10s diputados, Infante present6 6 la C h a r a otro reglamento provisional mucho mas detallado y, por consiguiente, de mucha mayor complicacion. La comision juzgd oportuno hacerlo imprimir para que mas tarde pudiera servir de norm2 h las provincias ; per0 a1 mismo tiempo opinaba que debia ser motivado algun tanto, no aceptkndose por de pronto sin0 10s articulos mas particulares, para que nada se opusiese ,ila inmediata promulgaciori de una ley c a b dia mas urgente y necesaria. Sin embargo, ti pesar de las instituciones repfiblicanas, hacia ya tantos afios adoptadas, la adrninistracion de las provincias apenas habia variado. Los delegados y subdelegados continuaban siempre ejerciendo el alto poder de 10s partidos y \os alcaldes el de la justicia de primera instancia. HasCAP~TULOLXXXIJ,


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IIISTORII\ DE CIIIIAE.

ta las inuiiicipalidades en 10siiltimos tiempos se hallaban sometidas d la absurda prtictica de que 10s nuevos niiein. bros fuesen nonibrados por el corto niimero de 10s quc acabahan de cuinplir su tiempo. Las reformas provinciales e r m , pues, de incontestable utilidad; pero adolecian del defect0 de ser presentadas en un reglamento inaplicable, que venia 6, introducir una revolucion en 13s ideas y en las costumbres, y que, por lo tanto, debia desagradar ri la mayor parte de 10s Chilenos. Tambien para atender h estas necesidades se vicron obligados d promulgar leyes sueltas, quc h inenudo e r m desatendidas y no ee ponian en ejecucion. El descontento ocasionado, unido 6 la oposicion de las asamlileas, Ilegb ti ser muy funesto a1 sistema federal. Aun antes d!: hnberse empez,zdo 10s debates sobre In Constitucion, ya habia perdido mucho de su prestigio entre algunos mienibros del Congreso; y este desaliciito se hiza mas patcnte cuando 13s discusiones vinieron ti demostrar la imposibilidad, en cuarito 6 la aplicacion, de un sist.ema tan mal comprendido. Infante era tal vez In iinica persona, cuya alma hotirada, pero fant6stica pudo teller una idea fija y determinada de 61 ; mas cnsi ninguno de 10s denias mienibros de la C8niar.z pudo llegar ri comprender sus mdritos G sus defectos; y la mayor parte de ellos no tuvieron presente otra cosa que sus intercres, h h i a 10s cuales se dejaban arrastrar con su partido, por irreflexion 6 por las mezquinas pasiones politicas. TAareprobacion Ileg6 6 ser todavia mas vigorostb y marcada en el piiblico, manifesthndose en una parte de dl por rnedio de escritos, muchos de ellos' apoyados en s6.. lidos arguinentos, y en otra por rnedios de folletos, inscrt3s en 19s perihdicos 6 lanzados en hojas sueltas. AcueB-


CAPI'TULO I,SSSII.

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base {I In Chmara de no hnbcr hecho nada en favor dcl pais y delsistema propuesto, por lo imposible de su plan tenmiento, atendidas las dificaltades que las provincins tendrian para encontrar en sumismo sen0 hombres capnces do desempeiiar 10s numerosos empleos que iban k ser creados y, sobre todo, por la falta de 10s fondos que para sostenerlos serian de imperiosa necesidad. La Constitucion en este cas0 bien trataba de acudir a1 remedio, promctiendo el auxilio del Gobierno central ; pero esto no era sirio en calidad de prhstamo, y renovhndose 10s nnticipos vnrios alios consecutivos necesariamente debian mas tarde arruinar 5. las provincias, envolvihdolas en graves compromises. Los ntaques no eran menos vivos respecto B tantas leyes provisionales como el Gobierno venin sancionando y casi todas ellas en abierta contradiccion con la mente de la convocatoria. El Congreso, decian 10s mencioiiados escritos, ha recibido sus diputados con el iiriico objeto de redactar una Constitucion ; pero no con el de introducir innovaciones en el rbgimen orgknico del Estado, cosa que sblo es dable hacer 6 la nacion misma. A todas estas dudas y ataques, 10s federalistas respondian con no menos calor; sostenidos por una juventud inteligente, vigorosa y activa, con el nlma llen-2 de ccn noble esaltacion hBcia todo lo grande y generoso, propia en 10s pocos aiios, publicaban numerosos diarios, asegurando que en la situacion en la cual el pais se encontraba, la hnica forma de Gobierno capaz de proveer 5 su propia felicidad, k su bienes!ar y necesidades no era otra que la forma federal ; y que sin elln el pueblo nrrastraria perpetuamente las pesadns cadenas de la esclavitud. A estc propbsito citabnn las repiiblicas de RI6jico y de Guatemala que la habian adoplndo, y liasta tenian


5s IIISTORI.4 DE CIIILE. la temeridacl de hablar de sus felices resultados, en el momento mismo en que se hallaban desgarradas por facciones demagbgicas, ccimo lo habia sido ya la de Venezuela. Contestando despues Ci loa cargos que se les dirigian como B miembros de un Congreso que no habia producido el menor bien para el pais, alegaban que la causa no era dtra sino u las intrigas de muchos interesados en que el pais no sc organice; en el abandon0 en que 10s ha dejado el Poder Ejecutivo, no s610 negkndoles la asistencia del ministerio h las discusiones, sin0 aun 10s datos necesarios para poder obrar con acierto; en la falta de sus leycs ; y, finalmente, en las maniobras empleadas fuera de la capital con el fin de formar d 10s pueblos en c0ntra.s Estas purrzantes 6 irritadoras discusiones apartaban todos 10s dias algunos diputados del partido de Tnfake, y, quebranthdose su conciencia, casi degenerabn este ya en oposicion. Comenzaban 5. lanientarse de su espiritu irreflexivo, de su loca impremeditacion al votar por el sistema federal y por no pocas leyes con 61 relacionadas, puestas ya en pra'ctica ; y se arrepentian prometiendo enmendar tamaiia ligereza ?or medio de votos contradictorios. Y al obrar asi, lo hacian bajo la grande influencia de 10s Pelucones, partido muy sensat3 y muy poderoso, causa de la posicion social de 10s mieinbros que lo componian, y enemigo declaradg de toda reforma brusca y precipitada. En las provincias no cra menor el terreno que la oposicion iba ganando ; y la de Concepcion, tan federal en otro tiempo rnientras se vi6 guiada por el mas necio espi-. ritu de rivalidad, fu6 la que tomb la iniciativa, manifestindose en este terreno con un acto oficial. El 3 de di-


CAPI'TULO I,SISII.

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ciembre de 1826, la asamblea provincial, formulado apenas el reglamento que habia de regirla, procediendo B deliberar acerca de la nueva forma de gobierno, la deshech6 en absoluto y por unanimidad, 6 inmediatamente se dirigi6 a1 Congreso dhndole cuenta de su negativa por medio de una terminante esposicion, en la cual se estendia h manifestar igual acuerdo respecto ri las leyes sueltas que tendian a1 mismo fin. En dicho documento alegaba como principales motivos, la faltn de recursos para subvenir & sus gastos y la dificultad de imponer nuevas contribuciones en una provincia ri la sazon tan fatalmente arruinada. Mas tarde tuvo discusiones tan acaloradas con el Gobernador intendente, que solicit6 su reemplazo. Discutiase, pues, el proyecto de Constitucion, pero se discutia bajo la influencia de la opinion piiblica. Cada uno de sus articulos daba lugar 5 debates mug'violentos, provocados desde el principio de la discusion por Benavente, quien preguntaba si el Congreso podria revocar la !ey que determinaba el sistema federal. Era un ataque formidable contra el sistema aceptado unlinimemente por la CAmara, y cuya adquisicion se estimaba como legal, si bien haciendo observar que la nacion deberin ser consultada para aprobarlo y sancionarlo. Una de las discusiones mas animadas y violentas fu6 la que se referia h la religion del Estado. El proyecto de Constitucion adnitia sencillamente la religion catcilica, qoet6lica y romana, tratando de proteger de una maliera thcita las sectas que pudieran establecerse cn el pais, habitado entonces por muchos ingleses y otros protestantes, lo que mas ampliamente habia hecho ya Buenos- Aires, en 1825, pronuncikndose en favor de la libertad de cu1to.c.


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HISTORIl DE CHILE.

La tolerancia, cn efecto, hacia grandes progresos en Amhica. La juwntud, 10s liberals auanzados, la reclamnban con mncha decision ; y hasta el mismo Bolivar, en In apertura del primer Congreso Boliviano, confesaba que la profesion religiosa no debia entrar en ninguna Constitucion politica, siendo como una garanti3 indefinible en el rirdcn social, ri causa de su naturaleza puramente moral 6 intelectual. Las almas piadosas no podian, por el contrario, apoyar semejante principio y mucho menos abandoiiar el sistemaesclusivista que su conciencia I es hacia cntrever como cl iinico sosten de la pureza de la Iglesia y el mas necesario contrapeso que se podia oponer ri las impias ideas de una Qoca ell que no se tenia tenior en Valparaiso de profmar la Iglcsia del convento de San Agustin para convertirla en teatro. T’arios diputados se levantaron i reclamar contra la rcdaccion de aquel articulo, sostenido por Benavente, Infante y Farifin, y vigorosamentc combatido por una gran mayorla, B la cual \-enia 6 asociarse el piiblico, apoya!idola por medio de pasquines y palabras bastante amenazadoras. Tres dias consecutivos hacia ya que esta discusion, violenta en sus formas oratorias, y en 10s arranques de protesta, se prolongaba, agithndose mas y mas, cuando el Sr. Irarrazkbal propuso el desistimiento del articulo en cuestion, conservando sobre este punto In observancia dc lo prevcnido por las anteriores Constituciones, y aliadi6ndose solnniente en la nueva estns palabras : a Con esclusion del culto pliblico de las otrns religiones. Irarrazhbal fu6 apoyado por el canbnigo Elizondo, @en, inucho mas liberal, queria que se tolerase 10s estranjeros sus opiniones privadas con el us0 de sus ritos; pero ))


C.u?I'TCLO L X X S I I

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condicion de que 110 10s ejcrciesen piiblicamcnte. Benaveiite acept6 esta redaccioii, y la Ckmnra, al fin, considerdndola comg demasiado liberal, vct6 la proposicion de Irarrazkbal, dejando al ticmpo el encargo de realizar la tolerancia que se solicitaba. La sancion del sistema federal di6 lugar discusioncs mucho mas violentas aun que las motivedas por la proposition de reforma relativa 5 la religion del Estaclo. Cierto niimero de diputados, cntre quienes figuraban algunos de 10s que en un principio lo habian defendido calurosamentc, se apresuraron despues h atacarlo con tanta violencia como convencimiento. Infante vino ii ser casi el h i c o orador que hacia frente k 10s ataques ; y no pocas veces lleg6 h sobreponerse ii ellos por el nervio de su temperamento y por 10s impetus de su elocuencia, Ilena de entereza, de sensibilidad y de conviccion. u Este sistema dc gobierno, decia, es la perfeccion de la ciencia legislativa, el que mejor conviene ii la mayoria de la nacion, y cI que lleva h las provincias una indepenclencia capaz de permitir 5.10s habitantes una organizaciPn conformc sus necesidades y sus intereses. B Y hablando despues de 10s privilegios perjudiciales, como el estaiico y 10s mayorazgos, instituciones en toiices muy controvertidas y reprobadas por la. mayoria, trataba dc establecer el convencimiento de que s610 por medio del federalismo se podria Ilegnr A destruirlas ; y, en la ceguedad de su fanhtica idea, iba hasta el estremo de asequrar que nadie sin0 aquel hombre que profesase el fc.. dcrnlinmo seria un honrndo ciudadano. Infante poseia cn un alto graclo la wrbosidad admirable, el giro animndo dc In frase y C S tono ~ dominanie, fascinador, capaz de subyugar h sus adversarios, si hu-


(32 HISTORIA DE CHILE. biese andado menos decisivo, menos absoluto ea sus apreciaciones sobre el valor respectivo de cada principio, y si SLI desenfrenado fanatismo por la causa federal hubiera sabido limitarse pura y simplemente ii las formas administrativas y no politicas. Por otra parte, menos apto que nadie, desde hacia algun tiempo, para la accion politica, por efecto de sus trabajos cspeculativos y por sus estudios decididos sobre el contrato social, que lleg6 ,i ser su evangelio politico, su influensia se estrellaba contra 10s muros de la Chmnra, logrando apenas trascender hasta el piiblico. Los pericidicos que le hacian la guerra no le consentian jamhs un moinento de sosiego, y le atacaban en todos sentidos; de modo que sus disparos no tardaron mucho en liallar un eco en el recinto del Congreso, donde 10s debates se hacian interminables, concluyendo por enervar las virtudes republicanas. Para remediar este mal, engendrado si bien se considera por la imperfecta disposicion del reglamento interior, formulado en un momento de entusiasmo de aquella 6poca en la cual se creia que todo podia ser arreglado y puesto en movimiento merced i la fuerza misma de 10s principios ; para remediar este mal, repetimos, Benavente con el apoyo de Rleneses, pidi6 y obtuvo que la Ciimara, escepto en 10s casos de verdadera urgencia, no se ocuparia en lo sucesivo s h o de la Constitucion. Pidi6 tambien [(queluego, verificadas !as discusiones dichas, se remita :a Constitucion h 10s pueblos, convocdndose & otro Congreso que debera eer constitucional, si la Constitucion resulta aprobada, y constituyente en el casu de no ser admiticln. n Tan significativa inocion merecia a1 parecer el asentimiento de la C h a m , cuando Infante, comprendiendo


63 el peligro de la disolucion, en union coil otros varios diputados pidib fuese remitida B informe de una comision, y asi fuB acordaclo. Per0 el dictkmen de la que a1 efecto fu6 nombrada result6 ser poco favorable {I 10s tenacee defensores del federalismo. Opinaba por que el Congreso ?e declarase disuelto tan pronto como la ley de asambleas y Constitucion se promulgara y aen este caso, decia, se deberhn expedir las providencias convenientes para la convocatoria de 10s nuevos representantes para el afio siguiente de 1838. n Con el fin de dar inayor fuerza 6 setnejante decision, se declaro en otrn de las sesiones #que no ee podria revocar lo dispuesto ni admitirse mocion que pueda entorpecerlo. La disolucion del Congreso vcnia, efectivamente, pidihdose hacia mucho tiempo, y con un sentimiento bastante unhime, por 10s diferentes partidos. Hasta el mismo Fariiia se habia prbnunciado en este sentido ; pero reflexionando despues que la disolucion de la Cimara podia ser y seria contraria A las ideas federalcs que 61 sostenia, se retract6 y abog6 por la permanencia, y con mzones tan persuasivas, que logrb arrastrsr A la mayoria, obteniendo su voto. El sistema federal se desprestigiabn; por mas que fuese el motor absclnto de la politica de Infante, por mas que dl lo defendiese con la poderosa autoridad que IC daba la sinceridad de su elocuente palabra, palmo & palmo, de dia en dia, de sesion en sesion, iba perdiendo terreno. Las asambleas provinciales que, :I ejemplo de la de Concepcion, eran hechura de In inflrrencin de 10s unitarios, se negaban :I aceptarlo, mientras tanto que a p e llas que le eran favorables se veian con frecuencia contradiclias por el mismo Infante, causa de 10s derechos CAPiTULO LSXSII.

JJ


G4 1IISTORI.i DE CHILE. quc se abrogaban traspasanclo 10s limites de sus atribuciones. Para esquivar las exigencias de su Gobernador Pefia, la de Curico se habia ido d establecer en Rancagun; y poco tiempo despues oficiaba B la administracion del estanco para que le reniitiera todos 10s fondos de que podia disponer, con el fin de atender 6 sus gastos. La de Aconcagua pensabs tambien hacer lo mismo, y uno de sus iniembros se adelant6 d proponer rque se autorice 6 los pueblos de la provincin para que cada uno tenga su caja en que ingresen 10s ramos quc produce por diezmos, alcabalas, patentes, estancos, etc. D lo cual habia sido adoptado. La de RIaule, apoyada por el Congreso, reclamaim sobre la ereccion de Ningue y Huerta en psrtidoe, cuys lcgr sancioriada no habia sido promulgada todavia. Por ultimo, la. de Coquiinbo, que, bajo la influencia de Fnriki, lo habia aceptado con entusiasmo y hasta se permitib la propaganda del principio por medio de circulares a1 efecto remitidas d las otras asambleas provificiales, concluy6 por retractarse, desde el punto en que Ilegb B ver que en vez de una federacion inoderada y sencillariiente preventiva contra el depotismo, ~610se trataba de impoiierle una forma de GobiernD que destruia la unidad de la. Republica. Sin embargo, para no dar lugar d descjrdenes, escribi6 h sus diputados Rque sc conformaria, y someteria a1 voto del Congreso, 1) Pero la que llev6 su oposicion hasta el iiiayor estreino fu6 la provincia de Santiago. La asamblea no era otra cosa que I n pura espresion de la aristocrhcia chilena, en todo tiempo enemiga declarada del federalismo. Veia que por medio de la sorpresa y de espedicntes parlamentarios, se trataba. dc hacerlo aceptar B In Chmara, puesto que a1 propio tiernpg se presentaba con la Constitution


cis

c ~IY'TL-LO LSSSII.

el proyecto de las atribuciones de las asaniblcas y de las leyes relativas ri las eleccioiies populares de intendentes, gobernadores, curas prirrocos, etc. Aunque semejante proyecto s610 fuese transitorio, por su carBcter provisional y como un mer0 ensayo, toda vez, sin embargo, quc venia A romper la unidad chilena, dicha provincia, con feclia 1.5 de marzo de 1 S27, comunic6 A sus diputados instrucciones en Ins cunles se les concitaba no tomnr parte ni en acyiel proyecto ni en aquellas leyes, declnrrindo!os resljoiisables de toda participacion en el crtmbio del principio fundamental del pais. El Congrcsc), h qiiien se remiti6 una copin de estas instrucciones, acompafiindola dc la siiplica de haccr suspender aquellas leycs provisionales, asi coin0 tambicn la forma rcpublicana, contest6 : N que obrnria segun las altas facultacles de que se hallnba investitlo, y como mas convcniente lo c r e p e para 10s intercses piiblicos. D E! tono desdelioso y nrrognnte de semejantes palabras hirii, un tanto el amor propio de la asamblea provincial de Santiago. La contestacion de &a fu6 que s9 someteria con la mas ciega resignacion 5 la nrieva forma de Gobierno, siempre que mereciese la aceptacion de la Repbblica, y no viniese A destruir sus vinculos sagradus ; y quc, como cuerpo de una representacion legal, se considcraba con el derecho de dictar instrucciones imperativas d siis diputados cuando el pacto, solemnemcntc establecido entre cl Congreso y la nacion se hallaba en vispcrns de scr vidado con el mayor esckndalo. Conforme ri las instrucciones pasadas 5 I3sdiputados de laprovincia, varios de estos s9 abstavieroii de coficurrir h la Cainnra ; cuaiido i s h , para desvnnecer todo recelo, dcclar6 a q U C no ligaban 513s cliputados las instrucciones dc las asainbieas provincialcs. T. 1'111.

)


(Xi

HISTORIR I)E CHILE.

A pcasr de talcs protestas y manifiestos, el reglamento relativo Ins ntribucioncs de las asambleas qucdb pcr fin resuelto. Segun decia Infante, aquellas tenian por objeto el aplantear dc hecho todas Ias formas federales e11 las provincias para xostumbrar a1 pueblo h aquel g6nero de administracion y establecer, por mcdio di: las eleccioncs populares, una especic de escuela primaria dc politicn, esencial para inspirar en cl corazon de 10s ciudadanos virtudes que hayan de premiarse y sirvan de cimiento h la moral publica y 5 la honra nacioiial)) Y aunque muchos miembrcs del Congreso reconociesen quc tal sistcina dc Gobierno nc convenia, esto no obstantc, votaron cn su favor para ver si lograban sacar a1 pais de s i i letargo y apatia, y conciliar 10s partidos que hash entonces le habian impedido marchar de una manera conrcnienk S su prosperidad. A todos estos motivos de discusion no tardo niucho en venir I) juntnrse otro no nienos alarmante para 10s decididos campeones del sistemct federal. El 30 de marzo toinabs el Congreso en consideracion y lucgo votaba la mocion de uno de sus diputados, pidielido se dejase al arbitrio de 10s pueblos cpc no quisiesen reconocer sus capitales la facultnd dc reunirse al poder general de la nacion bajo la inmediata dependencia del Podcr Ejecutivo. Una resolucion tan contraria toda organizacion nacionnl prueba el caos de ideas cn (pie cl Coiigrcso habin caiilo. T’erciad es que 10s federales !ograron 11,zczr que csta ley fiiese revocada ai siguientc dia de habersc votado, lo cual, sin embargo, 110 imliiclib ciuc In ciudad dc


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C A P ~ T U L O LXSXII.

Muy clifici! crn que en medio de aquellos dcbatcs violentos 17 apnsionados, que todos 135 din? se suscitnbaii c:i la Chmara, pudiesen conservar Ins discusiones In c:Iha y sensatez que venia rcclamando la a h imnportancIn de 10s asuiitos que se trntnbnn. Ya n o sc dilucidnban !as cuestioncs ; la ira estnllnbn en totlos 10s Inbios, In din;rii.a y 'la personalidnd cnmpcabnu sin respccto algiiiio, y cl des6rdcn ob!ig6 k varios diputndos el 13 de mayo ti pedir la clausum dc la Crimara, 6 cuando menos, quc sc clcclnrase en reccso, siendo micntras tanto rccm:!nzadn por una comision. Renovadn estr? c?ernancln un gran niimero de veccs, y apuyada por cicrtos pcriodistns, fu6 por fin tomad:: en consideracion y una cornision qucd6 establecida con el objcto de prwentar informe sobrc este asunto. E1 cura Fariiia fub el enc?rgndo c'c dnr cueiita del exkmen que c',icha comision habia liecho sobrc laa vnrias proposicioncs emitidas nl cfecto, y la opinion de Cstn recay6 fnvorablemente sobrc In mocioii dc Aguirrc, considerhndoln digna de ser pucstn li discusion. Lo mismo que Pnlazuelo, Aguirre pedia In disolucion ilei Congreso y su reemplazo por un Senado, elegido cn su propio sen0 y rcvestido de fncaltaclcs legislativns. Rovoa pedia que el Senndo fuesc hechurn de Ins asambleas provi:icinles a para no c x r , -so2 pa!nbras textuales y de gran peso, -e:: el inconr-enientc de tercr cl Congreso que prescribir facultades y restriccioncs kegislntivas que :IO son dc su rezorte. D Otros diputados dcsexban, por cl coiitrario, In continmcion de Ins sesioi:cs, alegando que serin vcrgonzoso pnrn In Chniarn el retirarse sin hnbcr hccho m d n to.L:vin, sin 11ai;cr dnclo SLIS coniitcntcs Ins Icycs oy$~l:icns quc se IC l i ~ -.m t CRcomcndndo, y que, no deti;Inc'o formulnda una CoiAitu1

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IIIYTOIZI.\. DE CHILE.

cion, carecia de la facultad de trasmitir en modo a l g u ) ~ su poder legislativo. Estos diputados, tales coni0 Infante, nlolina, etc., 110 eran otros sino 10s federalistas concienzudos y radicsles, quieiies comprendiari inuy bien que la disolucion seria el iiltimo golpe dado 8 su pensamiento. Por mas que lograran haber hecho prolongarse esta cuestion durante un largo nies, y por mas que obtuviesen el apoyo de 12 prensa, de 10s periodistas nuevamente lanzados & la Iuclia, la opinion priblica se hallaba ya tan fatignda y deseaba tan de veras la disolucion de la Chmara, que 6sta se vi6 forzada ri votarla. Antes de separarse, decidieron sus miembros que se consultase ri las provincias, por medio de sus asambleas, acerca de la forma de Gobierno por la cual deberia constituirse la Rephblica, cncargaiido ri Ins municipalidades de la recepcion de 10s votos, bien fuese escritos 6 de palabra. Una I'CZ disuelto el Congreso quedaba el Gobierno fdto del poder que debia fiscalizar y legalizar sus actos. Para que asi no sucediera, se nombr6 una comision nacional, 5 modo de Senado, autorizada apara rernitir la consulta B Ins provincias, aprobar b reprobar las proposicionesque le presente el Poder Ejecutivo sobre la base de la mayoria de votos de la nacion, y convocar un Congreso para el 12 de febrero de 1825. Cada provincia se hdlaba representnda en esta comision por un individuo, como rniembro provisional, tomado dentro 6 fuera de la CAmara, hasta tanto que las asambleas no sancionaran la eleccion 6 enviasen rcpresentantes de su gusto. Despues de este nombramicnto, que no era enteramente legal, y despucs de haber decretndo la convocacion del nuevo Congreso para el 12 de fcbrero dc 1828, cl Presidente declar6 la clnusura dc la CBmara. Estc acto tuvo


CIPI’TLLO LXSSII.

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lugar con fecha dcl 22 de junio dc 1827, siendo ncogido por el pais con muestras de la mayor sntkfnccion. Binguno inas que el pueblo de Linares protest6 contra la comision nacional nombrada, sirvihndose para hacerlo de palabras la? mas insultantes, encaminadas ,iun gran niimero de 10s miembros del Congreso, B quicnes trntnbx de traidores B la patria; u n dipitado de Aconcagua pidi0 tambien que la provincin. siguicse bajo el rbgimen fccleral, y se apoderG de todas las rentas provincisles, no pagando sino h prorata lo qce se tenia quc dar a1 Gobierno nacional . Tal fu6 el fin de esta Icgislatura, quc funcim0 durante ocho mescs cntcros, 1e;islZtura que liabienclo sido convocada para rednctar una Constitucio!i, no hizo otrn cosa que empiear cl ticmpo lastimosamente en todo aquello que no era de su competencia [ 1). Si las prin?eras sesiones, cefiidas a1 verdadero punto de la discusion, fueron, no solamente tranquilas, sino tamhim de una dignidad constante y continunda y lograron inspirar una confianza de que no gozaron 10s dos anteriorcs Coiigresos, seguramente no sucedici lo mismo cuando la rc flcsion vino ri haccr comprenrler la imposibilidad de llevar a1 terreno de In prkctica tan bella teoria ; y dcsde aquel moinento todos 10s partidos se entregaron 5 suposiciones injuriosas 6 insultantes, ri apbstrofes csngerados, virulentos y ridiculos, unos esaltanclo el fedcralisnio hasta las nubes y Ilcvrindole liasta el dclirio, otros deni-


70 IIISTORIA DE CHILE. grtindolc con 1~ misma cnergin, dcsprecihndolc y arrasirknclolc por el PUCIO, y dnndo mhrgen dc cstc moclo 5 ncaloradns discusiones, que abswvian todo el ticmpo de ]as scsiones con menoscabo de lo:: intercses piiblicos, dc 10s cuales el ConSrcso lenin obligncion de ocuparse. Por la usilrpncion auiorjlaria de Csie sobre cl Poder Ejecutivo, hnbia llegado abl.ogarse una gran p u t e del Adminisirativo, de suerle quc la Presidencin era ya mas bien honor’fica que efectiva, y mas transigia que gobernnba. Que rcpiiblicas diferentes en :eyes y en coctumbrcs traten de ligarse por medio de un pact0 federal para llegnr c m la asociacion de fucrzas 5 formar una nacionaliclad rims vigorosa, mas apta y c a p dc defender su dignidad y SIJS intercses, es indudablemente una wntaja de la mayor considerncion 6 importancia ; pero querer separar, merced ii unit idea te6rica y dc ciega imitacion, lo que estaba bien unido. era tainbicn, indudablemente, i r hasta renunciar R sus propins fiicrzas y ri sus costumhres, llevando la desorganizacio:i A un pais sometido Run ri sus antiguos y arraigados usos tradicionnles. Aunque surii6ramos que aque!las pequeiias repiihlicns hubicrnn p ~ d i d o constituirsc sometihdose 5 una Constitricion gcneral, siempre cspnesta :I ser interprctadn d.e U ~ maR ncra arbitraria y sujeta ,ipcrcler fhcilmente el equilibrio, jqui6n hubicrn podido imi)cdirles e! cainbiar h modificar d su p s l o sus lcycs, sus trnindos dc ccmercio y h a s h su mismo regimen, separkndose asi moralniente y de hecho de sus vccinos y dando lugar ri disensiones en todo tiem110 desagradab!cs por Ins consecucncias quc consigo tracn? A cnusn dc la espoiitaneidad y el entusiasmo con que cstc principio !inbia sido adoptadc a1 abrirse las se-


71 Fioms, no hay dudn que uii espiritu inenos abwliito y tmns ilustrntlo accrca cle Ins necesiclndcs dcl inomciito, hnbrin poditlo aprovechar muy bien tan escelentes c i r c u n s h GAPI’TULO LSSSII

cins para aumcntar el ]ioder municipal, siguiendo una lfia en su Constitucion t o tiempo mayor libertact a 13sprovincias en 13 direccion de sus asuntos especialcs, por niedio de asambleas sometidas, no Alas leycs parcialcs, sino ccncralcs v uniformes. .!que1 era el verd: se podia haber alcnnzado esa dc ! que las proviiicias aspiraban, aescontentas a e vcr h la de Santiago nbsorviendo por si sola todos 10s capitales, toda la iiitcligencia, toda In actividad y el comercio entero clel pais. Dcsgracindnmentc nquel sistema tan perturbador, nqucllns lcyes sueltas sin p l n n ni concicrto y la fnlta de esn rcciprocidnd con que clebian apoyarse unas 6 otras las provincins, hnbian desorganizado el pais y despertado con escesivo vigor las mezquinas pasiones, precipitknclolas en un dkdalo dc parecercs y opinioncs tan diversas corn0 incoherentes y confusas. Todos 10s pxrticlos sc hnllabxn sublcvados, y cada, cual EC nprestnbn y sc lnnznba k In lid precedido de una bnndern provocndora. Los Estanqucros, con pretensiones absolutns ; 10s PclIiconcs, con sus privilegim, su desden por lo presente y SII nfecto h&ciniinn organizacion mixtn fundnda F O I I I ~ lo pasndo ; 10s “3’higginistas, pucstos sicinpre 10s ojos en SU g h i o snlvador ; I;JS Pipiolcs, llenos del mils jasto eiicono por 10s cs:c:-sos tic que li,abinn sido tristcs victimns ; y en fin, 10s dcmOcrftns, conipuestos de uiin juvcntni: bidlicicm, activa, in-!:, :ncientc, el corazoii rebosando en h c n a s intencioncs, pcro dcmaainii:, imprcvisor p u n no dcjnrsc cnpfi3r por


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HISTOEX.\ DE CIII1,E.

noblc geiierosidad y sus ardientes ilusiones. Hi: aqui las opiniones mas coniradictorias que el federnlisino tcnia que conibatir y vencer; y si algunas de ellas vinieron ri formar entre sus filas, el rcsto cran tin teniible cnemigo, vigoroso, tennz y que, sin trcgua ni descnnso, trabajaba por destruirlo. Por lo demhs, y ri pesar de su caida, cl sistema federal h n dejado en pos dc si girmenes fecundos de libertad, quc no han sido totalmciite iniitiles ; y las ideas emitidas en cl curso de tn!i turbulent0 Congreso sirvieron de algo para aquellos que iban h reemplaznrle. En aquel tiempo, en que reinaba una especie de fanatismo politico, las discusiones violentas servian de leccion para 10s que hasta entonces no habian tenido otro idolo que la ficcion, 6 ignoraban todavia, b por lo menos, no conocian bastante bien 10s espedientes de la t5ctica pnrlamentaria. La vida politica no se desarrolla sin0 por medio de la lucha, sin0 por medio del antagonism0 ; porque el ejcrcicio robustece y fortifica moral y matcrialmente; y el periodisno contribayb de uii modo podcroso, con el vuelo seguro que acababa de tomar, a1 impulso 7 movimiento de las ideas. Infante mismo no desdefio este g h r o de enseilanza, y se hizo periodista. Aunque poco tiempo dcspues vino h ser el unico p.tleta del sistema federal, lo defendi6 siempre con el mayor entusinsmo, energh y conviction en su diario tito!ado fl/ ",rkdivinno federcrl, haciendo 10 propio par las garantins dc todas las libertades piiblicas. Con este fin, y para bcber su inspiracion en las idens de 10s IiLrcs-pensadoITS tenin cnnstantenientc sobre su escritorio dos estiitnw pcqtmins dc sus idolos 1:rcdilcctos Rouseau y Yollaire. I) Scmejante defensn, hcchn con tan to yigor conio tcnncidnd. iba 5 szr cl objcto de 10safanes y dcsvelosdc todasu vidn. SQ

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C AP IT ULO TAX S I I f

Frrirc rcnuncin iIn prrsidcncin.-I). E. 21. Pinto nccpln r s t c :ilto pursto, dcspurs de hnberlo rrhiis:ttlo.-~stntlo t1i.l pais cti arpelloc momcntos. - Dcsmor:ilizncion c11 Ins tliferrntcs clascs soci:llrs. - Grniitlc~s iiiundaciones p r s t r q o s quc ocnsioiinn.--Drsbrtlcii cti Ins idrns politicas.-Dc Ins p:irtidos p tlc siis tc~ndcncins.--Dcl pcriotlismo. -!jus nbusos y sii ospiritu cnlumnindor.-Sr picnsn restriiigir Ins libertndcs dc In prensn.

El Congreso que acabaha de ser disuelto, Ilevaba consigo la humillacion de no haber podido sancionar la Constitucion, para lo cual fu6 convocado, mientras e1 pais aguardaha con impaciencia, creyendo salir del estad0 de arhitrariedad en que se encontraba hacin tres alios. La lcntitud que sus miembros emplearon en 10s trabajos y la escasn utilidad de estos eran otros de 10s niayores objetos de censura. Atribuiase el mal a1 esceso de facultades que se habian abrogado B cspensns del Poder Ejecutivo ;y, en efecto, estc Congreso Iiabia casi Ilegndo ri ser Crierpo Legislntivo y administrative al mismo tiem p 0. Ninguno se ofendi6 mas que Freire de esta conducta i r r e p l a r 6 ilegal. Sin embargo, 61 se habia espuesto h arriesgnr las consecuencias, ri aceptar atribiiciones altamente restrictivas 6 impDtentcs poco despues de su nueva elevacion h la Presidencia de la Rcpiiblica. En aque110s momentos de gignntescn lucha en que todas las pasioiics sc ngriaban y convertinn en enconados cjdios, su iuiico pensamiento fni: el de presentme como prin-


74 IIISTORIA DE CHILE. cipio niodcrndor, para llegnr 11 poner dc ncucrdo h 10s difcrcntes partidos, sin oculmrsc nbsolutnincnic dc 13s relacioncs cpc dcbian cxistir en trc su podcr y el de In IcgisM u m , hnll,inrlose, cud sc hallabn, decidido ri renunciar tan pronto coin0 In tormenta hubiese pasado. A pesar dc toda la imparcialidad qae pretendio guardar y observnr en sgs actos, sus instiiitos y SII conciencia gravitaban h,icia el Gobierno unitario, y por consiguiente, hhcia e! lndo de 10s Pelucones, entonccs unidos h 10s Estanqueros nicnos por simpatias que con el fin de duplicar six fuerza.; contra el sisteina fec?eral, objcto de siis mlrltws y s9stenidos atnques. Sernejantc teiidcncia de pxrt e del Prcsidcntc 1inbin:desagradnclo muchisii:>o 6. 10s federales, en aquella Epoca bastante podcrosos nun cn la Chmara. En su inquietud le suscihban cstos y oponinn toda clnse de obstkculos, encadenando si1 autoridad : usurpando dc dia en dia algunos de sus imprescripti511?s derechos, tal y conforme sc -.c -: ,. uu A n1 1 .-e I I ~ LLL u ~ ~ u I 1 c L I I I i l t cLIILc; habin verificndo bqjo !a ~ , WA ~ U:..: Blanco y de Giz,tguin.e. Con tan irregularcs procedercs, 1s inision dcl ?ocler Ejecutivo llcg0 A hncersc i1iso;Jortnble, casi unit entera negncion, con la c u d rrn !ionibrc dc delicadezn y ?e corazon no podin de manera :dg7112 conformarse. Si el nlmn :ionrnda de Prcire se dcjabn intiinidar por 10s nctos bnsiorclos de su s cnemigos en I A C;imara, 110 . . amitccia I O il1iSino 3x1 si1 ministro Qon ?~lnnur:!Gnndadlns, ii, quicn 103 obstriculos y contradicciwcs no logrnb,zn ofciiclcr ni alterar. De geiiio ardiente, firme y dcciC:.icio, oponiir: ii wces una resistencin inflcsiblc 6 Ins dcterminacioncs del Co:yycso, cpriciido ante t9ch dnr fucrza y robwtez B ia au\oi%hd y sostcncr iiich!aincs l x s.3

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CAPI’TULO

rxxmi.

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prcrogativas qnc IC cran dchidns. Pronto PC IC ofrecib nnn ocasion de dnr pruebas dc si1 cn6rgico cnrkctcr, cunndo su rival D. J. 91. Infante o h h r o c!c la Chmara un voto dc acrrsacion contra el ministro, con motivo de creerle punibln, por iqfraccion hecha 5 las Icyes. Presentbse 61 mismo como defensor de SLI causa, y supo sostcncrla con una pausa que no IC era peculiar, pero con el vigor y clignidad de nn h5bil legista, logrando arrastrar fAcilmentc en favor suyo In opinion dc la Ctimara. Con ese espiritu de antagonismo, que cada dia se tornaba mas irritante, no ern fkcil que Freire pudiern per-maiicccr rnucho tiempo en el paesto que ocupnba. Fatigado por una situacion tan amhigua, tan indizna de SII alta personalidnd, dccidibse por fin :i rennnciar por segunda vez k In honorifics maqistratura que su patriotism0 pndo iinicamentc 1;aberle hecho aceptar. El 3 de mayo, mes y medio antes de la clausura del Congreso, envi6 sii rwuncia, que dicho cucrpo nceptti, ri causa dc! In influencia que 10s Pc!ncones e,jcrcian cn dl con perjuicio de! sistcma federal, sistema que muchos de sus miernbros seguian sieinprc mirando como la sola forma de gobierno capm de consolidar la revolucion y, por lo mimo, dc constituir cl p i s . El T5ce-?residmtc Pinto, quien !a ley llainabn k ocupnr la vacantc, se cuidaba muy : J O C ~ de poncrse A la cabsza dc unn, administracioii qiic ofrccia cad% vez inns dificultades, y lo cual no habia pvdido h i r e dominar ni apnciignar con todo su prcstigio y sanns intcnciones. Su rcspncsta ri 13 escitncioii dc la Ctimnrn coil tal motivo no fiih otrn quc ci rcchnzo !nnc ‘iiicero :J solcmnc, cosa clue oblig6 nl C c ~ ~ y w ;i o relrp .,t.Irse dc s u adinision rc’ntivn ti In rcnmcia cic Prcirc, rogaiido dstc quc con-


cmx. servasc) provisionalmente el poder ; y procurando convencxle de quc la situncion del p i s exigia de 61 aun este sublime sacrificio. En cl oficio que le fu6 dirigido se le daba cl tratnmiento v litrilo de Presidcnte; per0 Freirc ni siquicra se dign6 abrirlo, toda vez que SLI dimision sc halkba ya aceptada. 1-11devolverlo, miter6 su firmc d invaridie resolucion de retirsrse 5 la vida privada. En tan grave conflicto, no encontrnron otro recurso 10s miembros del Congreso sin0 el de obligar ri Pinto & que aceptase aquel di ficil y espinoso cargo. Persuadidos de que su conducta respecto al Presidentc era y no otrn la causa de semejante repugnancia, prometieron ci Pinto que se le quitarian todos 10s obstdculos que pudieran oponerse la marcha de su Gobierno. Bajo esta condicion, que desde luego hacia del poder una autoridad, y no un simple adorno, Piiito acept6 la dificil carga, y el IS de mnyo de 1827 se presentaba en la Chmara para prestar el jurame!ito que las leyes le imponian. En tales momentos Chile se encontraba 6, me.jor dicho, Chile atravesaba la situacion mas critica; sin Constitucion, sin programa alguno de principios, y relajadn la fuerza moral de Ins lcyes y de la autoridad. La anarquia, ese espantoso rcino de Ins Yoluntades turbulentas, dominaba por todas partes, tanto en las provincins coim en la capital, lo misnio en 10s hechos que en Ias ideas. Sucedinse una reaccion 5 otra, y la sociedad habia caido cn ese mnrasmo moral que viene A terminar por la extincion de todo sentimicnto noble y generoso, y de esas chispas d e gcnio que circuntancias mas favorables hubieran seguramente logrndo desarrollar. Diriase que 10s hnbitantes habinn perdido en costumbres lo que habinn gmado en ilustracion; y que la libertad, adquirida h 76

HISTORIA DE


CAPI'TULO LSXSIII.

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costa de tantos y tan grandes sacrificios, no liabia producido sin0 consejeros llerios de odio y de venganza, sobrescitados por las pasiones violentas y brutales, en medio de las cuales se agitaban 10s partidos politicos. Ignorando, 6 mas bien negindose h creer que la tranquilidad y el progreso del pais exigian el concurso de todos sus actos y la abnegacion y sacrificio de todo inter& personal, no se pensaba gene'ra!mente sino en su propio egoismo, 6 en bosquejar formas de Gobierno, dementados eiigendros de eu estraviada y presuiituosa imaginacion. Con una politica tan desarreglada, 110 era posible que el espiritu vertiginoso dejara de llevar sus espantosos y perturbadores estragos a1 6rden y In armouia, sin 10s cuales es imposible toda sociedad. La desmoralizacion Iiabia, en efecto, Ilegado 6 ser casi general, y apenas ee podia encontrar un solo cmpleado que inspirase confianza. Privados hncia largo tiempo de una pnrtc dc sus sueldos, se di6 entrada li la corrupcion en cnsi todos 10s ramos de la administracion ; en la de nduanas, muy particularmente, el contrabando habia Ilegado B ser una verdadera profesion. Los peribdicos se ocupaban de ello con tal conviccion y tanta acritud, que mas tarde el Gobierno se vi6 en la triste necesidad de decrctar que todo empleado piiblico que fuese atacado en 10s actos de su empleo, estaba obligsdo A denunciar a1 fau'or del delito ante el jurado de la prensa, bajo pena de ser destituido si asi no lo hiciere. En el pueblo, la desmoralizacion habia degenerado en crimen, no 5610 como otras veces entre las clases bajas, sino tambicn entre la clase media dc la sociednd. Los asesinatos se multiplicaban de una niancra cspantosa, alentados 10s nscsinos por la rareza dc castjgos


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IIlSTORIh DE CHILE.

recios y cjemplarcs. No habia fiesta rcligiosn: carrera 6 cnrnmada en que 10s concurrentes, sieinpre armados de navajas, garrotes, cscarcelas, holaa tabaquern con picdra en el fondo, eic., no provocaran un conflicto, y quc no resultasen hombres muerlos, sen por riiias, sea por robos, y sin que a1 siguiente dia 10s cadhvercs fuesen espueslcs a1 piiblico, delante de las puertas de la cLircel, con una tam c,o!ocada a1 Iado de la heridc? para recojer la limosna que 10s trnnseuntes quisieran ecliar, y cuyn cantidad pocas veces llegaba entera {I manos de 10s parientes de las victinias. En Santiago y scs alrcdedores se contsban mas de 500 asesinntos por aiio; 5 7 lo que venia ci hacer mzs deplordiles toctavia tan bhrbaros atentados, era que, por efecto de un cspiritu evangklico mal entcndido, Ins pcrsonns n i x influyentes se aprescraban B ir en Folicitud del indulto 11a-a el ascsino aleyoso, impunidad quc, unida B In g r m facilidacl que 10s criinindcs tcnian para f i i ~ a r s cde las mal guardadas prisiones, 10s llcrabn B continups reincidcncias, sino ibai1 fi cnyosar las h i d a s de Pincheira, ocupadas sicinpre por desgracin en dcvastar las provincias del Sud. Las ckrceles mal construidas, peor ventiladas y sucias, sc ofrccian mas bicn como m a s dc venganza y de expiacion dcstinatdas ri scrvir de terror A 10s criminnles, que no carno niedios curatives propios p x a reforinrtr su moral, traykndolos al carnino de l%sideas dc 6rdcn y de moralichcl. Tan desc!iid::das se lin!lnh~n cn !as pro\+ cia$ quc h veces las mujeres vivinn a!!i niczclndas coil 10s hombres ; 17 habia inuchos piintos dondc no existian scinej:tntcs cstablcci~nicntos,en c ~ y ocas9 !os jllc.ccs SUbnlternos se veiail obligados, 6 bien ri guardr.Li.los sus propias casas, b ii deiarlos durante ( i n espacio de ticmpo


CAPI'TUIA

LXXSIIZ.

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:Jaslanlc largo tortusados en el cepo, aun cuando no sc hallasen sin0 en el estado de simples detenidos. El Vice-

PresJdcnte, que algunas veces solia girar visita ,i las c6rceles de Santiago, se afligin much0 de scmejnnte inhuinnnidad. I-Iubiera deseado, es decir, hubiera querido que e! espiritu del Evangelio pudiesc penctrar en las cams de correccion, con el fin de tratar cle la rchabilitacion de aqucllos hombres, victimas en su mayor p a r k de una educacion negligente 6 descnidn '3. Per0 lo quc IC dabn inas cuidado, lo que le train preocupado estraordinariamente, cra el lamentable estado en que la administracior! de justicia se encontraba. No obstante la nueva y juiciosa organizacion dada por Eg:xin y en 10s tiempos clc Freire, es:a adrninistracion se hallaba siemprc marcadn y entorpecidn por innumernbles ahusos, no sblo de parte de la justicia, sino tambien de la de ciertas personas, hasta el punto de vcrsc ob!:'gados 10s jueces B cacia instante ii' presziitc)r 12 dimision dc su cargo. Pocas vcces, >- por casudidad, 10s tribwnles sc 'fiallaban servidos con el personal necesnrio. y 10ssuplentes cuidaban niuy poco de Ilenar sus dcbercs, porque el sueldo de que diefrutnban no consistin mas clue en el de 10s dexchos de nsesorin pagacios por 10s litigmtes, sicndo PU trabnjo gratuito rcspccto ii 10s pobrcs de solcnmic'ad y en las causas criminnlcs, como asi mismo cn las pertenccicntes al fisco. El cnjuicinmento, por su forma siemprc viciosa, crn perjuclicinl ri 10s acnsnclos clue venin1 B caer bajo In derwidencin arbitruin de 10s jueces, niuy tt menudo en discordh tlc opiniones accrcn clc la intcrpretacion del c6cligo pena!, compucsto c:c lcycs coinp1icad:is y cmtradictorias. Para organiznr y rcglaincn!nr cl tribiiinal de un modo inns convcnic:ilc,


so

E1ISTORI.i DE CIIILE.

el Vice-Presideme consult6 ti la Chinara o C6rte de Apelaciones, la cual. entre otras cosas, en su respuesta le decia : aQue las leyes debian ser mejor aplicadas, que era precis0 derogar la escepciori de embriaguez que una ley de Partida salva de la pena capital y abandonar el laberinto de leyes penalcs, adoptando el c6digo sancionado por la Conetitucion espaiiola de 1822, considerhndolo como el verdadero fruto de la filosofia, de la esperiencia y de las 1uces.n Aunque estc c6digo pudiera convenir, por s1; espiritu liberal y por la. semejanza de cariicter entre Chilenos y Espaiioles, sin embargo, D . J. Ramon Yiculia hizo aceptar la inocion en que proponia el ofrecimiento de un premio de 20,000 pesos a1 jurisconsulto, u Ins sociedades de abosados que redactasen uno, y al propio tiempo se nombr6 iina cornision de cinco entendidos legistns para que lo presentascn en el 16rmino de un afio. Trabajo tan pesado y de tamaiia importancis era sumamente dificil quc 10s laboriosos jurisconsul tos nombrados a1 efecto pudiesen darle cima en el plazo seiialado. Desde la espulsion del Obispo Rodriguez, la Iglesia de Chile se encontraba sumida en el dcs6rden y cnsi envuelta en un verdadero cisma. A su llegada 6 Acapulco, en tiso dc sus facaltades, este prelado habia cmstituido a1 prebendado D. J. 11. Eizaguirre como gobernador eclesihstico de la di6cesis; y el Gobierno, de acuerdo coli el cabildo, lo repeli6. Est0 fu6 bastante para que la confusion sobrevinim en 10s asuntos de la Iglesia y la alarma en el corazon de 10s fides. Algunos acataban y se somctian sin reserw algma Ci 13s prcscripciones del Gobiernu y del cabildo en cuestion ; pcro no pocos, mas timoratos, ocurrinii cn piiblico a1 Gobcrnador del cabildo


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CAP~TULO LXXXIII.

eclesihstico y privadamente lo hacian tambieii a1 prebendado Eyzaguirre, quien autorizaba y subsanaba 10s defectos de jurisdiccion del Vicario capitular, Ilegando est0 liasta el estreirio de no cperer 10s obispos de 10s paises Yecinos confcrir 6rdcnes sncras {I 10s don~iciliarios dc Chile, mientrns las dimisoriris no fuescii firrnndas por el Sr. Eyzaguirre. Una s-sludahle conticncla tuvo lugar mas tarde entre el cabildo eclesihstico y D. llnnuel Tic:iiia, quien con l~ vigorosa protection dcl Gobierno, llcgi, A venccr Kicilmente semejante resistcficia. Los militares, que iiasta acpelios ultimo.: tiempos habian sahido conservnr la diseiplina, csn grnn fuerza moral y material del cjbrcito, principinbnn d d:ir indicios de insubordinacion, principalincnte It causa de la privxion de su sueldo, y el dogma de la obcciicncia pasiva se enerwba cada vez mas con Ins pobladns. Si bien es vcrdad que las tropas 110 se mezclaban con 10s facciosos, dcjlibanse sin embargo arrastxr con hnstnnte facilidad por la seduccion revolucionaria de algunos de sus jefes ; el soborno cstaha li la cjrden del dia. Los actos sediciosos B 10s cuales el ejdrcito acababa de cntresarsc dcjaban cntrever clnramente que si todos sus atr:teos EO le e r m pngaclos con religiosidad, y si se permaiiecin mas tiempo indiferente d la miseria que desde ixuy nntiguo venia sqortando, no tendria cl nicnor cscriipulo en ponerse A sueldo de 10s partidos ci ,i la dieposicion de 10s jcjes ambiciosos, cpienes podrian gnnarle con clincro 6 por inedio de prornesas. La idea cquivocadtt dc descentralizacion, estendida por las provincias, liabia sobrecscitado lo.: liiiiiiios, Ilevancio asi 10s mas funestos cfectos h las adniiiiistraciones fiscales. Cada asamblen tenia la loca pretension dc yaeT. VIII.

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DE CHILE.

IIISTORI.\

rcr admiiiistrar y diFpoiier de las rentns de su respectiva provincia ; y como sus atribuciones estabnn ninl clcfiuidas, se abrogabnn 10s derechos de 10s intenclcntes, dnndo lugnr de este modo S discusiones inuy acalorndas, que a1 Gobierno no era dado impedir en todas ocasiones, porque la mayor parte de ellas encontraban apoyo en el Congreso. LRS eleccioiies popularcs habian hecho que el desirden l!egase h si1 colmo, favoreciciido li 10s ambiciosos, quienes empleaban todos 10s rnediosode intrisa, por mas detestables que faesen, con tal cle conseguir s’i objeto. Ta no se conocia el freno del respctuoso acataniieiito y urbana subordinxion para con las autoridades civiles y ecleeikticas ; y en algunas poblacioiies, tal como en San Pedro, en Navidad 17 en Illapcl, tuvieron lugar escenrts tuniul tuarias que hubieran poclido tener 10s mas fiiimtos resultados. 121 Vicario capitular D. Ignacio Cienfiiegos, que tanto habin contrib:iiclo ti la sancion de la ley relatin L las clcccioiies de diputados, de tal Inanera se horroriz6 por la violation y 10s nbusos introducidos en su observancia, que no putlo nicnos de apresurarse ri pcdir a1 Congrcso In rcvocase, dicihidolc : cuna triste espcrieneia me hn enscilado que, lcjos de producir bicnes, semcjantcs eleccioncs son el origcii dc 10s mayores desbrdenes, clivisiones y Gclios, que aument,iiidose sucesivaniente. acarrcarhn laruina de nuestra santa religion y auii del Estaclo. La riqueza p M i c n se encontraln en m a dcc?..deiicjn muy cercana de la miscria. KO liabin podido constituirx. durantc 10s tieirpos de I n colonimcion, 6poca e11 que no habia casi ni industria, ni conercio ; si 10s rebaiios de carneros, bueycs, caballos, etc. eran entonccs 1111merosisimos, Ins guerras de la Independencia 10s habinn ))


CAPI'TULO L S S S I I I .

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hecho desapnrecer casi por completo. La agriculturn sc encontrnha cn un estndo sumamente prcc:irio, sobre todo en las provincias del Sud, de continuo asoladas por el vanclalimo feroz cle las montoncrns de Pinclieira. En Ins dcnihs pi*oviiiciasse notaba en m:yor 6 menor ahandono, y por un ciiigulnr cfccto clc prcvencion contra Ins vinculncioncs, 10srcpublicancs nvanzridos i: triLiiian estc abatimicnto h 10s inayorazgos, cuarido sciio dcbian linbcrlo visto en la faltn dr, lirazos, cn la pcnurin de capitalcs y cn el mal estado de Ins vias de comunicacicn, geccrales y vcciii:'les, lo mal lincin niuy cos!cso y k vcces iniposible el trasporte dc lot; productos agricolas y cualqiiiern otra clase dc ilrodacciol:, impiaienclo nsi y oponihdosc a1 dcsarrollo moral J' material de in sociedad. La cnrrctcrn de Saiiti9gc ti T'a!paraiso, principal arteria dcl comcrcio interior, sc l l a l i ~ . ben ~ uii cstado tan lastimoso, ti pcss"r de 10s 20 [i 22,OO') pesos de rendiniiento cpc dcjabn a1 fizco, que 10s flctes (le niulas se pngaimn tres vcces mas cavos, y que 10s de carrcterzs, antes h 16 ps., costab 111 cntonces 47 1)s. El tiempo que empleaban en ! m e r este via,\ccrn de 5 ti G vcces superior a1 que debian gnstar, y h causa de ios profa~itlos carriles 6 baclies clue con el nbnndono aumentaban d e din en dia, 10s carruqjes es!abnn :Iijctos frecuentes roturns y otros con:raticinpos. A C O I I S C C U C ~ ~del C ~ ~ilia1 cstado de 10s cnminos, cl comercio iiitcrior cnrccin dc desarrollo, y adenihs, se hal l a h ahogndo por i c y s contrnclictorias, por la inobscrvancin del cOdiSo y por cl i s o 6e admitir apelacioncs dcl mandato clc cjccucioii, pudicndo ei dcudor eludir el embargo y Iincer que el proccso sc prolongara en perjuicio de! acreedor. Asi es que las deudas a incnudo


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HISTORI.1 DE C€III,E.

eran pagadas h S I I plazo, y la responsabilidad manconiunacla era ya totalmente desconocida, porque para snlvarla se apelaba ti 10s iictbilitnclorcs, de i n d o que cii 1111;’\ quiebrn 10s iiiteresados no teninn accion alguna. El coniercio esterior, B pesar del I O por 100 de rcba,ja con cpc sc le habia favorccido, disminuia cada w z inas, A causa de la gran cantidac! de rr~c;’car~cins que li&ian sido introducidas; fiasta el cabotage se hacia por buques estranjeros por carecer 10s Chilenos de capitales para con:prar cj lincer construir 10s iiecesarios en sus propios ast il leros. A todo este malestar, ya muy alarniante, del c u d llegabn h resenlirse tmbien la industria tni:iern, no obstnntc el reciente estnblccimiento de Ias compafiias esplotadoras, pronto vino h juntarse otro, hayto fatal, que 11ev6 la ruiria a1 seiio de un crecido niiiixro de fnniil ias. En 10s iiltimos dias del mes de mayo, un temporal, como jnmks se habia conocido, vino descncadenarse en In proviiicia de Santiago y Ilevi, ei cstrngo y la desolacion lo misnio A 10s campos que t‘~Ias poblacioncs. El rio AIapocho, durante varios dias, estuvo coiivertido cn u n vasto mar, c u p s aguas se precipitaban con mas rapidcz que las de un torrciitc. Gracias nl tajamar Santiago se vi6 preservado de una ruina total, pero la Cafiadilla fiik invadida por las nguas que se llevaron muclins casas, chozas y rnolinos, con una gran cmtidad de trigo y de harina en ellos existente. Nunicrosas fueron las victimas ocasionachs por esta calarnidad, y inas de 1,:io0 prsol;as quedaron sumidas en I” miseria, sin asjlo y sin rccursos, eiencio recogidas por la car;’d:td pitblica, y niuy particularmente PO!. I os conveiitos de Sa13 Pablo, San ti0


C.\PITULO LSSSIII.

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Agustin, etc. En la Chimba, donde 10s estragos fueron estraordinarios, la Recoleta dominica amparb k ims de doscientas. En 10s alrededores dc la capital, 10s dahos no fueroii menos espantosos. Rancagua sufri6 perdidas inmensns; en Renca no qued6 en pi6 otra cosa sino la iglesia; en Colina, lus habitantes se vieron obligados A subir ri las cimas dc Ius cerros para sdvarse, y en Trxlparaiso, adem6s de la x i n a de 130 edificios: hub0 que lainentar la muerte de muchw gentes y la p6rdidn de varios liuqucs con todo su cargamento. Como siempre, In caridad del puchlo chileno se apresur0 6 acudir en socorro de 10s desgraciados. La Sociedad Fil ar in 0n i ca, e 1 Text r 0, susc ri ci o i ies o fi ci a1cs y part i cularcs, todo se pus0 cn juego para proporcionnr recnrsns con que poder atender k alimentar y vestir ri 10s aflijidos; y despucs se les prapuso fuesen habitar la nueva poblacion de Snn Bernardo, en dondc se les darin terrenos, herramientas, un sacerdote, un maestro de escuela para 10s dos S ~ X O Sy 10s viveres necesarios h la subsistencia por espacio de u n aiio. Las phrdidas ocnsionadas por aquel terrible azote se contaban por millones de pesos ; pero no fueron esclilsivas de la provincia de Santiago. Segun uiia informncion mandada hacer por el Gobierno, pronto se trivo conocimiento de qiie otras hrtbian sido tambicn bastnnte castigatlas por el tznlporal ;9 entre sss ciudndes, con eqxcia!idad la cle Cccluimbo, cuyos perjuicios se estirnaron en mas de 500,OGO pcsos. Tan dcsastrosa calamidacl lleg6 precisamentc en unos moinentss en que la 1iaciei:dn publica sc cncontrabn cii un estado de ruina inas inminente clue numa: el presu-


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IIISTORIA DE CHILE.

puesto siempre en descnbierto, 10s empleados y el ej6rcito mal pagados, e! Gobierno sin crddito. obligado h celebrar cmtrntns esccsiva mente oiicrosns p n r , ~obteiier dinero, y cnrgado 0, mas bien, agc;biado por m a deuds cnome, si se aticncle ti las circ~~nstnncins del pais, en aqiiel ticnipo. Lo que ~ n n sprcocupabx, sobrc todo, el rinimo dc Ins gentes honradns y bien intei~cionaclns, era !a clcudx in:lmn. Dexle hncia algunos aiios, no se pngnllnn ya 10s dividcnrlos, y 10s accionistas sin cesar se !iresentxliali rcclamknd,)los c3n tono incolente y en estremo de~fLivorni)lc a1 honor de una Repitblica, c p e hasta nlli habix sido la que p z a r n del mcjor crkdito, cosa que el grnn patriotismo dcl pueblo cliilcno hubiera deseado reconquistnr. Pcro ecto no podia realizarse sin0 con tin Gobicrno estahlc; y i. ccimo alcanznrlg, en mcdio de las diTerms ideas (;!le i n snarquin engendraba mantenian la cnvidia, Ins esperanzns frurtradas y no p o c x vcccs Ins mas frivolas ilusionr3s? S o hay duda que el cnmbio radical de una forinn politica arrnipdn de:de hacin trcs siglos 110 poriia operarse sino i'i trnvks de hondas pertorbaciones y graves descalalJros; pcro lo qiie inn5 contribuiz h pro1oi:gnr In mala situacion de Ins cosas, era el cstado de intcrinidnd cn que se liallnba el Gohirrno, ocasionando la pcrplejidacl In dudn, F i n que nadie nlcauznsc 6, saber c u d ern el pnnto donde SII conviccion debis dctenerse, y cn~cndrancloCFC ciego amor propio de la opinio!i particular q'ic todos cprini: hnccr prevnlccer, considerhndcln coni0 la nicjor y conio Iniinicn que podia tracr 5 10s pncblos I n edad d z or0 politicn, sriciio de aqiieIIos ilusos !oda vez que no cra el rnczquino iIitcr6s quicn 10s hacia obrar, sin0 la exallacion del sentimiento pntricitico. En semejante cstado de cosas, dos elementos esclusivos 1.7


87 y hostiles se encontraban frente 5 frente uno de otro ; e elemento reformista y el elemento conservador. Este segundo, victima de una accion disolvente, pero todavia l~aatnntepodcroso; el primcro, aun en la infancia, lleno de shvia y de energia, pcro desgraciadamente domiriado p u r la irrcflexion ; el uno queriendo llevar B cibo la reforma con cierta lentitud, con precaucion previsora y sin alucinamicnto ni ngitacion; el otro cediendo 5, su impacicncia para cnmbiarlo todo en un dia J' trnstornarlo todo, sin ocuparse cn cstudiar las rclacioncs que existen entre 105 interests, 13s pasiones, las ideas y 13,s costumbres de quc sc coinpone In vida dc un pueblo. En este nntagonismo csistinn diverso? maticcs de opinion, formando cada uno un ccntro especial de accion, hkcia el c u d converginn, dnndo orijcn i'~ otros tantos partidos, que nnturalixcnte nbrignbnn In pretension dc dar cl inovimiento y no de rccibirlc. Corno signo de distincion, rccihisn 6 totoniabnn c:)itctos quc teninn In virtacl dn producir cfectos prodigiosos sobrc Ins masas populares, CIW con frecuencia no Ilegabnn {L comprcnder s ! vcrJadern ~ significncion. Entre e s t x pnrtidos se contnban : Los lihernkr, compnc~tode rcpublicanos nvnnzados A quisncs se uninn :nuchas jtivenes que, ccdicndo ti su espnnsivn scnsibilidncl, compnrtian con ellos ell sus actos una fait? hija dc sus pocos aiios, cs decir, la irreflexiva aclivid:td, el vchcmctite deseo del p r o g c s o y In imprevisorn iniitacicn de 10s pa.iscs muy cirilizndos y de USOS y costumbreq cntcrnmcntc distintns. Si cn su prccipitacia m a r c h no conscguiaii fijar nada, a1 menos poseian la ventaja dc venir i'i ensnnchnr las vias 6 sus maestros, n u menos imprudcnles en querer a!iticiparse a1 siglo en s w reformas soci2les. Pczrn ellos, la democracia ern el simC A P ~ T U L O LXXXIII.


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HISTORI.1 DE CHILE.

bolo providencial de la humanidad, la perfeccion politics de todo Gobierno ; y sin cuidarse de 10s medios, querian alcanzar el objeto de sus sueiios, a1 cuad ardientemente aspiraban, sin temer las asonadas y motines que la turbulenta condicion de esta doctrina engendra casi siempre. Fascinacios por la palabrn miigica Libertntl, criyo verdadero \lalor aun no Ics era dado estimar, pretendian eniancipar el carjcter chileno de c w i t o elios llamaban preocupaciones ,v supersticion, predicando In tolerancia religioss y estigmatizando !a influencia de la posicion y In riquezn, y hash la dz aquella aristocracia abolida liacia algunos aiios. Xntural es de 10s gobiernos populares en vias de crencion el adoptar Ins innovaciones inas violentas ; y bajo este punto de vista, 10s /ibcraZes, con su vdrtigo de progreso, cran 10s verdadcros repremitantes de esta 6poca de demolicion, comprometiendo el porvenir a1 romper enteramente con lo pasado. A estos liberales se reunieron desde luego 10s .T?sfni2queros, quienes despues se pasaron i 10s Pel~~cones, tomaiido entonces el nombre de popuZmx. Estc partido, personificado por D. Diego Portales, hombre de gran carticter, se alzb mas que todo para conibatir ii la camarilla del Presidente Pinto. Componiase 6sta de personas entre quienes se encontraban algunas que hahiail perknecido & acpella adtninistracion infructifera, y q x , 5 SIJ mucha audacia, reunian una Iiabilidad extraordinaria, un buen fondo de prudencia y sagacidad, y una grande y activa influencia cerca de 10s niiinerosos subslternos por ellos empleados en su empresa. Bastante menos democriticos que conservadores, lo mismo que 10s Pelucones, teriian el buen sentido de las COSIS posibles y la


CAP~TIITLOLXXXIII.

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capacidad suficiente para no atacar a1 clero regular y secular 6 la sazon muy influyente aun, y hash cl valor de sostenerlo contra sus propias ideas en alto grado avanzadas. Jlerced h u n 8 grande actividad y 5 una fuerza enhrgica que compensaban algo In escasez de su niimero, cada dia ganaban nuevo terreno ; y si en el moinento de su aparicion se habian presentado como unos atuxiliarcs de 10s Pelucones en defensa de la centralizacion, pidienclo para el jefe del Estado poderes mas hmplios y mas respetados, iinicos incdios de 11acer la Conetitucion y el Gobierno inns duraderos, poco tardaron en dominarlos con el militarisrno y en llevarlos tras si’, allanando un terreno del cua! debian mas tarde hacersc duciios. Los Pelzrcones constitninn el vcrclitdero partido conservador, el partido dc 10s aristficratas, entre 10s cuales figuraba como afiliado el de 10s moderados, quienes no torriaban parte alguna en !os acon tecimientos. Hombres inffuyentes por su posicion y su fortuna, habian impreso con una grande abnegation el primer movimicnto ,i la rcvolucion nacional, y hubieran querido clirigirla hasta el fin, con calma y seguridad, 6 la luz de la espcriencia, para alcanzitr el objeto que tQdo el niundo deseabn. Semejante prudencia, ariimada dc un cierio respeto por lo pasado, y sdemhs por un espiritu nltamente religioso, estaba muy lejos de satisfacer la intransigentc impaciencia de 10s fogsos republicanos, anhelantes de llegar pronto 6 una perfeccion relativa 6 ililsoria, y llenos dcl i’uego destructor para demoler el viejo edificio social y reco nstruirlo todo de nuevo, queriendo borrar el nombre ~spafiolh a s h de su memoria, porque les recordaba una 6poca fatal de servidunibre y deshonor. Por mas popular


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IIISTORIA DE CIIILE.

que filera entonces estn idea estrema, 10s conservadores no podinn nccptnrla, pcnsnnclo, con mucho joicio, que 1% cducncion piiblicn todnvin no sc l i n l l a l ~ nsuficiente mente ndclniitnd I para tan sii5itns C O ~ Orn4icale; refor~ i i n c ,y que dc prncticnrlo nsi, se coiidacia 1n liba-tad a1 cRos y tal vcz s i perdieion, pretcndiendo hascrlc! adqriirir aqncl grnrin de iiindurez deninsindo precoz. Por otrn parte: comr, aprdvxlindos discipulos de in espericncin y de !os afios. pits cii gencrnl todos frisxbw en lxcdnd en quc In nctividnd sc estncionn y en qnc las rei?cioncc. 6c f,iinilia c-tkn bicn nscutndils, ern natural que aspirascn il 13?vcl~nr 11;icin cl porvcnir con pnso 1cnta y sin ambicionsr lo dcsconocido, cn opo‘icion manifiesta con lo que qnerixn 10s j6rcncs que, librcs y sicmpre incliilados nl tainulto, se cntrcgzbnn locnnicntc: nl movimiento prqpio c l si1 ~ 113Lwnlczn poco c~pcrimentada,caycndo nsi cti el e;trcni?so libcrnlisiiio c:uc Innto por ined i o (1s s i i cwitoq coma con FUS acto< soctcninii. Por ccta razon 10s r)cIuco:i+?s cran ntacndos vigorosamcnte 110’ tor?os 10s pnlridas csnltnclos, quienes 10s acwaban de rcpnblicnnor: ntrasaclo~,r l dcstructores ~ rlc Ias libcrtadcs piililicns. y hnstn crnn trntndos coino o;oist:w, fanciticos, nrietGcrntnq, y In que es mnc, grnve aun, dc mon hr q (1 i cos. E1 nnrtido de lo< I l o n c i ~ y i i c o cdr, txbn, del aiio 11 s 15, +oca. 1 7 0 obstante cn que Fcr1i;inrlo YJJ, de vrieltn (i Esp ~ f i ? iniugnrnlin , el Goliicrno mas a1i:oliito y ma5 c w i h s dominnntc.: cn Am6:.icn. I<nfonccs se form6 CII Buenos--iircs iinz IrjTia C O ~ I I ~ I I C dc ~ . ~ I~omlires ~, cniinen tes que clc~cnbnncntrcgnr todos nq~icllosT’ireinato? ,iprincipcs curopeos; y 10s priucipnlcs jcjes d c esta idea eran Pui yrredon, Rivadavin, Almtcagudo. Q’hig-

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C A P ~ T U L OLXXSIII.

gins y, sobre todo, Snn RIartin, quien en tiempo de su protectorado en e! Peril habia enviado y a 6 su iniiiistro Don Garcia dcl KiQ, coil dircccion para Europa, pacando por Snnti*ipy T),Iiciios-Airr~,;i fin de tratar csta grave cnwtion. JInstn el mismo Eolivnr eiitr6 cii estas inirns ; pcro con In iiitciicinn, scgiin sr? decia, de conservar para 61 aqticlla coroii~.Su plnn de u i i Senado hercditnrio v Ins Coiistitucioiics quc ncnbnbx de dar li noli\ in, Pcrir y Colomhia, ciiyoi pividcntes dcbian de Fer nonibr~dos6 pcrp ct ni d~tl , cs d cc i r , y i t a1i ci os , p nreccn si1m i 11is t r ar r i ru 013n s ba st an t c sin t om ri Ii c i% d c scmrj an t e p ro ye c t 0 , p;ttrocInndo ndcmcis por I n STlitn, Alinnzi, mciwd ri algiiiios cmisarios snyos mnndn~losA vnrias comarcss de la Aintlrica. Estns solmanias hnbicrnn poditlo sin dnda nlguna establccersc cLiaiiclo, ~ C = . ~ I I CdeS In declnrncion de ind ep c n den cia d e 1os E * t nd o s - U n i tl os, 1ns n c o n P cjab a ilranda ri su Rcy cn bmeficio de 10s Priiicipcs dc FU fainitin, consejos qrxc hubicmi sido mucho mas oportunos todavia clespucs dc In rcyolucion frniiccsa, m m m tin1 de tantas idcas liberalcs y snbvcrsivns. TTacta sc hubiern podido cpiizlis 11,zccrlas aceptnr a1 principio del movimiento re\.olnciouario, 6pocn e+iqnc la rcvolucion acra toclavia d6hil v timida, falta de f6, de constnncia -y cle fuerzn moral para confesarlo clln inisma, temcrosa de rompcr abicrtauiciitc con lo pasado y de c a r p r con la rcsponsabi.ida4 de lo porwiirj) ( I ) . En aqliclln dpocn 10s itnitn9s sc encnntwbin cii dindrica Ilcrios n t i ~ i de rcspcto lihcia la AIngcstad rcnl ; la iiiitigen de s:i Eey brillnba todnvia con todo PII esplcndor, y en caso de una derrota, la I3paii-t hubiern podido ~ c por r iiieclio ( I ) P. Godor. Dinrio

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C1 lilirc cGrnrn,)) t. 11, pi..

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HISTORI.1 DE CHILE.

de sus delegados la imposibilidad de hacer frente 6 una insurreccioii que tan vasto campo tomaba, y mejor informada, habria podido conservnr su influencia politica y comercial sobre tan dilatados y ricos paises. Pero despues de las guerras brutales y sanguinari;.s de la indepenclencia, oste pensamiento era de todo pmito irrealizable. El insensato que hubiera sido bastante temerario para intcntar seniejarite cosa, cualquiera que fuese la nacion i que pertencciera, lo mismo que Itiirbide, habria pagado con su vid’a, tan necia como imprudente ambicion. T,sin embargo, mas bien por rccuerdo que por esperanza algiina, este partido contaba aun coli muchos de aquellos nionkrquicos predispuestos toiiiar parte en todas las convulsiones politicas, mos porquc la revolucion 10s habia lastimado en sus intereses, en su fortuna y sus empleoa ; otros, menos por coiiviccioii que por salir de un estado anhrquico que parecia tender ii perpetuarse. Por lo demas, el clero secular y regular, como tnrnbien la mayor parte de la nobleza, le hubieran prestado su auxilio, aquellos para defender y sa:var las temporalidades, y estos 10s mayorazgos y las sustituciones . Ei pais contaba, sobre 10s diclios, con otros varios partidos, tales C O D ~ O10s O’Hiqginistns, para quienes el fructuoso patriotism0 de O’Higgins conservaba aun un gran prestigio. Componiase de todos acluellos que no podian olvidnr las humillaciones que les habiaii sido inferidas dcspues de FU caids, y de otros grandes patriotas, tnles como Echeverria, Prieto, Basso, uno de 10s mas decididos, y sobre todo, su antiguo ministro Rodriguez, siempre aclivo en su propaganda, hash habian logrado que D. Pedro Urriola. se afiliase bajo su bandern. Los Pzpio-


93 Zos eran nn matiz liberal inenos avanzndo ; consideraban Pinto corn0 jcfe suyo y trabajaban incesantemente para ver si lograban llevarle a1 poder. Cuando EC snncioni, Ia Constitucion de 1 S2S, este partid9 torn6 el titulo de Consfitzlcimd, titulo que sus adversarios ie cambiaron coil el de Jlbiistei*i(i/,con inotivo de las forinid<\blesluchas promovidas despues de la proinulgacion de aquelln ley fundamental del Estado. Los ficlei~tles, partido poderoso, de grandc cspnnsion en el Congreso de IS;>& pero que fu6 debilitkndose poco :I poco. Los individuos qtie le formabnn eran Ilainados Espartnnoa, ii causa de In purezn cstGica de su apbstol D. J. )I. Infante, el Caton de Chile, scgun le apeilidab2.n. Como para todos 10s Repnblicanos cxaltndos el pasado no esistia, s610 contabai; u n presente que preteiidian dirigir ii favor de U:I principio, y e ni habin k g a d o :I la madurez, n:l tenia consistc!;cin alguna, coin0 acontece con todo aquello que es radical. A todos estos partidos venian L: mezclarse 1’ sentar piaza 10s descontei;tos. 5 quicnes el flujo y rellijjo d s las circunstailcias a n ojabiin y separabar, dcl podcr. Demasiado altivos para plegar 6 amqldar su conciencin :I las necesidades de su porvenir, atri~icIiertibansey se aferrnban en sus opiniones y mcijospreciaban i todcs estos Il’ejedores, hombres dc ideas volubize, sin opii:io:l bicn cicfinida, tan pronto afilindos k un partido co!no otro, segun soplase el viento de si1 conwniencia, J sicaprt: dispuestos ri ofreccr c o r o n ~ sy aplausos al vencedor y ti arrnstrar ski c a m z a triuufal. I1:n rnedio de tanto5 pnrtic!: 3 CO!NO obraban y $e rcpeiiaii y funcionaban en un d6dda de ideas j7 opinioncs encontradas, no es de estrailar quc se suscitaseii luchrts toCAP~TULO LSXXIII.


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HISTOR1 1 DE CHILE.

dos 10s dias y ti cndn iiioiiiciito, no para defender un principio Cj unn doctrinn, por mxs que 10s iiivocaseii d todo cveiito en siis actos, sino 12s iiins cle Ins veccs, para satisfacer In ainbicion y cl intcrds, y sobrl: todo, para coirlbntir 6 cicrta clnsc de Pipiolos q:ic 11 a b’ILL11 concliiido por hnccrsc odiosos 6 insoportables it 10s partidos coiitrarios. De aqui nncian facciolics nuiiicrosns, con sus febriles y dcsgnrrnclor,is pasioiies, que nl caho se convertian en Cjdio, aim i‘~despcclio d c 10s w’nculos ~iiassaiifos, 10s ~inculosde In f,iniilin. Por una fclil: d.sposicion dc los sentimicntos cl:ile:ios, csin clns? de luclia.; politicas todnvin 110 liabia Ilcgndo i‘t recil~irsu bnutismo clc sangre. Auiiqiie cl desbrdcn sc hnbiern hecho pernniiciite dey)ucs dc In cnidn dc O’liiggins, h coiisecucncia dc 10s violentos cambios rcrificndos en el podcr, no habin que Inmcntnr, ,sin cm!1~rgo,ninguno de csos dc5:graciados dcsbordninicntos que tanto afligxn Ins otras repitblicas herinanas. El mal 110 pwnba nuncn del simplc reernplazo de un Prcsidente, rcclnmndo Ias inns wets por meclio dc u n pronuncinr-uiento, 0 por las poblnclns 5 y hien fucm aci dcrribndo, 0 qnc voluntarictmcnte dimiiicrn del alto cargo qnc cjcrcin, el Grdcr! era rcstablecido en sequida y sc nombrnbn cyiicii sustitqesc a1 derrocndo jcr‘e, para 1ur;o x n i r &: scr blanco de Ius dem6s ambiciosos que ayirnlxm a1 niismo piicsto. A cscepcion dc IGS Pcluconcs, quc bnscal~nnel aislamiento, 1’ afect2bn:i vivir como Rpnrtxdos dc la, politica p:lpiinn!c, conicntcindosc con irab ijnr h In soinhrn, poniel.do ci1 jncga F U influciicia, l o clcn;5s ~ pnriiclos tgdos teninn sus cir;.aiios q{ic 10s rcp:.esei:tnscn en In prciisn, y &os se iiiullip!lcaban tnn pronto coino una elcccioii b crisis politica venim kdf spertar la conciencia de loshom-


95 bres de buenn f‘6 6 Ins espcrnnzas de 10s ambiciozos. Estos, intercsados €11 el dehcirdcn, en todn ocasion se 113Ilrzban dispucstos k provocar aqucllos uimultuarios nconleciniientos que mas de una vez fraczsnron 5‘ fiicron infructiieros por la cxageracion de sus ideas, fueseii buenas 6 malas. AI priiicipio de In revolucion, ccrnndo todo era noble, herbico, generoso, cunndo el pntriotimo sc en-ontrnba elewlo nl liins d t o grado de su i>OcICr, $010 se pcdin In coiquista. de In libcrtnd y el perioclismo clescinpeiiabn cl p a p 1 dc dinlktico cncargado de il:istrar a1 pueblo accrcz de EUS dcbcrcs 1‘ de sus dl:rCcIios, prcdic;indolc In 1110rn!idnd. Vcrdad cs qiic llalii,z :ilgunxs luchns dc rii n lidnd cn cl cjcrcito ; p w o la soci :dad, estrniia ellns, l o g 6 sicnipre ~ u n m ~ nC.Ur calnln y 1;n desiiltc: 6 5 , nsi c m o cl pcriodisino si1 scncilln inision didBclic~. P c r ~no socccli6 lo mismo tan I ~ e g oconio, dcspuesde la bntalla de llaipu, In sns;)ira:ln indcpendcncin vino ii quccdar consoliciado. El pais c:itonccs tciiin nccesidacl de orgniiiz?rsc, y ernn muchas Ins pcrsonns que cpicrin.1 tomnr pnrte en PLI orgnnizacio:i, sea p3c un orgn!lo ii intcrds cnlculnclqs, sea por cier!as tc~iclcncj~~s pnrticulnre?; y esto, sin aplicar el cspiritti dc c.;li!nen y de Livestigncion B cstiiclinr cl rstado dc In iq7ii’)licn ? 1.1sins!ituciones que podinn coiivenirlc, ntcndidos el cni’hctcr y Ins costunibres de F W hijos. Tmp~cicnfcs p r !Icgnr al apogco de sti cxistciicin politics, prctenilim improvisar In 1il)crtacl y 12 i?,tidc?ac1, :ill c o m , v i i r l ’ r 1;iqiiicrn lo qilc cstns abs t rac t 2s p:il i? i) r ss y01.i 11 c . 3 :I i5c II r , , I.n i i 11aban llegnr nl icrd2dcro tCl*n~i::o p r n?:ciio d e ~1g::rns I c p , dc 18s C [ 3 l C S 10s or:’ 1;s. I C ’ ~ : - C S no sibixi sncar e: parlido nccesario y todo ncjtidlo qne pudic?r> constiCIPI’TULO L S S S I I I .

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9e HISTORIA DE CHILE. tuir el elemento de su fucrzn y de su estabilidad. De q u i nacian t o m s las rivdidades yiaeionadas que Iiicieron i i la situacion perdcr cl verdadero rnmbo y a1 periodisno su mision morn\ CI: ir!siructiva. -1pnriir do este inonicnto, 10s diarios no fueron otra cosa qix peijudicides instrumentos dc inaledicencia y de controversia deslenl, transformacion tanto mas lastimosa, cunnto que ellos Ilegnron 6 ser el cleincnto mas formidable y poderoso en todas las cuestiones de politica y de administrncion. Las mil diT,-ersasopiiiiones de 10s partidos se liallabaii desarrolladas y sostenidas en el pnlenque de la prenss p r losperiodistas dc la kpoca, sicmpre congrande energia, h veces con firme conviccion y, mas comunmente, con encubicrta mala f6. Esto daba lugar 2, una polbmica muy apasionada, injnriosa 6 implacable, agotando todas las espresiones dictadas por la iracundia y no llegando jamas h otro resultado que a1 de enconar y encender 10s odios, exasperando y exacerbando 10s iiniinos. En 1 S i 8, el Ciiilem y el JupxtilIo habian entrado :a en estn abominable senda; y por una fatal pendiente en e1 espiritu huinano, su mal ejemplo desde estc niomento e:icontrci imitadores, y dcspues fuk seguido por casi toda la prensn, por ese poderoso clement0 que, 110 debiendo Eel* sin0 la espresion mas pura de la razon y la honradez JJOlitiCa, llcgci ti conwrtirse en instrumento vi1 de Ins malkvolas pasii)nes, propio mas bien parn. estraviar la opinion que para dirigirla. Sobre todo, despws de 1523 fuc! cuando estc calamitoso desarreglo Ilegci a1 mas alto grado de su fuerza. Era la 6poca en que la dcmocracia, incpicta por naturaleza, habia Ilegado A su mayor desarrollo ; y en que la prensa, para defenderla, pas6 a1 estado de cr6nica escandalosa.


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C A P ~ T U L O LSYXII.

El rnenor disentimiento sobre una cuestion cualquicra, por inas insignificante que fuese, parecia Ipgitilnar las tcrribles iras del odio mas que el criterio de la opinion, y todo razonainiento desaparecia para dar paso 6 torrentes de injurias, de calumnias y de personalidacles, 1)rovocnclns sobre todo p x I;’/ ;/-erclnh*o Libel.nl, El Inswjeiite Arut~cmo,etc. ctc. Sada se respctaba yz, ni Ins persoiias, ni las autoricladea, ni el C o i i p s o , ni auii ei mismo Poder, ese representante de la M a p t a d naciorial ; liasta la religion se veia atacada y encarnccida, porque algunos sacerdotes habian cometido la falta de llevar la discusion politica ti la cSledra del Espiritrr Santo. La difamacion, tan coinun entre 10s periodistas de Buenos-Aircs, se 17ib trasplantada ri Chile; y tanto Freire como Rivadavia se vieroi; forzados A teller que intervenir amonestando, u mas bicn, rogando ri 10s pcriodistas que moderasen sus espresiones, en atencion k la dignida? del pais y ri la tranquilidad de sus linbitantcs. La pasion cle 10s partidos desgracirtdarnente se hallaba demasiado enconada para que 10s consejos de Freire fuesen atendidos y pudieran producir favorables result ados. El periut’lismo continuo con 10s mismos arrebatoq, que todavin liegaron .$ ser mas \ iruleiitos bajo la presiclcncia del general Pinto, afcctando cntonces todas 13s f o r m a iimginables, la prosa, cl verso, la ironh, el ridiciilo, y todo cuanto pudiera herir moralmente el prestigio de 10s adverssrios y lograr hnmillarlos. En estc g h e r o dc gucrra, El Hrcnzbiie~to,coil sus criticas, sus shtirnc, SLIS cpigralnas mordncos y sus chi.stosas burias contra la camarilla 2c Pinto, Ilegci A aicanzar u n a triste reputacioii, q11e subsistio largo tiempo. Rlas que ningona oirn contribuy6 esta publicacion it desacreclitar h 10s hombres del T. V I I .

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9s IIISTOX i r)’: CIIILE. Gobierno y h foiiientar rivnlidades de que ni nun 10s vinciilos del parentesco pudieron eximirsc. (2) Salici 6 luz si1 adversario el C17r7nlh7, peribdico inferior en ingeiiio y en i r o i h , pero tan formidable en sus ntaqucs personales, qne a1 cabo le obligb ri enmuceder, cosa quc 61 mismo hizo tambicn enseguida, sstisfecho de su triunfo. A causa de tantos 1‘ tan iracundos peri6dicos, y de iina in-iltitud de foiletos anhimop, la irritacion llego 6 ser tan apasionnda, quc D. il!anuel y D. Rniiion Rcngifo, hnbiendo sido atacaclos por 1Iufioz Bezanilla, pusieron su prensa A In disnosicion de todo ac!nel que qiiisiera escribir en contra de dicho diputacio. I’si se les dirijiera u n scgrinda ataque, seobligaban por si mismos escri1:i; todos 10s meses su biografia y fijar icmediatamente carteles, no solamente en Santiago, sin0 iambien en 10s deinns pueblosde In Repiiblica. En medio de cstas luclias, rciiidas con las arinas de la injuria, que 10s repnblicanos avanzados deploraban, pero que creian neccsarias 21 p r o p e s o de todz civilizacion naciente, las persoms sensatas dwesperaban de la situacion, y tan escandnloso siqtema les Iiacia casi echar de menos lo pasado. El Goliierno, mas que nndie, se lamentabn de seinejante estadct de coszs, y en un arranque c?c imp;:cie;icin, hizo sospcndcr t o c l ~suscricion ri esos peri6dicos, 170 favorecicndo sin0 k ti,-;uellss, scgciti dccia, que por 10s principios luminosos no contengaii sino idens iitiles que nierezcan ciyaihrse cn 10s piwi,los,l) y conservaudo ti todos Is c~ci:r,ion del pago de ciercclios de timbrc y de correcj. s o queria si120 que se atacnscn ((


99 10s abusos de principics y d? personas coil clignidnd, y qnc cada clial sostu\icra sus opinicnes co!~rectitud y moderncion, clesaprobanclo nl tainentc el tono iiijurioso que siemprc es inconvenicnte h todz socicdad, y cn particular B aquellas que se encuentran en vias de trnsforinacion. Por este motivo esigia qu:: In libertyd de la prensa fucrn limitada n,lgun tanto, cqmo mrdio iinico de proteger In inoral, el 6rden y la seguridad de 10s individuos contra 10s caprichos de 10s descontcnlos, Ze 10s eccinigos 6 de 10s cnvidiosos; pcro no ern cqto - . c g w ~ mente lo que querinn nlgrinos de aq:iellos nl'li\;os libernles, quicnes cacla vcz ccln mayor Iirio, sosteninn qae errt necesarin, indispcnsablc la intervencion actiya y pcrmnnente de todns las opinioncs, para que In luz pudicx SiIcnrlos cle las tinieblas cn prov:c!io del Iiicn gcncral, prora contcncr 10s c?cstmncs del Poder r:jl c:itivo, 10s nbnsos de In ndminiptracion, y, c!i fill. pa'*x iiu*trar m:)derar it las Chmarns. I3a.io estc punto dz 7. istn, Infante era el gran promovedor y el campcon (pic snlia en defensn de toclas las Iibertadcs, consic!crhndo!as zcmo n ~ turd consccuencia de In sobernnia popular ; y nasta cii la +oca en cjnc forinabn parte del po(ler, las S O & ~ V O con una conviccion ,iveces cligna de ccnsura la cxigerncion de $us ideas, pero digija sicini3i.c de aprecio y dc indulgencia, coin0 hijn de In l ~ u e n nf6 y del pntriotiemo mas acendrado. CXJI'TULO

LSSSIII.


Tai c r n ei estado del pais, cuai:do D. Fr. Ihtonio Pinto fud cncargado dc clirigir 10s asuntos (le unil Rep& blica sir: Constitticior., sin IC\ cs orghnicas, y cntregada todos 10s CSCFIFOS propios de las enconadas luclias clc 10s partidos. En uiin dpcca dc tr~~nquilidaci,ilingu110 iixjor que diciio geiicral hubiern podido llensr la inision que le habla sido confericla; naciie mcjor que 61, en este caso, para descmpeiinr cuillplida1ilc1lte la Pmiclencia y dar a1 pais [lil grnr,de iinpulso lxicin el progreso, CUIIKI asi mis1110 ti Ins libertacles patrias. Sin coiiocer el odio, ajeno d Ias pasiones, no pertcnccienclo propianien tc h partido aigx;ic., coinc no fucse a: dc tinn lib\lrtnd bicn razonada, al de ui:a libc:r.:ad pruclentc, lmta 10s Gltimos ticmpos log:.b vivir fiicrn de toda i1~1diIIay de tcjda faccion, prefiricndo mucho mejor aprovcc!iar sus ocios ciitregaadosc A estndius dc importa:!cia. Dnrantc su adiniuistra-


101 cion de la provincia de Coquimho en cnlidad de intendente, pm sus actos de justicia y benevolcnciii sup0 hacer cnllar todas las pnsiones y captarse la estirnacion general, bien merccida, de todos siis habitantes. Tan beilas cualidades sc liallaban realzadas por una instruccion vastisima, rjbustecida en alto grndo por iina asiduidad a1 estudio, merececlora del mayor apl~~uso, habihdo!e sido muv provechosn, bajo este aspectc, FU permanencia como ministro plenipotenciario en Buei:osAires, donde tuvo la dicha de tratar con hastante intimidad h Rivadavia, iino de 10s hombres politicos mas ilustrcs de la AmtSrica. Tarnhien habia cl(wmpetindo igual cargo cerca de 10s gabinctes dc Ltjndres y dc Paris, y traido de siis viajes ideas pricticns, convenienteq cn su aplicncion A las necesidades de las nuevas Repitblicas americanns. Nada en 61, p e d e cleciree clarnmente, llevabn el sello de 13 utopia. Todo en FUS pensnmientx era claro, calculado, llcno de esn ltigica que a s e p r s la 1)rudencia en 10s nctos y la regularidact en 10s hcclios ; y, hajo este punto de vista, nadie como 61 ofrecia mejores garantias de justicin, de snbidurin y de modcracion. l’ero, para dar estnbilidad a1 6rden en iin pais trastornado y removido moralmcnte hasta en siis cimicntos por la anarquia de las ideas y el vhtigo de las pasiont-:; facciosas, y fisicanients por ILS esrlesos dc Ins , S ’ U C ~ K F , por las represalias que kstns habian dado I u ~ n r ,v por la pobreza de un presupaesto que la rniseria p ~ p u l a r hacia cada vez mas insuficiente, lo que se necesitaba n o era, en verdnd, u n hombre estudioso, wi filcisofc, p a d fico y circunspecto, sin0 inas hicn uno de C;AX cnrnctercs enkrgicos, acostunibrndos ,i in agitacion y a1 trimu!to de 10s partidos y dotndos de un genio flexible, fecando en CAPI’TULO LSSSIV.


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HISTORIl DE CHILE.

recursos y cn expedienles, para saber domeiiar las circuiisfancias, vencer las resistencias y haccr frente 6, 10s moviniientos rcvolucionarios , que en \os t i m p o s de transicion y de enrnyos se succtlcii con el inas fatal en:;ndci:amicnto. Desprovisto, por tleqpx%t, de todas cstas circuilstancias. y con ienid:, por enibarazosns considcraciones de moral y de delicxleza, preciso cs confesar q w , e11 politics, inas de una vcz, 6 cniisa de su timidez d indecision, se \i6 en refiida campafin con una respctablc oposicion, suscitacla principalmeate por 10s Pelucoxs. La formacion de su ininisterio co!istituy6 uno de sus prinic1’os cuidados. La elcccion de sus mienbros ilia h clecidir de PLI pjlitica, y cxch uno de 10s partidos espernba con la mayor inip:iciciicin que la inirada de Pinto vendria ,i fr,jni*seen FU bandera. Despues de diferentes combinaciones, opt6 por un ministerio sin color. quericiido ante todo prcsentarse en una senda conciliadora entre todrts las fwxioncs, y llcgar 5 ser el lazo que las rcuiiiese en provccho de la pxz y de la felicidad del pueblo. D. :‘. l!a!i. Bor,noiio, que a c a b a h de poner en cicrrotn 6, 10s bandidos de Pincheira, fri@ elegido para el cargo dc miniAro de 13 Guerrn; D. Vent. Dlanco para el ministerio de Ilacic :1c1aZ, y el Dr. prcsbitero D. Miguel Sol;~r,ri la sszon en Coquinibo, para el del Iiiterior, ?ra!>tg dieron su dimision estos dos iiltimos, sicndo r e m i ~ l n z n d oc: priincro por D. Fr. Ruiz Taglc, y el s c g u n d ~por D. Cdr!os Rodriguez. Gste ministerio, compije3to d:. h m b r e s de !a mayor nomljradia por PU ta!c:itD y p o r su posicion social, todavin no bastaba B Pinto ; 1iul)ici.a qucrido w r figarar en 61 3 I3cnavcnte, que le neg6 su C O I ~ C U ~ S Oy, t w o tainbica el sciitii.!ic!::to I7


103 de no poder conservar h Gandarilins, uno y otro sujetos muy versndos en 10s negocios administraiivos, y quienes por su m i ~ l i ocarhcter habrian sido de un incontestable valor y de una verdadera importancia en la nueva administracion. El encoiio con que Gandarillas la atac6 desde su snlida dcl ministerio, pruebz que tan violenta enemis-. tad tenia su origen en ideas muy diferentes de aquellas que invocaha para combatirla. X la espirncion del idtimo Congreso so, liabia decidido que la comieion que venia k resumir sus poderes convocarip, lo mas pronto posible, 10s electores, para la apertura de una nueva Chmara, cuyos diputados deberian reunirse el I ? de lcbrcro de 1S S 8 , con el esclusivo objeto de elaborar una Constitucion en nrmonia con la forma dc Gobierno que el pueblo decidicra dnrse. La convocatoria para las elecciones, salvo In1 cual modification, ei'n !a mismn, cpc habin sido emplcnda en 10s antcriores Congresos, li p e w de todos sus vicios y deformidadcs. Rancagun fu6 el punto determinado piirn la reunion 6 instalacion de este Congrcso ; pero despues de un mnduro exhmen se dzcidici qne, {I. causa de la naturaleza de las cncstiones cn que debin entenderse, convenia ctesdc luego conio punto cie residcncia In capital de la Repihiicn, pues cntre las muchas wntajas quc eslo ofrecia, se encontraba la de scrvir de ensefianza i ILLjuventud qiic mas tarde st: cleclicase 6, la carrern administrntiva. Celebrkronse Ins elecciones en 10s primeros dias del mes de enero de 182s. Trnnqnilas y casi en su mayor parte legnlcs en Ins provincins, sc resiritieron en Snnti:igo de In viciosx iufl[iencia del periodismo y de 10s partidos, y mbrc todo, dc In h i i n c k leyes f w k m n t a C A P ~ T U L O LXXXIV.


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HIST0RI.I DE CHILE.

les, lo cual daba lugar h que cad% uno interpretase la convocatoria h su manera pwa dirigir la corricnte electoral. Escitados asi por encontradas y apasionadas ideas, :io se t e i h el menor escriipulo en falscar y yiciar estas elecciones siriihdose de la intriga, dc la supercheria, de la amenaza y r l toda ~ claw de manejos ; empleando In corrupcion para comprar votos, y fnlsificando hash las copias de 10s registros de calificaciones. En' Renca, en 10s Andes, etc., la fuerza armada se vi6 en la durn cecesidad de intervenir ; inuchos electores no pudieron ser calificados ; un niiinero no rnenor qued6 sin votnr ; de suerte que habiendo dado el escrutinio, una p a n mayoria a1 Gobierno. !f n3 logrnndo 10s EFtanqueros siicar mas que tres diputados, se arm6 un eschnr!alo de calumnias 6 injurias sin cjernplo por lo desenfrenado, atacando, sobre todo, la logia formada por .4rgomedo. JIuiioz, Bezanilla, Fermndez, el Canbnigo Nnvarro, etc., etc., quienes, si, color de celebvar una reunion favorable a1 progreso de las luces 17 de los principios liberalep, nc? se hnbian ocupado sino de las elecciones, con hiiiino de viciarlns. Segun las costumbres de entonces, declarkrowe nulas las elecciones, J' se concito al pueblo para que sc, sublevara, valihdose a1 efecto de insultos, dirigidos 6 las autoridades, y de escritos incendiarios. Las informacicnes pedidas ri 10s pueblos respecto de la forma de Gobierno que dcseaban plantear, con forme a1 espiritu de In ley dcl 22 de julio del aiio 1527, no fueron liechas con la puntualidad que las circulares con tal objeto dirigidas habian exigidg . Y n sea por descuido 13 nnaltr voluiitad, Fa, lo cual cs posible, por absoluta jgnormciz, JInrias ?e las provincias se encontraran en retardo, {t 1)es.r de las en6rgicas reclmaciones hechas


C.IP~TCLO LSSSIV.

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por la Comision. La mas vacilante de Wlas, 6 mejor dicho, 18 mas morasa, era la de Santiago, negindose ri aceptar en principio el articulo que disponia que la consulta mandadn hncer ti' Ins provincias sobre la base constitucicnal, se verificaria, no s d o por sg hgano, sin0 por 10s cabildos esistcntes en 10s partidos, lo cual dnba estos crierpos parnmente econ6micos una fncultad deliberativa igual la .siiya, violaildo asi 10s principios politicos y las leyes del Congreso. I' si a1 cabo concluy6 por confcrmarse, no fu6 sin0 porque la Cornision, de acuerdu con el Gobierilo, In a:nciiaz6 dicidndole que la disolveria, si h 10s seis dins la consultn no se habiera terminado y remitido. A pesnr dc s2mejantes retnrdos, la Comision present6, coil fecha 40 dc marzo, un res& men de todos 10s votw, y In mayorin d c eilos dnba ya u n rcsultado que las demnr; provincias no podian desvirtuar. Algtinas de dstas habian sido favorables a1 sistema federal; pero el mayor niiixcro, inclusa In de Coquimbo, pedia el sistema unitario, formulrindo sus demandas con diverms miras, 5 veces espresndas clc urin manera ins6lita, que 10s niiembros interpretnbnn en favor de dicha unidad. En tn! persuasion, propusieron ri In asarnblen que redactara la iiueva Constitncion mbrc la base' de una Repi1b 1ica PO p LI1a I-,r c presen t at i v a, a ban don a I; d o a 51 e I sistema federal, con tanto entuiasmi, votndo ,i In apertrira del anterix Coil,ereso. Esta interpretncion de la voluntac! national, no sin haber sido combatids por varies diputados, y sobre todo, por Tnfante, Xoliiia, Jlngallancs, e x . , fii6 :iccptacia por la mayoria de !a Ciinara. Los atnques, nunclue de una Inanera indirecta, f.icron secundadus 0 , mejor dicho, sostenidos por todos acpcllos que cran contrarios al


cmm. Gobierno ;por 10s Pelucones, Iiostiles siempre a1 gran liberalimo dc Pillto y A si1 participncion en In ley contra las vinculncioncs ; por el clcro, irritado causa de Iii venta clz algunos bicnes de 10s rey;[ilares, en!rc otros, 10s conociclos con el nombre dc (~TIacicndade Snnto Dominpo ; y por 10s Fktanclnerm, en fin, qae tcninn oje- k n . no a1 Prcsidentc, sino k cierttis personas de SU camarilla. Toclos estos ac1t:ersarios posein 11pcribdicos, que hacinii ~l Gobicrno iina oposicion continun llevncla nl estrenio. y que hnsta rsyaba en injuriosn. En nxdio dc l n i l h y tan eqtrnordinnria agitacion, no era, en ~erclad,prudentc I i ~ c e rque 11 !mew ley constitucionnl se cliscutiese c!i Santiago. T;n sus primerns sesioiics, y coiiforme con In propwicion hccha por el diputndo lrnoz, :a Crimara resolvib alpjnr-e dc a p e 1 foco de i n t r i p s y de t n m d t o s ; y, sigiiiendo Itt opinion de una gr ~n mnyoria, fud estsiblecerse en ei puerto de Valpnraiso. -\rreglnda a1 cfccto la Iglesia (!e Santo Ijomin29, el 25 de JIayo de lS2S se h a h b a n casi todos 10s diputados rennidos en dicho punto, para volvcr B cm;wndcr siis tnrmq y, sobrc todo discutir ia Constitucion, cuyo prqeclo li>sliabin sido y n presentndo. Grticias h una lucida 6 intcligente rcdaccion, rea1zad;t notablcmeiiie por 3., I l e l c h ( ~G. Ramos, encargado del inform, la, disciisio:: de PUS arlicii 3s sc littcia con !cucha calina y con ia inns coinpleta nrmo:lia, cumdo u!i acontecimiento r c vo 1u cion ar io vi I I o h su sp e n d Pr IT. -1coixecuencia dcl rcglninento descentrAizndor dz Infants, y dc las disposicidtirs adopladr,~por el anterior Congreso, el dc=br,len sc h ibia iil'rociiicido en nlgunas provincias 17 hecho gcrrninnr cierto espiritu de ::nt:tyo1:ismo wtre las aiitoi%;a:!cs provincklcs y las fiscalcs. 106

HISTORIA DE

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cnriTuLo

LSXXIV.

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Sobre todo, la dc Colchagun lleg6 h hacerse iiotar inns que ningut,a otra por sus arclien tes y locas aspirnciones a no dependcr de nadie sin0 de ella mismn. E1 comacclante Porra y el alcalde territorial Layo, a1 frente de un escuaclron de cabnlleria de Rio Claro, habian mnrchado ya el primer din de! niescle Enero ,i S. Fernando, para prc)vocar una revolucion. La plazn fu6 tomadn. y Porra destitny6 nl gobernador Silva, y lncgo hizo reemplnzar a1 alcnlc?,: Zarh por otro, que e l m i w o jefe sublevndo nombr0, y fu6 Clcnicn t: Ramircz. Esta maniobra no se hizo seguranicntc sin ocnsionnr conflictos. Hubo vnrios combate< e11clue coi’rib sangre, re-idtando hnsta treiiitrt hombres muertos 0 heridos ; y preparkbnnse otros nuevos acwo mas terrible<, cusndo cste desgivciado awnto pudo arrcglnrsc: por 10s dos coinisionndos que de parte del Gobierno se prmntaron, como medindores, antre 10s combntientes. Auiiqne la tranquilidad qucdb restnblecidn, no tardo mucho en perturbarse de nuevo el cjrdec bajo la influencia de 10s O’higginistas, cuyo jefe no era, sirio el hhbil y activo 1). J. A. Rodriguez hltlen. Una rcvolucion estallo enseguida, A coyn cabem f i ~ n r a b aD. Pedro Urriola, joveil arrojado y dc, g n n corazon, ;I quien la naturalezn, a1 negarle el don del discernirnimto y de In pruclencia, le hnbin dotado en cambio de tin cai*,icter lijero y amigo de aven turas, cu-tlidrtdcs que 10sambiciosos supieron poner i~su servicio y csplot;irlLisen nquellas dificiles y peligrosas circunstttncins. Por mas que en 152 7 hubiera forniado parte de Id !o;.in de 10s Pipio!os, tenia tantos motivos de quejn contra dlc,s, y sobre totlo coiitrn Pintc?, c p c 110 s6!0 desert6 su I>n.nclera, sino quc, k partir de este 1 ~ 1 o i l ~ ~ i llo t 0misnio , qric Gandarillas, h b i n lleg ,do 6 ha-


I OS HISTORIil DE CHILE. ccrse encarnizndo cnemigo de dicho general, hombre rcconocido como jefe del partido por 41 abandonado. Convertido en uno de 10s mas locos eniusiastas de O'liiggiiip, ;i quien consideraba corn0 el unico hombre capaz de constituir el pais, quiso trahijar en su favor, inovido por la esperanza de derribxr a1 Gobierno de 10s Pipiolos. Con este fin, se traslad6 ri la provincia de Colchagua, dondc ejercia una poderoza influencia, coin0 yeriio que era de uno de 10s mas ricos propietarios de la comarca, y all! consigui6 organiznr una rex:o!ucion, en la cud entr6 un gran niimero de habitantes, enemigos no menos declarados del Gobierna. Las tropas de infanteria Y caballcria de que disponin sc hallaban ganadtts de antelllano p r J'jdmrre, quien A la sazon mnndaba el h t a llonde h i p , compueato de u n o s 300 hombres, poco mas 6 menos, contando ademks con el pronuiiciamie!ito que debin hacer el dinritado Enriqrre Campino en Valparako, y con 10s civicos de S a n t i a g {i las 6rdenes de Cotapbs. Apcnas tuvo Pinto conociir;iento de esta revolacion, trat6 de contenerla, empleando para ello el consejo y la persuasion. Encornend6 esta niision ti Rodriguez, qtiien por hallarsc iniciado en todos 10s planes de Urrioh, no quiso accptarla. En es!e caso, recurrib h s u padre poiitico D. F. ValdivieFo, quien volvi6 diciendo que hnbia encontrado 5 su yerno decidido i continuar en su prOp6sito de u n a manera irrevocable. No quedaba, pues, otro cnmino que el de las armas para vencer 31 revolucionario ; pero an?esde preparnrse k la batalla, Pinto jnzg6 coavcniente, aconsejarsede 10sEstanqueros, 10s Pelucones, etc., y 10s convoc6 pnrticiilarmente para conocer su opinion. Estaba hien persuadido de que la oposicion que 6 su administracion veriian hacicndo no era por 61, sino por el partido


109 de 10s Pipiolos exaltados; y, esperando atrnerlo; Asu arnistad y en su apoyo, les prometi6 separarse de aquellos y, lo que es mas aun, trabajar en favor de Tagle, Ci fin dc que lograse ser su sucesor en el cargo de Presidcnte. Ascgurado por Ias promesas que le !iicieron 10s jcfes de 10s partido5 que 61 habia llamado en consults, Pinto hiZD innrchar el batallon niiin. 7 , compuesto de 200 hombres a1 inando dc Borgolio y de Tupper, M e en ca!idad de segundo; y ri su llegadtt 1~Rs.iicagua, dos conipafiias y u n escuadron de milicias vinieron ri reunirse ti dichis tropas, clevando la division a1 niiinero de 600 combatientes, sobre poco inas 6 menos. Avisadc Urriola de la es;)edicion en contra suya prepnrada, trat6 de engaiiar a1 general que la mandnba por medio de uiia ingsniosa estrlLtagcma. Levan tnndo alrincheramienlos en San Fernando, hizo c x e r qiie 511 objq2j.3to era defender it esta ciildad, J se encamin6 con EUS fuerzas la ango:tura de Peleqmi, c u p breve llanurn, rodeada por todos lados de allas inontalias, era de muy clilicil. acceso A causa del estado fangoso de Ins tierras, cobre todo en aquelles momentos en que las lluvias habiau siclo abundan iec. Gorgolio se encontraba 6 la sazon et1 la Requinoa, Convencido de que el empelio de una 1)atalla en las posiciones quc: el eileinigo oc ~pnb.t,costaria mucha sangre, tanto h sm tropas como 1~10s revoltosos, pr2'firih mejor tomar otro camino para seguir EU ninrchn llastn Sail Fernando, donde debia s.tlir [I esperarle, 6 dl dc])ia esperar un rcgimiento de dragone.; que le envinbnn dz i-cfuerzo, y con el cual pc)dri*Lresriclts y frnnc,:lmentc clirigirse contra Urriola. 1-a cti marcha, destacj dos dcI.1~iie.sCoillprGins, 1nni:dadns por Tnpper, qu ieii !ICC A P ~ T U L O LXXXIV.


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IIISTOlET.1 DE CIIILE.

vnba In brclen cle apoder;rse dz la plaza 6, por lo incnos, dc s y d a r l e ri rcnliznr cste petisanliento. A su llega(la, sc Yi6 ncoincticlo y cargado poi. el misnio cucrpo

de d r ~ g o n c sc p - se habin sublcvaelo en Ciirico, mientras qiic, al propio ticmpo, rccibicron el fuego de algunos soldrsdos del n." 6, situados et; In torre de la. Iglesia d e Sttn Francisco. Tiip!~cr, que en esta cscaran!iiza habia. teniclo dos hombres iniicrtos y cinco hcridos, creyh oportnno evacuar la pob'acion, situtindose en un p n t o conveniente para e5pernr alli la. division, que no t:lrd6 Cn Ilcgar ; :cnseguida Borgoilo hizo partir en coluiniia cerrada nl bxtallon n." 7 para atncar h 10s sublevados. hdmirtironsc !os oficialcs de no recibir disparo alguno ; p r o no tardaron rnircho en saber que cl encmigo se ha.bia puesto en prccipitada fuga. apodcriindose cii el ca inino de todos 10s bagages de la espedicion que quedaDan atrris ; ynun clue Borgoiio envi6 tropas que 19s persiguiesen, dcspucs de reuiiirsc ii Urrioln, pudieron, en una nochc cle mnrcha forzada, p a r el !Jaipu y encontrarse 5, una considerable distancia, donde ya no podian ser 111 ol est ad os Por unii fatal 6 inconzebible casualidad, todo'sepresentabn dc un inodo contrario 8 10splnnes del general BorgoG Q ,quien. dzsconccrtado ent.er;~~ciitc, tnvo qne dirigirse hicia Sa:ntinyo. - 1 c n r n p d o en la haciend,L del Espejo, pronto llegi,n~ucoimitnientc la noticia de In dzrrota del Prcsidente dc la EepGblica cercn de aquella ciudad, succso q m le dccidih ri tm,clada~-sc T'nlparaiso, para Donersc li la disposicion del Congreso. ?n cl inomento de emprender su innrcha, 1-11> a!ocln!?te cte cai-npo del Presicteiite vino h prevenirle que se furmaba una reaccion fii\rorablc, y entonces, ei> luqar (?e seguir su pri1nel.a e


c.irixLo

LSSSIV.

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idea, se eiicami:i6 hhcia Sa!;iiago, doiide viiio h cstab1c.cerse en la Chacra de la Alerced. En efectu, Pinto no tenia t m o r alguno de salir a1 encuciitro dc las tropas rcvolucionarias, poni6ndose ri la c;?brza de 10s 100 coraccros de su propia giiardia y unos 600 infant,csde la milicia, que puilieron rcunirse ,i tocla prisa. En una tarde Iluvios?ddel 1 S de Jnlio, tuvo lugar un encuentro can 10s enemigos, li Ins p:lzrias inisinns de la capital. Los corilccros, asi como 10s dragones, hahian sido gnriados ?a, y no tnrdaron en n!xLirlc ; dc mallern cpe 10s inilicianos, no pudicndo sostcner largo tieinpo la accion, a1 fin se vieron dcrrotados, dcjando algunos inuertos y hcriclos en el campo de h ~ h l l a . El intr6pido Urrioln, orgulloso clql I ~ u c nexito, pcnetrb cn Santiago y fu6 ri establecersz en la JIaestranzs. - i l dia sisuientc pcdia una capitulacion k -Dinto, quien, COPtando con cl apoyo de In mayor p r t e de 10s liabitnntes, sup0 rechazarla coil la mas noble izdignacions La stiplica dc ~ i i i ac:itrcvisfn que 1:t vispera habia hecho & Rodriguez _U~lc?~.,, le fd negndn igualmei.:tc porquc cste veia con poca coiilianza A cizrtas pcrsonns capaccs de orgaiiiznr una rcnccion, y entrc cllas :IEenavcnte, en bncna a ; istnd coil T-ich::rrc. Pcro, si!? y r d c r todrt cspcra:1x?, IC c11~io ;i r h ~ i rque, ;YL.YI il1pj,)r alc : ~ ~ z xclr triuiifi, debin prier h I)vz11 recnudo ii algiinns pcrsonaq influ~~ei1tcs, 7 h x t > :!I nlE<:no Pi:ito; y q ; c sqliera ti In, p l a z , ~CO:)sus iroi\a- pa!'" IIZCCY nil; tiila poblada, la C U X ~ le scria fnvorable, 1)utlic:ido cstar scsnro de l a ,:.c?lic:ioii de todo cl j~uc~blo. Un mcdio h r i I i o l c i ~ ' ~iigiicc , ~ 0 1 o!rn parte cy;e en tan arriusgatl-is e w p w a ~p ~ ~ d itc7;cr ; \ algil1i Exiio, n o f'i15. vyiicIo, p o r l tie habieud:) sido ga::xdo ya Wtiailrre


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HI$TORIA DE CHILE.

por Benaventc, la indecision vino 6, apodemrse del Animo de 10s jcfcs. Durante estos momentos clc perplcjidad, 10s Pelucones y 10s Estanqueros se reunian en palacio, y 10s aniiguos niiemb:.os de Itt ns?nib!ea ihan A constituii-se cn el Cons:ilatlo, coni0 represc!itni!tcs de la nacion: p x a scrvir de mcdiadorcs y pedir k Yidnurre que Its espiiCPSC el objeto dc nqseella sublevncio:;. A eso dc Ias sieic dela iioclic, rccibieroii una coinision, enviada por Uxiola con encnrgo (le reclamar la dimision de Pinto. Infante, que lo inismo que Pradel, Jlagxl!a:ies y Gt1zillal1, icnnxba parte de clla, cpiso Iincer crew In asamblea, par mas que tnlcs no fuesen las instrucciones de Urriola, que el federalismo era la sola causa de semejantc revolucio!i; y con su acostuinbrado fanatismo, no tuvo otra pruebtt mejor que dar sin0 2n dc un elogio declamatorio de dicho sistema ; pidiendo que fuese adoptado y se redujese A cenizas la Constitucion que en tonccs ce discutia. Pradel pidii, la palabra a1 ver que la CBmara habia declarado coin0 falso y calumnioso aquel ascrto, y habi6nclole manifcslado D. Pedro Palazaelos que podia uszrla, todavia fuC mas lcjos quc Infante, no queriendo aceptar arreglo a l p n o , nsegurando cpe no cabia ninguno entre venceclores y c e i d o s , palabras arrogantes que D: Pedro l’alazwlo:, ccnsur6 con su caracteristica vivacidad. Nuncn el pueblo cs vCncido,n le respondid con u n acento tal de grandeza y de iixliyaciun, que iodos 10s circunstantcs repitieron si1 frasc, dnndo mil vivas Pinto. Desde este inomento la revolucion, si n6 vencida, por lo menos quedaba juzgnda. El clia sigui~ntc,20 de julio, temi5ndose algun conflicto, 10s princip!es vecinos de Santiago acudieron it ponerse al lacio del Vice-presidente, decididos B oponer ((


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CAPI’TULO LXXXIV.

contra 10s sublevndos la mas vigorosa resistencia. Serinu, poco mas 6 incnos, L.LS cuatro de la tardc, cuando esios se traslndaroii 9 ia plaza, y, tal coin0 de antemano liabia sido acordado, 1111 rcpiqiie ger,ernl de las cnmprsnas d e I;L cntcdrni 10s llnin6 ii palacio. 3rmto Ins tropzs se conve:icicron de It? pe1igro.n situacion en que se hallaban, a1 ver que, 6 10s gritos dc j viva Infdnte ! lnnzados por dgunas permins de entre la inuchedum!m, &a en SII il1na’or pnrta contestaba con 10s de j viva Pinto y viva el paeblo ! En vista de semcjnnte disposicion de 6iiim0, para cvitar uii nuevo dcrrnmamiento de sangre, Pinto envi6 h huscar B T’idaurrc,jcfc legal dc, nqucllns tropas, con cl fin de termiiiar co:i dl tan lastimoso nsunto cn Iiuenn anistad y armonin. En uti grtbincte particular se \.ic:.oiI y cnnhimm algutias csplicnciones, cuyo resultaJ o fub cl arrcglo de aque!ln ciiscorclia. Cuatro dias despues, 12s tropas del batnllon dk Xnip6 y del regimiento de drag-otjes, b2.jo Ins :nas soleinnes pro:nesns, pidieron gracia ai Prc-idcnte Pinto; k t e se la concedi6 en la 6rdm del dia, y 61 mistno se present6 en 10s cuarteles S a r? u n ci hr sel a. Todos 10s compro:mtidos, incluso D. Pedro IJrriola, flierxi comprenclidos cn el i n d u l t ~, pero el pcrunno Aniccto Pdilla surri6 la pens de esportacion del territorio chileno. Poco ticmpo despues, sin enlbargo, fueron de 1f:nidas varias personas, entre Ins que se contaban Nagnllnncs, Pradel J’ el coivnel D. Jlanael Cortks, quieti produjo el 20 la siiblevxcion de In milicia de 10s Andes, y era rcclnniado con grnndes instancias por In, municipalidad, 6 c:~usn de que varios de sus mienibros se halhban compronictidos. Knseguida, para pacificar la provincia de Colchagun, foco d s todas estas revoluciones, T. VlIl.

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IIISTORIA DE CIIILE.

fu6 enviado it ells coin0 intendcnte D. J. A. Alcalde, uno de 10s personajes inas importantes de Santiago; y a1 cabo de un rnes, ‘10shabitantes todos volvian A entrar en cl brden, prometiendo cooperar del modo inns sincero 5 la s6lida tranquilidad de la provincia, 5 la mas cordial union y 5 la mas firme adhesion & las autoriclades nacionales. Asi termin6 una revolucion tan mal combinada, y einprendida con muy escasos clementos, porque si Urriola podia contar con el batallon de ilIaip6, con u n escuadron de dragones y 10scoraccros de la guardin dcl Presidente, el Gobierno podin oponerle en pocos dias mu.cho mayor numero de tropns, leaks lt su causa y fides en cl cuinplimiento de EU deber. E1 general Eoreoho se eiicontraba ,i algnnss Icguas dc Santiago ; Vie1 sali6 de Ckillan con uiin parte del regimiento de granaderos ri caballo y el bntdlon de Carampangue, y avnnzaba ya para caer sobre 10s rerolncionarios ; cn Casa Blanca, Bruno Larrain habirt re1.inido SO0 inilicianos de infanteria y 250 de cnballeria ; J’ en Ja proviiicia de Aconcagua, fuerzas no inenos consiclerables estsban prontas h emprciicler la marcha. Se v6, pues, clnramente que todos estos elemeiitos eraii inns que suficientcu para dctcminar una reaccion favorable h Pinto y proporcionarle el triun fo en nquclln campaim. Por su parte ei Congreso habin toinado medidas SLIrnnrnente enhrpicns. E11 In sesion dcl !9, se autorizb al Gobernador de Valpnrniso p m bmnr 20,090 pesos de las tesorcrias del Estado, 6 procorlirw!os por medio de un emprdstito, y con esta suma atender a1 pago de las tropas de la guarnicion y acudir a1 sostcnimiento de las milicias, que sin demora algiina dcbia levantar y armar. Enviaroil


c ~ T U L OLXSSIJ~. 115 Ei Rlriiioz Bemnilh B Casn-Elnuca, punto por el cud habin sido elccto diputado, e m objeto de CJUC rcuniera In ini1ic;:t ; y i i m cmision clc siete miembros fa6 nombrada para, en union dcl Goburnador, toiiinr todas aquellas providencias que Ins circunstsncins recintnasen. Tan lucgo con10 estc cucrpo recibici el oficio por n i d i 0 del c u d sc le niiunciabn la srxrnision de 10s sublevndos, volvi6 B abrir PUS ecsiones con una aeiduidad y una prudcncin tales, que incrcccii 10s mas clignos y ninyorcs elogios. La calinn cn la discusion de 105 nrticulos dcl n u c ~ oc6digo politico 110 quedci dcsmcntidn 1111 solo din. J,n cposicion dc Santiago no dcjabn de iicgnrlc la Ic.gaiiclnd dc SLI xiinioii, y pcdin 1111 colegio clc comissrios proi iiicinles, quc rwisasc y cnlificase 10s poclcrcs dc 10s inicmbros del Congrcso ; pcro dstc coiitinrirLbn s ~ t:\rcx. < sin ;)reocuparsn, dc semejaiitcs rcclnnincioncs; el iiltimci xticulo era votado (;1 C, de asosto, el T’ice-Prc-idcnte pudo j n i w l o dos dias despws. Espcr6se In ?ran fiest?. 1:ncional del 1s de sctiembre para 13 pro!nulgncion de la i~iicvaConstitacion y jurainen to que dcbian prestnrle toclas Ins autoridadcs civiles, eclcsiBsticns y miiitttres de la 2epiiblica ; y, Ilcgad0 aqncl din, cstc acto fu6 ce1cbr:do con In mayor pornpa y s~lcmnidnd.TIT<dins durnron 10sregocijos p”’ blicos ; y las fmcioncs cclc:3rad:cs cut: cs!c fws:o i110tiv0 n o frreron iiicnos brillnntcs y nniinndns que Ins que trrvieron lugar cuando sc proinulgG In Icy conctitucional de 1S23. La clemencin tuvo tam1)icn su pc~i*icc11 cllas. Un decrcto p e o C!I libcrtnd y e11 plciio gocc de ios derechos iiidiviiluaIes 10s Clii!i.!ius :;ac sc ciicoi1trasciI prcsos 6 dcteniclos poi* caniquicrn i e ios ~no~iniieiitos politicos; y, con tnii gencrces iiidiilgciich, h s personas compronictidns cn cl alzamiciito iiiilitar del 28


1IG

HISTORIB DE CHILE.

c!c Julio qucdaron a1 abrigo dc toda nccion judicial. Recibida la Cortstitucion por la generalidad de 10s hn-

bitantes de Chile con muestras del mayor entusiastno, hi6 consicierada como la verdadcrtt consolidacion del pacto social, C O I I ~ O In pautn de 10s derechos y debercs ue 10s ciocldmos, y coni9 In snlvnganrdia 6 la sdidtt p,rnntia c k l cjrilen y clc In trnnquilidncl nacioml. Rcdac';adc~ en u : ~sclitido ~nterniimiteiiiiernl, pscia lodos 10s elcmcntos i~:'ces:~rios para conciliar 10s pxtidos y sgroxiLiisr ! E S difercntes opiniones, dado (:as0 de que la razon 11:ibiern podiclo siicecler Ins pnsiones y h 10s intcreses ; ci-a dcmocrhticn, y participaba n l g n tanto del sistema I-..c u' -.~ r a l por , Ins ;isambleas pr3vi:iciales que, no obstante, I!cvnbnn ea su scno ei gcirn-icn de 1 ~ :anarquin. Era en fin c h a , p~*ccis;t,sin nmbigiiedades cii el mitido de Ins pnlnbrx y dc;;::rovista de todoz aquellos dctallcs reglamcniarios de clue las precedentes se hallaban sobrecarg-adns, sin q i c por eso perdicra mdn rcspeclo 6 s11 sen cillcz 1 7 6 10s wrdaderos principios dc In fiiosofia legislativa. Fii su conjunto, bien se ccliabnn dc vcr algunas vicios y defec:os; p r o se encon tra1;an tan admirablei;tC comjjclisnd3s por el CrlKiCtCr dc pa2 ?' de estabilich.3 q!!c i2 distingiiia, que fhcilmcnte y sin temor algu:io se ;)oclia poner en prhctic>. En efccto, cl Congreso liabin dccidido clue eil 4S36 scrin convucada ui:n gr:in Co:iveiicicn, con el esclusivo cibjeto de refarixar In nucvn Icy politica d ilitroducir en ella entonces todas ins xiicioncs y modific;~clonesq!Ie sc c s t i n 1 a sen con c i: i C:I i c s. -1! tie :u 1) o d c s ~iprom ul aci o 17 , no vacibj c! ?rrerici:xlc CI; ctecir que habian cesaclo v n 10s tiernpos O,EC ;a slierte condenaba a! i ~ l I C b l 0cliilena h Ir: cicga cixdjc!-icia. de iiiicz rwforidnd sill .limites, y quc I ,

7,:


C A P ~ T E L OLSSSTV.

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las leyes fiindamentales cstablecian las garantias mas estraordinarias contra 10s abuzos de to& espccie de autoridad y dc todo esceso de po:!cr. Y, en verdnd, !os tres pocleres ee hallahan perfectnmcnte cqui!ibrados ; el ejecutivo no podia hacer cosa alguiiasin In coopcracion de 10s otros dos. Nasta puede dec,irse que PLI autoridnd era muclio inas d6bil en razon del estado de d e ~ o r d e nen que e! pais vivia. El dcrecho dectoral era muv lato, lo mime que el de peticion, y la libertncl, !a sequridad indivic?ual y la propiedad sc h a l l ~ l ~ nescudndx n por la5 inejores :arantias. Asi fii6 que la municipalidad de Santiago sc apre.curb k mnnifestar i{ 10s diputndos s u satisfnccion y IPS felicit6 con la cspresicn del mas sincero patriotis:iio. ( I 1 Una vez sancionnda la Constitucion, la n n i d d Icgislativa no podia 2'3 esistir. El Congrcso debia ser representndo por dus Chnaras, y esto cs lo rjce dccidii) el 6 dc Agosto, es dccir, cl dia misnio de la sancion. Corno scgn:~ disponia el 11iic1-0rcglnmento, no poclinn 10s Senadores ser iiombrnclos por Ins asamblcns, cligihronse diez y seis entrc 10s diputndos. Este acto fut: e! iiltirn3 de aqricl Congreso cn Valparniso; y pasado yn cl tcmor ;in?de In cxpital se tenia, est0 CF, el dcl tumulto ,icpe pudicrnn dnr liicpw 10s debatcs de In Cotistit iicion, 10s c1ipiit:dcs creycron llcgaclo el momento cie poder tras1ad;irsc 6 reinstnlnrse cn s1.1 aniiguo asicnto, para seguir ocup,indose all! de Ins tareas relacionadas purzmEte con la adi-,iinistracion. Sin ern.bargo, llegaron h Snntiago en 10s dias en que iinn noeva revohcion ilia 5 cst::!lnr. El mal bsilo drl motin militnr dcl 1S de Julio, y lainnnifestacion sinccm de la opinion publica en favor de (1) V h s e p2rn In apreciacion dc dichn Constitucion Ins obras r!c Lastarria, Briceiio y Fcdcrico Ermzuriz.


11s I1ISTORI"I DE CHILE. Pinto, hubicrnn podido linccr crecr qric 10s enemigos del Gohieriio IC clariaii alguii tiempo de r e p s o , le dejarian vivir tranquilo y, sin enibxgo, In sangre dcrramadn cii ios campos clc bntalln no PC habin secarlo enteramcnte criando una W I C P ~sublevacioii se organizabn, iiiercccl a1 apoyo de aquellos mismos militares h qaiews con tantn nobleza y gencrosiclad acnbabn de perclonar el Vice-Prcsidentc. D. Pedro Urrioln lyolvin li hallnrse InezclndG en c s k incligno negcio, despccho dc las ho!idas inquietrtdcs que obra;i('g asi proporcion~bah una Iionorabilisim n familia por 61 amnda tiernnincnte, pcro ii' la crial no IC ern dable haccr el noble sncrificio de la pasion caballcrcscn que IC dominabn y tenia sobreescitado de continno. .\bandonado el pnrt;do de 10s O'E-Iigginistns, que no le ofrecin bastniltc frrcrzn ni probabilidatle!: para Ilegar al ohjcto que nnhclnba, se unici con 10s Estanqueros; estos, abnsati40 sv ili~pre\~ision y espiritu aventurero, no fardaron eii eri$rle C O ~ su O principal ngentc, y cn Ianzarlc 5 \as inas dificilcs y peligrosas eiqresas. Urriola cntraba en cllas con dclirio, y con tanto arrojc, como si las vicisiiucles clc: 10s ncoiitccimicntos fwsen el cleincnto privatiw de PII foqocn csistencia. La nochc del 9 de .\c;osto de I 8 2 5 ern cnando debia cstallar esta nuem rm olucion. PedrJ Rojas y Francisco Ramos, tenicntcs de! ?lnip6, debinn conducir estc hatn11.711 6 cso dc la4 dos de la inafi>.ixd In Caiiada, sitio at cun! tambicn snldrin el jcfc de igual gracluacion Gregorio 3Iurillo. coil cl cscIxdron clc Dragones acriartelado en Xpoquindo, para, tzn iurgo coin0 estuviesen rcuniclos, marchar contrn el pdncio 1' npoderarse del K c c -Presidcntc. !Inbicndo sido est2 i>rcvel?idooportunnii~critedel prcyecto, logr6 haccr aborhr la conspirpcion, n:.rc4anJI.:


119 do, antes dc que el pronunciamiento pudiera verificarse, Ei todos 10s oficiales coinprometidos y a1 sargento mayor graduado de artilleria, Domingo RIhrqucz, con su teniente Liicas Lujaii, ambos decididos ya h mezclarse en el pronunciamiento. hsi que la noticia de estas prisiones cundib por !a poblncion, cuantos ciiidadanos se habian ofrecido Ei prohijar h 10s sublevados trataron de poncrse al abrigo contra la accion de In justicia, unos oculthndose en Santiago y otros refugitiadosc cn 10s despoblados de algunas haciendas de Ias cercnnias. En vista de tan incligna cuanto escandalosa reincidencia, no era posible que 13s leyes quedasen sin aplicacion por mas ticmpo. El interds y In tranquilidad del pais reclarnaban ya el cumplimicnto de In justicia, siempre duro y penoso cuando sc tratn de delincuentes politicos, y un Consejo de gncrra, bnjo In presidencin. del mayor D. Gregorio Amuntitegui, fu6 formndo para juzgar h 10s oficinles aprcsndos y nplicarles la pena que por su rebelion habian mmxiclo. El tcniente JInrillo, detenido cn el cunrtel dc 10s Dragones en hpoquindo, recibi6 la 6rden de prescntarse cscoltado A responder h 10s cargos 6 acusnciones que debinn h a c h e l e . Seinejan te disposicion sirvi6 de pretest0 k diclio Jlnrillo para abrisar de la sencillez de 10s soldados y hncerics crccr que, no obstarrte el perdon que relativamentc nl motin del 18 de julio habia sido concedido, se le briscaba para fusilarle, cgsa que clespucs seguiria practichndosc con In mayor parte de ellos. Sublevando tambien el temor y In irn en el corazon de sus dragones, el tenicntc Rkez trabajaba pcr su parte, logrando disponcrlos en favor suyo v concitrindoIPS 5, que mcr;osprecinsen 13 6:’clcn dc Amunlitcgui, y lo m i w 9 Ins 2rnenazss de s i i ~jefm snperioreq. .IClecida CAP~TULO LXXXIV,


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HIST0RI.I DE CHILE.

esta rebelion el 16 de agosto, 10s que en ella tomaroii parte no podian prrmanccer muy ccrca de Ins considerables frierzas que el Gobicrno podia poncr en moviinicnto ; y llevando 10s dragones S sn cabezz ri Ilurillo y BSez, ambos de origen argentino, s2 dirigieron hacia la parte del Sud. La fuga de estos soldados, Irictinias dc iina alucinacion y abandonados B siis propios instintos, pc4ia clnr por resultado el sumento de las fuerzas de Pincheirn y, por cmsiguicnte, el del niimero de stis 1)andido~.AS^ flit5 que el Gobieriio, en SII justa inquictud, sc aprcsiir6 5, mandar ri 10s coraceros de la guardia en seguimicnto de 10sprbfiigos. espidiendo brdenes a1 propio tienipc S todos 10s jefes militares y k todas las municipnlidades para que reuniesen tropas sobre la orilla del 3lnulc. Esto no impidib que pudieran vadrarle, k pesar de haberles cortndo 10s puentes d$ cuerdas ; pero perseguidos activamente y dc cerca por 10s coraceros, iLcosados dc todas partes por 10s inilicialios reunidos con prontitucl por Ins autoridades cle 10s alrededores, jiizgxron conwniente rendirse a1 conlalidante Bulncs, qiiien. L trcs leguas de Linarcs, se encontraba dispuesto h atitcnrlos con sus grannderos. El carricter franco y simpritico que habia hecho de cste comandant.: el iclolo clcl ejrircito, iogr6 que depusieran sus armas unos hombres que, reunidos ri Pincheira, hubieran podido ser niuy perjudiciales ii las poblaciones de aquellas coniarcas. AI oficiar a1 Gobierno para informarle del import ante resultado que habia obtenido, le suplicaba, en union con la municipalidad de Linares, perclonase S 10s soldados prisioneros, suplicn que fu6 atendida, contenthdose hicsmente con disolver el escixdron sublevado 6 incor-


CAPI'TULO LSSSIV.

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porar A, 10s indivicluos que le componian en el de 10s granaderos 6 en el de 10s coraceros. En cuanto ,i 10s oficiales, fueron sometidos a1 Couscjo de guerra ; y, aunclue el srimario evidencih su grave culpabilidad, tuvieron la dictia de participar de 10s beneficios concedidos con motivo de la, promulgation de In nueva ley constitutional de Chile, acto muy solemne para que todas las faltas no se dicran a1 olvido, y para que todo resentimiento no cpeedaee borrado. Tambien, gracins A t a n estrnordinario acontecimiento y ,i la costutnbre de celebrarle m a r c h dole con nctos de generosidad y con indultos para 10s delifos politicos, todos 10s militai.cs y 10s ciudadmos coniprometidos cn In iiltiina tentativn de sublevacioc pudieron vclver 8 sus hognres, 6 mas bien, {t sus conciliAbulos; porque ningiina cosa da tanta nudacia h 10s facciosos como un bili de indcmnidnd firmado 1' concedido por el sentimiento de una debilidad hash cierio ;;unto disculpable, pero a\ cual pueden muy bien atribuirse las repeticiones de tantos actos de indisciplina y de tantas v tan lastirnosas revncl tas. La gencrosa inclinacion de Pink) hhcia toda idea moderada ?: de Iieiievolencia no le impedia, sin embargo, reconocer las funestas cmsecucncias q u c semc,jmte tolerancin tenia que acnrrear, especialmente al tratarse de la ordenanza militar. Con la mas viva inquietud veia que la gangrena revoliicion~~ri~ contagiaba cad&dia mas al elhrcito, y que este pronto se hallaria coinpucsto de tropas pretorianas, pilestas A dispoFicion dcl partido que mRs d i e m A pesar de tan grande gcnerosidad, v a r i x de aquellos militares incorregiblcs coiltinunron con I n misma audacin sus siniestras intrigas. Entonces, fatigado por tan repetidos hechos, y convencido de cpe un ejem-


122 HISTORIA DE CHILE. plo terrible podria hacer cesar las funestas suhlevaciones, trat6 de ahogar la voz de su natural clemcncia y de contener la sensibilidad en st1 corpzon entristecido, y se decidib por la ejecucion de 10s dos nias culpables ti quienes el Consejo de guerra acababa de condenar h ser pasados por las armas. Estos oficialcs eran Francisco Tru110 6 E-Iil. Paredes, cuya degradacion y fusilamiento se verificaron eegun previenen las leyes militares ; si bien es cierto que se cometi6 el error de hacer colgar despues 10s cadliveres, siguiendo una repugnante y bhrbara costumbre indigna ya de la dpoca. Entregados asi & la publica conmiseracion, vinieron ,isobreescitar 6 irritar las pasiones, cntonces en la mayor fermentacion, dando phbulo h 10s diarios de la oposicion para criticar amargamente 10s actos del Gobierno. Para poner algun remedio ri aquel estado de C O S ~ Sy neutralizar cuanto fuera posible el mal efecto producido y las consecuencias que de semejante falta podian derivar, pens6 Pinto en dar mayor fuerza li la milicia, y organiz6 un regimiento de infanteria, haciendo entrar en 61 10s batallones de la Guardia nacional que se Iiabian comportado bien en la accion del 18 de julio. Este nuevo cuerpo lo pus0 provisionalmente bsjo la direccion del cormel Beauchef, y le di6 una plana mayor con la dotacion que fijabe la ley del 24 de octubre de 1S25. Dicho regimiento se creaba con el objeto de poderle oponer ri las trcpas veteranas, sobradamente auclaces y propensas h sublevarse, y al propio tiempo para contener ti la plebe, pronta siempre tomar parte en favor de aquellas tropas, con las cuales formaba causa comlin para entregarse a1 pillaje. Los comercian tes, intercsados en este pensamiento de hrden, se brindaron 5, formnr dos


123 compaliias dc caballeria a1 mando de oficiales por ellos elezidos, y Ilevando it la cabeza como primer comanitnite a1 honrado D. Diego Barros. Estas compaiiias recibieron cl nombre de Cucrpo dcl brden, y se uniformaron de su cuenta y riesgo, ndoptando una levita azul celeste COL cuello y bocamangas de color encarnado, y un morrion de paii1-1 con plumas del mismo color que las vueltas. Poco tiempo despues sc reunieron tambien algunos comcrciantcs mas, formando varix compafiias de infanteria, bajo el nombre de batallon de la Constitucion ; y SII traje consisti2 en una chaqucta iddntica 6 la levita de 10s nnteriores, sombrero redondo con un ala lcrantada y una escarapela con galon de oro. ISn media, p e s , dc tantos inciclentes y de tantas emocioncs, cl Congrcso volvia ;I reanudar sus trabajos. En conformiclad con lo clue sc habia decidido en la iiltima sesion celebrada en T’:dparaiso, la apertxra tuvo lugar cl 1 cle setiembrc, cstableci6nclose 10s Senndores en el Consulado y 10s Diputados en la sala de actuaciones piblicas de la universidnd, prepnrada al intcnto. Dos eran las zrandcs cuestiones que principalmente d2bian tratnrse cn este iiltimo pcriodo de la Icgislatara : la Icy elcctoral y la relativa li la libertad de imprenta, que formaba parte de toda Constitucion corn0 uno de 10s elementos propios del derecho piiblico ; pero que habia sido tan ndicionada, suspzndicla y reformada, que no era posible ya conocer 10s t6rminos que I2 regian, y mucho mcnos nun el sentido cn clue debin ser interpretacla. Conforme h la propuesta del senador Calderon , las comisiones encargadas de cstudiar y preparar 10s proyectos de Icy podrinn Ilamar h si1 seiio ri aque113s perconas 5 quicnes creyesen capaces de ilustrarC A P ~ T U L O LXSXIV.

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HISTORIA DE CHILE.

Ias, y en particular b 10s empleados del Gobierno. Los ensayos hcchos hasta entonces sobre la libertad de imprenta habiczn sido muy irregulares y pcco fructiferos, en rmon ri que, hallhndose el piis fillto de instituciones polilicas estables, era dificil dar fijeza ,i esta ley? asentindola en una base conformc a1 cspiritu del pacto social. La cornision del Senado encargada de In preparacion de dicha ley procur6 inspirarse en el estudio d e las mejores obras 0 tratxdos ncerca de esta materia, y cscnch6 Ins opiniones de las personas instruidas del pais, que fuesen admitidas ri sus deliberaciones ; y el 13 de octubre de 1SBS. tcrminado este trabajo preparntorio, pash nl estado de proyecto. Bajo una forma que dabn a1 lxnsamiento todas siis prerogativas de prcdominio, permitia al perio:lismo In npreciacion y discusjon sobre cualquiera niateria, sujetrindose Ias restricziones de rirden, moralidad y segurjdad exigidas para el bienestar de una nncion civilizada. Tansrestricciones se referian ;i cuatro especies de abusos, ,isaber : el de la blasfemin, el de la inmorabilidad, el de In sedicion y el de la injuria. Este iiltimo, respecto 10s emplmlos, no tenia el cnrricter de dclito cuando se ntacnbnn nlgnnns oniisioncs cj escesos en el ejercicio de siis funcioiies, sieinprc que el autor del escrito, decia l a k y , pruebe la verdad de 10s hechos. )) Todos e s t m a b u ~ o sno se liall,zbnn som2tidos 10s triliunnles ordinnrios, sinn 5 uiio cspecinl, compuesto de uti jucz de drrecho, clue era cl juez IetrTdo de primera instancia, y dc j u m s de hzcho, elegidos entre 10s habitantes de la localidad donde se cometieran y nombrados por la municipalidad; pero quedaban escluidos de este cargo 10s eclesihsticos, 10s abogados, 10s procuradores, 11


125 10s escribanos y todas t,s pcrwri7s que percibian algun sueldo del lisco. Se v6, p e s , que semejante reglamento era en ewerno favorable B In libertad de la prensa y separado de toda influencia ministerial. Por dl se entrc-. gaba a1 acusado h la opiiiivii piiblica, es decir, 6 uii jiir a h , sistenia 1e~islnti;lohasta cntonces dexonocido en cl p:h, y cuyo cnsayo iba ,idccidir respecto h s ~ iutilidaci o iiiconveniencia. 1{1 piiblico en general lo rccilii6 satisfactoriamcn te, h pesar de ias criticas quc trataban de probar su insuficiencia, mientras otros le combatiaii consider~~ndolc demasindo restridivo. Entre cstos < h i mos se distingiiin infante, cpicn. ;Lejcmplo de Jefferson, hubiern deseado una libertnd ilimitada i1nl.a In prensn. considerdudoh como la salvnguardia, la centineln, y la protectovcL de todas las d c m k libcrtades, y como uii t7ivino iniciiio b a j d o del ciulo , m a la feiicidac! dc 10s liom bres. II La ley electoral pxecntnba difrcaltndes mucho mayores, ii causa de la nlta importancia que ejcrce el ciudadano activo en ei iiombramiento direct0 i, iiidirecto dc 10sprincipales fn::cionarios. I l n d n cntonces cl mecanis1110 de las eiecciones Iiabia sido m u y incoinpieto, y la libre voluntad del ciudadano se veia dominada, ora por la influencia 3 las a m e n a z x dc 10s gobernantes, ora por la intrign y la astucia dc 10s prc!endientes. Poi. talito, toda eleccion iba precedicla dc sintonins pcligrosos, que 110 s610 pariliizaban la, marcha aclministrativa, si110que liasla podian traer graves conflictos y liondas perturbacioncs en In sociedad. Psrn dar alguna mayor regu1:iriclad una opnrncion tnn gravc coin0 delicada, tratando de disminuii. cuaiito fuese posiblc 10s abusos que la dcsnatursliznban y corCAPITULO LXXXIV.

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126 ₏IISTORI.\ DE CHILE. rompian, la comision, conformc al c,jemplo de Inglaterra, quiso isstituir el sisteina de 10s registros, donde serian inscritas todas Ins personas que reuniesen Ins condicioncs necesarias para scr electores, 5 quienes se entregaria una papeleta nominntiva cle voto que seria renowdn cnda dos afios. Con esln cornbinacion impedian las mesas obrar dc mala f6 ii 10s iiidividuos privadosde voto y que s que lo poseian. La diwtaran dos 6 mas ~ c c c aquellos reccion de 10s registros en las parroquias cra ejcrcicla por las juntas calificadoras y rcvisados aquellos por In junta municipal de la localidad, que al i m p i o tieinpo asuinia cl derecho de juzgar sin ape1:wion sobre toda clase de reclamaciones. Seniejante indcpendcncia dc /as autoridadcs ordinarias nFeguraba 10s derechos y la libcrtad dcl ciiidadano, 1’ la soberania popular fiincionabn cn lo plenitud de In f o r m dcmocriticn. Los dein,is capitulos cran concerrientes ii:l~.rcglamentacion de !a nueva ley electoral, y Csta no conserrnba de Ias niltcriorcs sobre In materia sino las subdivisiones en parroquias ; en todos ellos brillaba el espiritu libcral que se tratnbn de introclucir en todas las administracioncs, y bnjo csic punto de vista n n sc piicde inenos de aplaudir 10s activos 6 inteligcntes esfiicrzos de estn Icgielaturn, tali Iiicii inspiradn por s1: relevantes cunlidadcs del jcfe del 1%tado. Aparte de csta Coustitucion, In inns libcral sin duda de cuantas nnicriorinente hnbian sido proinulsadas, cl Coiigreso sc ocup6 de u n graii iiiiinero de trahnj~s secundarios relativos ri !as diferenics adtiiinistrncioiics. Abierto el 25 de febrcro de i82S, termin6 su mision cii cl mes de cnero clcl aiio siguiente, de modo que el dia 3 1 de dicho ines, 10s diputzdos cerraban sus scsiones,


C A P ~ T U L OI,SSSIV.

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despues de haber recibido las mas significativas muestras de aprobacion de parte del pueblo. El Vice-Presidente, acompafiado de 10s ininistros y de las principales corporaciones, se reuni6 con 10s diputados, A quienes fu6 ii buscar para asistir todos juntos & a n Te Deum,'que se cant6 en la Catedrd corn0 espresion de homenage y de reconocimicnto a1 autor de 10s bienes terrcnnles. De regreso ,i la Ckmara, acoiiipallado por una multitucl bulliciosa y alegre, que las salvas de artillcrin y cl repiqu? de las campanas animaban con su cstrepitoso ruido, espres6 A nombre de la nacion cntcra su inas intcnsa y sincera gratitud 5 nquellos distinguidos diputados. (TTUCStros nombres, :es dijo, no podrAit ser jam& rcpetidos sin admiracion y enternecimiento, y el recuerdo de vuestras tnreas, se ligarh intimamente h la idea del engrandecimiento y de la prosperidad que los siglos 113s reservati. n - Estaba reservado al tiempo dc IT.E., IC respondii, el Presidente del Senado, el que sc constituyese la nncion, dpoca gloriosn en que terminan Ins grandes convulsiones de un cstado que einpicza ri re11aCer. D Antes de separnrse, la Chmara nombr6 rina junta de oclio mieinhros, elegidos entre !os de SU scn!) y 10s del Senado, cuyas atribuciones eran velar sobre la obscrvanciade la Constitucio:i y las leyes, con el solo objeto de dar cwnta A las CAmaraa venideras de Ias infracciones que hubiera noiado, recibir 10s votos, que debiaii remitirse ri la coinision permanentc, y custodiar las llavcs dc la, caja del crddito piiblico, ((


CAPITULO LSSXV.

Proniulgadn 1% Constitucion, aquclln Chmnra, la c u d por la tcrininacioi: sola de csln Icy p u d i h m o s inuy bicii calificar de fcciinda, todavia continu6 sus tareas, ocup Andose de o tros trabnjos relacioiiados con 10s diferentes ramos ttdininistrativos. Pinto crn el a!ma de todos estos trnbajos, y hasta hubiera dcseado, antes de Ilcgar las discusiones, der priiicieio ii Ins reforms despejando el terreno, B fin de ilustrar i ayuellos laboriosos diputados sobre las tareas cpc ibxi a emprender, si dcseaban, como asi era, Ilegar a1 planteamiento de una buena organizacion. La liacienda habia sido sieinpre y continuaba siendG el cabailo dc batalla, la parte illas critica de la situacion. A pesar dc taiitas y tan prolijas informaciones corn0 se liahian hccho con Animo de mejorarla, todavia una gran paric dc elln s e p i a estacionxria, yiciosa y complicada, en el inismo ser y bajo ]as inismas condiciones que tenia en la 6poca co!onial. L a s rcntas se cobraban de una manern irregular, cl cjkrcilo cnreciu tohlincn te de con tabilidad, 10s atrasos eran cuantiosos y las oficinns niaiieja-


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CAP~TULO LXXXV.

das sin inteligencia 'JI sin decoro. No habia medio posible de proveer 6, 10s gastos, y menos de atcnder h Ins deudas que gravitaban sobre ei crkdito de la Repiiblicn. A consecuencia dc esta pcniiria de ingresos, 10s Gobicrnos, tan frecuenternen tc rcnovados, dejaban el Tesoro cada vez mas sobrecargado de deudas interiores, que por la falta de presupuestos, inusitados cn aquel tiempu, permanecian desconocidos, tanto por su' naturaleza como por sus guarismos. Paghbanse h la venturc?, y muy & menudo eran agraciadas las personas mas influyentes y menos iiecesitadas, injusticia que ocasionaba 0 tmia grnves consecuencias, provocando amargas y funcladas quejas, no s610 de parte de 10s acrcedores, sin0 tainbien dc 10s patriotas honrados, quicnes no podian comprendx c6mo en un Gobierno representativo pudiera consen tirse que arbitrariamente y sin garnntia alguna de moralidad fuesen gastados 10s fondos nacionnles, no dando de ello cuenta a1 publico. El ministro se contentaba con dnr nl acreedor un certificado, 5. cuyo pi6 estampaba el pLguese, n y no pocas veces con un signo convencionnl entre61 y el tesorero, quien a1 verle declaraba a1 interesado la imposibilidadde satisfacerle por falta de numcrario. Un jefe de tan buenas intencioncs como lo era el gcneral Pinto, debia emplear sus primcros csfuerzos y sus primeros cuidados en el arreglo de una administracioi; tan defectuosa, trathndose de dar la vida y el movimiento tan necesarios R todo Estado, vida y movimiento que,' bien organizados, concurrcn poderosamente a1 progreso de las institucioiies politicas. As!, pues, su primer pcnsamiento fu6 el de establecer el mecaiiismo de 10s presupuestos, para Ilegar a1 indiseensable eqiiilibrio clue clcbe existir entre 10s ingrcsos y 10s giistos, ((

T. VlII.

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cmx. Como este delicado trabajo exigia el e%tactoconocirniento de todas las deudas, ordeno que todos losacreedores del Estado presentasen 10s docnnici;tos juetificativos de sus respectivos crCctitos y, n l propio ticmpo, pedia h todns las administraciones un estado cabal de aquellas que ri cada cud concernin. Tan Inego conlo esta importante operacion prcpnratcrin quedb termkiacla, por nledio dc un decrcto, dado el I S de jnlio de 1S 2 7 , clisponia que todas 1as deudas del Estado, cualcsquicra que fuesen su naturalezi y conclicion, desde el tieinpo del Gobierno espaiiol liasta el 30 de abril de dicho niio, scrim reconocidas y registrndas e:i el libro de In deudn nacional i!iIerior, I!emdo ])or 10s directores de la caja dc descucntgs, esccl)turtlido 10s librainicntos girados por la tesornria gmeral para pngos de sueldos devengados. Despes de este decretc, que regnlariznba y consolidaba, I? deudn interior, tratb Pinto de fiallnr Inedios para lei-antar el cr6dito nacionnl, tan tristemente hnmillado en cl cstraiijcro, y para ello estableciit U ~ caja R de nmortizacion, con un ljbro de fondos y rentns p’iblicq cuyos capitales cran garantizndos por el totnl de las rentns, por todos 10s crdditos y bienes del Estndo. Una sola escepcion sc 1iaci:i; k l era In reserva del producto de cspecies estawadns, que queclaba acignado al pago dc la deuda esterior, producto con quc ya so, linbinn Ilevado h c a h rcmesas I~aetanteconriderables para indcmniznr 5 In Tnglaterra, altamcnte dcscontciita entonces por el retardo que su emI~r6stitov n i a espcrimentando, como lo manifesti, en el exequatur que sc GobiCmo, con poquisiino miramiento, aca1:abn dc dirigir nl cbnsul general 11;gnel de la Barrn. El fondo r‘!e estn cajn era de dos millones de pesos a1 5 01’0,y de otro millon de la misina 130

IIISTORI.~ DE


C A P ~ T U L OLXSSV. 131 especie a1 6 O / O . Halliibase destinado este tcrccr millon A realizar el importante objeto de la reforma niilitnr, y ao debia entrcgarse de pronto 6 la circulacion sino scis.,. . . . , ., . cienios mil pesos, aIStriDuICIoS en Dilletes de ciento. de quinientos y dc3 mil pesos. Un fondo de arnortizacion ti capital fiio procedentes de In wntn de - y- IC IS eventuales, . ,. . .. . . . . bienes nacionales, serian acstinauos a estinguir la dcuda a1 cabo de cierto n6mero de ailos. La Icy castigabn con * , , , * la pena a e muerte i~ touo falsificador de cstn clnse de billetes, asi coni0 tnmbien las personas quc Ius cntregasen 5 la circulacion sabiendas, y por lo tanto con mala f6. El libro mayor de dichos fondos, independiente de toda otra autoridnd, se hallaba dcposilado en una caja de 10s arcliivos del Senado y cerrado por tres llnves, una de las cuales guardaba cl rninistro de IIacienda y Ins dos restantes obraban en poder de 10s Presidenles del Congreso. Dicha caja no podia ser ahiertn sino h presencia de las Ctimaras, reunidas a1 efecto, y cada asiento que en el libro se hiciera debia scr firmado pot- todos 10s vocales presentes, y en n h x r o bnstante para constituir sala. Las rcntas cran pagadas cad& tres meses, y en dincro, en una adrninistracion particular, compuestn del Presidente y Vice-Presiclente dc In legislatura v cl ministro de Ilacienda, mas dos empleados, yuc eran el coiitador que desempefiaba las funciones de secretario 1 el tesorero pagaaor. L I prinicr c i l v.i ,c k x u o rue pagaao el dia primer0 de julio del ails 1S29 ; pero ,i caiisa de In perturbacion continua de 10s iinin-os turbuicntos, siempre en ferinentacion, pr6simos siemprc ti estnllar en nuevos deshrdenes, era mu!. tcmib!c quc no pudicrn observarse escrupuloeaniente !a prccitada regdaridxl, y . . :

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HISTORIA DE CHILE.

un solo dividendo no pagado, l~abriasido mas que suficiente para llevar el descrhdito mas completo h semejante institucion, uDa de las mejores obras del Gobierno de Pinto, y cuyos fQndos, enagenados a1 principio k menos de 20 O/O, pronto debian elcvarse b un 80 O/O. A1 regulariznr dc este iuodo la deuda interior, se CODvcrtian 10s diversos titulo3 de 10s acrecdores en inscripcioiics todas parecidp.s en su forma y su naturaleza, y con un interks del 5 6 G 010. Sencillamente se hacia desaparecer asi la antigun anarquia financiera, observando una exactitud mucho mcjor por In fidelidsd de sus oblignciones, y el fisc0 volvia ii recobrar 6 restablecer una confianza bastniite comprometida ya, que, como es natural, levantaba a1 propio tiempo cl cridito, estc poderoso auxilinr de todo Gobierno. Qucria Pinto tambien hacer reuacer la idea dc un I3nnco nacional, cuestion anteriormente suscitada varins vcces y In mas i prophsito para dar solidez y elevar el credit0 hasta el mas alto grado dc poder y cspleiidor. Tan convcncido se 1mllal)a de lu grande influencia que la realizacion de estc pcnsamiento habia de ejercer sobre In prosperidad publica y sobrg la consoliclacion del 6rdcn, que durante su permanencia en Coquimbo, como intendente de movincia, habin in fluido y trnbn.ja.do con i;ran celo 6 fin de hacer nccptar la idea, asi como para 1Ilcvnrla ri debido t6rinino, ponidndola. en ejccucion. En . _. . . i u w o de 1S 2 7 . un Banco particular se cstaD1Ccia CII aicha ciudald:, con un capit.a1 provisional, consistcntc por -entonces en ( 1 0 . o ~Desos ~ v dividido en acciones enaie" nables de 8 500 pesos cads una. A1 cabo de un ines, cuando cl fondo no pasaba aun de 6,000 pesos, habia aclquiricla ya cl suficicntc cridito para dar princigio i, I

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133 sus operaciones con rcsul tados satisfactorios. Este Banco verificaba pristamos a1 I O/O mensual, bnio fianza inancoinunada de dos sugetos abonados, y tenia vales poi valor de dos rcales, y Iiasta de uno, cosa que era df 3 - ....- . grande Utilidad a causa de la mucha escascz ae 1noneu8 de tan bajo precio. El Banco que Pinto dcseaba fundar en Santiago " no hubiera sido del c s r k t e r del anterior, sin0 rcal y verdadernmente un Banco nacionnl. Tan lucgo como 10s foridos necesarios estuviesen ya reunidos, huhi6rase podido facilitar la marcha dc Ins relacioncs industriales, h u b i h s e podido favorecer a21 trabnjo, fomentar el comercio, restablecer la buena f6 cn 10s contratos y, sobre todo, se hubicra podido m fame y dcspiadada usura, que d vf ni aun con el 2 ! / e 010 mensual de interes s o w e !as sumas prestadas & 10s pobres desvalidos que, no teniendo otra puerta 5 donde poder ;icudir, venian li Ilamar 5, la s u p Tan ruinoso cam0 tirinico descnen to hizo pcnsar 5 algunos capitalistas en el establecimiento de un I3ancc d c cr6dito sobre la hipoteca de sus bienes patrimoniales 6 ndquiridos, ligados ademas por una garantia reciCAPI'TULO LXSSV.

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el estranjero, a1 moderado inter& corrientc en 10s mcrcados de Europa, ventaja que les hubiera pddido facilitar toda clase de operaciones y el hacer prcstamos a un t i p moderado, mejor dicho, 5, un tipo bnjo. El niirmro de acciones seria el de i 00 y dc 5,000 pesos el valor de cada una, quedando trrinta y siete de ellns inscritas sa desde 10s primeros dins ; pero t i causa dc In mala f6 quc existia en el comercio, vicio que se desarrollaba In soinbra de una defectuosa legislacion, este Iinnco quc2G cn mer0 proyecto. Y, no obstante, i qu6 institucion tan hcr-


134 IIISTORIA DE CRILF. mosa y escelente hubiera sido la de un Banco destinado y autorizado, COMO este lo solicitaba, emitir billetes circulatorios, en squellos momentos en que el comercio comenznba L{ artquirir una grandisinla actividad y en que, precisamen tc fd to de fondos, hubiera podido descontnr diclios billetes i't u n precio razonable y veiitajoso ! En el convecto de Ssn Francisco dc In iiiisma ciudad de Coquimbo, Tstablcci6 Pinto una wcursal de la casa de Yoneda de Santiago. A 1mar de 1% oposicion del superintendente Portales, quien Foslenia quc no se podrian ha!lar ernpleados Iiastnnte inieligentes, y estos le eran i iI~ n mRc 2 1 x n l n t n nclrmirlqd :i t n d a r n c t a "" CP ti*acnnrtn1 U"

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la misma direcciDn central un volante y otros htiles, principikndose, tan Iuego como las mhquinas estuvieron instaladas, la acufiacion dc monedas que, habiendo salido mnlas y v.iciosa.c en su ley, provocaron la suspension cle las operscio~es.TratAbase de aprovechar la gran cantidad de or0 y platn qile se estraia de las minas, la cual era ~ ~ e n d i d5,a 10s estrnnjeros, algunas veces 5, precio muy bajo ; la casa de noneda clc Srtntisgo se hallitba demasiado lejos para poder compensar la diferencia que 1'011 de

oponcr 911 d i q x ri la depreciacion originada por el contrabnudo, fkcil de liacersc en razon ;i que entre Copiap6 y Coquimbo, pais de rninas y desierto, habia un p a n niimero dc puertos quc se prestaban h esto de una manera admirable, y que cn 1823 habian obligado 5, bajar el derecho d e esportacion del m?.rco de plata h ,4 r . Una de las inayores necesidades de las instituciones


135 financieras era el sistema de impuestos, y con urgencia recl amabcz indispcilsabies reforms para somcterle todo 61 h un principio de equidad y justicia, aminorando a1 propio tiempo 10s gastos de percepcion, que ascendian ri mas del quinto dcl valor total. Benavente, el niismo Eennvente decia en Ltr i i i u o i w , el nil0 18-37, que u 10s dos tercios de lo que la nacion contribuye para 10s gastos piblicos, se evaporan antes de ingresar en ias arcas iiaciocionnles. Coiiforme k sgs chlculos, estas rentas debian producir 4.330,OOO pesos, y no l l ~ ~ q n ba1a tcsoro, en aiio coinun, mas que 1.500,OOO pesos, niientras que 10s gastos ascendian h 2 . 0 0 0 , ~ ~ O . Desdc el principio de la guerra de la independencia, la aduann, que cobraba el 27 por 100 de Ins mcrcaderias introducidas en el pais, puede decirse que fu6 el iinico ram0 de la administracion que ntrajo Ins miradas y atencioncs del Gobierno, considerrindole c9mo PLI manantial mas productiro. Alientras durci In lucld en las repitblicas vecinas, Yalparniso eiguiti siendo el dep6sito general de toclo el comercio estranjero en 10s mares del Sud ; p r o tan luego como In generosidad chilena hubo llevado In libcrtzd al Peril. todns elhs rccibian dircctamente 10s buques de Ins diversaq nnciones del niundo, y el comercio de Valpnraiso disminuy6 mas y mas cada dia coli notable perjuicio para las rentas fissales. A esto veilia ri juntarse [III hacinamiento de mercancias, cuyo valor se elevaba cuando nienos ri doce millanes de pesos y cays transaccic~oera s;imnmentc difici! de a!cairz ar y adcmlis se ngregabn tnmbicn 1111 considerable contrabando, Ilevado it cnbo I:asta por nicdio de ngentes cspeciales. Estos in termediarios, unidos, y de acuerdo con empleados desleales, y por iiiedio de @as y tornaguias, CAP~TULOLISXV.

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136 HISTORIA DE CHILE; conseguian burlnr la vigilancia de Ics jefes superiores, y de este modo obtenian fraudulentamente del S a1 10 por 100 de ;)rima. Lo que resultabn de tan indigno proceder era, en Cltimo terinino, que el Gobierno apenas llegaba ;i percibir una mitad, b aun quiz,is una tercera parte del. impuesto niismo que, en 6pocas anteriores, liabia producido hasta millon y medio: de pesos. Abuso tan escandaloso, atribuido por algunos economistas ,i la escesiva imposicion que sobre la renta de aduanas gravitaba, Ilegb ,iconvertirse en un vicio desmoralizador entre ciertas clases de Valparaiso, ocasionnndo un estraordinario perjuicio, no solo a1 fisco, sin0 lo que todavin es mas lamentable, a1 comercio y 5 10s intereses de las gentes honradas y laboriosas. El fraude lleg6 6 ejercerse hastn sobre 10s vales que la Tesoreria emitia contra, la aduana, vales que nlgunas personas falsificaban con muchisima habilidad. El fisco no tuvo conocimierito de esto sino despues de largo tiempo, y desde ent6nces adopt6 el us0 de un sello en blanco para todos 10s ' certificados de emision, obligando B 10s detentores de 10s antiguos presentarlos cn la Tesoreria para verificar un rcconocimiento respccto h su validez. A todos estos abusos habix!que aliadir el des6rden mas completo en la administracion. Un hacinamiento de reglamentos ambiguos y contradictorios, un plan de contabilidad dispendioso por la multitud de oficinas, oscuro por el complicado mktorlo de sus procedimientos, y una desproporcion considerable en 10s nranceles y corrtrihuciones, constituinn el mecanismo rentistico de la kpocn. Para remediar cstos males, mhre todo 10s que se relacionaban con la aduana, se suprim% la de Santiago, refundihdola en la de Valparaiso, de modo que lade este


137 puerto, quedando sola, alcanzaba una gran preponderancia y merecia por lo tanto ser organizada conforme a1 mejor sistema posible, respecto A la gestion y 5 la vigilancia. Con este motivo, el Presidente f(i6 6 pasar un mes en Valparaiso, acompaiiado de sus ministros, con cuyo concurso llev6 6, cabo este importante trabajo de reorganizacion, reformando el arancel, aumentando 10s almacencs francos, proyectando un reglamento de comercio altamente liberal, y hasta la constraccion de un edificio nuevo para la aduana, que reuniera todos 10s alniacenes fiscales, entonces dispersos por In ciudad con notable perjuicio del fisc0 y del comerciante, echando asi 10s cimientos de la hermosa administracion que, con el tiempo, habia de contribuir de una manera tan poder9sa la prosperidad nacional. Una comision, compuesta de 10s mas respetables negociantes, fu6 nombrada tambielil para la revision del reglamento de 1 S13 y s11 ampliacioa de 1823, y varios puertos de la Repfiblica heron habilitados con gran provecho de la agricultura. El ministro de Hacienda, D. Ventura Blanco, con u n tacto y un talent0 particulares, tom6 una parte muy considerable en todos estos trabajos de reforma. P a r s introducir en la hacienda nacional 10s m6todos mas acreditados en las grandes naciones, hizo venir de Buenos-Aires a1 Sr. Brodart, persona muy versada en la contabilidad moderna, 5 quien coloc6 coni0 oficial ausiliar de su ministerio. El tribunal de cuentas, aumentado ya con dos jefes por decreto del 8 de Junio 1820, haba llamado su atencion, No obstante las reformas introdocidas en esta institucion, se encontraba tan mal sentada y definida, tan embrollada y confusa, que nadie alcanzaba A comprender 10s estados de cargo y data que se pnbliCAPITULO LXXXT.


135 HISTORIA DE CHILE, caban, lo cud daba lugar 6 sospechas injustns contra 10s directores. Por otra parte, las cuentas, lejos de poder estar a1 corriente en 10s peri6dos deterininados por lczs leyes, veianse en un retraso de cuatro & cinco nfios, con gran perjuicio de 10s interesados, y muy especialmente de 10s comerciantes, quienes no cesaban de liacer reclamaciones rnuy amargas, fundadas en toda, justicia y derecho. LOque sobre todo aparecia enteramente incompatible con la nueva Constitucioii, era la autoridad que la adrninistracion del Tribniial de cuentns tenia de juzgar en primera instancia toda duda A que pudieran dar lugar las cuentas entre-el fisc0 y 10s particulares, cuando la ley que acababa dc prornulgarse declaraba que el poder jadicial s610 residia en la4C6rte supreina, en las C6rtes de apelacion y en 10s juzgados de primera instancia, dnndo como nulo todo otro modo de enjuiciamiento. Todas estae imputaciones fueron vigorosamente*probadaspor el Contador mayor D. Rafael Correa de Saa, lo c u d no impidi6 que el Congreso, con fecha 20 de Noviembre, sancionase el proyecto de ley presentado por Pinto. Este proyecto suprimin el tribunal en cuestion, y lo sustituia con una comision especia(, encargada de la liquidacion y extimen de todas las cuentas, a h d i h d o s e una inspeccion de contabilidad para combinar la claridad y exactitud de dichas cuentas con la seguridad de 10s ciudadanos. En W i n o thmino, con fall0 irrevocnhic para el anjlisis, en la Secretaria del ministerio de Hacienda se establecia una mesa de reeidencia, compuestade t w s empleados, la cual debia terininar el extimen de toda cuenta ;i 10s seis meses de remitidas por la inspection las que hubiera que exsminar , T&se tambien de hacer econotnfas disminuyendo el


CAP~TULO txxm

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nhmero de empleados y conservando solamente aquel!os de reconocida aptitud en el desempefio de sus respectivos cargos, indemnizando 6 10s cesantes, por medio de una cicrta renta, que se elevaba ri la cuarta parte, ii la initad y aun al total de sueldos que disfrutaban en activo servicio, segun el tiempo que en el desempeiio de este hubieran permanecido como dependientes de la nacion. Otra ley, altamente eqhativa, impedia 10s efectos del dccreto del 26 de Junio de 1824, que imponia un descuento de 6 por O/O 3 10s sueldos de 10s empleados civiles; de manera que, A partir desde la aprobacion de semejantes disposiciones, nquellos les eran satisfechos

llevadas B cabo sino en medio del 6rden y la tranquilidad, y el pais se encontraba siempre agitado 6 amenazado de sacudimientos pditicos, que venian i interrumpir y paralizar tan bien ptm a d a s reformas, engendrando nuevas esigencias y ne ccsidades imprevistas. A pesar .. .. . _ de las utiles disposiciones que el hhbil ministro de la guerra, general Borgofio, acababa de tornar en favor del eikrcito. v Desar del decreto del 2 de Noviembre de Pale la revista. las DaEas slemme. andaban atrasadas. lo cud, unido a1 estado de desnudez y abandon0 en que 6 mIenudo . . . . ,. . .^ se las tenia. ImDuisabaa las troPas a maniIestar un descontento que en Talca concluy6 por convertirse en hechos de rebeldia. En la madrugada del 21 de Julio de 1827 se sublevb en dicho punto el escuadron de cazadxes, y, despues de arrestar algunos de sus oficiales, fu4 ii apoderarse ~.

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140 HISTORIA DE CHILE. de la clircel donde se 1iallab:in depositadas las armas y municiones pertenecicntes 6 10s rnilicianos. Don Manuel Urquizo, comandante del eecuadron sub!evado, se apresur15 ,ipresentarse en el cuartel, y alli el cabo Perez, quc figuraba a1 frente como jcfe, le declar6 de la manera inas terminante que : mientras no les fuesen pagados sus (I

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flicto, Urquizo prometib 4 pesos B cada soldado, y sin objetar cosa alguna, todos aceptaron la promesa. Para pro porcionarse la suma necesnria, prec:I! samente cuando el t esoro se encontraba cxhausto, lo rrii!smo que -1 la administrnc~oiiuei ~n -sli^a-i^~^t i uel , C;UIlliLlIU&lllG dc 1,I" U L~O.zadores convocb a1 cabildo y & In Asamblen, y mientras d ~ l i l v i * R h n nsnhrp - 13..-rninpra. ---_-__-_ .-de -- realizar - el ofrecirniento hecho h la tropa, vinieron ,i avisarles que 10s revolucionarios tenian resuelto el saqaeo de la poblacion tan luego como hubieran recibido 10s 4 pesos por cabeza. Sin phdida de tiempo, Urquizo instalo un Consejo de guerra y, pr6via la aprobacion del cabildo y de la Asamblea, se decidi6 B hacer us0 de la fuerza para someter h sus cazadores, con tanto mas rnolivo, cuanto que Ix plebe confraternizaba y se ponia ya de acuerrlo con ellos cerca de la plazuela de San Agustin, donde estabn el cuartel, A la cabeza del batallon de Carampangue, que no habia tornado parte en la sublevacion, fu& desde luego i hacer deponer sus armas d 25 honihres que formaban la guardia delantc de la chrcel, y enseguida se trasladb a1 cuartel de 10s cazadores. El teniente Barraza, que mnndaba la vanguardia, se present6 A 10s sublevados para ofrecerles el perdon ; y por toda respuesta recibio una descarga cayendo muerto en el acto, En el momento mismo se empefi6 la accion; 10s cazadores, fortificados en la torre de 3 - 1

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141 la Iglesia de San Agiistin, y parapetados detras de las ventanas, hacian un fuego muy vivo ; pcro, ai cabo de media hora de resistencia, se djspoiiian A emprender la fuga, cuando Urquizo mand6 cargar sobre ellos ,ila bayoneta. Sus phrdiclas consistieron en tres hombres nuertos y algunos heridos, salvjndose 10s demas, escepto 15 soldados que se rindieron implorando perdon, por no haber tornado una parte activa en In sublevacion. Cuatro de 10s prisioneros fueronpasados por las armas, comprendido en este numero el cab0 Bernard0 Perez, autor principal del motin. Los acontecimieiitos de T a k a impresionaron bastante a1 Gobierno, ocupaclo entonces en las reformas militarcs, reformas que la oposicion podia interpretar de un modo propio & producir descontentos en el ejkrcito y, por este medio, atraerle 5, su partido. Semejante reforma, objeto en otro tiempo de gran meditacion para el Capitaii general Freire, era pedida con vehemcntes instaiicias por la nacion entera. Como el resto de las nuevas Repiiblicas sus hermanas, Chile contaba con un crecido niimero de oficiales, bastante 5 poder mandar de 30 ti 40,000 hombres. A causa del mal estado de la Hacienda, era preciso y de la mayor urgencia el poner cot0 h este ruinoso y lamentable abuso, tanto mas, cunnto que el escalnfon hasta entonccs seguido para 10s axens3s no eetaba en armonitr con la nueva organizacion aclministrativa. Con forme las iiltimas ordenanzns, el niimero de generales no podia pasar de nueve; tres iiiariscales con el nombre de generalcs de dkision, y seis gencrales dc brigada, hasta entonces llaniaclos sencillamen te brigndieres. Los deiiias, asi coiiio tambicn un gran nii!nqro de oGcinlcs y emplendos, reciC 4PiTULO LXXXV.

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142 HISTORIA DE CHILE. bieron su retiro, y se les di6 de una vcz, en fondos p'iblicos del G O / O , el valor total del suelo correspondiente B sus 'empleos, multiplicado por 10s dos tercios de 10s aiios de servicio. Esta conihinacion era niuy favorable ii 10s reformados, y hasta cierto punto les aseguraba la subsistencia. Desgraciadamente, sea por necesidad, sca por falta de buena conducta, la mayor parte de 10s retirados vendieron sus titulos, con u n 50 y un GO O j O de quebranto, 5 agiotistas que se aprovechaban del beneficio; y 10s vendedores quedaron envueltos en la miseria, foco perenne de 10s espiritus revolucionarios. Decision menos justa fu6 la que no consideraba el tiempo de servicio sino h partir del I S de setiembre de 1S10, de m3do que 10s empleados y oficiales de aquella 6poca que abandonaron la bandera real para enarbolar la de la patria se encontraban privados de una recompensa doblemente merecida, por haber sido 10s iniciadores de la santa causa de la emancipacion. Con estas nuevas ordenanzas, 10s oficiales generales, de coronel arriba, eran siempre nombrados por el Gobierno, pr6via la aprobacion del Congreso; pero todos 10s demas quedaban sujetos 5 la eleccion por aptitud y por antigiiedad, y en la proporcion de dos de estos idtimos para cada uno de 10s primeros. Fueron totalmente suprimidas las plazas de cadetes, y 10s alfkreces eran elegidos 'en una terna de dos sargentos y un discipulo de la escuela militar. A fin de regularizar mejor el cuerpo de oficiales, y evitar toda discusion contraria 6 la buena disciplina, se pens6 en suprimir la rara costumbre de conceder grados superiores a1 empleo efectivo, prerogativa que daba


143 lugar & desagradables cuestiones. Tratdse as! mismo de rei ad CAP~TULOLXXXV.

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se di6 mejor arreglo a 10s tribunales de j u sticia en el ejch i t o , ordenando que en 10s jriicios mu1r craves de

prllllGl despues de ser aprohado por la C6rte de -4pelaciones, -~ .. . instituidn en C6rte marcial, con asistencia de dos generales. Por medio de este tribunal de apelaciones, se colocaban sus derechos, aei en lo contencioso como en lo criminal, a1 nivcl de todas las garantias de 10s demas ciudadanos. Un cjircito permnnente, como fuerza defensiva, no hay dud%que es dc una utilidad incuestionable para toda nacion ; y, sin embargo, desde la terrninacion de las guerras de la independencia, muchas personas hubieran querido verle cercensdo y hasta suprimido por completo, reemnlrlzAndole_ con _ _ _ _ una milicia bien discinlinada. IJa idea de hacer coiicurrir 10s ciudadanos h la defen:sa del pais, admirablemente defendido por sus natu;irc+o qltn -5jlauu, ~ V O A Ay l l l u y W I I l U l I I I G raleJ I I W I I L G I C L J , con las instituciones democrjticas adop tadas. La fermentscion clue tan Iioderosamente se hacia sentir en las regiones politicas no IC, era favorable sin duda algiina; pero en el cas0 en que la razoii hubiese alcanzado la suficiente preponderancia para hacerse oir, liabria tenido la doble ventaja de provocar grnndes economi'as y de mostrarse, en toda su fucrza y verdad, como principio civilizndor. Esto no adinite duda, porque poniendo en contact0 unos individuos con otros, se les podia cornunicar 10s sentimientos de emulacion y de subordinacion, .

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HISTORIA DE CHILE.

de tan grande inffuencia para desbastar las rhticas costumbres de 10s campesinos y hacerles adquirir otras mucho mas civiles y socinles. Los oficiales reformados IOdian muy bien tencr cabidn en 10s Ixitallones de p u s respectivas localidades, juntamen tc con otros elegidos entre el vecindario de 10s pueblos, para n u despcrtar el sentimiento de envidia tan susceptible en ellos. Pinto trabajb mucho para poder conseguir la buena urganizacion de las niilicias ; pero lo hizo de una nianera incompleta, dejhdoles para uniforme un poncho del rnismo color segun 10s batallones, y no rnuy propbsito para hacerse respetar. So se cuid6 mucho tampoco de d a r k s una instruccion capaz de colocarlas 6 la misma altura aue la de las tronas veteranas. ni inenos aun de disciDli-

arinas quc, unida 8 la inltuencin de uii equip0 convcniente, fascina a\ soldado, halaga su amor propio, hace nacer el espiritu de cuerpo, y viene, por iillimo, ,i establecer la solidaridad entre todos 10s individuos auc forI

Animo de aquellos nobles patriotas, no podia pasar desapercihida ni descuidada criando 5. la cabeza dc la admiriistracion, que tantas y tan buenas mejoras deseaba fignraba nada meiios que un hombre cuyos 1ilantear, . .. - . .. .. . . mas bellos anos habian siclo consagrauos a1 estuuio. 13ien convencido de que iinicamente por medio de la ins- .. .,. -. . truccion se Duede Ilemr " ri alirmar v resuonder un dia (k 10s principios de moralidad, generalizar el amor a1 t 1.

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145 y esfuerzos h multiplicar 10s colegios y escuelas de instruccion primaria, de modo que cada provincia se hallara convenientemente servidn ; y tambim procur6 con el mayor cuidado que 10s profesores, por sus hdbitos y costumbres, fGesen dignos del sncerdocio de la ensefianza y capaces, desde luego, de inspirar A 10s discipulos sentiinientos morales y priiicipios de urbanidnd y politica. Desenba que 10s maestros pudieran encaininarlos hRcia laa virtudes, 6 inculcarles ideas de prudencia y sabiduria, para que mas tarde no fiiesen Yictiinas inocentes de 10s sofismas y patraiias que el pcriodismo entances inventaha de U I I ~manera tan escnndalosa. Un sacerdde se 1iallab;i encargndo de visitar dichos establecimientos de enseiianza, con el objeto de vigilar acerca de la education moral que en ellos debia darse ; y hash el lnstituto estaba bajo In direccion de un cclesiiistico de reconocido talento. Desde la proclamacion de la independencia del pais, el Instituto venia mereciendo las mas particdares atcnciones y cuidados de parte de todos ios Gobiernos. Ta sabeinos con que solicitud la adininistracion de Freire habia protejido la eiisefianza clue en dicho establccimiento se daba h la juven!ud ; y, bajo la de Pinto, 10s cuidados y mejoras aplicadas toclnvia fueron iiiucho mayores. En 1S27, cl niimero cle alumnos se elevaba & (100, contalido con 10s del Seininario, que en aquella 6poca formaba parte del tnstituto, y 10s cursos que alli se daban eraii tali numerosos coiiio vnriadus. Coli las Iccciones del sabio profesor Gorvea, las matemdticas fueron mucho mejor enseiiadas, y 10s discipulos las escuchaban con la mayor ateiicion y aprovechamiento. El gusto que tomaroil por estos estudios les iiispir6 la idea de constituirse CAPI’TULO LXSXV.

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1IISTORI.i DE CHILE,

en una Academia, renovando asi la de is%, cerrada desde la separacion de 11. Lozicr del establecimiento. El sefior Pinto asistia 6 todos 10s exkineiies, dentando k 10s estudiarites con buenas palabras; y fin de despertar el espiritu de emulacion, tan necesario para 10s progresos de las ciencias, rccibia todos 10s dias ri conier en su mesa & uno de 10s mas merecedores por su aprovechamiento. En las provincias de Cauquenes y Rnncagua comenzaban 6 formarse estableciniientos parecidos, y en T a k a el vicario capitular D. J. J. Cienfueps obtuvo del Gobierno el convent0 de Santo Domingo, h In sazoii sin religiosos, pm funclar otro i p n l , contnndo yn coil una rentn de 25,000 pesos, comprendida la suma que h este efecto habin dejndo el ilustre liistoriador Rlolina, Los d Concepcion y Coquirnbo daban tambieii escelentes rcsultados. El 21 de enero de 1827 se abri6 este ultimo en la casa que era de ejercicios, contando con treinta y cgatro nlutnrios, de 10s cunles doce solamente no ~ertenecianh In clnse de 10s internos. Ensefitibase In latiiiidad, las niatentiticas y la fisica ; y 10s recursos con que contaba ascendian rrl 6,000 pesos, procedentes de un derecho sobre 10s cobres, 1,040 del prodacto de la hacienda de Titon, vendidn en 30,000 ps., el tercio c-ii dinero y lo rcstantc: hcenso, y otras varias rentas de censo y demanda forzosas. Estos iiltimos bencficios, destinados h 10s institntos tanto de la capital coin0 de Ins provincias, no eran pagados por lo comun con toda regularidad ; pero un decreta del mes de agosto de 1829 hizo desaparecer un abuso del cual se aprovechabm algunas personas. Ln aficion por 10s estudios se habia desarrollado de una ma-


147 nera considerable, y coil ella se foineiitaroii tambien las bibliotecas particulares ; y hasta en Santiago, en junio de 1S2S, se form6 una sociedad de lectura en una sala de la aduana, que el Gobierno cedi6 en favor de tan buen pensamiento, entrando en sus miras el dispensar proteccion 6 ciianto pudiera tender ti ilustrar ci 10s ciudadanos, Ademks de 10s libros, en la biblioteca piiblica se encontraban peribdicos, asi nacionales como estranjeros, que se pagaban con 10s fondos forinados por las cuotas inensuales de 10s suscritores del establecimiento. Algunos meses antes, en febrero del mismo afio, se restableci6 definitivamente In Academia de legislacion y prhctica foreuse, planteadn en 1775 y cerrada en I S I 3. La C6rk de Apelaciones fu6 encargada de su reconstitucioc, debienao servir de escuela k 10s jbvenes abogados y de consultora B 10s legistas, que con tanta frecuencia vacilahan acerca clc la manera de intcrprctar debidamente las leyes, entonces complicadisimas y muchas veces contradictorias. La instruccion primaria, tan iitil para la moralizacion de la clase popular, como ya lo hemos enunciado mas arriba, mereci6 la atencion y especiales cuidados del Gobierno. En aquel tieiiipo las escuclas eran muy raras, y aun se carecia de sus beneficios hasta en localidades sumamente populosas. Et? el corto niimero de aclucllas cn que se hallaban instituidas, la instruccion que sc daba era muy incompleta, no encontrcindose sino a1 alcance de 10s hijos de familins bien acomodadss, de manera que 10s de 10s pobres no podian adquirirla, ni por lo tanto ema.nciprtrse de In ignorancia, de eslt fatal condicion que asimila a1 hombre con las bestids y le predispone ii In esclavitud, coloc&ndole a un solo paso de la CAPITULO LXXXV.


14s HISTORIA DE CHILE. barbarie. Los numerosos ascsiiiatos que se cometian entonces prueban, coil bastnnte evidencia, la desmoralizacion en que la clase proletaria hdbia caido R causa de las revoluciones, prsvocadas con las ideas subversivas lanzadns por el egoistn inter& de partido, y las cuaies, transâ‚Źormando lastimosainente su carhcter bueno y respetuoso, hacianln. perder la esperanza de otra vida mejor. Esta desmoralizacion, atribuida h la falta de una buena ensefianza primaria, preocup6 grandemente ri. 10s hombres filantrbpicos de Santiago. Distingui6sc entre todos, por el ardiente celo que sup0 desplegar con tal motivo, el honrado Don Jos6 Rlelian, quien, cwocedor del plan de estudios seguido en una de las escuelas de Paris por el abate Prado, trat6 de establecer otra igual en las cercanias de la capital dc la Republica, bajo la direccion de hibiles profesores, que se iria buscar en el estrnnjero. Para llevar i~cabo su pensamiento, inici6 y abrib una euscricion de 150 acciones de igunl niirnero cle pesos cada una, y el Gobierno, ademcis de otras venlajas ofrecidas para !a creacion de la escuela, daba 4000 pesos con destino 5 10s gastos de viaje de 10s profesores que hubiera que hacer venir, y tomaba 20 acciones en favor de 10s cliscipulos de las provincias. RIr. Lozier, que entonces se hallaba en la Concepcion, propuso otro proyecto, quc no erasino una imitacion del de Fcllembert. Queria clue dicha escuela fuese instalada en una granja modelo, en donde 10s alumnos pudieran a1 propio tiempo aprender la agicultura y las arks mectinicas industriales, y cuyos productos Iizstarian para el sosteniiniento de la imti tiiciori misma. Por inas que las vicisitudcs politicas Iiubiesen he-


149 cho abortar proyectos de tamalia importancia y trascendencia, las ideas de 10s generosos patriotas que loa propusieron no fueron de toda punto iniitiies ni infructuosas. Enccndieron entre 10s Chiienos el deseo de iener una instraccion p ~ b l i c amas desarrollada, de mayores proporciones y, sobre todo, niucho mas moralizadora. Los malos ejemplos que 10s hijos de la clase bajn recibian en el sen0 de la familia, siendo esta 6 veces un antro de corrupcion en las costumbres, hacia mas y mas perentoria la necesidad de la educacion, arm elitre 10s jbvenes algo mejor dirisidos, cpienes con el coi:tncto principiaban ya h viciarse y & adquirir la misma perversidad, que el infame contrabando de obras inmundas y desmoralizadoras introducia, en sus corazones a1 introducirlas en el del pais. Con la libertad de comercio y la llegada de tantos cstranjeros de educacion diferente, no era posible que las costumbres dejasen de resentirse y de participar del niievo orden de cosas. Para el planteamiento de las escuelns de esta clase, todavia se ape16 ai sistema de Lancaster, introdricido en Chile hacia algunos afios y dirigido por Thompson, i quien hub0 que despedir del pais y cuyos ensayos excesivamente costows, no habian podido dnr resultado alguno. Su sucesor, el sefior IIiton, no pzrmanecib mucho iiempo B la cabeza del establecimiento normal de enselianza, habibndose visto obligaclo volver 5, Inglaterra yor causa de enfermedad. Cinco alios despucs solamente fu6 cuando un instruido norte-nmericano pudo renovar una de estas escuelas en el Instituto, gracias a1 celo y cuidados de Don Juan Albano, quicn 6 cspensas propias hizo arreglar una de Ins salas. Debia servir c.0mo normal preparatoria para 10s j6venes que quisieraii C .IPITULO LSSXV.


150 IIISTORIA DE CHILE. dedicarse h la enselianza ; y de su plantel debian’de salir 10s maestros destinados ti 10s demas establecimientos, tanto de Santiago como de las provincias, cosa que tambien tenia lugar respecto ,i las maestras dc nifias. La llegada ti Santiago de D. J. RIora, conocido hacia mucho tiempo por su grande reputaciou de literato y poeta, fu6 para el Presidente una buena ocasion de dar iiuevo impulso A 10s estnc!ios. Penskc, pucs, entonces en formar un colegio particular bnjo la direccion del reputado escritor, idea que merecib la aprobacion de un gran niimero de fnrnilias. El Gobierno se apresur6 ti apoyarla 1’ favorecerla, ponicndo h In dkposicion de FUS iniciadores el vasto local de la Jlaestrinza, y cediCndoles, 6 mejor dicho, aplicando en favor suyo la fundacion por 61 hecha en otro tiempo para el caducado establecimiento de Rlelian, est0 es, 10s 24 alumnos provinciales. Por masplausihlc que fuese semejante acto de proteccion, la opinion hizo de dl UII formidable objeto de censura, considcriindole como elemento de ruinn pnrn el Instittito, verdadero est ablecimien to 11acional chi leuo. Desen caden6se mordnzmente contra Nora, quien habia Ilegado al distinguido pucsto de amigo y consejero de Pinto, Iilanco cntonces cie las iras de un gran partido contrariado, el cual trntaba de perseguirle con eiicariiizamiento en aquella empresa 6 intentaba desbxrntarln 2i todo trance. Con una intencion tan decididn, 10s jefes de dicho partido indudnblemente no debian despreciar In falorable ocasion que se les presentaha para oponer h la idea de Pinto la mas fr!r mi dab1e con curr en cia. ilcababnn de llegnr ,i Ynlparniso cn u n h q u e de guerra varios jhvencs franceses quienes, ci espensas y bajo la protcccion do su Gobierno, t r a t a b ~ vclr: fundnr CQ


151 Santiago un colegio cientifico y literario. La apertura del Licco hubiera poditlo impedirles el cumplimiento de su mision, si la gucrra que la oposicion hacia CZ Mora no hnbiese venido 5 favorecer la fundacion de aqiiel colegio, el cual por otra parte se veia protejido y apoyado por numerosm perihdicos, en vista de la confianza que 10s profesores recien Ilegados les inspiraban. Indudablemente que su planteamiento habria podido prestar buenos servicios a1 pais, si la heterogeneidad del caricter franc6s en un suelo estranjero no fuera contraria 5, toda asociacion de interescs. A pesnr de la nlta proteccion de la prensa y del gran niunero de discipulos que desde luego tuvo, concluyo por caw, despues de haber visto hnndirse igunlmente el de Mora, victima de la separacion de Pinto del eminente cargo que en la Rcpiiblica desempeilaba. Las sciioritas, abnndonadas hash aquella kpoca 5 una instruccion sumamente secundaria , tatnbien lograron ocupar 10s generosos pensamientos de 10s filhtropos chilenos ; y se atendiri a1 remedio de este mal abriendo una wscricion para el establecimiento de escuelas, cuyas profesoras se irian ri buscar a1 estrnnjero. Ihbibndoae clevado el nhmero de snscritores hnsta donde ninguno podia imaginarsc, cn una de las reuniones por ellos celebrndas sc nornbr6 una comision, compuesta del general Rorgofio, de Bcnavente y de Alelian. TThcia este mismo tiempo, dgunas de las profesoras que Rivadnvia habia hecho Iienir de Europa se eiicontraban disgustadas en Ruenos dires, B causa de lo prolongado de la revolucion. RIelian lo supo. y en eeguida se npresiirci li escribir li uno de sus amigos en aquel punto para que las animase 6 pasar A Chile; y Madame CAP~TULO LXXXV.


132 HISTORIA DE CHILE. Pierreclaux acept6 10s ofrecimienios que se la liicieron. No obstante haber firmado ya uii comproniiso, pretestando hallarse enfcrma, renunci6 a1 proyectado viaje de tri~slacioncomo profcsora, y lo transfiri6 5 11. v Madame Vcrsin. Ambos se pusieron en cnmino, confinndo en su contrato, y Ilcpron h Santiago en el momento inismo en que la sefiora, de JIora, nierced A una suscricion realizada entre varias familins, acababa de abrir una Pension en el antiguo palacio del Obispo. Este incidente no impidi6, sin embargo, que 10s esposm Versin, protegidos por la oposicion, establecicsen la supa, de modo que Santiago, ciudad donde pocos dias antes se carecia por completo de semejnntes instituciones para la educacion del bello seso, se encontr6 poseyendo dc nn golpe dcs muy bien dirigidns, en las cnalcs las labores manuales y 10s estudios necesarios eran enseliados con arreglo ii 10s mejores principios seguidos en Europa. Una vez adquiridos todos estos elementos de instruccion, las costumbres se modificaban favorablemente y perdian la monotonia tradicional que el aislamiento habia nrraigado en el cariicter de 10s liabitantes. Entre 10s estranjeros, que Ilegaban en crecido niimero, habia tambien algunos que ppr su ta!ento y agrado forrnabnn el adoriio de la sociedad. Era precisamente la 6poca en que la miisica nelodiosa y clhsicn Iiacia su entrada en aqueIla, y semejante indrito contribuia i~Iincerlos en alto grado apreciables. Desde 1S24, Dreweck rem%, cn su casa escelentes aficionados, 10s seiiores Seyl, Newman, 13s sefioritas Isid. Zegers, Ramirez, etc. y otras varias personas distinguidas ; alli se tocaba la miisica, se cantaba y hasla se bailaba; y estos entretenimientos de buen tono desarrollaban y afinaban el gusto y las felices dis~


C X P ~ T U L OLXXSV.

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posiciones que hasta entonces n3 habian encontrado !odavin ningun incentivo que las impulsam y movicra h su manifestation. Semejantes reuniones dieron origeri h una sociedad filarrnbnica, llevada ,icabo por suscricion ; y la funcion primern que nfreci6 ci 10s asociados se verific6 el 23 de junio de 1,927. Los conciertos vocales 6 instrr;mentales, dados por la Socieclad, despertaron el sentimien to musicril en =ran nilmero de seiioritas, maravillosaniente dotadas por la naturaleza para el arte bcllo por escelencia ; y ;i 10s primeros aficionados pronto vinieron 6 juntarse l o p Srcs. Versin, Wulfind, Herbert, y cntre las damas, doiia Rosario GarGas, cloiia Josefa GandariIlas, dofin Isabela Riesco y otras muchrts, quc siempre eran oidas con placer 1' ti quienes, por Qltimo, se incitaba bailar tan luego como 10s valses p contradanzas venian ,i poner tbrmino A, tan cncantadors reuniones, animadas siempre por el notable talent3 y por la inspirxion de dos autoridades musicales, el Sr. Drcweck y In seiiorita Doiia Isidora Zegers. La misma aficion principiaba B cundir en las provincias, y se hacian suscriciones a1 efecto de poder celebrzr idhticas reuniones, esccleii tcs para cstencler el Iiuen gusto y para unir k las frtrnilias con un estrecho vincglo, el del puro afecto y cnriiio, el de la frafernidad, engcndrados por e: cultivo del sentimiento filarrnbnico. El teatro, escucla cpc tan maravillosamente nos presents el corazoii liumano en 10s difmxtcs caractkres y situaciones de la vida, cra una escuela tolalmente desconocida en Chilc antcs de la proclamncion de su independencia. hntiguamente se representah e r la ca!k una comedia de Sail Pedro Jlhrtir, el dia en quc la Iglesia celebra su festividnd, I n cual asistian la real Au-


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HISTORIA DE CHILE.

diencia y todas las autoridades, no siendo otra cosa aquellas representaciones que m a triste copi2, un d&il remedo de 10s misterios que tan en boga ertrivieron en In Edad media, y que durante largo tiempo, sin embargo, continiiaron c,jccut,indose en Santiago delnnte del convento de San Francisco. Rlas tnrdc, conquistada ya la independencia naciorial, se qniso hacer un ensayo de esta clase de diversiones, levantando un tablado en la casa de la calle de la Catedrnl que habia serviclo de cuartel, y en In cual Rlarco del-Pont habia, establecido una fonda. Este Coliseo, segun le Ilamnban, 170 fu6 mas que provisimal, abandonkndose muy cn breve y siendo reemplazado por otro, construido a1 cfecto en la plaza de la Compaiiia, conformc R un plan mucho mas conveniente y caracterizado. En 10s primeros tiempos fu6 frecuentado por las clnses distinguidas de la sociedad. Acudian con placer ri sus funcioncs, y habihdose Ilegado ci despertar la emulacion por csta clnse de literntura entrc 10s Chilenos, 1leg;G a1 punto de dnrsc a1 tcatro producciones originals, que fueron muy aplnndidas por el piiblico. Este, por 13tirno, k cauw tlc lo incOmodo de Ias localidades, especialmente de lor: palcos, y mas que todo de la poca antitud de lor: actores para el dcsempeiio de sus respectivos papeles, IlegG ri disgustarse y, alejhndow poco 6 poco, no hubo mas remedio que cerrar las p u u t a s de aquel templo de Talia. Sin embargo. una ciudad como Santiago, donde la, civilizacion hacia tantos y tan rhpidos progresos, no era posible que pudierla continuar careciendo de esos monumentos, signos caracteristicos de la cidizacion moderna, que entre las naciones,cultas se ven figurar en las


155 mas pequefins poblaciones. Tal vez las criticas que algunos hombres intolcrhntes hacian de estc g6nero de cyicctkculo, considcrrindole COMO contrario & la moral, cuando no le tcninn por Iier(;tico, logrnron dcsprestijiarle. sin embargo, ncincllos misterios en que h vcces eraii actores 10s saccrdotes n!imos, contribuyeron liastantc alcjar dcl teatro ri la: a!mas timorntns. De todos modos, el Gobierno veia con p i a y disgusto aquel ahnndono y, gracias Arteaga, quicii con tin celo indccible trnt6 dc restablecer esta instructivn divc:*sioiipor medio dc, una Sociedad de accionistas, Front0 SP, I C vi6 en un estaclo mncho mas hriIlnntc, cnteramcntc xformado, con actorw bnstante buenos. v, h a s h recibicndo compniiiis :imbuln.ntes, ofrccer las melcdiosas c o n c c p o w s de Rossini, co!i tin escelcnte conjunto nrm6nico de voccs y de inctrnmentacion, que atrnia asi y dcspertaba la aficion cntre las gentes. Scmcjantes reunionc~. dcspojadas de In cnfadosn y mclancdicn gra~cdnf!de Ins cpc sc celebral~mdurante la clominacion cspafiol~, hubiernn podido hncer creer muy bicn qnc In unidad moral. we simbolo de la democrncia, ibn ti conseguir la fasion +e Ias principles clases c!e la sociedad : pero no hub0 n2dx de esto : tan dificil ec a1 orgullo del nacimiento t'i de In fortunn cl despojarse de si1 prctcncioso csplendor y de su nombre ilustre. Iniitiles errtn 10s csfnerzm clue con cstc fin hncian 10s repubiicnnos clcmGcratas. li cuyx cnbczn so cncontraba Infante, siemprc csnlt;\do erl 5us aspiraciones de leirantar nl pucbl3, de modo que, coloclindole k la: dtura de las c!xcs inns elevadns, sc estableciesc la justa nivelncion del equilibrio social. TTcnios visto c6mo por 1111 decreto dc O'I-liggins en 1817 , todos 10s litu!os de noblcza que, en oposicion 5 lo C A P ~ T U L OLXXXV.


156 IIISTORIl DE CIIILE. hecho por 10s iZiiSIo-ainericanos, 10s primeros espaiioles no habinn clejado en su patrin a1 p a w eI Oc6ano, fueron abolidos ; per3 nl decir de 10s republicnnos dembcratas, la aristocracia eliistia aun, y ellos sr: comp!acian en dar este titulo 6 !a clnse rica, y sobre todo, h 10s poseedores de inayorazsos, qoienes ri su austern conciencia se presentaban coin0 el vivo recuerdo de uiia clesigualdad ofensim y anti-democrhtica. Estos mayorazgos no pasabnn de diez y siete, escaso niinxro sin doda ; y, 5, pesar de ! r , cortedad Dum6rica, decdc 1S ! S se hatbia tratado de hacer que desaparecieran, n i x bien como un acto de doctrina quc no de ref o m n ; porque estinyida si1 institucion, era imposible qne pudiescn ejcrccr In :nenor influencia cn las condiciones sociales. Erl el Co!igrcso de S23, y todavia mas dccidida y francnmente en el de 18-36, esta cuestion habia sido renovnda, dando lugar k debates animndos y violcntos, que pronto se hicieron patentes por medio de meinorias en las cuales no ern dificil ,i 10s autores el plantcnr arguincntos. B causa de lo mug’ mauoseado del awnto. Cnos y otros sc apoyabnn en legistns de g i m d e autoridac!, y con Ins numerosas citus qiic de cllos toniaban \-enia:i ri Ilcnar cbmodaiiientc sus escritos. Los pcriodistns a;.anzados se ponian, curno ell toclas las demis ocasimps, de parkc de 10s republicanos, desegsos de destruir cstos ultimos restos del feuds!ismo, que la inisma Es;iaria ac:ibnba de abolir ; y entre otras razoncs, emitinn la dc cpc 10s mnyorazgos violaban 10s derechos naturalcs y soci;iles, oponihdosc: coin0 un fmnidable ohsthculo al mejoraiiiieiito dc la ngriculturn, al desarrollo del crkdito y i la circulacion de 10s bienes? lo cud no era enteramente csacto.


157 Las vinculaciones, asi en Chile como en cualquiera otra parte, no descansaban 6 estribabnn unicamente sobre las tierras ; estaban tairibien hipotecndas sobre las fincas urbanas, sobre 10s niuebles, alhajas, etc., de modo que dichas tierras no ernn muclio innyorcs que ciertas haciendas libres, y 5 causa de las fortunas de sus poseedores, se encontraban labradas y atendidas, sobre todo en una +oca en quc por la escasez de brazGs y de capitales, se veian muchos tcrrenos nbandomclos, sin cultivo y casi sin valor alcguno. El tituio de niayorazg3, no era tampoco un titulo privilcgiaclo de clerecho piiblico y social, capaz de alarninr ni afectar hondnmente al nuevo rdgimcn, y aun nicnos de turbar 6 lierir la ~11sccptibilidad de aqucllos hombres que con tan to encarnizamiento pedinn la abolicion y el destierro dc todo recuerdo colonial. Los mayorazgos eran un fideicomiso, una institucion faltn de derecho y sin ejercicios, que 10s titulares consideraban wrno un tnedio clc perpetuar la familia, y que tambien por respeto al donndor, querim conservar en toda su forma y su integridad primiLiv?,s. En cusnto las objeciones que haciaii ncwca de la impotencia de retroversion de lo establccido poi- Ins Icycs, una revolucion, radical de hccho, no tenia por qcd preocuparse la n-ienor cosa. El niimero inas crecido dc 10s poseedores de 10s mayorazgos en cuestion no opinaba de la mismn niniiera quc 10s tenaces conservadores de su derecho. Pedinii cllos, por el contrario, la facultad dc enajennr aqiiellos bicnes. fundrinclose en clue Ins erogaciones hechas por ellos ri !n pntria excedian, con mucho, el valor rcnl dc 10s yinculos, y esto era eii pei'juicio de sus dcmas hijos y de ningui! niodc dc sus primug@nitos. .A causa dc scniejnn;e ChPiTULO LSXXV.


15s I I I S T O R I I D1: CIIILE. renuncia, el Congreso de 1S2G se encoiitraba mucho mas autorizado 6 dar curso 8 sus ideas abolicioiiistns ; y est0 fuk lo que liizo nl prcsentnr varios proyectgs cpe provocaron Ins mzyores cliscusioncs. S a n s i d s c , en f i l l , la ley de inayornzgos, reducihclolos por elln ri su primitive valor. Aiiiiqiic cl civilador hubiese teiiido prescnte In especic 4 no el valor de In cosa donnda, cstn iey tenia sin embargo la ventajn de conciliar 10s intcrescs del posesor con Ins neccsidades cic In riqiiezn pihlicn y con las convenicncias dc In nncion. L o dificil, aquello cuya solucion ofrecin m a gravcdad estraorclinnria, era !n evaluacion de las propiedades que constituian el iiia;’orazg;o, dificultod superior qric di6 lugar aun ,i muchisimas discusi on es. Esta ley no IlegG 6 ser promulgadn. La discusion cle 10s articnlos dc 1 1 Constitucioii ~iuevn,la orgnnizacicrn administrntiva dc las provincias, :’ cobrc todo, 10s acontccimicntos quc sebrevinieron, estorbaron In promulgation de In Icy dc mayorazgos liasta la reunion del Congreso dc lS?S, en ciue, vucltn 6 poner ti In Grden c k l ilia, 110 sin suscitar otra w z \ iolentas y tenaces pol@niicns, l o g 6 pasar a1 cabo por una gr:,n mayoria, pcro L‘II otro sentido, est0 cs, modificacla. Conformc h esta nueva ley, y conform al reglamento, se dccia : Quednn abolidos para sicinpre 10s iiiayorazgos y todas las viriculnciones que impiden el ennjciiamicnto libre de 10s fciidos ; sus sctunles poseedores ciispondr9n c?e ellos libxr:icnte, escepto la tercera parte cle SLI valor, que se resemi 6 10s inmecliatos sucesores, cpienes dispondrh dc elln con la misina libertad. D Semejante disposicion adolecia dc la fnltn de ann ley secwdaria b aclaratorin, que diese. h conoccr el modo y


159 manera que deberian emplearse para apreciar el valor de dichas vinculaciones, y c6mu la vcnta, hnbria de llevarse B efecto, lo cual no podia tencr lugar sin0 por medio de subasta. En esta enajcnncion liabin igualmente uii cleinento moral depeiidiente clc las instituciones piadosas anexas A aquellas propiedxdes, el de socorrer la indigencia, mnntencr escuelas, couceder dotes, ctc., censos que hubicran podido repartirse entre todos in? herederos, y de 10s cunles 10s rnq’oritzgos sc aprovecharon para hacer ver In inicpidnd de uiin ley que asi atentaba ,i10s clerechos de! testador, y se propasaron 5, fuliiiinar contra el Congreso la anienaza dc ocurrir ante aqucl que vendria {L reeinplazarlc, cn el cas0 dc quc su demanda friese desatcndida. Por lo demds, seniejante rccusacion era (ligna de todo elogio, puesto que sostenin mas bien un principio que no un interk particular, tods vez que con csta Icy hubierxi podido gozar en plcna libertad de las dos terceras partes de una fortuna que 10s mayorazgos estabnn oblignclos li coi’scrvnr integra i‘~ uno de sus liijos. Y luego, c;on l a yiciosa redaccion:de In ley quc hasta 10s misrnos’repub’icnn~s-lirLbinn combatido, y con una oposicion tan decididn COIIIO inflaycnte, scmejante institucioii no p d i a caer con fnciliclac?. Sc conserv6 cn ias costumbres del pais, h pcsar de todo y por espncio de muchos afios ; y, sin cmbargo, durante cl tiempo cle In colonizacion, podian realizarse tales enajenacioncs con solo obtcner para ello un permiso firmaclo por el moC-IP~TULOLSSSV.


LRSbuenas intenciones que aiiimabitii A Pinto por el progreso del pais, armonizniido 10s intcreses sociales y elwiundole ai rango cle nacion civiliznda, atestiguan y corroboran sus important is trnbajos de reforma y organizncion. Poi- tanto, hubidrase poclido crecr desde lucgo que 10s Chilenos, muy Fatisfechos, y sin abrigar la mcnor desconfianza, iban ri inostrizr cii las nuevas elecciones In calnia y la libertad cotno resultado legitimo 6 inniediato dc unit coiiiun aspiracion, p que de all! en adelante la verdadera voluiitad dcl pueblo vendria {i ser representada en el Congreso. Desgraciadamente Pinto poseia un c a r k t e r algo ddbil y voluble. Despues de habcr proineticlo quc se separaria de alguiios jefcs Pipiolos, odiosos ya por su conducta 110Iitica a1 partido que forrnaba In opinion, faIt6 R si1 palabra ; y 10s Estanqaeros, cuyo caudillo, 2. Diego Porta-


161 Ics, habia sido tan cruelmente denigrado por aquellos, le declararon y dieron principio desde este moniento k una guerra tenaz, vigorosa y descubierla. Entre estos nilevos campeones se cncontraban hombres de bilena inteligencia y de muclia auclacia, tales como D. Diego Genavente, Nan. Gnndarillas, V. Garrido, 10s he;manos Renjifo, etc., quienes en sus respectivos peri6?icos asestaban a1 poder 10s golpes mas fomidables. Semejantes ataques tuvieron lugar especialmente con inotivo de las elecciones de asambleas g de mui!icip,alidades, cuerpos 5. cluicnes estaba confiada la direccion de 10s actos electorales. Con este motivo se verifich una luchn del todo apasionada y de parcialidad vehemente, en que 10s antagonistas obraron con inclecible actividad, po niendo en juego la intriga, la corrupcion, la compra de 10s vutos, y yendo indignamente hasta el delito de falsificacion de copias en 10s registros de calificaciones, hasta el cncarcelamicnto de municipales y hasta la fractura y violacion de las urnas, darido asi phbulo a1 pcriodismo para’ que pudiera fulminsr las mas apasionxhs recriminaciones~contrasemejantes actos de ilegalidnd, usados de una manera escanclalosa por ambas pnrtcs. Pinto habia qucrido dejar el us0 del derccho electoral en la mas absoluta libertad, para que las eleccioncs fuesen la vercladera espresion de In voluntad nacioiial, y con el disgust0 y la tristeza mas profundos veia aquellos actos indignos 6 intolerables en todo pueblo libre 6 ilustrado, sin resolverse, no obstante, 6 tomar una inedida en6rgica para imperlirlos y poner tdrmino A tan repugnaiite cinismo. Tal debilidad de carhcter alentaba la osadia de la oposicion, cada vez xnas envalentonada, cnda dia mas audaz, y la escitabn ri renovar sus ataques con CilPiTULO LXXXVI.

T. VIII.

11



163 menos que ii preseiitar su dirnisioii de la vice-presidencia. El capitnil La nosa fu6 quieii se pus0 h la, cabeza de win partidn encnrgada de l[evar ti cabo la empresa. AS! que hubo llegsdo 5 la puertn: intiiiib la brdeii dc abrirsela a1 capitnil cle servicio, jefe clel piicsto, que era el SY, Jofre, qiiien icjos cle prestnr obcdieiicin 6 tan injustificado como arbitrnrio mancln'io, hizo tomar las armas i'~ siis solclados, cosn que cjecutnron igtinlniente la compafiin del hntallon no 7 , cpie cstaba yn acuartelada en el pallzcio, y In trcpa de guardin de la circci. Envistn de la reeistencin opuestn ri su tentntiva, IOU Inv~licioshicieroii fucgo contrn dichas fuerzas, y, en cainbio, recibieroii luego una dcsca~gncerradn cle 10s wlieiites cuya fidelidncl ciiierian coinprometer. En q u e 1 puiito misino llegaba el resto del liatnllon no 7 , con ufi coronel a1 frentc, y 10s revoltosos sc apres~~raron li cmprender la retiracla, dejnndo uii cor;lcero mucrio y u11 caballo herido en el l u p r del combnte. En situncioii tan criticn, 10s jefcs clc 10s amotinaclos no vieron su tabla salvadorn siiio el: In sublcvacion de la plebe, instruinento de descirden y dc ruina sicrnpre merccd a,ci de 10s hilbiles co!iio de 10s atolondrndos 6 irnprevisoree. Eiivihronse varias pwtidns ti 10s difereiites barrios de la ciridnci ; iban gobcrn,zcla; por paisnnos, qujenes distribuinn diiiero ;i 10s hombres que 5 sus brdenes llevaban y diiigiCroiise en s e y i d a a1 cuartel de San Pablo, dondc proyisionalnieiitc se atrincheraron. El populacho iba llegnnclo cn tumul to ; iinos ersn guiados por mern curiosiclad, mientrns quc otros, 10s mal intencioiiaclos, no Ile\-nban inns fin qtic el de toilia:. p a r k en el saqueo si, en el h e n resultado cIcl motin, !Ir;gabaii ,i podes hncerse daeilos de la situTcion, cosa que sin duda C . ~ P ~ T U L OLXSXT-I,


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HISTORlA DE CHILE.

hubieran podido llegar 6 ver realizada, B pesar del cuerpo del brden quc, bnjo el maiido de su coniandante Don Diego Barros, cir'culaba dividido en patrullas por 10s princicales puntos de la ciudad. Durante esta sublevxion lo? principales miembros dc 10s oposicioiiietas Estanqueros y Pelucones se hallaban rcunidos en asamblea en la snla del Consulado, B donde ibnn acudienclo niuchas gentes inllitadas por medio de una circular. Por mas que su objeto decidido fuese el de tomar inedidas propias para la conservncion del brden, en cl critico cstado cn aue 10s partidos se cncmtrnban, era cvidcn te que s610 qucrian aprovecharse de 10s acontecimienlos, J', lleno de prudencia, el Vice-Presidenie les hizo ccrrar la puerta. Los principales motores que le impulsaron ii adoptar semejante medida no fuercn otros que 10s Pipiolos, Cli aquclla ocasion rodeados de uii p a n nbmero de liberales, it toda prisn rerinidos en cl pnlncio, iniwtras la plaza mayor ern cl punto dc citn dc las tropas kales a1 Gobierno. A la nrtilleria del 3!nyor AinunBtcgui, pronto vino d juntarsc u n escuadron de caballerin, iiinndado por el teniente coronel Tupper. Todos 10s oficinlcs superiores se congrcgaron en la saln dcl Vice Pres i h t c , y cn seguida constittiyeron u n Coiiscjo dc Gucrrn, determinando cii 61 quc sc dcbia sxlir ai encucstro de 10s rcvolucioiiarios y atacnrlos CII sus atri~iclic~~amicntos. Una columna, compuestn por tropas de todas ;?rims, fii6 dcstacada con dicho objeto, y su mando confindo al coronel j e k de Estado Nayor D. Francisco de Elizaldc. A fin de evitnrcl dcrraniarniento de sangre, asi que dicha fuerzrt llcgb una c x t n distancia del cuartel cn que cstabaii 10s amotinados, su jefe les eiivib como parlamentario 6 uiio de sus oficiales, prometi6l:doles intere-


165 sarse y hablar en favor suyo, siempre que desde luego se rindieran. Este era sin duda el inejor parlido que podian tomar, y, sin embargo, trastornados por las bebidas alcoh6licas, no solo desdefiarori escuchar tan saludable proposicion, sino que cl encargado de hac6rsela fu6 recibido & tiros. En vista de semejante atentado, Elizalde m a d 6 disparar contra ellos algunos cafionazos, que bnstaron ri introducir la confusion y el cspanto entre aquel popuiacho indisciplinado. Los primeros que tratnron de salvarse, por medio de una precipitada fuga, fueron 10s coraceros, y cargando Rofidissoni con sus svldados In bayoneta, pnso cn desbandada h 10s demas insurrcctos, no quedando inas que algunos invilidos y milicianos, npostados en la torre. Estos se rindieron a1 momento. Los coraceros, tan luego cgmo abandonaron su trinchern, se dirigieron hhcia Aconcagua para reunirse con Freire, t~quien juzgabnn cornplicado en aquella sublevacion. El teniente coronel Tupper fu6 encargado de salir en su persecucion, a1 fre:ite de '18 soldndos, 50 milicianos y S coraceros. Serian las cuatro dc In mnfiana cuando, a1 Ilegar ,i Colina, donde !os fiigitivos hnbinn pasado la noche, pus0 emboscada si1 gentc y cay5 sobrc aquellos de impros4so, en el momento mismo cn que volvian ii emprender el caming. Si1 sorpresa fud tr1.n completa, que no tuvieron sino el ticinpo ncccsarig para salvarse, dejando ti Ripper 33 csballos, de 10s que la mitad s610 estaban cnsillados, dos cor3cerx muertos y otros dos prisioneros. La niisma suerte cupo nl capitan La. Rosa, u n tnl Ramirez y & dos paiisanos, que fucron remitidos 6 J. Joffi.6 con Sico!as Larrnin, e ! : c n p d o corn0 10s demas subdelegados, etc., de reunir Ins inilicias y CAPiTULO LXSXVI.




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HISTORIA DE CHILE.

La niieva revolucion acababa de ser sofocada; per0 dejaba en p6s de si elementos de inquietud y, lo que aun era peor, la desmoralizacion dc las tropas y la relajacion de la disciplina, mhgico poder de la fuerza militar. Dificil era ti Piiito confiar ya en el ejkrcito, toda vcz que soldados y oficiales, por un puro sentimiento de gratitud, debian haberle sido fieles, y eran no obstante 10s primeros en venderle. Semejante idea despertaba en su alma honrada y juiciosa las mas tristes reflexiones, ocasioniindole profundas inquietudes y zozobras, que venian ri haciir mucho mayores los continuos ataques de sus adversarios politicos, 1’ aun mas 10s de ciertas corporaciones administrativas que, como la de la magistratura, no despcrdiciaban la menor ocasion que se presentase de poder provocar contra 61 las mas formidables luchas de competencia. Su hdbil 6 inteligente ministro D. Cirlos RodriSuez sabia muy bien dominarlos y hacer frente d la situaciun, por mas critica que fuese; pero la oposicion en todas las discusiones sGlo encontraba motivos de censura y de yituperio, cosa que la candidez 6 ignorancia del piiblico desde luego acojian y aprobaban. Semejante estado de c o w , que hacia imposibles la estakiiidad y consolidncion de las libertades populares, simbolo sin el cud no podria existir ningun gobierno parlamentario, oblig6 5 ‘Pinto A pensar sbriamente en retirarse de 10s negocios, aunque sblo fuera por el itiomcnto, lo que por otra parte reclamaba tambien el estado cle su salud, muy quebrantada h causa de las vicisitudes por que habia atravesado su turhulenta administracion. 31 1 4 de julio, despues de designar el dia primeyo del siguiente mes para la convocacion del Congreso, pasaba un &io A la Junta dicihdole: que el mal cstado de su


CAP~TULO LXXXVI.

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salud le poiiia en el cas0 de no poder c o n s c r w por mas tiempo la direccion del Gobierno, y que, por lo tanto, le rognba se sirviese Ilamar, A la mayor brevedad posible, [I la persona que la Constitncion le dnba por reemplazante en su alto cargo. El dia siguiente partia con toda su familia A la chacra de Apoqui!ido, convertidn en propiedad del Estado desdc el planteamier,to de la lev de expropiacion de 10s bienes de 10s regulares. Antes de marchar, aceptd la dimision heclin por sus ministros, 10s Sres. Borgoiio y Rodriguez; y s610 'I'aglc conservo su cartera, la cual liabia aceptado ti fuerza de rvegos de parte de Pinto, de sus amigos y, sohre todo, de J. 3. de Mora, que lo era muy intimo del Presicleiitc y de este ministro. Don Francisco Ramon Yiculia, como presidentc del Senado, fu6 llainado It ocnpar la alta magistratura. De car&ctcrbondadoso y lionrados procederes, deegraciada . mente carecia tambien de esa fucrza de encrgis, iinica prenda que con preferencia reclamaban 0, mejor dicho, esigian las circunstatxias en que e! pais se hallaha envuelto. Sin embargo, tuyo ia suficiente para hacer ejecutar la sentencia de inuertc pronunciada por el Conscjo de guerra contra D. Pedro Rojas ; y por mas que la opinion piiblica fuese adversa i este teniente, sicrnpre mezciado en las revoluciones y denunciado por un sargcnto de! So, quien 61 habia ademas querido soborliar, la oposicioii encontrb todavin en cste acto de justicin n n p a n niotivo de cenwra. FuixI&base et; que la C6rtc de Rpelaciones habia querido, como varias veces lo tenin declarndo, dar SLI veto k la condena, y por estn abstinencia, el supliciado lleg6 li Eer unc", victima dc la arbitrariedad y un mirtir de 10s principios liberalcs.


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1IISTORT:i DE CHILE.

E1 deseo del tribuna! habia prmocado enke 61 y el Gobierno discugiones en estreino acalorndas. i,os peribdicos por su pnrte, sin distiiicion cle matices, tainbieii tomaroii cnrtas e n el nsuiilo; y 10s del Gobieri?o no tuvieron escisiipiilo e n ntncnrlc coil vclieinciicia y acritud, circunstmcia c p c A. uno dc e!los cost6 una comparecencia ante cl tribunal destinnclo i‘~juzgar clc 10s delitos de imprenta.. El fallo de itste fait fnr~rab!ea1 periodista, y escicados por Infnnie !os mici?31iros cine compoiiian la Cbrte de Apelaciones, EC creyeron bastante ofcnctidos con nquella dcteriniiincion para tomnr ellos la suya, cual file In de prcseentnr en iiiasa sus clirnisiones. Coil tales nnteccdciitcs ibn ii abrir sus sesioiies cl nueVC) Congrcso. Auncpr, FII convocntoria sefinlabn el din 3 de aFosto para In npertura, 10s inicmbros que habian de forinarle se dieron tan poca prisa par32 ncudir a1 llamamicnto, clue en la citada fcchn E? hnllnbnn en h i corta minorin que 110 puc?icroii votnr In traslacioii de estc Congreso i Ynlparniso, conio con tan hucn h i t o habin sido realizndo por el 3.1iterior. Pero, no olistmtc In grancle oposicion do 19s senndorcs y de nlg111105 dipntados, que hasta se dirigicron i l poc’:cr e11contra de seincjniitc ic’lcn, poco tiempo dcspucs sc lizvabn i‘t cabo, y el Coiigi~so se trzslackbn la iiiencionndri cindnd. E! Yicc-Presidente se !)rcscnt6 nlli tninbicn ncornpniinclo de siis ministros y dc los principnles cmplendos dc la Iicp’d)Iicn, y cl 4. de seticmlire Fe dici principio 5 ]:IS sc..ionccs, tcnicndo l u g r 12s clel Seiinio !)2j9 !a p m i d c n c i n di: Don Ramoii Ticuiiij., y Ins dc 10s diputados bajo In de Doll 31elchor Snniizso Concha. La cot.nprc~!mion lcgnl clz Ins elccciones dcsc1.c luego ocup6 h la C&tnnrcby clib lugar & las primcras discusioO



172 EIlSTORTA DE CIIILE. diputados y senadores que pcrtenecian a1 partido de 10s Pelucones 6 a1 de 10s Estanqueros, altamente disgustados de la eleccion de Pinto. Don Francisco Rleneses tomd la iriiciativa para formular una endrgica protesta, sosteniendo con sus partidarios, que en el cscrutino de las elecciones no se debia habcr comprendido i nadie mas que A 10s dos candidatos que obtn+xoii el mayor n b mer0 de votos, esto es, sola y csclusivamente ,i Tagle y ,iPrieto. Semejante tksis, justa en alto grado, fu6 sostenida por el Suficcqanfc con el mas vivo inter&, a1 cual opusieron el Xefiifccdoi-, clinrio fundado sin otro objeto que el de combatirle. A pcsar de 10s ataques vigorosamente sostenidos por cl periodismo, el Congreso cometi6 la torpeza de proclnmar ti Jostquin Vicufia como T‘iceBresidente de la RepGbljca. Ambas clecciones fueron recibidas por las provincias con algun entusiasmo. En todas partes 10s clos nombramicntos hechos eran considerados como una bucna garantia, 6 mas bicn, como un gran elemento de libertad y de brden; 1 1 ~mieritras 3 se entonaba el consabido ?e‘ Dcwz en accion de grncias, Santiago de Chilc se veia entregado 5 121s inns i4vns agitnciones. Peribdicos en sumo grado incendiarios, pnsquines Gjados en !os sitios mas piiblicos, ~r todn clasc de dintribas, eran empleados con el fin de soliviantar 10s 6nimos y escitarlos 5 la desobcdiencia, ntacando, no sb10 la vnlidez del nombramiento para la Vice-Presidencia, sino tambieii el de lcs micmbros que componian el Congreso, nombrados, segun decian, por medio de la violencia y de la corrupcion. El Si//>or/mu’e, sobre todo, sc mostr6 lleno de 1s mayor y mas estrenaviolcncin coi?trn Pinto, t mas Iiicn. contra nlgunos exaltados de su partido, puesto que can-


173 fesaba y reconocia la alta capacidad de dicho Presidente, su patriotismo liberal y su integridad toda prueba. Se hubiera alegrado de derribarle, pero iinicamate, asi lo decin; por la justificacion de las leyes, y por la vindicta piiblica. i Y obraba 61 legalniente acaso cuiindo concitaba B 10s soldados 5, sublevarse, manifeshdoles que era imposible no estuviesen contaminados con cl descontento que dominaba la inasa de 10s ciudadnnos? )) Desgraciadamcnte, semcjaiitcs escitacioiies 6 In sublevacion alcanzabar, ficilcs resultados. Entre 10s militarcs reformaclos sc hallnbnn muchos quc, bien por su mala conducta, bien por c~dculoscngafiosos, linbian vcndido y derrochado ya cuanto la ii~icvnIcy !cs concediera; y por consiguicntc. estaban cn tvdo tismpo dispiiestos B tomar partc en las r~volilcio~ics y 5 arrastrnr con ellos ri 10s oficia’es y soldsdos, con cpicncs sicinprc cOi1ser\’aban nlgiinas relacioncs. Los nrticulos del Srr,fk~gante, bajo cste punto de vists, eran tan trcmendos y tan peligrosos, que muchos Pipiolos pcdinn fucse acusado y juzgndo por las Crimaras. E:tn nmcnnzn i i ‘ ~le irnpedia hablar ni bastaba I1 contciicr sus fiiribwdos ntnqucs contra 10s dos Doderes, Ejccutito y Lcgislativo, pr~vocnndoti las provincias para q w rctirawi :os sayos 5 siis diputndos, y renovando de csta mznern el tristc espcdiente del Congreso dc 2925, principal causa de tn1;tas y tan frccuentes revoluciones. XI Scnaclor D. Jos6 Antonio r\oc?ri,rrucz \!&a fu6, sin disputa, uno de 10s hombres que cii nquclins circunstancias dcscmpeiii, ncaso el pnpel nitis importante. Dolndo c k una pnsmosn nctividnd, Ilcno c ? ~hnbilichd y de astucia, clcsdc sii rcgrcso de E l m , no cesb dc trabrtjnr noche y din en favor 6 2 si1 alnigo cl gciicrnl O’f:igSi!is. CAP~TULO LXXXT~I.

((



175 Asi, pues, cuando Riwm le clivi6 5 decii- que no avanzase y volviese ri pasar el Itata, D. Jlaiiuel Reina menosprecilj la hrdcn, C O T ~q;ie le disgust6 y decidiG 6 preeentar PU dimisioi! clc Tntciidcate, acto que igualmente verifici, I?. Reyes, por ilabcrlc sido ncgnda la cornandaricia de nrmns. El liccncindo 9. Jurzn J. ITanzanos entrb {L scrrir ~!rovisioiialmcntcI n in tencici;cin, y Iuego fu6 reemplazalo p x cl general 3 i d 0 , lciiicndo eo;:: I - k c intendciite ri J i m ,ilaiiuel Exso. Xentras Sivera. se rctiraba & la vich privadn, ?. licycc, Ramon Sovoa y Greg. Zerrano se alcjaban de In ciuclnc? para ponersc en salvo 6 ir B organizny una coi!irn-rcvcrlucicn. Cucfin, coiiii~lctnmc~itc de In si!unc,i9,n, In i\samblca (1) dcclnrabn por mcdio de un bando In nuliclad del Congreso, nombrndo dc una 1naiierc contraria a1 espiritu de la, Constitucion del I:stndo, y ordeiinlia a1 mismo ticmpo todos 10s pnrt'iiclos p r o ~ i n c i ~ l eque s relirascn sus poderes ti 10s diputndos. h ' k l i n , xcie:uns, que, por razoii cle Estndo, no sc dz!)ia prestt?r obzdiencin a1 Presidci:te, por inas ciuc hubicrn sido lcgnlinciite i!ombrado, y niucho menos aun a1 T-icc-?rcsic!cntc, sin0 scilo {i 10s funcionarios nnteriorcs [I 10s SLICSSOScluc dxSnii lugar ;i semejaiite clispcsicion. As! mismo orclenaba al niicvo Intcndente que pusiese sus tropas en campalla para m m h r hhcia Santiago y, con las armp.s en la mano, sostelicr sus injustas pretcnsioacs. La revolucion de quc nos 0 C ~ ~ i ) ~ iera ~ ~ oesclusivaS C-IPiTULO LSSST'I.


176

HISTORIA DE CHILE,

mente O’Higginista, hija legitima del partido designado por cste nombrc, todavin con muclja vida en esta dilntada provincin. Cnsi todos 10s niicmbros dc su Asainblca nbundaban cn Ins ideas de O’Iliggins, y 10s sentimicntos del mismo Prieto, por inas CIUC se hallase hacia algun tiempo inclinado ,ilas sostcnidns por 10s i’elucones, no ernn por cso inenos decididos por el hombre bajo cuyas 6rdenes habia 6i servido sicmpre, y ti quien mirnba por otrn parte como un vcrclader~y lcal amigo. Una gran partc de In provincin, sin embargo, no se mostraba muy propicia ti csta causa; cl ictendente de Valdivia sc habia negndo 8 favorecerla c!i Sacimicnto. Eus. y Ventura Ruiz le erati contrnrios, y cl Cnbildo de la Florida rehus6 el iioinbramicnto de gobernador hccho en la persona de D. J. Sdv. Paima, conserrando cn este cargo [t J. Ri. An-guita, pipiolo enteramentc dccidido. Y, no obstantc, ci honrado y bondadoso corazon dc Pinto se hallaba tanto inas afcctado y entristeciclo, cuanto que la revoliicion se basabn s610 sobrc frivo!os pretestos, contrnrios 6, la libcrtad que 61 liabia trittado de infundir cn el espiritu dc la nncion. h csto vcnin ri juntarsc la estraordiuarin agitacion que rcinaba cn Santiago, y cuyos cfectos tenian apariencias dc propagarsc por toda la Republica. Considcrando In situacion bajo un malisimo nspecto, y no crey6nclose con fuerzas bastantes para conjurnr In tormenta qac tan amenazadora se imaginabn, tom6 la resolution de rehusar la nlta magistratura y se hizo el sordo ai llainamiento del Congrcso, que IC decia pasase 5 prestar en su sen0 el juraineiito legal coma Presidcnte de la Rephblica. Tres veces consecutivas se iieg6 li cumplir 10s deseos del Goiigrcso ; y si a1 cabo concluy6 por confc,riiiari-c, no fn6 sino caando el ininistro mismo IC


c.w?rrc LO

1i7 hizo entrever la posibilidad de restablecer el brden y la LXXXI I.

traiquilidad en la provincia de Concepcion, y, probablemente tambien, con el secret0 pensamiento de una resolucion que mostro a1 siguicnte dia de haber prestado el juraniento que se le pedia. Pinto conocia niuy bien todas las irregularidades que existian en slgunas de las mesas electorales, y 10s esceEOS en que se habia incurrido, tanto de parte de 10s oposicionistas, como de parte de 10s conservadores. No obstante hallarse la Chmara cornpuesta de persoilas muy respetables, no la encontro bastante legaliiiente constituida par,t nierecer la confianza publica ; y en su inequivoca lealtad, desenba que la administracion llegase 6 ser UII campo nciitral y a1 abrigo de las opiniones beligerantes. Pero convencido de I n imposibilidnd de realizarlo ad, porque no existia mcdio i<lguno de tiefcnderla de las acusaciones i n teresndas de una oposicioii influyente 6 ilimitada enlre la administracion y la politica, pens6 en liacer renovar las elecciones. Eu un oficio que dirigib a1 Gongreso, con fecha 20 de octubre, le manifest6 su pensamiento, dici6ndole : a Quc para mejorarlo y restituirlo a1 reposo, no veia mas mcdio que el de la separacion espontknea, iina nueva convocatoria de 10; campos electorales, y la renovacion dc las elecciones constitucionales para i83O.s N o era11 otras, segun 61 creia, Ins neJidas capaces de salvar de un innlinen te naufragio la nave del Estado. Para probarle la siiiceridad de sus palabras 7 su desprendimiento de toda mira personal, se comprometia del modo mas solemne, en el cas0 de quc sus proposiciones fuesen admitidas, k dirigir tuna esposicion k ios pueblos, declarando en 10s tdrmiiios mas positivos la inapeahlc resoluciun dlt r.

nri.

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HISTOR1.L DE CHILE,

separarse para siempre del mando supremo. n Comprendiendo que nada podia haccr en favor de la causa que habia abrazado, traiaba de separarse de la politica escudindose con si1 diguidnd personnl. El Gongreso recibi6 con inquietud 1’ sorpresa estraordinarias el oficio del Prekidente. Desde luego no vi6 en El mas que una dc esns diestrns niniiiobras de In oposicion, aproveclirinclose del carhcter d@bil de Pi:ito, con yuien algunos dr: sus inieiiibros mas activos acabrtban dc tener una entitvista. Los Pipiolos no sc alostrnron menos incpietos, manifestando su descontento a1 Presidente, hombre incnpaz de llei-ar I1 cnbo la disolucion del Congreso por inedio cle un goipe de Estnda. Todo fu6 iniitil, prdsiguii) leal 6 inr~zriablc~nei~tc su idzn, persistiendo en ella con gran tenacidnd, fatigado sin duda de un podcr tan lleiio de obsthciilos y del cual no veia medio alguno posible de salir victorioso. Esforztironsc, p e s , en obligarle ti retirar si1 oiicio, lo que 113’ su parte tambien hacia el Gongreso. Xsi fui: que, wiles de tom:Lr una resolucion definitiva, quisa dste lentnr todavia un medio estremo, que fu8 el clc iiiditcir D. Francisco Ramon Vicuiia, Presiclen te del S c n d o , a cine obligase k s ( herman ~ o y obtuviern de 61 In. rcnuncia clcl cargo de Vice-Presiderite de la Repithlica, confinlido poner de acuerdo, por niedio de un sacrificio t n n magnknimo, & 10s diferentes partidos. Obtcnida ficilmente seinej niite co:icesion dc D. Joaquin T’icrifia, cluien s610 6 ruegus cle siis parientcs habirt admitido un cargo que consirler<(bnnsi inisrno tachado de irrcgularidad, no por eso qned6 satisfecho, por ser esto solo lo que el Presiclente buscaba. Su determinncioii era inquebraiiiable; si el Congreco se negaba a la


CAP~TULOLXXXYI.

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disolucioa que 61 pretendia, si no decretaba la reiiovitcion de Ias elecciones, iitiico medio en su juicio capaz de hacer renacer la confianza y el crkdito, sin 10s cuales no p e d e un Gobierno trabajar con tranquilidad y provecho ; si cstas condiciones no se cumplian, su retirada era segura. En esta ocasion el Congreso pidib Pinto por escrito el inotivo de su renuncia; y Plste consider6 Is; esplizaciones que se nego k dar, como innecesarias y como susceptibles de conducirlos 8 una controversia indecorosa. Ante tan invencible resolucion, no quedaba a1 Conp e s o esperanza alguna. de conservar en la Presidencia h u n persunage como Pinto, quien la fatalida,l liabia arrojado en aquel d6dalo de dificultades, que otro hoinbre dc temple mas endrgico hubiera podido vencer fhcilmenle, ti cams de 10s muctios y muy poderosos clementos de que, sin crnlxirgo, aun podia disponer; pero su alma, zlirnen tada iinicnnien te por la ciencia, no habia sido hecha para entregarse la violcncia de las pasiGnes politicns. Poseia el g h i o del poder, pero no poseia la fuerza para apuntalarle y darle solidcz, J' carecia adeinas de la habilidad neccsaria parti rodearse de personas audaces y ternibles. Su renuncia fu6 accptac!a al cabo, aonque con hnrto seiiliiniento del Congreso, de 10s pnrticulares y de una gran ijiayorh entre 13s habitantes de las provinci<is. El dia 2 de noviembre de 2529, en presencia de una coi~iisioiidel Sciiado y de la Cimnrn de 10s diputados, se despJj6 dl: las alhs insignias dc SLI in vestidura, y con su propia mano las coloc6 en el ciicllo de Don Ramon Vicufia, h quien c11 su d i d a d de Presidente del Senado, la, Constitucion llamizba h descqiefinr el primer cargo de la Repiiblica, Hecho esto, buaco uii


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HJSTUKlX DE CHlLE.

asilo en la soledad, para sustraerse a las torinenhs y a las calamidades que preveia. Desde este momeuto, en efecto, la confusion va 6 penetrar en el sen0 de la sociedad y h lanzarla eii niedio de 10s horrores de la guerra civil ; porque Vicuiia, lo inismo que sus antecesores, carecia tambien del cariicter energico tan necesario para contener 10s motines, llegados ya a1 estado de costumbre nacional, y no poseia tampoco el talento indispensable para poder sofocar las inquictas ambicionee que de una manera tan lastimosa hacian y mantenian cada vez mas enconada la division de partidos. Cuando un pais no puede conservar en el poder il hombres tan virtuosos y tan liberales como Freire, Pinto, Blanco y Eizaguirre, preciso es que se resigne 6 soportar el injusto imperio de la fuerza, como el remedio iinico k sus males, 5 su inercia y d su impotencia.


CAPITULO LXXXVII Don F. Ram. Vicufia, Vice-Presidente de la Rcphhlica. - Don Ramon Freire le promete su apoyo. - Conduct3 imprerista d t cste Capitan General.-Pronunciamiento escandaloso .-Incidente b que da 1ugar.Nombramiento de una junta. - El c.j&rcito constitucional se niega B reconocerla. - El Vice-Prcsidrnte se retira con s u s ministros 5 Valparaioo.-Prieto marcha con SIIS tropas sobre Santiago.-La vanguardia mandadapor el coronel Bu1nes.-Este coronel Re apodera de 10s fondos enviados i Lastra y de 10s artilleros que 10s escoltan.-Gestiones inhtiles de conci1iacion.- El brick (( Aquiles )) se subleva y es perseguido y apresado por un Comodoro ing1i.s. - Los revolucionarios se apoderan de 10s fuertes de Valporaiso. El Vice-Presidente se traslada Q Coqximbo, p llega h dicho punto en 10s momentos crtticos en quo tiene lugar un motin.-Hace renuncia de si1 cargo y Yuelve b Santiago.

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Don Francisco Ramon Viculia no poseia seguramente las condiciones necesarias para poder dominsr la si trmcion del pais, que cada dia estaba mas agitado. Sin el menor prestigio militar, de un cardcter dulce, bondadoso y timido, conocia demasiado su insuficiencia para el desempefio de un cargo que tan dificil de llenar habia venido A ser por causa de la anarquia, prolongada de una manera alarmante, por el poco 6 ningun respeto que su autoridad infandia, por el estado ruinoso de la hacienda piiblica, y mas que todo, por la insurreccion inilitar que, ii las 6rdenes de Prieto, avanzaba amenazadora de la parte del mediodia. Sin embargo, cediendo B las reiteradas instaticias de sus amigos, concluy6 por admitir el espinoso cargo desde el momento en que Freire le prometi6 que 81 aceptaria el mando del ejkrcito. Con tan poderoso apoyo, podia esperar niuy bien, si no la estincion completa del furor de 10s partidos, que por


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HISTORIA DE CHILE.

lo menos se calmase la efervescencia de sus enconadas pasiones, de modo clue le permitiesen ensayar si1 forma de Gobierno. El nombre de Freire, el gran prestigio de que este capitan general gozaba en la Rcpiihlica, y las estraurdinarias faciiltndes que V i c u k le concedia, en efecto, iinrece que debian hacer esperar que lograria contener fhcilmente 5.10s fncciosos, pudihdose contm mejor que hasta entonces coil la fidelidad del ejthito, convertido por desgracia desde hacia algun tiempo, en fnerza material y motriz de aquellas revoluciones tan frecuen tes como ruinosas para el pais. Las disposiciones que inmediatamen te adopt6, con el fin de que retrocedicra y regresara de s u marcha el batallon de Chacnbuco destacado contra Prieto, y la llamada liecha al escuadron de cazadores h, caballo, entonces de guarnicion en Santiago, prueban desde luego la parte activa que Frcire queria tomar en la administrncioii de T’icufia. Est0 fu6 un motivo de alarma para la oposicion, la cnal se apresurb A destruir semejante armonia, union tan temible, haciendo creer 5 Freire por medio de Rodriguez hldea, de Gandarillas y de Benavente, que el dcscontento piiblico no ce dirigia contra Vicuiia sin0 contra el Congreso, y que, por tanto, era nrpcisn aconseiar su disolucion a1 iefe de nan6l. tratando le La perspicacia de Freire en Politica no era semira3U mente de las mas g~ vida militar llena dl a1 amor la disciplina, en una pa!abra, su carlcter iranco y noble no le habian permitido c o n x e r las dobleces y ardides de que sc, vale la ambicion de 10s partidos para


183 alcanzar el objeto deseado. A pesar de hs acontecimientos que tuvieron lugar durante su borrascosa administracion, su carjcter abierto, sencillo y cr6dulo, era el mismo todavia. Acept6 las ideas de aqiiellos astutos con spjeros, y fu6 d propon6rselas B Vicufia, qiiien esta 1x2 manifest6 b a s h t e energia para contestarle que, convencido de la legnlidnd de las eleccionee, 110 se avendria jamcis 5 disolver la Cdmara. En victa de csta ncgativa de parte del Vice-Presidente, Freire reuni6 ,i toda la oficialidac! de la guarnicion de Santiago y, con gran sorpresa suya, la enconti.6 niuv ohtinada y de la opinion misma que Vicuiia. En FU dcspecho, y creyeiido haber sido insultado con u n hccho scmejantc, tom6 la violenta resolucion clc separnrse d? 10s negocios piiblicos, dejando otra vcz mas XI pais entregado h esa incertidumbre, 5 esc malestar conlinuo, que desde la caida de O’Higgins le agobiabs y consumia. El inenosprecio que Pinto habia hccbo de las jactanciosas reprewntaciones que con motivo de las elecciones le remiticron l a p asnmblcns provinciales de JInule y de Concepcior, ~ b l i ~ i ~ hr oest% n iiltima k envinrle, como invcstitlo del cnr,icter de pl?nipotcnci;trio, h Don. J . intonio Aleinpark. j6ven inteligente, hRbil y de muchi sima activicld Pinto fu6 quien recibi6 y admiti6 las credenciales de tan inconstitucional enviado ; pero, con motivo de su renuncia ,i la Presidencia, ri su sucwor Vicufia toc6 la desgraciada mision de entenderse con Alemparte. En Ingar de buscar un medio hibil dc concilincion, quc por otra parte hubier,x sido de la mas completa ineficncia, Vicufia pcnss6 en Iiacer arrestar 6 dicho enviado, quien pudo spas disponer del tiempo necesario para ocultarsc y burlar de este modo las pesquiCAPfTULO J,XXXVII.


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HISTORIA DE CHILE.

pas mandadas practicar contra 61 por la autoridad. Habiendo llegado d ser por lo mismo mas claro y fundado el desacuerdo sobre un motivo de tanta gravedad, la Asamblea de Concepcion se determinb 5 recurrir a1 etnpleo de la fuerza, para sostener sus injustas pretensioncs en favor de una Constitucion que ella misma acababa de mntilar de varias manpras. Solicitada calurosainente por 10s revolucionarios de Santiago, que tenian prisa de anticipar el movimiento, la provinciade Concepcion pus0 en juego toda la actividad posible para reunir las tropas de que podia disponer: y a1 corto ejhrcito que l o g 6 rsunir le di6 el titulo de NLibertador, ponihdole d las brdenes del general Prieto, hombre de poderosa influencia en el pais, por su familia y como jefe superior del ejbrcito, titulo que Pinto habia tenido la imprudencia de conferirle. Desde hacia algun tiempo, se hallaba en correspondencia con 10s partidos oposicionistas de Santiago, por mas que no fuera del agrado de Portales, quien veia en 61 cierta vacilacion y muy poca firmeza de voluntad para emargarle de sostener con tenacidad y entereza la resolucion que se adoptara. Con las tropas de que pudia disponer, las cuales no escedian de 219 hombres del batallon de Carampangue. Prieto se dirigi6 IiBcia Chillan, donde proato vinieron B reunirsele 10s cazadores 5 caba110 mandados p3r Baquedano, pasado ya A Bulnes, y otro escuadron a1 mando de Urquizo, todavia de guarriicion en San Fernando. Habian sido ganados estos dos escuadrones merced 8 las h6biles intrigas de Rodriguez Aldea ; Alemparte l o g 6 arrastrar al primero de ellos, y Urriola, auxiliado por el juez letrado D. Gabriel Lira, a1 segundo. El ejkrcito del Gobierno, que habia tornado el nombre )I


c ii>?rr-r,o

LSSXYII.

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de constit ucio!ial para diferenciarse del otro llamado rcvolwionario, con la rebelion de dichas tropas casi hahia quedado totalmente desprovisto de caballeria. Esta fi16 una circunstancia de la cual 10s Estanqueros supieron aprovezharse para llamar 5, 10s escuadroncs de Prieto, esperando que su presencin. en 10s alrededores de Santiago aumentaria el entuaiasmo de las personas comprometidas G interesadas en la revolucion, favoreceria la desercion de las tropas del Gobierno, cosa en la cual se venia trabajando con la mayor actividad, y, por iiltirno, pro;70cni2 el movimiento de esa fuerza terrible que se llama pueblo. El j6ve t i 6 intrkpido Man. Bulnes, sobrino de Prieto, fu6 el encargado del mando de nquella caballeria ; y nadic Pino kI era c a p z de Ilevar h cabo con acierto semejante estratagema, por las simpatias con que contaba en ambos ejkrcitos. Apenas hubo llcgado B 10s graneros de Rancagua, ee vi6 rodeado de un crecido niimero de personas, que aument6 mucho mas en ciianto hubo eatablecido su campamento B una corta distancia de Santiago, Todos 10s partidos tenian sus ap6stolcs en esta cirtdad ; veianse aqui con fundidos Carreristas, O’higginistas, Pelucones, y particularmente htanqueros, reunidos todos por una misma com unidad de intereses y de arnbicion. Rodriguez ,\Idea, Portales, Rengifo, etc. eran el alma de todas las reuniones que tenian lrigar y en las cualss se tramaban 10s planes mas h6biles y mejor combinados del mundo, no s610 contra el poder de Santiago, sino tambien contra las dcmcis aatoridades de las provincias. Uno de dichos proyectos consistia en hacer un pronunciamiento, cosa considerada por todos 10s partidos corn0 el primer paso sedicioso, como el escnlon primer0


186 HISTORIA DE CHITAE. para llegar A la revolucion. El 7 de novieinbre se convoc6 una pvblada en el Consulado, y nias de 200 personas, entre 13s que figuraban no pocas muy respetables, se apresuraron h aciidir nl Ilamnmiento. A pesar de las me.:litlas adophdrts por el Gobierno con el fin de impedir qne la reunion mencionada se realizara, y en todo crtso clispersarla, 10s invit.ados 6 ella persistieron tenazmente y lcvantaron un acta, en la cud, despues de manifestar todos 10s supuestos defect.os de la administraciou y toda la ilegalidad que !labia cn las elecciones, se consign6 que cl pueblo de S a n h g o no reconoceria ningiina de las autoridrtdcs constituidris, ni la del Cabildo, ni la de las Asamblcas, ni rnucho menos aun la de 10s Senadores y Diputados de Snntiago. Segun este mismo documento, el TTice-PrcsidcnteViculia, 4 quien semejante titulo era negndo, debia scr repuesto 1' reemplazado por uila Junta, que sc cornpondria de Don Francisco Ruiz Tagle, Don J. .ig. hlcaldc y Don Ram. Freire, este $tinlo como Presidente de ella, sin que por eso abrlndonara el mando en jcfe del eiercito. En virtcd de e-ta acta, tan ilegalmente levantada, una coinision, compilesta de Don Diego B::rros, Don 31. Gandnrillas, Don J. '11. Guzinan y Don Fr. Ileneses, fii6 encargada de ir comunicfirsela. cl Vice -Presidente, quien se obstin6 en rechazarla, neghndose recmocerla como legal y contestando, con sobrada razon, que aun cn el cas0 de hallarse aquella reunion representada por t,odos 10s veciiios de Sant.iago, no tendria la autoridad suficiente para obligarle A dimitir de la suya, pur ser una investidura conferida por la ley y, en su c~)iisecuencia, por la nacion entera. Por un singular estndo del Animo de Vicufia, estado que muchisimas personas consideraban


C4PiTULO LSSSPII.

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como un mer0 resultado de vanidad, dicho seiior empleaba tanta energfa para conservar su titulo como debilidad en las medidas que tomaba contra 10s actos de sus adversarios. Semejante resistencia de su parte, sostenida por el intendente y la mayoria de 10s miembros de la mmicipalidad, etc, no intiinid6 ii 10s facciosos, mucho mas emprendcdores y mucho mas apasionados y fogosos por el hecho inismo de pertenecer a las filas de la oposicion. Volvieron 5, enviAr A Vicuila la inisma comision, acompafiada esta vez de mas de cien personas ; y enorgullecidos sus uiiembros por este skquito popular, tuvieron la audacia de forzar la guardia, apoderarsc tic 10spocos milicianos que la componian, dcsarinarlos y luego penetrar en el palacio del Vice-Presidcn te. ITallhronle resuel to obstinadamcnte h conscrvar su titulo, ,ipesar de las amenazas que le fueron dirigidas por algunos necios y locos. En 10s momcntos criticos de aquel tilmulto se prceent6 el antiguo ministro, el impetuoso Don Ciirlos Rodriguez, miernbro entonces de la Corte Suprema de Jiisticia, quien lleno de la mas formidable indignacion, y liasta tocado por la ira, recrimino h 10s revolucionarios, calificando sus heclios de cscandalosos 6 infamantes. Lns voces y la confusion de 10s agresores eran tan descoinunales que, mirando Vicuiia en peligrv A su generoso defensor, amenazado ya por la boca de una pistola asestada contra 61, nsidndole por el brazo le arraslrci k una pieza contigua y desde alli entranibos se alejaron del palacio. El VicePresiden te cruzo la Plaza Mayor, siendo respetado por el populacho que en aquel sitio de eschndalo habia sid:, atraido por la fuerza irresistible de la curiosidad. Entr3 en si1 casa orgrilloso de haber sabido resistir y ne-


I S$

HISTORI.1 DE CHILE.

gczrse A una demanda que habria sido humillante para su dignidad, y calumniosa para un Congreso cuya legalidad lograba dejar victoriosa de aquel modo. Los ministeriales, por su parte, habiendo ganado ri algunos milicianos, acompaiiados de la gendarmeria, corrieron it la plaza gritando i Viva Vicuila ! y lograron deshacer la Junta, lo cual di6 lugar ,i nueros tumulto9. Con el fin de no tomar parte alguna en semejantes pobladas, el capitan general Freire se habia refugiado en la casa de uno de sus amigos, d o d e no tnrd6 mricho en ser descubierto por 'el honorable Don Diego Barros. -4 instancias de este sefior y dc la Asamblea provincial, que deseabn verle colocado a1 frente del ejercito, ee decidi6 h pasar al palacio, en rinimo solamente de llenar all! la mision de hrbitro componedor. Iba vestido con el uniforme militar, y Ilevaba las insignias y distinciones de FU seiialado rango ; el recibimiento que se le hizo fu6 tan inconveniente, A caiisa del insensato 6 irreflesivo entusiasmo de la mayor parte de aquellos declamadores, que se vi6 llevado ii empellones hasta el sillon supremo y proclntnado Presidente de la R epiiblica. lndignado de tan loca recepcion y de todo cuanto estaba aconteciendo, contest6 B Jlencses, principal motor de su nombramiento, que no podia aceptar un titulo perteneciente s610 a1 principio sagrado electoral de la nacion entera; y siis palabras fueron acompaiiadas de ese movimiento de impnciencia clue denota la firmeza y deja entrever la protePta de un acto, Sin embargo, tuvo la debilidad de coiisentir que se instalara la Junta, medio que completabx la revolucion y destruin, el Gqbierno legal. Tal vez lo hacia asi en virtrid de la proclama que la Junta misma acababa de publicar, en la cual manifestaba que no per-


189 donaria sacrificio alguno para restablecer la uniori de la Republica y el imperio de la Constitucioii. La Asamblea provincinl, reunida por medio de convoCAI’ITULO

LSSSVIT.

ca toria estraordinaria el siguiente dia, 8 de Novicmbre, se ne& sin embargo de todo, h reconocer la legalidad de la Junta establecida, dando publicidad ,i su protesta en bando fijado en las esquinns de la ciiidad y rcmitido A tcldos 10s gobernadores de provincia, protesta que tambien habian hecho el comandante de 10s hQsares Jofri: y el de un cuerpo civico, Don .I. A. Perez Larraiii, quien hasta se neg6 5 facilitar una cornparlia para publicar el manifiesto del nombramiento de In Junta. El intenclente recibi6 6rden de hacer respetar la. autoridad del VicePrcsidente y de tomar las niclidas mas endrjicas para inantener la tranquilidad, como tambien de oponersp, a todos 10s manejos de 10s facciosos, aumentados con las reuniones de 10s artesanos llamados A toniar parte cn el levantamiento. Podia con larse con el ejhrcito constitucional reunido en Tango, e j h i t o decidido par la causa del Gobierno, protestando, no obstante, conforme B lo acordado en pleno Consejo de Gucrra, que jamas haria us0 de sus arinas para hostilizar 5, sus conciudadanos, cuyos derechos defenderia & costa de su sangre. Aunque la ciudad se encontrasc turbada por inquictudes de toda clase, In oposicion, guiada por hombres muy activos y no menos enhrgicos, proseguia sin descanso su obra de destruccion. El 9 de Noviembre recurria B la convocatoria de una nueva. poblada, la cual, por haber encontrado cerradas y defendidas las puertas del ConsuIado, fu4 ri reunirse en el Instituto, y coloc6 cn la de dste una tabla sobre la c u d figuraba un manifiesto (I acta que iban firmando 10s transeuntes. Segun este docuiiiento


190 HISTOltIA DE CHILE. popular, la Junta coiiservaba YU autoridad, declarando permanecer en toda la fiierza de su derecho, haciendo responsable a1 Vice-Presidente de 10s males que pudieran sobrevenir, y renovando la 6rden de poner las tropas bajo el mando del Capitan general Freire. En una palabra, habiase llegado a ese estrcmo de desorganizacion en que bnstaba 6 algunos individuos de una sola provincia, abroghndose el titulo de Soberano pueblo chileno, para disponer de las autoridades, obligarlas B quebrnntar su mandato y juramentos, y dc este modo envilecer el poder, ese principio vital de brden y de paz en toda nacion constituida. El alma honrada de Vicuiia no podia avenirse con semejsn te eschndalo. Para este hombre probo, las elecciones habian sido hcchas de In nianera mas legal, I,as sostenia valerosamente, con una energia tanto nias digin de aplauso, cuanto que, para sostenerlas, se vcia forzndo contrariar la benignidad propia de su escclente carhcter; y llcg6 h a s h PI punto de ortlenar la suspension de la libertnd de In prensa, deireto contra el cual protesti Don Ramon Rengifo, diciendo que 61 no lo acataria ni obedeceria jarnhs y que desde luego hacia responsable de lo que pudiera eobrevcnir !I q u e ! que se atreviera h atacarle eri su propiedad y su persona. Sin embargo, en la impoaibilidad de contener la ferinentacion que reinaba en Szntiago, amenazado por el ejhcito insurreccional del Sud, J’ obligado pur la Junta A renuncinr h su cargo, puesto que IC conminaba con estas palabras : la negatiw 6 dilacion hari responsable A TT. S. de 10s males que resulten,* trat6 de alejarse de la capital, ye1 12 de Noviembrc se potiia en camino para lTalpwaiso,en compariia de sus minietros, Uiio de sus primeros cuidados fu8 ((


CAPITULO LXXXVII.

191

el de publicar un manifiesto, k fin de dar 6 conocer 10s motivos que le habian impelido k tomar aquella violenta determinacion. La vispera de su sdida envi6 a1 coronel Pedro Godoy h avistarse con el general Prieto, entonces acampado ya en la hacienda de Chimbarongo, para comprometcrle 6 desistir de una einpresa cuyas comecuencias podian mug- bien llegar 6 scr terribles al pais, y a1 propio tieinpo le ofrecia e1 mando del ejhrcito del Sud, {inndo que 61 no tenia sin0 provisionalmente, 6, si mas le agradaba, In intendencia de la provincin de Concepcion. Por su parte el Capitan general le cscribia que, hallhndosc ocupada la ,Junta en el restablecimiento del brden, su preseiicia era de todo punto iniitil, y que debia retrocedcr con sus tropac, A Ias cuales dirigia tambienuna proclama concebidaen el inismo sentido. No era este seguramcnte cl pcnsamiento dc 10s jefes de la oposicion, quiencs le instaban A que continuaFe nvanzando h6cia Santiago 6 liiciese prisionero a1 coronel Goc'oy, quien en efecto fu6 detenido j r 110 se vi6 libre h a s h la llegada de Prieto al c a m p dc Ochogavia. Con motivo de la traslaciou de Vicufin k Valpraiso, el ejkrcito constitucional se encontr'iba mernmente reducido 6, sus propias fuerzrta y entregado B siis propios instintos. Seguia acampado siernpre en el miemo punto, esto es, en Tanro, donde pronto se present6 el Iionorable cornandante Don ,Jose Castillo al frente del batallon de Chncabuco, no sin que le costase :ilgun trabajjo concentrarle por hallnrse muy discininado. En seinejante inccrtidumbre, visto lo criti:o dc su situzcion, el 12 de noviembre PC tlecidieron 10s jefes A penetrar en Santiago, y ei dia sigciiente sus tropas se halLiban ya formadas en la plaza. Resolvibse en consejo de guerra que se ponclriar!


192 HISTORI.\ DE CHILE. a las Srdenes de Freire, coin0 capitan general, pero no como Presidente de una Junta que ellos no estaban dispiicstos h reconocer. A pesar de una 6rden del dia que les mandaba someterse B la autoridad de la Junta, per-

manecieron fides 6 Vicufia, y hasta retiraron a1 capitan general el mando que en 61 habian reconocido anteriormente, confiri~ndoselocon carhcler provisional, al corone1 Vie1 tnientras se presentaba el general Lastra, y detern~iiihndoseZi traslctdar su cunrtel A Valparaiso.� Rcsolucion tail estrema lastin16 en alto grado el a t w r piwpio de Freire. Lleno de reseiitimiento y contando coil el prestigio de PUS mhitos y sus aiitecedentes, crey6 que le seria muy fhcil gaiiar h lac tropas, k pesar del poder que sobre cllas ejercian stis jel’es, Fie1 h su prop6r.it0, se present6, en compaiiin dcl aloiirante Blanco, en el convento de San dgustin, donde se hallaban acuartelados 10s batallones de Concepcion y de Pudeto, el primer0 maudado por Rondissoni y el segundo a las brdenes de Tupper. En ausencia de dichos jefes, hizo formar 10s dos batallones; y puesta la oficialidad a1 frentc de Ins respectivas compaiiias, el sargento mayor. Don Grcgorio Rarril, le declaT.6 que no podian recibir cjrdenes sino de sus misnios coroneies. Apenas llegnron a1 cvnocimiento de Tupper las gestiones insidiosas de Freire, niont6 B caballo y, lleiio de una justa indignacion, no t a d 6 en presentarse en el cuartel y dar I I I cara a1 general su temeraria conducta, hacibndole entender que 61 no amtaria las 6rdenes de nadie, ni toleraria que su batallon las recibiera de ninguna otra autoridad que de la representada por un Consejo de guerra. Haciendo despues salir de las filas susoficiales, les pregunt6 si estaban decididos a reconocer por jefe, con prefere cia B su persona, 2


193 un general traidor a! I; obkrno legitini ’, y iindnirr,eiiienic rcspondieroii que 110 obedecerian o1rt;s cjrdenes que las de su coronel. y que sabrian rriorir en defensa suya. Frcire, acornpaiiado de la misma manera que habin venido por el almiracte nlanso, volvi6 <i su casa y mereci6 aiiii alli la desaprobacion de parte dc su familia, que era afecta a1 partido constitncional (1). l’odos estos yerros, de 10s cualcs el hltimo, por la presencia atnennzadora de las t r o p s en contra del pueblo, estuvieron B pique de ocasionar :in derramnmiento de sangre, eiltristccicroii profwidn y lastimosamcnte el - - . -- . . _.. corazon de Yreire. bas!ante flicido va en vist dei IaCtll~i.1.ULO LXXSVII.

vcz avcrgonzn~1~ cie una conducta quc tanto liabia dc: atoriiicnt:u% en adelante, renunci6 & su titulo de PreEidente de la diinta, y se retiri, h una trnnyuiln solcdad 6 esperar nlli 10s rcstiltados de ac~uellndesventurada luchn. En el cstadc de cfervcsccncia en quc 10s partido5 se encontraban, lanzndo yn cl populaclio h la callc, la mayoi. park de $1 provisto de armas, era inminente el peligro de clarse la primera batailn. Las tropas de l’rieto s610 distaban nlgunas legoas de Santiago, punto en el ciial se hllabnii concentrndas lac de Lastra. Este iiltiino rsneraba ser rcforzado 1301’ dos cgiiiwiias c!c nrtilleror:


io5 IIISTORI.1 DE CIIILE. rupcion del convenio (pic clcbin tpner con el coronel Bulnes p - ~ r aiiiin swpciision d e a r m s , podin tc!ner con dgun futidnnicnto qiic, sorpreiidiclns, aquellns clos co 111pailins cn!.cscn en ~ n a i i dcl ~ ) ~eiieniigo; y con el fin cle prcvcuir seiiiejaiitc: dcscalal)i*o, destncci para salir L[ su encaentro 1' defender SI: paso. u1in parte de sus fuerzns. advirtiendo dcaiitciiiniio k XniunAtcgui que no avaiizara y se fortificnrn 11ic111ins:tnIn Ilcgada de 10s nusiliares que le iii~iiclahi. Este oficia no Ilcgti li niniios de dicfio jefe, de ni:zvido por la Cnosin vicj:i y p r o w 3 m n w h n b n por otra seiida, se vi6 L c A l c r i a de Bulnes, sin hnber podido dar In w i a l coiiiciiicla. En coiiflicto scmcjante, E i en do ciit ernin cn t c i 1;) p osibl c I n de fen sa, jL m u n k t egui no cncontrci ningun o!ro inedio mas que el de enviar 11 Gnllardo para parlamentar ; y iiiientras esle cnpitaii desempefinba su cncargo, Pi*ndel y J. -1. Rodrigucz Aldea se le prcsentaron para propoiicrle qnc nbandonara la causa clue defendia y pnsase ti nilitar e11 Ins filas de In siiya, cosa que rccliaz6 In noblezn y lcaltnd de sii valiciite cor,lzon con cl desdcn natural del bombre que se ve insult ~ d en o su lioiir;, por el inero hecho de suponerlc capaz de adiiiitir tnn indignas propo'icioiic.. nulnes, cuyo cnr[lctcr no er\: incnos nolile y gciieroso, aclmitici cl parInt:lcnto, y, despucs de IICZIICJ* conferenciado lnrg?rnente, se content6 sci~o,medinnte uiin cstipulacion firiiinda, con toninr 10s foiidos ('1,000 p c s o ~ )c n numcrnrin i t en librainiciitos, In correspondencia oGcial y 10s c'tfioiies, lo c u d c1.t~ sunpiiieiitc iinportante para Priel,o, no poseyciido 41 C I ~ L O I ~ C Citias S que (-!os picza:: pcqiiciias de caniL>aiia.:hbiclido siclo conccdida i~10s olicialcs y soldatlos I;L libertad de accloll para reunirse ;i s ~ ejkrcito i 6 seguir sieiiclo fieb b l bcLuLL

lLb


c wI'TcLo

195

LSYSVII.

les R la Iiaiidera clue 10s gui,tba. facroii muy pocos 10s que sc pasaroii B Udiies, c ~ ~ i t i ' \ i i d ociitre ~ e cstos el tefiiciite J . A. Vial y el subtcniente A. Sanvedra. Los deintis regrcsaron :1 I'alparaiso cj rtcoiapa'lnro~i A si1 coiiiandaiite, quim sc dirigi6 6 Santiago. En 1111 coiisejo de guerra sc cleclarci despues, por unaiiitiiidac!, qiic tan to A~iiuniitegiiicoin0 ios oiiciales que le habian scguido y cuniitos permaiiecieron Gcles 8 su juraincnto eii nquelln dc3gracinda ocnsion, se hnbian conducido coii honor, t i w y dccencia. La p&rdidn dc 10s foiiilos que .iinuiii'itcgui traia fii6 aILninentc scn4blc para el gt:iicrnl Lastra, cuyos recur-sos, no e610 no I ~ s t n b a nit culirir Ins neccsidndes del ejdrcito, siilo cpc de din eii din se Iiaciaii muclio mas precarios. I<&J110 IC impidici, sin einhrgo, incrced al nusilio y acti-. 1 iJnd del intendente I3ilbao, el poder crcar uii iiiicvo bntallm con 10s sold ado^ licciicindos, procedeiitcs dcl cjircito qiic liabia servido â‚Ź11 cl I W i , cucrpo que Tu6 disiinguido coii el nombrc de (c Constitucion D Este ttiiincntd de tropas ern tniito mas ncccsario, cuauto qnc IC vein visitado Prieto sc aproximnba h la capital, y p r las pcrsoaas mas nctivns y mas cmprendcdorns de 10s partidos contrarios. La vcciiidad dc Prieto liabia ocurionado una a l a r m suinanicntc notable en Sail tiag.), y el populaclio podia dcjarsc arrastrar h coinetcr csccsos que las personas sensatns ti.atnban de witnr. El intcndcnte. solicitado y coinIlc'icto por cstns gciitcs hoiiradns, crc! G qt:c debin telitni. uii iiiicvo inedio de conciliacion, para 110 vcrsc en el dr~ro coiiipro~iiisodc tener que venir ii' Ins manos; y le clivi6 1111;~comkbii, coinpucstn clc personas mug' distiiiguida:, COII encargo de prescn tnrlc ins iniis lioiirosas proposi-

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i l l < rc)BI.\

U I : CIII1,E.

cioiics cjlic cii aq[icIl,is circunctnncias p d i e r a n liacersc. ;:iiclo recibi6 h 10s coniisioiiaclos con una distincion y cordiaiidaci al‘ectadns, manifest iindoles siis Iiuenos dcseos de cntnblnr el arreglo, y h a s h accptci uiia treguri 6 suspcnsion de ai’inns por seis dins, con el fin (le prcp a w y c!ar ci:na ii uii convenio ninigab:c, que fume hoiiroso pnrn ambos partidos. Scgiin lo decidido y firmado por Prieto, 61 no podria avanzar inas que h a s h In hacienda dc la Cdera; y, siii el menor escriipulo dc conciencia, lie16 sus campamentos hastci la chncra de Ocliognvia. En este punto fu6 doncle el 3 dc diciemhre tnvieroil lugnr las confcreiicias entre 10s coronclcs Vie1 y Godoy de una parte, y Bulnes y VilLigran d c la otra. Su resultado se liniil0 puramente ii In suspension dc arnins linstlt las dos dc la tarde clcl sigaicntc dia, y el nombrainiciito de una coinision que deberia reunirsc liicin la$ iiaeve de la maiinna en la quinta del almirnnte l3lanco. Componiase disha coii~isic!i,por In parte de L a s h , del general de brigadn Eorgofio, del ministro d c la c6rte suprema, Don Ct’Lrlos Rodriguez, y del coroiicl Godo?, coil cargo de secr:tario; y por !aa de Pricto, las personas clcgidas fucroi: el sargeiito mayor Vidnurrc y e! IiBbil cuanto astuto ciactor Doli J. A. Godrigucz Aldea. En la reunion cclebrndn surjicron desde luego graves dudas para In coi~clusiondc 1111 tratado dcfinitivo. Los plenipotenciarios dc Pricto csigian quc el con\wii3 yuedase firmado por nnibos gcilernlcs cn el t6r mino pcrenlorio de dos Iioras, mieiitras que 10s de Lastra, ficles i la Constitucion, cluerian qu3 iuesc sancionado por el Vice-Presiden!e Ticuiia, 6 la sazoii de residencia en Valparaiso, rcsolucioii niuy coiiforine coil sus iniras y sus opinioiies, toda vez que seguinn considcrindole corn0


CIPT'TULO

r,sssviI.

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jefe del Estado. Despues de mil y mil discrisionw, renovndas clurnnte la tarde por linherse prorogado In tregria linstn Ins doce de la nochc, a1 fin qucd6 concertado que despues de nornbrarse tlos mimihros pnra reemplszar ci %aii;lrtu, cluien EC eiic.mtrabn auscnte, y k Rodriguez Aldcrt, que hnbia dado sii dimision, se rcuniria el Senado pnra ocupnrsc de Ins cleccioncs, c u p conyocatoria habia sido ya circulnda 6 distribuidn 5 Ins cliferentes provincins cle In Repi1blicn ; y que, mieutrns tnnto. Don Ag. Eizaguirre ocuparia la al tn JIagistralura cn reeinplazo dc Vicuiin, pronto h rcnunciar su cargo. Aceptndos estos preliminares por una y otrn parte, no Ilegnron sin ernhargo ratificarsc por el gencral Prieto, quien obstinkndosc c11E O quererrcconoccr la legalidad del poder de Vicufin, exigin que el tratado qiednse firmndo eil el perentorio y precis0 tkrmino de clos horas. Esto era, p e s , reservar 5 las armas la par!e dccisiva de scmejante cuestion, 6, niejor dicho, de cuestion tan desgrncinda; y cii vista de ello, la ciudnd, cntregnda yn h !os dcsmnnes del populacho, y especinlmente k Iris irns de la pnrtida del Alba, celebhrrima por sus rapifix::, era presn de las mas angustiosas inq:iietudcs. En tan criticns circunstancins, el intendente trat6 de hnccr valedera una iiiiwa gestiorr conciliatorin, que tuvo el mismo mal resultado qu:: las que anteriormente se habian hecho. Antes por el con t.rnrio, dhbasele en cara el h b e r mnndado construir algums trinc1iera.s en la plaza, y el haber rentrido un cierto niimero de pertrechos y cierta cantidad dc? p61vorn, atribuyendo A siis dkbiles 6 insignificantes preparativos de defensa una importancia colosal y un fin odioso. Doli Manuel Vicuiia, obispo de Cerai!, no fui: tampoco mxs afortriiinrl(u cti P U obra de miserico!.<lin, I-:P; ,:;:I ~ ~ T I S C


19s

TIISTORT.\ DE CHILE

Prieto h toda avenencia, 110 nceptnnrlo ni atin siquiera una entrevista con Lxtrn, 6 pidietido COSRS itnposiblcs de ser concedidas, como por ejcmplo, cl alejamiento del ej@rc,itoconstitncional ti 4 l e m w de Santiago, y el nombramiento de un plenipotenciario en dicha capital, que unihdose con 10s yn elcgidos por Ins prorincias de Conccpcion, JInule y Colcli~gua,procediewn ii la inst Ilacion de un poder ejectitivo provisional. No p e d e acnsarse nl general Pricio de todos estos cspedientes tan poco dignoi como p6rficlnmen te combinados. Dc carricter Iilando y honrado, siis propias inclinacioncs le hubieran xrrnstrado 6 tmnsacciones pacificas, si por una parte cl partido O’hizginistn de la Asamblea dc Concepcion, hricin el crial manifestaha algunns inclinaciones. y por otra la e d t n c i o n de 10s que le rndeaban aspirnban 8 qne la revolucion fuev cotupleta y radical, nr) le Iiuhi~sen o1)ligado k clesviarse de SIIS bueiios sentitnientos. -1pcnas acainpti cn InCalera, ciiando todos 10s miern1)ros activos de la opoqicion se nprewraron ir rcunimle para envolverle, nsctlirindolc c m sus astcitacl y artificiosas traniw, de modo que no le fu6 posible desembaraznrsc de cllns, v se vi0 f o r d o {L obrar, cediendo 6 una presion de In, cunl no t r n i n ya tncdio nlguno para s a l w s e . Su campainento IlcgO k convcrt irse en u n foco de intrigas y de invencioncs, que 10s Es!anqueros, sobre todo, poninn en prActica, sin repar 11’ cn 10s mcdiqs. con tcil (le Ilcq:ai. Iiasta el ohjeto cpc cllos cDdicinban. De nqui era tninbieii d c donde nacinn tocins aqucllae hdbilcs comhinaciones, qnc 1;o 9610 iban 4 cstallar en Santiago, sino cpe Ilcvntxm sus efcctas k todos 10s ;:lu~ulosclc la Repihlica, (lolid cn,itaban ya con un crccido numcro dc pro4lilos. 1


C iPiTCTL@1,SSST’II.

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Dos dias nntns dcl paso dtdo por cl Ohispo, cs deck, el S de Noviembrc, encontrcibase ya Valpnraiso minado y coninovid:, por las infatigablcs innniobras dc 10s horn bres de 1~ rci olucion. 1;ii puwncin, del Contra Aliiiir,~ntc Woostcr y clcl primer comntidan tc del A . y i / i / ~ sla~ tripuIncion dc cste bergantin sc snblcvabn h instingncioii del tenicntc Kiicdas, dcl oficinl Don Pedro l\ngulo y del pil3to Dinz. El A p i l e s ;in\-eg,h 1 con runibo T d c ~ h u a n o para ofreccrsc h la \samblen. y entrcgnrlc el dinero y laa municioni?s qric 61 linbinn sido coiifiados, cunndo el com::ndantc dc In fragntn dc giic~*raIlni?iadn TC/is, ,i instnncias del T’icc-Prcsidcntc, IC! 0 anclns y saIi6 cn su scgiimicnto. El A y / / i / / ~i ns t o t i ~ trcsi;tirsc i tnn locso como se (40 pcrs2giiido clc cerca ; pcro dcspucs dc nlgunos caiio~iazos,qiic le ocnsionnron dos macrto-; y ocho hcridos, sc vi;) en ci cn5o ,:c Lcncr quc entrcy,trse, y el ViceAlmiraritc Woostcr sc h i z q cnrg.n del innntlo ? diriji6 Ins mnnio bras pnrn rcconducir PU !Ires2 ;i T-nlpnrniso. Durantc In nochc dr: aqiiel iiiisliio din, el coronel Don Pablo Sylvn y el comisnrio dc gaerrn y mnriiin Don V. Gnrrido, sc prcscntnbnii delarite de TInlpnraiso, con 150 hombrcs entre veterano? y iiiiliciaiios7 nlentados poi’ cl clcseo dc hacersc cl~icfiosde In cincl2d ; y sin d i y r a r uii solo tiro, coneiguieron apodcrat~sedc Ins alttitx 7 de 10s cnstillos dcl Rnroi? y dc Sail AnLonio. El coronel Picarte, que habin recmpltiznd3 cn el cargo dc gobcrnador militar dc la p!<!za nl Gcnernl Eciin~*cntc.Iiornbrc nlgun tanto so;pe;Iio~o para Tlicriiirl, i n i p i c l i h In ciitr‘\da k nqiiellas tropa?. y 1) i j o cl m.u~dode Doli T’iccntc STnchez reunib alxiino~niilici,inos en In pI2zi dc Orrego. 5,1n parte de !oq szo?d:ic?o.; d c S v i v ~: c I i i ~ l l a h nsitaada r i i t n v r r s pi1 la n r i ~ l v n d nde Cliac, nl,rdcciclldn ;i Ins i)r-


200 1IISTORI.i nE CHILE. deiies de illan. Gasmuri ; y, no obstante de ser In nnclie m u y osctira, pronto sc tralx’) una refiida lucha cn nqiiellas dos redticidas divisioncs, que al fin (lib por rrsnltadq la derrota de 10s milicinnos (IC Snrichcz : i i n n vez dispersos, dospues de dejtir en el campo iiii niuerto y dos heridos, 10s q x salvnrori coli vida corrieron 3 refulgiarsc en siis casa~. Ducfio yn dc la ciudad en cicrto modo, hizo colocar S)’iva n\giiiios cailoiics en ITS d t u r a s que In doninan, servidcs por 10s pi-isioneros del & ! d e s , quienes, h eolici tud de cstc coronel, cl cbnsul iiiglCs !-el cornandante de la frngala T(:/ic,1:alkm conseguido vcrw puestos cn lihertnd. En scmejantc cstado Ins cosas, por evitnr el derramamicnto c?esnngrci: impeiii;. el saclueo q w !labia principindo \‘a en el ,‘i!mendral, In. municipalidad juzgb coni0 uno de siis d e b e m el de reunirse en seFion, a:to que verifici, en C ~ S T de L Benawitc, doiidc tamliicn se presentb Picartc. Alli deliberaron y dccidieron que el gencral Benaventc vulverin h tomar el gobierno inilitnr del pucrto, qric 10s hnbitnntcs dc la ciudad permaneceriaii neutrales. 17 que Ins !ropas de S y l ~ nse rctirnrian criando mcnos h dktancia cie dicz Icguas. Trcs dins despues, k consecuencia. de nlgunns discmiones entre Bcnavcntc, cl gobcrnndor local 17 el cabildo, sc formb !iiin poblada que inipidi6 a1 primcro la salidn que tciiia preparada,, y se clucdb en Valparaiso para pcdir cl nombramiento dc uii nucvo Cabildo, la destitrrcion de Ins comandantcs de scronos y In de varios oficiales de ia milicia. Iicepta la csta disposicion, 10s nrievos municipales se apresuraron A pmcr en conocirnieiito de Pricto, que Valparaiso sc hnllaba dispuesto ,i secundar sus esfuerzos y k franquearle 10s medios qrie estuvicrm it sus nlcances.


C A P i T U t O LSSST’II.

201

Todos cstos ncontccimicnto:, h 10s ciinlcs nqiiella ciu(?ad no cs!nba ncostumbrxdn, wiibraroii la5 mayorrs inquictndes en el corazon de c . : i ~ hal)itnntc-, : iiiqriictudcs cpc !as mnlas intcnciones dcl poprilncho !lacinn mucho m y c s y mas formidn1)lcs. A1 ver el Vicc Presidcnte la, de1)ilicl:icl clt: !gxinc,lic.s de defciisn con qne podia contar, y dcx:peraiizado de poder conjurnr las alarmas clc lo.: unos y dc atempcrnr In fogosidact de 10s otros, se iseti!,6 al bergantin Apdes, dondc pronto fueron unirscic s w miiiidros !:cznni!!a y Cotzpos. Una vez all1 reunidos, dct9rmiti6sc h dar la ~.clacnsr:giiid.i para Cocpiirn] i o 1 pudiendo cclnhr con In Icalt.irl y dcci4on d o SLI hermn:io el coroncl Don F. Vicufis, inteiid.:ntc de la. provinci:!. Complctamcnte dcterminnrlo ti n o ccder h In rcvolucion, hncin darsc, y usnba sieinpre con la mayor obstinacion del muiido, su tit.ulo de TTicc-Presidente. Don Ramon Vicufin lleg6 ti Coquimbo en el momenlo niisnio en clue la cir!dad ncabnba de resentirse dc In presion ejercidn por las fiierzas del campo de In Cnlera. UII j6ven cx-militnr y negociante arminndo, Don Ped. Uriarte, x hsllnba de :;aclta de diclio c m p n inc!lt.o, provisto de cart:ts 6 iiistrucci ines pxra el liacencl:t(lo Snenz dc la, Pciia, quicii Prieto nomhraba intcnd c : ~ ; crlc In p!-o;rinsia. La asaniblcn provincial conocia . . dcsde algun ticinpo xtrhs Ins intrigns de 10s revolucionnrios, y eabedora, por tantp, de. est!: Iiroyecto, intent6 dcshnrninrlo, trnt,niiill: d:: !iww re.;ner cl 119 mbramimito ( i e infc:ir.?::n tc en la. persona de DJii 31. A i i t . Gonzalez, toda vez V i x f i I ibo k r e m en e! C ~ S de O no poder scgoir :!npcfilnndo wmtijniite cargo. Prevci;ido Pefiit dc csto, nclXvirti6 i‘i tod~,s10s mtijiiracios, entre ([i.iici1.:? figurnIm1 \:arias oficialw dcstititi(los, pnrn que sc lin.llnsen pronlus


202 IITSTORIA DE c r r m . A reiinirse eii la plaza, en el momento misino en rjuc la campaim del Crtbiido fuese cc,hadn ti vuelo; y, en cfecto, el 15 de Diciembre, XI li,zccrs,: el noinbramiento de Gonznlcz parn In iiitc;iclc:icia de In provincia,, se les vi6 m i dir ai Iiigar se!ia!ailo en uriion dcl poptilncho. Pur cjrdcn de !a asmblcn se present6 i‘i tlispersnrlos Doa Jonq. Viculia, Ilcvando consigo In cunipp.ilin de artilleros; pcro estos sol?iados, que de ~nteinaii,~ estaban g;tnad.os yn, se apresuraron ii nl)nndoi?,zrle prra pilsarse ri ltts f i l a de 10s facciosos. Desdc este piinto, autorizndo Pefin por el nuinbratnicnto que de Pricto hnbia rccibido, sc di6 conoci.r como intcndentc de in pror%icia y a n ~ e n t c jIri compafii;L de 10s artilleros hasla el niiniero de GO hoinlires y rciiuiti tambicn cierta fuerw. de soldndos y miliciiinos que encont,rti eii 10s cnfds, en las tnberiins y dcmas casas dc In. poblncion. Igt:orniido el Vicr>-Presidcnte T’icuiin lo que en Co quiinbo acontecki, y qiieriendo ndquirirse dgiinas nolicias nccrcn del estndo del pi’<, la nochc inisinn de F I I Ilcgnda clivi6 B si1 niinistro Cot,ipos y sn hijo !gnacio to . innr informes de In f r n p t n cstrnnjera I~?du/?ok; y PI botc en clue i b n n sc h:\llnl)a prbsiino a1 buquc que querial: nbordnr, ciIa:ido ntlgiinns cnibarmcioiics, enviadns por el cornandante dc miins Gallegos, consignicron sorprenderlc. GI bote con 10s niwiiieros rub dcvnclto XI Ar(itiIrs, Ilevnndo el cnc’::.:o dc c.onvencer B In demns gente dc la tripnlncion pnra ryic sc dieseii it l)~e!ii)ayLido, y 10s dos personnje; C:icron coii3u!:idos B tierrn A fin de pcmerlos Cil p m j c scgnro. Xo coute!itos cgn liabcr usado seinejmte riFoi., ics ameuazaron proinctibnclolcs haccr uso d.: oi!’o:i in :c!io mayorcs, y n u n con el de quitarle? In vida si el herganlin n o s e entrcgnhn it!n?cr!in.!nnien!c.

As.


203 Bien hubiera pocliclo el Vice-Presiclentc sostener si1 poslcion con 10s soldados que el Contra-AI tnirantc Wooster ponia ti s u disposicion ; pero si1 corazon noble y honrado no le permitin dicse lugar que, por si1 causa, corriera la snngre de sus conciudadanos, y antes consinti3 en abanclonar sus cnemigos el i ~ i i c o\ q u e dc i r n p o ~ tancia que Chile poieia y que tan iitil debia Pedes. Desp:ies de un acto tal de dcbilid~rl,renunci6 k la Vicc-Prcsidencin de la Repiiblica, titiilo que hastn ntonces h a bia sabido cmwrvar en honor de una ley constituciond de excclencia relativa, si se comparaba con ins nnteriores, ley qiic era destrozada por In oposiicion de In manera mas lnstimosn, en el momcnto mismo cn quc &a d e . clarnbn, boca Ilcui que la revolution se hacin cn su prb. hunque s q u n una trnwnccion -clebrada entre Ramoa y Gallegos, y rectificada dcspiies por Pefia, quednse asegurada la libertatd {I totlt la comitivtt d? Viicufii, M e fur; tratndo sin embargo c m o 7risioncro de giierra y tuvo In ciridnd dc Coqiiirnho por ckr*cel, lo misvo que F U ~ compaficros, despirls tlc habcr todos jnrndo, el din 21 de Dicicmbre de I S29, antc tin escribano pitblicn, c l u ~ ni directn ni indirectamente tomnrian parte cn niiigiiti movimicnto polilico y quc cada 2 1 horns F e pre:eutarinn a1 JlaJror dc la Plaza. Sin embargn, no t3da In proviucia habia sido c b ~ , plice dc este Icvantamiento. Contilbansc en elln tii(ich;t: pcrsonas inflnycntcs adheridas a1 partido de Pitito, I., por consiguici~te, ci si1 Gobicrno ; y la cstraordinaria rcaccion clue sc vcrific-6 u n mcs clespiies, prucba clnrninentc quc si T’icufin hubiera poscicio 1111 cnr5cter m:is cndrgico 1’ el verdadero coiiociniiet~to clc ios negocios politicos, con el ausilio dc si1 hcrmnno hnbrin \lodido c ~PI’TULO LSSST-11.


204

ITISTORTI DE CHILE.

levantar i s11partido, 6 por l o inenos, fortaleccr las ideas reaccionarias, lihcin Ins cnales no se mostraba indifercntc la opinion piiii!icn. Pcro tlcinnsindo noble y honrndo en csceso para escitar las pasiones de unos pueblos que tan facilmente son arrastrndos por ellas nl delirio, y cpc una vez conniovidos cs m u y dijicil eiiiprcsa la del rwiablecimiento de su turbnda calma, no quiso tomnr unaresolucion tan peligrosa, y, cn seguidrt que pudo

catnino tincia bantiago, LZ clonde iicgo a 10s pocos de la balnlla :le Ochogavia.

dins


CAPlTLiLO LSSSVJ 11.

IS1 14 de diciembre de I520 tuvo lugnr i i n n batnlia ccrcz dc In ch::cra de Ochognvia. El n<irnci*Jdc 10s coinbatientes pucd:: riccirsc que- e:*n cnsi i y n l por ainbas partes; pcro Ins t’ucrzas de cnbnl1eri:i ilcl cjdrcito revolucionnrio era11 miiy suI)criorcs, y se hn!:;\bnn mniidnrlns p o r 1111bizarro jefc, quc no stjlo ern cluerido y respetndo de 10s suyos, sin0 tambien tie 10s soldnclos contra qiiieiies ibn Imtirsc. Diclin cnballcria cons:nbn dc iinos G O O ginetcs, bicn disciplinndos, inicntras quc el e,idrcito cons-t,itucional apcnns si podin opnnerle unos 130 hombrcs. * J,n Intanteria de Lastra, por cI c c ! ~ l r n r ~sc o ~coinponin cli: 10s batallones de ChacnIILICO, Concepcion y Pudeto, y .,. . (IC algunos nii~icia~~os rc:iniclo~por el coroncl Romo ; crn T

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206

IIIST@RI.\ DE CIIILE.

'1 una legua cscas,~de distancia uno del otro, se eiicoiitrnbaii acampados ambos ejdrcitos, el de 10s revolucioi:nrios en la chacra de Ochogavia, y en !a dc Ovalle, csrc;1 de la Caiiada, el mandado por Lastra. Santiago I i d ~ i sufrido ;~ ya 10s priiiieros efectos de tan malhadada luclia. Ann niitcs dc :n Ilc:;.ndn de Prieto, uii cuerpo forinadu de 150 caballos, pertenecientes k la vanguardia y bnjo el mand:, dc Ikquedano, habia penetrado liaeta la plaza, dispcrsando una compaiiia de iniliciaiios Ilevhndoee, entre otros varios prisioneros, al teniente Pedro Banderas, [I quien sus soldsdos abandonaron con la 3

3

toi:os 10s vitgos y gentes Ue mala vicla, que iii3pre~1~oramentc liabian sido armados en Curico, 5' en compaiiia del mtero 1101,ulacho, 110 tardaron m u c h en entregnrse & siis ptmersos instintos de rapiiin, asaltando y saqusandc3 \,arias casas, sin tan siqiiiera respctar la del C6nsul ge. L

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:isriiito dcl Aptilcs, lleg6 h haccrse en tan alto grndo imimiiente v aincnazador. flue. imra disminuir en ciiantr)

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esposa, Doiia Isidora, refugiada en el palLtcioepiscopal, debi6 la presencia del digiio Preiado que le ocupaba el


C.WI’TULO

LXSSVIII.

207

haber podido librarx de 10s iiisultos y desmaiics del po-

pulncho. En medio de aqucl estado de malestar y de incertiduinbre ibn h iener lagar la batalla que debin dccidir dc la swrte de ambos partidos. Dcspucs de liaber reunido toclw siis tropas, inclusas Ins que Tupper mnndaba, disp s o Lastra el movimicnto, dividieiido 10s bxtnllonrs por coinpviins, cn columna ccrrada, y forinando con el de Pudeto In i q i i i ~ c l acle la linea de bata\la. Cxda flanco se hallabn protegido por dos piezas de artillcria, con 1111 obus en cl ceiitro, y la c;tbnllcrin marc\ial)n, muy adeIante, h In cnbeza del flniico izrIniet*do. El combntc principib por una r a y p de In cnballei*i,i de Uulncs, contra In de Triel, qlie, dcmasiado c1r;hil para opoiier una viva resistcncia, rctroc~~dici yciido i‘i pgiiersc nl alxigo y defcnsa de uiia coinpafiin de retagliardin, criya inaniobra puso bicii pronto ;i 10s ngrcsores cii el cas0 de batirse en retirnrln. A ~iiiadistancia m y cortn de la ch:icra tic Ochogavin Iiicieron alto las tropns, y entonccs sc rompi3 u n vivo fucgo de nrtilleria por a ~ n b npnrtes. ~ La.; tropac rcrolucion arias 1o $ 0st e 11i an cl c 11 o d ncl a n 1e I i t e, cu ;in d o L 2 st 1-2 inand6 clue las compniiias de dcmibicrta 1iI;L~cila~cll por la dercchrz para hostiliznr cl ala izqiiierdn dc Prieto, debiendo dl mientras tanto ntxcnr el ceiitro dc freiite. Despues de algunas ddbilcs escarniiiuzns, todns cstas tropns perdieron sus posicioncs de Ocliopvia, y fucron rcchazadas hhcia Snii Piernnrdo, dontlc puclicron ntrincherarse detrbs de las graesas tapias de In chacra de Don D. Eizaguirre. Por inns quc sciiiejniitc posicioii fucse sutiiamente ventajosa, Lastrn dib In selini dc cargar contra el eiiemigo para dcsalojnrlc y dcrrotulc, o p c r n c i o ~que ~ fui


20s

ms’roxcIX

DE CHILE.

pr:cs!n cn prLc\ica por nicclio de

u ~ i naccrtada

coinlinacion c:itrc el Alnyor Rivcrn jr cl Snrgcnto II!nyor T’arcla: cncwgiindosc el prirnero de ciibrir In derechn con la c.0lurnna tle cazadores, y cl sc,nuiido innrclianclo dc frentt: con dos c,-~mpaiiinsde grnnndcros a,poyadas ~>o!-el butallou dc Chacabuco. 3iiunti*ns tei:ia lugar cste niovii i i i ~ i i t ~que , ob!ig6 a1 C ~ I C : I I ~ ~5,O pastr dc una tnpia I1 otra, la nrtillcih que liabia cluedado en In rehguardia con 10s batallones dz Conception 1’ Pudeto se vio alacadr~ con grnncic arrojo por una parte de la caballeria de I:!ilncs, mnt&ndole cl co~nandante!carte y a1 alf6rez h r q u c z , y logranclo arrebatarle (10s caiionc:. Llevhbasclos victoriosa, cuando algunns cornpiins del batallon de Plitleto, acudiendo cn ausilio dc 10s artilleros, y contra !a cnballerin, coiisipicron disc a y p i d o ii si1 persarla, iiirieiido dc inucrte nl Snrgento Mayor Reina del regimicn to de cazadores ti calullo. Eii mcrlio dc cstas IUCIIRS, en las cualcs L a s h habin visto coi*rci-tan inminente peligro su artillcria, 5 sus IIUC\‘OS rcclutas y 5 su cnballerin dispcrsos, 10s i)nt,dlolies de C.h:!cabric:oy de Citllccpcion atacaban C O N gran denuccl:) ai cncmigo, obli;.an:Io h rcacliis sus armas 5 10s njilicianos de Aconcaguat y Iiegctndu cortar ii una gran parle del batal!on de Cnrnrnpanguc, CJUC ,iIn cabeza del deChacal)uco tc1iiiIGor:oy mi jaclue, micntras cpc, respondiendo ,iPUS 6rtlenes? nc.adia Tiippcr con’su 1)ntallon de Pudcto i‘i cortnrlcs la retirndn. La psicion CIS nqaelln geiite Ilcsri d ser en c s t r m o critic,?, \.ibndosc cogida cnt,rc tlos ft!cgo.y. to.5 clc : L n ~ i mpt:ries h n l j i n i t ccsndo p r 1111 iiio:iiento, y entonccs Godoy, coIochiidosc ii una coda distaticia dclantc de sus soldndos, ics inand6 rciidir nrmas, brdeii que Nietit, teiiieiitc de aquel batallon


3 3 de Carampanguc, rcprodujo en el acto, siciido desobedecida por un sargcnto, quien cxcitnbn B 10s soldados para no cejar en la defensa, estiinulhdolos con lavoz de i fiicgo ! $1 inisino iba B darlcs el ejemplo, cuando cl tarnbor mayor illaja IC disparb 1111 pistoletazo, dcjcindole tendido en ticrrn. El bstdlon de Carampanglie se rindi6 a1 mommto, y la oficialidad cle ambos campos dieron inucstrns de fraternizar coin0 aiitiguos camarndas. Con la pdrdida del !xhlloii de Carampanguc, cuc era el mejor dcl cjcrciio rcvolucionnrio, el general Prjcto 110 podia ya sostcncr I n lucha por mas tiernpo, y triti, de terminarla ycndo t‘~ ponersc de acucrdo con L a s l a A1 cruznr por delante de unn coinpnllia del hatallon de Co;iccpcion, IC ictimaroii la cjrden de rendirse, y para continuar su rnarcha, sc vi6 obligado A hacer venir a1 coroncl Iiundizoui, h fin de que le acompsiiarn ii dcuide cstaba SLI aiitayonistn,:quicn sc !inllaha prcvcnid:, yn do, la visita por cl :cnicntc coro11cl Escnnilla. En la entre\ ’st; se esforz6 Prieto en convcncsrle de que sblo con su cabnlierin podria aun sostcncrse vcntajosnmcnte; pero que, atendido el inter& del pais, lo mejor de todo sin d d a alguna, seria entablar un arreglo honroso para cntrambos. Lastra, dcjindose l!erar de SL! carhcter naturalm.=ntc boildadoso y sin inalicia, acept6 10s ofrecimientos dc Prieto ; y Viel, convcncido dc 1‘1 sinceridad de aquclla gestion, en seguidn malid6 p ~ n c rCII libertad A 10s oficiales que linbinn caido prisianeros ( I ). C . U ~ i TL LO L S S S V I I I .


210

IIISTOItI L DE CIIILIS.

Seinejantes negociaciones hrtbinn sido hechas con la idea embozadn de ganar tiempo y poder llevar 6 cabo un indigiio plan, trrtnindo por la cainitivn del general Pricto, cchando sobrc dl toch In rcsponsabilidnd. Dicho plan cra en su n;ayor parte obrn dc Rodrig:iez Aldea, hombre tan hkbil como poco cscrupuloso para toiio rxaiito se reiacionaba coli la po!itica, In cud ern por dl coiisideradn como un wsto campo ahierto !as p;:siones, en donde ninguu tnedio era ilicito, ni vedpdo iiingun camino para !legar liastn, el objeto deseado. .A fin dc preparar 10s preliminares del tratado propuesto, sefial6 I’rieto, coin0 piinto de rcunion, In chacra de Ochognvia, ri prctesto de las cJmodidades que alli podian disfrntarse. Siil la mcnor descoiifianza, y, sobrc todo, sin el recelo de ser victinm de una perfidia, acompaliado de 10s coroneles Yi3l y Goiloy, midi6 Lastra el dia fijado a1 sitio de la cita: y t.ln luego como llegaron, se vieron arrestados en calicltid dc prisioncros de guerra, pretestando, para justificar tan villai:n condrtcta, In muerte de alguiios milicianos quc Tupper iinbia mnndndo fusilar dcspues de la accion, acto enteramente contrario h 10s nobles sentimiento: dc cs!e honrndo y valiente militar. Tan desleal einboscadn no crn Iisstaiite para llegar 31 objcto que aquellos jefes de partido nmbicionab:m, y debe dccirse, ,i fin de atenua:. tin tanto In rigidcz de sus actos, que no ohraban scgiin las cunlidaclcs de sus propios caracthw, sino mas bien seguii las condiciones de si1 posicio~i, clue crn cntonccs bastantc criticn, para ellos. El ei6rcito constitucional poscia aun oficinlcs superiores de pxstigio. vdientes y leaks quienes tambicn era


21 1 preciso capturar para poder de este iiioclo disponer inas fAcilinente de dicho ejdrcito y constituirse en dueiios absoliitos de 10s destinos de la nacion. Preocupado con este pensainiento, enrih Prieto uno de sus oficiales a1 campo eneniigo para que invitase h Rondizoni, Tnppcr, Castillo y Jofr6, que honraran y snricionnsen con su presencia la terminacion de 10s preliininares del convenio indicado, reuniendosc todos en Consejo de Guerra. La invitacion de Prieto, hccha p w meclio de uno de sus oficialcs cuando cnalcluiera cle 10s cnroneles que liabiari acornpafindo & L a s h crn quiet: natiiralmentc deberia liaberse cncargndo de elln, despert6 las sospechas de Tupper, sospeclias de las cunlcs todos sus subalternos tnrnbien participaron en seguidn.. De nciicrdo con ellos, hizo comparcccr al portador del mensaje, y con m z c3ninovida por el cnojo, IC dijc : JAeve iistcd por iinica contcstacion a1 general Prieto, que si en cl thmino de cinco niinutos no tcncmos cntre nosolros B nuestros jefcs, arrasar6mos las casas y darkmos cjemplnr castigo 6 la traicion que se nos hace. D La amenazit em demnsindo terminante para que Pricto no se apresurara ii deyolvcr sus espadas ,i10s tres prisioneros, quieries de alli poco se encontraban con sus cornpaiieros de armns en el campanento. Antes de partir, firmaron u n a suspension dc hostilidades por 4 s horas, con el fin de terminar definitivamente cl tratado de paz, sometidndose uno y otro bando a1 arbitraje del capitan general Freire [l). Conforme 10s succsos quc acabamos de referir, cs c.wiTuio

LSSSVIII.

((


21 2

IIISTd,111.1 DE CIII1,E.

iiicoiiiprwsible la confittiizit qiic Lastra tenia cn Prido, quicn por dcbiliclnd, ti su vcx, Ilcgnba & ser u n esclavo dc al~uiiosiiikrcsados co1iscjeroj. Con un cjdrcito ficl, iilcntaclo por una seiiii-victoria y mnndndo por jefes Mbiles y rcsucltos, Iiubicra poclido m i q bicn, nunque 110 liecer rcndirse h la caballeria eiiemign, por lo inciios vcnccr ti 10s iiifantes y poner tdrmino 6 ayuellu lucha fratricidn. La fittaiiclacl, desgrnciadntncii te, hacia, largo ticiiipo qiic vcnia persiguiendo li su pa!-tido, y IC incliii6 L escuclizr clc nuevo d su liuinano compctidur, y h lirninr uiia nmnistia por niedio de In cual se dcjnba CII iiiaiios de 10s plcnipot enciarios cl criiclado de coi;cl:iir un tratndo, tal COMO SII pntriotismo nmbicio:inba. L o s plenipotcnciarios sc rciunieron el 1G de Dicicmbrc en la casa de campo del almirante Blanco. Po? parte de Lastra se cncontrabnn el gencral Eorgoiio y D m Santingo Perez, y por la dc Prieto cl general Freire y Don hgustin \ * i d dc Sante!ices. Dcsprics dc vnrias discusio1x5, firmaron uii trntado por cl csal ambos ejdrciios bcligcran tcs cjucdab,zn rcunidos bnjo ias brdcncs del capitan gcncrni Freirc, asi coiiio tnmbien le eran cntrcgado;; todo cl nriminciito y lm pcrtrechos dc guerra ; ninguii paisaiio ni ningun militar poclrian ser reconvenidos, ni inucho ineiios castigados por Ias opiniones politicas que habinn sosteniflo; y 10s presos y prbfugos swim puestos en libertad. D e t c r m i n 3 x ~ ~asiinismo e yiie inmcdiatnmente se noinbraria, p3r mzdio de elecciones po~)ularcs, una Junta gubernntiva, presidida por h i r e y para la


c \i>i,rrr,o~

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cinl se rccomendarina !os nombrcs clc Pinto, T3g-l~y Eiznguirrc ; esta ,Tunta cpcclnria encilrFndn dc convocar un Congreso dc plcninotciicinris dc todns Ins provinc i s , quiencs reunidos cn cl ttJrmino tlc 10s dos mese9, dcclararian si hnbia hnbido infr:,ccion k In Constituciol:, arrcglariaii la ley electoral, conrocarinn el Congre5o gcneral y nombrnrinn el Poder Ejecut ivo provisional para subrogar 6 la Junta. Este tratado, nunquc poco F,zvornblz ri !a Constitxion, li la C I J ~ IInslimaba tanto por su cspiritu CO:IIO por cl hecho, y sicndo ndcmns cmtrnrio h un 1)ucn sistcmn clcctoral, fud rntificnclo sin rcpnro d g n o por 10s dos generales contcndicntcs, qucdando ambos sntisfechos y conteiitos ; 1,nstrn tlc hnbcr clnclo In pnz nl pais, y del cstado de nbniidono cn que I C dejabn cl PQder Ejecutivo, y Pricto, coii sus consejeros, de cncontrar coiisignn:ios en dl 10s clcmeiitos neceenrios a\ desnrrol:o dc 911 pcnsnniiento y nl logro dc x i s fincs. Freirc, ri quien liicieron venir rlc sti casa dc campo, crn para el priniero segwa p r n n t i n dc concordia, una tlc las innyores que podian dnrlc en aqricllns dificilcs circunstancias. IIuhicrn clebido rccordnr, sir, embnrgo, In conducta qtic el citado capitan general u:6 rcspccto 5 13s aritoriclndes constituidns, y prcver que con si1 cnrrictcr de frnncn honrntlez i l ~ n:i Ilcgar A scr cl jriguctc de 10s otros pnrtidos, cnvolvie!ido a1 pais en nricvns c?ificiiltades. Freirc, como ee v6, era cn tocla ocnsion estraordn:Lria cl hombre indispensablc, el hombrc clue In nacion Cti masn ibn 6 briscnr consta!itenicntc para conciliar 10s rinimos y rcstnblcccr la 13!icnn arnioni.n. Pcro desdc su rtlinnz? coii 10s PcIf~concs,y par cor:sigoicnic con 10..


214 HlSTORIh DE CHILE. Estmqueros, aunque en perjuicio de 10s Pipiolos 6 Liherales, 5 quienes, sin embargo, no abandonabq, su posicion liabia Ilegado li ser inucho mas coinplicada que antes, y se resentia de ese espiritu de indecision que tan admirablemente patentiza la debilidad de cnrzicter. Gozaba siempre, es cierto, de un estraordinario prestigio como militar y como pntriota decidido 17 honrado ; pero en escs momentos de violellfa crisis en que las pasiones hacen caw h 10s hombres en 10s mayores contrasentidos de toda. clnse, la prevision es un sentimiento de primera. necesidnd, v precisamente era lo que faltaba h su noble corazoii. Conforine a1 tratado de Oclice-nvia, el general L a s h cedi6 cJ mando de sus tropns k Frcire, quien did principi0 por disolver 10s C U C ~ ~ G de S nueva creacion y por enviar ,i 10s demas R sus respectivns provincias. No ocurri6 lo misino respecto al gencral Prieto, quien hizo su entrada en Santiago, ti la cabeza de su ejkrcito, en rnedio de Ias nclaniaciones y a p l a ~ de ~ ~ 10s s hombros de su partido y de la turba multa siempre de parte de aquellos quc sahen fascinar su candidez valihdose de mentidas demostraciones y alardes en favor del pueblo. Cuando Freire le oficiti para quc pusiese ti sus tropas bnjo sus ordenes, tal como lo liabia hecho ya Lastra, cl general Prieto, ccdiendo h 10s consejos de sa hkbil comitira, no responclih sino con frnses ambiguas, pretextmdo, desde Iucgo, frivolos molivos, y tcrmitmido por declarnr, cuando le estrecfiaron de cerca, que FU intencion no habia sido jamas sin0 !a de eiitwgar 10s milicianos y 10s soldTdos de la paytidz del Alba, pcro dc ningun modo las tropw del ejdrcito liliertacdor, tropas :iertcnecientes ti 1as Asqmbleaq C;c AT iule y de Concep-


21 s cion, k quienes nu podia ser trnidor. Por lr, dcmas, contaba con el apoyo de la Junta provincial crenda por el Congrcso de 10s plenipctenciarios, y el misino Congreso le oficiilba, prcviniPnclole que negara s u obcdiericia A Freire, ii1aii4Ii nclcselo c9:iio autoridndes nombradas segun el tratndo Cic O c h o p v i a que, sin ciiiI~:~rgo, acabnba de scr violndo, y por tauto en jasticia no podia invocarse, ni scr cntcnditlo dc tan lastimosa imnera. Dc todo lo que aconlecin, y en yista dc una y otra rebelion tan descnradas, Frcire concluy5 por cmvencerse dc que tcnia clue habCrsclns coli UI'Ipnr!iclo, el cual no cejnrin ni ante In audncin ni nntc In p x f i d i c t , y pens6 en rctirnrse li Sar,tingo. AI siqnicntc d i n de S!I pnrtidn, In J u n t a Gubermtivn n ~ v b r a b z5 Prieto general en jefc del cjdrcito; cste cntrb en 12. cspifal el 17 de enero de 1S30. En yirtnd de dichn ilcinl)rainie:ito, niand6 a1 jefe dc Ilstxdo Jlnyor, D. Frzliciwo dc Eliznlde, le hiciese cntrega del niando de Ins tropns reunidnv en el cuartcl de artillerin, y coiiipuestas clc 1 10 hiisarcs desinoiitndos y YO artillcros. Elizddc, fiin~lr'riidn~c en rnzoncs Icgaies, sc iiegb a o!)edcccrle, y cii!onclcs Frieto hizg colocar dos caiioncs en el cerro dc Snnta Lucia, desdc cl ctinl se domina dicho cunrtcl, cpc ccrcb 31 mismo tiempo con sus tropw. Contra ecmcjnntc npnratg de fricrzas no era posiible a1 COrnlir 1 Pimrtc, que niandnba aquel pt!iiado de 1io:nbrcs alli eimrrndns. prescntar I n nienor resistencia; cii yista de cllo, cntr0 en capitulnciones, y dcspues de uii cirii:.e!iio ! ) ~ c j ) ociilrc 61. Elizddc y Llrtcagn, preTiin la snncion dt. l'ricto, Ins tropns snlieron del cunrtel de nrlillerin, y i'acron 5 a!ojnrse en el de 10s hQsnrcs, dcjnndo cii podcr clcl ,C 1rg;iitn ?,!nyor A r i c n p todo el iiinterial de gnerrn y 10s demas iitilcs C ~ U ? illli habin. L'.IPiTU,O T,SSST-III.


216

nc CIIITAI? * En In nochc dcl IS dcl mismo nies, victimn clc SL: bueiin f6, lo rnismo quc lo habia sido Lnstra, fu@ ciinndo Freire, de iinn mnnern clnndestina, dcji, 5 Santiago, partiendo con el alma Ilenn, de amnrgiira y airado contra aqucllns iiuems autoridades, sobre toclo contra Prieto, con qriien acnbabn, de tcncr ncalorndns discusiones, Ins cuales vinieron ii' recordarlcs, ri ilespertar y renovar con mayor encono sus antiguns dcsa:renencins, Ro fu6 menos tampoco el disgust0 y In irritacion de 10s dcinas jefcs por tan incligna falta de lealtacl cn el cumplimiento del tratado de pnz, y el corjncl T'iel, anteriornicnte a! iiltimo suceso que acabamos dc narrnr, esto es, c! 1 S dc diciembre. llegti h a s h el punto d c provocu en dnclo al general Prieto, duelo que estc no c[uiso nceptnr, 6 para cuyn celcbracion, a1 menos, piclib un plazo, alegando que en aquelloa momentos no se perteiiccin d si mismo, sin0 a1 bienestar del pais. A su paso por Aconcagua, orden6 Freire A las tropns quc all; habin fuescn ri reunirscle cn Yalpar,iso, punto A donde 61 trasladabn su residcncia ; igunl cirden comunic6 tambicn 9 Ins ncuarteladns cn ?qlelipilln. Si liasta entonces su aima honradn y ptriciticn, 110 hnbirt tenido otrs unbicion que In de npaciymv las agitaziones y poner tbrmino ri una gnerrn dcstructura, ciosdc a q w inomcnto el dcseo dc la venganzn sc hnbin abierto caniiiio y penetrndo hastasu corazon, y le impuls6 h llevar h cabo todo cuanto es cnpm de engendrar un sentimicnto dc scmejantc naturaleza. -4 pesar dc todns sus fdtas y de la pocn confianzn, qtic en 61 teninn 10s jefes por causa dc su politics, considerando muy bien quc su tlisccrnimiciito no ~ rha, llaba a1 nivel de las dificiles circunstancias en que sc veian envueltos, no por eso vacilaron un punto en rc.c'IIISTORI 1


C.\PI'TUI,O L S S S T I I I .

217

poiidcr h si1 llamamiento. El valicntc Tuppcr, quicn a1 din siguientc c?el nconteciiniento tlc Ochogavia present6 si1 dimision a1 general Frcirc. y dcspues clc rcnuncinr f i SI! propcisito, ,i instancias dc &de, ibn ri oc:ipar cl gobicrno militnr de !a provincia de Coquimbo, dondc hubiera cncontrado grandes obstricu!os y embarazos promovidos por 10s amigos de Prieto, dispuestos y aleccionados para el caso, se encontrnbn entonces en este puerto y de viaje con su familin. Por mas quc no hubiesc olvidndo aun la irritnnte discusion que en el cuartel tlc San Agustin liabia tenido lugnr entre 61 y dicho capitan general, quien clcsdc lricgo confcsabn entonces x i s faltas, rcnuncii, ,i SLI cargo y volvi6 B nfilinrse nncvnmente cn el cjdrcito nctivo para prwtnrlc si1 cn6rgico npoyo. Los prcparntivos quc Frcirc hacia en Valparniso para completar si1 ejercito y arinarlc convenientemente, inutiliznndo 11' vroiando a1 mar 10s pertrcchos quc no poclinn F C cmbarcados, ~ dieron rnnyar aiiimncion r'r 19s actos ya mriy en6rgicos de In Jtinta, In crial mnndnha iii inas ni menos que como u n poder nbsnluto, <in prcoculinrsc inucho de In soheranin popular, cs:i mnjestatl sagrada dc toda elcccion municipal. Ilnbia dcstituido 6 todos 10s mienihros del Cnbildo dc, Sal: tingo para rceinplaznrlos con rcgidorcs de si1 inismo pnriirlo, q u i ~ n e s ,con $1 gobcrnnclor local I?. J. Ag, Ortiiznr, se apresurxron ti felicitar nl gcncral Prieto por el gcneroso dcsprendiniicnto con Que sup0 rcnuncinr {i Ins vcn tnjns qiic In socrtc hnbin pucsto en m s mnnos. Cunntlo fud prcciso elegir 10s plenipotcnciarios que debinn cncnrgarsc, dcl nom1,rnmicnio J c Pi-csitleiitc y Vicc-Prcsidcntc de In Rcpiil~licn, sc siguiti In mismn Ini1rCII:L nntcriormcli tc cinplcnrla ;~arnel


218

IIISTORI.1 DE CIIT1,E.

de la Junta; es decir, PC: convoc6, 'mediantc esqiielap., Li las personas que eran favorables li las nuevas aiitoridades, ,i aquellas que con mayor esactitud representaban siis ideas y sus pasiones, r,n circular clirigicla B 10s intendeiitcs con fcchn 7 de cncrc para el noinl~rnniicnto de 10s plenipotenciarios, no era iiias que tin tej:clc de ac~isncioiiescontra la preccdentc administrncion, un conjnnto de recriminnciones, y ca.E d e injurias, ccntra. 10s jcfcq, 110 dcjando de ser cstrnilo seg1.iramente que, lialldiitlose todayia Freire por a p e 1 ticinpo en Snntingo, 110 liubiern protestado contra. ningunn de aqiiellas ofensas. Para no fiar nada a1 acnso, 6 inipedir que la rcaccion piidicra. tener cco cn In capital de la. Repitblica, fueron tomndtx en k t a las niedidns inas cn6rgicis. Estableci6se una especie d2 informncion iudicinl, prcventiva. 1' opreQivaen alto qrAdo, poi* la cual se obliga.l)s ;i toda persona ii proveerse de un pnsnportr: 0 c6dula para entrar 1' salir de In ciudnd, con cjrdcn de prcsentarse a1 gobernador ti espo:ier 10s motivos que 5 ello IC obligaban 1' fijar el tiempo que alli tlcbian pcrmanecer. Los ;:obernadores estaban cncxrgxlos, ademas, de vigllnr ii 10s sutjctos sospechosos y k dcnnnciarlos a1 Gobicrno, dcstruyendo dc este modo todos 10s principio; de garnntia individual, tan bicn cstn1)lrcicIos por la Constitucion del pais. Destituykonse 10s jcfcs de Ins milicias, y sc orgnnizaron (>stasdisididncloh. c:i ocho cscundro:ics de cabdleria. T' tres batallonrs d? i ,fnnteria. A cuyo frcnte f x r o n colocados oficinles a!eci:)q y de anteccclcntes hien conocidos, cncarSlindolcs dc c .t.hlecer la inns sewra disciplina. y de iiioclo que vi!jierLin {L scrvir de iustruineiiios para siis fines. Con el objcto de prestal- ;nayor fuerza ai cjPrcito r,cti\ P , sc formb tzinbien otro batallon de


219 !inea, dcindole el ridiculo 6 insultante nombre de batallon de la Con~fifiicion. A fin dc ntcnder A todos estos gnstos y quitar a1 mismo tiempo 5 Frcirc, duefio entonces de TTalpnraiso, 10s FOcerros dc la Adunna, se decrct6 que mientras dicho general permaneciesc alli con siis tropas, aquel est ihlecimiento central seria tras1ad:ido A Santiago, debienclo verificarse todos 10spagos de derechos y In aceptncion de 10s pagards pn csta ciuclad, y declarando deudores fiqcales por dichos derechos nun ti 10s mimos que prescntasen credencialcs de hnberlos satisfecho en Vnlparaiso. Rledida tan estrema tenia indudablementc que cmbrollar y paralizar el comercio, poni61iZole ri merced del arbitrario 6 interrsado cayir,llo de ambos partidas. Freirc continuaba sus grandes preparativos CII 1-alpraiso, alentndo por dos acontecimientos reaccionarios que acababan de tcner luqar hkcia Ins comarcas septeiitrional y meridional dc la Repii!)lica, En la primera, 10s milicinnos del valle de Elqui, en Ix’imero de G ri T O O , se reunicron cl T de enero para iiiarclmr contra Coquirnbo, bajo el mando del coronei D. Rain011 T-arcla. Conlo I’etia tenia encmigos podcrosos 6 iafluycntes en diclia ciiidnd, sc dii, prim h sTlir dc ell, , con 150 wternnos, p r n ir k atrinclicrnr~een el puerto, ti donde 11cv6 consigo, eii calirlad dc prisioi?cros, 6 Do2 Ram. J ’ i a i ~ i x . ti Gotapos, It Ramos, h C!i:ipiiis, 5 Prndo, J.’ it urla quincenn dc personas Ias IIKIE ngtables de Coquimbo. todo csto con el fin de que, e? (111 c a s ~dildo, pudieran servirlc dc rc!ici?es. Sin ciiidarx ni inquietnrsc lo mas miniino de aque!los milicianos, fallos de jefes, sin disciplina y innlisirnarnente arinadas, contcst6 con cl mas alto rneiiosprecio al oficio clc T’arela, por medio dc.1 C A P ~ T ~ L LXXXT’III. O


990

&-

I I I S T O R I . ~DE CI!ILZ.

crinl le invitnba h nombrnr comisionndos ~ : I Csalicrnn li poncrse clc ncucrdo con 10s suyos nccrcn dcl modo y mnnera que dcbin estnblecersc para In administrncion de In provincin, \iIlnii:O ;i Urinrtc, parn que con s u caballcrin nciidiese 5 SI Iaclo, lo c a d no txrclb mucho en reniizarsc. Aunqiie el niimcro de siis soldados fuese mucho menor quc nquel del cual dispcnia Tiarcla, estabnn sin embargo mucho mejor disciplinados, tenian una organizacion mas superior, todo el cntusiasmo clc una f‘accion compromctida, y asi es que no titube6 c-n mnrchnr sobrc Coqiiimbo, punto que 10s milicinnos desampararon, pas5ndose 5 In orilla opuesta dcl rio. Encnrgado IJriarlc dc pcrscguirlos, les di0 alcance cn Cutun, pueblo en cl cunl sc habinn concentrndo, y unns ligcras 6 insignificnntes escnramuzas Isastaron para poncrlos en la mas complctn derrotn, dejando en el campo, a1 iiempo dc retirarsc, Iiasta, sictc muertos, dicz hcridos y cunrcntn y un prisioncros. Dcspucs dc csta fhci! victoria, 10s soldndos dc Urinrtc sc entregnron Ci cscesos que Edwnrs, 11110 de 10s partidnrios de Prieto, tnvo gran dificultncl en cootencr ; y P e h , merced 5 PU nito asccndiente 1’ cnbrgica voluntad, pudo Jrolver recobrar si1 aritoriclnd de intendentc de In provincia, scfinlnndo toclos siis nctos con el rigor del despohmo. Por !inndo del 12 dc narzo dci.800, y ;i pretest0 de pngnr Ci siis tropas, cuyo niimcro ascendin. entonces k 2%) hombrcs, leVnl!t6 un ~,mp:,6stito. (Iisfrihuido sin otra regln quc In de sn tirhico capricho, cntre 10s habitnntes, forzhndolos li nprontar el dinero en c i plnzo clc tres horns, bnjo 1% pcnn de tcner quc pagar cl doble si asi no lo vcrificnhan ; y, si bien cs cicrto que SIIS soldados no pcrcibicron cnntidnd aigunn, a1 cnbo dc tres nieses hnbin gastndn yn 109,000 p c ~ .


c h P I T u L 0 LX s s1s.

Apcnas el general I’rieto liubo vcrificado su salida de Chillan, todo el departaniciito de Lhutaro se levant6 en favor de 10s l’ipiolos, bajo la dircccion del gobcrnndor de Nacimicnto, D. Ventura Ruiz, y de su licrinano Euscbio, ex-capitan dei escuadron de Bsquedano, qric acnbaba de llegar dc Smliago, en doiide se liabia visto solicitndo por uno y otro partido. Noticioso de csto el coroncl Luna, comaudante de la fi’oiltertl, se traslad6 ri 10s AngcICS, mnndando desde all! 200 hombres para que trataran de reprimir q u e l l a suble\.ncion. Particron i las brdencs de Riqucline; y cuando llegaron i~ las inhgcncs dcl Biobio, turo aquel una entrevista con Vzntwa Ruiz, cuyo resultado fuC la rnarcha de toda la tropa de Nacimiento en direccion h 10s hngcles. Con entrega seinejaiite creyb Ruiz que todo se 1i;Jin 1.2rmiiiado, cuarido 11ego saber quc diclio Riquclmc sc ciisponin lt pasar cl Biobio, y sus tropns, cii cfccto, protito sc liallaroii en Naciiniento. Irritado por aquclln ofensa,


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h i 4

1IISTORI.i nE CIIIIiE.

se dio prisa A reunir sus milicianos 6 hizo venir 400 indios h las cirdenes de Salaznr y Chaves, y se esforzo en ganar tt 10s soldados que habiari entrado cn S a c h i e n t o , si no todos, al m n o s la mayor parte de cllos. En vista de las fuerzas contra 61 levantadas, Riyueline comprcndi6 mu? bien que la mistencia era imposible, y, en estc C ~ F O ,sc contcntti con hacer 1111 tratado cmi Ruiz, segun el cual la -4samblen de Concepcion debia enviar 6 estc iiltiino el armamento y 10s foiidos necesarios para orga nizar una compafiia dc 50 ~nilici,z~~os en iYncimiento ; y, por si1 partc, Ruiz respondia d.: la tranquilidad de sus i ~ d i c sy prometin no marchar contra la. rctaguardia de la division inaiiciada por Prieto. A pesar de este convenio, la .isamblea de Concepcion creyci de si1 deber el envio de xlgunas compafifas contra Ruiz, J- lo verificci ponihdolas bajo el mnndo del coroncl D . J. Illaria do la Cruz. -1su licgada ri Snnta Juan%, este valicntc coroncl se encontrci freilte ti frentc clc Riquelmc y Ventiira Ruiz, con quicnes cntablci nlguiins negociacioncs ?’ tuvn algunas co!iferencias, obtcnicndo del segiindd que transferirin su cleslino de Sobcrnador de iUa~:imicnto a1 capitan Fern. Contrera. l’ocus dins despiles, cl m k m o TTeilturn: IiaIJiendo llegado 5, sabcr que se intentaba apoderarse de Salazar y dc ~ h a v e s ,reiugiados entrc 10s lndios, considertiiidolos muy compronictidos, volvici B toinar las nrinas, y, conforme 6 su correspondencia y dc acaerclo con Barnachca, entrci en la conspiracion de D. FAis -intonio Rovoa, conspiracion cuyo objeto no era otro cpc cl dc apodcrarse, merccd i~ una sorpresa, de !as plazas mas importantes de la provincia. Una vez bien coinbinada In trarna, nombrhonse 10s jefes que debian dirigir 10sataqiles. El capitan Greg.


223 c ~PI’TTLO LSSSIS. Robles p e d 6 encnrgado dz 10s hngeles ; el tcniente Arriaga, ti In sazon en Santa Juxiia, clebia atncar h rlrauco; Ventura Raiz y Chnves ti Snntn .Jiinna, inientras que Euscbio Ruiz mnrcharia hticin Conccpcion , ,i fin de unirsc con 10s demas confederadoc. El din 3 de enero de I S 2 0 fuB rlesigiindo par;l entrnr cada u n c ~cii la p’am que le habia sido seiialada; y Ins disposiciones convenientes 6, mejor dicho, nccesarins a1 cfecto, fucron tan bien tomadns, y el concurso de 10s hnbitantc~cn su mayor parte tan bien lleiitclo, tan favorable A ELIS fines, y de tanta cficacia, que todns Ins pltlzas atncaclas cayeroil en pocler c k lo.< citndos ,ides. !.:n Conccpcion, el decidido O’hic@stn 11. .l. JI. Basso, 4 i . i tct:dcnte de In provincia, se iTi0 obligaclo li poncrse {L s:ilvo clcspucs de intentar una cork”rcsistcncia ; y, hnbidndole pcrseguido, fu6 alcanzado pot’ fin en cl Xgun Segra, clondz cay‘) muerio de espsnto (1). E:] Santa Juniin fn6 mayor In resisteiicia y tambieii CII Los ringeles, 6, mc,jor dicho, en Caburen, hubo clue sosteiier un brcvc coinbatc coil 10s 200 soldaclos y lo.; 100 Inrlioi qiic de Tucapel habian sido conducidos por Garcia. Doefio yn Novoa de Concepcion, lo prirnero que hizo fud arrestnr a1 Presidenle de la Isamblea, al secretario de la mismn, a1 jefe inilitar cl coroiiel D. Josd Jlarin de la Cruz, ti Francisco Eiilile~,y otros, disponiendo qnc fnesen conducidos ti Talcfihuni?o y hncihdoles embarcarse en un buquc nreriado. El ex-intcndr:ritc, general Don Juan de Dios Riverns, volvi6 nl ejcrcicio de sus :tntigu,ts funciones, encavgRndosc, ndcnlhs del n1xndo tlcl cjbrcito, de la organizacion de nlgunas coii;pailias cle milicias y escuadrones de cazndorcs. (2) Co11rersncioii con Pori

\’pntrir,i

P..I/.


9-14

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lIISTO1iI.l DL CIIILE.

ai cabo coniprunictids Resolucioii tan acertada sc una vez mas por la fnlta de que en tantas ocasioiies hcrnos’ hablado ya, es dccir, por la falta de energh, cosa tail contrnria h la iiecesidad de aquellos jefes lanz,zdos h tan temcrarias eiiipresas. El general Riveras, con su natural benevolencia y acosndo por algiinos ai~iigos,permiti6 h aquellos importantes prisioneros que fuesen & vivir CII el sen0 dc sus fainilias, tcniendo sits propias casas por chrccl ; p w o tan lucgo como liubieroii puesto sus plantas cn ticrra, el coronel La Cruz sc fug6 marcliando en direccioii de Chillan, punto de donde II 10s pocos dias volvi6 1~salir, a1 frente de 600 hombres, sujetos ii sus cjrdenes, y entre 10s cualcs se encontraban iiiuclios inilicianos de Cauyucnes, dirigidos por Urrutirt; asi cs que, a u n y e l o g 6 recupcrar h Concepcioii, no la conservi, inucho tiempo, porqur: la mayor parts de sus liabitantes le eran contrarioc. Antes quc csto sucediera, esto es, cn 10s priincros ~iiomentos,cuando se prcsentb dicho coronel B atacnr la ciudad, conociendo Ius libcrales su poca fuerza para oponerlc una sostenidn resistencia, dccidicron p m r I1 Smtn J liana, doiide reunizron algunas com1)aiiias de milicianos y inuchos Indios. Robustccidos asi, y bastantc fuertes ya para prcsentar batalla a1 eiiciiiig3, se pusieron en inarcha, logrando sabcr en Hualqui que cl coronel La Cruz habia abandonado la ciudacl para volver ti Chillan. Con la esperaiiza de poder cortarle la retiradrt, se dirigierm hiicia, La Florida, cuniiclo eiitrc 10s caciques Carin, 31digni, ctc., y 10s jcfcs patriotas se suscitaroii graves discusiones ;y L: consccuciicia de haberse retirado 10s priiiicros A sus tierras: 110 obstantc habcs pcrnianccido Gel cl famoso Colipi con todos sus conas, Irt. tentatiu yucd6 frus1rLda.


.,-'2 5

C-WITULO L 1 1 1 I S .

A1 teller noticia de esta revolucion, eiivib Freire S Concepcion Alos coroneles Vie1 y Tupper coli 200 hombres del batallon de Pudeto. El bergantin Const?tziyerrte, en el cual se embarcaron estos soldados, no tard6 mucho en verse pcrseguido por el.Apiles9 el cual, por 110 haberle podido dar caza, fondeo cerca cle la isla de Quiriyuina. Este brick de guerra era de la inas alta importancia en el conflict0 que sc preparaba, y 1s audacia condujo 5 Tupper nada nienos que i lanzarsc toinarle a1 abordaje. Dcspucs dc hnbcr armado ocho chalvpas: una dc las cuales liabia sido cogidn a1 Apiilcs, se enibarc6 61 con 130 soldados y 1 2 marinos de un buquc iilglts, bajo las 6rdeiics de su capitan Santiago IIurrell, y, 6 favor de una, noclie niuy oscura, avanz6 contra. cl brick. 1IallLbasc ya term dc dste, cuancio liabie~iclosido cscuc1inc:o el bxtir de sus reiiios por uii vigia, tuv:, tieinpo suficicrite para advertir rLlcomaadante D. Pedro Angulo, quicn a1 iiioiiiciita dib In voz cle zafarraiicho. Ante semejante demostrncion no dscayb el tmimo de Tupper; ordeno el asalto y un encnrtiiz:do coinbate se trab6 en medio de la i n x espaiitosa oscuridad. 30 obstante la inmensn desvciitaja de 10s agresores, el coiiibatc eriL sostenido con gran tc:iacidacl, cuando Tupper I-ecibio una lanzada en u n brnzo y a1 propio tiempo 1111 golpe cii el pecho cpc lc prccipit6 cn las aguas del mar. Este accidciite sembr6 la coiisteriiacion entrc 10s soldados del valiente Tupper, y, suspendiendo el ataquc, ganaron In costa, Ilevt~ndoseconsigo 1.L su desgraciado jefc, dcspues de habcr podido salvarle del pcligro, y coli 61 ndcmhs UII iiiuerto y seis heridos. Despucs dc eda infructuUsa teiitsliva, el coroiicl 1-4 se dirigib h Chillan, separ6ndosc de 'i'upper, cuya hcT. VIII.

1;


3.36

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IIISTO1~I.l DE CIIILE.

rida exigia algtinos cuidados, y dejjndole coni0 coniandante militar en Talcahuano. Su viajc flid penoso en cstremo ; p r o , por fill, el (1 de i m r z o avid6 dicha ciudad, yen scguida parti6 para el Tiible, h fin de estorbar el paso 5 10s milicinnos que 1levab:L el iniendente D. Donlingo Urrutia. La preseiicia dc do.; escuadi ones de p i i n d e r o s y de hiisares, de 1 YO milicinnos que, para S O C O ~ I ' C acpe~ Ilas tropas de refuerzo, nl Figuiente diL1 e:!vi6 el coronel 1). Josh Maria de La Criiz, Iio impidi6 que 10s cnrgara;tan vigoros:imen te, que les hizo ~ o l v c rIn espalda, persiguihdolos, y acuchillri~idolos liasta que Ilegaron li. las puertas mismns de In ciudad. A l p ~ i o sdias despues se present6 Tupper, y, nusiliado por aquel hdbil cwonel, el 9 de marzo pus0 sitio 6 la plaza, y librb contra sus defensores u m sangrienta pcro infructuosa batnlln. No volvi6 A insistir, trntando sobre todo de evitar el aminorl.miento de siis escasas fuerzas, y csperb la llegnda de Freire para luego obrar con mas decision. En Chi!lan se encontraban 10s corcneles D. Pedro Godoy, D. Josh Francisco Gana y algunos otros individuos, retenidos coino prisioneros por hnber qiierido sublevar el escuadron de 10s hiisnres. Desgraciadamente, por u i s , de esas fatalidadcs que tan funestas han sido a1 partido de 10s Constitucionales, el dia tnismo en que Vie1 y Tupper se embarcaban para el Sud, Freire, cn lagar de seguirlos, embarcando sus tropas en seis buques, hizo ru:nbo para Coquimbo, doiide su presencia era necesaria. Antes de partir, escribi6 cartas niuy significativas 5 Francisco Sainz de la Pefn y al coronel D. J. )I. de La Cruz, y ademits envi6 h Martin Orgera 6, Chiloe para que gaiiase las tropas qne alli habia ; pero el comandante de armas, avisado por el inten-


C.IPiTUi0 L S S S I X .

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dente de Valdivia, se apresurb B hacerle arrestar y IC remiti6 B Santiago. No puclieudo contar con Saens, quien se ne@ 8 reunirsele, fu6 desembarcar a1 puerto de Guanaquero, distante 12 Ieguas de Coquimbo, y en seguida se vi6 atncado por una partida de 12 i 14. hombres, mandados por Ago Gtillecas. Durante la marcha, tuva tambien que rechazar y poner en dispersion a algunos milicianos del valle de Elqui, guiados por Uriarte, en tanto que Pefia, acnmpado entonces en 10s Cardos, se dirigia likcia lllai~elpara sublevar la ciudacl y 10s pueblos. A causa de cstorbos semejantes, Freire no pudo entrar en Coquimbo sill ) el dia I " de febrero, y fuk recibido en estn ciudad con muestras del mayor entusiasmo. i Pero qu6 ventajn podin sacar de esta provinci:L muy poco militar, en la cual solamente algunos simples milicianos, mandadm por jefes atreviiros, podian coil suma facilidad hacerse duelios de la situacion? Tan luego como Freire partib de Valparaiso, cosa clue tuvo l u p r el 2s del mes anterior, la Junta gubernativa despach6 un oficio 6 todos 10s intendentes de provincia, mandcindoles tomnr las mas rigorosas y activns medidas para hacer fracasa r 10s proyectos rcaccionarios. En aquel momento se ocupaban de las eleccioiles para plenipotenciwios, que fueron ncjmbrados con premura y de la manera nias irregular del mundo, unos por 10s cabildos, otros por 10s electores, y otros, en fin, por las mismas Asambleas que la Junta habia disuelto. A pesar de tan graiide irregularidad, contra la cual la Junta proviiicial de Aconcngua protest6 el I 2 de febrero, usando una manera tan iiolenta que fu6 moti i-0 para que la sangre corriera, seis de 10s plenipotencinrios mas decididos por la


a =,q 5-c

EIISTO1tT.I DE CHILE.

bandcra de la revolucion, reunikndose en Santiago, FC constituyeron en una espccic de Corrgreso nacional, por de pronto bajo la presidencia de D. Fern. Errazuris, y luego bnjo la de D. F e r n d o Elizalcle. hlgunos dias despues, dicho Coi:g-reso nornbraba 6 D. Fran. Ruiz Tagle y 6 D. TornSs Ovalle, c o n s Presidentc de la Rephblicii a1 primero, y a1 segundo como Vice-Presidente. El ge-nerd D. J. Mar. Benavente fu6 Ilamxdo h hacerse cargo del ministerio de la Guerra y de la Xarina, y el cl6rigo D. Fran. RIeneses a1 del Interior, para luego pasar a1 de Hacienda y ser reemplazado por D. Mar. Egafia. Con tan impropio como irregular principio de autoridad, se podian nnular h placer todos 10s dccrctos del anterior Coiigreso, ,iquien taiitas veces y coli ianta acrituc! sc habia censurado y tachado de nulidad. Esto fu6, iii mas ni menos, lo que se hizo en las nr:’i-ceras sesiones cclebradas, dicien6o que eri 1S 3 1 se verificarian Ins clccciones de ios Cabildos, de Ins .\snmbleas provinciales, dc electores de Presidente y T’ice-Presidente dc la Repitblica, y de diputados a1 Congreso ii;tcionaI, coiiseruA.ndosc, hasta tanto que esto no se lievarn 6 cabo, todas las autoridades proyinciales entonces en el pleno ejercicio clc sus funciones. Estos actos, tan opuestos a1 espiritu de uiia Constitucion (le la cual se niostraban coni0 10smas ardientes clefensores, eran muy vituperauos por !os l’ipiolos, quicnes formaban un partido bastante numeroso todavin para que no se dejara sciitir una verdadera, necesidad de organizarse contra 61. A causa del scntiiniento de despeclio, de odio y de venganza, e r ~ya peligroso y temible hasta cierto punto, y por consiguieiitc, era precis0 tratsr de prepararse, empleando esos nxdios rigorosos aiite


CAPITULO L X X S I S .

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!os cunles jamas retroceden 10s revolucionarios. El principal ataque se clirigio contra 10s jefes militares, tan influyentes sicmpre en sus respectivos cuerpos, tanto con 10s oficinles como con :1 clasc de tropa, clase 5 la cual con frecuencia habian llevado ;Ii la victoria, y en aquellas circunstamias tan e5puesta ser sohornada. Bien hubieran podido desterrarlos, as! como i5 10s Pipiolos cxaltados, en virtud de las facultades estraordinarias con quc secretamente habia sido investido el Poder Ejecutivo ; pero se prcfiri6 C O ~ mejor O el empleo de un artificio ingenioso y de reconocida astucia, tratando de compro meterlos cn SU honor y en su amor propio. Obligbseles 6 prescntarse para que prestaran juramento ante 10s plenipotenciarios, acto a1 cual snbian perfectnmentc que no se someterian, y c q a negatiw seria para dichos plenipotenciarios una cscusa contra la destitucion que inmediatamente seguiria h scmejante hecho. En efecto, esto es lo que se llev6 cabo. Conforme ri su falta de sumision ii lo dispuesto, 10s generales Las Heras, Borgofio y Lastrn, asi como 10s coroneles y tenientes coroneles Picarte, Urquizo, Ed. Guitike y Escanilla, fucron b m a d o s del escalafor, del ejbrcito, cahiendo In misma suerte h mas de cien oficiales, quienes ademas fueron enviados Ci sus caszs, sin que B ninguno le hubiern sido sefialado el menor suelc?o de retiro, cosa todas luces debida y conformc ii las leyes, correspondicnte k sus honrosos cuanto importantes servicios en la carrera de las armas. Tagle se hallaba poseido del mas profundo disgust0 por el arriesgado y violento papel que le estaban haciendo desempefinr. Animado de las mejores ideas por cl bien piiblico, y de 10s sentimientm n:as delicados para c ~ i aqiielJns i ~>~r.;oilns rpic mercckin si1 eFtimacion. se


230 H1STORI.I DE CIIILE. resisti6 cuanto pudo antes de estampar $11 firma en xclriel malaventurado decrcto, y si concluyb por ceder, quiso a1 menos hac& una escepcion en favor de 10s ministrw de la Cbrte Suprema y del gcneral Pinto, quien acabnbn de reconocerle como Presidciite de la Rcpiib!ica. Este sencilio tributo rendiclo ,iI n mnistnd le fuP dado en cnra, sin embarso, por sus mrtidarios, lo mismo que antes habian hecho 6 causa de su debilidacl en rennnciar al poder. Por lo demae, semejante srimision tampoco le sirvi6 de nada, porque a1 separnrse Tagle (le la Presickncin, tuvo que sufrir la mistna suerte que sus denias compafiercs. Tagle 110 era sin duda el hombre que podia personificar la implacable politica que acabaha de ser i n a u s x n da. El gobierno que la revolucion fundaba, mcrccd ri tin golpe de Estado, dirigido contra niilitnrcs de gran nomhradia, necesitaba, reclamaba !' esigia un carkcter enfirgico, identificado con las circunstancias revolucionarins, si aspiraba A wtencrse, si pretendia consolidarse; y 10s Estanqueros no encontraban en cste Presidente las cua1idade.i que aquella situacion pedia. LI, veinn demasiado timido, sobraciamente indeciso, muy lleno de indolgencia, cosas que dc ningan modo podian convcnir h una empresa erizada de mil y mil dificultades, y la cual rcclamaba ante todo un knimo, una firmeza y una voluntad en alto grad0 fuertes y pertiriaces. Convencidos los j c k s de 10s Estanqueros de que Ins medidas tomadas R mcdias no dcnotan otra cosa que wcilacion, que no son sin0 evidentes seliales de debilidacl, y que, en ultimo CSO, jamas prodwen bien alguno, tratnron de desembarnzarse dc dl provocando nuevos cornprainisos 'J oponihciole inayores obsikcnlos. 1 1 : i i q u ~Iigado con Tagle por vinca-


231 10s de parentesco, Portales fu6, sobre todo, quien le pus0 en un estado dc perplr3jidnd tal, con motivo de una, suma de consideracion quc el tesoro clebia remesar ri Prieto? {I la sazon en visperas de salir para cl Sud con su e,j6rcito, quc empujado hasta el borde del abismo concluyo por cacr sobrccogido de turbacion. El dia 3 1 de xnarzo Tagle re!iunciaba a1 cargo de Presidente, y siis insignias pasaban, conforme ;I derecho, & manos del Vce-Presidcnk D. Tomtis Ovalle. Este honorable chileno no era tampcco mas hombre de accion ni mas rcsuclto qur su predecesor. Lo mismo quc aquel, sc distinguia por PU intcgridad, por EUS bondadcs y por s u lcaltacl; y aunque dotndo de mucho mayor talcnto, crn tan snspicaz y tan sensible R 10s mil epigramas contrarios R siis ideas, hsus actos 6 ti su partido, dirigidos ya cn la prcnsn,, vn en la tribuna, que este flaco, en un hombre piiblico, elevado como 61 {I la Presidencia, tenia clue venir R ser en manos de slis antagonistas el instruinento de su caidn. En 10s momentos mismos de su elevacion a1 cargo de Vice-Presidente, tratG de renunciar, cosn que 10s plenipotercinrios no quisieron rtdmitir. y con m u c h mas razon FC resisti6 h nc?pt,ar el desempeiio de la alta magistraturn, que la retirnda de Tagle hacis recaycsc CII 61. cstanclo, como eslabn, plenamente convencido de su dcbilidnd. Cedi6 por fin h 10s reiterados ruegos 6 instaacias de sus amigos. resolvihdose h ello en el momento en que Portales se dccidib R encargarsc de In clircccion dc 10s ccgocios piiblicos, bnjo cl triple carlictcr de ministro dcl Ijiterior, de Guerra y R!nriii,z y cle Rclaciones esteriores . 3lientras tcnia Ingar todo csto en In capital de In Re, pitblicn, Freirc continanbn cus operacioncs 1' activaba C.\PiTUT,O T,SSSTS.


232 ITIsTORIA DE CITILE. las hostilidndes, d e s p e s de habcr pasndo diez y sicte dins en Coqiiimbo, ticmpo lastimosameii te perdido para el buen 6xito de la caiisn que sostenia; y entonccs sc embarc0 con sus tropas para ir reunirse con Viel. Desgraciadamcnte dos de sus liuques de trasporte, quc salieron clel puerto dos dias mas tarde que 10s otros, fueron apresados por In goleta Co/oacolo, h las 6rdencs dc Jordan. Semejnnte captura le hizo pcrdcr un centenar dc soldndos, entre !os que figuraban cl coronel D. Fran. Formas y hastn docc oficiales mas. Tambicn sc cncontrabau con cstos algunas honl*adasy distinguidas personas de CDquimbo, que sc alejaban de la ciudad para sustraerse h I n s venganzas del intendelite PeIia y de 10s revolucionarios. De all! poco fu6 seguida estn p6rdida por desgracias mucho mayores todavia. A causa de la prescccia del @tiles en las aguas de la bahia de Conccpcion, 10s buqucs recibieron cjrden de dirigirsc hhcia el puerto dc Constitucion. A SI Ilegada, esto es, cuando ya cstnban cerca de dicho punto, una furiosa tempcstad arrojo a1 Olifnnfe sobre la costa, liacihdole perder una partc dc s i i nrmamento; otro buquc, entcrnmente destrozndo, ze vi6 cn el cas0 de regresar h Tralparaiso, conduciendo las rnjeres de 10s soldgclos; y el q:ic dirigia Frcirc fu6 h dar sobre la playa de Constitucion, donde dicho general cay6 a1 agua, siendo salvado de la muerte por su hermano, en tanto que su secretario y auditor de guerra, Don Fco. Fernandez, perdia alli la vida. Las tropas del Olifcmte, encallado cerca de Petrel, pudieron continuar su camino del lado de Talca y salvarse de la persecucion de Pedro Urriola, quien despues de haber sofocado una sedicion en Nancagua, se clirigi6 h Petrel con algunos


CAPI’TULO JXSXIS.

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milicianos y 40 granaderos que le dicrn Rl!lnes, acampado entonces en la hacienda de Colchng:ia, punto al c u d habia sido enviado para socorrer y vigilar Ias prcvincias del Sud. Despnes de todos estos siniestros, que pcrpetuando la desconfianza parecian vcnir & presngiar otros mnyorcs todavia, mini6 Freire en la T’aqucria todas sus tropas, y no tardaron en acudir ti junttirscle las que mandaba T7icl. Su intencion era la de dirigirse ti marchas forzadas para caer sobre Santiago, hnciendo nuevas levas de gentc en el trayecto que tenin quc recorrer; pero Prieto, noticioso enscguida del dcsembarco cn el puerto de Constitucjon, se apresur6 5 salirle a1 encuentro para cstorbarle el paso y atacarle. Pronto se encontraron frentc ti frentc Ins fuerzas que mandaban ambos generales, no halllindosc uivididas sino por cl Alaule. El niimero de combatientes no pasaba, tanto en uno como en otro cjkrcito, de 2,500 hombres; pcro con la circunstancia lamentahle de hncer intcrvenir In fuerza brutal de 10s indios. Los de Freire, nl mando de Barnachea, pot- haber venido precipitxdnmente cruzanclo 10s caminos de Ix costa, tclninn SIIF caba110s muy fatigados, mientyas que !os de Pricto obcdecinn h SU jefc el caciqw Xlariluan y n3 venixi tan cansaclo?. En cstx situncion, el valiente Tupper se ofreci6 h Freire, dicidndole que 61 pasaria el rio con 300 infnritcs y sorprenderia a1 enemigo ,i favor de la oscuridad de la noche, renovando con semejante sorpresa la que tan buen 6xito habia alcnnzado en 1518, dirigida por Ordofiez contra San Martin. Freirc confinba ann en si1 bnena cstrclla, la cual, sin enibnrgo, ibn, palideciendo mas y mzs hacia algunos afios. Contando con su prestigio y con su influencia sobre


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IIISTORIii DE CHILE.

la tropa, creia que en el primer encuentro vendrian h engrosar sus fi!as la insyor pwte de 10s soldados que contra 81 se presentasen en awion, y esta idea sc hnllaba robustccidn nicrcrd ii' cartas engafiosas, insidiommente e w i t a s por personas yuc figuraban en el 1)ando de Prieto, cartas, segue parccc. dcbicls i' 13 inspiracion de Garrido. Mecido por esta ilusion, sc negalin acoger 10s conse,jos que sus amigos le daban, y hasta menosprcciaba 10s de Vie1 y Tupper, quienes le propotian In marcha, Mcia Santiago, donde indudablemente encon traria toda clase de recursos. Por unica respuesta les dici h conocer las cnrtas que habia rccibido, 1' li Ins cuales prestaba unn f6 tan ciega, desatendiendo 10s sanos y juiciosos pnrwl' res de sus oficiales snperiores. A partir de este momento, una batalla venia A ser el rirbitro que clecidiese de la paz de la Repiiblica. El 2 7 de hbril de IS30, dicha bata.lla t w o lugar en Lircay, cerca de Tnlca. La antevispcrn, Frcire atrave50 el JIaule para traslarlarsc A Talca, punto doiidc hubicrcl podido atrincherars? m u y ventajosamentc j r aun obligar ii quc retrocedicrs Pricto. P m , fatal y desgrclciadamentr, PC decidi6 ri presentarlc batalln en In llanura de Carlcharayada. 5, una distnnciq inuy c o r h dc Tnlca. No tardaron mucho cn venir 5, las mnilos kmbos ejhcitos, y durante una gran parte del dia sc Iir'tieron con cse sentimiento de feliril Iirar-nra que hace 10s combates tan ~angrieriios como decisivos. Por la rnafi7na la xntaja sc Iiallaba dq pnrtc de 10s constitucionalcc; pero luego, anictrallados por una artillerin superior en inucho R la suya, y In cuai cra armstra?a por bueyes, colocadn ademas ci? una posicion que pcrmitia maniobrar h In poclerosa calx lleria de Biil!ics, ya e!' u!io. yaen otro sentido, leq fur': imposi-


235 ble resistirse largo tieinpo contra fuerzas tan hien coinbinadas; y fueron destruidos !!clisprsos, dejando casi toda su iiifanteria muerta 0 herida, en poder del encmigo. Entre 10s liec!im lamentables y que la pasion exaltncln dc la luchn 110 puede en mnnera algunn justificar, el T'a 1'1ente Tuppcr fu6 traidoramente sacrificado dcspues de haberse rendido, asi como tnmbien cl teniciite coronel 3cll. La soldadcscn, inflnmada por el fiiror 1113sd v a j e , acnbnba de mxnchar nqriclla victnria que, por otrn parte, tail cam le habia costado. Grande fu6 el niimero de victimas quc Prietv tenia quc lamentar. ( 1 ) El coroiicl T'iel pudo iinicnrnentc salvar dc In derro!a h sus doscicntos hombres de cabnlleria vcterann : y con estc pobre rcsto dcl conbate se clirigib h5cia el Xorte p r el camino de la costa. El capitnn general Reire, victixn del mayor abatimicnto, vino L{ unirsele, para separarse clc 61 ;ipoco tiempo, hahihdole manifestado stis deseos de trasladam t'r Sxntiago en cornpnilin de nlgrinos oficinles. Vie1 continuh solo su mnrcha, tcnienclo necesidad ;i cada paso cle haccr ft*entcri la cnballerin de Lezasta, cy!e le perwgnia de ccrcn, y sontrn In cual sc vi6 en el cnso estremo de dar una. cnrgn, logrnndo asi que retroce:iicrn. .A si1 llegndrc B ITelipil la, cncontr6 nlgrinos milicianos ciccidiclos A impcdirie ci paso del rio ; per0 110 le fuC mny dificil dispcrsarlos y pcnctrar cii In poblncion, doni'!,. encontr6 fusiles y municiones, clciiientos de que cni*cc.i.! mteramentc. Las inteiiciones deT'iel ernn de ir ri Santiago. Darxntc C A P ~ T U L OLSSSIS.

(I) Pnrn mayoiw tlrtnllrs acrrrn r1r.l vnlicntr coronr~lTiinpcr? vibnnsr !:I obrn (IC SiilclilTc.. ciiyo tiliilo r s : S X w o y w ~ i,tC/i;(I. q / J > M / h . v , In 3 1 c ~ i o ria miiy impor~lnnfcd c I'cxiwico E r m i i i k , y X I I)iogr.nl'in, cscisitn pol' Don Eeii,j. Vic:uTiny ;\Inclccnnn. pi11)licatl:i r n In Gnlrw'n A - o c i n t d d~ Chi/:,. 1)iogrnt"in qnc sicnto miiclio n o 1inlii.i. potlirlo t:nnsultnr.


236 IIISTORIX DE CIiILE el camino sup0 que en Coquimbo cl j6ven Pedro Urinrte se Iiabia levantado contra su jefe PeGa. v am sc habia puesto en movimiento con dire R e p ~ M c a ,llera!ic?o u11;1 divisior frtnteria de milicias, mnndndos por oficinles veteranos, tcmados en uno de 10s buques Ctc 1x espedicion, mas 200 cabnllos y 30 artillcros, con dos piezvi de batir. Tan luego corn0 tuvo esta noticia, desist% de suviaje 5, Smtiago y se encamin6 directmente 6 reunirse con Uriarte, I: quien 61 habia salvado en otro tiempo cuando In derrota dc 13 accion del Pnagal, en q w el vnliente O'Carrol perdi6 la vida. A1 inislno tieinpo se apresurb I: poner este hccho en conocimiento del general Frcire y su determinncion de ir 5 apoyarle, detnll5iidole de paso el niimcro de las tropas con que nquella insurrcccion podia contar. Freirc se hallaba entonces en u n humilde ~ conclicion, oculto fuera de su caca y velando asi In vergiienza de s u clerrota. Dcmasiado va!iente y humillado en esceso para clesprccinr aquella nueva C inesperada ocwion que parecia venir [I ofrecerle la vcleidosa fortuna. no titube6 cn (lecirjirsc; y ya se disponia ri marchar para ponerse 6 in cnbcza dcl improvisado ejdrcito, cuando, L{ poco de hailer eiaprendido su vix,ic, una caida dcl caballo le obligb 5 detcnerse y [I rcgresar 5 Snntingo. Vie1 continu6 su niarcha B pesnr de semejmte desgracia, 1' algunos dias dcspucs se reunia con Uriarte cn la hacienda cle Sotaqui. Por mas dPbi1-y escaso que fuwe este cuerpo de cjhrcito, Bun podia reanirnar las esperanzas de uii partido llcno de resentimiento, y entusiasmar, sobre todo, k 10s vcncidos tic Lircap, :iI!nrncli te irriIa.2o: por In b ~ i r b ~ ;


237 criminal contlucta observada para con algunos dc sus jcfes, tat; traidora como villanamente asesinndos. El Gobierno comprendi6 muy bien la fuerza de un odio semejante, 11 tratG de com!mtirle en cl acto, impidicndo quc la rccicnte sublevacion tvinase cuerpo. Siii espernr cl regreso de Prieto, hizo salir cierto niimero de tropns a1 inanclo dcl general D . J . Sant. Aldunnte, hoinbrc muy pacific9 y muy honrado. Despucs de varias negativas, se reeolvi6 6 aceptar el encargo que se le daba, ne co!i:o agrcsor, sin0 sola y esclusivamente como medianero. !%to es lo que al menos manifest6 ti Portales, pidiendolc iiiAixcciones cn diclu mitido, ~nstruccioncs que cl niinistro ofreci6 enviarlc y clue ja!i:ac:. le fueron comunicadas. rr, i n n luego como illdunate se cnctmtr6 6 corta distnncin de Viel, nmigo y primo politico siiyo, le dirigi6 una cnrtn, concitrindole 6, no prolongar por lnas tiempo aquelln guerra tan fratricida y ruinosa para un pais quc no podia menos de desear, asi como 61 niismo, poner un t6rniino tt semejantes perturbaciones. Vicl IC contest6 que eso era lo clue de todo corazon dzseaba, y ,le pedia, por lo tanto, una entrevistq, la cual sc verificG en Cuzcus el dia 17 de mayo. Despucs de las mas sinccras manifestacioncs de aniistad y afecto dc una y olra parte, Aldunatc le record6 todo lo tnismo que l e habia escrito, esto es, el no liaber accptado sino In mision dc pacificador, agregando que rcspondiit con su honor 5' con sii vida d ! want9 se pactase. ProcecliGse entonccs i In discusion de un tratado por el cud las tropas Ycteranas que Vie1 inandaba serian incorporadas {L Ins de -'iIii1111ttte, b bien podian pcdir su liccncia absoluta ; qric 10s niilicianos regresarian 6, sus hogares, y que 10s jefes y oficiales C A P ~ T U L O XYXIX.


238 HISTORIA DE CHILE. contiiiunrian cn las paduaciones y empleos que disfiwtaban cuando cesb en el mando de la Reuublica el central Pintc1. P? co1#:formidad c o : ~este conveiiio, ci cuyo pi6 estamc........ r-.-,.l,-,. l . , c t,.nn.rc J#> 1)B;'O:' su 111 1 L l l l , J c \ 5 1J'll LiG3 bUIILI1LLLLIIIILGJ, Yiel fueron desarniadas; y 61, que asi como 10s deinas generales v coroncles. -no nuiso reconocer el iiuevo Gobicriio, lo c u d se consignaba en uiia nota aiiadida debajo de su firma, s ~retir6 : B Valparaiso, donde pronto . ~ - .. sc vi6 precisado it retugiarse en una corveta de guerra francesa para sustraerse 6 las persecuciones que se ibaii 6 ejercer contra su persona. Aldunate cumpli6 religiosnmente todo lo acordado. P'acilit6 6 todos 10s oficiales un salvo-conduct0 para que b e retirnsen Bsus hogsres, y lo misii;o i 10s paisanos y ii I $ s I eteraiios; y a1 dia siguiente, el coronel D. P. .I.Rcycs sc dirigia liricin el Sud, llevtindose h 10s oficiales y soltiacios sonictidos ti la mas rigida disciplinn, con el fin de impedir de este modo todo niotivo de queja. !il tratndo que acababcx de hacerse habia sido muy w1ti\joso, puesto que Vie1 dispoiiia de U30 hombres y >tdaiixte contaba s610 con 400, y &os no en h i e n est in embargc), no fu6 admitido ni ratificado por e IO. El alma noble y delicada dc Aldunate quedb proluiidailiellte lastimada de un procccler tan inesperado corn0 contrario i sus caballerosos 1' honrados sentiinientos. Nombrado para el cargo de intendente de la provin . nbo, tres veces se neg6 A admitido, pidienlue queria ser juzgaclo por un Consejo de guerra, IO cual no le fi16 posible conseguir. Portales, cargando sobre si las consecuencias de todos sus actos, con fecha 24 de mayo se propas6 ti decirle (1 que no era . .-..

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CAP~TULO L s s s i s .

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duefio de la palabra de h011or que enpeii6, y que par esta razon no le ligaba cii modo rtlguno, y mucho mas cuando sin iiistraccion ni facultad para tratar, no podia hacerlo sin soineter las estipulaciones i‘i la, aprobacion del Gobierno. 1) No era esto mas que un puro sofisma de a y e 1 miiiistra, sofisma que no p d i a servir de satisfaccion ti, una persona tan honorable y tan delicada como el general Aldunate. El dia mismo dc la batalla de Lircay, por medio de un decreto quedaba destituido ei general Freire eon todos 10s oficiales que estaban ri sus cjrdenes, asi coni0 por otro del 26 dc niayo, la mismn 1)ciia era aplicada a1 gei;eral de division Pinto, quicn, no obstante, despucs dc su renuncia A la l’residcncia dc la Republica, no liabia tomado parte alguna cn los aco:itecimientos politicos ocurridos dcsde aquella fechn. Illerced ci todas estns \iiolcntns destitucione., el ejdrcito sufri6 una iiueva reconiposicion. Shlo quedaron tres batalloiies de irifanterin de linea y uno ligero, dos reginiieiitos de caballeria, granacleros y cazadores, uii escuadroii de hiisares y siete conip;’iiias de artilleria, de lits clue unaera montada, con un total cle 4,100 hombres, poseyendo todos aquellos cuerpos una verdadera con tabilidad, cosa hasta en toiices muy descuidada.


C,WITULO LSXSS. Don Diego I’ortnlcs.-ISstc sriior c s cl ngcntv activo dcl nncvo Goliicrno. - SUpolitirn dcsp6tic:i y dcsint~~~cs:itla. - Drstitnye h n t i g r m nhmcro do c~iicinles.--Dcs(icrro del C:ipitnn Gciicr:il Fi*cire. O r p n i z a c i o n dv la nlilicia.-ReRtitiicinii d c 10s bicncs L: lo?; coiircntos.-Rcformas cn la ndministmcioti dc IIacicndn y cn In de Justicici. Iicsnltndos de c s t a nueva politica.

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La accion de Lircay cambib complctanientc 10s destinos del pais. Una de sus altas personalidades, el selior D. DieFo Portales, naevamente iiiiciado cn 10s arcanos dc la politicn, es quien va h toinar la investidurn de 1111 gran poder discrecional, y ,iservirse de 6ste para ahogw la anarqui;), domiaar a 10s partidos y echar 10s cimientos B un Gobierno fncrte 1’ respetado. Desgracindnmentc esto no se realizarj siiio B espensas de la liber:ad, que la nuevn Constitucion acababa de inaugurar de u n 1nodo tan propicio, y In c u d , hajo la inspiracion y lu tutela del Presidentc Pinto, hubiera podido Ilegar h ser inas racioiial, mucho niejor coniprendida, y ,i adqiiirir desdc lucgo todo el peso, todo el der, toda la importancia, la estimacion y respeto que hastn entonces le 1i;lbian faltado. En efecto, desde la cnida dc O’Iiiggins, el pueblo no se ocupala de o h cosa qlic de la politica, n o vivia inas que en continuas discusiones y no interrumpidos tuinultw, y cl principio que habin servido de lazo cnlrc 10s pntriotas de 1810, se hallaba desvirtuado y como perdido en el pi6lagd de las pasiones engendradas por cl


241 egoismo, la ambicion y la codicia. La arena politica dc aclucl tiempo, el teatro de algunos grandes caracteres y de algunas altas virtudes, habia sido invadido por imngiiiacioiics cxaltadas que, lanzrindose en Ins regioiies imaginarias, Iograron conmovcr la sociedad, de tal suerte, que 10s sncrosantos derecllos piiblicos, 10s inalienables dcren,hos dc 10sciudadanos, jamas habian podido ser orgnnizndos de :in modo rcalmcnte jvsto, y, lo qtie aun es mas triste, jamas IleFaron ri tener entrac'a en el terreno de las aplicacioncs. En medio de 10s tcrriblcs sacudiniicntos que In nacinn esperiinenta ra, habin, 6sta perdido tamhien todo el fiiego, todo el cntiisiaemo y el vigor de su g h i o , In pobreza ihn iiwadiCnclola 1' apoclcrkndose clc clla, y parccia estacionnrsc mienfrns cl gbrmen de In tranquilidad y del progreso st: secaba, sin dar fruto a l p no, perdidndose en aqucl espantoso caos revoiucioi~ario. H a s h el mismo poder no era otra cosa que una roca nisI n c h , espuesta h 10s rudos cmbntes dc las encrespadas olas en u n mar tempestuow. Su autoridad, casi quini6rica, vagaba ii la vcnttira, y d 1 0 se hallaba somctida A un?, especic de oligarquia rcprcsen tada por cl Prcsidcntc, Ins CBmnras y Ins Asamlilcas nacionnles. Scmcjantc dcs6rclcn i era acaso la con~ecuenciadc iiiia rcnccion pcrmanente del clernci! to colonial sobre cl clemento patri61ico amcricnno, coino lo dicc el eminentc , bicn, por LIT! lado recopublicist;\ D. Y.I ~ s t ~ r r i6a mas nocin corm causa 10s terribles odios y las funestas ambicioiies de partido, y por otro, esn iinpacicncin febril clc 10sprogresistas, de querer en un solo dia trasformar el estado social dcl pais, merced a1 nombre de una libertad ilia1 entcndida, iiit2rpretadn siempre en fnvor de sus mezquinos intcreses, y la cual no era conocida sin0 por C A P ~ T U L O LXXXX.

T. V l l l .

ic,


242

IIISTO1;I.i

I)E CIIILE.

las tormentas que sus dcfensores iniwos ciitre ellos levaiitabafi ? Sin cmbargo, Iiubicim dcl%clo comprcndcr quc ningnn sistcina de gobicrno cntrc lo< coiiocidos en Irt ticrra tiene mayor necesidnd cic cspericncin y c?c tactl;, (IUC el dcniocrLtico, sobrc todo c a n ! d 3 se estnblece por niedio dc una transicion cn qur- IC,= ~?urblos,eiibita 6 inopiiiadaniente, pasnn ti obtcncrle, salienclo de la presion c?e 1111 rCginicn nbsoluio ; y que si1 establecimiento no se consigue sino a1 c d i o de nlgunos afios de educncion, sobrc todo cunndo In gencrn!idad de 10s haliitantea yacc cn la nias crnsa ignor,incia, cuando las fortunas son muy desproporcioriadas y 10s usos y costuinbres contrarios Ir la rcforma. De todos niodos, el dcseo mas imperioso de 10s hombres sr_.nsntos no era otro que el de poner un freno R 10s deshrdenes; pero esto no se podia alcanzar sin0 iiicrced L esn porlcrosa \.olunkd que meii~sprecia 10s obstficalos, ri In que nndn amcdrenln, que nrrostra por todo ; y el T‘ice-Presidcntc, con si1 cartictcr duke y dado k la clemci:cin, con si1 \id% ? l a s h cntonccs puramente domcstica, 119 era cap’z dc inaugurnr tali en6rgicn como decidida politicn. .I p a r de todo, iuvo bastante imperio sobrc si inismo, s i p o refrenar sus scntimientos nntiirnles para prcstnrsc 21 despotismo dcl hombre predestinado ir Ilenar acjnclln ingratr, cdanto dificil mision, intimanicntc convcncido dc que el rigor clc Portales tenia mas de pntriljtico quc de tirknico. Seguramentc, Portnlcs era tin 1ioi;:bi.c siii pi*elensiones, sin deseos, sin ambicion. .Ininindo por el amor de In pctrin en primern lincn, y algun tallto por el de In gloria en sus xpirncioncs dc mando, consideraba el poder coni0 un mcdio, no coin0 uii fin. Asi es que jnmas cpiso nccp’;? !pd x L p J1: :gi::raturn, sui0 ICC con7 ,



2-14

IIISTOILIA DE CIIILE.

tonces coni0 el genio tutelar 8 indispensab!e del pais, y quien a1 cnbo fiiC desterrado de 61, ni mas ni mcnos quc un ciiidaclano cualquiera, considerSiidolc coma indivicluo peligroso al Orden. Los conocimien tos de Portales cran, sin embargo, bastante liinitados, sus iniras politicas poco seguras, y su ta!ento, ni flexible ni profiindo, .con frecuencia pecaba dc inconsecuente y apmionadu. Pero tenia nat.ura1 despcjo, actividad, penetracion y, sohre todo, carticter y cnergia, cualidadcs todas que en politica, y mas qric nunca en la5 situaciones g r a ~ e s ,tienen un valor superior nl de una buena instruccion, y inereccii liasta ser consiclerxlas coin0 g6nio. Si 10s homlires de cjrden !c daban en cara sus frivolas y, aun si se quiere, triviales distracciones, h que en 10s inomeiitos de reposo acostunibraba entregarse, !io poilian menos, por otra partc, de hncer justicin ri su carjcter gcncros3, l!evaclo lissta el cstrerno de la prodigalidad con perjiiicio dc su moclcsta fortuna, y en el fondo clesnudo de todo ctilculo personal. Durnntc el tiempo que ocupi, 10s diversos ministerios puestos 5, su cargo, no qniso cojirnr 10s sncldoj correspondientes ii ellos, lo cual no IC impedia sin emhargo consagrar toda su laboriosa 6 inagotable nclividn:! A 10s negocios, considcri‘it1do.x siempre coin0 principal motor dc la mdquiiia guberiiativa. (1). Bi-illnbn cn toclo coli win franqucza tranquila, qae sa.bi,z iinponcr B 10s denim por incdio :IC


215 si1 mirnda fija, penelrante, llena de fuego, y hasta lograba intimidar h su interlocutor obligimdole h que fuera directnrnentc al olijeto con desembozndo pensami2nto. Sictido cnsi cl esclu;ivo dispensador de 10s honores, gi*acias y emolumentos, jamas abusb de semejante poder para dar satisfaccion ci pretensiones ambiciosas 6 injustas; no favoreci6 nias sus parienles que sus amigos, 1~ ninguna COSR lograha desviarle de sus deberes cunndo se trataba del inter& phblico. Por efecto de su naturaleza inconsecuente y esclusiva, antes bicn ee mostr6 inaborclable para con ellos, v sever0 cuando en toda justicia tcnia quc aplicnrles el rigor de la Icy. {si fu6 quc, durante su adminislracion, pas6 por u n ddspoln ; y bicn Ixicliera decirse que jamas llegb li manifcsfar et] sus nclos el inenor indicio dc scnsibilidad. A causa de s11 rigorosn ii1difcimci.L para con sus nmigos, varios de 10s que C O : ~ mayor intimidad le trataban y mas afectos se liabinn mostrado en favor de su partido, a1 cual en otro tiemljo prestaron el inns decidido apogo contribuyendo li si1 trinnfo, se sep:tr;iron de 61 para no volver jamas ri acerccirsele ; y entonces, poco sensible h seinejarite resfrinmiento, alentado por la voz de su conciencia, no vaci16 ni temi6 ridiculizarlos con PUS graciosas ocurrencias, con sus mortificnclores y ,i veces hasta irritantes epic gramas. nlerced h todas estas circunstancias personales de energia y de inflexibilidad, asi como tambien B sus intenciones patribticas y desinteresadas , priclo l’ortales subyugar la turbulencia de 10s cinimos y hacer que el pais entrase en ese period0 de paz y de cjrden tan dcpeado por todo el mundo. A partir de esta dpoca sin duda alguna data en Chile la estabilidad de un gobierno metbc.irinxo r>ssss,



C.wiTrL0 LSSSS.

247

olvidsclss la violscion clcl pncto de Cuzc~ii! y sobrc todo la severidacl brutal que Portales einplei~para con 10s gcnerales, corone!es y oficiales del partido clcrrotado, encontrhdose, coin0 se encontraban, entre CIIOS, personajes clignos del inas alto respeto. Sin teinor de provocar la venganza, y confiando sola y esclusivainente en su fnerza desnudn de todo inter&, destituyb liasta cieiito cincuenta, neghdoles aquello mismo que 10s aiiteriores Gobiernos habian concediclo cn circuns tancias ancilogas, esto es, la pension que In ley les seilalnba ; y la mayor parte de dichos generales y oficinlw no poseian por toda fortuna otra cost que la g!oria conquistada, con desprecio de 10s mas formidnbles peligros, cn aquellas campafins que acababan de arrnncar a1 pais de la servidumbrc para elevarle al rango de la!: naciones. IIabian sido 10s h4roes de la indcpcnclciicia v venian k ser clespues 10s mhrtircs de la libertad ( I ) . Por otra parte, su sevcridzd no fuk menoa rigurosa para con 19s demas partidcs politicos. lntimamente convencido de qne &lo por medio de una politica vio!enta se podria conseguir la regcneracion de un pais en que la razoii no sc apoyaba ya CII el


248 IIISTOR1.i DE CHILE. derecho, y en que el buen sentido no ejercia nias su imperio, quiso consagrar el principio de la fwrza, esperando llegar a1 restablecimiento del h d e n por medio del temor, y aim por el terror rnismo, si11 cuidarse mucho de la justicia de sus actos. Ademtis, en el estado de confusion en que el pais se encontraba desde su periodo constitucional, era suiiiamente dificil que un patriota bieii intencionado, y que gozasc de mucho cr6dito, no tratara de utilizarse Gel triunfo de una revolucion tail capital. En SLI pgsicion, y con un teniperamentJ como el SUJ’O, Portales no podiame]:os de invocar el fascinador principio dc clue la salvacion del Estaclo es la Icy suprema, iomando las medidas mas decisivns y mas inmediatas, por estraordinarias que frieran, sin respeto alguno hricia el deber y el dcrecbo en FLI inas estricta observancia, medidas tan dificilcs de seguir en esos iriomentos criticos en que la idea de !a juslicia desaptirece para dar paso h la idea polittca. Uno de 10s mayores y mas inielisentes republicanos, D. J. Campino, hnbia dicho ya en las Ccimaras de 1825 : u Cuando la patria est5 en peligro, es preciso echar un velo :i la libertad misma, y no se suspenden las garantias con respecto & unos pocos, sin0 por defenderlas de toda la coinunidad. 1) Y, efectivamente, en moinentos como esos, si no de gran peligro, a1 menos de grandes conmocioiies y de grandes inquietudes, para reconquislar el brden, 10s medios mas Snfalibles son; sin duda alguna, 10s mejores, en tanto qiie esos inedios no Sean ellos ni smguinarios, ni inspirados por el seiitirniento del odio, sin0 Yolamente por la. imperiosa necesidacl de las circunstancias. i Dichoso en tal cas0 el pais, si 10s azares de la lucha han clejado el campo y 10s honores del triunfo B un


2-19 partido inteligente, honrado y sin egoism0 ! Bajo este punto de vista, precis0 es convmir en clue la iiiayda de Ius micml~rosdel partido dominaiite se Iiallabn en posesion d2 tan brillantes virtudes. Hitci~ndocas0 omiso dcl acto ilegal que impuls6 5, 10s revoliicionnrios B combatir contra un Presidente tan liberai, [an instriiidu y tan viriuoso como lo era el general Pinto, no puede ineiios de ser reconocida y confesada la alta probidnd po!iticn 17 moral de 10s Ovalle, Tocoriial, Prieto, Egnfia, Erraziiry y tnntos otros personajes, ya directn, yn inrlirxtamenlc mezclados en u n drama que ningun Chileno podia mirar con indiferencia, y la mayor parte de ellos, imp~tlsndos por tin movitniento inas ci meiios intcligcnte dc la iden y dc In concieucia. Dcmasiado d6bilcs 7 cscropulosos p a ~ n cnrgar con la resp0nsabilid:td de iincs actos iiecesarios k In consolidacim de la revolocion coinenznda, dcj;ibansc coiiducir y perinanecian en silcucio acerca clc aquello que su concieucia no podin ndmitir ni emprenrler. Riel1 hcbicran querido ohrar dc i i n modo conciliatorio ; pero hacer concesioncs ern pro'leger 6 10s vencidos, dejhndolo toclo en el txis1iio sei' y wtado y e antes, y la clmcncia habin sido yn demasiado fune:ta h la ndministracion d e Pinto para que Portnles volviern ii e m a y t i h Xi asn quiso emplearla para C O R Freirl:, el i!nstrc patriotn qric tanto habia contribuido i~ la inclependeilcin del pafs en qiie naciera, y que t n n t w veces le habia gobernado con esn virtud civica que llcg6 h a m dc 151 el honibrc indispensable cn 10s momentos dc crisis y dc peligro. @bliFado aqucl, despues de s!i cnida del caballo, B entrar cii Santiago, a1 dia sigriiente fud descubierto por 10s ngentes de policia y arrestndo durante nlgunas horas en uno de 10s saloiies del Cabildo, de donde se vib cmduC.\PI)TVLO LSXXS.


250

1IISTORI.i DE CHILE.

cido ,iValparniso, bajo la custodia de un piquete de cazaclores ri caballo, mandado por el teniente cxonel Pahlo Silva. Alli se le preparb inmediatamente un buqiie que le condnjcse fuera de su patria, y poco tiempo despues sc hallabs en Lima a1 lado de O’Miggins, Chileno no iiieiios ilustre y victima suw en 10s tiempos cn que goz6 dr, la supremacia del podcr. Una misma suerte reunia nsi sobre estranjwo suelo, Icjas de esa patria por la cual habian encrificado su juventnd y su edad viril, ii 10s dos mayores representantes del honor y de la gloria chilena. Despues de la scparacion de Freire, de todos 10s oficiales generales y de todos 10s jefes del partido de 10s Pipiolos, logr6 Portales gobertiar el pais, sin ninguna cspixie de temor, dnndo rienda suelta ,itortas Ias inspiraciones de su genio. Se esforz6 en realzar ti espensas de la democracia a1 pxrtido lla mado aristocrritico, h&cia cl cual su politica mucho mas que su gusto le inclinaba, y encontr6 en esta clase, compuesta en general de las personas mas ricas de Chile, una fuerza moral tan grande, que no pudo debilitar I). Bruno Larrnin, dispuesto siempre B inculcarles la idea de que tal vez Ilegarian ;i scr victimas de su imprevision. Luego, para afiadir la fuerza de accion h la fuerza dc resistencia, con un celo y una persevcrancia estrnordinarios, se ocup6 en organizar la milicia sobre una base shlida, milicia que lo miwno que la guardia naciona! deliin representar la opinion piib!ica tal como 81 In comprcndia. Obra en est w m o dificil de llevar cabo era esta, sobre todo en las provincias, y no obstante consigui6 el objeto que se proponia hash en Yalparaiso lnismo; y semejante resultado n o solo era debido su prodigiosa actividad, sin0 en gran parte tambien a1 estraordinario ascendiente que clesde


c \ r > r r n ( iLSSSS. 231 lucgo Ileytj ir cjercer sohre las lilaSi1F. Aunq;lc mi rcnli~ 1 hizo ~ n~i i i1y poco por alhagnrlas, IC amaban, sin cnh r g o , p o q u c cs r)ropio clc $11 n n t u r n l condicion el preferir el vigor y In firmczn de car:ictcr todas cs. s vir!udes que vnii ncompnfindtis de vncilacion, y que rcvclan el temor 6 la debilidad de eepiritu. Para disciplinar las milicias y hacer de ellas una fuerzn pernianente, montndn con toda esactitud sobre in misma base que las tropas regulares, coloc6 a! freiitc de sus I~ntallonesti oficinlcs nntiguos del cjdrcito, y 10s clernns grados 10s distribuyh eii tre jbvciies de familias enteramente afcctas ii si1 partido. 131 misino se hizo iiombrnr coronel de uno tlc 10s I~atnllones,cjuc visti0 y entrcliiro cn gran parte li cspensns de si15 propios intereses, dcstinandu ri este fin el sueldo yuc cotno miiiistro le perten=cia. Tantn fud su gcnerosidad, y hastn pudiirnnios decir FLI prodigdidad, durante el tienipo dc si1 ndministrncioi~, ciuc gast6 la mayor park de su iiiodesta fortunn, tnii cnlumniosamente exnjernda dcspnes de In enipresa dcl Estanco. Pronto pudo Chile, mcrced ri tan bueiia organizncion, colitilr con un cj6rcito nacional de (10,000 liombrcz, perfectamente vesticlos, equipados y disciplinados con In misma severidad que las trop-,s de linen. poseyendo corno ellas 10s fucros, leyes, cnstigos y subordinnciori niilitares. Todos 10s luncs, dia fcriado y de holgazaneria hastn entonces para la m,iyor parte de 10s o!)reros, vestidos CPtos de uniforme, y llevando la miisicn i t 1% cnbeza del 11 L tallon, marchaban a1 campo de Mark pnrn ejercitarsc c : ~ el mancjo de las armas, ejecutar cvolricioacs y apreiicl lr cuan tos detalles se hallan relacionados con la instruccion dcl soldado. Sin tomnr en cuentn. In parte de mora-.


232

IIISTORI i DE CIII1,E.

lidad que el espiritu de cuerpo venia 6 fomeiitar entre ellos, todos convertidos ya en camnradas, semejantes cjcrcicios, frecuentes y de ningun modo enojosos, puesto que daban lugar R u!ia especie de fiesta, inspirahan cGnfinnza y hacian de 10s milicianos gucrrilleros escelen tes y capaces de medir sus nrmas, con buen dxito, contra tropas veteranas, como no tardaron mucho tiempo en d em ost ra r 10. La fuerza miliciana 110 debia cmplearse iinicamc1:tc con objeto de cstorbar y contener las pobladas, cada vez mas comunes, ycpe con el carkcter de ley venial1 h derrocar Ins nutvridades legalmente constituidas; debian tnmbicn contrnbnlancear el militaristno que, tanto en Chilc conio en Ins d m n s repQblicns espaiiolas, h n b’l a b inndo c w s i i n preponclerancia y corivcrtidosc en elemento p e r t n r l ~ l o r ,siguiendo, C O ~ Oseguia, el funesto camino d~ la corrupcion y de las defecciones. Tmpedir desmanes de tal naturaleza era obra de la mas alta importancia: y este dificil problema quedil resuelto por medio dc la bien cntendida y poderosa organizacion de la milicia y el pago punteal de su sueldo ,i 10s militwcs, motivo principal hastn entonces de sus des6rdenes, motines 6 insurreccio~ies,Aunque Portales hubiera hecho concurrir al dxito de s u plan revolmionario & una parte dcl cidrcit6, tin secreto pensamiento le impulsaba h rcnovarlo cntcramente ; y este pensamiento no era otro que el dc poner fin ,isu perniciosa influencia, para cuyo objeto estableci6 una Academia 6 Colegio militar que diera a1 pais oficiales instrnidos y de reconocida moralidad, separando al mismo tiempo la comandancia de armas de In iiispeccion del ejdrcito, Para asegurar mejor la tranquilidad phblica, no con-


C.IPI’TUI,O LSXXY.

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tento aun Portales con la niilicia, escitaclo por 10s l’clucones, him que nl cfccto concurricsc tanibicn la religion cse ‘gobierno cle las alinas, tan influycnte en aquellos pxiscs en que, coin0 entoiiccs cn Chile, Lodnvia la SUpersticion ejcrcc alguii prcdoiiiinio. Persuadido i i , mcjor dicho, intiinnmentc coiivcncido cle quc la caida dc Pinto y su iinpopulariclacl eran principnlnientc debidas {L las preinaturas y precipatadas reforinas del clero, rcformns en clue 61 inismo habis toinado partc, creg6 necesario desliaccr lo Iicclio, y por ILi mcdincion de! Congrcso clc plenipotenciarios consigui6 qiic sc restituyesen k sus nntiguos poscedores 10sconveii tos, haciendas, cciisos y cnpellaiiias, cj si1 ecpivnlcncia, hncicndo cntrar i i u c ~ n niciite cn cl goce de su posesioii 8 las comunidadcs rcligiosns, con sus derechos econ6micos dc administrncion. Con este acto, que fu6 inuy criticado poi- todos 10s partidos, espccialmente por 10s rcpnblicanos amnzados, considerhiidole coin0 iin contrasentido, sup0 cnptnrsc la voluntad de todos aqucllx religiosos, clerncnto dc podcrosa iiifloeiicin sobre cl i)ucblc, del cud genernliii~i:1~ habian snlido, y logr6 conwrtirlos en UII grande auxili,ir para el porvenir. El clerv sccular tenia tainbieii necesicIad.de s:ilir t l t y l csieilo dc des6rJcn en clue sc ciicontraba. Dcsdl: c! dc;ticrro de L). S. Rodriguez, ii~iicoobispo quc e~itoncos tciiia Chile, 10s cnbildds eclesitisticos venin11 sicii:lo blanco de actos arbilrarios quc provoc;ibaii lastimosas discusiories, y 10s jtivenes seminnristns, al terniiiiar su:; estridios, c,rrecinii de ppvrsona 6 c p ’ : ~porlcr c1iriSir.w para clue 10s ordcnarn i ~srcc~ic. , En nc~ucllosnion1cri!c7s, afortoiiadaiiieiite, Ilcgi;ba dc Roma D. J. Ignncio Civil fiicps, coiisagrndo 0bisi)o de Rctiiiia ; y gr,zcias i c:is


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crrrm. prelado, admitido de nlli 6 poco a1 obispado de Conccpcion, y tambien I). 3Ianuel Viciriia, noinbrndo casi a1 niismo tieinpo obispo de Ceraui 1 vicario apost6lico de Snntiago, la Iglesia quedo restaurada y restablecida conforme & 10s verdadcros principios de la ortodosia. Rlientras Portales se ocupabn con pasmosa nctividad en la organizacion de la milicia, fuerza con la cual contxba cn primera linea para ascgurar y coiiscrvar In tranquilidnd de la Republica, 10s dcmas mi:iistros emprcadim tambien reformas de la iiiqyor utilidnd. D. I?. hlencses acahaba de scr rcemplazado en sii ininlsterio por D. ? l ~ ~ Rengifo, ~ e l Iiombre probo, I i M y de grande ingcnio. Lo que mas llamaba la atencion y preocup6 de una nianera cstraordimria al niievo Gobierno, pur considerarlo cbmo la vida y ~ I O W C I I de ~ ~ la nncion, y C O ~ O el afianzamiento del brden 1- de la proiperidnd dc la Hacienda piiblica, fu6 el impririiir ii' toclas Irls ndininistrnciones una marcha mas desembarnzada, m-15 c!nra y cficaz, fijlindose mu? pnrticalmnente en In renla dc In :?duana, cu>rosrendirnientos eran 10s de mayor importnncia, Para levantar el critdito y atrner nl p i s 10s cznitales, la industria y el comercio activo del cstrniijcro, Dortnles hizo c?csde l a e p s n c i o n a r iinn ley que gnraiitizase 6 10s estraujeros ia p o w i o i i pacifica de todos stis hicnes, y Is facultad de poder libremente disponer dc ~110sen favor de +us hercderos, aun en el cas0 de muel-te nbintestato. La illisma gracirL sc irntb de Iiaberla liecho estcnsiva ti 10s Espal?oles, nun cunndo UIIR guerra puramc:ite noniinal clestruyese todavia cualquiera idea de I iiicnlo cxi ellos, circunstancia clue hicieron prcvalcccr 10s republicanos, poco dispricstos h cntrar en aqiicli:,, scgun su juicio, ilegn! reconciliacion . IIISTCEI t PE


25s Las deitdas nacionales, que se habian elevado ii stimns C A P ~ T U L OLSSSS.

considernl~lesy mal definidas. causa de Iafalta dc un plan regular de hacienda 7 de las trnnsxcio~iesde fond ~anticipados, , vinieroi: despucs A ocupar tocla su atencion. La deuda inlerior nsccidin k 2OO:OOo pesos, poco mas Cj nieiios, cantidncl quc Rcii$fo dii idiG en tres clases de valores, esto es, c:i dcuda consolidncla, dcitda registrada y deuda flotntitc. Par tina nrl,itrnriednd, ccnsuracln entonces, 6 i:iipr(>i)i?s e q i i i 10s ecciiomist3s, !as reunib cn dos categorias : dc: :os pliieriios anteriores y la dcl gobierno actual. Los billrtcs dc estc iiltinio wan pagados intcgralmeiite sti V I :icii11icnto, micntrns q w 10s correspondieiites S In. otrn catcgoria sc cangcn1)nii en pago por Iibrarims contra docnmciitos de adiiana, recrnbolsclhles CII 6poca detcrniiiincla. y csto :‘I cotidiciori dc que 10s tcncdorcs rlcpositaw:i e:; In tcsorcri? piiblicn cl rloblc del valor rcprcseii tatii-o dc diclias libranzas, s i h ddes deiueltns todcls estns cnlilidiidcs a1 ticmpo de sti 1 mcimiento. Con csta medic’? arj>;trnri.t~1e1ite tornadn y sin acuerdo piiblico, medicla epic k Portalcs IC w l i 0 macliisiinas recriminnciones, p u c l ~el tesoro nllcpr nlgunos fondos y atcndcr nl cumplimicnto de graves comprniliisos; per0 la mayor partc de 10s teiiedores de obligacioncs, no goznnclo de grnndcq fncultadcs, se veian en cl ca-o de recurrir prestamistas y ti mcnuc‘o ti usureros para podcr 1lr.nar el depGsito esigiclo, lo cunl les arrebatnbn una crecidn sunin. del cfectivo de stis lib:.,\iiza.s. Pcro por otrn partc se declnraba a1 fisc0 rcsponsablc en fuvor dc su$ ncredores, ccsa quc dib cierta importancia. a1 crkdito, mimtras qne SLI conco1idncio:i se ibn prcparnndo por medio de actos nn~i!ogosa1 prcscnte. Lo inns apremiaiite de todo c m la rcdizncion de un


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1IISTORI.i DK CIIILE.

sisteiiia econbmico que por si solo bastase :I suplir la escasez de 10s ingrcsos, infericres entonces h 10s obtenidos en 10s aiios nnteriores. Con forme al quinquenio de 1825 ;i 1829, por tdrmiiio niedio el Gobierno habia podido disponer de 1.7363,823 pesvs, micntras que las entrarlas cn 1 S31 ~ o l oascendian B I.506,029 pcsos, y, por consiguiente, la dismin:icion era de 226,99 ipesos. Y no obstante la rebaja, clue para todo un quinquenio vmlria ci suponer nada menos que 1.134,970 pesos, planteada la economia, se pudieron pagar regularmente todos 10s gastos orclinarios, nsi como tambien 10s intereses de la Caja del cr@ditopiiblico y de amortizwion. Todavia sc: alcanzo mas; sc consigui6 amortizar una suma de 209,336 pesos de la deuda interior flotante, lo cual aument6 el crddito del Gobierno y elev6 10s billetss del 25 a1 40 por ciento dc su Yalor anterior; y asimismo se logr6 reunir capitales para saldar 10s atrasos de la deudn estcrior, de la cual 100,000 pesos habian sido ya enviados A cuenta bajo la adrninistracion del gcneral Pinto. A fin de sostcner cstc sistema de economia y clnrle una marclia eficnz y ordenatla, el ministro de Ilacienda quedb esclusivamente encargado de todos 10s pagos fiscales, que antes se prncticaban sin distincion alguiia por todos 10s ministerios; y una persona de grandc esperiencia, D. T'. Garrido, recibib el nombramiento de Visitador de las oficinas fiscales 6 interventor en cl despacho de ellas. Con este carhcter, y en cunipliiniento dc su importante inision, recorri6 toda In Repitblic3; y {I su \uelta, de aciicrdg con el ministro, pudo plnniear las refornias y modificnciones convenientes para el arreglo y organizacion de Ins tesorcrias y aduanas. Estas, mejor reglnincntachs qnc xntw, quedaron todas cllas eMdecidns cn 10s


257 puertos de mar, con una orcleriaiiza de comercio mucho mas liberal y tambien mejor apropiada B 10s intereses del fisco; y con cl fin dc matar y destruir de una vez para siempre 10s yejntorios impuestus de Alcabala del ciento y de licores, sc dcclnraron suprimidos, sustitu\rhdolos con uii clerecho de cadilstro que perinitia la libre circiilacion interior (1 todos 10s productos nacionales c!c In ii?Justri:L y de la agriculturn. Todas estns reformas, cillpez*tc!as ya bajjo la tilrbulcilta administracion del general Pin to, pudieron verificarse sin embarazo alguno, grncias A la tranquilidad de que el pais disfishtaba, traiiquilidad que parecia quedar as~giiratlnpor largo ticmpo con las fxultades cstraordinxrias conccdidas a1 Piwidentc. Asi fu@ que cl product0 de las rentns n o tnrcl6 mucho en verse duplicado, J tnmbieii en restablccerse cl credito, con gran contentnmiento de la iiacion y dz 10s csiranjcros cstnblecidos en el pais. La administracion de la Justicia que, con rnzon, bajo 10s anteriores gobiernos, habin sido una de ias mayorcs preocupnciones de 10s legistas, debia, tanibieii Ilarnar la atencion de 10s naevos hombres de Estado. Los trihrinales, tales como se cncontraban instituidos, sc resentiail clc Ii\ falta de cspericncin y dc las ideas apasionxdns de la bpoca, pr~sentAndosecomo una nionstruosn mczcla dc pwtes hctcrogdncns, y por consignienle sin furinn y sill unidad. Su organizacion liabia precedido B las reforinas judicinrias. cuando na dcbja acruella liaber sic10 siiio la ~onsecucncinde fistas; y esaa rerorma: eran las que prc(:isamelite se querja introdrxir, empreiidi6ndolas con el mas vivo dcseo de parte cte la nacioii entera. En efccto, ri pcsar dc todo lo hecho, el sistema judicial del licinpo de la doniiiincion espafioln funcionaba toC A P ~ T U L O LXSXS.

I

1

T. VIII.

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I i


ier que entecder en

(i?i proccso

y dc pronuncinr su



260

IIISTORI.1 DE CHII,E.

da, se interpretah sicmpre de un;1 manern propia pnrn atenuar todos 10s criine~ies,cualesquicra que fueseii sus cixunskmcias. Semejante clebilidad de parte de la autoridad, arrastrnda por altas influencias, no scrvia para otra cosa sino para dar alieiitos ri 10s hombres perversos ; y la iiccesidnd ,i grandes voces reclamaba uii reinedio B cstc driilo en una ley s e w & , quc 110 tuviese en cucnta para iiada ese g h e r o de defenea. Esta ley, dcmandada liacia tanto ticmpo, fu6 In ohra mas en6rgica de Portale., durnnte ciertti Bpoca coiiserv6 el iiombre suyo entre la clase baja del pueblo, clase inriy descontenta, por otra partc, de la ordenanzn qiie prohibia Ilevar cuchillos, dagas y todo otro cualqaicr insfrnni~ntopunzante J cortante, estando encargacla In policia de sccucstrhxdos B todos cuantos ciudadanos coiitravinieran ;I tan scvcra __ . . clisposicion . Si poc una parte se tomnban las nias rigurosas rnedi(las para con 10s culpables, buscltbaiisc por otra todm .. .. . . , . _ CUR~I!OS rncuios puclieraii concurrir a mejorar ei sistema cnrcelario, lo cual era altainente Glnntr6pico. Las prisioIICS no Iiabiaii sitlo liasta eiitoiicss sin0 lugares de venganza y de expiacion, desliiiailos mas bien it servir de tcrror cpe dc inedio correctivo ri prop6sito para reformnr In mora! de 10s criniinalcs, y h claries ideas de brden y respeto. Conocido csto, sc trat6 de liacer penetrar ?I! ellas el cspiritu dc: evnngelio, por medio dc frectiei~tes visitas encaminadas ri tan alto fin, y trabajando sin desC ~ E en O la rehabilitacicii de ii~ioshombres cuyos cstravios, en la mayor parte de 10s casos, e r m dcbidos u i i ~ educacion descuidada 6 corrompids. En csta misina dpoca se establecio tambicn la policia ditiriia, seinejail tc


261 6 la que se usaba por las noclies, y se componia de cicrto niiincro de gendarmes, regiiucntndos y {L Ins 6rclcnes de tin jcfe severo, de reconocida moralidad ; causa de la f o r m de su traje, el pueblo di6 en llamarlos C A P ~ T U L OLXSSS.

pclrecitos. Las demas administraciones dependien tes del Estado recibieron, poco ti poco, reformas no menos importnntes que las anteriormente citadns, y !odas ellas no reconocian por base sino la mas estricta moralidad. Principiadas bajo la vise-presidencia de D. Tomcis Ovnlle, quicn, mdrlii*de las injtrstas calumnias de partido, ncababa de morir de pena, fueron proseguidas por el Prcsi(1ente general Prieto, con el auxilio de dos hril>ilcs y virtuosos ministros, D. AIanuel Rengifo y D, Joaquin Tocornitl, cste iiltimo 'como niinistro del Interior desde lucgo, y en s c p i d a como minis!ro de Hacienda, departamento mucho mas conveniente ci la indole de su talento, siendo muy versado en rnaterias rentisticas y hallhndose ademas rodeado de ese prcstigio de probidad ii toda prueba y capaz de inspirar ri todo el muiido la mas completa confianza. En todas estss reformas, en que In, centralizacion politica y administrativa tomaba de din en dia mayor fuerza, 110 puede menos de reconocerse la parte considerable que 6, Portales cabia, no precisamente por sus conocimientos, sino por su activa vigilancia para tener en jaque 10s reaccionrtrios, tratando ante todo de conservnr la traiiquilidad piiblicw , simbolo de todo progreso. Fascinsdo por este pensamiento, 10s actos mas arbitrarios, y algunas veces de la injusticia mas grande, surjian de su alma imperturbable 6 inaccesible (1 toda influciicia esterior. Seguramente que esa manera de obrar era de inmensa responsabiljdad pnra con


I!.)< . I , , _ )

TIlSTORI.\ 1)1< CI!IT.II.

sus conciudadanos, entre quienes P U mcinoria no cesarj de Fer llorada durnnte largo tieinpo ; ~ p e r ono es tamhicn esta la suerte reservada li Ias ixtciones que no son bastantc prudentes, ni bastnlite ilustraclns, ni bastante fuertes para niarchnr v gobernarse tranquilamelite y en el plcno dcsarrollo de sus facultndcs? Rumerosos ejemplos lo ncrcditnn, cqj!laiplcsin,rt.rrrctivos, robustccidos por el mas intiin:.) conociii?icl!to del coi*az011huinano y por 12 1ii::tori:t (le todos 10s ;.i$os: e,jimplos que demucstran una iristc w d n d : In :le. qric ci~rto"actos !io jxtificndos pm. et de:.e;lio, rcprigiinntes 17" ~ ~ ~ 9 ~ti OIn isana i con. . c:t?!ic:;i, soli B menudo necesarios para hncer 10s pucbios entrar en el buen caniino. En e! cstndo lastirnoso 1' c s t r m o 'cn cine el pais se ei1co11traba, nadie sin0 un tl6spotn podia poner coto ri 10s csccsos y llegar ,i conscgnir clue lo$ tininios to?os eiitrn~eiide nnevo, bajo el imperio del Arden, c'ii cl sagrndo tc:nplo de la ley, nque11os {i,I ;i m os sc p ar ndo s cl2sg r nci ad a mente en to 11ces , de csn mor:~.liclad, si~.ini)!ti i i ~ o c s l i r ?y pyacticndn inuy rams veces, la cual exige que lo ii.til ceda el paso A lo j rlstcl. Estn niiisiinn, vxlrtdera e i i esos momentos de sosiego J' trnnqiiilidnci en quc, sin obstA,cu!os, el aliiia puede entreg3rsc h fils biicnos instintos, se hnce impracticable cuando !as psiones Zeseiifrcnadns de 10s partidos y del ~)!~.eblahnii contamincdo 13 socicdnd, dcrrnmando en su S ~ C ti, manos Ilenas 10s cori-uptorss germenes de la desi!loratizncicn. L o p e ;?or otra parte probaria la iiccesidncl Zc 1:11 rCiiiad0 ftlertc y desp6tico, es In imposibilirlaa da constituirse en que el pais se encoiitraba, y 10s IJOCOS esfuerzos clt.ie acababn de h c e r en dcfe:isa de UII GoDiernu quc, pur SLI libwadisno, sus virtudes y sus ~


cm'nxo

I.SSSS.

263

buenas intencioiies, hubiera debido alcnnzai. la mas omnimoda confianza. En efecto, Pinto no pec6 en modo alguno por torpeza, pec6 p r debilidad. Y si bien en sus iiltimos tienipos di6 a!gunas pruebas de resolucion, sus actos contra aquellos iiicorregibles revolwionarios, varias veces perdonndos, mas rewlan indignacion que f i r m z a . Su carkcter dulce y clementc x n i a ii clespojnrlt: de ese prestigio que infunden In fuerzn y In rcs~lucion,prendas que tan necesarias viciien 8 ser a1 hoinlxe de Gobierno cn 10s moinentos dc nnarquin . Los Fstnnqueros apreciaban sus esceleiites sunlidadcs, pero no pxdian contentar k e5e partido nuci;iz que, muclio nias prc%or y conociend.o inejor el estado cle Ias cosns, qwri:l. pxitrocinnr nna politicn estrerrn, coin0 el mcdio iinico de tra2r cl rcstablecimiento del bt.di.11, clc la tra.nquiliclad y ciel imperio de las ]eyes. La historia, que en pro de 10s intereses gencrales cie I n dcsgraciada iiumnnidnd sabe aprcciar nuestras ncciones, podrk, sin duda, en su din niostrnr algunn desaprobncion hiicia hcchos mas bien liijos de las cir cunstancias que no de In iniqvidad 0 de ILL perversidad de 10s hombres; pero n o dcjnrli, nl mismo tiempo, de admirar In finnezn, 13 pci'sev!3r2ncia. el dcsinterks dc la noble ambicim, asi coiiio cl sacrificio que de su fortuna y de su tranqr:ilidad liizo P o r t d c , ese grnn patriota, que cn aras del bien p<il)lica llcgci 6 inmolar h a s h SU conciencia dc ciudadnno. Eajo cstc punto de ihta, nadie coin0 61 tiene derecho a1 recoi!ocinhto y li la estimacion dcl pais, porcpie, en iiltiiiio t h n i n o , 61 fu6 qitien sobre Ins ruinas de 10s pnrtidos, coni0 obra memorable de su ai11or patrio, levant6 y fortific6 el poder, cuyo priiicipio de autoridad se hallaba eiivilecido en sumo


264 1IISTORI.I DE CIIIIAE. grado; 61 fu6 tambien quien restablecib dirccta 6 indirectamente la regularidad en la complicada m5quinn ad ministrativa; g 61, ademas, quien ayudado por sus inteligentes ministros, abri6 10s cimientos de esa prosperidad crecierite del pueblo 'chileno, que las otras repiiblicas espafiolns pronto iban A envidiarle. Con resul tados tan briliantes, escusndos aunque no justificndos, el sentimiellto de In rratitud. asi coin0 el dc la iusticia. no imeden i n ( de las g I1 11d 0


Mientras que 10s part,idos se empefiaban en iuchas de ambicion y de interbs, convirtiendo la capital dc la Repiiblicn en uno de siis principales palenques, y 10s dipntados se hallnban incapacitados no produciendo en lrts CBmaras otra cos:^ que Constituciones, bassdas i i m bien sobre ideas de baiideria que no sobre intereses nncionales, Constituciones que h veces morian antes de nncer, las provincias del Sud, casi totnlmente deyovistas de soldados, eraii crrielrriente saqueadas pur 10s rcstos dcl cjhrcito realistn, dispersos aqui y alli en bandas de salteadores, quienes desde 18 19 entraban y talaban A snngre y fuego 10s pueblos, Ilevando por todns partes en la punta dc sus bayonetas Is desolacion y la miserin. .I partir de esle momento. la guerra cambia eiiteramente h e car8cter. Concentrada casi del todo en la Araucania, el cnemigo csquiva toda ocasion de presentnr iina hatnlla


zcie

IIISTORI.\

DE CHILE.

forinnl y ordeiiada, adquiere la harbarie de 10s Indios, ti quienes erige en fuerza principal para su resistencia, y no emplea otra tkciica que la de guerrilla y sorpresas, pcrd inas bien contra la propiedad que contra las persoiiac. To,s Indios, ganados por 10s cnpitanes de amigos entonces muy influyerites entre ellos, eran sumarnente aptos para la gucrrs de recursos, por esa natural inclinacion al pillnje que tan predoiniiiante es entre !as naciones incul tas. Dotndos de una robusta constitucion fisica, acostumbrados 6 una vida ruda y campcstre, armados iinicamente con una enorme lanza, y favorecidos por la sencillez de su equipo, como cnl)nlleriLx ligera podiaii ejecutnr todos esos rhpidos movimientos imposibles ;I Ins tropas regularizndas h causa de lo pesado de 10s arrcos militares, de 10s pertreclios, viveres y municiones que Ilevaban. Para Ius Indius, un sacpito de harina cle cebndcz tostada y 10s caballos cstropeados por la fatiga del cnmino cj maertos en la hatalla, crnii mas quz suficicntes niimento! mcses. As

F 1: S i C I l I I J l G , t l Icb I l l C l l U l IC>IZ?LCIILiCL,

UtllltLll GI1 1 t i l l 1 LLULt UJll

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mi-ma prccipitacioii que ,linbinn mostrndo en la acorneti(!n. vendo ,2 relincerse en 10s bosaues ixm diseoncr 0

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U I I I I C L J J U G I I L I G 3UJ I l l C T l l U J ,

b U C b I I U U G 3 1 J G b I L G I I l I G I I L G 05

halhba coinpuesta de mujeres de pocos afios, felicidnd


uabn, vc:m a juntarsc la iiiterminable guerra proclnmaCia, por Reuavides desdc el nho I S 19, qucrra que sus soldndos. v en nnrticular siv Inclios, sostenian con el Inas

aqtjellos por ten;or 17 6sd icho sea dc pnso, tanibieii 1JL U ~ L l b I I I I c L l l c l l b ~ l l l IuJ c~l L l IJLcls bnjo Ins nmquinv6licas inspiraciones de jeks corno Yictorinno, Sicolas Rios y otros vnrios, Tan h t r i c i d a luclin ern casi n c c ~ ' t r i n ,toda vez c p In tricticn vcrdndcrnincntc iiiilimr, la tiictica disciplinntla, !\abin Ilega~loi'~ ser iniitil. Tnl c r ; ~a1 , menos, In iden del Gobkrno, nl 11~~cer IISC)de sus inisrnos nietlios contra tan til:,i*ibleciiemigo y o r d e ~ n rel levan tninicn!o de fuerzns capitancadas por 10s \'qnbuidnC: mils niidaces y codicioFOS del pais; pero subordincindolas 2 tin jcfc tie recoiiocida inoralidad, c: SI-.D. P. R. de Ai-1 iagndn. Lns instrucciones que al eft:cto le facron dirigidas pnra esa ~11rrt-3 de rriirrlai-nn q t.. n n..-.. r n d ...nc, pntw __ cr11r1 -- - reiiwwliaS. - - --____-, 'I .--._.. - _ _r-. Ins nianos del cnpitan general cn jefc D. J. Prietn, quicii aiitos de troornitirlas c i ~ y 6oportuiio prcwiiir :I\ C' b'ierno accrca de In iiicoiiveniencin dc scmcjnntc inrdidn, la cunl destcuirin todx discipliiia. y subordiiincion, y, en iiltimo caso. iinicnmeiite vendria i'~ ncriridicnr ;iIn.; nrnnirrl:idc~s 0,

1

c

v

1

brutal nccesidnc!, se permiti6 k l o s solclados qcc ejcrcieriui q u e 1 sisternn vancihlico, toda vez qne se Ics desatendin


2GS 1IISTORI.I DE CIIILE. en sus pagas, ,Z pesar de Ins contii;uas shplicas dirigidns por 10s oficiales, y hasta se descuidaba el vestirlos, llegando a1 CRSO estremo de tener no pocas veces que alimentarse con la carne de sus caballos muertos, h falta de otros viveres. Todas estas montoneras que tan irnportante papel iban A dcsempellar en Ins peripecias del iiltimo period0 de la independencia, existian ya desde el principio de la guerra. Formadas de gentes cmpesinns h quienes el espirita nventurero 6 el aliciente del pillaje sobreescitaba, no fueron desde luego sino simples anxiliares, independientes casi del todo de 10s ejbrcitos beligerantes, dando h entrambos 12s mas vivas inquietudes, 6, coiiio dice cnuy bien RIan. Concha, cccausando a1 pais males casi tan con sidcrables como las operaciones militarcs que dirigian personalmente 10s generales. P Aquellas montoneras se hallaban alentadas en sus cor] erias por la imposibilidad misma que de impedirselo existia en las tropas regulares, teniendo otra necesidad mas principal, la de hacer frente !i un valiente y numeroso ejkrcito. Despues dcl encuentro de las Vegas de Sa!dias, encuentro que mas bien p e d e llamarse unit carniceria cltiz no un combate, donde 10s patriotas no perdieron un solo hombre, fu6 cuando 10s realistas, completamcnte dispcrsos 6 incapaccs de reorganizarse, se vieron en el cas0 dc, recurrir 5 la creacion de montoneras parciales y casi independientes unas de otras; pero que se ayudaban y protejian miituamente en todos 10s momentos de necesidad. Tres fueron las principales : la de 10s Llanos, la dc la costa y la de las cordilleras. La primera estaba & 1:ts brdenes del coronel D. RI. Pico, erigido en jefe de hecho desde la ausencia de Benavides ;mandaba la segunda


C.~PJTULO r,ssssr.

2w

el cura Ferreba CII recmplazo c!c C n m r o , pasado a1 cjitrcito pntriota en dicicmbrc de 1S22 : y cnpitaneaba la te!’ccr.a el fainnso Pincheira, ,i criyo lado se refugiabxn toclos 10s criminales y [odos 10s dcsertores. D. lliaiiiiel Pico, siendo nu11 muy jtiven, pas6 h Chile dcsde E s p a h en hiiino de liacer fortana. Era bastantc ii:striiido, y poseg’ciido coii alguna perfeccion la caligraria, sc decidilj hncersc profceor de instruccion primnrin en Coquinbo, ccsa entonces poco 1ucrnt.iva A causa dc la iiic1ifcr:ncia con rluc en nqnclla hpoca se inirnba la iustruczion. Dese.spernnzndo de poder asi crcnrse una posicion regulnr, abandon6 la escucla y sc Cedic6 ti 1% azarosa espcculncion d e ininas, fija sicnipre su nmhicion en cl porvenir. Esplotaba una dc p l n h en Ins ccrcnnix dc Gnllcnnr ciiaiido, clespucs de In I)ntall:t de Yaypii, sc alejb por prudencia de esta locnliclnd, clc la c u d era a!calde, y se encamin6 h5cin Concepcion, donde se mi0 ti Benavides en miidad de secretnrio. De carkcter eniprendedor, activo y de una imaginwion fecunda en rccnrsos, poco tardb cti iiig~.csnren cl cjkrcito activo, clistiiiguiAndose de modo que, en inarzo Je 1 S20, querici~do el niismo Benavides envinr 1111 eillisario a1 virey Pezucla: le eligi6 para tan im!)ortaiitc crianto peligrosa mision. A 10s trcs incses estdm y a I’ico de weltn y pz:i!13. e! cinplco tic tenicntc c~?roiiel,trayendo socorros tlc toclrr. clasc, y coil especialidnd uti armamento quc fticiliti) ti Bcnavicles cl mcdio dc organizu un rcgimicnto de dragnries de ccrca de 800 iIiazns, c?istribuidoel; ciiatro esccndroiics, crtvo ni:indo fuk confi:ido i t jefcs srii.:ianiente hi!biles. Pico, qxc cra el nlmn tlc c s t n fuerza, In tIiscipliii6 coil intcligcncia tal, clue loqm’) Iinccr de clla [in ciierpo militar capaz dc nceptar G c!e dar u.11conbnte cn tgd?,


perioridnd de siis conocimientos, en iiiedio de todos aque110s hombres legos, y con si1 cnrkcter intrEp'lido - y Fedtictor , siIn p 5 ti cas circu n st an cia s que pare cia n destinnrlc a1 ,,.1,-3,,1, mando, pronto snpo gniinrsc In wluiztnd dcl1 buluctuu, I;LI perjuicio del nsccnclicntc qnc Iiahria podido ejerccr Bcnnvides. si no liribic~sc,cst nrlo t1ol:tdo de iinn brutnlidacl

rncion. Por mas qric In gucrrn fiiese ciitonces m u y irregular, sin moralicinci I I ~principios; por n i x que 10s combntientcs no pusicscn jamas frcno algun9 ii sus nctos, basados sicmnrc en In fucrzn materinl, c?i i a ~zorrerias que Iiizo,, 110 abusl6, sin embargo, sino in::!' r a x v ! del ~ iriicuo dt:rcclio de estn clnsc dc grierra, ( 1 i ~Eenavidcs ~ ~ habin cstablccido y Ilc~nc'olinstn tin ciiw csircmo de barbaric. Juzgrindolc por XIS cori,cspontl~i;lci~~Is y sus ~ r o cnlmns , 11o t n 111 em c n t c 111is t i c a f: nlg- ii 11as YCce5, pis v c que em inxy r c l i ~ i w oy dccidido por ELI re >'Ilnst,? cl fanatistno, decisioii cpc s u p coiisw~arcon cntern fidcli_ . . . .. clad pesnr dc la estrema, cuanto dilicil sitrincion en quc se cncoiiir;iba. ror iino dc csos singulxrcs cq)viclxJ~,dc In fortma. ciiniido n In Iiandc:.n csi:afiola no ff otnbcl, cii c1ricano, Espafiiln, tcnia 1

~

1

I.,.,..

i Chile en clnse dc soictndos, de oficinlcs G simples pnrticulares; y eii la preeeiite ccasion brillaban ctiino jcl'es


27 1 i la cabeza de sercs illfn\ilcs, indignos dcl titulo de inilitares, coil justicia y vigorcsmente rcpudiados por la s3CAPiTGI,O L S S S S I .

ciedad. La mayor parte de eslos oficiale,q, 110 obstante, sostuviernn In bandcrn cs;x~fiolacon In tnaycr decision, desprcciando In fiitiga y In tnucrt,e coil In misma indiferencia. y coli igual nudncin ; y hubicran sido nicrecedoxs de algun clogio si, c11t a i l sal\.ajc, guerra, !a, h r b n r i e no hubiese mostrado .cu sn:iyiinoss !nmo en todn cii r ~ p c g n an t c cobard i:s dcg r n !2c i n 1. Si antes de la batalln t l c 19s T-cg9.s dc Saldias el cjbrciio se liubicrn cncontrado biiju e: tnaiirlo inrncdiato y dirccto de Pico, cs muy probable qiic 10s renlistas, permn~iccicti(10 uriidos, Iinbrian podido cei!ii:r?.larnun por 1x1.g:)1ici11po siis dafio.sns y nl:irrnanlcr: cyicdicioncs. Jn, pro~iricin de Conccpcim FC cncontrnbn ciitoiic1:s cn cl rTnvor confiicto y r!ili-cyads k una rsp;mtosa consternncion ; I:\? tropas dc I n pntria, nbnndoi:ndns cnsi li sii desgrnciada suerte, dispaosins sicir:p:.c r: dc.c-r!nr sus fi!as ; y 11nl;tn el mismo Rivera cscribin q!ic ;io IC crn posiblc dcfcntlci* la ciudad, y p d i a le enviasen bnquca dondc pcder cin bnrcar sus habitan tcs: para d ~ j c r l n;i mcrccr: c ? ~ !cneniigo. La victoria de las Yegns dc, Saldins fu6, piles, u n acontecimiento (le la inns alln importancia, I'ricto tmt6 de hncerla clecisiva, pers;iguientlo y soincticndo A 10s clue Ins hcrraduras de eus cnbnllos y el R C C ~ Ode sus g i 11 c lct; i i i) 11;I bin n pod i (lo a1c 2.!1z :tr. Tn n !o 1 n as i 11c1i 11ndo i ' ~ linccrlo iisi se encontralx, cuauto que con scmcjantc yrocedcr, c11 cliciciiibrc de 1 S-20,habin co;iscguido quc mas de rliii personas volyicscn A I:a patria, y cii acpicl momcnto iiiisnio un crccidi~imoniimero de oficin!cs y sold ados acabahan de S Lm~etfl rsci e. 1nt.iinainriile convenciclo por esla idcn, y qucricndo 1


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n~ CHILE. ponerla cn prictica. sin que para cllo le faltaec, sin crnbargo, In neccsaria firrnezn. y rcsolucion, en contra de 10s pertinaces enviaba 5 Tucnpel, ccrca de Antuco, a1 coronel Lantaiio con la comptu3n n.’ 7 y algunos ginetes, y k Nacimiento Ci su j6vei1 pariente el cnpitan Bidnes. Este iiltimo debia penetrar cn el tcrritorio de 10s Iiidios, batir 10s Espafioles que alli se hnbian rcfugindo, 6 ir 6 rcunirse en Illicura con las tropas quc e! mismo Prieto iba 5 guiar infructuosimcnte cn una especlicion sobre la costa. D. Jlanuel Bidlies no contaba entonces mas que \reink dilcs, pero ya ee habia distinguido por sus actos de valor y de inteligenci:t, ncreditando poseer una gran capaciclad para la carrera de las armas. Era ademas u n biz m o militar, lleno dc honor y de ledtad y muy amante de 10s soldados que militaban ,i su3 Grdenes, ’5 quienes Ilamaba siis hijos, cjerciciido nci sobrc ellos el nscencliente de un padre. El respeto y entusiasmo que le tenittn 10s Indigs no eran ni menos grandes ni menos sinceros; como.~ml~rosio O‘higgins, Iinbis p n a d o siis atentas simpatiw, y pronto se hubieran sacrificado ri todas sus vo luntades. Despiics de la batalla de las Vegas dc Saldiaq, en la ciial habia tomaclo una p x t e de Ins mas gloriosas y decisivas, y dcspues de habcr pcrseguido activamenic {I 10s fugitivos hasta cerca dcl Giobio, sc traslad6 ii Concepcion, de dondc el 1 4 de noviembrc partia para cniprender la nucva campaiia. Llevabn can 61 6 tom6 en cl camino & 10s cazadores maiidados por 10s hermanos Eri sebio y Ycntura Ruiz, 10s dragones de Francisco Biilws, algunos granaderos con el teniente J. R1. T’idcla, y una conipafiin dc IO0 honibree dcl Carampanque, Iiajo la5 Grdenes del valiente capitan Quinteros. Contsba adccias HrsmitI I


C.iPiTUL0 L S S S X I .

2i3

con 10s 40 voluntaries cle Luis Salazar y con un grnn n& mer0 de Indios, capitaneados por 10s caciques Lempi, Pefiolelt, y hnsta Coil Colipi, ganado ya por Salazar y en esla ocnsion ayiidantc no mas de su hermaiio el cacique Rlillnn. Per0 el auxiliar de mayor confianza era el intrdpiclo Yenancio Coyhuepan, cacique cl mas arrojndo, el inns politico y c l mas astuto de la 6poca. Por su parte, Pic0 podia oponerle Indios no me!ios vnlientes A las brdencs de 10s cncicpcs Catrileu, Lcviluan, Curiqueo y, sobrc todus, nl formidable ,lIaguilIioen, llniiisdo coinunlli c 11 t c 11ng ui 1-11 ue n o p o r corr u p ci o n de 1 ape 11id o , homIirc sagnz, nstuto y simulndo, y al falnoso Xnriluan, el i1.1 cconciihbl., enciniso dc Vcnmcio, coin0 c!ebia scrlo nins tardc JInguil con Colipi, cuando dstc, por su valor y SII nudacia, llegb , indquirir una influencia superior 8 la euya (1). Asi que ]leg6 a Kacimiento, el j6ven Eulnes supo qoc Pic0 habia reunido en Giinleguayco una fuerza coin0 de 200 soldndos y 600 Indios. Impaciente ya por librnrlc Iintalla, sc pus0 h la cabcza de sus tropas; lincicndo una marcha forzada durante la noclic , por la mailaria IlegO avistar a1 encmigo y, atactindole con el mayor dcnuedo, l o g 6 no stilo poiierle en completa derrota, sin0 tambicn hacerle esperimentar una pdrdida de SO hombres,


27 i

IIlSTOlt! i DI: V!IIl,C.

quc c~acdnronivuertos cii el campo clc batnlln, con ereciclo iiiinicro dc IiCridtiS, micntrns quc por su parte ~ 6 1 0 contai~n9 2 dc 10s prImcros 17 /1 dc 10s iiltimos. Tan Imieco ntaque no him desninynr 5,Pico. Asi corn AntCo, levniithnd~::~ nia; I'riertc despucs d c la cnida, pudo ir (I o r ~ n i i i z v ; c ccrcn dcl rio Jlnllcco y formnr una dii ision i'c 1,590 Iioni111*cs, Indios en sii mayor partc. I'lnl)ic.iido scgaido T ? ~ I I I I O F $11 mnrcha hiicia el Sud, rino li tropeznr coii eqta tii1cm C O I U I I I I I ~ , dispuestn :i cstorbarle cl paso dcl rio, as! como ini?:bicn ri prewntarlc bntalli, .IccplOln ir iiesnr c!c In ii::'crioridaci num6rica de sus tropat, y fu6 A ntrinclicrarsc CII cl ccrrillo de Kcblinto. doiidc form6 e1 cundro, colocrlndo uiin parte de si1 calmIlerin en niedio de s ~ i siiifaiiics, ?-niio dc stis Indos lo puso hajo In protection y dcfensa de 1~ iinica pieza clc batir ?ne posein, la cual era de pccpcilo calibre. De este iiiodo prcpnrndo, eycrti con calnia I,<-- t 1 ~ 1 p n 5dc Pico, que b t c Innz6 en nws2 c o ~ t 61, r ~J ~ 17s cli?lcs hieron rcchazadns por In fricil ria. y la. iiictrnll*l. Una scgundn nconictida sobre diverFos punlos li I?. vc"! I;? frid inns afortuiintla qcic In primera. \jeno c l cncmigo ii rodn discipiinn g cspirilri de cmrpo, m~rchnndosin Orden, avanznbn y retroccdia sienipre con grnn \ ncilncion, p r lo que, npvove- . chando Bulnes SII cstndo de ConfiisiOii y tlcs6rdcil, despleg0 el cuadro y ordcn6 que l a caballcrin y 10s fndios cnrgascn contra dl, movimien to quc cjecutaron con \rigor y acierto, caustinclule null 60 niucrtos y ol~ligrindolc{L e~iprenderuna prcciipitadn y ~ergon7osafuga, Los ])a,triotas tuyicron quc iamcntar la p h l i d a d e tres hoiiibrcs y doble niimcra de hcridos, entre loc que sc clicoiitraba el intrepido Sdazar, cl oficial cjuc coil 10s C P pitanes Qninteros y dlarcon liabia contriboiclo inas c p



22fG HISTORIA DE CHILE. nada al acaso, y dispnso su regreso ti Naciiiiiciito. Sus ginetes, cuyos caballos hnbian servido de aliment0 ,i Ins trop?s, se‘vieron obligndos 6 caminw 5, pi6 ; y despucs clc varies dias de m a r c h , 10s valientea solclados inrtiidados par Bi~lnes llegaron a1 antigno campamento en el cstado inas lastimoso de dcsiiudez y de fatign. Sin embargo, est0 no impidi6 a1 j6ven capitan el einprendcr U I I nuevo movimiento despues de algunos dias de dcscanso, con objcto de reunirse A Lnntaiio, ocupado siempre en atraer k Bocardo A sii partido. Una vez reuoidos 10s dos pequeiios cuerpos de e j h i t o , se clispusicron A atacar a1 jefe de 10s realislas que acabamos de nombrar, quien no quiso aceptar el combnte y huy6 vista del enemigo; i w o el padre Gil Cnlvo, con quien Lantafio habia celcIirado un parlamento, consigui6 hncer que aquclla colonia, compucstn dc mas de 4,000 persoiias,entrase en la scnda patrihtica; y Bocardo 110 tard6 mucho cn rcndirse, con gran dcscoiitcnto de parte de Pic0 y de Senosisin. Tristes y abatidos se encontraban estos refugiados cii casa de Mariluan, ci doiide 10s dos jefes patriotas fucroii I

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RU pntrin, gnnatlo X I l i n por siis nmigos 5crcrlnn 1i;quclmc y l-’ctlro Sanclicz, a b ~ n d o n 6s u nculralitlatl v sc nfiliG nl narliclo rcalisla nor ntlio contrnVenancio, quicn en Ins Ilanc)s de Cliolcliol diG niucrtc :I su I i w i i i , i i i u cl rnlicntc Lcrnunao. Trncedor si’cmprc dc cste caciqur, y habiciido rcu. . ^ . .. . . nido h si1 causa gran nrimcro d e reduccioncs, fiic rcncitlo a1 cab0 por C I j6ren 13alncs. Durnntc In rugi, npcnas turo ticmpo para I)n,inrse tlcl CRh l l o Y rcfucinrsc cn uti bosnue. cunndo nl 1,ulito sc vib ccrcatlo Y aseu diatlo por siis pcrscguidorcs..\ la Grden clc rkxn(!iiw, contc.st6 quc prcfcria morir, contcstacion dada tnmbien :i su prirno licrmano el caciqiie Iiiquelme IIclillan dc Cliirilcoyan, pidi6ndolc por. tiror,lc matnsc i.1 niismo para que su snngre no fucsc dcrramnrln por una arma cncmign, C O S R quc i\Iclillan ejectit6 a1 instante. I

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C lPfTK1,O LSXSSI,

3'77

luego sufrici*on una iiueva acometida, clue fddoblemente funesta para ellos. Concluido el convcnio de Quilipalo, que hizo salir de tcrritorio enemigo 6 mas de 4,000 individuos, Bulnes se dccidi6 i ir con Salazar ri Pidenco, y de alli pasar k CuIlico, para atacar i 10s Espaiioles que en este punto sc hihian rafugiado. Dadas algiinas accionca dc poca importancia, se dirigi6 Iihcia Carin-116, y desde aqui pas6 k Purcn. Por espacio dc mas de un mes estuvo bloquea(lo en ccte malal, viiiendo con las mayores primciones; y c w n d o IC fuci dado silir de 61, se decicli0 ri trasladnrse 5, Coiicepcion 1)oi' Santn Juana, emprendiendo SII niarchn it r a y & de catninos quc In estacio 1 de invicrno linl~ia dejndo intransitables. Se pi*esentO ti F i ~ i r c ,dice Iknj. Yiclifia, como uti incndigo, cnflaquecitlo por el harnbrc v In inteinperie, el rostro envuclto cn la< gtiedejas dc una I n r p iiielcna, y cubicrto su ctlerpo p o r un ponclio raido. D L a ida dc Biilnes no impidici que Bnrnachcn, cotno com a t i d ;in t e d e 1n fro n t cr a , c n t rc t uvi csc con ti n u a rne n t e In luchn el: cl tzrritorio por mcdio cle partidas, yn sea en hirirno de fomentar In discordin entre las reducciones, G Licn para proteger y a1ei:ta.r ,i aquellas que eran alindas del Gobierno. Dichas partidas se hallabafi mandadas pur jcfcs de cnpacidad y de poderosn infliiencia entre 10s indios, muy bien enteraclos de su carkcter, usos y costumbres, y suficientementc conocedores del terreiio que rccorrian. Los inas notables de estos jefes eran Ibafiez. Carrcro, 10s Iiermanos Ruiz, Lincogul., hermano del cacique de Llaima y capitvi e11 el ejercito veterano desdr el afio 1520, y sobre toclo cl alfircz JIorcno y el capita\ 1,uis Salaznr q:iivcs, dnrante mncl dt. seis olio?, 4 1 1 trcgrin ((


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TTISTORI 1 DE CTTILE.

ni rcposo, vivieroii cii inedio dc nqaellns gnerras I&rbnras, tomnudo parte en todos lo.; coinbates y sorprcsns que tniito cuntribag-won t'i la niiscria y it la despoblacion de 10s famosos Arnucniios. Pc~rcl mny importante papel cine ey)ecinlmcritc deseinpell6 Salazar, ora ii las brdencs de Ibni!oz ti de Enwlio Rniz, ora c3mo ji.fc dc illla partitla de voluntarios, cstc guerrillero se 1)resentn ii iiiii'stros oios comu la ecpresioii cxactn, y la ; ( d a d e r a l,cr~lot~ificnc.ioti dc todos 10s conflictos acaecidos cn aqucl pais. Iteferir nlquna de sus expediciones. scrh dnr ~ i t i aidea dc In 111'1scspantosn epopeyn~epopeya Ilcna de c?ist)dioslos mas c+rnlios, en 10s que el elcmento indio o c u p cnsi siemprc cl primer lugar (1). Luis Salazar crCL1111 hombrc dcl pueblo, cle muy cscasa instruccion, pero fnvorecido en el mas alto $ratio cle las ciinlidLidesnccesarias p w n la clase de cni-upaiias que en In .lrnucmin se Iincinn, {i saber : mucho tacto, m u c h habilid~d,y una constitticion bastante rdbustn para soportar la; f:tigns y privncioiies de tan ;.tido g6iiero de gucrra. L o que sobre todo lirilldn en dl y IC dnhn LIII estr:mrt'ir181 ;c awiidiciite d ; r c stis coiyipafie-ros y solirc lo. J ndiClq. ern 1111vnlov screno d iinperturlinble, que le hacia c i w i p r ~duciio ~ de IT situation y le per-


279 mitia descRrgar sus golpes con torla seyuridnd. CompaC.iPiTUI,O LSSXXI.

rnhlc entonces ti tin leon irritado, se arrojnba 6 la p l e a , lanza G sable en mano, animnndo h todos con su ejcmplo J' colmando de admiracioii li 10s Indios, que le conocian solainente con el noinbre de Toyuiytrelo. Antes de la entrada de Bulncs en la iiraucnnia, yn Snlazar se habia distinpido por hechos de nrrrins victorio~os,y cuyo dxito era mas bien debido su habili(lad que n o ri la fucrzn. nilmdricn de suq voluntarios. El 1 6 de novietnbrc dc ?822, nusiliado por 10s Indios de Vcnancio, de 10s de la Irnpcrial y del intrdpido Paillaleu, [lib una tcrriblc bntnlla A 10s Indios de In cost?, batdla cn In cnal ante si1 pericin y denueclo perecieron casi to(10s PLIScncmigos. Poco ticmpo despues, acornpalinndo n l mayor Ibafiez ti su espcdicion dc Angol, contribuy6 iiias que iipclie a! ti*iiinfoen In accion de Vergnrn, cercn de Rifinico, donde Ins tropns dc Pic0 i r de J1arilx.m fueroil completnmcntc lintida?, dejaiid I tinos 150 muertos y heridos en ei campo dc hatnlla. Ibaliez se encontraIN Fi!] vivc.rcs cn aquella ocnsion, y dc [icucrdo con siis oficinlcs qocria retrocedcr k Snciiniento, cuando Salazar IC manifc 11; t!ue serin u n a accion muy cobardt: el dcjar k mcrcetl dcl encmigo 13s Indios de Venancio, tan gencrosaiwntC comprometiclos en favor de su causa. Esto IC hizo cnmbiar d; idcn y acompmici ti dicho cacique !i.ic.ta PII nialal, dcjnndo 5 Snlaznr ('11 cncn de Lempi de Aiigol con siis voluntnrios v unos <IO0c o n a ~(rue este cacique nlca1:zxria rcunir. Tnn ddbil grianiicion huimo decarrero, quien ;I I R cnueza cic 10s inctios del partido rcrtlisin sc encontraba por Ins cercnnias. En efecto, 110 tardi, mucho en presentarse acompaiiado de SO0 h m -


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IIISTORIA EE CIIILE,

bres, A quienes Salazar esper6 Ei pi6 firme y pus0 en derrota la primera acometida. Persiguihdolos con denuedo y cncarnizamiento, se encuentra COR nuevas tropas que Pic0 y Mariluan traian de refncrzo. Sin intimi(?arse, carga sobre 10s inesperados adversarios, hiere a1 famoso Colipi, qiiien desde aquel momcnto pas6 a1 servicio de la patria, y sembrando la confusion en las filas enemigas, les fuerza despejar el campo, precisainentc d la llegada de Ibafiez, quien advertido de lo que passba, acudia en su socorro. Aprovcchiindose entorices del phnico que semcjante hecho de armas acababa de introducir en las vecinas reducciones, se encaminan juntos hkcia la de Piimi, que encuentran casi desierta, pues todos sus habitantes habian huido h 10s bosques, asdo el mas seguro par2 las familias durante aquellas guerras de cruel esterminio. A pesar de haber sido puesta 5 precio por 10s realistas la cabeza de Salazar, ambos jefes tuvieron desde luego intencion de avanzar hasta la costa; pero Ibafiez, no queriendo arriesqar el todo por el todo, prefiri6 dar la vuelta h Angol, y desde este punto pas6 B Tubunleu, donde el coronel Vie1 se hallaba acampado. Condujo 10s 600 Indios, entre 10s que se contaban 10s de Colipi y 10s del intrepid0 T7enancio, prontos siempre a1 combate. Propuso R Freire, que acababa de Ilegar a1 campamento, una cspedicion acliva y vigorosa por aquel territorio, prometihdole el mas completo esterminio dc todos 10s facciosos. El entusiasmo de su lenguaje, la viva espresion de sus acciones y cl hnimo decidido de 10s conas que traia, impresionaron vivamcnte por tin momento el corazon del esforzado general, quien lleno de conviccion, se pus0 en marcha; pero asi que hubo llegado ri Curaco, incomodado por In codicia de todos aqiidloc: C R -


?S1 ciques que le acosabari h fuerza de peticiones, renuncib h su propbsito, prefiriendo mejor batir la costa para apoclerarse de Arauco, punto militar de la mayor importancia, per0 que las circunstancias le impidieron realizar. Antes de ponerse en camino, no dej6 mas que 50 hombres en el territorio, en lrigar de 10s 400 que habia prometido dejar bien armados. Semejante falta en el cumpliiniento de una palabra empefiada, como era natural, desagradb 6 10s caciques ; y Venancio, Jual J’ Cadin se IC presentaron en queja y con amenazas de pasnrse 5 10s realistas como no cumpliese su prumesa. fil lenguaje 1111 tanto violcnto de Cadin, quien tomb ia palabra ii nombre de 10s demas, y 10s consejcts de Salazar, decidieron a1 genera! Freirc ;i aumentar el nilmero con 200 hombres mas. Esta fuerzn cpedo bajo el mando general de Fuensalida, como oficial el mas antiguo, pero de tan escaw prestigio, que 110 servia para sujetar 5 su auloridad soldados poco disciplinados y muv mencsterosos. Los 230 hombres cpedaron, p e s , distribuidos en las reducciones amigas, para c p pudieran contar con alguna proteccion y tener en jaque 5 10s Indios enemigos durante el tienipo necesario para dar cima h las espediciones proyectadas y prbximas 5 ser emprendidas. Una de estas fu6 la del intrbpido Eusebio Ruiz, quien logrb avanzar hasta el rio Imperial con 210 cazadores y 10s Iiidios de Venancio. Pronto foe seguida 6sta de algunas compafiias mandadas por Bulnes, Urqttizo y Carrero, cuyos cncuentros, no obstante las desventajas de FUS posiciones, dieron bastante 11uen resul tado. Sin embargo, nada acontecib que pueda llamarse decisivo; y Rniz sc vib cn la necesidad de volver ri Nacimiento, despues de haljer pasado iin aiio en aquellas tierras, asediado por el CAPITI-LO LSSSS1.


32 IIISTORI.\ DE CIIILE. hambre y por todn clnse de privaciones. DejS siis tropns c i i h e n a amonin con 10s c:iciqucs, y poco tienipo dcspries enriaba A S.tlaznr con iiuevos refuerzos a1 lncio de T,o ii co mi I I a, c:nc i q ue d c 1 I in p er i al Dirigiasc Salnzar h diclin rcdaccion cuavdo, nl p a r por Piircii, 10s cnciqiics Ynn!+(Iiiiclicn, JIilin 1' otros vnrigs IC detuvieron, 11 de nciierdo con Lcmpi, Illillan y ?ailnliualn, etc., le inipidieroii s c y i r adelnnte, alcgando que, cn s ~aidamieiito. i inns necc4dad teninn ellos dc s'cl socorro que no el caciqrie del Iinperinl. Obligado ti quednrsc y ~ J O C Ofuerte para liacer I'rciite d !as t r o p de Pico, cn u i i lugnr situado entr~Piirciiy cl niitiguo convento hizo constriiir 1111 fucrtc. dcntro del caal por cspacio de nueve incscs residib el I)loc~uco dc 10s realistas, no teniendo con frecueiicin ir PII dicposicion ot ro alimento que manzanns. Gracins :\ P~:ildiunlct,quicn ICI llcv6 alginos cnballos, - - - 1- - 1,logr6 nl f i r 1 vola;. nl socorro de I i u n a a.._ w , q u e- itc;ituaiJct dc ser asoladn por el enemigo. Pado presentnrse allf precisainente en el inomento mismo en quc 10s inareadores atrnvcsahan el rio Ri~iimoen dos distintas columnas, de Ins cuales,Ia de In parte nltn iba encargadadc In conduccion tlc 10s mimnles robntlo~.AI vcrlos Snlnzar, cnrga con grnndc m o j o sobre diclin primera fucrza 1' la ~ i o n cen complcta dispersion ; r: 1:s liubicra nrre:?ntado todo el hotin, si e1 eco de 10s dispnros no hubiera servido de :Lviso k Pico, quien se prescnt6 en cl liigar 2el combak, obligando ti 10s ngresorcs h ntrinchcrnrcc cn un dcsfiladcro de fhcil defcnsn. Pronto Colipi, Pnilnhunla y 1%lxvi, encnrgaclos de ntncar A In otra columna, acudieron i t protcgerle y le cscitnron k p a r cl rio, cosa que Sal~tzar110 se atrcvi6 ti llcvar h cabo, ateiididn la cscasa fuerza de que podia disponcr. Estaban delibcimdo nun

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~. -3.


c ~PirVLoL S S S S I .

28::

ciiando Colipi, prestnuclo oidos 110 inns que su audacia, sc nictici agua adentro con 10s otros CaciqLies, yetido k d n r CI? tin%mboscadn nl otro l v l o dcl rio, clue les ocnsionci una. grnn phdidn. de gentc. Quccl6;c Salnzir con mLiy corto iiGmero de Foldndos, y tniiibien liubo de siifrir Ias funestas consecaencinq de tsn impradetite ntaque. Nnrchnndo sicrnpre cn mctlio de 10s conJliuctores de Ias beqtias, poco tnrdci c ~ iv c m ccrcado por el eiieniigo, y notando que no linbi:~siclo reconocido, cargcile con sus prDpios soldndos, consiguiciido, mcrccd li csta presencin dc Animo, descm'uarazzrse y poncr ;I sdvo si1 vidn en unos moinentos de tan gran peligro. Rennido ya h 10s suyos, no tuvo otro mcclio p u n snlvarlos que el de hacer 1111 alarde de nudacin, [ifin de intiinihr 5 sus ad\crsarios, y cnrgnndo sobrc cllos, persiindir!w d e qnc acnbnbn de recibir tropns de rcfaerzo. Con cstc iiuevo nrdid les him retirnrsc, y consiguici 101: cr ir Par(1ii sin verse molcstndo por iidie, niicn tras '?olipi s 2 dirigia h Pichilu-

Esta espediciori cost6 In. \'id%ti tin crccidg niimero de conas y sembrh In consternncion en cl corazoii de 10s Indios de Purcn. La cnlp;! de e d c dwastre f g 6 imputadn(i Salazar, y algu!ios hnlmeiies, altnmente irritados contra 61, se propnsaron nsdn inciios que {L conjurarse en s:i claiio, p?,ra cntrcgarle k 10s rcnliatns dc: Qucchercgua. El jcivcn Quimel, cuyo padre era uno de lo; rims activas con~piradoi*cs,estnba yn. en crmino coil objcto de darles aviso, cunndo sc viG detcnido poi' un Iridio quien habia c1cscul)ierto In niision quc He\-nba. El niisnio Iiidio previno {i Snlnzar clel pcligro que le amenaznbn, y &e, co . Itrico, irritrtdo, lmzando mil denuestos, sin ntender ir Ins pritdentes observaciones de Yaldebenito y de alguhos


284 HISTORIh DE CIIILE, hulmenes que trataban de apaciguarle, corriit 5 casa dc Quiinel y, sin pedirle esplicacioii alguna acerca de su pirfida trama, le atraves6 el corazon de una estocada. T'olvihdose luego h8cia la mujer del muerto, le tir6 un tnjo ,ila cabeza, cuyo resultado no fu6 otro que el de cercenarle una oreja. Semejante aconteciniiento intimid6 bastante h Salazar, y desde aqucl dim se encerrb en SLI fuerte, saliendo muy pocas veces. Algunos E O C O ~ ~ Oconsistentes S en aguardiente y en aiiil, debidos B su hermnno, le sirvieron para obtener ganndos y atraer Ilkcia si 5, varios caciques 1' Iiulmenes, hncihdoles participar de esas alegres rei1 niones en que la bebida liace el gasto, y ellos llnman Liampayo n Cierto din, mientras se entregnhan con esceso h las libacioiies en coinpailia de su amigo Ancnmilla, unos espias vinieron k a d w t i r l e que Jlnriiinn, con 800 Indios, y Carrero, con 300 Espafioles, venian atncnrle, y que Pic0 y Rlariluan,'al frente de 900 hombres, de 10s que 100 venian armados de fusiles,',no tardarian much0 en reunirseles por opueeto camiiio. Salazar, sin el menor miedo ni sobresalto, tom b en el acto las medidns necesarias para la defensa. ,\Iandb abrir zanjas para 1s mayor scguridad di: sus ~ O C O Stir'rdores, duplicb ]as estacadas y esperb hwquilarnen te a1 cnemigo, quieii no E C hi7,O esperar largo tiempo. Dos veces durante el dia illlc;!t,iron asaltar 10s pmq~ctos,1' Ias dos fueron rechados sin logrnr su intento. Impacientodo de ayuella inespern(1a. resistencia, decidibse Carrero entrar ti sac0 la rednccion dc Luiiiaco, donde colipi se encontraba, apop d o por 1 4 liradores h ]as brdcnes clc un tal Ruiz. Escribiblc Salazsr encarg6ndole sc coiiscrvase ri la defeiisiva mieiitras no llegarn Venancio ri favorecerle al

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C.IP~TULO IXSSSI.

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inaiido dc 800 hoinbrcs ; pero ciitusiasinndo Ruiz por la nudacia inconsiderada de Colipi, acoincte dcnodadamente ,i 10s soldndos de Carrero y vieiie 5, caer en una emboscada de infantes, venidos ii la grupa de 10s ginetes. Atacados por todas partes, acosados por un niimero cle Indios mucho iiiayor del que 61 manclaba, 10s soldados de Ruiz se defendieron it In desesperada, retrocediendo en des6rden y dejando a1 huir prccipitaclamente bastailtcs niucrtos cn cl campo, y ciiIre ellos h Francisco RliIlan, hcrniano de Colipi. Envaleiltonados con esta fr‘tcil victoria, coinprada sin embargo con In sangre dcl famoSI) lAcvilcnn,cacique dc Pilguen, 10s realisbas volvieron de nucvo a1 fuertc de Puren, que sitiaron, aunqcie infructuosanicntc, 110 lograildo pcnetrnr cn dl h pesar de 10s muc1m csfucrzos por ellos cmpleacios a1 efecto. Esperanclo tin rcfuerzo que habian pedido, y viendo clue la resistcncia, opuesta por 10s sitiados era superior a1 vigor de siis atacpes, se dirigieron h h m a c o , que jncendiaron y destruyeron ; 6 indudablemente hubicran vue1to aiin A caer sobre Puren, si la llegadn de Venancio no se lo IIUbiera impedido. Co:i 10s caliallos que conducia cste cacicrue. se decidib Salazar 5 irse & Coiicer~cion.encornen -

llncia csta inisma cpocn, In p r o w m a de Concepcion se Iiallaba falta de tropas, por haberlas Freirc retirado en tinilno de pasar Si coinbatir la dictadurn de O’Higgins, y como es consiguiente se veia amenaznda por todos ladcs. A1 pi& de las Cordilleras, por las Iiandns dc Pincheirn, en la Laja, por las de Pic0 y Senosiain, y hicia la costa por Iqerrebu, quien tenia intencion de ir it atncar h Picarte en Colcura. Barnachea orden6 ,i Salazar


286 1IISTORI.i D1: ClIILC. protegiese este comand,inte con 10shombres que hnbin dejado 6 Coronado. Reiiiiih, pies, 4.20 Indios & tali ddbil destacsmcnto, y pas6 ti cuniplir el cncargo recihido atrnvesando la cordillera clc la costa por la reduccion dc Paycavi, dondc creia encontrnr :t Picarte. Xo habi6ndosc cumplido lo que espernbn, retroccditi dirigidndosc ci Curileu por Lleulleu, h fin de iinirsc a1 caciquc Callupan. Si1 vecindad con Pic0 y Rlhrilnnn IC oblig0 {i socteiicr algunos insignificantes eiicuentros, tirovocados unos y rcsistidos otros ; per0 sa1)iendo que el citndo cacifpi’: F C cncnlninnba, hhcia la costa en nlusilio de Fcrrelm, quieii ilia ser atacad,) por el llnyor Brayo, uii tiempo A ]as 6rdcnw de Carrero y entoiiccs pawdo ya 5. las de in patria, abandonh d C:urileu J’ sc trnslaclh cerca de este iefe, h Ins orillas del rio l,cvii, tcniendo con 81 u n choque po 1’ In noclic, tl causa de haberse tornado equivocadamentc7 . por eiieinigos uno y otro. IIubo p6rdidns InmeiitaDlcs por ambos lndos, que entibia;.on la Immn nmistnd entre estns dos partidas, cosa qoc desconccrtb el plan de ir h sorprender a1 cura Ferrcbn, ncampad:, {i la snzoii en JIoluiIla. Asi es que Salazar y Carrero sc separnron, i10 habiendo podido concertarse; v el priinero dc cllos recres6 ., h Nacimiento, de d cmcle pronto volyitj A sdir para rcstablecer In pnz turb:tda entrc 10s caciques. Eiitrc 13s redr1ccioi:cs que el impetuoso \ cnaiicio n o cesaba de perecsuir, conthl)asc la de Buchacura, que habi:i reconocido !a n:itoridnd cliilciia. Barnnclica cstalxt mu: descontcqito dc 10s n t q u e s contra estc cacique y reconviiio nl : L ~ ~ ’?oco ~ ~ satisfecho ~ r . Yennncio de las i)roiiie-. <;as del de Kuclimirn, rcspondici k h r n e c h e a : Recibn V. S. ri csos Trcnndos clue 10s estoy cspmtanclo de estas 1montafiac, d6nicnelos con I~ueiios coiisejos, 5; cuando .

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ellos no 10s recibar, se 10s nscgirnrk Iinsta cjuc 10s pongamos de freno y d~ cargn; la pntrin ticnc buenns c s p c Ins con bucnos rodnjoncs I) Aunqiic cl mencionado cacirjoc clc l3iichncura hubiese promctido perrnnnecc~CI: pnz, snbin.;e cjuc continuafia pertarbando {L 10s Indios nl Sad dcl I*:O ~ n i p ~ r i a>l ;T‘cnaiicio tmia razon cn no finiw dn, dl y cii ir ii ntncndc, desgraciadanicn tc 1 1 8 . j ~ el ~ o l nponto de vista del sncpeo. Para cortnr la causn cli- tniitns y tnn coi~tinuntlasdisensioiies, prcpnr0 Barnnchcn. cstn expcdicion, coil mayor motivo aim, pncsto que Vennncio, de acuerdo coil Jldipan, disponin uii mnlon contra 61. La marchn dr: Snlnzir qc vcrilicti c l I O de ciicicmbrc de 1823, acornpafindo del S rscnto ?,In; or de c j ’rcito Trrnalicio, dcl capitan LincoLur, dcl ;\I i;:rcz ?Tontcro? y de varios caciques diados. Aunclu<?durnntc ci cnmino esperiincntci algunas dcsercioncs, CII camliio rccilii6 nueyos aliados:,quicnes le promcticron cnyinrlc SLIScoilas nl campninento de Maquehun, punto a1 c u d I~egi,el din 18. Con estos recicntcs nusiliirec, Salaznr podiz contar tinos I ,COO hombrcs c:iti c i*lf:uites y cabnllos, p;.occdentes todos ellos dc I*,srcducciollcs de Llnynxi, Chiricoan, Iiiipcrid, Cholchol, Lolcuinapu, Allipen, I’itnsqncn, Tollen, Yillaricn y de la iiivei\cibic Ilnqucliun. Salaznr rcuiii6 todos esfw caciques en ti11 prlamenLI J les 111~iiifcsti,que 110 venin a!ncnrlos, sino r,ntc.s liicu p v n oblignrlcs li d k s t i r dc a r p l l a s guerrns parci,ilcs c p ( ’ llnvabnn consico In ruinn dc PLI pm’s y clc siis f:iinilinq. GI f a m o w grlci*rcroJlclipnn, aprobando acpcllas it’:>as,nfindia, 1-0 ohtante. que toda w z que las rc\Iuccior’?s clc Bact1vut.n. ?!nliquco, L!?muco, Tubtub y I,ulu1iii~huida ernii a i u ‘ g ~ cy partidarias de Pinchcir~,


2%

IIISTORIA DE CHILE.

el gran perturbador de Toriano 1’ de 10s Pebueticlies, era de todo punto iiccesario tnlar siis reducci:)nes para poncrlas cn situacion de no podcr perjuciicnrles inas. Salnzar no fu6 de In misipa opinion, querin atraerlas ti todns por medio de In persu;isioii y de In conveniencia. AI efecto, fueron k acampar entre Tubtub y Lululmaliuida, donde por mcdiacioii de Fermin Amigur, hermano dcl captan Lincogur, convoc6 A todos 10s caciques quc el 25 habian acudido A su llamamiento. En e t a segunda convocntoria, lo mismo clue en la anterior, Salazar les hizo comprender que no venia h talar siis campos y ti roinrles sus mujeres J sus hijos, sin0 por cl contrario, en kninio de ponerlos h j o SU proteccion y preservarlos contra lo? engafios de que eran victiinas a prestar oidos ci 11)s conycjos de 10s Espaiioles. Veiiancio tnmbien toin0 la pnlabra, y con gran calor les di6 en c a m su ceguedad y su paca conGanza en el gobicrno cliilcno. KO estkis persnndidos, les diio, que 10s que os e s t h mirando, oyendo y hablando vienen con cnrn enmascarada ? doiilndo su corazon para engaiiaros. Las jialabras que voy comuiiicaros son Ins misnins clue Ics di6 mi prim0 Lincogur ahorn nucvemeses, pucs Ins tcncis prescntes ; es(e os dijo :I n o i n l ~ idcl ~ Suprcino Jcfc dc que salihseis de In. cegucdnd L{ que csttibais rcclucidos, crcyendo falscdades y proiiiesas q u c se vuelve:i huino. liI I C ~ L ~palaims ~ S 110 dimanan de nuestro solo parecer, siiio dcl pi*inc:ipaI jcic tic la nacion, que os liabla Ilam&iidoos 3 la trni;cluilitl::il 6 paz ; pxra ello os dice saldr6is dc Ins lubregueras de 10s montes 1~ que os liabcis rcducido i~ v i i i r como IPS leones y la:; zorrns, atciiiperkndoos a1 climn de las fieras; 110, inis hcrmanos caciques. Salga1x0shuyendo del estado de la ernbrutecidad y passernos B


L.wiTui,o

289

LSXXSI.

co~nii~iicar~ios *unos B otros, gocernos de las campiiias, fertilidad de las aguas abundante,c que nos diG el autor de la nnturalcza, edifiquemos casas grandes 2 dondc podamos criar iiuestros hijos y educarlos, labremos la tierra para plnntear y desparramar seiiiillas que b u fecuiididad nos darh suficientes productos, fomentarg iiuestros hijos ; uniimonos A nuestro benign0 gobierno y paseiiios & gozar de la casa grande que est& fabricando; en elln descanssiido disfi*uttlrdrnos de 10s nianjares que nos tienen preparados para nuestro regalo y refrescarnos con sus bebidas; para csto os llama nuestro gran Toquiquelo. A semejan te arenga, 10s caciques respondieron que solamente Buchacura tcnin Is culpa de que aun no hubiesen entrado en la Confcderacion, estando q u e ! bien convencido de quc con el triunfo de Pic0 y de Toriano llegaria A ser jcfc de Llayma y Afaclueliua ; y para probarle la sincelidad de la promesa, pusieron B su disposicion ciiicuenta conas perfectamente armados. De este campamento, Sahzar pas6 S Quepe, donde 10s caciques de las cercanias vinieron tarnbien S disculparse con Buchacura, alegando que su alejamiento de la patrfa no nacia sino del temor su b8rbara crueldad y B su influencia sobre Toriano, jefe principal de 10s Pe11ue n ch es. Dcl inisrno modo 10s enviados de Rfaliqueu, quien por estar enfermo no hnbia podido acudir al Parlamento, le pidieron algunos soldados para su defensa propia, cosa que reclamaron tidein& Auii-Sahuel y Ga. mi-Nahuel, Llaniuco y Topa-Labquen, uno de 10s 1 l n 6 encarnizados enemigos de Venancio, coli quien se rccoll))

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10s circunstantes se conmorieron en IO iiitimo d e su corue!). D e s p e s de protiletcrlcs 10s sold:dos que le ped i m , Snlxmr levnn!6 el campo, y r e p s 6 B Rwimiento, pasando por las Salinas para awnentar algo illas el numer0 de 10s aliados A l , patria. ~


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acoutecimientos.-Graii niirnero de Indios, alarrnsdos, v s n B someters e e - Barnaclien trxtn de ganar h Mariluan y obtiene un parlamento en TopihuP.-Sublevncion del escuadron de cazndores, quieiies 88 pasan R la montoiiei,a de Piiic1ieira.- Iusubordii~acionde Ias tropas dc Yumbel, npncigri;tdu a1 iiistnnte.- S ~ n o s i a i n jefr , de lo$ rc:distns, contiiibn sublevando % 10s Iudios, -Duspries de v:wios eiicuuntros, regrpsa R Nacimiento, dejxndo A IIontrro cncargado de proseguir la campska. Uesconfiaii~loijai*ii:icheade Jhri!ilnn, aliado *iempre coli Seiio~ioiii, le mnndn un mijns:ljc par I oblignrle h c i i ~p ir rl trat:tdo de Txpiliue. - Este cnciqiie inilucc B St*n~~srniii i t pei->oiiarse cion el inleiid nte de Conctpcion I1 tbii.iidii.ic ns.5 ttlo h t ~ l l o , (-1 c ipitan I.ersiindi \'a en F.U Iucnr y promcti? In slimision d~ :otl~ts10s rt.nlislna.-;\ pesnr de tales promesin, S ~ n o s i a i npermniii~ce+iempre hoslil nI Gobierno. Ira h reuiiirse h Pinclivirn y, dcspues de algrinas escnramuziis, coiiclu! c par entrar en negciciacioncs con Luna, quicu ;icab:iba de reemplaziu* B Bar-

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rioo Gabpar, sucesor de Picarte, tratnba de ga1in.r a1 cura Ferrebu, quien desdc la suuriaion de Bocardo, era el jefe de 10s realistas de la costa. Liaados por estrccha amistad desde In. inl'ancia, coin0 coodiscipulos y compatriotas, no t'irdaron niucho ea entabiar una seguida correspotidzncia, induci6iidole sieinpre Gaspnr 5, desistir de sus iinpias t! iiiliuinai as guerras para bien d t i l pais, y prometiendo 61 Iiacerlo y ascgririiidole, ademb, hallarse aiiirriado de las inrjores iiitcncioiies para tracr las Iridios B. conccrtar unas paces s6lidtls y bienhechoras, a Los tres expresos de V, , le escribia Ferrebu, son tes-


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IIISTOKI.\

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tigos de lo que trabajo, sin reparar ni en dinero i i i en cosa quc lo valga; asi es quc lo que no alcanzo, & lo incnos lo tempero. D E

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buena armonia pai-ccia reiiinr entre estos dos antiguos amigos ; y, sin embargo, Gnspar manifestaba teiier poca cnnfhnza en de Fcrrcbu. H a s h llec6 - _._ - las _ _ - nalnbras r " cierto dia 5 mostrarle hondos recelos, 6 mas hien, terribles sospechas, con motivo de una cila quc su amigo IC pedi:i. u i C 6 m p e d e V. abrigar semejante prclension ? IC re:3pondia 6ste desde Panguelen el 3 de agosto de 152: .

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porque est0 es haber concebido que, & pretest0 de amistad, le tantease la cuchillada; esto seria una alevosia, una mancha que quedaria indeleble. I) Pero sea lo que quiera, con sentimiento tal de desconfinnza, dificil ern yuc un arreglo amigable pudiera efcctuarse, si sobre todo se piensa en 10s escezos h que este cura se hnbia otras vcces en tregado. En verdad que Fei*rcbii ai1111.0 habin dado al olvido la trhgica muerte de su hermaiio ; y cl espiritu de vengama, mas que su nfecto hhcia el Rcy, sobrepujnba cii 61 h todo otro sentimiento y le arrnstraba h rchusar cl perdon, el olvido, y hasta la dignidad doctoral de la catedral de Concepcioii clue le ofrecian. Unicarnente la gaerra podin, pues, decidir de la suerte de esta moiltonera, y la guerra SF: continub. Gaspar, por su parte, cinpeii.tdo en brindarlc una batalla decisiva, y Ferrcbu, por la s i i y ~ ,cmpciiado en cvitnrla. Content&basc con iiiquie-


293 tar 6 su aclversario, fatigindole con marchas y contraite 5 SLI is 5 sus - -,- , - - - - - - - - - - - - - . - . u ~ - --_ -_---_.u w v , -'ucapel y Alvarado, donde sus soldados se refugiabau a1 mornento en las vastas selvas, cuyas salidas les eran bien conocidas. Como eemejant e thctica, desconcertanl do todo proyecto, hacia imposihle In, terminncion de la luchn, se --..-, c - 1 c.. --1i ~ J S it1 U 1111 e11 p u ~ ~ ee11 l - J:.---W ~ Urariusiealrau de la traicion, y la ocasion no tardo mwlI1 En el rnes de agosto dc 1 h-. k , uno ue 10sjeies ue r er-...I 0 1 &f l . . - - - 1,I WU, I ,L C I I J ~ I I uLu ~I 1 L i l l t l L , lln1nado Puntero, desert6 sus filas y se p s 6 10s patriotas en compafiia de varios soldados. D6bil de carkcter y poco C S C ~ U ~ I I I O E O , fkcilmente se deji, seducir por Gaspar, quien le propus0 fiicsc & sorprender ,i Ferreba drrrante s~ sueiio en C.WI'TULO

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mir. Tan delicads mision no debin costarle grnn trabajo nor el conocimiento que tenia de aqiiellas l-wxdidadcs ; y parti6 seguido de varios soldados, 3mo @I. Gracias ,ila osciiridrrd de f a nochc, a\ in tcnto elegida, puclieron Ilegar a1 raiicho sin ycr ticscubiertos, y cnyendii sobre su victimn, se npresiirnyon [i ntnrle y Ilcv~rsclcconsigo. Uno de siis crindos, llamado Cnndelario Cruz, 11;z bi c 11do I o g r ad o cscnp ar se , hizo tocar In trompeta con 01ijcto de reunir 6 los Indios; narn "..zbu ,i qiie mandase uti cinil,Gl , fVi,n,,i ,i v,,a 1 1 3 7 nhlirrir vu.. h 17pprL tb,L.u

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menor obctiiciilo fii6 conducido al fortin de Colcura, crrartel general de 10s patriotas. Tlilarion GaFpnr recibi6 con liencvolencin ti. PU antigrio nmigo, si Iiien ohligaclo i'~ segiiir 13s instrcicciones que le hnbian sitfn com!lnic:irlns.


294 HlSTORTA Dl3 CHILE. no pudo menos de anunciarle 1% fatal sentencia, cuyo golpe iha d descargar sobre su cabsza. Dos dias despues de su captura, esto es, el 2 de setiernbre de I S 2 4 , sentad0 sobre un banco, pagaba con la vida ICS errores de su descomedida politica. No obstante las hrdenes arrancadas A Ferrebu por SUF aprehensores, Candelario Cruz se apresur6 A reunir ciwtn nlimern de Esnai7nles cnn Animo d e ir R rrsca.tarlC: k Colcura. Estaban ya en camino cuando supieron SII muerte; entonces Cruz, continuando A la cabeza de aquella gente, sucedi6 a su difunto amo en la guerra vanI

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---.fueron completanieiitc derrotados cn Caycupil ; y 25 hombres que lograron salvarse pasaron S engrosar la1 bat:& mandada por Pincheira. Desde esto momentc quedb purgada la costa de tan feroz vandalismo, y I; L patria pudo dominar y cnarbolar s3 balidera en esta1 -1--L:l:l-.-rlA -t parte, -rellauliilailuu it ~ I ~ L L I C O L t ,: i l l ~o i i i t s ~ i ie ~ i i v ~ i c e ue s luchas tan sangrientns. J,a traicion rcalizndn contra Ferrcbu pronto se vi6 wguida pcr otra de muclia mayor importancia todavia,

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habia hecho de Rureo y Mu mento. Aqui pasaba una vid: e peiigros, especialrnente desde que nlarlr tlarl U ~ U s~mL w s de sumision ; y & pesar de todo, su concicncia de hombre cristiano y su cstraordinirio afecto a! Rcy, le impedia n todo sentimiento de perjwrio, d6ndolc fuwzas para soIportar el martirio. Sostenia siempi*esucausa con la ma I.

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asi encontraria la mas hmplis recompcnsa en otro inundo mejor. E! 1 4 de octubre de 1525, rontcstnndo ?1 una. carta de Bartinchen, le decia : k~ncucr~tro cn ella mas consecucncias contrarias a1 Sir qnc mc l l w n hash el hltimo fin, al cnracter qne !ne dccora y, liltimamcnte, opucdns & Ins virtudes cardinales y n~ornles,mueven i5 mi dclicndczn. y pundonor contestqr X e!las. De n i n y i motto podria. yo dewrid trme cle iinos rnzonal~lespriiicipios. 10s crinles mc fncilitnn sin dificiillarl alquna el conocimicstito de mi rciiqio:,. PI ticreclio y Ias saqradnq obligaciones de mi estadn, cnyns ventaj i s !lacen conwrvnr C I I mi cora7on c r : ] ~ e r c ~ n i d a-C:Irisimo d. nmigo, ser u n lion I bre i I I fel iz por ;t I g ii 11a i n c ~i ’t ihl e fat n 1 i d s 1 d, t vi9 t e cosil es; pcro al fin no puedc atrib1iir.c 5 ~i misrno In culpa tlc N rl( sgracia, y I C rc-h el conwelo dc clucjnrse contra qnien fuC: IC\ c ; i ~ i dc s ~ ella; pero scr sui)remrlr~ci:tet l e 4 i I(

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296 HISTORTA DE CHILE. sentado en una caritativa rendicion que se les intim6, lograron PU conversion. tantos favores v tantas ventaias como ctejarles en sus propios empleos.* Esta es la verdadera ciiridad ; vhgase V. y serB premiado por Dios y . I

proteccion, y si algunos quisieren seguirle, todos serdn agraciados v benimamente recihidos : Der0 10s obst,inau" dos contra las mkximas del Evangelio, llegarrin burlados B la Wima jornada de la vida, cubiertos de confusion, '

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Todas estas cartas y las proclamas escritas k menudo en el mismo sentido religioso, seguraniente no provenian de un cerebro enfermo, sino mas; bien de un hombre fanatizado en su conciencia y victi ma de una estmxia y fascinadora ilusion. En efecto, el \" "" tubre) escribia en igual sentido ri Carrero, 6, Bocardo, k Salvo y 5 otros trinsfugas, para inducirles 6, dejar la nueva bandera y volver k su lado, ofrecihdoles el porvenir mas dichoso si asi lo hacian. No podia 61, sin embargo, contar mas que con unos 400 cristianos, una mitad de ellos militares, y con Jlariluan quc x i n podia reunir hasta 1,200 Ianzas ; y fiado en esta ddbil colurnna, creia poder inarchar contra las provincias vecinas A la de Santiago, contando con la cortedad 6 escasez del numero de tropas quc habian quedado en Chile, Aesnnes del embarco de Ias envixdar: a1 Prrli .i fin de concurrir k la conquista de PU independencia. Penetrado, 6 mejor dicho, embriagado Pic0 por tan loca idea, tom6 la resolucion de marchar ,i reunirse con Pinc?ieirn, y pronto descendinn juntos de su abrupt0 campamento u cometiendo crueles depredncione.;, dice Benj. Vicufia, por el valle de Longavi, n cn 10s momenuILu

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CAP~TULOI,SSSXII.

tos mismos en clue un grueso clestacamenio de cnza.tlorea, acantonado en Talca, toiiiaba las armas ri la voz del cabo Osorio (quien pa@ ett breve con la vicla su temerario intento), y aprisionando dentro del inisino cuartel ,i su jefe Quintann, pedian k gritos se le5 diesc por comandante al bizarro I),uIt~cs, atnenazando con passarsc L 10s gencia. Est? motin, contcniclo par la liabilidad del ministro, oblig0 ii Pic0 ,i refugiarse et1 las altas cordilleras, y descle alli, el 15 de junio de 1 S 2 4 , volvi6 a1 lndo de Mariluan para continunr ws correrias en la Laja, ayudado por 300 lndios. Ilasln tnvo In audacia dc i r ,istacar varias yews A Uaciniiento, y cn iinn de cllas ccnsigui6 derrotar enteranientc a1 capitLLnCoronado, no Iubikndole sido posibi e, sin cmbnrgo, penetiw cn el, largo tiempo

quc s!ts compnilcim de armas, despreciaba In fiitiga, 10s cornbates y la muertc, con In mas indomxblc nudncia. Por medio del prestigio de Salazar, Barnachea habia tratado siempre de dieminuir In g r a d e influencia del co-

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todo trance. El capilnn Salazar, comandante cntonces de Nacimiento, estudinbn 10s medios de Ilevar cabo 1inn sorpresa, cunndo cicr'to dia 10s hernianos Pedro y Mariano Verdugo, soldados descrtores del campamento de Pic0 poco tiempo hacia, se presentaron h indicarle el medio dc que podia wlersc para conscgilir in captura de aqriel jefe enemigo. Fnscin:icfo por. !!n dato semejan-



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pared de u n rmcho, y por el cual pas6 tras 61 Coronado, alcanzrindole C I I cn corral, ,idondc fainhien acudie-

." condujeran vivo ri la prescncia de 13arnachea, lo cua! I fu6 prt;metido h condicion de que no chistasc; pero 11

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res de armas.

Salnzar hubiern preferido recibir vivo ri Pi20 ; pero contcnto, sin embargo, de poseer su cabeza, se apresur6 h Ilev4rst~ln Barnachen, quien so ericontraba entonces en su cuartel gcncral de I'mbel. Era un doming0 ; di-


300

1I I s l.01: I .I L, I.: CII 1T.E.

clio coina~~lnii te se Iiallaba en aquel instnii tc en in iglesin y, h p a r de esto, Salazar IC hizo salir, convencido del contento qnc ibn ;i esperiincntnr a1 tcncr seguridrtd de la muerte de u n advcrsario tan podt:roso por S t i prestigio, por cu denucdo 1' por 10s grandee recursos de su genio activo y emprendedor. Para dar satisfaecion A 10s rencores de aquellos Iiabitantes, la mayor parte de ellos arruinados por las deprcdaciones dc 10s pnrtidarios de la victima, durante algriiins sernsnas fu6 su caheza espuestn en la plaza pdilica, aquelltt cabeza digna segurnmente de mas respeto. Pico, en efccto, cra 1111 hombre desgrnciado inas hien que un culpable. De un alma rcligiosa en sumo grad0 y lealmente consagrnda ti su rey, su conciencia le imponia dcbercs que Ilenaba ziegamen k,porque In pasion, loca siempre, habia concluido por ejercer ..-L-- X I .... :-...,..:,. I,,,:" r-4-1 .,..A

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per0 afeado algun taiito por tener el labio sripcrio bastante rcmangado 1' dexubrirse EUS dientes alg( grandcs y de color ninarillcnto ( I ). T

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bian llevado cl phnico a1 corazon de 10s Indios realistas, e n e r v a h s por lo deinas en rina lucha tan larga y tan


:N1 ruinosa. No pudiendo confiar ya mas en 10s jefes cristianos que, con grande esckndalo de su fidelidad, se vendian asi Ius unos A 10s otros por una y otra parte, y vikndoee adcmas en la imposibilidad, iio s d o de atacar, sino, lo clue aun es inas grave, de poder defenderse, decidicron rendir las armas, y todas las reducciones se dieron gran prisa h mandar mensajeros que en s~ nombre concertascn la paz. El mismo Rlariluan, cateqiiizado hacia muchos rrieses por cl lenguaraz general Rafael Burgos, mantenia correspondencia secreta con el iiitendente Rivera y con Barnachea ; a u n antes de la niuerte de Pic0 habia rccibido una cmbajada para entrar cii negociaciolies, lo cual le indujo L: pedirlc cuatro de 10s principales caciques, 6 fin de que sc entendicraii con 6i y dejaran cstipulados 10s preliminares clc costumhre. hlariluan aceptG las proposiciones de Barnachca 1’ IC envi6 10s caciques Pedro Antinao de Collin, Jose Leviluan de I’ilguen, Buchalican de Collico y Xaripil de Quccheregua. Barnachea 10s recibi6 con todos 10s honores debidos ,i su rango ; y, a1 toque clc tamborcs y salvas de artilleria, pasando por delnntc, de las tropas formadas eu linea de batalla, se presentaron a1 comnndante genernl clc In frontera, que lo!: e s y r a b a en s~ alojamiento. Dcspues dcl abrazo en tales circclnstancias usndo entre 10s Araucanos, le anunciaron que veninn de parte dc Mariluiin autorizados por kstc y dcmA5 Gobcrnadorcs para oirle 7 entrar en tratados, supiiesto que estaba facultado por sii Gobierno. Bariinclica. les contesl6 que tenia la au!orizacion iiccesarin ; y el siquicnte <lit!, rn una reuIiion oficinl, se csforzb en hacerlcs coiiiprendcr todas las veiitiijas tlue alcanzaria scparrindosc dc 10s Espuiolcs, quieiies abusaiido dc su cr*edulidad, 10s arrastraban A luc.wimLo

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302

chas cuya de famlias. Los embajndores, dando calrirosas muestras de aprobacion al razonarnieo to de Barnachea, manifestaron hsllarse decididos {I poner tkrinino A la sangrienta lucha, y que este acto de tan inmenso iiiter6s debia ser tratado en UII parlamento reunido a1 efecto en Tnpihue. Como prueba de sus buenas intenciones, dejaron en rehenes & varios de sus hulmenes, entre quienes se encontraba un hijo deJlariluan, y E%arnacheadispuso que B sc1 regreso les acompnfiaran cuat ro de sus capitanes. __ .J ------.. :-AI punto se comunicnron las uruelies I I ~ C ~ W lit3 I p t 1 it la preparncion dcl sitio consiguicnte, y el 30 de dicieinbre de 1824, 10s cenliiie!:is de avanzada anunciaron el arribo del gran antngoirista, acotnp;iii:ido de 60 caciques gobernadores y 230 mocetoiics, pidiendo permiso de entrar en el campnmetito con toda su comitiva. Barnachea se adelanr6 como unas 20 cuadras en el cpntri) de sus tropns, desplegadas en linea, y despues de haber tremolado vnn batidera blanca, con uiio de FUS oficiciles se la nisnd6 h Jlarilunn, yuien en catnbio le remiti6 la que 61 trah. Eiitonces &e, acompiii ido de sus priticipales cacique$, se aproxim6 6 la cliviioi:, y juntos, seguii codumbrc, dieron cuatro carrtms en CIIYXIO, g . itatido: i Vim I u pns, cico Icr pnt~.io,uiccl In U ~ J J L! mientras que 10s caciques que habian q u e d d o cn rehenes y 19 de sus mocetones, sable en niano, corrian dclante de Ins filas, B S C ~ I ~ I ~ Ii IYa ~ O! i ya ! i YL ! como eii sella1 de alegria. A la conclusioo de esta cerernonia, animada pcr 10s Rchivote09 6 gritos de 10s Iuclios, el estruendo de 10s lambores y troinpetas y el estrdpito de la artilleria, 10s noble:3 1

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303 1 2 oficialcs, salieroii de sus filas para rlarss 10s saludos y al~razoseiigidos por In costumhre. Ant( Rlnrilunn, Ilcno de la mayor efusizln, dijc C A F i T U L O L X S S S I I.

conoccrnos, pues hxce tres aiios y:ie solo iios tratamos por cartas ! AI segundo dia, est0 es, el 1." del ai10 4825, todos 10s caciques se reunieron en unn cnbafia preparadii a1 intento para celcbrar las coni'erencias, que tuvieron lugar tres dias eegiiidos, y en las cualcs Jlariluaii, como repwsentante de todas las rcducciones confederadas, tornaba asiento al lado de Barnachea. Este fud quicii, usando dc 1% palabra aitte; clue i i i n y n o , les Iiizo cornprcndcr la vcntaja de aqucllx paces, mucho mas proiechosas para ellos (pic p u n 17 !Acpiiblica de Cliile, libre )'a de In tiranin eslmiilola, pnesto cpe toduvh craii el joguete de sus maldndw y dc su codicia. Les hilblo tambien del valor herbico de sm nbuelos, cithidoles las campailas en clue iinbinn ilustrado e l nolnhrc araucano, no pidicndo comprender chi70 Bcnavidcs, Pic0 J' lnnt os otros, al rcfLtgiaix en S I tcrritorio, no Iiubicrnti sido ol)jcto de sus odics, por 10s desastres que habiaii ocasionado y de 10s cuales nndic sino cllos ersii causa. Atendidos todos estos motivos, 1es esiiort6 ti imirse estreclinmcntc con In patria, seguros dc cncontrar en aquella natural ? legitiuia uuion 1111 hieiie4ar >upcrior y la5 \entnjas de u n i civilizncioii qw ICs haria apreciar inejuc. toclavia el inhito de nqucliu liberind, de que tan celcsos se iiiniiii'e~tabn~~. JIarilunn resi:oiidi;l por iiicdio dc zeiialcs de nprobacioli It todo criatilo Barnachea les clecia ; y lii>go, dirigiGndose ti siis cnciques, i10 le cost6 grnn trnbajo el convcuccrlos de la iiecesirlad de a p e 1 ))


trdado, cuyos nrLicuIos, ~niniiciosarnentedisciitidos. ariedamn por fin sancionado: tratado, entrc otras cosas ut; la 1 1 ~ 1 serin el Eiobio, Ir cscepcioll uc ILL> IUCUUNC> tern meridional, antigunmente habitadas por 10s Chilenos; que todos 10s Indios serian trntados- coin0 - ciodada-nos de la Repiiblica dc C M e , gozando de las pyerogativas, gracias y privilegic)s que les correspondian, con el dcrcclio de ir ,iinstruirac; 1 0 ” c;abut;laa AU nC1l ..nrn”;An IClGllUu Estado A espeiisns del Gobierno; que todos 10s oficiales y soldados enemigos y 10s prisioneros que tuviesen 10s Iudios scrian libertados antes de 15 dias, 110 pudiendo pcmniiccer e11 In ..iraucn1iin ninguiio que fuesc cristiano; que cn criso dc giic~rncon el estranjcro, se prestarian mutuo apoyo, y que 10s laclraiics serian juzgados con arreglo h !as leycs y costunibres eslablecidas en csda una de las distintas locnlidntles doiide el robo hubicra sido cometido. Para consagrar este trntado se hizo intervenir la religion, y se vi6 ,i UI) salvaje, a1 formidable Illariluan, hincarse de rodillas, teniendo cntre ambas nianos u n crucifijo, oyhtfosele decir cn alia voz : (( Sefior Dios, 6 mi modo he montad:, ,icaballo s610 B petiirtc 1111 perdon de niis pasados delitos en contra de mi dercclio ; pcro, Sefior Dios. no tengo la culpa, sin0 mis padres que jninas nos advirtieron quc 10s Espafiolcs wL\nimestros tiranos y quenos habian quitado nuestra libertad. i t Todvs 10s caciques jurnron de la misma manern, y el dia siguiente fu6 dedicado ri actos dc regocijo. Los soldados de Barnachea se reunieron en Is plaza y formaron un cuadro, en cuyo cenlro In oficialidad toda al efecto reuI!idn enton6 hiinnos ti la liberlad, asi ,coin0 tambien 10s caciques de la inisina inanerci cniitaron otros en su pro__.. . .

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30.5 pia lengua, mientras que sus mrtjeres, hijas y deinas circunstantes, al son del Cultrun, Pivilca y acompafiados de incesantes salvas de artilleria, hailaron su danza de costambre. La ceremonia termini, con la quehradura de las arrnas, como sefial de union y fin de la guerra. Doa cabezas de 10s cuatro lhitralmapu, Collico, Angol y I n cxta proccdieron A ello, salicndo prirnero Rlariluan ii clavar su sable en ticrra, y volvien~loB tomar de la linea tlos mocetones, les orden6 sacrtrlo y clue lo quehrasen. Lo mismo ejecutaron 10s otros dos, y el iiltinio sable, para el niimero de cuitro, fu6 el dc Barnachea, (pien despues de hnberle fijado en tierra, ortlen6 que dos de sus oficiales hicieran lo mismo que ellos. n Despues de la rotura de Ius sables, todos 10s jefes levantaron sus sombreros, agitiitldolos en el aire al grito, mil y mil veces repetido, de n j Viva la union ! i Viva la libertad! n Otra de las consecuenciae de este parlamento fu6 la de obtener la reconcilincion el1tre 10s caciques enerniGos, ddndo a1 olvido, por inedio de un abrazo, sus odios y rencores particulares, y al efecto jurdronse conservar en adelante una amistad sincera. Aprovechando aquel monienio de tierno entusiasmo, Pinolen pidio que todos 10s caciques y inocetones prisioneros en poder de Mariluan les fuesen cntregados ; y Bste, llamando B cada uno por su nombre y segun el 6rden de edad de 10s qne alli sc hallaban presentes, 10s torno dc ia mano y uno a uno 10s fu6 llevando k Barnachea, para que 61 mismo 10s devolviese. Acto fu6 conmovedor para cuantos lo presenciaron, y sobre todo, para 10s oficiales, qr:e no esperaban tan tierna reconciliacion. Conforme ri un articulo del tratado, ai dia siguiente cuatro caciques, acompaiiados de D. Santos Snavedra y C.\PiTL LO L S S S L I I .

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306 BISTORIA DE CIIILC. del presbitero D. Pedro Jos6 Pantojo, partieroil para el todas las familias interior de las tierras. Li fin de rccoEer " que alli cstabaii rete]nidns pur fuerlta, 6 voluntariamente I

pero Ins otras huyeron ti vivir en la reduccion de IUafiil, iinico cacique, sin contar con 10s Pehuenches,

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J' quicn, con SLI valor y el gtm prcstigio de que gozaba p n todn In ._ Ar:t~icaiiia. iba It sostencr toclnvia a l ~ ~ .. .. nos aiios inas aqiielln guerrn brutal y sanguinaria. Alientras este p;damciito se wrificabn, uii gravisimo acontccimiento tenia l u p r iiias lihcia cl norte. El escuadron de cazadores c n ~ i a d opara haccr fi elite y conlener Ins cori*erias de I'inclieirn. hall~ibaseacainnado en 10s 1 v

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(hiiidos, cuando 10s soidados que !o componian, (lescont eiitos de no recibjr sus pagas, sc sublevaroii en la noclie l , > l 0 A, n.-.c..,-. A<. 4 00: C l L l A U G G l 1 ' ~ l UU G 1 CLI).

l\nm..,.fi" ,I,-.l.,I,,.. n"..nnt,.An x lJI;>lJllCa LLC. I l ~ % U t ; l ~ l l C ~ L d UCtU

toclos sus oficiales, abandonaroii el campamento y pasaron :tl puebiecillo de S:n CItrIos, clue entraron A sac0 ; y montando ri la g r i i p de siis caliallos t'i 10s pocos iii fantes que alli cstabxii de guarnicion, fueron & reuiiirse con Ins bancias de I'inciieira. Scmejnnt,e defeccioii produjo In inas alarmante incpietutl en las cercanins. E1 teiiientc cororiel Bulnes, In sazon comanclante de Chillan, tetniendo ver coliipronietida la ciudad, se aprcsur6 B pedir trupas Yuuibel ; y apcnas llegado el rcfuerzo, la iiltimn de dichns plazas era tanibieii pres%+e un'moiin militar. i)uran!c la n x h e del 1 G del misin0 ines, el piquete niirn. 1, compucsto dc $7 soldadus, se dirigia al clinrtel clcl niim. 3 para sub ~ e v a ri 10s 4 7 hombrcs de que tambien constaba, coil objeto de marchar juntos robar 10s fondos de la tesoI


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algunos oficiales no inuy Iiic quistos. Advertido Barnachea de lo que pasabrt por cl CIGcial de guardia del pon.--..1:. I I .. n..:.-t __

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en la imposibilidad de hnllnr al teniente de artilleris D. Cip. Segovia, ciivib A si1 ordenanzs cerca del sar?p i t o primer0 ,I. AI. Jimencz, nonibrado & pesar s ~ y o j efe de acluel levantamiento, para pedirle algunas espli-

-.--,.,1- 1,.1u q-..-^ . _ ^ ^-1:r ---.u e SUCeula. L a c311tebLac1u11 U-1-B 1IUb cu11jurados fu6, que cpcrian sc les pagase sus at-asos, yque no depondrian sus armas sino con esta condicion. Com,--:

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C~tClUl1I:SUI:

prendieiido Barnachca ql segun las voces injuriosas salvarido 10s muros del rccitiw, iiie a poiiel-se a i f (;;tima de 25 dragones que, bien ccpiipados y a r m d o s , ;L la priincra seiial habian podido salir de In plaza. En este momenlo 10ssublc\ ados sc dividinn en partidas esploradoras para ir h arrestar {i 10s oficiales. I1.~.bicnLlouna de ellas encoutraclo a1 cnpi tan @uiiitcros, niilitar inuy querido por su valor 3 por su jovialid,d, el cabo Naiiuei Rlnr.iles. m e la inandaba. sin iirevencion alrrina de su

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Narvaez, que intcnl6 inatar el tcniei:te Lesana. t 1

sargent~s,cuaiido trataron de sabcr lo clue solicitaban, que ellos exigian h lo nieiios uii aiiticipo 6, buena cueiita ‘dc 10 pesos Ci 10s suldndos, 20 i 10s cabos y 30 i~ 10s


308

IiISTORI.\

DE CHILE.

sargentos. No era fQcil B estos subalternos el dar satisllevaba consigo la falta de se en un momento en que las caJn3 DG ~ ~ I b u I l b I a u a I I G I I b G L a mente vacias. En tal conflicto, dan 6rden a1 sargento de artilleria de cargar de mcitralloL sus dos caliones y van h . . . . . , situarse en la plaza, frente {I frente del piquete nuin. I, que cargb sobre ellos Q la bayoneta, per0 iniitilmente, y sin que Jimenez huhiera querido hacer us0 dc sus armas. Mientras tanto llegan 10s 25;drago tenientes Segovia, U5vila ?; Garcir terminar h 10s revoltosos si no se renaian. La presencia de esta fuerzrt de caballeria, la poca confianza que 10s motores de la sublevacion tenian en 10s hombres del nilniero 3, sujetos 6, la disciplina por Jimenez, y ademas, 10s 4.0 milicianos que Barnachea habia podido ya reunir, bastaron para sofocar el motin, quedando Segovia encargado de arreglar las condiciones de la sumision. Las sublevaciones tan frecuentes en las tropas regulares, Q causa del espantoso eetado de miseria en que se encontraban, atorinentaban cruelmente el & r h ode l h r nachea, sobre quien, en su calidad de comandantc $17 jefe de la frontera, caia el peso de las acusaciones. Si el S m o Gno, escribia al intendente Rivera, no provee a las grandes necesidades que circulan esta provincia, no s6 d6nde ir6mos h parar. La marcha que llevan estos sucesos es rSpida y sin esperanza, qu6 alma habr6, entre nosotros que no le traspasen el corazon estos procedimientos, y sera posible, selior, unos soldados tan bravos, tan constantes 6, 10s mapores peligros, se hayan hoy corrompido. n As; uno de 10s principales motivos, la desnudez y la miseria del soldado, alegados pam hacer


309 la revolucion contra O'Higgins, cxistia aun en toda s u C.lPITC'I,O LSSISII.

iirdignidad. Otra de las causas de itlquietud para Barnachea era la actitud febril de Senosiain, ascendido h teniente corone1 en 1823, poco de su encuentro del Carrizal contra Carrero, y donde fud herido, habiendo caido su caballo muerto a1 mistno tiempo. Jefe principal de hecho desde la muertc de Pico, se obstinaba en no darse d partido, despreciando 10s ofrecimientos de perdon que se le hacian : y con los 100 hombres, poco mas 6 menos, de que podia disponer, se habia reunido B Pincheira, cuya banda se ocupaba continuamenle en inquietar las reducciones aliadas al Gobierno. La de hlaquehua, en particular, era la mas espuesta, vihdose atacada sin tregua ni descanso, no s610 por 10s Pehueiiches, principales auxiliares de Pincheira, sino tainbien por 10s caciques de Boroa, Tubtub, Llamuco, Lululmahuida, y varios otros. Ancamilla, cacique de Rlaquehua, no podia ya hacer frente k 10s ataques, y con grandes instancias solicitah rilgun socorro. able han incendiado mis chozas, escribia B Rivera, no me han dejado un grano en mi tierra, he pasado io mas del tiempo comiendo palos podridos, etc. u Salazar le hsbia dejado, es cierto, algunos soldados con Lincobur, hijo de dicho cacique y capitan del ejkrcito chileno ; per0 esto era muy insuficiente, apenas le servia de nada : y Barnachea se decidio 6 enviarle mayor socorro, no s610 en Animo de protegerle A 61 es. 10s otros clusivamente, sino para proteger tambien aliados, obligando por este medio a las demas reducciolies ii que entregasen A 10s Espafioles, tal 1' conforme habia sido estipulado en el parlamento de Tapihue. Lo inismo que siempre, el mayor Salazar fu6 esta vez en-


31 0 HISTORT.\ nE CHILE. cargado de guiar la espedicion, la cual se componia de 100 Indios y i0 hombres de las tropas regulares de la Repiihlica. Su marcha trivo lugar el i de enero de 1825, precisamente el dia misino en que se firmabn el tratado do Tapihue. Llegado ti Lonqucn, se nni6 alli nl fnmoso cacique nIclipnn, quien acababa de recibir mensajes de Toriano y de Puel, pidikndole esplicaciones de 10s motivos que habia tenido para invndir SI territorio. ((No ha sido para causaros ningnn mal, les dijo R 10s emisarios, sino para tratnr de la paz, y reclamar contra 10s Espafiolss que alli estaban en pcriuicio de 10s interescs del pais. D A1 regreso fueron ncompaliados por cirico hombres de Salazar, i quienes hicieron 1 i n cumplido recibimien to ambos caciques, llenos de hondnd para con ellos, y 10s despidieron dicihdoles que a1 dia siguiente irian i saludarlos y ((6hacer las ultimas amarras sobre la pazn Esto obligb ,i Snlazar h mandarles diez iiiievos mensajeros, la. mitad Chi!enos y la otra mitnd Indios. Las palabrns de pax diriFidas con tanto cnrifio v sinceridad decidieron h la mayor parte d e 10s Indios de Salazar ,i volverw. no obstante lo? wcelos que acerca de talm pi’omecaS IF! manifcstaron. Sin emhargo, est0 n3 le impidib proseguir sti marcha ; y ya hnhia franqueado dos cordonefi d e IJS cordilleras, cuando viqieron A decirle que sicte de 10s iiltimos mensajeros hahian sido asesinados, q’ie 10s tres restantes 5610 debian su salvacion ,i las vivas instancias interpnestas por algonos parientes suyos, que entoncec. se linllabar~a1 lado do, Toriano. A &e se habian reuliido dias antec;, Hermosilla con 30 cazadores, Manuel Asmsio con 40 hombres armados de fusiles, r: deqpues el chilote Rlancilla, Fran-


31 1 cisco y Tiburcio Sanchez, Aiitonio Ziuiiiga y Santos SaaCAPiTULO 1,XXXXII.

vedra. Jgualmente habian acudido A winentar el nGmero de 10s coinbatieiites muchos caciques, como iltaguin Bueiio, cgn 200 Iaiizas, el infiel Hurcav-ganco, que sedujo al cacique Calvu-pan, con iguales fuerzas, y 10s de Tuhtub, Boroa, ctc. En vista de tan irnponente refuerzo, ITerinosilla preguntb i Toriano si se atreveria A someterse & m a division que apenns contnba 100 hombres, asegurhndole, por otra parte, que si continunba fie1 en su alinnza, pronto seria dricfio de 10s cuatro Rutralmnpu. Apoynbn sus arguineiitos, como de costumbre, en sucesos engaiiosos, para embaucar h 10s jcfc; de aqnellos Tndios ignoraqtes y cr6dulos. Entre otras COSRS les decia, que la desercion dc 10s soldados de la patria continunba, y que 10s dias ultimos 1200 cazadorcs dc Chillan se habian pnsado B l’inclicira; lo cual tenia a l p 1 vis0 de verdnd, priesto r!ue 81 trnia consigo Iiastn 30, aceguraiido que 10s reatantes habian quedado con Pincheira ( I ) . Alentado por el niiinero de S I I S soldndos y por 109 consejos de 10s Eymioleg, lejos de someterse, nnt?s bien al contrario, se dispuso Tori:)no R ntncar ,i Salazar. Este no disponia sino de 105 Tndios y GO tiradores, linica fuerza que podia oponerle, y, contra s u costambre, se vi6 oblipdo h retirarsc, Csquivnndo la batalla v minordr,dose en el mmino toclavin PUS elementos de combnte, por liaber tenido que enviar ri las salinas -i@Tndios, re. ftierzo que 10s caciqrics nliados estimnron como necesario. Perseguidoq por 10s hombrcs de Toriano, en breve se vieron detenidos y en el imprescindible cas0 de acep(1) Conrcrvtcion con A n t . Ziiilip, romnndantr d e San Chrloa.


312

IIISTORIA DE CHILE.

tar un combate. Salazar, arrostrando por todo, en u n arranque de audacia, hizo cargar por la vanguardia, compuesta de 20 tiradores y 10 Indios, bajo !as brdenes del alf6rez Francisco Diaz Rlonteros, mientras que sus Indios s p a b a n una angostura, y 4,con 45 voluntarios, se colocaba 5 retaguardia. Hallbbanse ya en brden r!c bntalla, cuando Hermosilltt les intimb quc se rindic ran si no querian ser destrozados por 10s famosos camdores de Freire, b lo cual conteslb Salazar que 61 jamas se rendiria h hombres rebeldes ;y el ataque comenz6 por fuegos graneados de derecha y de izquierda, intiiniclanda A I O S agresores y obligindoles b volver la espaldn, para correr b reunirse h una partida mas numerosa y arriesgar entonces una segnnda acometida, que fu6 Inucho mas &ria y sumamente encarnizada. A pesay dc la superioridad numbrica, Hermosilla no pudo desalojar 5 Salazar de las fuertes posiciones que ocupaba ; y valerosamente sostenido por Venancio y, sobre todo, por el intrepid0 Melipan, l o p 6 reeistir con vigor t3dos 10s ataques, y desembarazarse del enemigo sin pcrder mas que un dragon, y teniendo un niimero regular de heridos, mientras que sus adversarios dejaimn en el campo 8 cazadores y hasta 60 Indios. Despues de esta sccion de guerra, escasa en importancin per0 may honrosa para las a r m s de la patria, sin verse molestado mas, volvii, Salazvr 5 Nacimiento, dejandc: algunas tropas en las reducciories espuestas & ser atacadas. El infatigable Jlonteros fu6 quien qnedb al freiite de ellas, y no tardo en emprender nuevas incursiones en aqucllos alrededores, multiplicando sus nznloizes para debilitar 5 10s Indios y reducirlos al cas0 de que no pudiernn perjudicar ii 10s aliados del Gobierno. Hasta L


c.wiTvr,o

LXXXXII.

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tuvo la audacia cle ir h atacar a1 famoso Toriano con unos 60 soldados y 250 naturales, mandados por el bravo Melipan. Habiendo salido de Llayma el 2 de junio de 1826, a1 cabo de siete dias de camino se cncontraba ya en las fragoFidades de las cordilleras, donde tuvo noticia de que dicho jefe, avisado de su espedicion, hahia reunido k su lado todos lo; Espaioles y 10s Indios de qne podia disponer. illucho contrarib 6 Rlonteros semejante prevencion, pues su bninio no era otro que el dc caer por sorprcsa sobre las fuerzas encmigas. Dernasiado d6bil para arriesgarse ante el formidable y despierto adversarid , crey6 como 10 mas prudente el desandar su cninino, y retrocedib hkcia l,onquimay, para dar descanso d su p n t e . Algunos dias despues marchaba contra las reducciones de LoIco, cuyas semen teras arras6, cuyos ranchos redujo A cenizas y se apoder6 de algunas familias, entre las cuales se encontraban algunos parientes de Sanchez. El 26, dcregresr) ya, se aloj6 con sus hombres al pi@d e la cordillcra dc Lonqrien, cuando se vi6 sorprendido por tin recio temporal, que durb cuatro dias, y dura:ite trcs de ellos se vieron obligados abrirse paso i~ travds de grandes montones de nieve, perdiendo la mayor parte de sus caballos y arroctrando el frio y el hambre. Yor otra parte, amenazkbanle las redncciones enernigas, sostenidas con las partidas de Pinrheira, lo cud le movi6 k pedir socorros a1 comandante de la frontera, demanda que tainbien hizo Melipan, contando que de este mod3 podrian, no s610 resistir aquella colision, sino, lo que es mas aun, presentarse como agresores, apoyhndose en Ins fuerzas aliadas de Rlaquehua, Yillarica, Alipeii y Pitusquen. Los ausilios para esta espedicion les eran tanto


314 HISTQPT.4 DE CHILE. inas iiecesarias, cutlnto que para llevarla a cabo no podiau irlerlos de cruzar por varios rnddes, defepdidos admirsblemente por su posicion propia y por Calbupan, de quien no podia fiarse h causa dc su buena intcligencia con Curiqucupu, Buchncura y Quidel, oaupados como 61 mismo en sublevar ,i 10s Iiidios de Boroa, Tubtub y demas reducciones vecinas. JIientras llegaban 10s refuerzos pedidos, can SIX tropas y las de Rlelipan, el 1 4 de setiembre se encaminb h dar un asalto B 10s Indios de lainfiel Buchacura, qoienes, reunidos 6 10s de Tubtub, Boroa y otros, se dirigian ,i Lonquimay, en Animo de batir 6 10s de Juenmapn, por 10s mnlones con que acababan de herir 5, 10s Indios de las Pampas llientras todo esto pasaba, la redriccion de Guayento se veia asolada pur Huaichaqueupu, conocido mejor con el nombre del Mulato, quien, despues de haber muerto cinco hombres, se llevaba ma5 de 200 caballos. hlelipan se dib prisa por acudir h tienipo contra Huaichaquzupu, per0 no Ileg6 sirio cuando ya 6ste se habia alejado bastante del teatro de sus hazafias; y entonces, lleno de cblera, se dirigi6 ti mnloqurnr las raducciones inmediatas, que habian tomado parte en el sacIuco.Trts dias seguidos se Satib como tin leon, adrindoles, asi In escribia -21 mismo, 10s golpes mas tremendos y no dejando uno con vida. n Senosiain, entre tanto, se h a l l a h de regreso en Rrireo a1 lado de su fie1 amigo RIariluaii, qnien k pesar de la sumision heclw h 10s dcfensores de la patria, continuaba instruyhdole de todo cuanto ocurria. No se ocultnhan A Barnachea 10s desleales pasos de este cacique, y pensnba nada menos que en declararle otra vex la guerra, 6 en hallar inedio de comprometerle con 10s Espafioles. A


CAPI’TCLO LSSSSII.

315

este fin le envi8 una embajada, tratando asi de obliaarle ii espulsar k aquellos de su territorio, conforme al compromiso contraido entre ambos. AI verse apremiado de este modo, JIarilrian convocb i Senosiain t i una Junta para enterarle del objcto de nquella embajnda y aconsejnrle de paso se presentase en Concepcian, ofrecijndole c3mo compafiia de seguridad A un cacique mqy principal de su Bntralmapu, Senosiain se neg6 tl esta solicitud, pero le envib en representacion suya a1 capitan Ignacio Lersmdi, y en In entrevista qued6 convenido que todos 10s restos del ejercito dc Pic0 verificarian su rendicion en 10s primeros dias de la primavera. ITuy distantrs de jicr sincerns estabnn todas &as promesas de parte de Senoskin. Aunque muy apurado en armas, inuiiiciones y caballos; aunqne c.n SU combstida posicion un peligro no ernya siito el prhximo mensajero de otro mayor, tenia esperanzas. sin embargo, de salir de sus graves embarazos de rina manera m a s favorable y honrcrsa. Dudando ya de la caprichosa autoridad de RIarilunn, se dirigi3 5 Pincheira, y sin temor algrino le manifest6 la critica situacion en que se encontraba, roghndole en su nombre y en nornbre de 10s Indios, un tanto acobardados, que servian A siis Brdenes, le enviase un refiierzo de 200 hombres, sin 10s ciiales, aiiadia, se perderia enteramente el dominio de 10s Llanos, con gran perjuicio de 10s Pehoenches, sus mejores y mas poderosos anxilinrw. Se.7 por Pfecto de sus ckndidas ilusiones, sea mas bien por fingimiento habitual, trataba de alentar sus esperanms asegurAndole que con 10s 200 hombres pedidos por 61 podria establecerFe y sostmerse en la Laja, y aun inas tarde Ilegar d apoderarse de toda la provincia de Concepcioil.


311;

HISTORIA DE C H I L E .

En tanto que Senosiain solicitaba csto de Pincheira, Brtrnachea, bien informado de todo, inandaba una parti dade250 hombres contra Bureo, punto que por aquella, era atacado en la madrugada del 30 de setiembre de iS25, haciendo prisioneras ti casi todrts las familias que alli hxbia, entre cuyo niimero se contaban la de Ruiz, la de Sanchez, etc. ; y entre 10s hombres 10s Godoyes, Sautos, Saavedra, el cura Ojeda y otros varios. Como la. desconfianza irnperaba entre ellos desde hacia algun tiempo, vendianse 10s iinos h 10s otro.;, y 10s jefes principales pasaban la noche en 10s bosqiies ; Senosiain debi6 si1 salvacion ti este sistema, fugtindose sobre un caballo en pelo, despues de habcr recibido una herida de bastante consideracion, y se intern6 en la espesura de Ias selvas inmediatas Bureo, seguido de Tiburcio Sanchez y Ma~icilla, quienes tambieti lograron salvarse huyendo ii pi& A consecuencia de esta pequefia expedicion que, aparte la captura de algunas familias, excitb k conciliarse con la patria B varias reducciones antes enemigas, Senosiain se refugi6 en 10s bosques de Cul6, donde p a d dos meses en la mayor miseria. Una vez curado de su herida, en noviembre de I S 2 5 se reuni6 con Pincheira, llevando consigo 10s hnicos soldad?s que le qrredaban ; Bstos eran 25. Algunos dias d e s p e s bajaron juntos A lo.; campos de Longavi,' acompaiiados dc, un nhmero considerable de Indios, cuyo instinto feroz sblo se amansaba con la embriaguez del pillaje. Llamado Rarnachea en auxilio de las infclices y arnenazadas poblaciones, no lleg6 sino cuando ya aquellos salteadores se habian refugiado en la aspereza de las montafias. Vu16 en su persecucion, pero no pudo darles alcancc sino cerca del rio Niuquen ; y B ,

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c iPITULO

LXX~YIII.

317

causa de la fatiga d e sus caballos le fu6 imposible completar la accion que les prescnt6 y soe!itvo con todo el frenesi de una implacable venganza. Vihdose imposibilitado de seguirlos mas, trat6 de ganarse la voluntad de 10s jefes por medio de la persuasion, y les envi6 B uno de sus antiguos compaficros, a1 tenientc Arquifiigo, para convencerlos de la inutilidad de prolongar por m a s tiempo su resistencia, en aqueilos rnonientos en que 10s h i cos realistas existrntes en America acababan de capitular en el Peru por el acontpcimiento de A V ~ C I I C y~ O10s , de Chiloe por la sumision clc Quintanilla. Confirimdos todosestos hechos por uno de si15nmigos, Don Tarlcr, Isla, a u n asi no pudieron cstos jefes rlecidirse h deponer las armas, cstrtndo coin0 estaban cncadenxdos por aquella bands de fncinerosos, k quie I C S In vidn awntnrern y de absoluta independencia tanto agradaha, v fi !a cual ee ajiistaban algunos de ellos de5confiando de alcanzar cl perdon de sus delitos. Pnrece tambien, segun Torrentes, que conocidas semejantes proposiciones, << rompieron un vivisimo fuego, q u e se repiti6 en 10s dias 26 y 27, con la idea de entretenerlos hastti la Ilcgadn de la indiada que se estaba esperando por monientos. B Esta indiada llcg6, en efecto. a1 dia siguiente, y Barnachea se vi6 aun en el cas0 de volverse atras sin haber podido cumplir sus deseos. El car&cter desleal de ?Ii\riluan clued6 deseninascarado e11 esta ocasion, mostr&ndoseclarn y francamente. Animado sieinpre poi. ese amor al pillajc tan comun en 10s Indios, llnm6 k Sencsiain, quicn a1 momento se le present6 con sus 23 soldados. En abril de IS26 estaba acanipndo en Jlulchen, cunndo Bnrnachea, cayendo sobre 61, le forzo a retirarse con HIS coinpafieros k ins as-


318

HISI'OIW

DE CHILE.

peras y casi inaccesibles montaiias de Vilucura. Permaneci6 algunos dias oculto en la espesura de las selvas, de donde a1 fin sali6 para intentar la sorpresa de Antuco. El v:tlicnte oficial iliquiiiigo, encargado de la defensa de este en emig roca aibiaud y ut: 1 ~ 1 ' 1 1 1 ~ cu111c;a. 1 H I H se uerenuio con 111trepidez ; pero 1iabib:ndo quedsdo solo, se entreg6 en la esperanza de salvar la vida, cual se lo liabian prometido. Pero esta fu6 vana ; murib cruelmente asesinado. No contento Senosiain con semejante acto de barbarie, hizo saquear 6 incendiar la poblacion; y luego p i s 6 k Pilquen, & donde con el objeto de darle caza como k una fiera, se hicieron marshar a l p i a s tropas. Alii se vi6 forzado i sostener Yarios atncjues, sobre todo el del 1.0 de octubre, que aunque ii~significante,derramo el desaliento cntre sus conipalleros de villanias, quienes hacia algun tiempo daban seiinles de descontento, cansados y a de aquella vida de sobresaltos y privaciones. BiLrnachza habia dejado la comandancia de la frontera, siendo reemplazado por el coronel D. Juan Luiia, hombre dotad0 de un tzlento mas afable y mas politico. Conociendo el decaimiento de rirrimo dc: 10s cornpaiieros de Senosiain, con fecha del I S de octubre, propuso h dicho jefe una suspension de hostilidades, deseoso de concertar una paz honrosa coil 61. Por mas sensible que h Senosiain fuese toda transaccion, en vista de las fatales circunstancias que le rodcaban, falto ya de recursos, y !o que aun era peor, sin fucrza moral, la resistcncia se !lacia cada vez mas imposible y la sumisiun mas ncccsaria, por lo cual acept6 la propuesta de Luna, dando sin cmbargo tal lentitud a sus actos, que antes de decidirse tuvieroii lugar


319 dos encueiitros, uno cerca de Nacimiento y el otro cerca de Rlalleco. En la idtima de estas localidades fu6 donde el poder espaliol en America lanz6 el postrer suspiro, sieinpre que sea dado calificar con el honroso titulo de militarcs & algunos oficiales de la antigun metr6poli, puestos ci In cabczn de aquellas hordas, arrastradaspor la fatalidad 6 In degradacion i una lucha de bandolerismo. Desde este inomento no pens6 Swosiain eino en rendirse : v D. Baltasar Rlalhieu. comerciante franc& esta1ilecido enk’umbel, fu6 la persona que se encarg6 do, este iisunto. Dotndo de actividnd y francjucza, Matliieu tenia Iiuenas relaciones con 10s oGcialcs de In. frontera, era CAPITLLO LXXXXII.

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pondencia hacia algun tiempo, y le cscribib ofrecihdose & servirle de intermediario si qucria cntrar en ncgociaciones con Senosiain. Este, por su parte, atcndi6 10s consejos de su corresponsal, y, el 4 de febrero de 1827, de acuerdo con Nariluan, se decidi6 & prestar su sumision en Yurnbel, en coinpailia de Tiburcio Sanchez y algunos otros realistas. De ]-umbel pasaron 5 Chillar: para encontiar a1 general Borgolio, ri, quien prestaron acatamiento. Como prenda de sinceridad, Mariluan IC dejo a su hij3 Fermin para que fuese educado junto A 61; Toribio Sanchez volvi6 a San Chrlos, y Senosiaiti se encamic6 5 Santiago, dondc obtuvo del c6nsul general de Fraiicia su traslacion Europa h bordo del huque de guerra llainado el Adozcr. Los demae Espafioles, en niliiiero de cuarenta, tinos regresaron li sii pais, otros permanecicron en Chile, y a!gunos, impulsados por su mala indole, p a r o n a reunirse con la banda de Pinclieira, unica que quedaba en pi6 y la mas despreciable por sus escesos, rapirias y crueldades.


C A PITU LO LXX X XI I I .

Jlontonem dr 10s hernianos Piltcheira.--Esrrsos de su hnndolerismo. lluerte d r Antonio Pincheirn. Inittil espedicion dr LantaRo. -Barnachea consigue rntequiznr h alpniios cnciqiies, que lriego sc dejati, nlucinnr por la5 erignriosns promrsns de Pincheirn. Fin del tetiictitr coronel Jordan. El intentlentr Rivera pone i In disposicio~i tlr Garn:ichen algnnas tropns para ir A sorprender a1 enemigo. -Resrtlt:idos obtenidos. En vista dr Ias rciterndns iiistnncias d e 10s 1inl)itnntes d e In provincin dc Conccpcion, el Gobierno sc decide B envi:ir I I I I ; L imponeiitc cspetlicion, mandndn por el general Borgoilo. 1’1 coronrl Rcniirhef, eticnrgndo de In primern colarniix ofensivn, entra C I I his cortlillorns y consigue iiatnl)lcs aunqiie iiicompletos resullados. -1iiccs:intes csciirsioties d e 10s bniitlidos de Pinc:lteirn, fuvoreciclos por 1:i :rtrrin rivil (le tS3.-.\ I:I roitclrision dc Iii giierra, el Gobierno dispoiie otrn espcdicion hnjo el mniido de l?on lIannel Biilncs.- Con giande regocijo d e la N:icion cliilcii:i~ t s t c ilustre general cstcrmiiia !)or completo In tan prrjudicial como rriiiiosa motitonern de Pincheira.

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De todas las montoneras que $e formaron durnutc las guerras de la independencia, ninguna corn0 la de Pincheira alcanz6 elevarse a1 pinAculo de la historia, por su larsa doracion y por sus implncables, horribles y lastimosas owldades. Orgatiizada despues de In bntnlln de Rlavpii. y compuesta desde luego de sirvienles 6 inquilinos de algunos hacendados realistas; pronto Ilegci ti ser el foco de todos 10s malhechores obligados A salvarse de la espada de la ley, y de ese grnn I4mero de desertores que la inercia del Gobierno, la polxeza del Tesoro y las ambicioiies despertadas por la corrupcion de la disciplina en el ejbrcito, envolvian en la mas espantosa niiseria. Unidos por un sentimiento comun, y escitados unos por otros, poco tardaron aquellos vagabundos en con-


c;.wfirL LO

32 1

LXXSXIII.

vertirse ell azote de la provincia de Concepcion . Nada cuanto desordecra ilicito & 10s ojos de su devastndoi~~ iiada codicia, talhdolo todo B sangrc y fuego, saqueando las aldeaq y haciendas, atropellando y robando h las j6venes para satisfacer sus briitales apetitos, y llevando su b:irbarie hasta el est,-emo de inmolar k las anciancts, tal con10 lo hicieron en Niquen, donde catorce infelices fueron quemadas dentro dc la iglesia que les servia dc refugio. Entregkbanse 5, todos estos escesos, desde Illego para aguerrirse cuntra 10s nobles sentirnicntos de la piedad, y despues para inspirar, 6 inejo- dicho, iinponer 10s del terror liAcia su banda, que pronto lleg6 <i conquistar e l blason dc una triste y maldecida celebridad. Los Pincheira eran cuatro hermanos ; debian la existencia ii tin pobre inquilino de la Iincienda de Cato, perteneciente 5 I>. Mig. Z a h r t u . Aunque jefes uno en pos de otro de tan formidable faccion, y secundados por hombres estraordinariamente audaces, talcs como Ilermosilla, Rojas, Lavanderos, Ziiiiiga, ctc., su autoridad no cjercia, sin embargo, grande influjo, no imperaba sobre todos aquellos bandidos, h quiencs no ligaba entre si ningun lazo politico. Unicamente cuando se vcian ainenazados por un inminente peligro, 6 cuando se preparabnn a!giinas espantosas invasiones, se establecia ' entre 4 0 s la comunidad de accion ; pero en tiempo de tregua bastaba que uno quiaiera intentar una in fame sorpresa, para que asociado con algunos camaradas y nlgunos indios Fehuenches, cntrasen juntos en caniparia, sin preocuparse de obtcner la v h i n de pus supcrioies. Estos merodeos parciales tenian lugar, sobre todo. cuando careciiin de. algun objeto 6 necesitaban provisiones de boca ; y una vez adquirido lo qne b u ~ c a ~ a i i , I. Y l l l .

2t


322

HISTORIA DE CI-IILE.

volvian sus madrigueras para cntregnrse k la vida ociosn de 10s tahures, vida amciiiznda por 10sjriegos de sucrtc y de nzar, 6 por cnnciones y danzns al compas de la guitarra, instrumelito miiy comun entre elloe. Una de sus mayorcs divcrsiones era la de las carreras de cabnllos y 10s sirnulacros militarcs, en que 10s Indios se distinguen tanto en el manrjo dc sus disformes lanzns, hacihdolas voltcqr con ambas manos en toriio de si1 cucrpo, micntras clue $610 con In. presioii de sus rodillas mniicjnii y conduccn Iikl~iltnentesi brios:~c;tl,r,lgadura. Como, por inas corroinl’icl;is~luewan, ~ i i i i c nde las sociedadrs se separa entcrnmentc cl senttinicJnto religiose, el!os consagrabaii el doinillgo i10s dcberes dcl culto, tcnicntlo poi- ministro dc Dios ai pdrt: Agustin Gomez, quien atgunas veces, con el fusil en In Iinndolera y la lanzx en I:\ rnario, tomabn parte en ciis desnstrosas cspcdicioiies. Cuando perin?necia cn cl c n m p a m w t ~si , ai rcgrcsar EUS ijrIe5 (12 u i i saqueo no le daban Ias priniicias del botiii . 6 algiino de 1:)s mcrodeaddrcs sc tnostrnb:i escatimdo al prcseotaric si1 ofren( der In Innldicion tic! ci eiernprc por escotnulg,irloq. u La laticltcn palabra de excornririion no se I C cain c!c lo<; l:iljios, ine dccin J. A. l’inclicirci7 de tal inorlo, rjoe v t n C C I I ~ U I * eclcsikticn L~ no s610 no ern yn rospelada, sino que hnbin Ilcgndo B hnccrse ridicula. n !<I citulo religio-o Ics clecia In misa, 10s cdiifesabn y hasta Ics d h n la bendicl:ion r~ipcial,criati~lo en n l p i i moniento (le ectrafio cai)richo el sentimiento cri>ti?i:o : r des,~ei.tabaen la conciciicitl de aquellos hoiiibrcs tail C I w I c s cotno fail Alicos. 1,o quc con-tiruia 6 formaba In fuerza de estn, iiisurd recta miiiorLi, fortificanclola para la reeistencia, era su


CAPITULO L X S S S I I I .

323

asilo en las inmenms cordilleras. cn mc nieandro dc inotAf:tfias>do!] talrza incspugi corno i~naet~iboscac~a o putlto dc deiencn. Uuc'iios de posicioucs diliciles de asaltar, J t igorosauicnte sostenidos por 10s P~liiienclies,ti cpienes I;L pasion del iobo atraia y cautivaba, habiialm; cllos iiiagnificos valies, defcndidos ademas durante ci in\ierno por murallns de iiicve, y en verwo por impetnoscs rios, cuyos I ados conocinn perfectamentc. Divididos cii partidas, gracias (L siis b:ienos y numcrosos ca:)zlllos, quc lcs proporcionaban el niedio d e niostrar una niovilid~~d c~tr,~ordiiiaria, caian de iniproviso Fobrc Sa11 Ckrlos, i'ai-ral y sus nldcas 1' Iiacicndas vecinas, y deqiuzs de saquearlo y ialarlo tocio. como pudiera hacerlo una nube de Iangostn, volrian ri gunrecerse en las moiitailns mucho antes que la noticia dc su vand Aica :tccioii pudiesc llegar B 10s acantoiiarnien tos de Ins trop3.s rcpublicnnns. Srmejnntcs invasioncs i'ricron inuy I'rccuentes, con espccirlidnd clesde la espedicioii d e Freirc contra 0' IJig3 "ins. A partir de estc momento, In provincia dc In Conccpcion se vi6 6 la mcrccd (1: todos 10s mnlhcciiorcs, asi dc Pinchcira cnmo dc Pico. Ih cicrtn ocasion, inientras este ii'tinio asolabn In fi-oiitera, 111ia bands del prinicro en traba en Linarcs, saqiicab:i Ins casns, n~esinnbaa1 gobernndor D. Dionisio Sotonlayor y r o b ~ b nun gran nilmer0 de niujcrcs, e:i(rt: Ins cunlcs se encontral~aDoiia C l ~ r aSotoiiinjror, aconlecitniento qiic movi6 mucho eschtidalo CI; aqtiell:L r:poca. 1ol\ im-e con si1 pre.-a, cuando D. Julisn Astcte, i In cnbczn dc cincucrlta carnbincros y trescientos milicianos, saliciido del Pni*ral, pw!o arrrbatarles nna parte del b o t h En la escaramiiza que COLIeste


32 4

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inotivo tuvo Iugar, consigui6 dar mucrtc ;i algunos dc acpcilos bandidos, entre 10s cuales figuraba (11 faiiioso Ant. Pincherrn, fundador de la formidablc nio~itonera; pero tavo el sentimiento de ver pasarse a1 enemigo hasta nueve de sus soldados, tal coin0 lo habian verificado uii mes antes 10s oclienla dragones de Navarril, movidos ri cometer semejante desleal tad por el miserable estado en que el Gobierno 10s tenia. Las haciendas pr6xinias A Ins cordilleras ~ r i t i iinas maltratadas todavia. Sus propietarios se veiar, aislados y sin defensa alguna, 10s sirvientes 6 inquilinos en la imposibilidad de continuar alii mas tiempo, y I R S familias obligadas it retirnrse ri 10s bosques para sustraersc B 10s jncesantes ataques de Torres y de Arriagada, banda que primer0 estuvo capitaneada por Hermosilla, pcro quc concluyci reunihdose 5 la de Pincheira, A pesar de 13s sentidas quejas que 10s hatitantes de csta localidnd dirigian a1 intendente Rivera y Cste al Gobicrno, patgkronsc varies meses antes que Freire, usando de su autoridad propia, pudiera envinrles 10s escundrones de guias y de carabineros que con 4 habian partido ; y cste refuerzc, uiiido a1 escuadron de 19s pasados y & algunns co!npafiins dc milicianos, permiti6 ri dicho intendente preparar UIIiL espedicion de sorpresa contra tan infatigable como peligroso enemigo. El coronel Lantaiio se pus0 B ia cabeza de estas tropas 6 fine5 del nfio 1523. Coniponiase la espedicion de 1,000 hombres, poco mas 6 menos,que en dos distintas columnas entraron cada c u d por su Indo; Lsntafio pcnetrir por el boquete de Alico, y cl sargento mayor Cnrrero por el valle de Antuco. Lo mistno que en todas las demxs ocasioiies, Pinchcira fud nvisndo *par S U ~esljins y t u \ o


325 tiempo de retirarse A lugar seguro, mientras su herman o Pablo, con una fiierza respetable, se dirigia & encont m r h Garrero, qlzieii atncaba contra el fortin de Balle nar, cerca de Tubunlevu, ponihdole en gran peligro In coll1lnnit que alli estaba atrincherada. Poco tiempo despues de esta infructuosa ten tativa, Pincheira, quien Pic0 se habia rcunido, aprovechando el alejamiento de las tropas destinadas operar en Chi. loe, hizo una incursion por las llanuras de Quecheregua, con la decididn intencion de rttilcar {L San Fernando. La milicia pudo muy bien resistir y detener A aquellos bandidos en las orillas del Maule; pero la partida que seguia las cordilleras sorprendib en las de Curico i~ la fninilia Pbmez, que iba B Menloza, y uno de 10s hermanos y algunos criados ftieron pasados h cuchillo sin conmiscracion de ninguna especie. Esta noticin escit6 la alarma en la ciudad, tenliendo verla invadida en breve por 10s malhechores. Los habitantes comenzaban L! emigrar, per0 el gobernador consiguio reunir liasta cincuenta milicimos y algunos sold3dos yetcranos, que pus0 bajo las brdenes del v a I’iente Francisco Alerino. La vnnguardia enviadn de observacio!~dib alcance i~ uiia pequelia partida que escoltaba la familia prisionera. Atacada con vigor, pierde algunos hombres, hirihdole varios mas, entre otros a1 capitan espaiol Godet, pudiendo dar libertad 5 unos cuantos prisioneros. RIicntras en Ias cordilleras de Curico tenia lugar este acontcciiniento, la partida de Pincheira, que habia retrocedido del Rlaule, asolaba las haciendas de San Carlos, Longavi y Pitrral, donde a1 saqueo, a1 pillaje y al robo de las jbvenes, aliadieron todavia el incendio de todas las casas, degollando un crecido niimero C A P I T U L O 1,XXXSIII.


tm inisinos, olras parlidiis dc est? band3 peiictraImi cn la Arnucnnia, y juntkndose con 10s Inclim dcJlari. . - . .. * . . , . luan, inquietnban h 10s alraclos de 10s patriotas, o se Ianzaban sobre las fronteras 6 sobre Lis herinusas Ilanuras de la Laja, que devastaron por completo. Semejantes actos de bnndulcris;no, conietidos h cada paso con grandes perjuicios de 10s habitantes de la pro. * . . vincia Uc Loncepcion, eran oPjcto d c la mayor inquie!ud para el Gobierno. El intendelite Rivera, hombre d e u n caricter rrJuy dulce y tan bien intmcionndo, sufria mas que nadie, porque solxe e! vcnian ii descargnr todlts las quejas y lamentos ; per0 falto de tro1Iils para velar sobre tan vasta estension de terreno guarneci6ndolo convenientemente, se halluba en In imposibilid,zd de estorbar aquellas improvisadas c o r r e i h , v m\ls arin de hrrserse dutiio del jefe que las orderiaba. En semcjnnteapuro, Densb ex1 echnr mano y poner en priictica la politica de la seduccion, y encarg6 esta mis;on tan delicaiia aI coe ronel Barnachea, comnndante de la fron tera en aquel t ieinpo. Barnacliea ern iinn persona sin instruccion y, por consiguiaule, poco apta para 10s ardidcs qlue requerian cierto tacto politico; pero este defect0 sc hallaba coin pensado en 61 grandemente por una infatigable actividad, y una decision no menor, cualidadcs las mas preciosas para ganarse I n volunttid de 10s indios. Ademas, avezado hacia mucho t i e m p A la luclia dc guerrillas que alli se venia sosteiiicndo, cunocia muy b i w el flaco dc cacla uno de 10s jefes encmigos, y eiltre lo;; Tndios k n i a muchos aliaclos CGII quicnes poder contar, sin temor de 1nomeii

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32i verse engaiiado, Uno dc sus primeros espcdientes fu6 cl de enviar, con fccha 1 4 de octubrc de 1S2.3, una embxjadz ti PII ainigo cl cacicluc, Picliifian, A fin de hncerle comprender Ins ventnjns qrie hallaric~en gozar de una vidn de ams5le tratiqiiiiiclad, i!iduci6nrlole k gannl- A 10s otros caciques pus, clue abandonaran aquella gucrra, que les cra tan itiiitil como ruinosa, y cii cambio aceptssen el oTrecinlic!ito de una paz que vendria Ii asegurarles el mas dichoso pol-vcttir. Pichiiian acogib sir: dificriltarl nlgnna 10s consejos de Barrachea, y linsla procur6 iinbuirsclx ir 10s caciques, de quieiics UIIOS prcslarcn su adhesion inensajc, mientrns que otros persislicron en no qiicrcr mineterse, tcmerosos de nlgunn tle4c;tltad de parte del Gobicrno chiy el ncuerdo se ecluilibi*nsen, leno. Como el d~:s~siicrdo datcrminaron 10s Indios z m j a r la cuestion, scgrin si1 costumbre, pur medio d e un jitego de Chuccn. La sacrte se declitl.6 por 10s parti:larios de IF, paz, y desde el siguiente dia todos los caciques fuerun coiivocados h deliberar en una asnmblcn ge:ici*al, accl-ca dc tan capital asun to. Despucs de grandes discii4oncs, qriedb dccidido que el caciqric C;iriliil se preserit,irin {i Pinchcira con In inision dc 1)intarle siis rnuclias penalidndcs y miscriw, y significxrle la ncccsidad que !eninn de su$;iendcr toda lucha para conscgiii~’,por cii111bttl~Lche0 caiiiliio, 10s oh-jetos de que carecittn h,icia tanto tiernpo. Tnmbien tleberia advel-tir*Iz de cxmiiio, que coil cste fin, ibnn h enviar cerca de B,irnnchen a1 cnpitaii de gnerra Cheuquefian, en coxpxtiis de uti cufindo, de Pichifiau y de seis moceloties, para que sirviesell de testigos. Pincheira recibib 6 diclio cmbajador sin iiimutarse, y le contest6 que 61 no iinpedia k 10s Indios que fueran CAPITULO r A s s s s i i i ,


3%

HISTURIA D E CHILE.

ii proveerse de todo cuanto necesitasen; pero, con objetc;

de despertar la codicia tan ardiente como natural cn ellos, le hizo ssber que en breve recibiria mas tropas, y que con aquel refuerzo podrian ir juntos B saquear las rims haciendas de Rlaule de Colchagua, y ti apoderarse de un gran niimero de las hermosas mujeres que alli nabia. Estafii6 la iinica respciesta que 1 1 ~ el ~ 6uiensajero Caripil ,i la asaniblea, la cud, S pesar de tan seductoras prornesas, no se manifest6 contentn ni se dej6 slucinar, porque todos se hallaban ya cansados de oir hablar del refuerzo prometido siempre, pero cjue jamas veian llegar. i\Ianquelique, principal cacique de todas las reducciones de la otra, banda desde el rio Neuquen hasta el Rfalalque, fu6 quien mas insistib en aquel proyecto de paciticacion : y apoyado por Llai:camilla, otro caciaue no menos poderoso, pidib que se enviase h Barnachea una embajada para entablar la negociacion consiguiente. -En 1 S24, dicho 9lanquelique habin tenido una entrevista con este coronel, y se acordaba tan bien de 10s buenos consejos que le diera con motivo dc tantas menJras y engarios de quc habin, d o victima, qiie se brindb 4 mismo k ir h recibirle a la vuelta de aquella embajada, para terminar de una manera defiiiitiva y ventajosa la iniitil, 6 inas bien perjudicial ‘guerra quc venian sosteniendo. Algunos dias despues de celebrada In reunion dc que hemos hablado, vino una noticia t i dar rnayor fuerza S la realizacion del proyecto. Pincheira acababa de recibir u n despacho de Scnosiain, Ruiz y Rlancilla, en el c u d le hacian saber cbmo Riariluan y todos 10s Idanistns se habian sometido B la Rephblica, y cb!i~o10s Espaiioles refugiados en su territorio habian sido en tregados A,


C.iPI’I’CI,o I , S S 1 S i I I .

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las autoridades chilenas. Tamhien le decian que Coli MIIchisimo trabajo habian logrado salvarse, y (pie ri In sazoii se encontraban en Culk, sin armas, sin caballos, y , por lo tanto, confinban en quc 61 les inandaria algunos refuerzos, no pudiendo sa contnr con otro apoyo clue con cl de R l a p i n Bueno. Pincheira no quiso divulgar esta noticia ctitre sus compicros, cuyn mayor gartc lincin nlgun ticnpo se encontrnban ya fatigados de la vidx en estrcmo agitnda quc tr:iian. Vnicairmtc sc la confib ;I Caripil y 6 Mccahuan, quicnes nb tbrdil!’oil tnuclio en trasmitirln h Llxncarnilla, pnrtidario nchrimo de las idcns de Pichiiinn, y, por consiguict?tc, dispucsto {I someterse a21 Gobicrno. No obstante, p:tra cerci7rcii->cdc In verdnd del hecho, envi6 sccretcznieii te & Fraiicisco Caldwon y a1 cacique Epult1ia.n a1 !X’O dc ?,Iarilunn, cliiie!i se la cdnfirm6, alegando respecto ti la entrega de 10s refugiados, In obligncion que dc hacerlo asi pesaba sobre dl cc)nseciicnci:i del tratndo dc Tnmbel. JIientrns que lo acabacio de referir tenia Iiyar, Jlauquelique pasaba ri Ynnibcl para trntar con Bai*nacheacl~: la concertada sumision. Este csigib que la iiegoci;icion se Ilevase ci caho delante dc 10s principales caciques de Ius Limos, y envio B buscar !I IttLriIiian, d Cheiquecoy, li Antinao y ,iotros \.arias. Colockndolos en relacioti directa p~ este me(lio con l\iancIiieliqrie, esperaba sc dccidieran d envinr sus iiiensajeros k Llancainilla y li Caripil, lo cual mas tarde obligaria ii &os A vender ci Pincheira y ent,regh,rselo. Semcjnnte traicion le parecia tanto l m s fhcil, cuanto que ya existia el desacuerdo entre ellos, y que, por desconfianza, aquel jefe habia abandonado su campanictito de JTnl barco


330 HlSTORl.4 1)E C H ~ I J E . y se habia retirado ti 13s Lagunas de 10s Robles. Este acto de ternor no era sin ernbargo, otra cosa que un ardid de J’inchcira, quieii cont iba inas sobre l i codi~ cia de 10s Indios que sobre la traicim, vicio de que jamds linbian dado ejeniplo, en cgntraposicion de lo que con tnn!a frecuencia ;)r;icticibal! 10s cristianos. En el ines de novieinbre de 18 3 se sabe, en efccto, que dejando sus guaridas ha11 bnjndo i‘lt 11s Ilnnuras sin otro objelo que el de asr3lar las haciendas. Pres6nlanse algunos dias despues delante del Parral para robarlo ; pcro asi que hubiwon llegado i’i la plaza, se encueritran cara B cara de una coinpxilji.t de 00 soidados dc Carampangye, mandaclos por el intrbpido cxpitan L i g .Casanucva, quien, fortificado en la iglesia Jlatriz, con el Gobernador Urrutia y Iiis principal2s fnmilias, sostuvo durante seis Iioras el puesto, y a1 cab0 consiguib i.ec!inzarlos matLndoles algunos Indios y 18 cazndores, dc 10s pasndos en 10s Gaindos ;i poco de su levantamiento coiitra el Gobierno, por causa del estado miserable en que 10s dejaba. Otros destacometitos veninri de Talca y San Cirlos, parti porier A cubierlo ayuella aldea y rechazar ri 10s facciosos hasta sus cantones. El teniente coronel Don Rlnnuel Jordaii, aposhdo en Longavi, sin espcrar dichos refuerzos 1‘ no contando Inns que con su a r r o , j ~ ,h la, cabeza de su escuadron sale al encnentro de 10s Fugitivos, y al moinento se ve ccrcado por un considerable niiinero de bandiclos, quienes le hicieron pagarcon la vida su ciega nuda& y locu tertieridad. De 10s 58 hombres que liabia llevado consigo. solan?cnte seis con 1111 oficial logrczron salvarse y llegar a1 P m a l . Este golpe fu6 un vcrdadero desilstre, y la inrierte de Jordan un inotivo de duelo para el Gobierno, quien con


331 fechs del 16 de dicietnbre de 1535, como recucrdo de grntitud y recompcnsa por 10s importantc::, scrlricios de aquci v;iliente militar, dccretb clue el 4" esciiadron de 10s dragones sc llamase Escu:idron de Jor.dan. Los eneinigw de la indcpendcnciit tuvieron, por el contrario? UII did de regocijo; y Pincheira estaha t u org~llosode su hazaiia, que se juzgdxi ya como dueho de la siluacion, ima~inhi~tlose que podria estendcr su dominacion hasta Buenos Aires, lo cual no impedin. a1 Cobierno que tanto dl como sus secuaces 10s dcclarase fucra de la ley. A nadie caus6 mayor tristeza este desgraciado acontecimiento quc ri Barnaclica, pues veriia k destruir cornpletamcntc su obra, aqiiclla obra de pacificscion, bajo tan buei:os auspicios cmprendid.~.En efe:to, semejante cathtrofe ejerci6 una gr,in le inflmncia sobre el carActer debil y mudablc de 10s Indios, circunstancia Iliajib de las impresiones del momento, poi- las cuales se deian llevar en su scncilia credulidad, sin que Sean jGmas bastante poderosos 5 resistirse. Esta mistna iniluencia se manifestb en 10s actos embozados de 10s caciques, pues hasta 10s que mejores intenciones abrigaban, fu2ron ganados por las artificiosas sbgestiones de Senosiain, de ITermosilla y de algunos otros hibiles y activos agentes de Pincheira. Llerado de la impnciencia y de la ira, obtuvo tarnbien del ititendcnte Rivera el manclo de una nueva expedicion, qiic volvi6 ;i div:dir en otras dos columnas, dando el gobierno de una de cllas a1 coronel Don Dom. Torres, y se pus0 en cLimino lihcia mediados de febrero de 1SZG. Despues cie una marcha forzada y de nocli&, el 27 dcl propio nies llegaba h las mhrgenes del rio Neuqwn, sin h a t m sido dcscubierto por nadie. h GI) de f:.\PITUI,u

L X X S S I 11.


332

HISTORIA DE ClIILE.

no perdell tiempo, hizo pasar it la orilla opuesta, poi' el vado de las Arenas, :I 25 Iionibres de infanteria, igunl niinicro de cazadores y a1 escuadroii de lanceros de In Laja, mnndados por el teniente Arquiiiigo y J. Cacorla, con objeto he sorprender las avanzadas enemigns; y poco deqpues, con e! resto de la ciivision, 61 tamhien vade6 (4 rio. Pronto se encoiitrci 1L la vista de la vanguardia de 10s contrarios, y atachndola, In pus0 en dispersion. Snbeclor por u n prisioncro de qtie Pincheira. se h a l l a h 6 dos legtias de distancin. solnmente, acampado en Alalalcaba110, !lace montar si1 infanteri:i 5, In grupa de sus ginetes, y ilegil en el inomento critic0 en que su vanguardia se bate cn rctirada. Entorices c a r p su cabslleria con vigor 6 intrepidcz al enemigo, qce huye dejciiidoln pronto it hastan te distancia, It musn del cnnsancio ocasionado por la precipitation del vinje, mientras que sus caballcs, 110 habiendo sufrido la menor fntiga, podian correr coil grnncle enipuje y velocidad. Pinchcira fu6 uno de 10s primeros que volvi6 la espaldn i i l a t a p e imprevisto de Barnachen, y con sus compaiieros se alberg6 en una quebrntltt montaiix, admirablenieii te clefendida por naturales fortificaciones, poni6ndoce a1 abrigo contia todo ataque. B8rnachen le propiiso conc1icioi:cs 'cle paz, que probablemcn~eIiiibieri~~~ d o ;tCQj)f;Ld;LS, si en aciuellos inomentos no Ilegnra un ~ ~ f u e r de z o 130 hombres, entre Espaiiolcs y Pehuenches. A causa de este ausilio y del retardo de la division mandada por Torres, que nun no h alii a 1I e s ad 0 , clii ed6 sI1spe i i did a In p ersec uci o n 13st nba11 :,citmpadOs 10s patriotas sobrc una montaiia, cuando de alli 5, poco se present6 Caripil, que v c n i i 6 intervenir en favor de Nzcri!m:in. hechc, prisionero de giierrn, solicitud que hizo tamhien h nombre de Pincheira $ de varios

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C'II'ITCLO

I,ISSSIIl.

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otros caciques, i~ tercsaiicj vivanieiitc por 01. i,n rcspuczta dc Barnachea fu6 qui: 110 IC entregaria inientrns 110 sc rindiese Pincheira, G al inciios sc IC e n t r e p r a e!i cambio B un tal God& proposicioi1c.s arnbas que facron dcsatetididas ; y a d Neculman,'h quieti inas tarde ha.bin de ponerse cn libertud, c p x l c i por entonces como el pri!>cipal trofeo dc csta. :IUC\V. expedicioii. Tan cscaso resultado 110 tenin otro inhito que el de habcr costa!lo bast.antc dincro 1' haber fatigado ,i todo el mulido, probando una ~ e inas z In insuficiencin de las expedicioiies en pecluefia cscaln contra la tcrriblc montonera., En va110 pcrdia cl tietnpo Rivera eii procurar vcnccr A 10s jefes que In inandabnn, sirvihdosc clc la SCduccion, y el Gobicrno en decretnr indul tos, seiinlando 111ia plificacion B 10s que sc ;~rcscntnsciiy la compra de sus armas y de sus cabal!oF; n:& cons:l.gui;: haccrlos enti-ar en In vida privnda y c!om@siicn, dc 1% crnl habiaii ya ulviilado Ins dulzuras. Afei.rac1o.i ti la agiladn csistencin del pillajc, ora p r sus instintus YiciosQs, ora por un pasado reprensible, no Iiabia mas que una SOIT arinn capaz dc disolver y ncabnr con ncjucl pcquefio Itimcro de bandidos, albergndos e : ~Ins aalvajcs soleclades, dondc sc ~nti;igloriabande representar 6 In Espafia, qirc ya no poseia una sola pulgada de tierra en el continente an)::ricano. Bajo cl gobicrno dc 1). :\gustin llizaguirre, el intcndcntc Eivcra y ios habihntcs de la provincia de Concepcioll solicitciron que el c,jki*citodc i:L frontera f!iese organizado y pucsio bajo las brJcne+ del gcilcrnl i;orgolio, dhndolc coin0 jcfe dc T<st,ado,\in\;or a1 corcnel \-id. Coiifornic a1 plan cie cami);tCia acloptncio, las hopis quednron cliviciitix ('11 t i w c ~ e r p o s , que cicbiaii cnl,rttr por trcs


334 tIJSTORI.4 DE CIIILE. distintos puiitos, Cunipeo, Longavi y Antuco. El primer0 & las brdenes d e Beauchcf, se compnirt del batalloil nGmero 8, del regimicnto de cnzndorcs A caballo, cuyo jefe era el cororlel Ptiga, de 500 i r inrlios Pchuenches. que debian tomar este camir10 ; el segundo era inandado por el valiente coronel Bulne!3, y constaba de su intr6pido . ._ _. regimiento de granaderos ii caballo y tres cornpallins del niim. 6 ; el tercero obedecia :tI teniente coroncl Carrero, cluien Ilevaba el rerrimicnto de drazones. tres com� pafiiss del 1iGm. : y U I I niimero bastante regular de Indios. Para goardar algunos desfiladeros, b d i r y esire~

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c.

comuiiicacion, d fin de que el ejcrcito no carcciesc de 10s socorros necesarios, el comandante Godoy debia o m par las cordilleras de .4lico. Tan lucgo como las tropas estuvieron prevenidas, que fu6 hhcia mediados de noviembre de 1 S26, Borgoiio salj6 de Sailtiago para pasar & Chi!lan, donde ibx !i frjar su cuar!el general de operaciones. Llegildo Tidca, hizo par:ir 6 Ueaurlief con la division de su maritlo ; y dste, escalando las cordilleras, por caminos Asperos y dificiles, lleg6 & Li invernada de 10s Gironcs, dontle se detuvo quince dias. Continuando s i niarclia, pudo poco ri poco aun;en!ar sus fucrzas con 330 nioxfonm, dcidos por 10s caciques Anticol de Malalque, y Levimanque del Campnnario y Aguw de lits Barrancas. De estos auxiliares tom6 150 que, con 100 cnzadores 6 caballo y 50 soldndos del niim. S, debian servir de ~ a i ) g ~ a r d illevnndo a, la brdei, de dirigirse hhcia la corclillm del Saco, p3ra sorpreiider 5. una partida que alli estaba acatnpnd,i. Cuando llegaron al Cajou de 13s Pdmas se apodernron de nueve bandidos y de quince familias, entre las cuales


rL LO LXXXSIII. 335 se encontraban dos hermanas de Pincheira. Con arreglo B las instrucciones recibidas, ]as ccmducian 4, su comanclante, cuando uno dc 10s prisimeros, dcjhndosc caer del cabrtllo por una barranca, h pesar de 10s disparos que se le hicieron, consigui6 salvarse y llegar al campo de l’iricheira bastante B tiempo para qiie hste, con su bandn, sc apresurase & huir, nasmdu el Neuquen. A pesar de la activiclacl desplegada en su persecucion, no se pudo hacer m x que npresar algrinns farnilias y dar muerte ,i seis de 10s bandiilos, entre ios que figuraba nno de 10s ayudantes de I’inclieira, el famoscj Paulo Arql-iiero, antiguo sargcnto dcl batallon de Chacabuco, uno de 10s mas notables provocadores de las sublcvaciones habidas en el ejErcito patriots antes de SLI desercion. La division de ISulnes, npenas huho enlrada en las cordilleras d e Longnvi, tropezi, con una particla de rebeldes y , dcspues de batirla, llcgo el dia conve~iidoal lugnr de la cita, asisticndo h la derrota de la banda niayor de Piixheira y ri la dcstruccion de toclos siis ranchos. iuo aconteci6 lo mismo con Carrcro, qeieii dcsconfiniido algo de sus Inclios, inuchos de 10s ( unles se hnbian ya separado para rcgresar 6 sus reduccioncs, nmcnazad<ts i la sazon por Alariluan, no pudo avanzn~sin0 h cortas jornadas y con nlgunn vacilacion. Tlasta el 7 de febrrro no lo@ reunirsc: h 10s otros dos cuerpos de ejkrcito, clue estaban muy estraiiados yn de su tardanzn, y, temcr3sas de que hubiera podido ser tltncado por fuerzns superiores k las SUYi\s, se habian clesviado del camino para salirle a1 enc u eti I ro. Beanchef, bnjr, ciiyns ordenes estaban todas aqurllas tropas, juzgb oportuiio pasar k batir li Pinclieira, quien, aegun ciertas indicaciones, dehia haberse refugiado en C.IF1


3: I( i

I I l S l V I L I \ 1)E c1111.1:.

las altzs inoiltalias dc ~lalnlcl~l)dlo. Dcqiiic~de habcr hccho partir para Clililan h 10s prisioneros que teni 1 dc anlbos sexos. escol!ados iior Ed. Guitikc quicii sc haIlaba nlgo molcstado por PUS hcridas, Beauchef se diri$0 hhcia dicho iit1t1t0, k pesar del mal estado en que sus caballos se encon trabnn. Durante la marciia, dos principales caciques F O prcsent nron 5 la vanguardia: so prctcsto de sumision ; p ~ B:iIiics, o cuyo cargo iba aqiiella, 10s consider6 coma espins y 10s oblis6 h scguirlc eu calidnd de guionc?. Descontentos de semejante rccibiinicilto, colidli,jcron las tropns por cstraviados send v o s , dando lugar que Ziiiliga FU banda lograsen ..nl\.n!.sc.

S o obstantc cl trnbajo (pic Bcauchcf se tomaba con cl fin de bntir 6 Pincheir<i. k f c . esquivando toclo encucntro, desaparecia conio uii f'mtasma en aqucl d@:lalo dc inontailas. Cansado y n dc tali infrucluosa prrswiicion, se dccidib B escribirle inducihdole B que se ri!iciicse, bajo promeea de echar tin denso yelo sobre lo ~ J X Z ~ O , cas0 deque se aviniern B hacerlo, y amenazli ido!c de usnr la mayor scveridad contra 61 si persistia cn '11 c:luel mndalismo. Pincheira contcst6 quc no I C intirniti.tbnn PUS anienazas, y que 10s Portugueses, cn f;uerra ciitonccs con Busnos Aires, sc le inostrnbaii fnvorables, y que dl era duetio de obrar ri su gusto y coil p h a iibertad. !<n vista de :an altanera I*espuesta y dc la dificultnd que Beauchef ienin de poder alcrtnznrlc, susperdi6 toda persccricion contra 61, y sc dirigiti Ci cnstigar sus aliaI. os Io 4 caciques Bu 1r ai (1 u co , A11a1ia 11 y 11u ai ch a q u c I 1pet! el Aiulato, que era cl mas podzroqo y mas temihle de todos. Despues de tres dias dc marclia, por mu) dificilcs caiiiiiios, el prirnero de lo? cariqws nombrados 1nzs ar-


337 riba se le present6 para desarinar sus inteiicioiies hostiles, asegurhndolc que solamente cediendo tl la fuerza se hallaba ligado con Pinclieira. Beauchef, con objeto de comproiiieterle, exigi6 cine 61 y EUS conas le siguiesen como ausilirLres, 17 ademas clue le cntregase todas las familias espiiolas, lo cunl O~JtCiliall dc grado ii por fuerza las partidas volan tes que ciiviaba por las inmediaciolies. Con este nuevo rcfucrzo continuo su cainino, y mas allA de Trapatrapa iba ti caw de improvise sobre reducciones tranquilas y dcscnicladas para destruirlas sin compasion, nlegando que el pafs !:o qucdaria pacificado si no se esterminaba entcrnmente h 10s Iridios, cuaiido una carta del general, li 13 sazon cn .i!ituco, iTino 5 dctenerle en sus planes, ordenh~dolcque respetase 4 todos cuantos quisieran somctersc 4 las nuloridades de la patria. Este fu6 el tkrrnino de SI cscursion. Despues de habcr pasado algunos dias en el n l l c de las Damas, donde el cacique Ilulato le envio h decir clue podia contnr con s u smistad y con que en br.cve le cntresnrin k Pincheira, despues de gannr A Kcculnian, iuiico jefc indio que le acompaiiaba, parti6 para Chillan, punto clue pis6 el 29 de RInrzo de 1 S 2 T , al cabo de cuntro meses de espedicion. En este ticnipo consiguio apartar de la influencia de Pincheira R 1117 crecido niimcro de reducciones, despues de quitarle otro no niciior d e ganados, y de haber devuelto S la patria rnas de 3,000 personas, que fueron L repoblar h Antuco y la Laja. Semejantes resultados 173 fucron bastantes h realizar el objeto de In espedicion cniprcndida con tanto ardimiento ; y Benuchef culpaba 5 Carrero, cluien faltando a1 cumplimiento de las ordenes que se le habian dado, hizo abortar el plan de operacionee. Pincheira continuaCAPITULO L S S S S I I I .

T. VIII.

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338 HISTORIX D E CHILE. ba siendo duelio 'de su formidable pouicion, y bastante fuerte aun para continuar sus teini bles invasiones, 4levando su audacia h a s h el estremo de avanzar hhcia las prcjviccias del Norte, it despecho dc las tropas cscalonadas a1 pi@ de las cordilleras, y en tren de cainpalia para dar caza, aunque fuera en 10s bosqiies, h touos aquellos bandoleros. Entre otras vnrias correrias figura In del 27 de Diciembre de 1537, en que Pablo, h la cnbeza de 50 hombres, casi todvs cazadores inmrreccionados en ChiIlan, frnnque6 el boquete de Rio-Claro para ir h caer por sorpresa sobre Curico, cuando un antiguo inqtiilino, con la mayor presencia de kniro, le hizo creer que, advertidos y3, 10s habitantcs se 1iallr:ban sobrc las armac, y le oblig6 It desistir de su in:ento. ,intes por el contrario, el terror habia sido tan grande, que unos 200 gua~osvenidos aquel dia & oir misa, se apresuraron i voiver h EUS casas. Por otra p a r k , el Gobicrno liabia hecho llainar en seguids al rscuadron de cazadores acampndo en Gunyco, el cud, bnjo la direccion de su jefe Puga, march6 en persecucion de Pablo. A1 llegrtr B Chanco-Corral encontr6 Bonifacio Correa, quien con 100 hombres de Lontue acababa de batiy aquellos bandidos, matando siete y no habidndose podido salvar 10s demas sino arrojhndose al rio. Sin perder un solo inztante, Puga vo16 tras ellos, y h cosa de las tres dc la madrugada pudo darles alcance e!] Ranchillos, donde hahian perooctado. La vanguardia, it las brdenes dc Ruiz, avaiizG con sigilo fin dc s o r ~ ~ ~ ~ e ~ ;~ yd eyar lestnban os ccrca de su campameirto cw.nclo, dcspcrlados por 10s Iadridos de un perro y la voz de alarms de dos vigias, aun pudicror? salvarse nuetramente, abandonando un corto nlllincro de mula$ y caballoe. Perseguidos por Ruiz sin tregua ni degcanm,


339 si bien con alguna lentitud & causa del mal estado de su cabdleria, las avanzadas Ilegaron tr poncrse tan prbximas unas de otras: que las de Pincheira intefitaron seducir & las de Puga, ofrccicindoles parte del dinero que acababan de mbar cn la hacienda dc J. A. Wla, lo cual algunas horas despueF no impidi6 tr 10s perseguidores que echasen pi4 it tierra y, sable en mano, pasaran B desalujarlos de !a posicion que ocupaban, quithndoles aun cerca de 300 bestias, fruto de su rapilia. Estos reveses no desalentaron lo i n s mininio A 10s audnces malhechores, favorccidos por las guerras civiles que entonces desgarrnban el pa's, y i~ cuyo servicio se halluban consagradas las mejores tropas veteranas. Poco tiempo despucs sc habinn aumcntado considerablemente hBcia la parte Sorte en esta provincia, teatro por espacio de tsntos afios fie s u criminal esplotacion, y devastaban por completo Ins haciendas cercanas & Talcaregue, Ilevindose B IRS jbvenes, nsesinando B algunas personas y robando en varias ocasioncs mas de 10,000 cabezas de galiado, que 1iic:~ron conducir h su campamento, B pesar de la incansable actividad de D. P. Herrera, puesto a1 frente de algunos milicianos. La facilidad que tenian de [boder saquear todas aquellae haciendas sin tetnor de ser sorprendidos, dc tal modo prestaba cuerpo B su audacia, que h 10s pocos meses volvieron B rcproducir 10s mismos escesos en In de Cnuquenes, avnuzando hasta Sail Jose, distante como doce leguas de Santiago, cuyas casas fucron tvdas despQjjadnsde cuanto algo valia, y sobre todo, la de D. Onofre Bunster, propietario de las inirias de San Pedro, donde robaron varias barrae de plata, llevando su crueldad hasta el punto CAPITULO LXXXXIIIa


340 HISTORIA DE CHILE. de asesinar & siete arrieros y un muchcho de diel: afios que servia de madrinero. Todas aquellas rapifins, tan frecuentes desde la Laja hasta el rio RIaypii, sc multiplicaban h espensas del temor que su crueldad infundia, y habian acarrcndo la mayor desolacion nl pais. Lns lincienclas contigiias t i Ias Cordilleras se liallaban casi nbnndonadas dcl todo, 10s ricos pastosdc siis montes iiiutilizrtdos por completo, y lugares enleros enrusltos en ruinas. Ni aun las ciiidades sc: encontraban a1 abrigo de siis atneliazrts; 1’ con frecuencia venian h esparcirse runiores Finiestros clue seinbraban el terror en el corazon de sus pm�cos habitantes, 6 turbaban su timida iniaginacion. Iiiiitiles tlc tvdo punto cran cuantas disposiciones se toniabnn par parte del Gobierno; Pincheira IlegG li Fer U I I poder qtie las facciunes politicas consintieron por iiltinio reconocer y hasta, ,lo que todavia es mas, h solicitar. Y aci fuk. El 1 Y cle julio de 1520, las autoridades de RIendoza, c u p s haciendas habian sido tambien invadidas, conictieron In bttjeza de ponerse en relaciones con 61, rccDnocikndole 1 q r medio de un tratado, coni0 coronel y jefc de Ins fucrzas del Sud, y comprometidiidose h facilitarle 10s arrsilios necesrtrios en viveres, armas y municiones. Prescindicndo de lo clue semejante pacto tenia de dcgraclantc para una nacion civilizada, enorgullccia s o h e nianera ?L aquel facineroso , tan perjudicial para la sociedad, y dnba nuevas alas 6 su carhcter emprendcdor. Esto esplictt muy bien la insolente respuesta que dio :\ Bulnes cunndo en 1531 le propuso un arreglo (1 fin de terininnr una luclin tau lastimosa. En dicha respuesta esigia al Go1)icrno le conservase el titulo de comandantc de sn gavilla, debieiido ser 6sta alimentada y armada por cuenta dcl Ihtado, alia-


34 1 diendo la necia condicion de que jam:k se le obligaria B batirse contra tropas que el Rey de Espafia pudiese enviar A Am6rica. El niimero de hombres quc a~andnhaPincheira no era, sin embargo, muy considerable ; pero encontrtindose en complcta seguridad en sus ciudadelas naturales, podian muy bien Ilevnr 6 cabo sus improvisndas sorpresas, merced a1 hien organizado cspionaje clue teiian en todas partes, y tarnbicii dividksc en pequefias fracciones para mer sohre Ins nldeas y hacicndns faltas de defensa. Asi es que mienlras las segr~gadnsfuerzas de Pincheira se cebahan en las nldcas de !'nrico, Talcnregue, Cauquenes, etc., las de Rojas y fIcrniosilla entraban ti sac0 las de Ta!cn y FC Ilcval)an ~ii~~ncrosos rebaiios ; y esto lo ejccutaban con una rapidez tal, que 10s escuadrones mandados en sii se~uimicnto rnra vez lograban alcanzar acpiellas partidas. Cn,z vez muinadas las campifias de Concepcio.1. Ins prnyincins nl Xorte del JInule Ilegaron ,iser tcatro $:c 10s nctos 1~anc1:ilicos dc Pincheira, explorAndolas coil tantn hnbilitlad c ~ m oosadia (1). Segun hemos vislo ya, todas las expediciones hechas contra aquellos salteadores c k caminos, no habian dado rcsullado alguno prov~cl~oso; y sin e m h a r p , 10s inmenC \l'ITCLO

LSSSSIII.


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HISTORIA DE CHILE.

sos perjuicios que ocasionaban, no s610 en Chile sino en las provincias subandinas de Buenos-AIws, debim hncer esperar medidas mas enhrgicas y eficaces. La ocasion no podia ser mas favorable. filiichos de 10s mas valientes jefes de Pincheira se habian sometido, el estado ankrcpico no existin ys en el pais, el Gobierno, mas fuerte y mas endrgico, podia disponer de tropas aguerridas con preferencia las milicias ciudadanas, que como menos disciplinadas y mal pagadas esquivsban el peligro siempre qrie podian, no obstante su costumbre en el manejo de las armas, encontrando en cierto modo menos deshonrosa la huida que la derrota. Pensose, pues, en reproducir la expedicion deBorgofio, pero sustituyendo B 4ste en el mando con el general Bulnes, militar intrkpido, muy qnerido del soldado, y con encargo de penetrar 61 mismo en las montaiias mandsndo sus tropas en persona. Este pequefio cuerpo de ejdrcito contaba mas de 1,000 plazas, compuestas del modo siguiente : 200 granaderos de d caballo, d las brdenes del coronel graduado Don Bernnrdo Letelier ;26 'I infantes del Carampangue, mandados por el teniente ccronel Estan. Anguita; 200 del batallon de Yaldivia con el capitan J. Darbosa ; 2 $0 del batallon de JIaypii, con su coronel J . Ant. Vidaurre, sespoderaron dc siis cabnllos y eqtiipajrs, y sc furroii sin linccrlcs elmenor C!OEO,sln duda compadccitlos drl micdo qiic Irs Iiabian inspiwdo. NoticioS O de esta drsgmcia, escal6 d pid Ins monhilns y, a1 cabo de dos dias de privaciones, c o n s r y i acc'rcnrmc !I loa l~aiiosdc Cauqcenes, donde encontrE iina cornpailia de milicianos que ilia en pcrsccucion dc aqiiellos bandi110s; y todo esto, como siemprc, despues quc ya estabaii de vuclta cii sii cnmpnmento. El. espanto que ocnsionaron en San Fernando crn aun tan grande un mes mas tartlc, qric tratnndo yo dc visitar r l rstinguido \yhxtn de Talcarcgue, cl intcndentc Don Pcdro Urriola no mc drj6 partir sino cscoltado por \inn compaiiin de milicianos.


CAPITULO LSXXXIII.

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gundo jefc de la division; 30 milieianos solamente COR Don Ramon Pardo, y por iiltimo, 80 Indios Pehuenches 5 cargo del arrojado capitan graduado Doming0 Salvo. A principioi cle enero de 3532, todas estas tropas se pugieron en movimicnlo, marchando con bastante 6rden y reservit, p e s ya para el 1 1 hzbian hcclio n1guno.s prisioneros. @I siguicnte dia, una Dartida de Granaderos al mando del alfhrez Don Pedro Lsvandcros, fu6 enviadR en exploracion y sirviendo de guias prdcticos en el ter. reno el comandante Rojas, 10s capitanes Gatica y Zutiiga, y el alf6rcz Vnllejos, todos ellos pasados de la banda de Pincheira. Conocedores de las mafias y costumbres de sus antiguos compaiieros, fueron bastante afortunados para lograr sorprender y apresar en la habitacion de la estancia de Roble-guacho d Pablo Pincheira, ast como tambien ,isus criados y d un antiguo cazador de ?i caba110 ; y Rozns, en otro tietnpo uno de sus mejores tenientes, captur6 tres soldados quc habian huido & 10s bosques. Siendo este Pablo el mas cruel y el mas feroz de 10s hermanos Pincheira, Bulnes le mandG fusilar enseguida, pena que tambien sufrieron Ilermosilla, Fuentes, Loiza y algurios otros de sus jefes. Todos recibieron la muerte con una estoica tranquilitlad, plies hnsta tnl punto la feroz brutalidad de que hncian alarde habia helndo en SUY almas todo sentimiento humanitario. Despiies de tan feliz captura, la divisim contics6 su mnrcha, dia y noche, con muy poco descanso, teniendo que veneer las niayores dificultades y fatigas. Un poco antes dc llegar & las lagunas de Palanquin, campamento de I’incheira, todttvia cayeron en sus m n o s ocho soldaF dos y un sar,jento, que se hn!iaban guardando una an-


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IIISTOKIA DL CHILE.

gostura; pero dos que lograron escaparse llevaron la alarma & sti campo. Bullies se apresurb entonces k disponer sus tropas en tres columnas, y, por medio de iln ataque siniulthneo, cay6 coil la rapidez y vigor del rayo sobre el campnmento enemigo, acuchillando 9 todos aquellos bandidos, que en ';an0 prctcndieron huir para salvarse, pues iban B ciicontrarse por todos laclos frente A las parlidas mandadas con el fin de cercarlos. Sin embargo, favorecidos por In. noche y la cnrrera de sus caballos, J. Ant. Pincheirn y unos I2 ti 1 4 mas de sus secuaces fueron 10s iinicos que lograron salvarse de la refriega. LOSIndios, apostaclos & orillas de un estero, intentaron resistirse contra 10s granaderos de & caballo que 10s perseguian de cerca ; pero dcsbaratados por una impetuosa carga, pronto liuyeron, dejando sobre una linea como de tres lcguns de caniino, gran cantidad de muertos, entre 10s que se encontrabnn 3eculinan, Coleto y Triqueman, principales ausiliarcs del maidecido Pincheira, y atizadores de las perturl~acionesde la raza pehuenclie. Tambien fil6 mu? considerable el niimero de prisioneros de gucrrn, entrc Espalloles 6 Indios, 10s unos cojidos en el campo de hntnlla, y 10s o!ros defendihdose durante algun tiempo en una montafia contra la compaliia de Cnrampangue, sobre In cual dejabnn caer rodando enornies peiinscos. Esta completa victoria concluy6 con 10s bandoleros que infestaban la frontera, y una vez alcanzada, Bulnes regresh & Chillan. Antresde einprender la marcha. destacb una partida de LOU hombres, cornpuesta mitad por mitad de Indios y de Chilenos, para clue activarnente persiguiesen 2 Pincheira y B 10s pocos hoinbres que Ie quedaban. Iban al frente de esta fuerza, el fanioso cnpi-


345 tan Ant. Zfiriigs y el ayudante de granaderos de h caba110 D. Pedro Aguilera; Gracias 6 su marcha r&pida, a1 amanecer le dieron alcance entre 10s rios Latu6 y Sslado, 6 indudablernente le hubieran scqrendido, si 10s rastros de dos espias, tnandados A informarse de la direccion que Ilevaba, no le huhieran ckscubierto la proximidad de sus perseguidorcs. Pincheira, pues, logr6 salvarse con sus pocos compnllcros de crimer?; pero a1 llegar a1 rio JIalalhu6, vienclo que su causa estaba perdida del todo, sin que ya pudiera defenderla y niucho menos restaurarla, solicit6 una cntrcvista de Pedro Lavandcros, declarhdole que su in tci3cion de rendirse, pero no & Zhiiga, sino a1 general Rrilnes. Concedido lo que cleseaba, Pincheira y su gente abandonaron las altas soledndes, y el 11 de AIarzo se rendian a1 general Bulncs. hsi qued6 esterminada aquella fnmosa banda, que se hizo inemorable por siis atrocidades, y que por espacio de 13 afios habia llevado la dcsolacion y sembrado el eepanto en las provincias del Sud, arruinando pueblos y haciendas, robanclo niujeres, Ilevando por toclas partes el luto, el hambre y cl estrago hnsta el iiltimo grado del rigor, y menosprcciando con una nutlacia sin limites la politica y Ins armas del Gobierno de Chile. Esta es sin diida una de las mayorcs glorias del general Bulnes, porqiie, dcspues dc haher contribuido B sofocar In ni;arcIuia, coronaba la obra dando inuerte 21 la hidra sangrienta del vandalisino. Dc 10s cuatro hermar,os Pinchtiirn, 5610 J. Antonio logr.6 s:ilvar la. vida, obtenicndo el perdon ; 10s otros tres tcrminnron su fatal carrera con una mucrtc violcnk. Antonio, el jefe principal y mas ciuel de toclus 10s Pincliciras, no esistia ya desde la accion cle Linares, acaecida CAPI'ITLO L S X S S I I I .


346 JTISTORIA DE CHILE. el alio 4523; el segundo, esto es, Santos, pereci6 el mismo afio, ahogado en tin rio al ticmpo de atravesarlo ; el fin del terccro nos e. ya conocicio. Este, llamndo Pablo, no mcnos rnalvado que el primero, acab6 fusilado por brden de Bulncs, sellando asi la trancpilidad de 10s inofeiisivos habitantes de 10s pueblos fronterizos, y muy particularmente de la piwincia de Concepcion. Destruyendo las bandas de Pincheira, el general Bulnes no solo alcanzaba la gloria de poner tkrmino a1 encarnizarniento de una guerra prolougada durante veinte alios, sino que, a1 propio ticmpo, libertaba al pais de 10s escesos y violcncias de aquel horniiguero de facciosos, azote cruel y plaga inevitable de toda sociedad en vias de una siibita trasformacion. Este suceso coincidia de un modo admirable con el restablecimiento del 6rden y Ia tranquilidad en la vida piiblica, dando estabilidad h aquel gobierno fuerte y respetado que el g h i o de Porles acababa de inaugurar. A partir de estc momento, la vitalidad social va desde luego B verse encaminada hhcia una reparacion y organizaciun necesarias para ahordar en seguida la obra de la regeneracion, dando a1 pensamiento y 6 la inteligencia esa energia salutifera que 10s padres de la patria, secundados por un valiente y leal ejhrcito, habian emplcado en In conquista de su nacionalidnd. El periodo a d abierto serk el cuarto de la historia chilena, serk el periodo de la libertad y de la civilizacion, estando represeittados !os tres anleriores por la conquista, 1% colonizacion y la independensia del pais. A Ius autores chilenos incumbe aliora el deber de darnos esa historia ; y las sabias cuanto importantes obras y memorias que ellos han e n t r e p d o yrt ii la publicidad, son In mas segnra garantia del taknto y de la firmeza


CAPITULO 1,XXXXIII.

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de hnimo, del tenaz empeiio que ellos emplearbn en presental-nos tal como son 10s hombres y 10s acontecimientos de csta grandc 6poca de regeneracion social, esforztindose en enriquecer la historia patria a1 narrar 10s maravillosos progreso; que, h consecuencia de :a c m quista de siis libertades, ha lograclo el pais en ilustracion, en crddito y en riqueza.

FIN.


INDICE

DEL TORI0 OCTAVO Pkg.

LXSS. -El hlniirantc Dlanco, Presidente de la Rep& blica. - Ihvia iin ministro plenipotenciario al Peril, 5 causa de la parte que el Gobierno toiuaba en favor de O’lliggins. - Insp i r h l o s e en el ejemplo de 10s Korte-Americanos, el Congreso atlnpta el sistemn f+-!eral. - Difcrencia de las costumbres e n ambos paises. - Ileformas en el ejdrcito y en el modo de reclut;irle. - Antngonismo entre el Presidente y el Congreso. Desaninlildo en sus hellas intenciones, el Almirante Dlanco renuncin 6 la I’resitlcncin. - hscontento protlacido en el p6blico por tan violeiita resolucion.

CAPITl!1.0

1

CAPITULO LSSSI. - Agustin Eizaguirre, Presidente de la Repiiblica. - Embarazosa situacion. - Toma algunas medidas para destruir el nbuso de 10s ~ n l e snacionales. - Dificultadrs. que encuentra para niejornr la situacion tlel lesoro. -La guammcion de Santiago se subleva y rccihe una parte de sus pagas atrasadns. - Oira sublevacion eiitre 10s giiins. - Freire consigue lincerlos entrar en el cirden. Estailo inquieto (le 10s Animos y sintomas de revolucion. El coroncl Don Enrique Campino se pronuncia 6 inlitula Capitan General de la Hep6blica. InciEs sofocada por la destreza de dentes de esta revolucion. 27 Denavente.

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CAPITLJLO LSSSII. - Los miembros del Congreso vuelven 6 comenzar su sesiones y Freire tlimite si1 poder provisional. Es reekgido pnra I’rcsitlentc, y para \’ice-l’residentc D. F. A . Pinto. - El sisteinn federal es atlmitido por el Congresg, y al efecto, es presentatla una C.institiicion. - 0po.icion que la nueva ley Inencuentra aun entre 10s antiguos pnrtic!nrios fetleralistas. fante la sosticne cilsi solo, pero con la mayor energia. - Las asamblens provinciales en s u niayoria son contrarins 5 diclia Constitution. - Las fiworables A ella iritroduccn la confusion e n Ins administraciones fiscales. - Vivas discusiones con la asamblea provincial de Santiago. Disolucion de la CBmara y no:nbramiento de una coniision nacional. - Convocatoria de un

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INDICE. PBg.

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nuevo C o n p s o . El sisterna federal es dcfendido con obstinacion por Infante, i5 p e w de ser contrsrio al vuto general del pais. 52

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CAPITULO 1,SSSIII. Freirc renuncia ti la presidencis. D. F. A . Pinto acepta estc alto puesto, tlespues de Iliiberle reliiisatlo. Estado t l r l w s en nqriellos nioinctitos. -Desrnimilizncion en las difercntes cla:es sociaie.. - Graiide.; inuridaciones : estragos que ocasionw. - IIes6rden en ];is idens pnliti,.as. - L)c 10s partidos y tle sus tend. ncia.;. - D r l periodisnio. - Siis nbusals y s u espiritri cnlumniador. - Se piensa restringir Ins libertades de la pren s i . 73

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CAPITULO LSXSIV. Sigue In administrncion del general Pinto.Su caricler. - Formacion de su iniiiisterio. - ICleccinn (le un nuero Congreso y su traslacion d \atparmiso para tliscutir el nueYo proyecto de c;onstitricion. - Revulucion provo:anlfa plir Don Pedro Lrr.ola. - I,os Ii~tliitarite.;de Sailtiago 5e tleclariin en favor del l'ict!-Presidente. - 'I'entntiva de una ilueva subleviicicn milifar sofiiciida por el Goliiertio. - Deselcinn de los draeone:, h i cia cl Sud. - 14 cortian~lat~leBiitnes 10s hace volver i l l h i e n . Amnistin conceditls d 10s rerolucionarios con motivo (le la promulgiciitn de la riurva ley luntlarnt~itt,I. - Batallon del h i e n . Los dipritatlos vuelvrii A cntpr-ntler sus inreas en Saiitiago. - I~egl~tnientosobre la lil)erlad de In preiisa y la ley elecioral. - C;iCrranse las sesiones legislativas. 100

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CAPITELO LXSSV. - Cnntiriiia In administrncion del general Pinto. - Suevas rrformas en la Ilacientln Fiiihlica. - I:stril)li~riiiiierito del crdtlito nacioniil. - I'roycc1o de t i n b,#ncn.- hlmlitlas ;itlopi tatla.; para prier frrno nl cOlit~abiillllo - Sublev:icion (IC Ins cazatlures en ' l . i l l , ~ i l - lk!oriiias iittrorlucitliis en el cjtwito. Insfruccion p6l)lica. - 1:nlcgios pitirulares. - Ciilepios (IC senoritas. -Sociedarl fit irinhica.- Teatro. -Discusiones sobro la abdicion (le 10s magorazgos. i 28

CAPITULO LXXSVI. - Pinto es cnCrgicnmente combatitlo en las elecciohes. - ~ u b ~ e r a c i ode n los i n r ~ l i ~ l oys ,~ 1 1 scoibecuencias. Los Ikluconm v Ills EstaiiqurrL~s se rcuncn en as;rml)ien en el consulado. - El Vice-l'residente manth cerrar Iiis puertns, y se retira 6 Apoquiiido, pass;intlosus stribuciones a1 Senado. Los miembros del Tril~iiiial(le h p e h innes presmfan su tlirnision. - 13 Longreso se tr;i?;l;itla ;i Y,ilpal aiso para e l escrutinio de la votacion [le Presidente y Vice-l)rcsitlcnte de la Repiiblica. - El p n e r a l pinto ohlicnc el priiiier Ciirp, y e l coronel Joaq. VicliAii et seguntlo. - Est. iilfimo nornlminienio es atilcatlo por la nposicitln. - k:I peri6ll;co El Snfrtrg.inte y sus acitloratlas lilipicas. - R e v luci81n O'lliggini~ta en Conccpcion. - El I)resi= dente, poco satisfeclio tie 1.1s elecci Ines, qriiwe que se rcnueven. - Ante la mgativa del Congreso, t;ll como Yicufici lo Itabia liecho yn, presenta si1 dimision. - Su ren1inci.i es aceptada, y el Presidente del Senado toma las riendas del Estado. 4 60

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352

INDICE.

Phg

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nas partidas para liostilizar i’dichos Indics. -Don Luis Salazar figura en primera linea entre 10s oficiales de estas partidas. 26:i Koticia sobre sus principales espediciones.

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CAPITULOLSSSSII .--.\Iucrtc rliolentii del cura Ferrebu y del cor0 ne1 Pico, y cpisodio de estos ncont.ecimientos. - Gran niiinero

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de Indios, nlarnindos, van i sometcrsct. Ikirnaclien traln (!e ganar ;I X x i l i i n n y obtienc un parlamc!ito cn TiipililIc. - Siibleyacion del escundron (le cnzntlorcs,qiiiznes sc piisnil ila montonera de Pinclieira. Insubortlinncion (le Ins tropns (le Yunil~el, apnciguatln a1 instante. - Senosinin, jefe de 10s realistas, continiia sublcvnndo ii. 10s 1ndios.- L)es;iues tlc vnrios encuentros, regresa A Kacirniento, dejando A Nontero encnrgntlo de proseguir la canipniin.- Ucsconkmtlo IiiirIliicIieii de 3la!iluan, aliildo sicmpre coil Senosinin, IC nianda uti nlensnje para obligarlc 5. ciiniplir el tratndo (le ‘riipiliue. I:stc cacique iiirluce li Senosiain [L personnrse con el ii!tentlente de Concepcion. - 1Iiil)itkdose ncgado d ello, el canitan 1,crsuntli vn en su l u p y prorncte la suriiision (le totlos Ius realistns.-,\ p a r (le tales prorncsns, Senosinin pcrmanecc sieniprc Iios~ilal Gobierno.--\-n i rcunirsc iPinclteirii y, tlcqwcs d c ;ilpiiins atiictinz IS, conclu\e p c r ciilriir en negucincioncs con LIin;i, qriicn acnh i l i a ,!e rtxiiiplunr .i Ilarnacliea. - I-na w z sometitlo ;II gct~eriilliorgoiio, pasn {I Valpn20 1 riliso y alli se embarca piirn Iluropa.

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CAPITULO1,SSSSIIl .-l!onloncra de 10s liermnnos Pincheira.-Esccsos dc sti bnntlolerisnio. -l!uertc de .\ntonio I’inclicira Iniitil espedicion de I a i t a f i o . - Iiarnnclien consigue cntequizar ialgunos cacique.;, que l r q o SB tie,i:in nlocitiar por las engiilrosns promesas de l’indicir;i.- Fin del tcnicnie coronel Jordan. - 1.1 intenilcntc Iiirerx pone 1;i tlisposicion (!e I1arnaclic.a nlgunas tropas para i r :I wrprmder al encmigo. - I\esultntlos obtenidos. - EII vist<i (le lids rciteliltlas iiislnncins de 10s Iiabitantes de la proviiiciii tlc Concepcion, el Gobierno se decide 2 enrinr una impom nte espedicioii, mnndntld por cl generid norgoi-io. El coroiicl llrnucltef, cnc,:rgntlo (le la primctra columna ofensiva, entra PI: Iiis corclillct.ns ;v cons e iiolal,lcs aunque incompletos rr~ultictlos.-ltlcesantc!: ncs (le 10s baii(li,lns (le Pinclieirn, fitrorecidos por In g:ucrra civil de 1S29. - A I n conclusion (le In p i u r n , cl Gotlimo dispone otrn cspcdicion Lnjo el niantlo de 1)on .IIiil~~UcI1;ulnes.-Con grantle rcgocijo de I n Nacion cliilcnn, cste ilustrc gc.ncrnl esterininn por completo la tan perjudicial cotiio ruinosn inontonera de I-’inclicira. 320

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F1S DEL I S D I C E .


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