Pura Vida - Indignado

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¡Pura Vida! Hernando Rojas Quito, Ecuador Cuarta edición 1000 ejemplares, año 2012 La Imprenta Diseño y diagramación: Biodesign Fotografía: Mathew Blair Corrección de texto: Davina Sofía Pasos, Galo Vega P. Logo: Chino No hay derechos de autor, parte o todo el contenido de este texto se puede utilizar libremente, citando la fuente.

Comentarios y sugerencias a: evocultura@gmail.com 2


Gracias a: A mis hijos, a mis hermanos, a mis amigos, Iván Darío y familia, Davina Sofía, César, Daniel, Jaime, Chino, Marcela, Margarita, y a todos los que me dieron la mano.

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ÍNDICE Pág. El origen de la crisis económica y ecológica

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El carácter de la mercancía

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El fetichismo de la mercancía y la competencia

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La competencia del mercado se convierte en adicción

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La competitividad del mercado y la Naturaleza

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La competitividad del mercado y las revoluciones

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La competitividad de la mercancía y la familia

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La competitividad, la violencia y la guerra

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La competitividad del mercado y las comunidades

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originarias Una alternativa de solución

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Radiografía de la educación

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De la práctica a la teoría

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Metodología auto activa de grupos

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Propuesta de contenidos para la educación básica

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Estrategias para alcanzar la evolución cultural

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Anexos: Muyu Fruta Comida Semilla Sembrada

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Proyecto Huerto Escolar Comunitario

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Propuesta para terminar con el Narcotráfico

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Consulta popular Vota: ¡pan sí! ¡Armas no!

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Síntomas de la crisis económica y ecológica

A inicios del tercer milenio la competitividad del Sistema de producción, mercado y consumo, capitalista, globalizado, se impone como factor predominante de la relación entre los seres humanos y de éstos con la naturaleza. De este modo se descalifica para vivir a la mayoría de la humanidad que no está en condiciones de competir con ventaja, destinándola a la muerte por hambre o a la supervivencia en condiciones infrahumanas. La especie humana, orientada por la competitividad, ha roto su armonía biótica con la naturaleza, en un proceso que amenaza con ser irreversible. El afán desarrollista, competitivo, orientado a acumular mercancías y dinero rompe, el equilibrio de la Madre Naturaleza, por contaminación y sobre explotación. Los ciclos del carbono, nitrógeno y evaporación- transpiración están afectados por el aumento de la deforestación y el incremento del 5


porcentaje de dióxido de carbono y metano en la composición del aire, dando lugar al Calentamiento Global, amenazando toda expresión de vida. Innumerables especies se extinguieron o están a punto de extinguirse; la reserva de bosques y de tierras productivas se agota, el desierto crece. Todo esto en función de un mercado competitivo. La mayor producción de mercancías, desarrollismo, a partir del avance de la tecnología y la biotecnología, presentada como alternativa para solucionar el hambre deja mucho que desear, la calidad de la vida humana está en deterioro en países pobres y ricos. Pese al desarrollo, mueren 15.000.000 de seres humanos al año por causa del hambre y 10 niñas y niños cada minuto, mientras se gasta en armamento 3 millones de dólares en el mismo tiempo. Genocidio silencioso y silenciado. No son sólo estadísticas, es una realidad aberrante. La hegemonía económico-militar y la industria de las armas siguen promoviendo y dirimiendo los conflictos de mercado, interestatales, a costa del hambre y holocausto de los pueblos. 20.000 ojivas nucleares amenazan el planeta. Instituciones que son producto del compartir de la humanidad, como la familia y la comunidad, 6


están amenazadas, sus valores son reemplazados por los valores del Sistema que genera crisis permanente, agudizada por el alto costo y escasez del recurso energético y de otros recursos naturales; lo que sumado a los efectos de la crisis ambiental traerá, necesariamente, más hambre, conflicto social y una escalada de violencia que concluirá en crisis total y guerra. La contradicción principal era antes entre el Sistema de producción, mercado y consumo competitivo y los pobres del mundo, ahora es entre el Sistema y el planeta Tierra. De cómo se resuelva esta contradicción dependerán las demás.

El origen de la crisis económica y ecológica

El origen de la crisis se encuentra en la mercancía y la competencia. La mercancía y la competencia, bases del Sistema de producción, mercado y consumo, son factores de acumulación más allá de las necesidades vitales y, por tanto, de desequilibrio en la relación entre los integrantes de la especie humana y de éstos con la naturaleza, desnaturalizando la función de satisfactores 7


de necesidades vitales -valor de uso- que tienen los productos de la naturaleza y del trabajo humano. “La riqueza de las sociedades donde impera el régimen capitalista de producción se nos aparece como un inmenso arsenal de mercancías y la mercancía como su forma elemental” Karl Marx La más elemental de las lógicas nos dice, después de leer esta cita, que para terminar con el régimen capitalista de producción es necesario abolir su forma elemental: la mercancía. “Valor de cambio es la relación de valor como se pueden cambiar unas mercancías por otras”. “El trabajo social que determina el valor de la mercancía, es un trabajo indiferenciado, no tiene en cuenta si a un productor le toca invertir el doble de esfuerzo y al otro no, en la producción de mercancías similares” Es en esta relación de cambio, de unas mercancías por otras donde, básicamente, se da la posibilidad de explotación del hombre por el hombre y de éste a la naturaleza, ya que estos compiten en la producción, mercado y consumo, en condiciones desiguales. La posibilidad de enriquecimiento de unos pocos a costa del empobrecimiento de muchos, 8


aparece cuando producimos para vender y comprar. Por la diferencia en la capacidad para competir con ventaja, entre los que poseen más recursos y los que no los tienen. La cantidad de trabajo invertida por un pobre para producir y mercadear es mayor que la de un agro industrial, sin embargo, el valor de cambio del producto es el mismo para los dos productores en el momento de venderlo; para el primero significa mayor utilidad, enriquecimiento, para el campesino, pérdida, empobrecimiento. Igual ocurre con la producción e intercambio de mercancías entre países pobres y ricos. Ocurre también a través de la compra y venta de la fuerza de trabajo, empleo, que nos convierte en mercancía. Los dueños de los recursos necesarios para competir con ventaja en el mercado son minoría, la mayoría son los pobres del campo y la ciudad, quienes compiten en desventaja y, excepcionalmente, aspiran a formar parte marginal, del grupo privilegiado. Los campesinos no abandonan el campo porque éste no produzca, sino porque no pueden competir en términos de igualdad en el mercado. Otro mecanismo para establecer el valor de cambio de un producto es la especulación, que es posible gracias al poder del mercader para competir, su grado de ambición y deshonestidad que le permiten 9


fijar, arbitrariamente, el precio de sus mercancías y del dinero por medio del juego de la bolsa; devaluaciones, reciclado de dinero etc., aceptado por las reglas del mercado. El Sistema, valiéndose de la ley o la fuerza, siempre encuentra otras formas de ganar que anulan las conquistas alcanzadas por los pobres con gran sacrificio, mientras no se renuncie al intercambio de productos por medio de la mercancía y la competencia, Todo se origina en la necesidad de intercambiar los productos del trabajo para satisfacer las diferentes necesidades de los individuos o de las comunidades. “La capacidad de satisfacer con cada producto una necesidad se llama valor de uso”. El intercambio natural, que tiene como fundamento la solidaridad, no tiene como objetivo la cuantificación del producto, sino la cualidad del producto para satisfacer la necesidad, la cualidad, es decir, la posibilidad de satisfacer una necesidad que es la que tiene el beneficiario del intercambio; y este último, a su vez, se compromete, tácitamente, a dar reciprocidad. Las dos acciones tienen carácter cualitativo. Por el contrario, en el intercambio de mercancías prima lo cuantitativo, lo importante es cuánto se gana en el intercambio y esto dependerá de quién tiene más posibilidad de competir con ventaja.

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No se niega el intercambio, se afirma que no puede basarse en la mercancía y la competencia, pero sí en compartir valores de uso. No se desconocen los logros sostenibles de la evolución del mercado y la tecnología. Todos los productos de la creatividad humana y de la naturaleza son buenos para la humanidad y para la naturaleza, siempre y cuando no se conviertan en mercancías; cuando esto ocurre se desnaturalizan al generar lucro y acumulación, condicionando así la satisfacción de las necesidades vitales de uso, generando graves desequilibrios a la Naturaleza y por tanto a la humanidad. Afortunadamente, no estamos solos cuando nos atrevemos a soñar que podemos despertar en un mundo donde termine la pesadilla de la mercancía y la competitividad. “Mi intervención será bastante distinta de las otras que aquí se lean. Presentarse a un debate sobre la mercancía para polemizar contra la existencia misma de la mercancía puede parecer tan sensato como acudir a un congreso de físicos para protestar contra la existencia del magnetismo o de la gravedad. Por lo general, la existencia de mercancías suele considerarse un hecho enteramente natural, por lo menos en cualquier sociedad medianamente desarrollada, y la sola cuestión que se plantea es 11


qué hacer con ellas. Se puede afirmar, desde luego, que hay gente en el mundo que tiene demasiado pocas mercancías y que habría que darles un poco más, o que algunas mercancías están mal hechas o que contaminan o que son peligrosas. Pero con eso no se dice nada contra la mercancía en cuanto tal. Se puede desaprobar ciertamente el “consumismo” o la “comercialización”, eso es, pedirle a la mercancía que se quede en su sitio y que no invada otros terrenos como, por ejemplo, el cuerpo humano. Pero tales observaciones tienen un sabor moralista y además parecen más bien “ a nticua das”, y estar anticuado es el único crimen intelectual que aún existe. Por lo demás, las raras veces que parezca ponerse en tela de juicio la mercancía, la sociedad moderna se precipita a evocar las fechorías de Pol Pot, y se acabó la discusión...” Anselm Jappe “Mientras que el hacer humano se realice como trabajo cuyo fin es el valor de cambio, todo el dominio del hacer queda apresado por la lógica capitalista. Mientras la mercancía no sea abolida, mientras no se extinga la diferencia entre el valor de uso y el valor de cambio; toda la producción, tiene marcada desde su cuna la condena a muerte para alimentar al Moloch del capital. Bajo la forma del valor de cambio del 12


hacer, inclusive antes de empezarse a producir, ya se sabe que su fin es alimentar al mercado” Colectivo Nuevo Proyecto Histórico. La Organización del Precariado: Capital, Estado y Socialismo

El carácter de la mercancía Mercancía y competencia El humano compite con los miembros de su especie, con las otras especies, con toda la naturaleza, no precisamente porque competir sea parte de la condición humana, sino porque competir es condición de existencia para la mercancía y, a través de ésta, se ha incorporado agresivamente a la cultura. Mercancía que no compite pierde. Cuando no se gana se pierde, afirman los mercaderes. Una fruta que no compite está condenada a perecer, igual pasará con las acciones en la bolsa de valores o con cualquiera mercancía. El objetivo del mercado es obtener mayor lucro, con la menor inversión, en el menor tiempo, 13


esto es una acción competitiva. La prueba más estremecedora es la muerte por hambre de millones de seres humanos que no pueden satisfacer su necesidad vital de alimento porque su trabajo, que es una mercancía más, no es competitivo.

La competitividad del mercado y la alimentación La satisfacción de la necesidad vital es el límite creado por la naturaleza como mecanismo de protección para mantener su equilibrio dinámico, armonía, evitando así su auto destrucción. Las diferentes especies cuando cazan o recolectan, lo hacen para resolver la necesidad vital. La especie humana, en la era del mercado, produce para competir y ganar, independientemente de si satisface o no una necesidad vital creando pobreza y, también, necesidades artificiales, consumismo. Los animales cuando cazan no compiten, en ellos no existe el deseo de ganar para acumular, sino el de satisfacer la necesidad vital, cubierta ésta abandonan su presa. Un tiburón cazará tantos peces como su necesidad vital le imponga, ni uno más. Caso contrario desaparecerían especies a manos de otras. 14


Un mercader de aletas de tiburón, en cambio, atrapará tantos tiburones como su capacidad competitiva le permita. Cuando gana aumenta el capital y, por ende, la capacidad para competir, iniciando una espiral sin fin, insostenible, que solo se detendrá cuando otro competidor lo venza, el sistema entre en crisis o la fuente de recursos (naturaleza) se agote.

La competitividad de la mercancía y la reproducción “Y si no estamos convencidos de esta hermosa realidad, basta con dar una mirada a la naturaleza para ver cómo todas las especies al interior de sus comunidades y aun las más hurañas practican el compartir, no solamente para procurarse el alimento sino también para protegerse del ataque de su predador, y para qué hablar de cuando se aparean”. Kropotkyn

Esta necesidad vital del animal y del humano es imposible satisfacerla compitiendo. No cabe imaginar a una pareja, abrazándose, procreando, construyendo su hogar, en franca competencia. 15


Lo harán cuando se amenaza a su familia, para defender al más débil. Esto explica el territorialismo del macho. Del compartir nace la familia, la maternidad es su más sublime expresión. La evolución en los humanos, de la misma manera en los animales, se da gracias a que comparten, no por competir. Compartir, nos hace fuertes, “la unidad hace la fuerza”. Individualizarnos nos debilita: “dividid y venceréis”. Salvo que el desarrollo tecnológico, fecundación “in vitro” y demás manipulaciones genéticas, permitan que la reproducción entre a ser controlada por el mercado, como ya ocurre con la reproducción de animales; o que la comunidad familiar sea penetrada por el mercado y su cultura.

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El fetichismo de la mercancía y la competencia “El carácter misterioso de la forma mercancía estriba por tanto, pura y simplemente, en que proyecta ante los hombres el carácter social del trabajo de éstos como si fuese un carácter material de los propios productos de su trabajo, un don natural social de estos objetos y como si, por tanto, la relación social que media entre los productores y el trabajo colectivo de la sociedad fuese una relación social establecida entre los mismos objetos, al margen de sus productores”. Que su mercancía sea competitiva no es, precisamente, sólo una exigencia del mercader, es una imposición del mercado, que pone así a su servicio a todos quienes en él compiten. Si de la voluntad del mercader dependiera, vendería todas sus mercancías en la cantidad, precio, y calidad que él deseara, pero en la práctica no ocurre así, el mercader tiene que ponerse al nivel de su competidor y ganarle o estará perdiendo en el juego del mercado. Ya lo dijimos: mercancía que no compite, perece. El mercado se convierte así en el gran dictador, ejerciendo su dictado sobre los mercaderes y sobre los consumidores, determinando las reglas del juego. Lo hace a través de la competencia. Es ahí cuando desaparece la noción de necesidad, del valor de uso, el aspecto cualitativo, para primar, 17


básicamente, lo cuantitativo; el imperioso deseo de ganar y acumular, propio de toda competencia. El mercado impone la competencia, es en ese mismo momento cuando empieza la enajenación de todo y todos los que de una u otra manera intervienen en éste, poniéndolos a su servicio, llevándolos a autodestruirse. Así se origina el fetichismo de la mercancía, su poder sobrenatural, al que todos le rendimos culto, dictadura viable a través del trabajo social convertido en mercancía. El mercader pierde entonces el control de sí mismo y de su mercancía, el mercado a través de la competencia, le exige más y más, se ve obligado gradualmente, quiera o no, a explotar a otros seres humanos y a la naturaleza, a acumular, a especular, a aceptar la injusticia y la corrupción, y, como último recurso, a la violencia, a la guerra. Todo con tal de ganar en la competencia impuesta por el mismo mercado. El individuo y la sociedad, existen ahora solo en cuanto que pueden ser útiles para ganar en la competencia, entonces, el ser humano y todos sus atributos, incluidos el amor y el sexo, se convierten en mercancía posible de ser comprada o vendida. Por este camino el individuo, la familia, la comunidad, la sociedad son puestas al servicio del 18


mercado y desestructuradas. La Naturaleza pasa a ser conquistada, explotada y afectado su equilibrio. La mercancía nace destinada a competir en el mercado, no importa si este es o no controlado por el Estado. Todo esto visto como algo normal y hasta loable, cuando realmente debería aterrorizarnos su tiranía. Tiranía que se institucionaliza y legaliza a través del EstadoNación, que nace al servicio y paralelo al desarrollo del mercado. Hoy a través de las transnacionales.

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La competitividad del mercado se convierte en adicción

El mercado exige cada vez más y más capacidad competitiva, enfermando de adicción conductual a los competidores, adicción por la que están dispuestos a sacrificar y a sacrificarse. Al competir se liberan endorfinas que nos hacen más fuertes para la competición. Actúan los neurotransmisores cerebrales: adrenalina y dopamina y esto, al repetirse, exacerba el deseo y la disposición al ataque. Los deportistas adictos de competitividad, ingieren sustancias estimulantes que los hacen más competitivos; los mercaderes adictos a la competitividad “ingieren” mercancías o dinero que los hace más competitivos. También en muchos casos, y cada vez más, se hace uso de estimulantes como la cocaína, gracias a la cual se sienten capaces de vencer cualquier obstáculo. Al mercader, su adicción le causa euforia, siente un gran placer cuando gana en la competencia; se considera beneficiado y benefactor, cuando en realidad esclaviza y es esclavizado. Igual que al adicto a las drogas, la competitividad genera dependencia y tolerancia, por lo que es difícil abandonarla. Siente una enorme necesidad de competir por dinero o 20


mercancías, que se convierten en algo imprescindible, aun a sabiendas de los riesgos y daños que ocasionan en toda su calidad de vida y en la de los demás. La dependencia psicológica se presenta cuando las drogas producen costumbre a ellas, de tal forma que cuando faltan, la persona se siente amenazada, ve, imagina o escucha cosas que no existen, se angustia con facilidad y presenta un grado de ansiedad, nerviosismo, miedo, paranoia y estrés que no la deja vivir ni descansar tranquila. Sintomatología que caracteriza a los mercaderes, dependiendo del grado de adicción a la competitividad. Otro problema muy grave que genera la dependencia, de acuerdo al grado de adicción a la competencia, es que la necesidad de conseguir la droga - mercancía o dinero- es tal, que la persona es capaz de todo: mentir, violar leyes, robar y hasta matar, sin importar a quién perjudique. La tolerancia se presenta cuando el mercader va necesitando cada vez mayor cantidad de droga -dinero, mercancías- porque se va acostumbrando a las dosis utilizadas, minimizando sus efectos, al menos es lo que siente el enfermo, lo que aumenta la posibilidad de consumir sobredosis que lo lleven hasta el riesgo de perder la vida, por secuestros, infartos, suicidio o a quebrar por operaciones económicas extremadamente riesgosas. Esto es evidente en los jugadores de la bolsa de valores, en los jugadores de casino. 21


El progresismo es otra de las características más peligrosas de esta adicción, ya que el consumidor está en mayor riesgo de ir consumiendo más cantidad de drogas de todo tipo y de mezclarlas, ocurre lo mismo con el mercader a quien no le importa si sus mercancías son alimentos, armas, lavado de dinero o narcotráfico, lo que obviamente aumenta sus efectos y el riesgo de perder la vida. Esta adición promueve en el mercader el afán de lograr cada vez más producción y productividad, llevándolo a explotar al trabajador sin consideración alguna; a promover el consumismo. En una espiral que, como un tornado, arrastra en su camino de destrucción al mercader, a su familia, a su comunidad, a su especie, a las otras especies y al planeta. El mercader, igual que todo adicto, no acepta su adicción ni el daño que ésta le causa a él y a los demás. Normalmente solo el dolor lo detiene cuando aparecen los síntomas de estrés, infarto, úlcera sangrante, secuestro, cárcel y demás, o quizá el suicidio. Entonces, dependiendo del grado de adicción, decidirá retirarse de su actividad para salvar la vida. Pero no todos los usuarios de la competitividad llegan a desarrollar dependencia física y/o psíquica, hay un gran porcentaje capaz de auto regularse y tener un consumo moderado de mercancías o dinero, es algo así como lo que comúnmente entre los alcohólicos 22


se llama adicción social. También hay muchos que intentan competir, prueban una sola vez o en algunas ocasiones, quiebran y no vuelven a hacerlo nunca más, retirándose de la actividad y, obligados, entran a formar parte del mercado laboral, a la otra esclavitud: el empleo. En las sociedades anónimas y en las transnacionales, no son solo los accionistas los adictos, también lo son sus gerentes, que han sido formados en escuelas especializadas y seleccionados entre los más adictos a la competitividad. Algo parecido ocurre en la política con muchos presidentes, ministros, diputados, alcaldes y demás. El mercader que desea curarse de su enfermedad, como todo adicto, lo primero que tiene que hacer es aceptar su adicción. Igual cosa deberá hacer nuestra sociedad. Paso seguido entrar en un proceso de desintoxicación que supone reducir la producción, venta y consumo de mercancías. Hasta llegar solo al consumo de lo necesario para satisfacer su necesidad vital. La sociedad acepta la competitividad gracias al desconocimiento de esta adicción y de sus efectos destructivos. Negando su alta peligrosidad, que no solo está en relación con la gran cantidad de adictos pues, todos lo somos en mayor o menor grado, sino también a las trágicas y graves consecuencias que acarrea para la sociedad y la naturaleza.

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Estamos frente a una pandemia. No podemos ver en los adictos al dinero, y a todo lo que él representa, a enemigos sino, por el contrario, a seres humanos víctimas de una enfermedad a quienes hay que dar toda nuestra solidaridad para que puedan superarla.

La competitividad del mercado y la Naturaleza “Cuando hayas contaminado el último río Pescado el último pez Y derribado el último árbol Recién entonces y eso es grave. Te darás cuenta que todo tu dinero no sirve para comer” Anónimo La competitividad del mercado es auto destructiva. Desde que se inicia su espiral trae, en sí misma, el germen de su autodestrucción: ganar. Sólo se detendrá con el agotamiento del recurso que explota: el planeta. La solidaridad con el futuro del planeta es contraria a la esencia del mercado: ganar en la 24


competencia. La tasa de uso de recursos excede la de renovación de éstos. Con el desarrollo del mercado el humano dejó de compartir con la naturaleza, no así el aborigen. No aceptamos que somos elementos biológicos y que nos debemos a las leyes de la naturaleza. Nos comparamos con las otras especies, declarándonos superiores, con derecho a explotarlas. Es conocido que las emanaciones de CO2 que originan el calentamiento del planeta provienen, básicamente, de fábricas y automóviles. La más sana de las lógicas dice que ante la gravedad del problema, la producción de estas fábricas y automóviles y el consumo deben detenerse o disminuir al mínimo soportable para el equilibrio del planeta, a los niveles de la necesidad vital. Pero no ocurre así, todo lo contrario, se oculta la gravedad del problema o se tergiversa, porque no es rentable. Por esa misma razón la tecnología y la aplicación de la energía limpia no avanzan con la urgencia que se requiere. Y lo peor, la insaciable competitividad del mercado ha encontrado una nueva fuente de enriquecimiento en el tema ecológico: la absurda producción de bio combustible que llevará a nuevas hambrunas y deforestación en el mundo. Por alimentar a cerca de mil millones de vehículos se dejará de alimentar a tres mil millones se seres humanos. 25


Cuando de competir en el mercado se trata, hasta en la muerte del planeta el mercader ve un buen negocio. La lógica absurda del mercado lo lleva a encontrar nuevas fuentes de ganancia en la mitigación y la adaptación a los desastres naturales, originados por el calentamiento global, falso remedio para curar los síntomas de su enfermedad terminal. El planeta tierra es un ser vivo afectado por una suerte de cáncer invasivo: contaminación, sobre explotación, que amenaza con destruir la vida, causado por el Sistema. O se elimina la causa de la enfermedad o desaparece la vida. Se cumplirá la teoría del dolor: La crisis económica, permanente, sumada a la reacción de la naturaleza, golpearán con tal violencia al Sistema que lo destruirán. Serán viento, agua, tierra y fuego los encargados de frenar la energía destructiva del Sistema, entonces vendrá la reacción de millones de hambrientos seres humanos que clamarán por un nuevo orden. La humanidad y la naturaleza, de la cual somos parte, destruirán el origen de la competitividad: la mercancía. Entonces la tabla de salvación será: producir para compartir en armonía con la naturaleza y la comunidad.

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La competitividad del mercado y las revoluciones

“Se corre el peligro de que los árboles impidan ver el bosque. Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se puede llegar a un callejón sin salida” El Che

Sin ánimo de criticar los procesos revolucionarios y con total respeto a sus compromisos, aciertos y desaciertos, corresponde aprender de sus experiencias y, a riesgo de equivocarnos, encontrar nuevas alternativas para continuar la tarea. Las revoluciones del siglo XX, pese a su esfuerzo y sacrificio, fracasaron en el intento de cambiar el Sistema porque además de sus errores particulares, ninguna de ellas logró abolir el germen y la cultura de la sociedad de mercado: la mercancía y la competitividad. La relación entre la clase burguesa y obrera se presenta y es una contradicción antagónica por el 27


carácter competitivo de la mercancía. En el campo económico, esta competencia llevó al bloqueo total de mercancías provenientes de y hacia el campo socialista. Las revoluciones siguieron encuadradas dentro del Sistema de producción, mercado y consumo competitivo, pero en total desventaja para competir con éxito, como consecuencia del bloqueo de los mercados externos, la falta del estímulo material, la fuga de recursos humanos y capitales. Esforzándose por alcanzar la equidad en la distribución, planificando la economía desde un Estado burocrático. La iniciativa individual limitada por las disposiciones centralizadas. La emulación convirtiéndose en una forma más de la competitividad. Así la situación se hizo contradictoria e insostenible pese al gigantesco sacrificio de los pueblos y de sus líderes. La revolución fue regida por la competitividad desde que se propuso la destrucción de la burguesía, como condición para que surgiera la clase obrera ¡Viva la clase obrera! ¡Muera la burguesía! En lugar de construir la nueva sociedad desde el compartir, principio humanista. Esto llevó a la guerra por la toma del poder del Estado lo que implicó la reconstrucción y la contrarrevolución; la burguesía nunca aceptó la derrota, ni perder por la fuerza los privilegios a los cuales creía tener pleno derecho, pues había sido formada por generaciones para ejercer el poder, acumular, explotar etc., 28


como algo natural, correcto, igual que formaron al obrero y al campesino para ser sometidos y vivir en pobreza como natural y correcto, inclusive a los ojos de su Dios. Contrarrevolución que se expresaría desde el sabotaje militar y económico hasta en la poesía. Defenderse de la contrarrevolución condujo, forzosamente, a la represión. La restricción de las libertades ciudadanas se hizo necesaria como medio de control, creando un malestar insostenible a largo plazo. Contrarrevolución que continuó como “Guerra Fría” entre el bloque capitalista y socialista, que impuso mantener un costoso pie de fuerza y alerta permanente consumiendo recursos requeridos para satisfacer necesidades básicas de la población. Carrera competitiva de armamentos que amenaza la existencia de la humanidad y del planeta, convirtiéndonos, además, en basurero atómico. La cultura del mercado, pese a los nuevos valores de la revolución, se transmitió soterrádamente de generación en generación. Refloreciendo cuando la débil cultura socialista fue puesta a prueba por las privaciones económicas, por el deslumbrante consumismo capitalista. Los partidos burocratizados, movidos por viejos valores, desviaron los objetivos iniciales, en función de sus intereses, sentando las bases para 29


el retorno al capitalismo al abrirle más las puertas al mercado para enfrentar las crisis económicas. Remedio peor que la enfermedad. La ideología y la conciencia revolucionaria no estaban basadas en una construcción propia y práctica, sino más bien, en un discurso teórico aceptado como dogma, que mostró su fragilidad, especialmente, entre las nuevas generaciones. Las contradicciones al interior de los procesos revolucionarios, aunque no se calificaran de antagónicas, se resolverían compitiendo: luchas por el control del poder, purgas, persecución a los “revisionistas”, posiciones doctrinarias dogmáticas. Enfrentamiento entre países socialistas. En lugar de compartir la búsqueda de la verdad, cada uno creía ser su único dueño. Al final de cuentas, el tiempo se encargó de demostrar que ninguno tenía la verdad absoluta. Se decretó la equidad, sin previa formación para adquirir el hábito de compartir. A compartir no se llega por una ley o por imposición, es un acto voluntario que se alcanza por medio de procesos educativos no represivos. Así, a la contrarrevolución no le fue difícil minar las bases de la revolución. 30


La penetración de la mercancía y su cultura perfila a China como el próximo imperio. Las consecuencias del bloqueo en Cuba no deben medirse únicamente en millones de dólares, pues también enseñó al pueblo a desarrollar solidaridad, creatividad para satisfacer las necesidades vitales y no las del consumismo, sin embargo cuando termine el bloqueo, y pese al ejemplar esfuerzo revolucionario de este pueblo y de algunos de sus líderes, la revolución será devorada por la mercancías y mercaderes, salvo que se tengan en cuenta la advertencia del Che y las de algunos de sus antecesores. Las revoluciones han procurado curar el síntoma y no la raíz de la enfermedad: la mercancía. La redistribución equitativa no se logrará mientras exista el origen del enriquecimiento. Nada se gana aumentando el empleo, mientras sea una mercancía habrá quien se enriquezca pagando menos por éste. Podríamos dividir la Tierra en minifundios, mientras exista ésta como mercancía siempre habrá la posibilidad de especulación y concentración. Si es la economía la que determina las relaciones sociales y la conciencia social, tenemos que aceptar que la propiedad, el capital y el dinero, como conceptos y como práctica son producto de la economía de mercado, que se fundamenta en la 31


mercancía. Y si la base de la economía de mercado es la mercancía, no podremos cambiar el sistema de mercado, ni redistribuyendo los medios de producción, ni aboliendo el dinero, ni aboliendo la propiedad privada, si antes no abolimos la mercancía. Las experiencias al socialismo, pese a todos estos cambios fracasaron, porque no lograron abolir el origen del Sistema: la mercancía y la competitividad.

La competitividad del mercado y la lucha de clases

“Lucha que sólo tiene sentido cuando los oprimidos en la búsqueda por la recuperación de su humanidad, que deviene una forma de crearla, no se sienten idealmente opresores de los opresores, ni se transforman, de hecho, en opresores de los opresores sino en restauradores de la humanidad de ambos. Ahí radica la gran tarea humanística e histórica de los oprimidos: liberarse a si mismos y liberar a los opresores. Estos, que oprimen, explotan y violentan en razón de su poder no pueden tener en dicho poder la fuerza de la liberación de los oprimidos ni de sí mismos. Sólo el poder que renace de la debilidad de los oprimidos será lo suficientemente fuerte para liberar a ambos” Paulo Freire. 32


La competitividad que mueve al mercado es el origen y motor de la lucha de clases. Una consecuencia del Sistema. Dentro del Sistema, la lucha de clases, entre terratenientes y burgueses, entre obreros y patrones, no es otra cosa que el enfrentamiento por el control de las mercancías y del poder que de éstas emana. La clase social dominante, cualquiera que sea, con su enriquecimiento genera hambre en los pueblos, su poder político genera manipulación, su ejército y sus guerras generan sometimiento, todo esto a partir de la competitividad del sistema. Esta lucha de clases se da en términos de quién gana y es así como si la clase media gana, se estará acercando a la clase alta, igual ocurre con la clase baja que intenta alcanzar a clase media. Y cuando llegan adoptan los nuevos comportamientos, olvidando su anterior ubicación. Los ganadores en la competencia encuentran que una forma de ganar es aliar sus fuerzas. Se constituyen en clase dominante que compite para someter a la clase de los perdedores y, estos últimos se unen como clase para defenderse. Se llega al extremo de considerar como desechables o intocables a las víctimas de la aberrante explotación. Ahora los clasifican por estratos.

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Paradójico, hasta para competir en esta lucha han necesitado unos y otros honrar el compartir, al grito de: ¡El pueblo, unido, jamás será vencido! o ¡Unidos en la defensa de: Dios, la Patria y la Libertad! La revolución no debe utilizar la lucha de clases, sería usar los mismos métodos de lucha del Sistema. Nosotros no tenemos enemigos de clase.

La competitividad de la mercancía y la toma del estado.

A lo largo de la historia del Sistema se han ensayado, fundamentalmente, dos métodos para salir de éste tomando el control del Estado: la vía armada y la electoral. Las dos se fundamentan en la competencia. Los dos, si vemos los resultados, han aportado experiencia, pero vale preguntarse si han fracasado.

La lucha armada y la competitividad: “Ojo por ojo y todos acabaremos ciegos” Gandhi Las armas son instrumento de la competitividad del mercado, no nos corresponde hacer uso de ese recurso de poder ni del poder que 34


por ellas se adquiere. No debemos salir del Sistema usando sus armas, pues ahí radica su fortaleza. El fin, compartir con la naturaleza y la comunidad, no justifica utilizar medios contrario a su esencia. El terrorismo, camino extremo hacia el cambio, deja en claro las consecuencias destructivas de la competitividad a través de las armas. Terrorismo propio del Sistema, que va desde la bomba atómica en Hiroshima, hasta el terrorismo mediático. La competitividad de la mercancía y la contienda electoral. Las elecciones son un mecanismo, competitivo, de logro de poder, a partir de la ignorancia de los pueblos, las componendas, la publicidad, el caudillismo y el poder económico. La representatividad es la delegación en el líder, de nuestra responsabilidad, de nuestro compromiso, a través del voto. Es una forma de dominación, les damos el poder para que nos sigan explotando, no importa a que partido político pertenezcan son “los mismos con las mismas” decía Gaitán. Líderes reformistas o populistas, intentan el cambio por este camino, pero terminan asesinados o convirtiéndose, por razón o por fuerza, en dictadores. El socialismo del Siglo XXI, que intenta la revolución por esta vía, es rehén de la mercancía: del poder económico-militar y de las burocracias, nacionales; de las transnacionales y de las grandes

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potencias. Esta vía, termina en golpe de estado y represión brutal ,al cambiar el péndulo. Los Zapatistas, gracias a su raigambre en comunidades originarias, auto critican su hacer, renuncian a la toma del poder del Estado, optando por el fortalecimiento de las comunidades. El cambio desde la cúspide de la pirámide, no es deseable, pero sí que la base -comunidad- haga suyo el ejercicio de la autoridad que emana del servicio. Poniendo fin a la pirámide de clases que sustenta el ejercicio del poder, emanado de la competitividad de la mercancía. En Bolivia también existe una fortaleza comunitaria que marca la diferencia con otros procesos electorales inclinados al socialismo.

La competitividad de la mercancía y la familia

La competitividad desestructura a la familia. Las madres y los padres, en la clase pobre -dada su desventaja en la competencia del mercado de mano de obra- para poder alimentar a su prole, se ven obligados a trabajar en muchos casos dos jornadas. Dejan su hogar en la madrugada y regresan al anochecer, abandonando, forzosamente, durante todo el día a sus hijos. En las clases media y alta también ocurre algo

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similar, ya sea por las exigencias de las empresas o por las del consumismo. Dejando así de compartir con los hijos y de responder a cabalidad con la más importante de sus tareas: educadores. Limitándose al papel de proveedores para cumplir con las exigencias de la sobre vivencia y del pago a instituciones de educación, en proceso ascendente de privatización, las que constituyen espacios de deformación pues han dejado de lado su verdadero cometido para convertirse, cada día más, en simples mercados de la educación o en multiplicadores de la dominación. Por último, los padres dejan a sus hijos en manos de la propuesta consumista y alienante de los medios de comunicación, o de agrupaciones sustitutivas: pandillas, amigos, sectas. La competitividad del mercado desestructura la familia de muchas maneras. Con la, discutible, liberación femenina las mujeres ingresaron al campo laboral a competir en desventaja con los hombres. Para lograrlo se ven obligadas a aceptar condiciones injustas so pena de perder el empleo. Un ejemplo: las madres trabajadoras de la clase baja y media, sólo podrán dar de lactar a sus hijos e hijas por uno, dos, o tres meses máximo, cuando podrían hacerlo por uno, dos, o tres años. El recién nacido es privado del mejor y único alimento que le garantiza crecer saludable. A cambio, la madre lo alimentará con leche de vaca que no es 37


la indicada por la naturaleza que, además, implica un costo diario, más ahora que el mercado ha impuesto el uso de la leche deshidratada y empacada en tarros. Aquí no para el absurdo, la publicidad impone el consumo innecesario de leche para todas las edades, cuando ningún otro mamífero la consume después del periodo de lactancia. ¿Qué pasa con la salud? No importa cuando prima el cálculo económico. ¿Qué pasa con el agujero de ozono y las cantidades de metano que liberan los millones de rumiantes introducidos para satisfacer ese mercado? ¿Qué pasa cuando se prohíbe a las madres dar de lactar en un mundo donde mueren millones de niñas y niños por desnutrición? ¿Qué pasa cuando a un niño o niña, en un mundo donde impera la violencia, se le priva del calor, la ternura y la seguridad del regazo materno? ¿Qué pasa cuando por este camino se desestructura la familia? no importa cuando la competencia impone ganar. Esto es un crimen contra la humanidad y también lo es contra la Naturaleza. La competitividad, además, trae conflictos al hogar en la medida en que las limitaciones económicas se acentúan o cuando afloran diferencias por herencias o intereses económicos. La competitividad que los padres han adquirido en su formación, la promueven y trasladan a sus hijos por medio del ejemplo, generando posesión, 38


agresión, machismo, miseria y hambre para unos hogares, y consumismo para otros. La violencia generada por la competitividad, también se traslada al hogar a través de los medios de comunicación, incrementando el maltrato intra familiar y la aceptación de la violencia como algo natural por parte de la niñez y la juventud, que ahora, además, son víctimas del mercado de juegos violentos, promovidos por el mercado de las armas. La brecha generacional entre padres e hijos se acentúa cuando al estudiante que, supuestamente, va a la escuela para socializar, se le mantiene por muchos años compitiendo antes que compartiendo, encerrado en un aula, lejos de la realidad de su comunidad y de su compromiso para con ésta. No pueden socializar sentados y en silencio. Esto no ocurre en un hogar estructurado, donde el niño o niña comparte experiencias formadoras, durante todo el día, con los padres, abuelos, hermanos, tíos, primos, amigos y demás miembros de su comunidad. Es tan dramática esta situación que, al final de los años escolares, el estudiante tendrá intereses opuestos a los de sus padres, habrá desarrollado un léxico incomprensible para los adultos y, naturalmente, tendrá otros valores. La familia que nace como producto del compartir, se ve así desestructurada. 39


La competitividad de la mercancía y la sociedad La sociedad se ha convertido en un gran mercado. A mayor desarrollo del mercado, mayor desarrollo de la competitividad en la sociedad. Compiten en la vida diaria: las iglesias por la conquista de los fieles; los futbolistas y sus hinchas por su equipo; los partidos políticos por los votos y su parte del pastel; los canales de televisión por la tele audiencia. Los vendedores de drogas, legales o ilegales, por sus adictos. Compiten: niñas, niños y muchos adultos en los vídeo juegos por quién mata a más y más sanguinariamente en el menor tiempo. En la familia, el hombre y la mujer, golpeándose para demostrar superioridad, o para imponer la sin razón, agrediéndose verbalmente, maltrato doméstico que se extiende a los hijos; el trabajador con sus compañeros por un empleo; los fabricantes y los consumidores en el juego de marcas y modelos. Así todos acabamos al servicio de la mercancía. El mundo se ha convertido en un mega mercado globalizado, donde se compran y venden vidas o mercancías. Para el caso da lo mismo.

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La competitividad de la mercancía y el liderazgo Fortalecer el liderazgo, aparentemente, es acertado, sin embargo, el líder normalmente es el más competitivo, lo que hace que quienes lo siguen acaben negando su propia capacidad de convertirse en líderes de su propio proceso, que es lo deseable, convirtiendo en borregos a los liderados, incapacitándolos para preguntar, crear, decidir, disentir, desarrollando el culto a la personalidad, el autoritarismo, el totalitarismo.

La competitividad de la mercancía y el espíritu humano “El gran problema radica en cómo podrán los oprimidos, como seres duales, inauténticos, que “alojan” al opresor en sí, participar de la elaboración de la pedagogía para su liberación. Sólo en la medida en que descubran que “alojan” al opresor podrán contribuir a construir su pedagogía liberadora” Paulo Freire. 41


Que la competitividad es parte del espíritu humano sostienen, reduciendo el tema al campo del bien y del mal. Es la codicia, la avaricia humana la responsable, insisten y, ciertamente es parte del problema, pero este espíritu “perverso” encontró en la mercancía la herramienta perfecta para materializarse y multiplicarse gracias a la competitividad, condición de existencia de la mercancía. A lo largo de la historia, extrañamente, mueren los que tienen ese “espíritu” sin embargo, sus mercados y la competitividad sobrevive y se fortalece. Ford murió, pero su imperio no. La muerte de los capos del narcotráfico no termina con este mercado. Quienes controlan las mercancías son minoría, por lo que el espíritu de compartir debería primar en la mayoría, desafortunadamente, la cultura de competir impera gracias al mercado. El más pobre de los pobres lo que más desea es ser el más rico de los ricos. Los valores humanos, especialmente el compartir, son reemplazados por la competitividad y demás “valores y derechos” de la mercancía.

La competitividad del mercado y la justicia

En toda competencia hay un principio de injusticia: para que uno tenga más, otro, necesariamente,

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tendrá menos. La polarización entre pobres y ricos lo demuestra. La competencia no es justa si involucra a mercaderes con disímiles ventajas, agroindustrial versus mini fundista, empleador versus empleado, países industrializados versus países subdesarrollados. La equidad desaparece donde prevalece el criterio de ganar, es necio hablar de mercado competitivo justo.

La competitividad del mercado y la honestidad “ Ladrón que roba a ladrón, de Dios obtiene perdón”. Toda competencia en el mercado implica un grado de deshonestidad. Lo demuestran: la piratería, una de las prácticas más extendidas del mercado, que dio grandeza al imperio inglés; los banqueros, usureros de cuello blanco, que a través de la historia han explotado a los que producen. En el mercado competitivo todos terminan robándose: un tendero pone en el fondo del saco las papas malas; en medio, las regulares y, a la vista del comprador las mejores. Un comerciante de armas disfraza su criminal deshonestidad con el discurso de que serán usadas para la defensa de la patria. 43


La corrupción, es una enfermedad vieja a la que endilgan los males de nuestra sociedad, originada en la necesidad de ganar en la competencia, no importan los medios, todos son aceptables, y legitimados por la ley.

La competitividad, la violencia y la guerra “En el origen de toda fortuna hay un crimen.” Balzac.

La competitividad del mercado es violenta. Lo dicen las lágrimas del perdedor, las lágrimas de millones de madres que no pueden competir con ventaja por el alimento de sus hijos y las de millones de niñas y niños que padecen y mueren de hambre. La lucha entre mercaderes es tan violenta que ellos la califican de “guerra por el control de mercados”. Tiene su expresión máxima en la guerra, y en sus antecesores: el pillaje y la piratería. Los imperios, a través de la historia, han impuesto su hegemonía por medio de la guerra. Las armas dan una ventaja que garantiza ganar en la competencia. La paz 44


está supeditada a las exigencias del mercado. Los millones de vidas perdidas en guerras por: conquistas, colonizaciones, fronteras, religiones, etnias y demás son, en última instancia, producto de la competencia entre mercaderes. La violencia social, generada por la competitividad del mercado en el mundo de los perdedores, se incrementa como formula de sobre vivencia frente a la crisis del Sistema y la crisis ambiental. ¿Cuándo hemos visto algún animal, catalogado como feroz, subido sobre porta aviones lanzando: metralla, químicos, bombas atómicas? ¡Nunca! sólo los “inteligentes”, mercaderes, tienen tan absurdo y criminal proceder contra niños, adultos y ancianos, para acaparar oro, mano de obra u otro recurso, asesinan con sevicia, exterminando pueblos enteros. Sucedió en la conquista de América, la esclavitud de África, en la primera y segunda guerras mundiales, en Hiroshima, en Vietnam y ahora en Palestina, Afganistán, Yugoslavia, Irak, Colombia, etc. Darwin afirmó que los más fuertes compiten y predominan. Los defensores de la competencia manipulan esta afirmación para justificar la violencia como medio. Logrando que se acepte que el “pez grande se coma al chico”, el ¡sálvese quien pueda! la “ley de la selva”, según ellos, sólo el más fuerte sobrevive. Competitividad elevada a la categoría

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de paradigma humano, logrando, por medio de la educación en el hogar, en la escuela, en el trabajo, en los medios, en el deporte, que todos compitamos con el máximo de violencia, violencia que destruye a la especie humana y a las otras especies.

La competitividad de la mercancía y el empleo

...”El grito paranoico de «empleo» justifica incluso acelerar la destrucción de los fundamentos naturales, ya hace mucho tiempo reconocida. Los últimos obstáculos para la comercialización generalizada de todas las relaciones sociales pueden ser eliminados sin crítica, cuando se coloca en perspectiva la creación de unos pocos y miserables «puestos de tra bajo». Y la frase: «Sería mejor tener ‘cualquier’ trabajo que no tener ninguno» se convierte en una profesión de fe exigida de modo general”. Tomado de: Manifiesto contra el trabajo Vendiendo nuestra fuerza de trabajo como mercancía nos enajenamos, entregamos cuerpo y alma, el derecho a una vida digna. Sin embargo, repudiamos a quienes entregan su sexo como mercancía. El empleado es la versión evolucionada, a la par con el mercado, del esclavo, del siervo. Pleno empleo es

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sinónimo de plena explotación. El empleo (mano de obra) es mercancía, cuantos más empleados hay, más ganan los empleadores. Cuestión de oferta y demanda. La esencia es la misma, la explotación del hombre por el hombre. Quizá el explotador ya no dispone tan descaradamente de nuestra vida, pero sí la determina y explota. Basta con observar las barcazas en las que actualmente atraviesan el mar los africanos, hacinados una vez más, en manos de traficantes de vidas humanas, para llegar a Europa donde es comprada su fuerza de trabajo; los emigrantes latinoamericanos, que son forzados a abandonar sus familias, sus querencias, a arriesgar la vida en travesías para llegar a Europa o a Norte América donde son explotados sin piedad, en condiciones denigrantes, víctimas de la xenofobia. Y qué decir de los millones de niñas y niños que son forzados a trabajar y a prostituirse. El trabajo por un salario es una forma de materialización de la competitividad del Sistema, de materializar la explotación del hombre por el hombre, donde para que ganen los empleadores necesariamente pierden los empleados. Todos sabemos que el trabajador, por más que intente mejoras salariales, nunca recibe el equivalente a su trabajo, siempre recibe menos. Caso contrario, el empleador no podría enriquecerse más allá de lo que le permitiría su propio trabajo. 47


La mano de obra -empleo- para poder competir, como toda mercancía, tiene que ser la más calificada y la más barata, por eso muchas empresas y capitales transnacionales migran de un lugar a otro donde la mercancía, empleo, se compre por debajo del costo que tiene en los países de origen, lo que beneficia al empleador; y a su turno los empleados migran a otros países en busca de un salario más justo. El empleador compite con el trabajador, amenaza con despedirlo para que rinda el máximo de productividad por el mínimo de salario, en el mínimo de tiempo, maximizando así la ganancia. En la maquila cada segundo de nuestro tiempo de trabajo es contabilizado sin piedad “Time is gold” La mercancía mano de obra para poder competir, tiene que ser cualificada y barata. El trabajador, a su vez, compite por medio de huelgas y paros para mejorar su salario. La explotación del hombre por el hombre dejará de existir cuando deje de existir la mercancía empleo, entonces será realidad aquello de: “A cada quien de acuerdo a su esfuerzo y necesidad”. Así seremos realmente libres, dejaremos de prostituirnos vendiendo cuerpo y alma al empleador.

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La competitividad de la mercancía y el consumismo “El hombre es rico en proporción a la cantidad de cosas de las que puede prescindir”. Henry David Thoreau A través de la publicidad, fundamentalmente, se fomenta el consumismo ¿Cómo? Poniéndonos a competir por obtener la mejor marca, el último modelo, la oferta especial. Así seremos los mejores, llegaremos primero, seremos la envidia de todos, conquistaremos a la mujer deseada, conquistaremos el mundo. Seremos como el hombre “Marlboro”, fuerte, indomable, gracias a que consume cigarrillos que matan. Nos domestican con sus medios de comunicación, poniéndonos al servicio del mercado y el consumismo, exaltando el morbo con sus comerciales donde mujeres, hombres, y hasta bebés se ponen al servicio de las mercancías, en el mercado de pasarela. Pasarela que ya existía cuando los mercaderes exhibían a sus esclavos, igual que hoy hacen las trabajadoras del sexo y las modelos con los autos y sus desvestidos, sumiéndonos en la burbuja artificial del espectáculo, sobre las espaldas de los hambreados trabajadores.

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La competitividad del mercado y el deseo

Desear es legítimo, hace falta saber si lo que deseamos es necesario. Si no es necesario hará daño. Los deseos no tienen límite, esto explica y convierte, para algunos, en natural la acumulación más allá de la necesidad vital. La ambición, desear más, caracteriza al ser humano, causa el enriquecimiento desigual, la violencia, la explotación del ser humano y de la naturaleza, afirman. Aceptando en vía de discusión que esto es cierto, aseguramos que el deseo encontró en el mercado competitivo el camino ideal para su satisfacción o mejor para su insatisfacción. Cualquier hombre desea una hermosa mujer, pero si no lo logra compartiendo, la puede comprar como a una mercancía o seducirla con mercancías, compraventa, donde el más competitivo tiene más posibilidades de éxito. El deseo tiene un límite: la satisfacción del mismo o la dificultad para alcanzarlo. Muchos, en la sociedad de mercado, desean tener un millón de pesos y obtenerlo satisface su deseo, pero a la par abre la posibilidad de tener más y más fácilmente, gracias al primer millón que fortalece la capacidad para competir. El mercado competitivo se convierte así en el gran satisfactor de deseos, aunque sean innecesarios, pero a su vez en un no satisfactor, ya que gracias a éste los deseos no tienen límite. El límite del

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deseo es su satisfacción y la competitividad no tiene límites, siempre habrá la posibilidad de tener más y más, en una espiral sin fin que sólo termina con la auto destrucción o la destrucción de la víctima de nuestro deseo. Por medio de la publicidad, aprovechando el deseo, imponen necesidades creadas. Hay un limite a la satisfacción del deseo vía la competitividad y es que sólo se satisfacen los deseos materiales, mas no los del espíritu “se puede comprar una casa pero no un hogar, una mujer pero no su amor, bienes materiales, pero no la felicidad”.

La competitividad del mercado y las comunidades originarias “Para el Pueblo Quichua de Sarayacu, territorio es; “Vida o Muerte”. Vida significa tener acceso a recursos, poder alimentar a la familia y permitir su reproducción social e individual. Muerte ya que un individuo o (comunidad) en la selva que no cuente con un territorio reconocido socialmente y legitimado en la vida cotidiana, sólo puede dirigirse a la muerte social e individual.” Tomado de “Sumac Causai” Rosa C. Vacacela Quispe 51


Destruía la comunidad fue y es prioridad del Sistema, reconstruir la comunidad debe ser prioridad estratégica de quienes nos resistimos a éste. La comunidad y los individuos que la integran tienen su soporte en la tierra y en su armonía con ésta; no se puede entender una comunidad sin tierra para disfrutar en común, pero la competitividad del sistema para acaparar materias primas, las ha despojado de la tierra, sumiéndolas en la pobreza absoluta. Se han apropiado de ella privatizando, poniendo fin al uso comunitario de la tierra. El estado que se instituyó para garantizar y regular el funcionamiento de la sociedad mercantilista y, por ende, de la propiedad privada, atenta contra la existencia de la comunidad, que nace de compartir la tierra, base de su existencia. El compartir, con la naturaleza y la comunidad, valor fundamental, sobre el que se edificaron las comunidades originarias, es remplazado por el competir del mercado. Los principios, saberes y prácticas comunitarias, todos los valores que las caracterizaron han venido desapareciendo gradualmente, gracias a la penetración cultural del Sistema de producción, mercado y consumo competitivo, que empezó con la conquista y sigue hasta nuestros días. Las religiones, los partidos políticos, las fundaciones, el alcohol, el 52


dinero, cada una a su manera, han hecho su tarea como punta de lanza del sistema para romper la estructura comunitaria, generando divisiones. Dividiendo vencen, pese a la resistencia heroica que por 500 años han sostenido los originarios, la que ha sido posible, precisamente, gracias a la fuerza de la comunidad de la que aún quedan fuertes rasgos. Es así como, ahora, el originario, salvo algunas ejemplares excepciones, se enfrenta solo ante el mundo. Ya no tiene la protección de su comunidad ¡Sálvese quien pueda! es la ley del individualismo que desplazó a la vida comunitaria. La recuperación, la promoción y la práctica de los principios y saberes de los originarios es condición para el Vivir Bien, filosofía que constituye la alternativa frente a la dominación del Sistema por medio del Estado, al servicio de las trans- nacionales.

La competitividad del mercado y el desarrollo

“Pasa lo mismo con el científico. Lee libros día y noche, forzando sus ojos y convirtiéndose en miope, si te preguntas en que ha estado trabajando 53


todo el tiempo ves que era para convertirse en inventor de las lentes correctoras de la miopía”. Tomado de La revolución de una brizna de paja Masanobu Fukuoka. La competitividad no es el motor del avance de la humanidad, de la ciencia y la tecnología, como se argumenta para defenderla. Toda construcción requiere una acción coordinada donde cada parte está en función de la otra, esto es compartir. Un edificio se levanta gracias a que todos los trabajadores comparten, si actúan en forma contraria destruyen su obra. Los esclavos compartieron su esfuerzo para construir la riqueza del esclavista y éstos se unieron para someterlos, el esfuerzo de los siervos desarrolló el feudo, y el trabajo conjunto de los obreros construye el capital. Si bien competir estimula a ganar, lo que se traduce aparentemente en mayor “desarrollo”, éste tiene un alto precio, y es que los beneficiarios son una minoría y los perdedores una gran mayoría. Es el consumismo de unos por el hambre de otros. Entre los perdedores se incluye a la Naturaleza, que al fin de cuentas resulta ser la gran víctima. Cambiamos aire puro por el dinero y confort que dan los autos; la catástrofe del calentamiento global por el dinero que produce la energía del petróleo. 54


La competitividad del mercado y la globalización

Un mercader no estará contento con cubrir su plaza, querrá expandirse, esto lo lleva a conquistar nuevas fronteras. El descubrimiento de China, de América, fue en busca de nuevos mercados. La globalización es producto de la expansión por el planeta de los mercados más competitivos, gracias al desarrollo de la comunicación. ¿Qué más conquistará el mercado? Ha llegado a un punto sin retorno al agotar el planeta su recurso fundamental o para satisfacer su competitividad ¿convertirá a los demás planetas en sucursales? La movilización de materias primas, de mercancías y de seres humanos en función del mercado globalizado, además del consumo absurdo de energía que se traduce en contaminación, rompe brutalmente el equilibrio natural y el equilibrio de las sociedades humanas y sus culturas. Globalización que atenta contra el EstadoNación con estrategias como la balcanización que favorece una nueva institucionalidad: la supranacional, soportada en las multinacionales.

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La competitividad del mercado y las Iglesias

Las diferentes iglesias han promovido el compartir, por siglos y siglos, desde el púlpito, mas no en la práctica. Detrás de la cruz va la espada y así conquistan nuevos mercados. Deben reconocerse excepciones, como los esfuerzos generados en nuestra época por Juan Pablo II con la Teología de la Liberación, sin embargo, el cambio ha sido a favor del competir. La calentura no está en las sábanas, sino en su origen: la mercancía. Quizá ese fue el mensaje de Jesús cuando sacó a latigazos del templo a los mercaderes.

La competitividad del mercado y el carácter de las personas

Las personas, también, en su vida diaria tienen que ganar en la competencia o pierden y hasta perecen. La competitividad está marcando su cotidianidad y futuro. Solo el más fuerte prevalece, este no es un mundo para débiles, ellos están condenados. ¡Sálvese quien pueda! y solo los competitivos se salvan. 56


La competitividad despierta con un mal gesto, desayuna con una mirada de desprecio y un reproche, te acompaña a la velocidad necesaria para ganarle a todos y maldecir al que se atreve a rebasarte en el camino, te conduce, irremediablemente, a la compra y venta de tus minutos, de tu trabajo. Te priva de almorzar o te obliga al come y pasa. Para volver, con el estrés en la nuca, maldiciendo, al caer la noche y entontecido aceptar, sin decir palabra, lo que dice el tele-des-informador y quizá, si te queda tiempo, soñar...soñar con la felicidad compartiendo con el ser amado.

La competitividad de la mercancía y el narcotráfico

Para alcanzar la paz uno de los requisitos consiste en encontrar soluciones creativas a los problemas que dan lugar al conflicto. La paz no será una realidad mientras no se dé respuesta a la producción, consumo y tráfico de estupefacientes. Si se quiere liquidar la producción, el consumo de estupefacientes y el narcotráfico, la solución no 57


puede ser la represión, pues los efectos del remedio son peores que la enfermedad. Lo que sí se logrará es el incremento de la violencia; aumento del precio y baja de la calidad del producto. Los consumidores y traficantes acudirán a métodos extremos para resolver la escasez, agudizando la descomposición social. A los productores campesinos la represión armada los llevaría a su vez a una reacción violenta en defensa de su economía y su seguridad personal. Todo esto amén del costo económico, social y político que implica la represión, la que desembocará necesariamente en guerra regional y silenciosa que irá más lejos de lo que pensamos. Desde el contexto de salud pública, la solución tampoco está en la legalización indiscriminada del consumo, pues esto llevará a hacerlo masivo, pasará a ser una suerte de promoción de la drogadicción como ocurre con las bebidas alcohólicas que, gracias a la publicidad, están promoviendo la adicción de la juventud en el mundo. En realidad, la legalización podría bajar el costo del producto con lo que se popularizaría, agravándose el problema de salud pública. En el orden económico, con la legalización del consumo los beneficios pasarían igualmente a enriquecer a fabricantes y comerciantes.

¿Cuál es entonces la solución?

Necesariamente, productores y consumido-

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res si son parte del problema, deben ser parte de la solución. El narcotráfico afecta e involucra a diferentes países, por tanto la solución debe ser encontrada y actuada por el conjunto de los países involucrados. El problema se debe abordar desde su verdadero contexto: salud pública mundial y mercado.

La competitividad del mercado y el dinero «¡Oh, tú, dulce regicida, amable agente de divorcio entre el hijo y el padre! ¡Brillante corruptor del más puro lecho de himeneo! ¡Marte valiente! ¡Galán siempre joven, fresco, amado y delicado, cuyo esplendor funde la nieve sagrada que descansa sobre el seno de Diana! Dios visible que sueldas juntas las cosas de la Naturaleza absolutamente contrarias 59


y las obligas a que se abracen; tú, que sabes hablar todas las lenguas Para todos los designios. ¡Oh, tú, piedra de toque de los corazones, piensa que el hombre, tu esclavo, se rebela, y por la virtud que en ti reside, haz que nazcan entre ellos querellas que los destruyan, a fin de que las bestias puedan tener el imperio del mundo...!» Shakespeare

El dinero, en cuanto posee la propiedad de comprarlo todo, en cuanto posee la propiedad de apropiarse todos los objetos es, pues, el objeto por excelencia. La universalidad de su cualidad es la omnipotencia de su esencia; vale, pues, como ser omnipotente..., el dinero es el alcahuete entre la necesidad y el objeto, entre la vida y los medios de vida del hombre. Pero lo que me sirve de mediador para mi vida, me sirve de mediador también para la existencia de los otros hombres para mi. Eso es para mi el otro hombre. 60

Karl Marx


De estos dos últimos textos se deduce que el dinero, como mercancía que representa a las otras mercancías, es el competidor por excelencia. Es la ganancia y el que también permite ganar, el ganador, lo es todo. Pero como todo gran señor tiene sus talón de Aquiles, porque cuando ya no exista la mercancía, el dinero dejará de existir puesto que ya no habrá nada que comprar ni vender, entonces los seres humanos que habrán aprendido a compartir, ya no competirán por el dinero, ni por las mercancías que este representa, este habrá perdido su valor, su razón de ser, dejará de ser Dios para convertirse en lo que siempre fue: nada.

Comprobación experimental de los efectos de la competitividad En caso de que esta argumentación no sea suficiente para cambiar de actitud, hagamos una experimento que permitirá ver de manera más directa y contundente los efectos de la competitividad: pongamos sobre una mesa un vaso con agua y, a la cuenta de tres, compitamos por el que tome más. Los restos esparcidos evidenciarán la destrucción total. Repitamos la acción desde el compartir y veremos cómo todos disfrutaremos del agua. Por último podemos referirnos a nuestra experiencia de vida, no importa si somos explotadores 61


o explotados, ésta nos dirá si hay o no razón en lo expuesto.

Conclusión:

Si el mercado y la competencia están destruyendo la obra milenaria de la naturaleza, entonces, el valor de cambio tiene que ser reemplazado por el valor de uso y la competitividad por el compartir en comunidad. Es la mercancía y su condición de existencia, la competitividad, a la que debemos considerar verdadera enemiga de la humanidad. Debemos alcanzar por todos los medios su abolición. Es su destrucción o la del planeta y la nuestra.

UNA ALTERNATIVA DE SOLUCIÓN “Nadie dice: voy a cuidar de mí solo. Para los pueblos que pertenecemos a la Cultura de la Vida, lo más importante no es la persona individual. Lo más importante es el ayllu, la tenta, que es la semilla, jatha, de donde ha germinado nuestra cultura. 62


Todas las familias vivimos juntas, compartiendo tierra, animales y cosechas, unidos en ayllus o tentas. No vivimos solos. Somos parte del ayllu o la tenta, como la hoja es parte de la planta. Nadie dice: voy a cuidar de mí solo, no me importa mi ayllu o mi tenta. Es tan absurdo como si la hoja dijera a la planta: no me importas tú, voy a cuidar de mí sola. Todos valemos, cada uno guardamos un espacio y tenemos nuestras tareas, responsabilidades y tierras. Todos nos necesitamos a todos. Todos pertenecemos a la Cultura de la VIDA, todos somos parte de la comunidad. Fundamentada en el dar y recibir, en el complementarnos, en el bien común, el apoyo mutuo organizado, la comunidad y la vida comunal desarrollan sus capacidades sin destruir al hombre y la naturaleza.” Tomado de El Vivir Bien como respuesta a la Crisis Global

Evolución Cultural Frente a la crisis que afecta a nuestra civilización y al planeta, se impone llevar adelante una Evolución Cultural que elimine la causa de 63


ésta: el Sistema de producción, mercado y consumo, competitivo. Que constituya una alternativa pacífica frente a la violenta e improductiva lucha de clases y sustente el cambio hacia una mejor calidad de vida, basada en: la práctica de compartir con la naturaleza y la comunidad. Produciendo valores de uso para satisfacer la auto suficiencia, sostenible, de las necesidades vitales, para compartirlos con la familia y la comunidad, basados el la filosofía del Vivir Bien de los originarios. No para venderlos y comprarlos como mercancías.

Este es un camino, prioritario, que tenemos que abrir experimentando, de la misma manera como el sistema de mercado competitivo tuvo que recorrer un largo camino para perfeccionarse. Fortalecer la comunidad es la gran alternativa. El individuo que vive en comunidad sirve a la comunidad y ésta le da su protección. Fortalecer la estructura individual, familiar, para desde allí ir a reestructurar la comunidad. El uso sostenible, armónico, de la tierra, será el gran lazo que nos una, no la propiedad. Todos los humanos, al igual que las otras especies, tienen el derecho inalienable al uso, desde el compartir, 64


de la energía solar, del aire, del agua, de la tierra, para satisfacer sus necesidades vitales. No a la propiedad privada que lleva a la exclusión de la mayoría en beneficio de una minoría. También lazos de familia, de amistad, de vecindad o de intereses comunes, se hará indispensable reforzarlos desde el compartir. Fortalecer la comunidad es, además, una forma de protección, de resistencia, ante el poder abusivo del Estado que representa los intereses del Sistema, antes que los del individuo o la comunidad. La toma del poder para lograr el cambio, desde la cúspide de la pirámide, no es lo deseable, en tanto que sí lo es que la base -individuo, familia, comunidad- haga suyo el ejercicio de la autoridad que emana del servicio. Poniendo así fin a la pirámide de clases, socio-económicas, sobre la que se ha sustentado el ejercicio del poder del Estado a lo largo de la historia del Sistema. Construir a cambio del Yo, el concepto de un Yo-Nos. De un individuo que no deja de ser único, pero que sabe que su existencia individual está estrechamente integrada a los otros, a una comunidad que es parte, que se debe a ella, que solo tiene posibilidad y sentido dentro del marco comunitario. Ese Yo-Nos, también, es 65


a su vez parte inseparable, se pertenece a un entorno natural, a un planeta, a un universo. “Un Yo-Nos que da y que recibe, que no se concibe completo sin el otro, que se declara parte de un todo, de un universo.

Soy Eterno “Para ello no penséis que los demás son como vosotros, sino que los demás sois vosotros.” Maories.

A mi hermano Ernesto.

Frente a la muerte, entre otras, hay cuatro posturas: la que sostiene que el ser humano al morir sufre la separación del espíritu y que, dependiendo de su conducta terrenal, va a un más allá de felicidad o castigo; la de quienes también creen que el espíritu se separa y de acuerdo con su comportamiento terrenal tendrá un karma que determinará su futura reencarnación; la de los aborígenes americanos que con la muerte inician un largo viaje del cual sólo retornan los elegidos y; la materialista que plantea que con la muerte volvemos a ser materia inorgánica.

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Respetando estas cuatro posturas frente a la muerte, me aventuro a plantear una quinta, sin pretender que sea original ni verdad absoluta, todo lo contrario, una verdad en construcción y, por tanto, factible de contrastar: Yo soy eterno. ¿Qué es lo que permite afirmar que somos eternos? Empecemos por preguntarnos: ¿Si el Todo es eterno, también lo será la parte que lo integra? Bueno, la finitud no podría originar eternidad. Cuando nacemos tenemos características determinadas que integran nuestro Yo. Me refiero a características físicas y también, para llamarlas de alguna manera, espirituales. Si a los cuarenta años volvemos a ver a ese Yo, no lo reconoceríamos, todas sus características se habrán modificado de tal manera que sería imposible identificarlo, más aún si lo volvemos a ver en la vejez. Algo hace, sin embargo, que ese Yo sea el mismo a lo largo de los años, pese a los cambios tan dramáticos que ha sufrido. Las células del Yo cambian totalmente cada siete años, pero continúa siendo él. Ese algo es su patrón genético. Si las células que componen un organismo mueren, ese organismo no podría declararse eterno. Las células no mueren, sino que se regeneran organizadas de acuerdo al patrón genético. 67


El ser humano para no morir cumpliendo con su ciclo evolutivo, procrea. Al hacerlo transmite a través del ADN sus características genéticas, tanto físicas como espirituales, renaciendo así una vez más, con las modificaciones propias de la evolución, como un muevo ser, aparentemente. Esa es la forma como nos hacemos eternos: procreando y multiplicándonos. La vida es el producto de la organización de una serie de elementos, de una manera particular, dada por la genética; esta última es, también, producto de la evolución de la energía. El ciclo de la vida es uno solo y permanente, nunca se interrumpe. Si bien, después, nuestro cuerpo y, junto con él, nuestro espíritu, se desintegran, al procrear han garantizado su continuidad, transmitiendo el patrón genético que les posibilitó vivir e integrarse como un Yo. Esas características genéticas son las mismas que le permitían al ser original seguir siendo él y no otro. Al trasmitirlas seguirá siendo también él, aunque modificado por las características del otro ser que comparte la nueva organización genética, y por la acción del medio en el que se desenvolverá y al cual se adaptará, cambiando, esto es, evolucionando. En cada procreación se renace y se cambia, evitando así la muerte. Si el patrón genético, que 68


permite organizar mi Yo, muriera, la vida entonces sí se extinguiría. Pero no ocurre así, puesto que se transmite y se multiplica. De esta manera, Yo soy el primer hombre, pero en mí también estará el último. Si no procreamos, no morimos porque somos parte del todo, al procrear nuestra genética también se trasmite a todos los hijos, esto es, se multiplica de manera tal que cada uno de nuestros hijos es parte del otro, por eso se llaman hermanos. Lo que nos permite también, afirmar que realmente no somos un Yo, pues de hecho no existimos como tal sino como un Yo-Nos, que lo define mejor. Esto nos hará más parte del otro y por ende del género humano, éste a su vez de la Naturaleza y, ésta del Universo. Afirmar que no morimos, sino que somos eternos, es importante no tanto desde la discusión sobre la vida o la muerte, sino porque nos permite encontrarle más sentido a la vida, al pasado, al presente y al futuro, nos hace uno solo con nuestros hijos y hermanos y, por supuesto, con la humanidad; planteándonos la necesidad de conservar nuestra casa, la Naturaleza, donde estaremos vivos para siempre; hoy, integrados por nuestro patrón genético como seres humanos; y mañana, gracias a la evolución, quizá como montaña, pero siempre haciendo parte de una misma eternidad. 69


Vivir bien y no mejor

Para volver a nuestro camino, la construcción del Vivir Bien se consolida como el principal objetivo estratégico de los pueblos originarios indígenas, un Vivir Bien que apunte a recuperar la vivencia en comunidad, avanzar por el camino de la armonía con la naturaleza y la vida, todo para salvar al planeta y también a la humanidad. Nos toca construir un Vivir bien que significa construir nuestra casa; sembrar, cuidar, cosechar y cocinar la propia comida; decidir el vestido; curarse; poner ritmo propio a nuestras alegrías y tristezas; cuidar el derecho de aprender con nuestros errores. Siempre seremos del tamaño de nuestros trabajos, de la habilidad y torpeza de nuestras manos y mentes. En el Vivir Bien, nos desenvolvemos en armonía con todos y todo, en una convivencia donde todos nos preocupemos por todos y por todo lo que nos rodea”. Tomado de Vivir Bien como respuesta a la Crisis Global

Aprovechemos toda nuestra capacidad de trabajo creativo y los recursos: tierra, herramientas, conocimientos, solidaridad familiar y comunitaria para cubrir nuestras necesidades vitales de alimentación, 70


vivienda, vestido, salud, educación, recreación, en armonía con la Naturaleza. La capacidad para alcanzar la autosuficiencia, sostenible, para satisfacer necesidades vitales, se logrará produciendo valores de uso, compartiéndolos en armonía con la naturaleza y la comunidad, desconectándose del Sistema. La autosuficiencia, sostenible, individual, familiar y comunitaria opera en función de la calidad de vida y de la satisfacción de sus necesidades vitales, dando lugar al compartir que construye, sin anular la iniciativa individual que, en este caso, no afecta negativamente al interés de la comunidad. Cuando alcancemos la autosuficiencia sostenible desde el compartir, la iniciativa individual que es algo muy diferente a la propiedad privada, se desarrollará sin límites pues, el límite que la circunscribe actualmente desaparecerá, ya no tendrá el creador que supeditarse a las exigencias del mercado competitivo. Un creador cuando desarrolla un artefacto o escribe un poema no prioriza el dinero, sino el satisfacer un deseo, su curiosidad o una necesidad. Al desconectarnos del sistema de producción y mercado competitivo, necesariamente nos haremos polifacéticos y más creativos. La división 71


del trabajo, su especialización, son productos del perfeccionamiento de este sistema, están en función de una mayor productividad y explotación, no del crecimiento humano. La división del trabajo termina con la visión integral y polivalente del individuo y la comunidad integrados a la Naturaleza; permite la dominación. La especialización, entendida de esta forma, limita la creatividad. Al desaparecer la especialización impuesta por el mercado, florecerá el verdadero potencial humano, tanto individual como comunitario, armonizado con la Naturaleza, Cuando alcancemos la autosuficiencia individual, familiar y comunitaria, sostenible, ésta nos dará el tiempo necesario para desarrollar nuestras aptitudes en los diferentes oficios y también para la recreación, gracias a que ahorraremos el tiempo que perdíamos compitiendo en desventaja para producir y mercadear o para vender nuestra fuerza de trabajo. Contrario al pensamiento Malthusiano, si todos producimos cada día lo que consumimos no habrá hambre y, menos aún, si consumimos solo lo que la necesidad vital impone. La familia que en comunidad, día a día, siembra sus alimentos, los cuida, los cosecha, los prepara y los come, encuentra la alegría de la vida que nos da el trabajo mancomunado y la naturaleza. 72


“Las economías de subsistencia que satisfacen las necesidades básicas mediante el auto aprovisionamiento no son pobres en el sentido carencial del término” La práctica competitiva de explotación mercantilista de la tierra: latifundio, monocultivo, químicos, sobre explotación, manipulación genética, etc., cambiará por la de compartir con la tierra, promoviendo la biodiversidad, respetando su ciclo vital. Retomando los saberes de los originarios, los conocimientos de la Permacultura y las enseñanzas de la Naturaleza. Una hectárea en producción de monocultivo para el mercado empobrece al campesino y empobrece la tierra. La misma hectárea, aplicando la sabiduría de la Naturaleza abastece una dieta de alimentación equilibrada, suficiente para varias familias y enriquece al ecosistema. Nuestros campesinos pobres serán los primeros grandes beneficiarios de la desconexión de la mercancía y de la competitividad, puesto que su cultura está más lejos del competir y más cerca del compartir, más lejos de la vida artificial, tecnológica de la ciudad y más cerca de la vida natural en el campo, más lejos del consumismo y más cerca de la austeridad, porque cuentan con experiencia comunitaria y poseen pequeñas parcelas que les permitirán, individualmente y en comunidad, cubrir sus necesidades vitales.

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Los habitantes de la ciudad, frente a la hambruna que vendrá, tendrán dos opciones: desarrollar la organización comunitaria para encontrar soluciones en este orden, promoviendo la agricultura urbana comunitaria, para la satisfacción de las necesidades vitales o retornar al campo. Así como hubo un éxodo del campo a la ciudad y a la metrópoli, movidos por la ilusión de una vida mejor, en busca de empleo, confort, o desplazados por la violencia, ahora será a la inversa, de la ciudad, de la metrópoli, al campo, en busca de aire, agua, tierra, alimento, paz. No es un imposible si tenemos en cuenta la absurda concentración de población en las ciudades en pocos kilómetros cuadrados, frente a las grandes extensiones de tierras deshabitadas e incultas en nuestros campos. Al desarrollar y compartir la autosuficiencia, sostenible, individual, familiar y comunitaria de las necesidades vitales, la dependencia de productos externos a la comunidad declina, evitando el desperdicio gigantesco y absurdo de energía que gastamos por la movilización, embalaje, conservación de mercancías, por la movilización de trabajadores, por el consumismo, evitando así el grave daño que causamos a la naturaleza y a todos cuantos la habitamos. 74


Debemos compartir y defender a la naturaleza porque todos vivimos con ella. Así pondremos fin a la deshumanización, a la desertificación del planeta y a la indignidad de la miseria. Compartir es la alternativa. En la medida en que los humanos y también los animales comparten, se fortalecen todos sus valores, su grado de sociabilidad aumenta. De la misma forma su inteligencia, creatividad y capacidad para vivir en armonía y felicidad. La vida de los seres humanos en su cotidianidad aún tiene cimientos para compartir, y será fortaleciéndolos en el individuo, en la familia y en la comunidad como podremos, sobre las cenizas de esta civilización de la competitividad, reconstruir las bases de una nueva civilización, donde la naturaleza y con ella el ser humano puedan seguir evolucionando. Para lograrlo se necesita que quienes estamos de acuerdo con esta nueva visión del futuro humano seamos consecuentes en la práctica más allá del discurso. Si la niña y el niño se educan con esta visión, desde ya y cuando sean adultos la proyectarán en la práctica. Los adultos nos comprometeremos para promoverla con nuestro ejemplo. Educando que no practica el compartir, no desarrolla la reciprocidad. Se acostumbra a recibir, no a dar. También la ausencia 75


de la complementariedad genera individualismo, no promueve comunidad. Cuando haya cedido la cultura de producción, mercado y consumo competitivo, los hombres podrán, por fin, compartir el conocimiento que ya no será una mercancía más, y así llevar a la humanidad a desarrollos científicos y sociales inimaginables, en equilibrio con la naturaleza.

“Volveremos a ser parte de la galaxia En este Pachakuti, dejaremos el camino de destrucción por el que avanza el mundo y la humanidad desaparecerá como raza pensante que amenaza con destruir el planeta. El mundo atravesará la puerta que transformará a la civilización actual basada en el miedo en una vibración mucho más alta de armonía y comprensión para todos los seres humanos, para dar comienzo a una nueva era, un nuevo Sol. Entramos en un camino que abra nuestra conciencia y nuestra mente para volver a ser parte de todo lo que existe, encontrarnos entre todas y todos, con la tierra y la naturaleza entera, con nuestro sol, con la galaxia y con todo el universo. Todos los seres humanos 76


comprenderemos que todo está vivo y consciente, que somos parte de este todo y que podemos existir en una nueva era de luz y armonía, donde el reino mineral, vegetal, animal y toda la materia esparcida por el universo a todas las escalas desde un átomo hasta una galaxia, son seres vivos con una conciencia del Vivir Bien. Entrando en una nueva época de aprendizaje, la comunicación y la reintegración harán que las experiencias y conocimientos adquiridos estén disponibles sin egoísmos para todos los demás. El respeto y la flexibilidad serán elementos fundamentales de la espiritualidad, transformará al individuo y a la comunidad y hará que el ser humano sienta a otros seres humanos como otra parte de sí mismo. Las actividades comunitarias, las manifestaciones artísticas y las ocupaciones estéticas ocuparán la mente humana, el ser humano vivirá la primavera galáctica, el florecimiento de una nueva realidad basada en la reintegración con el planeta y todos los seres humanos, comprendiendo en ese momento que somos parte integral de un único organismo gigantesco. Tomado de: El Buen Vivir una alternativa frente a la Crisis Global 77


¿Cómo? “Ninguno educa a ninguno, nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan entre sí, mediatizados por el mundo” Paulo Freire. Mediante la educación, de la misma manera como históricamente se han afirmado o modificado las diferentes culturas, y los valores que las soportan. Lo que implica una revolución en la puesta de la educación, tanto en los contenidos como en el método. Revolución que se intentará desde el sistema educativo imperante, pero que ha de desarrollarse también paralelamente, desde cada comunidad, como propuesta de educación alternativa, si queremos garantizar su materialización. Evitaremos así a la humanidad el dolor y la destrucción que genera la violenta lucha de clases. La estrategia de la guerra para la toma del poder, se cambiará por la de alcanzar una evolución por medio de la educación, que nos prepare para compartir una vida de calidad, autosuficiente y sostenible en comunidad. Tendrán las nuevas generaciones, a través de esta educación, herramientas para frenar la energía destructiva de la competitividad, su participación activa garantizará la continuidad del cambio, lo que no ocurre si éste se da únicamente entre adultos. 78


La siguiente radiografía, aunque aparezca en principio extrema, queda corta, frente a la dramática situación por la que atraviesa la educación formal o académica.

Radiografía de la educación académica “Mi proceso de embrutecimiento empezó cuando mi padre me llevó a la escuela”. Miguel de la Montaigne Cuando la niña o el niño, para conocer el mundo, quiere subir a la montaña y convertir sus sueños en una hermosa realidad; cuando ha desarrollado sus sentidos y empieza a actuar con autonomía, lo encerramos en una cárcel denominada escuela, colegio o universidad, y allí lo mantenemos confinado durante dieciocho años. Al termino de los cuales se habrá convertido más o menos en un desadaptado que a los veinticuatro años, no se habrá planteado aún cómo llegar a ser auto suficiente. En estas “escuelas” se cometen atropellos que sólo se dan en los centros de represión, como: coartar la libertad de movimiento, confinando al joven a la inmovilidad, en posición sentado, hasta seis horas al día, durante seis años de primaria, seis de secundaria

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y seis de universidad, en total dieciocho largos años. Si intenta levantarse, el guardia de turno - “profesor”autoritario le ordenará: ¿joven, adónde va? ¡Siéntese! En los centros de reclusión más represivos los presos pueden moverse libremente en el patio, todo el día, en las “escuelas”, pueden hacerlo unos minutos en el recreo. En campos de concentración se dan condiciones de hacinamiento como las que se viven en las “escuelas”, donde treinta o cuarenta estudiantes conviven en un espacio no mayor a los cincuenta metros cuadrados. Si se movieran libremente se pisarían unos a otros por lo que ya dijimos antes: los mantienen sentados, con la puerta herméticamente cerrada y adormecidos por el enrarecimiento del aire. El único que dispone de espacio para moverse a sus anchas ¿adivinen quién es? Este confinamiento se torna más dramático si tomamos en cuenta que el joven se traslada también sentado en bus hasta su hogar, come sentado, hace los deberes sentado, termina el día sentado frente al televisor y luego le preguntamos: ¿Qué haces sentado que no te mueves? Esta tortura a la cual solamente los indisciplinados no nos sometimos, tiene gravísimas 80


consecuencias en los ordenes físico, psicológico, intelectual, etc. Cuando el niño más quiere preguntar sobre cómo es el mundo en el que le tocará vivir, cuando más quiere compartir sus emociones con los compañeros, lo obligan a permanecer en silencio (el más educado es el más callado) o a hablar sólo cuando le ordena el “profesor”, que es el único que habla lo que quiere y cuando quiere, no importa lo que diga ni cómo lo diga. Logrando los más altos niveles de incomprensión y aburrimiento. Al convicto no se le somete a tan drástica incomunicación, la que resulta más represiva si al llegar a casa lo recibimos con un ¡cállate! o sencillamente lo ignoramos con un ¡no digas tonterías! Por eso, cuando nuestros jóvenes cumplen dieciocho años, lo único que saben decir es ¿ah? Entonces comentamos: está en la edad del burro. Se llega el extremo de impedir el natural cumplimiento de las funciones fisiológicas, cosa que no existe en ningún centro de reclusión donde el recluso puede hacerlo a voluntad; en tanto que en la escuela se necesita pedir permiso. Pero lo que parece inconcebible, y resulta ser uno de los atropellos más graves es cómo en 81


las escuelas se coarta la libertad de pensamiento, la libertad de opinión. Estudiante que se atreve a discutir, a contradecir la forma de pensar del profesor, a discrepar en sus métodos de enseñanza, estudiante que cae en desgracia. Recuerdan ustedes eso de: ¡al fin de año hablamos, joven! Además del castigo físico que todavía se aplica en algunos centros educativos, se practica la tortura psicológica, gradualmente, día a día, mes a mes, año por año, tortura que ha llevado a muchos a huir de estas “escuelas” y en algunos casos hasta al suicidio. La tortura que referimos se llama cero o mala nota. A cuántos de nosotros nos la aplicaron cuando insistíamos en querer hablar, por movernos, por atrevernos a decir no, al “profesor” o simplemente cuando nuestra memoria se negaba a recibir la absurda carga de información abstracta e incomprensible con la que intentaban atiborrarnos. ¿Recuerdan lo que se siente? cuando el maestro nos califica con un cero, punto, cero, cero, tres y nos enrostra: el tres es por que firmó el examen. Nos sentimos incapaces, brutos y, por supuesto, culpables. El miedo nos embarga, lloramos, pensamos en huir, muchos de nuestros amigos nos abandonan, porque en la escuela nos consideran algo así como los leprosos de la “inteligencia”, aislándonos en el grupo de los “malos”, de los que pierden año. Como si el proceso de aprendizaje se limitara solamente a la fase de memorización; a partir de la

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repetición se nos obliga a “aprender” una montaña de información, de la cual, lógica y afortunadamente, olvidamos años más tarde el noventa por ciento, por no tener oportunidad de confrontarla con la práctica y que, de cualquier manera, no nos será útil para otra cosa que no sea llenar crucigramas, puesto que sus contenidos no responden a las necesidades planteadas por nuestras comunidades y países subdesarrollados y, menos aún, a la gran necesidad de formar hombres honestos, solidarios, amantes de la naturaleza y de la vida. Continuemos en la “escuela” para encontrarnos con un “maestro” que nos prepara para enfrentarnos a la vida, pero que de ésta sabe poco. Pues ¿cómo ha de saber? si se pasó enclaustrado en las aulas y de allí volvió directo a transmitir sus “conocimientos” en las mismas “aulas” que deberían llamarse jaulas, sin entrar en el más mínimo contacto con la vida real, por lo que se ve obligado a repetir, como loro amaestrado, la misma fecha de nacimiento del Libertador, sin saber lo que son el ejercicio y la defensa de la libertad; a “enseñarnos” sobre el cuidado de los bosques y la erosión, los cuadrúpedos, los dípteros, los himenópteros, sin haber salido nunca de esa babel de cemento llamada ciudad, donde el único animal con el que puede entrar en contacto, además de sus congéneres, será algún descuidado zancudo o mosca a la que, obviamente, intentará liquidar con el último insecticida que ofrece el mercado.

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Este “maestro” que, en el colmo de su ignorancia, se cree depositario de la ciencia y la verdad, también ejerce el poder de manera vertical sin tener en cuenta para nada la participación democrática del estudiante, hasta convertirlo en un domesticado, masificado e indiferente. Con un acervo de conocimientos “teóricos” suficiente para formar parte del alto índice de desempleados que, en el mejor de los casos, algún día llegarán a ser trabajadores improductivos, profesionales mediocres, burócratas inservibles, líderes deshonestos e incapaces o quizá ¡“Maestros” que “educarán” a nuestra juventud, que es “el futuro de la Patria”! Con algunas honrosas excepciones, éste es el lamentable cuadro que presenta nuestro sistema educativo. Si usted está dispuesto a pagar por “eso” apúrese a matricular a sus hijos antes de que se acabe el cupo, pero eso sí, pida un préstamo o un sobregiro al banco porque ningún dinero le va a alcanzar para la matrícula, la pensión, el uniforme, los libros, el transporte, los servicios anuales, la cuota para la junta de padres de familia, para el día del maestro, etc., etc., etc. Caso contrario pregúntese si hará falta o no, una revolución en los contenidos y la metodología de la educación que lleve a una Evolución Cultural. 84


Evolución Cultural

Porque de ellos (los niños) todo puede esperarse y conseguirse. Para esto, se necesitan ‘maestros’ idóneos que sepan encauzar democráticamente a los jóvenes desde su más tierna edad...la sociedad tiene que fijar su atención en los Maestros de lo que ahora son los primeros grados de la Educación Básica, porque todo el futuro de los niños y, como consecuencia de la vida republicana posterior, va a depender de lo que hagan estos maestros, antes y ahora mal considerados y peor pagados, pese a la necesidad e importancia de su función”. Simón Carreño Rodríguez

Es necesario romper la desvinculación existente entre individuo, familia, comunidad y escuela para que estas instituciones, integradas, se retroalimenten por medio del acto educativo. La madre, el padre y el maestro deberán ser los primeros en exigir y exigirse ese cambio para sí mismos. En vista de que, desafortunadamente, madres y padres, por las exigencias de la producción y mercado competitivo, se ven forzados a abandonar a 85


sus hijos durante la mayor parte del día, la escuela es la llamada a resolver ese gran vacío en la formación, en tanto que cambie este sistema. La educación en Comunidad y académica: básica, media y superior, cumplirá un papel fundamental en la puesta en práctica de la Evolución Cultural, entre otras razones porque: los destinatarios principales de esta propuesta son niñas, niños y jóvenes que por estar en la edad ideal del aprendizaje, desarrollan hábitos positivos, más fácilmente que el adulto ya deformado. Estaremos así logrando la continuidad necesaria al proceso de cambio, lo que no ocurre cuando son sólo los adultos los que se comprometen. A lo largo del tiempo, llegaremos a millones de estudiantes con nuestra propuesta, puesto que transcurren la mayor parte y lo mejor de su tiempo en los establecimientos educativos. El sistema escolar presenta fortalezas importantes: poder de convocatoria al hogar, a la comunidad y a otras instituciones; cobertura nacional; organización; financiamiento, etc. La gran debilidad del sistema escolar radica en el maestro y en la calidad de los contenidos y métodos. 86

El maestro, producto también de una


formación deficiente, limita este proceso por su casi inexistente vinculación con la práctica para solucionar problemas de la realidad comunal y nacional, por los anti valores que algunos ejemplarizan y por su desconexión de la naturaleza y la comunidad. Es por tanto fundamental que el maestro supere el papel tradicional de enseñador, donde él y el libro pretenden ser los depositarios del conocimiento, para convertirse en la piedra angular de este proceso, en el gran promotor, organizador y ejecutor de la Evolución Cultural, junto a padres de familia, estudiantes y autoridades de la comunidad. Este cambio impone una nueva formación de maestros con vocación, comprometidos con su realidad, capaces de recrearla; que vivan los valores humanos, la autosuficiencia, la defensa del hábitat, y ejemplaricen a través de la práctica. La formación de maestros como promotores no podrá hacerse desde la teoría, sino por el contrario: de la práctica a la teoría. Será en trabajo comunitario, pasantías en consejos comunales, empresas artesanales, granjas integrales, etc., donde, integrándose al entorno material y social irán experimentando y aprehendiendo, enfrentados a la problemática concreta. El individuo, la familia y la comunidad, en un proceso permanente de cambio, encontrarán las respuestas a esta nueva propuesta educativa.

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La educación integral, tanto la académica (escuela, colegio, universidad), como la no académica en la comunidad (hogar, espacios de trabajo, espacios de recreación, medios de comunicación, etc.) abarca dos campos fundamentales que interactúan: la formación de la personalidad en comunidad y armonía con la Naturaleza y la formación de las capacidades para producir autosuficiencia sostenible en comunidad y en armonía con la Naturaleza. La formación de la personalidad se alcanzará con la práctica de los valores humanos en comunidad, en particular del verbo compartir, que es el que corresponde promover para contrarrestar los efectos perniciosos del verbo competir. La capacidad para alcanzar la autosuficiencia sostenible, se logrará produciendo valores de uso para satisfacer las necesidades vitales, compartiendo en armonía con la naturaleza y la comunidad, desconectándose de la producción y mercado competitivo. Se propone una nueva visión de la educación formal, respetando el fuero de la educación individual, familiar y comunitaria, cuando esta última se fortalezca. La puesta en práctica de esta Evolución Cultural no deberá ser impuesta, se aplicará por consenso del colectivo educativo. 88


La Evolución Cultural promoverá:

La Ecosostenibilidad desde la observación y aprendizaje de la sabiduría de la Naturaleza, ya que en ese ejercicio nos integramos armónicamente a ésta. La práctica de valores comunitarios ancestrales y humanos, especialmente, compartir a cambio de competir, fortaleciendo así la comunidad. La apertura de las puertas de la educación para integrarse a la problemática real del entorno comunitario y así encontrar las soluciones necesarias. La autosuficiencia comunitaria y sostenible de las necesidades vitales en armonía con la Naturaleza. La inversión del método del conocimiento para ir de la práctica a la teoría superando la retórica y la demagogia. La práctica del consenso y la democracia participativa, por medio de la Autoactividad de Grupos, a cambio del autoritarismo vertical, invirtiendo la pirámide del poder por la de la autoridad que deviene del servicio.

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La educación académica y el retorno a la naturaleza Hubo árboles antes de que hubiera libros/ y acaso cuando acaben los libros continúen los árboles/ Y tal vez llegue la humanidad/ a un grado de cultura tal/ que no necesite ya de libros/ pero siempre necesitará de árboles/ y entonces abonará los árboles con libros. Miguel de Unamuno La ecosostenibilidad de la Pacha Mama es condición para garantizar la existencia de la humanidad y de todas las otras expresiones de vida, por tanto, constituye un derecho y un deber fundamental, tutelar la protección de ésta, para que prime sobre cualquier práctica pública o privada que se oponga a su conservación. Todas las actividades económicas, políticas y sociales que realicen los seres humanos dependerán de lo que ocurra o no, ahora, con el calentamiento global. 90


La presente década es clave para actuar a fin de detener las causas y, dentro de lo posible, los efectos de la catástrofe ambiental. Si no lo logramos, el desplazamiento de millones de seres humanos, originado por el cambio climático, la pérdida de tierras y agua, de infraestructura productiva, las epidemias, traerán consigo hambrunas, enfermedades y conflictos sociales de tal magnitud que toda nuestra proyección pierde sentido. Especialmente para quienes tenemos conciencia de que es nuestro deber, como madres y padres, garantizar la sostenibilidad del planeta para nuestros hijos, nietos y demás generaciones; para nosotros mismos y para todas las otras especies. Razones suficientes para dar prioridad a la sostenibilidad de la tierra de la que depende la gran comunidad mundial. Si queremos ser consecuentes con nuestra calidad de educadores, la ecosostenibilidad debe enmarcar, en la práctica, todo el hacer educativo. Los programas de educación para estudiantes y maestros no contemplan para nada la respuesta práctica que debe dar el sistema educativo a problemas como: capa de ozono, calentamiento de la atmósfera, contaminación del aire, contaminación del agua, destrucción de la capa vegetal y contaminación de la tierra. Temas a los que debería darse toda la prioridad, 91


pues de éstos depende la vida de la especie humana y del planeta. Comparando intensidad horaria, programación, recursos didácticos, participación de maestros especializados, etc., dedicados a la enseñanza de asignaturas tradicionales con los dedicados a la práctica de valores comunitarios y defensa de la Naturaleza, llegamos a la conclusión de que no se dedica ni el uno por ciento a promover estos últimos ¿Qué es prioritario para la Vida? La ortografía o los valores comunitarios, la computación o la eco sostenibilidad. Así es como con la educación actual nos desconectamos de la Naturaleza, de la comunidad y de la realidad.

Integrar la problemática social y material a la propuesta educativa

El aula es una isla rodeada de libros en un mar de necesidades. Para resolver esta desvinculación de la realidad, las instituciones educativas deben incorporar programas que recojan los problemas prioritarios que afectan al entorno material y social; así el estudiante entrará en contacto con la Naturaleza por medio de prácticas de campo y retornará a la

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escuela a reflexionar, conceptuar y generalizar sobre las experiencias, con el colectivo educativo. Práctica que llevará a la solución de los problemas de y en la comunidad, evitando la migración a la ciudad o la metrópoli y la domesticación.

De la práctica a la teoría “...la relación Teoría/Práctica sin la cual la teoría puede convertirse en palabrería y la práctica en activismo. Paulo Freire

En matemáticas se nos enseñó que el orden de los factores no altera el producto, esto no es válido para el aprendizaje. El aprendizaje es más fácil y más productivo cuando se parte de la experimentación, de la práctica. No estamos negando el valor de la teoría. Decimos que la información abstracta cobra todo el sentido y es más productiva cuando complementa la experiencia. En este caso el orden de los factores sí altera el producto. La teoría es la generalización y sistematización de la experiencia hecha por otros. “La mejor teoría es aquella que se lleva a la práctica”. 93


En la educación tradicional, rara vez se llega a la práctica del compartir con la naturaleza y la comunidad, que es la que modifica la personalidad del educando creando en él nuevos hábitos, que a su vez modifican el entorno social y material. Cuando formamos en valores, equivocadamente, pensamos que se debe hacer en una cátedra en la que el maestro acude al libro de cívica, ética y moral; o a concienciar a partir del consejo y la represión. La información por medio del libro o el consejo no modifica el comportamiento, salvo que se aplique como complemento de la práctica. Igual ocurre con la autosuficiencia, sostenible, cuando nos quedamos en meras declaraciones sobre la necesidad de conservar la naturaleza, a cambio de ir a la práctica, lo que supone compartir con la tierra. Los antivalores y la destrucción de la naturaleza en cambio, sí se practican día a día en el hogar, en la escuela, en el lugar de trabajo, de recreación etc. y se promueven a través de la educación, de los medios de comunicación, de la propuesta consumista, etc. Si queremos que la niña o niño, ya adultos, practiquen los valores humanos y compartan con la naturaleza, tendrán que hacer de la práctica de esos valores y del compartir con la naturaleza un hábito, en 94


la escuela y en el hogar, por medio de la vivencia de múltiples experiencias creativas, a partir del ejemplo y la promoción dada por sus padres, maestros, hermanos, compañeros, en la comunidad. El valor existe solo cuando se materializa a través de la práctica. Lo que no ocurre en la educación tradicional, su aplicación se queda en un discurso complejo, abstracto, generalizado, divorciado de la realidad escolar y de su entorno. Las propuestas sobre educación en valores son académicas, importadas de otras culturas, especialmente las del primer mundo, que poco o nada tienen que ver con nuestra realidad tercermundista y, menos aún, con la de la localidad a la que pertenece el educando. La transversalidad no es buscar el valor en cada asignatura, es la vivencia de los valores humanos y el retorno a la naturaleza, a lo largo del tiempo, en cualquier espacio donde se eduque. La enseñanza de cívica y moral, la enseñanza de valores a partir de ejes transversales ha fracasado, para comprobarlo basta con constatar el crecimiento vertiginoso de la corrupción, la violencia, el egoísmo, el racismo, la drogadicción y demás anti valores que estamos experimentando. 95


En cambio, cuando experimentamos empezamos a modificar la realidad al tiempo que aprendemos. Un niño que comparte su merienda con un compañero, a la vez que aprende de la experiencia, hace que el hambre de su compañero se satisfaga. En tanto que si lee una definición sobre la solidaridad no modifica esa realidad. La niña que entra en contacto real con la naturaleza sembrando una semilla, además de aportar a la reforestación, pone en actividad todos sus sentidos y por supuesto se producen sensaciones que motivan la reflexión y por ende las respuestas creativas aportando a la satisfacción de la necesidad. El contenido del tratado de filosofía, el discurso del político, la prédica del sacerdote, el consejo del padre o la reflexión del maestro, sobre la importancia de compartir, los hemos recibido todos, pero de hecho, no han cambiado el comportamiento de nuestra sociedad, porque se quedaron en el enunciado sin ir a la práctica. De la misma manera los cánticos a la tierra, el libro de ciencias naturales, la reflexión del maestro sobre la contaminación de la tierra, la tala de bosques y la importancia de reforestar no han resuelto para nada el problema de la destrucción del hábitat. El repetir del libro y del maestro anula la creatividad, que no es otra cosa que la diversidad de respuestas frente a un problema. Al dar el primer paso 96


tropezamos, nos levantamos con la ayuda de la mano solidaria de nuestra madre, esta experimentación motiva la reflexión, corregimos y damos el segundo paso hasta aprender a caminar. Proceso del conocimiento que podemos aplicar a todos los órdenes de la vida, y que ha sido suprimido. Juanita quería probar qué se siente cuando se mete el dedito en la vela, la abuelita como todos los educadores le aconsejó: - no metas el dedito en la vela, porque te vas quemar y te dolerá. Pero la niña insistió, entonces la abuela de nuevo, igual que los educadores, le aconsejó y además amenazó: -No metas el dedito en la vela, te vas a quemar y tendré que llevarte al médico que te pondrá una inyección, la niña insistía, y la abuela cansada le gritó: ¡Juanita, no metas el dedo en la vela, te vas a quemar, te pondrán una inyección y además te daré una palmada! Pese a los consejos, las amenazas y la represión, cuando la abuela salió, Juanita metió el dedo en la vela. ¿Cuándo Juanita volverá a meter el dedo en la vela? ¡Nunca! ahora, para ella, las palabras de la abuela le serán totalmente comprensibles y la ayudarán a reflexionar. La verdadera conciencia es el producto de la reflexión sobre la experiencia propia o ajena. Por ejemplo, sabemos que fumar tabaco produce cáncer, contamina el ambiente, enferma a los demás, afecta 97


a la economía, constituye mal ejemplo ¿y por qué seguimos fumando? Porque solamente tenemos información y no conciencia. El tabaquista sólo adquirirá conciencia cuando su experiencia, debido al dolor, le lleve a reflexionar y dejar el mal hábito. A compartir no se aprende teóricamente, se vive, a partir del ejemplo del otro y de la experiencia propia, promovida o no, la cual, repetida, se convierte en hábito. Esta experiencia nos permite valorar, conceptuar, generalizar y teorizar. Ya dijeron: “Una experiencia vale por diez mil palabras”.

Democracia participativa

Las reformas educativas las realizan técnicos. No se consulte al colectivo educativo. Es significativo que las reformas educativas las realizan normalmente técnicos extranjeros. Nunca hemos visto que para reformar el sistema educativo se consulte a los estudiantes, a los padres de familia, a los maestros, a los agentes responsables de la producción etc. Una reforma educativa debería partir de esta consulta, con una metodología adecuada. En los centros educativos se practica la democracia representativa donde el maestro, de 98


acuerdo a la ley, es el delegatário de la autoridad y el conocimiento. Privando así al estudiante de su participación democrática, restringiendo su creatividad, convirtiéndolo en recipiente pasivo de información. Con la metodología de la Auto Actividad de Grupos se pone fin a la democracia por delegación y a las prácticas individualistas presentes en la escuela, para ir al compartir democrático. Rompiendo con el aborregamiento de los pueblos que entregan su destino a los más competitivos -que no siempre son los más capaces y honestos-. Incapacitándose para auto liderarse. Al participar democráticamente maestros, padres, estudiantes, y responsables comunitarios, establecerán los problemas que afectan a la comunidad y a su propuesta educativa; darán las soluciones, las ejecutarán, se organizarán y harán el seguimiento y evaluación. El consenso reemplazará la imposición de las mayorías o de las minorías. El método represivo que se aplica en las escuelas, clara expresión de la competitividad, y que va desde una mala calificación hasta la pérdida de año, pasando por el desprecio a los menos inteligentes, debe ser cambiado por una metodología que tenga como paradigma compartir el conocimiento, para hacer del acto educativo un acto de amor, de alegría.

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Metodología Auto activa de grupos IPAG

Motivación: Tiene como objetivo despertar la sensibilidad de los participantes para que se planteen la necesidad de la Evolución Cultural y de formar parte de ésta. Evidenciará la realidad autodestructiva que vive el interlocutor en la sociedad del mercado, para que se sensibilice, se sienta parte del problema y de la solución. De acuerdo a nuestra formación, tenemos dos alternativas ante la crisis: Aceptarla como normal o crear nuestras propias respuestas. Se evidenciará lo que pasa con la Madre Naturaleza, la destrucción que le está causando el Sistema y como la especie humana y las otras especies somos las víctimas. Se buscará que el interlocutor se pregunte y dé respuestas sobre cómo la educación actual no responde frente a la problemática. Nuestros problemas (prioridades): Se organizarán grupos en los que participen estudiantes, maestros y padres. Para estudiantes: ¿Cuál es el mayor problema? Contigo, con tus compañeros de escuela, con tus maestros, con tus padres, con la comunidad, con tu entorno natural. Papá y mamá, (contestar por separado) ¿Cuál es el mayor problema? Contigo mismo, con tu pareja, con tus hijo(a)s, con los compañeros y amigos de tu hijo(a), con los maestros 100


de tu hijo(a)s, con la gente de tu comunidad, con tu entorno natural. Maestros(as): ¿Cuál es el mayor problema? Contigo mismo, con tus estudiantes, con tus compañera(o)s, con tus directivos, con los padres de tus estudiantes, con la gente de tu comunidad, con tu entorno natural. No pongas tu nombre y si alguna pregunta no deseas contestar, no lo hagas. Se expondrá y copiará en el tablero los problemas, estableciendo los comunes denominadores, de la problemática expuesta, determinando las prioridades. Nuestras soluciones (prioridades): Se plantearán soluciones a los problemas prioritarios encontrados por los participantes. Se hará énfasis en que sean soluciones prácticas, no meros enunciados. Solución incorrecta: respetarnos más. Solución correcta: escuchar al otro, saludarnos por el nombre. Se seleccionarán aquellas que aparecen como común denominador o por consenso las que sean más viables y productivas. Nuestra organización: Se hará un plan: estrategias, tareas, responsables, recursos, tiempos y plazo de ejecución, financiamiento, etc. La organización necesita una cabeza, se integrará el Voluntariado de Coordinación. Voluntariado: El motivador, llamará al colectivo educativo a participar en el Voluntariado de 101


Coordinación. Se pasará una lista con los nombres de los participantes para que éstos decidan o no anotarse como voluntarios. Tareas del voluntariado: Promover y coordinar semanalmente, la práctica de los valores humanos y la autosuficiencia, hacer seguimiento y evaluación. Se rotará el voluntariado de coordinación. Nuestra práctica de las soluciones: El voluntariado hará un instructivo para llevar a la práctica las soluciones prioritarias, se entregará al voluntariado de aula para que lo ejecute poniendo plazo estricto para cada tarea. Se integrará luego el voluntariado comunal. Seguimiento: El voluntariado de coordinación se informará sobre la puesta en práctica para corregir oportunamente, asegurándose de que todos participen, de que entiendan el instructivo, de que cada práctica continúe. El seguimiento debe acompañar la ejecución para resolver los problemas oportunamente. Evaluación: El estudiante autoevaluará su trabajo, como: excelente, bueno, regular o malo. Ubicando errores y soluciones, compromisos. Igual hará el grupo. 102


El colectivo educativo, evaluará los resultados trimestralmente, sistematizará la experiencia, dirigida a los educadores. Esto corregirá errores, enriquecerá la metodología para aplicarla en el ámbito nacional y elaborar una guía.

Algunos conceptos básicos para la nueva educación • Es necesario desarrollar una pedagogía de la pregunta. Siempre estamos escuchando una pedagogía de la respuesta. Los profesores contestan a preguntas que los estudiantes no han hecho. • Mivisióndelaalfabetizaciónvamásalládelba,be,bi, bo,bu. Porque implica una comprensión crítica de la realidad social, política y económica en la que está el alfabetizado. • Enseñar exige respeto a los saberes de los educandos. • Enseñar exige la corporización de las palabras por el ejemplo. • Enseñar exige respeto a la autonomía del ser del educando. 103


• Enseñar exige seguridad, capacidad profesional y generosidad. • Enseñar exige saber escuchar. • Nadie es, si se prohíbe que otros sean. La Pedagogía del oprimido, deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación. • No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión. • Decir la palabra verdadera es transformar al mundo. • Decir que los hombres son personas y como personas son libres y no hacer nada para lograr concretamente que esta afirmación sea objetiva, es una farsa • El hombre es hombre y el mundo es mundo en la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente; el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación • El estudio no se mide por el número de páginas leídas en una noche, ni por la cantidad de libros leídos en un semestre. Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas. 104


Solo educadores autoritarios niegan la solidaridad entre el acto de educar y el acto de ser educados por los educandos.

• Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre. • La cultura no es atributo exclusivo de la burguesía. Los llamados “ignorantes” son hombres y mujeres cultos a los que se les ha negado el derecho de expresarse y por ello son sometidos a vivir en una “cultura del silencio” • Alfabetizarse no es aprender a repetir palabras, sino a decir su palabra. • Defendemos el proceso revolucionario como una acción cultural dialogada conjuntamente con el acceso al poder en el esfuerzo serio y profundo de concientización. • La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de la HUMANIZACIÓN del hombre. • La lucha ya no se reduce a retrasar lo que acontecerá o asegurar su llegada; es preciso reinventar el mundo. La educación es indispensable en esa reinvención. 105


• Jamás acepté que la práctica educativa debería limitarse sólo a la lectura de la palabra, a la lectura del texto, sino que debería incluir la lectura del contexto, la lectura del mundo. Paulo Freire

Propuesta de contenidos para la educación básica Práctica y teoría: • De los valores humanos, especialmente del compartir. • De la autosuficiencia, sostenible, de las necesidades vitales, compartiendo con la familia, la comunidad y la naturaleza. • De la problemática individual, familiar y comunitaria, solución, organización e integración. • De la integración a la naturaleza y al cosmos. • Del lenguaje oral y escrito. • Matemáticas y geometría. • De recursos tecnológicos. • De las poli funcionalidades vocacionales. 106


• De la prevención de la salud. • De las artes. • De la recreación.

Estrategias para alcanzar la Evolución Cultural • Practicando día a día el compartir, haciendo de éste un hábito. • Compartiendo esta propuesta, sin competir con quienes no la encuentren válida. Nosotros no tenemos enemigos, aquel que nos considere su enemigo es con quien más debemos compartir. • Desconectándonos día a día, de la dictadura del Sistema. Resistencia activa a toda práctica del Sistema que atente contra la comunidad y la naturaleza. • Promoviendo esta propuesta en la niñez y la juventud. • Creando una red de Voluntariado para promover y ejecutar la propuesta • Compartiendo con las comunidades originarias, fortaleciendo y actualizando sus principios. 107


• Fortaleciendo la organización comunitaria sostenible, en pueblos y barrios. • Promoviendo comunidades intencionales sostenibles. • Impulsando una revolución educativa, que forme para la vida, no para la producción y mercado competitivo, en o independientemente del Ministerio de Educación. • Promoviendo Consultas Populares para que los pueblos decidan sobre cómo solucionar el Calentamiento Global. • Promoviendo en todos los países Consultas Populares, por el desarme y el cese de las guerras. • Comunicando por todos los medios, la propuesta. • Llevando esta propuesta a instituciones formadoras de maestros, para que ellos se formen y sirvan de multiplicadores. • Creando en cada escuela el Proyecto Fruta Comida Semilla Sembrada. • Desarrollando Huertos Escolares-Comunitarios, integrales, auto suficientes y sostenibles. • Promoviendo granjas integrales, auto suficientes, sostenibles, en las empresas agro industriales, para los trabajadores.

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• Promoviendo la agricultura urbana. • Declarando esta Evolución Cultural: Objetivo Comunal y Nacional Prioritario. • Promoviendo el consenso.

Organización del Voluntariado Ni tú ni yo podemos detener las miserias del mundo, sería necio. Pero sí, sembrar la semilla que logrará el cambio: compartir. Su energía, liberada, neutralizará la fuerza destructiva del competir, liberando la del Vivir Bien. Sembremos esta semilla con nuestras manos y espíritu, cultivémosla en la práctica del día a día con gran dedicación y veremos muy pronto crecer un árbol frondoso. Dará tantos frutos que abundarán semillas y esparcidas éstas en la tierra propicia de niñas y niños, al germinar, volverá a sus labios la sonrisa perdida y con ella, la felicidad al mundo. Hoy compartimos esta semilla, por favor, aceptémosla, sembrémosla ahora mismo, no la perdamos... ¡Ah! no olvidemos regarla. Yonos hr Sé el cambio que quieres ver en el mundo. Gandhi 109


Nuestra preocupación principal se ha centrado en reflexionar sobre la crisis permanente, generada por el mercado y sus anti valores, para proponer, experimentar y divulgar una alternativa, un objetivo: vivir en comunidad sin la mercancía, en armonía con la Madre Naturaleza. Unidos tras este objetivo contando con una estrategia: la educación; corresponde organizarnos para hacer realidad ese objetivo. El carácter experimental de esta propuesta es contrario a cualquier desarrollo organizativo centralizado-burocrático que limite la participación democrática y la creatividad de sus integrantes. El Voluntariado es nuestra forma organizativa. Voluntario es quien identificándose con los objetivos y estrategias, decide compartir para hacerlos realidad sin esperar nada a cambio que no sea la alegría de vivir para servir. El voluntario puede serlo allí donde este parado, no espera órdenes, crea sus propias respuestas y las comparte. Ésta es una propuesta de Evolución Cultural pacífica; podemos formar parte todos sin distinción de posición económica, credo, etnia, sexo, ideología política, con una condición: amar a la humanidad y a la naturaleza. 110


Voluntariado al que invitamos a vincularte, amigo lector. Si deseas formar parte de nuestro Voluntariado o recibir talleres, gratuitos, sobre la metodología para la aplicación de esta propuesta, por favor, escríbenos a: evocultural@gmail.com (lo único que pedimos a cambio es un vaso con agua). Nota final: “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”. Eduardo Galeano A quienes consideran que esta propuesta es utópica, les decimos que más utópico resulta reconstruir el planeta si continuamos la carrera competitivamercantilista y la carrera armamentista, guerrera. Que todas las especies viven satisfaciendo sus necesidades vitales, sin destruir la naturaleza. Que no se trata de un retorno a la época de la caverna, sino de dejar prácticas cavernarias que en pleno siglo veintiuno no tienen razón de ser: ayer matando con garrote, hoy con una ametralladora o una ojiva nuclear; ayer arrebatándole la comida de la boca a un congénere, hoy, negándosela a millones de seres humanos y a otras especies que también mueren de hambre, todo para ganar más dinero en el mercado competitivo. 111


Acuerdo ministerial Muyu Fruta Comida Semilla Sembrada

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Proyecto

Fruta Comida Semilla de reforestación, para el mundo, desde las escuelas, aprobado por Acuerdo 0074-09 del Ministerio de Educación de Ecuador, experimentado en Costa Rica y Ecuador. Declarado estrategia para la reforestación del planeta, por la Conferencia Mundial de los Pueblos, Cochabamba, Bolivia. Justificación: La hambruna y demás problemas producidos por la crisis económica y el Calentamiento Global. Objetivo: Educar, aportar a la a la solución del Calentamiento Global reforestando con árboles frutales. Estrategia: Crear en todas las escuelas del mundo: • Banco de semillas. • Vivero de frutales. En Ecuador 3.5millones de estudiantes de educación inicial y básica, sembrando en el vivero 1 semilla de frutal por semana, extraída de las frutas que comen, en 20 semanas del periodo escolar, potencialmente, pondrán a crecer 70 millones de árboles cada año. Usando material para reciclar, sin costo para el Estado. Para replantar en hogares, escuelas, lugares deforestados, parques y para compartir con la comunidad. 115


Beneficios: • Aporta a la solución de la deforestación. • Desarrolla en la niñez el hábito de reforestar. • Captura CO2, por medio de la fotosíntesis, evitando que llegue a la atmósfera, aportando así a la solución del Calentamiento Global, y libera oxígeno. • Recupera el ciclo vital de la naturaleza: carbono, nitrógeno, evaporación transpiración, aumentando la masa de árboles. Aporta a la solución al hambre de los humanos y a la de otras especies. Sin costo alguno.

Proyecto Huerto escolar comunitario: Justificación: Solucionar la hambruna producida por la crisis económica y ambiental. Principios: Compartir, reciprocidad, consenso. Objetivo: Educar en autosuficiencia alimentaria. Promover el Uso comunitario de la tierra. Objetivos específicos: Integrar estudiantes y familias a la producción de alimentos, producir alimentos orgánicos, practicar el compartir y la reciprocidad para con la Naturaleza y comunidad, producir para compartir, replicar esta experiencia en los hogares. 116


Estrategias: Creando granjas escolares comunitarias, autosuficientes, sostenibles en escuelas que tengan tierra o utilizando terrenos baldíos. Procedimiento de producción: Agricultura Orgánica, Permacultura, banco de semillas y vivero. Metodología: Auto actividad de grupos. Trabajo en Mingas. Financiamiento: Autogestión Beneficios: Aporta a la soberanía alimentaria; recupera el medio ambiente; contribuye a la solución de la pobreza; evita el asistencialismo; intercambio cultural intergeneracional; distribución equitativa en función del trabajo y cargas familiares; elimina intermediarios; fortalece la cultura del compartir sembrando sin ánimo de lucro; conserva la cultura campesina de autosuficiencia; se aprende a través de la práctica; desarrolla en la niñez y juventud el amor a la recursos destinados a la represión del narcotráfico a desarrollo social de los países recursos destinados a la represión del narcotráfico a desarrollo social de los países productores. Disminuirá la pobreza. Se entraría en un proceso de solución al más grave problema de salud pública que afecta a la humanidad: la drogadicción. Cualquier otra solución conducirá a la “Guerra de la Coca”, como otrora a la “Guerra del Opio” 117


Propuesta para terminar con el Narcotráfico Desde el ámbito de la salud se declarará a los millones de drogadictos existentes en Norte América, Europa y demás países como enfermos, que en la práctica lo son. Tendrán estos países así, el caso de salud pública más grave, una pandemia. A enfrentar desde el tratamiento de orden médico, educativo, no desde la represión. La seguridad social de los países consumidores, en un acuerdo personal y privado entre médico paciente, tomaría a su cargo a estos pacientes drogodependientes y sería la responsable de regular el consumo en un proceso de desintoxicación. Los consumidores aceptarían de buen grado este compromiso a cambio de no ser proscritos por la ley, obtener producto de calidad garantizada a bajo costo y poder superar su adicción. En el ámbito del mercado los países consumidores tendrían que garantizar el suministro y la calidad del producto para la recuperación de los pacientes; se convertirían, en aras de la salud pública, en los mayores compradores e importadores de estas sustancias, tendrían que legalizar la compra y venta 118


de sustancias sicotrópicas destinadas a uso medicinal, como monopolio de los estados. Los países productores legalizarían el procesamiento y la comercialización como monopolio del Estado. La producción quedaría condicionada a la venta exclusiva al Estado y a la reversión de los predios a actividades agrícolas tradicionales en un plazo determinado. Esto supondría un inventario de predios y un plazo último de inscripción ante un organismo especializado. Los productores se acogerían prontamente a esta propuesta que les beneficiará por que estarían dentro de la ley, asegurando la venta de su producto, a buen precio, sin arriesgar su vida ni perder o ver destruida su propiedad. El narcotráfico disminuiría drásticamente por no poder competir con el Estado. Paralelamente se iniciaría una gran campaña mundial de educación sobre los efectos nocivos del consumo, que incluiría las bebidas alcohólicas y tabaco, promocionado la práctica de actividades positivas para la juventud. Se anularían los convenios de extradición y se excarcelaría a los narcotraficantes que se acogieren a un compromiso de renuncia a la 119


actividad, salvo aquellos implicados en asesinato o terrorismo. Se confiscarían todos los bienes producto del narcotráfico, destinándose a salud pública y educación. Los países consumidores comprometerían los ingentes recursos destinados a la represión del narcotráfico a desarrollo social de los países productores. Disminuirá la pobreza. Se entraría en un proceso de solución al más grave problema de salud pública que afecta a la humanidad: la drogadicción. Cualquier otra solución conducirá a la “Guerra de la Coca”, como otrora a la “Guerra del Opio”

Consulta popular Vota: ¡pan sí! ¡Armas no! Porque cuando ya no existan Armas en la tierra Nadie podrá imponer por la fuerza Lo que no se pueda Alcanzar por la razón.

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En el mundo soplan vientos de guerra. El camino para evitar que éstos se conviertan en un devastador invierno nuclear, es el desarme de los ejércitos regulares e irregulares y de la sociedad civil, en cada uno de nuestros países. Ésta es la gran oportunidad para plantear una respuesta a la crisis, ecológica y económica mundial, creada por el Sistema de producción, mercado y consumo competitivo y a su secuela de hambre y violencia. Unámonos tras un gran objetivo común, deseado por la inmensa mayoría de la humanidad: Pan sí armas ¡No! Estrategia: que los pueblos movilizados en cada país, resistamos activa y pacíficamente a las armas y a la guerra, exigiendo una Consulta Popular y decidamos, en consenso, cómo construir la paz. Así la haremos nuestra. Preguntemos a los indefensos, si quieren la guerra; preguntemos a los pueblos de Irak, Afganistán, Vietnam, Corea, Palestina, Yugoslavia, Colombia, Libia, a los pueblos de África; a las víctimas de la Primera y Segunda Guerras Mundiales, a las víctimas de holocausto en Hiroshima y tendremos por respuesta un rotundo ¡NO! escrito con dolor y sangre. 121


Preguntemos si están por el desarme mundial a nuestras hijas, hijos, nietas, nietos; a las madres, a los padres, a las abuelas y abuelos y tendremos por respuesta un ¡SÍ! de esperanza que recorrerá y unirá el mundo. Preguntemos a los que tienen hambre, a los sin tierra, a los oprimidos y su grito será ¡No a la violencia! No esperemos que los guerreros no enseñen sobre la paz, los corruptos sobre la honestidad, ni que los que destruyen el planeta nos digan cómo salvarlo, mostrémosles el camino e invitémoslos a caminar por éste. La energía de paz liberada por la Consulta Popular se desencadenará con tal fuerza que detendrá al más poderoso de los ejércitos, silenciando las armas en un gran abrazo por la vida. No podemos seguir desfilando de la mano con la muerte: unos vacíos de pan, otros llenos de plomo. La violencia es el estigma de nuestros tiempos; el afán por sobrevivir se convierte en afán por morir. Mil muertes violentas se han puesto de moda: la más cotidiana es matar niñas y niños por hambre y en guerras. Diez de los cuales mueren en el mundo cada minuto por hambre, mientras se gastan en el mismo tiempo tres millones de dólares en armas. Crimen silencioso y silenciado. 122


La política de alcanzar la paz por medio de la guerra, imponiendo la paz de los sepulcros, ha llevado históricamente: muerte, hambre y dolor a los pueblos; destrucción a la madre tierra. Si se continúa haciendo la guerra a la guerra, ya lo dijo Mahatma Gandhi: “Ojo por ojo, y todos nos quedaremos ciegos” Nuestra lucha es por la vida y la libraremos con amor. Señores Mandatarios, elegidos para servir a los pueblos, ustedes están obligados a respetar la voluntad del pueblo que se exprese en la Consulta Popular, ejecutando el desarme local, regional y mundial, convirtiéndose en verdaderos defensores de la paz, tendrán que lograr que los soldados vuelvan a trabajar sus campos sembrados de minas, bombas y trincheras, para sembrarlos de granos, de frutas, de flores y de alegrías. Nuestra tarea: • Organicemos en nuestro país la consulta popular teniendo en cuenta lo dispuesto por la respectiva Constitución Nacional sobre el mandato Soberano del Pueblo. • Abramos la discusión en todos los espacios de la población, sobre cuáles serían las preguntas 123


que se harían para ser votadas en la Consulta Popular. • Reenviemos esta propuesta a todos nuestros amig@s, a las organizaciones sociales, al Presidente de tu país y a las embajadas de todos los países del mundo. Si nos comprometemos con la vida y no con la muerte, dando espacio a la esperanza, votando ¡NO A LAS ARMAS! volverá la paz y con ella la sonrisa perdida a los labios de las niñas y niños del mundo y ésta será nuestra mejor recompensa. A quienes crean que esto es utopía, les decimos que más utópica será la reconstrucción del planeta después de la tercera guerra mundial. Pueden decirme que mañana se acabará el mundo; mientras esté vivo sembraré mi árbol de manzano. Martin Luther.

evocultural@gmail.com

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